@letrasflamencas 2011
@letrasflamencas Septiembre/ Diciembre 2011
www.letrasflamencas.com
@letrasflamencas 2011
A A aquel que le pareciera que mis penas no son ná, siquiera por un momento se pusiera en mi lugar. A dios le pido llorando que me quite la salud y a ti te la vaya dando. A este lado de la orilla hay un árbol con tu nombre, dentro de un corazoncito que está sangrando de amores. A Jerez yo me fui un día, a beber del manantial del son de bulería. A la cena de Venus me han convidado, de celos me han puesto el primer plato, qué tiranía, de postre me han puesto las penas mías. A la huerta de Molina lo fuiste niña a buscar, el fango por las rodillas y la enagua levantá. A la iglesia no voy yo, ni tú rezas, ni yo rezo, ni tenemos devoción. A la voz de estos cuatro colores se vistió de primavera, a Dolores la llamó Lola Flores y al cante gitano lo llamó Paquera. A las lenguas que me han publicao, les digo valientemente, que me trae sin cuidao tó lo que diga la gente. A las murallas de Cádiz le van a poner banderas y campanillas de plata, el día que tú me quieras. A los olivaritos voy por las tardes, a ver cómo menea la hoja el aire. A Málaga le debo mi nacimiento, al barrio de la Boca mi sentimiento. A mi madre vi llorar y nunca más en la vida a mí se me va a olvidar. A mí me han leído el sino y al escucharlo temblé, que cosas no me decía que aborrecí tu querer, tanto como te quería.
A mí me lo ha dicho el cura, que la cara de la virgen, era copia de la tuya. A mí me pueden mandar a servir a dios y al rey, pero alejarme de ti no me lo manda la ley. A mí me sigue, me sigue, una estrella chiquitita, chiquitita pero firme. A mí te quieres comparar, siendo de todos los metales y yo de un solo metal. A nadie cuentes tus penas, porque en cosas del querer nadie entiende las ajenas. A qué canta ese gitano con la voz tan desgarrá, a la muerte de su hermano, por ella sufriendo está. A que tanto me consientes si no me vas a querer, mátame ya de una vez porque prefiero la muerte, ya no quiero padecer. A quién contaré mis penas, no se las contaré a nadie, tan sólo al mar y las estrellas que saben cómo guiarme. A quién le contaré yo las penas que estoy pasando, se las contaré a la tierra cuando me estén enterrando. A todas las flores del campo se las lleva el mes de Enero, cuando llega el mes de Abril salen de su cautiverio. A todos los ojitos negros los van a prender mañana, tú que muy negros los tienes échate el velo a la cara. A un anciano le pegué porque me faltó en la calle, al tiempo cuando me enteré que ese viejo era mi pare, lágrimas de sangre lloré. A un loco dio la manía de pintar a una mujer, cuando acabada la tenía, le puso un letrero a sus pies, me tienes como querías. A un pozo inmediato yo me asomé, tú te habías asomado y me encontré con tu querer. A un toro en la plaza no le temo tanto, como a una mala lengua o un testigo falso.
@letrasflamencas 2011 A veces quiero estar solo, no quiero que nadie me hable, prefiero vivir mi vida como un péndulo en el aire. Adiós Málaga la bella, tierra de tanta alegría, si a prueba a mí me pusieran, por ella daba la vida. Adiós patio de la cárcel, rincón de la barbería, al que no tiene dinero lo lavan con agua fría. Agujitas y alfileres, te los claven en el alma cuando te llamo y no vienes. Ahora se apaga, ahora se enciende, siendo tu querer una llama, tu querer nadie lo entiende. Ahora tienes ocasión, mañana ya será tarde, entonces no querré yo. Al infierno que tú vayas anda y llévame contigo, porque yendo en tu compaña, llevo la gloria conmigo. Al pie de un árbol sin fruto me pongo a considerar, que pocos amigos tiene el que no tiene que dar. Al pueblo de Andalucía dale alas y volará, es un ave doloría, que busca la libertad que le han negao toa la vía. Al sitio donde te hablé, ganas me dan de volverme y sentarme un ratito en él. Algeciras paso de la morería, muellecito de Algeciras es el mar de tu bahía el espejo donde te miras. Amargas son mis comidas, limones por la mañana, limones al medio día. Amarillo y con ojeras, no preguntadle qué tiene que está queriendo de veras. Anda diciendo la gente que por ti bebo los vientos, y se mueren por saber cuáles son mis sentimientos. Anda diciendo tu madre que tú vales más que yo, ni tú, ni toda tu familia. ni toda tu generación. Anda y déjate de historias, sin decirlo, todo el mundo sabe ya que eres mi novia.
Anda y no presumas más, ponte tú la faldiquela, el moño y el delantal. Anda y vete con el otro que es más bonito que yo, que más bonito será pero más flamenco no. Antes que amanezca el día, se tiene que ver tu cara muy cerquita de la mía. Aquel hombre que en su vuelo pasa por alto las cosas, tenga en cuenta que en el suelo no es más que aquella sombra que deja sombra en el suelo. Aquella casita blanca que está en medio de olivares, ni la alquilo ni la vendo, me la regaló mi pare y es la única herencia que tengo. Aquella mujer tenía en el brillo de los ojos, los aires de Andalucía. Aquí lo que convenía que te fuera a tu casa, y yo me fuera a la mía. Arroyo soy y no me enturbio aunque me caiga una tormenta, yo me mantengo muy claro, como el agua entre las piedras. Así me tienes tú a mí, con la cabecita loca cuando me acuerdo de ti. Astillitas de madera se meten en mi cuerpo cuando te vas de mi vera. Aunque 100 años dure yo seré como la mimbre, que la bandolea el aire pero se mantiene firme. Aunque creo que ya lo sabes, voy a volver a decirlo, yo te quiero más que a nadie. Aunque estén todos en contra vamos a tener que vernos, que ellos te tienen de sobra y yo te echo mucho de menos. Aunque no viva en Graná yo siento la Alhambra. Ayúdame compañero a dibujar esa rosa, que estoy solito y no puedo, dibujarla tan hermosa.
@letrasflamencas 2011
B Bella primavera, el mirlo cantó, la noche, el viento y el trigo fueron testigos del primer amor. Bien poco tiene de raro que te mojes cuando lluevas, que pierdas cuando tú juegues y que sufras cuando quieras. Bulerías, venga bulerías, que me pide el cuerpo fiesta y alegría.
C
Cármen la canastera, se llamaba Cármen la canastera, cada mañana pasa por mi casa vendiendo violetas. Carmona tiene una fuente con catorce o quince caños, con un letrero que dice, viva el polo de Tobalo. Castigo el que yo tenía, donde quiera que mirara reflejada te veía. Castigo merecía una gitana que a un gachó le niega los buenos días. Cazadores de la sierra, a esa liebre no tiradle, porque está haciendo en la tierra madriguera pa ser madre, siendo mucho lo que encierra. Ciego voy por los caminos, siempre pensando en la pena que llevo conmigo.
Cada vez que me acuerdo que te he querío, se me muda la cara y hasta el sentío.
Coge la sillita y siéntate enfrente, aunque no seas mi novia me gusta verte.
Cada vez que preguntabas si de veras te quería, el corazón piel adentro de pena se estremecía.
Como cosita mía te he mirado yo, pero quererte como te quería, eso se acabó.
Cada vez que te emborrachas vienes a la vera mía, ojalá te emborracharas todas las horas del día.
Como cristalillos rotos, quebraron miles de sueños la noche del terremoto.
Cádiz se encontraba tranquila y el maremoto llegó, lo mismo que tú en tu puerta hasta que aparecí yo.
Como el camino era tan largo pidió el niño de beber, dámelo ciego, y dame una naranja para entretener a Manuel.
Cambiaste el sol por la luna, cambiaste el oro por plata, el mar por una laguna. Cambio un cariño por otro, al que se atreva primero, le aseguro a quien se atreva, que gana ciento por ciento. Camino del Sacromonte me he encontrado unos ojos negros, que el mejor de los pintores daría dinero por verlos. Canta, baila y se rompe las camisas, dame de beber consuegro que me quiero emborrachar, porque se casa mi hija. Cántame que baile, que respiren los poros de mi cuerpo, la música que de tu boca sale. Caracol, la Paquera, Camarón o Mairena, son alguno de los viejos que la gente anhela.
Como era aquello Escacena que me cantaba usted un día, no era una cosa chilena con aires de Andalucía? Como eres guapa y morena, mucho presumes, te vas a poner más alta que están las nubes. Como la rama nueva, nuevo es el día, qué te digo gitana para que sonrías. Como me duele, la boquita de decirte gitana si tú me quieres. Como no eres para mí, sentí deseo de matarme, anoche cuando te vi. Cómo quieres que en las olas no haya perlas a millares, si en la orillita del mar, te vi llorar la otra tarde.
@letrasflamencas 2011 Cómo se alegran mis ojos tan pronto como te ven y que alegría trasmites a mi corazón también.
Con tres heridas viene, la de la vida, la del amor y la de la muerte.
Como se llenan los ojos con la luz del mediodía, lo mismo se llena el alma cada vez que tú me miras.
Contigo yo hasta el morir, pero con tu madre no que siempre habla mal de mí.
Como si el gran poder fueras, tienes que llevar una cruz, tú no sabías inocente que yo valgo más que tú, anda y pregúntale tú a la gente.
Corazón mío no llores que ella es buena y volverá, y si acaso no volviera, ella perdería más, como yo no hay quien la quiera.
Como tú no venías de noche a verme, pensaba que dejabas ya de quererme.
Corre y dile a tu maestro, al que te enseñó a querer, que te devuelva el dinero, que no te ha enseñado bien.
Como un limonero, me estoy poniendo amarillo de tanto como te quiero. Como yo te quiero tanto quiéreme más que me quieres, que pa aquel que está sediento no es grande ninguna fuente.
Cuando a ti nadie te quiera ven acá, yo te querré, el daño que nos hicimos te lo recompensaré. Cuando estás cerca de mí sólo me queda decir, vaya usted con dios, adiós, tristeza.
Compañero si me muero, a casita de los locos ha de ser tu paradero.
Cuando fuiste novio mío por la primavera blanca, los cascos de tu caballo, cuatro sollozos de plata.
Con dinero o sin dinero yo me emborracho en la feria, me convidan yo convido, tenga dinero o no tenga.
Cuando llames a mi puerta, no lo hagas con el puño, hazlo con la mano abierta.
Con esos celos de muerte vas a conseguir tres cosas, que se ría de ti la gente, que te tomen por loca y tenga yo que aborrecerte. Con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones. Con las trenzas de tu pelo me has atado de pies y manos, no esperes que me desate, aunque me muera penando. Con los ojos del alma te estoy mirando y con los de la cara disimulando. Con penas no puedo dormir y yo siempre estoy durmiendo, con esto quiero decirte que penas por ti no tengo. Con sus rayos calentando sale el sol cada mañana, unos siguen tiritando y otros se queman la cara. Con tres herida yo, la de la muerte la de la vida y la del amor.
Cuando llega el alba, si no estás conmigo se me parte el alma. Cuando llega el mes de abril, mi gitanita se pone en el pelo, rosas de pitiminí. Cuando me pongo el vestío blanco frente a tu puerta se me aclarea, y dice tu novio que yo te miro y busca pelea. Cuando mi gente hace palmas para cantar, se me pone el cuerpecito como hecho de mazapán. Cuando miro su boquita, me convierto en mariposa pa posarme en su boquita. Cuando pasa la tormenta se queda más clara la tarde, me gusta reñir contigo porque después hacemos las paces. Cuando paso por tu puerta llevo pan y voy comiendo, pa que no diga tu madre que con verte me mantengo. Cuando por la calle voy, la gente me mira mucho y yo bonito no soy.
@letrasflamencas 2011 Cuando remedio no tenga, que un cirujano te corte la campanilla y la lengua.
Dame un beso de tu boca, dámelo de corazón que tengo la mente loca.
Cuando se marcha la noche, no le pregunto a dónde va, en mis tinieblas me quedo, solo con mi soledad.
De esta tierra yo me voy sin decir lo que me pasa, porque no encuentro en el mundo persona de confianza.
Cuando se quitó el vestido cambió hasta la luz del alba, y su cuerpo rozó el mío, de felicidad temblaba, madre lo que he sentío, yo le pedí a undebé, no despertara. Cuando te dije te quiero en la puerta tu corral, vi cómo se te ponía la carita colorá. Cuando te miro a los ojos, mis carnes salen ardiendo, lo mismo que los rastrojos. Cuando te veo llorar, tus lágrimas se me clavan lo mismo que puñalás. Cuando veo en esta puerca humanidad tantos crímenes sin nombre, de sin vergüenza ni hablar, me da vergüenza de ser un hombre. Cuando voy al culto pido a dios que me perdone, porque yo no quito el ojo del sitio donde te pones. Cuando yo quise tú no querías, cuando por fin quisiste yo quise querer pero no podía. Cuánto hemos pasado con los jundurales, con la ropita al hombro, vagando por los lugares. Cuántos ratitos vivíos, cuántos ratitos de gloria yo a tú lao y tú al lao mío. Cuentan que en la madrugá la magia llenan las calles y a mí se me parte el alma cuando vienes a mirarme. Cupido lanza sus flechas con muy mala puntería, le da a aquel que no lo espera, a aquel que espera lo olvida.
D Dame lo que llevas en la faldiquela, que me lo voy a gastar esta noche, con mis amigos de borrachera.
De la prima hasta el bordón voy subiendo una escalera, ya no sé lo que tocarte para que tú a mi me quieras. De las minas no me quejo porque nunca me fue mal, pero ahora me las dejo porque quiero descansar, que ya me encuentro muy viejo. De lo que pasa en el mundo por dios ya no entiendo ná, el cardo siempre gritando y la flor siempre callá. De luto se pone el cielo, que viene con nubes negras, será porque tiene celos de que esta noche yo te tenga. De mañana me levanto y le digo a San Mateo, que romperé su evangelio si con otro yo te veo. De qué me sirve el dinero, ya no me vale pa ná, salud es lo que yo quiero y no la puedo comprar. De ser bonita, niña, vas presumiendo, pero esas vanidades, las cura el tiempo. De veras no lo comprendo, me pidas siempre lo mismo sabiendo que no lo tengo. Debajo del puente se van a acostar, pobres gitanillos, se viene riá. Deberías saber, que las cositas mal hechas no las deberías hacer. Deja que llegue el domingo, que se recojan las cabras que no tienen domicilio. Déjala que vaya y venga al pilarcillo a por agua, que puede ser que algún día, en el pilarcillo caiga. Déjame soñar contigo, déjame rozar tu piel, tomar veneno si tú lo tomases también. Del querer al no querer hay un camino muy largo, que todo el mundo recorre sin saber cómo ni cuándo.
@letrasflamencas 2011 Desde mi ventana se divisa el mar que baña la playa de mi libertad, una letanía se oye a lo lejos, es la voz de un niño que le dice a un viejo: de quién es la playa de quién es el mar, de quién son las olas y de quién la sal. Desde que te estoy queriendo yo no sé lo que me pasa, cualquier verea que cojo siempre me lleva a tu casa. Deseando una cosa, parece un mundo, una vez que la tienes, es sólo humo. Despacito y a compás, la bulería flamenca se convierte en soleá. Despacito y a compás, y con mucho cuidadito no vayas a tropezar. Después de haberme llevado toda la noche en jarana, me vengo a purificar debajo de tú ventana, como si fuera un altar. Dice mi compañera que yo no la quiero, cuando la miro a la cara, el sentío pierdo.
Dices que no me querías, con una mano me echabas con la otra me recogías. Dices que no me quieres, eso es mentira, te lo digo yo, me lo dicen tus ojos cuando me miras, llenos de amor. Dices tú que no me quieres presumiendo de grandeza, gitana siéntate aquí, que te voy a ajustar las cuentas. Diego Clavel cantando, que maravilla, nadie como él canta por seguirilla. Diez años después de muerto y de gusanos comío, letreros tendrán mis huesos diciendo que te he querío. Dijo a la lengua el suspiro, a ver si encuentras palabras que digan lo que yo digo. Dile a tu madre que calle, que es la que la culpa tiene de que lo nuestro se acabe. Dile a tu mare, que en cositas del querer no se miran los caudales.
Dice que tiene corazón y sólo lo dice porque siente sus latidos, eso no es corazón es una máquina que al compás hace ruido.
Dios mío que mala suerte, cada vez que me enamoro, paso fatigas de muerte.
Dicen los gitanos viejos, el cante es sabiduría, fuente de conocimiento.
Dios mío que mala suerte, que te doy el corazón y me pagas con la muerte.
Dicen que aunque no me quieres, tampoco me vas a odiar, siempre lleva el sol de invierno, una buena voluntad.
Dios mío que sufrimiento, como la verdad te duele, te tengo que andar mintiendo.
Dicen que el amor es ciego, no endikelo más palante de las trenzas de tu pelo. Dicen que no me pues ver, culpita tuvo la gente que cambió tu parecer. Dicen que todo lo bueno cuesta un sentío, qué serás tú que cuestas todos los míos. Dices que me quieres mucho y que te mueres por mí, muérete que yo te vea, entonces diré que sí. Dices que no me pues ver, en la cara te ha salío la raíz de mi querer.
Dios mío que vergüenza, que los gitanos se enteren que tengo la fragua en venta. Dios mío si serán, unos tormentos muy grandes verte y no poderte hablar. Dolores, con qué te lavas la cara que siempre te huele a flores.
E Échame en los ojos un puño de arena, mátame de pena pero quiéreme.
@letrasflamencas 2011 El aire que me llega sale de tus manos, tu corazón tan puro, naciste gitano, Santiago está cantando y Juana sale bailando. El amor es bueno o malo, da la vida o da la muerte, quita el pesar o lo pone, resucita o desfallece. El avefría en el campo claramente dice nieve, yo te vengo a ti a decir claramente si me quieres como te quiero yo a ti. El carrito de la fortuna en mi casa se paró, 100 años dure en mi casa lo quiera dios. El corazón de pena traigo traspasado, hasta el hablar de la gente me sirve de enfado. El corazón tras la puerta, llama que llama y nadie le contesta. El cristo estaba llorando, porque dentro de la cárcel los presos le están cantando. El día del aguacero, dime dónde te metiste que no te mojaste el pelo. El día entero te pasas hablando de sufrimiento, como si quererme fuera un motivo de lamento.
El pastel que lleve dulce, el vino que tenga ardor, el amor que sepa a gloria como este que tengo yo. El que esté libre de pecado tire la primera piedra, tuviste que ser tú por ser mala compañera. El que pide Independencia, es señal que tiene Mas, quiere comer siempre aparte sin pensar los demás. El querer de una mujer es puñal de doble filo, piensa siempre que el querer está pendiente de un hilo. El querer que puse en ti, lo hubiera puesto yo en un perro, que se viniera detrás de mí. El querer que tú me dabas, era de polvo y arena y el viento se lo llevaba. El querer quita el sentío, lo digo por experiencia porque a mí me ha sucedío. El ser pobre no es deshonra ni mancha ningún linaje, Jesucristo vino al mundo solo y sin calor de nadie. El sol me daba en la cara, esperando, mirando y viendo las llamadas, cuando advertí estaba incomunicado y acordándome de ti.
El día menos pensado, a esta gitanita borde yo le voy a dar de lado.
El sueño se ha terminado, tu oportunidad has perdío, ahora me ha quedado claro que tú nunca me has querío.
El día que yo me muera subiré al cielo cantando, al aire le dejaré el eco de mi fandango, pa quien lo quiera aprender.
El tiempo que has malgastado en murumurá y criticá, mejor lo hubieras empleado en blanquear la fachá, que bien sucia la has dejado.
El día que yo me muera, si no cupiese en la cama, dejarme los cuernos fueras.
En la vida no me falta el cariño ni el amor, porque a mi madre la llevo dentro de mi corazón.
El dinero quita el sueño, las penas y da alegrías, el dinero es para mí el diablo de la vida.
En aquel jardín han entrado cuatro hombres a porfía, sin compasión se han llevado la rosa que yo quería.
El espejo en que te miras te dirá como tú eres, pero nunca te dirá los pensamientos que tienes.
En contra de la avaricia es necesario luchar, a favor de la justicia, la paz y la libertad.
El lago parece el mar, el viento sirve de abrigo, todo se vuelve a inventar, si lo comparto contigo.
En el altar mayor, ni los santos te perdonan lo que te he perdonado yo.
El mundo me echó una venda, a un callejón sin salida donde yo cumplí condena.
En el barrio de Triana, no hay ni pluma ni tintero, para escribirle a mi madre, que hace mucho que no la veo.
@letrasflamencas 2011 En el querer no hay locura porque si no yo estuviera, amarrao a una columna hasta que me consumiera. En enero no hay claveles porque los derrite el hielo, en tu cara los hay todo el año porque lo permite el cielo. En esa luz estás tú, pero no sé dónde estás, no sé dónde está la luz. En ese cariño nuevo, vais al cincuenta por cien, tu novio pone el trabajo y tú sólo el interés. En la barbería de enfrente donde Juan se corta el pelo, de tanta gente que había parecía un hormiguero.
En pequeñas cosas reconozco la verdad, los ojos de un niño, un cante por soleá, agua clara por el río y en tu pecho descansar. En preguntar lo que sabes el tiempo no has de perder, voy a preguntar sin respuestas, quién me podrá responder. En que cabecita cabe, que yo vaya detrás de tuya con lo poquito que vales. En tu vida has tenido ropa, ahora que un vestido tienes, flamenca te has vuelto loca. En tus ojos reflejado, me veo más alto, más fuerte, más flamenco… Mejorado.
En la calle del olvido me encuentro andando sin rumbo porque así lo has decidido.
Entérate de una vez, que yo nunca fui perfecto, ni lo soy, ni lo seré.
En la Isla hay una casa, en la casa una ventana, en la ventana una niña que las rosas envidiaban.
Entra el frío por el norte, la luna por Portugal, y yo por el tejadillo si vengo de madrugá.
En la palma de mi mano quisiera yo dibujarte, para cuando me entren ganas dale la vuelta y mirarte.
Entre las cenizas muertas se mantiene el fuego vivo, entre el amor y los celos, anda el demonio escondido.
En la Puebla a su afición no le gusta el cante a ojana, cántame por soleá o seguirilla gitana.
Entre los verdes trigales de un mayo intenso, tú me ofreciste tus labios y luego todo tu cuerpo.
En la Puebla yo nací y el cante por soleá, lo llevo dentro de mí.
Eres el norte de mi caminar, eres la estrella blanca de mi libertad, mi guía, mi lucero, eres como el flamenco que me enamora.
En la puerta de mi casa yo voy a poner un letrero, por esta puerta no pasa el hombre que sea embustero, ni la mujer que sea falsa.
Eres la culpable de mis borracheras, de mi desamparo y de todas mis penas.
En la puerta me senté, sin saber lo que esperaba, esperando me quedé.
Eres mocita no te has casao, alguna falta te han encontrao.
En la sierra hay una ermita, en la ermita un ermitaño que concede agua bendita pa curar los desengaños.
Eres tan hermosa como el firmamento, lástima que tengas malos pensamientos.
En lo alto de tu pecho, pecho hecho en la gloria, yo me fui pa ti derecho y así entraste en mi memoria. En mí no hallarás perdón ni te miraré a la cara, si no te quisiera tanto lo mismo te perdonaba. En mis memorias pondrá, fue mi querer siempre tuyo, no lo fue de nadie más.
Eres tú mi canastera, siempre estaré yo a tu lado, nunca me iré de tu vera. Es la cosa más segura, tós tenemos que morir, la vida es mucho más dura cuando nos hace sufrir, eso sí que es amargura.
@letrasflamencas 2011 Es tan grande la distancia que no hay nadie que la cuente, desde lo que yo te quiero a lo que tú no me quieres. Es tanta la claridad que por tu ventana sale, que piensa la vecindad, ya está la luna en la calle. Es tormento o es castigo, seguro no sé su nombre pero va a acabar conmigo. Es tu querer como el viento, el mío como las piedras, que no tiene movimiento. Es valiente y pinturero, nacido en Galapagar, el más valiente en los ruedos se llama José Tomás, el mejor de los toreros. Esa gitana es pa mí una escalera de vidrio, por donde suben las penas, por donde baja el alivio. Esa gitana está loca, pero que guapa se pone cuando le muerdo la boca. Esas que dicen que yo, vivo sin pena ni gloria, no saben que tu cariño, me da de una cosa y de otra. Escúchame bien gitana, no sé leer ni escribir, pero no necesito palabras para expresar mi sentir.
Este querer de nosotros, tiene que hacer más ruido que el día del maremoto. Este querer tuyo y mío es como un jardín sin flores, un puchero sin avíos o un verano sin calores. Este querer tuyo y mío no es reflejo del que era, todo lo que se derrocha al tiempo en nada se queda. Este querer tuyo y mío yo no lo cambio por ná, así estuviera cien años, toíta la eternidad. Este querer tuyo y mío, era en el mundo envidiable, tan feliz me considero que cuentas no doy a nadie de lo mucho que te quiero. Esto que habías hecho conmigo yo no me lo merecía, tú me cerrabas la puerta cuando borracho venía. Esto que yo estoy haciendo, no lo hacía por nadie, lo hago yo por mis niños que están pendientes del aire. Estos pensamientos míos, cuantas más vueltas les doy más grande es mi desvarío. Estoy loco por saber, si el clavel te hace bonita o tú bonito al clavel.
Eso es moneda corriente, morir es una costumbre que sabe tener la gente.
F
Esta calle qué tendrá, siempre por la misma calle sabiendo de muchas más.
Fatigas pasé por ti, las vueltas que da la vida ahora las pasas por mí.
Esta gitana está loca, loquita del sentío porque quiere que me coma lo que otro antes se ha comío.
Fatigas yo pasé, desde tierra tan lejana pensando yo en mi Migué.
Esta gitana está loca, loquita y disparatá, que lo que sueña de noche quiere que se haga verdad.
Flamenca con ojos tristes me da penita de verla, será que no tiene amores, o que tiene y las doblegan.
Esta noche el silencio se tambalea, por las esquinas las voces la magia llevan.
Flamenca lo que has cambiado, antes morías por verme y ahora mueres a mi lado.
Esta noche mando yo mañana mande quien quiera, esta noche voy a poner por las esquinas banderas.
Flamenca ve más despacio, que el camino es chiquitito y yo quiero hacerlo largo.
Estas letritas que estoy haciendo en mi soleá, mi corazón está sufriendo, con el tuyo quiere estar.
Flamencos de verdad pero de mentira no, eso no vale pa ná.
@letrasflamencas 2011 Francisco Ríos Pernales, un bandolero de fama, iba de Estepa a Morón montao en su jaca alzana. Fui a la orillita del río y vi que estabas muy sola, vi que te habías dormío que te crecían amapolas. Fui piedra, perdí mi centro y me tiraron al mar, ahora después de algún tiempo, mi centro volví a encontrar. Fuimos a una romería, me encontré a un viejo llorando, era un pobre peregrino que estaba peregrinando. Fuiste tan cruel, jugaste conmigo, que vamos a hacer yo tenía que perder y he perdido contigo.
G
Gitano si tú me quieres, corre y ve y dile a tu gente, que vengan a hablar con mi padre que así se ha hecho desde siempre. Grandes locuras negarlo, pero tú para mí acabaste y así duraras cien años.
H Hablo con dios y le digo que si grande fue mi culpa, más grande fue mi castigo. Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son, una vez las canta el pueblo, no se recuerda al autor. Hay amores que nos roban la vida, hay amores que quitan el sueño, hay amores que nunca se olvidan.
Giralda cuando me muera, vendré a visitar tu cuerpo vestido de primavera.
Hay hombres malos, hay hombres buenos, hay hombres pobres que sólo tienen dinero.
Gitana caracolera, tienes el rostro quemado, del sol de la carretera.
Hay quien decía que era grande y fuerte nuestro amor, como las torres gemelas, recuerdas? En Nueva York.
Gitana de ti me río, porque ahora tú estás sufriendo lo que antes por ti yo he sufrío. Gitana dile a tu madre, que lo he tenido que hacer por culpa de sus modales. Gitana no vayas al río, que me ha dicho a mí tu padre que están los guardias escondíos. Gitana por tu querer de noche me emborrachaba, y acabé más colocao que un centro de Jesús Navas. Gitana si me quisieras, te compraría en Granada la mejor cueva que hubiera. Gitana si tú me quieres y te vienes a vivir conmigo, yo te juro amor eterno, viviré pa ti y pa mis hijos.
Hay quien dice por hablar nuestro fandango no es hondo, por hablar yo le propongo que baje a Huelva a escuchar un fandango del Alosno. Hay una gran diferencia que me distingue de ti, mi jazmín huele de día y eso no te pasa a ti. Hay veces que en la justicia, la balanza no funciona y los fiscales y el juez se toman la cosa a broma. Haz de vivir con la pena, como yo te estoy queriendo no encontrarás quien te quiera. Hazme con los ojos señas, que en algunas ocasiones, los ojos hacen de lengua.
Gitana tan bravía, ella me quiere a su forma y yo la quiero a la mía.
He comprado fresas para ti, muérdelas quiero ver correr en tu boca la sabia del jardín y en tu cuello la ruta del placer.
Gitano que tú seas como la falsa moneda, que de mano en mano va, pero en ninguna se queda.
He pasado fatigas dobles, pero ya ha llegado la hora de que mi gusto se logre.
@letrasflamencas 2011 He vendido esta mañana un caballo y una yegua, ya tengo para comer siete semanas y media.
La muerte que más me espanta no es la que cubre el cuerpo, que es la que nos pudre el alma.
He visto salir el sol por lo alto del Algarve, no era el sol que era la luna, que el sol no sale tan tarde.
La naranja nace verde y el tiempo le da su color, mi corazón nació libre y el tuyo lo aprisionó, ahora te quiero más firme.
Hijito de mala madre, criaíto en malas tripas, revuelto en malos pañales.
I Igual que la tempestad, cuando llega eres bravío, mansito cuando te vas.
J Javielito, Miguelito y Jesús con su compás, yo me quedo en los Pastores que no se puede aguantá. Junto a la sal que tú tienes porque así lo quiso dios, las salinas que hay en Cádiz no tienen comparación. Juro que soy tuyo, que cadenita me has echado que me tienes tan seguro.
L
La nieve por tu cara pasa diciendo, en donde no hago falta, no me detengo. La niña de la ventera tiene los ojos morenos, los ojos color rubí, y un precioso pelo negro que tanto me gusta a mí. La noche que te bañabas yo tuve celos del río, al agua desafié y tiré el cariño mío, con la corriente se fue. La rosa está en el rosal indefensa y sin espinas igual que mi corazón cada vez que tú me miras. La serenidad que busco es serenidad que encuentro, cuando me abrazo tu a voz y me pierdo en tu silencio. La silla donde me siento, se le ha caído la enea de tanto escuchar tormentos. La suerte que yo he tenío, disfrutar de tu persona, el tiempo que yo he querío. La tierra que me vió nacer no la tengo en el olvío, siempre la llevo presente, dentro del corazón mío.
La amapola del campo le dice al trigo, si quieres verme contenta, con quién mejor que contigo?
La una y la otra son diferentes, una me da la vida, la otra la muerte.
La camita donde duermo, me la están haciendo polvo los que me ponen los cuernos.
Lamentos y suspiros vas pregonando, mientras que a las espaldas, puñalás dando.
La gitana que yo quiero vive en una choza vieja, pare no tiene dinero pero siñela muy buena.
Las calles me daban vueltas y el cielo se me nubló, cuando tú a mí me dijiste que nuestro querer acabó.
La gran calle de Alcalá como reluce, cuando suben y bajan los andaluces.
Las cosas son como son, no son como tú quisieras ni como quisiera yo.
La herida que por tu culpa yo tengo, no me sanará en la vida.
Las doce acaban de dar en el reloj de la audiencia, pendiente de mi sentencia, dios mío qué pasará.
La mente y el corazón, el corazón y la mente, la gloria y la perdición, son cada cual y viven enfrente.
Las ducas que paso yo, no se las diera ni al más enemigo de mis enemigos, pa que no sufriera.
@letrasflamencas 2011 Las estrellas y luceros están bastante quejosas, al compararse contigo porque tú eres más hermosa.
Lo mala que ha sido tu madre, a ti te ha cortado el pelo, a mí me ha echado a la calle.
Las estrellitas del cielo las cuento y no están cabales, faltan la tuya y la mía que son las dos principales.
Loco perdío me tienen los lunares de tu vestío.
Las fatigas de la muerte, que grandes son, pero con las del querer no tienen comparación. Las flores de tu balcón lloran por verte, que lo sé yo. Las olas llegan al cielo, ya está todo el cielo prendido, a aquel que le pareciera que por ti yo no me quemo, dónde estará ahora metido. Lástima de aquel que come el pan en manita ajena, siempre mirando a la cara, si se la ponen mala o buena. Lástima me da de ti, cuestecita que ahora bajes luego tienes que subir. Le duele el talle de hermosa, pero vestida de negro parece una Dolorosa.
Los aires llevan mentiras, el que diga que no miente que diga que no respira. Los amores de mocito que no son correnposdíos, son puñalaítas negras, que te marcan el destino. Los buenos días a regañadientes, con la boca chiquitita me saluda a mí tu gente. Los lamentos de un cautivo no pueden llegar a España, porque está la mar por medio y se ahogan. Los monarcos en la corona, los republicanos dicen que no, y yo escucho que a los viejos no le importa quién se ponga, porque cambiarán los tiempos y no cambian las personas. Los ojillos de esta niña viven para darme muerte, ya que me quitas la vida quitádmela frente a frente.
Le he preguntado a dios si tú me querías, me ha dicho que no.
Los que sueñan de día, de bellas cosas son conscientes, las que se escapan a aquellos que sólo sueñan cuando duermen.
Le quise cambiar y no quiso, un pañuelo de lunares por uno de fondo liso.
Los versos antes citados por antiguos cantaores, resucitan en la voz de presentes cantaores.
Libre quiero ser, quiero ser libre.
M
Llegó con tres heridas, la de la muerte, la del amor y la de la vida. Llévame delante de los tribunales, largas memoriales de condenación, que aunque me pidieras la pena de muerte, tengo que quererte sin apelación. Llevas una cruz al cuello, engarzá en oro y marfil, déjame que muera en ella y crucifícame allí. Lloran bordones, lloran guitarras, que se ha muerto Moraíto, se resiente la guitarra. Lo digo y lo voy a hacer, un teléfono chiquito pa saber de tu querer.
Maestra que tanto sabes, que sabes hasta latín, ya que he aprendido a quererte no me enseñes tú a sufrir. Mairena por soleá, por seguirillas Tomás, por malagueñas Chacón, la Perla por alegrías y por fiesta Camarón. Mal fin tengan las malas lenguas, yo en mi vida la he tenío ni quiera dios que la tenga. Mal me has venido a pagar, cuando te llegue la hora, tú te tienes que acordar.
@letrasflamencas 2011 Mala suerte la mía, los santitos que pintaba demonios de me volvían. María bien conoce, que yo soy pobre, cuanto más me desprecia, me hago más hombre. Mayete que tus cuentas no están cabales, quieres que suba el trigo sin dar jornales. Me acosté por no pensar, desperté precisamente con lo que quería olvidar. Me acuesto en mi cama y pienso, si me merece la pena lo que por ti ando sufriendo. Me acuesto y no cojo cama, tengo yo el sentío alerta, por ver si a la puerta llamas. Me asomé a escuchar tus sueños y dios me mandó un castigo, porque soñabas con otro en vez de soñar conmigo. Me asomé a la muralla, respondió el viento, a qué viene lamentarse si ya no tiene remedio. Me da pena si te veo y si no te veo dobles, no siento más alegría que cuando me mientan tu nombre. Me dan en vilo la una y las dos, y me voy clavando como si fueran puñales, las dos manecillas que tiene el reloj.
Me hace falta tu querer, como la sal al guisao, la ropita al que está en cuero, el aguita pal sembrao, como la mina al minero. Me las tienes que pagar, conmigo has hecho herejías, no te puedo perdonar. Me llaman ateo porque no creo en dios, yo creo en lo que veo, una buena acción, Vicente y Madre Teresa, santos de mi devoción. Me mandaste a mí a decir, serrana que te olvidara, cuando llegó el parte a mí, ya de ti no me acordaba. Me pesa el haberte hablao, la alegría de mi cara flamenca te la has llevao. Me pongo a comer y no como, me acuerdo de tus acciones con la comida me ahogo. Me pongo y hablo con dios, esto que me está pasando no me lo merezco yo. Me quitan de que te hable, pero no pueden quitarme los ojitos pa mirarte. Me tienes que jurar, que tú nunca me has mentido, que tu amor es de verdad. Me tiro por los rincones, como sé que no me quieres te confundo maldiciones.
Me dan para que te olvide palma y corona, yo no quiero más bienes que tú persona.
Me voy a bordar tu nombre en las trenzas de tu pelo, con hilillos de colores, pa que veas como te quiero.
Me dan sudores de muerte cuando me cruzo contigo, tiemblo nada más verte ya no sé ni lo que digo.
Me voy a vivir solito, porque aquí con tanta gente me voy a quedar loquito.
Me despierto to los días, con tu recuerdo en mi mente, mira si yo te quería, que una vez no quise verte, yo creí que me moría.
Me voy por las traseras para que no me vea tu madre, que tiene muy mala lengua.
Me extrañaría una jartá que un rico le diera a un pobre, de su bolsa la mitad. Me falta a mí poderío, te sobra la voluntad, la guerra que tú me pides ya no te la puedo dar. Me gusta la poesía como a ti te va el dinero, por eso tú eres tan rico y yo soy un pordiosero.
Mi Andalucía mi niña, mi Andalucía, por naíta del mundo la dejaría. Mi callejón sin faroles, con el corazón a oscuras, de mientras tu plazoleta rebosando de hermosura. Mi camisa me la quito y te la pongo de turbante, no quiero que te la quites ni que se la ponga nadie.
@letrasflamencas 2011 Mi cuerpo en la tierra polvito será, y será ceniza que ha de camelarte, por toda la eternidad.
Mira que bonita era que los ángeles del cielo se pararon para verla.
Mi deseo es libertad, ganar el pan con mis manos, y mi destino luchar contra todo aquel tirano que me quiera avasallar.
Mira que bonita era, se parecía a la Virgen de Consolación de Utrera.
Mi llanto profundo yo me tragué, te fuiste de mi vera, para no volver.
Mira que cosa tan rara, anoche lloré y reí, lloré porque no te vi, reí porque siempre estaba, acordándome de ti.
Mi luz y mi vida, mi lunita clara, con lo mucho que yo te quería, te vas sin volver la cara.
Mira que cosa tan rara, pasé la noche contigo estando solo en mi cama.
Mi madre me lo decía, que no te quisiera tanto, que no te lo merecías.
Mira que te lo levanto, un falsito testimonio pa que no presumas tanto.
Mi marido es mi marido y no es marido de nadie, la que quiera a mi marido, venga a la guerra y la gane.
Mira si tengo talento, que con patitas de araña te hago un molino de viento.
Mi novio en una fiesta me lo pedía, un pañuelo de seda que yo tenía, y si no se lo daba me lo cogía. Mi pare y mi hermano Antonio zapateritos los dos, y en casa de zapatero, descalcitos vamos tós. Mi pueblo le da cantando a las penas puñalás, y siempre va caminando con la cara levantá, y el eco de su fandango. Mi show ha terminado, y creo que he cumplido con dios, he querido cuando estaba enamorado y cuando no lo he estado que me perdone el amor. Mi vida es mía, tu vida es tuya por qué no la juntamos y hacemos una.
Mira si tu pena es grande que casadita y con hijos tienes que vení a buscarme. Mira si yo a ti te quiero, que he jurado no verte más y rezo por verte luego. Mírame a la cara, mírame por dios, con una limosna de tu miraíta me contento yo. Mire usted la burra, la carga que lleva, pobrecita la burra, no puede con ella. Mis lágrimas voy echando en un vaso de cristal, ahora las echo en el suelo porque de tanto llorar el vaso lo tengo lleno. Moraíto se murió y ha dejado a la guitarra sin la prima y el bordón.
Mientras que queden estrellas que alumbren tu vida y la mía, no me faltarán las fuerzas para sentirte cada día.
Mucha pena a mi me da, el puente siempre se queda, el agua siempre se va.
Mil flores dicen mil cosas para mil enamoradas, y la fuente está cantando lo que el ruiseñor se calla.
Mujer tu piel, tu besos sabor canela y tu mirada tan cruel.
Mira a lo que has dado lugar, que tu ropita y la mía juntas no se laven más.
N
Mira lo que es la ignorancia, que esta flamenquita viene y me cuenta lo que le pasa.
Napoleón Bonaparte con sus escoltas, no pudo entrar en el barrio de la Victoria.
@letrasflamencas 2011 Navarrito, navarrito, que bien te queda la gorra, de qué regimiento eres, de Navarra o de Vitoria.
No hay carita más bonita, ni la pintan los pintores, lavá con agua del grifo con la que riego las flores.
Necio como los demás, políticos ignorantes, estúpido Arturo Mas.
No llamadla Dolores, llamadla Lola, que tiene la carita de emperadora.
Ni con el Gran Poder, ni poniéndose en mi lado me llegas tú a mí a querer.
No llores hermana mía, en la casa de los pobres nunca reina la alegría.
Ni en la jaula más dorada, canta mejor una alondra que en el campo de mañana.
No llores más, lo que ahora estás sufriendo dios te lo compesará.
Ni los rayos de la luna, ni el sol con sus resplandores, ni las mayores fortunas las cambio por tus amores.
No me avisaron a mí, que una cosita tan dulce, tenía tan mala raíz.
Ni los templarios de Roma, ni aquel que inventó el tormento, te tienen que querer tanto como yo te estoy queriendo. Ni Velázquez, ni Murillo, ni Goya ni Zurbarán, han podido pintar nunca las sonrisa de un chiquillo cuando no puede jugar. Niño coge el dinero, llévaselo a tu madre y no lo pierdas, hijo mío que tú no sabes el trabajito que a mí me cuesta. No consiento que me digas que me quieres más que a nadie, teniendo a tu madre viva. No dejas de mirarme pero cuando yo te miro niña agachas la cabeza y a mí me dan escalofríos. No digas más disparates, cómo no va a gustarte mi ensalada de tomates. No digas media verdad, que parecerá mentira y el crédito perderás. No es verdad que no te quieran con ilusión y con fe, pero no saben quererte como no tú sabes querer.
No me dejes por dios, no me dejes, no te vayas por dios, no te vayas, que me voy a quedar temblando como la luna en el agua. No me habías de conocer, si me trataras de nuevo, porque he echado distinto genio y otra manera de ser, más cariñoso y más bueno. No me hagas más sufrir, no me hagas más llorar, que después dice mi madre que eres buena y mu callá. No me mires malamente, que yo culpita no tengo que piense de ti la gente. No me pegues bocaitos que me haces cardenales, y cuando llego a mi casa, me los mira a mi mi madre. No me queda más remedio ya lo tengo que asumir, no me consiento alegría si tú no estás junto a mí. No me quieres pa ná, la puerta abierta la tienes por si te quieres marchar. No me vengas a liar con las cuentas del mercao, que siempre los mercaderes son los más aprovechaos. No niego que te he querido, pero en el alma me pesa el haberte conocido.
No hables de mí nunca más, que lo que tú estás diciendo bien sabes que no es verdad, que como sigas mintiendo, alguien te va a castigar.
No preguntes por saber los que el tiempo te dirá, que no hay cosa más bonita que saber sin preguntar.
No hagas caso a nadie, atiende al corazón que el corazón nunca engaña, siempre lleva la razón.
No quiero a más nadie, con los ojillos de mi gitanita ya tengo bastante.
@letrasflamencas 2011 No quiero decirte ná porque sé que se te pone la carita colorá.
No siento que te vayas, lo que siento es que te lleves las tiritas de mis entrañas.
No quiero llorar ahora que te tengo, prefiero soñar con este momento.
No te acuerdas cuando entonces, tú venías en busca mía y ahora ya no me conoces.
No quiero ningún juguete, mamá yo no pido ná, dile al rey mago de oriente que le traiga a mi papá, un trabajito decente.
No te compro más camisas, porque yo no compro altares para que otros digan misa.
No quiero saber de guerra, de tanques ni de fusiles, me gusta más un buen libro o un guisito de alcauciles. No sabes cómo me alegra, cómo me anima que tú me mires, como alegra y anima la húmeda brisa a los jardines. No salgas de tu camino, vuela tú caballo mío, que a las claritas del día, tengo que estar en el molino con la molinera mía. No sé lo que hacer, me duele la cal de los huesos de tanto querer. No sé lo que me pasa, todas las calles que cojo van a parar a tu casa. No sé por cual decidir, con dos mujeres me entiendo, las dos me quieren a mí, los tres vivimos sufriendo. No sé por qué me enamoro siempre de lo que no debo, me gusta más lo prohibido, lo fácil yo no lo quiero. No sé por qué será, me duelen más que las mías las penas de los demás.
No te pongas colorá, no te pongas de tantos colores que me haces prevaricar. No te quedes si no quieres, yo me voy para Algeciras que allí tengo el soniquete. No te rebeles gitana aunque te mate tu gente, tengo hecho el juramento de pagarte con la muerte. No tendré malas palabras si me preguntan por ti, diré que fuiste muy buena, pero jamás te entendí. No tengas miedo amor mío, que cuanto más lo sospechen más grande es el desafío. Noches de bohemia y de ilusión, yo no me doy a la razón de cómo te olvidaste de eso. Noches de vino tinto, mañanas de vino blanco, mira si soy desgraciado, que por no beber mi sombra se marcha por otro lado. Nunca nadie me vea muerto, que me recuerden alegre con los ojitos abiertos.
O
No se puede hacer un camino con piedrecitas de nube, que se van en un suspiro.
Ojos claros como el agua, son claros porque me miran, son claros porque me hablan.
No sé qué será de mí, cuando pida que me sigas y tú no quieras venir.
Ojú que barbaridad, los que no saben querer no saben aconsejar.
No sé si por condición, eran tus malas acciones o por mala educación.
Ojú que barbaridad, los toros y los caballos por casta se han de buscar.
No seas loca y ten talento, recapacita el sentido, vuelve a tu conocimiento.
Olvidé que fui tan tuyo, que de rabia ya no lloro, mezcla de amor y de orgullo.
@letrasflamencas 2011
P Para caballo un cartujano, pa torero Rafael, y pa cante y vino bueno San Pedro bajó del cielo y le dio la llave a Jerez. Para hacer bien el camino, una guitarra templá y una botella de vino. Para qué lloras y lloras, corazón mío, si llorando no ganas lo que has perdío. Para qué quiero dinero, o que el mundo a mí me alabe, si a mi lado no te tengo para qué quiero caudales, si yo por ti me ando muriendo. Para qué quiero llorar si no tengo quién me oiga, la que me tiene que oir, está viviendo en la gloria y no se acuerda de mí. Para qué te sirve el dinero, si la fuente en que has bebío es un simple lavaero. Para qué te vistes de lunares, si no eres gitana de pare y mare. Para que te vuelva a mirar, es menesté que se seque toíta el agua del mar. Para el día que me muera te lo tengo que encargar, la tierra que a mí me cubra la tienes que venerar. Para sabio Salomón, para pobre Jeremías y para quererte yo. Parece que dios conocía todo lo que yo soñaba, que te ha hecho a la medida que mi amor necesitaba. Pasa de largo y no miras, el tiempo me ha dado la razón, tus palabras eran mentiras. Pasaré toda la vida, como aquel que busca el agua buscando una bulería. Pase por el estanco, los cigarrillos se menean, los puritos daban saltos. Paso por tó, pero por eso no paso yo.
Pena me da de mi padre, su camina tiene sucia sin nadie que se las lave. Penitas mortales, las que se llevan por dentro y las lágrimas no salen. Pensando en su destino, una mujer que bebía, se emborrachaba y veía en el reflejo del vino al hombre que ella quería. Permita dios si tú vienes con intención de dejarme, que a la mitad del camino se abra la tierra y te trague. Permita dios y te vea, rodando de mano en mano, como la falsa moneda. Personas que se han querido y se encuentran por la calle, o se mudan de color, o se hacen un desaire. Ponte a pensar en mi querer, de tanto pensar yo en el tuyo, loquito me voy a volver. Por la calle paseando, los pasitos que tú das, uno a uno voy contando. Por allí arribita viene la pícara de tu madre, los demonios se la lleven. Por dios gitana, no me hagas que te lo diga, que se me nota en la cara. Por dios no me desampares, que ya no tengo el calor de mi pare y de mi mare. Por dios que no te miento cuando yo te digo a ti, que me muero de tormento por tenerte junto a mí. Por el caudal que yo tengo te tengo a la vera mía, y si no fuera por esto otro gallo cantaría. Por la calle abajito va quien yo quiero, no se le ve la cara, lleva sombrero. Por la calle de los celos, te he visto enredada con otro, hablando siempre te veo. Por la calle Elvira quiero verte pasar, para sufrir tus muslos y ponerme a llorar.
@letrasflamencas 2011 Por la ley que procesamos, tú me quieres, yo te quiero, pero nunca nos casamos.
Por verte la cara diera, un dedito de mi mano, el que más falta me hiciera.
Por la mar chica del puerto andan buscando los buzos, las llaves de mis recuerdos, se le ha borrado a la arena la huella del pie descalzo, pero le queda la pena y eso no puede borrarlo.
Porque a los niños, antes de darle teta dadle cariño.
Por la orillita del río, viene un gitano sufriendo de amores, de hambre y de frío.
Porque no sinelo gitano dicen que no se cantar, quién ha dicho que el flamenco es de unos pocos na más.
Por las trenzas de tu pelo un canario paseaba, se detenía en tu frente y de tu boca bebía, creyendo que era una fuente.
Porque se ha escondido el sol, se queda muda de pronto la flauta del gorrión.
Por llanto iban mis ojillos a la fuente del querer, cuanta más agua cogían más veces querían volver. Por lo libros sabía de que el demonio existía, pero que no era casao, que vivía aquí en la tierra y que dormía aquí a mi lao. Por los andares que tiene, seguro estoy de que es ella la que por la calle viene. Por mi puerta pasó, un gitano canastero y a mi hermana se llevó. Por mi salud yo te juro, que eres pa mí lo primero, que me duele hasta la sangre de lo mucho que te quiero. Por muy guapa que tú seas, no me voy a ir con la guapa, antes prefiero la fea. Por rebelarme me han dado, tantos palos como al mulo, que le repugna el arao. Por ti pierdo la razón, la cabeza y el sentío, el pulso y el corazón. Por ti, las horas de la noche me las paso sin dormir. Por tres duros que le endiño yo al barquero, me afeita las barbas, me peina a mí el pelo. Por tu vera yo pase una y mil veces, ni te miro ni te hablo, no lo mereces. Por verte dinero daba, y ahora por no mirarte flamenca vuelvo la cara.
Porque me olvidé de dios por ti la gloria perdí y ahora me estoy quedando sin dios, sin gloria y sin ti.
Porque te llevo muy dentro, muy bien metida, eres dueña y señora del alma mía. Pregúntale a mi sombrero, mi sombrero te dirá, las malas noches que paso y el relente que me da. Pregúntale si me quiere, como que sale de ti, y si te dice que no, dile qué motivos tiene o qué daño le he hecho yo. Preguntare yo quisiera, los motivos que te he dado pa que tú ya no me quieras. Presume que eres la ciencia, yo no lo comprendo así, porque siendo tú la ciencia no me has entendido a mí. Publiquen los cuatro vientos, que la vida se me escapa de puro arrepentimiento. Puñal de doble filo el querer de una mujer, piensa siempre que el querer está pendiente de un hilo. Pureza y majestad, Chocolate y Agujetas cantando por soleá.
Q Qué alegría ser torero y en la cuadrilla de Paula, salir de banderillero. Qué amargos me saben niña, los dulces que tú me das, desde que sé que el droguero, te los quiere cobrar.
@letrasflamencas 2011 Qué bonita esa gitana, pero que duro tubela el corazón y que bonita la cara.
Qué llevas en los ojos, negro y solemne, mi pensamiento triste, que siempre hiere.
Qué bonita está Triana, cuando le ponen al puente banderas republicanas.
Que me importará a mí, que se acaben los doctores si me tengo que morir.
Qué colorcito de cara, no me lo puedes negar, pasaste una noche mala.
Que me importará a mí, que se sequen las salinas mientras yo te tenga a ti.
Qué cosa más sensible, voy a pelear con la muerte y alcanzarla es imposible.
Que me importará a mí, que Steve Jobs viva o se muera mientras tenga el Albayzin.
Qué cosas dice este loco, que no ha dicho una mentira pero una verdad tampoco.
Qué miraíta me has echado, que me tienes como un lirio de los colores morados.
Que cuenta me trae a mí que pases y no me hables, si yo ni como ni bebo con los buenos días de nadie.
Que nadie hable mal del día hasta que la noche llegue, yo he visto mañanas tristes tener las tardes alegres.
Que culpita tengo yo si no puedo remediarlo, que te quiera es imposible, yo en mi corazón no mando. Qué dolor de pueblo, lo que ha soportao, golpes y más golpes en el mismo lao. Qué es lo que tendrá mi cuerpo, si será algún gusanillo que rolléndome estaba por dentro. Que estás tan descolorida, quién te ha quitado el color, me lo quitó un marinero con palabritas de amor. Qué fatigas son las mías, me han robado de la azotea mi talega de comida. Qué fatiguita más mala, cuando yo miro pal lao y no te encuentro en mi cama. Qué grande es la soleá, en unas bocas dice mucho y en otras no dice ná. Qué grandes son mis fatigas, yo no lloro por las calles pa que la gente no diga. Que importa que mis amigos me saquen a divertir, si cuando vuelvo a mi casa, vuelvo de nuevo a sufrir. Que la luna no es tan buena, no quiero nada con la luna, el sol alegra mis penas y le da mejor semblante, a tu carita morena.
Que no, que te fuiste de mi vera y ya no te quiero yo. Que otros jueguen a la guerra, que yo jugaré a la paz, para defender la tierra, nunca es preciso matar y es mucho lo que eso encierra. Qué pájaro será aquel que canta en la verde oliva, anda y dile que se calle que su cante me lastima. Qué pena grande la mía, nunca más tendré una madre como la que yo tenía. Qué pena más grande tengo, mi gitana esta malita, su vida viene perdiendo. Qué pena me da, ver a los toritos chicos con los grandes pelear. Qué pena que ya no canta, aquel minerico bueno, que el eco de su taranta, con la explosión de un barreno, se le quebró la garganta. Qué rabia a ti te da, servirme de pasa tiempo pero para nada más. Qué te han hecho mis ojillos que tú tanto los maldices, sabiendo que mi persona hace lo que tú le dices. Qué te quieres apostar, apuéstate lo que quieras que yo no me apuesto ná.
@letrasflamencas 2011 Qué triste será en la mar pasar una noche sin luna, pero más triste es vivir, sin esperanza ninguna, acordándome de ti.
R
Quién le puso a tus colores la rueda de mis tormentos, rosa por dios no me llores, yo tengo mi pensamiento cautivo de tus amores.
Ramito de azahar pintado en un papel verde, una Antoñita me mata y una Manuela me pierde.
Quien pudiera, cerrar los ojitos y que el tiempo pasara cuando mis ojos abriera. Quién puede demostrar que cristo no fue gitano ni que sabía cantar. Quien quiera aguantar que aguante, como yo no aguanto más salgo a la calle a buscarte. Quien te puso Petenera no te supo poner nombre, te debían de haber puesto la perdición de los hombres. Quién te puso Salvaora que poco te conocía, el que de ti se enamora se pierde pa toa la vía. Quieres que te quiera loca, siendo como las campanas que todo el que llega te toca. Quiero que tus ojos me miren y me digas si me quieres, no me importa lo que digan, a mi corazón le duele. Quiero quedarme a tu vera, quiero fundirme contigo, quiero que los dos seamos ramita de un mismo olivo. Quiero vivir en paz, no me des guerra, mira que soy capaz de hundir mi cuerpo bajo tierra. Quisiera cariño mío que tú nunca me olvidaras y tus labios con los míos, en un beso se juntaran. Quisiera ser la sangre que te corre por dentro, pa saber lo que tú tienes metío en el pensamiento. Quítate de la puerta, que por culpa de mis celos, la sonrisa de mi cara se viene cayendo muerta. Quizás llegue a convertirme en un loco solitario, por la carga ineludible de haber vivido soñando.
Redoble de campanas, creyeron que era la reina, la reina no era, era una pobre gitana. Reniego de los rosales, no reniego de la rosa que me regaló tu madre. Riéndote de las ducas que son ajenas, en tus carnes no sientas, dios no lo quiera. Romero, santo romero que salga lo malo y entre lo bueno.
S Sabanitas blancas, pinzas de madera, yo me vuelvo loca si no estoy a tu vera. Sale el sol cuando es de día, a mí me sale de noche, hasta el sol va en contra mía. Sale el sol y alegra el día, lo mismo que mi persona si tengo tu compañía. Sale el sol y da en el cristal, si no quebranta ni el vidrio dime qué va a quebrantar. San Roque y Los Barrios son dos puntales, Tarifa y la Línea, tus temporales que cargaíto vienen to tus pesqueros que dios siempre guarde a tus marineros. Se acabaron las porfías, si ti te quiere tu madre a mí me quiere la mía. Se acostumbró el gorrión, al ruido de los coches y no me acostumbro yo. Se me parten las entrañas cuando te veo bebiendo, solito con tus dolores cantando tus penas al viento. Sé que te pertenece, que conmigo solamente se entretiene, pero a mí se me entrega a veces y tú viviendo con ella jamás la tienes.
@letrasflamencas 2011 Se visten de colorao, y yo me visto de negro del pensar que me has dejao.
Si quieres vete con él, y si no quieres no vayas y así sufrimos los tres.
Será que me sobran penas o que yo no sé contar, siempre que cuento mis penas, me salen penas de más.
Si se dice por derecho un cante por soleá, a cualquier flamenco el vello se le tiene que erizá.
Si con el pensamiento se caminara, cuántas veces al día, contigo hablara. Si dios me diera a mí el mundo como se lo dio a la muerte, de este mundo quitaría quien me estorbe pa quererte. Si el cariño se pagara, tú nunca me pagarías, si empezaras a pagarme, precio yo no te pondría.
Si será mala mi suerte que eres nieve y me abrasas, eres el fuego y me hielas, eres mi vida y me matas. Si seremos egoístas, aunque el amor es igual, sólo el nuestro nos parece superior a los demás. Si supiera compañera que el sol que sale te ofende, con él yo me peleaba aunque me diera la muerte. Si tanto me quieres, no me des más golpecitos en el sitio donde duele.
Si el hablarte me costara un cacho de corazón, entero me lo arrancaba, por darle conversación a los ojos de tu cara.
Si te llamas Dolores tírate al río, y coge camarones con el vestido.
Si el rey de España perdió el peñón de Gibraltar, que tú te pierdas conmigo dime a quién le va a importar.
Si tú fueras buena gitana y la sangre a ti te hirviera, tú harías tu ropita un lío y conmigo te vinieras.
Si la ves le das memoria, pregúntale si se acuerda de la vez que fue mi novia. Si me crujieran los huesos como crujen los piñones, no me dolería tanto como tus malas acciones.
Si tú me faltaras no sé lo que haría, me volvería loco me quitaría la vida. Si tú supieras de veras lo que yo te echo de menos, de mi lado no te movieras.
Si ni yo mismo me entiendo quién me va a entender a mí, que digo que no te quiero y estoy loquito por ti.
Si tú supieras de veras, las veces que te he rezado, algún casito me hicieras.
Si no puedo tenerte, a un rincón solo me voy hasta que llegue la muerte.
Si vendiendo yo mis carnes tuviera alivio mi pena, a la voz del pregonero mis carnes yo las vendiera.
Si no vienes da igual, porque sentirás como paso la noche echándote de menos.
Si yo pudiera ir tirando mis penas por los arroyuelos, hasta el agua de los mares iban a llegar al cielo.
Si otros no buscan a dios, yo no tengo más remedio me debe una explicación.
Si yo supiera las lenguas que de mí murmuran, por el centro las cortaba, pa dejarlas mudas.
Si preguntan por quién doblan del convento las campanas, dile que doblando están a mis muertas esperanzas.
Si yo tuviera la luna, se la daría a mi madre que siempre se acuesta a oscuras.
Si quieres venir a buscarme ya sabes dónde me encuentro, en el barrio Los Pastores en los pisos los maestros.
Siempre comprándote gafas, te matas a tropezones, yo no sé lo que te pasa. Siempre lo decía mi mare, cabrita que tira al monte no hay cabrero que la guarde.
@letrasflamencas 2011 Siempre se rompe la cuerda por el lado más endeble, por eso siempre a los pobres le dan los golpes más fuertes.
Tan grandes son mis duquelas que ya no me caben más, yo me estoy viendo malito de muerte en un hospital.
Siendo el pueblo testigo de mi alegría, a cambio sólo me daba, su hipocresía.
Tanto roneo al pasar pa que lo quiero, si a la hora de la verdad te puede el miedo, será que no es de verdad, aventurero.
Siendo las primeras piedras que formaron tus cimientos, ahora se ven desgastadas, todo lo destruye el tiempo. Siento que la vida me la ha regalado el viento, son las huellas de tu amor que llevo dentro. Siento que nuestro amor ya se ha perdío que donde yo bebía agua ya no existe ningún río. Sirva de aviso, a mayor confianza mayor peligro. Sólo al viento le confío que te llegue mi palabra, tan veloz como un suspiro y tu corazón lo abra. Sólo cuando estás bebida te acuerdas de mi querer, permita dios que te bebas Sanlúcar el Puerto y Jerez. Sólo nos queda la rumba y una buena bulería, un bailecito por tangos y el cante de Camarón. Sombra de mi sombra, pena de mi pena, cómo echo de menos cuando estoy a solas con tus carnes morenas. Son cositas diferentes que aportan mucho cariño, un balón y una guitarra siempre gustan a los niños. Son las cosas de la vida, en el juego del amor unos ganan y otros pierden, y yo lo he perdío tó. Soy como el oro, cuanto más me desprecias, más valor tomo.
T
Tarde de abril, dejó de llover, brisa morena, campos de miel, suena a tu tierra, huele a Jerez, tócame Diego, que te quiero ver. Te lo dije en una broma, tan en serio lo has tomado que por mi puerta no asomas. Te lo he dicho una y mil veces, te quiero porque te quiero, me da la gana quererte. Te pones de muy mal genio porque yo te quiera tanto, piensa tú que nunca ha sido por mucho trigo mal año. Te pones por las esquinas a decir que nos me quieres, tú te portas mal conmigo, malas puñalás te peguen. Te quiero y me moriré queriéndote hasta la muerte. Te quise sin darme cuenta, ahora que quiero olvidarte que trabajito me cuesta. Te quisiera preguntar, si cuando me ves te alegras o te sirve de penar. Te tiene que faltar, la alegría y el dinero, la salud y la libertad. Te tienes que quedá, con el dedo señalando como se quedó San Blas. Tengo celos hasta del broche que llevas en la pechera, porque vigila tus senos y tus carnes de canela.
Tabernero dame vino, tabernero, quiero olvidar a esa niña y olvidarla yo no puedo.
Tengo el gusto tan colmao cuando me encuentro a tu vera, que si me mandan la muerte no creo yo que la sintiera.
Tampoco que agradecerte, nada tengo que envidiarte, si me entero de tu muerte yo diré que en paz descanses, si vives pues buena suerte.
Tengo el orgullo de ser un trovador andaluz, me sobra a mí con tener un cielo color azul y un gazpacho pa comer.
@letrasflamencas 2011 Tengo en mi casa un almendro, el que entra y el que sale almendras sale comiendo. Tengo en mi casa un pedazo de cielo, por si tú quisieras ir en una nube de tu casa a la plazuela. Tengo pueblos hechos de cal, mil coplas hechas poesía, yo tengo pa dar y regalarte… soy la vieja Andalucía. Tengo un hermano loco, yo no me caso en la vía por no verme como él, loco en la flor de la vida. Tengo un querer y una pena, la pena quiere que viva y el querer quiere que muera. Tengo una pena muy grande, a la tierra me la llevo, yo no se la cuento a nadie. Tengo yo mi corazón, más fuerte que las columnas del templo de Salomón. Tienes que considerar que como yo te he querido nadie te querrá jamás. Tienes una cinturita, que anoche te la medí, con vara y media de cinta, catorce vueltas le di y me sobró una mijita.
Toíto te lo consiento menos faltarle a mi madre, que a una madre no se encuentra y a ti te encontré en la calle. Tú cogiste la guitarra, yo canté por sevillanas, y bailaron las estrellas, desde el cielo nos miraron. Tú dices que te he querido, siendo verdad que te quise pero ya me he arrepentido. Tú el agua, yo la corriente, tú la joya, yo el joyero, tú el pueblo, yo la gente, tú la máquina, yo el fuego, tú el pecado, yo el penitente. Tu gente va publicando que soy borde y malnacío, como no me considero me hacía el desentendío. Tu madre no quiere a nadie, tu madre lo que camela son billetes de los grandes. Tu madre siempre enredando, quiere que siempre le cuentes los pasitos que vas dando. Tú me besas la boca, me muerdes los labios, me gritas y me lloras, tu vida es un agravio. Tú me lo venías haciendo, por delante buena cara, por detrás venías riñendo.
Tiré chinitos al río se pararon en la presa, por mucho que te he querido, olvidarte no me pesa.
Tú me lo vienes haciendo, por delante buena cara, por detrás me andas vendiendo.
Tiré el dinero mil veces, porque aquel que está queriendo, hasta el dinero aborrece.
Tú me pusiste un café, como no le echaste azúcar, amargo me lo tomé.
Tiro piedras por las calles al que le den que perdone, la cabeza tengo loca de tantas cavilaciones.
Tú misma te has retratado, cuando al pasar por mi puerta ni si quiera me has mirado.
Tita María, la mancha de la mora, cómo se quita.
Tú no lo sabes, eres la causa de todos mis males.
Toda culpa no fue mía, culpa tuya también fue con tus celos y manías.
Tú no te llamas María, ni Carmela ni Pilar, te llamarán cada día como te quieran llamar, por ser mujer de la vida.
Todos los pasos que doy se los cuentan a mi madre, como si mi madre fuera con un cuchillo a cortarme, mis carnes no le dolieran. Toítas las cosas vuelven a su sitio, pero las nuestras no vuelven con lo bonitas que has sío.
Tú no tienes la culpa ni yo te culpo, de las malas lenguas que hay en el mundo. Tú pena es muy mala, la mía es muy grande, se la cuentas tú a tu gente pero yo no tengo a nadie.
@letrasflamencas 2011 Tú piensas que soy de hielo, que nunca me duele nada, tú sabes que tengo sentimientos aunque a veces no mida mis palabras. Tú presumes porque vales, siendo la piedra más chica de la acera de mi calle.
Una gallina me espera en medio de un llano, dime tú quién se resiste siendo gitano. Una mujer, un cañón y un puñado de valientes, hicieron en Zaragoza retroceder a los franceses.
Tu risa me hace libre, me pone alas, soledades me quita, cárcel me arranca.
Una noche tormentosa quise dormir y no podía, soñé que estabas con otro y hasta la almohada dormía, los celos me vuelven loco.
Tú te tienes porque eres una serrana muy grande, vienes de poner bandera donde no la ha puesto nadie.
Una pompa de jabón con el arco iris dentro, pura libertad que huyó hasta meterse en el centro, del muro de una prisión.
U
Una vez que te dije péiname Juana, me tiraste los peines por la ventana.
Un día me preguntaron dónde se encuentra el amor, el amor es una fiesta donde baila el corazón. Un niño al rayar el día, sobre una manta lloraba, pidiéndole al suspirar, resucita mare mía y acábame de criar. Un niño chico a su madre le estaba pidiendo pan, cuando lo vio de llorar la madre se echó a la calle, para venderse o robar. Un querer me está poniendo en los ojos luz de aurora, ansias de cielo en el alma, gustito a miel en la boca. Un rayo ilumina rasgando el cielo, y un gran trueno ha rugido, ha tronado, su guitarra ha gemido cuando Moraíto chico se ha marchado. Una botella de vino y unas palmas a compas, una voz jonda y flamenca, cantando por soleá. Una casita en el barrio de Santa Cruz, un ventanal y un pequeño patio andaluz, enredadera que sube por la escalera.
Unos prefieren quedarse aunque no puedan vivir y yo prefiero la muerte, antes de seguir así. Uvitas negras de Los Palacios, las comían las gitanas dulce y despacio.
V Va a haber una ruina grande, el niño quiere a la niña, la niña no quiere a nadie. Vas diciéndole a la gente, que el corazón tienes medio partío, y el mío lo tengo partío en veinte. Ven aquí remediaora y remedia tú mis males, que si tú no los remedia, no me los remedia nadie. Vengo de mi Extremadura, de ponerle a mi caballo de plata las herraduras. Venía diciendo la gente que habías hablado mal de mí, mira mi buen pensamiento que no lo esperaba en ti.
Una cordera, de tanto acariciarla se volvió fiera.
Ventanas a la calle son peligrosas, pa las madres que tienen niñas hermosas.
Una farruca en Galicia amargamente lloraba, se le había muerto el farruco que le tocaba la gaita.
Veo en ti un manantial viviente, el flamenco va contigo y nunca muere. Verde y blanca es mi bandera, y la quiero con el alma aunque sea un cacho de tela.
@letrasflamencas 2011 Vienen a decirme a mí, de la manera que yo vivo, no se puede ser feliz. Vino que no tenga grados, pastel que a dulce no sabe, cariño por interés, no lo des que no lo vale. Vivo con la ilusión de que llegue el día porque por las noches sueño que tú me olvidas. Vivo en un cuento de hadas que es mejor que un lindo sueño, el sol es de oro fundío, la noche de caramelo y yo me quedo contigo. Voy a perder la razón porque ni los locos sufren, lo que estoy sufriendo yo. Voy andando por la vida, con las ilusiones muertas y la esperanza perdida. Voy como si fuera preso, detrás camina mi sombra, delante mi pensamiento. Vuelve otra vez a ser mía, vuelve otra vez a ser buena, pero vuelve arrepentida María Magdalena.
Y
Ya no son las mismas flores la que están en tu ventana, van cambiando los colores como tu cara gitana, María de los Dolores. Ya no tengo más remedio, que agachar mi cabecita, pensar que lo blanco es negro. Ya nunca podrás saber, si yo te sigo queriendo o te he dejado de querer. Ya sé porque se me ha puesto esta gitana tan borde, porque yo la estoy queriendo teniendo quien se lo otorgue. Ya sé que contigo no me he de lograr, mis penas nunca van a menos, van siempre a más. Ya sé que ha sido por consejo y también por interés, con otro hombre te has casado, al que no puedes querer, porque no me has olvidado. Yo creía que el amor era cosa de juguete, ahora veo que se pasan las fatigas de la muerte. Yo había comprado un pañuelo, pa ponérselo de noche a mi flamenca en el pelo. Yo lucho contra mi suerte, si no me puede el destino yo no le temo a la muerte.
Ya es que no distingo yo como era la luz del día, a mí me alumbra un farol, tengo la vista perdía, tan sólo veo resplandor.
Yo me arranco si un grito estos ojos pa no verte y puñalás me quito la ilusión de verte.
Ya llegó la navidad, y todos los primos juntos lo vamos a celebrar.
Yo me encontraba muy solo, tú me has devuelto la vida, contigo todo lo quiero, las penas, las alegrías, niña tú eres mi tesoro.
Ya no me cantes cigarra ya para tu sonsonete, que llevo una pena en el alma y como un puñal se me mete.
Yo me voy a la Alameda y allí me pongo a cantar, los ojitos de tu cara no se pueden aguantar.
Ya no puedo con más, mis penitas se me juntan como las olas del mar.
Yo metí a la primitiva y por premio me tocó trabajando mientras viva.
Ya no quiero tus labios porque otros lo han besado, el amor que te tenía con tristeza he olvidado.
Yo no entiendo de colores, sólo me gusta el moreno de las carnes de mi Lole.
Ya no sé lo que es peor, si querer como yo quiero o no tener corazón.
Yo no le temo a la muerte porque morir es natural, le temo más a las cuentas que a dios le tendré que dar.
@letrasflamencas 2011 Yo no le temo a la muerte porque morir es natural, le temo más a la vida, porque no sé dónde voy a llegar con esta cabeza mía. Yo no le temo a los rayos ni a los grandes temporales, le temo más a tus ojos cuando no quieren mirarme. Yo no le temo a los rayos, porque tienen luz y brío, lo mismo que mi caballo. Yo no le temo al castigo y en medio de la calle Nueva, me paro a charlar contigo. Yo no me pongo en el pelo cintas de color grana, hasta que no vea venir a mi novio de La Habana. Yo no sé de que ronea, si no quiero estar contigo, eres tú quien no me deja. Yo no sé de que roneas, si fui yo quien lo dejó cuando vi lo que tú eras. Yo no soy aquel que era, ni el que debería ser, soy un cuadro de tristeza colgaíto en la pared. Yo no soy un animal que se calla por un pienso, porque tengo en mis adentros una disconformidad que me sirve de alimento. Yo pinté tus iniciales con mis manos en la arena, y dejé un beso en la espuma junto a la orilla serena. Yo quise olvidarte un día y los mares se secaron, hubo un eclipse de sol, las corrientes se pararon y entonces me paré yo. Yo sé que tú lo pensaste, que mi barquillo velero surcaría los grandes mares, y no hago más que dar vueltas en lo alto de un estanque. Yo te agradecería que no me nombraras más en los restos de mi vida. Yo te lo digo niña como lo siento, meridiano y claro, como lo siento, puedes estar segura que no te miento. Yo tengo una chabola que está al ladito de un río donde tengo yo a mi madre, a mi mujer y a mis hijos.
Yo voy a la fuente y bebo y el agua no la aminoro, lo que hago es aumentarla con las lágrimas que lloro.