PALAZUELO EL NÚMERO Y LA ESTAMPA
PABLO PALAZUELO EL NÚMERO Y LA ESTAMPA
FUNDACIÓN MUSEO DEL GRABADO ESPAÑOL CONTEMPORÁNEO
Dña. María Ángeles Muñoz Uriol Presidenta
Dña. Carmen Díaz García Vicepresidenta
D. José María Morales Camón Director General
D. Juan Manuel Bonet Planes D. Antonio Caracuel García D. Luis María Caruncho Amat Dña. Dolores Reyes Escalera Pérez D. Francisco Javier García Ruíz D. Antonio Garrido Moraga D. Miguel Gómez Molina D. José Guirao Cabrera D. José Hernández Muñoz Dña. Inmaculada Julián González D. José Mª Luna Aguilar D. Enrique Monterroso Madueño D. Antonio Morales y Marín D. Francisco Palá Laguna D. Pedro Ramón y Cajal Agüeras D. Wifredo Rincón García D. Joaquín Rivero Valcarce Dña. Marina Torres Cañavate
D. José Mª Luna Aguilar Director
Dña. María José Montañés Garnica Conservadora Jefe
D. Pedro Fernández Guerra Administración
D. Andrés Gómez Morón
D. José Jiménez Benítez Montadores
D. Miguel Ángel Guerrero Mesa
Dña. María Josefa Moreno Rodríguez
D. Antonio Sánchez Urdiales Atención en sala
EXPOSICIÓN
D. José Mª de Francisco Guinea Comisario
D. José Mª Luna Aguilar
Dña. María José Montañés Garnica Coordinación
La Estrella Seguro
Jucar Transporte
CATÁLOGO
D. José Mª Luna Aguilar
Dña. María José Montañés Garnica Coordinación
Pablo Palazuelo José Mª de Francisco Guinea Textos
Alberto Villar Fotografías
Raúl León Diseño gráfico
Laura Espinosa Bosch Maquetación
AGRADECIMIENTOS
Los responsables de esta exposición quieren expresar su agradecimiento a José Rodríguez-Spiteri Palazuelo y a la Fundación Palazuelo que él mismo preside, a Patrice Cotensin de la Galería Lelong de Paris por sus informaciones y paciencia, y muy especialmente a Juan Antonio Rodríguez Deorador y Elisa Martínez Frade, coleccionistas entusiastas y constantes de Pablo Palazuelo.
ISBN: XXX-XX-XXX-XXXX-X Depósito Legal: MA-XXX-2010
EL NÚMERO Y LA ESTAMPA.
Notas sobre la obra gráfica de Pablo Palazuelo
Las treinta y una piezas que conforman esta exposición de gráfica de Pablo Palazuelo muestran de manera eficaz la trayectoria, evolución e intereses profundos de nuestro artista bajo la impronta del taller de la estampa.
Cronológicamente, esta colección abarca casi cuatro décadas del trabajo de Palazuelo con ediciones, comenzando por la segunda litografía realizada por el artista y editada por Maeght en 1952, hasta una de sus últimas piezas estampada en Madrid en 1987 coincidiendo con su exposición en la galería Theo.
Especial interés muestran las piezas de los años cincuenta, expuestas de forma conjunta por primera vez. Son litografías, recogidas aquí en su totalidad, editadas por la galería Maeght de Paris con motivo de las colaboraciones de Palazuelo en la revista Derrière le Miroir –que tienen también presencia en la muestra– y las exposiciones colectivas e individuales del artista en la galería de Paris. Esta ciudad acogió desde 1948 el trabajo de nuestro artista siendo una de sus primeras actividades artísticas el aprendizaje de la litografía en el taller de René Jaudon en la École Nationale des Beaux-Arts. 1
El particular desarrollo de la idea evolutiva de la forma, que Palazuelo practica extendiéndola en el tiempo, se pone de manifiesto en los esplendidos Sceaux, familia de grabados iniciada en 1963 que tuvo descendencia hasta 1976, o en el desarrollo por variación, de forma más
sutil pero igualmente generativa, de entintando y orientación de las matrices en la serie Oval de 1970.
Por otro lado, la exposición nos ofrece la estupenda oportunidad de ver completa la carpeta Lunariae, una de las cumbres de la producción gráfica de Palazuelo, que conjugaron en 1972 los poemas de Max Hölzer y las aguatintas de nuestro artista en una rotunda publicación de Maeght que hizo alarde y derroche editor.
Los affiches avant la letre de exposiciones en Zurich, Barcelona y Paris, nos adelantan las imágenes que servirían para imprimir las tarjetas de invitación y los carteles que anunciaron dichas exposiciones, una práctica habitual en el gran galerismo europeo de la época y que sirvió a no pocos artistas a adentrarse en el taller de la litografía y a sentirse libres de experimentar.
La exposición incluye alguna pieza curiosa, más difícil de ver por los motivos de su creación, como la pequeña litografía Fondation Xe anniversaire, editada en 1974 por Maeght en un porfolio colectivo para conmemorar el décimo aniversario de la Fundación Maeght en St-Paulde-Vence. O las variaciones de Logotipo realizadas a partir del affiche para la exposición de 1984 en Barcelona, cuyas analogías y espejos formales guardan sorprendentes metamorfosis.
1977 supone un año de gran productividad gráfica para Palazuelo, con la creación de importantes familias de grabados al aguatinta como Sigila, Umbral, Oin, Remotée Latérale, y las litografías de En verde y del libro Ancres de Pierre Reverdy. La coincidencia de importantes exposiciones individuales en distintas ciudades, y la creación aquel año del Atelier Maeght como entidad a parte del ya existente Arte, el taller de grabado
calcográfico dirigido desde 1963 por Adrien Maeght, ayudarían a explicar esta euforia de obras de altísima calidad. Este prolífico año está representado en la exposición por el grabado Umbral I y la litografía En verde como magníficos ejemplos de la mejor alquimia gráfica de Pablo Palazuelo.
Su última propuesta de desarrollo en serie es Emblema de 1980, presente en esta exposición con dos de sus tres obras y significa el final de su relación editora con Maeght, si no contamos una estampa en el Derriére le Miroir, (núm. 250) homenaje a Aimé Maeght en 1982. Y digo última propuesta en serie porque a partir de 1980, la producción gráfica de Palazuelo va a disminuir drásticamente. La razón pudiera estar relacionada con los cambios producidos en la galería Maeght a partir de 1981 y el nacimiento de la galería Maeght-Lelong que más tarde escindió su actividad y nombre, así como sus talleres de obra gráfica. 2
Sea como fuere, lo cierto es que Palazuelo deja de producir gráfica. Desde 1981 y hasta 1996, año de sus últimos grabados, Palazuelo sólo realizará siete estampas, los dos Logotipo, Trazas del cuatro, –las tres incluidas en esta colección–, un affiche avant la letre para la exposición en la Maeght de Barcelona en 1984, el mencionado homenaje al fundador Maeght y dos excelentes grabados que realizó en 1996 en el Taller del desaparecido Dietrich Mann y su socio Ignacio Diez: Bloom encargo de la Fundación Juan March y Continuum por inicitiva personal y editado por él mismo autor.
Las razones de esta actitud no están, de momento, del todo claras. Dilucidar éstas y otras cuestiones son el objetivo de la elaboración del catálogo razonado completo de toda la obra gráfica Pablo Palazuelo, que actualmente nos ocupa.
Mientras llega el momento de publicar nuestras conclusiones en el citado trabajo de investigación, celebramos esta exposición que ahora presentamos y que debemos agradecer al entusiasmo y constancia del coleccionismo privado, sustento fundamental de la memoria y existencia en nuestro país de este territorio del arte contemporáneo.
Para completar este catálogo y tratar de iluminar el discurso de las imágenes, nos ha parecido oportuno hilvanarlas con fragmentos del pensamiento de Palazuelo. Fragmentos escritos desde 1961 hasta poco antes de su muerte, procedentes de conferencias, conversaciones o publicaciones más específicas 3 que tratan de asuntos como el tiempo, la memoria, la geometría, el número, la visión o la naturaleza, referidos siempre al pensamiento de Jung, Bachelard, Schrodinger, Corbin, David Bohm o James Hillman, filósofos y científicos cuya “poética” ilumina cada línea, cada abismo, cada recodo del trazo que soñó Pablo Palazuelo, con la convicción de que todo en la naturaleza está hecho de número, científico y místico, matemático y musical, tangente y trascendente, humano y cósmico que atiende a la máxima hermética, como lo que está arriba así está abajo. 4
José Mª de Francisco Guinea Julio de 2010
1 Alfonso de la Torre: Paris, 13 rue Saint-Jacques (1948-1968). Fundación Juan March, Madrid: 2010
2 Deborah Wye: Antoni Tápies, obra gráfica. Polígrafa, Barcelona: 1991
3 Pablo Palazuelo: Escritos. Conversaciones. Colegio Oficial de Aparejadores, Murcia: 1998
4 De Francisco Guinea, Chema: Obras de una colección. Sueño de vuelo de Pablo Palazuelo. Revista de la Fundación Juan March, núm. 353, Madrid: 2005
Los escritos de los pintores de todas las épocas son fundamentales para dar con sus verdaderos propósitos, para conocer el cómo y el porqué de sus obras. Sus textos, con todas sus posibles torpezas, permitan ir muy lejos en la comprensión de su obra y se presten, bien leídos, a menores confusiones que las que suelen surgir de mucho de lo escrito desde fuera, por brillante que resulte.
Pablo Palazuelo
La naturaleza se imita a sí misma incansablemente y de esta manera se especializa, se individualiza cada vez más hasta llegar a la creación de formas nuevas. La metáfora es el término final de una misteriosa auto-imitación que de este modo llega a constituir una ley. Una ley natural que suscita en el hombre –aquí resonador–, una fuerza que a su vez puede provocar, reforzar y dirigir aquella ley.
La imaginación verdadera revela la realidad escondida.
La imaginación verdadera, o imaginación activa, no produce construcciones arbitrarias –por muy líricas que sean–, sino que funciona como facultad u órgano de conocimiento.
Recomendar la escucha interna, la atención concentrada. Mirar no es ver. Todas las formas que vemos son geométricas. Emblemas –verdaderos receptáculos de energías.
La memoria activa reabsorbe en el psiquismo lo remoto en el tiempo pasado, para enriquecer, modelar o extender la persona.
Al producirse esta asimilación de pensamientos anteriores remotos se potenciaría la facultad de captación del futuro, extensión al futuro.
Esta memoria activa no es la vulgar. Es una función de la imaginación verdadera.
El tiempo se mueve como todo, pero no pasa como pasamos nosotros. Creemos sentir el paso del tiempo, pero somos nosotros y las cosas todas los que pasamos. Es un “tiempo psicológico” el que creemos sentir, es un reflejo del pensamiento equivocado e incoherente. Nosotros pasamos según lo que “duramos”, y lo que entendemos por tiempo es el resultado de la medida; de la “medición convencional” de lo que duramos nosotros y todo lo demás.
Cuando hablamos del paso del tiempo estamos empleando una imagen espacial, como son espaciales otras muchas imágenes de las que nos valemos para poder representar el tiempo, el cual sólo deviene pasado cuando pasamos nosotros. Es la duración del presente lo que hace posible la vida, y es el a-hora, lo sin hora, lo que “va” con nosotros, por el presente sin término, el presente siempre fruto y semilla. El presente es eterno, es la presencia de lo ilimitado que se mueve con el universo.
Lo desconocido, cuando se revela, altera, brusca o sutilmente, todas las relaciones supuestamente establecidas. El ojo como órgano de la vista es parte de la actividad total del alma; mira, pero su intención profunda, su finalidad es “ver” lo que no se puede ver con la mirada. Mirar debe convertirse en “contemplar” para poder llegar a “la Visión” que es conocimiento. El conocimiento que siempre será incompleto dependerá, pues, del modo de percibir, del modo de “ver pensativamente”: la percepción, su actividad y su libertad deben ser mantenidas fuera de la confluencia del pensamiento y de las emociones, los cuales –en su íntima conexión o por separado– pueden afectar negativamente a la acción de los sentidos.
Liberar a la percepción es el gran trabajo que conduce a la visión. La visión es un estado de conciencia, un estado extremo de atención, la cual –como en una escucha atenta– “ve” lo que ya sabía el cuerpo profundo.
Desde tiempos remotos los colores han sido motivo de las ensoñaciones del hombre. El tránsito de una materia a otra más exaltada estaría, en la visión, acompañado por una verdadera dramaturgia de los colores. Así, la alquimia está orientada hacia la dominación final del color rojo, símbolo de la energía que infunde, aumenta y transmite la vida. Los colores no son ni bellos ni lo contrario, y se puede decir que todo depende de nuestra capacidad para pensar, para imaginar con ellos, así como de los sentimientos y emociones que evocan en nosotros.
Todo esto puede explicar, en cierto modo, el simbolismo de los colores, que nos llega desde la antigüedad. Para mí los colores simbolizan los dinamismos profundos entre la energía psíquica y la material. Son símbolos del alma.
La imagen dibujada es un conjunto autónomo de signos que tiene su propia dinámica interna, regida por una coherencia global significante, y que constituye un sistema que posee su propia semiología. La obra dibujada y así estructurada es un organismo, una configuración viviente, puesto que contiene en potencia la capacidad de admitir una intervención exterior –una manipulación–, la cual puede activar su dinamismo interno a fin de que éste desarrolle los procesos de la transformación continua, de sus metamorfosis. Se trata, pues, de un vivir de las formas fecundas, puesto que el desarrollo de sus transformaciones implica la generación de linajes y de familias de formas.
Para mí la geometría o geometrías –John Archibal Wheeler habla de geometrodinámica– son las figuras, las huellas o trazas que deja el número tras de sí en el movimiento de su operación creativa directa en la naturaleza y también a través de las manos y de la mente del hombre… En el campo del arte y sobre todo en el de las artes plásticas, las estructuras geométricas a las que me refiero constantemente son sistemas y lenguajes que son vehículos de información. Su coherencia interna permite la manipulación a la vez coincidente, y la subsecuente auto-transformación creativa. Además son un poderoso estímulo para la imaginación.
Nosotros soñamos un sueño injertado en otro sueño más grande. Nuestra imaginación –que también piensa– puede descubrir algo de lo desconocido en ese otro sueño. En el taller se producen situaciones en la que la imaginación en plena acción se sumerge. Después uno pensará en el ilimitado océano de energía, como dijo Bohm, y en la energía de las formas.
La memoria humana no es la única clase de memoria activa. Son también activas las diversas memorias cualitativamente diferentes según la función que cumplen en cada una de las diferentes especies, incluyendo las especies que, hasta ahora, el hombre no ha tenido a bien considerar como vivientes. Existen otras clases de memoria en las formas materiales, la memoria implícita en la trans-formación y evolución de las formas. Esta memoria ha sido descrita como una “resonancia mórfica” por Rupert Sheldrake.
La resonancia es una transmisión por medio de los sonidos, que son formas y no sólo materiales puesto que, cuando se transmiten resonando, evocan sensaciones y emociones de carácter espiritual, como lo hacen todas las formas, seamos receptivos o no. Se puede decir pues, que la memoria es una resonancia, una transmisión de energías en y por medio de las formas.
El número es un arquetipo del inconsciente, es decir, que forma parte desde siempre de la conciencia humana. El número, al mismo tiempo, forma parte de la naturaleza exterior, de la materia. Tiende, pues, un puente, afirma un lazo de amor entre lo que es físicamente aprehensible y la imaginación.
RELACIÓN DE OBRAS Y CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Pág. 12 Alborada, Litografía de 1952 es tampada sobre papel Arches de 57 x 89,5 cm. en edición de 100 ejemplares.
Pág. 13 S.T., Litografía de 1952 estampada sobre papel Arches de 65 x 44 cm. en edición de 50 ejemplares.
Pág. 15 Serie Roja, Litografía de 1955 es tampada sobre papel Arches de 58,5 x 78 cm. en edición de 120 ejemplares.
Pág. 16 Parallelos, Litografía de 1955 estam pada sobre papel Arches de 41 x 86 cm. en edición de 120 ejemplares.
Pág. 17 AVL Paris 1955, Litografía de 1955 estampada sobre papel Arches de 75 x 45 cm. en edición de 150 ejemplares.
Pág. 19 Sceaux I, Aguatinta de 1963 es tampada sobre papel Arches de 65,5 x 49,7 cm. en edición de 50 ejemplares.
Pág. 20 Sceaux IV, Aguatinta de 1970 es tampada sobre papel Arches de 55,5 x 40 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 21 Sceaux VIII, Aguatinta de 1976 es tampada sobre papel Arches de 65,5 x 50 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 24 Oval I, Aguatinta de 1970 estampa da sobre papel Arches de 65 x 51 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 25 Oval II, Aguatinta de 1970 estampa da sobre papel Arches de 50 x 65,5 cm. en edición de 50 ejemplares.
Págs. 27-34 Lunariae, carpeta con ocho grabados al aguatinta iluminados a mano y poemas de Max Hölzer de 1972, estampados sobre papel Richard-de-Bas de 65,2 x 50 cm. en edición de 150 ejemplares. Los 30 primeros tienen una suite de graba dos en blanco firmados y numera dos por el artista.
Pág. 37 Affiche avant la lettre “Inaugura ció Barcelona 1974”, Litografía de 1972 estampada sobre Arches de 69 x 52,5 cm. en edición de 100 ejemplares.
Pág. 38 Foundation Xe anniversaire, Litogra fía de 1974 estampada sobre papel Arches de 50 x 39,8 cm. en edición de 120 ejemplares.
Pág. 39 A.L. Zurich / AFF. A.L. ARTAG, Litografía de 1972 estampada sobre papel Shil de 87 x 61 cm. en edición de 150 ejemplares.
Pág. 41 AFF. 167, Litografía de 1978 es tampada sobre papel Arches de 80 x 46,3 cm. en edición de 150 ejemplares.
Pág. 43 Umbral I, Aguatinta de 1977 es tampada sobre papel Arches de 90,5 x 63 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 44 AL invitació 77, Litografía de 1977 estampada sobre papel Arches de 40 x 33 cm. en edición de 100 ejemplares.
Pág. 45 En verde, Litografía de 1977 estampa da sobre papel Arches de 93,5 x 76,5 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 47 Ardicia, Litografía de 1978 estampa da sobre papel de 32 x 25 cm. en edición de 125 ejemplares.
Pág. 48 Logotipo II, Litografía de 1984 es tampada sobre papel de 105 x 60 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 49 Logotipo, Litografía de 1984 estam pada sobre papel de 55 x 46 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 52 Emblema II, Litografía de 1980 es tampada sobre papel Arches de 80,5 x 57 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 53 Emblema III, Litografía de 1980 estampada sobre papel Arches de 90,5 x 63 cm. en edición de 75 ejemplares.
Pág. 55 Trazas del Cuatro, serigrafía de 1987 estampada sobre papel de 91 x 64 cm. en edición de 75 ejemplares.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DE LOS TEXTOS
Pág. 14 Pablo Palazuelo, Paris, 1961. Publicado en L´Art Vivant, num. 10, año 1970, Edic. Maeght, Paris.
Pág. 18 Pablo Palazuelo. Publicado en el catálogo de la exposición de Pablo Palazuelo en la galería Iolas-Velasco. Marzo-abril 1973, Madrid.
Pág. 23 Pablo Palazuelo, La visión-el tiempo, La Peraleda, 30-1-95
Pág. 26 Pablo Palazuelo, La visión-el tiempo, La Peraleda, 30-1-95.
Pág. 36 Pablo Palazuelo en conversación con Kevin Power. Geometría y visión, Diputación Provincial de Granada, 1995.
Pág. 40 Pablo Palazuelo, El número y las aguas (Partitura musical). Paris, agosto de 1982.
Pág. 42 Pablo Palazuelo: La co-herencia en la estructura geométrica. Apuntes de Palazuelo para su conferencia en La Caixa. Barcelona, 20 de abril 1990.
Pág. 46 Pablo Palazuelo en conversación con Kevin Power. Geometría y visión, Diputación Provincial de Granada, 1995.
Pág. 51 Pablo Palazuelo, La memoria en las formas, Enero de 1998.
Pág. 54 Pablo Palazuelo en conversación con Kevin Power. Geometría y visión. Diputación Provincial de Granada, 1995.
Nota: Todos estos textos aparecen entre otros en Pablo Palazuelo, Escritos y conversaciones, Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, Murcia: 1998
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