Iconoclasistas milton santos

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Director de fa coleccion «Textos de Geografia»

Carles Carreras i Verdaguer

Primera edicion 1996

Metamorfosis del

espacio habitado

Copyright © Milton Santos

ISBN 84-281-0890-0 Deposito Legal: B-4/.934-1996

Milton Santos © oikos-tau Traducci6n:

Gloria Marfa Vargas Lopez de Mesa

Derechos reservados para todos los paises de habla castellana

(1995)

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Sergi Martine; Rigol UNIVI"IIDAD

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BIBLIOTECA

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12 I Metamorfosis del espaclo habitado

tradlcionalcs de la Geograffa a la luz de estas metamorfosis. Region, ciudad, jcrarqufa urbana, paisaje y espacio en todas sus implicaciones son los principales conceptos analizados. Finalmente plantca la necesidad de supcracion de las dualidadcs tradicionales de la Geograffa, cscindida entre ffsica y humana, entre 10 estatico y 10 dlnamlco, entre 10 general y 10 regional, avanzando un nuevo modelo analftico.

Introduccion

Este libra, que ha alcanzado ya cuatro ediciones en Brasil, supone la primera traduccion extranjcra, 10 que constituye una gran aportacion a la bibliograffa gcografica en lengua castellana. Como indica el autor, la profcsora Gloria Marfa Vargas Lopez de Mesa realiz6 la primera version, que ha sido corregida y rcvisada por Sergi Martinez Rigol, del Grup d'Estudis Territorials i Urbans Lie la Universitat de Barcelona. A ell os hay que agradcccr su dcsvclo e intcrcs. A Jordi Garcia Jacas, el editor, tam bien, ya que a pesar de las lcyes del mcrcado sigue publicando libros de Gcograffa, que constituyen la base de nuestro trabajo de Iormacion de

Este libro constituye, de alguna forma, una continuacion de Por una Geografia Nueva, cuya primera edici6n la publico la HUCITEC en 1978. Nuestra ambicion, plasm ada en la introducci6n de aquel libra, de desarrollar una serie de temas intcrrelacionados, se llev6 a cabo durante diez afios con un constante trabajo tcorico, de investigaci6n cmpfrica, y de elaboracion de cursos de licenciatura y de postgrado que ofrecimos en diferentes lugares a ge6grafos, arquitectos y planificadorcs.

gccgrafos. Finalmcntc, hay que agradecer a Milton Santos, su lucidcz y su cmpcno en seguir ilustrandonos. Sea csta publicacion un horncnajc, en un ano tan especial, cuando Milton ha cumplido los setenta alios en una madurez gloriosa y ha accptado entrar en el claustro de doctorcs de la Universitat de Barcelona.

Barcelona, Septiembre de 1996

Algunos de los prablemas que cntonccs plante amos fueron objeto de varios ensayos, algunos ya publicados, mientras que otros todavfa no han tornado una forma dcflnitiva. Mientras tanto, el desarrol1o actual de la geograffa brasilcfia exige una clariflcacion urgente de algunas catcgorlas anallticas, La geografia crftica, que tanto auge tuvo en ese pcrfodo, no puede puede pcrmitirsc ser s610 cntica. Para ser titil y poder utilitzarse, la crftica tiene que ser analftica y no solo discursiva. Puede incluso ser destructiva, a partir del momenta que tcnga algo por proponer expltcita 0 irnplfcitamente, sin 10 cual no contribuirfa al avance del conocimiento. Muchas tesis acadcmicas, Iibros, y artfculos de revistas,

Dr. Carles Carreras i Vcrdagucr Catcdratic de Geografia Humana Director del Dcpartamcnt de Geografia Humana Universitat de Barcelona

ya han ya han contribuido valiosamcntc a renovar las ideas

sobre el espacio gcografico. Todavla hay mucho por hacer y es en esta lfnca donde deseamos inscribimos modcstarncnte. Estc libra se concibio justamente para dcbatir algunas realidades del presente y sus conceptos resultantes. Por eso, los dos primeros capftulos buscan situar la geograffa en cl contexto del mundo actual, en tanto que los dcmas, tomando como punta de partida las metamorfosis del espacio habitado, buscan rcplantear


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categorfas tradicionales y sugerir algunas lfncas de reflexi6n metodol6gica. Hablar sobre el espacio es insuficiente, si no se busca definirlo a la luz de la historia concreta. Hablar simplemente de espacio, sin ofrecer catcgorfas de andlisis tambicn es insuficiente Por eso nos parecio oportuno distinguirlo del paisaje y de la conflguracion territorial, que, mientras tanto, aparecen como elementos fundamentales para su entendimicnto. Esa comprensi6n pasa por el reconocimiento de la creciente imbricaci6n entre 10 natural y 10 artificial, que pcrmite abordar tanto el viejo debate sobre la definici6n de la geograffa Ilsica y de la geografia humana, como la discusi6n sobre el sentido de la gcografta general en rclacion con la geograffa regional. Todo esto compromete diferentes visiones del movimiento de las contradicciones cuyo resultado son las metamorfosis del espacio. Denise Elias, futura Doctora en Geografia de la Universidad de Sao Paulo, me ayudo tanto en la discusion sobre el proyecto del libro, como en su redacci6n. Espero que esta obra, por su lcnguaje, sea accesible al mayor ruimcro de lectores, sin ammo de caer en simplismos ofcnsivos. Los capftulos 1 y 2 fueron publicados conjuntamente como artlculos en frances, Ingles y cspafiol por el/ntemational Social Science Journal, v 36, no. 4, de la UNESCO en 1984 y por la Revista Brasileira de Tecnologia del CNPq, en 1985 y cl capftulo 3 apareci6 tambien en forma de articulo en la revista Arquitectura e Urbanismo, nov. 1985. Los dcmas capftulos son incditos.

1 El redescubrimiento y la remodelacion del planeta en el periodo tecnico-cientifico y los nuevos roles de las ciencias

Entre los multiples aspectos del perlodo actual, es obligatorio reconocer las relaciones entre las condiciones de realizacion hist6rica y la nueva revoluci6n cientffica. Esa revoluci6n historica y cicntffica atribuye a las ciencias del hombre y de la sociedad un lugar todavfa mas privilegiado en el conjunto del conocimicnto. En un mundo rccstructurado asl, le incumbe un papel particular a la ciencia gcografica - una ciencia del espacio del hombre. Debemos interrogamos sobre los problemas que, dcsdc csta opuca, se plaritean para su realizacion, frente al conflicto que ocasiona, a la actuallzacion de la disciplina y sus actuales estructuras, los ~ nuevos contcnidos, lSe puede pensar que la inercia se impondra al movimiento, irnpidicndolc su desarrollo, 0 se debe creer en la aflrmacion de una geograffa rcnovada? 1.1 De la internacionalizaci6n ala globalizaci6n

Milton Santos

No sin raz6n K. Polanyi habl6 de una "Gran Transformacion" al presentar los profundos cambios impuestos a nuestra civilizacion dcsdc el inicio del siglo'. lQue decir I "La civilizacion del siglo XIX naufraga. Este libro trata de los origenes politicos y economicos del acontecimicnto y de la gran lransfonnaci6n que Ie sucedi6. Esa civilizaci6n se apoyaba en cualro iustituciones. La primcra era eI sislema de equilibrio de fuerzas que durante un siglo pcrmitio evitar la deflagracion de grandes y dcvastadoras guerras entre las potcucias. La scgunda [ue el patron oro como


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entonces de la verdadera subversion que el mundo conoci6 a partir de finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando se inicio, por mediacion de la globalizacion, una fase enteramente nueva de la historia? Ciertamente, 10 que estamos viviendo ahora ha sido largamente preparado y el proceso de intemacionalizaci6n viene de lejos. El proyecto de mundializar las relaciones economicas, sociales y polfticas empieza con la extension de las fronteras del comercio a comienzos del siglo XVI, avanza intcrmitcntcmente a travcs de los siglos de expansion capitalista para finalmcntc ganar cuerpo en el momento en que se impone una nueva revoluci6n cicnufica y tecnica y en que las formas de vida en el Planeta sufren una repentina transformacion. Las relaciones del hombre con la naturaleza conllevan una transformacion, gracias a los formidablcs medios puestos a disposici6n del primero. Hubo cam bios cualitativos sorprendentes, el mas notable fue la posibilidad de conocer y utilizar todo a escala planetaria, convertida desde entonces en el cuadro de relaciones sociales. Ahora podemos hablar de mundializaci6n ya que antes se trataba de mera lntcmacionalizaciorr', Dado el nuevo alcance de la hlstoria, importa "revisar toda la estructura de los postulados y prejuicios en los cuales se asentaba nuestra vision del mundo", en palabras de G. Barraclough (1965, p. 10). Mas recientemente Katona y Strumpel (1978, pp. 2-3) critican la vision econ6mica poco influenciada por nuevas realidades, lamentando que factores referencia internacional que simbolizaba la organizaci6n unica de la economia mundial. La tcrcera era el mercado auto-regulado que gener6 un bienestar sin precedcntes. La cuarta era el Estado liberal. Scgun una cierta clasificacion, dos de ellas eran nacionales y las otras dos intemacionales. Juntas dcterminaron las grandes lineas de la historia de nucstra civilizacion". Karl Polanyi, The Great Transformation (1944) Boston, Beacon, 1957,p.2 2 "EI sistema capitalista fue siempre un sistema mundial. No podrernos comprendcrlo si excluimos la interaccion entre el efecto interne de una de sus partes y los efectos extern os sobre esa parte. Por eso la contribuci6n de aquellos que enfatizaron el papel de la periferia en el establccimiento del capitalisrno desde su inicio no es ni pequeiio ni complementario. C... )." Samir Amin, 1980, p. 187 "Aunque haya sido siempre un sistema mundial, el sistema capitalista paso por diversos niveles C... )". Samir Amin, 1980, p. 188.

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como las finanzas se estudien todavfa en un contexto puramente nacional, y no en su contexto global. La soclologia, tal como se fund6 en la segunda mitad del siglo XIX dcberla substituirse scgun A. Bergensen (1970, p. 1) por una "vision sistematica mundial", mas adaptada a las nuevas realidades. Pero l.Sera posible sostener que ese sistema mundial (A. Bergensen y R. Schoenberg, 1980), llarncsc sociedad mundial (Ralph Pettman, 1979) 0 sistema global, existe (G. Modelski)? Serra el resultado de todas las posibles interconexiones, entre las mas lejanas y diferentes sociedades nacionales, por fuerza de las nuevas condiciones de realizaci6n de la vida social; 0 sea, de una division mundial capitalista del trabajo, basada en el desarrollo de fuerzas productivas a escala mundial Y dirigida por mediaci6n de los Estados y las multinacionales 0 de las empresas transnaclonalcs', La unlvcrsalizacion del mundo puede constatarse en los hechos. Univcrsalizaclon de la producclon, que incluyc la producci6n agricola, los procesos productivos y el marketing. Universalizaci6n de los intercambios, del capital y de su mercado, de la mcrcancfa, de los precios y del dinero como mcrcancfa-patron, de las Iinanzas y de las deudas, del modelo de utilizaci6n de los recursos por medio de una universalizaci6n racional de las tccnicas", universalizaci6n del trabajo, e~ decir,

3 "En la fase del monopolio multiple transnacional, el desarrollo de las fuerzas productivas se dcsarrolla a eseala planetaria. La consccucncia de la division mundial capitalista del trabajo es al mismo tiempo una espccializacion avanzada y una intcgracion. La posibilidad concreta de localizar sectores, procesos, Iabricas, explotaciones economicas, de utilizar rcdes de transporte y comercializaci6n, de obtcner informaciones practicamentc instantancas de todas partes y proccsarlas elcctronicamcnte en esos centres cstratcgicamcntc distribuidos, de influenciar de rnancra dccisiva en las rcsolucioncs politicas nacionales 0 multinacionales, 0 de movilizar nipidamente funcionarios y agentes por todo el mundo; todo eso transfonna las corporaciones multiples en faetores poderosos de una compleja combinacion de las fuerzas productivas, con variables mueho mas numerosas y parametres opcracionales que acuian en varios nivcles de agrcgacion." M. Zavala, p. 43.

4 "C...) una triple universalidad: universalidad espaeial, universalidad cualitativa, univcrsalidad rclaeional". S. Breton, 1968, p. 112 "C...) La univcrsalidad rclaeional C...) concretamente C...) se define por la cornunicacion de todas las tccnicas que se rclacionan unas con otras en un afan de


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del mercado de trabajo y del trabajo improductivo, del ambiente de cmprcsas y de las economfas, de los gustos, del consumo y de la alimentaci6n. Universalizaci6n de la cultura y de los modclos de vida social, de una racionalidad al servicio del capital erigida en moralidad igualmente univcrsalizada, universalidad de una ideologfa mercantil concebida dcsdc el exterior, universalizaci6n del espacio, de la sociedad mundializada y del hombre amcnazado par una alicnacion total. Vivimos en un mundo donde la ley del valor mundializado rige la produccion total, por medic de las producciones y las tccnicas dominantes, las que utilizan cl trabajo cicnullco universal previsto por Marx", Con base en todas esas produccioncs, tambien es universal, y su rcalizacion depcndc en 10 sucesivo de un mcrcado mundial. l.Es complcta esa mundializacion? Para muchos, no habrfa, por ejcmplo, mundializacion de las clascs sociales (V. Navarro, 1982 y A. Bergensen, 1980, p. 10) ni una moralidad universal, asf csta tucra de los Estados, Si las empresas multinacionales crean sicmpre burguesfas transnacionalcs (R. L. Sklar, 1976), y si en todos los parses existen instituciones de naturalcza scmcjantc, las clases aun se dcfincn tcrritorialmcntc, de la misma mancra que las aspiraciones y el caractcr de un pueblo todavfa csuin en Iuncion de las herencias hist6ricas. Los Estados, cuyo nurncro se multiplic6 debido a las nuevas condiciones hist6ricas, constituyen un sistema mundial, pero indivldualrncntc son, al mismo tiempo. una puerta de entrada y una barrera para las influcncias cxogcnas, Su accion, aunque autoritaria, se aflrma en las rcalidadcs preexistentes y por eso jamas induce una mundializaci6n complcta de las estructuras profundus de la Naci6n. Pero esto no basta para impcdir que se hablc de globalizaci6n.

complemcntaricdad quc condiciona simuluincamcnte la posibilidad de su existcncia y la de su cficacia". s. Breton, 1968, p. 114. 5 "Marx utilizo de mancra explicita la catcgoria "trabajo universal" en relaci6n al trabajo cicntifico", Ernest Mandel, 1980. p. 132.

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1.2 ;,Un periodo tecnico-cientifico?

Es posible discrcpar en cuanto a la dcnominacion y a las caracterfsticas del actual pcrfodo hist6rico. Lo vivimos, pero no hay nada mas dlficil que dcfinir el presente. No obstante, sabemos de antemano que nuestra epoca implic6 una rcvolucion global todavfa inconclusa, pero cuyos efcctos son perceptiblcs en todos los aspectos de la vida. Como dice Lucien Goldman (1978, pp.185-186) "a partir de la Scgunda Guerra Mundial, se hace mas cvidcntc para los invcstigadorcs serios la existencia de un tercer tipo de capitalismo, con varias dcnorninaciones como: capitalismo de organizaci6n, sociedad de masas, etc. Se trata, siempre del capitalisrno, sin duda, pero con cambios cscncialcs". Esta cpoca nos sugiere tener presente la advcrtcncia de Marx, para quien "cl dcstino de las nuevas creaciones hist6ricas es el de ser considcradas Como una contrapartlda de las Iormas antiguas, y hasta mucrtas, de la vida social, a las cualcs se ascmcjan"," Crccmos, como tantos otros, que las perturbaciones que caracterizan esta rase de la historia humana provienen en gran pane, de los extraonlinarios progresos en cl campo de las ciencias y de las tccnicas. Estarfamos en el pcrfodo del capitalismo tccnologico, scgun L. Kaarpik (1972), 0 de la socicdad tecnol6gica, conformc a H. Lefevre (1971). Sin duda podcmos preguntamos, por un lado, si cl desarrollo econ6mico no dcpcndio siempre del progreso cicntffico (Tsuru, 1961; P. Jalcc, 1969; Ch. Bettelheim, 1967; R. Aron, 1961; J. Ellul, 1954), 0 rccordar como hizo E. Mandel (1980) que apcnas nos encontramos en la tercera rcvolucion crcntfflca: y por otra parte scrta bueno plantcar con Irccucncia la pregunta de R. Hcilbroncr (1967): "l.Las maquinas hacen la historia?". Estrin los que creen en una especie de detenninismo

6

Till' Paris

COmmlllll',

Moscou, Progress Publishers, 1970, p. 58.


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tccnologico y los que se ponen en guardia contra todo riesgo implfcito en la creencia de una "ilusion tecnologica". Preferimos la compafifa de estos ultimos, sin por clIo minimizar el papel fundamental dcscmpcnado por los progresos clentfficos y tccnicos en las transformacioncs acaecidas recientemente en el planeta. Esta "translormacion total de los fundamentos de la vida hurnana" de que habla Bernal habrfa sido imposiblc de otra forma." Ahora se plantca una verdadera interdependencia entre la ciencia y la tccnica, contrariamente a 10 que succdfa antes. De hecho, como observe R. Richta (1970, p.37), hoy "la ciencia precede ala tccnica", aunque su realizaci6n este cada vez mas subordinada a esta ultima. La tecnologfa de ahf resuItante se utiliza a escala mundial, donde s610 cuenta con una biisqucda desenfrenada de lucro, donde quiera que las condiciones 10 pcrmitan. Este es un dato fundamental de la situacion actual. El hecho de que la tecnologfa se haya convertido en un elemento exogcno para gran parte de la humanidad - ya scfialado por A. Herrera (in C. Mendes, 1977, p.159) - acarrea consecuencias de cnorme alcance, ya que su utilizaci6n universal, casi siempre sin rclacion con los recursos naturales y humanos locales, es causa de graves distorsiones. Ahora, todo eso s610 es posible porque el trabajo cientffico fue practlcamcntc puesto al servicio de la producci6n. La ciencia ticnc en adclante un papel productivo (1. Thibault,1967).

7 "Muchos historiadorcs se inclinaron a considcrar la tecnologfa como si tuvicse una importancia ocasional y hasta recicntcmcnte ignoraron su influencia. Otros cientificos socialcs como W.F. Ogburn fucron de hecho partidarios de un determinismo tecnologico que considcraba que la tccnologfa controla las fonnas socialcs y las nonnas culturalcs. La antropologa Leslie White dice explicitamcnte que 'los sistemas sociales' son verdaderamente secundarios y subsidiaries cn rclacion a los sistemas tccnologicos (...). La tccnologia scria, para ellos, la variable indcpendicute, y el sistema social 'Ia variable dcpendicntc". Victor Fcrkisss, 1970, p.37.

8 "(... ) cI tcrmino revolucion cicntffica y tecnica 10 propuso Bernal para designar la transformacion total de los Iundamentos de la vida humana, organicamcnte ligados a las transformacione s de la propia vida". R. Richta, 1970, p.43.

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1.3 Mundializacidn perversa y perversion de las ciencias

La mundializacion que se percibe es perversa (Santos, 1978). Conccntracion y ccntrallzacion de la economfa y del poder polftico, cultura de masas, cientifizaclon de la burocracia, fuerte ccntralizacion de las decisiones y de la Informacion, sirven de base para estimular las desigualdades entre parses y entre clases sociales, asf como para la opresion y desintegraci6n del individuo. De esta forma se comprende que haya correpondencia entre sociedad global y crisis global. Es igualmcnte comprensiblc, pero lamentable, que ese movimiento general haya alcanzado ala propia actividad cientffica. El redescubrimiento del Planeta y del hombre, es decir, la ampliacion del saber al respecto, son apenas dos terminos de la misma ecuaci6n. Esa ccuacion esta presidida por la producci6n en sus formas materiales e inmateriales. Los conocimientos acuian sobre los instrumentos de trabajo, imponicndolcs modificaciones no raramente brutales y produciendo males 0 bcneficios, scgun las condiciones de utilizacion. Cuando la ciencia se deja subordinar claramente a una tccnologla cuyos objetivos son mas cconornicos que sociales, se vuelve tributaria de los intereses de la producci6n y de los productores hcgcmonicos, y renuncia a toda vocacion de servir a la sociedad. Se trata de un saber instrumentalizado, donde la mctodologta substituye al mctodo. Un saber comprometido con intereses e institucionalizado en Iuncion de conocimientos estrictamente dclimitados, acaba por sufrir una Iragmcntacion cuyo resultado cs. no la autonomla deseablc de las disciplinas cicntfficas, sino su scparacion. La cvolucion cconomica agrava esa distancia y nos aleja cada vez mas de un enfoque global y de la vision crftica que este permite. Entonccs, el trabajo del cientffico se ve despojado de su contenido telcol6gico y debe realizarse scgun una optica puramente pragmatica para atender a los que exigen las investigaciones 0 dirigen las instituciones de ensenanza. Cuando el trabajo cientffico debe atender objctivos utilitariamcntc establccidos, tenemos ante nosotros el divorcio entre la teorfa y la practica (A. Gouldncr, 1976). De esto se


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desprende la posibilidad del cxito practice de las falsas teorfas (M. Bunge, 1968). He aquf porque se hablo, y con raz6n, de la perversion de la cicncia." En esc contexto, las ciencias sociales no son la excepci6n. El mismo movimiento tambien las dcformo y descaracteriz6. Nunca es excesivo insistir en el riesgo que representa una ciencia social monodisciplinar, sin intcrcs por las relaciones globales entre los diferentes vectores que constituyen la socicdad como un todo. Tal vez se pucde encontrar una de las principalcs causas de la crisis actual de las ciencias sociales en su insularidad. Buena parte de la producci6n intelcctual en ese campo desprecia los estudios mundialcs globalizantes. Esc atraso en relaci6n al mundo, es una de las pcculiaridadcs de ese desatino de las ciencias humanas. Incapaces de comprender la separacion entre principios y normas (A. Catemario, 1968, p.74), Y por eso mismo ernpobrccidas, no sorprende constatar las multiples fonnas de su sumisi6n a intereses, casi siempre no gloriosos, del mundo de la producci6n. Se sinian, algunas veces sin juicio crftico, al servicio del marketing, de aquello que se considcra relaciones humanas, de toda cIase de social engineering y de producci6n, amparados por las ideologfas (Michael Useem, 1976), y rcducicndo asf gradualmcntc sus posibilidadcs, De esc modo las ciencias sociales muestran un tendencioso intcrcs por las coruradiccioncs mas importantes: el Estado y las empresas multinacionales, el Estado y la naci6n, el crecimiento y el empobrecimiento, el este y el oeste, el desarrollo y el subdcsarrollo, etc., para ocultar las causas reales y los resultados previsibles de las conexiones entre fen6menos. Asf, al reducir su alcance y fragmentar su campo de accion, las ciencias sociales se intemacionalizan, volvicndose incapaces de una vision mundial crftica. Los excesos de 9 "Un rasgo notable del pcriodo actual es que los analisis vivamente criticos de la emprcsa cientffica provienen de universitarios respetables, cuyo radicalismo es moderado 0 nulo. Esa crftica de la cicncia, rcpetable y hecha desde el interior, expresa la nueva conciencia de la ciencia y cl abandono de su anterior scguridad, Cuando se consideran las decIaraciones de portavoces de la ciencia, se queda uno sorprendido por su caracter propagandfstico. EI cientifico era, para personas como T. Huxley (1894), von IIclmhotz (1893) 0 Karl Pearson (1892), un ejcmplo de las mayores virtudes intelectuales y morales", J. P. Ravetz, p. 79.

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especializaci6n y la pcrdida de ambici6n de universalidad son dos aspectos de una misma cuesti6n que permitcn su utilizaci6n perversa. La geograffa no escapa a esa tendencia. Desarrollada parcialmente bajo el signa del utilitarismo, y basada en la economfa ncoclasica - por 10 tanto aespacial- se vefa obligada a negarse a sf misma. Por eso cuenta entre sus debilidades con el hecho de no tener un objeto cIaramente definido y la pobreza tcorica y epistemol6gica sobre la cual reposa su practica. La inexistencia de un sistema de referencias mas solido, explica finalmente el papel de relevo que esa disciplina desempefi6 en la reorganizaci6n no equilativa del espacio y de la sociedad, tanto a nivel mundial como local. 1.4 Las posibilidades de las ciencias del hombre

Aunque marcado por actividades casi sicmpre dcsviadas hacia preocupaciones inmcdiatistas y utilitaristas, el actual pcrfodo hist6rico encierra igualmente el germcn de un cambio de tcndcncia. Si de una parte la ciencia se vuelve una fuerza productiva, se observa, porotra, un aumento de la importancia del hombre - es decir, de su saber - en el proceso productive. Esc saber permitc un conocimiento mas amplio y profundo del plancta, const ltuycndo un verdadero rcdcscubrimicnto del mundo y de las enonnes posibilidadcs que conticnc, pues la propia acLividad humana se revaloriza. S610 falta colocar esos inmensos recursos al servicio de la humanidad. Se trata de una tarea de gran envergadura, pero no imposiblc, que supone la cxistcncia de una ciencia autonoma, tal y como la dcfinio R. Wuthrow (1980, p.30). Por el momcnto, las condiciones locales de realizaci6n de la economfa intcmacional acaban por privilegiar al imperativo tccnologico, conjuntos tecnicos considerados fijos, ya que la propia ciencia econ6mica parece organizar sus postulados en funci6n de las ecuaciones tecnicas rfgidas. Cabe ahora llegar a una liberaci6n de ese imperaLivo tecnol6gico y subordinar las opciones tccnicas a finalidades mucho mas amplias que la propia economfa. Se ve que no se trata en


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absoluto de una cuestion tecnica ni del ambito de las ciencias exactas, pues el problema es respecto a las ciencias socialcs, cuya responsabilidad se ve asf aumentada. Aunque impuesta por necesidades historicas, el redescubrimiento de la naturaleza y del hombre debe atribuirse sobre todo a las disciplinas naturales, biologicas y exactas, 0 sea a las "ciencias", Eso sugirio en las "no cicncias", disciplinas del hombre y de la sociedad, un nuevo valor, todavfa insuficientemente cvaluado, en la construccion racional de la historia. Los nuevos conocimientos " cicntlficos" apuntan hacia el reino de 10 posible, m icntras que su rcalizacion concreta pertenece mas al ambito de las condiciones economicas, culturales y polfticas. Como el futuro no es iinico, pero debe ser escogido, son las ciencias sociales las que se transforman en ciencias de base para una construccion voluntaria de la historia. i,Como? Se trata de ampliar su base filosofica de tal modo que las preocupaciones teleologicas no constituyan obstaculo a la fiel transcripcion de los fcnomcnos, Las nuevas realidades son al mismo tiempo causa y consecuencia de una multiplicacion de posibilidades, potencialcs 0 concrctas, cuya multiplicidad de disposiciones son un factor de complejidad y de difcrcnciacion crecientes. No se trata aquf de adaptacion del pasado, sino de subversion de las concepciones fundamentales y de las formas de abordar los temas de analisis. Eso equivale a afirmar que cambian al mismo tiempo el contenido, el mctodo, las catcgorlas de estudio y las palabras claves. En cuanto promesa, el crccimicnto de las posibilidades se refiere al mundo entero y a toda la humanidad, pero la historizacion y la gcografizacion de las posibilidades cstan sujetas a la ley de las necesidades. La division de los ambitos no es siempre nltida, pero sc puede pensar que, en un mundo construfdo asl, son las ciencias del hombre las que avanzan. Adcmas, un siruimcro de combinacioncs, en adclante posibles, no son deseables; otras, lgualrncnte numerosas, no son convenientes en todos los pafscs 0 regiones.

2 La renovacion de una disciplina amenazada

La importancia actual del tcrritorio (para no hablar de espacio...) en la construccion de la historia puede indicarse por el crccicnte intcrcs que Ie dedican no solo gcografos sino tambicn, y cada vez mas, los urbanistas, los planificadores, cientfficos tan diversos como cconomistas, sociologos, etnologos, politicologos, hisloriadores, dcmografos, etc. Tanto Nels Anderson (1965, p.5) como, mas rccicntcmente, Pierre George (1982, p.l) scfialaron que el asf Ham ado objcto tradicional de la geograffa era tratado cada vez mas por varios espccialistas. "Nuestro objcto", 10 cstudiartan mejor otros, sc queja V. D. Dennison (1981, pp.27 1-272).1 Por otra parte, la geograffa que sucumbie a las seductoras exigencias del mundo de la produccion, i,no sera vfctima de una cspccializacion exagerada? Max SOITe, ya en 1957 (p. 10; pp. 35-36), hablaba de una amenaza de "dcsmcmbramicnto". J. Allan Palmore (1980) llamo la atencion sobre cstos riesgos y, a pesar de su csccpticismo, R. J. Johnston (1980) llcgo a sugerir que, tal como iban las cosas, la disciplina acabaria en anarqufa. La misma prcocupacion llcvo a Brian Berry (1980, p. 449) a decIarar, en su discurso presidencial de la Asoclacion de Gcografos Americanos, que nos cncaminabamos "del pluralismo ala pcrmisividad". i,Se puc de I La critica de V. D. Dennison (1981) es scvcra, Para ella nocion de region, que constituia el centro de la geograffa lradicional, fue substituida en la geografia modema por e1 estudio de conceptos e ideas. Pero esas "ideas y couceptos que ahora constituyen su base no son en absoluto cspccificos de la geograffa, y no seria raro que fucran tomados de otras disciplinas".


26/ Metamorfosis del espacio habitado

entonces decir, como afinna M. E. Eliot-Hurst (1980, p. 3), que se trata de una disciplina moribund a?. Se trata sin duda de una disciplina amenazada. Pero las amenazas vienen mucho mas de ella misma en su estado actual, que de las disciplinas vecinas. La cuesti6n se com plica cuando admitlmos, junto con R. J. Johnston (1980), que existen tantas geograffas como gcografos' 0 cuando reconocemos, con H. Lefebvre (1974, p.15) que "los escritos especializados informan a sus lectores sobre todos los tipos de espacios precisamente especializados (oo.) habrfa una multiplicidad indefinida de espacios: gcograf'icos, economicos, dcmcgraflcos, sociol6gicos, ecologicos, comerciales, nacionales, continentales, mundiales". Y. Lacoste (1981, p. 152) sintetiza hasta cicrto punta esos pareceres al escribir: "De hecho existen tantas concepciones del 'espacio gcograflco ' 0 del 'espacio social' como tendencias 'de escuelas' en gcografla, sociologfa 0 tccnologta: al final, existen tantas manera de ver las cosas como individualidades conduciendo una demarche cicntfflca (...)". Es evidente que existen diversas percepciones de las mismas cosas, porque existen diferentes individuos. Pcro, j,se debe por eso renunciar a la aproximaci6n de una definicion objetiva de las realidades? Contrariamcnte, no se sabrfa siquiera por donde empezar el trabajo cicntffico. Estarfamos siempre a merced de una ambigucdad. En efccto, para el asunto que nos interesa, es necesario transfonnar en uno s610 10 que parece ser un problema doble. Se trata de definir el espacio de la gcograffa, tanto si es una geograffa renovada 0 redefinida, y establecer asl su objeto y sus lfrnitcs.'

2 Alii donde Johnston afinna que todo 10 que los gcografos hacen es gcografia, Alain Bidaud, Maurice Blondeau y Anne-Marie Gerin (1978) prefieren pregunlarse: "i,Exislen tantas geografias como geografos?"

3 "Para lener un papel especifico y iitil, una cicncia ncccsita un campo de trabajo particular y tarnbicn de su propio conjunto de conceptos, i,Se puedcn definir las caractcristicas de las geografiasT' Arild lIoh-Jensen, 1981, p. 4.

La rcnovacion de una disciplina amcnazada / 27

2.1 En busca de un objeto: el espacio Un sistema de realidades, 0 sea, un sistema formado por las cosas y la vida que las anima, supone una lcgalidad: una cstructuracion y una ley de funcionamiento. La cxplicacion, es decir, su tcorfa, es un sistema construido desde una filosoffa cuyas categorfas de pensamiento reproducen la estructura que asegura el encadenamiento de los hcchos, Si la lIamaramos de organizaci6n espacial, estructura espacial, organizaci6n del espacio, estructura territorial 0 simplemente espacio, s610 cambiaria la denominaci6n y esto no es fundamental. EI problema es encontrar las categorfas de anallsis que nos pcrmitan su conocimiento sistematico, es decir, la posibilidad de proponer un analisis y una sfntcsis cuyos elementos constituyentes sean los mismos. Recientemente los ge6grafos perdieron mucho tiempo y ta\cnto en una discusi6n scmantica sin salida. Por ejemplo, algunos prefieren hablar de espacialidad 0 hasta de espacializaci6n de la socicdad, rechazando la palabraespacio, asf se tratc del espacio social. Sin embargo, la rcnovacion de la gcograffa pasa por la depuraci6n de la nocion de espacio y por la invcstigacion de sus catcgorfas de analisis, Cuando Armando Correa da Silva (1982, p,52) enuncia que no hay geograffa sin teorfa espacial consistente, afirma tambicn que esa tteorfa espacial consistente" s610 es valida analfticamcnte si se dispusiera de un "concepto referente a la naturaleza del espacio". EI espacio no es ni una cos a ni un sistema de cosas, sino una rcalidad rclacional: cosas y rc\aciones juntas,' Por esto 4 "Es importantc considcrar los Ires modos por los cualcs eI espacio pucde conccptualizarse. En primer lugar, el cspacio pucde ser visto dcsde un sentido absolute, como una cosa en si, con existcucia espccffica, dctcrmiuada, de manera unica, Es el espacio del agrimcnsor y del cartografo, idcutificado mediante un cuadro de referencia convcncional, e specialmcntc las latitudes y longitudes. En segundo lugar, hay un espacio relative, que pone de relieve las rclaciones enlre objetos y que ex isle solamcnte por el hccho de que esos objetos existan y estcn en relacion unos con otros, Asi, si tuvicramos Ires localidades A, B. C, las dos primeras fisieamente proximas, rnientras que C esui mas lejos pero dispone de mcjorcs medics de transporte hacia A, es posible afirmar en tcrminos relatives espacialcs, que las localidades Aye estan mas proximas entre si que A y B. En tercer lugar esta el espacio relacional, donde el espaeio es


28/ Metamorfosis del espacio habitado

su definici6n s610 puede situarse en relaci6n a otras realidades: la naturaleza y la sociedad, mediatizadas por el trabajo. Por 10 tanto, no cs, como las definiciones clasicas de geograffa, el resultado de una interacci6n entre el hombre y la naturaleza bruta, ni siquiera de una amalgama formada por la sociedad de hoy y el medio ambiente. El espacio debe considerarse como el conjunto indisociable del que participan, por un lado, cierta disposici6n de objetos gcograficos, objetos naturales y objetos sociales, y por otro, la vida que los llena y anima, la sociedad en movimiento. El contenido (de la sociedad) no es independiente de la forma (los objetos gcograficos): cada forma encierra un conjunto de Iormas, que contienen fracciones de la sociedad en movimiento. Las formas, pues, tienen un papel en la realizaci6n social. En cuanto totalldad, la sociedad es un conjunto de posibilidades. La totalidad, afirma Kant, es la "pluralidad considerada como unidad" 0 la "unidad de la diversidad", scgun A. Labriola (1982) YE. Sereni (1970). Esa unidad no es mas que la esencia nueva 0 renovada, cuya vocaci6n consiste en dejar de ser potencia para volverse acto. Este contenido - la esencia - puede equipararse a una sociedad en marcha, en evoluci6n, en movimiento. 0, mejor, a su presente todavta no realizado. EI contenido corporificado, al ser transformado en existencia, es la sociedad incorporada a las Iormas gcograflcas, la socicdad transfonnada en espacio. La fenomenologfa del espfritu de Hegel serfa la transfonnaci6n de la sociedad total en espacio total. La sociedad serfa cl ser; y el espacio, la existencia. El ser se metamorfosea en existencia por mediaci6n de los procesos impuestos por sus propias detcrminacioncs, las cuales hacen aparecer cada forma como una forma conteuido, un individuo separado capaz de influcnciar el cambio social. Es pcrcihido como contcnido, y representa en el interior de si mismo otros tipos de rclacioncs que existen entre objctos (...)". A. L. Mabogunjc, 1980, p.52. La lercera acepci on de espacio de Mabogunjc se ace rca a la definicion de gcografia dcl japones K. Takeuchi (1974, pp. 2-3): "Pensamos que la geografia humana actual debe considcrarse como el estudio de los principios de organizacion espacial de las actividades hurnanas 0 aun como el analisis de los mecanismos y de los procesos que regulan el sistema espacial de actividadcs humanas intcgradas".

La renovacion de una disciplina amenazada /29

un movimiento pcrmancntc, y, por esc proceso infinito, la sociedad y el espacio evolucionan contradictoriamente (Santos, 1983, pp.43-46).

2.2 Importancia actual del espacio La globalizaci6n de la sociedad y de la economfa genera la mundializaci6n del espacio gcografico, y le otorga un nuevo significado (S. Amin, 1980, p.226). En la evoluci6n de la sociedad, cada uno de sus componentes ticnc un papel difercnte en el movimiento de la totalidad, yel rol de cada uno es distinto cada momento. El espacio asume hoy en dfa una importancia fundamental, ya que la naturalcza se transform a en su totalidad, en una forma productiva (G. Prestipino, 1973, 1977, p.181). Cuando las necesidades del proceso productivo llegan a todos los lugares, de manera directa 0 indi recta, se crean paralclamcntc selectividades y jerarqufas de utilizaci6n con la compctcncia activa 0 pasiva entre los diversos agcntcs. En consequencia, se plantca una reorganizaci6n de las funciones entre las diferentes fracciones del territorio. Cad a punto del espacio adquiere entonces importancia, efectiva 0 potfncial, que se desprende de sus propias virtualidadcs, naturales 0 sociales, prccxistcntes 0 adquiridas scgun intcrvcncioncs selectivas. Al mundializarse la producci6n, las posibilidadcs de cada lugar se afirman y se diferencian a nivel mundial, Dada la creciente intemacionalizaci6n del capital y el ascenso de las empresas multinacionalcs, se obscrvara una tcndcncia a la fijaci6n mundial - y no nacional - de los costes de produccion y a un equilibrio de las tasas de bcncficios gracias a la mobilidad intemacional del capital (E. Mandel, 1978, pp. 187足 188), al mismo tiempo que la busqucda de lugares mas rentablcs sera una constante. Por esta raz6n las di ferenciaciones gcograficas adquieren una importancia cstratcgica fundamental, como advierte Y. Lacoste (1977. p 147). Se pucdc escoger a distancia cl lugar ideal para una cmprcsa concreta. Ross, Shakow y Susman (1980) recucrdan a proposito, que actualmcntc los


30/ Metamorfosis del espacio habitado

proyectos locales cstan subordinados a restricciones de naturaleza mundial, Se pucdc, pues, dccir con respecto a esas nuevas rcalidadcs, que tales especializaciones en la utilizaci6n del territorio -scan originalmente naturales 0 culturales, 0 provengan de intervenciones polfticas y tccnicas- significan un vcrdadcro rcdcscubrimicnto de la Naturaleza 0 por 10 menos una revalorizaci6n total, en la cual, cada parte, es dccir, cada lugar, recibe un nuevo rol, gana un nuevo valor. Como el fcnomcno es general, se podria decir que en esta rase de la historia se ali rma cl caractcr gcografico de la sociedad, al cual se rcfcria ya en 1957C. van Paasscn.' El hombre alcanza finalmente un conocimiento analftico y sintctico de toda la Naturaleza y adquicrc la capacidad de utilizar de una forma general y global las cosas que lc rodcan. A partir del momenta en que la Naturalcza sc define de una forma nueva y sus relaciones con cl hombre se renuevan, se vuclve necesaria una rcnovacion de las disciplinas que la cstudian. Para la gcograffa. se trata de nuevas perspectivas y de una capacidad innovadora de trabajar con leyes universales. 2.3 Hacia una geografia global

Pero.. la gcograffa Lya 110 era global? En cl siglo XIX, K. Ritter y Vidal de la Blache hablaban de la unidad de la tierra. Un autor como K. Boulrling (!966, p. 108), aunque economista, no duda en afirmar que la geograffa es. entre todas, "la disciplina que intcrprcto la vision del cstudio de la Tierra como un Icnorncno global". Pero en un artfculo rccicruc, V.D. Denison (1981, pp.271-272) parccc responder afirmativa y negativamentc a la pregunta, aunque para lSI esa disciplina sea sinonimo de cstudios niundialcs. Una cosa es la ambici6n de , "La cicncia gcografrca ticue una base I cnomcnokigica, 0 sea, ticne su origcn en una conciencia geogratic a y vuclve a la socicdad mas conscicute de la gcograffa. Por otra parte, sin embargo, cl dcspertar de la cicncia gcografica dcpcnde de 101 cxistencia de una coucicncia gcogr.ifica nalural y prccicnufica. Los gcografos y la cicncia gcografica no pucden cxi-tir Sll10 en una socicdad dOlada de' una sensibilidad geogrMica" C.Villl Paassen, 1957,1'.21 eilado porOlavi GnUlo, 1981,1'22.

La renovation de una disciplina amenazada / 31

conseguirlo, 0 sea la voluntad de abarcar la totalidad de los Icnorncnos y traducirlos en Iormulacioncs cicntfficas: otra, lograrlo." La vlcj.t trudicion de las escuclas nacionales de gcografta, 0 por 10 menos las premisas historicas de la cvolucion de la cicncia gcografica en los divcrsos contextos nacionalcs, Iuc tJI vez un obstaculo para que se alcanzara un nivcl de cstudios gcogrdficos globales. Es cierto que el problema de la globalizacion se ha rcsuclto mcjor, y dcsdc hace mucho ticrupo, en cl ambito de 10 que se llama geograffa ffsica", mientras que en la csfcra de los hcchos socialcs fue mas diffcil. En cfccio, en este ambito los csfucrzos de tcorizacion diffcilmente superan el cstado cmbrionario, y esto cuando no son Irancamcntc pobres 0 se qucdan en el simple discurso, La intcmacionallzacion de la cconomta pcrmitio hablar de ciudadcs mundialcs, vcrdadcros nudos en la cadcna de relaciones multiples que dan estructura a la vida social del Plancta". En vcrdad, todo cl cspacio se mundializo y ya no existe un unico punta en el globo que se pucda considcrar aislado, La teorfa gcografica dcbcrfa entonces construirse dcsdc una perspectiva mas amplia. J. F. Unstcad, indicaba ya en 1950 la ncccsidad de haccr una "gcograffa mundial" 0 una "geograffa global". Pero los proyectos formulados en esc sentifio no Iuncionaron, Al oscilar entre la dcscripcion y la gcncralizacion, dcsdc la aruigucdad hasta el siglo XIX, la geograffa nunca pudo

6 Rccicntcmcntc, un autor como J, E. McConnell (1982, 1'1'.1633.1(34) se quejo de no habcrse conscguido cstablcccr todavia sisrcmaticamcntc las rclacioncs existcntcs entre cl comportamicuto intcnacional de los si-temas industriales y las Iormas cspacialcs. 7 Scgun Varopay (1978.1'.616) la volunlad de obtcner un conocimicnto global del Plancta habra empezado en los aiios trcinta, "cuando sc inicia la c.rplotacion mundial del oceano y 101 investigucion alcanza una escala mundial",

8 Autorcs como J. friedman (1982) reclJl'eran cucsr.one s como la de las "ciudadcs globules". asunto que intcrcso a cspccialisras de las ma, diversas disciplinas como llleodor von Lane (1969), Stephen II. Hymer (1971). G. Modelski (1972), 0, A. Heenan (1977) y tanros otros. EI hccho, sin embargo, es que no solamcnte las grandcs metr6polis son aclualmenle ciudaJ<.>s-.gIOOaIe"i 101 eiudad HUISl',e'fOOHa.lamb'en 10 es En rcalidad, es el espacio que se vol-.i'i6glob.if,'rtl,ullMill:X1do (S'lni(Js'; I 978j.

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30/ Metamorfosis del espacio hubitado

proyectos locales estrin subordinados a restricciones de naturalcza mundial. Se pucdc, pues, decir con respecto a esas nuevas rcalidadcs, que tales especializaciones en la utilizaci6n del territorio -scan originalmente naturales 0 culturales, 0 provengan de intervenciones polfticas y tccnicas- significan un verdadero rcdcscubrimicnto de la Naturalcza 0 por 10 menos una rcvalorizacion total, en la cual, cada parte, es dccir, cada lugar, recibe un nuevo rol, gana un nuevo valor. Como el fcnorncno es general, se podrfa decir que en csta fase de la historia se afirma el caracicr gcografico de la socicdad, al cual se rcfcrfa ya en 1957C. van Paasscn.' EI hombre alcanza finalmente un conocimicnto analltico y sintctico de toda la Naturalcza y adquicrc la capacidad de utilizar de una forma general y global las cosas que lc rodcan. A partir del momento en que la Naturalcza se define de una Iorma nueva y sus rclacioncs con cl hombre se renuevan, se vuclvc ncccsaria una rcnovacion de las disciplinas que la estudian. Para la gcograffa, se trata de nuevas perspectivas y de una capacidad innovadora de trabajar con lcyes univcrsalcs. 2.3 "ada una geografia global Pero.. la gcograffa Lya 110 era global? En cl siglo XIX, K. Ritter y Vidal de la Blachc hablaban de la unidad de la tierra. Un autor como K. Boulding (1966, p. 108), aunque economista, no duda en afirmar que la gcografta es. entre todas, "la disciplina que interpret6 la vision del cstudio de la Tierra C01110 un Icnomcno global". Pero en un articulo rccicntc, V.D. Denison (1981, pp.271-272) parccc responder alirmativa y ncgativamcntc a la prcgunta, aunque para 61 esa disciplina sea sinonimo de cstudios mundialcs. Una cosa cs la ambici6n de , "La cicncia geognifica ticnc una base tcnomenologica, 0 sea. ticne su origen en una concicncia gcog ral ica y vuclve a la socredad mas conscicrue de la geograffa. Por otra parte, sin embargo. cl dcspcrtar oe la ciencia geografica oepenoe oe la existencia oe una conciencia geogrifica natural y precienlifica. Los geografos y la ciencia geografica no pueoen exi,tir SIllO en una socieoao ootaoa 0:' una sensibihoao geografica" Cyan Paassen, 1957,1'.21 citaoo por Olavi Gr;uto, 1981, P 22.

conscguirlo, 0 sea la voluntad de abarcar la totalidad de los Icnomcnos y traducirlos en Iormulacioncs cientfficas; otra, lograrlo." La vic.]: tradicion de las escuelas nacionales de gcografta, 0 por 10 menos las premisas hist6ricas de la cvolucion de la ciencia gcografica en los diversos contextos nacionalcs, Iuc tJI vez un obstaculo para que se a1canzara un nivcl de cstudios gcogrtificos globales. Es cierto que el problema de la g!obalizaci6n se ha rcsuclto mcjor, y dcsdc hace mucho ticmpo. en cl ambito de 10 que se llama geograffa Ilslca", mientras que en la csfcra de los hcchos socialcs fue mas diffcil. En efecto, en este ambito los csfucrzos de teorizaci6n diffcilmente superan cl estado cmbrlonario, y esto cuando no son Irancamcntc pobres 0 se quedan en cl simple discurso. La intcrnacionalizacion de la cconomfa permiti6 hablar de ciudadcs mundialcs, vcrdadcros nudos en la cadena de rclacioncs multiples que dan csiructura a la vida social del Plancta". En vcrdad, todo cl cspacio se mundializ6 y ya no existe un iinico punto en cl globo que se pucda considcrar aislado,

La tcorta gcografica dcbcrfa entonces construirse dcsdc una perspectiva mas amplia. J. F. Unstcud, indicaba ya en 1950 la ncccsidad de haccr una "gcograffa mundial' 0 una "gepgraffa global". Pero los proyectos Iormulados en esc scntido no Iuncionaron. Al oscilar entre la dcscripcion y la gcncralizacion, dcsdc la antigucdad hasta cl sigJo XIX, la geograffa nunca pudo

6 Rccicntcmcntc, un autor COIllO J. E. McConnell \ 1982, PI'. 1633路1634) se qucjo de no habcrse conscguido establecer todavia sixtcmaticamcntc las rclaciones existcntcs entre cl comportamicnto intenacional de los si-tcmas indus.rialcs y las fonnas cspacialcs, 7 Scgiin Varopay (1978, 1'.616) la voluniad de obicucr un co.iocimicnto global del Planeta habra cmpczado en los alIOS lreinla, "cuando se inicia la c.cplotacion mundial del oceano y la invest igacion akanza una escala mundial",

8 Autores como J. Friedman (1982) recuperan cuc st.one s como la de las "ciudades globules", asunto que intcrcso a cspccialisias de las mas diversas disciplinas como llleooor von Lute (1969), Stephe/l I l. IIYlller (1971), G. Mooelski (1972), D. A. Heenan (1977) y tantos ot ros. EI hecho, sin embargo, es que no solalllenle las granoes metropolis son actualmenle c;uO;Wc.拢-.g-Ie9a~Sila ciuoao \luis pe<fOOHa-l<Imblcn 10 cs En realioao, es el cspacio que sc vol~io glob.if.'mu,l<l!;iI:XldJ (S'an\ds~ 1978).

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32 / Metamorfosis del espacio habitude

describir la tot alidad, ni huir de las generalizaciones frecuentemente inconsistcntcs. A finales del siglo pasado y comicnzos de cstc, asumc una voluntad de teorizaci6n -0 por 10 menos de indcpcndcncia cicntffica- con la postulaci6n de principios. Sin embargo, todavfa no se conoce bien el Planeta y un gran ruimcro de otras ramas del conocimiento apenas empiezan a dcspuruar. No obstante, con un gran csfucrzo, la geograffa procura establecerse como ciencia, aunque sin conseguirlo por complcto. La raz6n de esos fracasos no se debe al talento de los ge6grafos, sino al hccho de que todavfa no existen las condiciones hist6ricas, y consecuentemente surgen dilicultadcs para elaborar una teorfa gcografica, En el transcurso de este siglo, mientras el debate sobre la vcrdadcra naturaleza de la geograffa se confundc con el de sus pretensiones cicntfflcas, se dejan de lado preocupaciones epistemol6gicas mas s6lidas. Incluso los csfucrzos realizados dcspucs de la Segunda Guerra Mundial no consiguieron sino una parte limitada de los objetivos perseguidos. Crccmos, sin embargo, que es justamente ahora cuando se reunen las condiciones para construir esa geograffa global y tambien te6rica, tan buscada dcsdc hace un siglo. 2.4 Globalizucidn y empirizaclon de las categorfas Ahora que el mundo sc mundializ6, lCluC porvenir ticnc la gcogralfa? No hay duda de que el rnundo sicmprc Iue uno solo. Sin embargo, como dijirnos, no era posiblc percibir la unicidad, cxccpto en algunos Icnorncnos de alcance mas general y fuera del ambito social. Actualmente, con la intemacionalizaci6n de las tccnicas, de la producci6n y del producto, del capital y del trabajo, de las modas y del consumo, la mundializaci6n de las relaciones sociales de todo tipo (cconornica, Iinancicra, polftica...) es la garantfa de univcrsalidad que permite comprcndcr cada fracci6n del espacio mundial en Iuncion del espacio global. Solamcruc a partir de esta univcrsalidad -una univcrsalidad empfrica- ciertas categorfas filosoficas pucdcn

transcribirse, con todo su significado, en un lenguaje geografico. Es el casu de las categorlas de universalidad, particularidad y singularidad, asf como de las de forma, funcion, proceso y estructura -esta ultima como sinonimo de escncia, 0 sea, trabajando la oposicion, no muy asimilada entre gcografos, entre paisaje y sociedad 0 entre paisaje y espacio. En adclante, la geograffa esta preparada para superar la "palcodialcctica" de las geograffas clasicas y tambien actuales. Al igual que la "ley cero" de la dialcctica propuesta por E. Marquit (1981) -la ley de la interconcccion universal 9_ es verificable ernpfricamente, el rol de la contradiccion en el proceso de elaboracion del conocimiento, tan justamente resaltado por Sean Sayers (1981-82), adquiere toda su fuerza. Hemos llegado a este punto porque el proceso de intcrnacionalizacion iniciado hace casi cinco siglos se convirtio en un proceso de mundializaci6n. Hasta entonces, la totalizacion con que podfamos trabajar se encontraba en un principio al nivel del espfritu y se afinnaba incompletamente en los hechos. Actualmente ella ocurre primero en los hechos y relaciones y dcspues en el espfritu, Se puede decir que los grandes universalcs se empirizan cuando, por una parte, la ejccucion practica de las tccnicas es indcpcndicntc del medio que las acoge y por otra, el conjunto de las tecnicas utilizadas es potencialmente el mismo. La independencia de las tecnicas fre nte al medio y la mundializaci6n del rnodelo tccnico hacen de la tecnica un verdadero universal concreto (Ladriere, 1968, pp.216-217, Y Breton, 1968, p.114), instrumento de creciente solidaridad entre momentos y lugares. Estamos ante un conjunto tccnico 9 E. Marquit (1981. pp. 309-310) recuerda que en los escritos de filosofia marxista-Ieninista se encuentran generalmente tres leyes de la dialectics. Y aiiade una cuarta, la que llama Ley Cero 0 Ley de la lntcrconexion Universal. enunciada asi: "Todas las cosas estan ligadas a las dermis por infinidad de conexiones. La ley de la interconexion universal es la base para el concepto mateJialista dialectico de unidad del mundo y su conocimiento. Una excepcion cualquiera a la interconexion universal significaria que cxisten segmentos de la realidad objet iva desconectados del resto, 0 sea, no estarian asociados a ningun Ienomeno (00')' La Ley de la interconexion Universal es aI mismo tiempo una afirmacion dialectica de la independencia relativa de las cosas y de los procesos, porque el verdadero concepto de interconexi6n de las cosas y de los fenomenos sugiere tambien su separacion relativa (00')'"

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34 / Metamorfosis del espacio habitado

homogcnco, convertido en sistematico porque ha sido dirigido y revitalizado por relaciones intemacionalcs mundializadas y, por consiguiente, tambien unificadas. En este escenario acuian las instituciones supranacionales, las empresas multinacionalcs y los grandes organism os burocraticos centralizados, que existen gracias a la expansion mundial de los medios de transporte y de comunicaci6n. El valor universal del modo de produccion representa actualmcnte la base material para llegar a conceptos universales. Samir Amin (1980, p.4) afirma que son generalmente validos los conceptos cuya posibilidad de aplicaci6n es general, y recuerda que el modo de produccion feudal no tiene forzosamente validez universal, en la medida que fue extraido de una parte de la historia y de Europa. Por otra parte, considera que Marx no puede considerar ciertas leyes universales a causa de su limitada experiencia sobre luchas sociales y a la ignorancia entonces generalizada sobre los parses no europeos. Tal vez no sea exactamente asi, pero como en su cpoca la intemacionalizaci6n todavfa no habla alcanzado el cstado de desarrollo conocido actualmcnte, la extraccion de categorfas universales era casi siempre imposible. La cantidad de relaciones implicadas en el Iuncionamicnto de la sociedad, de la econornfa y de la polftica aumenta exponencialmente, de manera que el juego de variables ligadas a un objeto 0 fcnomcno es actualmente mas bien amplio. Las grandes generalizaciones, por 10 tanto, son no s610 posibles sino necesarias, volvicndose al mismo tiernpo mas sistcmaticas y mas en consonancia. Debemos recordar que su base es empfrica. Asi, podemos volver al tcrna de la geograffa como "ciencia de los lugares", a la que se relacionan nombres como Vidal de la Blache y C. Sauer, 0 al replanteamiento de esa misma discusion, con el debate sobre la uniqueness, en que se involucraron, entre otros, Hartshorne (1955), Preston James (1972), Schaefer (1953), Gourou (1973), D. Grigg (1965), Kalisnik (1971), Bunge (1966 y 1979), etc.. Cuanto mas se mundializan los lugarcs, mas se vuelven singulares y espccfficos, es decir, "unicos". Esto se debe a la cspccializacion desenfrenada de los elementos del espacio 足

La renovacion de una dtsciplina amenazada /35

hombres, emprcsas, instituciones. medio ambicntc - a la disociaci6n sicmpre creciente de los procesos y subprocesos necesarios para una mayor a.umulacion de capital, y a la rnultiplicacidn de las acetones que hacen del espacio un c..mpo de fuerzas multidireccionalcs y multicomplejas, donde cada lugar es extremadamente distinto del otro, pero tambicn claramcnte unido a todos los dcmas por un nexo unico, que prov ene de las fuerzas motrices del modo de acumulacion hcgemonicamcntc universal. Tendrtamos asf esa totalidad concreta, perceptible a travcs de una dialcctica concreta, como la que nos prcscn.a G Lukacs en Historia y Conciencia de Clase (1923, 1960) Y Karel Kosik en Dialectica de 10 Concreto (1963, 1967). Ya no se puede hablar de contradicckin entre uniqueness y globalidad. Ambos se completan y explican mutuamcntc. Ellugar es un punto del mundo donde se realizan algunas de las posibilidades de estc ultimo. Ellugar es parte del mundo y dcscmpcna un papel en su historia, 0 para citar a Whitehead (1938, p. 188), "cualquier agitacion local sacude al universo entero". El mundo siempre fue un conjunto de posibihdadcs. Hoy, sin embargo, tales posibiliclades cstan intcrrclacronadas y son intcrdcpcndicntcs 2 5 Por una geografia renovada

Actualmente, como vimos, las tccnicas se utilizan en todas partes SIn considerar los sistemas locales de recursos naturales y humanos, y se superponen a realidades economicas y socialcs diferentes. Los resultados, creadores de distorsiones y desigualdades en cualquicr lugar, imponen a cada uno de cllos combinaciones particulares, que son otras tantas fonnas espccfficas de complejidad de la vida social. El problema, por 10 tanto, consiste en reconocer el efecto de esas superposiciones en la existencia de cada sociedad. EI puente a establccer entre posibilidadcs planteadas y el acto de construir una nueva historia vcndra del ambito de las combinaciones variables de los datos encontrados en la propia complejidad social. De ahf la renovada importancia de las


36 I Metamorfosis del espacio habitado

ciencias del espacio del hombre, es dccir, de la geograffa, si se desea dominar correctamente las fuerzas de que, en adelante, se dispone. Frente al anLiguo plantcarnicnto, el nuevo stock multiplicado y diferenciado de los conocimientos y de las posibilidades, irnplica una subvcrslon general para el conjunto de las ciencias, con la nueva division y modificaci6n de los territorios cientfficos, la crcacion de nuevas disciplinas y la renovaci6n de las ya existcrucs. Las ciencias deben renovarse desde las realidades que condicionan su desarrollo y para responder a su desaffo. Este desaffo se define sobretodo por las nuevas relaciones ya establecidas, 0 posibles, entre una sociedad transfonnada en universal y los recursos mundiales. Para la gcograffa, el hecho nuevo y dominante es 10 que se puede denominar madurez historica, 0 sea el conjunto de nuevas infonnaciones que 141 historia del mundo impone a la disciplina. Para los gcografos, profesionalmente preocupados por el espacio del hombre, la nueva situaci6n es apasionante. Por una parte, su campo de intcrcs se amplfa, pues el espacio gcografico se vuelve, mas que nunca, clcmcnto fundamental de la aventura humana. Por otra, la mundializaci6n del espacio crea las condiciones -hasta aquf insuflclcntcs- para establecer un cuerpo conceptual, un sistema de referencia y una epistcmologfa, recurso de trabajo que siempre falL6 a esa disciplina y que limite su campo de estudio a 10 largo de este siglo. La universalidad es una garantfa, pues asegura la posibilidad de comprender mejor cada fracci6n del espacio mundial, en funci6n del espacio global, y pcrmitir, aSI, el rcconocimicnto e interpretacion de las intervenciones sucesivas, mientras paralelamente se construye una ciencia crftica. Eso no era posible antes de que el planeta se mundializara realmente; es decir, antes de ser el el objcto, en cada uno de sus puntos, de la accion de variables cuya dimension es planetaria.

3 Metamorfosis del espacio habitado

Espacio habitado y ecumene son sin6nimos. Estas expresiones forman parte dellcnguaje de la geograffa y de otras disciplinas que estudian el tcrritorio, pero ya se han integrado al vocabulario del hombre conuin. Actualmente, como afinnaba hace afios el gran ge6grafo frances Maximilien Sorre, "el hecho capital es la ubicuidad del hombre", capaz de habitar y explotar los lugares mas rcconditos del planeta. Se podra, sin duda, recordar los viajes interplanetarios y el paseo del hombre sobre la Luna como conquistas recientes del genio de la especie. Pero la tierra, sigue siendo la morada del hombre. La cucstlon del espacio habitado puede abordarse desde un punta de vista biologico, por el reconocimiento de la adaptabilidad del hombre como individuo a las mas dlversas altitudes y latitudes y a los climas mas diversos, a las condiciones naturales mas extremas. Otra forma, es considerar al ser humano no como individuo aislado, sino como un ser social por excclencia. La raza humana se extiende, se distribuye y ocasiona sucesivos cambios dcmograficos y sociales en cada contincntc (pero tambien en cada pais, en cada region y en cada lugar). El Icnomcno humano es dinamico y una de sus formas de afirmarlo esta cxactamcntc en la transfonnaci6n cualitativa y cuantitativa del espacio habitado. 3.1 La expansion de la poblacion mundial La poblacion mundial tard6 varios milenios antes de lograr, en estos dos iiltimos siglos, un proceso de crecimiento sustcntado, Antes, 141 curva de la poblaci6n total, como la de los


38/ Metamotfosts (1ÂŁ1 esparto habltado

diversos continentes, regiones 0 parses, oscilaba considerablemente y, sobre todo, a remolque de los Iactorcs naturales. Cuando fue posible trasladar y adaptar especies vegetaIes y animales de un lugar a otro, los ricsgos de hambre a causa de cosechas dcsastrosas, drsrninuycron, Los progresos de la navegaci6n pcrmiticron que, mayores y mas veloces barcos, posibilitaran cl transportc de un continente a otro de grandcs cantidadcs de ccrcalcs y de came, al aparecer los navfos frigorfficos. Los avances de la industrial izaclon y su repercusi6n mundial logran un progresivo aumento del bienestar, aunque dcslgualmcntc distribuido. Los adclantos en mcdicina, lcntamcruc obtcrudos en los srglos antcriorcs. se mulliplican a partir de Finales del siglo XIX. Entonccs el crecimiento dcrnograflro . e estabiliza gracias ala caida de la mortalidad y a la normalizacion 0 aumento de la natalidad. Es mas, estos ultimos fcnomcnos son mucho mas sensibles en los parses "nuevos" 0 "subdcsarrollados", De la lncstabilidad de la curva dcmograflca pasa. lOS a un crecimiento galopante de la poblacion mundial. La acclcracion de la expansion demografica es acumulativa. Entre el ncolitico, cuando hubo la gran revolucion que genera al homo sapiens, hasta los ini.Ios de la cristiandad. un pcrlodo que se calcula en nnlcnios, ("tres? "cinco?), la poblaci6n del Plancta apenas se dupl.ca, pasa de cien 0 ciento veinte millones, a doscicntos cmcucnta m'lloncs de habitantes Para que la poblacion se duplicara otra vez, Iucron necesarios casi quince siglos. entre la cpoca romana y el reinado de luis XIV, cuando los cfcctivos humanos sumaban quinientos millones, para alcanzar quimcntos cuarenta y cinco millones en 1750. 1 a nueva duplicacion del stock humano se da en apenas un siglo, pues hacia 1850 habfa entre m I cien millones y mil doscicntos millones de personas. Dcsdc que Bismarck y Cavour construyen la urudad de Alcmarua e Iialia y cl I'm de la Scgunda Guerra Mundial, la poblaci6n vuclve a duplicarse, y en 1950, alcanza los dos mil cuatrocientos nulloncs. Dcsde entonces la progrcsion es prodigiosa. Quince afios dcspucs, en 1965 contabilizamos trcs mil quinientos nulloncs de habitantes sobre la faz de la tierra Hoy en dfa, somos aproxirn..damcntc cinco mil quinientos nulloncs y se adrnite que en el cambio de siglo,

Metamorfosis del espacio habitado /39

la sociedad humana estara Iormada por casi seis mil quinicntos millones de seres humanos. 3.2 Heterogeneidad del espacio habitado

La cvolucion global de la poblacion mundial solo puede comprenderse en su totaIidad si consideraramos al menos tres datos esencialcs. Primcro, la distribuci6n de la poblaci6n en las diversas areas del globo y en cada pafs evoluciona de forma desiguaI. Dcspucs, como eso apenas es el resuItado del exceso de nacimientos sobre el de muertes, tenemos que considerar las migracioncs internas e internacionales, cada vez mas frecuentes. Pero tambicn, las porciones del territorio ocupadas por el hombre camblan de forma desigual de naturaleza y composici6n, y cxigen una nueva definicion. Las nociones de esp acio habitado, y de tierra habitada se yen aIteradas brutalmentc dcspucs de la Revolucirin Industrial y, especiaImente, dcspucs de los afios 50. Mientras que Europa y la parte asiatica de la antigua Uni6n Sovictica tardaron un slglo, entre 1860 y" 1960, en duplicar su poblacion, Asia y Africa obtuvieron cl rnismo rcsultado en sesenta anos: en cuarenta, America del Norte;p en trcinta, America del Sur. En cuanto a Brasil, entre 1890 y 1920 la poblaci6n crece mas del doblc en trcinta afios y se triplica en los cuarenta aftos que separan 1940 de 1980. En los ultimos trcinta y cuatro anos, la poblacion crece de nuevo mas del doblc, pasa de sctcrua millones en 1960 a poco mas de ciento cincuenta millones actualmcnre.'

I A mcdiados del siglo XVlI, los parses subdcsarrollados comprendlan el 79,2% de la humanidad. Esa proporcion disminuyc, primero lcnta y dcspues rapidamcnte durante los dos siglos siguicnles, en favor de los paises hoy desarrollados: eran 78.4% en 1800,72% en 1850 y 68% en 1900. La Scgunda Guerra Mundial murca un PUl1\O de inflexion, pues en 1961 la poblacion de los parses pohres reprcscnta eI 69,1% del total mundiall, en 1985 corresponde al 74%, y en 1992 al 78%. Y sigue creciendo, en la mcdida en que los [ndices de fertilidad bajan en Europa y en Estados Unidos, y son mas altos en Asia, Africa y America Latina, a pesar de las campafias anticoncepcion que se hacen en esla parte del mundo, bajo los auspicios de los parses del centro.


40/ Metamorfosis del espacio habitado

Una de las caractcrfsticas del espacio habitado es pues, su hctcrogencidad, sea en tcrminos de distribuci6n numerica entre continentes y parses ( y tambicn dentro de estos), 0 en tcrrninos de su evoluci6n. Es mas, esas dos dimensiones esconden e incluycn otra: la cnormc diversidad cualitativa de razas, culturas, credos, nivelcs de vida, etc. 3.3 En un siglo, una humanidud mezclada La segunda mitad del siglo XIX marca el incio de grandes migraciones de los parses "viejos" hacia las naciones "nuevas", donde se instalan centenas de millares de europeos. EI fen6meno es particulamente sensible en Estados Unidos, Canada, Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Australia, Nueva Zelanda, pero tambicn en parses africanos y asiaticos rccicn colonizados, al igual que en el resto de America Latina y del mundo. Dcspucs de la Segunda Guerra Mundial, hay una tendencia hacia la inversi6n de estas corrientes migratorias gracias, en gran parte, a la renovada prosperidad de los parses ricos, cuyos habitantes menosprecian las tarcas consideradas mas hurnildes, pesadas 0 degradantes. Grandes contingentes de poblacion se trasladan desde los parses vecinos mas pobres de Europa, y mas tarde desde los antiguos parses coloniales. EI otro lado de la colonizaci6n es la coloracion de Europa. En Estados Unidos, ahora el pais central, cl suministro de mana de obra barata provicne de America Latina, sobre todo de Mexico y Puerto Rico, pero tambien de otros parses. Los cambios pol Iticos, frecuentes en los parses subdesarrollados, tambicn generan varias y voluminosas corrientes migratorias, pero tambicn existen migraciones intemacionalcs de Olano de obra bastante representativas. 3.4 La explotacion urbana y metropolitana Dentro de cada pais, la rcparticion gcografica de la poblaci6n tambicn cambia. Ciertas regiones pierden poblaci6n

Metamorfosis del espaclo habitado /41

a favor de otras, mas dinamicas (en cl casu del Brasil, la pcrdida de sustancia dcmografica del nordeste en favor del sudeste es notoria), pero 10 esencial del movimiento se debe a la urbanizacion.i Al considerar cl planeta como un todo, la poblaci6n urbana representaba apenas el 1,7% del total a comienzos del siglo XIX; en 1950, esc porcentaje era del 21%, que pasa al 25% en 1960,37,4% en 1970, cerea del 41,5% en 1980, y 45% en los novcnta. El fcnomcno de la urbanizaci6n es hoy avasallador en los parses del tercer mundo. La poblaci6n urbana de los parses desarrollados (basada apcnas en ciudades con mas de veinte mil habitantcs) se multiplica por 2,5 entre 1920 y 1980, rnientras que en los parses subdesarrollados el multiplicador se aproxima a 6. AI rctraso de la urbanlzacion en los paiscs del "sur", lc sigue una verdadera rcvolucion urbana. En el casu de Brasil, la poblaci6n urbana practicamcntc se multiplica por cinco en los ultimos treinta y cinco anos y por mas de tres en los ultimos veinticinco anos, La proliferaci6n de grandcs ciudadcs fue sorprendente en los pafscs pobres. De las veintiseis ciudades mundialcs con mas de cinco millones de habitantes en 1980, dieciseis est:1n en los parses subdcsarrollados, Se cstima que en el ano 2000, de las sesenta ciudadcs con esa poblaci6n en el mundo ~ntero, cuarcnta y cinco cstaran en el tercer mundo. 3.5 La creaclon de un medio geografico artificial Los cambios son cuantitativos, pero tam bien cualitativos. Si en los inicios de los ticrnpos modcmos, las ciudadcs aun contaban con jardincs, esto va sicndo cada vez

2 Entre 1800 y 1950. la poblacion rnundial se multiplico por 2.3; micntras la poblacion urbana total sc muliiplico por20. En 1800, 27,4millones de pcrsonas ViV['Ul en ciudadcs con mas de cinco mil habitantcs; en 1850 cse numcro era de 75 rnilloncs; de 219 millones en 1900 y de 716 millones en 1950. En ciento cincuenta aiios, la poblacion de esas localidadcs pasa del 3% a casi cl 30% de la poblacion mundial.


42/ Metamorfosis del

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mas raro el medio urbano es cada vez mas un medio artificial, Iabricado con restos de naturalcza primitiva crecientemente encubiertos por las obras de los hombres. El paisaje cultural subsutuyc al paisaje natural y los artcfactos ocupan un lugar cada vez mas amplio de la superficic de la tierra Con el aumento de las poblaciones urbanas, dedicadas a actividades tcrcrarias y sccundarias, el campo tuvo que producir mas intensivamente. En el siglo XIX, para alimcntar a una persona de la ciudad era necesario el trabajo de cerca de sescnta personas del campo. Esta proporci6n se Iue modificando a 10 largo de estos dos siglos. En ciertos parses, hoy, hay un habitantc rural por cada 10 urbanos. En Brasil, vamos hacia una proporci6n similar en cicrtas regiones, como en la mayor parte del Estado de Sao Paulo. La agricuItura se beneficia entonces de los progresos crcntfficos y tccnotogicos, que aseguran una producci6n mayor en porcioncs de tierra mcno es. Los progresos de la qufmica y la gcnctica, conjuntamcntc con las nuevas posibilidades creadas por la mecanizaci6n, muItiplican la productividad agricola y reducen la necesidad de mana de obra en el campo. La urbanizacion gana aSI un nuevo impulso y el espacio del hombre, tanto en I.1S ciudadcs como en el campo, se vuelve cada vez mas un espacio instrumcntalizado, culturizado, tccnificado y que cada vez trabaja mas segun los dictamcncs de la ciencia. El capital constantc, que antes era una caractcrfstica de las ciudadcs, sobre todo en aquellas donde se concentraba la produccion industrial, pasa tambien a ser una caracterfstica del propio campo, en 1.1 forma de herramientas, fertilizantes e insccticidas, maqumas y semillas sclcccionadas. Ese capital constantc Iijo 0 localizado, lIega, a todas partes, apoyado par la expansion de la red de Icrrocarrilcs y carreteras que aseguran una circulaci6n mas r.ipida y rclativamcntc mas barata, sin la cual el abastccimicnto de las ciudadcs scria imposible El hecho de que la cncrgia se t ansportc en forma de clectricidad 0 a raves de modcmos olcoductos pctrolffcros 0 de gas, pcrmitc, dcspucs la dcsconccn raci6n industrial, micntr s que en el siglo pasado el Icnorncno de industrializacion cxp.ica las grandcs conccntraconcs hurnanas de Europa y del cste de Estados Urudos. Los transportes se modcrnizan y acortan las dlsrancias

N (lam, rfosis del espacio habitado /43

entre ciudadcs y dentro de elias. Adcmas el urbanismo subtcrranco se transforma en un apoyo indispensable a las Iormas de vida y actividadcs ccononucas contcmporancas. Todo esto succdc en un marco de vida donde se ultrajan las condiciones ambrcntalcs, con graves consecuencias para Ia salud mental y Ifsica de las pobaciones. Dejamos de recrear la naturaleza amiga y crcamos la naturaleza host] 36 loDe Ia naturaleza hostil a un espvcio del hombre? EI examen de 10 que sigrufrca actualmcnte el espaci habuado, deja entrever clararncntc que lIegamos a una snuacion lfmite dcspucs de la cual eI proceso de dcstruccion de la especie humana pucdc ser irreversible. El espacio habitado se volvi6 un mcdio gcografico complctamente difcrcntc de 10 que fue en los albores de los tiempos hist6ricos. No pucdc compararse cualitativa 0 cstructuralmcntc al espacio del hombre anterior ala Revoluci6n Industrial. ASl como sc iala Garret Ekbo en su bello libro El Paisaje Que Vemos, con 1.1 Rcvolucion Indust ial, la articulaci6n Iradicional e historica de ra ccmurudad en su marco organico natural, fue cntonccs sutituida por una vas-a aJ짜rqula mercantil. Ahora el Icnomcno se agra. a, en ia rncd.da en que el usa del suelo e vuelve cspccultivo y la determinacion de su valor proviene de una lucha sin rrcgua entre los divcrsos tipos de capital que ocupan 1.1 cudad y el campo E fen6meno se cxticndc por I. faz de la t.crra y los efectos dircctos 0 'ndirectos de esa nueva composc on alcanzan la totaiidad de la especie. Senor del mundo, pal 6 : de la n.uuralcza, el hombre utiliza el saber cicntllico y los I .vcntos tccnolrigico , sin aquel sentido de mcdida que caractcrizar su.: primcras rclacroncs con el cntorno natural. El rcsu.tado, como VeI1HS, es dramauco.


4 Categorias tradicionales, categorias actuales

Los cambios que el tcrritorio experimenta en sus fonnas de organizacion, tcrminan por invalidar los conceptos heredados del pasado y obligan a renovar las categorfas de analisis. Seguidamente daremos algunos ejemplos de 10 imperative que es substituir estos conceptos. 4.1 La region

Ge6grafos del mayor prestigio y de los mas di'lersos orfgenes, tuvicron en la region un ambito para desarrollar estudios profundos, tanto a nivel de tcorizacion como en el campo de los trabajos emplricos. Los enfoques son multiples, tal y como nos dcmucstra R. Lobato Correa (1986). Durante un largo pcrfodo, la regi6n se estudio aisladamente del mundo como un todo. La vctan como una entidad autonoma, con aspectos particulares, 10 cual equivalfa dividir el mundo en una infinidad de regiones autosuficicntcs, que mantenfan pocas relaciones entre sf. Pero el mundo cambio y las transforrnacioncs fueron cada vez mas intcnsas y rapidas. EI territorio se organize a cada momenta de manera diversa, muchas reorganizaciones del espacio se plantearon y siguen plantcandose, segun las dcrnandas de la produccion de la cual es armaz6n. Merecen dcstacarse especialmente las transformacioncs que se sucedieron a partir de mediados de este siglo, que reprcscntaron mucho mas que un simple cambio. Al


46/ Metamorfosis del espacio habuado

mismo nivel de las grandcs navcgacioncs del siglo XVI y la de la Revoluci6n Industnal en el siglo XVIII Estc momcnto de la historia del hombre esta marcada por la "crccicntc intcmacionalizaclon de la:l ononua capitalista, con una total intcrdcpcndicncia de las difcrcntcs economfas nacionales y una nueva divisi6n intcrnacional del trabajo" (Castclls, 1986, p.7). El mundo, como un todo, se unific6 para atcndcr las necesidades de la nueva manera de producir, que pasa por encima de las regiones, pafscs, culLuras, etc, Pero, micntras que los procesos modemos de producci6n se exLienden por Lodo el plancta, la produccion se especializa rcgronalmcntc. Aumcntan los intcrcambios, y las rclaciones entre las difcrcntcs areas del globo se intcnsilican y asumen diversos roles, no s610 cconomicos sino tambien polfticos, culturalcs, etc. Cualquier parte del globo adquiere una nueva connotacion, cada vez mas abicrta, mas vulnerable a las inlluencias ex6genas. Las crcclcntcs rclacioncs con areas cada vez mas alejadas suprimcn las vclcidadcs de la auLonomia. No se pucde, pues, considerar la regi6n como auL6noma. Comprender una regi6n implica entcndcr el Iuncionamicnto de la econonua a ni cl mundral y su rcspucsia en el LerriLorio de un pafs, con la mediaci6n del Estado, de las dcmas insLiLuciones y del conjunto de los agcntcs de la economfa, cmpczando por sus acLores hegem6nicos. Estudiar una regi6n srgnilica pcncrar en un mar de relaciones, Iormas, Iuncioncs, organlzacioncs estructuras, etc. con sus mas diversos niveles de interacci6n y contradrccion. Si el espacio se unifica para atcndcr las necesidades de una produccion globalizada, las regiones aparecen como las distintas versiones de la mundializacion. Esto no garanLiza la homogcncidad, sino al contrario, instiga diferencias, las refuerza y hasta dcpcndc de elias. Cuanto mas se mundializan los lugares , mas se vuelven singulares y cspccfficos, es dccir, iinicos. Es en cstc contexte que el cstudio regional asume un importantc papel en la actualidad. con la finalidad de comprender como un mismo modo de producci6n se reproduce en difcrcntcs regiones del globo, en base a sus especificidades.

Categorias tradictonales, categorias actuates / 47

La regi6n se convicrtc en una importante catcgorfa de analisis, importantc para que se pueda captar la manera como una misma forma de produccion se plantea en partes especfficas del plancta 0 dcntro de un pais, al asociar la nueva dinamica a las condiciones pre-existentes. No basta comprender te6ricamente 10 que pasa en el mundo, tenemos que considerar las diferentes formas, como variables inhcrcntcs a la nueva manera de producir, se vuelven gcograficas. No podemos despreciar esta importante vfa de comprensi6n de la rcalidad. Hoy, la regi6n, 10 regional, la regionalizaci6n, tienen que cntcndcrsc asf . Pero si para comprender cualquier fracci6n del planeta hay que tener presente la totalidad del proceso que la cngloba, asimismo para comprender la rcalidad global es indispensable entender 10 que es la vida en las diferentes regiones; sus funcionamientos espccfficos, sus epecializaciones, sus relaciones, en fin, su disposici6n particular, siempre en movimiento. Un mismo elcmcnto, -un banco, un centro comercial, una ticnda de productos agrfcolas, una escuela superior, la verticalizaci6n de la vivienda, Iinanciacioncs gubemamentales, una carrctcra, un aeropuerto, etc, tcndra impactos difcrcntcs en distintas las areas de un pats 0 del Plancta. Para cllo se tcndra en cucnta la historia del lugar, las condiciones cxistcntcs en el momenta de la intcrnalizacion (cuando 10 que es extemo a un area de vuelve intemo) y el juego de rclacioncs que se cstablcccra entre 10 que lIega y 10 prc-cxistcnte. Ese conjunto hara que un mismo proceso de escala mundial tenga resultados particularcs, scgun sea ellugar. En un estudio regional, se debe intentar detallar su composicion en cuanto organlz.acion social, polftica, economica, cultural, y abordar los hechos concretos, para reconocer como se inserta el area en el orden cconornrco intcrnaclonal, teniendo en cuenta 10 pre cxistcnte y 10 nuevo, para captar la lista de causas y cor ccucncias del Icnomcno. Los elementos que se agrupan y componen la configuracion cspacial de un lugar, tienen que estudiarse mas profundamcntc, desde el hombre hasta las instituciones que van a dirigir, junto con las empresas, las formas de matcrializacion de la socicdad. Dcsvclar las relaciones existentes entre esos


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elementos, y convertir los conceptos en realidades cmpfricas, pcrmitira vislumbrar, en el tiempo y en el cspacio, la transformacion. La biisqucda de la cxplicacion de las transformaclones, supone la comprensi6n de los grandes grupos de variables que componen el territorio, empezando por los indicadores mas comunes que engloban este tipo de trabajo hasta los mas cornplcjos, reveladores de los grandes cambios ocunidos en el pcrfodo tccnlco-cicnufico (tipologfa de las tccnologias, de los capitales, de la produccion, del producto, de las empresas, de las instituciones; intcnsidad, cualidad y naturaleza de los flujos; captacion de los circuitos espaciales de produccion: peso de los componentes tccnicos modemos en la produccion agrfcola; expansion de la agroindustria; nuevas relaciones de trabajo en el campo; desmatcrializacion de la produccion, etc.). Estas variables son interdcpcndientes, unas son causa y/o consequencia de otras, y por 10 tanto no tienen valor real si no se analizan en conjunto.

4.2 Circuitos espaciales de producci6n Hoy. la noci6n de region se incluye en un contexto mayor. donde ya no podemos hablar mas de la clasica noci6n de red urbana; asf como tampoco podemos referimos a las clasicas nociones de la relacion ciudad-campo. No se trata de la inexistencia de estas relaciones, sino que cambiaron de contenido y de forma. Hoy, una ciudad puede no mantener intercambio con su vecina inmediata YÂť sin embargo, mantener relaciones intensas con otras mucho mas distantes, que incluso estan fuera del propio pafs. Por ejemplo, una industria rnccanica localizada en la ciudad de Scrtaozinho que pertenece a la sexta region administrativa del Estado de Sao Paulo. integrada por ochenta municlpios, mantiene relaciones comerciales, tanto de compra como de venta, con apenas unas seis ciudades locales; sin embargo. mantiene intensas relaciones con la capital del Estado y con otros parses, ya que exporta gran parte de su producci6n anual de maquinas.

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EI mundo esta organizado en subespacios, articulados dentro de una l6gica global. Ya no podemos hablar mas de circuitos regionales de producci6n. Con la creciente especializaci6n regional y los innumerables flujos de todo tipo, intensidad y dircccion, tenemos que hablar de circuitos espaciales de produccion. Estos scnan las diversas etapas por las que pasa un producto, desde el inicio del proceso de producci6n hasta llegar al consumidor final. Si quisicramos, por ejcmplo, conocer los circuitos productivos de la agroindustria de la cana de azucar, tendrfamos que observar todos los momentos de produccion, desde la siembra hasta el consumo de alcohol. aziicar u otros derivados. Tendrfamos que obscrvar, entonccs, varios items distintos; asf sobre la materia prima, observarfamos, local de ortgcn, fonnas de transporte, tipo de vehfculo de transporte, etc; sobre la mano de obra, cualificaclon, orlgcn, variaci6n de las necesidades en los diferentes momentos de la producci6n etc.; sobre el almaccnamicnto, cantidad y calidad de los almacencs, de los silos, proximidad a la industria, rclacion entre almacenajc y producci6n, etc.; sobre transportes, calidad, cantidad y diversidad de las vfas de transporte, de los medios de transportc, etc.; sobre la comcrcializacion; existencia 0 no de monopolio de compra, fonnas de pago, gravamen de impuestos, etc.; sobre el consumo, quicn consume. donde, tipo 'de consume, si productivo 0 para consumo dirccto, etc. Si cstudiaramos, durante 1980. los circuitos espaciales de la produccion de carla en eI Estado de Sao Paulo, productor de mas del 50% de 10 recolectado en el pafs, podrfamos empezar por la sicmbra, en una area productora concreta y tcrminar donde se consume eI alcohol. el azucar y sus derivados. Una misma area puede actualmente ser punto de confluencia de diversos circuitos productivos. En una misma region se dan varias fases de diferentes circuitos de produccion. El analisis de estos, junto con el de los circuitos de coopcracion (Santos, 1985), nos da la organizacion local y su posicion en la jerarqufa del poder mundial. "Discutir los circuitos espaciales de produccion es discutir la cspacializacion de la producci6n­ distribucion-intcrcarubio-consumo como movimiento circular

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constantc. Captar sus elementos dctcrminantcs es dar cucnta de la esencia de su movimicnto" CA.e. R. Moraes, 1985, p.4). 4.3 Espacializaciones productivas y aumento de circulacion

Con la difusion de los transportcs y de las comuniciones, se plantca la posibilidad de espccializacion productiva, Las regiones se espccializan, y ya no necesitan producir de todo para subsistir, pues con los rapidos y eficicntcs mcdios de transporte, pueden buscar en cualquicr otro punto del pafs y hasta del plancta, 10 que ncccsitan. Antes de esa posibilidad, la mayorla de las rcgioncs producfan casi todo 10 que ncccsitaban para su rcproduccion. en todos los lugares se producfa casl de todo: se vivfa practlcamcnte en autarqufa. Hoy prcscnc iam os la espccializacion funcional de las areas y lugarcs, 10 que implica la intcnsiflcacion del movimicnto y la posibilidad creciente de intercambios. Por eso crecen no solo las grandcs ciudadcs, sino tambien las ciudades medias. Cuaruo mayor la inscrcion de la cicncia y la tccnologfa, mas se especializa un lugar; y aumcntan mas el ruimcro, la intcnsidad y la calidad de los Ilujos que Began y salen de un area. Esc proceso pucdc conducir al estancarnicnto 0 hasra a la desaparici6n de las ciudades pcqucnas, La disminuci6n rclativa de los precios, calidad, diversidad y cantidad de los transportcs, crea una tcndcncia al aumento de rnovimicnto. EI mimcro de productos, mcrcancras y personas que circulan crece cnormcmcruc, y como consecuencia la importancia de los intercambios es cada vez mayor, pues no solo crecen en volumcn, sino que se divcrsifican. Surgcn, en la actualidad, asf nuevos y complicados problemas para analizar cualquier situaci6n. Entre ellos podrfamos citar la rnodcmizacion agricola, con los progresos de la biotccnologfa y la mccanizacion. la dcsmatcrializacion de la produccion y de los productos, la dcsvinculacion de la producci6n agrfcola del consumo alimcnticio. y es mas simultancarncnte, sucede que las agroindustrias ganan en importancia, 10 cual acarrea una gran diversidad de

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rcpcrcusioncs gcograficas. Erurc estas, podemos considcrar: el domicilio no rural de parte de la crccicnte mana de obra agricola, la divcrsidad de Ilujos y la intcnsidad de relaciones de lodos los nivclcs, resultados de los altos nivclcs de cspccializacion, los nuevos objetos gocgrallcos creados para atcndcr las nuevas condiciones tccnicas, 0 la disolucion de la mctropoli, es dccir, la posibilidad abicrta a las grandes ciudades de mostrar su presencia inmcdiata en todo el tcrritorio, EI desarrollo tcorico y mctodologico nos cnscna 10 que deja de tcncr valor explicativo y, por 10 tanto, implica sustituir las catcgonas tradicionalcs por catcgorlas actuales, es decir, del prcscntc, Un ejemplo de csto es exactamcntc la irnposlbilidad actual de simplcrncnte hablar, como hace vcintc afios, de dicotomfas como ciudad/campo, agricola/industrial, etc, Hoy el agricultor lambien puede ser un hombre urbano -por emjcmplo la cxistcncia del trabajador itincrantc, el "jomalero", que es un trabajador agrfcola pero ya no habita en la zona rural. Los dos mercados de trabajo ucndcn a confundirse. Entonccs, vale la pena recuperar el debate sabre si la geograffa scrfa una cicncia de los lugares, como haec casi un siglo afirmaba Vidal de la Blachc, 0 si apenas scrfa una ciencia de los hombres. Actualrncruc creemos que la gcograffa ticndc a ser cada vez mas la cicncia de los lugares creados 0 rcformados p ra atcndcr dctcrmin.rdas funciones, aunque la forma como los hombres se circunscribcn en esa configuracion territorial cstc ligada, inscparablcrucntc, a la historia del prcscntc. Si los lugares pueden csqucrnaticamcntc seguir sicndo los mismos, las suuacioncs cambian. La historia atribuye funciones difcrcntcs al mismo lugar. Ellugar es un conjunto de objetos que tienen autonomla de cxistcncia por las cosas que 10 Iorman -calles, cdificros, canalizaciones, Industrias, empresas, rcstaurantcs, clcctriflcacion, pavimcntacioncs- pero que no ticncn autonomfa de significados, pues cada dfa nuevas funciones sustituycn las antiguas, nuevas funciones que se imponen y se ejercen.


52/ Metamorfosis del espacio habitado

4.4 La ciudad: ellugar revolucionario En la transici6n del feudalismo al capitalismo, cuando las tierras pertenecen a los senores feudales, la ciudad aparece como ellugar del trabajo libre. El burgo, donde el trabajo libre es posible, concentra a artesanos y albaniles, pero tambien a comerciantes. Este lugar, la ciudad, se diferencia del campo, entre otros motivos, por la posibilidad de esc trabajo libre. La ciudad aparece entonces como una semilla de libertad; genera producciones hist6ricas y sociales que contribuyen al desmantclamicnto del feudalismo. Representa la posibilidad del hombre librc, de la libertad de elegir, aunque esta fuera relativa, ya que los oficios estaban reglamentados por las corporaciones, por las cofradfas. Las ciudades pudieron formarse gracias a un determinado avance de las tecnicas de producci6n agricola, 10 cual propici6 la Iormacion de un excedente de productos alimenticios. Al existir cste cxccdentc, algunas personas pudieron dedicarse a otras actividadcs, siendo la ciudad, predominantemente, cl lugar de las actividades no agrfcolas, La ciudad renace (pues ya existfa antes del Icudalismo 足 las primeras se formaron alrededor de 3.500 a.Ci) en el momenta en que se crea un movimiento bastante intenso de intercambios. El descubrimiento de America, y la intcnsiflcacion de las relaciones comerciales con Asia y Africa, hacen crecer las ciudades. Cuando se compra mas, las ciudades producen mas, intercambian mas excedentes entre sf y, consecuentemente, pueden extenderse y vcr aumentar elementos y rclaciones en sus espacios; crecen y se especializan en dctcrminadas actividades. La ciudad reune un considerable numcro de las llamadas profesiones liberales, posibilita sus interrelaciones, por 10 que la crcacion y la transmisi6n del conocimiento ocupa un lugar privilegiado en ella De esa forma, la ciudad es un elemento impulsor del desarrollo y del perfeccionamiento de las tccnicas, Se pucde afirmar, entonces, que la ciudad es un lugar en constante cbullicion. En la transicion del feudalismo al capitalismo, con el fortalecimiento de las ciudades (burgos), la burguesfa era la

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clase rcvolucionaria; se oponfa a la aristrocracia (poseedora de las tierras). Algunos autores, entre ellos el propio Marx, afirman que en sus inicios, el capitalismo, en la historia de la hurnanidad, es de caractcr revolucionario pues, entre otras cosas, aumcnto el numcro de personas que vivfan en las ciudadcs, que en aqucl entonces tenfan un caractcr transformador e incrementaron cl trabajo libre. 4.5 Nuevas relaciones ciudad-campo

Durante unos siglos, el campo y la ciudad eran interactivos, pero con el proceso que se inicia con las grandes navcgaciones, y que se consolida con la Revoluci6n Industrial, ya no es posible quedarse al margen de los cambios y continuar con los mismos conceptos y clasificaciones jerarquicas, Cuando Lisboa, Londres, etc., mantienen rclaciones intensas con las areas distantes que suministraban gran parte de sus riquczas, hablar de una ciudad que dependen de un campo y viceversa, es poco, 0 mejor dicho, es incorrecto. Las relaciones con areas lejanas al campo inmediato pasa a ser una constante, y hasta una necesidad. Pero la antigua nocion perduro c incluso hoy, cuando la vida rural se vuelve a veces casi aut6noma en rclacion a la pequcna ciudad mas proxima, vernos que tadavfa se menciona incorrcctamcntc el tipo clasico de relaciones entre ciudad y campo, Cuanto mas modemizada la actividad agricola. mas amplias son sus relaciones y su alcance mas lejano. Por eso, se puede hablar de un cortocircuito con la ciudad siguientc, ya que el esquema tradicional se habfa rota. ~Que haccr, entonces con el viejo concepto de red urbana (ciudades mayores que tienen las menores como tributarias) en ese esquema piramidal y militar? Los esquemas a seguir representan la vision tradicional de red urbana y, por otro lado, una aproximaci6n de la realidad tal como se plantca actualmente. En el esquema tradicional, habfa una serie de cscalas, ctapas, y seguirlas era crecer en importancia, subir en la jcrarqula, asecender en la escala de la red urbana. Se utiliz6 este esquema durante un siglo, y es apenas a comicnzos de la


54 I Metamorfosis del espacio habitado

Categories tradicionales, catcgorlas actuates I 55

dccada de los 70 cuando se elaboran las primeras propuestas contra este esquema, y se sugiere que se abandone (Santos, 1975), ya que la ciudad apenas manticne relaciones con las mas pr6ximas de la pirarnide, Esquema clasico

Esquema real (aproximado)

D D

A B C D E

Ciudad local Ciudad Regional Metr6poli incompleta Metr6poli completa Pueblo Fig. Las relaciones entre las ciudades en una red urbana

4.6 Nueva jerarquia urbana

La propuesta de abandonar esc esquema jcrarquico tiene como argumento la historia concreta, 0 sea la observaci6n de las transformacioncs rcalcs, palpables, procesadas a 10 largo del tiempo. Los transportes y las comunicaciones avanzaron muchlsimo en los parses subdesarrollados. Por ejemplo, los procesos mayores se realizan a traves del autobus y del autom6vil; y los flujos pueden intensificarse gracias a su mayor flcxibilidad, 10 cual no succdfa con el trcn, medio mucho mas rigido e inllexiblc. La mejora de carreteras y vehfculos y el encontrar combustibles mas baratos representan modemizaciones que permitcn la disminuci6n de los costes. En general, el precio del transportc aumenta menos que los demas Iactorcs de producci6n y la reducci6n del coste de los viajes posibilita a las personas escoger donde adquirir bienes y servicios que, frecuentemente, van a buscar a lugares mas distantes, pero donde los precios ofrecen mayores atractivos, Evidcntcmcntc, los que hacen esos viajes son los que disponen de mobilidad. Esa mobilidad en el territorio es, adcmas, ncgada a los que disponen de menos rcnta. Quien no puede moverse pcriodlcamcnte para obtener los nuevos Items de consumo que la publicidad le insinua, termina por irse del todo. Tenemos, aquf, un motivo nuevo para que aumente cl mimero de emigrantes hacia centros mayores. No nos olvidemos del papel que el transistor, al llegar a los puntos mas rec6nditos del territorio, tuvo en la revoluci6n de los habitos de consumo. Como las ciudades pcqucnas no estan en condiciones concretas de abastecerse de todos los bicnes y servicios, los vende muy caros, y acaban por perder buena parte de sus habitantes. La migraci6n, en ultima instancia, es, sin paradoja, consecuencia tambicn de la inmovilidad. Quicn pucdc, como ya mencionamos, consume y vuelve al lugar de ortgcn, Quicn no puede trasladarse periodicamcnte, va y se queda alll. La migraci6n que tambien se presentaba de forma cscalonada, scgiin las etapas de la mencionada jcrarqula urbana, se dirigfa cada vez mas directamente hacia los grandes centros. De esc modo, tambicn se modifican los vohirncncs relativos dentro del sistema urbano. Sumemos a todo esto la realidad de


56/ Metamorfosis del espacio habitado

las agroindustrias, actividades modernas, sedientas de tccnologla, capitales, informacion y altos bcncficios y que pasan a relaeionarse directamente con los grandes centros. Solo la produccion directa se da localmente. Pero la garantfa de participar en una logica extralocal coloca esas actividades en nexos cada vez mas extralocales. Con la transformacion del mundo, hay que substituir las antiguas catcgorfas de analisis por otras, para explicar tanto 10 nuevo como los cambios. EI analisis, para ser valido, no puede carecer de historia concreta. Como respuesta a las nuevas redes de relaciones, hoy pod cmos hablar de una nueva jerarqufa urbana.

4.7 EI presente y la totalidad La geograffa debe ocuparse de las relaciones presididas por la historia corriente. EI gcografo se vuelve empirista, y esta condenado a equivocar sus analisis, si unicamente se considera el lugar, como si este 10 explicara todo por sf mismo, y no la historia de las rclacioncs, de los objetos sobre los que se realizan las acciones humanas, ya que objetos y relaciones mantienen relaciones dialccticas, donde cl objeto acoje las relaciones socialcs, y estas impactan sobrc los objetos. EI geografo serfa funcionalista si tuviera tan solo en cuenta la funcion; y estrueturalista si apenas indicara las estructuras, sin reconocer su movimiento historico, 0 la relacion social sin el conocimiento de 10 que la provoco. Se imponc, en el analisis, aprehender los objetos y las relaciones como un todo, y solo asf estaremos cerca de ser holistas, es deeir, gente preocupada con la totalidad. La rclacion social, por mas parcial 0 mas pcqucna que parezca, contiene parte de las relaciones globales. Por cjcmplo, 10 que pas a en este mismo momento, en un lugar cualquicra, no se restringe a los limites de esc lugar, va mucho mas alia. La historia de la produccon de un hecho desencadena un proceso mucho mas amplio, que eoloea el fenomcno en contextos cada vcz mas amplios.

Categorias tradicionales, categorlas actuales / 57

Solo a travcs de esa rclacion no nos cnganarcmos ante las cosas que ticncn la misma aparicncia. Cada persona, cada objcto, cada relaci6n es un producto historico. De esa manera, conseguimos comprender como nuestra disciplina estudia las relaciones, que se dan por mcdio de los objetos. Hay una interdependencia entre los objetos y las relaciones . Cuando trabajo con cl mundo, utilize en un momenta dado todas sus variables. Pero ningun lugar puede admitir ni todas ni las mismas variables, ni los mismos elementos ni las mismas combinaciones. Por eso, cada lugar es singular, es una situacion que no se parece a ninguna otra. Cada lugar combina de manera particular variables que puc den, muchas veces, ser comunes a varios lugares. EI acontecer global se plantea sclcctivamcntc. de modo impar, aunque siempre dominado por la totalidad, y es eso 10 que nos lleva imperativamente a la necesidad de apuntar hacia la historia concreta del hoy, de la comunidad humana, de su actualidad. sin importar cl lugar particular donde aparezca 10 nuevo. La tcorizacion depende de un esfuerzo de gcncralizacion y de un esfuerzo de individualizaclon. La gcncrulizaclcn nos da la lista de posibilldades; la indlvidualizacion nos indica como en cada lugar, se combinan I algunas de esas posibilidades. Apenas a partir del momenta en que la informacion es inmediata, podemos construir la tcona en la ciencia gcografica. En la medida en que cada dfa podemos entender las nuevas relaciones creadas por las nuevas tccnicas, estamos mucho mas proximos de la teorfa gcografica, pues la historia nos ayuda a analizar los hechos de la globalizacion. Lo perjudicial es que no conocemos eI hecho en sf, sino las interpretaciones realizadas por las agencias intemacionales. Por eso es necesario, por parte del intelectual, de leer no solo una, sino varias versiones sobre un hccho, para poder tener otra vision del mundo, una vision real de los hechos concretos, ya que el mundo puede apreciarse con muchas Ientes distintas.


5 Paisaje y espacio

El espacio esta en cl centro de las preocupaciones de los mas variados profcsionalcs. Para algunos, es objeto de conocimiento. Para otros, simple medio de trabajo. Hay desde los que 10 ven como un producto historico, hasta los que 10 ven como un proceso historico. Podrfamos decir que el espacio es el mas interdisciplinar de los objetos concretos (Santos y Souza, 1986, p.l) Todos los espacios son gcograficos porque cstabn determinados por cl movimiento de la sociedad, de la producci6n. Pero tanto el paisaje como cl espacio provicnen de movimientos supcrficialcs y profundos de la socicdad, una rcalidad de funcionamicnto unitario, un mosaico de relaciones, de Iormas, Iuncioncs y sentidos. 5.1 Paisaje: su realidad

Todo 10 que vcmos, 0 que nuestra vision alcanza es cl paisaje. Este puede dcfinirsc como el dominio de 10 visible, 10 que la vista abarca. No s610 esia formado por de volumcncs, sino tambien por colorcs, movimientos, olores, sonidos, etc. 5.2 Percepci6n y conocimiento

Nuestra vision depende de la localizacion donde uno se encuentra, bien sea en cl piso, en un piso bajo 0 alto de un edificio, en un mirador estratcgico, en un avi6n, etc. EI paisaje adquiere escalas difcrcntcs y.se prcscrlta de RConuss divcrsas a N I v SID A 0 ~!":t-

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Paisaje y espacio / 61

60/ Metamorfosis del espacio habitado

nuestros ojos, scgun donde estemos, ampliandosc cuanto mas se sube en altura, porque de esc modo desaparecen 0 se atcmian los obstaculos de la vision, y el horizonte vislumbrado no se interrumpe. La dimension del paisaje es la dimension de la pcrccpcion, 10 que llega a los sentidos. Por eso, el aparato cognitivo tiene crucial importancia en esa aprchcnsion, por el mero hecho de que toda nuestra cducacion, formal 0 informal, se ha llevado a cabo de forma selectiva, y por 10 tanto diferentes personas presentan diversas versiones del mismo hecho. Por cjcmplo, 10 que un arquitecto 0 un artista Yen, otros no 10 pueden vcr 0 10 hacen de manera distinta. Esto es valido tanto para profesionales con difcrcntc fonuacion como para el hombre comun. La pcrccpclon es siempre un proceso selectivo de aprchcnsion. Si la realidad es apenas una, cada persona la ve de forma diferente; por cso, la vision del hombre de las cosas materiales csta siempre deformada. Nuestra tarea es la de superar el paisaje como aspecto, para llegar a su significado. La pcrccpcion no es aun conocimiento, que depende de su interpretacion y sera tanto mas valida cuanto mas limitcmos el riesgo de considerar verdadero 10 que solo es aparicncia. Existieron tiempos en que, para muchos, la geograffa tendrfa como objeto el cstudio del paisaje. Pero Sorre introducfa una rcstriccion que distingufa el fcnorncno gcografico de su mera cxprcsion corporca, Dccfa, el gran maestro frances, que el gcografo debra utilizar en su dcscripcion, "la nocion capital de complejo gcografico local, cuya cxprcsion concreta es el paisaje". Y afiadfa: "he ahf el verdadero dato gcografico" (Mcgale, 1984, p. 126), como si quisiera mostrar la importancia de alcanzar la esencia del acontecer gcografico.

propia aceion del grupo, y el paisaje y la region estaban directamente asociadas. Esta idea pcrsistio en el cspfritu de los gcografos europeos hasta finales del siglo pasado. "La teorfa de Vidal de la Blache conccbia al hombre como un antiguo hucspcd de varios puntos de la superficie terrestre, que se adaptaba en cada lugar al medio que 10 rodeaba, creando en la rclacion constante y acumulativa con la naturaleza un acervo de tccnicas, habitus, usos y costumbres, que lc permitieron utilizar los recursos naturales disponibles. A este conjunto de tccnicas y costumbres, construido y transmitido socialmente, Vidal 10 dcnomino "gcncro de vida", 10 cual expresaba una rclacion entre la poblacion y los recursos, una situacion de equilibirio, construida historicamcntc por las sociedades. La diversidad de los medios expllcaria la diversidad de los gcncros de vida" (Moracs, 1986, p. 68-69). En Europa, la personalidad de cada region fue constituycndosc como resultado de una larga cvolucion; y los trazos del pasado podfan, por cso, cristalizarse. Las actividades creadas se mantcnian durante un largo perfodo, dando la imprcsion de inmovilidad. Por eso se plantco la idea de que cl paisajc, creado en funcion de un modo de produccion duradero, debra confundirse con la region, 0 sea, el area de accion del grupo interesado. Es un hecho que asf ( y sobre todo en el comicnzotdc la historia del hombre) era posible entrever cierta semejanza entre paisaje y region. Pero el mundo cambio, y hoy la confusion entre los dos conceptos ya no es posible. La gcogralfa ya no es mas cl estudio del paisajc, como imaginaban nuestros colcgas de antafio; no es que estuvieran equivocados, sino que hubo grandes transformacioncs en el mundo. La modcrnizacion de la agricultura y la dispersion industrial introducen Iormas nuevas de organizacion espacial.

5.3 Paisaje y region

5.4 Los objetos culturales

Muchos tambicn consideraban como sinonimos paisaje y region. Es un hecho que, en tiempos bastante remotos, la geograffa correspondiente a cada grupo se explicaba por la

Carl Sauer, padre de la geograffa cultural -muy proxima a la antropogeograffa de Ratzcl y de la geograffa humana de Vidal de la Blache- propuso que consideraramos


62 / Metamorfosis del espacio habltado

dos tipos de paisajc, el natural y el artificial. Argurncrua que a mcdida que cl hombre sc cnfrcnta a la naturalcza, existc entre los dos una rclacion cultural, que tambicn cs polftica, tccnica, etc. Sc trata de la huclla del hom brc sobre la naturalcza, Hamada por Marx de socializaclon . De csta mancra, con 1.1 producci6n humana se plantca la producci6n del cspacio. EI trabajo manual sc rclcgo a un segundo plano, y la maquinaria sc us6 cada vez mas, hasta llcgar a la autornatizacion. La producci6n del espacio es rcsultado de 1.1 acci6n de los hombres que acuian sobre el propio cspacio, a travcs de los objetos naturales y artificialcs Cada tipo de paisajc cs la rcproduccion de niveles difcrcntcs de fuerzas productivas, rnarcrialcs c inrnatcrialcs, pues el conocirnicnto tambien forma parte del papcl de las Iucrzas productivas. 5.5 Paisaje natural, paisaje artificial

EI paisajc artificial cs cl pais.ij.: 'I .msformado po : cl hombre, en cuanto que a glossa modo podcmos alirmar que cl paisajc natural cs aqucl que todavia II:) ha ~'ido modiflcado por el csfucrzo humano. SI en cl pasado h.ib:ÂŤ i I paisajc natural, hoy csa modalidad de paisajc pracucarncmc no cxistc. Asf un lugar que no haya sido manipulado ffsicamente por la Iucrza del hombre, cs objcto de prcocupacioncs c mtcncioncs econonucas y politicas. Hoy todo sc siuia en cl ambito de intcrcs de la historia, y es par 10 tanto, social. EI paisajc cs un conjunto hctcrogcnco de Iormas naturales y artificialcs: csia Iormado por fraccioncs de ambas, ya sea en cuanto a! tamano, volumcn, color, utilidad, 0 por cualquier otro criterio. EI paisaje siempre es heterogeneo. La vida en sociedad supol!e una multiplicidad de runciones y cuanto mayor su numero, mayor la diversidad de [onllas y actores. Cuanto mas Ci;l.lpleja 1.1 vida social, mas nos dlstanciamos de un nJlmd,\ natural y nos dirigllll0S hacla un mundo artificial Si cOl1sideramos la sucesl6n hist6rica de los modos de producci6n, n.:conoceremo' los diversos grados de 10 artificial,

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con la parte cultural volvicndosc cada vez mas importantc y signiflcativa. Estc parccc ser cl camino de la cvolucion. Por eso hoy, ante una gran ciudad como Sao Paulo, Nueva York, Paris, Londrcs 0 Buenos Aires, cs diffcil distinguir 10 natural de 10 artificial. La pcrccpcion de 1.1 difercncia es cada vez mas ardua y tcmcraria. Sabcmos, sin embargo, que cl camino de 10 mas natural a 10 mas artificial trae consigo una mayor cantidad de instrumentos de trabajo Iijos y que cada vez se impone mas cl ambito de las tccnc.s. Hay una rclacion entre los instrumentos de trabajo (objctos de los mas diversos tamanos, que eI hombre crea para poder producir) y el palsajc. Muchos de esos instrumcntos no son matcrialcs, pero sc claboran como clcmc.. J"'.C sarios para la produccion En eras bastante rcmotas los ins rumcntos de trabajo eran una prolongaci6n del hombre .o a mcdida que transcurre Lrnpo, se transform ii! en prolongacioncs de la tierra protcs s 0 inc.c.ucntos a la propia natura. za bien scan 0 ,'0 d :r dcra: Los mstrumcntos de trabaj inmovilcs ticndcn a prcdonnnar vbr 10, novilcs y a ser su condici6n de uso. Carrctcras, dif'c.o puntcs, pucrros deposit s,.:tc so elementos anadidos a la naturalcza s.n los cuales la produccion serfa imposible. La ciudad cs cl mcjor cjcmplo de esos complcmcntos a :0 natuul, 5.6 Paisaje y produccirin: los instrurnentos de trabajo

La rclaci6n entre paisajc y producci6n csta en que cada forma productiva ncccsita un tipo de mstrurncnto de trabaio. Si los instrumentos de trabajo estrin unidos al proceso direct: de produccion, cs dcclr, a la producci6n propian.cntc dicha, tambicn 10 csian a la circulaci6n, distribucion y consumo. El paisajc sc organiza scgun cstos nivclcs, en la mcdida en que las exigencias de espacio varian en funclon de los procesos propios a cada producci6n y al nivel de capital, tecl1010gfa y organizaclon correspondientes. Por esa raz6n. eI pais';je urban' es mas heterogeneo, ya que la ciudad abarca diversus tlPOS y nivelcs de producci6n. Cada instrun ento de trabajo tlene una localizaci6n especffica, que obedece a 1.1 16gica de la


Paisaje y espacio / 65

64/ Metamorfosis del espacio habitado

producci6n en los cuatro momentos mcncionados anteriormente y por esta razon el espacio se usa de forma tan dcsordcnada. EI paisaje no se crea de una sola vez, sino por incrementos, substituciones; la logica por la cual se hizo un objeto en el pasado era la 16gica de la producci6n de aqucl momento. Un paisaje es una escritura sobre otra, es un conjunto de objetos con cdadcs difcrcntcs, una herencia de muchos momentos difcrcntcs. De ahf vicnc Ia anarqufa de las ciudadcs capitalistas. Si se mantienen juntos elementos de edades diferentes, rcspondcran de diferentes Iormas a las demandas sociales. La ciudad cs csa heterogeneidad de Iormas, pero subordinada a un movimicnto global. Lo que sc llama desorden apenas es el ordcn de 10 posible, ya que nada est a desordenado. Solamcnte que una parte de los objetos gcograficos ya no atiende a los fines de cuando Iuc construido. Asf, cl paisaje es una herencia de muchos momentos pasados, 10 que llev6 a Lenin a afinnar que la gran ciudad es una herencia del capitalismo, que lleg6 para qucdarse, y, por 10 tanto, los planificadorcs del futuro dcbcn tcncr en cuenta esa rcalidad. En los inicios de la historia del hombre, sus instrumentos de trabajo cstaban separados; hoy son cada vez mas indivisiblcs, como en un ferrocarril, una autopista, etc. EI camino hist6rico de los insrrumcruos de trabajo va, cada vez mas. de la divisibilidad a la indivisibilidad y del dato aislado, al sistema. Es 10 que ocurre con la energfa elect rica. el agua, el tclcfono, etc. Otra tendencia actual de los instrumentos de trabajo es ir de 10 diminuto a 10 inmenso -por ejcmplo, los circuitos intcgrados y los hipcrmcrcados. Cad a uno de esos instrumcntos cs un sistema en sf mismo, que sc relaciona con un sistema global. De esa forma, un shopping center tiene su propio sistema de crcdito, sus parkings, su logica organizacional, su sistema funcional. Hay una slstcmaticidad del objcto modcrno que sc rclaciona con un sistema mayor. Pasamos de los objctos, gcografica y Iuncionalmcntc aislados, a los objetos agrupados sistcmaticarncnte y, tambicn, sistcmicos. Las ciudadcs mas anuguas se adaptan, se transforman mas 0 menos lcntamcntc; las nuevas ya nacen asf.

5.7 Un cambio permanente En cada momento hist6rico las maneras de hacer son difcrcntcs, el trabajo humano se vuclve cada vez mas complejo y exige cambios correspondientes a las innovaciones. A traves de las nuevas tecnicas vemos la substitucion de una forma de trabajo por otra, de una configuraci6n territorial por otra. Por cso, cl entendimiento del hccho geografico depende tanto del conocimlcnto de los sistemas tccnicos. EI hombre construye nuevas maneras de hacer cosas, nuevos modos de producci6n que reunen sistemas de objetos y sistemas socialcs, Cada pcriodo se caracteriza por un conjunto de tccnicas concretas. En cada perfodo historico tenemos un conjunto propio de tccnicas y objctos correspondientes. En un momcnto B. muchos elementos del momento A permanecen; y lucgo surgen otros nuevos. Es Ia innovaci6n triunfante que pcrmite salir de un pcrfodo y entrar en otro, La innovaci6n trae la modificaci6n del paisaje, que pasa a tener objctos de los momentos A y B. EI paisaje no es para siempre. Es objeto de cambio. Es un rcsultado de sumas y restas sucesivas. Es una especie de marca de la historia del trabajo, de las tccnicas. Por eso, es parcialmcnte trabajo mucrto, ya que esta form ado por elementos naturales y artificialcs. La naturaleza natural no es trabajo. Ya su aruinomia. la naturalcza artificial, es e] resultado del trabajo vivo sobre e] trabajo muerto. Cuando la cantidad de tccnica sobre la naturalcza es mayor, el trabajo se basa sobre el trabajo. Es c1 caso de las ciudadcs, sobre todo las grandes. Las casas. la callc, los nos canalizados, el metro, etc, son resultados de] trabajo corporificado en objetos culturales, Seamos rcitcrativos: a] ser susceptible a los cam bios irregulares a 10 largo del ticrnpo, cl paisajc es un conjunto de formas hctcrogencas, de edades diferentes, pedazos de ticmpos hist6ricos representativos de diversas maneras de producir las casas, de construir cl espacio.


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5.8 Datacion y movimiento del paisaje Los objetos son susceptibles, pucs, de una dataclon, tienen edades. Por la Iccha de los objetos de un paisaje deberfamos poder reconocer su cdad (0 sus edades). Pero esto no siempre es posible, ya que muchas veces los objetos antiguos son suprimidos del paisaje. Quien desembarca en Sao Paulo, reconoce la historia de los objctos presentes, pcro no la historia de la ciudad. En la vieja Europa, los trazos del pasado son mas visibles; todo es una diferencia de ritmos. Pero en todos los casos, no existe paisaje indiferenciado desde el punto de vista historico, excepto en el caso de una ciudad casualmente inaugurada ayer. El paisaje ticne, pucs, un movimiento que puede scr mas 0 menos rapido. Las formas no nacen apenas de las posibilidades tccnicas de una cpoca, sino que depcnden tambien de las condiciones economicas, polfticas, culturales, etc. La tccnica tiene un papel importantc, pero no tiene existencia histdrica fuera de las rclaciones socialcs. El paisaje debe ser pensado paralelamente a las condiciones polfticas, economicas y tambien culturalcs. Rcvclar esa dinarnica social es fundamental, pues los paisajes nos restituyen todo un conjunto hlstorico de tccnicas, cuya era nos descubre; pero no mucstra todos los datos, que no siempre son visibles. 5.9 Las mutaciones del palsaje: 10 estructural y 10 funcional La mutaciones del paisaje pueden ser estructurales 0 funcionalcs. Al pasar por una gran avenida, tanto de dta como de noche, contemplamos diferentes paisajes, gracias a su movimiento funcionaI. La callc, la plaza, el pasco publico funcionan de modo diferente scgun las horas del dia, los dfas de la semana, las epocas del ano. Dentro de la ciudad y a causa de la division territorial del trabajo, tambicn hay paisajes funcionalmente distintos. La sociedad urbana es una, pero se presenta scgun formas-lugarcs diferentes. El es principio de Ia difcrcnciacion funcional de los subespacios. La sociedad no carubio, pcrmanccio sicndo la misma, pero se presenta de

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acuerdo con ritmos distintos, scgiin los lugares; y cada ritmo corresponde a una apariencia, una forma de parecer. Es el principio de la variacion funcional del mismo subespacio. Tambicn se plantea un cambio estructural por el cambio de las formas. Cuando se construyen edificios de cuarenta pisos en vez de veinte 0 treinta y dos, es, como regia, scnal de que tambicn podran construirse otros, de que tenemos actividades y gente para llcnarlos, y justificar su construccion, Hay una rclacion entre la estructura socio-espacial y la estructura socio-economica y polftica. Alteraciones de viejas formas para adccuarlas a las nuevas funciones tambicn son cambios estructurales. Es en esc marco dondc se analiza el envejecimicnto de las formas, tanto Ifsico como social. Las formas envejecen por lnadccuacion ffsica, cuando, por ejemplo, se desgastan los materiales. Ya el envejecimiento social corresponde al desuso 0 dcsvalorizacion, a causa de la preferencia social de otras formas, A vcccs, el movirnicnto corresponde a una moda, como la construccion de suites en las habitaciones; aquf existe un envejccimicnto moral. A veces el cnvcjccimiento de las formas pcrmitc que haya un cambio brutal de su uso -grandcs casas se vuelven inquilinatos, pasan de ser habitacion de ricos para ser albergue de pobres. EI envejecimiento Ifsico de las formas es previsible por la duracion de los materialcs; el envcjcciruibnto moral no es tan previsible, cambia de acuerdo con el marco polftico, enonomico, social y cultural. El paisaje es un palimpsesto, un mosaico, pero tiene un funcionamiento unitario. Puede contener Iormas viudas y formas vfrgenes. Las primeras estan a la espera de una rcutlllzacion, que incluso puede hasta llevarse a cabo; las segundas se crean a proposito para nuevas funciones, para recibir innovaciones. Las funciones que son mas susceptibles de crcar nuevas Iormas son: bancos, hipcrmcrcados, el Estado, shopping centers, etc., adcrnas de ciertas instituciones ptlblicas. Fucra de estas, son pocas las funciones capaces de crear nuevas Iormas, y por eso es mas conuin el uso de las preexistentes por medio de una rcadaptacion. Es el caso de hospitales, escuelas, servicios diversos, pcqucnas Iabricas, etc, que se instalan en antiguos caserones 0 edificios abandonados por otras


68/ Metamorfosis del espacio habitado Paisaje y espacio / 69

actividadcs, donde se rcadaptan formas viejas para nuevas funciones. 5.10 Espacio: su realidad Scgun Armando Correa da Silva (1986, pp.28-29), las catcgorfas Iundamcntalcs del conocimicruo gcografico son, entre otras, espacio, lugar, area, region, territorio, habitat, paisaje y poblacion, que dcfincn cl objeto de la geograffa en sus rclaciones (...) De todas, la mas general -que incluye a las dcmas- es el espacio. Pero el paisaje y el espacio son cosas diferentes. Al igual que el vocablo paisaje, la palabra espacio tambien se usa en decenas de aceptaciones. Se habla del espacio de la sala, de 10 verde, de un pats, de una nevera, espacio ocupado por un cuerpo, etc. Es uno de los tcrminos que posee mas aceptaciones en los diccionarios y enciclopedias; y en algunos aparece con centenas de sentidos diversos. Para palabras como rojo, duro 0 solido sus significados no se ponen en dud a, estrin asociados a experiencias clcmcntales. Esto no sucede con la palabra espacio, frccuentcmcnte substituida por lugar, tcrritorio, etc. La palabra se utiliza mucho como sustantivo, asf como en los casos de espacio del hombre, del emigrante, del sedentario, etc. La propia palabra paisaje es conuinmcnte utilizada para designar al espacio. El espacio scna un conjunto de objetos y relaciones que se ejcrccn sobre estos objetos; no entre estos espccfficamerue, sino para los cuales ellos sirven de intcrmcdiarios. Los objetos ayudan a concretar una serle de relaciones. EI espacio es resuItado de la accion de los hombres sobre el propio espacio, por medio de los objtetos, naturales y artificialcs.

5.11 EI paisaje no es el espacio

En realidad no cxistc, paisaje inmivil, inermc: y si usamos este concepto apenas es como rccurso analftico. EI

paisaje es materialidad, Iormada por objetos materiales y no materiales. La vida es sinonimo de relacioncs socialcs, y estas no son posibles sin la materialidad, la cual Iija relaciones sociales del pasado. En consequencia, la materialidad construida sera Iucnte de relaciones socialcs, que tambien se producen por mediaclon de los objetos. Estos pueden ser sujetos de diferentes relaciones sociales -una misma calle puede servir a diferentes funciones en distintos momentos. La sociedad cxiste con objetos, y gracias a ellos se vuelve concreta. Por ejemplo, Sao Paulo tiene dieciseis millones de habitantes, pero si no explicamos como se desplazan para ir a su casa, al trabajo, de compras; como viven, como participan en la rcproduccion social, etc., no nos referirfamos a Sao Paulo, sino a dicciseis millones de personas. EI paisaje es diferente del espacio. EI primero es la matcrializacion de un instante de la sociedad. Serra, en una comparacion osada, la realidad de hombres fijos, posando para una foto. El espacio es el resultado del matrimonio de la sociedad con el paisaje. El espacio contiene el movimiento. Por eso, paisaje y espacio son un par dialcctico. Se complcmentan y se oponen. Un esfuerzo analftico impone que los scparcmos como categorfas difcrcntcs, si no quercmos COffer el riesgo de I no reconocer el movimiento de la sociedad. Imaginemos la ciudad de Salvador (Bahia) el dfa uno de junio de 1996, a las tres de la tarde. Tendrfamos una dctcrminada distribucion de personas, de produccion sobre el territorio. Tres horas mas tarde, esta distribucion cambiarfa, El conjunto de trabajos y actividades cambia, asf como la visi6n de conjunto. EI movimiento de las personas corresponde a la etapa de producci6n que se plantea en aquel momento. Todos son productores -el operario, cl actor de teatro, el vendedor de supennercado, el intelectual, el chafer de taxi, etc; incluso los que no cstan vinculados dircctamcntc en el proceso de producci6n, ya que tambien consumcn, La manera como se plantea la produccion y el intecambio entre los hombres es 10 que otorga un aspecto al paisaje. El trabajo muerto (acumulado) y la vida se dan juntos, pero de maneras diferentes. EI trabajo mucno serfa el paisaje. EI espacio serfa el conjunto del trabajo


70 / Metamorfosis del espacio habitado

mucrto (Iormas gcograficas) y del trabajo vivo ( el contexto social). Existe una adccuacion de la socicdad -sicmprc en movimicnto- al paisajc. La socicdad se acopla al paisajc, supone lugares donde se instalan, en cada momcnto, sus diferentes fracciones. Hay de esa mancra, una relacion entre la socicdad y un conjunto de fonnas -rnatcrialcs y culturales. Cuando se aIcanza un cambio social, tambicn se plantea un cambio en los lugares, por cjcmplo, la invasion de Sao Paulo por los pobrcs, haec cerca de treinta y cinco anos. Dirfamos, con Edward Soja (1983) que la sociedad siempre csta cspacializandosc. Pero la cspacializacion no es el espacio. La espacializacion es un momenta de la inserci6n territorial de los procesos socialcs. El espacio es mas que eso, pues funciona como un dato del propio proceso social. 5.12 La espaciallzacion no es espacio

El espacio es cl rcsultado de la suma y la slntcsis, siempre rcclaborada, del paisajc con la socicdad a travcs de la espacialidad. El paisajc permanece y la cspacialidad es un momento. El paisaje es cosa, la espacializaci6n es funcional y el espacio es estructural. El paisajc es rclativarncntc pennanente micntras que la cspacializacion es mutable, circunstancial, producto de un cambio estructural 0 funcional. El paisaje precede la historia que sc cscribira sobre close modifica para acoger una nueva actualid ad, una innovaci6n. La espacializaci6n es sicmprc el prcscntc, un presente que huyc, micntras que el paisajc es siempre el pasado, aunque sea reciente. El cspacio cs igual al paisajc, mas la vida que existe en cl: es la socicdad acoplada en cl paisajc. la vida que pulpiia conjuntamente con la matcrialidad. La cspacialidad serfa un momento de las rclacioncs socialcs gcografizadas, el momenta de la incidencia de la socicdad sobre una dctcrminada disposici6n cspacial. La espacializaci6n no es tan solo el resultado del movimiento de la socicdad, porque dcpcndc del espacio para

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realizarse. En su movimiento pcrmancnte, en su busqucda incesante de geografizaci6n, la sociedad esta subordinada a la ley del espacio preexistente. Su subordinaci6n no es eI paisaje, que considerado aisladamcntc es un vector pasivo. Es el valor atribuido a cada fracci6n del paisaje por la vida -que metamorfosea el paisajc en espacio- 10 que perm ite la selcctividad de la cspacializacion, No se trata de un proceso autonomo, porque en su orfgen, depende de las relaciones sociales y al final no es indepcndicrue del espacio, ni su concepto substituye cl concepto de espacio. La espacializacion tampoco es apenas cl resultado del movimiento de la sociedad, porque dcpcnde del espacio.


6 Configuracion territorial y espacio

Los conceptos de paisajc, configuraci6n territorial y espacio son difcrcntcs. El paisaje no es la configuraci6n territorial, aunque sea una parte de ella. La configuraci6n espacial no es el cspacio, aunque participe tambicn en cl, La configuraci6n territorial es cl tcrritorio, mas el conjunto de objetos existentes en cl; objetos naturales u objetos artificialcs que la dcfincn. Muchas veces 10 que imaginamos como natural no 10 es, micntras que 10 artificial se vuclve "natural" cuando sc incorpora a la naturalcza. Asf, las cosas creadas ante nuestros ojos y que para cada uno de nosotros constituyen 10 nuevo, aparecen como un hccho banal para las nuevas gcncracioncs, Lo que vimos construir cs, para las generaciones siguicntes, 10 que existe ante ellos como naturalcza. Descubrir si un objcto es natural 0 artificial exige la comprensi6n de su genesis, es dccir, de su historia. 6.1 Configuracuin territorial y paisaje

Sea cual sea el pafs y el cstado de su desarrollo, siempre existe una configuraci6n territorial Iormada por la constclacon de recursos naturales, lagos, rfos, planicics, montanas y bosqucs; y tambicn por los rccursos crcados: carreteras, ferrocarriles, conduccioncs de todo ordcn, diques, presas, ciudadcs, y otros. Ese conjunto de todas las cosas dispucstas como sistema es 10 que forma la configuraci6n territorial, cuya rcalidad y extension se confundcn con cl propio territorio de un pais. Tipos de bosques, suclo, clima, deslizamentos, son intcrdcpcndicntcs, como tambicn son las


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cosas que cl hombre sobrepone a la naturaleza. Es mas, la interdependencia se com plica y completa justamente porque se presenta entre las cosas que llamamos naturales y las que llamamos artificialcs. EI paisaje es el conjunto de objetos que nuestro cuerpo alcanza a percibir e idcntificar. Como simples peatones, serfa el jardfn, la calle 0 cl conjunto de casas de enfrente. Una fracci6n mas extensa de espacio que nuestra vista alcanza a vcr desde 10 alto de un cdificio. Lo que vemos desde un avi6n que vuela a l.OOO mt de altura es un paisaje, como el que percibimos en una extension todavfa mas vasta, cuando 10 divisamos de una altura mayor. EI paisaje es nuestro horizonte, estemos donde estemos. Es tambi en el contacto de nuestro cuerpo con el cuerpo org:1nico que es la naturaleza. A travcs del paisaje, la configuraci6n territorial apenas se plantca parcialmente miniaturizada en las fotograffas 0 los mapas, en la medida en que dominemos las informaciones. Pero la configuraci6n territorial es siempre un sistema, 0 mejor, una totalidad, aunque inerte. La naturaleza es una totalidad y un sistema siempre que no haya independencia entre las partes; ni en la naturaleza llamada natural, ni en la naturaleza transforrnada, Pero el paisaje no es total, sino parcial. Es siempre sectorial, un fragmento, y por eso hasta su pcrccpcion nos cngana, y no nos pucdc conducir directamente a la comprcnsion de 10 real, porque nunca se presenta como un todo. La configuraci6n territorial, sin embargo, es un todo. Al m:1s rico y audaz de los mercaderes, de nada le valdra comprar un trozo de una carretera. l.Que podrfa hacer con eso? l.De que sirve adquirir un pedazo de calle? l.Que se puede hacer con esc Iragmcnto, sino utilizarlo dentro y en funci6n de la totalidad de las cosas que Iorman la configuraci6n territorial? EI paisaje es el conjunto de cosas que perciben directamente nuestros sentidos; la configuracion territorial es el conjunto total, integral de todas las cosas que forman la naturaleza en su aspecto superficial y visible; yel espacio es el rcsultado de un matrimonio 0 un encuentro sagrado, mientras dura, entre la configuraci6n territorial, el paisaje y la sociedad. EI espacio es la totalidad verdadera porque es dinamico, es la geografizaci6n de la socicdad sobre la configuraci6n territorial.

Coufiguracion territorial y espacio / 75

Las Iormas pueden, durante mucho tiempo, seguir siendo las mismas, pero como la sociedad csta siempre en movimiento, el mismo paisaje, la misma configuraci6n territorial, nos ofrecen, en el transcurso de la historia, espacios diferentes.

6.2 EI espacio: fijos y flujos EI espacio est:1 siempre Iormado de fijos y de Ilujos, Tenemos cosas Iijas, Ilujos que provienen de esas cosas fijas, y Ilujos que llegan a esas cosas fijas. Todo estc conjunto es el espacio. Los fijos nos muestran el proceso inmediato de trabajo. Los fijos son los propios instrumentos del trabajo y las Iucrzas productivas en general, incluycndo la masa de hombres. Es por csta raz6n que los diversos lugarcs, creados para ejercitar cl trabajo, no son idcnticos y su rendimiento est:1 relacionado con la adecuaci6n de los objetos al proceso inmcdiato de trabajo. Los Ilujos son cl movimiento, la circulaci6n y por 10 tanto tambicn nos explican los fen6menos de la distribucion y del consumo. De esc modo, las categorfas cl:1sicas, cs decir, la produccion propiamente dicha, la circulacion, la distribuci6n y el consumo, pueden estudiarse por mediaci6n de esos dos l elementos: fijos y llujos. EI an:1lisis de los Ilujos es a veces diffcil a causa de la ausencia de datos. Pero el estudio de los fijos pcrmitc abordarlo mas comodamcntc, a travcs de los objetos localizados: agencias de correos, sucursales bancarias, escuelas, hospitalcs, f:1bricas... Cada tipo de fijo tiene sus caracterfsticas, tccnicas y oganizacionales. Y de esc modo, a cada tipo de fijo corresponde una tipologfa de Ilujos, Un objeto gcografico, un fijo, es un objeto tccnico pero tambicn un objeto social, gracias a los Ilujos, Fijos y Ilujos intcracuian y se alteran mutuamcntc,

6.3 Los fijos A partir de esc dato tal vez podamos abordar de otra forma aquclla antigua discusi6n, al oponer 10 que se


Configuracion territorial y espacio / 77

76/ Metamorfosis del espacio habitado

acostumbra lIamar espacio economico a 10 que se considera espacio gcograflco. El espacio economico es un conjunto de puntos y de flujos, mientras que el espacio gcografico es el espacio banal. Pero no se pueden distinguir, ya que los fijos provocan flujos en Iuncion de sus datos tccnicos, que son generalmente locacionales, pero tambicn en Iuncion de datos polfticos. Los fijos, como instrumentos de trabajo, crean masas. Pero no basta crear masas, es imperativo provocar su movimiento. Y la capacidad de movilizar una masa en el espacio la produce cxactamcnte el poder econornico, polftico 0 social, poder que, por eso es mayor 0 menor scgun las empresas, instituciones y los hombres en accion. A travcs de la historia vemos un cambio de importancia rclativa de cada una de esas instancias en la realidad y en la interpretacion espacial. Hoy en dia, ciertamente mas que nunca, al alcanzar los fijos una gran importancia, la circulacion ticne una importancia fundamental, entre otras razones por el hecho de que el producto se irucrnacionalizo y, por consiguiente, ha de distribuirse por todo el mundo, independientemente de fronteras y de distancias. Por otro lado, la ncccsidad de acumulacion se agravo y, por consiguiente, la circulacion alcanzo un ritmo frcnctico, Quien tiene menos rapidcz de movimiento ve como su producto y su mcdio de trabajo se desvaloriza.

6.4 Sistemas de ingenieria El conjunto de fijos, naturales y socialcs, forma sistemas de ingcnicrfa, sea cual sea el tipo de sociedad. Hasta las llamadas civilizaciones primitivas disponfan de sistemas de ingcnicrfa y a veces hasta mejor elaborados que los actualcs, porque con ingenio y arte, cmprcndlan proyectos con pocos mcdios, El dominic, por ejemplo, de las aguas saladas en un pats como Guinea Bissau, que todavia es cconomicamcntc pobre y atrasado, ilustra perfectamente esa capacidad de amoldar la naturalcza con la construccion de diques, para desalinizar la tierra y sembrar arroz. Se trata de un caso limite de claboracion de un sistema de ingcnicrfa, que se define como

un conjunto de instrumentos de trabajo afiadidos ala naturaleza y de otros instrumentos de trabajo que se localizan por encima estos, en una orden crcada para y por el trabajo. La naturaleza es mas, es un orden, aunque se nos presente con diferentes niveles de organizacion, tanto en la naturaleza natural como en la artificial. Por ejemplo, el nivel de organlzacion de un cristal aislado no tiene nada que vcr, en dimension y escala, con el nivel de organizacion de un macizo como el del altiplano Diamantinao, Ni las "bolanhas" guineanas son, desde ese punto de vista, comparablcs con las grandes maquinas urbanas que las metropolis modcrnas constituyen. Dentro de la naturaleza modificada por el hombre, los niveles de organizacion son tan diversos como los nivelcs de humanizacion de la naturaleza. Los sistemas de ingcnicrla evolucionan con la historia. De forma general, podemos afirmar siempre que pasamos primcro de un uso mayor del trabajo a un uso mayor del capital. Por ejemplo, en el caso del arroz de bolanha de Guinea, es el trabajo quien construye los diques, los canales de irrigucion 0 drenaje, mientras que en los parses mas ricos, los sistemas modemos de irrigacion y drcnajc, es mas el capital quien 10 lleva a cabo y, por eso mismo auyenta al trabajo. Por esto la palabra y el acto de irrigar ticncn, con el ticmpo, significados diferentes desde un punto de vista no apenas tccnico, sino cconomlco, social, polftico y cultural, y paralelamente la cvolucion de los sistemas de ingenierfa transcienden la naturaleza que se vuelve mas y mas artificial. Esa conquista no es homogcnca, al estar algunas areas mas imbuidas de esas verdaderas protests que otras. Los sistemas de ingenierfa pasan de un aislamcnto a una interdependencia creciente. Veamos por ejemplo el caso de los generadores de elcctricldad. De un ruirncro cnormc de empresas, casi tan numerosas como el mimcro de localidades con este servicio, nos encontramos hoy con una tendencia a la unificacion tanto tccnica como organizacional. Lo mismo sucede con el tclcfono, los ferrocarriles, las carreteras. La tendencia a una mayor interdependencia va acompanada de una mayor dlvcrsificacion y expansion de objetos tccnicos en el espacio. Al mismo tiempo que las actividadcs capitalistas aumentan su presencia en el


78/ Metamorfosls del espacio habitado

territorio, se plantea 10 contrario con los espacios indiferenciados. La cvolucion de los sistemas de ingenierfa tam bien implican pasar de una division del trabajo local y simple, a una cooperaci6n gcograficamcntc extend ida y compleja, de pocas a muchas mediaciones al usar tccnicas cada vez mas extranas al grupo. Por ejcmplo, la irrigaci6n creada en el siglo pasado en la region de Brumado, en Bahia, se hacra (y todavfa se hace) con tccnicas que en realidad eran el resultado de una interaccion dirccta, casi sin mediaci6n entre el grupo y su porci6n de naturaleza. Mientras tanto, las nuevas formas de irrigacion son el resultado de tccnicas cxtranas al grupo. Paralclamente, cada vez que se desarrolla el sistema de ingenierfa, el control de su utilizaci6n se vuelve mas unificado. Hay una unificaci6n del control de esos sistemas tanto desde el punto de vista de la economfa como del institucional. Pasamos tarnbien de flujos cortos en el espacio, y que acnian en areas limitadas, a Ilujos que se expanden con el apoyo de nuevos sistemas de ingenierfa. El intcrcs de las grandes naciones por crear grandes complejos hidroclcctricos en los parses pobres, naturalmcntc financiados por el Banco Mundial (que es el gestor de sistemas a escala intemacional), se justifica mientras los sistemas de ingenierfa tengan tendencia a universalizarse, por 10 menos en cuanto a su uso. 6.5 Division del trabajo a escala Pero sobre todo, 10 importante es que, con la evolucion de los sistemas de ingcnicrfa, la propia noci6n del tiempo cambia: el tiempo de produccion, cl de circulacion, el de consumo y el de producci6n de la plusvalfa, Mientras mas evolucionan los sistemas de ingcnicrta, mas cosas se producen en menos tiempo. Tambicn se transportan mas objetos en menos ticmpo, el consumo es mas inmcdiato, y facilitan cada vez mas, gracias a los cquipamcntos creados por el Estado, la circulacion. Se altcra la rclacion capital-trabajo, es dccir, la ecuacion de los empleos, y cambia la cstructura profesional,

Configuration territorial y espacio / 79

aumentando el mimcro de tccnicos, administradores y otros trabajadores terciarios. Por la forma como el capital fijo se distribuye en el espacio, es posible discemir las articulaciones que se crean, en cualquier momento, tanto en la articulacion intcrna a cada subespacio como tambicn entre subespacios. Estas articulaciones nos cxplicarai el movimiento de la urbanizacion y su rcparticion en cl territorio. Nos parece que esto es posible al eliminar la posiblidad de un debate conceptual 0 una guerra de libros, particndo de la realidad y volviendo a ella, a traves de la construccion de un cuerpo conceptual. En esa construccion intelectual, un dato fundamental es la nocion de cscala, pero no propiamcntc como un dato espacial, sino, sobre todo, como un dato temporal; por el hecho de que la division territorial del trabajo es claramente Iuncion del tiempo hist6rico. Por esto podemos trabajar con cl matrimonio indisoluble, que existe en 10 real, entre las nociones de tiempo y espacio. Es evidente que, dentro de un tcrritorio cxistc una oposicion entre escalas. Cada escala corresponde a un nivel de intcncionalidad. El del gobiemo federal no es obligatoriamente cl mismo nivcl de intencionalidad del de un gobiemo estatal 0 municipal, 0 de una agencia regional. El nivel de intencionalidad de la empresa que usa el espacio nacional como un todo, no es el misrno, ni tiene la misma cualidad 0 dircccion, que cl de una empresa que apenas puede usar una Iraccion del espacio 0 que tenga su radio de acci6n limitado a apenas algunos barrios de una ciudad. La nocion de escala es entonces esencial para comprender la diversidad y el enfrentamiento entre intencionalidades de diversos niveles, las cuales se manifiestan por mcdio de decisiones y repercuten en el orden econ6mico, cultural, polftico y moral, asf como en cl orden territorial.

6.6 Periodizaciones Otra noci6n indispensable es, por consiguiente, la de periodizaci6n que implica a otras dos: la nocion de regimen y la de ruptura. El regimen 10 integra el conjunto de variables que funcionan armonicamcnte, durante una porcion considerable de


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tiempo, pero cuya cvolucion no es homogcnca, Siempre hay desniveles entre las diversas variables. Lo que les pcrmitc trabajar, es decir funcionar en conjunto, es la existencia de una organizaci6n encargada de imponer reglas de acci6n. La organizaci6n es la que manticne las cosas funcionando durante un cierto pcrfodo de tiempo de una manera concreta, a pesar del movimiento real de la sociedad. Esto se mantiene hasta el momento en que la organizaci6n deja de ser eficaz. Aquf es cuando se presenta la ruptura, serial de crisis e inicio de otro pcrfodo. Esa nocion de periodizaci6n es fundamental porque nos pcrmitc definir y rcdclinir los conceptos y, al mismo tiempo, autoriza la empirizaci6n del tiempo y del espacio en su conjunto. En realidad, nuestro gran problema no es empirizar cl espacio, que tam bien esta formado por cosas materiales y tangibles; sino empirizar el tiempo y el espacio al mismo tiempo. Hacer esto equivale a utilizar, en el dominio del analisis espacial, la extraordinaria aportacion epistemol6gica de Einstein, para quicn el espacio y el tiempo son equivalcntes sin ser apenas simultancos. Ticmpo es espacio y espacio es tiempo. Para trabajarlos conjuntamente y de forma concreta, ticnen que empirizarse y esta empirizaci6n es imposible sin la pcriodizacion. Es a travcs del significado particular, cspcclflco de cada segmento de tiempo, cuando aprendemos el valor de cada cosa en un momenta concreto. i,Que valor tiene hoy una red de irrigaci6n construida en el siglo pasado, 0 que significa un camino vecina!? Ambos pueden tener la misma reaIidad aparente, ayer y hoy, pero no el mismo significado, que carnbio, por el mero hecho de que tiene otro papel en la economfa y en la sociedad. Esto, adcmas, es valido para cualquier objeto que estemos tratando. Una empirizaci6n efectiva, util, cficaz, s610 se puede hacer cuando se alcanza una periodizaci6n, la cual pcrmitc dcfinir, 0 mejor, rcdcfinir las cosas, que se nos presentan como si fueran las mismas, por sus Iormas, por la realidad de su existencia 0 por su cuerpo. Por eso mismo nos abren la posibilidad de incurrir en falsedades, ya que una misma cosa deja de ser 10 que era antes, en el transcurso de la historia, a medida que cambia su contenido hist6rico. Asi se nos plantca,

Conflguracion territorial y espacio /81

en un solo ticmpo, el rehacer la historia, mientras nos empujan a revisar eI pasado, con criterio coherente, pero sobretodo nos pcrmitc tambicn descubrir la tendencia, es decir, volver al futuro e intentar imaginar 10 que va a pasar. En ciertas condiciones sociopolfticas, por ejemplo, un cierto tipo de actividad productiva crea una cierta ecuaci6n de empleo, si se realiza a partir de un dctcrminado sistema de ingenierfa. Pero sabemos que si cambia el sistema de ingenierfa en cualquier aspecto, la tendencia es que esa ecuaci6n de emplco tarnbicn cambie. Al conocer el valor de cada variable, estamos mas cerca de saber que intcrvcncion es necesaria para obtener tal 0 cual resultado. Tarnbicn es verdad que existen imponderables, sobre todo porque, como vimos, hay diferencias de escala e intencionalidad entre escalas.

6.7 Por una vision prospectiva Una vision prospectiva que permita vislumbrar el futuro de forma objetiva, debe tener en cuenta diversos datos, bajo un mismo nexo: fijos y flujos; sistemas de ingcnicrfa, paisajes, configuraciones territorialcs y espacio; vida urbanp y mundo agrfcola, formas antiguas y nuevos procesos; regfmcnes y rupturas; procesos cconomicos, polfticos y culturales, etc. Las tendencias que 10 pcrmitcn son, entre otras, la nueva ecuaci6n del crnplco, la nueva estructura dcmografica, la nueva estructura fundiaria, la participaci6n en la econornfa del capital fijo, del capital circulante y del capital constante y variable. Tarnblcn, por esc mctodo, se podran entrever, para cada fracci6n del espacio, las necesidades de avance del capital inherentes a cada producci6n, y hasta las nuevas distribuciones locales de cIase. A travcs de un estudio de ese tipo, tambicn se pueden vislumbrar las migraciones como resuItado de la adicion de mas capital a un espacio. Asf es como se crean, adcrnas, corricntcs migratorias en los dos sentidos: provocando la expulsion de los que no se adaptan a los niveles tecnicos y de capital instaurados y aproximando para el area aquellos dotados de las nuevas 6


82 / Metamorfosis del espacio habitado

capacidades exigidas para desarrollar el nuevo instrumental cicntffico y tccnico. Un mctodo elaborado de esta forma sistcmaticamcruc aplicado, nos pcrmitira entrever igualmente las nuevas tendencias del uso del tcrritorio, que incluyen las de urbanizaci6n, cl papel renovado y los nuevos conl1ictos entre las diversas instancias administrativas y, por ultimo, las diversas facetas de un movimiento social integrado sin dejar de ser contradictorio. Asf nos darcmos cuenta, en el mismo movimiento, de las posibilidades ya realizadas en 10 real y de las que se mantienen en reserva. Debemos entonces recordar que si 10 real es 10 vcrdadcro, 10 posible es siempre mayor que 10 real y el futuro mas amplio que 10 existente. El presente es 10 real, 10 actual que se desvanece y sobre cl, como sobre el pasado, no tenemos ninguna fuerza. El futuro cs el que constituye cl dominio de la voluntad y es en base a el donde dcbcmos centrar nuestro esluerzo, para hacer posible y eficaz nuestra accion,

7 De lo fisico a lo humano. De lo natural a lo artificial. Geografia Fisica. Geografia Humana

El hombre constituye, dentro de la naturaleza, una forma de vida. l,Que 10 distingue de otras formas de existencia? Las respuestas son numerosas, por ejemplo que el hombre se distingue de otras formas de existencia porque tiene la posibilidad de hablar, 0 porque es cl unico animal erecto, 0 aun mas, porque es el unico capaz de pensar, de rcllexionar... Todas estas respuestas, aunque cicrtas, son insuficicntcs para caracterizar dentro de la naturaleza, la gran distinci6n entre el hombre y otras formas de vida. El factor distintivo dctcrminantc es el trabajo; 10 que hace del hojnbre una forma de vida sui generis es su capacidad de producir. 7.1 EI Hombre y la producci6n

EI trabajo es la aplicaci6n de la energfa del hombre sobre la naturaleza, directamente 0 a travcs de dispositivos mccanicos, que son prolongacion de su cucrpo, con la intenci6n de reproducir su vida y la del grupo. Algunos afirmarfan que otros animales tambien rcalizan trabajo, cuando de alguna forma utilizan y modifican la naturaleza, pero el hombre es el iinico que rcflexiona sobre la realizaci6n de su trabajo. Antes de lanzarse al proceso productivo, piensa, razona y, de alguna mancra, preve el resultado que tcndra su csfucrzo,


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