Claudio Pla Alem
Poder Volar Estrategias para superar el miedo a volar y disfrutar de los viajes
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 1
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 2
Claudio Pla Alem
A mis hijas Marina, Gabriela y Sofía porque me iniciaron en el vuelo más importante de la vida que es ser un padre.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 3
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 4
Claudio Pla Alem
Copyright © 2015 Claudio Pla Alem All rights reserved. ISBN-13: 978-1514163931 ISBN-10: 1514163934
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 5
Claudio Pla Alem
Claudio Pla Alem Médico, psiquiatra Miembro de A.P.S.A. (Asociación de Psiquiatras Argentinos) Miembro de la A.A.T.A (Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad) Miembro de la A.A.P. (Asociación Argentina de Psiquiatras) Miembro de la A.D.A..A. (Anxiety Disorders Association of America) Miembro de la A.P.A. (American Psychiatric Association) International Association for Cognitive Psychoterapy (IACP) Especialidades: Consultor Empresarial - Asistencia de pasajeros con temor a volar. Trastornos de Ansiedad, Manejo del Stress. Orador en Vistage Argentina
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 6
Claudio Pla Alem
ÍNDICE .- PRÓLOGO .- INTRODUCCIÓN ¿Qué es el miedo? Normales y anormales. ¿Para qué sirve el miedo? ¿Cómo funciona? El aprendizaje del miedo. Factores desencadenantes. 1.- FACTORES SOCIALES El fantasma de Gardel. 2.- FACTORES PERSONALES Un cóctel de ansiedad. 3.- FACTORES PRIMITIVOS El ridículo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 7
Claudio Pla Alem
4.- FACTORES TÉCNICOS Información
versus
desconfianza.
Principios
técnicos de aeronavegación, por qué vuela un avión. Plan de vuelo. El despegue. El crucero. El aterrizaje. La industria aérea. Los pilotos y la tripulación. Asistentes de vuelo. Controladores del tráfico aéreo. Mecánicos y mantenimiento. Las turbulencias. Las tormentas. Una entrevista al Cmte. Osvaldo Larumbe, ¿por qué los pilotos no tienen miedo? 5.- FACTORES REALES La paciencia a prueba. 6.- FACTORES IMAGINARIOS Asociación ilícita. Aplicación práctica, programa de autoasistencia por aumento de ansiedad. 7.- FACTORES COLECTIVOS Buenas noticias. 8.- FACTORES INDIVIDUALES Poder volar, la lección de Lourdes. Erica en el diván.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 8
Claudio Pla Alem
9.- ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS PARA VOLAR TRANQUILO Antes del vuelo. El día del vuelo. Durante el vuelo. Últimos consejos. .- EPÍLOGO .- BIBLIOGRAFÍA
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 9
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 10
Claudio Pla Alem
PRÓLOGO Prólogo: La vida es un viaje. Todos los emprendimientos del hombre se los puede pensar de esa manera. Los invito a viajar por mi libro, recorriendo reflexiones e información sobre el viajar en avión, y sobre la vida misma. Desde 1994 me dedico a la gratísima tarea de mejorar la calidad de los vuelos de muchos pasajeros frecuentes de avión y a acompañar a otros a vencer el miedo a volar. Es un enorme placer escuchar los relatos de viajes muy deseados y soñados que pudieron Estrategias para superar el miedo a volar
Página 11
Claudio Pla Alem
hacerse realidad sin la tortura de tener que padecer el enorme sufrimiento que representa estar sentado en un avión, inundado de pensamientos muy negros sobre el final de la propia vida. Pensar el avión como peligroso es una de las construcciones imaginarias más comunes y más alejadas de la realidad. Estos pensamientos entran en los pasajeros de manera involuntaria y cuesta quitarlos, pero es posible. TODO EL MUNDO PUEDE VOLAR. Se trata de asumir el problema y de tomar la valentía de afrontar los pensamientos negativos con pensamientos racionales. Para algunos puede ser como quitar “chapapote”, pero sepan que siempre existe una solución.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 12
Claudio Pla Alem
En este libro encontrará varias pistas para armarse de valor y poder librar mejor esa batalla. Siempre les digo a mis colegas que me resisto a pensar el miedo a volar como una “enfermedad”. Para mí es una natural respuesta del sistema nervioso humano que se topa con dos enormes desafíos que no puede asimilar: la ley de la gravedad y las tormentas. Y esto le ocurre a aquel que está sensible y/ó tiene la sutil inteligencia como interrogarse sobre estas cuestiones Desde que el hombre está en la tierra (impensable cantidad de millones de años) Estrategias para superar el miedo a volar
Página 13
Claudio Pla Alem
siempre le a temido a las caídas y a los rayos. La pregunta que no puede dejar de hacerse es sobre cómo hacen 360 toneladas de un Jumbo para volar y porqué un rayo en medio de una tormenta no lo va a fulminar. Pues la solución está en hacer nuevos aprendizajes que posibiliten volver a confiar, volver a familiarizarse con el avión. Espero que este libro sea el comienzo de un proceso de aquietar fantasmas y comenzar a disfrutar de los viajes en avión, uno de los medios mas seguro de transporte que existe en la actualidad.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 14
Claudio Pla Alem
AGRADECIMIENTOS Quiero agradecer muy especialmente a mis amigos y socios de PODER VOLAR, Vila, el Comandante Daniel Dottis y el Comandante Jorge Albanese con quienes venimos recorriendo distintos lugares del mundo con nuestros talleres. A la editorial RBA de España. A mi socio en Madrid (y casi un hermano), el Licenciado Eduardo Larriera. A Lourdes Caamaño, por su valioso testimonio y al Comandante Osvaldo Larumbe, por sus aportes profesionales. A mis asistentes, Marta Coma , Susana Sierra, Laura Moreno y Juliana Martínez por su incondicional ayuda.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 15
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 16
Claudio Pla Alem
INTRODUCCIÓN ¿Qué es el miedo? El diccionario de María Moliner define la palabra miedo de la siguiente manera: “Estado afectivo del que ve ante sí un peligro o ve en algo una causa posible de padecimiento o de molestia para él”. “Miedo” deriva de la palabra latina “metus” y es una respuesta que se produce ante estímulos o situaciones más o menos
definidos.
contribuye
a
afortunadamente,
Es la
un
fenómeno
que
supervivencia
y,
puesto
que
es
una
respuesta que le ha salvado la vida al ser humano en millones de ocasiones, nos acompañará a lo largo de toda nuestra existencia.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 17
Claudio Pla Alem
Fobia, en cambio, es lo siguiente: “Sufijo que se emplea específicamente en psicotecnia aplicado a los temores íntimos proyectados a un objeto exterior”. Es
un
miedo
desproporcionado estímulo
que,
hacia
en
intenso
una
principio,
situación no
y o
debería
desencadenar esa reacción. El término se usó en su acepción médica por primera vez en el siglo I. Lo aplicó Celso, un enciclopedista romano, para hablar de la hidrofobia. Antes,
Hipócrates
describió
los
síntomas de las fobias, aunque sin utilizar la palabra, cuando observó que Damocles no podía acercarse a un precipicio, subir a un puente o permanecer al lado de un foso, aunque sí entrar en él.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 18
Claudio Pla Alem
La espada de Damocles bien podría simbolizar su fobia a las alturas. Sin embargo, la fama no la obtuvo gracias a sus miedos sino a su capacidad de darles batalla. La lista de fóbicos famosos es muy variada y caprichosa: la reina Isabel I de Inglaterra le tenía fobia a las rosas, Eduardo VII al número trece, Freud a viajar... y en sus biografías, se señalan esas reacciones casi como
defectos
ordinarios
de
personas
extraordinarias. ¿Significa esto que es normal tener fobia? ¿O que es menos normal tener fobia que miedo? ¿Cuál es la diferencia? ¿La intensidad? ¿El objeto que las evoca o el sujeto que las soporta? Estrategias para superar el miedo a volar
Página 19
Claudio Pla Alem
¿Si tengo miedo soy normal, pero si tengo fobia soy anormal? La gran pregunta sería entonces: ¿Qué es normal y qué es anormal? Normales y anormales El estado normal ideal es aquel que decidió un grupo de gente como tal. El problema es que este grupo de gente podría estar integrado por un predicador evangelista y sus feligreses, por cadetes de una academia militar, por los asistentes a un congreso psicoanalítico o por los internos de un centro neuropsiquiátrico. Es decir, cualquier colectivo que crea estar en posesión de una verdad estaría en condiciones de determinar qué es normal y obrar en consecuencia con la convicción de
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 20
Claudio Pla Alem
que quien no venere la norma por ellos consagrada es, sencillamente, anormal. Pocos diferencian entre establecer una norma de conducta y determinar qué está bien o qué está mal. La idea de normalidad en la historia está relacionada con el comportamiento de la sociedad
de
cada
época,
sujeta
en
consecuencia a cambios, y puede envejecer y también ser superada. Esto no significa que normalidad sea un concepto equivalente a moda. La moda es una efímera señal cultural, mientras que normales o anormales son pautas que mutan antes que caducar. Su potencial proviene de su posibilidad de censura y juicio sobre los demás, pero también de cambio, porque tienen la ductilidad
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 21
Claudio Pla Alem
de
los
cambios
sociales
que
permiten
transformar y transformarse. Normal y anormal son conceptos que nada tienen que ver con la democracia. Es decir, lo que haga o diga que hay que hacer la mayoría de la gente no convalida una conducta como normal ni transforma en anormal a quien no la cumpla. La normalidad, tomada desde un punto de vista puramente estadístico, tiene las patas cortas. Puede significar un consuelo de pocos, de tontos o de sordos. Más allá de consideraciones teóricas, reconozcamos que es absolutamente normal sentirse ansioso la noche anterior a algún acontecimiento importante y que esto nos preocupe.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 22
Claudio Pla Alem
Es normal que camino a la sala de partos una mujer grite: “¡tengo pánico!”, aún cuando esa palabra no tenga la connotación que un especialista pueda darle. Es normal sentir miedo a las alturas y anormal creer que uno puede imitar a Tom Cruise sujetándose con dos dedos a los bordes de un precipicio en la primera escena de Misión Imposible. Por
eso,
él
es
el
personaje
imperturbable de una exitosa película mientras que son millones los seres humanos que cuando se asoman a un precipicio a menos de cien metros comienzan a sentir el estómago encogido.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 23
Claudio Pla Alem
El profesor Isaac Marks, en su tratado Miedo, fobias y rituales, expone una de las verdades básicas del vértigo: es la expresión de un instinto de conservación que preserva a las personas de sus más primitivos impulsos autodestructivos. El miedo no es sólo una emoción normal, sino esencial ya que actúa como un mecanismo de defensa. Lo anormal y peligroso sería, en todo caso, no tenerlo. ¿Para qué sirve el miedo? El periodista Sergio Ciancaglini, en su ensayo La revolución del sentido común,
desarrolla
“Biografía del miedo”
en
el
algunos
capítulo de
sus
matices:
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 24
Claudio Pla Alem
“El del miedo es un relato que empieza relativamente bien, y suele terminar mal. Empieza como un mecanismo de defensa, una programación que nos preserva de determinados riesgos. Miedo al dolor, al abandono, al peligro. También cumple una función educativa. El temor (a una reprimenda, a un castigo) hace que el niño aprenda a no poner la mano en el fuego. A tenerle miedo a esa posibilidad y a tomar conciencia de ella. El riesgo de evaluar en carne propia las habilidades de los automovilistas hace que uno mire bien antes de cruzar la calle, o que obedezca a los semáforos. El miedo forma conciencia. Es otro fabricante de sentido.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 25
Claudio Pla Alem
Pero de ese miedo vital, que sirve para vivir (y que forma parte del sentido común) se puede pasar a un miedo mortal, capaz de paralizar a la persona. El primero es un miedo organizador: me obliga a mover los brazos y las piernas en el agua para no ahogarme. El segundo es caótico: si me domina, me hundo. Necesito un salvavidas”. O un paracaídas, en nuestro caso. ¿Cómo funciona el miedo? Cuando vivimos una situación que consideramos
peligrosa
(por
ejemplo,
cruzarnos en un paseo por el campo con una serpiente, o escuchar un ruido extraño en casa por la noche) se produce la respuesta del miedo:
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 26
Claudio Pla Alem
el
cerebro
envía
una
señal
al
hipotálamo ―que regula el sistema nervioso automático y controla algunas funciones del organismo como el corazón y la respiración― y éste moviliza al cuerpo para la acción y así afrontar la amenaza. Esta reacción al peligro provoca una diversidad de cambios físicos descritos por los especialistas y sus características han llevado a denominarla respuesta “figth o flight”. Se trata de una reacción normal.
Es
una respuesta que se produce tanto si el peligro es real como si es imaginario. Cuando el peligro es real, la respuesta “figth o flight” es útil, funcional. En cambio, cuando la respuesta es una exageración de peligro (respuesta fóbica), la respuesta fisiológica (que es, como hemos visto, automática) nos paraliza. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 27
Claudio Pla Alem
Es decir, hablamos del miedo como un problema
cuando
disfuncional,
éste
cuando
se
convierte
produce
en más
inconvenientes que las ventajas que podría proporcionar. Pero detengámonos por un momento en las palabras que engloban el concepto “figth o flight”. La traducción de fight es pelea, batalla, lucha o combate. La traducción literal de flight es vuelo, y en sentido figurado se puede traducir como salir volando, huida. Nunca las palabras son inocentes y menos en un caso como éste. Fight o flight, lucha o huida, son los términos utilizados por los especialistas para describir los cambios físicos que experimenta el cuerpo frente al miedo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 28
Claudio Pla Alem
Apuntaron: •
Hay una mayor velocidad en los latidos del corazón que bombea al cuerpo más sangre.
•
Hay un aumento del ritmo de la respiración.
•
Hay un aumento del sudor.
•
Hay erizamiento del vello.
•
Hay
dificultad
de
pensar
conscientemente (y si se prolonga, una sensación de ahogo, mareos). •
Hay un aumento de la tensión muscular (que a la larga, produce temblores en las piernas).
•
Hay una dilatación de las pupilas al principio (luego, visión borrosa).
•
Hay
una
mejora
notable
en
las
capacidades auditivas. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 29
Claudio Pla Alem
•
Hay un aumento de segregación ácidos (dolor de estómago, diarreas).
La rápida activación de los sistemas nervioso y endocrino para responder al peligro, estimula en definitiva la síntesis de la adrenalina que se bombea al flujo sanguíneo, lo que provoca que sucedan simultáneamente varios cambios fisiológicos. Cambios cardiovasculares. Se produce un aumento de la presión sanguínea y se acelera la frecuencia cardíaca. El flujo sanguíneo de manos, pies y cerebro cambia así como la composición de la sangre, ya que aumenta la cantidad de síntesis y liberación de azúcar por el hígado para el uso de los músculos. También se produce un aumento de la sudoración (en las palmas de las manos) Estrategias para superar el miedo a volar
Página 30
Claudio Pla Alem
debido a que los capilares funcionan de forma diferente. Cambios en el sistema respiratorio. El cuerpo necesita más oxígeno para la lucha o para la huida, y no sólo aumenta el ritmo respiratorio (para incrementar la capacidad respiratoria y la dilatación bronquial para captar más oxígeno) sino también la forma de respirar. Se pasa de una forma de respiración diafragmática
(cuando
estamos
relajados,
llenamos los pulmones de arriba abajo, desde el diafragma) a otra torácica (cuando se tiene miedo, la acción de respirar ocurre en la parte superior
del
pecho
logrando
enriquecer
rápidamente la sangre con oxígeno y exhalar mayor cantidad de dióxido de carbono). Cambios en el cerebro. Debido al miedo y al bombeo de sangre hacia los órganos vitales, el cerebro funciona de forma diferente. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 31
Claudio Pla Alem
Por decirlo de manera sencilla, pasa del pensamiento
consciente
al
modo
supervivencia. A causa de ello, en una situación de mucho miedo, es imposible acceder a la información de la memoria y “no se puede pensar”. Y por efecto de la insuficiencia de dióxido de carbono, ciertas posiciones del cerebro pueden producir mareo y, si ésta es prolongada, se puede perder el conocimiento. El mareo es por la falta de dióxido de carbono, no de oxígeno como muchos creen. Y la insuficiencia de dióxido de carbono
puede
producir
otro
síntoma:
sensación de ahogo parecida a la asfixia. Cambios en los músculos. La mandíbula, el trapecio (parte superior de los hombros), los lumbares y los músculos de las piernas se tensan para responder al miedo, lo que puede
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 32
Claudio Pla Alem
producir presión y dolor, además de temblores incontrolables en las piernas. Cambios en la visión. Al comienzo, mejora la visión, todo el cuerpo se pone alerta. Pero luego, debido al exceso de oxígeno que provoca que las pupilas se dilaten, la visión se vuelve borrosa. Cambios en el oído. Como reacción al miedo, se afina, mejora la capacidad auditiva. Cambios gastrointestinales. Se remueve el estómago por la segregación de ácidos y por la entrada de más aire, debido al aumento y la agitación del ritmo respiratorio, lo que todo junto puede producir diarreas. De acuerdo con las observaciones de los especialistas, cada una de estas reacciones y cambios físicos preparan y disponen al cuerpo para afrontar una amenaza, ya sea para la Estrategias para superar el miedo a volar
Página 33
Claudio Pla Alem
lucha o para la huida. Dicho de otro modo, el cuerpo
no
se
alista
solamente
para
enfrentarse al peligro que desencadenó el miedo sino también para eludirlo. El doctor Tony Whitehead, en su libro Miedos y fobias, define así el fenómeno de figth o de flight: “Hay una parte del sistema nervioso que se describe como el sistema nervioso autónomo y que es el que entra en acción cuando tiene lugar una crisis peligrosa. No sólo salen lanzados impulsos nerviosos hacia todas partes a lo largo de este sistema, sino que se liberan unas hormonas cuya función será ayudar a la preparación para huir o luchar. (...) Es la redistribución de la sangre la que causa algunas de las desagradables sensaciones que sentimos en el abdomen, mientras que un ritmo cardíaco y respiratorio Estrategias para superar el miedo a volar
Página 34
Claudio Pla Alem
acelerado provocan sensaciones en la cabeza y el pecho. Todos estos cambios, incluyendo los que resultan contraproducentes, como los temblores,
son
respuestas
normales
del
organismo a una situación que nos asusta”. Luchar o huir... volar. Figth & flight Desde la misma morfología del miedo estas palabras están normalmente asociadas. Conviene,
entonces,
comenzar
a
desvincularlas y quedarnos con la parte que nos concierne. Y, al igual que Gabriel García Márquez, podríamos decir: “No se preocupe: tenga miedo”, ya que esto es normal.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 35
Claudio Pla Alem
El aprendizaje del miedo Según Rubio, Cabezuelo y Castellano, con miedo a volar no se nace, y la mejor prueba de ello es que hay muchos usuarios de ese medio de transporte que no sufren ningún tipo de malestar cuando vuelan. Sabemos que, estadísticamente, volar es el medio más seguro, con mucho, de entre todos los que existen en la actualidad. Para confirmar tal aseveración, baste señalar que sólo una persona que volara todos los días durante 95 años tendría la posibilidad de sufrir un accidente de avión. Sin embargo, cada vez hay más personas a quienes el hecho de volar les
supone
padecer
alguna
dificultad
o
trastorno de diferente grado e intensidad. ¿Cómo es esto posible?
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 36
Claudio Pla Alem
Si decimos que con miedo a volar no se nace, es pues lógico inferir que entonces “se hace”, es decir, se aprende. Y si es posible aprenderlo, también lo será “desaprenderlo”. La pregunta ahora es: ¿por qué se aprende? De una manera sencilla, que luego ampliaremos con más detalle, podemos decir que hay dos vías de aprendizaje. La vía directa y la indirecta. En la primera, se produce a través de aquellas situaciones que la persona experimenta por sí misma, tanto las que incluyen peligro real como las que no lo incluyen pero que son interpretadas como peligrosas (por ejemplo, la percepción errónea de peligro ante una turbulencia, o por un fallo en el sistema de aire acondicionado o en un motor, o por la irrupción de un relámpago, etc).
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 37
Claudio Pla Alem
Y
la
vía
indirecta
es
cuando
el
aprendizaje se produce a través de la experiencia de otros o a través de los medios de información; es decir, observando o escuchando a los demás y luego por el boca oreja, o por las noticias de los medios de comunicación. Así, una vez que se desarrolla un pensamiento irracional, se prestará más atención a toda aquella información que confirme su miedo que a la que lo desacredita. Factores desencadenantes Para toda una corriente de estudiosos, el miedo es una reacción que tiene un alto componente adaptativo. Es decir, es un mecanismo de seguridad que tiene como fin la supervivencia. Algo así como la garantía de continuidad de la especie que nos viene activada en nuestro disco duro genético. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 38
Claudio Pla Alem
Este mecanismo se dispara ante un amplísimo repertorio de estímulos,
pero su
circuito de reacciones es limitado. Funciona como las alarmas de las casas: están colocadas para advertirnos de si un ladrón quiere entrar, pero a veces suenan cuando un gato anda merodeando inocentemente. Así, el miedo puede convertirse en algo sumamente útil o en algo muy molesto, en una ayuda o en un trastorno. Entonces, ¿cuándo pierde el miedo su condición
de
respuesta
adaptativa?
Seguramente en el momento en que no podemos diferenciar entre los ladrones y los gatos.
O
sea
que
el
miedo
deja
de
considerarse normal cuando no hay un peligro concreto que lo justifique. Es en estos casos cuando ya no se habla de miedo sino de fobias. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 39
Claudio Pla Alem
Y las fobias, o temores irracionales, implican la evitación del estímulo temido. Cuando
una
persona
empieza
a
evitar
situaciones temidas que no suponen peligro en sí mismas diremos que su miedo se ha convertido en una fobia. Y las fobias se vinculan al pánico y la ansiedad. El ataque de pánico es uno de los cuadros más complejos de todos los llamados trastornos de ansiedad. Tiene características específicas. Los estudiosos han apuntado 14 síntomas
físicos
(taquicardia,
sudoración,
mareo, náusea, irritabilidad, etc.) que se desatan ante la aparición del cuadro. De acuerdo con el Manual de Enfermedades Mentales de los Estados Unidos, basta que aparezcan cuatro de estos síntomas para que se diagnostique este síndrome.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 40
Claudio Pla Alem
Básicamente, se presenta como la combinación de tres miedos paralizantes: el miedo a perder el control, el miedo a morirse y el miedo a la despersonalización o sentimiento de irrealidad (la persona siente como si estuviera dentro de una película donde todo le es ajeno). Cuando estos ataques se repiten y la persona comienza a evitar determinadas situaciones para eludir los síntomas, ya se habla de trastorno de pánico. La ansiedad es un estado aversivo del organismo que anticipa una situación de peligro y se manifiesta fisiológicamente con taquicardias, sudores, temblores, agitación, y psicológicamente
con
pensamientos
catastróficos, ideas negativas y deseos de escapar. Pero ¿qué tipo de ansiedad o fobia representa el miedo a volar? Estrategias para superar el miedo a volar
Página 41
Claudio Pla Alem
¿Y por qué se desencadena? Sin duda una muy compleja y no porque sea más grave o intensa que otras, sino porque en su estructura se mezclan los siguientes factores: •
Sociales
•
Personales
•
Primitivos
•
Técnicos
•
Reales
•
Imaginarios
•
Colectivos
•
Individuales
Esta es una posible clasificación de los muchos factores que pueden desencadenar el miedo a volar. A partir de este momento, echaremos un vistazo sobre qué se esconde
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 42
Claudio Pla Alem
detrás de cada uno de ellos para comprender los motivos que producen el miedo.
Capítulo1 FACTORES SOCIALES
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 43
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 44
Claudio Pla Alem
El fantasma de Gardel El Hombre ―así con mayúscula― ha sido
capaz,
gracias
a
la
constante
investigación y los avances tecnológicos, de llegar muy lejos. A Marte o a la Luna, por ejemplo. Pero en el único caso en que, por ahora, puede llevar numerosa compañía es cuando
utiliza
un
avión.
Además,
ha
despegado los pies de la tierra desde hace poco tiempo. La historia comienza un 20 de julio de 1900, cuando el conde Von Zeppelin realizó su primer vuelo en aerostato. El aristócrata se elevó a una altura de 400 metros y recorrió 6 kilómetros. Por entonces, los más optimistas calculaban que serían necesarios unos 50 años para desarrollar otro tipo de aparato más sofisticado. Sin embargo, los que estuvieron más cerca de la respuesta correcta fueron los Estrategias para superar el miedo a volar
Página 45
Claudio Pla Alem
que escribieron las predicciones para el nuevo siglo publicadas en el Ladies Home Journal, en diciembre de 1899. Allí
anunciaban
que,
muy
pronto:
“escuadras de naves aéreas, ocultas en sus propias y nebulosas brumas, flotarán sobre ciudades y campos y se desplazarán a la velocidad
de
los
trenes
actuales.
Sorprenderán a los enemigos lanzando rayos mortíferos sobre ellos.” Los hermanos Wright, apenas tres años después, sorprendieron al mundo con una audacia que la crónica histórica recuerda así: “En la mañana del 17 de diciembre de 1903, en las dunas cercanas al pueblo de Kitty Hawk, en California del Norte, Orville y Wilbur Wright se dieron la mano, según relata un testigo presencial, como dos parientes que se separan sin estar seguros de volver a verse. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 46
Claudio Pla Alem
Frente a ellos, un pequeño artilugio de fabricación
casera
que,
esperaban,
los
convirtiera en los primeros en controlar una nave más pesada que el aire”. El primer intento fue breve y torpe: la nave rebotó sobre la playa. Poco después del mediodía, y tras varios arranques fallidos, los hermanos Wright consiguieron elevar la nave a 5 metros de altura y recorrer 160 metros antes de estrellarse contra el suelo. El vuelo duró apenas 59 segundos. Fue suficiente. Solo
unos
pocos
periódicos
se
interesaron por la hazaña de los hermanos Wright, aunque la experiencia no fue ignorada por los principales países del mundo que firmaron convenios para desarrollar el invento.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 47
Claudio Pla Alem
Doce años más tarde, las escenas de guerra ya contaban con aparatos voladores que confirmaban aquellas
predicciones que
habían parecido escritas sólo para sobresaltar a ingenuas amas de casa. Centrémonos en la época: cuando en 1900 un aparato más pesado que el aire lograba separar la nariz del suelo y elevarse a la altura de un balcón bajo, todavía no se habían inventado las bombillas eléctricas. El primer vuelo sin escalas (Nueva York-California) se llevó a cabo en 1923 y un año después se logró dar la vuelta al mundo en avión en un viaje que duró 175 días. Fue a comienzos de 1935 cuando Pan Am ofreció el primer servicio de pasajeros a través del Atlántico,
inaugurando
así
los
vuelos
comerciales de larga distancia considerados Estrategias para superar el miedo a volar
Página 48
Claudio Pla Alem
por todos como el medio de transporte más seguro. Desde entonces han cambiado varias cosas. La velocidad de esas máquinas era apenas superior a los 320 kilómetros por hora mientras que las actuales superan los 3.400 km./hora. El combustible que utilizaban era altamente inflamable. Hoy se utilizan químicos de alta calidad, preparados
para
resistir
temperaturas
inesperadas. Woody
Allen
y
Luciano
Pavarotti
nacieron ese mismo año. También entonces ocurrió algo que golpeó fuerte a los argentinos, por extensión a los latinoamericanos y, en general, a los amantes de la buena música: Carlos Gardel murió en Medellín, Colombia, cuando el avión en el que viajaba se estrelló contra otro antes Estrategias para superar el miedo a volar
Página 49
Claudio Pla Alem
de despegar. Como latino, me atrevería a señalar que la fecha de nacimiento del miedo a volar, al menos para nosotros y para todos los que conocían el arte de Gardel, es ésa: 1935. Pero
también
ocurrieron
otros
accidentes aéreos que, durante los inicios de la aviación comercial, contaron entre sus víctimas a personas famosas y que, por tal motivo, bien podrían significar otras fechas alternativas de nacimiento del miedo a volar pues tuvieron una gran repercusión en sus países de origen y a escala mundial. Casos como el del músico norteamericano Glenn Miller, cuyo avión se perdió en el Canal de la Mancha el 15 de diciembre de 1944.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 50
Claudio Pla Alem
O el de Buddy Holly y Ritchie Valens en la década de los 50, en los Estados Unidos; o el del gran gimnasta español Joaquín Blume, en 1959. Volar era sinónimo de progreso, de nivel social, de espíritu aventurero. Nadie pensaba en Ícaro sino en Perseo, el héroe que salvó a Andrómeda de sus cadenas y la convirtió en estrella. Hasta
que
llegaron
aquellos
días
infaustos y sucedió lo que sucedió. Ese tipo de tragedias hizo sonar la alarma colectiva y el optimismo inicial se derritió como una vela encendida. Y más tarde, ya en pleno desarrollo de la aviación comercial, sucedieron nuevos accidentes
aéreos
con
nuevas
víctimas
famosas, o no tan famosas, pero que por un motivo u otro alcanzaron gran resonancia Estrategias para superar el miedo a volar
Página 51
Claudio Pla Alem
internacional y popular, contribuyendo así a extender el miedo a volar. Es el caso del accidente del avión en el que viajaba un equipo de fútbol británico, tras disputar un partido. O la tan conocida tragedia de los Andes, donde se estrelló el avión que transportaba a un equipo de rugby uruguayo en 1972, y que fue ampliamente seguida por los medios de comunicación de medio mundo durante las tareas de búsqueda y rescate de los supervivientes. Y en fechas más recientes, el accidente de John John Kennedy y su mujer a bordo de su avioneta particular, a causa, parece ser, de su impericia como piloto unida a su empeño por volar pese al aviso de condiciones meteorológicas adversas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 52
Claudio Pla Alem
Casos como los citados, ya sean accidentes famosos o de famosos, ya sean cualquier tipo de accidentes y de víctimas, son los que provocan una inusitada atención, en muchas ocasiones desmedida, tanto de los medios de comunicación como por el público en general. Y este factor social, el eco que suscitan este tipo de noticias entre la gente y la huella imborrable que deja en la memoria popular, es una de las razones que explican el aumento de la aprensión a volar. Es como si el fantasma de Gardel regresara una y otra vez para hacernos conscientes de nuestra vulnerabilidad a bordo de un avión. Para recordarnos que, como en una pesadilla, los accidentes son posibles cuando volamos.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 53
Claudio Pla Alem
Ya lo había escrito el genial Sigmund Freud en La interpretación de los sueños, a manera de epígrafe y citando a Virgilio: “Si no puedo doblegar a los dioses del cielo, conmoveré a los poderes del infierno”. Y es ese poder del infierno el capaz de desatar, como una tormenta, el miedo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 54
Claudio Pla Alem
Capítulo 2 FACTORES PERSONALES
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 55
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 56
Claudio Pla Alem
Un cóctel de ansiedad El miedo no es sólo un suceso fisiológico ya que éstos no crean emociones por sí mismos. Su mecánica es la siguiente: el estímulo
produce
activación
fisiológica
(taquicardia, respiración acelerada, mareos, erizamiento del vello, sudores...) y sobre ella se lleva a cabo una interpretación (en forma de pensamientos negativos) que conduce a la emoción o miedo. Cuando el miedo aparece ante un estímulo concreto no hay infierno, porque se trata de una respuesta. El miedo desaparece cuando
se
extingue
el
factor
que
lo
desencadena. El miedo patológico, en cambio, se caracteriza porque el estímulo que lo provoca no está presente. Éste es, de alguna manera,
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 57
Claudio Pla Alem
evocado, imaginado e incluso suele ser desproporcionado. Imaginemos a una dama, erguida sobre el asiento de una silla, dominada por el pánico ante un ratón cien veces más pequeño y con más razones para temerle a los humanos que viceversa. Ese temor patológico puede o no derivar en una fobia, que se pone de manifiesto cuando el sujeto trata de evitar lugares, objetos o personas que evocan esos miedos. La fobia es un miedo que ata, que paraliza la acción. Como hemos apuntado de manera esquemática en la introducción, existen varias vías para llegar a desarrollar una fobia: La vía directa: la experiencia traumática personal.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 58
Claudio Pla Alem
Es cuando la fobia se produce por un condicionamiento directo, cuando el sujeto padece la situación por sí mismo. Es el denominado adquirido
a
condicionamiento través
de
una
clásico, experiencia
traumática. Por ejemplo: el mordisco de un perro, haber estado a punto de ahogarse en la playa; se asocia con el estímulo o la situación y provoca miedo por sí misma (uno ya no se acerca a los perros ni va a bañarse al mar). En el miedo a volar es equivalente a haber tenido una mala experiencia de vuelo. Puede provenir de un aterrizaje forzoso, de una turbulencia intensa, por haber sufrido los efectos
de
una
agitada
o,
en
tormenta definitiva,
especialmente por
cualquier
eventualidad fuera de lo corriente surgida durante el despegue, crucero o aterrizaje.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 59
Claudio Pla Alem
Así, una experiencia estresante de este tipo
puede
dar
lugar
a
pensamientos
automáticos negativos (acerca de la muerte, qué les pasará a mis hijos si muero...), y ser otro desencadenante del miedo. Puede haber sido una experiencia real, pero también imaginaria. Por ejemplo, alguien puede haber notado que el avión se sacudía de forma repentina a causa de un cambio brusco de temperatura de las corrientes de aire (las famosas y mal llamadas “bolsas de aire”) creando en él la impresión de “vacío” y eso le generó una sensación de caída libre en picado: no existió un peligro real (de hecho, es algo imposible de que ocurra, como veremos más adelante), pero es la percepción del sujeto la que le da la cualidad de peligro.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 60
Claudio Pla Alem
Ya sea debido a una experiencia real o imaginaria, los sistemas de pensamiento de las
personas
que
han
sufrido
estrés
postraumático se verán, como resultado del trauma, resquebrajados. La vía indirecta: por adquisición a través de los demás. Los miedos se pueden desarrollar también por vía indirecta, ya sea a través de las experiencias de otros (escuchando a las personas de su entorno, familiares y amigos, u observando
las
reacciones
de
otros
pasajeros), así como a través de los medios de comunicación. En el primer caso, si a su entorno más cercano le da miedo volar, hay muchas probabilidades de que usted “aprenda” el temor aunque no haya volado nunca. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 61
Claudio Pla Alem
Si sus amigos han experimentado algún vuelo
agitado,
es
fácil
que
luego,
al
contárselo, puedan traspasarle la experiencia añadiendo información errónea o simplemente por desconocimiento de lo que realmente ha sucedido. Dentro de esta vía, la influencia familiar juega también un papel muy destacado. Así, los miedos se pueden “contagiar” dentro del entorno familiar, existiendo una predisposición a desarrollar un miedo de forma hereditaria. Si una madre tiene miedo a las arañas es probable que la hija desarrolle un miedo atroz a esos mismos bichos u otros similares. Los miedos se transmiten de un modo muy directo, incluso a través de lo gestual. Por ejemplo, mi padre tenía muchísimo miedo a los aviones.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 62
Claudio Pla Alem
Desarrolló un pánico especial desde que se estrelló el avión en el que viajaba Carlos Gardel, en Medellín. Cuando empecé a viajar en avión, en la adolescencia, me sentía inquieto antes de cada partida. Recordé entonces que mi padre, cada vez que se iba, se despedía de mi hermano y de mí con un testamento holográfico. Nos decía: “Yo me voy a volar”. Eso significaba para él muchas cosas, pero fundamentalmente una que lograba transmitir con toda claridad: su miedo a no regresar. Después, la vida me llevó a trabajar sobre este tema y ahora, por supuesto, disfruto del viaje y me encanta volar. Pero reconozco que tuve que disociar el placer de viajar con esas trágicas despedidas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 63
Claudio Pla Alem
También a través de la observación se puede llevar a cabo el aprendizaje del miedo. Si usted observa que algunos pasajeros comienzan a emitir un tipo de respuestas alarmadas ante determinados estímulos que a usted, en principio, no le provocaban ninguna reacción, es posible que sufra “el contagio” y empiece a desarrollar pensamientos negativos “de que algo anda mal” iniciando así los síntomas del miedo. Y una vez éste ya se ha instaurado, la respuesta más lógica será la de evitar las situaciones apareciendo
en
que
como
pueda refuerzo
presentarse, las
ideas
irracionales (“esto se va a caer”, “nos vamos a estrellar”). Por último, otra vía de adquisición indirecta es la informativa, a través de los medios de comunicación, y la observación de Estrategias para superar el miedo a volar
Página 64
Claudio Pla Alem
los accidentes aéreos que esos medios proporcionan. No siempre el periodista dispone de la mejor información posible, dando así pie a distorsiones o interpretaciones sesgadas de la realidad,
además
del
sensacionalismo
y
espectacularidad que este tipo de noticias proporcionan al espectador medio. De este modo, la fobia la pueden desarrollar personas que no han volado nunca y, sin embargo, mediante la información de los medios de comunicación recibieron el impacto del miedo. Por ejemplo, leyeron acerca de un accidente aéreo, o vieron las imágenes del desastre una y otra vez por televisión, y pensaron: “Ni loco me subo a un avión”. Es una fobia primaria que se apoya en otras, como la claustrofobia o la fobia social, y Estrategias para superar el miedo a volar
Página 65
Claudio Pla Alem
a partir de ellas imagina lo intolerable que podría ser una experiencia que, en realidad, nunca llevó a cabo. Las
fobias
tienen
ese
poder
de
impregnarse y potenciarse unas a otras. Y es debido precisamente a este poder que, en ocasiones, resulta muy complejo determinar la naturaleza exacta del problema. Una persona que tiene miedo a volar puede padecer ansiedad anticipada (que no es otra cosa que el miedo al miedo, y es cuando empieza a tener pensamientos negativos con días o semanas de antelación; cuanto más intensa es ésta, mayores y más severos serán los síntomas: migrañas y dolores de cabeza, dolor lumbar, insomnio, irritabilidad, pesadillas sobre su muerte que se pueden confundir con presagios) y durante el vuelo suele estar muy atenta a los ruidos, presentar una conducta Estrategias para superar el miedo a volar
Página 66
Claudio Pla Alem
hipervigilante, examinar los rostros de la tripulación para descubrir indicios de alarma y obsesionarse con las ideas más peregrinas (no levantarse del asiento para no afectar el equilibrio del avión, mantener la concentración porque de ello depende el final feliz del vuelo, supersticiones, etc.). Pero también es posible que vea su aprensión a volar potenciada por la asociación con el miedo a la altura o acrofobia (la idea de volar a 10.000 metros aumentará su ansiedad, lo que le supondrá sufrir un profundo terror y más cuando el avión se agite por las turbulencias: esperarán la caída del aparato o que se caerán de él ellos mismos por la fragilidad del suelo), por la claustrofobia (tienen la sensación de que no hay suficiente oxígeno cuando se asustan a bordo del avión y sufren ahogos), por la agorafobia, por el Estrategias para superar el miedo a volar
Página 67
Claudio Pla Alem
miedo
a
las
aglomeraciones...
y
sufrir
combinaciones de éstas u otras fobias. Así, provocados
los por
la
cambios adrenalina
fisiológicos serán
la
evidencia para la persona de un estado emocional de desagrado, dando origen al miedo a volar e incubándolo mientras se vuela cada vez con mayor prevención y malestar, hasta llegar a una intensidad elevada que desembocará en una reacción fóbica. El repertorio de fobias es muy vasto y complejo, sería imposible describirlas a todas sin caer en esquemas simplistas. Sin embargo, me detengo en una de ellas porque incide de forma especial y rotunda en este tema y porque ha sido tan ampliamente estudiada que me permite trazar,
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 68
Claudio Pla Alem
sin riesgo de desvirtuarla, algunas líneas generales. Los
médicos
llamamos
síndrome
agorafóbico a uno de los más frecuentes y severos de los trastornos fóbicos que pueden observarse en los adultos. Fue descrito por Westpbal (1871) e incluye desde la fobia a viajar hasta la claustrofobia. El doctor Isaak Marks, en su manual Miedos, fobias y rituales; clínica y tratamiento, advierte: “Con frecuencia se comete el error de definir la agorafobia como miedo a los espacios abiertos. En realidad, el término procede del griego (agora), con el que designaban no a los espacios abiertos, sino a los lugares públicos de reunión”.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 69
Claudio Pla Alem
La condición indispensable para el diagnóstico de agorafobia es la presencia de miedo a los lugares públicos y la tendencia a evitarlos. Marks cita un trabajo realizado entre 477 pacientes agorafóbicos, en 1982, que permitió sistematizar las situaciones que con mayor frecuencia provocan sensaciones de pánico.
La tabla establece el siguiente ranking:
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 70
Claudio Pla Alem
Conducir por autopistas 43% Aviones 39% Estar encerrado 25% Alturas 23% PĂşblico 22% Muchedumbre 18% Puentes 15% Hacer cola en el supermercado 11% Ascensores 10% Lugares poco familiares 8%
Estrategias para superar el miedo a volar
PĂĄgina 71
Claudio Pla Alem
La enumeración demuestra, por sí sola, que el avión representa un objeto capaz de sintetizar numerosas sensaciones fóbicas. Pensemos, con la tabla en la mano, en lo que significa concretar un viaje en avión. En
cualquier
ciudad
del
mundo
emprender un viaje en avión obliga, primero, a transitar por una autopista; luego, llegar a un espacio público (un “no-espacio”, según los urbanistas) ajeno, impersonal y repleto de signos
que
es
necesario
decodificar
exactamente para poder arribar a destino. Ya dentro de ese no-espacio hay gente ―mucha― que se mueve como si supiera exactamente adónde ir, mientras otra gente ―poca― revela signos de desorientación. Una vez allí, habrá que sortear trámites (mostrador, aduana...) que siempre estarán
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 72
Claudio Pla Alem
acompañados de preguntas puntuales, a la manera de exámenes precisos. Las vacaciones, la luna de miel o el viaje de negocios se transforman así en un código numérico: Vuelo 524. Puerta 2. 14.10. Esto, sin entrar en análisis metalingüísticos sobre lo que puede significar: “Destino: San Pablo”. Todo ha sido despojado de hedonismo para convertirse en precisión digital. No hay allí espacio para lo analógico, es decir, para la ambigüedad. Los matices no existen: es blanco o es negro, puerta 1 o puerta 2, verdad o consecuencia. Una
vez
sorteados
esos
escollos
llegamos finalmente a la puerta correcta. Despachamos nuestras maletas como un acto de fe y nos disponemos a revelar los secretos de nuestro equipaje de mano ante una Estrategias para superar el miedo a volar
Página 73
Claudio Pla Alem
máquina que radiografía las pastillas de menta, los tampones, las fotos de nuestros hijos y los calcetines de repuesto, mientras rezamos para que el arco detector de metales no suelte ningún pitido acusador a nuestro paso ni los ojos escrutadores de los policías interpreten ninguno de nuestros gestos como “sospechosos”. En efecto, no somos terroristas ni delincuentes ni nada por el estilo. Pero la policía no nos sonríe, aunque tampoco nos pone las esposas. Otra
vez
estamos
―solos
o
acompañados― en un ancho pasillo. Stand by: así lo denominan en la jerga aéreo-espacial y así nos sentimos. Stand by. Suspendidos, auscultando movimientos mínimos para detectar alguna señal que nos indique una información, una Estrategias para superar el miedo a volar
Página 74
Claudio Pla Alem
demora, una anticipación. Cualquier cosa puede dejarnos otra vez afuera, cualquier cosa puede incluirnos aunque no sabemos bien qué. Stand by. Hasta que alguien se levanta, decidido, o llega un uniformado al mostrador ubicado delante
de
nuestra
puerta,
o
una
voz
inconfundiblemente aérea nos anuncia que ha llegado el momento indicado. Otra vez se inicia un trámite, más breve, más preciso. Todos nos amontonamos en la cola, impacientes. Luego, en tropel, pasamos por un pasillo que no es un pasillo: es una manga. Se trata de algo similar a un pasadizo, de dimensiones tan reducidas y asfixiantes, que nos parece más precario y frágil que un suelo o una pared, y que nos conduce a todos, envueltos en una nube de prisas y Estrategias para superar el miedo a volar
Página 75
Claudio Pla Alem
agobios, hasta una puerta estrecha donde nos recibe una mujer que lleva una sonrisa como uniforme. El corredor. El asiento. ¿Pasillo, centro o ventanilla? Ajustarse el cinturón. Ya está. Para llegar al avión e instalarse en su asiento, usted ha pasado por varias de las situaciones descritas en el cuadro del doctor Marks (si lo desea, lea la tabla de nuevo para confirmarlo). Esto no significa que el síndrome agorafóbico
deba,
indefectiblemente,
desatarse, pero hay que reconocer que ninguna situación imaginable reúne tantas condiciones como el vuelo en avión para convocarlo. El mismo doctor Marks reconoce: “Estos miedos suelen intensificarse cuando se está solo, o lejos de casa, en lugares poco familiares o cerrados, cuando el Estrategias para superar el miedo a volar
Página 76
Claudio Pla Alem
lugar donde se encuentra no muestra una salida fácil, rápida y del que se pueda escapar con decoro”. De toda esta descripción ―que usted mismo puede haber comprobado como ajustada a la realidad y pertinente al tema― quisiera detenerme ahora en las últimas palabras: “escapar con decoro”. Si el miedo, tal como lo hemos visto, está relacionado con el primitivo instinto de huida, el miedo a volar está primitivamente relacionado con el honor más elemental. Celebremos
que
el
doctor
Marks
haya
encontrado la palabra perfecta: decoro. Pasemos por fin al tema que todos los que abordan esta problemática eluden. Señoras y señores, afrontémoslo. El miedo más expandido de esta era es el miedo al ridículo. Y volamos con él. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 77
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 78
Claudio Pla Alem
Capítulo 3 FACTORES PRIMITIVOS
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 79
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 80
Claudio Pla Alem
El ridículo Considero el ridículo como el más elemental de los factores primitivos. Recurro una
vez
más
a
García
Márquez
para
ejemplificarlo. La primera de sus crónicas que leí sobre el tema se titula: “Seamos machos: hablemos del miedo al avión”. Por supuesto, no era el primer material al que accedía acerca del miedo a volar, pero sí fue la primera vez que constaté que alguien se preocupaba por el aspecto del que hablaba el doctor Marks: el decoro. El
artículo
de
García
Márquez
comenzaba así: “El único miedo que los latinos confesamos sin vergüenza, y hasta con un cierto orgullo machista, es el miedo al avión”. Pensé: no es cierto.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 81
Claudio Pla Alem
Pero también pensé que con esa frase estaba “autorizando” una confesión. Latino y machista es una asociación admisible para el estereotipo; latino, machista y miedoso, no. Sin embargo, el Premio Nobel de Literatura había logrado transformar el pecado en virtud con una sola frase y citaba, para reforzar su teoría, a otros miedosos famosos. Figuraban en su lista el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, el escritor bahiano Jorge Amado, el mexicano Carlos Fuentes, el director de cine Luis Buñel y, por supuesto, el más talentoso y bravío de todos los artistas latinos: Pablo Picasso. El célebre malagueño es el autor de la frase que con más hidalguía logró referirse al tema: “No tengo miedo a la muerte, sino al avión”. Observemos que no es casual que ambos genios ―Picasso y García Márquez― no se refieren al miedo a volar sino al avión. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 82
Claudio Pla Alem
No aluden al verbo sino al objeto. No se niegan el coraje necesario para realizar la acción, sino que señalan a un elemento construido por el hombre como un pájaro de mal agüero. Así, el miedo se transforma en un elemento mágico. Pierde su poder de dejarnos en ridículo porque el objeto que lo provoca adopta una forma
ridícula,
sometida
a
nuestra
arbitrariedad. Otro escritor, el inglés Martin Amis, se describe como protagonista de una de las escenas más temidas. Amis narra las peripecias que vivió en un vuelo que lo transportaba a Málaga, en un artículo publicado por The Observer, en 1985, y que lo obligó, tal como indica el título, a un “Aterrizaje forzoso”. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 83
Claudio Pla Alem
Amis se define en la primera línea como un pasajero nervioso, que bebe e ingiere Valium con toda tranquilidad, y relata lo siguiente: “Mientras esperaban la orden de la azafata (tenía que abrirse la puerta e inflarse las rampas) los pasajeros pugnaban por avanzar. No mostraban más agitación que, digamos, cuando se tiene una necesidad bastante desesperada de ir al baño. Pero en las voces había algunos ribetes de pánico. De aquellos pocos segundos, recuerdo unas palabras continuamente repetidas: por favor, vamos, por favor”. Luego, el escritor señala de qué modo toda la emergencia se transformó en “una extraordinaria demostración de espíritu de compañerismo” entre los pasajeros, y la manera en que él mismo se sintió “como Estrategias para superar el miedo a volar
Página 84
Claudio Pla Alem
quien ha salido de una dura prueba sin un rasguño, sin sobresaltos”, para finalmente revelar el verdadero motivo de preocupación: “Una mañana encontré en The Herald Tribune un breve artículo sobre mi penosa experiencia. Increíblemente no mencionaba para nada el tranquilo y sencillo heroísmo con que lo había sobrellevado”. Amis reclama con su propio artículo la porción de gloria que el Herald Tribune le arrebataba. Para él no parecía importante ni el aterrizaje imprevisto ni los avatares mismos de semejante episodio, sino el registro de que él ―y junto con él, los otros pasajeros― lo había soportado todo con... decoro. Nada
de
lloriqueos
ni
de
gritos
histéricos. Ni un solo pantalón mojado.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 85
Claudio Pla Alem
Sólo cierta inquietud, alguna prisa por bajar y, una vez en tierra firme, mucha camaradería y ningún sobresalto. Entiendo
la
importancia
que
Amis
otorga a dejar constancia de su flema inglesa en situaciones extremas sólo si pienso en la fantasía previa que él mismo habrá tenido al imaginarse en una situación semejante: Amis temió venirse abajo de puro terror entre balbuceos, gemidos y llantos; temió aullar el nombre de su madre; temió paralizarse hasta el extremo de ser evacuado en brazos de una azafata… y cuando llegó el momento, nada de eso sucedió. Tampoco comportarse
de
vio
a
modo
otros tan
pasajeros penoso
y
vergonzante. Él, todos, habían puesto a salvo no sólo sus vidas sino algo muy importante
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 86
Claudio Pla Alem
para poder vivirla y soportarla: el decoro. Y no es poco. El miedo al ridículo puede llevar a alguien a no hacer preguntas y, por lo tanto, a no obtener la información que lo tranquilizaría; a ingerir comidas que no le apetece por temor a apartarse de las pautas esperadas; a no aceptar siquiera un vaso de agua para no mostrar
su
mano
levemente
sudada
o
temblorosa; a no moverse; a no hablar con el ocasional compañero de viaje; a culpabilizarse por “notar” la intranquilidad que le produce el vuelo,
resintiendo
así
su
autoestima
y
reduciendo su capacidad de resolver el problema lo que, todo junto, empeorará su sensación de miedo. En definitiva, el miedo al ridículo lo conduce a desconfiar de todo y de todos pero, fundamentalmente, de uno mismo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 87
Claudio Pla Alem
El famoso intelectual norteamericano Francis
Fukuyama
escribió
un
libro,
Confianza, en el que señalaba esta virtud como un elemento fundamental para el desarrollo de la economía mundial. Ya que no es la economía el tema que nos convoca, sintetizaré las partes que me interesan de su teoría. Fukuyama explica que la desconfianza se genera por la mala o escasa información a la que denomina “información imperfecta”. La imposibilidad de disponer tanto del tiempo necesario como de dedicar el esfuerzo en obtener la preparación (información) debe llevar a generar la confianza. “No es racional ser racional” todo el tiempo, al decir de Fukuyama.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 88
Claudio Pla Alem
Cuando confío en el médico o en el mecánico es simplemente porque no puedo ni me conviene estudiar medicina cada vez que me enfermo, o mecánica cada vez que se estropea mi automóvil. El ridículo expresa, en este caso, la falta de confianza que se genera en una persona cuando se convierte en un pasajero de una línea aérea. El pasajero sabe que su información es imperfecta no sólo porque no tiene el mínimo conocimiento de cómo pilotar un avión, sino porque muchas veces ni siquiera conoce las cuestiones más elementales y pertinentes como a qué hora llegará a destino o en qué mostrador presentarse para ser atendido con esmero. Quizá se anima a confiar en tal o cual compañía por su trayectoria comercial o Estrategias para superar el miedo a volar
Página 89
Claudio Pla Alem
prestigio, pero ignora el nivel de capacitación y de experiencia de la tripulación que le toca en suerte, por ejemplo. Aún cuando el rostro de la azafata le resulte agradable y la voz del comandante suene segura y experimentada, le resta superar lo peor: confiar en la seguridad del aparato. Es decir, en el avión. Fukuyama nos advierte que no se puede ser racional todo el tiempo, pero ¿hay algo más irracional que confiar ciegamente en un objeto? Sí, hay algo más irracional aún: no tener otra alternativa que hacerlo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 90
Claudio Pla Alem
Capítulo 4 FACTORES TÉCNICOS
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 91
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 92
Claudio Pla Alem
Información versus desconfianza. Tal y como decíamos al principio, sabemos que, sin ningún género de dudas, volar es el medio de transporte más seguro, con mucho, de entre todos los que existen en la actualidad. Es algo que todos hemos oído en infinidad de ocasiones. Y para respaldar dicha afirmación, disponemos a nuestro alcance de un sinfín de estadísticas y comparativas que resultan claras, rotundas y definitivas. Sin embargo, el miedo al avión y la desconfianza, persisten. Una de las razones que explican esta contradicción es el alud de informaciones erróneas, tergiversaciones, sensacionalismos, exageraciones y distorsiones que recibimos tanto por parte de los medios de comunicación Estrategias para superar el miedo a volar
Página 93
Claudio Pla Alem
como por la gente en general. Y a esto habría que sumarle la antinaturalidad que nos produce el hecho de volar. Desconocemos las razones físicas por las que una máquina con un peso de entre 350 a 500 toneladas es capaz de elevarse del suelo y, aunque nos parezca imposible, volar. Y el resultado de ambos factores es que queremos creer, pero no podemos. Tengo el absoluto convencimiento de que muchas personas que padecen el miedo a volar es a causa de la falta de información. Es lo desconocido lo que nos asusta. Todo está en la mente, en nuestra percepción errónea. Es decir, si conocemos lo que hasta ahora desconocíamos gracias a una información veraz, si se cambia la forma de pensar acerca de lo que nos asusta, la respuesta problemática no se producirá. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 94
Claudio Pla Alem
Así, una información precisa sobre los aviones y todo lo que los rodea, contribuirá a que el estímulo que pone en marcha la alarma en su cerebro, desencadenando la respuesta del miedo, se desvanezca. En definitiva, gracias a una información básica usted podrá interpretar cualquier tipo de incidencia que le sobresalte (ruidos, sacudidas, etc.), obteniendo de esta forma un método eficaz para lograr el control de la situación y superar la desconfianza. Dicho
de
otro
modo,
si
el
desconocimiento es el principal generador de desconfianza, la mejor arma para combatirla será, precisamente, el conocimiento básico de los principios técnicos de aeronavegación o, lo que es lo mismo, por qué vuela un avión.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 95
Claudio Pla Alem
Principios técnicos de aeronavegación, por qué vuela un avión. Intervienen cuatro fuerzas para que un avión vuele. La primera es la fuerza del empuje de los motores del aparato; La segunda, en oposición a ésta, es la fuerza de la resistencia del viento; Lla tercera es la fuerza de la gravedad, el peso del avión; Y la cuarta, y opuesta a la fuerza de la gravedad, es la fuerza de sustentación o elevación, que procede de las alas y hace que el aparato pueda “apoyarse” en el aire. Un avión vuela gracias a la fuerza de empuje de sus motores para superar las fuerzas
de
resistencia
del
viento
y
la
gravedad, y las alas le proporcionarán la elevación necesaria (fuerza de sustentación) Estrategias para superar el miedo a volar
Página 96
Claudio Pla Alem
para levantar el aparato del suelo produciendo las llamadas ondas de presión. Las ondas de presión son columnas de aire, y se forman en función de la velocidad y los ángulos de ataque de las alas. Estas ondas de presión siempre están entre el avión y el suelo, viajan con el aparato a medida que éste avanza por el aire y haciendo
como
si
se
desplazara
sobre
“carreteras” de aire sólido. A mayor velocidad, mayor tamaño o intensidad de las ondas de presión y el avión más se elevará. Para
descender,
se
aminora
la
velocidad de los motores, se cambia el ángulo de ataque, y así se reducirán las ondas de presión y el avión descenderá. El ángulo de ataque es el ángulo con el que el ala penetra en el aire, formado por una Estrategias para superar el miedo a volar
Página 97
Claudio Pla Alem
línea paralela al suelo y la horizontal del ala. Cuanto más grande sea el ángulo, mayor será la fuerza de sustentación o elevación. Otra manera de obtener mayor o menor sustentación es extendiendo o replegando los flaps y slats de las alas, haciendo así mayor o menor el grado de curvatura de éstas (su tamaño) y alterando así el ángulo de ataque. Estos elementos se llaman flaps, si están situados en la parte posterior de las alas, y slats si están en la parte delantera de las mismas. Por último, otro factor que afecta a la sustentación es la densidad del aire. A mayor altitud, menor densidad, lo que reducirá la sustentación. Y esto se compensará con un aumento de la velocidad debido a la menor resistencia
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 98
Claudio Pla Alem
del aire (por su menor densidad), aumentando de esta forma la sustentación perdida. En resumen, la elevación será posible en función de la presión que el ala ejerza sobre el aire. Y la onda de presión resultante variará según sea la velocidad, el tamaño de las alas y los ángulos de ataque de éstas. Plan de vuelo. La seguridad es el objetivo prioritario a la hora de elaborar un plan de vuelo. Éste lo realiza un controlador aéreo, que comprobará los informes metereológicos, los de turbulencias, elegirá una ruta, calculará el peso del avión y el combustible necesario, incluirá
información
sobre
aeoropuertos
alternativos en caso de posible mal tiempo para realizar el aterrizaje, y considerará cualquier dificultad que pueda surgir durante Estrategias para superar el miedo a volar
Página 99
Claudio Pla Alem
el vuelo. Luego, este plan se introducirá en el ordenador para que el Control de Tráfico Aéreo pueda aprobarlo, regulando a su vez el flujo de aviones que despegan y aterrizan así como el tráfico de las rutas. Acto seguido, el comandante del avión lo examinará y, si no incluye ningún cambio y acepta la información, lo aprobará finalmente. Existen una serie de reglas a la hora de planificar un vuelo. A modo de resumen diremos que ningún plan puede incluir una ruta en la que hayan fuertes turbulencias o tormentas, que el cálculo del combustible se hace previendo cualquier contingencia (retrasos, cambio de aeropuerto para el aterrizaje, sobrevuelos de espera, etc.) y todo se planifica de manera conservadora contemplando la seguridad, en primer lugar, y
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 100
Claudio Pla Alem
la
comodidad
del
pasaje
como
normas
prioritarias en el desarrollo de cualquier plan. En el caso de producirse un cambio después del despegue (por ejemplo, la aparición de mal tiempo detectado en el radar), el comandante, como responsable del vuelo, contactará con Control de Tráfico Aéreo y pedirá otra ruta que le será concedida. El despegue. Mientras los pasajeros embarcan y se acomodan en sus asientos ―por cierto, no existe “el asiento más seguro”, aunque sí la fila más cómoda (la situada junto a la salida de emergencia, cerca de las alas) debido a que es la más ancha para facilitar una posible evacuación; pero no es la más segura, todas lo
son―,
combustible
se y
procede equipajes,
a
la lo
Estrategias para superar el miedo a volar
carga que
de
puede
Página 101
Claudio Pla Alem
provocar
algunos
ruidos
y
movimientos
considerados normales. Los motores se pondrán en marcha, así como el aire acondicionado. El sistema eléctrico pasará de alimentación externa a autónoma, lo que puede provocar alguna fluctuación en la intensidad de las luces. El comandante podrá comprobar el funcionamiento de flaps, slats, etc., y de nuevo será posible que se produzcan ruidos y movimientos. Cuando las puertas se cierran y el comandante es informado de que todo el pasaje permanece sentado en sus asientos, pedirá permiso a control de tierra para empezar a rodar por la pista. Al moverse, y a causa de los focos de iluminación que hay en la pista (señalan el recorrido y sobresalen del suelo) puede dar la Estrategias para superar el miedo a volar
Página 102
Claudio Pla Alem
impresión de baches. Antes de llegar a la cabecera de la pista, el piloto extenderá los flaps
(nuevos
ruidos)
para
aumentar
la
curvatura de las alas y conseguir mayor sustentación. Y
una
vez
situado
el
avión,
se
procederá a la aceleración de los motores y se iniciará la maniobra de despegue. La longitud de la pista tiene que ser la que le permita al avión alcanzar su velocidad de despegue, que será de unos 240 km por hora. El piloto debe tener en cuenta la velocidad del viento, la cual es medida a través de aparatos (como el radar Doppler), y que confirma con la torre de control. Cuando el avión está colocado en posición, el comandante desplaza la palanca de impulso hacia delante.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 103
Claudio Pla Alem
Es el momento en que los ruidos del motor aumentan y se puede percibir la aceleración (los pasajeros se pegan contra el asiento). El avión adquiere entonces la velocidad apropiada, la curvatura del ala aumenta para que el avión pueda elevarse, y el morro se levanta del suelo. Las ruedas o tren de aterrizaje se repliegan (se escuchará un ruido y el golpe seco que hacen las compuertas al cerrase) y el avión vuela. Una vez en el aire, acelera, se inclina hacia un lado para tomar el rumbo, la curvatura se reduce replegando flaps y slats, y las alas proporcionan la altura necesaria para que el avión, en función de la velocidad, pueda mantenerse en el aire.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 104
Claudio Pla Alem
Antes de la elevación, y durante la misma,
el
avión
está
en
potencia
de
despegue. Tras unos segundos subiendo, el piloto reducirá dicha potencia a potencia de ascenso y bajará el morro para reducir su ritmo de elevación ya que la velocidad límite de un avión por debajo de los 3.000 metros es de 450 km. por hora. Es en este momento cuando los ruidos disminuyen, y aunque sigue subiendo y acelerando, podemos tener la sensación de desaceleración,
como
si
estuviéramos
“cayendo”, cuando en realidad lo único que se produce es una reducción de potencia y bajada de morro. En el ascenso se oirán dos timbres, uno a 500 metros (para avisar a los asistentes de vuelo de que pueden iniciar sus tareas) y otro a 3.000 metros (para avisar de que los Estrategias para superar el miedo a volar
Página 105
Claudio Pla Alem
pasajeros ya pueden utilizar aparatos a bordo). Esto último es debido a que algunos aparatos,
como
los
CD,
móviles
ordenadores portátiles, interfieren
en
y los
instrumentos de navegación que utilizan los pilotos y pueden ocasionar informaciones y datos erróneos así como aproximaciones fallidas. Estas problema
a
interferencias altitudes
sólo
bajas,
son
un
cuando
es
necesaria una navegación muy precisa; por eso se pueden volver a utilizar a más de 3.000 metros. Durante el despegue, y en todas las fases del vuelo, el avión permanece en todo momento en el radar, siendo constantemente registrados su velocidad, altitud y curso.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 106
Claudio Pla Alem
Y los instrumentos en el interior de la cabina registrarán todos y cada uno de los aspectos del vuelo, así como las palabras que se pronuncien. Por hacer una comparación, es como si a usted le controlaran cada día desde el momento en que se sube a su coche, realiza todas las maniobras de conducción, y llega a su destino. El
control
y
la
supervisión
es
permanente. El crucero. La altitud que alcanzará el avión dependerá de la distancia que deba recorrer y del peso de despegue. El principio que rige es: a mayor altitud, menor resistencia y menor consumo de combustible. La medida óptima se ubica Estrategias para superar el miedo a volar
Página 107
Claudio Pla Alem
alrededor de los 10.000 metros, pero en trayectos cortos no tiene sentido alcanzar esta altura. La altitud indicada para cada vuelo es la que se llama altura de crucero, y una vez alcanzada, el comandante desconecta la señal que obliga al pasajero a permanecer con el cinturón de seguridad puesto. El sistema de presurización asegura que usted pueda respirar normalmente a una altura de 10.000 metros. De este modo, se presuriza la cabina limitando la entrada de aire exterior. En caso de un fallo en el sistema, se desprenderán unas mascarillas de oxígeno sobre su cabeza para que los pasajeros puedan
respirar
mientras
el
piloto
hará
descender el avión hasta los 3.000 metros o
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 108
Claudio Pla Alem
menos para que se pueda volver a respirar con normalidad y sin ayuda. Para evitar colisiones, los aviones que vuelan a menos de 9.000 metros de altura están obligados a volar separados entre sí 300 metros verticalmente y de 5.000 a 32.000 metros horizontalmente. Por encima de los 9.000, volarán separados 600
metros
verticalmente
y
16.000
horizontalmente. El rumbo de todos los aviones se sigue por una pantalla de radar que supervisa el controlador del tráfico aéreo y, a la vez, vía radar por ordenador. Cuando un avión se desvía de estos espacios, automáticamente se ponen en marcha unos protocolos para corregir la desviación por más mínima que ésta sea con tal de evitar
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 109
Claudio Pla Alem
cualquier riesgo de colisión y mantener los niveles de seguridad.
El aterrizaje. Cuando el avión abandona su altura de crucero y los pilotos inician el descenso, se reduce la potencia de los motores con lo que también disminuyen los ruidos. De hecho, los motores están casi parados (sin llegar a apagarse totalmente nunca) durante la mayor parte del descenso y el avión, cuyo morro el piloto ha bajado, en realidad planea. Una sensación habitual entre el pasaje es notar que se le tapan los oídos. Esto es debido a que la presión disminuye por el descenso y es fácil de solucionar, basta con
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 110
Claudio Pla Alem
bostezar o abrir mucho la boca, o taparse la nariz y soplar fuerte. Cuando el avión llega a 3.000 metros, sonará
un
timbre
(que
avisará
de
la
prohibición al pasaje de utilizar aparatos) y otro a 500 metros (avisando a los asistentes de que se va a iniciar la maniobra de aterrizaje). Es el momento en que el piloto sigue las instrucciones de los controladores aéreos que le indican los movimientos que debe realizar para guardar distancia con respecto a otros aviones (que nunca será inferior a 300 metros y no corren ningún peligro de colisión). Poco a poco, se asoman los alerones de aterrizaje.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 111
Claudio Pla Alem
Una vez estabilizado el avión, también se asoma el tren de aterrizaje (se oye el ruido) y los alerones se ponen en posición. El avión levanta el morro y baja la cola, logrando reducir la velocidad. La resistencia aumenta y, por lo tanto, debe compensarse con una potencia adicional de los motores. Cuando el avión toca la pista con el tren de aterrizaje (se oirá el golpe de las ruedas contra el suelo), entran en acción los frenos aerodinámicos
o
spoilers
(unos
paneles
situados sobre las alas) para que el peso del avión se sitúe sobre las ruedas. Los motores, que hasta ese momento generaban un impulso hacia delante, también se utilizan para frenar y se ponen en reversa dando lugar a un fuerte estruendo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 112
Claudio Pla Alem
A
medida
que
el
avión
pierde
velocidad, también entran en acción los frenos, que son extremadamente potentes, y dejan escapar los chirridos habituales de todo frenazo a la vez que le impulsan hacia adelante en su asiento. Una
vez
que
se
ha
reducido
la
velocidad, el avión abandona la pista, los flaps serán retractados, y el aparato “rodará” como un coche hasta el lugar asignado para detenerse. Se paran las turbinas, se pide a los pasajeros que permanezcan en su sitio hasta que el avión haya detenido completamente su marcha (una mínima medida de seguridad, para evitar desorden) y el viaje se da por terminado. En este instante, hay quienes aplauden, como si todo lo hasta aquí narrado hubiera sido un verdadero, y un buen, espectáculo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 113
Claudio Pla Alem
La industria aérea. Un avión es el medio de transporte más controlado y seguro. Existe supervisión de los gobiernos, constante investigación e incorporación de mejoras y avances tecnológicos, y las compañías aéreas se esfuerzan en la mejora de sus servicios y prestaciones en aras de lograr superar a la competencia y ganar pasajeros. Y la mejor forma de conseguirlo es mediante inversiones millonarias en formación y equipamientos para aumentar la seguridad. No lo dude, el mejor negocio para una compañía es, precisamente, la seguridad. En ello les va el futuro de la empresa ―un accidente les hace perder, además de otros factores, (como el prestigio, el historial, los registros de riesgos, clientes, imagen, etc) millones
de
dólares―
y
Estrategias para superar el miedo a volar
así
luchan Página 114
Claudio Pla Alem
constantemente por mantener los más altos niveles de seguridad ya que ésta supone repartir grandes dividendos. Por este motivo, una compañía aérea cuidará hasta el más pequeño detalle todos los aspectos relacionados con el avión: formación
de
los
pilotos,
mecánicos,
tripulación, mantenimiento, servicios al cliente, equipamiento, etc. Y el objetivo prioritario de todas ellas, sin el cual nada de todo esto tendría razón de ser, es alcanzar los más altos niveles de seguridad. A tal fin, señalaremos que todos los sistemas de un avión están duplicados, triplicados y algunos hasta cuadruplicados, desarrollando lo que se denomina sistema de redundancia. Es decir, si un sistema falla, hay otro, u otros, que lo sustituye.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 115
Claudio Pla Alem
Es como volar en dos aviones, o más. Otro ejemplo: si un motor fallase en cualquiera de las maniobras o etapas de un vuelo, el avión será capaz de despegar, dar la vuelta y aterrizar con un solo motor en funcionamiento, pues éstos tienen el doble de potencia necesaria para volar. La posibilidad de que los dos motores fallen a la vez y durante la maniobra de despegue es muy, muy remota, tanto que prácticamente es imposible que ocurra en la actualidad. Sin embargo, de suceder en pleno vuelo,
el
avión
comercial
planearía
sin
problemas hasta aterrizar pues tienen un ratio aproximado de planeamiento de quince a uno, es decir, por cada pie que avanzan en el aire pueden planear quince, lo que haría del todo imposible una caída en picado libre. Y otro Estrategias para superar el miedo a volar
Página 116
Claudio Pla Alem
ejemplo: un choque del avión contra unos pájaros ya no supone un peligro para la seguridad del aparato debido a las mejoras que
se
han
realizado
en
los
motores,
pudiendo éstos “tragar” las aves y seguir funcionando con normalidad. De
hecho,
los
fabricantes
suelen
superar las exigencias de las normativas de seguridad que obligan a que los aviones sean capaces de soportar un impacto contra un ave de un peso determinado y seguir volando. Y otro más: las alas están construidas de tal forma para asegurar la flexibilidad e impedir que se rompan o caigan (pueden soportar como mínimo una vez y media el peso del avión), que las compañías aéreas llegan a doblar las medidas exigidas por las normas de seguridad con tal de evitar cualquier incidente con ellas. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 117
Claudio Pla Alem
No hay tormenta capaz de romperlas. En las pruebas previas a la compra de cualquier aparato, las empresas supervisan todos los castigos a los que son sometidos los aviones para comprobar, entre otras cosas, la flexibilidad de sus materiales. Piense: no son precisamente objetos baratos así que, antes de desembolsar los millones de dólares que valen, cualquier empresa exige que se realicen esas pruebas. El primer cliente de ese avión no es usted ni el pasajero del vuelo anterior sino la propia compañía aérea. Ésta es la que está en condiciones de exigir que le demuestren el valor de lo que llevan. Asimismo, gracias a una evaluación y revisión permanente, tanto del equipo humano (pilotos,
tripulación,
asistentes
de
vuelo,
mecánicos, personal de tierra, etc.) como del Estrategias para superar el miedo a volar
Página 118
Claudio Pla Alem
equipo técnico (aparato, sistemas mecánicos, hidráulicos y eléctricos, etc.), las compañías suelen llevar la seguridad más allá del límite establecido por las normas generales. De esta manera, al incremento de la sofisticación tecnológica de los aviones, hay que
añadir
el
constante
desarrollo
de
componentes de seguridad especializada. Las compañías aéreas realizan un mantenimiento preventivo exhaustivo y continuado tanto a los nuevos aviones como a los antiguos, y someten a todos los aparatos a una revisión completa a partir de un número de horas. Luego, al término del proceso, la tripulación de vuelo comprueba el avión y lo examina. Y después, se vuelve a poner en servicio como si fuera, prácticamente, un avión recién salido de fábrica. Además, los motores se controlan vía ordenador mientras vuelan y se analizan Estrategias para superar el miedo a volar
Página 119
Claudio Pla Alem
los datos en busca de algún indicio para retirarlos antes de que fallen. Por
último,
seguridad disponen
entre
los
equipamientos
especializados los
aviones,
que
de
también
destacaríamos:
el
sistema de aviso de peligro de aproximación, instrumentos de detección y medición de vientos, sistema de tráfico y prevención de colisiones, radares meteorológicos, etc. Los pilotos y la tripulación. Un piloto de avión comercial proviene de una minuciosa selección, son entrenados y supervisados constantemente, gozan de una salud excelente, sus personalidades son estables, y suelen acumular más de 3.000 horas de vuelo (no hay pilotos inexpertos a cargo de un avión).
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 120
Claudio Pla Alem
Sí: son los primeros interesados en desear que durante un vuelo todo vaya bien. Todo avión comercial cuenta, por lo menos, con dos pilotos. Es decir, ellos también son sustituibles. Las
tripulaciones
pueden
estar
compuestas por tres personas: comandante (el piloto, que es el responsable de la tripulación, el avión y la carga, y se sienta a la izquierda de la cabina), el primer oficial (que alterna el pilotaje con el comandante y se sienta a la derecha) y el ingeniero de vuelo (encargado de controlar un panel de instrumentos, el sistema hidráulico y otros, aunque sus funciones se han sustituido en
algunos
aviones
modernos
por
ordenadores). Tanto para ellos como para el resto de los integrantes de la tripulación existe un Estrategias para superar el miedo a volar
Página 121
Claudio Pla Alem
procedimiento
de
trabajo
regido
por
el
principio de mando y resource-management (gestión de recursos). Esto significa que cada uno hace algo en forma exclusiva, pero sabe hacer el trabajo del otro. Los pilotos tienen que superar largos años de formación para obtener la licencia y hacerse con el mando de un avión. El permiso que les han dado las autoridades para pilotar un avión de línea comercial no es eterno: para renovarlo deben pasar revisiones médicas (dos veces al año los
comandantes,
una
el
resto
de
la
tripulación), tests psicológicos y pruebas técnicas periódicas. Estas últimas consisten en demostrar sus habilidades en el simulador (una réplica exacta de la cabina de un avión) de todas aquellas posibles eventualidades o Estrategias para superar el miedo a volar
Página 122
Claudio Pla Alem
situaciones
de
emergencia
(que
no
acostumbran a ocurrir en la realidad de su trabajo) para que mantengan intacta su capacidad de resolverlas y se pongan al día del desarrollo de la industria. Estas pruebas de reciclaje pueden realizarse cada seis meses o una vez al año, con lo cual podemos afirmar que no existe ningún grupo de profesionales que reciba una educación y supervisión más continuadas que los pilotos. El comandante y el primer oficial toman comidas diferentes para evitar que ambos se puedan intoxicar durante un vuelo, son sometidos a controles sorpresa con tests de drogas y alcohol ―en caso de positivo, el despido es fulminante; y como su salario es bastante alto, los pilotos y demás miembros de la tripulación son los más interesados en Estrategias para superar el miedo a volar
Página 123
Claudio Pla Alem
mantenerse lejos de estas sustancias―, y también sin previo aviso las tripulaciones reciben supervisiones en directo por parte de algunas compañías. Las horas de vuelo mensuales están restringidas para evitar el estrés de los pilotos, y gozan de semanas laborales cortas. Durante los vuelos largos, y para evitar la fatiga, incluyen un piloto adicional y un miembro extra de la tripulación, a pesar de que la mayor parte del vuelo el avión funciona con piloto
automático
(que
supervisa
el
comandante). No hay un piloto que considere que su trabajo sea peligroso. ¡Podrían dar 10 millones de vueltas al mundo antes de sufrir un accidente! Asistentes de vuelo. Su principal tarea es la seguridad de los pasajeros, y luego su comodidad y confort. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 124
Claudio Pla Alem
Todos han sido formados para casos de emergencia y son capaces, por ejemplo, de evacuar un avión en 90 segundos con la mitad de las salidas bloqueadas. También reciben cursos de reciclaje sobre seguridad una vez al año, y son supervisados en vuelo sin que ellos lo sepan por personal de las compañías. Controladores del tráfico aéreo. Con los controladores del tráfico aéreo ocurre
lo
mismo
que
con
todos
los
profesionales, ya sean de tierra o de vuelo, relacionados con los vuelos comerciales: están altamente preparados y supervisados. Una
visita
a
una
torre
de
control
le
tranquilizará al respecto. En la actualidad existe una norma que determina el número de aviones que puede haber en el espacio aéreo Estrategias para superar el miedo a volar
Página 125
Claudio Pla Alem
que rodea un aeropuerto, con lo que los retrasos y las esperas debido a la saturación se producirán en tierra. Y cuando se presenta una excepción (por ejemplo: una tormenta que se desencadena), hay una serie de maniobras preestablecidas y protocolos que garantizan la seguridad. En conclusión, los controladores no aceptan más aviones en su espacio aéreo, salvo excepción de emergencia, de los que podrían poner en peligro la seguridad. Mecánicos y mantenimiento. También
los
mecánicos
son
profesionales cuidadosamente seleccionados y
preparados
continuamente
y,
como
reciben
la algún
tripulación, tipo
de
supervisión y reciclaje específico. Mecánicos y
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 126
Claudio Pla Alem
supervisores,
a
su
vez,
son
revisados
periódicamente. Respecto al mantenimiento, diremos que, por cada hora de vuelo, el avión pasa de 8 a 11 horas/hombre en tierra, donde se lo somete a las inspecciones y pruebas para garantizar su funcionamiento y seguridad. Para tales tareas se utilizan desde rayos X que confirman la integridad de la estructura hasta sensores eléctricos que detectan todo tipo de imperfecciones. Es una responsabilidad de la autoridad aérea, del fabricante y de la compañía de aviación que estas prácticas se lleven a cabo en los plazos debidos. Cada vez que aterriza un avión es sometido a una inspección. El piloto tiene una
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 127
Claudio Pla Alem
lista de chequeos obligatorios que debe cumplir antes de despegar. Pero también hay estudios más complejos, realizados por mecánicos certificados por la autoridad aeronáutica. Las turbulencias. Cuando un avión vuela sobre un campo de aire potente y a una velocidad de entre 800 y 1.000 kilómetros por hora usted ni se da cuenta de que está en el cielo. Sin embargo, si se producen remolinos en los bordes de estos campos de aire, el avión
reflejará
esos
movimientos
denominados turbulencias. Las alas oscilan y, sobre todo en los extremos, se mueven de arriba abajo. Estas oscilaciones son necesarias y para eso han
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 128
Claudio Pla Alem
construido las alas con materiales que poseen una flexibilidad capaz de soportarlas. Pero
las
turbulencias
no
suponen
dificultad ni problemas para el avión, sino tan solo una molestia para la comodidad de los pasajeros. Es decir, es cuestión de confort, no de peligro. Las turbulencias pueden ser debidas a las desviaciones de aire producidas por una montaña, por ejemplo, o por los cambios de temperatura que hay en distintas altitudes que provocan corrientes de aire y cambios de presión. Es habitual que estas últimas se presenten debido a la existencia de las nubes, y la maniobra para evitarlas es volar por encima de ellas. En resumen, las turbulencias no son más que aire en movimiento. Son como los baches que nos encontramos en ocasiones en Estrategias para superar el miedo a volar
Página 129
Claudio Pla Alem
la carretera, que nos provocan molestias pero, en ningún caso, ponen en peligro nuestra seguridad. No hay, como ya hemos señalado con anterioridad, “vacíos” o “agujeros” en el aire, las famosas y mal llamadas “bolsas de aire”, y un avión no puede caer cientos de metros. Como máximo, y debido a la diferencia de temperatura entre unas corrientes y otras o a cambios
de
presión,
podría
sufrir
un
desplazamiento de entre 6 y 15 metros. Pero la única forma fiable de medirlo es con un altímetro. Por eso, existe la falsa creencia
entre
la
gente
de
grandes
y
profundas bajadas repentinas ya que no disponen de altímetros en los respaldos de los asientos y sólo tienen la sensación.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 130
Claudio Pla Alem
Las tormentas. Las tormentas producen movimientos verticales
de
aire,
localmente
limitados.
Pueden provocar una interferencia en el movimiento del aire. Un
radar
meteorológico
permite
detectarlas y, de ser necesario, esquivarlas. Otra solución es variar la altitud de vuelo. Si el piloto no procede a poner en marcha estas dos variables es porque él y los controles aéreos a los que está sometido el vuelo han evaluado que no es necesario. Los vuelos sólo pueden efectuarse por rutas aéreas
controladas
y
determinadas
con
anterioridad y deben estar coordinados con todos los controles de vuelo que se ven implicados en el trayecto.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 131
Claudio Pla Alem
Además, en el aire, las tormentas eléctricas no son peligrosas porque el aparato no está conectado con el suelo. Un rayo no le hace daño a un avión debido al sistema aislante que lo recubre, impidiendo así que penetre en su interior. Un avión en el aire es como un corcho en el agua, no se puede hundir. Todos lo aspectos del vuelo están planeados y desarrollados teniendo en cuenta la seguridad. Piense: hay mucha gente trabajando para que su vuelo se desarrolle normalmente. Toda la información acerca de la visibilidad, la altura de la capa de las nubes y la velocidad del viento se le entrega al comandante del avión antes de salir. Cuando un aeropuerto se dice que está bajo mínimos
significa
que
los
Estrategias para superar el miedo a volar
factores
Página 132
Claudio Pla Alem
meteorológicos han rebasado los límites de seguridad. Estos límites variarán según los equipos de cada aeropuerto, y existen unas reglas generales de aplicación para cada caso que aseguran las maniobras de despegue y aterrizaje. Por ejemplo, se puede realizar un aterrizaje con poca visibilidad cuando el techo (distancia entre la base de las nubes y el suelo) es de un mínimo de 90 metros, e incluso cuando es cero y sin visibilidad delantera activando el piloto automático que regulará todas las variables de la operación bajo el control y supervisión del piloto. Los vuelos a través de la niebla son, en contra de lo que puede parecer, tranquilos, suaves y estables.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 133
Claudio Pla Alem
La formación de hielo en las alas, en la actualidad, ya no supone ningún problema gracias a los sistemas de descongelación que se
han
introducido,
que
consisten
básicamente en hacer circular calor desde los motores a todas aquellas áreas susceptibles de acumularlo, incluidas las alas. Recuerde: la seguridad y el confort de los pasajeros son la prioridad absoluta para los comandantes de un avión y la industria aérea en general. Los avances tecnológicos, la introducción constante
de
mejoras,
la
permanente
preparación de los pilotos en el simulador de vuelos en las condiciones atmosféricas más inestables,
etc.,
contribuyen
de
manera
definitiva en la actualidad para asegurar la fiabilidad del vuelo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 134
Claudio Pla Alem
Y usted perderá el miedo a volar si deja de preocuparse mientras está volando, si no piensa ni el error humano ni en el mecánico, si deja de estar pendiente del tiempo y se quita de la cabeza cualquier idea negativa respecto a la seguridad del vuelo ya que, precisamente, es la inseguridad el enemigo número uno de toda la industria aérea porque ésta supondría su quiebra, pérdida millonaria y desaparición. Una entrevista al Cmte. Osvaldo Larumbe, ¿por qué los pilotos no tienen miedo? Recibí mi título de médico en 1977 y, unos años después, el de psiquiatra. Pero fue a comienzos de 1983 cuando empecé a mirar los aviones de otra manera a raíz de que un colega me convocó para hacer una tarea inédita en la Argentina: dar cursos a los pilotos de Aerolíneas Argentinas. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 135
Claudio Pla Alem
La
necesidad
surgió
porque
las
empresas entendieron que las máquinas ya se habían perfeccionado hasta tal punto que lo único que quedaba por perfeccionar eran los seres humanos. ¿Qué pasaba con ellos? ¿Tenían
algo
que
decir,
además
de
cuestiones técnicas? La experiencia fue rica tanto para unos como para los otros. Ellos, los pilotos, primero nos miraron a nosotros, los psicólogos, con desconfianza. Al poco tiempo encontraron que ese podía ser un espacio apropiado para mejorar la calidad y seguridad de un vuelo, tanto para el pasajero como para ellos mismos. Todos salían ganando. Desde entonces hasta 1988 he instruido a más de 300 pilotos y he dictado cursos en los que han participado más de medio millar de pilotos y copilotos. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 136
Claudio Pla Alem
Ellos fueron los que empezaron a hablar de la cantidad de pasajeros que se acercaban a la cabina por distintas razones. •
Para preguntarles cómo iba a ser el viaje.
•
Para conocerles la cara.
•
Para saber si sabían cómo llegar.
•
Para confesarles el miedo que tenían a volar. Pensé que invitar a uno de los pilotos
más experimentados que había conocido durante ese tiempo podía ser la manera de asomarnos, en este libro, a los miedos desde otra perspectiva. Osvaldo Larumbe es comandante de Aerolíneas Argentinas y piloto desde hace veintisiete años. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 137
Claudio Pla Alem
Sus registros dicen que tiene más de 19.000 horas de vuelo. Es un hombre fuerte, de pelo oscuro y sonrisa grande. Es amable en el trato, inteligente y muy humano. Tiene cincuenta y cinco años, está "felizmente casado" y dos de sus cinco hijos también se dedican a la aviación. La primera vez que quise invitarlo a conversar estaba en Auckland y había que esperar unos días para que regresara. Sus rutas de viaje habituales son a Roma, Nueva Zelanda, Sydney, Los Angeles, Nueva York y Santiago de Chile. Comanda un avión Airbus 340, uno de los más grandes y modernos que existen. Con confianza, y una gaseosa de por medio, decidimos tutearnos. Lo que sigue es parte de nuestro diálogo:
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 138
Claudio Pla Alem
―¿Has tenido alguna vez miedo a volar? ―Tuve una crisis en 1972, mientras volaba en la Patagonia, en el Sur de Argentina. Hacíamos vuelos no comerciales, de una línea estatal, en condiciones difíciles. Había nacido mi primer hijo y comencé a no sentirme seguro. Hablé con el médico clínico que apoyaba al grupo aéreo y dejé de volar durante un mes. ―Suena saludable. Un padre quiere estar con su hijo. Era la manera de poder quedarte cuidando el nido. ―Puede
ser.
Y
había
algo
de
remordimiento, también. Yo no había estado cuando él nació. Mi mujer me había dicho que sentía que se acercaba el parto, pero yo tenía un viaje largo por delante: Estrategias para superar el miedo a volar
Página 139
Claudio Pla Alem
una semana uniendo distintas localidades patagónicas. Un día, sufrimos una tormenta muy fuerte de viento y no pudimos despegar. Al mismo tiempo nació Matías, mi primer hijo, que hoy es copiloto en Aerolíneas Argentinas. ―El miedo de los pilotos no es el mismo miedo de los pasajeros. Los pasajeros tienen fantasías que pocas veces tienen relación con la realidad. ―Claro. En mi caso, al nacimiento de mi hijo se agregaba que aquéllos eran vuelos de líneas no comerciales. Íbamos
a
lugares
meteorológicamente
complicados y sabiendo que los aviones no estaban totalmente preparados para tantas inclemencias climáticas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 140
Claudio Pla Alem
Manejaba un turbo hélice con tormentas de nieve y vientos muy fuertes. No era lo más aconsejable.
―Hay una diferencia abismal entre la aviación comercial y la que no lo es, desde el punto de vista de la seguridad y fiabilidad de la máquina. ―Exactamente.
Pero
además,
la
tecnología no es la misma hoy que hace veinte años. Hasta la información meteorológica es mucho mayor. Y esa información es la que sirve para volar o para decidir no volar. El código aeronáutico dice que el comandante deberá asegurarse del estado técnico, de la situación meteorológica y de la ruta para efectuar el vuelo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 141
Claudio Pla Alem
La
decisión
final
la
tiene
siempre
el
comandante. Y debe estar a mitad de camino entre el manual y su experiencia. En caso de duda, debe consultar el manual. El manual del avión es la Biblia para volar. Pero en
decisiones
importantes
se
busca
el
consenso con el resto de la tripulación. Una hora antes de iniciar el vuelo se analiza el estado del avión, la cantidad de combustible para llegar al destino (y su alternativa, por si el destino está cerrado). Luego se evalúa la información meteorológica, las condiciones generales de vuelo y una lista mínima del equipo con el que se debe contar. Tengo una lista de creencias sobre las características de los vuelos. Se la leo a Osvaldo, para que me conteste desde la visión de un piloto. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 142
Claudio Pla Alem
―”La turbulencia es incomodidad pero no peligrosidad”. ―Es cierto. Hay turbulencias leves, moderadas o fuertes. Pero esa intensidad puede ser vivida de manera diferente por cada pasajero. Y hay dos tipos de turbulencias: las de aire claro y las producidas dentro de las nubes de tormenta. En mi experiencia, durante las turbulencias nunca se registró un accidente ni se dañó el avión. Incluso atravesando la cordillera de los Andes. ―"El avión es el medio de transporte más seguro que existe en la actualidad". ―Es cierto. Absolutamente cierto. ―"Los pilotos entrenan en simuladores de
vuelo
y
se
someten
a
exámenes
psicofísicos cada seis meses”.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 143
Claudio Pla Alem
―Así es. Nos toman la presión, nos controlan el peso. Nos hacen un electroencefalograma... ―Esto último se hace para descartar problemas o alteraciones del sueño. En los Estados Unidos ahora ese control es obligatorio también para los conductores de transporte terrestre de larga distancia. ―También hacemos entrenamiento en simuladores de vuelo para que no perdamos los reflejos. Porque en los vuelos generalmente todo anda bien,
no
se
para
un
motor
ni
hay
emergencias. Pero
estamos
entrenados
para
ellas.
Sabemos qué hacer y los exámenes logran que cada uno tenga siempre atenta su capacidad de reacción.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 144
Claudio Pla Alem
―"Los
aviones
reciben
múltiples
inspecciones: de los representantes de la fábrica
del
avión,
de
las
autoridades
aeronáuticas y del mantenimiento de la compañía". ―Es cierto. Los representantes de la fábrica están para verificar que la compañía cumpla con el mantenimiento; las autoridades oficiales obligan también a programas de mantenimiento y la compañía los realiza. ―"A todas las partes vitales del avión se les estudia el coeficiente de fatiga y se las reemplaza mucho antes de finalizar su vida útil”. ―Por supuesto. El nivel de fatiga se mide con las horas de uso. Por ejemplo, el tren de aterrizaje voló cierta cantidad de horas en un estado óptimo del avión.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 145
Claudio Pla Alem
Pero hay un límite del que no puede excederse y eso se cumple a rajatabla, te lo aseguro.
―"Nadie se muere de un ataque de pánico". ―Bueno, eso lo tendría que responder un médico, ¿no te parece? ―Responderé yo, entonces: es cierto. Nadie se muere de un ataque de pánico. Otra: "El sistema de redundancia permite al piloto activar las partes vitales del avión mediante sistemas o circuitos hidráulicos, mecánicos y eléctricos previendo eventuales fallos de funcionamiento". ―Es correcto. Eso es, entre otras cosas, para los flaps, los slats y el tren de
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 146
Claudio Pla Alem
aterrizaje. En el avión siempre hay más de un elemento para lograr un objetivo. Si se estropea o rompe algo, siempre queda una alternativa, otro mecanismo para suplirlo. En los Jumbos, por ejemplo, hay hasta una batería extra. ―"Si los sofisticados instrumentos del avión
llegaran
a
fallar
a
pesar
de
la
redundancia, el piloto cuenta con los viejos instrumentos manuales para seguir volando". ―En efecto, así es. Correcto. ―"Siempre se carga combustible extra para imprevistos". ―Exactamente. Uno nunca sale con el combustible justo, somos muy conservadores al respecto. ―"El
avión
en
vuelo
está
permanentemente en contacto con tierra, con
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 147
Claudio Pla Alem
una base de la compañía y con otros aviones". ―Sí. Cuando hay un fallo mecánico se puede llamar a mantenimiento, en tierra, y hacer una consulta desde el avión. En el Airbus 340 tenemos un sistema de telex a bordo, vía satélite. Desde tierra nos mandan el estado del clima que
nos
llega
por
una
impresora
en
funcionamiento continuo y nosotros, en vuelo, podemos hacer todo tipo de preguntas. ―"Los pozos o bolsas de aire jamás pueden dañar seriamente al avión". ―Sí. Es lo mismo que decir que la turbulencia en aire claro no daña al avión. ―¿Cómo definirías técnicamente un pozo o bolsa de aire? ―Una bolsa de aire no existe. En realidad, son corrientes transversales de aire, Estrategias para superar el miedo a volar
Página 148
Claudio Pla Alem
de arriba abajo o de izquierda a derecha, o de diferente velocidad de viento. Es una zona de aire turbulento. Ocurre como con el coche, que el aire lo mueve aunque sólo de izquierda a derecha. Pero nunca falta el aire y el avión se cae, ni mucho menos. ―¿Cuándo
se
usa
el
piloto
automático? ―En mi avión se puede usar desde que se levantan las ruedas hasta 30 segundos antes del aterrizaje. Se coloca el piloto automático
y
se
puede
volar
más
ajustadamente que del modo manual. Los pilotos automáticos marcan todas las señales, alturas y vientos perfectamente. Son impecables.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 149
Claudio Pla Alem
Tienen cargada toda la aerodinámica del avión, la capacidad de los motores, todas las rutas posibles y las limitaciones de altura. Lo que no saben es que no deben ingresar en una nube. El piloto lo debe monitorizar. El resto, lo controla la máquina.
―"El sobrepeso por la cantidad de pasajeros y/o equipaje es un mito." ―Siempre
es
un
peso
total
no
significativo en comparación con el peso del combustible del avión. ―"Lo que se gasta en combustible en un vuelo largo equivale al peso de 100 pasajeros." ―Es probable. Depende del avión.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 150
Claudio Pla Alem
El 1 % del peso en un avión 747 son 3.700 kilos y esto es igual a 37 pasajeros con equipaje. Sin dudas el exceso de peso se verifica más en el combustible, por ejemplo. ―"En los viajes largos, la tripulación siempre es reforzada con tripulación extra, para que los pilotos duerman y estén descansados." ―Es cierto. ―¿Cómo
se
organizan
para
descansar? ―En vuelos de diez horas, media hora después del despegue y media hora antes del aterrizaje estamos todos. Entonces le toca volar a cada uno sólo tres horas. Dos pilotos vuelan, uno descansa. Normalmente, el que se encarga del aterrizaje duerme en las tres horas intermedias, ya que
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 151
Claudio Pla Alem
es el que tiene que estar más descansado al final del vuelo. Si descansara al final, estaría aterrizando al despertar. En cambio de este modo, vuela tres horas y aterriza. De todas maneras, siempre se contempla cómo se siente cada uno. Y para eso es bueno que los pilotos hablen claramente. Es una buena costumbre sincerarse sobre una disminución física: un resfriado, agotamiento, fatiga, sueño, diarrea, dolor de oídos, olvidar las gafas o estar medicándose. O alertar al otro piloto para que éste tenga en cuenta que la condición no es totalmente normal. Y, en general, se arman equipos de tripulación con gente que mantiene una armonía entre sí, sin que necesariamente tengan que ser amigos. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 152
Claudio Pla Alem
Se privilegia un grupo humano que pueda trabajar a conciencia. Cuando uno está arriba en la escala jerárquica, más alta debe ser también su actitud de servicio. ―¿A qué edad se retira un piloto? ―A los 60 años. Pero hay algo interesante con respecto a la edad. A medida que uno se va haciendo mayor, se vuelve más cuidadoso. También se vuelve más lento, es cierto. Pero esa lentitud se compensa con oficio. Ésta debe ser una de las pocas profesiones donde se paga la experiencia. Fíjate qué paradójico: en cualquier otra actividad las empresas
descartan
a
los
profesionales
viejos. Para nosotros, en cambio, cuantas más horas de vuelo, mejor. Con Osvaldo también hablamos de las emergencias. Le pregunté sobre casos que Estrategias para superar el miedo a volar
Página 153
Claudio Pla Alem
nunca vi, pensé en situaciones hipotéticas, muchas creadas a partir de las fantasías que me trasmiten mis pacientes. ―¿Qué ocurre si de repente hay fuego dentro del avión? ―A nadie le gusta el fuego dentro de un avión. No hace falta ser miedoso. Pero si llegase a ocurrir ―algo que es muy improbable porque toda la tela de los asientos, la alfombra y todo lo que está al alcance del pasajero es de tela ignífuga y de materiales
no
combustibles―,
tenemos
algunas medidas que tomar. Primero se debe cortar todo flujo de aire. Se evitan las máscaras de oxígeno, un elemento que favorece la combustión. Se debería aterrizar lo más rápido posible y aislar el fuego con mantas, por ejemplo, o con trapos mojados. Además hay dos tipos de Estrategias para superar el miedo a volar
Página 154
Claudio Pla Alem
matafuegos
y
toda
la
tripulación
está
entrenada para usarlos. En casos de emergencias, la prioridad es: avión seguro, trayectoria, procedimiento de emergencia y comunicaciones, en ese orden. Se cancela todo otro factor que afecte esta concentración.
Me
refiero
a
servicio
a
pasajeros, comisario, operaciones, control, torre, etcétera, etcétera. ―¿Y si hay una emergencia médica? ―El personal de cabina es el primero en ocuparse. Está preparado y tiene conocimientos de primeros auxilios. Ellos saben qué hacer si, por ejemplo, a la persona le falta oxígeno, y tenemos un botiquín
a
bordo
para
solucionar
las
emergencias. Y lo mismo ocurre si un pasajero se pone muy nervioso o sufre un Estrategias para superar el miedo a volar
Página 155
Claudio Pla Alem
ataque de pánico, ellos saben perfectamente cómo actuar en estos casos y qué hacer para tranquilizarlo. Osvaldo es franco y no se anda con rodeos. Mientras terminábamos la conversación, me contó que en Australia había tenido tres días para hacerse cargo del vuelo de vuelta, y allí se sentó frente a su ordenador portátil para escribir sobre su experiencia en aviones. Luego, me envió esas reflexiones por correo electrónico: "Los comandantes vienen en formas y tamaños diversos. Cada uno arrastra sus propias taras. Es el mismo caso de los hijos, cuando llegan a padres. Allí uno se explica muchas cosas. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 156
Claudio Pla Alem
Mis taras son el horario, el combustible (no me gusta llevar de más), los rodajes rápidos. No me gusta volar con turbulencia fuerte, si puedo evitarlo, me gusta volar lo más alto posible, salir siempre (si vine al aeropuerto es para volar), desdeñar las fallas menores que no afecten la seguridad. Pienso que el pasajero es la razón de ser de nuestro trabajo y trato de brindarle un servicio seguro, confortable y económico, en ese orden inalterable. Me gustan los copilotos con buen carácter, disfrutar de un trabajo como éste, que es un placer. No traigo a volar mis problemas personales. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 157
Claudio Pla Alem
Soy violador de mínimos meteorológicos y de descanso, si ello es impedimento para terminar un vuelo. Normalmente presiono a la tripulación de cabina con estas cosas y obtengo buenos resultados. La fórmula es ser sincero, y pedir colaboración. Me enoja ver mala voluntad o desidia, con cualquier persona. De tierra o de vuelo".
Y antes de despedirse con un saludo virtual, típico de correo electrónico, escribió: "En 27 años y 19.000 horas de vuelo, tuve pequeños percances que me cuesta recordar. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 158
Claudio Pla Alem
Soy un piloto con suerte. Pero todo esto que he contado tiene una razón de ser: los aviones son muy confiables."
Capítulo 5 FACTORES REALES
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 159
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 160
Claudio Pla Alem
La paciencia a prueba. Los pasajeros, además de su equipaje, llevan
consigo
también
sus
tensiones,
preocupaciones y problemáticas personales. A esto habría que añadirle la existencia de algunos aspectos relacionados con el propio vuelo que frecuentemente contribuyen a crear un clima de irritación general, alejando así cualquier
posibilidad
de
relajación
indispensable para espantar miedos. Repasemos algunos de estos factores que,
desgraciadamente,
suelen
ser
muy
habituales y reiterados: •
El espacio dentro de los aviones es
mucho más reducido que en otros medios de transporte y el control, en cambio, es más exhaustivo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 161
Claudio Pla Alem
•
En un tren, por ejemplo, no hay nadie
que advierta si se puede ir o no ir al lavabo o que
prohiba
electrónicos
la (CD,
utilización
de
ordenadores
aparatos portátiles,
móviles, etc.) •
En el momento del embarque no es
posible muchas veces disponer del asiento deseado. Además, algunos pasajeros llevan consigo demasiadas cosas y pretenden utilizar los mejores lugares para colocarlas. Los forcejeos por ocupar espacios o por disponer el equipaje de mano agregan una carga de tensión que podría evitarse si los vuelos estuviesen mejor organizados. •
La prohibición de fumar puede producir
inquietud
y
angustia
en
determinadas
personas fumadoras y rebeldía si, al infringir el precepto, les es llamada la atención.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 162
Claudio Pla Alem
•
La ausencia de tabaco provoca a
menudo que se ingiera más alcohol. Una cierta cantidad de whisky bebida a 2.400 metros de altura produce un efecto tres veces superior al del nivel del mar. •
La masificación que se observa en el
transporte
aéreo,
a
causa
de
haberse
transformado en un medio cada vez más económico, y la estructura de los aparatos determina que en algunas clases de ciertas compañías y en muchos vuelos los asientos sean de reducidas dimensiones y resulte inevitable tener que soportar la cercanía de personas
que
pueden
resultar
molestas.
Además, tal masificación origina que los asistentes de vuelo, por muy deseosos que se muestren en cuanto a sus atenciones al pasaje, no consigan responder solícitamente a sus peticiones. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 163
Claudio Pla Alem
•
El
embarque
se
produce
frecuentemente con tensiones y nerviosismo. El pasajero no es atendido en el check in como él quisiera. A menudo se siente víctima de una carrera de obstáculos antes que beneficiario de un servicio. Lingüistas de la Georgetown University, en Washington D.C., opinan que otro de los factores
que
provoca
ansiedad
en
los
pasajeros es el modo en que la tripulación de las aeronaves, especialmente los pilotos, se comunican con los pasajeros. El profesor Colleen Cotter considera que si se cambiaran algunos de los términos utilizados, los informes y comunicaciones tendrían un impacto más positivo. Sugiere que si va a existir una demora de 20 minutos, se les diga a los viajeros que en 20 Estrategias para superar el miedo a volar
Página 164
Claudio Pla Alem
minutos
el
avión
saldrá,
evitando
las
explicaciones dilatadas y la información de vaguedades debido a que ese tipo de mensajes
sólo
aporta
más
ansiedad
y
desconcierto. La
complicada
aeropuertos temores
estructura
determina
de
no
de
apuros,
llegar
a
los
desata
tiempo
al
preembarque, ocasiona la constante consulta de letreros, avisos y paneles, es fuente de equivocaciones y provoca que el pasajero llegue al vuelo nervioso, irritado y hasta histérico. Ahora bien, ¿qué pasa si nuestro compañero
de
asiento
es el
que
está
histérico?
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 165
Claudio Pla Alem
Sybil Evan, autora del libro How to resolve conflict and cool everyone down (Cómo resolver conflictos y calmar a todos) dice
que
la
histeria
aérea
―fenómeno
conocido en inglés como air rage― es una situación de poco control que muchas veces esconde otra de las caras del miedo. "Si tu compañero de viaje está enojado, no trates de resolver el problema con más enojo", dice Evan. "Crear
una
actitud
mental
objetiva,
restaurar el equilibrio y tratar de reaccionar con la mayor frialdad posible son prioridades para salvar la situación", explica la autora, quien ha escrito varios libros sobre conflictos personales. Evan considera que existen dos tipos de histeria aérea: una relacionada con factores externos ―como tráfico aéreo, cancelaciones Estrategias para superar el miedo a volar
Página 166
Claudio Pla Alem
o retrasos, mal trabajo del personal de las aerolíneas― y otra vinculada con el estado de frustración o miedos de la persona. “Cuando estamos en presencia de un pasajero impaciente o enojado hay que concentrarse
aún
más
en
las
propias
herramientas de autocontrol. Si se está viajando por placer, concentrarse en lo maravilloso de esa posibilidad. Si se viaja por trabajo, tratar de hacer alguna actividad productiva del negocio", dice la especialista. Otra norteamericana, Kate Kelly, también se detiene en el asunto de la histeria aérea. “Un estudio de la Universidad de Michigan demostró que es 33 veces más seguro volar que conducir un automóvil”, resalta Kelly en su libro Living safe in an unsafe world (Vivir seguro en un mundo inseguro). Estrategias para superar el miedo a volar
Página 167
Claudio Pla Alem
Sin embargo, según sus investigaciones, la hipótesis de un desastre aéreo figura entre las cosas que las personas más temen. El problema, según Kelly, es que este miedo no siempre se manifiesta del mismo modo. Hay quienes sufren en silencio y hay quienes atacan o agreden a los demás. "Lo que no saben esos pasajeros, es que algunas aerolíneas tienen el derecho a refrenar físicamente a quien no es capaz de comportarse en un avión, multarlo o hasta llevarlo a una acción legal que termina en cárcel. Y que cualquier pasajero puede exigir que se cumpla con esa reglamentación", aclara Kelly.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 168
Claudio Pla Alem
El Síndrome de la Clase Turista Técnicas para prevenir molestias Estar sentado durante muchas horas en una cabina presurizada, sin moverse, puede ocasionar problemas circulatorios por falta de riego y de agarrotamiento muscular. Es conveniente que viajeros con problemas coronarios consulten al médico antes de un viaje de este tipo. También las personas mayores
deben
tener
algunos
cuidados
especiales. Las
líneas
siguientes
aéreas
han
recomendaciones
redactado para
las
vuelos
largos: • Moverse. Si no quiere caminar por el avión, como mínimo, realice los siguientes ejercicios cada tanto: mueva los tobillos y las muñecas en redondo; abra y cierre las manos; Estrategias para superar el miedo a volar
Página 169
Claudio Pla Alem
doble los brazos por los codos, y luego extiéndalos hacia adelante y hacia atrás; incline la cabeza a cada lado y hacia delante, y luego gírela describiendo círculos; suba y baje los hombros, y luego hágalos rodar; incline la espalda hacia adelante y hacia atrás, luego mueva el tronco de izquierda a derecha; levante las rodillas alternativamente; alce los talones sin levantar la punta de los pies del suelo; por último, ponga los pies en garra y luego estire los dedos. Recuerde que estos ejercicios ha de realizarlos suavemente, sin cansarse ni tensar los músculos. El objetivo es sólo desentumecerlos y hacer circular la sangre para prevenir molestias. •
Tomar líquidos. Lo ayuda a diluir la sangre y a hidratarse. Un vaso de agua por hora de vuelo es lo aconsejable.
Tomar una aspirina. Es un buen anticoagulante Estrategias para superar el miedo a volar
Página 170
Claudio Pla Alem
Capítulo 6 FACTORES IMAGINARIOS
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 171
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 172
Claudio Pla Alem
Asociación ilícita. Es
difícil
desentrañar
el
momento
exacto en el que comienza a desarrollarse el miedo a volar. Los motivos y situaciones varían de una persona a otra. En ocasiones, la noticia de una catástrofe, las fotografías en la prensa o las imágenes en la televisión acentúan la inseguridad del viajero. Otras veces es la familia la responsable de transmitir la ansiedad que deriva en miedo. No
obstante,
por
lo
general
el
mayor
disparador es la propia imaginación del pasajero. Ante situaciones habituales como una simple turbulencia, esa imaginación es capaz de asociar
la
inseguridad
pensamientos
poco
que
siente
apropiados,
con los
denominados pensamientos negativos y, en función
de
su
intensidad
o
Estrategias para superar el miedo a volar
nivel,
los
Página 173
Claudio Pla Alem
pensamientos catastróficos. De este modo, con pensamientos irracionales que paralizan a la persona, se desencadena la fobia, uno de los principales trastornos de ansiedad. Una de cada tres personas que utilizan el avión como medio de transporte tiene miedo al despegue y/o aterrizaje, mientras que una de cada cinco tienen fobia a los aparatos. Éstas suelen ser sensibles, inteligentes e imaginativas, que tras una experiencia quedan paralizadas. El avión se sacude, desconocemos el porqué, la razón, pero la adrenalina se dispara y la imaginación se desata empezando a temer lo peor. No importa que la situación sea normal; la imaginación es la que asocia esa inquietud con imágenes de catástrofes.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 174
Claudio Pla Alem
Aparece entonces la idea de la muerte, la insoportable sensación de que se va a producir tras un periodo de tiempo que se teme largo y angustioso antes de estrellarse, la preocupación por la “calidad” de la misma. El momento tan temido se presiente como inevitable cuando, en realidad, lo único que ocurre es que el avión... se sacude, una sencilla incomodidad. ¿Por qué algunas personas activan este tipo de imágenes en su mente y otras no? La
respuesta
es
simple:
es
una
cuestión relacionada con la personalidad, con sus propias vivencias y con su historia. Sin embargo, lo que no es tan simple es descubrir qué tipo de personalidad es la más afectada. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 175
Claudio Pla Alem
Para estos casos, podemos distinguir dos categorías diametralmente opuestas: Los dependientes: Se trata de personas que se encuentran continuamente preocupadas por la posibilidad de perder el cariño de las personas que tienen a su lado. Consideran que valen poco y que, tarde o temprano, los demás se darán cuenta y los abandonarán, dejándolos solos. Su identidad está construida en torno a la idea de ser débiles y necesitados de la ayuda y el apoyo de terceros para continuar adelante. Estas personas tienen dificultad para tomar decisiones por cuenta propia. Los
autónomos:
Son
aquellos
que
se
muestran excesivamente indiferentes a los vínculos afectivos. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 176
Claudio Pla Alem
Parecen no tener interés alguno en la búsqueda del cuidado y cariño de los demás. Su identidad se ha construido partiendo de la idea
de
ser
fuertes
y
de
tener
que
arreglárselas solos, sin recurrir a los demás en quienes no confían. Deben controlarlo casi todo porque es la única forma que tienen de asegurarse el resultado. No sufren ante las separaciones y tampoco disfrutan al crear nuevos lazos afectivos. Por
supuesto,
estos
estereotipos
rígidos no representan a personas reales sino que son parámetros para comprender un posible
origen
de
la
relación
entre
el
imaginario y el miedo. La imaginación posee la capacidad de funcionar también como un ilusorio sistema de defensa, un escudo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 177
Claudio Pla Alem
Por ejemplo, el fóbico desearía, más que nada, vivir sólo "emociones tranquilas", calmadas y controladas. Aspira a una vida donde haya la menor cantidad de situaciones imprevisibles, sin sorpresas, sin riesgos. Trata entonces de disminuir la ansiedad que le provoca lo desconocido evitando situaciones nuevas. Así alimenta la fantasía de "tener todo bajo control", a salvo de hechos impensados que le provoquen perturbaciones. Para el fóbico, los demás no son valientes sino imprudentes. El mecanismo puede resultar eficaz salvo por un detalle: es el comienzo de una vida llena de limitaciones, rígida. Sin embargo, esto no es lo que más le preocupa a un fóbico, sino que la única
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 178
Claudio Pla Alem
emoción que no puede controlar es la de sentir miedo. Quien sufre este tipo de trastornos ha crecido generalmente en un medio donde la ansiedad constituyó un factor importante. Por
ejemplo,
una
familia
acosada
permanentemente por la idea de que ocurrían o
estaban
a
punto
imaginariamente)
de
ocurrir
acontecimientos
(real
o
trágicos,
imprevistos o de efectos negativos. En este estereotipo familiar podríamos encontrar: •
Un padre, una madre, un tío o una abuela
extremadamente ansiosos y preocupados, que sobreprotegen al niño. No le dejan que corra riesgos físicos que otros niños llevan a cabo, por ejemplo, ir en bicicleta o jugar en determinados
elementos
de
Estrategias para superar el miedo a volar
los
parques Página 179
Claudio Pla Alem
infantiles por considerarlos peligrosos. Incluso pueden inculcarle la idea de que el mundo es un lugar lleno de peligros y que deben estar siempre en guardia. Esos niños, entonces, verán a los otros más competentes que ellos y deducirán que tienen algún tipo de problema. Así, de adultos, tendrán menos confianza y autoestima, crecerán con menor capacidad de confiar en los demás y con la idea de que en el entorno hay muchas cosas que dan miedo, dando lugar a un perfil aprensivo. Es esta falta de confianza, basada en el miedo, la que se manifestará de varias formas, incluido el miedo a volar. Hacerlo, implicaría confiar en gente que no conoce y supondría un acto de fe demasiado grande.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 180
Claudio Pla Alem
Los que no pueden confiar en sí mismos (por autoestima baja) o en los demás, llevarán unas
vidas
constantemente
estresadas preocupados
al
estar
pensando
siempre que van a fracasar (aunque tengan éxito). •
Un niño que ha pasado por alguna
enfermedad o trastorno físico o psicológico, a raíz de lo cual se le ha comenzado a considerar débil, frágil, siempre necesitado de los demás, y al que se le ha acostumbrado a que otros tomarán las decisiones por él. •
Un niño al que se le ha impedido estar solo
consigo interior,
mismo
desarrollando
experimentando
su
mundo
sentimientos
significativos. De esta manera el niño aprende a depender de estímulos externos.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 181
Claudio Pla Alem
•
Un marido o una esposa que también
posee características fóbicas, las que sólo se manifiestan cuando la pareja comienza a superar el problema. En este tipo de pareja se ha logrado un equilibrio: uno de ellos es el que manifiesta los miedos, mientras que el otro no es capaz de expresar
sus
propias
inseguridades,
asumiendo el rol "protector" y evitando así enfrentarse a sus propios temores. Hay cuatro factores que desestabilizan a las personas
fóbicas
generalmente, imaginarios
y
detrás
que
la
que de
se
esconden,
los
“defienden”
mundos de
su
verdadero dolor.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 182
Claudio Pla Alem
Descubrir que uno está solo: Este podría ser el hecho más frecuente y fácil de identificar. La persona sufre la pérdida o separación de un ser querido. Esta pérdida incluso puede no ser real, basta con que sea imaginada, temida o vivida como una amenaza. Descubrir que uno es fuerte: Aunque no parezca lógico, las personas dependientes se desestabilizan ante alguna situación que las enfrente al concepto que ellas tienen sobre sí mismas. “No voy a poder” es un pensamiento típico, incluso en aquellos que acaban de recibir un ascenso o un premio. Es decir, los demás reconocen en ellos una cualidad (o fortaleza) que ellos, en su interior, no creen poseer.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 183
Claudio Pla Alem
Descubrir que uno no está solo: Hechos como, por ejemplo, casarse, tener un hijo, o comenzar una relación de pareja, obligan a tomar conciencia de que alguien ya no puede pensarse como una persona sola. Si en la infancia se aprendió a no fiarse de nadie y a contar sólo con las propias fuerzas, estas
situaciones
hipersensibilidad amenazantes
pueden frente
y
aumentar a
la
estímulos
experimentarse
como
peligrosas. Descubrir que uno es débil:
Hay un
momento de la vida en el que un hecho o una circunstancia hace tomar conciencia de la propia vulnerabilidad. Este factor puede, a veces, no ser grave (y la debilidad reside más en la imaginación) o incluso
puede
despertarse
Estrategias para superar el miedo a volar
cuando
se
Página 184
Claudio Pla Alem
comprueba la creciente debilidad de un tercero que, en cierto modo, hace que la persona vaya poniendo sus propias barbas en remojo. Todo lo que sea capaz de producir nuestro imaginario personal dejará su huella en nuestro cuerpo, lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo. Pero sólo las experiencias negativas producen heridas y sus cicatrices son los síntomas. La gente que sufre fobia a volar, por ejemplo, puede presentar un repertorio de síntomas que podríamos clasificar en: Físicos Palpitaciones Opresión en el pecho Temblores Aumento de la sudoración Estrategias para superar el miedo a volar
Página 185
Claudio Pla Alem
Sequedad de boca Dificultad para respirar Molestias gástricas Psicológicos Inquietud interior Desasosiego Inseguridad Presentimiento de la nada Temor a perder el control Temor a la muerte Temor a la locura Temor al suicidio En la conducta Estado de alerta, hipervigilancia Dificultad para la acción (quedarse paralizado) Bloqueo afectivo (perplejidad, sorpresa, no saber qué hacer) Estrategias para superar el miedo a volar
Página 186
Claudio Pla Alem
Inquietud motora (estar agitado) Trastornos en el lenguaje no verbal (mirada, expresión, gestos) Intelectuales Errores
al
procesar
la
información
(expectativas negativas) Pensamientos ilógicos Dificultad para concentrarse Trastornos de memoria Trastornos sociales Disminución de las habilidades sociales (la capacidad para relacionarse con los demás) No saber qué decir ante ciertas personas No saber decir que no Dificultades para hablar de ciertos temas Sentirse avergonzado ante los demás. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 187
Claudio Pla Alem
Estos sĂntomas no se presentan de manera aislada sino que, por el contrario, estĂĄn estrechamente ligados constituyendo lo que se denomina el circuito de la ansiedad.
Estrategias para superar el miedo a volar
PĂĄgina 188
Claudio Pla Alem
Este mecanismo aparece, por ejemplo, cuando el fóbico percibe que el avión se sacude ante una turbulencia y reacciona ante lo que percibe como un peligro. Como ya sabemos, su cerebro (hipotálamo) recibirá la señal de alarma. El hipotálamo, entonces, decodificará esa señal de acuerdo con las opciones que conoce: ante un peligro hay que preparar el cuerpo para la lucha o la huida. Y a continuación, liberará un poderoso cóctel de hormonas, entre ellas la adrenalina. Por supuesto, la persona no podrá luchar ni huir estando como está, en un avión y con el cinturón abrochado, pero su cuerpo está preparado
para
hacerlo.
¿Qué
sucederá
entonces?
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 189
Claudio Pla Alem
Toda esa descarga química le servirá única y exclusivamente para aumentar su intranquilidad:
reforzará
los
pensamientos
negativos ("las
alas
se
romperán
con
la
turbulencia", "nos vamos a caer", "¿por qué me pasa esto a mí?", “mi momento ha llegado”) que, a su vez, provocarán nuevos y más
acentuados
sudoración, palidez,
aumento
mareos),
desembocar
síntomas
en
que un
de
la
(taquicardia, respiración,
pueden ataque
de
llegar
a
pánico
perdiendo el control del cuerpo y creyendo que está sufriendo un infarto. Así, su primer impulso será abandonar el lugar en el que está ocurriendo. Y si no lo hace, pensará que puede morir a causa del ataque al corazón o cometer alguna locura (ponerse agresivo, sacarse la ropa, Estrategias para superar el miedo a volar
Página 190
Claudio Pla Alem
invadir el pasillo). De esta manera, a 10.000 metros de altura, la sensación de sentirse atrapado autoalimentará su miedo. El círculo sin fin ya está funcionando. Cuerpo
y
mente
unidos,
trabajando
coordinadamente y a la par, se transforman en una asociación ilícita, como se llama a las bandas delictivas. La víctima de semejante asociación es la propia persona. La
norteamericana
Gloria
Steinem
escribió un maravilloso libro que, bajo el formato de autoayuda, cruza todo un arsenal de conocimientos y técnicas destinado a fortalecer la autoestima. Se llama Revolución desde adentro y tiene un capítulo titulado
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 191
Claudio Pla Alem
“El cuerpo es nuestra mente” donde asegura: “Las ondas negativas grabadas en nuestra mente pueden ser reemplazadas con afirmaciones conscientes y positivas”. Y agrega: “Con nuestras ideas sobre nuestro cuerpo, así como con todo lo humano, decir sí funciona mejor que decir no”. Decir SÍ significa para el que siente miedo a volar repetirse: “voy a estar tranquilo”. Decir NO significa pensar: “no voy a tener miedo”. La diferencia no es tan sutil para nuestro inconsciente. Steinem describe los mecanismos con los que la mente le habla al cuerpo en el capítulo “Comenzar por el cuerpo”. Conversa, por ejemplo, a través de la meditación y la visualización positiva. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 192
Claudio Pla Alem
Pero no son éstos los únicos idiomas posibles. Algunos de los lenguajes cuerpo/mente más eficaces que repasa Steinem son: Respiración: La forma en que respiramos puede influir en nuestro ánimo. Es el único proceso autónomo que puede ser regulado con facilidad. Por ejemplo, el ritmo de la exhalación más lento que el de la inhalación calma la mente. La antigua práctica del yoga aconseja respirar alternativamente por una y otra fosa nasal porque así se contribuye a centrar mente y cuerpo. “Es cuando se siente el verdadero yo, el alma”, asegura Steinem.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 193
Claudio Pla Alem
Imágenes
mentales
o
visualizaciones:
“Pídele a tu mente que imagine un lugar seguro”, dice Steinem. El cuerpo recibirá esa imagen como un bálsamo
de
placidez
que
traducirá
en
reacciones químicas relajantes. “Cuando vayan llegando esas imágenes, confía en ellas. Si no llegan, relájate y espera. Si aún así no vienen, imagina cómo sería un lugar seguro si pudieras imaginarlo. Aquí nada puede pasar salvo lo que tú desees que pase. Si aparece algo desagradable, lo alejarás con tu imaginación. Sólo cosas buenas pueden pasarte porque tu inconsciente te está cuidando”. Las palabras de Steinem son precisas y hospitalarias, pero esta poderosa técnica para alejar
miedos
requiere
que
Estrategias para superar el miedo a volar
cada
uno
Página 194
Claudio Pla Alem
encuentre el lenguaje personal capaz de convocar esa postal que nos alivia tanto. Imágenes físicas: “El cuerpo parece tener sus propias antenas capaces de percibir el grado de estima o desprecio en el cual se valoran cuerpos similares”, dice la autora. Esas antenas no sólo captan valores y desvalores del medio ambiente directo, sino que capturan los de toda la sociedad y su época. El cuerpo se comunica a través de esas antenas, expresa lo que siente y recibe los mensajes: los halagos y las presiones. El terapeuta español Raimon Gaja cuenta en su libro Pierda el Miedo al Avión que es probable que estas presiones sociales fueran bien distintas para el hombre primitivo, Estrategias para superar el miedo a volar
Página 195
Claudio Pla Alem
a pesar de que una de las sensaciones más frecuentes
con
las
que
tuvo
que
acostumbrarse a convivir haya sido la de miedo. La diferencia es que aquel era un miedo provocado por una situación de peligro real. "Vivía en un hábitat natural, totalmente inhóspito y lleno de peligros, desempeñar conseguir
actividades
alimento,
en el que
primarias
defender
la
como tribu
o
protegerse de los animales depredadores significaba una auténtica lucha por la vida. Las expectativas de salir vencedor en la lucha decidían si el sujeto optaba por combatir abiertamente o huir del peligro. La lucha y la huida son, pues, las dos modalidades con las que contamos para enfrentarnos al miedo". Estrategias para superar el miedo a volar
Página 196
Claudio Pla Alem
En nuestros días, según Gaja, "Los peligros que acechan al hombre del fin del milenio no son, en absoluto, parecidos a los que sufrían nuestros ancestros. Sentimos miedo de no ser los primeros de nuestra promoción, de no encontrar un empleo, de no ser aceptados y amados... es decir, lo que el hombre actual entiende por peligros y amenazas, lo que le provoca sensación de miedo, son fundamentalmente riesgos
psicológicos,
no
vitales
o
de
supervivencia". Gaja cuenta que comenzó a pensar en esta teoría a partir de la lectura de un libro de Jorge Luis Borges, en donde el genial escritor argentino aseguraba: "Hoy hay menos problemas reales y más problemas imaginarios”.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 197
Claudio Pla Alem
Es cierto: la literatura es un territorio donde realidad e imaginación se asocian siempre lícitamente. Para los que no somos Borges, por suerte, hay otros. La medicina hace uso desde hace algunos años de una tecnología que potencia, de modo maravilloso, la síntesis entre el lenguaje real y los símbolos de la imaginación: la realidad virtual. La realidad virtual es, básicamente, una tecnología basada en la computación, que presenta al usuario la ilusión total de una realidad física y un mundo imaginario en el que habitar y con el cual interactuar. Las aplicaciones potenciales son ilimitadas. Quizá lo más excitante no esté en el dominio mágico de los juegos fantásticos, sino allí
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 198
Claudio Pla Alem
donde se pueden refinar y extender las habilidades de personas tales como cirujanos, ingenieros,
químicos
e
incluso
psicoterapeutas. La realidad virtual depende de dos tipos de aparatos: unos para crear la ilusión y otros para permitir que el usuario interaccione con ella. Funciona básicamente así: El usuario lleva algún tipo de artilugio que cubre los ojos, creando un mundo visual tridimensional y auriculares para crear sonido. Al mismo tiempo manipula un dispositivo para interaccionar con el mundo virtual. Una computadora siente la mano del usuario y los movimientos del cuerpo y altera, en consecuencia, el mundo virtual.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 199
Claudio Pla Alem
En otros casos es el psicoterapeuta el que controla, según las reacciones del paciente, las alteraciones de ese mundo de fantasía. Se ha utilizado la realidad virtual, por ejemplo, como ayuda en el tratamiento de pacientes con fobia a las alturas. No es demasiado difícil crear la ilusión de permanecer
en
un
balcón
del
piso
decimoquinto o en lo alto de una escalera. Los pacientes pueden acostumbrarse, poco a poco, a la difícil situación sabiendo que están controlados y físicamente a salvo de cualquier daño.
Este
proceso
se
denomina
de
desensibilización sistemática, y es una técnica de aproximación gradual a los estímulos y situaciones fóbicas buscando una respuesta que aleje la ansiedad como es la relajación y fomentando su entrenamiento.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 200
Claudio Pla Alem
Los psicólogos estadounidenses fueron los primeros en aplicar los juegos de realidad virtual en la terapia del miedo a volar. Yo comencé a utilizarlo hace menos de tres años y sus beneficios fueron de gran ayuda, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Desde entonces, he invitado a mis pacientes a acomodarse en la butaca, que es similar a la de un avión de línea, para que puedan experimentar un vuelo (y un miedo) virtual bajo control y recrear: •
Los momentos previos a la partida.
•
Las luces titilantes de la pista.
•
La orden de ajustarse el cinturón.
•
El despegue.
•
Las turbulencias.
•
Si es necesario, rayos y tormentas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 201
Claudio Pla Alem
El paciente tiene la sensación real de estar inmerso en la escena: puede percibir sus reacciones, revivir las situaciones que lo atemorizan, y yo puedo observar el momento en que se dispara el miedo y averiguar el origen de la respuesta fóbica para luego poder dar cuenta de ella. Para quienes nunca han volado es la mejor manera de confrontar sus temores imaginarios con una experiencia concreta. Para aquellos que vuelan con miedo es una manera de discriminar ―paso a paso, situación por situación― eso que en pleno vuelo
experimentan
como
un
caos
de
reacciones desagradables e incontrolables. Esta asociación lícita entre paciente y terapeuta, tecnología y psicoterapia, realidad e
imaginación,
parece
mágica
pero
es
absolutamente racional y práctica. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 202
Claudio Pla Alem
Y sus beneficios son reales, no teóricos ni imaginarios. De
esta
manera,
y
gracias
a
esta
tecnología, podremos iniciar un tratamiento presentando iremos
los
estímulos
interrumpiendo
temidos,
para
inducir
que la
respuesta de relajación. A continuación, continuaremos de nuevo, presentaremos
otro
interrumpiremos
otra
estímulo, vez.
Este
y
lo
proceso
proseguirá hasta lograr que la ansiedad sea cero, pudiéndose combinar la presentación de estímulos en imaginario y en vivo. Así, si se genera una situación inescapable, el sujeto tendrá la ocasión de constatar que a la presentación del estímulo fóbico no le sigue la respuesta
de
evitación,
debilitando
por
consiguiente la asociación entre fobia y huida. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 203
Claudio Pla Alem
El tratamiento finalizará con actividades de vuelo. Esta última fase se llevará a cabo gradualmente, según sean las características de los sujetos y la “gravedad” de las manifestaciones fóbicas. Por ejemplo, en un primer paso de habituación se accederá a ver noticias sobre aviones; un segundo paso será recorrer un aeropuerto, un tercero puede ser subir a lugares altos, un cuarto paso puede consistir en una visita a un avión, un quinto sería utilizar unos transportes públicos
de
hermetismo
características de
cabina
y
similares
al
hacinamiento
humano, y en un sexto y último paso: realizar un vuelo, pudiéndose llevar a cabo todas estas fases de habituación en grupo o de manera individual.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 204
Claudio Pla Alem
Este
tipo
de
tratamiento
debe
ser
fortalecido con dos clases de técnicas o estrategias
para
desactivar
el
miedo
y
superarlo: las estrategias cognitivas y las técnicas de relajación. Las estrategias cognitivas nos servirán para identificar los pensamientos negativos y sustituirlos
por
pensamientos
positivos
logrando así el autoafrontamiento, y para pensar correctamente. Un ejemplo: en el despegue, alguien puede pensar que el avión pesa demasiado, que no se podrá mantener en el aire. Este
es
un
pensamiento
incorrecto.
Sabemos que el avión, por las leyes físicas que hemos entendido, podrá mantenerse perfectamente
en
el
aire.
Entonces,
lo
sustituiremos por el pensamiento correcto y nos tranquilizaremos. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 205
Claudio Pla Alem
Los
pensamientos
de
temor
son
automáticos, y estos automatismos son los que hay que cambiar: ¿Por qué pienso esto? ¿Qué
idea
racional
soporta
este
pensamiento? Y si no es racional, ¿por qué lo pienso entonces? A partir de aquí, se procederá a la sustitución: “Este ruido es el tren de aterrizaje al replegarse y el cerrado de la compuerta”, “la desaceleración es por...”. Si, como decimos, son
los
pensamientos
de
temor,
los
catastróficos y negativos, los responsables en primera instancia de desencadenar la reacción lucha-huida,
es
decir:
el
miedo
y
sus
respuestas físiológicas, será básico frenar éstos, interrumpirlos, y substituirlos por otros racionales acerca de volar para controlar los síntomas físicos que se puedan manifestar.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 206
Claudio Pla Alem
Con las técnicas cognitivas se trata de resaltar
la
importancia
de
las
ideas
irracionales, que el sujeto reconozca cómo sus pensamientos controlan sus conductas y emociones. Una
vez
detectadas
estas
ideas
irracionales, se inducirá a generar ideas positivas gracias a una información veraz y precisa de cómo y por qué vuelan los aviones, de
sus
mecanismos
entrenamiento
de
seguridad,
y supervisión
de
todo
del el
personal relacionado con el transporte aéreo, a despejar dudas, bulos, tergiversaciones, etc. De
esta
manera,
una
reestructuración
cognitiva de las ideas irracionales en torno al avión y el vuelo facilitará la construcción de las declaraciones de afrontamiento por parte del sujeto alcanzando así el control del pensamiento y desactivando el miedo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 207
Claudio Pla Alem
Un apunte: estas estrategias y técnicas cognitivas se pueden entrenar y practicar en casa. Una
vez
expertos
y
practicar
obtenida
la información
profesionales cómo
pensar
es
de
aconsejable
correctamente,
imaginando aquellos estímulos que provocan pensamientos automáticos de temor y cómo rebatirlos. Asimismo, también es recomendable entrenar las respuestas a los pensamientos catastróficos y cómo frenarlos, e incluso es altamente positivo confeccionar una lista de frases y órdenes tajantes para hacerlos frente. Las
técnicas
de
relajación
persiguen
controlar el nivel de activación del organismo para obtener en el individuo un estado agradable y placentero, tanto a nivel físico como psicológico. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 208
Claudio Pla Alem
La relajación es el antídoto natural contra la
ansiedad.
Estas
técnicas
consisten,
básicamente, en controlar la respiración y en relajar los músculos, y son bastantes sencillas de aplicar. En definitiva, una combinación de todas estas técnicas proporcionará al sujeto un entrenamiento
en
habilidades
de
afrontamiento que le dotará de las destrezas necesarias para hacer frente a situaciones estresantes o de miedo, procediendo en síntesis
a
facilitar
el
control
de
los
pensamientos y sus respuestas físiológicas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 209
Claudio Pla Alem
Aplicación
práctica,
programa
de
autoasistencia por aumento de ansiedad. A modo de resumen de las técnicas a las que nos hemos referido y su aplicación, expondremos a continuación un programa que hemos
confeccionado
para
combatir
un
aumento de ansiedad. ¿Cuándo debería aplicarse? Nuestro consejo, tras estudiar las estadísticas que nos hablan de las situaciones más susceptibles de provocar un aumento de ansiedad, es ponerlo en práctica en tres momentos en particular: -
Al
sentarnos
en
el
avión
(como
preparación ante la maniobra de despegue y el vuelo en general). - Ante la presencia de un estímulo desencadenante
(por
ejemplo,
una
turbulencia, una tormenta, etc.)
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 210
Claudio Pla Alem
- Poco antes de iniciar la maniobra de aterrizaje. Como ya sabemos, un pensamiento de miedo por un estímulo en concreto provocará que nuestro hipotálamo, a causa de las señales de alarma que recibe, libere una descarga química de hormonas que todavía reforzará más los pensamientos negativos y éstos,
a
su
taquicardia,
la
vez,
desencadenarán
respiración
agitada,
la la
sudoración, la tensión... Como primer paso para desactivar toda esta cadena de reacciones, tenemos que actuar sobre nuestro pensamiento, allí donde todo se inicia. Escogeremos, como ejemplo de estímulo desencadenante,
unas
turbulencias
de
intensidad moderada. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 211
Claudio Pla Alem
Éstas
provocarán
una
serie
de
pensamientos irracionales y negativos: “Ya está, nos vamos a caer, el avión se va a partir, nos vamos a estrellar...”. Nuestra primera intervención será la de frenarlos, interrumpirlos con órdenes tajantes del tipo “¡basta ya!”, “¡deja de pensar así!”. A continuación, aplicando técnicas cognitivas, los
substituiremos
por
pensamientos
racionales gracias a la información que habremos recogido y que ya conocemos: “Una turbulencia no es una amenaza, es una incomodidad”, “es provocada por corrientes de aire a diferentes temperaturas o por cambios de presión”, “no hay peligro, es sólo cuestión de confort”. Acto seguido, daremos lugar a pensamientos positivos: “Puedo resistirlo”, “soy capaz de volar”, “voy a superarlo”. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 212
Claudio Pla Alem
Para reforzar estos últimos, podemos incluir una
visualización
de
venciendo
al
cerrados,
podemos
nosotros
miedo. Así, con
mismos los ojos
imaginarnos
otras
situaciones, “he hecho cosas más difíciles”, o vernos
capaces
de
superar
cualquier
dificultad, “soy más fuerte que el miedo”. En cuestión de segundos, lograremos el control de nuestros pensamientos. Ahora,
deberemos
controlar
nuestras
reacciones físiológicas. Comenzaremos con la respiración. El cambio más evidente que sufrimos con un aumento de ansiedad es que respiramos más deprisa y más agitados. De
este
modo,
como
decíamos
en
la
introducción del libro, no sólo cambiamos el ritmo respiratorio, acelerándolo, sino también la
forma
de
respirar,
pasando
Estrategias para superar el miedo a volar
de
una
Página 213
Claudio Pla Alem
respiración diafragmática a otra torácica (la acción de respirar ocurre en la parte superior del pecho). Así, enriquecemos más rápido la sangre con oxígeno y exhalamos mayor cantidad de dióxido de carbono. Y el resultado de este cambio es que se puede sentir sensación de ahogo y mareos ―lo que contribuirá a aumentar el miedo― debido precisamente al exceso de exhalación de dióxido de carbono y su insuficiencia. Para detener este proceso y restablecer el equilibrio,
deberemos
controlar
nuestra
respiración. Esto lo lograremos regulando el ritmo de inhalación
y
exhalación,
reduciendo
la
frecuencia, y volviendo a la forma de respirar diafragmática, llenando los pulmones desde abajo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 214
Claudio Pla Alem
Lo haremos de la siguiente manera: Coloque una mano sobre su estómago y procure llenar los pulmones notando cómo su mano sube empujada por el estómago a medida que los pulmones se expanden al llenarse de aire (lo que provocará que el estómago se desplace hacia fuera para dejar sitio a los pulmones ampliados). Al inhalar, siempre por la nariz, cuente tres segundos ―uno, pausa, dos, pausa, tres, pausa; o, si le resulta más fácil: mil uno, mil dos, mil tres―; ahora contenga la respiración contando de nuevo tres segundos; y luego, suavemente, exhale por la boca toda vez que vuelve a contar tres segundos. A continuación, tras exhalar todo el aire, deje de respirar, tres segundos, y de nuevo inicie el proceso.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 215
Claudio Pla Alem
De esta forma, repitiendo la técnica durante cinco minutos, lograremos rebajar la frecuencia
de
restableciendo
nuestra el
respiración,
equilibrio
entre
la
insuficiencia de dióxido de carbono y el exceso
de
oxígeno
que
provocaba
la
hiperventilación. Sin embargo, piense que, debido a la sensación de ahogo provocada por la falta de dióxido de carbono, es posible que su cerebro le mienta, le diga que le falta aire y que inhale más deprisa, cuando es todo lo contrario. Esta dificultad podrá vencerla de dos maneras: manteniéndose firme en su voluntad de lograr el control de su respiración, lo que conseguirá tras cinco minutos, o cediendo ante lo que le dicta su cerebro acudiendo entonces a una solución diferente.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 216
Claudio Pla Alem
Ésta es hacerse con la bolsa que hay en la parte
posterior
del
asiento
delantero,
ponérsela cubriendo la boca y la nariz por completo, y respirando. Así, tras unos instantes, lo que inhalará será dióxido de carbono puro y restablecerá de manera sencilla el equilibrio de éste con el oxígeno. Con el control de nuestra respiración habremos restablecido también el control de otras
reacciones
ejemplo
la
físiológicas,
taquicardia,
la
como
por
sudoración...
además de resultar mucho más sencillo contactar con la parte racional de nuestro cerebro,
con
lo
que
reforzaremos
los
pensamientos positivos gracias a las técnicas cognitivas para disminuir aún más la ansiedad generada por el estímulo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 217
Claudio Pla Alem
De todas formas, se hará necesaria la aplicación de unas técnicas de relajación muscular progresiva para conseguir relajar aquellos músculos que todavía persisten en tensión como respuesta a la descarga química liberada por el hipotálamo. Las
técnicas
de
relajación
muscular
progresiva consisten en lo siguiente: Primero, tensar los músculos escogidos durante tres segundos mientras inhalamos; segundo, contenemos aire, uno, dos, tres segundos; y tercero, liberamos esa tensión relajando
los
músculos
a
la
vez
que
exhalamos. Todo el ejercicio se ha de realizar con suavidad,
tranquilamente,
sin
prisas,
procurando alcanzar el estado de relax que deseamos.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 218
Claudio Pla Alem
Un consejo: las órdenes que se dé (ahora tal grupo de músculos, ahora tal otro) y el conteo de los segundos, procure oírlas en su cerebro como una voz desprovista de toda tensión, una voz calmada, de hablar lento y pausado. Así pues, desde nuestro asiento en el avión, cerraremos los ojos y pasaremos a relajar los puntos de apoyo del cuerpo siguiendo un orden de abajo a arriba. Comenzaremos
por
los
pies.
Los
tensamos, poniéndolos en garra (los dedos hacia abajo, como si quisiéramos arañar el suelo), inhalamos, uno, dos, tres segundos; contenemos la respiración, uno, dos, tres segundos; y destensamos la fuerza mientras exhalamos.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 219
Claudio Pla Alem
Al hacerlo, notamos la diferencia en la musculatura entre la tensión y la relajación. Una pausa, dejamos que nos invada la sensación de relax, y repetimos el ejercicio pero ahora levantando los dedos de los pies hacia arriba, notando la tensión en las pantorrillas. Al acabar, lo repetiremos tres veces. Con calma, sin prisas. A continuación, los muslos. Tensamos, inhalamos,
uno,
dos,
tres
segundos;
contenemos la respiración... y exhalamos relajando
la
musculatura,
sintiendo
el
contraste. Una pausa, y lo repetimos de nuevo. Así, tres veces.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 220
Claudio Pla Alem
Luego,
los
glúteos.
Tensamos
la
musculatura de las nalgas, inhalamos, unos, dos, tres segundos; contenemos... y soltamos la fuerza a la vez que el aire, poco a poco, con tranquilidad. Sentimos cómo se relajan los músculos. Lo repetimos tres veces. Después,
el
abdomen.
Tensamos
la
musculatura del estómago, inhalamos, uno, dos, tres segundos; contenemos la respiración mientras sentimos el calor en la zona... y dejamos
escapar
el
aire
con
suavidad
mientras relajamos la tensión del vientre. Es importante percibir el contraste entre la tensión y la relajación, la sensación de descanso que nos deja.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 221
Claudio Pla Alem
Una pausa, y repetiremos el ejercicio tres veces,
concentrados en
la
inhalación
y
exhalación del aire, cada vez más relajados. Ahora,
separaremos
la
espalda
del
asiento, bajaremos el mentón procurando elongar la columna vertebral haciendo fuerza hacia arriba, e inhalaremos, uno, dos, tres segundos; contendremos la respiración y... al exhalar, intentaremos soltar la cabeza, que se nos caiga hacia adelante. Lo repetiremos tres veces, con absoluta calma, tratando de sentir el aire que entra, cómo sale, la fuerza que sentimos, el descanso a continuación. Luego, lentamente, nos enderezamos sin apoyar la espalda.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 222
Claudio Pla Alem
Y erguidos, echamos la cabeza hacia atrás y sacamos pecho, empujando los hombros hacia atrás. Realizamos el ciclo respiratorio (inhalación, contención del aire, exhalación), y al exhalar, soltamos la espalda poco a poco, dejándola caer sobre el respaldo del asiento, mientras nos apoyamos lentamente terminando la exhalación. Una pausa y lo repetimos tres veces. A continuación, elevamos los hombros hacia las orejas. Inspiramos, contenemos el aire, y al exhalar vamos a ir descendiendo lentamente los hombros hasta colocarlos lo más bajo posible y algo echados hacia atrás, como
intentando
juntar
los
omoplatos.
Sentiremos la tensión, la fuerza, y luego el relax, la calma. Repetiremos tres veces. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 223
Claudio Pla Alem
Al acabar, cerramos una mano en un puño, apretamos,
notamos
la
tensión
en
el
respiratorio,
y
antebrazo y en la mano. Realizamos
el
ciclo
exhalamos dejando la mano y el antebrazo relajados. Sentimos los dedos perder la tensión, relajarse, incluso notamos cómo cada dedo se queda sin fuerza. Repetimos con la otra mano. Al finalizar, tensamos las dos manos y los antebrazos a la vez,
realizamos
el
ciclo
respiratorio
y
exhalamos sintiendo el paso de la tensión a la relajación en los músculos. Notaremos el descanso de los antebrazos, de las manos, de los dedos. Haremos una pausa y, cada vez más relajados, iniciaremos el ejercicio de los brazos.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 224
Claudio Pla Alem
Tensaremos el derecho apoyando el codo y comprimiendo levemente el brazo contra el cuerpo. Respiramos, contenemos la respiración, y al
exhalar, iremos relajando
en sentido
inverso, despegaremos el brazo del cuerpo, lo bajaremos, notaremos cómo pierde la fuerza, la tensión. Repetiremos con el brazo izquierdo. Y luego, extenderemos un brazo, todo lo que podamos. Sentiremos la tensión, la fuerza. Inhalaremos, contendremos y exhalaremos el aire dejando caer el brazo hasta apoyarlo de nuevo. Notaremos su descanso, cómo se relaja tras el esfuerzo. Ahora es el turno del otro brazo. Atenderemos
a
la
tensión,
inhalaremos,
contendremos. Y al exhalar, lo relajaremos dejándolo caer, descansándolo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 225
Claudio Pla Alem
Haremos una pausa notando el peso de los brazos. Y acto seguido, tensaremos los dos brazos a la vez, hacia adelante, haciendo fuerza también con los antebrazos y las manos. Contendremos, uno, dos, tres segundos. Los relajaremos, exhalando, dejando los músculos inertes, sin tensión, notándolos pesados, sobre las piernas. Ahora, el cuello. Primero dejaremos caer la cabeza hacia delante, la barbilla intentando apretar el pecho. Inhalaremos, contendremos la respiración, uno, dos, tres segundos, y al exhalar
trataremos
de
relajar
el
cuello
levantando la cabeza poco a poco. Notaremos la diferencia entre la tensión y la relajación, el descanso.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 226
Claudio Pla Alem
Luego, rotaremos lentamente hacia la derecha, respiramos, apretaremos mientras contenemos, y al exhalar aflojaremos la fuerza tratando de relajar el cuello. Todo muy despacio, con suma calma, sin gestos bruscos ni apresurados. Entonces, volveremos al centro con la cabeza
baja,
y
tras
una
breve
pausa,
giraremos hacia el otro lado, el izquierdo. Inhalaremos, contendremos el aire mientras apretamos, y al exhalar dejaremos de hacer fuerza toda vez que soltamos el cuello. Acto seguido, realizaremos una pequeña rotación
hacia
atrás,
inhalaremos,
contendremos el aire mientras apretamos la cabeza contra el respaldo, sentiremos la tensión en la nuca, y al exhalar dejaremos que el cuello caiga hacia delante, sin fuerzas,
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 227
Claudio Pla Alem
notando el peso de la cabeza, la relajación, y nos quedaremos así respirando. Ahora, en este instante, vamos a agregarle una visualización. Con los ojos cerrados, trataremos de visualizar un paisaje agradable, un lugar bonito donde hayamos estado, un sitio que nos proporcione bellos recuerdos. Una vez allí, intentaremos entrar, como si fuera
un
refugio,
donde
podremos
ir
acompañados de un ser querido. Allí estaremos protegidos, a salvo. Nos relajamos. Nada nos puede ocurrir. Acompasamos
nuestra
respiración,
lentamente, con calma, haciendo poco a poco las pausas y exhalando despacio, llenos de paz y relajación. Permaneceremos así unos minutos. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 228
Claudio Pla Alem
Y a continuación, saldremos lentamente, sin apresurarnos, de la relajación. Abrimos poco a poco los ojos y nos acomodamos de nuevo en el asiento. Habremos nuestro muscular.
restablecido
cuerpo, Las
el
eliminando reacciones
control la
de
tensión
físiológicas
producidas por un aumento de ansiedad habrán desaparecido con ésta. La respiración será normal, sin agitaciones. Su cuerpo estará relajado y su mente dejará de concentrarse en el vuelo. Y usted habrá logrado ganar la batalla contra el miedo y controlar la situación.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 229
Claudio Pla Alem
Recuerde: usted posee las armas para combatir el miedo. Los pasos a seguir son: 1º- Detener los pensamientos irracionales y negativos. 2º- Substituirlos, gracias a una información precisa, por otros racionales y positivos. 3º- Control de la respiración para alcanzar la relajación. 4º- Control de la musculatura para aliviar la tensión. 5º- Aplicación de visualizaciones. Con el primer y segundo paso, logrará el control de las reacciones cognitivas. Y con el tercero, cuarto y quinto, conseguirá el control de las reacciones físiológicas al miedo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 230
Claudio Pla Alem
Capítulo 7 FACTORES COLECTIVOS
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 231
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 232
Claudio Pla Alem
Buenas noticias. Como
ya
hemos
apuntado
con
anterioridad, una catástrofe aérea es siempre noticia al contrario de lo que sucede con un accidente automovilístico. Sin embargo, la cantidad de muertos en carretera supera significativamente a las víctimas de accidentes aéreos. Según un estudio realizado por el National Transportation Statistic, viajar en avión es veintinueve veces más seguro que viajar en coche y cuatro veces más seguro que viajar en tren. Otro
estudio
realizado
por
Rubio,
Cabezuelo y Castellano informa que el índice de mortalidad es de 0.03 muertos por cada millón
de
pasajeros
y
el
índice
de
siniestralidad es aún más favorable:
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 233
Claudio Pla Alem
Un accidente entre un millón de viajes, sin
que
éste
accidente
tenga
que
ser
necesariamente mortal. A modo de ejemplo, dicen los autores del trabajo, un avión 727 tendría que sufrir un accidente cada día sin que hubiera supervivientes para que la cifra de muertes fuera similar a las producidas en la carretera cada año. Sin embargo, el impacto de la noticia de un accidente aéreo es superior a cualquier estudio que intente darle su proporción real. La
explicación,
encontrará
en
entonces, la
nunca
estadística
se
la
porque
sencillamente no está allí. El avión sigue siendo el transporte humano más seguro, pero nuestra percepción es otra. La pregunta entonces es: ¿a qué se debe?
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 234
Claudio Pla Alem
Ese miedo social no se contagia sólo a través de noticias siniestras sino de las otras. Los medios de comunicación masivos, con un aparente hábito de frivolidad anecdótica,
siguen
informando
o vocación sobre
el
transporte aéreo como si éste fuera un hecho excepcional y, por lo tanto, de temer. Reproduzco algunas informaciones que han aparecido en diferentes y variopintos medios que mencionan el tema: Lo que para una persona normal puede ser algo tan común y habitual como tomar un café, para otros se convierte en un calvario. El avión constituye para muchos futbolistas una auténtica pesadilla. Es conocido el caso extremo de Dennis Bergkamp, el holandés del Arsenal, que hizo Estrategias para superar el miedo a volar
Página 235
Claudio Pla Alem
incluir en su contrato que no viajaría nunca en avión. Él se fue del Inter de Milán a Londres, entre otras cosas, porque en Inglaterra la mayoría de los desplazamientos se hacen en autocar. Pero no pensó en la Liga de Campeones. A veces ha viajado a Atenas o a Moscú en coche, saliendo varios días antes que sus compañeros
para
evitar
el
mal
trago.
Hasta que hace poco su entrenador se cansó de la fobia de Dennis y le dejó fuera del equipo por no querer viajar con el resto de la plantilla a Lyon. Bergkamp se lleva la palma en cuanto a miedo a volar pero en España hay algunos que se le aproximan. Es el caso de Alfredo Di Stéfano, en la actualidad directivo del Real Estrategias para superar el miedo a volar
Página 236
Claudio Pla Alem
Madrid, que ha recorrido el mundo varias veces pero no ha superado aún ese trauma. Don Alfredo suele decir que "entro en el avión sin barba y salgo con ella de la tensión que sufro". Iván Helguera, jugador en activo también del Real Madrid, tiene que aterrizar y despegar en la cabina del piloto para calmar los nervios. Él presume de conocer a la mayoría de comandantes de la flota de Iberia y sus compañeros, al comprobar el miedo atroz que siente Iván, ya no le gastan bromas al respecto.
Esta
temporada,
después
de
jugar
en
Valencia, la plantilla del Madrid volvió en
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 237
Claudio Pla Alem
avión, pero Iván prefirió dormir allí y regresar en tren, solo, al día siguiente. El consuelo para alguien así es buscarse un aliado. El Turu Flores y Scaloni han preferido varias veces el coche al avión. En un viaje de Sevilla a Madrid optaron por el tren y se fueron solos a la capital. En el Valencia, el esloveno Zahovic muchas veces le clavó las uñas en el brazo a su amigo Djukic cuando la cosa se puso fea por ahí arriba. Donde no se conocen casos así es en el Barcelona. A Joan Gaspart no le asustan los aviones sino los ascensores (y eso que fue botones de un hotel durante mucho tiempo). En otros tiempos, Stoichkov y Eusebio eran de
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 238
Claudio Pla Alem
los que peor lo pasaban. Los de ahora lo llevan bien. Lo que sí es evidente es que la mayoría de los citados renunciarían a una parte importante de su contrato con tal de no subir nunca a ningún ‘maldito pájaro de hierro’ y desde luego prefieren el infierno al cielo. (Publicado en un diario europeo.)
Volar no es una de las aficiones preferidas de Mette-Marit Tjessem, la novia del príncipe Haakon de Noruega. Pensando quizá en el viaje de novios o en los compromisos oficiales que tendrá que cumplir una vez que asuma el título de reina, está realizando un curso que dura mes y medio para superar el miedo a volar.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 239
Claudio Pla Alem
Varias veces a la semana, la joven acude al aeropuerto de Fornebu, en las afueras de Oslo, donde charla con pilotos, azafatas, psicólogos y psiquiatras. Se espera que con la ayuda de los expertos en
navegación
aérea,
la
prometida
del
heredero al trono se olvide del temor a volar y acompañe a Haakon de Noruega en los múltiples viajes que le esperan.
(Publicado en la
revista Hola. )
Estos filtros informativos ilustran de por sí que el
miedo
a
volar
está
presente
como
enfermedad digna de figurar en un artículo periodístico. Cada uno se dirige a un público diferente, pero a todos se les trasmite la misma información: todos pueden ser portadores sanos o enfermos del virus “miedo a volar”. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 240
Claudio Pla Alem
Una
excepción
la
hallé
en
un
pedagógico capítulo de Los Simpson. El
episodio
comienza
con
Homer
llegando a casa con una noticia estruendosa: le han regalado billetes aéreos con destino abierto. Sin embargo, para su asombro, lejos de alegrar con semejante noticia a su mujer, sólo logró espantarla. Marge tiene miedo a volar. Para mi sorpresa, la adorable señora Simpson decide consultar a una psicoanalista, cuya voz interpreta la actriz Anne Bancroft. Se trata de la doctora Zweig, con quien Marge comienza a comprender la raíz de su ansiedad. Durante la terapia, Marge descubre que su padre le mintió durante toda su infancia diciéndole que era piloto cuando en realidad era peón de una aerolínea.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 241
Claudio Pla Alem
Si eso no fue suficiente para causarle un trauma, la pequeña Marge también fue alcanzada por un avión fumigador y sobrevivió a un incendio casi fatal en un avión de juguete. Después de un gran avance, Marge consigue volar sin temor. Se despide de la doctora Zweig y se dispone, según dice, a disfrutar de una vida más feliz y más sana. Y así se acaba el episodio. La otra sorpresa la encontré leyendo un artículo sobre los primeros vuelos en avión. El texto reconstruye casi la prehistoria de la aviación con entrevistas a sus intrépidos pasajeros. Y la cuenta así: «Volar era un lujo absoluto, que sólo podían darse los hombres de negocios», dice el renombrado
periodista
deportivo
zuriqués
Walter Wehrle. En su primer vuelo a París Estrategias para superar el miedo a volar
Página 242
Claudio Pla Alem
pagó la (en ese tiempo) increíble suma de 160 francos, además de los 60 francos por la visa de retorno. «Los controles aduaneros eran estrictos, en Londres no me dejaron entrar hasta que el Immigration Officer se enteró de que estaba acreditado para hacer el reportaje de dos juegos nacionales de hockey sobre hielo.» Hasta la tripulación tenía que cumplir con las mismas formalidades. Paul Auberson que sirvió de radioperador en el primer vuelo transatlántico de Swissair del 2 de Mayo de 1947, todavía relata la historia como si hubiese sucedido ayer. «Al aterrizar en los Estados Unidos le metían un termómetro en la boca a todos los que estaban en el avión, antes de que acabara de frenar.»
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 243
Claudio Pla Alem
La primera ruta noratlántica de Swissair iba de Ginebra (la pista del aeropuerto de Cointrin era más larga que la del de Dübendorf) a Nueva York. El primer vuelo fue un viaje a lo desconocido hasta para la tripulación. El aterrizaje en el «Nuevo Mundo» fue un choque
cultural.
«Vimos
las
enormes
ciudades, visitamos restaurantes extranjeros y nos dimos gusto saliendo de compras», comenta Paul Auberson (90). «Disfrutamos la vida nocturna con responsabilidad» dice con una sonrisa burlona, «al fin y al cabo de día asistíamos a cursos de formación». Hacia los Estados Unidos se volaba con el último grito en aviones de pasajeros (44 asientos), el DC4, que requería conocimientos especiales para dominarlo, porque, entre otras cosas, estaba equipado con radiomicrófonos.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 244
Claudio Pla Alem
Los instrumentos de vuelo y el radar no existieron sino hasta 1953. Para navegar se empleaban las estaciones de radiolocalización y los buques de alta mar; a menudo se volaba por simple observación. La comodidad del pasajero era relativa. Ruth Sigrist lo describe así: «Aún no había cabinas presurizadas. Antes de despegar el calor era inaguantable y una vez en el aire el agua condensada se transformaba en una capa delgada de hielo. El estruendo de los motores era tal que me hacía sentir como si estuviera sentada debajo del secador en el salón de belleza.» La cabina de pasajeros estaba dispuesta de manera muy sobria. Sobre las filas de asientos
estaba
montado
el
ínfimo
compartimento para maletas y al final se Estrategias para superar el miedo a volar
Página 245
Claudio Pla Alem
encontraban dos baños. La cocina a bordo tenía un tanque de agua de seis litros, que apenas alcanzaba para el café. En los viajes largos se entregaba un paquete con una merienda; los pasajeros con destinos cortos no recibían comida. Los pasajeros no se aburrían. Habían clientes habituales que ya se conocían entre sí y la tripulación saludaba a todos brindándoles la mano. Aún en los DC-3 el radioperador estaba en la cabina de pasajeros y les comunicaba las últimas noticias a grito pelado. «Y después del aterrizaje, podía suceder que el piloto recibiera propinas», sigue comentando Paul Auberson. En esa época a casi nadie le daba miedo volar.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 246
Claudio Pla Alem
Walter Wehrle nos comenta: «La idea de embarcarse en una aventura desplazaba el miedo».
En una página web sobre la Patagonia argentina se cuenta la historia de Camila Raquel Aloyz de Simonato, una de las primeras pasajeras de los vuelos del Sur. Doña Camila es hija de Julio Aloyz, apodado "el ruso loco", quizá porque fue quien logró que alisaran una cancha de golf para que aterrizaran
los
primeros
aviones
en
la
Patagonia. Además, Aloyz tuvo la primera agencia de Aeroposta Francesa y luego de Aerolíneas Argentinas. Camila recuerda así su primer viaje: "Fue en diciembre de 1931. Tenía 10 años. Viajé acompañada de un matrimonio, recién casado, y de un tal señor Durán, muy gordo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 247
Claudio Pla Alem
Me
acuerdo
que
cuando
el
matrimonio
descendió en una escala, el piloto le dijo al gordo:
‘Siéntate
en
el
medio
que
me
desequilibras todo el avión’”. Camila no recuerda sus preocupaciones por el precario equilibrio de la máquina. "Nunca tuve miedo de volar porque, como a toda chiquilla patagónica, me encantaba jugar con el viento. A nosotros nos pone a prueba el clima". Sin embargo, es consciente de que ser fuerte no significa no tener miedo. “Eso es una fanfarronada mentirosa. Como todo el mundo, tuve un momento de pánico cuando, por ahí, me sacudía una bolsa de aire o me zarandeaba el avión, pero uno superaba todo eso porque era tan maravilloso poder volar que el resto parecían niñerías”.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 248
Claudio Pla Alem
Leyendo este delicioso relato saco una conclusión apresurada: los medios masivos de comunicación parecen haber quedado fijados en esta incómoda etapa. De ser así, es una pena que al menos no hayan logrado transmitir una parte de esa alegría que está presente en los relatos de estos pioneros. Sin
embargo,
nada
refleja
más
el
estereotipo que parecen querer imponer los mass media que un personaje de una serie de televisión (El Equipo A) que hace años divertía a niños y mayores por la pequeña pantalla. El tipo era robusto y musculoso, un verdadero armario. Audaz y peleador, por suerte estaba del lado de los buenos y únicamente se dedicaba, con tenacidad de superhéroe, a asustar a los bandidos con modales de orangután enojado. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 249
Claudio Pla Alem
Sólo tenía un defecto: pánico a volar. Cuando la misión requería trasladarlo, sus compañeros le aplicaban una inyección por la espalda que lo anestesiaba en el acto. Así, dormido como un bebé, lo subían al avión, luego lo bajaban y lo despertaban cuando ya habían abandonado el aeropuerto. Mister T. (o el actor Mario Barakus) representó como nadie al fóbico perfecto. Su imagen poderosa y temible se trocaba en infantil y primitiva apenas lo enfrentaban a un objeto volador. Algunos
interpretarán
este
recurso
argumental de la serie El Equipo A como una treta de los guionistas para hacer reír al telespectador. Otros podrán entrever que con este ardid se intentaba, en realidad, humanizar a un personaje de ficción. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 250
Claudio Pla Alem
En cualquier caso, Mister T. simboliza ―como Sansón con su pelo― que toda fuerza excepcional tiene un límite absurdo. Gracias a esa combinación de muchas destrezas y una única torpeza se construyen los mitos desde que el mundo es mundo. No es fácil encontrar imágenes que reflejen lo contrario en los medios de comunicación. Prefieren exhibir situaciones que reflejan el temor al avión antes que el placer de estar ahí, apropiándose de uno de los inventos más maravillosos que ha sabido construir el hombre para probar su capacidad de vencer obstáculos. Por supuesto, miles de películas y series muestran vinculadas
aguerridos
pilotos,
generalmente
con
pero
están
guerras
o
situaciones de violencia.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 251
Claudio Pla Alem
Para desmentir esto último podríamos citar la legendaria escena de Emmanuelle, esa película de erotismo soft que mostraba las piruetas sexuales de la bella Sylvie Krystel en pleno vuelo. En
este
caso
no
sólo
mencionando
una
excepción
estaríamos sino
una
transgresión. Esta película pretende narrar la historia de una mujer que, justamente, se pone a prueba haciendo lo que nadie se atreve a hacer y en los lugares en los que nadie lo haría. En una sola ocasión vi en la televisión algo que se aproxima a la idea de placer y poder que puede asociarse a un viaje aéreo. Se trata de un capítulo de la serie The West Wing (El ala oeste de la Casa Blanca), donde un maduro Martin Sheen interpreta a un
presidente
norteamericano
Estrategias para superar el miedo a volar
en
pleno
Página 252
Claudio Pla Alem
ejercicio de sus funciones y en escenarios copiados minuciosamente de la Casa Blanca real, con el Despacho Oval incluido. En dicho capítulo, Sheen-presidente tenía que trasladarse de Washington a otro estado. Para sorpresa de su equipo, ordenó viajar de noche. Apenas el avión presidencial se separó de tierra firme, el hombre más poderoso del mundo convocó a sus mejores colaboradores a una reunión. A medida que el avión ascendía, cada uno proponía una idea mejor y más revolucionaria. A medida que el avión descendía, las mismas ideas se iban estrellando contra la realidad. Cuando aterrizaron, poco había quedado en pie de todo lo proyectado. El capítulo concluye con una frase de Sheen-presidente destinada a levantar la moral de su equipo: Estrategias para superar el miedo a volar
Página 253
Claudio Pla Alem
“Nada me hace sentir mejor que estar a la altura de las estrellas. Al menos podemos decir que encontramos un lugar en donde podemos alejar la pesadilla de la realidad. Hemos dedicado unas horas a soñar. Ahora tendremos que trabajar toda la vida para hacer realidad una pequeña porción de ese sueño”. Míster T viajaba dormido para no tener miedo a volar; Sheen-presidente abría los ojos para poder soñar. En un avión hay espacio suficiente para albergar las dos alternativas. ¿Por qué, entonces, tenemos que elegir la peor?
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 254
Claudio Pla Alem
Capítulo 8 FACTORES INDIVIDUALES
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 255
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 256
Claudio Pla Alem
Poder volar, la lección de Lourdes. ¿Se puede curar el miedo a volar? Definitivamente: sí. No me considero una persona en exceso optimista, pero en lo que hace referencia a este tema no tengo dudas ni sospechas. Desde hace muchos años obtengo a diario satisfacciones al respecto que me alientan, entre otras cosas, a escribir este libro con entusiasmo. No lo hago porque crea que la simple lectura pueda sanar padecimientos de manera mágica sino porque estoy convencido de que existe un tratamiento para el miedo a volar cuya eficacia está comprobada. No quiero aparecer vendiendo Biblias contra el miedo a volar, simplemente espero dar Estrategias para superar el miedo a volar
Página 257
Claudio Pla Alem
testimonio de que en todo el mundo hay profesionales
que
en
congresos,
publicaciones y estudios intercambian toda la información
actualizada
disponible
para
obtener un método capaz de desbaratar esos miedos. Por otra parte, la medicina cuenta hoy con medicación superar
específica
barreras
que
que
nos
hasta
permite
ayer
nos
resultaban complicadas. Además, los simuladores de vuelos nos permiten reconstruir las experiencias más traumáticas en los consultorios. Está disponible una gran cantidad de información
―libros,
videos,
material
didáctico― que corrigen esa deformación cognitiva que produce el miedo. Se han desarrollado técnicas de relajación y terapias adecuadas para cada caso. Todo Estrategias para superar el miedo a volar
Página 258
Claudio Pla Alem
este capital es el que avala nuestro optimismo y el de nuestros pacientes. Ahora mismo, mientras escribía este libro, he mantenido la penúltima sesión con uno de ellos. Es una mujer a la que he visto despedirse con una sonrisa. Me gustaría contar su historia para demostrar que curar el miedo a volar es posible, sin sermones ni vocabulario de prospecto, sin vaticinios ni frases pomposas, sino simplemente a través de una charla, de una persona, de una experiencia; en resumen, de una vida. Lourdes Lago de Caamaño es una paciente que superó su miedo a volar hace muy poco tiempo. Tiene cuarenta y cinco años y es fisioterapeuta.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 259
Claudio Pla Alem
Está casada desde hace veintitrés años con Eduardo, un geólogo con quien tiene dos hijos: Michael, de diecisiete años, y David, de diecinueve. Lourdes es una mujer pequeña, de buena figura y muy simpática. Su tono de voz español (ella dice que es muy, pero muy gallega)
la
muestra
como
una
mujer
apasionada, de carácter encendido. Es una persona que posee tal alegría natural al expresarse que logra contagiar a los que la rodean. La conozco desde hace tres años. Cuando se presentó por primera vez en mi consultorio, hacía dos semanas que había llegado a Argentina desde los Estados Unidos y estaba dispuesta a morir en Buenos Aires porque no quería volver a subir a un avión.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 260
Claudio Pla Alem
A Lourdes le costó más que a otros pacientes vencer su miedo. Comenzó con una terapia de grupo, pero al poco tiempo
detectó
que, mientras sus
compañeros festejaban su triunfo sobre el miedo, ella seguía temerosa. Luego
aceptó
tomar
una
medicación
específica, aunque nada entusiasmada ya que había llegado a consumir con anterioridad todo de tipo de pastillas sin obtener resultados significativos. El tratamiento apuntaba a distintos frentes y fue el conjunto de estrategias lo que logró aliviarla. Poco a poco, Lourdes empezó a escuchar las informaciones sobre el avión que antes oía sin conseguir asimilarlas y así se inició su confianza.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 261
Claudio Pla Alem
Ella dice que le hacía falta la llave que al final, después de tanto viajar por todo el mundo, encontró en Buenos Aires. Una semana antes de que Lourdes volviera a partir hacia los Estados Unidos, y recién llegada de un vuelo de "verdadero placer" a las Cataratas de Iguazú que compartió con su hijo David, le pedí que volviera a relatar ante una grabadora su historia. Tomamos café y lo que sigue es, simplemente, nuestra charla. Así empezó ella su relato: Nací en Santiago de Compostela, el lugar más bonito del mundo. Es una ciudad universitaria con mucha gente joven porque, a pesar de que es conocida principalmente por su antigua catedral, hay mucha vida. Y es mi tierra.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 262
Claudio Pla Alem
Mis
padres,
Pepe
y
Manuela,
trabajaban para el gobierno, pero ahora están retirados. Somos seis hermanos y yo soy la mayor de los seis. En la época de la adolescencia y el comienzo de la juventud conocí a quien hoy es mi marido, Eduardo. Y nada más finalizar él sus estudios en la universidad, nos fuimos juntos a Estados Unidos. Nos casamos. Hice el primer vuelo de mi vida a los veintidós
años,
con
mi
marido,
cuando
abandoné por primera vez España. No quería irme de Galicia. Estaba muy triste porque sabía que me iba a un país extraño y que iba a regresar a España sólo de visita. Me sentía mal. Eran demasiadas emociones. Y así me fui.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 263
Claudio Pla Alem
Luego,
construí
mi
vida
allí
y
empezamos a viajar, primero recorriendo los Estados Unidos. Mi marido trabajaba en una empresa de petróleo y, al poco tiempo, nos trasladaron de New Jersey ―donde vivimos los primeros dos años y donde también residían mis suegros― a Lousiana. Allí comencé a trabajar, pero enseguida me quedé embarazada de mi primer hijo y decidí quedarme en casa. A los cuatro meses de embarazo nos llegó una noticia muy grave desde España: el abuelo de mi marido se estaba muriendo. Eduardo es hijo único y quería mucho a sus abuelos gallegos. Así que, sin perder un instante, decidió viajar de urgencia. Y yo, acompañarlo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 264
Claudio Pla Alem
Fue en ese vuelo cuando noté, por primera vez, algo raro. Una cierta incomodidad. Pensé que eran cuestiones del embarazo y del estrés. Por lo demás, para mí este viaje no suponía mucho porque no conocía tanto al abuelo, pero... ―Pero
había
embarazo
y
había
muerte. Es la metáfora del camino del héroe. La muerte y la resurrección, en ese orden. Demasiados
sentimientos.
Volverse
a
encontrar con España... ―Sí, volver a mi tierra... habíamos partido hacía tres años. Yo ya tenía veinticinco. Quiero decir que entonces no
tenía
miedo
a
volar.
Recuerdo que esa semana hubo una huelga de controladores aéreos en los Estados Unidos y entonces nos ubicaron, casi en el Estrategias para superar el miedo a volar
Página 265
Claudio Pla Alem
último segundo, en un vuelo de New Orleans a Atlanta para poder llegar a tiempo a la combinación con el vuelo a Madrid. Luego, estuvimos esperando en el aeropuerto sin saber si podríamos salir o no. Aguardamos
varias
horas,
no
recuerdo
cuántas, pero al final nos incluyeron en otro vuelo a Nueva York y de allí a Madrid. Y para cuando llegamos finalmente a España, no alcanzamos ni al funeral. Mi marido estaba destrozado. ―El cóctel que describe es de estrés furibundo. Dice que no estaba comprometida emocionalmente, pero seguramente tendría que
sostener
o
acompañar
el
impacto
emocional de su marido. Más el estrés de un vuelo donde los controladores aéreos no cumplen sus funciones, muchas escalas, el embarazo, su primer hijo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 266
Claudio Pla Alem
Todo
sumaba
para
que
aumentara
la
sensibilización. Y es probable que ante tantos disparadores de estrés, usted haya sacado “fotografías” ―como yo las llamo, entre comillas― de todo, y que las haya revelado en el siguiente vuelo. Es un proceso similar al fotográfico: primero el negativo, luego el revelado. ―En ese momento no me imaginé lo que iba a venir después. Pero ahora pienso que fue duro. Creo que ese vuelo duró más de veinte horas. ―Es una sobrecarga de presión volar tan seguido en contra de las agujas del reloj. Es un doble jet lag. Se calcula que el organismo se estabiliza a los nueve días de permanencia en un lugar. Antes, hay problemas de desarreglo biológico ya que nuestra cronobiología, nuestro reloj Estrategias para superar el miedo a volar
Página 267
Claudio Pla Alem
interno, está calibrado por la luz. Si estamos moviendo mal el reloj, estamos adelantando y volviendo atrás, el organismo se confunde. Es un factor más de desequilibrio, otro a añadir sobre los emocionales. ―Sí, recuerdo que volví llorando en el avión. No sabía cuándo iba a regresar otra vez a España. Fue la repetición de la primera despedida. No tuve tiempo casi ni de ver a mis padres. Fue un viaje que me hizo mucho daño. ―Algo
importante
ocurrió
en
ese
momento. Quedó grabada la asociación: "Volver a España por una muerte". Y si uno deja a los padres en el lugar de origen, la asociación automática es: "Voy a tener que volver a España el día en que me avisen que mis padres han muerto".
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 268
Claudio Pla Alem
(Lourdes asiente con la cabeza. Por primera vez está muy seria. Baja la mirada, aunque brevemente.) ―Sí, esa vez llegué a ver a mis padres, pero apenas casi nada. No pude estar con ellos verdaderamente. Regresé a los Estados Unidos y pensé: ¿Qué ha pasado? ¿He estado allí o todo ha sido un sueño? No sé cómo explicarlo. Fue una sensación muy extraña, muy intensa. Además, mis padres no se emocionaron con mi nueva partida. Se hicieron los fuertes. Y a mí eso no me gustó. Es una cosa muy rara, pero en aquellos momentos a mí me indignaba que ellos dijeran cosas como: “Bueno, está bien, tú tienes que seguir con tu marido. Te has casado con él, ése es tu futuro, no hay otra alternativa".
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 269
Claudio Pla Alem
Me decían "hazte fuerte", cuando yo por dentro estaba destruida. Pero no sé qué tiene que ver todo esto con el avión... ―El miedo al avión es un todo. La gente no le tiene miedo al avión por el avión en sí mismo. Le tiene miedo al avión por todo lo que le ocurre alrededor. El avión es un puente entre dos lugares de mucha orfandad. Un puente entre las emociones, los arraigos y los desarraigos. Digamos que usted tenía, metafóricamente hablando, la tierra labrada en muchos sentidos para que la semilla del miedo germinara. ―Claro... y para colmo, en un vuelo posterior, justamente cuando el avión iba a aterrizar en Houston, sube de pronto el morro y comienza a sacudirse.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 270
Claudio Pla Alem
La señora que viajaba a mi lado me dijo:
"Recemos".
Y
luego,
cuando
me
encuentro con mi marido, en el aeropuerto, lo vi blanco como el papel, lívido. Todos los familiares que esperaban el vuelo habían visto cómo, en el preciso momento de aterrizar, se había cruzado otro avión en la misma pista. Yo sólo había sentido una presión muy fuerte contra el asiento... pero cuando bajé y me lo contaron todo... ―Cualquiera puede asustarse en esos casos. ―Ahora sé que eso que ocurrió fue un error muy poco común. Que no pasó nada, pero a mí me bastó para empezar a construir mi miedo a volar. ―Alrededor de esa época, ¿ya tenía sus amuletos?
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 271
Claudio Pla Alem
―¿Usted
cree
que
a
alguien
le
interesará todo esto? ―A mí me interesa. ―Bueno,
empecé
con
un
rosario.
Después una amiga me dio una pequeña piedra de la buena suerte que encontró en Irlanda. Luego, otra me dio un cristal. Pero no me sirvieron de mucho. El miedo seguía en aumento. Cuando nació mi segundo hijo decidí dejar de volar. Viajaba por los Estados Unidos en automóvil o en tren, a pesar de lo largas que eran las distancias. Tuve la oportunidad de ir a España, una vez transcurridos seis años de aquel viaje nefasto, pero no pude. Tenía mucho miedo. Al tiempo, volvimos a vivir a Houston (regresamos todos en tren desde California, que fue el destino anterior) y ahí recuerdo que pensé: "No tengo derecho a Estrategias para superar el miedo a volar
Página 272
Claudio Pla Alem
quitarles a mis padres la posibilidad de conocer a sus nietos". Creí que si me tomaba todas las pastillas habidas y por haber… podría. Uno llega a límites realmente preocupantes. El miedo te pone fuera de control. Antes de iniciar el viaje tomé sedantes, alcohol... todo eso que ahora sé que no sirve para nada a la hora de tranquilizarse y viajar relajada. Es raro, porque normalmente bebo dos copas de vino y ya me noto algo bebida. Pero, en cambio, me bebía una botella entera en el avión y estaba como si tal cosa. Con las pastillas me ocurría lo mismo. ―Cuando el nivel de ansiedad es muy grande, el sistema nervioso envía descargas eléctricas que son mucho más fuertes que los efectos normales del alcohol o de una píldora. Pero sigamos con ese viaje... Estrategias para superar el miedo a volar
Página 273
Claudio Pla Alem
―Al fin, llegué a España un poco mareada con mi marido y los niños. Nos quedamos un mes. Y me encontré bien. Me sentía realmente en casa e incluso, por las noches,
ya
de
madrugada,
notaba
una
presencia... me despertaba, y era mi madre que estaba arropándonos, mirándonos con cariño. Yo le decía que se fuera a dormir, pero ella me contestaba que estaba tan encantada de tenernos cerca… Al día siguiente, la pobre estaba cansada, pero seguía cocinando y consintiéndonos como a niños. ―Imagino a su madre. En mi infancia me criaron dos mujeres nacidas en Galicia, en la aldea de Marín, cerca de Vigo. Eran muy simples,
llanas,
emotivas
y,
a
la
vez,
endurecidas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 274
Claudio Pla Alem
Mujeres muy fuertes. Imagino también a sus padres, en el aeropuerto, después de haberlos arropado y cuidado con cariño, viéndolos partir... ―Esa despedida fue muy emocionante, muy dura. Mi padre fue el único que nos acompañó hasta el aeropuerto porque mi madre estaba muy triste, tan desconsolada que no pudo ni siquiera ir. Ellos me decían: "¿Cuántos años pasarán hasta que regreses?". Les prometí que volvería pronto. Por primera vez me sinceré y les hablé abiertamente de mi miedo a volar. Entonces mi padre me dejó ver un lado suyo que yo no conocía: con mucha dulzura me pidió que no tuviese miedo. Y por primera vez en mi vida lo vi llorar. Y hace apenas un año descubrí que él tampoco es capaz de volar. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 275
Claudio Pla Alem
―El nunca fue a visitarla a los Estados Unidos... ―No puede. Mi madre sí fue a visitarnos, pero él no puede volar. ―Su padre tiene un pequeño barco, ¿no es así? Le debe de gustar el agua. ―Sí, le encanta ir con su pequeño barco a pescar. Tiene una vida muy sencilla. Por la mañana le pregunta a mi madre: "¿Qué vas a cocinar hoy?". Y en cuanto mi madre dice: "No lo sé", él le propone ir en busca de unas almejas. Luego se sienta a tomar su vino y espera la comida. ―¿Y el vuelo de regreso a los Estados Unidos? ―Fue tranquilo, pero tuve miedo. Creí que el miedo estaba ya dentro de mí, que ya no era posible hacer nada para quitármelo de encima. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 276
Claudio Pla Alem
Me desesperaba pensar qué haría en el futuro, porque la vida con mi marido era volar y viajar, y mis padres estaban lejos... no veía la solución. Por esa época empecé a padecer problemas físicos al viajar: mis pies se helaban por completo, las manos me comenzaban a sudar, me clavaba las uñas y me dejaba marcas en la piel. Cada vez que el avión se ladeaba, sentía que, en realidad, se estaba dando la vuelta, como si fuéramos a volcar, y me aferraba al asiento... contenía la respiración. ―¿Qué hacía para sentirse mejor? ―Me iba muy bien hablar de esto con alguien. Hablaba con las azafatas. Me encontré con algunas que lo entendían y otras que no. Incluso una, para consolarme, me dijo: "Yo también tengo miedo a volar". Pero sus palabras me hicieron sentir peor. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 277
Claudio Pla Alem
Mi marido, al principio, no me comprendía. Me decía: "Olvídate, no pienses en eso”. Y a mí aquello me dolía muchísimo. Decidí que era trabajo mío hacerle entender de verdad lo que me pasaba. Y lo conseguí. Él comprendió mi sensación al volar conmigo y darse cuenta de que yo era una persona inteligente,
vamos,
como
para
que
me
comportara de esa manera. Tenía que existir una razón muy poderosa para que yo no pudiera volar con normalidad. Lourdes hace una pausa. Y dice con firmeza: ―Quisiera que se entienda la severidad que había alcanzado este miedo en mí. Era como un monstruo interno. ―Pero no se dio por vencida... ―Como buena gallega, soy tenaz.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 278
Claudio Pla Alem
En Houston ingresé en la Universidad, y estudié Fisioterapia mientras criaba a los niños pequeños. No había tiempo para pensar. En el último año hice las prácticas en la universidad y ya me desenvolvía bastante bien con el idioma inglés. Me sentía más independiente. Pero mi miedo a volar seguía intacto. Para entonces, además de
tomar
pastillas,
había
llegado
a
la
conclusión de que si no había nubes en el horizonte, el viaje sería bueno. Por
eso,
una
semana
antes
de
viajar
empezaba a ver el Weather Channel y me obsesionaba con las predicciones del tiempo. Y sólo viajaba en KLM porque me había enterado de que en esa compañía los pilotos explicaban cada cosa que pasaba en el avión. Es un poco obsesivo, ¿no?
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 279
Claudio Pla Alem
―Es un intento de control que puede resultar eficaz o no. Poner las expectativas en el clima y construir a su alrededor una creencia mágica de que si no hay nubes va a tener un buen vuelo,
son
todo
desplazamientos
y
condensaciones para tratar de soportar la ansiedad. La ansiedad es algo que está flotando y uno tiene que encontrar algún sistema para controlarla. Pero
entonces
hace
falsas
asociaciones: uno piensa que si el piloto tiene buena cara tendrá un buen vuelo. Sólo son juegos
mentales,
falsas
creencias
que
representan intentos de control. ―Es cierto que son intentos, porque el Weather Channel me tranquilizó hasta que, un día sin nubes, volé sobre Arizona.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 280
Claudio Pla Alem
Como el clima allí es bastante caliente, el avión se movió como un loco. ―Es lo que se conoce como la turbulencia en aire claro. – Sí, pero con esa experiencia mi teoría de las nubes se derrumbó. Y al final, todo fue de mal en peor. Una semana antes de viajar me
empezaba
a
poner
enferma:
tenía
diarreas, vómitos, sudores, no podía dormir, tenía dolores de cabeza, pánicos y ataques de ansiedad. Perdía el apetito por completo. Dejaba de comer. Bueno... eso era lo único positivo. ―Esto es muy común en muchas mujeres: aunque les digan que sufren, si pierden peso con eso, están contentas. (Lourdes se ríe abiertamente). ―Es que el resto era terrible.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 281
Claudio Pla Alem
Poco antes de viajar, la relación con mis hijos se volvía tensa. Y lo mismo ocurría con mis amigos, con mi marido. Sólo podía concentrarme en el miedo. Pensaba en el avión todo el tiempo. Un día mi marido me dijo: "Nos vamos a Indonesia". Pero yo, como estaba en el último año de residencia en Fisioterapia, decidí quedarme. Él viajó solo y yo algo más tarde, con los niños. ¡Cómo iba a dejar sin terminar mi carrera faltando tan poco para acabarla! Se lo reproché a Eduardo, por proponérmelo justo en ese momento. Así que me quedé, terminé mis estudios y entonces, nada más acabar, volé. ―Una
actitud
que
demuestra
el
contraste entre la fuerza y la fragilidad.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 282
Claudio Pla Alem
―Durante esa época la carga del miedo era tan grande que deseaba hacer la maleta e irme sola, a casa de mis padres, para estar como antes. Sin embargo, en Indonesia me sentí mucho más descolocada y fuera de lugar que cuando llegamos a los Estados Unidos. No sabía cómo encontrar un médico que me diera una medicina ni en qué idioma hablarle. Hasta que encontré uno que me dio unas pastillas. Así viajé a Malasia, a Singapur, a Tailandia. Viajábamos mucho
porque
no
quería que mi familia se perdiera nada por mi culpa. Pero cada vez era peor y consumía más y más medicamentos. Lloraba en los vuelos, les hablaba a las azafatas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 283
Claudio Pla Alem
A los niños, que ya tenían nueve y siete años, les daba vergüenza ver a su madre así. Se sentaban lejos de mí, con sus vídeos. Decidí hablarles con franqueza: les dije que tenía miedo a volar, que iba a tratar de superarlo, pero que por el momento no podía. Me sentí aliviada y preocupada a la vez. A esas alturas de mi vida ya sabía que los miedos se contagian, ¿o no es así? ―Si, pero así como se aprenden, se “desaprenden”. El miedo se liga a una creencia y, muchas veces, hace falta una creencia racional superior para corregirla y poder superar ese falso enlace. En su caso le dimos mucha información sobre aviones... ―A mí no me sirvió de mucho, al principio.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 284
Claudio Pla Alem
―Tratamos de buscar una manera de reducir la ansiedad y aplicamos distintas estrategias para, digamos, desparramar la ansiedad como si fuera granos de arena. ―Es que yo estaba debajo de esa montaña de arena, hundiéndome. Cuando llegué a Buenos Aires, mi grado de ansiedad era muy grande. De Indonesia habíamos vuelto a los Estados Unidos y yo había comenzado a trabajar en una clínica, con un cirujano especialista en rodillas. Me encantaba mi trabajo. Mi tarea era la recuperación de pacientes con dolor crónico. Irme a la Argentina, en ese momento, fue presentir un futuro negro. Mis hijos tampoco querían ir, ya tenían sus amigos, el colegio. Trataba de entusiasmarlos, pero por dentro me encontraba fatal. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 285
Claudio Pla Alem
Cuando aterrizamos en Buenos Aires me sentí tan mal que pensé que nunca más saldría de aquí. Me dije: "No volveré a entrar en un avión". Llegué hasta mi límite. Pensé que ya no podía más. ―En su caso era muy claro que el miedo a volar estaba íntimamente relacionado con
las migraciones y
los
duelos
que
suponen. La ansiedad y la depresión son caras de una misma moneda, y la ansiedad crónica lleva a duelos crónicos. Su estilo, su manera alegre de ser, la alejó de un cuadro depresivo y también, gracias a eso, buscó por usted misma la manera de sanarse. ―¡Pero cuánto me costó curarme! Todo el grupo de la terapia se curaba menos yo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 286
Claudio Pla Alem
A mí me hacía falta algo... una llave que pudiera abrir o calmar esa ansiedad tan grande que tenía y encontrar por fin la paz que había perdido hacía mucho tiempo. Llegué
a
su
consultorio
un
poco
por
casualidad. Porque nada más instalarnos en Buenos Aires, hubo gente que me informó del curso y pedí los datos. O resolvía el problema o me quedaba a morir en Buenos Aires. ―En su caso, la indicación de tomar un modulador de la ansiedad y antidepresivo (la molécula se llama sertralina) fue nodular en su cura. Son moléculas nuevas que calibran la ansiedad normalizando lo que el cerebro desarrolla con una fobia específica. Ahí se liberan
centros
primitivos
que
disparan
grandes alarmas y traban la posibilidad de trabajar con el raciocinio. El medicamento Estrategias para superar el miedo a volar
Página 287
Claudio Pla Alem
reorienta a los neurotransmisores de manera tal que vuelve a haber un freno sobre la alarma excesiva y la persona puede pensar tranquilamente. Esta medicación, más la información, destrabó su miedo y pudo salir del reflejo condicionado. La información sirve para
animarse
al
primer
envite,
y
la
medicación sirve para modular el miedo. ―Yo pastillas,
ya
pero
había esta
tomado
vez
fue
muchas diferente.
Recuerdo que usted me dijo: "Detengámonos.
Empecemos
desde
el
principio a hablar de sus miedos". Y fue el primero que ante las locuras que le contaba no se rió ni nada por el estilo. Y eso, para mí, ha sido muy importante. Porque cuando una se siente desesperada, la risa del otro, en la propia cara, duele. En cambio aquí todo fue tomado con mucha seriedad. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 288
Claudio Pla Alem
Decidí que tenía que hacer el esfuerzo de escuchar la información que me daba, de tomármelo yo también en serio. Después, hicimos un viaje con el grupo de la terapia a Montevideo que me ayudó mucho. Y la medicación. Poco a poco comencé a serenarme y no solo a leer con atención, sino a comprender la información que recibía, los vídeos
que
me
mostraban.
Empecé
a
entender que no tenía por qué desesperarme. Y cada vuelo que hago desde entonces ―ya llevo un año― es mejor y mejor. Abandoné incluso la bolsa de amuletos que cargaba en cada viaje y que ya empezaba a tener un tamaño preocupante. Me quedé con unos pocos objetos que quería, por el valor afectivo que tenían para mí, pero ni siquiera cargo con ellos de aquí para allá.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 289
Claudio Pla Alem
No es que el hecho de subir a un avión ya no represente nada para mí. Pero vuelo y me siento feliz de hacerlo. Y muy orgullosa de mí misma. ―Lourdes, sepa que comparto ese orgullo.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 290
Claudio Pla Alem
Capítulo 9
Algunos consejos prácticos para volar tranquilo
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 291
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 292
Claudio Pla Alem
Días antes del vuelo. •
Asesórese, con antelación suficiente, por
expertos y profesionales relacionados con el mundo de la aviación. Profundice en los aspectos técnicos, conozca con detalle los avances
tecnológicos
y
las
mejoras
especializadas en seguridad. •
En resumen, infórmese a fondo para lograr
la confianza y saber interpretar todas y cada una de las fases o eventualidades de un vuelo. •
Si
padece
de
ansiedad
anticipatoria
(empieza a preocuparse días antes, incluso semanas, y a tener pensamientos de miedo automáticos, dolores de cabeza, insomnio, pesadillas,
dolores
lumbares,
intestinales,
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 293
etc.):
Claudio Pla Alem
- Identifique los pensamientos automáticos irracionales. ¿Qué le da miedo? - Afróntelos con información. - Luego, confeccione lista de frases y órdenes tajantes para combatirlos. - Entrene la puesta en práctica de la lucha contra sus pensamientos de temor. - Aplique técnicas de respiración y relajación. - Realice vuelos imaginarios satisfactorios. - Repase todas y cada una de las fases del vuelo en su imaginación. -
Intente
avanzar
dónde
puede
tener
problemas y trabaje en combatirlos. -
Visualice
el
vuelo,
pero
de
manera
satisfactoria. - De no lograrlo, acuda al especialista para apoyarse en una medicación específica y apropiada para su caso. NUNCA SE AUTOMEDIQUE. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 294
Claudio Pla Alem
•
Si es posible, deje libre de actividades
laborales el día previo al vuelo para llegar descansado. •
Prepare el equipaje el día anterior al vuelo.
•
Planifique el viaje al aeropuerto con calma.
De ser necesario un taxi, haga la reserva para evitar nervios de última hora. El día del vuelo. •
Utilice ropa cómoda y de algodón. Zapatos
sin tacón, preferentemente de cordones y con suela de goma, o zapatillas. •
Salga con tiempo.
•
Si puede, llame al aeropuerto para saber si
su vuelo sufre retraso. Intente evitar, en la medida de lo posible, los tiempos de espera porque podrían provocarle ansiedad.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 295
Claudio Pla Alem
• Coma hidratos de carbono ―pastas, pizza, arroz, dulces― dos horas antes de volar y caramelos durante el vuelo (estimulan el sueño y calman la ansiedad). • Una vez en el aeropuerto, facture billete y equipaje con tiempo, no espere a última hora. Al facturar el billete, escoja, si es posible, qué clase de asiento prefiere: pasillo, centro o ventanilla. • En el pasillo se sentirá menos “encerrado”. Si le toca un asiento de ventanilla y le da miedo la altura, cierre la pantalla de plástico. • Por amplitud, la fila de la salida de emergencia sobre las alas o la fila de la mampara que separa Primera Clase de Clase Turista es la más apropiada. Y es mejor la parte delantera que la cola del avión por los ruidos y el balanceo en caso de turbulencias.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 296
Claudio Pla Alem
• La parte más estable del avión es sobre las alas,
aunque
también
la
más
ruidosa.
Recuerde: no hay el asiento más seguro, todos lo son. •
Pase por el control policial para acceder a
la zona de tránsito cuanto antes. Luego, entreténgase, si así lo desea, mirando tiendas o paseando, sin pensar en el vuelo, tranquilo. •
Provéase de la mejor distracción posible:
libros de chistes, de crucigramas, novelas que atrapen la atención, revistas, etc. •
Vaya a los aseos antes de subir al avión.
Pueden tardar más de media hora en permitir desabrochar los cinturones. •
Pase el nuevo control policial para acceder
a su sala de embarque 15 minutos antes de la hora de finalización. Recuerde: la seguridad en el aeropuerto es por su seguridad.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 297
Claudio Pla Alem
•
Hay dos posibilidades para subir al avión:
Por finger o por autobús. En el primer caso, respire hondo y camine tranquilo, procurando aislarse de la gente. •
En ocasiones hay un dispensador de
prensa, deténgase y coja varios periódicos para distraerse. Si es por autobús, acceda sin prisas, sitúese en un lugar (preferiblemente asiento) donde no se sienta apretujado por la gente. El trayecto es corto, pero para evitar que se le haga eterno intente entretenerse pensando
en
algo
agradable
(una
conversación entre amigos, una música, una película...) •
Si sufre claustrofobia, procure ser de los
últimos en subir al avión; esto hará que sean menos los tiempos en que pueda sentirse agobiado.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 298
Claudio Pla Alem
•
Ya en el avión, coloque su equipaje de
mano en el compartimento. Tenga a su alcance un bolso blando, pequeño, con todo lo necesario para el trayecto. •
Incluir una linterna pequeña para la noche,
chicles para destapar los oídos, perfume, papel para escribir y un botellín de agua. •
Siéntese con comodidad y abróchese el
cinturón. Empiece a controlar su respiración, ponga en práctica lo que ha entrenado en casa y procure acompasar el ritmo de su inhalación-exhalación. •
Olvídese del resto del pasaje. Tras cinco
minutos, relaje la musculatura y recuérdese que usted es fuerte, que está en buenas manos, y que la información que posee sobre las cuestiones técnicas despejarán todos sus miedos.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 299
Claudio Pla Alem
•
Recuerde: la capacidad de confiar en los
demás es un ingrediente clave para superar el miedo. •
Si en el momento de cerrar las puertas, o
en la puesta en marcha de los motores, o al comenzar a rodar el avión, siente que se le acelera la respiración o cualquier síntoma del miedo,
dé
comienzo
al
programa
de
autoasistencia por un aumento de ansiedad. Detenga los pensamientos irracionales y negativos y substitúyalos por otros racionales y positivos. •
Concéntrese en su respiración, relájese, y
ponga en práctica una visualización. •
De producirse un retraso en la maniobra
de despegue, debiendo esperar el avión en tierra,
luche
irracionales,
contra respire
sus
pensamientos
hondo,
y
continúe
aplicando el programa contra la ansiedad. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 300
Claudio Pla Alem
Piense que la espera es por su seguridad, se habrá producido una saturación de aviones que entran y salen, y la espera es para respetar los tiempos y las distancias entre uno y otro aparato con tal de garantizarla. •
Un apunte: es posible que perciba olor a
combustible; tranquilo, éste proviene del avión que está delante del suyo. Durante el vuelo. •
Una
vez
realizada
la
maniobra
de
despegue, recuerde que viene el ascenso, las nivelaciones y los giros para tomar el rumbo. Todo va bien. Ninguno de los ruidos, ni las pequeñas vibraciones, ni la desaceleración que siente es indicativo de ningún problema. •
Gracias a la información que posee, y que
habrá ampliado de fuentes profesionales y
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 301
Claudio Pla Alem
expertas, usted sabrá interpretar todos estos aspectos del vuelo. •
Pero si, tras alcanzar la velocidad de
crucero, tuviera un pensamiento irracional de sentirse atrapado o de que le falta el aire, combátalo con afirmaciones positivas y repita los ejercicios de respiración. •
Recuerde: si controla sus pensamientos,
controlará sus reacciones fisiológicas, y más si se ayuda de los ejercicios de respiración, técnicas de relajación y visualización. Cuando compruebe que es así, que usted controla sus pensamientos, estará venciendo a su miedo a volar. Convénzase: usted es capaz. •
Otro recordatorio: los mareos a causa de la
hiperventilación son por la falta de dióxido de carbono, no de oxígeno. •
Si después de realizar los ejercicios de
respiración no logra alcanzar un ritmo normal Estrategias para superar el miedo a volar
Página 302
Claudio Pla Alem
a causa de la sensación de ahogo o mareos, haga uso de la bolsa de papel situada en el respaldo del asiento delantero. Colóquesela tapando nariz y boca, y respire. En pocos instantes, respirará dióxido de carbono puro y restablecerá el equilibrio oxígeno-dióxido de carbono. •
A continuación, continúe con los ejercicios
de relajación muscular. •
Coma poco durante el vuelo y beba sólo
una copa de alcohol (el exceso de bebidas alcohólicas
prolonga
el
jet
lag,
la
descompensación del sueño). •
Beba un vaso de agua por cada hora de
vuelo (el aire seco de la cabina produce sequedad,
además
el
agua
diluye
la
adrenalina circulante). •
Tome una aspirina cada seis horas. Si
existen antecedentes de gastritis, tomar una Estrategias para superar el miedo a volar
Página 303
Claudio Pla Alem
aspirina con protección gástrica. Previene el famoso “Síndrome de la Clase Turista”, que es la formación de coágulos sanguíneos en los miembros inferiores producidos por una mala circulación. •
Mueva las piernas, pasee, o intente estirar
los músculos de piernas, brazos y cuello durante el vuelo para evitar la congestión venosa debido a la falta de espacio y a la presurización de la cabina. •
Escuche música tranquila por los canales
de audio. La música clásica y la new age tienden
a
nivelar
la
actividad
eléctrica
cerebral. •
En el crucero es cuando más posibilidades
hay de presentarse las temidas turbulencias. •
En función de su intensidad, aplique el
pensamiento positivo que ya conoce: no son peligrosas,
sólo
incómodas.
Estrategias para superar el miedo a volar
Y
la
mejor
Página 304
Claudio Pla Alem
manera de sobrellevarlo es dejándose ir con ellas, como cuando va en barca y acompasa sus movimientos al vaivén de las olas. Relaje los músculos y adquiera el ritmo de las turbulencias,
incluso
puede
hacerlo
con
música. Usted sabe que no pasa nada; y la sensación
desagradable
desaparecerá
en
unos minutos. •
Si a pesar de todo continúa sintiéndose
ansioso, llame a un asistente de vuelo, comunique su situación, pida ayuda si es necesario, o información si eso le tranquiliza. •
Si algún ruido o maniobra le sorprende,
pregunte. •
No olvide que puede solicitar, sin temor
alguno, una visita a la cabina de mandos. Es una de las experiencias más tranquilizadoras y a la vez más asombrosas que puede vivir Estrategias para superar el miedo a volar
Página 305
Claudio Pla Alem
durante un vuelo, ya que elimina muchos miedos fantasmales. •
Lo desconocido provoca temor. Cuando
conozca el interior de una cabina, muchos de esos temores pasarán al olvido. Y teniendo en cuenta que los viajes son, en algún sentido, la vivencia de situaciones y anécdotas, allí vivirá una ideal para contar a su regreso. •
Durante la maniobra de descenso para
proceder al aterrizaje, usted ya sabe que el avión planea, que los motores casi no se oirán aunque nunca lleguen a apagarse realmente, y usted apreciará la sensación de descenso porque se le taparán los oídos. •
Bostezar, abrir mucho la boca, taparse la
nariz y soplar fuerte son algunas soluciones. También sabe que se llevarán a cabo algunas nivelaciones, que los flaps se desplegarán Estrategias para superar el miedo a volar
Página 306
Claudio Pla Alem
haciendo unos ruidos que usted identificará, y que los balanceos son producto de los ajustes que realiza el piloto automático (supervisados por el piloto) para medir y corregir las variables de viento, velocidad, potencia, etc. •
Luego, se bajará el tren de aterrizaje con
un golpe sordo, el morro subirá, aumentará la potencia y el avión aterrizará notando usted el estruendo de la inversión de los motores, el despliegue de los spoilers, los chirridos de los frenos, y cómo usted se impulsará hacia adelante en su asiento. •
A continuación, el avión rodará hacia el
sitio determinado por la torre de control hasta detenerse por completo. Sólo entonces, y para evitar desórdenes innecesarios, usted podrá desabrocharse el cinturón y dar por finalizado su vuelo. Estrategias para superar el miedo a volar
Página 307
Claudio Pla Alem
Últimos consejos. •
Piense: mis respuestas me controlan o yo
controlo a mis respuestas. •
Recuerde: coraje, confianza y control. El
miedo tiene solución. •
Olvídese de mirar el parte meteorológico.
Otras personas más expertas lo miran por usted y decidirán la ruta más apropiada para su seguridad y comodidad. •
Confíe en los profesionales, son los
primeros interesados en que todo vaya bien, además de ser los mejor preparados. •
No esté pendiente de los demás, de
interpretar las expresiones de los asistentes de vuelo o las reacciones y comentarios ―muchas veces frívolos y sin fundamento alguno― de los otros pasajeros.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 308
Claudio Pla Alem
•
Concéntrese
en
el
control
de
su
respiración, en lo que usted sabe para controlar sus pensamientos y deje al avión volar.
Recuerde
los
consejos
vertidos
anteriormente. •
Y por fin, una vez superado su vuelo,
prepárese para seguir volando. Vuelva a volar. Y pronto.
EPÍLOGO
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 309
Claudio Pla Alem
Damas y caballeros que han viajado a través de estas páginas. Les informo que iniciamos el descenso hacia su lugar de destino. Me alegraría que el libro les haya sido como los vuelos: un puente. Siempre he pensado en los vuelos como un medio para llegar hacia otros lugares, y que entonces nuestro destino (el nuestro, que es algo más que los puntos negros
en
conocer,
los
mapas)
visitar,
sea o
descansar, realizarnos
profesionalmente. Abrir nuestras mentes. Nuestra mirada. El verdadero viaje comienza cuando el vuelo ha finalizado. En el caso del libro, también es un puente
que
quizás
les
haya
Estrategias para superar el miedo a volar
permitido Página 310
Claudio Pla Alem
descubrir que frente al miedo lo único injusto hacia nosotros mismos es resignarnos, porque sería como resignarse a la parálisis, a no abrir nuestras mentes, a no atrevernos a volar. El verdadero viaje comienza ahora, cuando el libro finaliza. Espero que hayan estado cómodos. Los que quieran olvidar sus miedos a bordo saben que pueden hacerlo. La última página sólo acompaña la certeza feliz de un nuevo comienzo. Y ese es siempre el mejor adiós.
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 311
Claudio Pla Alem
Estrategias para superar el miedo a volar
Pรกgina 312
Claudio Pla Alem
BIBLIOGRAFÍA
Además de la citada por el Dr. Claudio Plá, añadir, en orden alfabético, dos títulos más: BROWN, DUANE, Volar sin Miedo, Editorial Amat SL, 2002 RUBIO,
V.
–
CABEZUELO,
F.J.
–
CASTELLANO, Mª A., El miedo a volar en avión, Ed. Biblioteca Nueva, 1996
Estrategias para superar el miedo a volar
Página 313