claves
Suplemento
de la politica internacional
ABRIL 2016
BRASIL Las idas y vueltas del golpismo institucional Si tras las grandes manifestaciones de la derecha el camino hacia la destitución parecía imparable, el cinematográfico traslado por la fuerza de Lula para hacer una declaración y la escandalosa filtración de escuchas ilegales de las conversaciones entre Dilma y Lula golpearon duramente la legitimidad de las operaciones jurídicas y parlamentarias en curso. Sumado al bloqueo de la asunción de Lula como jefe de Gabinete, quedó en evidencia que detrás de las masas reaccionarias de la clase media en las calles y del aparente interés por “justicia” de las investigaciones de los esquemas de corrupción en Petrobras (conocida como operación “Lava Jato”), se esconden todo tipo de maniobras golpistas judiciales y parlamentarias.
Daniel Matos Un país dividido De un lado están aquellos a quienes no les importa que los métodos que usa el juez que conduce la Operación LavaJato, Sérgio Moro, legitimen el ataque a libertades democráticas elementales, en un vale todo para sacar al PT del poder, aunque sea reemplazado por algo más de derecha. De otro lado están los que rechazan el golpismo institucional, aunque se dividen entre los defensores entusiastas del gobierno del PT, y los que critican los ataques a los trabajadores, la entrega de recursos nacionales y los métodos corruptos que el PT asimiló para gobernar el capitalismo.
El arbitraje del poder judicial De la mano de la gran prensa dirigida por la derecha, la operación Lava Jato y sus operaciones pasaron a ser vistas por amplios sectores como instrumentos de disputa política entre los distintos bloques dominantes. Los jueces del Supremo Tribunal Federal asumieron el papel de árbitros de la crisis: por un lado censuraron los métodos del juez Sérgio Moro, que hasta ese momento era un “héroe nacional” incuestionable; por otro lado, mantuvieron el veto a la asunción de Lula, haciéndose parte del golpismo institucional por la vía de debilitar al gobierno para favorecer el impeachment.
Una destitución de dudosa legitimidad La legitimidad del pedido de impeachment ha sido criticada dentro y fuera de Brasil. Una reconocida revista de la prensa imperialista, The Economist, se ha pronunciado abiertamente en contra de la destitución de Dilma en base al proceso presentado en el Congreso. Obama tampoco se mostró partidario del mismo. Es que si bien el proceso pretende sacar provecho del “clima” generado por la operación Lava Jato, no tiene ninguna relación con la corrupción. Se trata de un caso de irresponsabilidad administrativa, por autorización de gastos no previstos en el presupuesto votado por el Congreso. Un “crimen” común entre gobernadores oficialistas y opositores, moneda corriente en Brasil y en el mundo. El vicepresidente Michel Temer (PMDB) también tiene un pedido de impeachment muy similar en curso en la Cámara por haber firmado decretos de este tipo en ausencia de la presidenta.
El protagonismo de Lula A pesar de no haber asumido como jefe de Gabinete, Lula se puso al frente de las negociaciones para frenar el impeachment y constituir una base de apoyo para un nuevo gobierno con él a la cabeza. Este protagonismo permitió mantener en el gobierno a la mayor parte de los ministros del otrora aliado PMDB, a pesar de que este partido rompió formalmente con el gobierno hace pocos días.
En este marco, una reciente encuesta de opinión de una consultora dirigida por la prensa golpista indicó un aumento de la popularidad del ex presidente de entre 4 y 5 puntos porcentuales en eventuales escenarios de elecciones presidenciales anticipadas. Al mismo tiempo, volvió a aumentar su aprobación como el presidente más popular de la historia del país.
La mayor crisis económica en décadas Mientras los partidos capitalistas se sacan los ojos para ver quién controla la maquinaria estatal, la aplastante mayoría de la población pobre y trabajadora sufre una dura recesión. Los ataques de parte del gobierno nacional del PT se expresan en recortes presupuestarios en educación, salud y demás presupuestos ligados a estas áreas sociales, en uno de los mayores planes de privatizaciones desde la ofensiva neoliberal de los años 90, en despidos y ajuste salarial de empleados estatales y reformas constitucionales que quitan derechos. Ataques apoyados por la oposición en el Congreso y replicados por los gobiernos estaduales y municipales oficialistas y opositores. A estos ataques se suma el enorme aumento del desempleo y la caída del poder de compra del salario por la inflación.
El freno de las burocracias sindicales Los sindicatos y centrales sindicales dirigidas por el PT y sus aliados utilizan la ofensiva golpista de la derecha SIGUE EN PÁGINA SIGUIENTE
viene de tapa
para paralizar y derrotar la lucha contra los ataques de “su” gobierno y de la patronal. Por un lado, hablan en contra de los ajustes de Dilma y venden la idea de que la asunción de Lula llevaría a un gobierno “antiajuste”. Por otro, mantienen aisladas las luchas de resistencia que estallan, traicionándolas abiertamente cuando amenazan salirse de control, siempre con el argumento de que “luchar en forma independiente es hacerle el juego a la derecha”.
Dilma Rousseff: la gran estafa El eje de la campaña electoral con el que la mandataria brasilera le ganó al candidato de la derecha neoliberal Aécio Neves (PSDB) fue apuntar los cañones contra su programa ajustador. Ella, por su parte, prometió que no ajustaría bajo ningún punto de vista. Del dicho al hecho...
Dos escenarios Si el impeachment avanza, el escenario de un eventual gobierno de Temer y el PSDB estará repleto de crisis. No solo porque lo envolverá la sombra de un poder golpista cuyos jefes también están involucrados en la Lava Jato, sino también porque tendrá que enfrentar una situación de crisis económica y duros ataques con el PT en la oposición. Si Lula logra evitar el impeachment, su gobierno como “superministro” no tendrá menos crisis. No solo porque el golpismo judicial y parlamentario seguirá asediándolo para impedir un nuevo triunfo del PT en las elecciones presidenciales de 2018. Sino también porque Lula tendrá que controlar las expectativas por izquierda que generó para conseguir apoyo popular contra el impeachment haciendo demagogia.
El impeachment paso a paso Diputados Entre el viernes 15 y domingo 17 de abril el plenario de la Cámara baja votaría el pedido de impeachment. Sus impulsores necesitarán una mayoría calificada de dos tercios (342 de los 513 votos), que hasta ahora está en duda. Ausencias y abstenciones se cuentan como votos en contra. Si se aprueba, el proceso pasa al Senado.
Senadores Bajo el comando del Supremo Tribunal Federal, los 81 miembros del Senado decidirán por mayoría simple si se abre el juicio político contra Rousseff.
Proceso Si el impeachment es aprobado por los senadores, la mandataria deberá separarse del cargo por 180 días, tiempo que tendrá la Cámara alta para el desarrollo del proceso.
Presidencia interina El cargo de Rousseff sería ocupado por el vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que tras haber sido durante años el mayor pilar de la coalición oficialista, ha decidido romper con el Gobierno.
A estas medidas antipopulares hay que sumar el ajuste indirecto a través de la inflación y el desempleo que presiona los salarios a la baja y se siente cada vez más.
El “partido judicial” al acecho Sea ganando o perdiendo el impeachment, el “partido judicial” seguirá actuando. Con el desgaste provocado por las dictaduras militares
en los años 70, la extensión de la democracia burguesa junto a la ofensiva neoliberal, y mientras los trabajadores no sean una amenaza que exija ser frenada con el uso de las fuerzas armadas, el imperialismo y sus agentes nativos usan el poder judicial como agente bonapartista para “remover”
gobiernos o sistemas de partidos disfuncionales a sus intereses y sustituirlos por otros más serviles. El poder judicial ya investiga la utilización del dinero de la corrupción del “petrolão” en la campaña presidencial de 2014, que si llegara a comprobarse podría dar lugar a elecciones presidenciales anticipadas.
MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DE TRABAJADORES
La crisis política y las tareas de la izquierda Entrevistamos a dos dirigentes del MRT, organización hermana del PTS en Brasil, que están interviniendo activamente en la actual situación de crisis política y ajustes a los trabajadores en el movimiento obrero y en la juventud. Claudionor Brandao es dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Pablo (Sintusp)
res y del pueblo pobre que rompa con el capitalismo y se base en organismos de democracia directa de las masas. Sin embargo entendemos que esa es una perspectiva minoritaria y por eso llamamos a los trabajadores que aun creen en la democracia burguesa a resistir los ataques de la derecha con nuestros propios métodos independientes de lucha. Confiamos que en el desarrollo de esa experiencia confluiremos en común en la lucha por una democracia de los trabajadores, recuperando los sindicatos de las manos de la burocracia para dar ese combate.
Tati Lima es dirigente del Centro de estudiantes de Humanidades de la Universidad de Campinas (CACH-Unicamp)
Brandao será uno de los oradores del acto del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, este 1º de mayo en Argentina. La Izquierda Diario: ¿Cuál ha sido la intervención del MRT en la crisis? Brandão: Hemos luchado para que los trabajadores se constituyan como sujeto político independiente en esta crisis, rechazando el impeachment y al mismo tiempo enfrentando los ataques que el propio gobierno del PT está implementando junto con los gobernadores de la oposición. En nuestro sindicato realizamos una asamblea en la que aprobamos dar batalla, que también estamos dando en otros sectores como docentes, subterráneos y bancarios. A pesar de que nosotros rechazamos este gobierno del PT que sirve a los capitalistas, que es parte de la corrupción, ataca nuestros derechos y entrega los recursos del país, no podemos de ninguna manera legitimar los ataques a las libertades democráticas que se esconden detrás de la operación “Lava Jato” que investiga los esquemas de corrupción en Petrobras, y del golpismo institucional. No podemos ayudar a la derecha golpista a asumir el poder. Tenemos otra batalla que es explicar a los trabajadores las mentiras y maniobras detrás del discurso demagógico de Lula y de los dirigentes sindicales y líderes populares del PT. Para ganar el apoyo popular contra el impeachment, los petistas están diciendo que es dando crédito a los capitalistas, dinero público a las obras de construcción controladas por el capital privado y un poco más de asistencia social se hará un gobierno favorable a los trabajadores. Están haciendo demagogia de que en una situación de crisis como la actual podrían implementar las promesas que no implementaron en todos los años de gobierno con los vientos de cola de la economía. LID: En las movilizaciones contra el impeachment el PT no dice que el gobierno de Dilma sigue implementando recortes presupuestarios en salud y educación. Tampoco dicen nada sobre la compra de votos de los políticos oligárquicos... Brandão: El PT y la CUT están viajando por todo el país para hacer campaña contra el impeachment mientras que la CUT no ha hecho nada para que los trabajadores salgan en solidaridad con la enorme lucha de docentes, estudiantes y estatales de Rio de Janeiro contra el atraso de salarios y otros ataques que están sufriendo. Esconden que el gobierno de Dilma y Lula prefiere defenderse del impeachment destinando recursos públicos para comprar votos de políticos reaccionarios en vez de garantizar un salario mínimo digno y destinar recursos a la salud y educación. Le pagan la deuda a los bancos usureros en vez de invertir en obra pública. Por eso luchamos junto con los trabajadores para que exijan a sus direcciones sindicales un plan de lucha serio para frenar el impeachment y bloquear los ataques capitalistas. LID: Si surgiese un movimiento de masas independiente que cuestione el gobierno del PT por izquieda, ¿qué defienden Uds.? Brandão: Decimos a los trabajadores que un plan de lucha contra el impeachment y los ajustes debería agitar la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que combata la impunidad de raíz y enfrente los problemas estructurales del país. Explicamos que para nosotros la única solución de fondo a la crisis sería la lucha por un gobierno de los trabajado-
Debates con la izquierda Daniel Matos
Tati Lima se dirige a los más de 400 jóvenes que pusieron en pie FAÍSCA Juventude Anticapitalista e Revolucionária el último 2 de abril en San Pablo. LID: ¿Cómo ha sido la actuación de la juventud ante la crisis? Tati: Trabajando ofensivamente en las redes sociales, la oposición que impulsa el impeachment destacó nuevos referentes juveniles conocidos nacionalmente, como Kim Kataguiri del Movimiento Brasil Libre (MBL). Esos jóvenes derechistas y liberales convocan a la juventud para ser masa de maniobra de la operación “Lava Jato” [que investiga los esquemas de corrupción en Petrobras] y de la oposición golpista. Defienden descaradamente el programa liberal de ataque a los derechos de los trabajadores. Por otro lado, los jóvenes del PT y de los movimiento estudiantiles y sociales aliados a ese partido defienden que la juventud sea masa de maniobra del gobierno, que resista al golpismo pero aceptando pasivamente todos los ataques del gobierno petista. Aun los sectores más críticos defienden que la juventud renuncie a cualquier lucha seria contra los ataques del gobierno con el argumento de que sería “hacerle el juego a la derecha”. Hace dos semanas atrás, los jóvenes del MRT hemos lanzado junto a independientes una nueva organización juvenil, Faísca [Chispa] - Juventud Anticapitalista y Revolucionaria. Fueron más de 400 jóvenes de varios estados del país a debatir profundamente y aprobar un programa de emergencia para intervenir en la crisis nacional. Decidimos realizar en todas la estructuras estudiantiles en las que estamos, asambleas de base para aprobar un llamado a luchar contra el impeachment y los ataques del gobierno del PT, que logramos aprobar en las asambleas de Letras de la Universidad de San Pablo (USP) y de Humanidades de la Universidad de Campinas (CACH-Unicamp). Aprobamos también una declaración política que levanta la necesidad de luchar por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Actualmente estamos dando una lucha por ese programa en las elecciones a la Federación Universitaria de la Universidad de San Pablo (DCE-USP). En los últimos días, un Instituto liberal de derecha de esta universidad lanzó en las redes sociales ataques reaccionarios al video de intervención en el lanzamiento de FAÍSCA de la compañera Jéssica, dirigente del Centro de estudiantes de Letras de la USP, en el que desenmascara a Sérgio Moro y defende la necesidad de una juventud anticapitalista y revolucionaria. El Instituto publicó el video con el discurso de Jéssica en su facebook, llegando en pocos días a 1,2 millones de visitas, hasta que fue bajado. El video, en el que Jéssica respondió a los ataques ya tuvo más de 83.000 visualizaciones en YouTube y 53.000 en facebook, transformándose en un debate en las redes sociales entre los estudiantes, en el que esta nueva juventud que está naciendo toma protagonismo en el combate a la derecha y en la defensa de ideas genuinamente revolucionarias.
Una parte de la izquierda brasilera se rehusa a rechazar el golpismo institucional, siéndole funcional. Luciana Genro, excandidata presidencial por el PSOL lo hace a bandera desplegada a favor de la destitución de la presidenta Dilma y del vicepresidente Temer por la vía judicial, al igual que la también excandidata presidencial, la liberal Marina Silva y el derechista diario A Folha de S. Paulo. El PSTU, heredero del viejo MAS argentino en Brasil, lo hace de manera indirecta defendiendo el “Que se vayan todos, elecciones generales”, que al no empalmar con ningún movimiento de masas por izquieda termina tirando agua en el molino de la detitución por la via parlamentaria o de la impugnación de la fórmula presidencial por la justicia. Para esconder los tintes de derecha de su política, el PSTU dice que la destitución debería ser conquistada por una huelga general que también impusiese una legislación electoral más democrática. Al no rechazar el golpismo institucional, no poner en el centro de la agitación la lucha contra los ajustes y no defender una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, aun en su fantasía vulgar de huelga general, los trabajadores serían utilizados como masa de maniobra para una reforma política cosmética hecha por este Congreso, que solo podría servir a la legitimación del sistema político para la implementación de nuevos ataques. Por otro lado, la dirección mayoritaria del PSOL, a pesar de rechazar el golpismo institucional, alimenta ilusiones en la operación Lava Jato que investiga los esquemas de corrupción en Petrobras, pero libre de los “excesos” del juez a su cargo, Sérgio Moro, y se niega a organizar desde ya la lucha contra los ataques del gobierno del PT denunciando el papel de freno y traición de la burocracia sindical petista y exigiendo asambleas de base para movilizar seriamente a los trabajadores de forma independiente. Estas son las luchas políticas que los compañeros del MRT hemos dado a través de Esquerda Diário y en cada estructura obrera y estudiantil en la que estamos.
Es urgente coordinarnos los trabajadores de ambos países, empezando por exigir a las centrales sindicales medidas de fuerza a la altura del ataque que sufrimos para que no se pierda un solo puesto de trabajo. Si la crisis no tiene fronteras, nuestra resistencia tampoco debe tenerla.
La crisis no tiene fronteras Sergio Folchieri Trabajador de VW Córdoba La crisis del sector automotriz es la mayor de los últimos 10 años. La exportación a Brasil llega hasta el 80 por ciento de la producción en Fiat o en cajas de velocidad como Volkswagen. Es el principal mercado de Argentina. Y viceversa: somos el principal destino de la fabricación de autos brasileros. Pero empezó a sentirse la crisis internacional. Ya no son suficientes los salarios miserables del nordeste brasilero, por debajo de los 1500 reales. Ni tampoco la mano de obra regalada de los talleres metalúrgicos que acá pagan 7000 pesos. Ni siquiera la creciente tercerización dentro de las multinacionales. hay planes recesivos, violentos aumentos de precios y ataque al consumo de las clases medias bajas y trabajadoras.
Crónica de un ataque anunciado En Argentina la lucha de Lear es
considerada por los empresarios “el conflicto del año”, en 2014. Un sector de trabajadores combativos, donde tenía peso el PTS-Frente de Izquierda, durante meses resiste la flexibilización y luego los despidos, enfrentando la colaboración de la burocracia peronista y el gobierno nacional con esa multinacional. Comienzan despidos y suspensiones masivas a fines del 2015 en la industria automotriz en Argentina, con cientos de despidos “voluntarios”. Ya Renault eliminó 800 puestos, Fiat reduce más de 300, Ford anuncia que “hay 250 de más”. VW Pacheco abre una crisis profunda: 1500 deben irse, todo el turno noche. En VW Córdoba son 360. En Brasil comienzan los adelantos de vacaciones, suspensiones y despidos, como en GM. Pero los ritmos de trabajo siguen igual o más rápidos. “La crisis es una oportunidad” dicen los gerentes en voz baja. Y “apuntan” contra activistas, enfermos, viejos obreros. Pre jubilaciones. Toda la ingeniería del
dinero, para evitar lo que ellos tanto temen: despidos masivos y respuesta obrera con paros, movilizaciones, tomas de fábrica, como la empresa de faros cordobesa Valeo en 2014.
Unir a los trabajadores de Brasil y Argentina En épocas de crecimiento, nos hacen “competir” a los trabajadores. Nos dicen que la mejor calidad y los bajos costos traerán inversiones a nuestro país. Pero cuando llega la crisis, la burocracia de Smata en lugar de resistir incentiva a los trabajadores para que se vayan con unos mangos más. A los que quedan, les pide el esfuerzo de aceptar reducciones salariales en las suspensiones, cumplir con los ritmos y objetivos de las gerencias y evitar las faltas por enfermedad. Ninguna diferencia con los planes del patrón. Nosotros sabemos que, a pesar de la crisis, siguen ganando dinero. La apertura de los libros de contabilidad es necesaria.
Para demostrar a la población que con los aumentos de los precios de los autos solo buscan mantener sus niveles de ganancias aunque cada vez sean menos los que puedan comprar un auto. Y esto agudiza la caída productiva. Pero sobre todo, demostraríamos que las ganancias de los últimos 5 años fueron giradas a sus casas matrices. Ante esta situación, se hace imprescindible reducir los ritmos de producción y repartir las horas de trabajo sin rebaja salarial, para que trabajemos todos. Pero no podremos imponer estas medidas si encaramos la lucha divididos por fábrica, por gremio o por país. Lo que no produzcan en Argentina, lo harán en Brasil. Es urgente coordinarnos los trabajadores de ambos lados, empezando por exigir a las centrales sindicales medidas de fuerza a la altura del ataque que sufrimos para que no se pierda un solo puesto de trabajo. La crisis no tiene fronteras, nuestra resistencia tampoco debe tenerla.
La recesión económica - El PIB cayó 3,8 % en 2015 y se proyecta una caída de 4,4 % para 2016, que si se confirma sería la mayor recesión en 80 años. - Los cierres de empresas subieron un 85 %, llegando a 4.400 fábricas cerradas en el estado de San Pablo y casi 4.000 industrias quebradas en el estado de Minas Gerais (MG). - En MG la caída del promedio salarial de los que se mantuvieron empleados fue del 7,5 % debido a la inflación, que alcanza en especial a los más pobres debido al aumento proporcionalmente mayor de alimentos y servicios básicos. Esto demuestra que el ajuste era una necesidad de los empresarios, que el PT prioriza frente a las necesidades del pueblo trabajador.
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