CONSEJOS PARA TRATAR LA FOBIA ESCOLAR. Cuando detectamos como maestros o padres de familia que nuestros niños presentan síntomas o comportamientos de fobia escolar podemos convertirnos en los primeros terapeutas para tratar de solucionar esta problemática rápidamente, por lo cual quiero sugerirles algunos consejitos que reuní para que los pongan en práctica cuando lo necesiten: Si se hace cumplir la regla de la asistencia diaria a la escuela, el problema de la fobia escolar mejorará en forma notable en una o dos semanas. En cambio, si no le exige a su hijo que asista diariamente a la escuela, los síntomas físicos y el deseo de quedarse en casa se volverán más frecuentes. Cuanto más tiempo pase su hijo en casa, tanto más difícil le resultará volver a la escuela. 1. Insistir en el retorno inmediato a la escuela. 2. Los padres deben ser particularmente firmes las mañanas de los días de escuela. 3. Hablar con el niño sobre su temor a la escuela. 4. Ayudar al niño a pasar más tiempo con otros niños de su edad. 5. Si las quejas por enfermedad son una excusa para no asistir a la escuela, los padres deben procurar que un especialista de la salud examine al niño. Por tanto, sino hay razón médica para estar ausente, el niño debe estar en la escuela. 6. Los padres debe intentar descubrir si hay algún problema específico causando este rechazo. A veces el niño se siente aliviado al expresar sus preocupaciones sobre amigos o expectativas en la escuela. Si el niño puede señalar un problema en específico (como pruebas, alguien que lo molesta, etc.), entonces el padre/ madre debe hablar inmediatamente con la maestra del niño sobre el desarrollo de un plan que sea apropiado para resolver el problema. 7. Algunas estrategias tratan de incluir a un miembro de la familia para que lleve el niño a la escuela, o si el niño permanece en la casa, entonces se le debe eliminar las recompensas como meriendas, televisión, juguetes o atención de los padres. 8. El horario de la escuela debe imponerse en la casa, evitando así que el niño se vea reforzado en sus conductas. 9. Sin embargo, la familia no debe dudar en buscar ayuda del psicólogo escolar, psicopedagogo o profesionales de la salud mental, si el niño se encuentra extremadamente indispuesto, si hay que obligarlo a asistir a la escuela, si hay un problema significativo en la familia, o si el rehusar ir a la escuela se ha
convertido en un hábito. 10. Los padres y la escuela necesitan trabajar juntos para identificar qué está causando o manteniendo esta conducta y desarrollar un plan comprensivo de intervención. 11. La clave del éxito es la pronta intervención; mientras más tiempo permanezca esta conducta, más difícil será de erradicar. 12. El tratamiento depende de las causas, las cuales pueden ser difíciles de determinar. Muchos niños pueden haber comenzado a evitar la escuela por una razón (ej., miedo a ser peleado por una maestra, sentirse socialmente inadecuado), pero ahora están en la casa por otra razón (ej., acceso a los videojuegos, falta de presión académica, etc.). 13. Tal vez se deben intentar varios planes de tratamiento. Ayudar a que el niño se relaje, desarrollar mejores destrezas para enfrentar las situaciones, mejorar las destrezas sociales, utilizar un contrato y ayudar a los padres con problemas.