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historia&ideas
El hilo rojo
26 de mayo de 2016
El día internacional de los trabajadores Emblema de la unidad obrero-estudiantil desde hace 47 años. Comenzó un ascenso que tendría su punto culminante con la caída de Onganía.
Sergio “Cucha” Folchieri Trabajador Volkswagen Córdoba. ¿Cómo poder expresar la batalla obrera más importante de los últimos 80 años en una página? Imposible transcribir los rostros tensos y las miradas valientes y orgullosas de estudiantes y obreros que enfrentaban masivamente a la dictadura militar y a su policía, por primera vez. Indignaba escuchar las noticias, un par de días antes, de los pibes muertos en Corrientes y Rosario. El pueblo odiaba al milico represor que había usurpado el poder para instalar los intereses de los burgueses. Y como gota que rebalsa el vaso, a los estudiantes (más pobres que hoy) les aumentaban el comedor, y a los obreros les quitaban el sábado ingles, medio día de trabajo y descanso hasta el lunes. Pero no se puede hablar del Cordobazo, sin repasar, a vuelo rasante, los hitos de la clase obrera
mundial, revolucionada por aquellos años. El Mayo Francés, huelga general revolucionaria de obreros y estudiantes que paraliza el país (1968). La revolución de los claveles rojos en Portugal que derriba la dictadura militar (1974) y, en nuestro continente, el alzamiento de los mineros bolivianos con la Asamblea Popular (1971) y la lucha obrera y popular en Chile, que lleva al gobierno a Salvador Allende (1970). Vamos a los hechos: paro nacional de la CGT el 30/5/69. Córdoba lo adelanta 12 hs y lo convierte en activo. Cinco mil trabajadores de IKA Renault, junto a trabajadores de la UOM, conforman una masiva columna que baja por Av. Vélez Sarfield. Se enfrentan con carros de asalto. Se divide en dos la columna, y siguen su destino, haciendo huir a la policía bajo, una lluvia de piedras.
De Fiat Condord, salen unos 200 trabajadores (su sindicato pro patronal, el SITRAC, no adhiere al paro) y emprenden su camino al centro. Los trabajadores de IME (fabricaciones militares) son encerrados en la fábrica, por las FF.AA. Unos 150 escapan e inician bloqueos de la Avenida “Fuerza Aérea”. Los estudiantes, que el día anterior realizaron asambleas masivas en Filosofía, Derecho, Económicas, Medicina y la Universidad Católica, se unen a la columna del sindicato de Luz y Fuerza, con Agustín Tosco al frente, en el puente Centenario. La columna más grande, la de mecánicos de Renault, en Santa Isabel, se divide en varias columnas de unos 400 trabajadores, que penetran las calles adyacentes, evitando los retenes policiales. Columna armada con bulones, gomeras, barras de
hierro, clavos “miguelitos” y bolitas; estas últimas, para que patinen y caigan los caballos. A las 12.15 hs. cae asesinado el obrero mecánico, Máximo Mena. La policía disparaba balas de fuego, cuando escapaba de la furia obrera. A las 13 hs comienza una contraofensiva de la cana, que fracasa rápidamente. Las calles están pobladas de barricadas. El Ejército argentino saca su primer comunicado anunciando consejos de guerra para los revoltosos. La cana se queda sin gases, sin nafta. “Parecían las invasiones inglesas”, relata un comandante represor, porque desde los balcones les tiraban con todo. Un comisario y 4 vigilantes son tomados de rehenes. La cana intenta rescatarlos, pero no puede superar las barricadas. Hasta que sus guardias obreros los abandonan para seguir al resto de los
manifestantes que se movía de aquí para allá. Una columna estudiantil, asalta el círculo de suboficiales, alimentando con sus muebles los fuegos del combate. Los manifestantes no saquean ni se equivocan: Seros, Citroën; la bronca contra las empresas imperialistas que saquean el país. Hay una pausa, llena de cansancio y esperanza. Nuevas caras de lucha y charlas llenas de anécdotas triunfales. 150 manzanas en manos de los piquetes. CIUDAD TOMADA. ¿Y ahora qué? Dos horas duró la pausa. Llega el Ejército. Siendo las 17 hs., ingresan 3 mil soldados. Entran por Alberdi, zona con pocas barricadas, y se meten en Clínicas, bastión estudiantil combativo. Las paredes pintadas, reclaman al soldado, no disparar contra su pueblo, y sublevarse contra el oficial opresor. Pero los oficiales comienzan a disparar. Los techos se pueblan de francotiradores, que no tiran a matar, sino a confundir al Ejército. El soldado no era el enemigo. A duras penas, las FF.AA. recuperan el centro, y con la llegada de la noche, los enfrentamientos y escaramuzas, se trasladan a los barrios obreros de San Martín, Santa Ana, Los Paraísos. Los francotiradores siguen teniendo a maltraer a las fuerzas represivas hasta el viernes posterior, día en que sigue habiendo incendio de autos, resistencia en barrio Clínicas y barriadas obreras alejadas. Por la noche, se recupera el control de la ciudad.
Conclusiones Hasta aquí la batalla obrera y popular. Vamos a algunas conclusiones. 1. ¿Espontáneo o consciente? Tenía elemento de ambos. Era consciente porque estaba organizado en un paro general y porque el día anterior hubo coordinaciones entre organizaciones obreras y estudiantiles. El SMATA también coordinaba sus columnas. Pero también era espontáneo, pues rebalsó el objetivo de sus direcciones. Actos relámpagos, que desafiaran la prohibición de realizar manifestaciones populares. 2. ¿Una semi insurrección? Las masas no llegaron a una insurrección. No lograron (ni se proponían) tomar la casa de gobierno, los canales de televisión y radios, los cuarteles militares. No tenían una política generalizada para dividir a las FF.AA. Pero si lograron derrotar a la policía y transformar Córdoba en una ciudad tomada. Derrotada la policía, ¿que podían hacer? Ésta es la respuesta más difícil, y que pone en toda su dimensión, la necesaria existencia de un partido revolucionario, que se prepare para estos momentos históricos. El Cordobazo abrió un período de ascenso de las luchas obreras revolucionarias y de organización obrera, sólo cerradas con el golpe militar de 1976.
» 1969-1972: una oleada de levantamientos obreros y populares recorre el país Antecedida por el Platazo de 1968 y el primer Jujeñazo, en 1969 comienza una oleada de huelgas activas, puebladas y levantamientos que va a tener como epicentro numerosas ciudades y localidades del interior del país. Estos “azos” –como se los denominó– protagonizados por la clase obrera, el movimiento estudiantil y sectores populares, expresaron un alto grado de radicalización y politización, llegando a manifestar en algunos casos, como en Córdoba, Mendoza y Rosario, características insurreccionales. El Cordobazo marcó un antes y un después en este período.
Jujuy
Salta
1er Jujeñazo 2do Jujeñazo (*) 06/1968 04/1971
Animanazo 07/1972
Chaco
Catamarca Catamarcazo 11/1970
Chacazo 05/1969
(**)
Tucumán Corrientes
1er Tucumanazo (*) 05/1969
Correntinazo (*) 05/1969
Quintazo (*) 06/1972 2do Tucumanazo (*) 11/1970
Santa Fe Ocampazo (*) 04/1969
Stg. del Estero
1er Rosariazo (**) 05/1969
Sirocazo (*) 05/1970
Cañadazo (*) 06/1969
Mendoza
2do Rosariazo (*) 09/1969
Mendozazo (**) 04/1972 Malargüinazo 07/1972
Casildazo 03/1971
Córdoba Cordobazo (**) 05/1969
Neuquén Choconazo 02/1970
L d
Ferreyrazo (*) 03/1971
(*)
Viborazo (**) 03/1971
Chubut
Buenos Aires Platazo (*) 09/1968
Río Negro
Rawsonazo 04/1972 Trelewazo 10/1972
Cipolletazo 09/1969
(*)
1er Pergaminazo (*) 05/1970
1er Rocazo 07/1972
(*)
Marplatazo (*) 06/1972 2do Pergaminazo (*) 12/1970
Santa Cruz Santacruzazo 04/1971
Referencias Violeta: Acciones protagonizadas por obreros y/o estudiantes. Rojo: Acciones obreras sectoriales con apoyo local. Fuente: Fernández, J. M.; Iglesias, L.; Seia G. A.; Tate, P. A.; Weisbrot, .V; Yep, A., “Aportes para el estudio de los levantamientos de masas en Argentina entre 1968 y 1974” (2013).
Verde: Puebladas y movilizaciones impulsadas por reclamos locales. (*) Enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad y el Ejército. (**) Represión policial con víctimas fatales.
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El combativo Mayo del 69: hechos destacados El Cordobazo en datos:
30.000 a 50.000 Entre 30 y 50 mil manifestantes.
12 de mayo Onganía deroga (a pedido de la UIA) la ley del “sábado inglés” vigente en Córdoba, Mendoza, San Luis, Tucumán y Santiago del Estero.
17 15 de mayo Trabajadores metalúrgicos y del transporte de Córdoba inician un paro de 48 hs. Los estudiantes se movilizan en Corrientes contra la privatización del comedor estudiantil; en la represión muere el estudiante vJuan José Cabral.
Los liza rep est
Fuerzas represivas Policía Federal, policía montada, Ejército y Fuerza Aérea.
150 Enfrentamientos en un área de 150 cuadras.
10 Más de 10 cuadras de fogatas.
14 de mayo Los trabajadores de Luz y Fuerza y el SMATA de Córdoba se reúnen en asamblea para debatir y tomar medidas contra el decreto y otros ataques. La policía disuelve violentamente la asamblea convocada por el SMATA.
16 de mayo El sepelio de Cabral es acompañado por movilizaciones en todo el país.
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Los dirigentes del Cordobazo
¿Cómo lo reflejaron los grandes medios? Claudia Ferri
Entre los dirigentes más reconocidos se encuentran Agustín Tosco (Luz y Fuerza), René Salamanca (SMATA) y Atilio López (UTA). Poco después surgirá el clasismo representado en los sindicatos SITRAC-SITRAM (Fiat Concord y Fiat Materfer).
Gabriela Liszt René Salamanca era obrero y miembro del Cuerpo de Delegados en la IKARenault, donde dirigió la Lista Marrón del SMATA. Miembro del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario (hoy más conocido como CCC), al que ingresó en 1968. La política de este partido maoísta era la colaboración de clases. Cuando se refería al “clasismo” solo lo hacía en el terreno sindical, ya que a nivel político apoyó a los sectores más de derecha del peronismo, incluso al gobierno de Isabel Perón. En 1972 llegó a ser secretario general de la seccional Córdoba con un frente único que abarcaba peronistas y radicales. Fue desaparecido en el golpe de 1976. Atilio López, era miembro de la izquierda peronista. En 1973 llegó a ser vicegobernador de la provincia hasta el golpe policial que pasó a la historia como Navarrazo, en febrero de 1974. Asesinado por la Triple A, organización paraestatal armada directamente por Perón desde el gobierno al que López había apoyado. Tosco fue muy combativo, estuvo preso varios años e incluso murió en la clandestinidad. No era apolítico pero difería del clasismo, como orientación política. Postulará la necesidad de desarrollar el sindicalismo de liberación. Pero planteaba que la pelea contra el imperialismo y los monopolios era el necesario primer paso en la lucha por el socialismo. En esta etapa había que forjar una alianza con sectores pequeños y medios de la clase capitalista nacional, afectados por la dominación imperialista. Esto se traducirá, en el terreno político, en la búsqueda de una alianza estratégica con sectores de la izquierda peronista, a la que subordinará tanto su intervención política como su relación con el conjunto de las corrientes sindicales. La corriente del sindicalismo de liberación se diferenciaba del clasismo en dos
aspectos. Tosco priorizaba los acuerdos con sectores burocráticos, por eso estaba con la CGT de los Argentinos dirigida por Ongaro y la política encabezada por Atilio López, de presión sobre el ala “combativa” de la burocracia sindical cordobesa, no como una cuestión táctica sino como una cuestión estratégica. El propio dirigente del clasismo, Gregorio Flores, recordaba que Tosco le había confesado: “Mirá Gregorio, yo soy de izquierda, soy marxista, orgánicamente no estoy dentro del PC, pero no quiero romper con ellos. Me lo dijo mil veces”. Por otra parte, políticamente nunca se definió por la independencia política de los trabajadores, a diferencia de los clasistas. La experiencia clasista, más allá de algunos intentos posteriores por mantener la organización de las fábricas, llegaba a su fin. Y este desenlace, muestra a la vez, que las alianzas estratégicas de Tosco con la burocracia estuvieron por delante y lo enfrentaron al clasismo en un momento determinante. El SITRAC-SITRAM expresó una tendencia de los trabajadores a la independencia de clase y al enfrentamiento con la ideología peronista oficial de los sindicatos: la formación de cuerpos de delegados por sección, decidir todas las cuestiones en asamblea y levantar un programa que plantea la independencia política del Estado, de la patronal y de los partidos políticos patronales, también planteando la necesidad de luchar por el socialismo. Otras organizaciones como el PRT El combatiente, opinaban equivocadamente que la clase trabajadora de la industria estaba aristocratizada y que el sujeto revolucionario estaba en el proletariado de los ingenios de Tucumán. El trotskismo existente en la época (Política Obrera, hoy PO, y el PRT La verdad, luego PST) no jugaron ningún rol en este enorme hecho de la lucha de clases.
La prensa burguesa nacional siguió con gran preocupación los acontecimientos del mayo cordobés. No sólo informaban detalladamente en sus páginas acerca de los enfrentamientos callejeros sino que enviaron corresponsales especiales al “lugar de los hechos” para que informen la crítica situación que ponía en jaque el orden social. Los intereses de clase se plasmaron en cada línea editorial y en la decena de notas que aludían al tema. Para diarios de tirada nacional como La Nación, Clarín y La Razón, el Cordobazo era – como dijo el secretario de Gobierno Mario Díaz Colodrero, desde Córdoba– una situación “anormal” a la realidad argentina “no propias de nuestras maneras de resolver los problemas, además de notar por cierto unas finalidades extremistas”. Todos estos medios, al unísono, repudiaron “este primer ensayo de guerrilla ciudadana que presencia la ciudad de Córdoba” (La Nación 30/5/69). Los hechos fueron descriptos como “focos subversivos” y como “violentos choques entre manifestantes y la policía, con un saldo de numerosos heridos […] La ciudad, a partir de las 12:30, presentó un panorama nunca visto. Los cordobeses nunca tuvieron oportunidad de contemplar un cuadro tan dantesco” (La Razón 30/5). Los protagonistas del Cordobazo estuvieron ausentes tanto en las crónicas como en las imágenes que la prensa eligió intencionalmente para reproducir en sus páginas. Se hablaba de grupos bien adiestrados, coordinados y dispersos que atacaban a la policía y el Ejército. Mientras, las imágenes mostraban incendios, destrozos en comercios y barricadas en las calles de la ciudad. El gran ausente en las fotografías era el pueblo cordobés. El objetivo era ocultar el importante rol que tuvieron miles de
obreros y estudiantes movilizados, reduciéndolo a acciones aisladas que “aterrorizaban” a los ciudadanos.
La Iglesia, la burguesía y los “guardianes del orden” Las opiniones de la Iglesia y de la burguesía tuvieron un importante espacio en las páginas de los diarios de la época, desde donde repudiaron el Cordobazo. Para el Cardenal Caggiano (conocido por inaugurar los primeros cursos de guerra contrarrevolucionaria en el Ejército) “dada la tendencia de grupos de ideologías materialista atea, comprometidos en el cambio de todas las estructuras sociales, la implantación de la violencia puede significar el comienzo de la destrucción” (La Nación 30/5). La Sociedad Rural Argentina hacía “un sentido llamado a la reflexión, la serenidad y cordura a todos los sectores” y la Unión Industrial Argentina, a través de una declaración del 29/5 en La Razón (diario dirigido a un público más popular cuya línea editorial era manejada directamente por los militares) le pedía al gobierno que actúe contra la guerra fría que busca “socavar las raíces democráticas de los países de Occidente, entre los cuales nos contamos”. Todos llamaban a “los guardianes del orden”, es decir el Ejército, a restablecer el orden tanto en Córdoba como en los principales centros del país. Decía Clarín el 31/5 “Ya son pocos los focos subversivos que quedan en la ciudad. Córdoba tiende a encauzarse hacia la normalidad, por el trabajo de los guardianes del orden”. Ese intento de normalidad no va a ser tal, el proceso abierto con el Cordobazo erosionó al régimen defendido por los grandes medios e impuso al movimiento obrero-estudiantil como el motor revolucionario que no lograron ocultar, a pesar de los intentos de la burguesía. Fuentes: Hemeroteca del Congreso Nacional y Hemeroteca de la Legislatura de Córdoba.
17 de mayo
23 de mayo
Los estudiantes rosarinos se movilizan contra la represión. La policía reprime y hiere mortalmente al estudiante Adolfo Bello.
21 de mayo Masiva Marcha del Silencio en Rosario. Se producen enfrentamientos, cae asesinado el joven obrero Luis Norberto Blanco. Onganía decreta la ocupación militar de Rosario.
Las CGT llaman a parar en Rosario. Los estudiantes se movilizan en Córdoba contra la represión en Corrientes y Rosario, y se enfrentan con la policía.
22 de mayo Los estudiantes secundarios y universitarios de Tucumán se suman a las movilizaciones.
29 de mayo Las columnas obreras se movilizan desde temprano hacia el centro. Se suman los estudiantes y los empleados municipales. La policía agota las reservas de gases lacrimógenos, pero no logra detenerlos. Estalla el Cordobazo, la ciudad comienza a arder.
28 de mayo Las CGT convocan un paro para el 30. El Plenario de Gremios de Córdoba lo adelanta para el 29 extendiéndolo por 12 hs más con movilización. Los estudiantes toman la universidad en Tucumán.
El movimiento estudiantil y el Cordobazo
Entrevista a estudiantes*: “P: ¿Por qué el barrio Clínicas es casi un bastión?
R: Los estudiantes viven en su mayoría en este barrio; allí tienen sus casas alquiladas y sus pensiones, están más en contacto con los vecinos, con los comerciantes que los proveen, con las amas de casa; en una palabra con toda la gente que lo rodea. Estos hombres y mujeres tienen un especial cariño por el estudiante. Lo ven sacrificado, estudiando hasta la madrugada, sin dinero, sin buena ropa, igual a ellos, que son obreros, empleados, entonces la identificación es mayor.
La explosión de un aliado esencial del movimiento obrero en el ascenso de 1969-76. Grandes lecciones para pensar las luchas emergentes del movimiento estudiantil hoy en día.
[…]
Iván Baigún
R: Sencillamente que nos hicimos una pregunta ¿Nuestro problema es solamente universitario o nacional? Nos contestamos nacional. Porque la falta de diálogo entre nosotros y los decanos y rectores y los profesores es igual en todo el país. “
Una juventud protagonista de un ascenso mundial
P
ara 1968, la dinámica mundial, enmarcada en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial y la estabilización político-económica, comenzaban a resquebrajarse en centros nodales del capitalismo mundial. En los años anteriores, ya grandes procesos como la Revolución Cubana y la lucha por la liberación nacional en Argelia, y otros países africanos mostraron un despertar del tercer mundo. Para 1968 ese despertar también se desarrollará en levantamientos de masas en centros nodales del capitalismo avanzado y el resto del mundo. El “Mayo Francés” en 1968 se transformó en una rebelión obrero-estudiantil de referencia, donde en el marco de las invasiones francesas a Argelia, Vietnam y el comienzo de estancamiento de la política económica de los años anteriores se abrirán grandes movilizaciones y huelgas que harán dimitir al presidente Charles De Gaulle. En Estados Unidos, corazón del capitalismo contemporáneo, las revueltas juveniles contra la guerra de Vietnam y por los derechos de la comunidad negra tendrán gran expresión en la Universidad de Berkeley (California). En Praga (Checoslovaquia) la juventud estudiantil y el movimiento obrero también desarrollarán movilizaciones masivas contra el stalinismo y la casta política proclamando la necesidad de un “socialismo con rostro humano” y resistiendo con palos y piedras la invasión de los tanques soviéticos. Es en ese marco que en América Latina comienza también una fase de levantamientos entre los cuales los más importantes fueron la rebelión estudiantil mexicana que culminó con la masacre de Tlatelolco y en Argentina, el Cordobazo.
Cuando obreros y estudiantes hicieron historia El Mayo del 69 argentino había irrumpido en la escena. En el Correntinazo y el Rosariazo (ver apartado) la juventud estudiantil había desarrollado un rol protagónico. El movimiento estudiantil, con la asunción de Onganía y la “Revolución
Argentina”, se colocó desde un primer momento como un actor de resistencia ante la represión (como en la “Noche de los Bastones Largos”), la intervención universitaria y el decreto 16.912 que prohibía el cogobierno y la actividad política en las facultades. La actividad política se vuelve clandestina. Justamente, es a partir de esta clandestinidad que el movimiento estudiantil comienza a estrechar lazos con el movimiento obrero cordobés, principalmente con el sector de la CGT de los Argentinos. Los espacios de asambleas y reuniones se dan, entre otros, en la sede del sindicato gráfico. De esta manera comienza a desarrollarse el embrión de una unidad obrero-estudiantil donde lo que prevalecía era el acompañamiento mutuo en relación a sus luchas y sus demandas. Frente a la convocatoria al paro de la CGT cordobesa para el día 29, la mayoría de los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Católica darán adhesión al mismo. El 29 de mayo, desde la Ciudad Universitaria, miles de estudiantes engrosarán las ya inmensas columnas obreras, como por ejemplo la de IKARenault. De ahí continuarán marchando hasta que luego del asesinato de Máximo Menna levanten barricadas junto con los trabajadores y derroten militarmente a las fuerzas policiales, que tienen que replegarse en los cuarteles, dando lugar a la semiinsurrección cordobesa. Página 12, en una nota en conmemoración al Cordobazo relata: “A las primeras horas de la tarde, la policía sólo controla la Plaza San Martín, donde se encuentra la Jefatura. A las 17 ingresa el Ejército. Hay barricadas con banderas argentinas y algunas rojas dispersas en toda la ciudad, desde el casco céntrico hasta los barrios obreros. El Barrio Clínicas es el bastión principal de la rebelión. En las barricadas se hacen asambleas con oradores espontáneos que atacan la dictadura.” La entrada del Ejército a la ciudad se produce, en un marco enorme de resistencia. Los estudiantes, cuando había sido el asesinato de Santiago Pampillón años atrás ya habían ocupado el barrio clínicas. Sin embargo esta expresión de unidad obrero estudiantil en las calles logró mantener el
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P: En la asamblea en que se trató la adhesión a la huelga ¿Qué motivos se dieron para justificar esa marcha en común?
*Revista Gente
control de la capital cordobesa hasta la intervención de las FF.AA. El Cordobazo expresará también a un movimiento estudiantil, no solo protagonista de levantamiento semi insurreccional junto al movimiento obrero, sino también un aliado incondicional de éste en un período de ascenso en la Argentina inaugurado en el Mayo de los “Azos” y que comprenderá hasta 1976 cuando tenga que ser aplastado a sangre y fuego por el gobierno militar genocida.
Lecciones de una gran gesta Pensar al movimiento estudiantil es pensar un sujeto heterogéneo socialmente, sobre todo proveniente de distintos sectores medios y no de una clase social como tal. En Argentina, jugó roles antagónicos en diferentes momentos. A partir
LaIzquierdaDiario
de los ataques del peronismo a la autonomía universitaria y cuando las clases medias rompen con éste, fue esencialmente gorila y partícipe en las calles de la Revolución Libertadora en 1955; y fue también parte de una alianza social revolucionaria en el ascenso obrero de 1969-76. El Cordobazo y el rol del movimiento estudiantil son esenciales para pensar en función de la construcción de una fuerza social que cuestione al régimen capitalista de raíz. Hoy, los estudiantes vuelven a las calles, como lo mostró en la inmensa marcha del 12 de mayo en defensa de la educación pública junto a los trabajadores de la educación. Profundizar ese camino, gestando una unidad con los distintos sectores en lucha, es parte de una tradición viva que los jóvenes revolucionarios queremos tomar en nuestras manos.
STAFF Claudia Ferri, Adela García y Gabriela Liszt. Diagramación: Fer Ninel