Suplemento especial Marzo 2017
Nuestras vidas valen más que sus ganancias Proponemos reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana para que todos tengamos trabajo, y que nadie cobre un salario por debajo de la canasta familiar. Los políticos tradicionales dicen que es “utópico”. Pero con la excusa de “crear empleos” subsidian a las empresas y les rebajan impuestos por cifras millonarias. Dicen que “así nos beneficiamos todos”. Mentira. Ellos fugan capitales y se benefician con la especulación financiera. Al mismo tiempo contratan en negro, precarizan el trabajo y nos exprimen con largas jornadas. Basta de trabajar hasta 10/12 hs y en el comercio hasta los domingos. Hay que ajustarlos a ellos. Que la crisis la paguen los empresarios.
Solo vemos luz durante la noche en las líneas de producción Lorena Gentile Trabajadora de Mondelez (ex Kraft).
Trabajo en el turno noche hace 12 años. En nuestro caso trabajamos más horas que los demás turnos: 48 semanales. Entramos los domingos a las 22 y terminamos la semana los sábados a las 6 am. Pisamos la fábrica todos los días. Nuestra salud, física y mental, nos pasa factura. Nuestros cuerpos están preparados para descansar de noche. Nosotros, sin embargo solo vemos luz durante la noche en las líneas de producción en la fábrica y cuando salimos ya es de día. Vivimos a contramano del mundo y vivimos mal: el cansancio que sentimos es mayor, el mal humor y nuestra casi nula vida social son otras de las consecuencias de “vivir al revés”. Un compañero decía: “doy gracias que tengo laburo, pero esto no es vida”. Las compañeras que son sostén de familia deben
repartir su día en llevar a sus hijos al colegio, limpiar, cocinar, ir a buscarlos del colegio, revisar las tareas. En el medio dormir 1 hora a la mañana y dos o, con suerte, 3 a la tarde y a la noche muchas veces envasar por inercia ya que es difícil mantenerse despiertas. Cuando pensas que todo esto es para que unos pocos tipos que son multimillonarios puedan seguir acumulando más riqueza es más la bronca que genera. Ves a tu compañera recostada en un banco del baño tratando de “pegar un ojo 15 minutos” y te preguntas: “¿hasta cuándo?” Por eso la consigna de trabajar 5 días, 6 horas con un salario igual a la canasta familiar es más que necesaria. No solo agitarla, sino que los millones de trabajadores podamos convencernos de que otra vida es posible. Que no existe necesidad de que dejemos nuestras vidas en las fábricas, mientras hay millones de desocupados. Que todos podemos trabajar y también poder disfrutar de la vida. Que no podemos resignarnos a que cuando ajustan, el ajuste siempre cae sobre nuestras espaldas, que hay que tocar de una buena vez los intereses de los capitalistas. Para conquistar eso tenemos que trasformar la fuerza de los trabajadores en una máquina arrolladora al servicio de nuestros intereses y que nuestras vidas valgan la alegría de poder vivir y disfrutarla y no la pena que para nosotros hoy significa.
Nos precarizan la vida Joven trabajador metalúrgico, Rosario. En Rosario son miles los jóvenes que vivimos la precarización laboral. Los metalúrgicos trabajamos en jornadas extenuantes de 11 o 12 hs, de lunes a sábados, con turnos rotativos por sueldos de $9.000 o $10.000. Si nos enfermamos o llegamos tarde nos descuentan los premios y presentismo. Incluso nos descuentan el presentismo si faltamos un feriado, cuando debería ser opcional. Cuando estás contratado estás obligado a ir cada vez que a la empresa se le ocurre. No importa si es domingo o feriado. Te exigen disposición total con una promesa de efectivización que nunca llega. Y si llegas a quedar efectivo, también estas obligado a realizar 3 o 4 horas extras por día, porque dependemos de ese ingreso para bancar a nuestras familias, para que nuestros pibes tengan un techo o puedan estudiar. Esto no podría ser posible sin la com-
plicidad de la UOM con los empresarios. Son la paloma mensajera de la patronal. Aparecen sólo en el recibo de sueldo cuando ves el descuento gremial pero para arreglar nuestro salario, nunca consultan con nadie y siempre lo hacen a la baja. No solo nuestro trabajo es precario. Vivimos en barrios precarios donde cada dos por tres se corta la luz, no llega el agua y cuando llueve tenemos que sacar el agua a baldazos. En una ciudad donde los negocios del narcotráfico están a la orden del día, y que implican a la Policía provincial y hasta funcionarios del llamado narco-socialismo, son los pibes de los barrios más precarios los que terminan trabajando para los “transas”, ya que es mejor propuesta que pasar 12 horas en una fábrica o trabajar 6 u 8 hs en un call center por monedas y que el sueldo de una quincena de trabajo no te alcance para vivir una semana. Nos precarizan la vida. Las empresas nos explotan por dos mangos y afuera la Policía te mata. Esas son las alternativas que brindan los gobiernos para la juventud trabajadora.
TRES PREGUNTAS A
“Una campañ la voluntad contra el ca ¿Qué es la campaña de 6 hs por 5 días y salario igual a la canasta familiar que proponen? Nuestra propuesta es para defender a los trabajadores del ajuste en curso. El problema del empleo es serio, afecta a 1 de cada 3 trabajadores, si sumamos los desempleados que buscan trabajo, más los que bajaron los brazos y ya no buscan; y a los que sufren un empleo muy precario y buscan otro. Esto es peor para la juventud trabajadora. Las patronales y el Estado utilizan esa situación para bajar el salario de los empleados formales. El Frente de Izquierda propone este punto clave de un programa de lucha anticapitalista ante las más sentidas demandas del empleo y el salario, que es lo que preocupa a millones. Nuestra solución es muy sencilla: reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana, sin reducir el salario, garantizando un mínimo igual a la canasta que una familia necesita para vivir. Es nuestra manera de expresar lo que Trotsky explica en el Programa de Transición: que frente a la desocupación hay que repartir todo el trabajo existente entre todas las manos disponibles. Fijate que en el mundo se discute la importancia de los avances tecnológicos y la robótica, pero al mismo tiempo están en una batalla “por la productividad” del trabajo que, en boca de los empresarios, significa ritmos de trabajo más duros y mayor flexibilización laboral. Acá se apoyan en las cláusulas que impuso el menemismo y durante los Kirchner no se modificaron. O peor, se consagran nuevos convenios aún más explotadores como a los petroleros de Vaca Muerta. Nosotros decimos que es al revés.
Los avances tecnológicos permitirían reducir la jornada laboral y terminar con jornadas de horas extras y ritmos agobiantes que provocan enfermedades laborales y lesiones para que después los trabajadores sean descartados porque están “rotos”. Planteamos que se prohíban los despidos y abolir todas las leyes laborales que se aplican desde los 90 que sirven para mayor explotación. Los avances tecnológicos hay que ponerlos al servicio de la principal clase que producimos la riqueza, trabajando menos horas y trabajando todos, ganando tiempo para descansar, estudiar o divertirnos y no para producir más.
Muchos dicen que es “utópico”, que no es una propuesta realista. ¿Cómo se logra? Es una lucha para ser tomada por los trabajadores dentro de los sindicatos, de los movimientos de desocupados, para ser peleada en las calles. Cuando hace más de un siglo el movimiento obrero luchaba por la jornada de 8 horas, también se les decía “utópicos”. Lo “realista” era trabajar 10 o 12 horas, mujeres y niños. Ahora, para los partidos que defienden a los empresarios lo único “realista” es que haya millones de desocupados, otros tantos precarizados y en negro, y encima bajar los “costos laborales” de los que están bajo convenio. Para ellos, lo “realista” es que les saquen impuestos a los exportadores de soja, a las mineras, que las multinacionales envíen millonadas de sus ganancias fuera del país a las casas matrices, fugar dólares o especular en las finanzas, mientras la clase obrera deja la vida en el trabajo por un salario que no alcanza.
Para no dejar la vida en las fábricas mediodía para no perder ganancial. Pero estas mejoras a la propuesta de la patronal no cambian la cuestión de fondo. En una reunión del sector afectado, la mayoría de los compañeros presentes aceptaron lo propuesto por la Seccional y la mayoría de la comisión directiva. Pero claramente no lo ven como un triunfo o una conquista.
Victor Ottoboni Secretario de Prensa del SUTNA.
A NICOLÁS DEL CAÑO
ña para ganar de millones apitalismo” No es imposible. Depende de la lucha y la conciencia obrera. Me hace acordar a lo que cuenta mi compañero Raúl Godoy, diputado obrero del FIT en Neuquén. Cuenta que lo que impedía poner a producir la cerámica era un “precinto de alambre” que cerraba el paso de gas y nadie se animaba a sacarlo. No era la fuerza del alambre, que cualquiera sabía que se podía romper. Era otra fuerza, en la conciencia, que decía que la propiedad privada de los patrones no se toca. En realidad, lo que se consigue o no, depende de la lucha y de la relación de fuerzas. Los trabajadores del subte lograron con una gran lucha imponer las 6 horas. Junto a mi compañero Claudio Dellecarbonara reclamamos esa misma jornada para los colectiveros. Durante una década el kirchnerismo planteó la idea del “nunca menos”, es decir no retroceder de las conquistas. Pero es una idea falsa porque el kirchnerismo mantuvo la flexibilización laboral y precarización de los 90, y eso no se puede aceptar como piso. Hay que ir por más, la clase dominante cuenta a su favor con la aceptación de lo posible y para ello tienen un ejército de burócratas en los sindicatos, para defender que “mientras no me despidan, acepto resignar conquistas”. El “nunca menos” es mentira porque, en realidad, ellos siempre quieren menos para los trabajadores. En tiempos en que este gobierno de los gerentes de las empresas y de los ricos quiere pisotear hasta lo mínimo, para nosotros en cambio es el momento para que en la clase trabajadora se empiece a crear una conciencia superior. Vamos por más. La izquierda tiene que aportar, desde nuestra perspectiva de liberación de la explotación humana, a que la clase trabajadora suba sus
En el neumático las patronales también quieren aprovechar el temor a la desocupación y la enorme división que hay entre efectivos, contratados y en negro. División que el gobierno anterior mantuvo con el apoyo de la burocracia sindical durante 12 años. En Fate la patronal está avanzando con el cambio del sistema de trabajo en una de sus mini plantas. De 4 turnos de trabajo quieren pasar a 3, con el argumento de que bajaron sus ventas. Pero los trabajadores en este nuevo sistema trabajarían más horas en el mes y tendrían un franco menos. La patronal lo presenta diciendo que de esta forma tendrían los domingos con sus familias.
En una industria como la del neumático esto significa empeorar la situación física y psíquica de los trabajadores que, aún con pocos años de fábrica, son víctimas de hernias de disco, tendinitis, lumbalgias. La patronal profundiza su política de romper a los trabajadores y descartarlos, ya se niegan a dar tareas livianas a los compañeros lesionados por las condiciones que imponen las empresas. Para tener los fines de semana libres sin que signifique trabajar más y descansar menos, es necesario encarar una lucha desde el sindicato para todo el gremio. Pelea que hay que preparar muy bien. Una lucha así sería un paso muy importante, en el camino de pelear por trabajar 5 días a la semana 6 horas por día, manteniendo el salario. En la situación económica actual se
expectativas y terminemos con la resignación que proponen los dirigentes sindicales burocráticos y el peronismo.
¿Es posible con estos gobiernos empresarios? No se logrará sin una gran lucha de los trabajadores y el pueblo; tanto para garantizar el empleo y el salario, como para satisfacer las demandas sociales del enorme déficit de vivienda, escuelas y hospitales, con un gran plan de obras públicas controlado por los trabajadores. Hay que ajustar a los capitalistas con impuestos progresivos a las grandes fortunas. Es lo único racional para las grandes mayorías que sufren mientras la minoría se enriquece. Nuestra propuesta es para ganar la voluntad de millones contra el capitalismo, en la perspectiva de un gobierno de los trabajadores, en el cual los propios trabajadores y el pueblo se auto organicen y decidan, en ruptura con el capitalismo. Es una propuesta actual y, a la vez, señala cómo haríamos para resolverlo en la nueva sociedad que proponemos que no se basa en la explotación. En ese camino impulsamos agrupaciones militantes y combativas en los sindicatos, y especialmente la organización de la juventud trabajadora, para terminar con la división creada entre ocupados y desocupados. Esta campaña apunta a que la izquierda pueda influenciar políticamente a millones para una salida anticapitalista y de los trabajadores. No es una propuesta electoral, aunque vamos a aprovechar las elecciones para difundir masivamente estas ideas. Ya hemos lanzado una serie de spots para llegar a cientos de miles. Porque como decimos en la campaña: nuestras vidas valen más que sus ganancias.
Claro que consideramos muy positivo –y es por lo que debemos luchar desde el SUTNA– que los compañeros tengamos el fin de semana con la familia. Pero en este caso la patronal por el domingo exige más horas de producción en el mes y menos descanso. La Seccional San Fernando (Lista Negra) junto a la mayoría de la comisión directiva han negociado modificar parcialmente los horarios para que no se tenga que trabajar ninguna hora del día domingo y se pague un adicional por los sábados a partir del
vuelve una necesidad concreta para no dejar la vida en las fábricas y al mismo tiempo dar una salida obrera al problema de la desocupación, repartiendo las horas de trabajo. Esto no se puede hacer sin atacar las ganancias de las empresas y sin enfrentar a este gobierno que las representa. Desde los sindicatos y organizaciones sindicales de base recuperadas a la burocracia, podemos empezar dando pasos concretos en este sentido para que la crisis la paguen los capitalistas.
TRABAJAR MENOS, TRABAJAR TODOS
En el subte conquistamos las 6 horas, las queremos para todo el transporte Entrevista a Claudio Dellecarbonara, miembro del Secretario Ejecutivo del sindicato del subte.
En 2004 logran conseguir las 6 hs para todos. ¿Cómo fue ese proceso? Desde 1944, que se dictamina el régimen de insalubridad y la jornada de 6 horas, los distintos gobiernos han atacado esta conquista. El menemismo llevó la jornada a 8 horas. Los que entramos luego de la privatización escuchábamos a los más viejos que hablaban del cambio que significó en sus vidas trabajar 2 horas más. La pelea por las 6 horas, comenzó a fines del 98, y fue en paralelo a la recuperación del Cuerpo de Delegados que estaba en manos de la burocracia de la UTA. Había compañeros
que planteaban que había que luchar primero por las 7 horas; otros estábamos convencidos que había que ir por lo que nos correspondía: pelear por las 6 horas directamente. En ese momento la desocupación crecía y algunos decíamos que la reducción de la jornada podía ser una bandera de la clase obrera para enfrentar la desocupación. En el 2002 se aprueba un proyecto en la Legislatura porteña, que es vetado por Aníbal Ibarra en medio de la represión a los trabajadores que lo rechazábamos. En el 2003 se otorga la reducción de la jornada para un sector. Luego, tras una serie de acciones que culminan en un paro de 4 días en el 2004, conseguimos las 6 horas para todos, pero no el régimen de insalubridad. Nuestro ejemplo demuestra que se puede pelear y lograr la reducción de la jornada laboral sin reducción de salario. Y esta conquista no la conseguimos ni gracias al gobierno kirchnerista, ni por la presentación del proyecto de ley, que por supuesto ayudó. Fue producto de la lucha contra la empresa, la pato-
ta de la UTA y la represión estatal. Y producto de una organización, en ese momento, independiente de la burocracia y de los gobiernos de turno.
Después vino el reclamo de los tercerizados… Claro. Luego de la privatización había más de 1000 trabajadores tercerizados que trabajaban 12 o 14 horas, estaban en otros convenios y cobraban la cuarta parte de nuestro salario. No querían seguir en esa situación. Con un proceso de lucha que incluyó cortes de vías, piquetes y movilizaciones, lograron pasar a convenio y la jornada de 6 horas. Lamentablemente, hoy volvemos a tener tercerizados. Desde la Agrupación Bordó y junto con otros compañeros de la oposición apoyamos la lucha de los tercerizados, que no contaron con el apoyo de la mayoría del Secretariado Ejecutivo de nuestro sindicato, pertenecientes a la Roja y Negra, que están alineados con el kirchnerismo.
Esta realidad del subte es
NEUQUéN
Jornada semanal de 25 hs para la docencia Yazmin Muñoz Saad Secretaria de DDHH y género ATEN Capital.
El trabajo docente tal cual lo promueve el capitalismo, nos enferma. Las maestras y profesoras según los funcionarios de los distintos gobiernos nacionales y provinciales, trabajamos 4 hs al día, tenemos 3 meses de vacaciones y por si esto fuera poco tomamos licencias permanentemente porque “somos vagas”. La verdad es que trabajamos y vivimos siempre al borde de la saturación de nuestra energía física y psíquica. ¿Por qué? Para empezar, porque ninguna maestra que quiera llegar a fin de mes
puede vivir trabajando un solo cargo, por eso en primaria la mayoría debe trabajar doble turno para superar la barrera de la indigencia. Y en secundaria pueden tomarse hasta 60 hs cátedra extremando la autoexplotación. Y para llevar adelante esa tarea de 8 o 9 hs frente a las y los estudiantes, se necesitan otras tantas horas de trabajo en nuestras casas, para planificar lo que enseñaremos, para corregir lo que ya desarrollamos, para estudiar sobre algún tema nuevo. Y si a eso le sumamos el tiempo destinado a proyectos o salidas, que implican todo tipo de gestiones como alquilar colectivos, buscar dinero para pagarlos, pedir autorizaciones a la institución y a los padres, organizar ferias o ventas de distintas cosas para juntar el dinero que debería garantizar el gobierno, la jornada laboral se extiende como mínimo a las 12 hs. En el resto del tiempo deberíamos poder descansar ¿8 horas?; y nos quedan, para alimentarnos, ver a nuestros seres queridos y seguir aprendiendo, alrededor de 4 horas diarias. De tiempo para la cultu-
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ra y la recreación, ni hablemos. A nosotras en todo eso se nos va la vida. ¿Usted podría? Aun así muchas lo hacemos y sostenemos los problemas nuestros y de los estudiantes. Planificamos pensando las mejores estrategias para formar personas críticas e integrales. Y cuando no podemos realizar lo planificado porque los problemas económicos de las familias (que cada vez son más profundos) irrumpen en la escuela, nos frustramos un poco pero nos ocupamos también de eso. Nosotras queremos educar para la vida, no para el mercado y para eso necesitamos otras condiciones de vida y trabajo. Por eso desde la agrupación Negra en Neuquén, peleamos por un salario igual a la canasta familiar con un solo cargo en primaria/jardín o 25 hs en Media. Para que trabajemos todas y todos, para no dejar la salud y la alegría en el trabajo, para que educar sea un hecho de creación/recreación y no de reproducción. Porque queremos para las hijas y los hijos de los trabajadores una educación para la emancipación y la libertad.
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distinta a la situación de los resto de los trabajadores del transporte Sí, totalmente. Por eso no podemos conformarnos mientras miles de compañeros del transporte, empezando por los colectiveros representados por la UTA, tienen largas jornadas en condiciones pésimas. El sindicato del subte, con su tradición de lucha, la autoridad de haber conquistado las 6 horas y el reconocimiento que tiene entre muchos trabajadores, tiene que ponerse a la cabeza de plantear una gran campaña para que en el transporte todos trabajen 6 horas, 5 días a la semana. Allí donde hemos planteado esa idea, junto a compañeros como los de la agrupación David Ramallo, despierta una enorme simpatía. Los colectiveros también quieren la reducción de la jornada para no dejar ni la salud ni la vida arriba de los colectivos para agrandar las ganancias de los capitalistas. Lo mejor que podemos hacer con nuestra conquista en el subte es ponerla al servicio de todos los trabajadores del transporte.