Saturno en vela

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Maquetado y publicado por:

libreconfiguracion.org

Dise帽o y maquetaci贸n: Quino Romero Ruiz




Saturno en vela Carlos G. Torrico



conmigo vencen los misterios que desde fuera de esta marea nos asombran como animales dementes, con un buen apetito por la vida

flotĂŠ en preguntas efĂ­meras para un padre. ahora son grandes huecos reinan en una laguna negra profunda e insondable. duermen todas en el fondo ya no puedo alcanzarlas

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quién dicta hermosos juegos escritos en la mesa por un furtivo alumno. un pupitre con ventaja sería si andáramos mirando al suelo.

los perros desencarnados no habitan los cementerios sólo ladran tras la tapia.

el viaje que hiciste despierta a esos muros de sangre te enseñó el grito de la piedra sobre la carne

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los recuerdos del sueño nos advirtieron: las camisas de fuerza pueden con todos.

eran recuerdos del sabor de una lengua amarga aunque delicada. la de ese ángel despierto amigo cálido enseñante.

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entonces el apetito no preguntaba quienes éramos sencillamente se apartaba del camino. la fruta surgía dulce al recordar al recordar hacia afuera. surgía el rayo y caía la manzana. el mundo era un padre solitario y allá en nuestro destino sonaba música próxima al momento y éste corría a mordernos rabioso. de ahí que andáramos con hambre.

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aquel hombre era destino recuerdo del futuro. caminaba cabizbajo murmurando versos satánicos. los perros huían los niños se acercaban y le daban algo de pan. él paraba un momento sacudía su abrigo y levantaba la vista. les contaba su muerte que olvidaban enseguida corriendo a casa.

observo estos matices a través de tus ojos. mala enseñanza es culpable de mi ignorancia mirándote.

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el pequeño llanto que al nacer diste es tu nombre en una lengua que nadie aquí recuerda.

bajo nuestro delicado apetito aún no se introdujo la amargura de un grito deslizándose como un vino viejo que desgarra la garganta. como tragar tierra

disfruta del difícil pétalo de una flor que hervirá pronto en la infusión que será cataplasma de tu vejez dolorida.

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la suave caricia de la pena otorga belleza al misterio cuando el golpe de la malicia siembra la marea de pesares.

siempre después del destino te reencuentras con los recodos, imperceptibles testigos de tu camino. mucho más fiables que tus propios recuerdos.

cuando salgo a golpe de piedra la herencia de mis hermanos se nubla como la vista de un viejo. sobre la lápida que parto las flores no esperan ya que el recuerdo es más liviano que una brizna de ceniza.

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juego con los colores que seduzco para mis sueños. sin esas pinturas serían mosaicos grises y quietos con teselas de aburrimiento. sueños de patio de cárcel

un funámbulo acude portado por su cable hasta una tienda de lámparas. allí pide al tendero un farol específico para caminar hacia atrás en la oscuridad, en las alturas. al pagar, ante la estupefacción del paisano al verle vara en mano en equilibrio el funámbulo le comenta que no debe preocuparse, que los funámbulos siempre tienen fondos.

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un hombre y un lugar. estĂĄs bien en el infierno rodeado de ĂĄngeles de sangre. nosotros vamos diciendo: -una lengua no marca el tiempo. lejos estĂĄ el cielo con su vestido azul, mirando la luna para que su leche encienda en cada fruta su momento.

mi mente hierve con mi mano sobre un pecho, que necesita caricia. rasgando, apretando el cuerpo de un rey manchado. una mĂşsica lo atraviesa en carne y alma.

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preguntá! siempre a tu cuello sensible si tu alma suave, quiero. deslizando, agarrando la sacudida de tu jardín donde no hay lugar para las piedras muertas más allá del cuerpo. lejos de tu fresca tierra, los labios del ahora aunque estén mal aquí nunca serán los mismos. más que en tu mojada belleza sin ya apetito.

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entre mis caricias profanas se deslizan con calma como niños mis besos hasta tus labios. los brazos buscan calentarse para dormir dentro tuyo. y en mi mente se muestra la cama sosteniéndote. mi mirada cruza entre estrellas apagadas hasta ti.

en un mundo mejor las borracheras no son más que viajes de lloros, en los que conmigo esquivamos el frío destino de Poe. yo sobre la fiera cabalgo en alcohol. las flores con pétalos de absenta lucen hermosas y nos favorecen echándonos fuera del juego.

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luz! estoy aquí sin jade ni más piedra preciosa que la felicidad que eres. tan dulce como gotas de una rosa que reina brillante hasta el tiempo en el que los golpes deliciosos del sexo encienden mi vida. vamos todos tan rápido que muere en nuestras lenguas ya la pasión. luz! sólo los perros mienten en la oscuridad cuando no te encuentran en los callejones.

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tenemos sombras que hicieron nuestro cuerpo desde dentro. pero reina aĂşn un suave ardor, sentimos entre las ropas un despertar del alma que emite un blanco gemido corriendo de vuelta. al cĂłmo mostrarnos aquĂ­ la quieta felicidad escrita en versos que beben de la misma vida. pero preferimos permanecer atados a esa forma oscura.

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diciembre conmigo es como un duro animal habitando en el frío. nunca baja al valle tras una huella en la oscura niebla. por la mañana un cuervo despierta sobre la piedra desnuda. mientras, aún descansamos encendidos sobre el lecho de un río ausente. hacia arriba van siempre las almas de esos cuervos que mueren. recuerdan su vuelta nocturna de la mano de este último viaje.

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tu vientre despertó cuando era espuma un recuerdo dentro de la oscuridad encerrada aún en tu pecho. cogiendo gemidos sordos de las paredes de un cuerpo marchito en desamor. gozo es aquello que pinta de rojo las aguas brillantes de la calma. las horas marean pesares desnudos mueven el frío a sus cumbres tan lejanas a nuestros abrazos. estamos hartos de pétalos el hambre nos puede y nos convierte en caníbales. almas perdidas pasto del fuego.

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ladrones de la vida que nada otorga sin guantes roban lo que nadie quiere lo que nadie tiene. y se enriquecen, no ostentan. no son visibles a la autoridad, no temen. darían el botín a las gentes pero no verían nada en sus manos. reirían nerviosos, tosiendo de ignorancia. ya no hay riquezas en el mundo lo que ninguna alarma protege es lo que más valor tiene. y ellos roban y a nadie le importa.

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algún animal azul vive aún en el mar que somos. creando música en la oscuridad inconsciente. desde el frío lanza su grito se desliza como un rayo en el cielo rompiéndonos por dentro. su destino verdadero se siente más allá del nacimiento. es un perro que enciende una señal en un pequeño nido que es nuestro alma desnuda. y duerme su dolor de fiera en solitario.

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dormimos aquí arriba, preguntándonos cuándo el próximo Edén. y un odio ardiente alimenta un débil fuego permanente en Tierra Santa. una sombra pacífica puede sacudir fácilmente algo dormido. la piel amarga de ese ángel que es la tranquilidad. nada tenemos si no su delicada muerte una y otra vez.

enojada niña: ¿en qué momento has bebido de las estrellas dulces soñando como mujer que viste una encendida primavera?

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los recuerdos del sueño nos advirtieron: las camisas de fuerza pueden con todos.

pues no hay cama que despierte con tanta maestría como la propia locura.

el aburrido suicida lee un libro en su cornisa no son horas para llevar a la calle un momento dramático la falta de previsión puede llevar al traste cualquier final

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melancólica suerte la de una larga vida llena de noches aparte de artefactos inútiles prescritos, proscritos. con atardeceres marchitos al final grises, en su frío implacable. sólo oscila el mágico trasfondo si las palabras falsean la vivencia de un triste niño.

un cristalino hecho pedazos inconcebible a tus ojos llamado a la expulsión reprimida de la mirada. allá donde el párpado no alcanza porque la culpa abarca toda la vista del verdugo durmiente.

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la loca posibilidad mezclando recuerdos es la literatura en tus labios. contando ternuras de instantes ebrios y heroicos viajando a ultramar buscando conclusiones que son humo a tu llegada. efluvios de aguas profundas, venenos de dudas al ver que nada concluye. el suspiro de tu bĂşsqueda, nada mĂĄs. todas las habitaciones tienen la misma puerta.

tiempo preso es la plata de un suspiro tuyo

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índice conmigo vencen los misterios 7 floté en preguntas 7 quién dicta hermosos juegos 8 los perros desencarnados 8 el viaje que hiciste despierta 8 los recuerdos del sueño 9 eran recuerdos 9 entonces el apetito 10 aquel hombre era destino 11 observo estos matices 11 el pequeño llanto 12 bajo nuestro delicado apetito 12 disfruta del difícil pétalo 12 la suave caricia de la pena 13 siempre después del destino 13 cuando salgo a golpe de piedra 13 juego con los colores 14 un funámbulo 14 un hombre y un lugar. 15 mi mente hierve 15 preguntá! 16 entre mis caricias profanas 17 en un mundo mejor 17 luz! 18 tenemos sombras 19 diciembre conmigo 20 tu vientre despertó cuando era espuma 21 ladrones de la vida que nada otorga 22 algún animal azul 23

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dormimos aquí arriba, preguntándonos 24 enojada niña: 24 los recuerdos del sueño 25 pues no hay cama 25 el aburrido suicida 25 melancólica suerte la de una larga vida 26 un cristalino hecho pedazos 26 la loca posibilidad mezclando recuerdos 27 tiempo preso es la plata de un suspiro tuyo 27

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