claves
Suplemento
de la politica internacional
MARZO 2016
El señor de los drones
A 40 años del golpe militar proyanqui
Visita de Obama, provocación al pueblo argentino
Eduardo Molina
E
s una obra maestra de la hipocresía: viene el “Nobel de la paz” con más guerras e intervenciones en su haber (Afganistán, Yemen, Irak, Libia, Siria), la legalización de los “golpes constitucionales” en Honduras y Paraguay y la renovación de sanciones a Venezuela. Un “amigo de los derechos humanos” que comanda miles de asesinatos con drones en Yemen y otros países; que dejó correr al “gatillo fácil” policial contra los jóvenes negros en Estados Unidos; que impulsa una estrategia “antidrogas” responsable de los miles de asesinatos bajo el terror estatal en México; que mantiene el centro de torturas de Guantánamo hasta la fecha, y así, podría seguirse... Claro, de vez en cuando derrama algunas lágrimas por las víctimas del sistema que él mismo preside. Lo recibe en Buenos Aires Macri, que ya le ha tendido ya una alfombra de ofrendas: genuflexiones en Davos, entrega total a los buitres, cajoneado hasta el más tímido reclamo por Malvinas (no sea que ofenda a Inglaterra, el mayor aliado de Washington), hostilidad a Venezuela, todo tipo de gestos que comprometen una mayor subordinación económica, financiera y geopolítica al imperialismo. Y la fecha elegida para que ambos hablen de “democracia” y “derechos humanos” añade una siniestra provocación a los trabajadores y el pueblo de Argentina y de todo el Cono Sur: el 40° aniversario del golpe militar promovido por Estados Unidos, un episodio del ciclo de dictaduras contrarrevolucio-
narias de los ‘70 que asolaron Bolivia, Chile, Uruguay, Brasil, Argentina. Cabe recordar que aún en 1982, la dictadura argentina colaboraba con el Pentágono contra la revolución centroamericana.
El imperialismo busca recuperar control en América del Sur Obama, que hace pocas semanas celebró con el presidente Santos los 15 años del siniestro Plan Colombia, viene a respaldar a Macri, su más reciente aliado, un apoyo importante para el avance de los intereses norteamericanos en Sudamérica. Desde el El año pasado, cuando Obama fue a la VII Cumbre de las Américas en Panamá a ofrecer un “nuevo diálogo” e inició el deshielo de relaciones con Cuba. En esta ocasión, el viaje de Obama que tendrá como primer destino a Cuba antes de llegar a la Argentina se da en un escenario regional diferente, que el presidente estadounidense tratará de aprovechar para sus fines políticos. , su gobierno se ha lanzando a aprovechar la crisis económica que afecta a América latina y el descalabro de los gobiernos autotitulados progresistas, para recuperar autoridad en la región. Su estrategia apunta a avanzar en las posiciones comerciales, financieras, políticas y militares del imperialismo, limitando la presencia china y dislocando las ilusiones en un “bloque sudamericano” capaz de regatear sus términos. En este viaje busca compensar el paso previo por Cuba con el apoyo a Macri, como forma de contestar a los sectores más duros de la política norteamericana, que se oponen tanto a los acuerdos con Cuba como con Irán, política que fue
apoyada por varios de los gobiernos autodenominados “progresistas” de la región (como el de Lula/Dilma o el de Cristina Kirchner). Pero se trata de diferencias dentro de una misma política imperialista. El gobierno de Obama se ha lanzando a aprovechar la crisis económica que afecta a América latina para recuperar autoridad en la región. Su estrategia apunta al avance de los intereses imperialistas, en las posiciones comerciales, financieras, políticas y militares, limitando la presencia china y dislocando las ilusiones en un “bloque sudamericano” capaz de regatear sus términos. En los últimos años EE.UU. selló acuerdos de “libre comercio” con Chile, Perú y Colombia, el año pasado avanzó en integrar al Tratado Trans Pacífico (TTP) a los dos primeros, además de México. Y a la vez, ha continuado fortaleciendo el dispositivo militar en la región (ver infografía), tanto como la variada red de mecanismos de intervención en la “seguridad”, la justicia, los servicios de inteligencia, etc., que con el argumento de la “lucha contra el narcotráfico y el terrorismo” mantiene a través de la CIA, el FBI, la DEA, agencias oficiales de “ayuda” como USAID y otras. Ahora, presiona en una coyuntura regional caracterizada por las fuertes crisis económicas y políticas en Brasil y Venezuela. Se trata de un punto de inflexión en la ofensiva de la derecha regional, con los intentos de la oposición venezolana de “salir de Maduro”, mientras la derecha brasileña redobla la presión contra el gobierno de Dillma Roussef, gestora de un ajuste con despidos, inflación y privatizaciones que sin embargo no conforma a una fracción
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viene de tapa
Visita de Obama, provocación al pueblo argentino
Obama en Acció Por Juan Cruz Ferre
Política Interna decisiva de la burguesía brasileña. La mayor injerencia estadounidense y el triunfo de Macri en Argentina, alientan el giro político a derecha el escenario regional. La gran burguesía latinoamericana acaricia la idea de librarse de los “populismos”, a los que pese a sus esfuerzos, ve incapaces de gestionar la crisis con la rapidez y eficacia que el gran capital pretende. Obama espera dejar como un éxito de su estancia en la Casa Blanca, un nuevo panorama de las relaciones con América latina, mucho más favorable para el imperialismo que el que encontró al asumir. Pasos como la distensión con Cuba, que le permite aparecer como “amigo” de la isla a ojos de algunos sectores, están al servicio de lograr la primacía de los intereses norteamericanos en el proceso de restauración capitalista en la isla: El apoyo al “proceso de paz” en Colombia, como forma de imponer una “rendición negociada” a las FARC, removiendo obstáculos de la época de la “guerra fría”, están al servicio de este objetivo estratégico, al mismo tiempo que consolidar al Estado colombiano como un aliado clave en sus planes.
Fuera el imperialismo de América Latina Los gobiernos progresistas fueron incapaces de enfrentar este avance. El regateo desde UNASUR o CELAC terminó siempre cediendo (golpe en Honduras y Colombia, bases en Colombia, etc.). Más bien, en mayor o menor medida le otorgaron un crédito a cuenta de su sonrisa, mientras abrían más las puertas a las transnacionales norteamericanas e imperialistas en general en la expoliación del petróleo (Vaca Muerta!), la gran minería (Barrick Gold!) y el agrobusiness (Monsanto!). Hoy, los progresistas en crisis, desde el chavismo al PT lulista o el kirchnerismo en Argentina que sostuvieron la ocupación de la ONU en Haití o votaron leyes antiterroristas a pedido de EEUU y que depositaron expectativas en el supuesto rostro “amable” del imperialismo bajo Obama, hasta el chavismo o Evo Morales, se muestran todavía más incapaces de enfrentar el avance norteamericano, más allá de algunos regateos y una retórica cada vez más deslavada, lo que incluye a Evo y el propio Maduro, a pesar de su la mayor confrontación diplomática de Evo y Maduro. El avance norteamericano prepara una mayor ofensiva capitalista, para que la crisis económica la paguen los trabajadores y el pueblo, abriendo una nueva ronda de endeudamiento externo, mayor entrega al capital extranjero y más estrecha subordinación al imperialismo en todos los terrenos. La lucha antiimperialista no tiene fronteras, nos hermana con los países del continente, y debe ser tomada en sus propias manos por las y los trabajadores y la juventud. Es inseparable de la resistencia al ajuste y los despidos, contra la represión y los recortes a las libertades democráticas, contra la depredación ambiental. Que la protesta se haga sentir bien alto este 24 de marzo:
Repudio a la presencia de Obama en Argentina! No al acuerdo con los buitres! No pago de la deuda externa! Fuera las bases militares yanquis de América Latina!
Cuando Barack Obama llegó a la presidencia de los Estados Unidos en 2009, millones de personas abrigaban una esperanza de cambio. Su administración se caracterizó por una línea moderada que en cuestiones particulares -como la reforma de salud- se enfrentó con el ala más conservadora del partido republicano pero terminó cediendo. Hoy, cuando se acerca el fin de su segundo mandato, las ilusiones de cambio se han evaporado y las desigualdades sociales y contradicciones políticas se exacerban en el escenario poscrisis económica de 2008.
Polít
Con una p republica del tratad política im
30 millones sin cobertura de salud Reforma de salud Anunciada con bombos y platillos durante la campaña y finalmente implementada en 2014, la reforma de salud de Obama está hecha a la medida de las corporaciones del sector salud. Si bien tuvo un aumento de la cobertura pública para los pobres (Medicaid), el grueso de los nuevos asegurados son debido a la “cláusula individual” que obliga a todo individuo a contratar un seguro de salud en el mercado. Aún así quedan 30 millones de personas sin cobertura, además de los inmigrantes indocumentados, que están virtualmente fuera de las estadísticas.
Deuda estudiantil U$S 35.000 deuda promedio La educación superior sigue siendo muy costosa. El mercado está dominado por universidades privadas, pero incluso en las universidades públicas los costos hacen que gran parte de la población quede excluida o que se gradúe con deudas cada vez mayores. La generación que se graduó en 2015 batió récords históricos, con una deuda promedio por estudiante de 35 mil dólares.
Trata
Desigualdades en aumento A pesar de haber gastado más de 3 billones de dólares en estímulo financiero, los beneficiarios de este gasto público no fueron los más necesitados: mientras que los salarios de los trabajadores se han mantenido estancados, las retribuciones de CEOs y el retorno a la inversión ha aumentado considerablemente. Como resultado, entre 2009 y 2012, los ingresos del 1% más rico creció 31%, mientras el resto de la población se mantuvo estable. La tendencia continúa hasta la actualidad.
El acue de uranio so visto por Ru la fabricació El gobierno permanente te sancione
Racismo: 1.140 asesinados por la policía en 2015
Ecología: 45.000 pozos de fracking
A partir del boom del fracking en 2009, la producción de crudo en EEUU se ha duplicado, y el país ha experimentado una rápida transición de país dependiente de petróleo y gas extranjero a país exportador. Todo esto, a costa de más de mil episodios de contaminación del agua potable, emisión de metano descontrolada y un aumento en el registro de sismos. Por otro lado, Obama empujó para aprobar el proyecto del oleoducto Keystone XL pero debió abandonarlo por la amplia oposición que generó.
Salario mínimo Federal U$S 7,25 - Precarización y bajos salarios Desde que comenzó la gran recesión en 2008-9 se crearon 14 millones de puestos de trabajo, pero la mayoría de ellos fue en sectores de bajos salarios. A pesar de la enorme presión por aumentar el salario mínimo a 15 dólares/hora, sólo se han aprobado algunos aumentos a nivel local y estatal. El salario mínimo federal (nacional) se encuentra en U$S 7,25/hora.
Entre ellos, más de un 40% eran afroamericanos, aunque representan sólo un 13% de la población general. Motivadas por esta realidad, una ola de protestas recorre el país desde hace 2 años, comenzando en Ferguson y pasando por Baltimore y Nueva York. La población negra también está sobrerrepresentada en las cárceles, donde constituyen el 37% de la población. En cuanto a los ingresos, la diferencia es abrumadora: mientras que la media de ingreso de una familia blanca era de 58 mil dólares anuales en 2007 y se redujo a 55 mil en 2013, en las familias no-blancas esta cifra disminuyó de 41 mil a 34 mil. La brecha racial aumentó ostensiblemente. Lo mismo ocurrió con un parámetro mucho más demostrativo de las desigualdades: la riqueza.
Inter centr
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Inmigrantes : 2,5 millones de deportados en 7 años Obama anunció una orden ejecutiva en 2014 que otorgaría residencia temporaria 4 millones de inmigrantes ingresados como menores a EEUU, pero dejando por fuera 7 millones de indocumentados. Aún así, el decreto fue frenado por la oposición de varios gobiernos estaduales. A pesar de esta supuesta apertura, Obama deportó más inmigrantes que cualquier presidente en la historia de EEUU: 2,5 millones desde que asumió la presidencia en 2009. George W Bush deportó sólo 23% de esta cifra.
Finan
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ón
Histórica visita a Cuba
tica Exterior
política exterior en algunos aspectos más moderada y dialoguista que la del partido ano, Obama retomó las relaciones con Cuba y se acercó ostensiblemente a Irán con la firma do nuclear, lo que provocó tensiones en la relación con Israel. Las líneas generales de la mperialista, sin embargo, mantuvieron su curso.
Apoyo a totalitarismos regionales Obama no ha cambiado nada del apoyo explícito a gobiernos totalitarios conservadores como el de Arabia Saudí (su principal socio en Medio Oriente), que no tiene prurito en ejecutar a los disidentes internos, al de Turquía que ha escalado su guerra interna contra el pueblo kurdo o al gobierno represor de Al Sisi en Egipto.
ado con Irán
erdo nuclear permite el enriquecimiento olo a nivel de producción de energía y prousia, eliminando cualquier posibilidad de ón de armas nucleares por parte de Irán. o estadounidense se reserva el derecho e a inspecciones y a imponer nuevamenes en caso de no respetarse el acuerdo.
rvención en Asia ral y Medio Oriente
oldados todavía se mantienen en Afganistán, spués de iniciada la ocupación para enfrenibán (grupos que EEUU armó en los ’80 para la URSS). En el norte de Pakistán, Obama la llamada “guerra de baja intensidad” con reos, gran parte con drones, que generaron do repudio por la gran cantidad de muerque provocan. Esta política guerrerista ya 00 muertos en ambos países desde 2001. n y medio fueron los muertos en Irak por la invaación militar estadounidense (2003-2011), según e la ONG Just Foreign Policy. EEUU también militarmente en otros países como Yemen como “guerra contra el terrorismo”. Esta política hunn en una crisis humanitaria de proporciones hispresada entre otras cosas en la crisis migratoria. llones de desplazados sirios. La emergencia del ámico como fuerza contendiente y proto-gobierién una consecuencia de la política intervenesde 2014 Obama lanzó nuevas operaciones en rimera vez en Siria que agravan la situación.
nciando el Sionismo
os Unidos financia el 20% del armamento Estado de Israel. Entre 2013 y 2015, Israel S 3.100 millones en ayuda militar. A esto hay e unos U$S 2.200 millones anuales en ayuica en diversas formas. La gran mayoría de zo militar está dirigido a masacrar al pueblo mantener la ocupación de su territorio.
El terror de los drones 90% de las víctimas son equivocadas El Intercept publicó un informe en 2015 sobre los ataques comandados por drones. La falta de precisión hace que en el 90% de los casos, las víctimas no son el blanco seleccionado. Cifras oficiales estiman en 3.852 las personas asesinadas por drones, 476 de los cuales eran civiles. Se asume que las cifras reales son mucho mayores.
Guantánamo: Aún quedan unos 100 detenidos Obama prometió cerrar la cárcel de Guantánamo desde su primera campaña presidencial. Sin embargo, luego de 8 años en el gobierno, el centro de detención mundialmente célebre por los métodos de tortura y las inhumanas condiciones de los detenidos, está lejos de cerrarse.
Tratados comerciales Los tratados comerciales Transpacífico (TTP) y Transatlántico (TTIP) buscan abrir las restricciones al comercio de países socios, para mejorar la penetración de los productos estadounidenses. Negociados a las sombras del escrutinio público, los tratados incluyen cláusulas que priorizan los derechos de las corporaciones transnacionales por encima de la legislación nacional de los distintos países.
Diego Dalai
E
n un hecho casi sin precedentes en la historia cubana (desde 1928) un presidente norteamericano visitará Cuba. El 21 y 22 de marzo Barack Obama se entrevistará con Raúl Castro, esta vez en La Habana. Después de haberse mostrado impotente la política de agresión, bloqueo económico y desestabilización que tanto republicanos como demócratas mantuvieron durante décadas, Obama va a Cuba para consolidar y profundizar el camino de reformas pro mercado que está impulsando el gobierno cubano. Con esta perspectiva de imponer la restauración capitalista, y para que los monopolios y empresarios yanquis no se pierdan el negocio, es que la Casa Blanca, con la mediación del Vaticano, emprendió el giro histórico en la política hacia Cuba.
El imperialismo va por Cuba Luego de haberse retomado públicamente las relaciones diplomáticas, comenzado a flexibilizar el bloqueo económico, encuentros en foros internacionales y reapertura de embajadas, ahora la visita de Obama es un salto en el llamado “deshielo” de las relaciones entre La Habana y Washington. Las relaciones comerciales se vienen potenciando rápidamente, sobre todo en el área del transporte ligado al turismo, pero también inicialmente en el ámbito bancario y financiero y en el agro donde recientemente se anunció la instalación de una ensambladora de tractores que le venderá a los campesinos privados y cooperativas. Obama utilizará la visita a Cuba para presionar al congreso estadounidense, hoy en manos de los republicanos, para que se avance en el levantamiento del bloqueo comercial con la isla. Una demanda exigida por las empresas agroalimenticias y de turismo, entre otras, que ven a Cuba como un negocio millonario con un mercado de 11 millones de consumidores a pocos kilómetros de sus costas. En un sentido similar Obama reflotó hace unos días el tema del desmantelamiento de la cárcel de Guantanamo, que EE.UU. ocupa ilegalmente en territorio cubano. El cierre de esta cárcel había sido una promesa (incumplida) de su campaña en 2008, y ahora la usa tanto para presionar a los republicanos en el congreso de EE.UU., como para llegar con “un regalo bajo el brazo” en su visita a Cuba. EE.UU. ya permite a sus empresas invertir en la zona franca del Puerto de Mariel y se especula con nuevos anuncios de más flexibilizaciones al bloqueo días antes de la llegada de Obama o durante alguno de sus discursos en la isla. Todo este camino solo lleva a la restauración del capitalismo y a que los monopolios y empresarios norteamericanos (como de otros imperialismos) lleven nuevamente a Cuba bajo la órbita del mercado internacional para expoliar sus recursos y explotar su mano de obra barata y calificada.
La economía cubana y las reformas pro capitalistas Por su parte, el gobierno de Raúl Castro hace varios años que ablandó su discurso contra EE.UU., para poner el énfasis en “los cambios estructurales y de concepto” que debía encarar el país. Esto se materializó en las profundas reformas pro mercado como las que promueve la nueva Ley de Inversiones Extranjeras (2014) que abre la puerta al capital en toda la economía excepto “la salud, educación y fuerzas armadas”. Y entre los grandes cambios también están “los subsidios y gratuidades” que vienen siendo drásticamente recortados junto a cientos de miles de despidos y el aumento de la edad jubilatoria. En Cuba sigue primando la propiedad estatal sobre áreas clave de la economía como su sector industrial, servicios públicos y el sector agrícola (ahora cedido en usufructo al sector privado o cooperativo). Y en la áreas abiertas durante el periodo especial de los 90 como el turismo continúa la propiedad mixta con mayoría estatal. El Estado, a través de la burocracia dirigente, mantiene el control del comercio exterior y de la banca (sector que se está abriendo a bancos extranjeros). Por eso seguimos considerando a Cuba como un estado obrero burocratizado que está en proceso de descomposición pero donde aun la ley del mercado no puede funcionar libremente y todavía existen trabas para que una clase capitalista local que pueda desarrollarse. Sin embargo, las conquistas sociales están siendo destruidas por la política de la burocracia que trata de negociar con el imperialismo su lugar en la restauración capitalista. Hay que defenderlas peleando por liquidar ya e incondicionalmente el bloqueo imperialista y por la devolución inmediata de la base de Guantánamo. Al mismo tiempo, mientras la burocracia gobernante se asocia a los monopolios y empresarios extranjeros, los trabajadores no tienen libertad de sindicalización ni derecho a huelga para pelear por sus reivindicaciones. Está prohibida la organización política por fuera del Partido Comunista, incluso para los que defienden las conquistas de la revolución. Es más necesario que nunca una revolución política que tire abajo a la burocracia y sus privilegios, acabe con el régimen de partido único e imponga un verdadero gobierno de los trabajadores y el pueblo autoorganizado y autodetermindo. Esto solo será posible enfrentando al imperialismo y proponiéndose como parte de la lucha de sus pueblos hermanos de todo el continente por liberarse de la explotación capitalista.
A comienzos del siglo, el Cono Sur latinoamericano vivió una extendida ola de levantamientos populares que derrotaron a los odiados gobiernos neoliberales de la década anterior. Ecuador en 1997, 2000 y 2005. Argentina en 2001 y 2002. Venezuela en 2002 contra el golpe de estado en abril y el paro petrolero en diciembre. Bolivia, el proceso más profundo, en 2000, 2003 y 2005.
Los gobiernos pos neoliberales y el imperialismo norteamericano Diego Dalai Juan Andrés Gallardo Estos procesos, hegemonizados por corrientes reformistas, indigenistas o “nacionalistas”, terminaron con la instalación de gobiernos llamados “posneoliberales”: los de tinte más nacionalista, como Evo Morales, Hugo Chávez (asumido en 1998) o Rafael Correa. Un caso intermedio, el de Argentina con Kirchner en 2003. Y los de perfil más “centroizquierdista”, como en Brasil con la asunción de Lula en 2003, Uruguay con Tabaré Vázquez en 2005 y finalmente Paraguay con Fernando Lugo en 2008, también fueron parte de esta tendencia aunque no llegaron a situaciones de estallidos generales. En Centroamérica, se vieron los casos de Nicaragua (con el retorno al gobierno de Daniel Ortega y el FSLN), El Salvador (el FMLN), y Honduras con el gobierno de Manuel Zelaya en 2006. Con matices y diferencias, se caracterizaron en general por una retórica nacional y popular, contra el neoliberalismo y los aspectos más humillantes de la subordinación al imperialismo. Algunas medidas elementales de “defensa nacional” como la nacionalización de empresas importantes (aunque pagando indemnizaciones), sumada a políticas devaluatorias y una incipiente sustitución de importaciones, permitieron a los estados recuperar cierto control de los recursos nacionales y del aparato productivo para paliar la desocupación masiva o la pobreza extrema. El boom de las materias primas y el auge exportador posibilitaron la masificación de planes sociales y subsidios al mismo tiempo que se garantizaba una alta tasa de ganancia para las grandes empresas nacionales y extranjeras. En este marco de gobiernos de contención y desvío, para impedir el desarrollo de la movilización de masas y cerrar las profundas crisis políticas abiertas, se produjeron roces y hasta confrontaciones con el imperialismo norteamericano. El punto más alto fue la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata en 2005. La presencia de George W. Bush fue ampliamente repudiada y salió derrotado su proyecto de imponer el ALCA que tendía a liquidar las economías locales a favor de los grandes monopolios yanquis.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca La llegada de Obama al gobierno, junto al inicio de los efectos de la crisis económica en 2009, encontró a la mayoría de estos gobiernos sembrando expectativas en la nueva administración. En la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, hubo un clima de distención entre los gobiernos posneoliberales y el de Obama, al que saludaron como una esperanza de cambio. Obama prometió iniciar un cambio en las relaciones con Cuba y dijo que no apoyaría ningún intento golpista en la región. A cambio, ni Chávez ni Evo Morales denunciaron el Plan Colombia, la agobiante deuda externa o la ocupación de Haití (que continúa hasta hoy). Tan solo unos meses después un golpe cívico militar derrocaba al gobierno de Zelaya y los gobiernos posneoliberales fueron completamente impotentes para dar una respuesta. Lo mismo ocurrió con el golpe institucional contra Lugo en Paraguay. Aunque las relaciones con EEUU, que estuvo detrás de estos golpes, se enfrió, el daño ya estaba hecho. Los gobiernos pos neoliberales empezaban un camino declinante, mientras que EEUU empezó a recobrar peso en la región. Primero fortaleciendo los lazos con países del pacífico como México, Colombia, Perú y Chile; luego avanzando en una política de restauración capitalista en Cuba y en la actualidad apoyando abiertamente las variantes de derecha que surgen ante la decadencia de estos gobiernos.
Estados Unidos militariza Latinoamérica Cuba (Guantánamo) Honduras 3 bases El Salvador
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Haití (MINUSTAH) Aruba, Reina Beatriz Curazao, Hato Rey
Costa Rica Panamá 12 bases Colombia 7 bases
Perú 3 bases
Fracaso del “progresismo” A pesar de la orientación “nacional” de los gobiernos posneoliberales, y aún con las diferencias que existieron entre ellos, nunca atacaron las bases profundas de la dominación imperialista. No se dejó de pagar la deuda externa, uno de los principales lazos que nos ata al imperialismo, por el contrario se pagó mucho más que en otros períodos. Solo en Argentina entre 2010 y 2015 se pagaron más de 30 mil millones de dólares. Tampoco se acabó con la Misión de la ONU en Haití (Minustah), un verdadero ejército de ocupación de distintos países de América Latina, a pedido de EEUU. Los gobiernos de Argentina y Brasil votaron leyes antiterroristas, también a pedido de EEUU, que hoy son usadas por
deuda externa, la nacionalización de los grandes capitales extranjeros sin indemnización porque en todos estos años y a lo largo de la historia se han llevado muchísimo más de lo que invirtieron, y poniendo estos recursos al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre. Medidas de este tipo solo las puede llevar adelante un gobierno obrero y popular en la perspectiva de poner en pie una Federación de Repúblicas Socialistas de América latina, objetivo estratégico que dependerá no solo en la movilización revolucionaria de las masas latinoamericanas sino de las decenas de millones de explotados y oprimidos, desde las minorías raciales hasta los trabajadores blancos, en el propio corazón del imperialismo yanqui.
gobiernos como el de Macri para avanzar en la represión (algo que ya había iniciado el gobierno de Cristina Kirchner). En definitiva los gobiernos “populistas” y “progresistas” sudamericanos nunca fueron más allá de un reparto un poco más favorable de la riqueza nacional y una readecuación de los términos de la dominación imperialista. Hoy vemos, por ejemplo en Argentina con el retorno de la derecha al gobierno, lo endeble y parciales que fueron los cambios en la relación entre el imperialismo y los países dependientes cuando el Macri se apresta a hipotecar nuevamente al país para pagar a los fondos buitres. Una verdadera liberación nacional solo se puede conseguir con medidas como el no pago de la fraudulenta
Paraguay 2 bases Chile Fuerte Aguayo
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