BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CIHLE
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Obras de
Isidoro Errázuriz Discursos Parlamentarios ToMO II
Recopilados po r
DON LUIS ORREOO LUCO
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IMPRENTA BARCELONA Monèda esquina San Antonio Santiago de Chile. Año 1910 -
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE ?
VOLUMEN
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Saotjago, Noviembre 10 de 1908.
Ttmiendo presente: P1tlMEl<o.--Que la producd6u intelectuaL de Chile durante los cien de vida independiente que la República está. próxima â. c?mplir COt1?. tituye, así por el número y variedad de Ù!S.obras ?omo por la lmporta?cia y entidad de las materias, una de las manlfestaclOnes más caracterlsttcæ.\ y hOTUrnlas del progreso nacional; SU:GUNoo.-Qne e'ita producción noca suficientemente conocida yapre. ciada en el paí$,"y aun menos en el extranjero, por cuanto se halla e5par. iti'ios
cida en ediciones Ó publicaciones aisl?tlas, algunas de las cuales cstån agotadas ô son de dificil adquisición, lUlciéndose en todo cas,o ?ecesa.rio incorpurarla en un cuerpo de pnblicirlad que la pre5ente, debIdamente seleccionada, hajo IIn orden metódico de materias, de autores.y de fechas' TRR'CERo.-Que tanto l'n cumplimientu <..le ]O? deueres educaciouales que la Constituci611le impone, corno en estímulo de la propia producción intelectual del país, incumbe al Gobierno difunùir el conocimiento de los escritores que han ilustrado las letra,g nacionales 6 rea,lizado esbJdios de mérito en 105 diversos ritmos del saber; ., _C?ARTo.-Que el cumplimiento de tal deber permite á.la vez iniciar la realización de este propó?ito como uno de los mås elevados y significa. tivos homenajes que la na.ción pneda tributar al centenario de su independencia; QUINTo.-Que desde varios años atrás las leyes ùe presupuesto vienen consultando sumas de dinero más 6 menos considerables para costear la publicación de obras dI'! determinados autores. sin ohedecimiento å un plan y selección sistemáticos; y SEXTo.--Que con tales cantidades, y alÌn sin perjuicio de mantener la publicación ya iniciada de ciertas obras, puede sobradamente efectuarse la edición paulatina y metódica del gran conjunto de la producción intelectual chilena, en la forma que ei presente decreto determina, decretl): l.-Estahlécese, con el nombre de oBiblioteca de Escritores .de Chile., una publicación perminentedestinada â. coleccionar, previa selección, las ohra!> escritas en e pais y las de autores chilenos publicadas en el extranjero. H.-Esta Biblioteca c.omprellderå la producción posterior al I8 de septiembre de I8ro; ninguna obra podrå incorporarse en sus ediciones sino después ùe fallecido el autor. [ll.-Una comisión espcl:Îal ]?ermanente, compuesta del Ministro de Instrucción Pública, quP la presidirá. del Decano de la Facultad de Hu. manidaeles, que será S11 Vîce.prcsldente, del Secretario General de la Uni. versìdarl. del director de la Bfhlioteca Nacional y de tres pusonas desig. nadas por el Presidente de la República, tendrá. a!';u cargo la pnblicõ:lción de la Biblioteca, determinando las obms que deban insertarse en ella, lo..:;: detalles relativos á BU edición y reparto, y todo 10 demá.<I que á ta) publi. cación se refiera. La cornJsión tendrá, además, un secretario, l V.-Las obras tic cada autor irán precedida.? rle un estudjó biográfico y crítico, cuya redacción se encomendará por la comisión permanente de la. Biblioteca: á la? penanas que juzgue id6nea.."I. V.-De cada ílutor seeJigirán aquellos trabajos que por su mérito mhínseco, ô por revelar el estado decnltura ô m?ntaliùad de un determinado pedado de la historia patria. sC estimaren dignos de ser reproducidos. VI.-Los' volúmenes se imprimirán en formato de cuarto menor, á dos columnas, con tipo del nlÍnlero 9, interlineado; y sus demás condiciones de impresî6n :>eràn también uniformes cn toda la. serie. Ningún ejemplar sc entregiLTá á la circulación sin pasta. .
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de ejemplares de cada edición no bajará de tre't miL VIL-El número repartirán gratuitamente ej?mplares de cada uno òe los voVIll.-Se á lag de todos de Biblioteca ã todas lag bibliotecas pública.s,
la Itímones á los establecimiento" fiscales de enseñanza., las oficinas de las Legaciones á las principales academias e: illStitude consula.dos profesión, chilenas y tos cjentíficoo extranjeros, y álas sociedades nacionales obrera!'; de instrucción COI1 personalidad juridica. queIX.-DeI resto de la edición se reservará uua tercera parte, que ÙÛ Insuará. á disposición del Gohìerno, en los almacenes del Ministerio á de trncción PÚhlica; y el remanente se pondrå venta, al precio de costo 1&1'1 libreria...c; del pa{s ó de-I extranjero que la comisión cada ejemplar, en 1;1 carátula el precio de venta. designe. Cada ejempJar llevará impre.so en de la venta y de las comisioncs corrientes en el coX.-Del producto una plamercio que se paguen a las librerías, se enviará trimestralmente el cual ordenará su Instrucción Pública, de al 1Hnislerio detalladi\ ama p1lblicación en el Dia'rio Oficial.
se reunirå podo menos XL-La comisión permanente de la Biblioteca de sus miembros. una vez al mes y podrá celebrar sesión con tres eJe secretario tenrtrâ directamente á su cargo la recolección XIL-El las la de publicación los impresos ó manuscritos que se necesiten para obras, la correcciÔn de las pruebas y la vigilancia de la impresión. Le 9.0y la. rresponderá. asimismo, llevar las actas de las sesiones de la comisión de las disponga. al de reparto de atender, que ell;l los fondo!; contabilidad á los trabajo!:! de redacción y demåJ:I que se le y de la Biblioteca, obra? encomienden, En el desempeño de todas estas funciones proooderá con arreglo â las in..ttucciones de la comisi6n. é insértese en el Boletlrl de las Tómese razón, comunlquese. publiquese del Gobierno. Leyes y Decrelos
Sudn: Mujica.
l'.'10NT"f,
Valparaiso. 19 de Ma.yo de 1909.
Núm. I,8SI.-Teniendo
presente:
la PRmERo. Que la comisión permanente encargada de organizar del Chile ha Go. acordado Supremo de solicitar Biblioteca de Escritores al bierno la modificación del decretú de 10 de Noviembre de 1908 en orden eleRillo dicha y al formato comisión número de miemhros de que consta para editar las obras que formarán la Biblioteca; la comisión per. SEGUNDo.-Que -para 'el expedito funcionamiento de de miembros que la el nÚmero conveniencia en aumentar manente hay z:?qnieran frecuencia á scsionar con que la de pueda fin que componen, "'.las necesidades del servído: el objeto TERCK'Ro.-Que hay también conveniencia manifiesta, da.do formato el pri-Biblioteca, modificar en que !:!e tuvo en- vista al crear esta el con de las cual no cumple edición obra!!., la adoptado para mitivamente á comisión todas las condiciones prácticamentc convenientes juicio de la -
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expresada., Decreto: Créanse dos nuevas plazas de miembros de la comisión permanente de Chile. encar/{ada de la orga.nización de la Bibliotcca. de E."critore.s AdÓptase como madeja para la edición de las obras <J..ue compondrán la Biblioteca, el formato de los volúmenes de la Colec.c'lón de los mefores aulo,'t'$ 6?þañotesde don Euge:aio de Ochoa, edición Baudry, octavo fran-
cé-s, con ?as modificaciones que señale la comisión permanente. é insértese en el Boletín d81as TÓn1e>1e razón. comuniquese, pub1íquese Leyøsy Dec,d,s rIel Gobierno.
MONTT.
Jo'g? llune"14s G.
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La solución de la Guerra del Pacífico SESIÓN DE 9 DR AGOSTO DE
El señor Erråzu/'iz (don lsidoro).-Cuando con el trascurso de los AÌLOS llegue para este país la hora de las apreciaciones respecLo de los nutables sucesos que recientemente han teJùdolugar; cuando las generaciones venideras l1amada!'l á jlf,zgar á los hombres y á l?s aconlecimie.ntos ocurridos en estos últimos tiempos, se agrupen á la sombra dcl árbol de la grandeza de Chile y recorran las påginas de nuestra historia, es indudable que, poseidas de justo orgullo nacional, no sabrán qué admirar más, si el esfuerzo heroico ùe ií'uestro?marinQS y soldados1 ó la abnegación y constancia con que este ';1.
pucblo'âceptó ]08 inmensus sacrifìeios que la guerra le impoqué si nía; no sabrån admirar más, el valor indomable de?plegado en el mar y en los eampos de batalla, ó la sensatez y
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cordura manifestada por el país ellla contienda; no sabrán qu? invo?ar como la causa más justa de su nat.ural admiración, si la pl1janza y hazañas de nuestro Ejército y de nuestra Marina, ó la firmeza y la int.oJigencia con que el Congreso y]a opinión pública han sabido manejar las armas del derecho.
En toda circunstancia grave y decisiva pant la vida de Un pais y que aebe influir en los destinos de llna sociedad civilizada, se Pl'onuncian dos tendoncias distintas y contrarias: una que mira y jU7.ga las cosas por el lado triste, que exagera lus peligros de la situación y que todo lo vo de color sorn],1'10; Y la otra que trata de infundir todo el aliento viril y focundo á los hombres, que disminuye las dificultades, que ERHoÁZURIZ.-T,11,
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empequeñece los obstáculos, y que, animada por un ver da?>dero patriotismo, por el sagrado fuego del afnor á la patria,
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todo lo vence y allana. Estas dos tenuencias 8? han encóntrado representadas en Chile y por ]desgracia l? primera do esas corrienl?s, la que se inclina á cedel' la mitad de la capa, con tal de <con?'erva[' la otra miLad;ha Lenido numerosos rúprc&cntantes. y como en 01 Congrcso y On la opinión pública prevalecia la tendencia opnest,,?1 nació de ahí una ser?de campañas internas y de combates en el campo de la discusión y de la prensa. Así su? cedió aún antes de que zarpara de Val paraíso la expedición que debla ir á Antofagasta; y cuando rotas las hostilidades con las dos naciones aliadas contra Chile se trató de pasar de Antofagasta á ocupar una parto del territorio peruano, la lucha interna de esas dos corrientes fué ya mucho mayor; y más tarde, después de las,þril1anles victorias obteniùas por Chile en;Teene y Ariea, llegó el momento en que el ehoque de esa oposición de tendencias fué más violento y se levan? tarOIl tempesLades tanto en este recinto como en la opinión púhliea. Pero al ealor del santo patriotismo, al impulso generosodc los corazones y de las yoluntadeg, los fantasmas se disiparon, las negras nubes que empañaban el azul del horizonte desaparecieron y se vió"?claro el punto adonde debía
dirigirse el golpe ,
final.'.
En el curso' general de
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lo? acontecimientos' humanos-
la
verdad resulta de estas dos corrientes ótendencias opuestas. Si ep l?/gucr?aactual se hanproducido largas demoras; Bi despllé? de Tarapacá, en lugar de dos m,?scs se empleó un año para seguir adelante; si la marcha á Lima demoró cinco Ó seis meses1 justo es también confesar que las vacilaciones á un poderoso desenvolvimiento de las alturas diel'onlugar ? de la energía del pals. Ellas nos han permitido eonocer de '. .? ri! cuánto somos capaces y cuánlo es e? esfuerzo y el poder que esta nación se haBa en el caso. de desarrollar cuando le toca defender su honra y su derecho. El pais y sus representantes fueron felices en el curso de
OBRAS n'E ISIDORO ERRÁZURIZ
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las primeras campañas y lo fueron hasta el fin. Pero la guerra no consiste sólo en las acciones militares; el punLo decisi. VD eRtá más allá de 108 campos de batalla, está en las campañas de la diplomacia, donde puede suceder fácilmente
queen vez de aprovecharse se esterilicen las fuerzas del país, que la sangre de llueAtl'OS valientes soldados y marinos so disipe como el humo ùe 108 combates. Chile necesita saber en el "si el enérgico momento actual esfuerzo que lo impulsó á la
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victoria continuará fìrme y seguro hasta tocar el fin de la cuut;ie"ndaj si prevalecerá el sentimiento de decisión y de vi. Ó á gOl', la tendeneia exagerar,?l peligro y huir de las"difiéul' tades; Chile debe sabor en la llora presente si en esta quinta campaña dom?nará"la corriente del patriotismo ó la tend"enda opuesta. IRecog?rá Chile en ella el fruto de sus esfllerzos? lTermiKará la gherra de un modo proporcionado á los .aorificios de sangre y de dinero que ha hecho el p.i.? ,El país entero comienza â percibirse de' que esta solución debe estar p"óxima y tal vez que ha tardado demasiado. y aqui es del caso d?éÎ?que si se ha prolongado este ?;ltimo período de la campaña! no ha sido sólo por las vacilaciones de las altlJ: ras, sino también porqÜe los partidos se han ocupado "en estos últimos meseS de asuntos electorales. ,?,' J
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lloro era preciso que llegase]a hora en que Gobierno, Congreso y país pusiesen en debate la gran cu.estión. çEn
qué términos debe buscarse la concluS1jÙn de la-?guerra? éCuáles dehen ser Iris condicio?es de la paz? lCon quiénes
tratare-
mos?
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La cuestión golpea á nuestras puertas desde el momento en que nuestro Ejército vencedor entró á Lima. Desde ese instante ha debido haber en el állimll de los gobernantes de Chile, ha debido haber en el Se!lO de! Cóngreso ulla noción completamente clara y definida, prevista de antemano aún, de la manera de arribar á la paz á Chile que tenia dereehu. ,;!" Efectivamente, cuando llegamos á Lima, la pazj y con quién celebrarla, (ué la primera preocupación que tuvieron los directores de los destinos del país. Vencedor nuestro
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ESCRITORES DE CH(LE.
Ejército y vencedora nuestra Madna, dcùíamos esperal' que el enemigo tratase de cscapará las consecuencias de la derrota agravadas con su empecinamiento, por la Única puerta que queda á los vencidos, POI' la ,puerta de la paz, y por consiguiente dehíamos saher ên qué términos la acordaríamos y cómo y en qué fornla dehía venir.
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Aeste respecto creo que era preciso estahlecerunadife;?n' cia muy marcada entm Bolivia y Perú, Creo qne Chile, en uso de los derechos que le dahan sus victorias, los sacrificios que le hahía impuesto la guerra cn sangre y dinero, y sobre todo,: los orígenes ,Sie la guerra misma, dehió siempre distinguir eutre la paz c'òn Bolivia y la paz con el Perú. lCuáles eran nuestI'as relaciones con Bolivia? lExistía entre 'nosoÜ'os y esa RepÚblica el mis,:"o antagonismo de raza y de predominio qu e con el PerÚ? De ninguna manera. Chile y B9Jivia eran dos vecinos, uno de ellos camórrista y pobre, 'mal gobernado y peor aconsejado, que entró en,la consiguiengùerra por instigación del PerÚ. tira pr6ciso, por tener 'riresente el principio de la te, al restablecer la
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paz,
e'óntien,da y buscarse una solución propia de tales anteeedentes."!.iu arreglo genc}'oso con el vecino pobre: rectifica. ción de fronteras, algo !1ue le indemnizase sus pérdidas y le permitiera desarrollar !HJ progreso, y en fin, un tratado de
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comercio y amistad que lo canbiase de un vecino odioso en 'un vecino tranquilo y seguro. Nos encontrábamOiJ en el caso"?, de'-,' ser tolerantes, dH ser magnánimos eOIl BoJjvia, sin sãerifleio ningunu. Nuestro propio interés, por otro Jada, nos aconseja!.>a csa generosidad, fios aconsejaba tener en la república que separa á la Argentina del PerÚ, algo como una cuña que pudiesH ubede'
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eer al manejo de Chile, algo como una H"pmla que en mOmentos difíciles pudiéramos dirigir al norte Ó al sur, segÓn las eireunstancias. La existencia de Bolivia, desligada para siempre del PerÚ, nos importaba tanto como á'los mismos ciudadanos de esa HepÚblica, digna de la mejor' suerte. 'En cuanto al' Perú, la situación,era muy distinta. Pocas
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veces tni el curso?dc los acòntccimiëntos huíÌìHIlU8, si es licito comparar lu pequeiíu eun lu grande, pocas veces la histo-
de las razas produjeron un ria! las tradiciones y los intereses .ó-' antagonismo tan tenaz y tan profundo comu el producido en Chile y cl Perú. Cuando en lontananza apenas despuntahan los primeros albores del porvenir de est.as dos naciones, allá en su origen eolonial, ya se estableció entre ambas Repúblicas una co.
rriente de acero, cuyas olas iban y venían, nevaudo en pos de sí ideas de predominio, de conquista, de vida ó muerte para los dos Estados, La raza precoz y avasalladora de los hijos del sol, encontró su valla inve\,ciblc,cn la raza férrea y orgullosa del sur, Las huestes conquistadoras de Pizarro tuvieron su rival en las huestes sufI'idas de Almagro. Más tarde,.los csfucrzos seculares de los virreyes del PerÚ para dominar ó imfHHlîi> P,J I'rog1'eso de la humilde gobe:r:nación de Chile, se estrellaron v sucumbicron ante los esfuerzos de los -
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insurgentes chilenus que después de h...ber roto las cadenas de S" patria llevaron al Perú la indep.;hdenci1ì y la libertad. "se e;?contraI'on en pugna Por un motivo ó por otro, siempre las dos razas y las rivalidades é ideas de predominio estuvie1'011 siem pro vivas. J
Más tarde todavia, ya en la época de nacionè's librcs é independientes, a1 odio y'åntagonisrno 'áp.las J'azas s,e vinieron agregar otros motivos de rivalidad. Las luchas por el progreso desarrollaron el comercio, las industrias de las dos no. eiones; el comercio y las industrias desarrollaron la navegación, y surgiÓ inmediatamente en las ùos razas la .idea de1 Pl'edorninio dela una sobre la otra en el mar,y las dos néj,ú!>licas rivales sc encontraron en el palenque de las guerras ú
marít.imas,ydi\rÜ;aron la necesi,dadde hacerse fuertes poda marina. No tardó mncho en ve-nir el estallido del año 38,.Y por últimu, Hega un momento en qúe la plétora de población de Chile hace atluir sobre el Perú, no ya una legión de ?iJ.erreros,sino una legión de ciudadanos pacífìcos y silencio? .
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sos, sm huis armas que las
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de la industria y del trabajo. Pero
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lqué debia ocurrir? El e,Ji:cesode la población chilena, el exceso de la sávia de esta naciÓn fué la vanguardia del territorio peruano por parte de Chile, no solamente en la rica provincia de,TarapaelÍ, sino de Lima, en cuyos minerales de los alrededores y en las faenas de ferroearriles se encontraban másde tres mil d'e nuestros nacionales, y no sólo los habiaen esos puntos, sino muy numerosos en el Callao y en toda la extensiÓn de la costa peruana. Y'por más que se invocaran .."' los principios del derecho internacional, el odio del pueblo ,.,
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peruano al chileno reviviÓ y se enconó con el contacto y se ensañÓ contra nuestros indeCensosconciudadanos;y por mlÍs 'lue se quisiera tener entrañas duras con los hijos ausentes
para evitar eonflict2s, Chile no pudo disimular su indignació.n y"se creyó en e] deher de reclamar y protegerlos. El resultado Cué que los odios de raza se avivaron. Poeo de?puésvino la actual guerratangloriosa para Chile, tan hoehornosa y desastrosa para el Perú; esta guerra euyo término definitivo trata la Cámara de ver modo de asegUI'ar .,}, en e] presente debate, de suerte que con,suItelos derechos y .
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los intereses pel'manentes de Chile. Ahora bien, señor: lPodia Chile imaginarse llegar con el Perú á una paz semejante á ]a paz á que podía llegar con'
Bolivia? lPodia esperar hacer del Perú un fiel y ]ea] aliado i' De ninguna manera.La sola herida que la guerra con sus deI1'otas ha causado en e] cprazón del Perú, es una herilla -.'que .manará sangre mÎrmtras el país tenga existencia. Después de la batalla de Tacna y de la toma de Arica, 108 i!' plenipotenciarios chilenos exigieron del PerÚ la cesión del te1'I'itorio de Tarapaeá y además una indemnizaciim de guerra de veinte millones de pesos, con retención de los territoriel cllmp]irios de Tacna y Arica como prenda de garantia miento exacto dc las condiciones estipuladas. Estas conrli?
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eiones fijadas en ]as eonfereneias de Arica debíHIl IlHtura]mente agravarseá causa de la resistencia del Perú,ytomando en cuenta los mayores sacrificios que]â continuación de la guerra nos había impuesto, era justo que]a indemniza-
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ción se aumentase. Por último, habia llegado el momento de pensar si,po era conveniente asegurar en el Perú un mercado para los productores de Chile. Todo esto debia existir en el espíritu de los hombres que han,,?onducidohasta Lima las de Chile. Falt<lba sólo examinar las conhuesLes vencedoI'as ? ir. quien p<lis teníamos que tr<ltar y peciales del diciones es con si los elemcntos de gobiernodab<ln g<lr<lntias de que fue-
ver
de paz. sen cumplidas las condiciones del tratado
mucho más compleja de lo que pudo creerge al "principio. No se encontró en el Perú un go)., establecido? hiemo organizado con quien tratar. Una v?z "de qu?.él Perú los chilenos en Lima, pudieron convencer se del progreera una uacióncomplctamenLerebeldeá las leyes n la so y que ?e encuentra casi en la misma situació que en '" época de la conquisL<l, debilitada la raZ<l' esp<lñol<l, abatid<l la raza indígena. Los vencedores del Perú se encontraron imp.oLenLesante tanta decadencia; no hallaron ni gobierno
Esta cuestión
se presentó
ni los elementos que constituyen una sociedad. Al1í Ja raza española no ha t?nido el poder que en Chile ha tenido de asimilarse l<l civilización extI'anjera. Hay allí dos
que fOI'man dos campos opuegtos: la raza española, ya el muy debilitada, y la r>lza indig"n.a, q)),e está sumida en'
I'azas
abatimienLo más completo. Lo más gI'ave que hay en,esta situación es que esas dos razas degeneradas constituyen en la actualidad los dos partidos en que está dividido ese país. La I'aza española se interesa por la riqueza y la industria y constit,uye la fortuna de esa nación; la raza indígena, fol" talecida por la africana, represent<l la demagojia que s? ha acostumbrado á tener bajo sus plantas la civilización, y se
encuentra aCâudiUada pOI' un hombre atrevido que impone la ley al Perú. El elemento indigena obedeee á la influencia de Piérola. <Habría habido conveniencia en entrar én aI'reglos de paz con Piérola? Todo indieaque esas negociaciones sólo las habría entablado coll el o bj eto de conocer los planes de Chile p;!-I'a
levantar entonees su bandera contra la paz. En una pa-
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labra, LraLár con Piérola era demorar la guerra por aJgún tiempo más y obligar á Chile á nuevos sacrificios. Chile no tenía, pues, interés ninguno en tratar cowPiérola; Sll interés estabå en la caídå de Piérola. Pero como el interés de las na?,?,onesno ?iempre basta por' si solo para determinar sus actos, este interés de Chile 1'01'procurar la caída de Piérola no habria bastado para negarse á tratar con él. Por fortuna había razones de derecho público que no" ubligaban á cerrar los uídos á toda negociación con el dictador; y estas razones las ha cxpucsto el señor Ministro de la Gue!'!'a con toda c1aridad y precisión. Chile no trató con Piérola porque éste dió funrlados motivos para ello; yCbile al rechaza!' sus proposiciopes de pai es, ".. tuvo no sólo en su derecho, sino también dentI'o de su digni.IO"
dad.
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Faltabn entonces ver si fuera de Piérola podíaorgànizarse algún gobierno que tuviera fuerzas suficientes para cele!>rar la paz y dar gàrantías de "U cumplimiento. Lûego principió en Lima á producirse un movimiento que '
hizo esperar ese resultado. Los elementos de cultura, vencidos hasta entonces por la demagogia, la I'aza-,,?spañola en minoría, principió á manifestar en Lima'las intenciones' de organizar un gobierno, y 'estos trabajos contaban con la sim-
patía del poderoso elemento extranjero y rle las autorirlarles , chilenas. -',' Pero esta tentativa de la raza esþâñola que dió por resultado ese gobierno, pecó désde su origen con unainconsecueneia y pretendió vivir bajo el ala de la ocupación extranjera. aprovechánûose de ella y usufl'ucLu8ndo la vergÜenza rle su propia situación. Al contrario de lo que sucedió en 1830, en qûe el go bierno de Gamarra se òrganizó franca y lealmente como aliado de Chile. Los dos elementos que componen la sociedad peruanahau aparecido en todo su esplendor en el gobierno de Garcia Caldérón:H a vivido deChile;ha tenido auxilios de nuestropais; ha tenido el impuesto que le pe!'mitimos pereibir'en Lima y "
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.?J Callao, el Üllpuesto de patentes industriales que cobra en todos los territorios ocupados PO!' nosotros, y las contribu-
ciones municipales de Lima. Ha recibido fusiles, uniformes y los prisioneros que les damos para que hagan soldados. Y
sin embargó,no ha habido hasta aqui,por parte de los miembros de ese gobieJ'IlO, ?.ro diJ:é demostraciones d;l?:recònoci-r; miento, pero ni una sola manifestación rle que se enç??Il?ten dispuestos á entrar con Chile en el único arreglo que el inte. rés de nuestro país acepta. Ni una promesa ?an dado á ?st!} respecto, ni han hecho esfuerzo alguno para ayudarnos á cOIlserväl' el ordcIl, lå paz y la civilización. Por el contrario, bacen tentati vas para usurpar ilneRt.I'O derecho y para que ,,1 Ejército chileno desocupe el Perú,?in fijarsc cn que esto traería un desencadenamiento de pasion?8 feroces. Para que la Cámara vea cuál es el espÍT'itu con que este go.
bierno ha procedido, me ha"t.a citar un hecho. Merced á la concesión del general en jefe, él señor Garcia Caldergn logró armar una fucI'7.a de 500 á 600 hombres; /Y qué ocupación les dió i' A las puertas dc Lima y Cañete la demago'gia negra
producía horrores; sin ernbargo! el gobierno, en,,vez de en? vial' contra ellos sus tropas, le dió la orden de dirigirse á uno de los departamentos del norte, en donde nada tenían que
hacer. Quién sabe si comprendiendo mejor su misión aquel go? bierno, habría evitado á SU" tropas la vcrgüeu7.a de ]0 que sucedió después. Quién sabe si estos quinientos'hombre" apareciendo en Cañete como I'ustablecedores del orden, no habrían experimentado la vergonzosa deserción que se vió en el norte y q\le llegó á más de un 50 pOI' ciento. De nUevo el gobierno de Garda Calderón obtuvo fusiles, .
uniformes y gente 1u la magnánima au LOI'idad chilena, y no pUllSótodavía enir"á Cañete ni á i'ringunuparte undomle 1111biera peligro de lucha, para resLublucer el orden. Se dirigió á Cerro de Pasco, comurca que nuestras tropas acahan de ocupar',
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CHILE. ?',
á última hora Pero bastaron las montoneras' formadas ? provisorio y para poner en derrota las)uerzas del gobierno producir en ellas la misma deserción que en el norte. y estas partidas, disminuidas y vencidas, han ido replegándose å Chorrillos para dar sombra á la especie de gobier-
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no y á la especie de Congreso que allí funciona. En presencia de estos funestos resultados, fué lentamente diseñándose en el horizonte un segundo término de desenlace: la ocu pación del PerÚ y el gobierno del Perú sostenido por Chile, mientras esa naeión tuviese los medios y la voluntad de celebrar la paz con nosotros. Pero es te sistema no se ha desarrollado enn un plan; porque desde que se nos imponía la ocupación, lo natural era conformar nuestros actos con las necesidades de esa situap?f.úel pólipo q';e ción. Debíamos arrancar del interior del e'h forma de gobierno estaba destruyendo sus elementos. Debíamos haeer sentir nuestra acción úoiea y absoluta en Lima y en el Callao, é impedir que ese gobierno impotente cobrara contribuciones. Oèbiamos' organizar las fuentes de riqueza del Perú con más eficacia, y sacar de aquella nación todas las ventajas posibles pi\ra nuestro país?'Enuna palabra, debemos continuar el debilitamiento del enemigo y el engrandecimiento de nuestro país. Señor, no es este uù'debate donde cabe cambiar culpas graves Ý sistemáticas entre el Gobierno y la Cámara. El señor Diputado que lo ha abierto ha dado un ejemplo que me apresuro á seguir. Su Seño.ría, q,je figura en las filas de los adv?rsariôsdel Gobierno, ha declarado que cuando llega la .
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'hora de pesar los intereses de la patria, los opositores se hacen mansos. A mi turno, y haciéndome eco de una gran parte de mis colegas, me tuca declarar que en esa hora los amigos se hacen más severos. Por eso las erítieas y las censuras que en boea de Su Señoría habrían sido un ataque, no extrañarán á la Cámara en boca de un amigo del Gobierno, ci ha-
rán perder la serecidad del debate. Se dice que el Gobierno hg'debidoadoptar un plan para el
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caso de que el Perú se negase á hacer la paz. Pero, señor, es qu?no era posihle suponer que el Perú se resistiese á aceptar
la p'az, porque esa ,es la salvación del vencido, como es la limitación del derecho del vencedor. Jamás se ha visto una nación vencida que resista á la paz, y no se pudo sospeehOl' jamás en el Perú un'ofnscamientode estaespeeie.AI contrario, el primer esfuerzo del vencido es procurar alejar al ven. cedor por medio de la paz, para limitar, así las exigencias á la víctima. Por esto es que nuestro Gobiel'no no podrá Ilegal' al Perú con un plan formado para el caso de que el Perú se mostrase rebelde á la aceptación de la paz; y por esto también ha debido después sentir vacilaciones en presenCia de unasituación tan nueva, tan única enla hi?torja de los acontecimientos humanos, Pero en siete nieses ha habido tiempo para que el Gohierno y el Congreso comprendan qu'eel camino de la paz está ohstruído, y que no queda otro que el de hacer sentir al Perú ''todo el peso de la víctima, Sacar de él todos los recursos que necesita'mos,hacel' práctica la indemnización que nos debe1?j y arrcbatarle todos'los elementos que puedan serie útiles lï;5 -. contra noso
tr08.'
Por otra parte, señor, debemos pensar que la ocupación chilena en el Perú tiene allí bases y alianzas, las unas silen-ciosas y. secretas todavía, las otras que'(semaniHestan con valor. Desde luego, la simpatía del elemento extrånjero en número de veinte mil almas, es algo qne conviene fortalecer ;;obre todo infundiéndole la fe más profunda en la regulari-
dad de nuestros procedimientos. Me permitiré referir un solo hecho que probará hasta qué purto es marcada esa simpatia del elemento extranjero. Una compañía extl'anjera que administra uno de los principales ferrocarriles de aquel país necesitó contraer un empréstito de algunes millones, y ell este último mes ha recibido de Europa la siguiente contestación': tendrán mtedes todo lo que necesitan, si continúa la ocupaeión ehilen?; pero "
y
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DB CHILE
no tendrán nadasi vuelvená impera)' las autoridades.perua.
.-nas. Necesitamos mantener esa buonaopini,ón y nuestra aliane za con el extranjero, y para cllos debemos proceder con mucha circunspección. Todo acto que tiendaá mostramos poco serios ó poco escrupulosus, tendría una influencia funesta e?; el ánimo de los oxtranjeros. Por otra parte, es necesario fijarse en que la ocupación del PerÚ no es una serie de actos diplomáticos, ?in{J una ocupa-
ción mili lar. El éxiLo do esta emprcsa depcndc, pues, nó de medidas diplomáticas, s{Î'ìo de medidas militares, y para ello .. necesitamos apoderamos de todos los puntos estratégicos mås importantes del país, á fin de no dejar al enemigo que pucda formar núclcos dc rcsistcncia futura. Ocupados Lima yel Callao, necesitamos completar y asegnr'ar esa ocupación apoderándonos de algunos otros punlos, ßnlre ellos figuran por el sur Arequipa, y por el nm'te el valle de Jauja. Por lo que hace å la importancia'y á las condiciones del -
valle de .J auja, biisteme hacerpresente á la' Cámara que J au' ja se halla respecto de"LimuJ cnla misma situación qUA se hallaría respecto de Santiago unaregiónde inmensos recursos agricolas
.
colocada detrás de la cordillera de los Andes,ydesde la pual elenemigopudiera á mansalva hacer excursio' nes hasta San Fernando y Talca y á lodo el nortc. Cuando el ejércitoJibertadorde San Martín ocupó áLima, las tl'opas españolas, completamente deshechas y desmoralizadas, se refugiaron en Jauja, desde donde pocos meses después Cantel'llc pudo llevarlas hasta el Clillliò." Puede decirse sin exageración que la fortuna militar. de San Martin, hasta entónces sin som bra, fracasó ante el valle ,le Jauja.
Si este valle tiene una importancia exccpcionli] cOmO posición estratégica, porque desde allí puede dominarse mla
considerable extensión de territorio, y si es e] centro de toda clase"'äe recur80S agrícolas, pues desde alli se conducen los
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZ1JRIZ
elementos de vida á la capital peníana, ,fnó es evidente que conviene nlantcner BU ocupaciÓn, y destacar de Lima unos mil hombre& á Jauja para cortar allí la'fuente de recursos, que es el nervio prinoipal del dictador Piérola y de su fntura organización militar? Porlo que toca al desarme del PerÚ, séame lícito presentar á la Cámara ciertos 'detalles que no dejan de tener su im.
'
portan cia. .Es menester, señor, desarmar pieza por pieza"ã aquel país, arrebatade todo lo que en el porvenir pueda convertirse en movilidad pura sus tropas, en balas para su? fusiles. ,Si mis inforrne8 no son inexactos, se encuentra todavia en Lima lafnndiciónde eañõnes. La Casa de Moneda está todavia en poder del enemigo, y un poderoso ferrocarril, que no sirve tanto á la industria comu á la movilización de las tro-
"de nuestro pas peruanas, existe todavía con grave daño Ejército de ocupación. La destrucción de ese ferrocarril cortaría una de las arterjas del movimiento de esas tropas. Otro tanto pueae decirse del ferrocal'l'il de Moliendo á
Arequipa, conla circunstancia muydigna de tenerse presente que ese ferrocarril viene á e8teri?izar nuestra posesión de Tacna y Arica, pues los productos de Bolivia van 1'01' Are-
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quipa, mientras subsista ese ferrocarri1. De ma.ner? que el interés de Chile estaría en deslruir ese fcrrocfinÌ1, y en C'onstruir otro, si fuera pusible, desde Iquique hasta el interior de Bolivia. ".-Debo declarar, después de haber expuesto eon franqueza estas considcraciones, que pudieran envolver una crítica, que nada hay todavía prejuzgado,que Chile se encuentra en este momento en aptitud de tomar en el Perú todas las medidas que Illcjor consulten nuestros intere?'es. Por lo demás, no hay necesidad rleoxtendernosenrecrimi.naciones respecLo del pasado. Es al porvenir á donde deben 'dirigirse las miradas del país y de la Cámara. Es mirando haeiaadelante como debemos preguntarnos: lQué nos toca hacerl lMantenemos la oCllpaeió'íi,depurándola de los defec-
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BIBLIOTECA .DE ESCRITORES DE CHILE
o
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tos que en ella se notan, Ó entramos de nuevo á perseguir' esa quimera tan acariciada de la paz, que cuando más cerca pa-
rece estar de nuestros brazos, más se al';ja de ellos? Llamo á este respecto la atcneión de la Cámara"á los discursos que en la última sesión han pronunciado los señores
:".[
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Ministros de la Guerra y de Relaciones Exteriores. No pretendo encontrar en esos "discursos contradicciones. .
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antagolllsmo. N ó. Los señores Ministros se han limitado á presenLar ála Cámara las piezas del proceso que ésta debe fallar. Pero llamo la atención á la circunsLallcia de que en el discurso del señor :\!inistro dc la Guerra se encuentra la base de uno de los si.temas que podemos adoptar en el Perú, y en el discurso del señor Ministro de Hclaciones Exteriorcs una base entcra? mente opuesta. El primcro ha manifestado, á mi juicio eun razóIl, que Chile no ha podido hacer otra cosa que manLener la ocupación, y ha dado á entender muy claramente que, ?n su concepto, e?a debería ser la hase de la futura política de Chile. EnLre LanLo, el señor MinisLro de Relaciunes Exteriores ha manifestad?, sin da? opinión, ciertas circunstancias que, á su juicio, abren para la política chilena en el PerÚ un nuevo horizonte, tiend en á modificar las condiciones políticas de aq uel territorio y á faciliLar para nuesLro país lo que ahuiniÌ>osible. ra parece completamente ? El señor Ministro de ltelaciones Exteriores ha dado lectura aquí á dos telegramas, de los eualesresulta que el Congreso reunido en Chorrillos por el gobierno de García Calderón; ha autori7.ado á éste para que entre en negociaciones de paz. Su Señoría nos ha traído estos telegramas como una buena Y
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Hueva. Pero
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preciso pesar en una balanza de delicado fiel e,sta presunta buena nueva. <Qué significa que el CongresõiÏe ChOI'I'illos haya alltorizadoal gobierno provisorio de García es
Calderón para entra!' en negociacioneS;gde.paz con Chile? <Era posible que UI1 Congreso en esLas cundiciones dejase de .
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OBRAS DE
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ISmÚ RO HRK..\zURIZ .
decir quê'autorÎzaba al Gobierno para bace'r la paz?/Podría. todavía tener la pretensión de negarse? Ello", que han brotado como callampas ?Ia sombra del árbol de Chile, /po-
dian pretender negarse á lo mismo que l'iérola pedía? Pero, lqué Congreso es ese? Es un Congreso cuya ralz constitucio. nal es impugnable, es un Congreso que para reunirse ha necesitado cinco ó seis meses, y qu e se ha completado sólo' merced á la más audaz superehería. Faltando cuarenta ó cincuenta de sus miembros, se procedió' á elegir los correspondientes á los departamentos del norte y del sur. Y nosoa tros /podemos tomar á lo serio la palabra de un Congreso de
esta especie? l Ý poddamos entrar á discutir hases de arreglo que vinieran de parte de este aparato de representación? , En vista de todo.esto, la ocupación es el término ,que el
Íl Gobierno ha adoptado, y yo, por mi parte, me atrevo reeomendarlo como el único conveniente y práctico. Pero'suelen pasar por la cabeza de los hombres de Estado Ciertas quimeras de que es necesario darse cu'enta para que no alcancen á ejercer una influencia funesta para ]o? intere.... -
ses del país';':
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Algunos opinan que retrocediendo ante los peligros de la. ocupación del PérÚ por r:JÜle, retiremos nuestras tropas de Lima y riel Callao, ahandonemos los departamentos ocupa' 'aqùellos dos, Y vayamos á levantar nuestro campamento en puntos que queremos conservar indefinidamente. Yo comprernloladerrota enel campo de batalla,comprcn-. do el infortunio enl,?saccionés militares; pero lå+eculada en presencia de un enemigo que de RU impotencia quiere hacerfnerza, abandonar el Perú y confesar nuestra impotcneia como nación organizadora, no lo concibo. Y lcuál sería la consecuencia? Noscría otra que despertar el insensato orgu-, no de los peruanos, hasta producir. un levantamiento de la población en ma?uii por"que ese es el carácter' del Perú, na? ción fácil para entusiasmarse con cualquiera aparienr,ja, nación que hace fantasmas de fuer7.a como otras hacen de dehilidad. Las mnjeres y los niños seguirían á nucstro Ejércit<>
IÚ
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BIBtIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
en su retirada. arrojándole inmundos proyectiles que habriamos merecido. Ese fantasmade nación se declararía vencedora por la fuerza de sus soldados. Bolivia creeria al Porú, se operaría la reacción y Chile vería afluir á sus fronteraslcgiones muy superiores á los enemigos que ha vencido. El señor Barros LueG.-Sería convcniente suspender por g un momento la sesión. El scñor Presidente.-Si el scñor Diputado que hace uso de la palabra nO tieneinconveniente, podremos suspenderla sesión.
El señorErrázuriz (don Isidoro).-Está bien, señor Presidente.
El señal' Presidente.-Se suspende la sesión. Se suspendió la sesion.
A
SEGUNDA HORA
El señor PresÙlente.-Continúa la sesión. Puede seguir !,sando de la palabra el señor Errázuriz. El señor Errázuriz (don Isidoro).-La Cámara ha tenido la bénevolencia de seguirme en un largo y fatigoso discurso. En esa jornada nos han salido al frcnte acontecimientos y Juestiones que interesan de la manera más viva y radical al porvenir dcl país y á nuestros derechos <le vencedores. He tenido el honor dc manifesta l' como he podido los antecedentes de la actual situación del Perú y el espectáculo país presenta á los ojos de Chile y especialmente de que e5? ?I-' los directores de nuestra política internacional, después de los triunfos de Chorril1os y Miraflores. He tenido el honor de diseñar las dificultades casi insuperables que elmodo de ser politico del Perú, dcsde sus tiempos históricos más remotos hasta los tiempos más modernos, presenta á la pronta celebración de un tratado de paz COmo Chile exige y tiene derecho de exigir. He tenido también el honor de manifestar las vacilaciones quc el Gobierno y aún los partidos políticos hán
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OBRAS bE ISIDORQ ERRAzUHIZ
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experimentado1 dominados en gran parte tamhién por la poIItica intcrior del país, respecto de la linea de conducta que
debería seguirse en presencia de los Últimos sucesos de la guerra. y por Último, despuós de echar una mirada retrospectiva?al pasado de estos países para tender la vista háeia su porvenir, he llegado á
reconcentrar mi atención en los tres términos posibles de desenJaee qne se presentan. Estos tres términos, según he teni,!o el honor de expresar á la Cámara, son los siguientes: Primero, abandono espontáneo de Lima, del Callao y departamentos del norte del PerÚ y concentración de nuestras fuerzas en la parte del territorio peruano que tenemos el propósito de anexar á nuestro país. Segundo, celebración de un LraLado de paz con algunos de los gohiernos ó aparatos de gobierno que en el momento actual se presentan e)l el Perú mostrando con una
mano la .oliva de la paz, sin perjuicio de eons'erval' en la otra el puñal de la venganza y de la traición. Y por Último, el t.érmino que el señor Minist.ro de la Guerra ha insinuado en la sesión pasada, y que yo tengo el honor de patrocinar, la ocupación sériamenLe organizada de todò el t.errit.orio act.ual-
mente öcupado por nuestras armas y del que mås adelante convenga dominar, hasta que llegue eLmomento en que el PerÚ entero pueda y quiera celêbr?r la paz con Chile, la paz en las condiciones que Cbile puede'imponer y Liene el derecho de exigir. ,,'
Manifestaba antes de suspenderse la sesión que el primero de estos términos, es decir, el abandono de Lima, del ÇaJlao y del Lerritorio situado al norte,ofrecia dificultades ÿ'obstáculos á causa del carácter ,le la nación peruana que es"i?? posible modificar. ", Es sabido, señor Presidente, que aquel pais de genio v?r. sátil, débil y altanero, falto de energía y abundanLe de imaginación, vive de quimeras, se alimenta con las esperani.'as más halagüeñas, pero al mismo tieinpo más f!xtrañas é in? el'eíbles. Debe también agregarse que la politica ohservada por sus gobernantes dursnte los dos Últimos años, espeeialERJ?ÁZURIZ.-l'.
11.
i.:
.. BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
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el dictador Piél'ola, no ha tenido 1'01' base sino, ?l engaño y la mentira más audapes. Mientras nuestro país ?? vivido de discusión y de luz sobre SIlS propios desaciertos y sus propias faltas, confesando los errores y con frecuenci!}
mente
1'01'
exagerando las más pequeñas faltas de las autoridades po?. ticas y militarcs; mientras Chile ha extendido sus miembros vigorosos al sol de la publicidad, en el Perú se ha puesto el empeño más tenaz po!:.]os gobiernos y partidos de ocnltar la
verdad al pueblo, de alimentar á las masas con las patrañas más ridículas sobre los grandes medios de resistencia á la invasión enemiga y sobre la debilidad de los recursos y de las fuerzas de Chile..Las más ext.rañas mentiras y las más absurdas invenciones han encontrado siempre en ese país uni-
versal credulidad. Ahora mismo, después que siete mil cadável'cs tp,ndidos en las fngas de Che}l'rillos y Mirafiores dall testimonio de nuestra victoria; después de seis meses de soportar la dominación extranjera en su capital y en todo el litoral del país, ,
,
--
ahora mismo la capital peruana no se levanta una sola IDß.ñana sin que una mentira estupenda halague los oídos desus
moradores y sea comentada como la noticia Inås verosímil y natural, destinada á retemplarel valor y 01 patriotismo. Po. demos estar, pues, seguros de que Lodo acto. de los diplomáticos chilenos, sobre toùo el de la evacuaoiÓn del territorio, sería interpretado en el sentido de nuestra impotencia y sc?-
vir.ia de pretexto á desórdenes sangrientos. Por, eso ho manifestado que la retirada de nuestras tropas prqd1lciría en todo el Perú una explqsión de embustJrQen"
.-
tuslasmo, y elpl1eblo entero tam h ién se levantaría detrás de I?ösotro8 para cantar un tI'iunfo engañoso y para seguiru9s .
.
y acosarnoS. Y entoncp.s, señor, con el
,
Perú in,surreccionado Y con la dictadura de Piérola y el triunfo de la raza indígena .f, habríamos perdido los medios de resistencia y los recursos, hubríarilOs renunciado al producto do las contribuciones f?r?
,zosas, habríamos perdido las entradas de las aduanas del norte y abandonado probablemente también los guanos qe .
OBRAS. DE ISlDORO ERRÁZVRIZ
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Chinchas, Lobos y Bahía Independcncia. En una palabra, nos habríamos d...esarmadofi!1an.?ieraruente para res.istir â los nuevos bríos de la alianza perú-boliv!ana.
Supongarnus que se aceptaça la solución de los que piden la línea de Tacna y Arica como nuestra. frontera. Yo afirmö que para sostener esa línca contra la alianza çetempJada por la embustera lantasía de imaginars?>que Chile huia d? ellos, necesitaríamos mantener ahí un- Ejército superior al que demanda el dominio absuluto de to da la República pe-
rlJana. Doce mil hombres bastarían apenas pava 8osten?r esa frontera contra las fuerzas de ámbos países; y en cambio las I/'unteras de la provincia de Tarapacá amagadas por las líneas estratégicas de Li,curnha y al est.e'por Bolivia, nece-
sitarían un refu.erzo .extJ'aordÜtaI'Ïo para ser defendidas. La rica proví?cia-deTarapacá, cuyas industria? ncccsitarÍantant.a tranquilidad y segm'idad pàra ser explotadas con?
.
venientemente, estaría constantemente pel't.uT'!)ada por los amagos del Ejército de Bolivia, que impunemente casi 1'0.. ". dría intentar ataques sorpresivos. De manera que las difìcultades de la situación militar au, mentarían, y en cambio Chile habría rcli?nciado á Lodo31.9? !
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recursos que el Perú le proporciona para manteuei' el Ejército de ocup""o.ciónj nos encontraríamos C9n los mismos solda-
que måntener )<.conseis û ocho mjJi'o?eg menos. y todá-: vía nos encontraríaIJlOS con algo que es muy preciso tener clos
Hoy nos encontramos CUIl nuestros solda? dos acostumbrados å ver la espalda del enemigo en porpe; tua fuga, ante sus bayoustasveui,edgras. Una ve? fl:{concen: Lrados en el sur para :rnantenernos? á la defensiva, serían
muy
en cuenta.
nuestros enemigos los que verían muchas veces la esp?,!da á "=? nuestros soldados, condenados ó. no dar un paso fuera de la
línea de defensa."En los ataques àislados de las tropas ene; migas muchas v?ces tendría que suceder algo parecido, de dondeI:nuestros enemigos tomarían pie para inventar gloriosos triunfos.
La evacuación deltcrritorio peruano no seria una cvacua?
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BlBLlOTECA DE ESCRITORES HE CHILE
dón voluntaria, aino motivada por la rosistencia pasiva del PcrÚ y por las dificultades de nuestra situación. Pero esto abandono del territorio peruano que nos da fuerza y recursos y abre vastos horizontes, esta operación que se recomienda como un desenlace posible, ,ganaría algo
"
por medio de un tratado con alguno de los gobiernos que funcionan al presente en el Perú? Por otra pal'le, nu eS concebible que el PerÚ pretenda colocarse en una situación cxcepcionalmente favorable á que no le dan derecho sus propios actos. El Perú pretende eximirse de la desmembración de su territorio, pretende negar lo que aceptan lasllaciones más poderosas del globo, lOA países que más profunda fe tienen en sus destinos y en su invencibilidâd militar, lo que hall aceptado la antigua Grecia, la antigua Romay la guerrera Francia. A csa ley á que el vencido se ha sú?jetàrlosiempre, los peruanos quieren sustraerse, ellos, que no han sahido vencer en ninguna parte. Los peruaI'1òs, que no han sabidu defellderse, pretenden tener el privilegio de la inmunidad, quc no ha tenido la Francia, que so vió ohligada á ceder las provincias de Alsacia y Lorella á trueque de tener la paz que la había de regenerar; pretenden que la majestad de la patria peruana prohibe que Tarapacá, pobl4daen su totalidad por ohilenos y explotada por capitales chilenu., pase á Chile. Y esta 110 es solamonte una pretensión del orgullo fatuo del dictador y protector de indig?nas, Piérola, no es]a exigenoia de la demagogia,sino que es la profunda convicoión de los hombres quo están haciendo ahoraaparalo de gobierno y de Mngreso en las inmediaciones de Lima y á la sombra del tricolor chileno. Tenga la Cámara la completa seguridad de que este mi.IDO gobiemo del señor Garcia Calderón, que ahora nos envía telegramas precursores de paz, jamás firmará tratado alguno que envuelva la cesión de parte del territol'io peruano. Es preciso, señor, asomaJ'se UIt poco bajo bastidores para ver que esos aparatos de energía no son IUÚ!:I que una farsa.,. No es una energia patriótica y varonil la que dicta estas
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZUHlZ
zr
fHlOI'meS pretensiones: es el hltimo convencimiento de que en el es Lado de ruptura de aquella sociedad, que se compone
de dos razas que se odian en la situación creada por los últi,?: mos actos de la poJitica interna, saben pe1'fectan\ente aque-
llos hombres
qhe el que firme un tratado qoe ceda
á Chile
una pulgada de territorio, será victima de la perfidia y falta de patriotismo de sus contrarios ydel odio feroz de raza con-
tra Chile.. Puede la Cámara creerlo también: si Piérola, que tanto domina las masas por su pretendida energía para resistir á las pretensiones de Chile, firmara una paz como la que Chile tiene derecho de exigir, vería en el a0to desmoronarse el edificio de su dictadUl'R, se desencadenarían todos los partidos, y La-Cotera, Montera, cualquiera otro caudillo, le. vantaría contra él la bandera de la venganza nacional y de la guerra å muerte; y el día que el gobierno de García Caldeo rón firmase la paz y se retirasen las tropas chilenas, basta. ría la vanguardia de montoneros que hoy; vagan al rededor do Lima para derribar á ese gobiemo y dar cuenta de la ri. q ucza y de la civilización del PerÍl. Ese es el secreLo de la gran comedia patriótica y del orgullo nacional que se niega á la cesión. Es la impotencia del PerÍl, la falLa de unidad patriótica que todavia le. mantiene dividido y.da alas á las intrigas innoblBs. Y la prueba está en que esos mismos hombres y partidos que manifiestan tanta energía, aceptau humildemente la ocupación indefinida y llegan hasta proferir la palabm '[H'otectorado.. No es dado esperar de un gobierno Como el de Garcia. Calderón, que no tiene más fuerza y más prestigio que el que le da el apoyo de nuestro Ejército y que no posee más dominio que sobre el terriLorio donde se extiende nuestra inmediata ocupaciólIJ no es posible, digo, que se atreva á fil'lnar un tratàdode paz en que el territorio cedido sea algo mayor que el estipulado en las conferencias de Arica, en que la indemnización pecuniaria?ea siquiera del doble, enquese obligue al desarme.perpetuo de las fortalezas del Callao que se e.s.
yen
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BIBLIOTECA DE ESCRlTORES DE CHILE
tipulen todas las demás concesiones que el Gobierno de Chile esté en el deber y en el derecho de exigir. Esto no suc?derá por cierto. ,. Además: el gobieruo de García Calderón lviviria lo sufi,. ,'. cient'é para cumplir siquiera con lo estipulado en la primera página del pacto? Ello es dudoso; porque ese gobierno es .
,
"
.
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compuesto de unas cuantas bandas de aventureros refugiados en el centro del PerÚ, eOmo los náufragos de una uave á que ha zozobrado antes de hacerse la vela y cuyos tI'ipuJant.es tratan de buscar todos los medids posibles desalvación. Puedé celebrarse pactos con gobiernos de esta natura"
".
..
leza? lPuede reconocerse personeria donde ni sombra de ,-, pel'sonería cabe? "-"1'" Una nación que sc respeta no pùede tampoco cclcbrar "
pactos con gobiernos como los que actualmente Se disp'utan el predominio en el PerÚ. Chile debe esp';j'arquese rorm? åIH ungobierno serio, Un gobierno que represente la
civilización y el respeto á la p,ropiedadde las colonias extranjeras.. un gobierno en fin organizado sobre bases sólidas. Si Chile entrase en negociacione?con el gobierno de Gar,",cía Calderón, ellas traerían indudablemente por consccuenea inmediata el abandono por nuestra parte de Lima y el Callao, pu'es nüestra permanencia en esos puntos sería un insulto para el Perú. Pues bien: una vez firmada la paz, /qué sucedoría en ellos?, Que se renovarían las sangrientas .
,
'?.
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escenas que
tuvieron lugar en la noche de 15 de enero; desaparecería la vida 'de un gran nÚmero de hombres, mujeres y niñosp.eruanos, como también!a de muehos extranjeros que durante ]05 Úllimos seÍs meses transcurridos se han acostumbrado IÍ. respirar tranquilos bajoe! âmpai-o y protección del pabellón chileno. Y entonces, al orden relativo del presente sucederla la barbarie y ?J'diluvionegro de I'uin? de y sangre, y se alzarían rnÏl voces para acusarnos por tan funestos sucesos. No sería prudente bajo'ningún concepto que fuésemos á tratar con un gobicrno co?o el de García Calderón que no :'?..
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ORRAS DE lSIDORO -ERRÁZUHlZ
Z3
allá de Chorrillos y de la, Magdalena; al entraren negociaciones con él, Chilc se haría reo de un" superè?erIa que principiando en comedia llegaría á ser drama sangriento. ChiJe debe?pue?,AHþerarque se forme allí un gobierno se extiende más
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para llegar ahí es nece?ario primero organizar el Perú,-?Podría Chile declararse impotente para realizar esa empresa ?-En mi concepto, puede y debe hacerla, .' No se puede impunemente recoger Jlnaherencia de. tre'?' serio, y
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siglos de miserias y de podredumbres .,'amontonadas con todos los eXlJesos á que pucde'entregarse un pueblo. Una nación seria y bien organizada como Chile, no puede echar sobre sus hombros la carga de dar vida á un cadáver pútrido, sin experimental' profunda repqg?aneia, Para gobernar el Perú en el estado de dè'smoralización completaá que ha lIegado,se necesita hacer esfuerzos sobrehumanos, tomarse un trahaj 6 onerosísir90' Pero yo me per?
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mito preguntar: lde euándo acá es lícito huir del cumplimiento del deber so pretesto de que nos impone grandes diIiculLsdes?-Era dificil que un pueblo como el nuestro, que había reducido hasta donde le fué posible su presupuesto de' guerra, entrase en lucha con do)> naciones organizadas milit_armeni"è; era difícil q?e tUl I)'åÍ?q?e. durånte cuarenta años !îabía gozado de la paz más absohita, pudiera haecr Coo éxito una guerra de colosales proporciones;'''era difícil que o
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nuestros soldados bisoños, como que sMo hablan tomado 'las a!'TnaS el día del graa conflieLo, pudiesen atravesar los .
desiertos, arrostrar las intemperies de climas mortíferos y escalar alturas que jamás habían sido h.ollada;; por la plauta del hombre, con el objeto,},le reparar la ofens'a hecha al
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honaciunal; difícil países entrar al COJ'azón de dos llar era enemigos que se habían complotado en silencio paramaneillar 11' el pm'o nombre de nuestra patria. Aplausos en las galerías. 'El señor PresÙlente.-Prevcngo á los señores de las galerías que nu tienel! dereèho á. hacer manifegtaciones de nin...;,..
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE ,
"
gún género, y que si se repiten, me veré en el caso de hacerlas despejar.
El señor Erråzuriz (dort lsidoro).-Todo
eso era difícil.
Pero yo pregunto: ,!hubo entonces alguna eorriente que se pronunciase en sentido contrario? iHuho álguien que opinase que Chile I'cnuncial'aá tamaña empresa porque no es' ta ba preparado?
Señor, en circunstancias como éatas es cuando se revelan los pueblos y manifiestan lo quê valen. Los pueÌ!los que no tienen idea del gl'an pap?1 que les corresponde desempeñar en la humanidad, se deser'itienden de las ofonsas y las dovoran en cobarde silencio; pem los pueblos que algo valen no r,rehuyen jamás el sacrificio que les exigen su honra y su ?eber. Toda nación que se distingue entre sus vecinos I<-?
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111
por su organización, por Su ènerg' a, por su rueT'Za, está con,denada tarde, Ó temprano á tener trabajos de Hércnles y obligada á des'empeñar su elevada misión cun valor y decisión. Chile ha tenido trabajos de esta clase cuando apenas saHa de la cuna, y los supo llenar de,bidamente.
Ennombre del cumplimiento de un deher indeclinable curresponde al país la tarea de la ocupación de Lima, del Callao y do toda la part'e de territorio que sea indispensablo para emprendCl'la reorganización deaquel país hasta punerlo en estado de darse un gobíerno propio, fundado en bases sólidas, que tenga las condiciones de seriedad y resp.etahilidad debidas para ser capaz de celebrar una paz cstable y en lBs términos que Chile tiene dere?ho de iri\poner y debe imponer para su seguridad y tranquilidad futuras. Difícil es la tarea, sin duda,larga y fastidiosa tal vez,pero imprescindible y urgente. Hay algo superior á esas dilícultades, algo que se impone con fuerza inHs.,\stihle"Þen las conel cumplimiento ciencias honradas, y es ilel debe)'. Y nuostro deber es llenar la mis;ón que nos ha cabido en Huerte, mientr",s nos queùe un escudo, un, hombre, una gota de de sangÌ:e;nuestro deber es Hevar á debido término la obra de reparación y de castigo en que estamos empeñados; nues-
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OBRAS DE: ISIDORO ERRÁZURIZ
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saca r?oJ o. el fruto del sacrificio de sus vidas que eu aruS'tlelog.:fut,úc}'sdesLinos de Sil patria hicieron di'1z mil
tw
debe,'
es
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de nuestrus cuoc!uùa(lanos. Traicionaríamos nuestto deber si fuéramos en una hora de inéertidumbre y vacilación á ren-
dirnos ante la inercia de un enemi?o inerme, impotentc, incapaz de regenerarse y reorganizar1Je por sí mismo. NuestI'o, deber es cotl'luisLar para el fuluro de Chile unapaz estable, basada en el respeto del enemigo; nuestro deber es sacar de la guerra todas las ventajas materiales y morales á que nos da derecho la sangrc vertida heroica y abundantemente 1'01'
nuestros soldados. Presentada así la cuestiúll,la tarea ge impone á Chj1t'?por un ladodilicil y penORa, perdporotro lado simpática y atray?nte. Emprendiéndo[a Chile con entereza y resolución, no ,sólo,har.e su negpcio, sino que hac'ê sinlpáLico su tl'Îunfo y muestra diguó,de alcanzarlo.La Larca Liene un IHclo digno de -usnlto? desLÍtlos: el de levantar á RU enemigo histórico,
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I'l'gene?'arlo y constituirlo en una nación seria, apta para las hléhnsdel trahajo, de In industriacnla pazy el progreso. No se !jiga .'ue _olamcnte sabemos vencer por la fucrza de las
armas eulos campos dc batalla. Es menester que todos sepan que cn cuarenta años'dc paz, de vi'1"libre y de instituciones republicanas, no sólo hemos aprendido Ó .gobcrnarnos á nosotros mismos, sino también á gobernar á los enemigos turbulentos y liesorganizados quc hemos rendido á nuesLl'a? plantas. Pero, señor, por fortuna de Chile 110 es puramente una tarea desacritìèios la que nos invita no es un vallo y estéril esI
fuerzo el que cSLamos llamados á hacer en esta ocasión. Por una ciì'cunstancia feliz, sin ejemplo en la historia de las nacioIle?, esta guerr-a tHl apariencia tan llcna de peligros ha sido pura Chile una salvación, ba sido un negocio. Esta
gue-
rra vino
á golpear á nuestras
lluertas eua?df) la cdsis más desconsolad ora pOI'SU Üllerrninable dllI'H.ción tenía aletarga-.da_nuestra industria y nuestro comercio; cuando la falta de trabajo llevaba el hamhre y la desesperación á muchos ho-
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
gareBj cuando, por
litos
la misma I'azón,
se multiplicaban 108 de-
ÿ los crímenes; cuando, en fin, hasta ef tranquílo horí-
zonte de nuestra imperturbable paz interna comenzaba á ., de nubes. La guerra lo ha cambiado todo: ha venicubrirse do áofrecer un imnellso campo a] esp!ritu emprendedor de .
nuestros conciudadanos y á poner en movimiento la fuerza de nuestra vitalidad que dormía. Pasa lo misIllo cori la ocupación. La ocupaciófi, ?ún ahora, costea sus gastos por sí misma y deja un excedente?e ri-
queza que permitirá á Chile recuperar su antigua .1.-situaciÚII financiera. lIace poco se dudaba generalmente de esto; no se abrigaba ]a esperanza de que 1lIlMinistro pudiera decirn'os: las entrada,s dc la ocupación alcanzan paI'a pagar er Ejército y demás gastos y deja un excedcnte de seis'èientos mil pesos. Nó, señor, no se espeI'Bba esto, y durante muchos mes'es se crcyó que ]a oeupaci6à de Lima nO dada para costear sus gastos. Poco á poco, ba,io e] amparo de nuestI'O Ejé,' cito y ]a oI'denada administr'åción chilena, las ad)!"lIlaS dc] Perú fueron pI'oduciendo más y más ca1a día hasta.'llegada de Arica á prod !luir doscicntos mil pesir"al mes en la actualidad,y]a del Callao mucho más que]o que producía bajo]a administración peruana en los tiempos más prósperos. Yo Úo tomo en cuenta los recursos de Tarapaeá nilas entradas .. de la aduaIla de.1q uiquè, de Pisagua; ni aludo á los millones que e] Estado recibe del impuesto del salitre y del guano; en fin, no me refiero absolutamente á las ploduceioncs del te-lo-'i.
,
rritorio que podem os llamar ya ehileno. Las entradas aduaneras' únicamente de los puertos del Callao y de Arica, producen lo slJficientc para mantener él Ejércilodeocllpaeión de,ocho á diez mil hombres. De manera, señor Prcsidente, que sob,'e los gaslos de la oeupación del norte del PerÚ, que?
da en el presupues to"de ingresos uí. excedente considerable que se forma con'las contribuciones IOr7.0Sa8, eon el producto de la exportación del azúcar en los puertos dcl nortc, con '. la producción del gua??o de Lobos, de Chinchas y de Bahia ] ndependencia: to do 16 cuaí podrá ascender proÍ1to á cinco .
,
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UHt{f\5 DE ISlOORO ERRÁZURIZ
2.?eis.?nillo'ncs de pesos anuales, lIacer
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.
eficaz y escrupulosa
lâ peroepoiÓn de las rentas aduaneras; dar impulso á los trabajos de la industria azuoarera y otras en el norte; regul8.l'izar los oontratos sobre el guano; haoer que las oiudades é individuos del PerÓ oon.lenados á pagar oontribuciones de guerra, las paguen íntegras y religiosamentê: hé aquí el progrAma futuro de ,iUestra aoupaoión, que devólverá á nuestro país una parLe oonsiderable de sus gasLos y de sus saorifioiòs. ,
Là verdad
,
?s, señor PresidenLe, que ha habido muohos errores y muchasvaoilaoionesen la marcha dela ooupaoi!>!l. y que esos negocios hansufrido una espeoie de abandono du-
rante siete meses. Puede decirse que Chile tenía el dereoho de aban?on}U'H por un momento esos asuntos para ocuparse .de'la põiítioa inLerior. Chile nO pudo negarse la gloriosa fantásía de olvidar que tlJnía sojuzgadas y sofocadas hajo sus
plantas á dos naciones que durante años lo desatiaban altaneras con su mayor.población, con su mayor riqueza, con 811 mayor poder. Pero ya la hora del recogimiento y del trabajo ha llegado y es mlJnester ponerse á la abra con decisión y con fe. Sustituyamos á la administraoión peruana la honrada y firme administraoión ohilena. Tuvimos la debilidad de invitar á los tribunales de justicia peruanos á que continua-
ran juzgando sobre los intereses de peruancs y extranjeros, y ellos so negaron desdeñosos: pues bien; probémosles que {;hile se basta ysabe haoer buena administración de justicia. Es moneste,.limpiar el camino de embarazos y de estorbos. "'Llevemos á todos los ramos del servicio públioo la misma aotividad y 01 misma orden. Es necesario implantar en el Perú un régimen que haga fomentar el trabajo y dé gåranLías á todos los intereses, A este respeoto debQ ,
llama,. la atenoión do la Cámara sobre un asunto que está íntimamente ligado con la cuestión que la Cámara va a resolver, esto os, la situaciÓn èn que Si:1 ?ncuentra todo el territorio oomprendido entre el grado 24 al sur y la quebrada de Camar'ones pOI' el norte.
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'.
'BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE?
Millares de chilenos se ha;' establecido allí llevando sus capitales y su ind!;'.stria, y es necesario que nos preocupeIIIOS de
proteger sus intereses. La industria salitrera, que constituye la principal riqueza de ese vasto territorio y de cuya exp10tación fueron expropiados muchos chilenos por un acto de flagrante injusticia, se encuentra en manos de los antiguos contratistas, á quieneSse las había entI>egado el gobierno del Perú;micntrassus viejos propietarios chilenos, sin scr cubiertos' del precio de venta, están en la miseria; de manera que los chilenos 'Iue llegan á aquellos lugares con capitales y brazos prontos para desarrollar esta industria, se encuentran detenidos por esta situación. Para dará esta industria del salitreto.do el impulso que necesita, es menester establecer alli un régimen de lihertad. Es necesario bacer de modo que los industriales ú}:i? ?,
.
.
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"mos vivan allí á 1a sombra de las leyes chilenas para que la libertad de industria sea un hecho fecundo.
Todoel territorio desde Antofagasta hasta laquebradade Camarones debe estar sometido, bajo el imperio de nuestra ConstituciÓn y de nuestras leyes. Una ley que organice ese tenitorio bajo un régimen administrativo á propósito y conveniente, set'ia acogida con júbilo por nuestros compatriotas y sería también un acto de reparación y de justicia Iris hepara con nuestros nacionales por el abandono en que mos dej.ado. N O sé si he tenido la fortuna de llevar al ánimo de mis honorables colegas el convencimiento que tengo de que nuestro interés está en la ocupación de Lima y del Callao, cua1esquiera que sean las dificultades quc para ello sea necesM,?'iovencer.
Es menestcr que llevemos adelante nuestro propósito con paso firme y sin retroceder, como janlás hemos t:'etrocorl;i?1.??en' El secreto de nuestra superioridad sobre el Perú está '1 lle hemos sabido crear el orden interno mediante el juego t,'anquilo y certero de 1as ini'titlleiones constitucionales y ?! parlamentarias; la moralidad de la administración median-
OBRAS DE lSIDORO EnRÁzuRlz
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p?blica; y la actividad la vigilancia severa de 1ft opinión de las indllstI'ias rnediante el amor mercantil yel de8arrollo al trahajo. El secreto de nuestra poderosa vitalidad está en algo que ha faltado siempre al Perú: en la facilidad para unirnos cuanclo vienen momentos difíciles, en la annonia 01 puehlo,el Congreso y el Gobierno, que se establece entro bajo la sombl'a de la bandeestrechándonos fraLernalmente le. ra de la paLria. C?ptinúemo? nnidosy forLa'ecidos Y confiemos en que la el camino de estrella benignaqoeseñaló á nuestros soldados política la victoria, que nOB ha colocado en la alta situación no? indicará el camino de en que hoy nos encontramos, magnifico porvenir nuestra grandeza yeIsecreto de nuestro Ja obra difícil y gloriosa para terminar con éxito completo en que ?stamo8 empeÏ1fldos.
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EL Presidente
de
la República
y el Régimen Parlamentario.-Cuestiones constitucionales SESIÓN DE2J DE ..
NOVIE"ßaE 1881
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El. interés con que gran parte de los miembros de esta. Cámara ha asistirlo al debate sobre una cuestión relativaá lo formación del poder electoral de Chile, ha permitido á "
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.
"
un gran número de ellos asistir desde el principio al hecho que ha dado origen al doloroso ÎIJÇidente 'que ocupa en este momento la átención de la Cámára. y rle ello me felicito, ",.' "'" señor Presidente, porque toda la base de Id cuestión está en el aspecto;que tenga la apreciación de los hechos que la ?
.
han producido. Esos hechos son, e.n primer lugar, las apreciaciones estabJecirlas en este recinto. por el Honorable Diputado por Santiago, respecto de la conducta del Presidente de la República. Siguiendo mis propios recuerdos y los de otros de mis Ho.
norables colegas, me permito establecer lo siguiente respecto de esas apreciaciones: El Hono;'able Diputado porSantiå'go corÎi.ideró bajiì di. versos aspectos la conducta del Presidente de la República. La manifestó, primero, dirigiendu ataqì;c conLl'a las libertades del pais, fuera de la cooperación ylueradeleonocimiento de los señores Millistros. En seguirla, se extendió el Ilono-
rabIe Diputado por Santiago respecto de la conducta del Presidente de la República como indi viduo particular, relativamente á 11110 de los Honorables Diputados por Talea.EI
OBRAS DE ISIDORO ßRRÁZURIZ
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Presidente de la República, sostuvo el Honorable Diputado 'por Santiago, según me lo ha asegurado un cabaHe!'o respetable, ha hablado con otros caballeros manifestándoles que en su concepto, no era conveniente la reelección del}lono,'able señor Letelier como Diputado por aquel departa?
mento. En seguida ha establecido el Honorable Diputado por Santiago una singularÍsima doctrina, hãcia la cual llamo muy vivamcnte la atención de mis Honorables colegas, Su Señoría ha.dicho: elimino las pcrsonas de los scñores ?linistras, porque qreo que po!' ahora la libertad electoral nada tiene que teme!' de ellos, Ellos son inocentes de los amagos de que está siendo víctima la libertad electoral. El culpablc, el único culpablé es el Presidente de la Hepública, Terminado el discurso del Honorable Diputado por Santiago, el señor Ministro dèí Interior entró á refutar lo que el señor Vrzúa había expuesto y á ocuparse de algo más que había tenido lugar en el debate, y, de paso, manifestÓ que extrañabaque elllonorahlePresidente de la Cámara no hubiese llamado al orden al Honorable Diputado por E>?lltiago por la manera Como habla hecho mención del Presidente dc la República, por las doctrinas que había establecido respecto de las relaciones del Presidente de la República y su Gabinete. En concepto de algunos señores Diputados, la resolución del conOicto que nació por esta observación del señor 1\.finistro del Interior, y que rec9gÎó con sIngular calor nuesLro Honorable Presidente, conÌlicto por el choque de estas dos opiniones respecto de lo que.debia hacer elllonorablc Presidente de la Cámara cuando el señor Diputado por Santiago se ocupaba del Presidente dc la República, esta cuù\;tión, digo, según el concepto de algunos señores Diputados es de fácil deslinde; basta "plicar á eHa los principios constitucio-
.
.
.
nales y establecer que es líCÎto en esta Cúmara ocuparse de la persona del Presidente de la Hepública, para conceder razón á. nuestro HOfwrahle Presiùente. A mi la de
modo
val" ,
cuestión es más compleja, y depende no sólo de las diversas
.
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BIBUOTECA DE ESCRITORES DE CHILE "
maneras como el hecho puede ser estimado, sino de cómo las rclacionesde los diversos poderes pÚblicos pueden ser estimadas en un pais republicano. Parece que el Honorable Presidente de la Cámara ha creído que el señor Ministro del InteJ'iOI' entabla reclama?jón porque no se llamó al orden al Honorahle Diputado que
traía á este recinL?}òsactos del Presidente de la. República y, entre tanto, el Honorable Ministro del Interior ha estado lejos de hacer Hna reclamación por ese motivo- Lo que ha dado origen á la queja de! señOl' Ministro del Interior, ha sido que e! HOllOrahle Diputado por SanLiago haya trajdo aquí actos personales del Presidente de la República, las opiniones, los concep?os expresados por este altomagistrado en la intimidad de la amistad y de la confianza á un amigo privado. Si el derecho del Honorable Diputado está fuera de euestión, debemos reconocer á lo menOS que no hay conveniencia parlamentaria ûn esto, y que lo mCnOS que puede exigirse del lIonorable Presidente de 1.. Cámara es que 11amam la atención del señor Diputado á qne no es conveniente traer ".
á este recintohecho6 individuales de aquel
alto funcionario de la Repúhliea. Porque ciertamente iríamos muy lejos si nos fuera permjtjdo traer á la Cámara conversaciones priva? das que tieucn lugaron el recinto del hogar y de la amistad Sentida que e! Presidente'de la República hubiera ereido que, como ci?dadano, podía ÏnOuir para que se excluyese de las eleceiones del departamento de Talca al Honorable señor LeteJier. En verdad, lo sentiría, porque la experiencia me ha manifestado que todo aquello que se aparta de la justicia y de la equidad åltera neeesarianienLe elliel de la balanza en'queestáneoloeados los intereses y el J'J'estigio dela ,administración pública rlel pais. Pero, tengo para lnÍ, por informes qne he recogido, que el hecho es completamente .
inexacto.
Pero, si el Presidente de la República 1?ubiesecreído, en :su conciencia de chileno y de ciudadano, que no era conVQ-
OBRAS DE 15lDORO EURÁZURIZ
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niente la reelección de llIlOiputado, y lo hubiera manifestaá mi juicio, deplorable; pero do así privadamente, sorÍa de (será conveniente que se traigan á la Cámara cuestiones á pedjr cuenta aquí á 108 funcionaesta especie y que vamos rios públicos de las simpatías ó antipatías que tengan como ciudadanos particulares? si el señor Ministro Ahora, respecto del segundo punto, del Interior tuvo razón para extrañar que no !:Je llamase la á aLoncibn del Honorable Diputado por Santiago la gravedad del cargo que enunció en este recinto, aún si no hubiera
del Honorable tenido derechu para reclamar oe la conducta si estaPresidente, y para pedir â le Cámara que declal'Hra ba ÍI nó en el orden elllonorable Diputado por Santiago, la cuestión es complejísima y se róza con la base misma de la Constit.ución de los poderes pÚblieos. Yo comprendo que la cuestión ?eria sencilla en aquellos países en que la organizacjón de los poderes públicos es de los Estados Unidos, en que el Presidente de la
eomola
Repúb1ica se encuentra frente á frente del Congreso, en que no existe, como entre nosotros, esta entidarl que se llama los MÜÜstros í;on simples Secretarios y en
Mjnhterioj
que
del Presidente de la RepÚblica y respeeto de los cuales no el tiene la Cámara para qué pronunciarse. Allí se encuentra Presidente de la RepÚblica frente á frente del Congreso,
la ante el cnal puede ser aCllsado por ciertos delitos que
Constit.ución de los Est.ados Unidos determina, y puede ser acusado en cualquier tiempo de su administración. Fucrade 108 Est<:tdos Unjestas ncusac.iones, no tiene el Congreso de
dos medio alguno direct.o de aHerar la marcha polít.ica de la administración de èsc pais. N o hay más que. acusaciones al Presidente de Ja RepÚblica ó aceptación de la polít.iea del
.
Presidente de la HepÚblicaj 6 se saeuue enSU8 basèsla organización de los poderes púbJicosj 6 el Congreso tiene que resignarse con la politica presidencial. Yo me felicito muy"sinC8I'amente'de que éstos no sean 3
ERR..\zUlI.IZ,-".r. n. ?!,
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BIBLIOTECA DE ESCRITORltS DE CHILE
105 principios que rigen en nue"tI'., Constitución política,
,modelada en esta parte por la Constitución belga, i', " Los constituyentes de 1833 colocaron sabiamente, á mi juicio, entre el Presidente de la República y el Congreso, á los Ministros, haciendo del Presidente de la República una entidad inamovible, cuya responsabilidad permanece en suspenso duran le el tiempo en que ejerce sus funciones. Ý ,
en cambio de la extraordinaria solidez que daba al poder EjecutivO' y á las institucjones, abrieron dos válvulas, dieron al Congreso dos medios de acción sobre el Ejecutivo. 'Uno de estoBmedios de acciÓn es la facultad de acusar á ]05
Ministros. Los Ministros"según nuestro sistema político son acusables en todo tiempo, como lo es el :presidente de 105 Estados Unidos. Otro d'e los medios de acciÓn es la censura. La prácticat que entre nosotros vale tanto como la .Constitución escrita, ha establecido el voto de censura Como medida de todos los dlas, de todos los instantes, pal'a que el Congreso influya en la marcha politicade]a adminjstraciún.
Comparada la organizaciún política de nuestro' pais, de completa independencia de los poderes, con la organización de 105 Estados Unidos, prefiero con mi\cho la primera, y me adhiero á los principios de]régimcn parlamentario d?Chile. E] Poder Ejecutivo descansa oqul sobre una base sólida y permanente, fuera del o]conce de las tempestades politicas. El Presidente de]a República, mientras dura en e] ejercicio de SUB funciones, no puede ser acusado. Mientras que el poder presidencial descansa en una base sólida é inamovible, el Congreso puede, en' todo tiempo, castigar al Ministerio censurándolo ó acusándolo, y cambiar de esta,rnanera la marcha polítiça de la administraciôn. 'Dada esto doctrina, tan propia de países parlamentarios, ',ç,6mo aparece la teoría establecido en este recinto por el .JÏonorable Diputado por Santiago? El Honorable Diputado por Santiago decla: los Ministros son inocentes, la liber.tad electoral nada tiene que temer de ellos; e] culpable es el Presidente de la República. ,
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"
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZU RIZ
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En presencia de los principios constitucionales de esta ,Hepública, e8 ésta una monstruoså doctrina. Y no solamente es una monstruosa doctrina, sino que esta especie de amnistía otorgada al Ministerio con daño del Presidente de la d RepÚblica, es la más atroz injuria que puede lanzarse al ros? .
tro de los ciudadanos que ocupan los bancos min?steriales. No se trata, señor Presidente, de resolver si los actos del Presidente de la República son Ó nÓ disoutibles en la Cámara, porque indudahlemcnte lo son, pero para hacer respon!;ables de ellos á los Ministros y no á su Excelencia. Yeso 8S lo que, en mi concepto, ha obligado al señor Ministro del Interior á reclamar, modestamente, á reclamar el recuerdo de la dignidad de los Ministros, å quienes se haoía á un lado con desdeñosa amnistia. Y ha debido reclamar á nombre de la teoría constituoional, á nombre de la responsabilidad del "
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Ministerio ante el Parlamento. Hé aquí cómo la cuestión e8 compleja, cómo la cuestión puede resolverse en uno ó en otro sentido, según sea la ma? nera como se aprecionlos principi.os.que rigen la organiza? oiÓn de los poderes públioos de Chile; hé aqní cÓmo el solo recl)erdo del hecho y de las palabras del Honorable Dipntado por Santiago puede alterar el concepto que dcl incidente pucdan haberse formado los eaballeros que han tomadó par. te en él ó lo han pfesenoiado. Pienso, señor, queel ;{ismo Honorable Presidente vaci]ó mucho antes de hacer del incidente un motivo de pronun? ciamienlo de la Cámara. Yo vi al señor Presidente desplegar extraordinario c?lor, calor que en peJ'8onas de su suave temple es extraordiriário. Pero al mismo tiempo, la sesión llegaba á su término, y el señor Presidente no había formulado claramento su deseo de que la Cámara se pronunciara. Un pooo de menoe calor de p"srte del señor Presidente y de parte del Ministerio, habría heoho caer el debate, y habría quedado en la conciéncia de cada cual la apreciación de BU derecho:Y esto está perfectamonte conforme con la experiencia '. de todos los días. ,
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fHBlIOTECA DE ESCKITORES DE CIlU..E:
En las dos Últimas sesiones no hanlaItado Diputadus que
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hayan creído que el señor Presidente debía reconvenir å sus colegas. En la sesión pasada, el señor Vicuña manifestó que debía haberse llamado al orden al señor Ministro del Int'crior, y el Honorable señor Letelier hizo el mismo cargo al señor Presidente. Y <cómo no vimos al Honorable Presidente levantar'Se, en estás dos ocasiones, contra esto que podria llamar censura? <POI' qué? Porque son divergencias de opiniones que todos los dia? ocurren en este recinto, sin dejar huella alglwa. Y la circunstancia de que el señor Ministro del 1nterÌor no sólo es miembr'B de esta Cámara, sino también rniemoI'o del Gobierno, no desvirtÚa la cucsti.ôn. ?"e atrevo á afirmar que si las cosa!'! hubieran seguido su camino natural, si f!sta divergencia de apreciaciones se hubiera mantenido en el terreno de las di vergencias dumésti= cas entre los miembros de un partidu1 el incidenLe nO se ha: bria trabado exigiéndose la resolución de la Cámara. <CÚmp el incidente ha pasado de divergencia de opiniones á UIl incidente que reclama la resolución de la Cámara? Porque desde el balcón ha venido un grito diciendo; lA las mechas! Uno que inira las cosas rlesrle afuera? ha dicho: jNo pueden
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ustedes salir as1, es menest.er que ?a]gan Con I'asguños en la caral La I?}lniohra 88 cim'tamenLe hábil. Desde tiempos rernotos, todo lo que tiende á producir divergenciasen el campo enemigo es una buena maniobra de guerra. Francamente, yo la aplaudo, tanto más cuanto qt..eel señal' Diputado que la ha empleado se encuentra en este: momento en una situación política dificil, sosteniendo casi 8010 un pabellón cuyos mås antiguos y respetables Øefensores se han ausentado de esta Cámara.
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Aplausos en las galerlas. ß
El señor Presidente.-Advierto
á los señorcs de
la barra continúan csLas manifestacioncs1 me veré obligado á despejar las galerías. Es necesario que se mantengan dentro que, si
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OBRAS DE ISIDORO ENRÁZURIZ
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prohibe toda ma.le las prescripciones del Heglamento, que nifestaciÓn, si desean permanecer en este recinto. El señor ErråZllriz (don lsidoro).-Aplaudo, pues, la maniobra; pero, por mi parte, declaro que ]os miembros de un partido que no es aquel en cuyo seno no se han producido disidencias, no son Jos llamados IÍ dar la norma de lo que ó de exigir, el cada uno de nosotros se halla en caso de ceder ni á resg u ardar nuestro derecho ni nuestra dignidad. Más todavía. Encuentro marcada contradicción entre t?sta tentativa de llegar á una coalición eon lIn grupo del. partido liberal por parte de un Diputado conservador, y las ideas que he escuchado hace poco, eDil verdadero placer,.de otros labios consçrvadoreB;en este mismo recinto. La Cámara recordará que el señor Walker MartÍnez hizo un llamamiento de todos los partidos á la lealtad en los principios,á lafide!idad á la handera,á lahonrader. polítìca.
No mâs partijas ni transaccioncs, no más pactos indecoro:;08, dijo el señor Diputado; que cada, uno manlenga en alto ?u bandera! y hien, señor1
lqué significa este incidente sino un proyecto de coalición entre conservadores y un grupo liberal ?I Atengámonos á la doctrina que hemos escuchado en este I'ecinto de labios conservadores, mantengamos nuestra bandera, no provoquemos coaliciones, que serían la más infame de las parlijas y de las transacciones, mantengamos en ,la lucha las regl., de frauqueza y de lealtad, á las cuales unos y otros ajuBtamos nuestra conducta. El Honorable Diputado debe creer que por muy hábilqllc soa su maniobra, nosotros comprendemos que no estamos abligados á dade el triste espectáculo de nuestras disensÌùnes domésticasj nosotros no estamos ohligados á ùal'le fuera y dentro de este recinto, sino dos cosas: justicia y cortesíal No se nos puede obligar å dar á los enemigos que asistenÚ
espectáculo la fiesta de una plaza de toros: la censura de nuestro Presidente ó la censura del Ministerio, porquc es indudableque la proposieión formulada por el Diputadopor t"!ste
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Santiago señor Vicuña, {{sla más explícita censura al Ministerio; y el señor Ministro dell nterior así lo ha declarado. Pero, no sólo lenemosque velar aquí, como liberales, por ]a 8uerLe del Ministerio, sino tambiên por ?]a situación de] Presidente de la Cámara. Hecucrde, por su parte, el señor Presidente que no sólo es el director de nuestros debates, sino también el depositario de la confianza. de 108 miembros
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liberales de esta Cámara: y una votación en qU8,apareciese víctima y coaligado con los conservaùor'es, destruiría el carácter de depositario de la confianza de todos los grnpos li. herales que lo han elegid o. Por consiguientej si nosotros no poùemos aceptår un voto de censura al Ministeri!J, tampoco podemos aceptar la situa"
ción en que pretende colocarse el Honorable Presidente. TeneJ?os que vclar' pOI' UIIO y otro. Y lqué motivo habria para ir á donde no debemos llegar?"lIlay algún derecho ó algún principio que salval'r?Y a he manifestado que el señor Ministro del Interior ha reclamado contra u"na doctrina-que e!-i (Jl'oIuudamente inconstitucional, contra una teoría que seI'Ía el desquiciamiento de una delos poderes públices de Chi1e. Y si así no hlel'U, bastaría ó. la Cámara y bastaría á su Presidente, liara salvar sus escrúpulos respecto de los fuer'o? de los Diputados, lo que los señores Ministros han declarado en este recinto. Me parece que, recogida la opiniÓn de todos los que nos sentamos en estos bancos, qUf?dan salvados los fueros de los Diputados. Entonces sólo queda en pie la cuestión de dignidad; y ladignidad lastimada puede tener dos caminos para manifesel pnede No señor es Presidente decir: mi dignidad tarse: personal, sino la dignidad de la Cámara la que defiendo, Pero, acabo de decirloJ lno se ha manifestado aquí que ua.. die pretende amenguar los derechos de la Cámara? Lo qll!J se ba reclamado Ino es que se abra camino á teorías contrarias á. nuestro sistema político? .?...?' En cuanto á la dignidad personal ó individual, me parece '.'
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
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que la salvamos,como salvamos los derechos del partido Ji? beraJ, no resolviendo nada sobre elincidente. Estees el propósito quepersigo, yel propósitoque.<!ßvuelve el siguiente proyecto de aeuerdoque tengo el honor d_e.
proponer á la Cámara: ,Resultando del presente debate que 110 se ha deseonoci. do el derecho de los Diputados para examinar y discutir todos 108 actQs de los funcionarios públicos quc afecten al ser-
vicio del Estado y que no hay por tanto n?eesidad de que la Cámara"Sê 'pronuncie 8ob,re el casò"particular que Í1a--m6tivado el ineidente, se pasa á la orden del dia>>. No sé, señor Presidente, si he conseguido mantener con ". l1Tlparcîalidad, ante l.? Cámara, la bl}lFl.nza que, en mi caråcm
ter de Diputado liberal, me corresponde mantener entre el señor Ministro del Inte?ioI' y nuestro Honorahle Presidente. Mi propósito ha sido impedir que la maniobra'ejecutada ten. ga resultado, impedir la coalición, y salvar, por Último, el dereeho de todos. Pero, si est_? fin no se consiguiera? si la s??ceptibiljdad personal tuviera en este caso exigencias culpåbles é intole-' rabIes, agregaría que cualquier saerificio seria pcqueilO ante la necesidad de mantener' en un terreno sólido y firme á la administración, cP-:,los momentos solemnes en que nos encontramos, cuando Ilna crisis"ministerial podría causar al país males incalculables, dentro de nuestro j.B'opio territorjo, y, sohre todo, más allá de nuestras fronteras; porque Ulla crisis ministerial produciría una discordia chocante entre los grupos del partido liberal. Además, seria casi impo. sible organizar up. Ministerio que necesÍLa llevar á la administración prestigio, inteligencia y patriotismo.
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,
Discurso sobre ]a conduolJ\ del Presidente de la SIi:SIÓN
Cámara,
IIE 17. DE NOVIEMBRE DE 1881
Veo con satisfacción que el dehaLe se acerca á su fin y que los caracteres que en él se han mostrado se diseñan con mayor claridad. La Cámara ha presentado, durante el incidente que está para terminar, el ß?pecto de un incendio; y como se estila on todo incendio, aquí no hall fallado dos cuadrillas de muy distintos propósitos: una cuadrilla que ha tratado de extinguir el fuego á todo traoce, al poso que los provocadores de la llama ó los que tienen interés eIlla activación del fuego, ponen todo su empeño en allegar combustihle á la hoguera. Por parte del que habla y de sus amigos politicos, sø ha hecho todo lo posible por extinguir este incendio, qne ha es-
tallado por lo pisada de un fósforo parlamentario. A esta cuadrilla de apagadores del inr.øndio han pertenecido también los señores Ministros, quienes, sin atender á su der.echo y casi su dignidad, .han inclinado la cerviz, han dado toda ulasc de satisfacciones al señor Presidente, como el últi,mo
camino que leA permitía la amistad y por no parecer sobrado incomplacientcs para con un antiguo partidario. Nos hemos empeñado en suavizar la discusión, en señalar puentes de 11niÓnal señor Presidente, en hacer desaparecer, en suprimir los pequeños incidentes, en acanar las susceptibilidades. Si por parte del senor Presidente y sus amigos 1'0IitioOH se hubiera olw.crvado igual condllcta, el incidente ha,
41
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
brÍa desaparecido al nacer; R?J'o el señor Presidente, qUH siempre ha pertenecido más bien á lo? h()mbeI'O?7 se ha em'peñado, lo mismo que sus amigos, en dar mayores proporciones al incendio, y han negado hasta hacer en el seno de la
Cámara la división de víclilllfiS.Y verdugos. El señor Presidente y elseñuI' Diputado UrzÚa no han parecido preocupar-' ge de otro anhelo que el de disputarse el paso para llegar al altar del sacrificio. El señor Urzúa exclamaba: jcrucificadmel y el señor Pre?
sidente: isacrificadmel Y como eran dos las víctimas espontáneas, si los sacrificadorcs hubieran est.ado liSt08 habríamos tenido una doble hecatombe. .
(<Sacrifíqueseme en horabuena, exclamaba el señor Diputado por Santiago, me ofrezco en ofrenda por el puehlo!l) Se-
verdad, seg1m los precedentes que?eIlemo8 de la mitólogla antigua, que á los dioses les eran más agradahle" aquellas víctimas que más querían, el señor Urzúa, el ídolo del pueblo y cuya divinidad es el pueblo, habría sido una digna víctima propiciatoria. El señor...Presidente, obedeciendo á una susceptibilidad ilimitada, ha dado á las palabras vertidas en la djscllsión las más alarmantes proporciones. Ha dicho: el seÌlOr Ministro del Interior me aeusa de haber faltado á mi deber; él señor Ministro de Relaciones Exteriores me ha entregado al juicio de la Cámara y dRI país. ?Y á juicio de quién quería Su Señorial lal de las furias infernales? Al juicio de la Cá-
flOres: si es
rnara y l.Iel11ais está ?ntregado todo hombre público.
Mq?n!
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Pero el señor Presidente ha ido más allá. Ha llegado á supone!' que yo le he acusado de un complot, de una coaliciÓn con los conservadores. Pero' ?dónde está una sola palabra mia que dé margen á tal suposición? Cuando yo he dicho á Su Señoría que evite el escollo de venir â caer' en el peligro de una coalición de hecho, ?a?aso he s,9ñado en acusar al sc?. nor PresIdente de e.omplot ni de coalicJón? ?
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El señor Presidente ha perteneéÌdu siempre más bien al
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DI BLIOTECA DE' ESCRTrORES
DE:
CHILE
grupo de los bomberos que al de los incendiarios. ,Desde 4' cuándo ha cambiado, y cuál ha sido la razón 1". Otro señor Diputado ha entrado en e: dehate con la pretensión de sostener que tenia derecho para rectificar y para serena,' la discusión acalorada por el soplo de malignas pa'siones.
Cuando escuchaba á Su Señoria creí que se referia al señor Vicuña al hablar de dardos envenenados lanzados contra un partido. ó por el calor que desplegó"el '. .Por un defecto de acústica señor Diputado, no llegaron sus palabras á mis oídos con toda la claridad deseahlo. Me dírigtentonces al Honorable Diputado por Santiago, señor Vicuña, y le dije: "Esto es para mí, compañero ?-Nó, creo quø es conmigo, me contes-' tó?.-POI' lo que me incliné ã creer que se didgía al ?eñor Vi,1
cuña.
El señor Diputado por Valparaíso hablaba de dardos envenenados, de ardientes pasiones, de cuestiones poJíticas, y yO, que tenía la conciencia de que no había dado al debate esos caractereH. creí que !lo podían dirigirse á mí lales expre-
siones.; Hé aquí lo que'decía clseñor Vicuña en la últinÍ? sesión: CI
agrega que el gerente de la sociedad ha sido renovado y que un administrador severo y tirante reemplaza al antiguo y que su primer pensamiento ha sido el de pnner <,A esto se
atajo al derroche desvergonzado de la administración anterjof, revocando sus decretos y removiendo á sus agentes>>. ., El señor Diputado por Valparaíso creyó que se le dirigía un flechazo, cuando 10 que se le dirigía era una bomba. Pero el señor Diputado venía provlstode un emplasto contra dardos imaginarios, pero no contra el tremendo bombazo. Leyendo después el discurso del señor Diputado por Va]paraíso, me he convencido de que yo he tenido el honor de ser atacado por Su Señoría. .. Su Señoría se ha encontrado en medio de una nube de .
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dardos envenenados, que ha desvíado con un gesto de desdán, viéndoles caer sin hel'irlo. La figura es b;?enacomo retórica, pero reelarno Slll'!'opiedad en favor del señor Vicuña Mackenna., á quien pertenece y 'lue la usó en 1876 en uu impoi;tantc debatc; pero la prupiedad ùe mi amigu'Ilo está asegurada por una escrltufH pública, y el señor Diputado ha podido usarIa. El selior Diputado por Valparaíso me ha atribuido el ha.
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bér dado å esta cuegtión un carácter político1 como si estu? viera eu manos de un solo diputado producir una situación' semejantej como si los señores l\Hnistros no hubieran decla. . rado que hacían de ella una cuestión de Gabinete. Mi propósito fuá pl'ecisamente el contrario. Traté de alejar ese carácter dela cuestión. .
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Ha hablado en seguida el señur Diputado, de dardos envenenados lanzados por mi á Su Señoría. Yo no querría imponer á Su Seño.FÍa otra tarea que la de probar, en este recin-. to, cuáles han sido osos dardos emponzoñados. Esto)" dispuesto á cederle la palabra' para 'lue lo haga. El mismo' señor Presidente me reconociÓ', en su discurso. {Jue yo mehahia mantenido á una grande altura y serenidad j y, si alguno debió encont.rarse dañado, SiIf duda que habría "ido el señor Presi?ente. lEs permitido en la Cámara suponer {IHe un Diputado ha lanzado dardos envenenados, sÓlo con el objeto de dcvolvér?elos y armar camorra? Si hubiera querido avivar el incendioJ habría soplado
soel de bre señor Presidente esta Sala, que habría dado una' luz brillante, y no sobre ciertas luces que comienzan á reducirse á la categoría de candiles: El señor Diputadu po'r Valparaiso ha hablado de
reputadesautorizadas; y, á este respecto va á permitirrne la Cámara decir unas pocaspalabras. En presencia dol ataque, támbiéu he sentido arder la sangre en mis. venas con el fuego de las luchas par1arnentariàs .de otro tiempo, y he querido, por un momento, lanzarme å 13ioncs
ellas. Pero las figuras de tantos grandes oradores y hombres
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
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de Estado con quienes he medido mis fuerzas con suerte va(.ja, se han presentado á mj imaginaciÓn; y por rcspeto á ellos, abandono este terreno. Tocante á mi reputaeión desautorizada, segÚn el señor Oiputado por Valpal'aísu, tenemos un juez & quien apelar?
poeblo de Valparaíso. Próximo está el día en que debamos present.arnos ante el puehlo de Valparaíso que nos ha elegido por sus representantes. Invito, pue!i, al señor Matte á que ese pueblo juzKue entre ambos, y diga, en las próxiinas elecciones, cuál es el Diput,ado cuya palabra es, ã su j uic.io, más autorizada, y cuál Ja que ha atizado hoguera sobre el terreno de 108 comunes partidarios. Permítame el señor Diput.ado pO!' Valparalso que lo colo.,)
que en el número de aquellos qUA han procuradn avivRr el
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in<:emlio.
Su Señoría se ha presentado aquí corno paladín de la teol'Ía Hueva de que el derecho de los Diputados s610 tiene pOI:;. límile la eortesía. <Hasta rtÚndepuede llegar la cOl'tesía? El Diputado que \.rae hechos falsos å la diseusiÚo, <eslá dentro-
Ú fuera de la cortesia?
Cuando el señor \\'a]l<m' I\lartínez hizo mención del PI'esidente de la HepÚblica, en las sesiones del año pasaJlo, en. términos suaves y casi poéticos, yel señor Presidente de la
Cámara]o llamó al orden, ?estaba ru ara dç)a cortesía? K. La nueva teoría de la cortesia ?one un límit.e muy vãgo O"?
é-
indet.erminado al derecho de los Diput.ados: eu un caso será estrecbo y en ot.ros demasiado exlenso. El límite propuesto por el señor Diputado entrega el derecho de sus colegas á la
voluntad de la mayoría de la C?mara ó al buen ó mal qucree' Ile su Prcsidente, que será el llamado á decidir en qué casos. un Diputado se ha apartado de la cortesía. El ]ímite que T10solrüs ponemos alliereeho parlamentario, 1.?81ln limite claro y bien definido,?el de la conveniencia pÚpÙMicay parlament:u'ia.Y, siguiendo estadoctdna, he teni,p do curdado de expresar', eula orden del dla qoe he propuestn, que no se ha desconocido en este recinto t>1 derecho que .
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tienen los señores diputados para examina,' y discutjr todos los actos de los funcionarios, sean los aclos pÚblicos ó privados que 'afecten el servicio del Estado, 610 que eS lo mismo! afectcn á.la conveniencia públioa. .
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.que
De mancra, pues! que todos los esfuerzos que hahecho el de Honorahle señor' l\"'atte pal'a j)resentaI'lTIe en diver?gencia opiniones con mis rlemás colegas, han sido completamente infru?tuo805, Su Señoría ha tenido necesidad de establecer reglas iguales á lBs que nosotro3 habíamos propuesto sobre el uso del derecho p(u'l?meTltario, Todos estamos de acuerdo !'especto de los derechos del Congreso. El desacuerdo comienza cuando, á nombro de los derechos parlamentarios y -contra la cOI'lcsla y contra todas las reglas que rigen en una reunión de hombre? erlucadns, se traen suposiciones rlcsautorÌzadas. La divergencia comienza eon el incidente! esto es, con la confrontación del derecho parlamentario con las palabras vertidas por el señor Urzúa en el debate en que estaha empeñada la Cámara, Ha hecho bien el señor UrzúH, han dicho algunos seÌlores Diputados, porque se ocupaha de examinar los actos del Presidente de la RepÚhlica! acto? que afectan fll interés público, Pm' mi parte1 creo que S1.?Señoría hizo mal. No todo lo que se relaciona con él Hono1ab1eseñor Diputado es de interés público:- Para el serior UrzÙa será muy ÌntcI'èsante saber si el Presidente de la República es a fe e tI' ó nó á la candidatura de Su Señoría; pero no creo que la conveniencia púhlica eslé afectada porque S, E., en el circulo de sus amigos ó en el seno de su familia! piensa en Lal ó cual sentido so,. hre esa candidatura, Supongamos que mañana un Heñor Diputado viene á decir á la Cáma,'a: (.EI Presidente de la República ha dado Sll voto en las elecciones en contra de rn.i candjdatura de Diputado, innuyendo de estar,nanera contra mÍ. El Presidente de la República apaga la In;de la República y pone en peligro
su porvenir>>.
IPor este hecho puede la Cámara cree" herida la Ijouvc.
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niencia pública? La Cámara estaría entonces en su derecho para decir: (!pásçse á lo. orden del día>), acordando no discutir más el incidente. Como ve la Cámara, me encuentro en materia de derecho parlamentario en el mismo tel'reno que cuando uséde la palabra por primera vez. .
A pesar del acuel'do que se ha manifestado eotre todos los Diputados, el señor Presidente no ha cedido. Yo deploro
que Sn Señoria no haya querido pasar el torrente por alglÌno de los puentes que han sido hechoR para su exclusivo uso. El señor Presidente no ha querido pasar por el puente de,
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la orden del dia pura y simple propuesta por el Honorable señor Mae-Iver; tampoeo ha querido pasar por el puente de la orden del día motivada propuesta por el ?'èñorM'ackenna. que era un puente adornado con una corona triunfal. Ha rechazado, en fin, 108 servicios de los pontoJÍcros oficiosos que le indicáhamo,? los Únicos senderos por qonde sin mojarse. pudiera cruzar la corriente. Es sensible que el señor Presi?
dentese haya empeñado en no querer pasar por otro puente ' ueel de las Horcas Caudinas que le haofrecido eJ'J-Ionorable .
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señor Vicuña.
Recuerden mis Honorables colegafì que el señor Presidente, que no habia dado grande importancia al heeho qtlc dió origen al incidente, vino á deBclÎbrir que su dignidad necesi? taba del resguardo del voto ?e la Cámara cusndo el Hono-, rabIe señor Vicuña formuló con tanta habilidad su proposición. De modo que bajo ese palio está cobijada la
dignidad
de Su Se?oda. El Honorable señor Vicuña dijo que el señoJ Presidente' queda saltar de las filasde sus amigos poJíticoB,"yque en lugar de caer OSCllralnente en una encrucijada-, quería caer como un atleta con la frente erguida en la arena del combate, y que el objeto de su indicaciÓn era presentade esa oporf tunidad. El Honorahle señor Presidente, que no ha aeeptado la orden del dia propuesta por el señor Mackenna, lacepta la .
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proposición del señor Vicuña quc, atendidos sus consideran. dost envuelve lin ultraje para Su Señoría? ?Prefiere el señor Presidente acogerse á esa,proposición, rechaJ.:ando el camino que le presenta el partido libel'al, que es pl partido donde Su Señoría naciÓ, so formó y se hizo grande? lO será necesario e.cogitar á última hora otra orden del dia que consulte .
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mejor la susceptibilidad de Su Señoria? ;; El Honórablo spñor Presidente ha ,estado dispuesto á sacrificarse con resignación; otros s.eñores Diputados se han ofrecido también á sacrificarse COllO víctimas con Su Seña,,:, ría.. Por mi part? propondría como únicas víetirnas, expiatoa l'ias las suscepLibilidades personales, á las C1?.aleslos señor??
Ministros y algunos Diputados h,)mos puesto ya tantos emplastos y tantos bálsamos, Sacrifiquemos åesta victima, ese lodo de las discusiones parlamentarias y aceptando una orden del dia que salva el derecho y 1a dignidad de todos, demos por borrado este de-
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"agradable incidente. No sé si esto liuadra perfectamente con laB ideas de los. diputados queso crean aquejados de desunión yque vinien.
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do del lecho del enfermo están sintiendo lòs miasmas de la misma enfermedad. Se nos ha amena>,ado con la liquidación del parlido liberal; pero yo creo que cuandó llegû'e ]a Jiquidaçión, no será ese partido quien necesite de oficios agoreros que le expon? gan eI estado de su caja;y si alguna vez hubiera de declararse eñ quiebra, la liqu-id3:ciõn schará con los verdaderos .. acreedores ]iberale?! y el nombramiento de síndico saldrá indudablemente de estos mismos acreedores. .
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No pretendo hacer recriminaciones á los partidos, pero si recogcré el guante que en esta sesión ha lanzado el señor
Walker Martínez q?n.tra cl partido liberal. Y creo que me será fácil probar que á este partido debe nuestra patria sus mejores días de libertad.
Podría preguntar á. Su Señoría quién dejó por largos años en extranjera tierra las cenizas de un hombre ilustre,;:'tbajo
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BIBlIOTECA DE ESCRITORES DE CIIILE .
qué régimen 1m sido mH8 lihre este país que baju el de la Constitución del año 28? lQuién ]0 meció en su cuna el año 26 con el grito de ]a libertad? M ucho podría decir en obsequio de aquellos que lucharon y tuvieron fe en la lihertad'y en el régimen parhimentario.
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Pero creo que no ha Jlegado la hora de entrar á cuentas el partido liberal con el conservador. !vljentras tanto, una misma aspiración debe ale?taI' á to'.dos 108 corazones, el ùesarme ùe los partidoB debe continuar corno en los dos úILÎmos años, la patria requiere el concurSo de todos; una misma bandera debe cobijarnos á todos para la defensa de la patria en peJìgro.
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Electorales.-EI informe de la Comis!ón Calm.c: eadora de Poderes
Cuestiones
SESIÓN
l)fo?
22 DE JUNIO DE 1882.-aÁMARA
UF. DIPUTADOS
El señor ErrtÍzuriz (don l8idoro).?Señor Presidente:
si
hubiéramos de juzgar por los debates que periódicamente se suscitan en esta Cámara, 'respecto de! ejercicio de la faeultáil de calificar los poderes de sus miembros, que es inherente á nu.estro cuerpo, se podría imaginar q'heestamos muy lejos todilvía de lener buenas prácticas establecidilB. Sin embargo, si dcsentendiéndonos de estas discusiones, 8ostenida? de ordinario por el calor de las pasiones de ban. dCI'Ías, se llega á las resq)uciones anteriores de la Cámara, se encontrará ,que de veinticinco ó treinta años ácsto. parte, eu el procedimiento de Sl}S comisiones, y especialmente en
la calificadora de poderes, y en 108 ilcuerdos celebrados, ha hahido una lógica que nada ha sido capaz de aIterar.
La Cámara ha manifestado con sus resoluciones, y con el procedimienlo general de SllS,.ealificados, algo que el se. ñor Presidente ha formulado, si no con' las mismas palabras, al menos con otrasp:quivalentes á estas: la Cámara ha comprendido siempre que calificar elecciones signifìca para ella emplear todos los medios que están á sualeance; de ha-
cer y deshacer escrutinios; formar su juicjo conforme á los datos que están sobre su Mesa, respecto de los hechos; y todo con el objeto de regularizar la elecciÓn práctieada. ,
ERRÁZURIZ.-T:
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BIBUOTJ<:C\ DE ESCRITORES DI! CHILH
La Cámal'a ha hecho Yal?r
su más amplio derecho para. defenderse contra 108 casos de Îl'I'egularidades de los agentes del Ejecutivo y demás autores extraños y perturbadores de
la elección,
y de las irregularidades cometidas por las juntas eserutadoras que otorgan el mandato á los miembros de la
Cámara. De acuerdo con esta doble tendencia de la Cámara, se ha establecido por el Reglamento la doble instancia de la ele')ciónt å que aludía con mucha claridad Yl'aZÓll en la sesión anterior el señor Diputado por Rere. La Cámar'H caJifioa las elecciones en dos iUHtancias: sUffiÇlria y penal. Yo no crco lJue en ]a instaneia sumaria la Cámara sólo califica el pnder: creo que califica tamhién la elección, COn el ,.,r,
mérito de los documentos que acreditan el mandato del Diputado. La prueba de ello la tenemos en la presencia de setenta Diputados que en este IÌlOmento 'so sientan en la Saja, 'que son Diputados de Chile y euyos poderes han sido únicamente aceptados, ó en favor de los cuales sólo medía hasta ahora la aceptación de poderes. Luego esa es åct!pt.ación de ., elección. Es cierto que sólo se aceptan presuntivarnenLe, para el caso de que no se elevA reclamo contra ellas, El juicio sumario tiene doble significado, doble importan-
?Ola. .'J'
En prÍmcl'lu gar era necesario adoptar'un procedimiento
,:"rápidopara q?e la Cámara pudiera constituirse; y, en segun. do lugar, era necesario poner UIl atajo pronto y eficaz á lo"a ahmw? de aquellos que, no habiendo podido ejercer violencias y alterar l?- elección misma, pretendían aHerarla en la verificaciÓn del1esorutinio. Es"decir 'lile la Cámara defiende "'la elección de sus miembros, por medio de e?ta instancia ra-
pida, contra las falsificaciones de escrutinio, contra los audaces, llamados antes nIunicipjos y ahora primeros alcaldes, que se atreven å alterar el resultado del, escrutinio y dar el 'mandato de un.pueblo å otro que aquel á quien le pertenece.
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OBRAS DE ISIDORO ERlt.\ZURIZ
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La sabiduría de esta doctrina aplicada constanteI1lCnle por la Cámara"-f?? evidente,. I;'porque si procedier'a de otro modo, tênllríå que aguardar el juicio pleJla";iosobre la riúlidad de las elocci?nesJes decir, qÜé.durantemeses y aú'? aìíos estuvieran sentados eJl m;te recinto y ejerciendo influencia, en las resoluciones de la Cámara los Diputados fabricados
por los primeros alcaldes. ?Hé aquí la grande irnpoI't?ncia que tiene la división de las dos discusion1is: la de calificar poderes y la de calificar elecciones: lié aquí la justificación más amplia de la línea de
conducta que la CámaI'a.ha adoptado á este respecto. La Comisión calificadora de poderes no entra al fondo de. la cuestióI.1: Eso ]a llevaría muy lejos y retardáría la con?tituciÚn de l"1iCámara1 teniendo además eÌ inconvenierite dft que no habría atajo contra-el poder inváspr de lag juntas es? crutadoras. Pero se dirá que en el caso de que la elección sea nula; viciada, pu,=!de suceder muy bien: que la junta escrlltadora otorgue elinandato â una persona que no tenga mayoría de los snlragios del depar'Larnenta. Es verdad).el peligro existe;pcro es remoto y la Cámara lo subsana en el juicio que abre sobre la nulidad de la ele6-. .
ción. Este juiciô relativo_al fondo de las elecciónes, exige una larga investigación para que la Cámara pueùa conocer todos los vicios é irregularidadeH cometidas, /iJor consiguien-
te, se expondría e?te.cuerpo ã errores lamentables, si fuera á confundir este juicio plcnario1 en que es preoiso conocer to? dos los antecedentes y escuehar la palabra del señor Minis: tro del Interior, si fuera â ingertarlo, digo, en el juicio suma'': rio que debemos resolver rápidament.e, sin necesidad de oir al Gobierno ni hacer;nvcstigaciones,.sinover si ??primer alcaide ha otorgado el poder á quien corresponde. El primer casa en que esta' doctrina fué discutida por la Cámara y aplicada por la Comisión calificadora dI:' poderes; fué en lRö4. Es sahido que en la elección que tuvo lugar en?
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BIBLIOTßCA DE ESCRITORES DE CHILE
Valparaísof aparecicl'onmuchossufragios en fa'Vol' ùe don José Victorino Lastarria'y don Francisco Vargas Fontecilla, La Municipalidad de Valparaíso declaró que estos sufragios pertenecían á cuatro per"onas distintas y que
"Lonce!; en
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era uno don José Victorino y otro don Victòl'jno y lo mismo .á propósito del señor Vargas Fontecilla "
La Comisión calificadora de poderes dH
ese
año, compues?
ta de los señores Márcial Gon2ál;;?, Barros Morán y otros señores Diputados CUYOH nombres no recuerdo, rec1amarop. On alta voz sosLeuicnùo 111 ?eoría que tengo ahora el honor de 'defeader y dijeron: la Cámara no tiene para qué ocuparse del fondo de 111 eleceión de V alpefaíso; lo único que tieneque hacer es rectificar el escrutinio para resolver á quien?'sco? rrespomle la eJeceión que les ha sido a"'ebatada. En el curso de la discusi6p- se spstUYOpor algtHloH HeñoI'flS Diputados que esta opinión de la Comisiónealifieadol'a.le poderes e"a un abuso contra la libertad de la Murueipalidad de Valparaíso quo era ni más"nì menos que la dictadura de la Cámara: pero por parLe de la mayoT'ia liberal se hizo valer .
!ì"";'\..
que en aquello no llabía ní abuso ni dicLaùura; que la Cámara trataba únicamente t.le cOhlprobar si era ó nó legítima la elección de sus miembros; y enloncest y s610' contra cinco votos, se resolvió que]a elección era en favor de los señores 'Jose Vietorino Lastarria y Franei.eo VC"ga"l'ontecílla, Renovõse esta misma dj?cusi6n el año 70 con motivo de las elecciones.lle CopiapÚ, Petorea. y:??ei?ina. La junta escrutadOl'a de Copíapó mandó poderes al seÌIor Amunátegui? l\Iinistro entonces del Interior, y?a] R.eñor Pereira, siendo aHÍ que los v?rdadcros elegidos erHIIlos !'eñores Gallo y Matta, ? La junta de Peto re a hizo una cosa análoga, y la de Freiri?. . na se negó å practicar el escrutinio. .
La Cornisión calificadora de poderes, compuesta entonces de los señores Prats, Baeza, ZU!"arán, Fernánrlez Concha y otros, dijo que no había lugar al juicio plenario sobrc el fon,
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do de la elección, sino que la Cámara debía solamente bacer la rectificación del escrutiÌÜo.
En el easo de Copiapó el señor Amunátegui fué el prime"O en tirar sobre la Mesa de la Cámara sus poderes,declaran1,' do que ellos pertonecian a los señorcs'GaUó y Matta, y la Cá-. mara así lo acordÓ y sin que á nadie se le oCUITÎera decir quo la C6mara asumía la dÎctadura ni que atropellaba äaquellas municipaIídades. Lo único que hizo la Cámara fué"?doptar
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f
el procedimiento sumario que
ya estaba estâblecido contra las falsificaoiones de escrutinio y dar asiento en su seno ó,los diputados qo'e aparecían tales en virtud del escrutinio legít,imo. Si más tarde resultaba que en esa elección había vi,., cios é irregularidad entonces en el juicio plenario sobre el fondo de la elección, quedaría rectificada y se otorgada la representación á los que realmente la hubieran obtenido. r< En el caso de Froirinathu ba una circllnstam?ia especial: la Municipalidad de a,\uel departamentO'?e negó á hacer el es-
1:
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Cl'utinio y, por consiguiente, á proclamar al diputadÜ electo " que lo fuá e\ señor don Ambrosio Montt.
Envista de esto,elseñor Mihistro 4.e1Interior dispuso que se olidara á aquella Munieipalidad para qÜe vel'Íflcase el csm'utinÎo. Pero se levantó entonces el señor Gallo diciendo que la Cáma,'a nO podía depender de los procedimientos de la Municipalidad y que lo que debía ha'cerse, era pedir esas actas. Se pidieron, en efecto, y después de leedasel señor Se-
el'etario, se hizü el escrutinio enla Mé:IR de la misma Cámaråt; Hago saber esta eircun?taneia que manifiesta cuán profundo era el convencimiento de la Cámara al mantener esta .' instancia, sumaria en la calin?ación de los poderes. Las rectificaciones de escrutinios, he;has. por la,Cámal'a, "
en 1870, fueron actos en que una mayoría desahució á tres ó cuatro de sus más distinguidos miembros, porque los caballoros que vinieron á ocupa!' los puesLos do diputados no pertenecían â la mayoría. .Fué una .mayoria generosa, q?e no tomó en cuenta el color polltico de los candidatos sino que "
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BIBLlO'TECA DE: ESCRITORES DE CHfLE
trató de poner pronto atajo á (os proccdimientosinvA.sore? de las juntas escrutadoras. En 187610 junta eSCI'utadora de Quillota, Falseando el escrutinio,proclamó diputado al señal' don Isldoro OvaIle, en lugaI' de don Félix Echeverría que era el veI'daderamente elegido. Llevado el asunto á la Comisión califibadora de poderes,- ésta vacHõ; nO tuvo la energía de las comisiollHs de 1864 y 1870)' dijo: 'fue pase este asunto á la Comisión de elecciones. Y 'hubo tadavia algo más, Un grupo político representado en esta Cámara por varios señore,?D1putadmi, hizo valer en la discusión los intereses del parti'do, y reCOnOciendo en el Fondo 'fue los poderes dados al señor Qvalle no eran legítimos, declarÓ que, sin embargo, los aceptaha pUl' convenir a81 á los intereses de:slll partido. No obstanlu: la Cámara tuvo mayoria para sostener el .
procedirniento rápido y sumario en conLrR de los ahu80s cometidos por aquella junta eserutadO!'a, La Cámar'a no entrÓ entonces á COnocer si habia ó nó nulidad en la eleúeión, sino que siguió el Inismo procedimiento que desde hacía mucho.
Liempo tenía adopLado, y rectificó el escrut.inio sin mandar el asunt.o á la Comisión calificadora de elecciones. He Hf}uí, pues, una Inrgà práctica seguida por la Cámara y una serie de resoluciones en favor de la teoría que sostengo y en contra del pl'oöcdimiento 'fue quiso adoptar la ComisiÓn calificadora de por,leres en 1876: la teoría del juicio rápido contra las falsificaciones do escrutinio, y el juicio plena-
rio, revestido de toda& las pruebas, con citación de todas las partes, incluso 108 representantes del Ejecutiyo, para calificar el fondo mismo de la elección, Aplicando estos priucipios, estas teorías mantenidas tan alto por la Cámal'a, á la elección de Llanquihue de 'fue aho-
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ra se trata, no puedo. menoS de sostener que el caso presente se encuentra en las mismas condiciones de los que he citado de 1864, 1870 Y 1876, No es el caso de nulidad en la elección,
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no 8e trocla de vicios en el fondo de eIJa; Se trata Únicamentrte de 'fue un alcalde, faltando á su deber, escrutó las actas ? el'
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
la eleeción de tal suerte que dió el mandato popular á qUIen "1\1 n.o le correspondía. ". Es un ca80 único y el:ìpecial, como lo decía el seõ\,y.Diputado por Petorca, porque hasta ahora á ningún alcalde se le había oeurrido, escrutar dos actas de una misma sección. Es un 'caso sin precedentes en la historia electoral del país. Sólo al carácter..,especial de las eleccio';ès de Llanquihue, en que ha intervenido en gran parte un elemenLo extranjero? se debe el que haya'habido un alcalde que Be crea autorizado .
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para escrutar dos actas de una mÎslna sección del registro. eÌi.?elfondo ,Pero lIlO e8 éste u!latentado del mismo gén'ero de los que en otras veces la Cámara ha corregido al tratarse de la calificación de pcderes? ,No se trata de urt aléàlde que ha escrutado dos actas de UTla misma sem.:jóll para alterar el resultado del eserutinio? ,No as un alcalde qua, para poder <Jl1viar poderes al señor del Río, ha cometido el atentado, el enOI'me abSlltdo de eSCT'ut.ar esas dos actas, imando escrutando una sola, es decir, la legitima, el relm1tàdu del escruUtíio favorecía al SeIlOl' don Federico Errózuriz? En el fondo es el mismo crÍmen electoral que ya la Cámara ha fallado tantas veces y contra el cual no pti?de adoptar otro pI'CJcedi-. miento que 'el breve y sumario que ya tiene establecido. Si la elecciÓn del señor Errázuriz adolcoede vicios en el fondo, si la8au?oridadeBhan comelido abusos, llameIllos en tonees á nuestros debåtes al señor MinistI'o <id Interior y con citación d.e este importante factor de las elecciones' de Llanquihue1 discutamos sobre el fondo de la e?,ección, deHpués que haya dado su informe la Comisión de Elecciones, Pero no vamos á consagrar el principio de que los funcionarios eneargallos de practicar los escrutinios pueden hacer "sentarse en estos bancos áindividuos que no han obtenido el 'mandato p'Opular. ,,??DeBpués dela discuf;ión hahida creo que no quedará en el ánimo de los señores Diputados, duda alguna respecto á lo
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'.
incorrecto de los procedimierltos del alcalde de Llanqllihue. Se pres,entaron á. es Le funcionario, á. más de las Cll8tro acta?
56
BIHLIOTECA -DE ESCRITORES DE CHILE
sobre las cuales no ha habido duda, dos actas más correspondientes á la sección dc Panitao. He dicho ya que el proc?di.
miento segllido importa un abuso, porque el alcalde no po.f'j día tomar en cuenta sino una sola acta. lC!lál de éstas era la 'lile debía tomarsc en cuenta? En mi conceplo, no cabía vacilación y sobre todo para el alcalde que; residiehdo y' ?onocienelo perfectamente á aquella localidad, todas estas cosas 'debían ser patentes para él. La mesa que funoionó con cinco vocales fué la primera qne se instaló, y lo hizo en condiciones regulares y ajustadas á la ley. Además, consta que el mismo señor elel fiío estuvo presente en los primeros momentos en quo e?pezó å funcionar la mesa, que entró en discusión con los miembros de ella y que dió poderes á un individuo para que reprcsentara allí sus intereses, y sólo cuando creyó que no'se le haría justioia1. ,
(ué cuando resolvió insLalal' otra mesa con los cuatro Yûca,les, formando aS1 el emjambt'e?qlle apBrece en e8tH asunto. ,1 El señor FoÍ1k,? en UD escrito que tengo ã la rnano, dice
que, cometiéndose irregularidad"s en lamesa que se habla instalado con cinco vocales, hubo nec?Biùaù ùe armar otra
mesa duaI. Y lscría posibl?que la Cá?aI'a 8eepte esto, sin easygarsemejantes procedimicntos y que consienta que por el caJlricho de un individuo vengan á sentarse en este recinto personas que no tieñen el mandato del pueblo?
Pero la Cámara va á eir lit palabra dcl misnHi señor del Rio. Dice así: (Leyó) u,. ,-. EIi decir, que las vocales que constituyeron la mesa, protestante de Panitao :no tuvi'el'on acceso'?'á la otra"mesa. Si la fuerza pública fué la que lo impidió, la cuestión es muy im,
portante cU'\J\do se trata de la nulidad de la elección. Pero es el hecho. que esa mesa se instaló d.ebidamente y funcionÓ eon el nÚmero de vocales 'lile la ley ;xige y que los partidarios del señor del Rio ocurrieron al arbitrio de formal' una "?u ,., derecho. mesa dual cuando creyeron en peligro Es necesa.rio1 seFior,.que,cn este ca80;'la resolución de la Cámara sea al mismo tiempo 'una enseñanza, dcsdc que hay ,
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OBRAS DE JSIDORO ERRÅZURIZ
57
caballeros deralta posición política que no entienden bien las disposiciones de la ley electoral. Es n?_cesariohacer com-
prender á los ciudadanos que creen vejados sus derechos en una mesa electoral, que doben ocurrir á lo? medios que les
dan las leyes y que aquello de armar mesaS duales, es venir á converth' ldS actos electorales más ó menos en una dieta polaca en que cada uno discute y vota á su capricho. El alcaJde de Llanquihue no ignoraba que la mesa de protesta,'la mesa de camorra que .se estableció en Panitao, no tenia más objetl) que falsear el resultado de la elección, y sin embargl) escrutó las dó. aclas. ?Puede caber en la mente de la Cámara aprobar semejante proeedimienlo ?"He pido á algunos de los señores Diputados que han usado de la palabra antes .que yo"qUO,J en su concepto, adolece de vicios la constitución de la mesa que so instaló con cinco vocales en pJ;'ilao. Esta bien: ello' será una circunstancia que debe tomarse en cuenta por la Cámara, cuando entre å tratar de la validez ó nulidad de la eleceión. Pero por el momento esa
circunstancia no debe tomarse on cuenta. Tratando ahora la Cámara únicamente de saber. si los poderes dados 1'01' el Akalde de Llanquihue han sido ó nó otorgados á la persona que ha sido elegida por 01 pueblo, no tiene que resolver t50bre otro punto sino Robre saber si podía Ó n61a junta escrnLadora tomar en cuenta las dos actas presentadas por la sección de Panitao, ó si debía escrutarse una
,ola.
La Cámara tiene que aplicar en este caso el mismo procedimiento que adoptó en 1861" en 1870 y en 1876, y en consel?lIencia, rectificar el escrutiIÌio. Se trata de una usurpación cometiùa por la junta escrutadora, nó de poner remedio å los defecto, de una eleeción que puede ó nó ser nula; se trata de mantener el puro mandato'popular y de contenerdentro de la esfera de la ley á las autoridades encargadas de otorgarlo á los que resulten electos según las actas de las m
esas receptoras
Yo temería que la Cámara, queriendo hacer en este mo-
5?
B(BUOTliCA DE ESCRITORES DE CHILK
mento mucha justicia, no hiciera justicia alguna y que, queriendo ir desde luego al fondo de la elección, deje en pie un abuso que las Cámaras anteriores no se han can?ado:deimpugnar. Yo desearía que se mantuviera dentro d(estos dus baluartes de los cuales no ha salidu has La ahora: el de la ealificación de poderes, contra los faJsificadores de escrutinio, y el del juicio plenario sobre la nulidad de las elecciones ycontra las autOl'idades que emplean la fuerzaó eometenfraudes. :,??No entro en otra clasc de consideraciones que han'hecho valer algunos, rclativas.á la importancia personal de los i??dividuos ó á los intereses de partido, porqu(creo_que elIa's no tienen peso alguno ?n el criteriq,de la Cámara. J. Triste serí,\.pl papel que nosotros desempeñaríamos si, por un amor má.s"ó menos desordenado á viejos pendones,' nos. ,
apartáramos de estas prácticas salvadoras que lit Cámara tiene establecidas y. que [uéramÚ?'á faHar estas cuestiones -.,. en nombre de lo? intereses de partido, ynó en'Î1ombre de la -'o
pureza de las r.leccjones.
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La cuestión
de Cementerios.-Se pide el nombramiento de
una comisión que apoye la ley antc el Senado SES[Ó? DEL 5 DE AGOSTO DE 1882 t
di
ErråZllriz (don Isidoro).-La indicación hecha por el Honorable Diputado por Coquimbo para que la Cámara acuerde nombrar una comisión de su ?eno que vaya al
El
señor
Senado á sostener el proyecto sobre cementerios, que le [ué remitiduen el año 1877, ha ,iùo impugnada desde diverso.< puntos de vista por el Ho.?orable Diputado por Santiago )' .por los señores Ministros del Interior y d,t:;.Justicia.
,
La oposición del Honorable señor Hurtado, Diputado por Santiago, ea la del hombre convencido que cree que un prin' cipio de lealtad y de nrmeza de convicciuncs que le honra, le obliga á oponerse al despacho de un proyecto que combatiÚ ?n esta Cám,ara porqúe lo juzgó perturbado!' de la concien-
da religio.sa
del pais.
"
Su Señoría está ahOT'H en su puesto, como lo estuvo cuan? do. se discut.ió el proyecto. de ley de cementerios; yo respeto
la actitud de Su SeñoI'la. El Honorable señor Ministro del Interio.r, partiendo de otra baBe distint.a y hacienùo gala de un amor entrañable ,,(, a causa liberal. ha principiado por declarar que veria con ., satisfacc,ión que ese proyecto, que recibió en otro tiempo su calurosa "efensa, rnera cuánto "nl,es ]ey de la Uepública. Por su parte no puede menos que acept.ar la indicación de! .
Honorahle Diputado por Coq,íimbo, y en este momento la
.
60
BIBLIOTECA DE ESCRItORÈ5 DE CHILE
apoyaría con el Inismo calor de otras veces, si no hubieran <le.ppr medio eonsideraciones de otro ordeii que se ve en el cã?s?.'de hacer valer. Juzga Su Señoría que la ocasión no es d'?as'ta n;t,ura]oza. oportuna para formular'una indicación y qne para conseguir'la pronta discusión del proyecto en el Senado bastará la publicación del debate que ahora tienelugar, pues en él se encarnan perfectamente el pensamiento y las aspiraciones liberalcs de la mayoda de esta Cámara.
,
?.
El lIonorable Ministro de Justicia, por sn parte, opina, 'ne cl procedimiento quc se propone, es un p?ocedimient(} inusitado, insólito, hiriente á la dignidad de]a otra Cámara. y perturbador de las relaciones que deben existir entre ambas ramas del Poder Legislativo. J IJzga, adcmás, qne la indicación es inconducente, y que todo lo que con estos debates se c?:msiguees perdel' -el t.iempo en oir disertaciones teóricas. y estériles en resultados prácticos. Vuelvo á repetirlo, señor Presidente: yo aeato y respeto. las e.onvicciones,d?l Honol'able.Dip'\1tado'pol' Santiago, y me complazco de encontrarJo hoy, como hace seis años, sos-? tcniéIidolas con la misma firmeza y lealtad. Se discnt!a en-' tonees lo qne se llamó la libel'tad de las tumbas, pl'ecÏs() es regol'daI'io,
y,
fué aquel solemne debate la Última batalla
eampal que libraron en el Congreso liberales
y
eonservado-
res. Después de esa noble campaña en que cada parUd() defeudiólo que creía de su deber en Iwmenaje á sus conviceiones, las banderas se plegaron. ,",? -
el
Pel'o, mientl'as tant(), Honorable Diputado 1'01' Santiago, como también los señores Ministros, parece'que olvidan que en esta cuestiÓn no 8610 estâ envuelta una reivindica... cÌõn de las aspiraciol1i}s y los anhelos de un partido, sino
.
también la reivi ndicación de la dignidad de la Cámara pOI' la conducta olJservada respecto de ella por el Honorble Senado. Este I'espetable cuerpo no ha quel'irlo ocuparoe en el rlespach() de un proyeoto que la otra I'Rma del Poder Legislativo le envió bace seis años, aprobado por lao dos tereel'as partes de sus'lniemhI'os. El Honol'áble Senado, pal'a pl'oce-
?
61
OBRAS UE"-J5IDORO ERRÁZURrZ
-?,i,!
del' como lo ha h??ho, ha olvidado sin duda lo que __?iispone el art..4bdo la Constitución, que dice: <<ART. 41. Aprobado un proyeoto de ley en la Cámara de Su origen, pasarå inmadiatament.e â la òtra Cámara pa.ra su discusión y aprobación en el período de aquella sesión>. .
y la filosofía do este artículo está perfectamente condensada en las te?mjl1antes disposidones consignadas en el arto o? 50 de esta misma ley rundamental. Dice el arto 50: <<AUT.50. El proyecto. de ley que aprobadopor una Cáma. ra luere desechado en su totalidad por la otra, volverá á la de su origen, donde se tomará. nuovamente en consideración y si fuere en ella aprobado por:> una mayoría de las dos terceras partes de sus miem?ros I-u;esentes, pasará;;segunda vez á la Cámara que lo desechó y no se entenderá que ésta .
.
"
lo apruebe, si no concurre para ello el voto de las dos terceras parteB dê sus nliembl'os presentes>>. De manera,pues, que el Honorable Senado, desuyendo el mandato expreso del arto 41 de la Constitución, guarda en los archivos de su Secretaría el proyecto de ley sobre cemen. têrios, que después,de un luminoso debate, y después de una
victoria ruidosa del partido liberal, había sido alJrobado en .esta Cámara por Ilna inmensa mayoría. El Senådo, á mi juido, Hö".orableseñor Presidente, no ha'estado á la altura.de. su deber; por el-'co.?trario, su conducta hasido descoI'té8, anti-com?tiLucioIlary usurpadora de lu? ùel'eu.hos de esta r.ä-
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mara.
Después de la gran victoria obtenida en 1877,]a Cámara :se encuentra .on el deber de reivindicar su? fuer(}s, ultraja<iospor el olvido que ha hecho el Senado de sus deberes c(ms. -
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?'Jtit,ucio?al?s so?rece. çltr,f,?yecto ,no pronu?ç,iá'ldo?e,?oþ,t;ß
.
mentcrlOS. En vano se Invocará la cortes13; la cortesla y el.. <lcrccho no pueden estar en contradicción: quien reclama un derechu á,.nadie ofende;i la ofensa estaria de parte deÍ que niega un derecJIoJ pues la cortesía está en defellderlo. El H'o? norable Sellad"? es quien ha faltado á la c';?t'Jm?:êncarpe'
,.
62
BI BLJOTECA DE ESCRITORES
DE CHtLE
tando un proyecto que la Cámara de Diputados aprubÔ por el voto de los dos tercios de sus miembros. ,Se pretende acaso que la simplo mayoda de una do las Cámaras anule el voto de los dos tercios de la otra 1 Yeso es lo quo importa 1.. negativa del Senado para ocuparse en el despacho del provect.o sobre cementerios. .
! .
Estimo en mucho la cortesía de que nos hablába olllonorabIe Ministro de Justicia; pero al mismo tiempo reconozc-o que esa cortesía tiene su término, y ese término connluye donde principia el ejercicio de un derecho. Lo demás, sería aconsejar á]a Cámara que abdique de su soberanía. Yo deseo eomo el que más, que esta Cámara ejercite su de... recho dentro de los términos del decoro y del respeto que se deben ambos cuerpos, sin menoscabo de la dignidad de naen esto descortesia? ,Hay si,!uiera el heeho insó-. lito de que se nos ha hablado ?Al contrario, éste es un proce-
die.
,Hay
?t, dinïiento usual y correolo. LO repito: cuando hay derechos ó atribuciones constitucionales de una rama del Poder Legi.slativo, yesos derechos Ó atribuciones están en peligro, Loda cortesía dehe quedar á un lado. Son innllmeJ'ahlcs los casos en que esta doetrina ha prevalecido no sólo en là Cámara de Diputados, sino tan1biéri en la de Senador e!!>. Quiero recordar solamente 10 ocurrido en 1854, cuando el Senado aprobó un proyeeto de ley "
permitiendo á los jesuitas restableeer su orden e.n Chile y ce-O; diendo !Í su fovor el edificio que antes había ocupado cl 1 nsti luto Nacional y algunos miles de pesos para su refacción. Pasado este proyeeto á la Cámara de Diputados, se åcordó
por gran mayoría su aplazamieI?Loindefinido. Este procedimÎënLo era inconstitucional porqne se privab. á l. Cámara de origen del derecho 'lile le asistíå de insislir por mayoría de dos tercie,", segÚn el arlo 50 de la ConstiLución.
La Cámara de Senadores ,se ?eunió inmediatamente en sesión secreta, y como si una sesión no basta.se, celebró uÙa se? guuda con el mismo objeto. En vista de esta actitud enérgi? "
'"
onaAS DE IS[DORO ERRÁZURIZ
63
.
ea y varonil del Senado, la Cámara de Diputados se apresurÚ á reconsiderar el acuerdo tomado, y lo dejó sin efecto. En consecuencia, so puso acto continuo en discusión el proyecto
reII?itido porel Senado, siendo rechazado inmediatamente y .sin discusión por una gran mayoda. No recuerdo en este momento casos prácticos en que la .
.
Cámara de Dipu?ados apare,careivindicando el derecho que nace de los arts. 41 y 50 de la Cons?itueiólI; lo que .1 recuerdo es que, y no haee mucho tiempo, en esta Cámara se hizo lIHlicacÌó!!. por uno de mis HonorableFl colegas para que no
tratase de ningún proyecto procedente del S.ma,!o, ínterin este cuerpo no Se ocupase de un proyecto que concedía una pensión á la viuda del comandante Prat. 'r Los Honorables Diputados no pueden menos que comprender que este es un procedimiento varonil y digno de rese
presentantes que t.ienen conciencia de su derecho. Compáro?
indicación con la pálida indirec?a que envuelve la moción del Honorable Dipu?ado por CO'luimho, y pregún?e8e todavía si es posible hacer valer razones de cortesia. SeÏlOr: si solamente es la cortesía lo que nos detiene, no abandonemos por eso el camino de La reivindicación;pero no ,.me opongo á que busquemos otra forma para ejercitar nues?ro derecho. Adop?emos un procedimiento que el Senado ha :..:usadohaee pocorespect?de nosotros; tratándose ùt}l proyecto sobre visitas de cárcel, que esta Cámara no habla tomado todavía en consideracióll, á pesar de tenerloen su poder desde largo tiempo atrás. ,Se propuso con este motivo una indicación concebida, más ó menos, en estos términos: <<El Senado vería con sa?isracción que la Honorable Cámara de Dipuse es?a
.
tados discu?iese el proyecto sobre visi?as de cárcel que el Senado le ba remi?ido,. .
""Seria descortés que, á nuestro turno, nosoLr'o8 enviáramos una notå al Senado haciéndole presen?e que esta Cámåra vería con satisfacción qu? el Honorable Senado Lomara en conside!aci6n el proyecto de ley re]ativu á cementerios que le fué dirigido por es?a Cámara en 1877! Creo que nó, y,
.
64
BHH.IOTECA DE ESCRITORES DE CHILE .
si hubiera de eneontrar buena acogida de parte de mis 110no rabies colegas, y ollaria de esta idea unaindicación formal. Lo esencial es que esta Cámara manifiesle á la otra su deseo,
guiado sólo por la' conservación del buen orden y de los fueros que le ?on debidos; fueros ó derechus que eonstitucionalmentele corresponden,)" que eslá firmemente decidida á no dejar qÚesean vnlnerados. En cuanto á la forma, la
qne
es
má.s Gortés es la
mejor.
-,Sientu, señol' Presidente, encontrarme en divergencia con el Honorableseñor Ministro de.J ustieia respecto de la manera de considerar este debate, ysobretodo, respecto á las con'. secuencias que el proyecte de acuerdo que metiva la presente disensión traeria en la" relaciones de la Iglesia y el Estado No se llega á la resolueión de los conflictos entre una y otra, por un voto abstracte y general. INó, señores! La obra de la separación es compleja, y no se llega á ella, sino mediante. ?
una liquidación extendida á fodas las esferas de nuestra manera de ser social y legal; y para Ilegal' á aquella liquidación es menester reformar muchas de nuestras costumbres, mu?has de nuestras leyes, muchos de nuefill'Os principios constitucionales, tarea que IIO? ocupará largos años. Las relaciones del Es?ado con la Iglesia no son hoyIas de hace cincuenta años. Con la ?r.?mulg?.cióndel CÓdigo Penal en 1874, y cenia de la ley de Organización y Atribuciones -do los Trihunales, se ha andado un inmenî=io camino, sjendo laabolieión deJfuero.eelesiástico 'el más gran paso de la gran liquidaeión.. I!! Y le que pasa aquí está pasande también en la nación que fué nuestra legisladora. lNo Cae tedos los días, roto en pedasistem;,i vigcnte en EspaÎia sohre la misma grave cucs. zos, el ti6n que nosotros tratamos de so1ucionar? La indicación del"Honorable Diputadò por Coquimbo tiende á ?eertar más tedavía el camine de li'luidaeión"que queda por re?orrer. Es necesario que los miembros del clero devuelvan al po.
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OBRAS DE
I
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65
SIDORO ERRÂZURIZ .
del' civil las funciones de civiles de que hasta ahora han es. tados nvestidos y que no les ,pertenecen, y es preciso no olvidar una circunslancia: en materia de ,
cementerios hemus idu retroeediendo de lo que adelantaron IOB primeros Gobiernos nacionales, en los años 1819, ó de
1820, en que se legisló sobre cementeI'Ìos. Sólo por una taimada obstinación de los párrocos en la concesión del pase y por la falta de reclamo de ]a autoridad civil, se han heeho aquéllo8 dueños delos CCIÎlc?tcrios.:í, ,: ?r r,-,...';,,;:?.i;':)?' ,1 Si es tan urgente la liquidación de I?srelaciones de la Ig]e. ?
.
sia y el Estado en lo relativo al registro eivil de nacimientos )' matrimonios en lo relativo á cementeriõs1 :parcce que la, ,prudencia. aconseja poner mano en la última parte que está apÍ'ohada ya por una de las ramas del' Poder. Legislativu.
Entonces, no estaríamos discutiendo teorías ooiosas-ni per? didosen un procedimienLo puraJn?nte dootrin?l'io1 sino que'. Bstaríamos haciendo polítiea práctica al Tea]izar la HquidHdún en la parte relativa á la sepultaciún de los cadáveres. Esa liquidación está ya á medio camino: concluyámosla de una vez, ya por la aprobación del Senado, y? por' la in?ist?fI-t:Îa de esta Cámara! para que podamos en' seguida poncrle mano en lo relativo al registro civil. Todo esto es lógico, i práctjoo y de jnmediata?plicación. Me asocio, por lo del1lás, á las ideas manifestad.as' po,' el :señor DipuLado por Cauq?éncs. ,
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No es éste acto de combate ni de persecución contra doctrinas ni partidos; es un acLo reparador de la dignidad del Estado realizado por el partido liberal y no dudo que]a par. te más' ilustrada y más cuerda del partido eonservador se asociará á este acto que tiene por objeto alejar de los teni, : ?. plos rencillas y camorras indecente8. ,.., ". Resumiendo,señor Presidente,mepermitorecomendar á la aprobación de la Cámara el proyecto de acnerdo que tle teni. do el honor de formularpára que se dirija al Senado'òna nota -diciéndole que estã Cámara veri;i con satisfacción quaelSe-: .nado tomara en con8idel'ación el proyectosobre cemø-nterio?.
El?RÁZURlZ.-T. lI.
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Las relaciones de la Iglesia y el Estado.-La cuestión de Cementerios! SESiÓN EN 8 DE AGOSTO DE 1882 ?
El señor Erráiuriz (don Isidoro).-Han corrido, señor. President.e, en est.e debate paralelament.e dos ideas. La pri-mera tiene por base una indicación formulada por el Honorable Dipnt.adD por Coquimbo en la sesiÓn pasada; la segunda es la propuest.a pór el 'Iue habla. Hay además una tercera que se produjo por incidente en nuestra discusión, y que pocu á poco ha adquirido propoI'cioncs considerables. Ate refiero á la vasta cuestión ùe la separación de la Iglesia y el Est.ado. Pero, hay una cuc?tión concreta y prÌncipal, si bien d?/Il) tanta importancia como la última, en que todas las opiniones parecen estar acordes, y si hay opiniones disidcntes1 no. forman un gran número.1!:sta idea es 'Iue el proyect.o de ley" sobre cementerios, aprobado por esta Cámara en 1876;"y detenido por el Senado, es un.proyecto benéfico, y c?ya aprohaciÓn y conversión en leyes reclamada urgentemente pOI? .
el pals. .
Vß Cámara resumir en pocas palabra? el debate concreto y la ßueslÏón Íncidental. Tengo ?omo antiguo procedimiento parlamentario,lacostumbre de reducir en lo posible las cuesLionelvapal'enLcs.. â permitirrne la
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para hacer resaltar su semejanza ó unidad ÎnteriOI" que suele. mediar generalmente en opjniones que parecerían divel'sa?-..
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67
OBRAS .DEISIDORO ERRÁZURIZ ?'._" -
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!JAsí, cuandjJ he vis??que v?ri?s Diputados
s,,?.exteQ,?ian en CUCBtiones abstractas, en la cuestión ?e la separación de la Iglesia y del Estado, se me ha Çjcurl'i_rlo'preguntar si realmente los Honorables Diputado. que se presentan Cama enemiSO?ltales enemigos; grandes gos d?la-'sepa?acióll ycsi otI'Oê ?..,:
IHutidaJ'ios, gl'andés eampeones de la eonservaciÚn (le la campeOIlf)s.SOITl? parti?.!al'j08 '-;T?hllenus union, son 1??eno8
prç.??nden. ?.? ,'f? lIe tenido el honor de exponer en la sesión pagada c'uál e. mi nHUle!,.? d?, ver. He manifes(,ado que la Repúhlica_Jlo ?? hoy lo quitera hace cincuenta años, y que está muy !pjosde lo que era hacp trescicnt?s ,?ño.s. H e dicho que esta!fios ..?er, separando paulatGtamente lä IglesÌa del Estado. j.;: .? Iglesia deLEsta10 'en la. fundaii la se con "Las relaciones '.;,;
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ConstituciÓ n, las leve.s. y en la prãctica.
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esas l'elacioTleR:,jdaban al Estado y á
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Iglesîa una serie d.e garantiaH y de del'eGhns recipI:ocpoH. ?8í los reye?de España ?rûían indispensable tener sobr?.la. IrleI'ia Ciertas atribucîones, en cambio de los servicios que le h"i.; cían quemándole S,liS herejes, y manteniendo desenvainad?_. n. la espada p,ara las '}enganzasy persecuciones religiosas. ?
,
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"
SnlamenLe algunns de estos derechos del Estado sDbre h Iglesia están cOIlsîgnados en nuestra ConsLilueiÓ?l P9lítica?
Viene en seguida u'!a importante categoría de relaciones entre el Estado y la Iglesia, categoría que se compone de otra serie de fUllcio'nes civiles que el Estado ha dejado en las \I1anoS de la Iglesia, y á'e?Lacategoría pertenece toda la sé: l,ie de relaciones que se refieren á la Constitución <!"l estado civil de los individuos, como la tenencia de los registros dec e'J los trm. actos má? importantes de la s(;'cicdad humana:
,,;
-
-,
.1:
nacimiellto, el matrimo?io y el reposo de la tumba. Hay todavía otra categoría de relaciones entre estas dos entiùades, el Esl.adu y la. Iglesia, que merced á los c9;nstan-.
t?s esfuerzos del partido liberal, ha disminuído en impul'tan; cia, y se refiere á los servicios que el Estado prestaRa á la., Igle8ii:t con el objeto de exterminar las opini,!nes heì"étie.as."
"
68
,
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
En la ley de impi'eIlta y en algunas otras leyes?5e encuentran todavía restos fósì!es de'estos antiguos servicios d'eJ Estndoj constituído' en matador y anÏquilador de 108 enemigos de la fé; restos fósì!es que ya, por fórtnnå han desaparecido en el cuerpo de nuestra legislaciÓn model'na. Es, pues, satisfactorio observar q?.c los antiguos lazos di:! unión entre la Iglesia y el Estado se 'han debilitado inmen.amente, Lo á que queda en nuestra legislación relativamente los anti..? guos servieios 'IUP. p,} Estado prestaba'á la Iglesia, es hasta >
cierto punto nominal, como el arto 5.0 dela ConstitueíÚn; ha.. uenado por la ley interpretativa de"1865. Las demás prescripcione81egale8? que servían do base á efite sistema, están
anuladas. De m?nera que las dos categorías más importantes de re. laeiones entre el Estado y la Iglesia, son l2,Bderechos que actualmente tiene el Estado sobre]a Iglesia, y la Iglesia sobre ,,1 Estado.
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'{Hoy muebos eahalleros,dentro de éste recinto y fuera de él, quc quieren practièar la sepa/'ación del Estado de la ]g]esia, esto es, destruir 108 úUirnos servicios que el Estado presta It la Iglesia, y ]òs eorrespondientes servicios de ]a Iglesia o
para COII e] Estado. Ölvidaba un punto importante de estos relaciones: e] punto financiero. El Estado sacrifica, sin distinción, 108 bolsillos 'de todos sus mic)nbros para el sostenimiento do la Iglesia -católica, olvidando que esos contribuyentes no piensan todos de la misma lnanera, que lo que es para algunos el sostenimiento de uri' culto, ex;þre!;lÓnde la verdad, para 01.1'0'9 tien?'e8e c:ulLo distinto carácter. .
.
Asl es COI/IO en la corrientede la opinión]a idea de la ]iqui.d?cj6n fué domipandn las Îutelige1wias, y)a serio de liquida. ?ôl'es fué haciéndose ßlås y mAs IlUlncrosa. Eso si que no Min .distinciones necesarias;1 porque hay liquidadores, com'o el Honorable Diputado por Par'ral, que quiereu'la WìuidàcióH ìncl.inånd?se á mantener la? réÌa?iones finanê'ie;as y GÏel'tas
<:lispåsiciories legales que sirvan Ìie contrapèsoó las preten-
OBRAS DE ISIDOR,O
E?UtÅ?URIZ
69
siones de la Iglesia1.cuando se manifiesten con la allivez que en ocasiones suelen mostrar. 'þ-< ',,".' -, y ha"y Otl'08 liquidad,ores,menos equitativos1menos jus?
ticieros, que liquidan con balanzas dobles en las cuales pere; ,'en todos lo? de?e"hos del E?,\?do y se !lIza n las qJe la IgleH?f1I},?ma sus prerrogativas, El Honorable Diputado no es UIl liqui'dadortan severo como Ïo ha p?oclamado erÌ este,. recinto; así, cuando presentaba en la sCßióJ) pa?a.da un proyecto, ?Ie reforma c,onstiLuçiona] no liquidaba por iguales partes) ni practicaba la igual reparticiÓn del Evangelio con la sin,ce*" ", '" ridad eo,rrespondientc al calor de su palabra, El tIonol'áhle Diputado eorLa con cuchillo de cirujano, todo aquello que pudiera ser una gar'antía paI'a el Est"do, ? dcjando subsistente todo aquello que puedc robustecer 6. la .
.
.
'
]gl??i?. '-'1 ,J El J11a-ckenna (interrumpiendu).- Trato (??refor?l1ar ?,'fñoI' ')' 1:<Constitución en todo lo que se refiere 6. esta materia. Si hay algún otro articulo de la Constitución pOI' agregar; lo .
!;Igregaré. ,
,(,'
,1'
.!:
,
El señor Erråzuriz (don lsidoro, cOll!inuando).-lle mani-
Ißstado que todas las garantías tomadas 1'01' el Estado cont?a la Iglesia están basadas eIlla CoW:)tit?,lCi6n.Pero el ??? norable Diputa.do ,presenta una reforma de la Const.ituc.ión dest.rllyen.do eSBS g?rBntías1 y no(toma en cu?nta las demás. leyes que dan å la Iglesia atribuciones noc-ivas para el Es-
tado,
1>
..
.
reivindiqado, á nombro "Así, '.. de los principios liberales, el deI'eeho de que todos los habitantes de este país puedan Be?.sepuJtados sin escãndalo, el derecho dela madr" para il' á dormir el sueño dcla tumba al lado de su hijo; y el scñor Diputado, en vez de asociarse á nosotros, !:le levanta contra este ,,}nviolable derecho de- .la concionci?s piadosas. jConcicnmuerte, å nombre dA cier?as ,-. eias piadosas que no se sienten satisfechas sino cuando son pOI' eje1J1plo, nosotros hemos
".-
,
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.
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removidas con la pala del odio,las cenizas de aquello:; qU88e ,. amaro.nCll,viday quiere? ??Fmirj unt9s el.sue?ode lam uerte. ,
.?.
-
,
;
.
>," BIBLIOTEC.-\.DE ESGRITORES DE CHILE "
70
De lI)anera que el señol' Diputado pertenece al nÚ-fner?.dé liquidaéión, catan lâ!'Ì"'ga?f
'.
]0:; lifluidadores qU,e, al haqcr.la naneias y no las pérdidas. Su Señoria ha encontrádo el me,lio de desal'mal' al Estado en frente de la Iglesia,'quees la
dueña'denegarle due;.a del Estado civ.il del hombre; que es la entrada, LahLo á ]a sociedad eivil como al I'eposó de lá 'f
le
J
.:,"!
? tumba. liquidadóÍ'rs Eifì)ero que esta clase de será rniradac_on ud 'no se les reconocérá el poco de desconfianza por el paí?, que êaráctef de apóstoles de l?ttoleI'ancia, ni la autoridad que ,? pretenden arrugarse paJ'Rvenir á enseñarn.Qs la p?áctiea de .
.
la toleranciá'?
?1
'.:
':ti',
....,
La liquidación debe 'Ber imp'arcial; debe mantener vertÌ.; ?'. el Úni?o?isLemaequitativo df5 eal-el Herde la balanza. E?H?';:? liquidación, y contra el cual no 5" levantará la palabra d" parcial; pHl'fJuees parcj-al, la'liquidàci61i que' þrocedc\c.on ã' j? gran pOIÍlpa dejar en pie lo qUc con:ÿiénë;y que protesta ue' se pide 1?'fiquidaeiÔtì vc?daderå? se indigr:a'cadavez (Ì .,'
Rocíe-dad
la liquidaciÓn que pone en salvo los jntere?es de la , ' civil y de'la libertad h "mana. En mi concepto: en nlO he tcnid.o el hon'ar de manifestado, '
esta ouestión
es de
Inhyvasta importancia. C6'nv'Ü;?è'iqu?
òbra nue?a la penetre en las coß:cieIlEias de que no es una que nos proponemos; conviene que nos pe??uadamosde que mientras el partido liLeral ha tenidu en Chile influencias en )os consejos de Gobierno durante lus l'iltimos veinte, años, hu puesto manos á la obra de la liquidación y que, durAnte c'se período de tiempo, ha liquidado tantu comO lo que le falta ,-1
podiquidar.", Señor: la cuestión de los cementerios laicos lIO S6 ha
sosto'::
nidh'sólo en nomhre de lå'separación de la Iglesia y el Est.ay'Jde do; se ha soslenido en nombri'dé la nlOr?alidad pÚhlica la paz de las familias. Se trajo á la Cámara el pl'oyeçtu sohre la''"iÚÌ'à en que cêmenterioscomo un balde de aþùaarrojãdo á ,
ardían los odios más repugnantes y las más asquerosas patrcme'ìÎ'dö susiones. Fué traído en conteslacjÔn á un hecho
7'
OBRAS DE rSIDORO ERRÃzuRrz
cedido en la dudad de San Felipe dÓnde, á nombre de esas concíeTJ.cias oprimidas, se 4ejó por mucho tiempo el cadáve'?' y la rèl'utaei6h de un honrado eiudadano, expuestos á todos
los vier.ltosjr'ã todos los
escándalos.'
,
'1
El señor Diputado pOl'Valparaíso nìegaj'sin emhal'gci;åJa ,
Cámara aetual el dereebo de apasionarse. Su Señoría ha em" pleado, en materi:.fde liquidación, una balanza por lo meno? sORpechOtm, Su Señoría', que tomó parle'"enla discusión"del proyecto de cementerios, está ahora tan convencido como
Ý tiene clhvado
en su corazón'como una 'dolorosa eSJJilla ;ì pruyecto de ceruenterioBj y nosotros::'la mayoría qne aprobó'esc'proyedo, no tenemos derechhde record Al' aquella dis'elisión) somos olvidadizoB1 no s?þemos el sig'nifientoncQs
'"
.-
....
caelo y el alcance de ese proyecto; el
.
partido que llevo. escridesd?'hace to mucho tiempo en su barìdera el"'principio de la paz de las tumbas, no tiene dereeho pàÌ'a recordar; y todos esos corazones juveniles quese agrupaban ?R torno de nosotros para oir IluesLl'as delihel'aciunesì'?'eHos lìó'tienon hoy deieehô pára latir dentro de la Cámara como latían entonees fuera de ella. El señó'r Jlfackenna (interrumpiendo).-Lo que yo he' rlicbo es que me extraña que se quíera obligar á la Cámara 6 *, pronunciarse sobre algo que no conoce. cEl lieñor Errázuriz (ù_dnl?idúro, contlnnandn).-Ellìeñtil' Diputado lo conoce ?ty bien, la oposición debe conocerlo, y nosot,ros no sabemos nada, estábamos en la China 'cuando ?"
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;? "l. i!i se djscutió el proyecto. N?" señor, es preojso que midamos á todos con la misma vara. Yo hago justicia á los señores Diputados conservado.
res, IH1I'U también reclalllo que nos la hagan á nosotros. Pero, señor, no sé cómo el señor Diputado "porValparah:lo1 qUA rAcnerrla ten bien lo que pas6 en la,'diseusión del 76 y que reivindica para ?l el derecho 4e la memoria, no sé cómo puede haberse formado una idea tan equivocada del proyec-
to sobre cementerios, cuando viene á presentarlo ante la Cá* mara C?fI10 un ataqne á IR5; conciencias.
72
BIBLIOTECA DE,(ESCR1TO?ES DE CHILE
lQué?s lo qne diM. el proyecto de cementerios? Que en el terreno que una familia compra en los cementerios del Estado, pueden sepullarae á todos los miembros de ella, sin qua la pala del odio venga á remover sus cenizas, lQué cuncien?
.
cia tan espocialmente organizada es ésta que ?e'?8c?l.J.daliza, (I?e se siente perturbada porque los miembros dC,una familiå piden después de lamuerte? Si hay poI' desgracia.
reposo país conciencias que no están tranquilas porque no en este se turba la paz de los sepulcros, yo declaro qne es\\s coneiendas no deben pesar ti TI adarme en la balanza de la justicia, ni SQ}J acreedoras å nuestra tolerancia. N'? creo tamp()co, con la experiencia del os úHimos veinto alws,: en las facllltade?JH?rtllrbadoras que se atribuyen á las
discusiones d?testa nàturalcza" Es verdad qua esas conciencias que Se er,;en ofendidas han venido á golpear á la puerta del Congreso con más escándalo, con menos rm;peto á la ley,
å la Constitución y á
la Cámara de lo
que debía esperarse de
conciencias tan timor,ataR; pero es necesario reconOCeI' qUft jamás'hanconseguid oproclucir en la opinión pública un mo?'
vimiento capaz ùe ha.cer zoz?brar una cáscara de nuez,'_" Hace más de diez a.ños-que vi á es.as conciencias escandalizarse por que hahia en ValpaI>aiso tlOa capilla disidente y, á nombre de la paz de las almas, que el señor Diputado por Valparaiso ha cubier to con la palabra florida del Evangelio, se pidió la destruccÏón de esa capilla, De manera que esas almas timoratas se alarmabanl escandalizaban, no sólo pOI' lo? }??cho? que pHsaban á su vista, sino también,.por lo que sucedía en Valparaí.so, y en una época en que nÒ)labía ferrocarriles ni telégrcdos. ,..., J\'[ás?tarde Be tra baj6 también p-orproducÎI' alarmas é in:" quietudes á propósito de la cuestión arzobispal, y después con motivo del Código de A tribuciones de los Tribunales y .el Código Penal. Pero, lo repito con satisfacción,'porque eso .da la rnedida?del verdadero espiritu que domina eIlnu'estm ,país;á pesar,d.e los m ,:chose.fuerzos que se hiÓeron por agi:'..
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.
OBRAS DE ISlDORO ERRÁZURIZ
73
pública., porlflás azufre que se quemó, l? agi; taciqn JIU pásÓ de un pequeñu rincÓn en que naqie hizo alto. Por e.,.so no crea que porque seJecuerda ahü;;a al Senado
tarla opinión
.
que haÿ en su carpeta un proyecto _sobre cementerios, va.ya el país á vel'se?,c<?mprorne?ido r?specto aj éxitq de la guerra.
No creo que el Pcrúy nol?Xil:\vayan á tomar pir de e8ta circunstancia para arrojar á nu?stros soldados del territorio eHte. paiH, que .tanLas reformas ha que hoy ocupan. Creo que llevado á eabo durante la guerra, j1ueede muy heieu, al final de ella, arreglar este pequeño asunto de poliçía de .lps cemente"
I'1U8.
.
?'?"l
'';
-"P_erQ,Bi l?.?so?ros,?alrecomendar a) Sena.doqU,.e se ()CUP? ye?'proy?ctosobre ceT9cnterios, vamos á incendiar ?l país t vamòs á dar la vicLuria ?ll montonero Cáceres, vamos á pi'oaquellos ducir. todo género dt;J perturbaciunes, l4Ué será de?--' que han ]an?ad?) ]a primera piBdra y, armando todo géneru "
,
,
,,-déescándalos religiosos,han enarbolado, bandera negra con,e
tra el Gobierno del paí, 1 Descartando de la cuestiônla declamación melúdl'amátiea y todo aquello quee el seÌlOr Diputado ha car?cterizado ,?,. -CÚJl-la palabra pazlla euestiön cementerio queda l'educida á
e"
.....
,
muy poca cosa.
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...Yo no creo que la Iglesia sufra menoscabo, ni menos aquel);salmas con las clla)e? sus tutores hacen tanLo ruido y que '-? ip-_yocan?cara paso. -, pi ?'>iNo creo que hay para nadie un peligro, ni un escánda.lû, ni desórden, P?rque el pI'OYe?eto de ley sea aprobado pOI' el Senado. La.Ç?mara de 1877 manifestó práctic"mente que esto sino que era tan solola-'paz de las tU:flno er?_un-c-scándalo,. .
...
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por el..conLrariu', durante los últimus seis años no heJ11o? presenciadoningún escándalo ComO 01 de Concepciónó el de .? 'i San Felipe. N o hemos tcnídnJ?esantaglo?i" deeiver a \'entabaso
das las cenizas de nadie.
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}??.?.?onsigu??I!te,el.,?!e(}to de,}eMa ley :-ie ha lograJo pOI' eompleto'J? !ar?ligión, ,ha p?]ig,:adoporque durante seis -
años, no heJllos tenidQ escánùalo:" mortuorio!:!, y .porqußOo. ?;, '<-
...'
..'"',
.
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",
.
'
.
'. BIBLIOTEcA DE ESCRITORES DE CHILE .
74
-
ha llegado hasla oosotros el olor de los ðkdãveres, q?eque,Iáballinsepultos en m?e(liode los deudosal1igidos y 1l0rosos?? Algo más grave son laslempeetades que los amigo. polítioos del señor Diputado .trala.n de suscitar contra el Go.hierno del Estado. Algo más graves sun cu?ndo se desafía? {}uando se reta de potencia á potencia! de Iglesia á Gobierho que csto puede tener para la por las posibles consecuencias e .,' paz pública. El asunto de los cementerios puede pasar sin que quede ni là legislaciÓn,ni en la sociedad, nillgÚll'rcsto"de agitación?'?' t1n Mientras tanto, las provocaciones que los amigos del Ho?o-
rabie señor Diputado hall hecho estos últimos días, no pucden pasar sin que, por lo meno?, 'lerfga lugar una tremenda "'" ,. obra Estoy seguro de quo 8alvå?'-eí'ñoshasta la:.; aparicend?g'de desorden; pero comO se ha declarado esta guerra, tendrèíno8 " -quc proccder aquí á una dificil obra. di '}j No es esto tódo, señor. El HOII01'able seflOr DiÌiutadoh?hecho otro argume;to. ?J!la hecho una impugnación que Su Señoria consideraba funda(lá:'impugnaciónde inconstitucionalidad. El'Honorable 'íi señor Diputado ha tratado este punto con calor. Sin embarga, para el seflOr Diputada,cuanrlo la ot!'a 'èámara incùrre en el rnismo pecado de inconstitucionalidad1 el pecado pasa solo coma 11 n ligero desliz cometido i'orlo;?e' ñores Senadores Ý es una ;nconstitucionalidarl que Seejereita eo resguardo de los sagrados intereses de las almas! Señor, los quccobedecemos en nucst/os pro-È'òäimientos politicosá distinto criterio, al criterio impía, digamo'sla pacaso:'''insconstituciulahra, no distinguimos cuando llega"el
legislativa.>
.
naJidad, y con el mismu ealol' censuramos ni que incurre en el ella, ya sea en resguardo de los i?t.erc5es de los u?osya?:n ?if''''''iá dejos otros. "EI Honorable Diputado por ValpaI'aí?o esU;ê"í,ìivcencido 001, de (Jue el Senado se va á levantar inrlignadò contra-nosotros por'lue le pedimos que discuta ese proyecto. Cree su SeñÍJÍ'Íà ,
"
-
15
OBRAS DE ISlDORO .ERRÁZURIZ ?
o
'1'''' el Senado va llevarsohr'e su mesa un sHnpte papel 'lue debiera estar en su arohivo. /.Y por qué se indign?ría el Se' nado? ,Por qué le pedimos qlle se ooupede un proyeoto'dol .,? ,Î ;:? cual ha debido ocuparse h?cf! ya seis años? '''lde !JiJ? qué se :está ocupando ahora Mientras 'tanto, señor, ?aq?eiIaCámara? De un proyeoto de ley sobre eonstruoêión de un Fêrrooarril de Sant.iago á';Yalparalso, por Melipilla, ([ue fué aprobado por esta Cámara eula anterior legislatul'a ?
.
De modo que el Se?ado so encuentra en pleno delito de in;. constitucionalidad, según la 'doctrina riel señor Diputado: En pleno delito de inoonitituoionalidad, disoutiendo durano,". 1m proyecto que, según el señor Diputido te lal'gH??;sesioñes -
.
.
no es'iÜås que un simple papel. 'H Es oie?tò que el señor Diputado ha pretendido algo måso sG Señoría 1111dicho que -en ciertos casos, como, por ejenÌplo? ola ha sido aprobado al fin de legislatnra ollando un I';o?ýeoto por una' Cámara, la otra puede discutirlo eJÍ la legi?la Lura si.. ìi
guiê'nte, aunque y?rile la Constitución. "
Yo
-
,.j
",
entiendo',I' señor, que
materia tan elástica.
.
la cun8titucio?alidad no es una !':!.ì
O el arto 41 signifioa"]o que Su Señoría pretende, ó:no lo 1.. .signifìca. J? ?
i
.
Si 10 'significa, tan inconstitucional es que la cámara discata en lIna nueva legislatura un proyecto aprobado'el año anterior, co.rno otro aprobado diecisieLeiaÏloH a!1tes por la 'O'"
,"',
?
;x,:
.,;.;",:.. Qtra Cámarà. '?? ,".,: al oEI sefior Macken.na"(intcrmmpicndo)-Me referia oaso práctico. Perp esa no ?s la jnteligeI:1Cia cor!,cctadel artículo I ?" ?onstitucÎóÌial. Ef"scÌtor b'rrázllriz (don lsidoro, continu.ando).-Creía entender å Su Señoría que encontraba"\11l motivo' de disculpa mriy.úonsìderable en la eircunstaIlCia de qÚe el proyecto
'..'
,?
'1 hubï?ra sido .p?ohad?Al año anthioro Creía qUH SuSeñor'ia elleoilLraha tolerable y consti.tucional, que una Cámara se ocupase de una materia que.'a 'ntra o
tj;{
n,
.
i:
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-1-;.
-?,
76
HIBLI0TECApE ESCRITORES DE.?HILE
del CongI'es" CanH...a había aprobado en los Últimos días .
8riterior. hay épocasr Señor, en matel'Îa- de cOI1!?tituciollalidad no no hay período, no hay di?tinción alguna. Volparaiso á lEstá dispuesto el Honorable Diputado po? aplicándola á sostener en ablwluto la validez de su teoría, Congreso de Chile?" tod0810s trabajos ej ecutados por el Si eUa huhieI'a de,aplicarse á nuestI'as leyes, estoy segul'(} han paque un veinticinco por ciento.de los proyectos, que de el.?icio inconssado al Presidente d e la R?pÚblica tienen titucionalidad de qu e su Sèiioría nos ha hablado, Las Cuentas de J nvel'sión, por ejemplo hun sido apropresenta badas siempre dentro del misnlO período en que 8e o l.a aprohueion del CongI'e?o? y lu que ocurre cun las Cuenproyectos? I! tas de 1IlversiÚn. ,no sucede con muchos otros de Constitución, la bandera Cuando tan uIto se levanta la .,.,,, -.. H'ono'?el principios.lCl'ee es preciso sostenerel1abso]uto"1S,l1s aconpaiiotle en el rabie Diputado que el C9ngresopodría el Honorable Diputerreno en que sostiene su tesis? ,Cree de la tado que nuestras leyes podrían eeiiirse ul cartabón novísima doctrina profesada por Su Seiioria? Cuando se establece un principio es necesario aceptar tUl das sus cqnsecuencias. Si hllbiera de aceptarse el que ha '1'
.
enu'1ciado el Honorable Djputado por Valpul'eiso, estoy c!,eI:to que nna parte muy con?)Ìderable deja legislación chisimple paRel. .leIla tendria que ser cO!1siderada comó un I\las} el Hunorable Pre?iueIlle dela Cám?;ra, con las poeast pronunciado refil'iéndo8f.l1"aL pero notable? pala})ras que ha precepto constitucional, ha faeililado eonsiderablenle mi
tarea. .
Dice el urtículu
,'..
t:
? "
?-
s?'or;gen, .Aprobado ullproyecto deJey en lo Cámal'a de .. å la otra Cámara para SlL di?c':I_sión (\ pasará inmediatameJlte ? y aprobación en el período de,?,quella segión.)) 'ft.' algo significa ente artículu, su prcscripcjÓllrecae y se di,Si
.
I'igc
principalmente á la Cámara que recibe el p"uyecto apro-
"'-,;" ,} "OBRAS ..,'
J)aôó' liÓrla
DE lSlOORO? ERR..t\'ZURIZ
-?
77
òtra;"y sirve para dar fuerza{valor y efimiúia'å
lU8 artículos que lienen po?nbjeto dar lugar á la inAistencia ,<',..,,1 p'or rós dos lereíos de votos respecto del proyecto aprobado .
.
la Cámara por l? Cámara de origen,'Nó;es p'Jes;,'esLasirio ,'evisora la que está ohligada á"despachar el proyecto en el :;-,
períodoJe?jslati?oen qÙe se inició su diSC1J?;ión. J '., ipero "àÚn atrib?ychdo ambigüedad ó vagliedad * lo que ,
,
I1\,ofrece duda ysuponiendo que tal vaguedad exista, "tlÚu' de encontraríamos' el espíritu',iell,,'ecepto de csteartioulo? En la práctica dc.trcjnta 'Años' del Congreso dé Chile; en CI OI'den legislativo y en el administra'tivò- rnismo}que quedadel Honorable' Diría socabadó.'si aceptarámos la {)octrinâ '" ,., putado por Va.lpíVaí;:lô?'Durante treinta años no se ha hecho nada qne indique haber dado alguna vez al .Ù'LÍculo 111"la'in,1 terpretación que S11 Señoría le atribuye. "'Por lo demás, abr'igo la convicción. de que el HonOl'able SenadoIio apÜcal'áaÎproyecto sobre cementerioH,uH IH'Ot?Odimiento distinto del que ha adoptado en el de ferrocarril'á 11
.
,
Valparaíso que ahora está dÜ;cutiendo.?' La doctrina del Honorable Diputado nos cunducir'ía'å ?. ...1 muy lamenLables conscéuencias: con p.I?aquedaría sancionado que' cualquiera de lagCálllR1'as puede invalidar 10 acorda.rlo por mayoria de, dos tercios de la otra, non Rolo dp,mo'; rar Îndefìnidamcnte la discusión de un' asunto dui'anLe Un "
períorlo legislativo; en VHIIO un proyecto, como elde cemülIteÌ'Îps, pasaría á la. oti'a Cárnal'a aprobado por una maYOI'iH abr;;madora; pucsto que bastaba la demora de IIn pedodIl légi?lativo p?H'H qt18 la mayoría de los deseos dclpaís11nanirestados pqr sus l'epl'esentanLes1 'lùedase sin efeeto. .,;, El absurdo de esta doctrina se manifiesta elaramente: ',,!la nos llevaría á sancionar una arbitrarieda,rl; entraharia-la'ac?
ción.del
Congresoy vendria'á echar por -tierra
una gran par-
'm ? te de la legislación del país. Si esos juicIos se tradujeran 'por actos externos; el Código Prhial se'ênca3'g?'de ca8tjgarlo?;_perO si ellas sOJÎ" hIeramen1 ,;;",,1' "'.1.,"",:. ";1;':?'':"i:$;:';è? ??--t'i??J"e>:? :...,?dÎ..:"1:1 -1f' -.'. ?.j:!'
'?'.;
.
.
.
-
73
BtBLlOTECA DE ESCR.n:ORES .DE CHILE
te internos, para imp edirlos sería preeiso amo?'dazar el alma, encadenar el pensllrniento. ;; "'".' menesconseguir Su Señor1a sel'Ía pretende, lo Para que ter nivelar las conciencias, nivelar ó,;borJ'a1'?]a.sf.eligi,pnes. Sin esto, siempre habrá disconformidad de juicios y. siemá Su SeÎlOría. pre podrá haber los mudos dolores que aludía Ya ve Su Señoría que lo que pide, es la nivelación de las religiones 'Y de las conciencias. y 11'01' qué mañana'no se pe. diria la nivelaeión d'" la moral, la nivelación de la fortuna? lPor qué si hoy f;fI quiere comunidad de tumbas no se que-
.w
rría mañana"comunidad de"templos? Diputado Otra de las objeciones hechas por elllonorable .' '-.' ". multiplicidad de cemená juicio, Cauquenes,es la su por que terios podría atI'liej. serios inconvenientes. 'Y .
.
"
"
Para mí, esos temores de Su SeÏlOrÍa son quiméricos, no. ida å tener cementel'io cada ciydadano; l1aþria cementer}os partipara los católicos, y no pienso que muchos indiyidllo? .? e1l1ares desearán tcnerlos. Si dm'anle la vigeneia del decreto de 21 de diciembre de 1871, han podido ostablecer!os y no lo han hecbo, salvo on Valdivia, que yo sCl,a, /por qué ahora habría de suceder lo contrario? J si 10 hacian y en nada afectahan á la higiene y á las prescripciones de la ley, la saluhridad y, cumplían con usaoan de un derecho perfecto y no habria razón ?e 1'1'0-
.
-
.
.
" hibírselos. jl de Por otra parte, desde que el art.. 1.0. de este proyecto cementerios ley va á entregar' Û los libres-pensadores los quwellos. ùe Sc\lltiago, Valparahw Ú otrOH puntoH, rio creo pretendan establecer otros cementerios. Por maIl?ra que1
derepito, son los católicos los que necesitan prineipalmente leI la libertad del artíoulo en discusión. 9' .:-? Aludía, pUl' ÚltiIIlO, el Honorable señor' Diputado I?ol' Cau,oposiciÓIl á )a libertad de cemeuLe.. quenes, en apoyo de su á rio., idas limitaciones que el Código Civil impóne la facul. el esta. tad;,tle dispo?erde los bienes por testamc!'.to, con de laB lf'gítimas. Apenas nccè8Îlo decir que:
blecimientu
,
-
-
-
-
.,.
OBRAS DE ISlDORO ERAAZUHIZ
79
no hay paridad entre esa limitaeion á la lihertad de disponerde sus bienes, consignada en el Código en determinados. casos y respecto de determinadas personas, con la funda-o
mental libertad religiosa. La ilustración de la Cámara, me hace cOllsiderar excusado. ' detenermc sobte este particular. Finalmente, Su SHñoría concluía manirestando sus' conYicciones de q1,Je,en un pOI'venirno lejano, no se podrá com-. pI'ende?que haya podido haber discusiones sobl'e la comuni".' 'J dad de ]'as
tumbas,'
DisÍento por completo de las opiniones de $11 Señoría.. :,.. 'iJ Mientras en este pàís haya hombresde verdadera liberLad" r mientras haya católicos? sicIppre, señor Presidente? se sóstendrán los dereehos de la liberLad religiosa y losq?eotorga .
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I
el artículo en debato. ift Si después de esta discusión, delasopiniones manifestadas.. por el Honorable Diputadó por Callquenes, no se aceptal'a la cUIH.ienrla de] Senado, ?cuål seríala condición el! que qucdarian los católicos? No otra que, ,le verdadera opresión.
Hoy se construye un cementerio parroquial e? Santiagoy hay en Valdivia de particolares. Revocado el decreto Ise, 'IIland?ian también cerrar esos cem?nte?iosí) lSe les despo-. jada á sus dueños? INo se les permitir!a,,? usarlos? r
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Si lo qUe
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espero de los Bonol'able, miembros 'de esta Cámara, fuera recha7.ada la adición del Honorable Senad?" y más LaI'?:e el de?reLode 21 de dic!embre, se revouará el
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tdunfo qtie se obtendI'Ía con e?to no seria cier?amente el triunfodela lihertad,ni el triunfo de la just.ieia. Sería el del ,
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número ó la fuerza, á que de nuestra parte se OpOnUr13 la. protesta del d"recho.
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'. '1 SESIóN DE 28 DE JUNIO DE 1883 I
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gl ?eñor Errázuriz (dOlllsidoi'n)-Pido la pálahra, señoj: .
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Presidente,
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El señor Huneeus (Presidente).-Tiene la palabra el Ho"' ',t no?ah]eseñor Diputado por Valparaiso. El?eñol' Errázuriz (don lsidoro).-Confieso, señor Presi'n dente, que es tarea embarazosa para un Dip?tado Iiberal, eneontrarse FrertLe å frente con alegaciones en favor de la lii'al se?yif?jo hertad, y egt?lsituàción es más dificil aú'n cuando no esas alegaCiones yde esos principios se encuentra unapa,
labra ilustrada y convencida, como la de nuestro Honorable colega el señor Diputado por Santiago. Se necesita en estos misas recurrir á toda la fuerza delconvencimiimto,y"prenderlas dos antorchas de la historia y del huen sentido para que a.lumbren nuestro camino y no Ber perluí'bados por el respeto que tributamos á esos priucipios y â esa palA.hra?'A ??S maestros de la arena â los que tendriárìios que l;ëcul'l'ir para
pårlameilt?riaes
.
honar eL ánimo señores Diputados, la impresiÓn que pueda h?b??le$-!
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de 10:-' dejado la cal mORa defensa hecha por el Honorable Diputado por Santiago, en ravol' de las libertades que han invocado.
Desde luego, declaro que. voy.á permanecer dentro del te'.,.' rreno en que se ha situado SÛ Señoria y, coloca9.o en este recinto, me pérmito recordar å mis Honorables colegas que lå ,
cuestión que se nos trae hoy,
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es
una cuestión ya juzgada y
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURlZ;:;
fallada en el año 1877. La indioacion que un Honorable Senador radical levantó corno enseña de garantía, y, en torno de la cual se han agrupado hombres políticos de opinione. opuestas, es una indinación que todos, y especialmente los miembros del Congreso pasado, conocemO?j es una indicación que no es ?eria, pues ya S6 pronunció 8obl'e ella lo. Cámara de. Diputados, en 12 de noviembre de 1877. Yoy á l'ogar al señor Secretario que se sirva leer el arto 2.0 agregado por el Senado al proyecto de ley sobre cementerio.. El señor]oro (Secretario).-Dice así: ?AI\t. 2.0 Los individuos, familias, asociaciones ó comuniones religiosas, tendrán el derecho de eregir cementerios
particulares fuera de los límites urbanos de las poblaciones. Estos cementeI'ÎoR sólo estarán sujetos á la auturidad pública en lo relativo á las medidas de policía y salubridad y ã las disposiciones de la ley para la inhumación de cadáveres. ?Las solicitudes para construÍ!' cementerios particulares, 8e dirigirán á las Municipalidades respectivas, las que deberån otorgarlo en ?onform.idad al inciso anterior,>> .
El señor Errdzú,.iz (don Isidoro).-Hogal'Íaal señor Secretario, ya que mi vista no me lo permite, que diera también lectura á cierta indicación formulada en el recinto de esta
.'
Cámara en 1877. El señor Toro (Secl'etario).-La indicacion á que se refiere el Honorable señal' Diputado, diee así: ?Art. 2.0 Las comuniones religiosas y las particulares, ? solas ó asociadas, podrán consLrlliI' ccmentel'ios fuera de <, los limite. urbanos de las poblaoiones, dando aviso á la Mu? nicipalidad respectiva, "'J' administrarlos libremente; pero .(< con sujeción á los reglamentos generales sobre policía y sa. Illbridad.. El señor Errdzuriz (don Isiduro).-En la sesión celebrada por la Honorable Cámara de Diputados en 11 de noviembre de 1877, la Ítldicación á que acaba de darse lectnra fné re,.chazada por una inmensa mayoría. ,Comparada con la idea que nos viene ?el Senado envy.el.
BRI'i.Á.zumZ.-T. II.
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BIBLIOTECA
LJE RSCRJTORES
DE CHtLE
ta en el art. 2,0, se ve que la rechazada por la Cámara de Diputados en 1877 se encuentra más próxima que la del Senado al espíritu general de nuestra legislación. Reconoce más el derecho del EsLado para intervenir en el cumplimiento de las regJas de higiene' y en el resguardo del orden público, en todos los establecimientos que existen dentro del país. Però lo que va a asomhrar á mis Honorables colegas eS qlJe esa indicaciÚll que la Cåmara rechazb hace seis años y
que ahora ha sido levantada por la mano de un Senad?r radical, fué hecha y sostenida*-en este rcc.into por el" señol" Fabres, Diputado entonces por Santiago. Ahora hien, pronunciada ya la Cámara de,niputados á este respecto, constando al púhlico que la Cámara de hoy se ha deelara,losolidaria de la idea de la Cámara de Diputados de 1877, lhay conveniencia parlamentaria el! que el Senadodevuelva un;? ideå'"sohre la ctialla Cámara se ha pronuncia-
do, una itlea que harechazado?',lHay en este procedimiento la cortesía y respeto que se deben las dos ramas del cuerpo Legislativo? Señor,.,si desde 1877 Hcá hubiera ocurrido algún acontecimiento queexplicaseqlle habido ellla Cámara alguna modificación de sus ideas; si hubiera cOl'l'idu ãlgÚn peligro el derecho que hoy se pretende resguartlar, enLonces contìeso queeste proceqimiento antiparlarnc'ntario, ã mi jUlcio, habría te-.. ,? njdoalgun3 explicación, habría tenido alguna desvirtuación. .
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Pero, ohligarnos Ú renovar un debate1 á revocar una opi-nión manifestada con pleno conoeimiento de caus,a y cuando nacIa hay que 3utOl'icf/seruejanLe pl'Ocerlil11i?nto,es algo.
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lr?bompaLible con el mantenimienque considero realmente '.' to de láciles y corteses relaciones entre las dos ramas del Congreso. -
Este pnmedimiénto del Senado nos obliga á renovar en este recinto alguno de los Inomentos de] debaLe que tuvo lugar en la' primavera de 1877? nos obHga á rlar'o-de nuevo las o', ,\ razones que tuvimos aquel año pata rechazar'-la indjcación del señor Fabres, y mantener laJey en su [orIlla exclusiva :t?
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIl
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del artículo primero. Se fué á fondo en aquella di8cusiÓn? tanto por parte do los ?o?tencdores de la indicaciÓn del Ho?
Diputado por Constitución, señor Mac-Iver, como por parte de sus in?pugJlaaores, haciendo å un lado las pI'etensio,nes de los que qucrl'Ían disminuir la altur'a de este nOJ'able
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'gran debate, y se fué á buscar la verdadera opinión en los. más ínLÏnios afcanos de la conciencia de los pueblos. Y, en realidad, fllé aquel debate UIl turneo entro dos ideas opueslas, ent?e dos opiniones que.' continuarán eternamente dividiéndoKf}el Ünperio del mundo; fué el torneo entre elsen"' timiento religioso y el deber y el dereeho del Estado. Es doloroso confesarlo, pèro es el hecho que, cultivado y desarrollado el sculimiento rcligiosQ, se halla forzosamente en contlicto8 con la doctrina que profesamos los modernos, respecto de la misión del Estado. Asi vemOS que muchas \?eces.el sentimip.Jlto religioso, que tiene hondas raíces en el alma, se encuentra en pugna hasta eOIl la higiene pública. y. en este conflir,to, duro es decirlo, ese scntim?elllo profundo,. tieue que ceder â la higiene. .Nada-,más venerable que la idea que 108 antiguos se habían fOJ'mado del deher de los vivos respecto de los muertos Era aquello una vCI'dader3 protestacontra ]aö leyes dela naturaleza que, conservando]a especie, destruye å los individuos, y se pretendia hacer eterna, la comunidad entre vivos y muertos. Ell"ornallo y el ateniense conservaban en cuando algún su hogar las cenizas de sus antepClsaclos;
y, miembro de la familia fallecia, acudían luego la? procesiones de urnas funerarias y de retratos de los deuùos. y todo esto se rundaba en uno dp, los más sublimes y generOSOS arranques de la naturaleza humana; era una èspccie de sublevación contra la muerte. Y;?sin embargo, esas doctrinas, esos sentimientos tan arraigados y profunúos tuvieron que ceder ante]os principios de 11-1higiene y los precep-
t08 humanos y civiles. y después, señor, ?qué de más grand.e, y'glorioso que]ù sepultación de 108 cadáveres de Cl'istiaÏws en los templo?, ,
.
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
son la casa do los cristianug? Esta.ba así realizado lo quP. Ja Biblia refiere de la escala de .1 8cob; era una inmensa 00lumna"'que no Re inlel'l'urnpÍa jamás de ángeles y de a1maH
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que desde el pie del altar subían hacia el Trono del Altísimo. La misma leyenda bíblica fumentaba la prácli?a de enterra.r los cadáveres en los templos. Y aunque esta práctica tenía mucho de candoI", tenía también profundas'raíces en la naturaleza humana; pues se creía queì,i;el espír'i tu malo asaltaba á las almas fuera del templu, y se las.nevaba á refugiarse al pie de los altares. Así, los vivos y los muertos nr! formaban más que una sola comunidad. Sin embargo, señor, los mismos monarcas católicos de Es. 'paña,Ios mismos Estados católicos, en nombre de la higiene
pública, han echado por tierra esa hermosa pirámide levantada por el sentimientu religioso. Ya en 1804, dictaron los lnonarcas españoles una ley que de?tf'uyÓ rudamente la hermosa ilusiÓu religiosa, que considerÓ .como indecente 10 que hasta entonces se babia considerado tan tierutl y sublide SP.me. Se calificó de indecente y de nociva la custumbl'e pultar luscadávere5'èn las iglesias. Y ante este tremendo fallo de la higiene pública y del derecbo del Estado, el sentimiento religioso tuvo qua ceder', Yo considero, señor, débil el sentimiento católico de hoy, <Jomparado con el de nuestros mayores, cuando la mano del Estado vino á arrancar brutalmente las tumbas de las iglecSias; cuando vino á rompc? esta comunidad de los vivos y los muertos, que principió en las catacumbas y concluyó en los templos. Entonces si que los católicos tuvieron razón para hahlar y quejarse de tiranía contra el Estado. Y sin embargo, todo pasó :La poesía eatÚlica cedió ell'uesto al de!'e<>ho de] Estado y á las consideraciofi'!esde la higiene. Y tan completamente cedió el terreno, tan absoluto fué el triunfo del Estado sobre 01 sentimiento religioso, que no hubo en Chile protesta seria de ninguna espeoie oon!ra la ley,!: -de 1811, que fundándose en las antiguas leyes españolas, suprimió por completo á los cementerios.:su c?f!rácter religimm "
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OBRAS DE ISIDORO E RR..(ìü.itlZ
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y declaró quc la.sepultacióntcndríalugm' en un sitio públi"
y comÙn! donde se enterrari?'ïos.;-cadáveres sin distin(?iónes de ninguna clase. Esto mismo dispuso también el See.o
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nado-consulto de 1819. Sé, que por parte de algunos miembros del Senaùo y de algunos Diputados, se ha trat8.do,,?: de de?virtuar la fuerza de estas leyes de 1811 y 1819; Y se ha dicho que la unidad de la creencia no estaba rota y que los cementerios e8ta? han dcstinados sólo á reeihir cadáveres de católicos.
Señores, herejes ha habido siempre entre nosotros, y la prueba es que hasta hace poeos años hubo un local espedal
destinado á sus cadáveres. y en 1811! cuando se diató la ley que convirtió en laicus y eomun8S todos los cementerios, los herejes no solo estaban denlro de nuestra sociedad, sino que eran aclamados como aliados de la ,'evolución. Agentes de Estadós Unidos y de Inglaterra se .cncontraban entre nosotros y lo? legisladores! al declarar que se enterraría indistintamente todos 108 cadáveres, debieron tener presente que esos individuos residían en Chile. Pero para just,jfìcar ei'5ta ley, es precÜ:lo uo olvidar q?e la prohibición de la iglesia nO se refiera ú nÎcamente álos no ca-
tÓlicos: El dereeho canónico excluye de los cementerios no tan solo á los no catóHcosj sino tambiéil á los suicidas, á los usureros, á los no baut.izados, á los que mueren en duelo, á los artistas yuna serie interminable de esta catcgorÍa.
'De manera que cuando la ley de 1811 decía, y cuando la ley de 1819 repelia que !ti sepnltación tendría lugar en un sitio público y común, se rompía con toda esa categoría de exclusiones de] Derecho Cánoníco psra decir: habrá un IlIgar donde, á despecho de los cánones y de los rayos de la iglesia, serán sepJltadrßlos suicidas, los pårvulo8 no bau-
tizados y todos los demás. De manera que la ruptura cun los cánones y la derogación del Derecho de la igle.ia, fué co!uplela por la ley de 1811.
He tenido el honor de sostener en otras ocasiones que la
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
ley de 1811, quo no ha .ido IIlII)ca derogada y ,í confirmada legi,laci6n por el Senado-consulto de 1819, es la base de la sohre nuestros cementerios, y que Bsa ley estableció com'I)letamente el trillu!o d el Derecho del Estado y convirti610s cementerio8 religiosos en lugares de sepultaoión promiscua
I
para toda clace do cadá veres, No podrá citarse ninguna ley, ninguna disro?ieiÓn q?c 'el legislador haya derogado ]a ley de 1811; do maoera que dohe partir do la base de que el comonte,'io e' laico, púhlieo y común.
Deho confesar, s'in eInbal'gu, que las disposiciones de la ley de 1811 no fueron siempre ob5ervada5, y quo csas disposieiones fueron atrevidas para la época en que se diçtHT'on. IIlIho la de,'ogaeión introducida por los ahu50s de lospár1'0eo!'; que, con el pretexto de olorgar el pase, se atribuyeron la Faoultad de .designa.r, quiénes podían Ó nó entrar allugal' que la ley dec.Jara público y común. De este abuso nacieron los choqlle? y conl1ictos violentos que, después se han visto, origen al y las balallas en turno cIe las tumbas., que dièrHIl ?
deereto de 1871.
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Se ob50rva que si,en realidad siempre han sido sepultados qué objeto se dicta 1a 811 el cementerio 105 no católicos lcon qti'é He promueve esta agit.ación? Pá'ra pl'mwn?e ley?
lPara
evihlr que la sepultación 88H p['ecedida en muchos caSOS de dificultAdos promovidas por ]o? párrocos y pOI' la instalaeion de un tribÙnal de difamación pÚhl?9a,que con el pretexto de guardar la mural religiosa, mancha la honra y el nombre de los que fueron. No son hecho8 los quP. fHlLan para probar esto. Todos sabemos, los que no t'.slamos en la categoría establec.ida"por el derecho cánonieD, que seremos sepultados; en?ÍH!e8tI'HSfHmilias' han de papero ta?bién sahemos que e?pectáculo---':mióntras ellegiRladnr no insar por el doloroso lel'\'cnga-de informaciones y de difamacionBs escandalode 1871, sas y calumniosas, Este fuéel origen de] decroto de 10Y,que aprobó esta eomo más tarde lo fu,; de! proyet,LO "
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OBRAS DE J5IDORO RRRÁZURIZ
Ilonorahl? Cáfnara y que hoy devuelve el Senado c'Òu uIÌ nuevo artículo. El autor del pruyectu de 1871, se imaginó que la cuestión quedaba Bah?ada perfectamente, designando dentro-delcc"; mcntcrio' cQIl1ún un lugar donde fuesen sepultados108 cadá?!Ic veres de los qu"Û no estaban á,. derechas con la Iglesia. A mi juicio, el decreto no alcanzó el fin que !;e perseguiaj pues In que se qnería era impedir la batalla que cuesta la inhumacióndc loscadãvcrcs de aquellos que los cånones comÜùel'an indignm:;, y el dfWl'eto nada impidió. Asi como los párrocos åhrazaron la ley de 1811 con elotol'. .
.
.
gamiento de los páses,así también, después del decreto, pret.endieron'tener la facultad de desig.n81'quiénesodcbJan SO[' conducidos al nuevo recinto laico! y quiénes ?l eementerio Hntiguo. Suhre todo, scÌ1or, el decreto de 1871 dejó en pie la principal de las,dificultades, pues no abordó la cuestión <jiJe está dentro de ORte debate. Sólo aLeIllliÓ á III<I,nLener In que sella llarq,ado la ciudad de de los muertos, como una fotografía de la.'-ciudad de 108 :vi"?o
.
vos. El interés de todo hombre éivilizadol es impedir que en la tumba se rompan ]08]a7.05 de la vida, y lie Repare cuando están muertos D. los que no supieron ó no quisieron separarse vivos. Este decreto de 1871 admitía el caso de la ruptura, creía establecer á favor de los no católieoB una gran garantía dejando para ellos, dentro del recinto del cementerio común,
ulllugar separado por l..U1a-rcja, y conLra ese decreto se sublevó lo que hoy también n08 mueve á leyanlal' nuestra voz: se ?mblevó la conciencia humana chilena y el deseo íntimo de lasfATuiHas de continuar unidas en la tumba. Y continuó la batalla entre los párrocos y las familüiJ que querían man.
tenerse unidas. También el decreLo de 1871 tuvB. en vista"el que los catóEcos se sentian lastimados porque en su cementerio se iba ,
,
BI BLIOTE?A DE ESCRITORES DE' CHILE
å establecer un lugar para lós católicos y exclu1dos. Pero esto solo fué culpa de la agitacion religiosa y de.las exageraciones'de lenguaje, supo'niéndose un peligro pafa la li-
.
bertad donde no lo bay. El auto!' del decreto tornó á la letra l.as protestas de entónces y creyó que los católicos iban á evaCua!' 108 cementerjo?. Pero, en reaJidð.d, la evacuación no tuvo lugar y los calÔ1icos c,q.ntinÙan en ellns. Se hizo el amago de c1o?prar un teT'l'enò/io'paracementerio en Santiago y otras ciudades.
El terreno fuá adquirido, ign?ro si bendecido;' pero aquello no pasó de una amenaza. Ha co'ntinuado, durante largos años, la sepulla.ciÚn pl'orniscua sin que se haya levantado ninguna protesta séria, SiI? que haya tenido lugar la emigración de una parte de los mnertos y sin que los católicos hayan sentido la necesidad de cementerios particulares ., ó especiales, También es preciso tener presente que esta C1H?Htj{Hl sÓlo "
parte acomodada de la sociedad, å los que tienen dinero para comþrar tumbas especiales; lIlas nó á la gran mayoría que, así como va anónima á la guerra y á la gloria, va también anónima å la tumba. Es inmen. 80, es aterrador el torrente humano que va confundido se refiere á la
á sepultarse en la fosa común. Y lcuáuto
por ciento de los
que alli van son duelistas, protestautes excluidos? Puede asegurarse quo ùe cien personas que en Chile son inhumadas, solamonte cuatro ó cinco son las qne vendrían' á provechar esta pretendida libertad que se reclama. La inmensa mayoría de los muertos en Chile son muertos anónÎá mOH, y sería imposible separar entre ellos al que muere derechas con los cáuones del que muere fuera de la Iglesia. Es un privHegjo para lInos pocos, ,es una libertad que se invoca para los que pueden levantar palacios en los cementerios, Í>
Pero, señor, debo vindicar aquí á la autoridad eclesiástica de la protesta que se levant.a contra ella por la no realización de sus proyectos, de sus bravatas; debo vindicada por la actitud, durante largos años, de sns pårrocos, "
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OBR..\S DE ISIDORO ERRÁZURlZ
89
La actitud de esos sacerdotes en el cementerio actual e. cristiana, humana)' digna de respeto. Sahen cerrar'los ojos. con mansedumbre, pues ningún cat?lico sincero. puede negar que en virtud de las leyes de.la Iglesia, el cementerio ha perdido su carácter religioso, El hecho solo de sepultar UII .
cádaver de hereje los priva ipso facto de ese carácter, sin necesidad de execraciÓn. La Iglesia lo sabe, pero sabe también seguir el espíl'iLÜ'de Fi'ancisco de SaJes,y ha seguido bendiciendo á granel cl. cadáver dcl suicida y de] quc muri!; de muerte natural, al hereje y al cató1i(\O. ?QtJé cosa máR beBa, señor, que el párroco pue8tu al borde de ]a fosa común levantando sus manos para bendecir indistintmnente á todos los que en confuso tropel descien-
denáella? La bendición
,-
los quo la necesitan; se apartan de aquellos que no se encuentran en las oondicioncs necesase adhiere
á.
rias para recibh'la. Es cuestión de sinceridad. Levánte:se con manó l'CSpùtuul:)a la piedra ó el mármu] que que cubre la,mayor parte de las tumbas, y yo pregunto lbay alguna de estas tmnbus que no haya girlo execrada pOI' el hecho dc haberse sepultado en ella el cadáver de un libre pensador ó de un párvulo no bautizado? N ó, señor. Ateniéndo-
me å los cånones? todas esa.s tumbas están profanadas, asl corno los cemeIlterio8,-y sólo les queda e] carácter de establecimientos civiles; pero el sentimiento de la unidad de la
familia, de ]a estirpe, ha sido sicmpre Inantcnido. De m?nel'a que respecto ùe] pasado se ha e!:!tab]eeido una doble tolerancia, pOl'que]a Iglesia ha s?bido CeI'l'al' los ojo?, y no ha dividido ;\ las familias chilenas en la sepultura, El .
cemenLerio reJiginso que, despne!-d'del decreto de 18i1"SH pretendió establecer, está ahorä convertido en un potrerot en un lugar triste y abandonado! y C0ll10 protestando COI1tra las amenazas -jTla8?hl'a;vatasque se lanzaran. Ahora bien, e] proyecto de ley de 1877 lviene á cambim' en algo]a situación ó á
traer nuevas ideas? De ninguna ma-
nera. El proyecto no está destinado á prndl.leÎl' efecto dell?
90
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
tro del cementerio, sino fuera de él, porque va apartar de lo, umbrales de aquel recinto de paz á lu, párrucos que, con el pretexto del pase, se erigen en jueces de los quP. tienen ó nÓ derecho pa"j'a sepultar::te ahí; porquc va apartar de.?ug puertas á los que escogen esa ocasión para litiga)' con los .
muert,os. En adelanlJc no se enter'l'al'án más herejes de los que hasta hoy !ie han sepultado, porque más no hay. No s.e enterraI'ån más párvulos no bautizados que 105 qlle.?ehan enterra-
hasta aqui. De manera que, en.. realidad, la eOllciencÎà eatólica en una hora de justicia y serenidad, ha de reconocer que los hechos no variarán; que la situaciÓn será la mÎsffi!'; y ?o:. hombr'es de hilen sentido han de creer y e8pBI'ar que, aHÍ como después de 1871, no se formaron cementerios religiosos especiales. ni se destruyÓ la unidad de las família? en las tumbas, tampoco slIc?derá ahora. rlo
Por consiguiente, si los católicos no sienten la necesidad de LeHer' cementerios especiales, lPor qué se iría á con. sagrar en la ley esa necesidad fantástica? El Congreso está
aquí paraalender á las necesidades reales y pósitiY8s, nó â necesidades imagjna('ia?, ó para afrulltal' eventualidades 11el
porvenir. No es prupio del 1egislad 01' inventar necesidades para legi,lar sobre ella,,; y este es el motivo que tuvo la Cámara de 1877 para rechazar la indicación del señor Fabrcs, ,'e811citada hoy por el Senado, y que la Cámara .dc 1883 no puede lIi debe aceptar.
Hasta este momento me he dirigido á mis honorables cù- .-lega.s cle la Cámara ùe Diputados, invocando ?entimiÐÏttos que deben ser cornunes á todos; el respeto Él las creencias, á los hechos, y á algo que nos arrepentiríamos de haber tocado: la integridad de la familia chilena. Y he hecho bincapié sobre todo en este Último punto, .por'que creo que el día (1ue esa integridad se perdiese en la trumba, se perdería también la unión del hogar. Y si se hace conveni,' å IhS familias' en que deben apartarse en la tumha'd(? los herejes, AS más "
OBRAS DE Is1DORO ERRÁZURrZ
91
fácil alejarlas del contacto con los. herejes con quienes .vi-
ven.
Y, en tal carwfhabríamo8 arrojado al seno de la
sociedad
chilena y de ,,la patria unida,.una antorcha de anarquía inextinguible, que to?as las lágrimas de las generaeioIles -.?: venideras no podrán a'pagar, Me toca, señores, despues de hablar á los sentimientos hu,. manos y patriçticos, decir dos palabras en mi carácter de .
-
pa.:tido; en mi cO:I.l'ácLeÎ' de ól'gano modesto de una pod?osa agrupación polit,ica, I'?speútõ do la agI'egación
hOombre de
que el Sei1ado ha hp,cho. Yo no aceptaré en ningÚn casI) esa agregaei6n, que ?_on8idero descorté8 y anti-parlal]1entaria, No la acep?o tampoco, porque viene, sin motivo alguno, á renovar un debate fenecido, y á poner en duda un..Jallo que dimos con conocimiento de causa. No acepto la a?J'egación, porque reacciona coI(? tra un princjpjo ya afÌanzado: el del ccm?nterio QomÚn, que .
sigr;ifica la urÚdad en la muerte como en la vida; y tarnpoeo de'. la acepto en vista de al?o que ya he teniùo el"honor ex,
,
?".'
poner. ... Es mucha la superfìcip de este negocio, pero mas Rel'io es aun el fondo, 1\'0 es raro en la vida encont.rar que bajo lbs canastos de flores, haya serpientes, y bajo los ramos de mirLns1 inseclos ve.nenos?s. Y me asisLe el convellcimienlo de que, bajo 108 aJ'J'ayanes planLados en el seno del Senaùo para abri?ar la libert?d de las conciencias, hay un arma oculta eoulra un par?Jdoque Liene?l derecho de vi?Ü' y defenderse. Recordariulmis honorables colegas qucen el seno del SeM nado la discusión tuvo al principi? tres momentos, porque jntervinieron tres elementos..J)Ú elemento que, á nombre del derecho amena:l.ado.-le la? conciencias, se opuso abierta-mente á la aprobación del proyecto de ley de esta Cámara.
Otro elemento del debate, era el que representaba el señor l\'1Ïnistro del Interior, asÎsLido en esLu por los mieml?ros -del partido liberal. El señor Ministro, de acuerdo con el Mensaje del Presidente dela República,pedia lisa y llanamenJe
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92
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DB CHILE
al Senado que aprobase la ley tal como la había apròbado esta Cámara, Un terce,' elemento del debate era el de las impaciencias liberales, Se encontraba deficiente la ley de la Cámara de Diputado!); se creía necesario acentuar el carácte: de secularización de 108 cementerios. y entre estos elementos se trabó la lucha, Pero de repente .,
vemos que desaparece la divergencia entre los elerhentos en' pug:q[l extl'emos,'cy tI ue las dos opiniones que estaban convergen hacia un m,ismo Hn. Sin emhargo, señor, los que atl'ibuímos gl'ande alc!iI1ce á cijri?.J)fml? los propÓgitöB en la vida parlamentaria; los que demos que las .iñtencioHes valen tanto ó más que las palabras, no podemos mirar esa agregación.del Senado :Ûuo 1877; que como. una desautorización hecha á la Cámara -de ?e pronullció terminantemente conLra ella. No hemos podidu ménos que considerar el articulo del Senado como una pied,'a pÙesta en el camino de la obra de reforma; de
la que es jefe el actual gabinete por sus comprorn isos y de:., daraciones. y desautorizado el partido que lleva la handera de la reforma y el gabinete que la encabeza, pierde evidentemente su fuerza moral y el }ln!stigio que necesita para llevar adelante tarea tan inmensa como es la que abraza el programa del partido libe,'alê Yo no se cómo los que en este recinto somotj mayuda y el
gábinetc que ha pl'oc1amado la
refOJ'Ilul como su
primer ca-
pítulo, después de sufrir un l'eehaZD de coali?ión en el Senado, tendriamos fuerzas y aliento para llevar adelante las leye? de registro civil y de matrimonio civil. Creo haber manife!-\tado que el carácter rErligioso debe ser e1imillado de estedehate, y que en realidad el "u't. 2.u no tien? lIlas que un carácter político. Es un artículo que es arma de c;lInbate, y que e? amenaza contra un partido. Para los que tienen la costumbre de traficar pOI' las calles
de la política, no es una vana ficción lo que ha agitadoÜltimamente el campo parhmentario; y no es un vago temor lo
,
-
.
OBRAS DE ISIDORO ERR..\ZURIZ
93
que ahora ha hecho acudir;. bajo la misma bandera á muchos ,que IHm vivido sepal'add?por p".?queñ?sdisidencias ó ges'confianza?. Eí1 una seria alarma la que 'preocupa ahora á la
Cámara de Diputados, y ella nos lleva á mánifestar con el á dejarse arrebatar de la mano voto qne no está dispJß"ta lafllerza que posee para convertir alguna vez en ley de la. República, los principios de un programa bajo el cual generaciones enteras han creoido y servido á la patria. -
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Cuestión de Cementerios
1889
RESIÓN DE 14 DE JULIO DE
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El señor Errázur':z.-Ha pasado, señor Presidente, la huI'a oportuna para dar al presente dehate un giro nuevo y Huevos términos. Hoy sólo es posible examinar el camino recoI'ritto por la discusión, para ordenar SWJ fases y tomar cuentu d? las incidencias á que ha dado lugar. La hora presente sólo se p('e8ta para echar una ojeada ?obl'e todo eso, á fin de I:H?tahle()"er lo:; linderos de las opiniones, que la ola movediza -
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de la discusión ha removido
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á
su paso. CÓeLa Cámara ha escuchado al Honorable Diput?dopUl' lemu declaral' á nombre del grupo político á que pertenece, .
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el Senado, El.q11e que votará cont!'a el arto 2.0 agregad"ó por babla, ha tenido el honor de manifestar las ideas del g"up o más numeroso del partido liberal,sobrelamisma agregación.. y en Hn, el señor Diputadu por Cauquenes, en nombre ùe muchos distinguidos liberales que ocupan un asiento en es.. de ta Cámara, sepafados desde tiempo atrás del gí'ueso suv .
.
correligionarios? ha declarado que también voLará contra el artículo agregado. ,.JiEn frente úe nosotros se desarrolla una vasta y animada:'
linea de hataJla. Honorables eabaJlel'"Os, penetrados profundamente del amo!' å la libertad, reclaman á nombre de las. ideasliberales, en contra de las tentativas heèhas pUl' los diversos elementos liberales para desconoeel' las garantlas y derrichos indiviùuales. '.
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'. OBRAS DE ISlDORO ERRÂZURJZ
95
Esta CiI'CUIl?taIlcia del aislamiento en que estos caballeros ge presentant'constituye, un mi concepto, un defecto grave eu el cuadro de batalla parlamentaria que se trat.a de uesaF
-
A .
rl'ollar ante la Cámara; porque quedamos totIavia,dudanùo de si estos celosos partidarios de la libertad individual, son miemhl'u? di8pel'?08 de nuestro partido liheral, que protestan en esta Cámara en el moinento\åctual; ó si-?repI'esell.
-
?
tan algÚn batallón ordenado, algún ejército compacto, que hace fuegu'ohedeeienuo á,antûcerlenles y Lradiciones, contra esta I ey d e cementerIOS. No seria cortés de mi par?e entrar á averiguar 108 RnteceqenLes de las opinionef-' individuales expresadas en este recinto por esos caballeros aislados á propósito del proyecto que .
discutimos. Pero me hallaria en mi perfecto derecho para averignar Mi ?IJ ellJño '1877 J r.sle grullo corn pacto del partido liheI'al vnÜ, () liÓ en maSH en fa vm' del arlo 1.0 que apro-
bó esta Cámara, porque realmente1as oriniones aisladas de cdo!:ìoS defensOl'es de la liheJ'tad individual, no me dan del'e? ch.o paJ;a i,' más allá en la averiguaei6n de los anLecederltes
dê esta situación. l;ero mientras tanto, si yo viera aqui el partido liberal de 1877, aceptando ahol'a Lambién el arL. 2.0, me aLrevel'Ía << sostenor que la agregación tiene por objeto lo que en reali. dad significan las cosas: una reacción. S610 puedo limitar'me á deeir que fUl:!l'tHl los elérnenLns que êomponÍal1 el partido liberal y que lu !:ìigl1en corÍ'lponlendo los que votáron la ley de cementerios reducida al
art. 1.u y rechazaron este rni?mo arto 2.0 agregado ahOl'a pUl' el Senado y qu; se sostiene por esos caballeros ai51ado? en nombre del respeto al derecho individual, de lamisma manera y con los mismos argumentos con que le defendió el pa.rtido conservador que de"de entonces lo PI'QPuso á la CAma'? :,; los dos ejércitos se distinguían perfectaPero entónces ra. lTletlte; ahora 110 se presenta al frente del partido libe. S'e ral otro partido, 8i?o que 8010 dejan vel" las bocas de los ?f u si] 1:1
cs.
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE .CHILE
96
.
En cuanto â la cuesLión misma, señor, veo que dëntro de los términos en que so ha soslenido el deba le, se halla lamentablemente falseada; porque no tienen razón de ser los á argumentos de 108 señores que sostienen que no es Hcito, restringir' la libertad indivi-. nombre del intOl'és del Estado, d1lA1; porque realmente no es esa la cUC!ìtiÓn. No se trata ahora de saber si la libertad individual se halla ó nó re?tringirla, nO se trata de ensanchaJ? las atribuciones del Estado restringiendo la libertad individual. Lo que de cementerios se trata de averiguar, es si en esta materia gp, se lialla restringida por leyes anteriores; de manera que en realidad, ahora, de Baher.-s1 hemos de dest.ruir
trata
de dar paso â nuestra antigua y actual legislación, si hemos la libertad del los cementerios eonfesionales eontra la ley vigente, y esto á nombre de lo que 8e llamalibortad indivi-
dual. nìÌf'1 He tenido el honol' de probar å la Cámara, sin que C:' 1811 palabr'as hayansÌdo conlradicbas, que desde la ley de el pretendido derecho que se invoca de fundar cementerios conresionalesJ privados, exelusivos, fué abolido en Chile. La leyrle 1811 concluyó con los cementerios delos templos, únicos existentes por felicidad en esa época y estableció el de cementerio único del Estado para todos los habitantes opiniones, oblila República1 sin ,listinción de creencias j' excepción de narlie! ganrlo á lodos á encerrarse en él sin GÒnsulto de Sobre la base de esa ley se dictó el Senarlo 1816, expidió el Gobierno los decretos de 23 y 27 de octu.
y
bajo la multa de bre, de ]os cuales el primero ordena que en el quinientos pesos, todos los cadáveres sean inhumados f,.' del Estado; al paso que el segundo hace ext.en-, cementerio siva aque]]a ley á toda la República. Pero se dice que en la práetiea ?e ha protestado co'ntra .
esa
ley,'
Herecordado ã laCãmara, tambiéllsincontrarlicción deí>fJués, por parle de. lo" soslenedores del arlo 2.0 del Senado, desde 1811, que durante los"elenta y más años lrascurridos
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OBRAS DE '[SIDORO ERRÁZURrZ
97
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no ha habido un solo individuo -mucrto fuera de la iglesia,. católica éindignu según lus cánones 'de sepultaci6n eclesiá.,', -,r tica, que no haya sido enterrado sip embargo, en el cerÍLcn1'.:;
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f.'ÿ e?"-l?8ceUlenterl?spa''l'uqu?<}l??.terio Único de Sa11?iago, mismos d" lo. demás departaíi1entos de la -República.. .., Pero h?ymás, se.tul'. La misma autorida? eclesiástica se prolluIlCiado sohl'f1 estoR cuestión y recc;monido el hecho "'! ,! c,-' "? ceníenterios de que enl08 fundados desde 1811?"úníúo$ existentes, porqu? antes no los había, todo el mundo tiene de. el imperio dr. la ley de. recho {'enLerrarse, reconociendo ?? ??. ;aquel año y':.o,'.' de las siguientes disposiciones que he -citado.' Tengo en mi mano un ((Manual del Párroco An{ericariol) ,. escrito por uno de 10$ representantes' más genuinos dela 11a
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iglesia c?tú]jca, por uB'ó de IQs más distinguidos canouistas ,. u} chilenos, el señor presbítero Justo Donoso; obispo chileno,. En este libro de instrucción destinado á los párrocos"chilenos, se endÜentra un párrafo ã que voy á dår lectura." Después de manifestar el seii.orDonoso las causas quc.lIaJ' <Jen å un individuo indigno de sepultación eclesiástica, dice .
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lo siguiente:
.
"
*Descle"la erección de panteones generales en los pU??Jlo1)
.
de la República, han quedado en su mayor parte sin aplicadón las prolija.s discusiones"de los ca.nontstas, en matel'ja de elección de 8epultur,!s;.si'Il emba.rgo, co?no se han dejado subsistentes, como debía sel',los derechos que deben cubril' los fe?igreses que ?e entierran, y como esos derechos corresponden á la parroquia á que pertenecía el muerto y nÓ á otra? y por otra parte pueden ofrecerse diariamente dudas, ifI"".' .sobre la calificación de la verdadera parfòquia dcl mismo, los párrocos no dß.ben ignor'âr Jas doctrinas c.anÚnicas qUf;' ! .. .,' <, ,". -', tratan de esLa mat.eria, ciertamente muy import;:inte, paraI
?
.
ó' mejor armonia y evitar que de buena conservar entrc.si la :,.-), i',I?f. -Ì" mala fé, materialnienLes'e defrauden en.SllS legítimòs dere? ,
'
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chos.>> ?
Hé aquí, señor, teóricamente reconocîdo por uno de --
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los
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más autorizados .órganps de la Iglesia, por el precepto de los :mnRÁzulU;L--'l" ,
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98 .
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ßIBLlOTECA DE ESCRITORES DE. Clff[.H;
pó'r nuestra lepárrocos chileno's, los princip;08 estáhlecid08 gislación en materia de cemliwierÍos. Desde luego, diée e1 s'eñor Donoso, es convenitÚlte que los .
-
párrocos conozc.an las inhabilidades canónicas, pero <!para qué? no para designar el lugar en que deben inhumarse lo.. cadáveres, sino p,ara reconocer los derechos parroquiales "'sin exponerse á cobrar los correspondienque deben (',obrar "{, tes á otra parro'quia. He aquí, como una gran autoridad de la Iglesia saca á luZ: y resuelve" desde años atrás esta cuestión en una atmósfera,. .
-
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lihre de pasiones. Se ve, pues, que esas instr?Jcciones á,lo8 párroc'ö.s, que ?sa decisión se dió en época en que los ardores de ]a pasión no.
tenían por qué despertarse,'y pudo, por consiguiente, f;er" fríamente consuJtada la razón y]a verdadera doctrina canónica, en el fondo y en el hecho. Ahora, señor ,"despuesde setenta añus, se cree llegado el caso de perturhar la paz establecida y convenida, y á nombre de la libertad individual, se pretende renovar para la .
Iglesia derechos fenecidos y renunciados, y derogar la legislación vigente.
la cuestión que envuelve el articulo 2.0 agregado por el Senado. No se diga quc nosoLros tratamos de viular' la libertad individual, el pretendido derecho de los particulares y de las comunidades religiosas, para estahlecer cementerios confesionales, abolidos desde 1811. 'Cuando la cuestión cementerio se presentó' â la Cáinsra por primera vez, el año 7:1.,]0 rué en un terreno pCdectameni: te correcto. Flié fo?mu]aJa la ley para poner término á lo's" escándalos que al borde delas tumbas dieron en provocar al? gunospárrocos, para introducii' la división en!as familias y' ejercer ac'to's de vengãnza contra sÜs adversarias! políticOs. Se pre?entópara ev;tar el doloroso espectáculo ÿ amparar á los desvalidos que, no teniendo como pagar los derechos pa-' rroquia!es, se vcian en la necesided de depositar los cadáve'.';s å la pùerta de los curas. Era indispensahle quela ley hi-
Esta
es
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,t OBRAS DE ISrDORO ÊRRÁZURIZ
99
ciese cesar tan lamentable estado de cosas y declarasc que "êÌ11os cementerios administrados pOI' el Estádo ô las Muni-
cipalidadesno podría,
pOI' ninguna razón ni por mbtivo de derechos parroquiales, impcdirse la inhumación de los cadã veres.
En esta forma pasó la ley al Honorable SenHdo, el que ahora nos devuelve esta ley! obra de tolerancia y de paz,
..
con,rertida en la causa rri.isllia de los males que quiRimos evitar en 1877. Quisimos entonces obtener paJ'ael cementerio del Efit.1ðô, único legal, la paz, la deeencia y la tolerancia ?n las inhurnaciones y hoy nos ha venido el proyectoen un Ol,tículo en que se colocan los desórdenes individ?ales YabuROS de la
autoridad eclesiá?tica bajo
el flmpaI'O
în;iola-
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I
I
de]a ley. Debo tamhiéIl, seÏIO!', rectificar una base falsa de argumentación que se ha puestu mucho en juego y restablecer con la preei.iÓn posible]o que hay realmente en el fonclo de] debate. Lus Honorables Diputados que sOf>tiencn individualrnente el articulo 2.0 agregado pOI' e] Sellado se han eolocado en el terreno de la libertad individnal amenazada y del despotis1no del Estado por el ens81lchamie'nlo de sus atribueiones; i", e.e campo han dado]a ha talla y han Ünpue.to ,,1 partido libera] una vez má.la penúsa obligación de recibir de frente los disparo&' que se le hacen con sus mismo'::! proyectHes. .Es efectivo y curioso el hecho, señor, que en los últimos iiños viene observándose solo entre nosotros. Esta bandera
libertad individual ilimitada, y de la restricción llevada hasta los límites máH revolucionarios de las facultades y atribueiones de] Estado, á nombre de los principios liberales '/por quiénes es sustentada? No se levantó cuando la Iglesia y su' defensores eontaban con e] brazödel E.tado de la
I I
I
håsta para quemar herejes. La libertad individual ilin'titada no existe,ui es posible e-n ninguna de sus manifestaci?JIles. -lQué derecho ü)"ás santo y más noble que el de defender á su patria ? Y sin úmbar-
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100
BLBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
limiL?;reserva el Estado armar ejérciLos y hasLa go, la ley lo próhibe â un -ciudadano tomar'?hn fusil é irpor su cuenta á:del enemigo que la amè?ìaza de 611 patria al frente morir por muerte. perturbacioEn todo se ha querido encontrar connictos y algo nuevo se ha querido implanLar en nes, siemprû.;qu,? así como en la instrucción,;. nuestro país. En la coLonización, elemento 'pcrtur:'î cada reforma. Ó ?ada ?cdida es un-1."nuevo å en que el partido eooserbador. Hemos llegado un punto del E?tado el f:xcesn vadol' se ha prefientadojreclamando la jusde las libertados lAcaso nO he",'!s oído sostener que po?t empresas partiticia común y ordinaria debería hac?rse culares?
llegado å preguotm'Cuando á tales excesos se llega, he cañeT'Í<:Hi de es un servicio por -me si acaso lo que buscamos los buenos habitodas las libertades apetecihles, para que cada mañana tantes do la ciÚdad pudie?an servirse mejor de aquellas que le vinieran en antojo. ealol' se La libertad individual ilimitada que con \.anto progresiva de las atrihueioncs y fa-? proclama, la restricción podría ,saculLades del Estado hasta bacedadesaparecer, del Estado y <lel gobierearnosde la dependencia de las ley'l,? genuino y legitimo de todoH, para 1'0no civil, l'epresenLante preduminio de las/lnmuninernoS hajo la dependencia y 1;; ?1? dades religiosas. ." teorías;paraEs necesario que no rl?)sdcjcmòslleval' por dojalaH que podI'ian arrastrarno. á una pendiente muy pelino se 3sem8graBa. Es nece?ario que nueslras declaraciones del provisor cout';" la jen á las que hace el marido delaute á el divorcio dc su matri?Bposa, cuando se presenta pedir la? aspíraclone!-\ monio. Es preciso que limitemos un poco mariposas se"lwnvier? -del ser moral si uo queremos que las ,
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.
tán en l'eptiles. En t.al HituaÓón
'
hace indispensable dar aire á otra clael elemento f?cundante; ese elese de aspiraciones, buscar ley: el Estado es entonces el remento 00 es otra cosa que la He
OBRAS DE 15IDORO ERRÁZURIZ
101
sorte regulador del mejoramiento sodal y la mejO!' delensa contra los excesÓs de]a libertad. Todos sabemos que en]a India, la misma hoguera que crema el cadáver de un esposo';sirvetambién para.qilemará.}a .
desconsolada'\riuda; también sabe la Cámara que el eleIaÍ}ie es una má.quina m?rtuuria par??I?lindio fanático que Be pone en 811 camino y venIOS que la Inglaterra tan celosa por' el rc,spcto\le las libert?,des.!ndivi??uale?j te pues?o u? óbice
'?
á esas GI'?encias.
.
-
su reMas, .s.enos dice que la libertad de sepultura, según d .ligión,,? no puede llegar ? esos excesos. jLeg]thna aspiraciónl /Y acaso hay algo que lo impida? i.Es ]11. ley' dc 1877 la que limita esta libertad? Si hay 11.]guien, ó.seno es el EstaîlÜ, es la farnilia la ,que no pudiendo cortar los lazos del IHJJOl', olvida ó dmmtiende.la voz de BU eonciencia y no escucha sino las impresiones del corazón. Yen verdad, la ley cuya aprobación pedimos i.no consult.a toda?;.estas disposiciçnes? lVi en e acaso á introducir al-
gUlla nuvedad? NingUIì?; lo úniCd-queestablece es garantir esta libertad é impedir que en lo sucesivo se repitan 10& 1" 01' hechos que todos hemos lamentado.
'.'.
Para mí,se.ño.?,Presidente, no ?:unlos particulares los que ,. má? han elevado los clamores al cielo, ptU' cuanto ellos creo no pensar?n cstah]ecer cementerios parLic,?lal'es;es la Iglesia la que más ??eIlte,?1O establecer'las antiguas disposicio-
.,.
nes canónicas .?,
tan jul?tamente'critit',adas por
el
ilustrÍshno
?.
s'cño?Donoso.
.
? -:No podemos aceptar que mientras nos ocupamos y eOIlst!guimosdespuésde grandes sacrjficios el nivelar en lo Ij;úsi-
veng'åla Iglesia á separar el rico bla las posiciones socii11ë's.? del pobre perdiéndose as] ]0 q'ue habíamos ganado en el ca.' mino de la democracia. Bajo el imperi?de la ley de 1877 no se p'iredeimpedir á q
,
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nadie la inhumación de los cadávcrc,s dentro de los cementerios del Estádo, y si el fanatismo religiosoalcanzase aJgltna yez un estado tal de desbordamient.o; ?i hubieran mierll.
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.
r02
biBLIOTECA De ESCRITORES DE CHrLE ,
bJ'os
de ?lIla familia que rechazasen el cadáver de un deudo por suicida ó por hereje, el arLl.o del proyecto no se los impide: d'ueñossondel'echazarlo. Hayalguienqu.enlIfH?f,?ce en ,,",
-'.
las sepulLacinne8 más al derechu canónico que al sentÍ[rIiento natural del' cariño y del re'speto;niCgllna dÎsposie.iÓn liay iI'íamo? e_u eRe articulo que se lo impida. lPor qué entonces þ á huscar elementos perturbadores, cllando no hay do por .?,? -'.JI?edioni!tgun?interés que ?osleHitim?? ,
.
En ocasiones anteriores he Hamado la atención de la Cámara hacia el hecho de haberse dictado en 1871 un decroto que p?rmitc la COJlf;trllcción de cementerios de sectas y d? f?milias. Si con la práctica existente entonees,hoyse hubie. r&.n lastimado las creencias ro1igio?as en cuantoó. ccmentew
?
-
riosf habl'íamo8 oído un clamoJ'f1o constante en favor do los J' celllentc1'Ïm; parroquiales. Pero lquién lo ha oÍllo? l Y un cc? mepterio de esa clase adquirido en Santiago hac.e algunos .
.
.
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años ha tenido habi ta?ol'eg? Pues hien, 8i hast.a ahora las familias han sirlo lihres lIe teTII?1' tumbas entel'.11ne11Le c.aLólieaB Ó p['omiscuas I!.por qué no continuarán siéndolo? El art. 1.0 sólo tiene por objeto evitar escândah;? contra la paz y la tranquilidad debidas à las tumbas, de lo cual se de. l\"
-
duce que la cuestión no es con la libertad individual ni teóricamente entenùida! ni convertida" en derecho politico. Nó, el partido liberal se eneuè?Lra en fI'onto de o,Lro enemigo, ery .
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frente de la perpetuaejón del escándalo á la sombra de la >':? ley. No hay lucha entre el partido liberal é individuos de:"
"
terminados, sino enLr,f! el parLido liberal y la Iglp.Ria. Deténgase por 1111 "moffifHltu la Câmrln] á eOIlsidHI'ar' qué se haría U?H vez aprobado el arto 2.0, propuesto por el Senado. Des(If?'tllego, dehemos descartar á los individuos partiá las ramil?a5, pues n? es de suponer que alguno culares -y de aquellos ó alguna de éstas tengan vehementes deseos de construir paIlteone?. Es la Iglesia!quie; quiere reaccionar
contra un estado de cosas que ochenta años lìá '.dejó dHa.ery contra doctrinas que el em.inente señor Donoso declara [??c? cidas. Los escándalo. que el proyecto de IH77 trató de impe.
OBRAS DE
IsmORO ERRÁZURIZ
dir ?olvcría? á tðner lugar
.I03
los cementerios par?oquiale?{ Así'si un padre compra una !:iepultura y.fallece en condicio"'" "1>''nes tales que deba negórsele la sepultaeión eclesiáslica,enf.'n
,
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la 19les?a,usando de un derechore?ucitado, expulRa?.... ,'.' del cementerio parroquia1. :'?Tía -. á ese individuo ,Empeñada la Iglesia en reslJcitar algo 'l1:le ya fenec?,(? paI'? espada levantarJo como una amenazadora contra sus enemilas go,s, no repara en las perturbaciones que va á ?a.usar"?n to,t!ces o;.
r
111
-
.
relaciones más queridas de nuestra s,?ciedad, Cuando! paso â paso avanzamos en el adelanto social, .'1 '1,"" Quando nos empeñamos ardorosamente en prescindir de nuestros hábitos oligárquicos para establecer el gohierno do ?odos, es ctrand? la Iglesia iría á erigil' panteones aristocnC ticos, dejando al Estado la tarea de recoger á los infelicé's que día á día caen por centenares en los lîospitales y fu'e['? de ellos, y que 80n enterraùos como pobres de solemnidad.
.
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.
La Iglesia levantah panteones para los sohre ellos su espada, por9uo
e?
levantará su interós aterr?rizar á los ('icos y
humanos. .
No, es pues, esta, señor Presidente, y nunca insistiré de? masiado en este punto, una lucha del parLido liberal eontra la libHrLad Ó contra los individuos, sin? en c9ntra de las pm'niciosas tendencias sust?.ntadas en este sentido por]a 19le? sia: Y es un rasgo caraderístieo de este debate que las doctrinas que se han aducido en favor del arto 2.0, á pesar deque en conclusión, producirían UlI resultado favorable á la I"glesia, serían condenadas por ésta á velas apagadas.'No helll?s tenido la voz de los conservador'es sino la voz de la demago-
?'
gia, lavoz casirevolucionaria de alguIlosseñores Diputados. Pero1 se dice, señor, que la opinión del mundo entero está en favor del establecimiento de cementerios p.fl.ticularcsy de congreg?ciones,y queJo.,que se permito en el mundo enteaceptal'iie en Chile'-Yo aceptaría este arguro, dehe talnbién mento del Honorable Diputado por Talca, si él ó más bien eff1 nuesdicho, sl]a Iglesia e?tuviera dispuesta á implantar "
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tro país el régimen europeo en materia de cementerios. Es
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104
BIBLIOTECA DE: ESCRITORES DE CHILE
indudable que en todas partes de Europa existe!,' esos cement?rios parroquiales, desde liempo i:nmemorial; sohre ú. todo en Alemania donde los hay en gran número. Pero, va á ver la Cámara cuáles son las doctrinas que allá rigen este respecto. Tuve ocasión de oir de boca de 1Ino de los más afa., mados canonistas de Alemania, del célehre maestro KanL? .
)0 ?iguiente: .Las leyes del imperio han impuesto como deber á los parUdos religiosos crisÚanos, que 5e permitan recípfocamei1:te el uso de sus cementerios para sepultar solemnemente sus muertos. El párroco de otro partido religioso, no puede, sin j.,." embargo, ?er obligado á funcionar cnla sepultación. <<Pero si las ceremonias de la sepultaci6n han de ser ejecutadaspor otro eclesiástico del mismo partido religioso, se necesila para ello del permiso del eclesiástico correspondiente.. ..-. Otro cél.ebre canonista alemán, Richten, dice así: <<L?sdisposiciones Ínás recientes han limitado mucho, sin embargo, la aplicación de estas doctrinas. Prescindieudo de los casos en que los tribunales civiles imponen COmO pena la sepultación deshonrosa, la sepultación en los cemcnterios ha
.
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si?.o impuesta como necesidad por las orùenanzas de policía 7 de donde resulta que la Iglesia 'puede "egar su cooperación i-'oi'En materia de inhual acto, rna?q nn los cementerios ml?smos. mación de miembros de otras comuniones religiosaH, rige el principio generol de que no puede ser negada. As!, pues, ,\" cuando una comunión religiosa puse'f?en un lugar un ce>1).
.
mentel'io propio, está en la obligación de recibir eu él el cadáver de un miembro de la otra iglesia.. No sé si hahrá llamado la atenci/m de mis Honorables colegas la circunstancia de ser uno mismo el terreno en que se colocan, el señol' Donoso y los citados canonistas ?!emane8. Es necesario que mis H onol'ables colegas no se imaginen que estas son meras teorías. El canonista Richten ha asegurado que el hecho se verifica no solo en Alemania, sino en.-. ?' casi toda la Europa; pneden flegarse eJlun panteón las cere? D
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ .,-
105
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monias I'eligiosas;pero la tumba pata sepultarun caùåver no pu?de negarlà" ninguna iglesia. El señor Presidente, como muchos de mis Honorables cüpai!:i esencialmente legas, no ignOJ:an lo que pasa en Bavi?"ra, andar'??os catbIJ?o,d?ndeno se puede cuadras por las ?a]]es
sin ezicontrar imagenes religiosas, delante de las cuales se ven hoinbres y mujeres'orando fervoros?mente arrodillados delante de ella.. En virtud do un concul'datu eelebrado entre la Santa Sede -y Bavl?ra, ?e publicÚ un edictu 8obrer.?Jigi,ón 'Y cOJnunioIlesreligiosas,expedido, en26 de mayode 1818, en .el cual .
.
8HcuentTO los siguientes párrafos:
"(Baviera.-Edicto sobre religión y com.wiones religiosas). de ,;,arzo de 1818. 'C' -CòncoJ'dato 1817.-26 Iw-'oc (t? 100. Cuando una comunión religiosa no posee cernen"
?erio propio, 6 no lo ha establecido al partirse de los bienes }ùclcsiãsticosj se considerará, al que exis!c en lugar como cementeri9 común para todos los hahi laIJt-es de la localidad, y á su fundación y mantenimiento doben concurrir' en pl'oporción ]08 fieles de las diversas religionés, .! 101. A ningún eclesiástico podrá obligarse á solemnizar según los riLos de su iglesia la sep1Jltaciôn de un miem"
b?'ode otra <o! 102.
cOI!luniÓñ reJigiosa,
"
En cI caso deque se le solicitar e para ello y de 'lile
se prcstcue á' asistir
al entierro, deherá pagársele los dère..
ehos que esl?n establecidos. (.? 103, Toda comUfljón religiosa pÚblicament.e aceptada, podrá servirse de las campalHU\ del cementerio para las cere.
monias de la sepultaciÓn, pagando los d?rei:hos'>< Yo pregunto de nuévo:' (la iglesia de Chile aceptada estas prá.cticas? lAceptaría el que en sus cementerios fuera forzoso recibir cadáveres de hombros que han pertenecido á -,'t; 'otras comuniones? Si, pues)scñor, es cierto que la costumbre univerJolill euJ'Ode los cementedo.s comunc8, laipea no autoriza la prácti?? eos, únicos, por lo menos Hutol'jza algo que yo querría veJ' '
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BU?LI0TECA DE ESCRlTO??S DE CHILE
!Jimentado en Chile y que en aqueIJa8 nacio..nes s.e encuentra ya establecido: la må5 absoluta tole..ancia. El sonido ,?de una ,? campam\ que se-percibe de una misma torre sirve para la manifestación del dolor de los católicos como par:, ";1dc los ..
réprobosó protestantes. l' A?í B!1, señor, q?1Cen vano se invoca en favor de la Iglesia, ,'?!,dadera Bastilla de la venganza, IDs principios absolut.os, los derechos inòividuale?; en vano se invoca la práctica del mundo eivilizado,y también,seño?,en vano scinvoc3.l?ley,
Civil. NÙ hay derech" irldividuallastimado; y la ?J ." pt,ácLica general que s? ha obser,rado eI.?, p,l mundo cS,algo muy distinto ,le lo qne ha?l8osLenjdo algrJ"nosseñore5 Oipllel Códigu
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todos. Los Honorables señores Diputados pUl' San Felipe y por Talca han sostenido que sin el a..t. 2.0, agregad u al proYfJOt.o ,,- spor el Senado, el dorecho de los pal'tiêùlares y de las comuni d?'desroligiosas sería algo inconcuso, algo que se encuentra fTlera del alcance de la mano del Gobierno, de la manO dc la .
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autoridad,lIesde que está l'oconöeido" por las leyes y nuestro Código Civil en las disposiciones relativas al dd?inio. Y si de mis Honprables esto es as1, ?por qué, entonces, âlgUJ,lo? colegas, qu.e creen que la rglesià tiené'este perfecto derecho, aceptan la agregaciÓn del Honorable Scnado? Si cl hecho ?.'
s610 del dorninio de los cementerios .panoquiales AS bastánde.losdeDiputados def??n?(?r?ì" tc,cs {?laro.quelos ?onorable?
rcchos de la IglesIa, no clelJlan defender la eXlstenCla del artículo 2.0, puesto quc estc restringe los límites de la pro,
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piedad ó el uso del dominio fucra'dcl recinto de las ciudades. J\lal servicio hacen, pues, á la causa que defienden los señores DiputalluR que sURLentan la agregación dellIonorahlc Senado, desde que ella rest.ringe er'uso dcl dominio que no reCOnoce limites urbanos ni rurales. t El hecho eR qÚe la ley de 18t1lia OI'deoado "ue todos los cadåvcrBs sean lìepullados en el cemenle1'Îo general, sea gjn más cIJal fnero el rango ó categoría á que pertenecieren, ? l. limitaeiónque cl rc"peto al derccho de dominio. La ley de -
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107
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ .'
1811 esta ahl, Ó por 10 meno. exi.te en el mismo departamentl) de Santiago, para hnpedjr que se haga liSO de la propiedad fuera del recinto de las ciudades. Este largo debate ha sido fecundo 'èn incidentes, Los Honorables señores Diputados, que me han pr'2cedidu en la pala-bra, h?n hecho uso de un derecho sin límite8, han '1
<<.' ex'presado su pênsamiento con toda amplitud, dereèho quo recunozco y aplaudo. Séame pr.rmitido interponer una .humiJde queja contra el Honol'able Diputado pOI' 111apel qoe
.
verdaderamente ha ,ido cruel con el Honorable Diputado por Cauquënes y con el que habla. El ha dado cuenta de nuestroH trabajos parÚlmentarios en esta ocasión con una soltura de mano y con una ligereza de ánimn, que, dA-veras", me ha impresi?)flado. El Honorable Diputado por Cauquenes y el que habla he.
.?
mos tenido ocasión de trahar debate con miembros muy ilutrados y Honorables de todos los paJ'tidos; y yo con?eso qu e en nuestra vida parlamentaria no hahíamos recibido tantas
Rcriminaciones corno lAS que nos ha lanzarlo el seÎlor Diputado pOI' Illapel; en su desdén, ha querido apla?tarnos di? -ciéndonoscoll el poela inglés: <<palahras1palabras1 pata1JI'as)}..
Tal vez ha dehido tonel' él ,eilor Diputado por lllapcl cierto I'espeto por el HonoJ'ablc Diputado pOI' Cauquenes por halecciones; pero t.ambién éKte habI'á debido resignal'se,? sel' considerado eu este recinto como un peligroso retórico; pucsto que con profundo dolor ha debido ver el fr'uto de sus leeciones. Y este señor Diputado ha sido el que bOl'
recibido
RUR
le ha dirigido uuade las má:; acres y tremendas Re han oído en el seno rle cRta Cámara.
IJîalribasqi(é
No hemos sido mejor tl'aLados tampoco, señor Pl'esidfmte, por los señores Diputados por Talca y por Valparalso. Este Último .ha sostenido que toda la cuestión cementerios no es más que hija de un miedo cerval de los libres pensadores ála
libertad."
Señor, si los libres pensadores nu están dotados de Una ., fortalczùcon:LO 1'a qne qnisieraSuSeñoría; si los libl'e?pfmsa.
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
108
'.
dures de Chile, se asustan con la grita, no siempre sincera, delos propagandistas de alarmas, l5,s esta una razón para degarantías á que tiene derel5autOl'izarlos, pal:p. negarles las cho? Por el contrario, es ese un motivo para que la ley se.
compadezca de ellos y los ampare controla persecusió?. El señor Diputado por Talea no solamente nO nos rccono-' tenen10s siee como liberalc!'I, Hinoque ha afirmado que3ino ? l' .' quiera el valor de decir que debe derggi\fse el dem'eto supremo de 1871 y que nuestro voto iba â)er un voto de servilis"1
"
mo.
S'e?or, las
relativas) cambian según los individuos; pero creu ver queollenguaje delseñoJ' otros diputado I'or Talco es un lenguaje fósil, lenguaje de '-? r.r para hatiempos en que verdaderamente se necesitaba valor cer ?osjciól1 ?,un Gobierno, en qu e"Se neccsit,aba valor vara hace:fde todo cuestiones de J1inisterjo. Yo' desearía qut:! el ''!: cualidad/porque, t:leñOl' Diputado almacenase esa pl'eçjmm "
ideø.s
de sJrviHsmo
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ya no corrm?pondeå estos tiempos. Los vínculos de la autoridad se han relajado en Chile de tal manera, en los últimos tiempos, q'uehoy se necesita mós. valor para defender á un Ministerio quo para èombatirlo. natural Li'egamos, señor, involuntaria mente, en el CHorRO ?I '.. dI:! las cosas, á un punto respecto del cual se h"?nmanifesla(lo las más diversas upiniones. Se ha dicho que la cuestiÓn ùe gabinete. GellcI'almente.que nos ocupa no es política 8Îno Diputados manifieHseñor, noLo que algunos de los señores tan un empeño:.?speciaJen presentar l??cuestió? como ClWHtión de gabinete; 10 mismo quc el señor Diputado pOI' Talca hâblen cuand'? Su Seque tienøempeiiu en que los -:\1inistros .
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qmere. 'Las cuestiones d? gabinete no las plantean las CálnaJ'as': 'ii.S'!.f' il '" Ellas nacen del convencimiellLo de Ministros patriotas y ho.nrados, de que ha llegado el momonto en que nO son ya, I';? capaces de dirigir con buen rLHU,bola nave,dcl Estado, y 'la dirección á otros pål'Udacuuocen la necesidad de ceder '
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109
OBRAS DE ISlDORO ERRÁZUR[Z .
ríos en el parlamenlo, que cuenta con mayores fuerzas pal'a
llevar adelanM 1" polítiè?" Algún señor Diputadòcreyó que el que l?abla pretendía sostener la cuestión de gabinete. Nunca pude tene'r u na pretensión de e?H naturaleza; y he extr'añallo que se húbiera he..,ho cuestión de Gabinete de la agregación del aI't. 2." del Sc1\ado,'poÌ'quela'euestión de Gabinete significaba que los actuales secrëtarios del Presidente de la RepÚblica están COI1Hncidos de que la política libel'R] no podrá ir adelRnte, y de que en'el Congreso habia un partido contrario mucho más fuerte, que podía fulminar p?ima Jade! un f:lIlo de esta claseLo que he dicho, señor Presidente, ?s que laeuestión es pòlític3.1 una cuestión de partido. yJ-c parece;señor, que
afirmaciÓn es dentro yfueJ'<l de esta sala, el secreto de la comedia. lAcaso no es ver'dad que 8e han alzado todos ]O? pendones y q'ilO todos hemos tocado llamada? Ilgnoramos flue se trata de una profunda declaración motivarla, en el "eno del partido liberal? Este e? el hecho. IPor qué negado? ?No sabemos que- desde tiemp9 atrá8 viene preparándose, '(J?ta
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: I por desgracia, este acontecindento? lNo sabemos que ffill11 "Ch?sdiputadf?8que aq?ise lJaman 1iberalé?, Lomandoel día .de fiesta otro traje cuando se trató rle ir á las urnas eleetora-
usufructuar sus bcneficio?i), se han ido á otro campo á levantar bandera contra el partido que lo. sostllVO en la 111.eha? lIgnoramos que por un motivo Ú otro, algunos de los aliados del partido liberal en la Última campaña ,electoral, han creído conveniente hacer vida aparte1 y en reaiidad toaparte en la política? ?Ignoramofj la maron tamhién rumbo ? 8,eparación do ose grupo, cuyo nombre nadie ha querido pro?unciar, y cuyos partidarios han declar'ado que no forman l'arte ya de la vida liberal que representa el ae?ual Ministeles á
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?? Yo pregullto,señor'PI'esidente: lå quién
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engaña aquí?
?Es á los correligionarios políticos, qne saben muy bien á <{ué atenerse, ó es á la conciencia pública! que ya se ha pro."",
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IIO
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
C?estion es poÍítieasno se llaman ?plamen?eJas cuestiones de Gahinete. lndudahlemente toda cuestión de. Gabinete ?s politica; pero es polltica también toda cuestiónque afectA á la composición, á la organización y al juego de !qs ele'mentos que cOIl?Lituyen la vida pública de un paí.s. Y ti?a cuestión como egta, cuu motivo de la cual se hace una gran ti'.' liquidac.ión tIe partidos, con motivo de la cual saJeu_á cam'-? paña batallones ent?ro8 de un campamento lllO será euestión política? y todavía esto, ÍlO es más que el principiu de la cuestión .
.
politica. H '.i.' En nuestros dias estamus vIendo reLro ceder la hlHton8". política de Chile 27 años, y reconstituirse la alianza 'lue ,'ompió el Gobierno de 1856. El aja derecha deJ partido que no se ha querido designar por su nombre en esta Cámara, ha pa?ado á fOI'JIIl::Il' en filas conservadoras. Necesitamos saber si esa aJianza"se afirma, s?}odos permanec?mos fieles; y como todo parece hacer creer que el hecho se ha realizado, Jlo8otrmïlosJiberalcs nos cBtremccemosr cliyisamos el conflicto degde la..orilla, nOH damos la man? y IIOS unhÌlos para defender la bandera liberal y el partido que .
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la sustenta. El Honorabl,e Diputi\do por Lontué encontraba que eJ'" deímatul'alizar el debate'cI convertir esta cuestión de l'l'inci: píos en cuestión de partidos. No, señor; es en estos momen? tos cuando log p"J'Ljdos deben .ten?r sus banderas ?esplegaconocen los partidos cuaI).do luchan')renlo á ,.? -' -, frente. cuando los prjncipioi'i surren, cuando se disputa el ì;onor de la bandel'a:peró.' no cuand?!pllgnan las pasiones' ?la8. Sólo
s.e
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.
personales, y el miedo obliga â algunos á esconderse y cU9ndo se hace abstracèión d e las JocLrinßs.' '
Recuerde mi Honorable amigo, la vida parlamentaria de. I nglntetra y notará que aHí durante siglQs h?p mal'chadt<o p"ralelamente la lucha de los principios y la de los partido>>
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que los sustentan. ;? .' He descuidado, señor, intencional mente considel'al'?'e8t?-
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OBRAS DE ISIDORO ERRAzu RIZ
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adición del Honorable Se;?adobajN'lJn?' faz i?np?l'tan?e? pero diréen breve, lu, motivos que para ello he lcnidõ. Se ha' dicho que con el artículo 1.0 de esta ley habría "garantíasde, ?W' libertad para]a scpultación, ÿ se ha reconocido'québajo la' legÜilaciónRttuaJ Ùu hay amenaza oontra la Jibèf'tad inclivi-.
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A..
dual, hay ámplia libertad para los católicos; y que podrán, dar honrõsa sepultura á sus rnuÚtos; pero?'?e dio_e,"la situa-j? ;: 'n ,? ción va á. cambiar, IÚ;' panteones del.,Estado van â ser eXf?-. crados y ningún catól?co podrá sepultarsc en eIlos confor'me 7
á su conciencia, Ya ciÌlonorable Diputado po,' Ancud ha -, dado å este leno?1' una contestaC-Îún en mi concepto perento?.:"
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execraciÓn; todu'.. ria. En el cuucep lo de Su Señoria, r?o hab?;ã' --,' ..-no pasará de amenazas; y debemãs confiar en el eSplrltu ilustrado y tolerante del clero. Pienso lo mismo. Mientras no veamos que la execración tiene lugar, mientras no se le? haya quitado á los católicos la facultad de inhumar digna"?o
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cadáveres, estemos tranquilos. Cuando el peligro se pronuncie, eHtonce? los hombres de Estado sabrán vclarpor la lib cl'tad de las conciencias. Ya que he hecho mención de una parte del discurso del sellor Diputado por AnclId, séa"rno!Hwmitid8recoger pala?
mente
SUB
una bra un lanto cruel de Su Señoría. Me ha äCL?saùu Su Señoría de suponel',pl'opósitos tOl'cidoö á un Honol'able Senàdor'á'
quien no he nombrado.Yo ?1O he hecho Înás que 'indicar á la Cámara las ch'cunstancias anómalas de] debate; h? lIlanilestâdo hechos y de-"
ducido sus eonsccueiìoias par'a examinar el artículo 2.0 del. Senado; en esto creo haber procedido eon el más perIeeLo de-' }, ?.. recho, En cuanto al Honorable Senador por Coquimbo, señor V?rgara? he ejercidoel derecho que me asiste para interp?etal' en èhe recinto la actitud de] Honorable Senado. Creo que el señal' Senado,' por Coquimbo tiene grandes' .
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páginas enIa histOl'ia de su pals y quc cuando se disipen la? ;? 'ti tempestad e' del,Úoniento, el Honotable Senador uo cl'eerá sin duda, qne la página In,ás arorL?';'adá de,:'â vida política
I"õ.
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ß[BLlOTECA DE È5CR[fORES DE CHILE
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lué aquella en que propuso la adieiÚn que nos ha remitido el '
Se??do.'
inde?? Ilay páginas más gl'andeß, páginas escritas con mås Co:'
lebles caraeteres"en la vida del Honorable Senador por
unj,rse quimbo, é invIto al Honorable Oiplltadopor Aneuda al que habla piua defender alllonorable Senador cuando se ?rate-,como se trató no 1ta mucho, de 'arrancar de sufrente oii"? --"$ .Ir:, los laureles 'que ha. cgnquistado delante del enemigo. breves palabra? la que he dicho antes. Resumo, señor, Q?? No se trata ahora de menoscabar la libertad de nadie, y ,le .sino 'de salvar incólume el proyecto de está.Cámara, .-' -aseg?rar la paz y la tolerancia en las inhumE}fio?es., Se trata, con mO,tiVD de e8ta cuest.ión, de qontar "nuestras siguen adelante' y qúiencs, eon prefuerzas, de ver q1Jienè? textos más ó menos ardientes de amor á la libertad, semâÎ1Hìestan dispuestos1d?dce,l primer mOTentn, ?;entorpecCl' el partido liberal ha y desvirtuar los actos legislativos que ? de de la seculari7.acIÚlI de libertad y la consumado en lavar -'o
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? nuestras instituciones. 'v Algunos Honorabìès DipuLados han dichoindividualmenpif!drksen el camino dn ?e,Y no tratamos después .de ponel' la reforrha al partido liberal: sólo, pretendemos encarrilar'
las re[ormas.
lentitud con que ha procedido el partido líberal en el cumplimiento de sus anLignos coru,promicumplir osos con el país; pèï.o una cosa debo decir y es que,
?o negaré,
señor la
los programas Ó los propÚsitos en el Gobierno y cumplidos ,-..\ ',,:oposición, dog distintas. cosas son ellla Conozco ãmucho. líberales que estando encl Gobierno no .
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pr'CH-:h Luviero_n.1asuficiente, _?nergía para impulsar ]a;sero?wa,tåndol?.ëuandomás un apoyo pálido y descolorido; y inieu?tras tanto Ct?ando estuvieron en la nposiciíj?supicro?ßer
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:ii valientes l'eformistas. el tío, As!, pues, los Honorables Diputados, IJara justificar è.' .. qu? g???rnan-, tulo que ?uieren darse, neees!taria!'r?re,ditàr
doel pais durante veinte años serian cápaces:de irilplantar -
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
Ir)
en Chile libertades tan preciosas como la libertad de la tribuna y de la prensa, sin dcjar luctuosos recuerdos, la libertad de reunión, y osLablecer el régime?liboral el; un sentido y en una vasta "esfera de acción, sip. causar grandes sacudimientos al pais. Por más esfuerzos que se hagan, jamás se conseguirá arrebatar al partido liberal los titulos que tieno á la gratitud del pais. Espero que mis Honorables correligionarios sabrán "preciar y presentar oon orgullo el honroso timbro con que <Juenta,el'partido liberal haciendo mia êampaña gloriosa <ientro del régimen constitucional, sin dejar después de la victoria, el gobierno de lauacÏónenmanos de un jefe militar.
(Aplan.os en las galerías). ??
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Las relaciones entre la Iglesia y el Estado DISOURSOS PRONUNOIADOS EN LAS SESIONES DE
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JULIO DE
]884 EN LA
CÁMARA DE DIPUTADOS
El
señor Errázu,,:z (don Isidoro); Señor PreRidente: desde el primer momento en que la opimón del país y las autoridades del Estado se han preocupado de la important" cuestión que nos ocupa, los diversoB gI'UpOS del partido li-
beral ban obedecido consLantemeute á una doble linea d" conducta ouyo patriotismo y prevtsión nunca serán suficiente?entè encomiados. So ba tratado. en primer lugar, de no llegar al Congreso ,-'
sino de.pués de haber alcanzado, mediante III discusión en el seno del parLido liberal, una fórmula que cuente con la inmensa mayoI'Ía do los a.sociados. Y por otro lado S" ha trlltado también de obtener que esa fÓrmula sea aceptable ante el lIonorable Senado y anLe el Jefe Supre-
mo del Estado, que
es
el representante
de la iniciativa del
Ej ecutivo. de esta estraLegia del partido liberal fué la abo"lición del fuCl'o eclesiástico y las demás reformas que se llevaron á efecto el año 74. Fruto fué también de esa misma
Fruto
estrategia, el que se alcanz6 en una hora de buen sentido, en 1877, con el proyecto de ley sobre ccmeuterios. Fruto, por fin, de las tradiciones permanentes del partido liberal, fueron las reformas realizadas en 1882.
OBRAS DE [SIDORO ERRÁZU Rlz
II5
Fué siempre nuestra norma el venir unidos para triunfar así del enemigo comÚn, y desplegar todag nuestras fuerzas compactas y vigorbsas en servicio de huestras ideas. Con profundo dolor he observado, d. dos años á esta parte, síntomas alarmantes. Esfuerzos aislados han. tendido desde entónces á arrastrar al partido liberal bacia un cami-
distinto, á traer á este recinto, noJól'l1lulas que unen, !:IÏno fórmulas que dividen. Con v?ofundo dolor he visto á muchos de esos señOl'CS Di. plltados, que empujaron la ley de cementerios con todas sus fuerzas creyendo que era un puñal que iban á clavar en el pecho del Gobierno, abandonar el campo tan pronto como supieron que el Gobierno y el partido liberal aceptaban esa reforma. Yesos esfuerzos que se vienen haciendo desde el año 82, se producen desgraciadamente en el presente año} y son dolorosos y cruelmente fecundos en muchos individuos.
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Prueba de ello es el presente debate. Para el ejercido do sus labores y þara llevar Él cabo el cumplimiento de sus tareas, el partido liberal se dió entonces una organizaoión parlamentaria. Nombró un comité, que, de acuerdo con los representantes del pueblo en ambas Cámaras, era el encargado de dar la fórmula dfJ sus aspiraciones y la solución que deseaba en las diversaR reformas iniciadas ó proyectadas. Pero en este año, señor Presidente, ?e ha saltado por sobre aquella organización; no se ha hecho ninguna tentativa para procurar la unión, sino quc, por el contrari01 se traen aqui fórmulas do división y de anarquía. De mane,'aque hoy nos presentaIIlU?, no ya como una masa compacta al servicio de una labOl:;- común; no como un ejército discipHnado y preparado para la victoria1 sino como una causa dividida contra sí mismaj como un ejército que, por su falta de calle. sión y disciplina, se condena irremediablemente á la catástrofe y á la ruina. Ha sido también, señor Presidente, antigua costumhr0 del partido )iberal el venir aquí á buscar sus solucione!; en -
1
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I
II6
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
'conformidad A sus propios principios y A su bandera, y sin .encargar,jamAs A las damas del campo enemigo que le borden sus estandartes.
.
.
Por eso hoy encuentro con .verdadera estraÌlCza que los ::liberales disidentes de esta Cámara se acogon á una fórmu.la que fué lanzada aquí en 1882 precisamente para entrabar el camino de la reforma en el proyecto sobre cementerios; å una fórmula presentada, no en nOIIlb;? de los princi'pios liberales, como lo ba sostenido en la sesión de boy el seflOr Diputadopor TaIca, sino en nombre de lo que se Jlama .el interés católico. Cuando en 1882 ha oíamos esfuerzos en .este recjnto.par? obtener una resolución de apremio respecto del Senado, en el asunto de cementerios, ?è llevó á la mesa de esta Cámafa la siguiente mooión. 1;
..
?Honol'able Cámara:
.
<<Cumpliendo con un alto deber nomo ciudadano, y obedeciendo á una convicción sincera como católico, tengo ?l honor de presentar ã la deliberación de la Honorable Cãmara el siguiente PROYECTO DE I,EY: "
Artículd' único.-Quedan suprimidos el artículo 5.0, el número 3.0 de] articulo 39, los números 8.0, 13 Y 14 del artíoulp' 82, Y los números3.0 y 4.0 del artículo 104 dela ConstÏ!.udón Política del Estado>>. Esto es el proyecto que se encuentra en debato y que e. sostenido como una solución definitiva, como la seRaración radical y completa entre la Iglesia y el Estado. lLos señores Diputados disidentes no pudieron encontrar
una fórmula,propia y que fuera esencialmente 1ibera!? lNecesitaban exponerse al peligro de haber sido candorosos, adoptando A este hijo del' call1pamento enemigo?,
F.
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OBRAS DE 'ISIDORO ERRÁZURIZ
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Pero á más de adopoión, ha habido también un exoeso de cariñö en favor del proyeoto lanzado por el señor Maokenna,
contra nosotros. La Cámara sabe que á este proyecto, formulado en nomhre del interés oatólico, se le eximió del trámite' de Comisión.
La Cámara sabe que á este proyeoto estuvo á punto de ser saorificada la ley del Registro Civil. Eahe, por último, la Cámara que ha sido sacrificada á este proyecto.!.a resolución de un asunto que afecLa profundamenLe á la Constitución de la Cåmara misma, asunto que el señor Diputado por Talca empujó durante oierto núme. 1'0 de sesiones con 01 vigor que"Su Señoría. emplea siempre. en todo lo que llama buenas práctieas parlamentarias. Por eso la Cámara no está completamente constituída,pues se ha postergado la resoluciÓn de esta materia tan im? portaJlto On el orden iuterno1 colocándose así á muchos soñores Diputados en la alt.ernativa de ?etirarse1 Ú obedeciendo á una conciencia más severa1 de quedarse hasta que se resuelva el proyeeto pendiente. Pero se ha dicho por el Órgano de un respetahle Diputatlo, que no importa de donde vieue el bien; que estamos en nuesLro derecho y en nuestrodehor al aoeptar las fórmulas sanaS de justioia y do verdad, aunque sea el enemigo quien
las traiga y las levante. Uno involnntariamente so sobrecoqe cuando se hacen invocaciones do ésta naturaleza. Toma cs? I,e reointo la majestad de un templo; se sionten lòs aeordos de] órgano sagradC}, y se va á los sacerdotes de este cnlLo de imparcialidad subir á los altares de no sé qué diosa y sacI'ificar allí su amor propio, sus tradiciones y su orgullo de pa,', Lido. Pero soplan sobre esta escena los vientos helados de los hechos, que matan y aniquilan; el ideal se de.vaneoe y
lodo fracasa ante la roca inconmovible del antagonismo tradieional enLre el Estado y el sacerdocin, No mé anima, !:Ieñor Presidente1 ni anima ta.mpoco al grupo liheral á que tongó el honor de po/'teneeer', od io de ningu-
II8
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
Y por cso na especie al mirar' de frente esta difícil cuestión. escuchamos con profunda extrañeza cuando la voz rleh;ectarismo se levanta en este reointo para proscribir creencÎas religiosas. Deseamos para todas ellas la más aml,lÏa libertad; y sobre todo no intentamos eliminár de los códigos del
Estado, instituciones que datan de dieciocho siglos, nisegrogar ,de nuestra legislación aquellas que tienen base antigua )' raices inconmoviblcs, cuales son los principios religiosos que han émpapado el terreno del mundo moderno y que son)a savia de la sociedad; al paso que cuando han sido injerta'dos en la política por los ambiciusos que maquinan contra el Estado han sido, como las arenas, arrastrados por la coniente hácia el
mar.' todas Nosotros acatamos
.
las instituciones, como/JQn acatados en Estados Unidos los'principios de moral religiosa. VOllimos aquí á pedi!' la más amplia libertad para todas á
creencias; pero no somos candorosos. Hace muchos siglos que esta lueha entre el Estado y la Iglesia se ha"producido. Ella existe desde que los estados modernos, sacudiendo el sueño de la Edad 1.\lerlia1 principi?-
)as
ron á recobrar su s()berani? y á tratar de volver á la Iglesia t sus antiguas fronteras, Esta l.ucha existe desde que la reyecía, como representa.nte del Poder Civil, se sintió bostante fuerte en Europa para réaccionar contra las tendencias y doctrinas de papas' como Gregario VII é Inocencia III. Voy á dar ledura á la rónnula de este último, que diee así: <,Creó Dios en el firmamento celeslial dos grandes lumi:= na,rias,-â la mayor, para que presidiese al día, y á la menor para que presicliesciÚ la nuche.-Dios instituyó dos dignidades, que sou la ?utoridad pontificial y la poLestad l'ea!. De las dos 'luminårias, la que'preside al día, esto es, .å 10 esp iritual, es la mayor; y la menOI\ la, que prp-sideá lo "arnal, à fiu de que se conozca' que hay tan La diferencia del.. "
sol á la luna COlIlíJ de l:?spon.Lífìcè's á los r'eyes)>, ?y en seguida, señor, el mismo pontifice aseveraba que
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OBRAS DE ISJDORO ERRÁZURIZ
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Dios había colocado en sus manos dos espadas: la de lo temporal y la de lo espiritual, y quc la espada temporal habia sido confiada por los pontilices á los reyes. ConLra esta fórmuJ.aha reaccionado la sociedad modernayel poder civil, tan pronto como se han cons)derado suficien-
temente fuertes. Junto con el aliento de la royeda á fines del siglo XV, comenzó la reivindicación de los derechos del
Estado; y desde entonces acá en este Lm'reno, asi como en todos los otros ramos de la cultura humana, el Estado civil ha progre?ado, ha navegado constantemente aguas abajo; al paso de que todos los esfuerzos de la Iglesia se han dirigido de un modo invariable en 01 sentido de remonLar la corriBl}te y hacer volver la legis?aeión y el estado social á la época de los Gregorios y de los
Inocencios.'
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Comprendo, señor, que en este estado de cosas y dado el antagonismo creado por la diferente dirección de estas dos corrientes encont.radas; y dada, 80bre todo1 la circunstancia de que todos los progresos del mundo moderno-cuyo 'representante es el poder civil-han sido cOI\<lenados expresamente por la Iglesia; y dado el antecedente de que todas las constituciones liberales europeas han sido también condenadas, es dable presumir que, si enLre la Iglesia y,.el poder civil puede habcr aCllcrdo sobre muchas materias, no lo hay ni lo habrá jamás cn todo lo que se relacione con el predominiu político I{11e se pretende conservar en las relacioncs dc la Iglcsia y .,j Estado. Es evidentc que todo lo que á este respecto salga del campamento conservador ha de ser tendiente â afianzar la soberanla cclesiástica; y que todo lo que- salga de nuestl'o campamenLo ha de propender, por el contrario, á la supresión de los privilegios quc la Iglesia
rcclama. Por eso, por .mi parte, vacilaría nlucho ?ntÐs de acogermc con mis idcås libcralés bajo nna fórmula conservadora. y por experiencia adquirida en cabeza propia, me permito á Diputados los señorcs rogar disidentes en esta c)lestión que se fijen mucho en la calidad de los aplausos que van ,
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recibiendo en su canera de triunfadores; y que pregunten si no hay manos negras entre las blancas y rojas' que se le-" '
? vantan para aplaudirlos, P",ra colmo d?'anomalia y de ab1mrdu,al aeerearme ya á la' cuestión misma tropiezo ,con una duda. neina"en el pals entero, en estosmomentos;'unageneral aclamación en favor aEso-, de los hômbres que estãn abogando por la' separaciÓn
'
luta de Iá'Iglesia y el Estado; y al echar el ojo sobre la mesa m'e pregunto sino soy vlctima de alguna alucinación, ó si no se está haciendo ålguno dé los más enormes chismes legislativos y la más tremenda Imperchería parlamentaria:'; Se dice quc se va á la separación'completa y a'bsoluta de lá' Iglesia y el Estadu, nada más que por que se pasala. esponjasobre tr?s ó i!i,atro articulo s de la constitución, que refieren áesta unión tan antigua como el mundo; cuando nuestra leg islación-la española y la chilena-se halla penetrada de ese espíritu, lo mismo que nuestras"l, escuelas, se
nuesLra Universidad y los reglamentos de todos nuestros,. establecimientos públicos, <se vá á borraI' COn 'ùna esponja'
estå unión de quince siglos, (lue por deBgracia nuestra tiene penetrado al pais hasta la médula de los huesos 1 ðe va á borrar de esa manera una unión que tiene mil quinientos .
años d? existencia, al lado de una Constitución que solo tjene cincuenta? Yo fue pregunto, desde luego, señ'or: toda esta unión quòh esLá hasada"en las antiguas leyes espaiíolas y que domina en nuestra enseñanza y ewnuestros Códigos, lquedará des? ,
truida de por sí en virtud de e.to que yo Uamð'la borradu: ra de unos cuantos artículos constitucionales 1 Es evidente que no queda desLruida. Si lo quedase;' comprenderla que estamos discutiendo un proyecto de separación absoluta y definitiva, Pero si esa unión no queda dest?uida, creerá qll?. estàmos cometiendo, en nombre de la separación absoluta, definitiva é inmediata, una verdadera superehería, y aquí, señor, encuentro un punto grave de dehate .Encuentro á los señores Diputados disidentes en tal oposición' :.."
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OBRAS
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entre enOS lllismos, como no la iuiy entre nm;otros y los más avanzados do los pretend id?sseparati6tas. El 6eñor D iputado por Cauquenes y algunos dc sus colegas han asegurado ,que la borradura de los articul06 constitucionales no detöga la6 demá6 Ú,ye6del Estado rofcrentçs á la unión de la Iglesia. Es verdad que el señor Diputadu "por Cauquenes aSHgura
'lue e6as leyes son in6ignificantes y quc une pásada rápida dc'la csponja bastaría para suprimirlas y dar al tra6te con. .,
todas ellas. Sin duda este es unjuicio casi temerario, pues, revela que á Su Seìiuria se le habia olvidado consultar lo máS sano de nuestra Icgislación. Olvidaba que la Iglesia tiene una parte'
importante en la enseñanza, para implantar sus dogmas 'j? en las' almas juveniles. Se hacía crítica y difícil !a situación de los señores DipuLados disidente6, 60bre todo dcspué6 de la afirmación 06tentusa del 6eñor Diputado por Cau'lU"ne6, que decia'que esta es una cuestión estudiada durante veinte años, tanto en el Parlamcnto cuma en la pren6a. Puede ser 'lue haya sido estudiada d? memoria, como se estudia la historia en los colegios, estudio que no resiste á la primera pregnnta que se habe fuera rle prograrna. POI' eso .Übservará la Cámara el vio106 lento cambio dc Láctica'en que tan bicn e6tudiada han traído la memoria. De Húbito se presontan aquí los señores Diputados y. di? .?,
een que el hecho 6010 "de la borradllJ'a de los articulas eonsLituciunales deroga ipsu tacto todas 'las demás leyes 'IHe se relacionan con cllos, Y hago 'âl señor Diputado"por la
Vietoria el honor de declarar que Cn este terreno es el más cunsecuente y el que ha planteado la cuesLiÓn en la forma más lógica. El'señor Diputado po,' CueleIllu marcha hasta cierto punto por el mismo camino, y le acompaña para decir quc .esa hor,'adura deroga sin ulterior reeurso el artículo ,'547 del Código Civil, que ,concede á la Iglesia y á las comunidades religiu>iás los privilegios de personería ,?:
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jurídica, de j nstitución de derecho público y de adquirir y 'Conservar, hienes iIilTlitRdam,,?nte. No he tenido el honor de alcanzar el pensamiento del señor Diputado por Cauquenes en esta materia. No sé si Su Señoría se adhiere onteramente al sistema dosar,'ollado por el señor Diputado por la Victoria: si se llalla .
en e!terreno dola derogación completa, ó si solo admite la del articulo M7 del Código Civil. No sé cómo Su Señ?rJitpodda {Juodal'se en esto á medio camino; y creo que con el mismo
motivo ycun la m1smajusticia COIl queTH'Onllnciala deroga-ción de este artíeulo, tiene 'lile pronu"pcÜ).rsesobre las leyes... relativas Á. la enseñanza, al impuesto ãgricola, y á las dispo:; siciones del Código Civil y las antiguas leyes españolas relativas á esta unión de la Iglesia y el Estado. Voy á ocuparme en primer lugs.. de analizar el primero de estos dos sistemas, el :jÜ;tema taxativo dp,l,?eñol' Diputado por Cauquénes y de sus amigos. Esto' sistema parte del principio de que la sujH8siõn de 108 articulo s consLitucionales deja en pié toda la ,legislación relati va á la unión de la Iglesia yel Estado. Su Señ.oria cree que todas eSaS leyes
pueden desaparecer fácilmente. Otros de sus colegas han dicho que la reforma de esas leyes la haremos en bl'eve. Pero noto qne esta opinión desau? toriza por cumpleto á los señores Diputados para enarbolar
ante elpaís, engañando â 108 incautos, una. handera de separaci6n completa y absoluta de la Iglcsia y el Estado. Es vérdad que el honorahle Diputado por Callqllenes nos .
ha dicho que el articulo 5.0 fué casi derogado por la ley interpretativa de 18?5. Es, pues, esta una rama muerta en el árbol de la consÜ?,pcjón,así como el patronato es una mancha de tinta 'lile el tiempo y los progresos liberales han bo-
rrado do nuestros eÚdigos. lQué vale entonces csta reforma tan decantada y á cuyo Jlomhre se agitan las pasiones del partido liberal?" lPara arrancar unas cuantas hojas muertas del árbol constitucional se forma tanto ruido y alharaca?
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Pero, señor! no me atrevo á seguir al honorablo Diputa<lo por Cauql1enes á esle lerrono do aparicionos casi bizanlinas, acérca de la importancia de los art.iculos,.constituciû. nales. Creo que el artJq,ulo5.0 perdió mucho de su vigor y vida mediante la ley intorpretativa de 1865;' l' era creo tam-
biénque la fórmula quedeclaraha.al calolicismo la religión .del EsLado, imponía á los legisladores do Chile cierLas reslrie.
ciones y deberes que eran un ohstáculu para la separación {le la Iglesia y el,Estado, y creo quo osta prescripción era
todavia-más positiva en cua??.o aljuramentu del Presidente de la Ropública. .
''1
Por lo que haco el patronalo, no me parece tan fuera de vigor como sostenía el honorable Diputado por Cauquones. Es "verdad que, en manos déþiles no es u na arma de acci6 n
muy poderosa contra la Iglesia; pero indudablemente
os
una traba que impide la organización jerárquica. y una dofensa coutl'a el nombramiento de estranjeros para sedes vacantes de los obispos y arzobispos de Chile. Sea como r uere? si el artículo 5.0 y los deluás significan tan poco, como sosliene e] honorable Dipulado por Cauquenes, es claro.que osla gl'an batalla es de pnro aparato y que la I'eforma es una reforma de embeleco y una, superchería con -que se engaña .al país. y si estos artículos sjgnificanlo que yo he oxprosado, en. tonces la reforma sustentada por el señal' Diputado por Cau-
quenes y por sus amigos es nna rerorma hecha exclusivamente en bonelic:io de la Iglesia. Voy ? valerme, seño{ Presidente, para IlernoBt,rar á la Cámal'a, cual es el valor de la I'eforma ideada 1'01' el señor Diputado por Cauquenes, de las palabras de un comentador -que creo más maEcioso que Su Señoría. Hé aquí comu el Estandarte Catótico apreciaba endias pasados proyecto
el
,de separación absoluta,
inmediaLa y completa entre la Iglc$ia >:"cl Estado p?trocinadopor 108 8enOl'eS Diputados disi,dentcs:
?En nuestro concepto! la unión puede y debe mantenersc
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s'n la subsistencia del patron?to y exeql!atur, porque estas regalías no son lazos de unióx)' entre 1_08poderes, sino cade-. Üt Iglesia. La có'ri nas que se mantiene atada la lihertad de unión no consiste eÚ el ejercicio de esas aLrilmeiones por pal'.
1"
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te del Estado, sino, al contrario;: en que el Estado i;espete. los derechos dè la Iglesia y nO ponga trabas á su acción sobre las almas.- Así como ,la uniún.conyu'gal no consiste en la esclavitud da ia espm?a, sino en el mutuo auxilio (Iue se prestan los cónyuges 'para sobrellevar la carga matrimonial, unión que es tanto más ÍnLima y durable cuanto mayor es el respeto del uno á los derechos del otro, así también la unión de la Iglesia y el Estado no se funda en la sujeción de la una itl otro, sinO en el muLuo au xiJio y en el respeto á los derechos !'e"pectivos. Y pucsto que el pat!'6natn yel exequatur nO significan ni al1xilio Í'Hra la Ig1?siani respeto á SUB derechos de"e'h vez de contribuir ála tLIUÓn, HUIl" la libertad, cs' claro qu?
fuente perenne de disÜJrbios, porque son àtribllciones qUit judicaná la indepehdenÓa natural del podcí' espiritual. de los Diputados radicales. â que quieren la 8upl'esión de las regalías para.llega" una separaciónabsoluta, nosotros pedinios esa supresión para qui-
.En esta virtud,?ã diferéboia
tar los esLorbos que impiden que la unión de la Iglesia y del Estado sea correcta, jusLa y durable,). En concepLo de los Diputado& disidentes, la abolición del "patçpnato importa la separación definitiva é iflT(1.8Iliata del Estãdo y de lå Iglesia, concepto. de la 19le&ia, importa
jen
laconsolidaoión de la unión y el los que impiden esta
unió!,-.
alejamiento tle lo; obstãcu..
"
lA quién creer entonces? \:al hlJÍìurable Diputado por" los intereses de, Callquenes, 6 á los encargado8 tic velar por la Iglesia?
las consecuencias que la agitación promovida en el país puede tener para el partido liberal, y ooncretándonos á la acción del debate dentro de este recinto, es preciso confesar que la reforma, como la concibe el honorable DipuLado por Cauquenes, es un idilio, y cuando más
Apartá?ldonos de
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IIn graeioRo salto de volatín enJa'cuerda politicay ejecuta,{<:lo en beneficio de]a Iglosia, Pero, iCllidadol 'lile no todos son sa?.to:i de. volatín, y la separación, como lo entiende el bonorable Dip"tado por la' Victoria,' es un salto peligroso,á ,
.
.
.In descnnoeidq y
á la más
honda perturbación de lasocjeda'd
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ch,'lena.
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Permitame la Cámara anàlizar por un instante esté'siste,"m a, tal como en parte]o ha, desarrollado el honorable Dipu-
i!j
todo por Coelemu, a] frente de sus consecuencias inevitables
"
é inmedialas.
Derogado por ]a 'supI',?siónde los articulo s constituciona.,]es, el articulo 547 del Código Civil y las leyes españolas relativas á la materia, lque s,ituación se crea? El honorable Diputado porcCoelemu nos decia: ipara qllé, interrogamos el porvènirl Dejemos que' los tI'Îbuuales de
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,ju?ti(}ia resuelvan ]a cuestión, lo que viene á ser lo misIno ? (IUe lo que á madama Du barry-decíà su real amante: <<Des. ]més de nosotros, el diluvio>>. :" Voy á decir á la Cámara lo que imporLa?ia ?sa derogación... Abolir]a.Ja personalidad de la Iglesia como institución de ?<:Ierecho público ,desaparece el sujeto y con él la propiedad de la Ig]esia? Eso no pueden resolverlo los tribunales de justicia, COIno piens?< el honorable Diputado por Cauquenes $ino la ley, La Cámara lIte permitirá darl.ctura al artículo 561 del" >Código Civil, rclativo á la materia.
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Es del tenor siguiente: .Art. 561. Disue]ta una corporación se dispondrá de "'S propiedades en la forma que para este caSo hubieren pres,
-crito sus estatutos; y ?i en ellos no 8A hubie?en previsto este -caso, pertenecerán dichas p!.9pieØades al Estado, con la obligación de emp]earlas en objetos análogos á los de la ins-
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tltución. Tocará al Cuerpo Legislativo señalarlas,. ,Que aceión cahría á los tribunales en preseneiaØe esta -disposición? ,No es evidente que, no hahiéndose previsto por las leyes especiales la disohwión de las comunidades re-
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ligiosas, habria que poner en vigor este articulo y tendrfa que pasar sus bienes al Fisco? Entonces, como resultado de
las doctrina. de los honorables Diputados por Cauquenes y por la Victoria, tendriamos la expropiación en masa de los bienes de la Iglesia;' tendríamos lo que el primero de estos seÌlorcs Diputados consideraba con horror como un crimen
en los liberales del año 28. Viene, en seguida1 la segunda cuestión: lCómo se consti-
"
o
tuiría la personalidad de la Iglesia ?-Quedarla sometida al derecho comÚn, exclamaba el honorable Diputado por Coelemu, olvidando, como el honorable Diputada por Talca, que' el dérecho comÚn sólo puede aplicarse á hechos antiguo" y conocidos, porque aplicaI'lo á una situación, nueva sel'í? reducida un poco al lecho de Pracusto. Se dice que el articulo 548 da la pauta á que la Iglesia dehe ajustarse en el porvenir para canstituir su personalidad. Ese articulo dice lo siguiente: <,Art. 548. Las ordenanzas y estatutos de las corporacio'nes que fueren formados por ellas mismas, serån sometidos. á la aprobación del Presidente de la RepÚblica con acuerdo del Consejo de Estado, que se la concederá si no tuviereJÍ nada contrario al orden pÚblico, á las leyes ó á las buenas costumhres. .Todos aquellos á quienes los estatutos de la corporación irrogaren perjuicio, podrán recurrir al Presidente, para que en lo que perjudicaren á terceros, se corrijan: y aun después
de aprobados, les quedará expedito su recurso:j la justicia contra toda la lesión ó perj uicio quc de la aplicIbión de dichos estatutos les lÍaya resultado ó pueda resuJtarles". Hé aquí como, por una consecuéncia lógica del sistema del señar Diputada, la futura organización de la Iglesia de .
Cbile quedaría sujeta al Presidente de la RepÚ bliea; asi ese sistema conduce á los señores Diputados á dos inconsecuencias, de las cuaJes han est?do siempre dispuestos á hacer gran caudal en este recinto: la expropiación en masa de los bienes de la Iglesia y la vigorizaeión del Poder Ejeeutivo,
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que Sus Señorías procurau debílítar y destruir por todos los. medios posibles.
Produciria, además, otra,' curiosa consecuencia que caesobre nosotros como un hecho súbitu, que no ha entrado. en la previsión de los lcgisladores, y eomo una tremenda sorpresa, el Ejecutivo se apoderaría de los hienes de ]Os. Iraíles, pcro no dc los,hien,cs ?,?lclero militante, quedando en eamhio ohlìgado'el Estado' á emplear esos hienes en Hnes. análogos å los de su instit?ción, es decir, á alimentar fl'aHes. .
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y monjas por toda una etèrnidad,
Hé aquí un presupuesto del culto eterno é inevitable. Llegaría á las más curiosas consecuencias, quo sorprenderían ? los señores DipuLaùus, si enumerase ]09 efectos de. la derogación inmediata de estas]eyes. Permítame solamente la Cámara recordad e que la ley que estahlece el impuestß. agrícola determina que es lO e? una nueva forrna del diezmo,. y que el producto de esta contribución se dostinará á su un-. ,terior objeto, es decir, al sostenimiento de la Iglesia, de ?Ug" ministros y do su chito. Ilay ahí una especie de mandato de la Iglesia respecto del Estado, un lazo de uniÓn y un recuerdo entre ambos; si se cortara violentamente, habria una veI'dad era expoHación y cOJlfìHeaeiÓn de losbieTl?s de la Iglesia. De aquí e5 que el honorable Diputado por Coe]emu, al ver. el abismo, nos proponía que hieiêramos por sepal'?do la reforma de lag leyeg secunda1'Ïas, y que nus fijåramos para .. ello un plazo. Un plazo, y Icon qué objeto iría ]a Cámara á Hjarse á sr misma un plazo IIY si dentro de ese p]azo,las circunstancias. habían cambiado y no era posible complet.ar la reforma de. .
" las leyes secundarias 1 N ot.e la Cá1Ìlara ]a dilerencia que hay aquí ent.re las soluciones de los señores Diputad?'spor Cauquenes y por Coele<
mu. El primero se ofrecía. borrar con Su esponjita m8ravi? Ilosa en dos días todo ]0 que las leyes secundarías contienen con respect.o á la unión del Estado y de la Iglesia. Entre tan-o ,\;
:,(,
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,Lo, el segundo
nos
pedía tres
ó cuatro años para hacer' la
operación,'
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Tranqnilícese la Cámara respecto de las consecuencias de esLe tremendo salto mor?!lI, ?elsalto á la ex?ropiacióny á la osclavitud de la Iglesia, Es evidente que si los señores Diputados que sostienen este .istema de derogación ipso tacto hubiesen pesado bieu sus 'Consecuencias, no IIlarcharían tan erguidos en su silla de batalla, y les temblarían las piernas y les sonarían las e?puelas ,
como cuando se prepara una carga á fondo contra el enemigo.
No hay derogación por simple eliminación, IJortácita bo,rradura: las leyes se derogan expl'esa Ó tácitameqte, del mo<lo como lo disponen los artículos 52 y 53 del CÚdigo Civil; y dudo HllICho (rue hubiera un juez en Chile que considerara suprimido el artículo 547 del Código Civil por el hecho de haberse suprimido los artículos constitucionales que tratan do las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Debemos, pues, despedirnos, como deua horrendo vestigio, de este sistema de derogar ipso tacto y reducir la bulla{la reforma á términos modestos y taxativos. Esto me permite arrojar luz sobre una singular anomalia del proyecto en debate, que considero prima hermana de uua agregación que se propuso en el Senado á la ley do cementeterios. Se intontó entonces, á nombre de la libertad de creencias, perpetuar en la legislación el privilegio de la Iglesia pa-
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á .,ra seguir sus enemigos más allá de la tumba; y ahora so pretexto de equidad, se LraLade asegurar el monopolio deuna -corporación dentro del Estado; porque mientras la Iglesia
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esté coronada de privilegios, derogar es hacer más fuertes -cstos privilegios. Hé aqní al derecho común sirviendo de
contrabando contra la liheJ'tad misma. TÚcame ahora oponer á este sistema de Pl'etendida separación, sistema que el grupo polltico á que pertenezco inLenta hacer prevaleßer en ?ste recinto; ese sjstema es el mismo vigente en Chile d?sde"1874,y 01 mismo á ql1e dió S, E. el
", bandera de
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ÖBRAS DE"?ISIDORÖ ERR.".ZURIz'
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Presidente de la RepúblióÙxpresiónen 1883 en su Mcnsaje? alaecir que para llegar á la separaeió?es necesaria despojar de sus privilegios á la Iglesia para reducirla á institución de :.l" derecho privado>' "El sistema de separ?eión propuesLo por 108 Diputados di"identes tiene todavlá otro error; puede decirse que él hace i,',depéndiente' á la Iglesia. Estos señores, que han desple.gado en otras ocasiones tanta fiereza 'contra las doctrinas dé-'la Iglesia, vienen s.hora á llorar\wnun ojo en este recin'
to, por el martirio ßela Iglesia privada de su libertad. Yo les rogaría que con el otro ojo miraran sobre el Estado y no se preocuparan tanto de la indepellllencía de la Iglesia'que está dentro del Estadó.' '.L' .:Aquí necesito poneren guardia á mis honorables colegas contra una fórmula del honorable Diputado por Coelemu. Es una.fórmula engañosa y además italiana. La Iglesia libre en el Estado libre. El Ministro Cavour se encontró en presencia de los restos del poder Lemporal del papado'y su
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misiónf ué incorporarlos al Estado, y por eso pudo plantea!' esa fórmula.' Pero la Iglesia iïo es libre. Al Estado le cor)'esponde la soberanía, que es ili?it'ada; á la'lglesia le corresponde la autonomla, que tiene por límite,la ley y la soberanía. POI' eso mi fórmula sería: La' autonomía de la Iglesia <Ientro del Estado soberano, 'Desconfiemos de fórmulas y frases. Ahora mismo es una frase la que perturba los espíritus y sustenta 'esta funesta '
"
división. Estamos per?iguienùo un fantasma. No se trata en realidad do la separación, porque está decretada desde hace mucho tiempo, desde que el estado 'moderno sintió '(Iue la unión era jncompatible con sus condiciones naturales'de existencia. Estado é Iglesia viven en divorcio y no hay entre elIos sino haberes por liquidar, que están en partes liquidados. Por eso á la palabra sepáTaeió'n, yo?opon'go otra mucho más modesta, pero más exacta: ,.?
Permiteme la Cámara recordar las pala hres 'lÚe prunun-
'.cié en este .
liquidación.
recinto en 1882, cuando estos mismos honorables
ERRÁZUBIZ.-T. lf.
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caballeros empujaban la relorma de la ley de cementerios, creyendo que el Gobierno habria de pronunciarse contra .
e ella (Leyó). Esta cita la hago por vía de excepción personal para el caso de que se lleve adelante la ejecución y se trabe embargo '
contra elliberalislllo. Cree el honorable Dipntado porCauquenes que borraudo dos palabras del articulo 547 del Código Civil y suprimiendo la Facultad de Teología se llega á la separación del Estado y de la Iglesia. Creo, por mi parte, que el asunto es maB serio que lo que parece á Su Señoria. Ya el Beñor MiniBtro de lo .Interior ha señalado con mucho tino politico, el alcanca del articulo 547 del Código Civil en cuanto á las relacioneB del Estado y de la Iglesia. La derogación de este articulo traería inealeulables consecuen. cias. De aqul el deber de los legisladores de no derugarlo inconsideradamente. El derecho cumún, como he tenido el honor de indicarlo, seria la expropiaoión de loshienes eclesiásticos y el sometimiento completo de la Iglesia á la voluntad del Presidente de la República. Es menester una ley que consagre la autonomía de ésta, dando al Estado garantias contra la futura institución del poder religioso. .
seria y de reeonstrucción; y esto me lleva á caracterizar con una palabra, el procedimiento que, por nuestra parte, aoonsejamos á lo Cámara: la liquidación por via de reforma. El señor Ministru de lo Interior puso otinadamente el dedo en el artículo 547, que reconoce las iglesias y comunidades eomo corporaeiones de derecho pÚblico con personería jurídica. ". ') Tanto acierto ha habido, señor, paraponer el dedo en el artículo 547 del Código Civil yseñalarlo comu uno de los.más serios capitulos de la unión entre la Iglesia y el Estado, que jurídica é"históricamente se presenta á lae,atención de lo,::;
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ODRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
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hombres de estudio como una de las bases'fundamentales de aquella unión. Pero es.conveniente estudiar este consorcio en su origen}, aun cuando sea á riesgo de fatigar la ateneión de la hunura-
ble Cámara. Dictados por Constantinu los edictos de tulerancia, vin:eron por su orden los siguientes: 313. Edicto cuncediendo á los clerisiidénticos privilegios á los que poselan los sacerdutes paganos; 315. Exención de imllllestos á la prupiedacl de la Iglesia,
lo mismo que si fuese la del Emperador; 316. Válida la manumisióa en las iglesias; id. (321) la de los sacerdotes median le simple dec]aración.
Jllrisdicción ecle..Ûástica. No habrá' apelación de las sent.encias de los obispos en los juicios voluntarios. 319. Se concede á los gui clerisi appellantnr el privilegio de exención de lada carga y de todo deslino pÚblico, que es propiu el" las corporaciones (C. Th. XVI 22). 321. Se permite á las iglesias admitir herencias (C. Th.
XVI
2. 4). 321. (Marzo 7}. Se prescribe descanso duminical para juzgados, trahajos pÚblicos y trabajos urhanos. Esta es la legislación de Constantino al estatuir respecto de las relaciones de los dos poderes por lo que se refiere á privilegios de corporación, concedidu á la Iglesia y no al code los fieles1 sinú al orden sacerdotal, que enloncos ?e
nlún
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separaba de los neles, y supo desarrollarse como institucióu de estado; exonción de impuestos y facnltad rle adquirir; en seguida jurisdicción y base del fuero; y por fin, inlervención días de anien el orden nacional, imponiendo al Eslado los versarios de la Iglesia como diag festivos. La Cámara recordará qne duranle el reinado de Constanse dasarl'ollaronlos grandes privilegios del sacerdolino no 353, como lu fueI'.on tamcio, sino que fueron ubra del año bien de Teodosio y .1 ustiniano. Pero la base deJa unión y cOTlfiorcio descansó desde luûgo sobre e!)OS tres puntos fun-
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é damentalcs: privilegio de corporación, fuero eclesiástico intervención de la vida nacional por medio de la legislación.' Sin embargo; el señor Diputado por Cauqllenes dice que se atreve á horrar en sólo dos días todo ?sLe edificio de concC.." siones hechas Ú la Iglesia. En el tiemp,o de aquel plan I'Ol1tico, la Iglesia nacienLe .
esos. privilegios, que en camconsideró de târita importancia l,io entregó á los emIJeradoreSRu dirección complet.., el derecho de convocar á concilio y.el de nombrar á los prelados. Por eso, CI:i que áCon?tantino, como legislüdor, se lellam.Ú padre de la IgI esia; por eso 5e decidió á intervonir en la tre-
menda lucha de Arrio y-?AtaIlasiú, para juzgar en materia de dogma; y por eso, en fin, se le vió todavia asumitHlllu el ?ítulo de obispo común; primer Papa, Único Papa, cabeza 'rJ ?t. v:sible. 'Hé aqlli que sobre esa base de privilr.gio so consumó una revo]uciúu"análogaá la que el imperio de Alemania intenta en est05 momenLos. El empera-dor, que era el principio ene-
Hligo del cristianismo, lo hizo un elementu Ile Estado, y ahora lá Alemania hace otro lanto con el socialismo. SolJl'e eslf.! modesto tronco se ingert6 después, bajo. ciertos reinados iiLros derecho" y privilegios; y así, poco á poeo, ellm!zo [Iel. Estado se fué poniendo al servicio de la Iglesia para afianzar sus conquistas. Fué poco á poco dumin.anrlo las ciencias
oubriendo con sus alas la. enseñanza; entrando por todas par Les á saeo hasta Ilegal' á las fórmulas de Gregario VII y de lulicencio 111, que he leído. Fijense mis honorahle? colegas, en estas eil'cunstancias:_-durante <\oscicn.?os veinte y tantos años el patrouato no fi.. gura; 110 CSsi<luicra una institución de derecho rOlnano: es ?
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solo una compensación tomada por los}oyes de 105 p'ueblos latino-germánicos, en eamhio do los privilegios otorgad05 á
la
Iglesia.'
De los eslabonos y cadenas de unión entre la Iglesia y el Estado, que fueron tan íntimas y abrumadoras durante la '.
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OBRAS DE ISIDORO ERRÂZURIZ"
?33
Edad Media, muchos han caido por la acción de la relorn11( h y la acción lenta del tiempo. También en nUC5tro propio país esta unión se ha alejadø silenc.iosamente durante los últ,imos cuarenta aÌLo8. Pero ya antes del establecimiento de la República, e] tiempo,]a civi!izaeión y las costumbres hablan hecho desaparccer el pri' .
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vilegio de la Iglesia de hacer quemar á los herejes; y en segui' da, paso á paso, ]a liquidación ha avanzado. El Código Ci, vil fué.nn gran liquidador, y durante él y en esa época se derogó en gran parte las antiguas reglas contI'a lós católicos. Ya laconstituèiónh?bíacon6agradutambién en principio, la facnltad de tencr opiniones distintas; y esta hrecha abierta
antiguo privilegin fué todavía más considerable pOI' medio de la ley interpreLativa del año Vino en seguida la grande operaeión de liquidación de 1874, y eon ella la abolición de] fuero eclesiástico y]a igual. dad de todos los eultos para ]a protección de] EsLado. Vino por fin, la liquidación de 1883, y con ella]a reivindicación para el Estado de la tenencia de los libros del registro civil y el establecimiento del matrimonio civil. Apresurada la liquidación desde 1874 hasta el presente; con el interregno del Gobie1'no precedente al actual, aunque lenta, no ha vacilado .in embargo. Se ha liquidado por donde eonvenia a] Estadu, esto es, por la parte de lo. privileg;os de ]a Igle.ia. A ninguno de los Gobiernos liquidadores, ni á los autores de la Constitución de 1833, ni á los gobiernos del 51 y de] 74, se les ocurrió liquidar pUl-la parte que le cunve: nía á la Iglesia. Procuraron, anLe todo, que se devolvieran ?, ". al Estado su independencia y soberanla. Pero necesito alJal'ear más de cerCR. la afirmación hecha por cl señór Diputado por Cauquenes. , Se ha hûeho mucho en materia de liquidación; pero, lOS cierto que queda. tan poco JH.H' hacer, C()ÙlO dice el señor Diputado? cTaÍl prÓximos egLàï?osó. la realización del anti.; sc"cns nos guo ideal? que solo c()n quebrar algunos ganühos encolltr?rem08con éliì No seria extraño entonces que, según en. .el
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BIBLIOTECA DE RSCRtTORES DE CHILE
la opinión de su Señoría, se cumpliese para nosotros la liquidación del año lnaduro y alcanzásemos á divisar siquiera las ricas colinas y los risueños valles do la tierra de promi.
sión.
Pero no es tan sencilla la cuestión:como la presenta el señor Diputado por Cauqllenes, y la Cámara va á permitirrnf! cierto?' capitule" de hacer ante eIJa una rápida recorrida de unión que encuentro sembrados en la legislación de Chile. :,{
SESiÓN DEI. 31 DE JUI.IO DE 1884
-,
El señor Errázuriz.-lIe manifestado en la pasada sesión,
señor Presidente, que los que sostenemos el proyecto de reforma constituoional presentado por el Ejecutivo, nos encontraremos en presencia de otro proyecto que es sustentado de dos distintas maneras. EL proyecto del señor Mac-
kennaessustentadopor el señor Diputado por Cauquenes y sus amigos, y lo ha sirlo durante varios días consecutivos cosupresión de algunos artículos mo un simple proyecto de constitucionales, sin ulterior efecto en la legislación. Y COffiparándolo con el proyecto dcLEjecutivo, resulta que sólo hayladifefenciade que el del señol' Diputado sólo contiene la?supresióndp.:algunoR artículos, suprimiendo el patronato.. El proyecto en la forma en que lo ha Rustentado en esle recinto el Reñor Dipulado 1'01' la Victoria y en parte el señor Diputado por Coelemu, es verdaderamente un proyecto de separaeión. Lo;; que sostienen el proyecto del señor Mackennaenestalorma, son los únicos que Lienen derecho para decir ante el país que piden la separaeión ?ompleta, absoluta y definitiva de la Iglesia y el Eslado. -.
Así es, señor, que bajo la forma de un solo proyecto, tenemos al fI'tmte dos dislintosproyectos: uno de mera abolición del patronato, sustentado IJ01' el señor Diputado 1'01' Cauquenes y sus amigos, en otros términos, un proyecto de pel'petuacióll de la unión de lá Iglesia y el Estado; y otro pro-
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OBRAS DE IS[DORO ERRÁZURlZ
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yecto de separåción absoluta y definitiva, sustentada' por los señores Diputados por la Victoria y Coelemu.' Esta es, sin d utla, una singular sÍtuaoiön parlamentaria, y cabe preguntar en este momento ,cuál es el proyecto que sostiene en globo y en masa el grupo de los señores DiputalÍos disidentes 1 ,Están por la aboJici6Iïdel patronato solamente, 6 por el proyecto de completa separación de la Igle-
sia y el Estado 1 ,Son separatistas con toda seriedad, ó lo son sólo de por ver y puramente para producir efeeto en la atmósfera politica? Es nlenester? señof1 hablar claI'oy que tengamos una norma para averiguar cuál es en este negocio la batalla eampal y eualla escaramuza, y para ver si ese proyecto de la abolición del patronato es ó nó un verdadero proyecto de separaeión. No me toca á mi hacer esta declaraeión. A los señores Diputados disidentes les toea especificar cuál es el propósito: si apoyan el proyecto del señor Mackenna por las razones que ha expuesto el señor Diputado por Cauquenes-y ent?nces noson separatistas ver.daderos sino purament? parsi apoyan el tidarios do las I'elaeiones sin el patronato: proyecto en la formaradieal y tremenda en que lo ha sustentado el señor Diputado por Coelemu. Por mi parte, debo decir que este formidable proyecto de separaeión sustentado por los señores Diputados por la Victo1'Ìa y Coelemu, no ha sido más que una salida de partido
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en el debate, y qué queda fuera de discusión por las razones que ya expuse anteriornlente. Estoy convencido que los se? ñores Diputados que sustentan el proyecto en esa forma, co-
loeados en presenÓa de las consecuencias inmediatas é inevitables de esa derogación, no .vacilarían en recular. He manifestado que esas consecuencias serian tan solo pOI' lo que toca á la'derogación del articulo 547 del Código Civil; en primer lugar, la confiscación total de las propiedades eclesiásticas; en segundo lugar, el sometimiento de la futura organización de la Iglesia á la voluntad del Presidente de la He.
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BIBLIOTECA DE ESCRJTql,{ES D,E CHILE
pública; y eu tercer !tlgar,'la fundación ud perpetuum de un presupuesto ecleßiásÜco.
". Estoy convencido de que, colocados ,
los señores
Diputados en presencia de ?staBcousecuencias, ellos retrocederían, y creo también que la derogación de las leyes relativasá h: unión de la Iglesia y el Estado, como la sostienc el señor Dh putado por?Coelemu, no puede tener lugar, puesto que ella. peca contra .el articulo 52 del Código Civil, que, habla de de-o .
.
rogación expresa ó tácita, pero siempre partiendo del.princ. cipio dc que baya una ley positiva que haga la derogación,
estableciendo conflicto eutre la ley antigua y la nueva. Per<> ningún congreso chileno puede hacer esa derogación p.or simple borradura. ',,tI. 'H .
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Tenemo??, pues, en ,concepto de 108 señores Diputados, que la verdadera batalla debe .darse en el terreno escoghlo, por el señor Diputado; por Canqucnes. La fiera declaración de separación absoluta,..no es más que un falso ataque, una escaramuza. Se a.parta' el proyecto sustentado por el señor
Diputado por Cauquenes del proyecto del Ejecutivo pura-, mente 0,1/ lo relativo á la existencia del patronato, En lo deID-á.s_,ambos pr,!yectos están de acuerdo en sus posibles.
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r.!\ !;:...consecuenCIas. Tanto el proyecto del señor Mackenna como 01 del Ejecutivo, dejan subsistente la unión de la Iglesia y el Estado, tal: .
como hoy existe. La.única diferencia entre ambos proyectos consiste en que el señor Mackenna procura libertar á la'Igle-, sia de sus trabas, sin preocuparse de dejar al Estado en
igual caso. Coptinúa la unión, según el proyecto,del SellO'": Mackenna, en todo lo que es útH para la Iglesia, y ccsa en la parte en que es fa vorable para, el Estado. <, Pero el señor Diputado por Cauqu,e,nes nos ha dicbo en primer término:' len dónde está aqul el gravamen" para el Estado? len dónde están esas leyes secundarias que disponganalgo en materia de. relaciones de la Iglesia con el Estado? En segundo término, cuando el s?ñol' Mini?tro de lo J nterio; le dijo: ahí está el artículo 547 del Código Civil qne
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OBRASDB ISIDORO ERRAzuRIZ .
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co?cede á las comunidades religiosas e] inmenso privilegio de personeríajurídica; y cuando]e dijo: ahí eetá la fa?ultad de Teología dirigiendo nuestra enseñanzacomoparte iiltegra?? te que es de nuestra Universidad; entonces el señor Diputa? do comprendió que en efecto había esas leY,es y d"ijo: pues; hien, me comprometo á borrar esas leyes en dos días. Por lo que he tenido e] honor de exponer acerca de las con, secuencias de la derogación de ese artículo del Código Civil, verá]a Cámara que esa borradura que se pretende hacer en dos días, no se puede hacer asi no más; y qlt.t?a.sJ?om:>ecuen'
cias inevitables serían-como ya lo he indiea?o-la confiseación de los bienes de la Iglesia; el sometiniento de la [11-, tura organi,aciÓn de la Iglesia á la vo]untaq del Preside',',te. de ]a Repúb]ica, y la constituciÓn del presupuesto etern(} del culto. Pero va á ver la Cámara ,como hay tuù?vía' leyes 8?cun-
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darias de Chile que d;sponen alg(}, y mueho, en materia de. uniónj ycomo hay lejTcs secundarias que ?.aConstitución no., tiene el poder de derogar y que colocan á la Iglesia fuera del derecho comÚn; leyes,de excepción y de favor que arrancan, 51'. origen
de una anÜgüedad secúlar.
Pesada es ]a tarea que impongo á ]a paciencia de mis ho?. norables coJegas; pero es necesaria, porque UI1, cuestión de esta magnitud es menester darse cuenta completa de los aSpectos que presentan, ùe sus diversas fases, y de los el?mentos favorables ó adversos que aguardan una solución. Encuentro en el Código Civi) de Chile el artículo 39, qu,:, establece una categoría de parias solamenteen virtud de las èireunstancias de que sean nacidos de unión s?crí1cga, Los: artíeulos 95 y 96 establecen en beneficio de la perpetuidad de lus conventos, la importante ficción de la muerte civilt. poderosa ficción que tiene por objeto suponer'que e] hombre ha desaparecido de la vida, cuando sólo ha desapareci,d(}
Podero.a ficción ,que tiene 1'01' objeto man,-, t.ener las instituciones religiosas yeliminar el peligro Ilu.o resultaría d?'Ja lib,'e voluntad de los individuos. de la sociedad.
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mBt.IOTECA bE ESCRITORES DE CIIILÈ .
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El artículo 184 del Código Cívil dispone que las cosas consagradas al cult? divino 8?\1'egiránpor t!] del'enho canÓnico. Aquí tiene de nuevo la cåinara una disposición hà?ada ex'ClusivaniimLe en las relaciones de la 19lesia y el Estado; el derecho canónico de la Iglesia incorporado á nuestra legislación, para regir lo concerniente ?l dominio de las cOSas ,eonsagradas al culto. '. El articulo 1686 otorga á la Iglesia y á la? comunidades '
religiosas el derecho de pedir la nulidad de'Rus actos y contratos, en la misma forma en que se concede á los individuos. que están bajo tutela ó curaduría. ?y no c& éste 'un'vcI'dadero privilegio, una derogábi6n deltlel'fJc].l(ì1'co?nún en fa? '? '.' IgleslC? ,. vor de la j' Fíjense mis honorables 'colegas en que todas estas dispo:" .
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ßiciones no tienden á otra cosa que á perpetuar una de las bases de 10 que llamé anteriorm,ente ]?. unión co"rìstantiruana: es el fuero y el de,recha de las corporaciones religiosas y de la 1 glesia, eonsagrado por el Código Civil de Chile. El señor Minístro de lo Interior ha hecho referencia en el eurso del debate á los privilegios de queJa Iglesia está investida en virtud de la ley. !la hecho referencia al articulo 3ì de la Ley ,le Organización de los Tribunales, que deelal'a que los jueccs letrados conocerán en primera ú Cn única ÍUgtaIwia, entre otrasj?,cn las causas'cn fJÌ1e tengan parte los pá.rrocos 6 vice-párrocoB y las corporaciones religiosas. Tam? bién el inciso 3.0 del articulo 6ì 'dcl mismo Código dispone que las COJ.te? de Apelaciones conOl\erán en primera im,tancia de las causas é'H que sean parte 6 tengan"interés el Pre-. ai<I?Iltodela Hepública, los ministros de Estado, los agentes diplomáticos y tarnhién el arzohispo, 108 ohispos! los viearios generales, los provisores y los vicarios cnpitulares.
El señor Diputado por Coelemu, al ocuparse de este articulo, exclamaba que esto no era un privilegio, y que nada tiene de particular que el fuero de lo. obispos sea el mismo ,que el de los int,endentes y gubernadore.. Yu debo dejar á la apreeiación de mis honorables eolegas el resolver si es 6'no .
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del' fucr,o comúu "los obispoSI p""ro?os y demás funcionarios eélesiásticos, para colo carlos en la privilègio
el sacar
misma categoría de J05 más aJtos Cuncionarios del Estado. Privilegio de poca monta, agregaba clseñor Dipotado por )'J Coelemu.fif Indudablemente es prestigiosa la palabra de losabogados; pero yo dejo la 'palabra "los clientes, que son los interesados, y preguntaría á 105 que tienen cuestiones con párrocos o vice-párrocos si es cómodo para ellos ir á demandar1es " la cabecera del departamento, donde reside el juez de
letras. Les preguntaría si le es c6modo trasladarse, en primcr lugar, al asientu de la Corte do Apelaciones, para entablar demanda en primera instancia contra un obispo, 'y <m seguida venit á Santiago para- proseguir la segunda insta?lCia ante la Corte Suprema. Tremendo privilegio del fuero, señor; tremendo privHegio que sólo permite la pel'secuÓón judicial contra los p'årroons en Jos lugares donde hay juoz de Jetras; y ,[ue sólo permite aooión oontra el arzobispo y ohispos en los lugares donde ro. siden las Cortes de Apelacio"nes para la primera iustáncÎa, y en Santiago para la de segunda. En el resto del pais no
hay ninguna esperanza para Im? clientes. Llego en mi examen de la legislación al Código Penal, Ý ton satisfacción declaroflue es el conjunto de Jeyes chilenas en 'l"" se ha obedecido mas estrictamente al propósito de desligar åla Iglesiadel Estado. Es un Código de separación?
ysi entramos con estudio escrupuloso en sus más serias disposiciones, se ve que no se encuentra unión entre el Estauo y la IgJesja. Pero prosjgamos. A probado el proyecto del señor Mackenna en la lotnia en
que lo ha sostenido el señor Diputado por Cauquenes; soparada [? Iglesia del Estado defìnitivamente, como dicen los señoros Diputados, todavía quedaría el Estado chileno obligado a no trabajar en los días en '[lIe la [glesia le impone sus fìestas de guarda y a diverhrsc en esos mismos dias. Toda
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BIBLIOTECA :-DE ESCRITORES; DE CHILE
vía no podríamos celebrar el 21 de Mayo comO,un día festivo; pero sí el día de la Circuncisión del Señor. Ait.! ,La Cámara sabe que estas disposíciones no eS,tán fuera de vigor, aún cuando bajo aspiracionesliberales más avan?adas han sido dictadas en algunas ciudades de]a República, disposiciones hasadas en el arreglo que se hizo en 1824 con e] delegado Muzzí, respecto de ,los' días festivos, en la
República.:
Curiosa]ey de separación ésta, que se nos obligaría á celebrar los triunfos de los mismos que hoy trabajan on ben,efio cio exclusivo de la T glesial J Pasemos á otra campo, á-un campo que ha sido de gI'aÙdes batallas, 01 Campo de la instrucción pública. Aquí el señor Ministro de lo Tnterior le dijo a] señor Diputado por Cauquenes: usted, señor Diputado1 está sentado en la misI!la si-
lla que]a ]glcsia, á]a cabèza de]a instrucción pública; la FacultaddeTeología se halla incorporada al régimen docente en"nuestl'8, Universidad. Es cierto. c.onLestó el señor Diputado; pero la Facultad de Teología se compone de hombres ilustrados y entre ellos hay maestros distinguidos.,: Señor, cuando se fuma la pipa del consorcio en compañía do buena gente, es muy fácil que el humo eseonda las tremendas soluciones políticas que se suelen.imponol'. Ligera,eosa la existencia de la Facullad'de Teología y de las autoridades de la Iglesia, presidiendo á la enseñanza del EstadolLos herederos de.!a fórmula de)noceneio 111 1'0nis}Hlo Sll s?llo soln'e]a frente juvenil de la n?eYa generació'nl
Univcrsidad de Chile las luchas e]ectorales y da el triunfo al eandidato de su elección. Hasta ahora, pUl' una feliz casllaJjdad, ha tenido, IUii:al' el combate entre hombres distingnidos;pel'u si maña-, na viene un candidato ultramontano, puede inclinàI' á la Facultad de Teología"y entonces sus votos s,erán lus que rl,,? cidil'ån. Tendríamos asi uIIa poderosa é indebida influencia
La Facultad, dc Teología resuelve
en ]a
ÓBRAS DE-' ISIDÓRO
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EImÁzùRÍz '--?!;
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de la 19lesia'en la dirección de una-enseñanza que no es ni puede ser la onseñanza riel E'stado. Pero no e5 esto todo, seño??.El señor Diputado por Câllqu en-es no ha visto en la enseñanza la unión do la. Iglesia con {:l Estado, sino ún los puntos á qÙe llamó su atención 'el se"
,
ñor Ministro de]o Interior. Yo voy á llamar también la atendón"de Su SeÎwrÍa hacia- otros puntos que se le har{ escapaeCr}el COJldo. No quiero recordar'áqui al i':ìeñor Diputado qU"e Mreio, la Universidad de Chile ha vividu alladu' de la Iglc-
,?
3ia para_?nseñar los dogmas de ésta. En váno se dice, 8eñor? que:en virtud do una disposición legal que conoe?n muy bien Lados los señores Diputados, es licjto á los padrp.sde familia eximir, en los altos estudios, á 108 alumnos de la enseñanza religiosa. Conocedores mis colegas del poco uso que en:la práctica se hace de esa facultad y de 108 obstáculos que opunen á ella Ja desidia, IOR trtmorrs y, el espíritu de comtemporización 'de JU8 padres de familia podrá apreciarla en lo que valc. "''
,,-Cuando se considera esto;'"y cuando se establece que á P8fiar rle la excepción, continÚa subsistente el hecho de que 'de j;i"enseñanza de Cldaparto del objeto especialy técnico
le, todos los establecimientos de HducaciÚn ubedeceil sólu al sistema de formar creyentes para la Iglesia romana, se comprenderá que la Iglesia se encÚentra profundamente unjda al Estado, y que éste le alJandona la parte más delieada, cllal es)a formación de las nuevas" conciencias. La IIlOI'a1, los' dögmas, los fundamentos de 1a fe, todo e!ìQ se eneU{Jntra' completamente bajo la dirección de la Iglesia. ., y dèspués,señor, los regla.mentos quedarían sieìÌ1pre en vi,
gor, los reglamentos de los colegiosy de las escuelás genera)øs y especiales. En uno de ellos he encontrado eon asombru una dispo'siciónqúc diee: es falta gravísimà no tomar parte
en las confesiones y comuniones cuando lo manda la Iglcsia. Aceptadala sepal'aciónen la forina elí que la pide el señ?r Diputa.do por Cauqucnes, quedaría en pi?toda esta ml!. ?-
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DEn'CHILE
el sa, todas estas Jeyes quc imponen al gobierno del Estadò deber de costea!' la enseñanza de la Iglesia rornan.?. ,? Scdicequese pueden derogar estas leyes. Estã bien; per(} sólo el dia en que se deroguen.porlrá haber verdadera separación entre la Iglesia y el Estado., Señor, aplicando ,cierto critcrjo, es fácil reducirlo todo á
la nada y ejecutar las leyes más trascendentales en materia :t,de unión, por una especie de prestidigitación, á la manera de los mágicos que hacen desaparecer pGr encantG ul\ objeLo cualquiera. <Qué importa que la guardia nacional bata sus tambures á lus obispos? I.Qué importa .que por la Ordenanza Ge'leral del Ejército estemos obligados á mandar los cuerpGs armadGsásolemuiprlasprocesiones? TGdo esto es de la más alta i,mportancia, porque ello significa el honor que el EstadG tl'Îbuta á la Iglesia por medio de sus instituciones militaI'es? '
Aun, señor, en la ley
de imprenta se encuentran rasgos.
del antiguo espíritu de persecución. Ahí se ve que ?8tá elevado á la eategoria de delito el ataque eGntra la religión del Estado. En nombre de esa tlisposicióll fué condp.nado Franciseo Bilbao; y en djas de reacción y de timideces pueden s?r
condenados tambión muchos otros hombrHs libl'e-pensa? dures. Domi?na, pues, en la enseñanza religiutSfi costeada por el Estado"la bandera y la fórmula de Inoceuc;" lIi; y sin em, bargo, á la Iglesia se le tributa honGre. de todas clases, y Cn.
.mo si esto no fuese bastante; se le concede también exención del pagu de impuesto. Según el articulo 4.0 de la ley sobre cunlrihuçiones de hcrcncias1 no pagan esta contrilmción las corporaoiones de derechG público costeadas por.cl Estado.> Por el artíeulo 2.o.de la ley de 1879 sobre oontribuciGnes de haberes, no pagan tampooo los oapitales mobíliários destinados al mantenimiento del oulto. Esto uo es otra cosa ,!\le un privilegio consignado en la ley á favor de la Iglesia. . El artíoulo 4g de la Ordenanza de Aduanas deelar!,- libres de derechos de inteI'llaeión los objetos destinados al culto, "
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y las patentes no afectan tampoco á ninguna de las corpoporaciones de dereeho pIJI].lico. Del mismo derecho de alca-
hala son librcs,?los fundas, ya sean rústicos 6 urbanos, que. portenecen á establecimientos de caridad; y por el articulq 7.0 ,te la misma ley son libres también las,;<fundaciones en ? beneficio de ob1'as pias. Esta es la segundal,base de Constantino, la base de los grandes privilegios del siglo IV, la -
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exención de impuestos. ; .. ,,' It Iglesia tod?via. .: Pero la cosa va más allá tiene finanzas La propias á eargodel Esta,lo, y todu esto 'uedaria en su mismopie becha la s?paraeión como lo pide el señor Diputad,o .
por Cau'luenes. Señor11as primicias.se han considerado siempre como emanadas de una fuentelegal que está todavia en vigor. Tal es titulo 16 y libro 1.0 de la necopilaeión de Indias; y la ley
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también las leyes patrias que han mandado pagar esa mi.17 de enero de. mn conLribución. Entre estas tenemus la de 1851, siendo Presidente do la Hepúbliea el general Bulnes y Ministro del Culto el señor Mujica. Después se mandaron pagar de nuevo en 9 de mayo de .1861, continuando la costumbre establecida, y siendo Presidente de la nepública el señor Peréz y Ministro del Culto el seiior Güemes. .
1
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En marzo
7 de 1837 se dictó por el Gobierno otro decre-
to en el nllsmo sentido,el cual lleva la firma del Ministro. Egaña. Pero señor, ?qué sucede respecto del impuesto agricula? Van á. permitirme los señores Diputados 'lile dé lectura á los do;' primeros artioulos de esta ley, que lleva la fe?}1a de 15 de octubre de 1853. Ellos dicen así: .Art. 1.0 El diezmo se pagará en adelante en
que prescribe esta ley, etc.
.
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la forma .
<<Art. 2.0 La contribueion del die7.mo en esta nueVa form? conservará el mtsmo destino de su institucjón, que es ]Jro? para los gastos de sus ministros y culto.. veer á las Iglesi?" Aqui .tiene la Cámara á la Igleßia en compañia con el Estado p?ra cohrar esta contribuei,ón;y aqui tíene la Çámara
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BIBLIOTECA DE ESCRIíORES DI! CHjLE
.al EsLado obligado por el arlÍculo 2,0 de este,ley á costear el presupuesto del culto y los gastos de la Iglesia.
Señor, y si esta barrera no existiese! todavía detrás de ella Se levantaría uná trinchera formidable, la trinchera de las leyes .delndias. Borrado de la Constitución el articulo relativo al patronato, este quedaría siempre colgando de la ,
legislación española, como lo va á ver la Cámara. Es precisoatribuir al patronato su verdadero carácter: -Yo niego el c.arácter de institución canónica que se da pOI' muchos al patronato, porque éste es y ba sido siempre una <derivación exclusiva de la ?U)beranía nacional: es uno. compensación del EStado sobre los privilegios coÍlCedidos á la Iglesia; es un resguardo que por su parte ban tomado los
gobiernos para'impedir,los avances del clero. He rnanifestado antes que el pa.tronato no concuerda históricamente con el primer establecimiento de launión entre el Estado y la 19le"ia. No fllé uha insLiLución del imperio romano, sino que surgió bajo la reyecía pmilerior, gcrmáJiÎco.roman8; y allá por los años 536 se encuentran sus primeros vestigios, es deoil' doscientos y.tantos años después del edicto de Constantino. y acaso'en ningún país de Europa esta emanación úe la 80heranía nacional echõ más profundas raíces quc'cn la monarquía de los godos. Mis colegas saben cuallto tiempo la E"paña se mantuvo fiel å sus antiguas tradiciones; y fué Pl'eci'?o que la rcyecia encurvase la cabeza ante el feudalismo y que sufriese los desmanes del podor dvil, para que Alfonso X entregase la nación maniatada en poder d? los pontífices. Pero esto abandono del patronato á 1'6Savances del oatóli'Cismo, no duró mas de tres ó cuatro siglos; y tocó á la re,ina Isabel la Católica, la per"eguidora de los moros y de los judíos, la quemadora de herejes y proteotora de la Inquisición tocó á esa reina católica el honor de reivindica_r este dere?;I ."ho del EsLado. Mis colegas conOCen el incidente ocurrido en la elección <le un obispo para Cuenca. El papa SixLo IV, prosigùiendo
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;OBRA5 ,DE i?IDORO E,R;RÅZURI?J?
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el,camino que habían lIeva?lo á este respecto BusantecesoreB, se permitió nombr.ar para eBe cbispado al cardenal italiano de San Giorgio. 1sabella Católica en el acto hizo saber al PontHìce que si no ,'etroce,Ha èn esa elección, s? veria obli-
gada á convocar un concilio para que reformase la.Iglesia. 1';1Ia, la reina católica, la destructora de 'herejes, lafundadora de la Inquisición, convocar!a,.un concilio que reformase la Iglesia! , del Entonces Sixto IV cedió, y en lugar cardenal Giorg;o, Jué nombrado obispo de Cuenca el candidato de la reina., Es preciso, señor, mitigar un tanto el severo juicio de la historia respecto de los reyes católicos, recordando que estos ":monarCas fueron también los qu? dieron unidad á la Espa.
y los que recobraron respecto de la Iglesia, los antiguos
ña
derechos de su soberan!a. <, Feroando el Católico tampoco entend!a de bromas tratándose do la soberania nacional; y como se promulgara en Nápoles una bula sin Su permiso previo, en 1508, le hi?o significar al virrey que habla faltado á su dober, tolerando esa "
..
publioaeión. .
El mismo Felipe n, contra quien la posteridad tiene tantas y tan tremendas quejas, supo á este respecto mantener la Hnea de COJHluct't tr'tzada por suB gloriosos predecesores. En 1565 en la ley 1.', titulo 4.0, libro 1.0, de la Novisima Re{Jopilaoión dice así este lnonaroa: ,Por derecho y antigua costumbl'e y justos titulas, y coneesiones apostólicas somos patl'ón do todas las iglesias oate-
{Irales de este l'eyno y-..no8 peI'teneee la presentación de los Arzobispados y Obispado. y Preladas y Abad!a. consistoriales de estos reynos, aunque, vaqu?n en Corte de?oma?. "Por derecho, dicH, antigua cos.tumbre y justos titulos. ??. Esta leyes la que se halla incorporada en la Recopilación de Indias, y en, sustancia' consagl'a el patronato por derecho y antigua costumbl'e, justos titulas y ooncesiones apostólicas arrancadas á la necesidad y al temol' de la indepe!!'. ,d.6I?cla del pals. >>'i',<) ;J: l.. ?}, lê' f'-,"; -
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ERRÃZUIlJz'--'--T.'I1.
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
Respeeto de la América hay que tomar en cuenta todavia una nueva situación. Los privilegios relativos al patronato y la doetrina misma del patronato, son emanados de bulas
pontificias. Existen dos, una de Nicolás V y otra de Calixto 111, por las cuales se concede á los monarcas portuguese& dominio y postestad en las cosas espirituales; y Alejandro á VI, en bula de 1493, hizo extensiva esta concesión los mSEspaña narcas españoles. Según 'esta concesión, las leyes de fueron "en América algo Juás que en Ellrop"a: fueron verdaw deros delegados de la Santa Sede en Lodo lo relativo al go-
bierno oclesiástico, aun en lo espiritual! Todas estas facultades fueron trasmitidas ipso facto al gobierno independiente, lo cualjamás se ha puesto en duda ni por jurisconsu1tofJ ni por teólogos. Asírscñor, cuando la
-
Constitución estatuye en materia de paLronato','no es de ningún modo para establecerlo, pues lo encontró ya profundamente encarnado en nuestra legislaciÚn: es sólo para referirparse á ciertos puntos del patronato, y tiene POl' objeto en Le determinar cuál es el sujeto y su calidad. Eso lo nota. perfectamente la Cámara l?yendo el inciso 13 del articulo 82, el cual no establece el patronato para el Gobierno, no crea una institución, Bina que dice simplemente que es atri? bución eSl,ecial del Presidente de la República el ejercer la& funcioncs del patronato respecto de la Iglesia, con arreglo,
por supuesto, å las leyes existentes. De manera, señor, que toda la institución del paLronato se rige por las leyes secundarias, y la Constitución no hac!> otra COBa que tocar puntos especiales, como es la facultad de hacer nombramientos, mientras que el derecho de patronato es tan lato como.la ConstiLución de Carlos VI: exposición, dirección y delegaciÓn de la Santa Sede en todo lo relativo á lo espiritual y eclesiástico. Y mis honorables colegas sabrán que en virtud de este mismo derecho el inolvidable MinisLro Egaña ocupaba su asiento de patrono en el .
"
coro de la catedral de Santiago.
No es, pues, en la Constitución sino en las leyes en donde
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I
OBRAS DE IsmÖRO ERRÁZURIZ
147
se encuentra dcsarrollado el påtronato;' y p'or eso en la ley del Hégimen Intedor, en su articuló"55, se dice que 1m; Intendentes,' en su carácter de delegados del Presidente de los vice patronos de las Iglesias. Esto no tiene su origen en la Constitución, sino que es una emanación directa de las leyes de Indias.
la RepÚblica, son
Todavía
m';'s clara, señor, es la facultad del Gobierno y
el carácter de delegación de la soberanía naciooal enlo relativo al exeq!latllr Ó pase de las bulas. Y todavía, suprimiendo los artículos (',onstitucionales que se i-efieren á esta nÚlte-
ria, yo me permitiría sostener que encontraríamos" para el patronaLo una base en el derecho internació:ual y no en la Constitución ínterna de Chile. Es opinión de Phillimorc, que dedica á esta materia largos c?pítulos en que examina todo lo que pasa en la América, que el exeqllatu.r se ejerce y debe ejercerse por todos los paises que tengan establecida la religión católica (Leyó). Esto tiene el alcance de contener las invasiones del papado sobre el poder civil; y el ejercicio de esta facultad es tan-
to más serio cuanto más perturbadora es la influencia del
Papa. de Chile de abandonar como inútil y como envejecida la facultad de conceder "el paso de las bulas ó retenerlo, que en 18741a Cámara dis-, cutió con calor UlI[} de los articulo s del Código Penal, que.n o pudimos hacer triunfar por la resistencia de los ultramonta-
Tan lejos ha estado el partido liberal
nos, el cual tenía por objeto establocer sanción al paso y al exeq"atur. Es un defecto de esta doctrina y es UIl dcfecto
que el Gobierno de 1874 y el partido liberal de aquella época quisieron. corregir, elque los que infringen las disposiciones relaLivas al pase y al exequatrlr, no Burran castigo alguno; y en el Código Penal se intentó establecedo. Pero rio fuimos felices en esto, porque no se consiguió. de InPero se dice, señor, en cuanto álas leyes esptJ1Ha[es dias, que la cultura del pais ya las ha derogado y que 110 re-
nacerån.
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
148
Señor, fuerte es1a cult1.u'a CllRUdo los vientos soplan favoG rabIes. Fuerte la creyeron también los liberales de 1828, y no se imaginaban que se hallaban en víspÐras de un eclipse. Fuerte Ç&en todo tiempo lacullura cuando la corriente de la opinión pública y de los gobiernos la sostienen. ,Peru quién encontró jamás preser,'alJivo cont!:8 los terreIllotos políticos y las reacciones] ?Quién puede ?ecirnos que todo lo que nos parece viejo' y desusado de las antiguas leyes, nn
adquirirã fuerzas en lo futuro y Rerå de::;graciadamentc dirigido contra nosotros? '" ?Todaestama8adelegislaclón,señor, todo lo que co?tienen las leyes patrias, que es mucbo nlás de lo que se supone; todo lo que se legisla enla s leyes de Indias, todo queda en pie á pesar de la aprobación que la Cámara pudiera dar al pro.
.
yecto del señor.J\1ackenna, sustentado por el señor Diputado por Cauque'.',e?. Todo queda en pie, y ya ve el señor Diputado por Caü'quenes que uu he hecho este estudio de la de la legislación patria y española sólo para asustar á los señores DipuLadus, sino C()Il el ohjeto de manifestar que toda esa legislaciðn es un obstáculo insuperable que hace imposible la separacióll. Si h., señalado esas disposiciones legislativ?? ha sido sólo para decir á la Honorable Cámara: es aquí en donde está la verdadera unión de la Iglosia y el Estatlo; y es contra esta masa,de legislación contra la cual debemos
proceder C!>ll energía y tenacidad, y amparando con una rilano.la soboranía del EsLado y con la otra los derechos de la Iglesia. si es claro como la luz del dla que simple borradura de 108 artículos cOIlstitucjonales á nada
.Y
la
si eso queda en
pie; y
-cpnducc sino â.poner en duda derechos reconocidos y él concedor á la Iglesia más facultades de las que tienc; si esto es asl, ,con qué [reuLe, os pI'cgunto, os presentáis anLe 01 pals .diciéndole: nl1sotros 1]11 ?rcmos la separación completa, ?b80luta y definitiva de la Jglesia y el Estado, pero el GobieI'llo y el par.tido liberal
derecho
He
oponon á ella? ,Con qué espíritus, arrojando â la-pasi6n
que lo apoya
perturba álos
se
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OBRAS
DE rSTDORO ERRÂZURIZ
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?lectoral.una esperanza que no llUeùe ser cumplida, porque desgraciadamente hay que romper primero muchas otras ' '
cadenas? 'Señor, recordarán mit:ï honorables c?]egas'que hacc,iìres a'ñol:t reventó sobre riòsotros In nótigia de que se habia sepa'IJ'ajo el predominio de la rado en Lima la Iglesia del Estado,
ley marcial; y á 108 ocho días de ejecutada esa separación fué menester nevar adelante importanti.., trahajos que. sé cAtaban ejecutando en el Callao. Pues bien, 1.. autoridad separatista I,,-primero que hizo fué pedir permiso al arzobispo de Lima l)ara que se pudiera trabajar en aqueHas horas. Y esta es la separación absoluta con que el señor Diputado por Cauquenes y sus amigòs están alucinando á los incautos., Yo no niego, señor Presiq.ente, que mucho de lo que Se encuentra en estas leyes puede ser simplemente derogado No lengo el pl'opÓsHo de presentar esta cuestión hajo una faz llueva. Mi propósito es hacer conocer con lealtad, á la Honorable Cáma.ra, cuál es la tal'l?H. que hacemos nm;otros por .
hoy, y cual es la que nos aguarda para más tarde. Mucho puede ser simplemente eliminado'; y la esponja del señor Diputado por Cau'luenes, puesta en manos u,: un gobierno activo y su.tenl?do por un partido liberal lleno de abnegación y ontusÜ\smo, puede correr1 especi?lméntcsobre IOR reglamentos 'de instrucción pÚhlica, 'que 110 Lienen la facultad de alarmar al señor Diputado. Mucho Be puede borrar en esa ?ateria para destruir la inflnencia de los párro:r las escuelas, yeso lo hará la ley. Este examen r:ipido de la legislación chilena y de las leyes de lndiaR creu que manifestará á mis lìollorables colegas que tÜme su justjficacióÜ' amplia la doctI'in8 que tuve el ho?oé CQS en ,
de exponer en la sesión pasada. La separaciÓn de la 19fesiay el Estado está decretada. Sólo existe eÙtl'e ambo. comunidad de antiguos intereses y de haberes, y á 'csa c?munidad
indisl'ensaI)le apliear el principiu de una justiciera, levant.aday enérgiea liquidaci6Í1. Nadie dirá que los liberales<de Chile no tio"han der,echoparal'l'occdcl'á la taJ'ea de es? liquies'
ISO
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
dación. Las [ormulas no nos sacarán de este a\.oUadcro, por, gue I?O" cngañan, y con .eUas la liquidaçiól; no hará progru.
SQS.
Victimas de fórmulas fuimos hasta 1870. Los 'lue perse.tguímos la derogaci6n del artículo 5.0 nos imaginábamos que ai Estado. Pero ep con eUa ihamos á ;eparar á la Iglesia y realidad, caminábamos por un callejón sin salida; y por eso. cuando el Gohierno dc 1874 despert!> nuestra atención hacia las leyes seeundarias y á la imnensá masa que había por li-. .
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r.
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I
quidar, entonces nos dijimos: la fórmula constitucional f1R engañosa, y euan??1J lnás puede ser favorable para la Iglesia. Lo sabio y lo prudente [ué,yues, lo que propuso el Go.
bierno de 1874, sea dicho en su honor. lY quo fórmula cabe, seÏlor, en este negocio? Suppngamos separad'a la fglesia del Estado, lse que se dijera: se d?clara habría anunciado COIl esto que quedaba realmente separada la Iglesia, y que quedaban derogadas de hecho todas las leyes secundarias que constituyen l? UI;iÍÓn? Señor, si á un juez liquidador se le dice:.liquic;le usted tal sociedad; y el juez contestas?: la declaro liquidada. Se le podría. contesta1': no es efectivo, porque esa s'ociedad no estará liquidada mie'ntras no se haya hecho el examen de toda eUa, capitulo por eapitulo. '; fÓj'mulas, to.das la dcl señor Diputado las como Señor, Mackenna, sustentada por el señor Diputado por CauquBhan nes, no resuelve nada. Los honorahles.caballôros que traído esta cuestión en son de gloria y do fiestas, se encuentl'an en el caso de tleclarar que sus pretensiones .son' má? modestas yl'que no quieren separación sino derogación de las leyes relativas al patronato. ne?uerdo muy bien, señor, que durante quince días los hemos oido discurrir sobre la.base de que ese proyecto no deroga las demás leyes sec}ludarias
relativas al patronato; y al cabo de estos quince días les vemos hacer una m_aniobra que contradice completamente las deèlaraciones al?teriore8, y lo hemos visto venir,?partieTldo de la base de que el proyecto en debate deroga eS,as lcyes. .
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OBRAS DE, ISIDORO";ERRÁZURI.?
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lNos'ellcontramos,señor, cn,visperadea!guna nueva?voIyci(mde ]aB que han venido haciendo en"esta cnestión los señores Diputados? lNos llevarán á, presenciar una nueva forma, haf?iemlo de nucvo.1a intentona: ùo romper, por medio de] saeô,]a unión de] Estado eôn la Ig]esia? Sería este uno de los mom1cntos más caracteríticos y curi?sos del ,de.. .
bate. Habríamos estado discutiendo dur?nte treinta dí"s, y ?odav]a no. tondrí?mo8 la fórrnula de la separ,l.ición y necesitaríamos aún más largo tiempo para que ]o?.'seiiol'?s Dipu? tados estudi"sen mejor e] asunto. Sería menester entonces que se le e?;lcedi?sede nuevo e] derecho de reglamento. pa-
ra usar de]a palabra.
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El señor Puclma Tupper
(do.n Fl'ancisco).-Seg?i.mO?Jen
eso el conscjo. del Presirlcntc de la República, que nos. dice' que debemos pro.ceder con estudio y eon reposo. E] señor Erl'ázuriz (don Isidoro).-Però .el P"es\dente de
H"';
la Repúb]iea no dice que los señores Diputados vcngan á
es-
tudiar á ]a Cárna?a,., E] señor Puelma T"pper (don Francisco.).-Como nó señor, y para eso son las discusiones, para Îlustrarnos. ,. E] señor El'rcizltriz (don Isidoro) --':'Los estudies se hacen en las clases de la Universidad, en el gabinete yen los libros, pero tanto el país como e] Presidente de ]a República quie'
ren que vengamos â este recinto con nuestras ideas claras y <Jon nuestras fórmulas estudiadas. E! señor Huneeus (Presidente).-<Dcsea el señor El'rázuu; riz tomar un momento de descanso? E! señor Errázuriz (don Isidoro).?Está bien, sefIOr. E! señor Huneeus (Pl'esidente).-Se suspendela sesión. ',?
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A
SEGUNDA HORA
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El señor H"neeus (Presidente).--Continúa la sesión. El se?or Diputado por Va]paraiso puede continuar usando de la.
palabra.
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CIULE ?
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El señor Erråzuriz.-Señor Présidente, contra mi volunhacerme cargo de tad he descuidado hasta este o:wmento .,. !' incidente que en este debate se p'f'òdujoen una de las se-' IIn siones anteriores y al cual le atribuyo una evidente imporel Pa. tancia. Me refiero al discul'so del señor Diputado por '
,
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No me eneuentl'o de acuerdo con Su Séñoría, por lo mede las sombras y de las'luces no. ell la distl'ibuciónexacta J;i que ha puesto en su cuadro parlamentario. Pero debo confesar que Su Señoria es uno de los primeros que hapuesto el dedo con ac?erto y C;Jn tino en el fondo mismo del debato; y que es Su Señoría uno de los primeros que, con asombro d& muchos, manifestó 'lile se trataba de un problema complcjo, de una de las más delicadas y difíciles cuestiones.' Es uno. de los primeros que ha maIiilestado que la verdadera tarea de separación entre la Iglesia y el Estado,' no es una cues.
tión que se resuelve 1'01' fórmuias abstractas, sino que obli-' ga al legislador á a?optar una infinid",d de medidas, cada una de las cuales es del más vasto alcancé. Sin embargo, no me hallo de acuerdo con la proposición
,
delseiluf Diputado,poJ' nnarazõnmuy senci11a, y'eR porqueella peca por el mismo lado por donde durante mucho tiempo se ha pecado en el país. Siempre se ha Ll'atado de busear formulas para la separaciÓn, y ahora encuenho que el seTlOr Dipiltado por el Parral no hace más 'lile cambiar Ics térmi. nOR de la cuestión; no hace más que imponer la obligaciÓn " de suprimil' el artículo 547 del CÓlligú Civil. Planteada la cuestión en el terl'eno en que la he coloeado, y aeeptado 1'01' mí el principio dc quc ía separación ya está decretada. ,qué objeto tendría efectuar esa sepatación en IIn solo aeto I.Se entiende que está ell los antecedentes del partido liberal esta separación ya.deel'etada, y que la li'quidación es el primordial da nu.estros deberes .en las cil'?'1
-i?i;;, cunstancÍas que actualmente atrávcsarno&. ,'D.etoda la'exposición que he tenido ?l honor rlc hacer á la;' H??lOr;;bleCámal'a, resulta 'lile cuanåo la Constitución do_o
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.OBRAS DE [S[DoRO ERRÁZURIZ
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Chile fué dictada el año 33, encontró un'cuerpo politico y ur., cuerpo administrativo y legislativo completamente enreda-' dos en una ]Jodero.a y extensa red, cuyas maJlas tenían la
fortaleza de las siglo.. De e.tas malla. la mayor parte san fabricada. por la mano de la Iglesia para oprimir al Estado y 8010 una ha sido fabricada por el Estado para contener á '
la Igle.ia, y ésta es él patrona Lo. De modo que la Iglesia ha invadid04a1 Estado, y el patronato no es más que un resguardo escaso en cambio de uar mundo dc privilegios y de usurpaciones. En preseucia de un problema que so pre.enta bajo esta I'az, (cuál es, señor, lo prudente 1 (desligar las manos de .
la.
Iglesia, que solamente tienen una ligadura, ó desligar ante todos las manos del Estada, que tienen cien ataduras? Recuérdese que la liquidación se hace sin el consentimiento de la Iglesia y que estos favores que tI'atamos de eoticederle no son agradecido.. Recuérdese que el EsLado es el sohe,'ana y que ellegislarIor debe procurar ante todo que se devuelva la saberanía á su dueño natural. Recuérdeque la esp.da temporal no está firm e todavía en nuestras manos, y que ei) meuester que eso suceùa para que podamos tomar la punta de l. espada espiritu.1 y l. devolv.mos lila Iglesia. Entonces destruidos ya los privilegios de la Iglesia, habria tiempo para d.r nueva expresión á la fórmula de la
se
separación,.Y no habría ya un
sol .'/
una luna, sino que habría dos.soles, de les euales el uno irrudiaria hacia el infinito y el otro, el de la temporalidad, irradiaría sobro esl.a inmensa superficie. EBto me arrastra á plantear la cuestión en el terrenô' que.
pedriamos Hamar la tácl.ica parlamentaria. Recordarán lo. .eñores Diputado" que se ilfanån por desligar las månos de la Iglesia ante" que la" del E"tado, que la Igl08ia condena la separación. La conùena po.r que no le convienè, pero no la condena bajo todos sus aspectos, sino en cuanto se l'eliel'e ã la "upresíón de 8U8 privilegios, y la acepta on ouanto á le d?? mås. La unión tal como existe actualmente, conviene mu-
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CHILE BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE '. ,". '.1-. -.' --
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c)1o á la Iglesia, y por eso la ampara SQP sus ?ayos,; y si, ?,ero-; gamos este articulo ,'elativ:o al ex?equa?ur, la unión le.co?ven.:-,
entonces ep lo I.\'?uro ha dedesplegar)a, Iglesia doble energía y ha de aprumarloB con esa,?!,igen-
drá mucho. más;
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C!?.
".
I,EB esto prudente? 1.1\0 aconseja la táctica P9litic? Beguir un sist?ma diametralmente opuesto para hac?.rque la Iglesia sienta sob,'e sí el peso de la unión? Sólo dQeBta ma,
ne?a p9t1I'emos llegar al acto lormal de la liquid('.ci,ón"cor la frrma del poder eivil y con la. frrma (lo.la Iglesia, p,aRque l?,sep,ara?ión no sea}mpuesta, sipo que sea hecha, por mu-
del Estado y de la Iglesia, que"son los tuo. conBentimiento .. -, interesados. ,? -.".: -',. Cauquenes del y eom-, señor Diputado por Po?- el sistema IgleBia pañeros, llegari?mos á. ?aoerá la más ,amiga todaví,,de 1" unión, y á lortalecer esa unión por 1" adhesión ?ntim11 o
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de
.111Iglesia"
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',',,'
? El sistema que nosotros propunemos, co?duce.á hacer que la Iglesi_a no se intere?? por la unión, sino que po? el contra-,? rio 111 deteste y.qne recl11me por BU lihert11d é independen-
?a.
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ESe es un"BpecLo de Láctica política que someto:á la consider"ción de miB hOTlor11bles coleg"s. Apreciando con ánimo equitativo la importancia del pro.
yecto del Gobierno en comp"ración del proyecto sostenido por el s?ño,?Diput"do PO!- C"uquenes, me pcrmitirí,a decir que el p"rLido liberal aplica á la reforma constitueion,,1 el mismo criterio de liquid"ción que he tenido el honor de ex-o p.licar en esta Cámara, el m?5mo procedimiento Øe._táctica á que "01lbo de aludir: Eliminemos de i1l Constitución todo lo que perjudica al EBtedo, lodo lo que es un embarazo mOl'1l1 p.ara el Estado; el artículo 5.0, que impone una ueclal'aelón que "lgnnos enti,ndon en el sentido de que 1" legisI"ción e!Ji!em debe conlormarse á I"B regles de' la Iglesi", Desterremos el articulo 80, {[ue obliga al Presidente de le ?epÚ?)liea á jurar p??t?c?i.óná la Iglesiaj y ?o?.ser?e?,os.
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OBRAS DE ISIDQRQ., RRRÁZURIZ
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todp aqupllo que hga,á la ,.Iglesia. N.o, lo conservaría,nos, 'señor, Ei- no fuera más punto de vista que el qu?.þ-a ?esai, rrollado el señor Diputado por Talca y sí sólo,se hubiera de pesar en la halanza todo eso. Pero,el easo,no es éste. Es,;, tamos ohligados á conservar el patronato por lo que qVe" da todav[a 'que hacer mañana y por el cúmulo de leyes que hay que dictar antes de que el Estado llegue á reeobrar su soberanía.
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Pero, señor, concedo IJor un momento que la reforma de los artículos ".0 y 80, en la cn,,1 todos estamos de acuerdo con el señor Diputado por Cauquenes, no tenga más importancia que la que Su Señoda le atribuye, esto es, la de echar
al viento algunas. páginas de la C?IlBtitución. EntonQ41s eL patronato es el punto principal de la cuestión (fUe queda! .en pIe.
;
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Su Señoria, noS dice: mantenéis el Estado actual. Sí, < señor; pero concediendo que el patronato sea derogado, lno conservan ellos t.amhién el estado actual? No sólolo; .
Conservan sino que lo dejan peor de'lo que ,está. Dejan la, uniÓn en pie con menos el patronato, y dejan un Estado Ji-} gado alIado de una Iglesia independiente. Por C801 entre conservar la situación de las cosas, tal como están, y empeorarlas?siendo que esta cuestión no ha si-, do prvmovida por nosotros?yo prefiero que las cosas queden. como están. POI' lo demás, señor Presidente, estamos hoy en el mismo .-1 terreno de 1874 y 1883: el de la secularización de la institución y la depuración del Estado de elementos teoerá-
ticos; y en el terreno de la 1iquidación de los haberes de la Iglesia con el Estado. ,Estamos, señor, sORtenie?doque "se independice al Estado primero que á la Iglesia, dando cumpÜmiento en esto alprograIl1a de 1883 que 'estableeió la cono,
venienciH de reducir á la Iglesia al derecho privado antes de hacerla completamente independiente, Esta?o?-, señor, de acuerdo con to?.os los pasados Gobier-" nOf;, con los tímidos y Con los audaces, en la hora en que esos '. .'" ,o,
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHtLt:
Gobiernos han cumplido, con su deber de respetár'la sobera-' ., nía nacional. No åefendä'mos la unión, porque esa u?ión está condena;.' da'desde el día en que el Estado moderno se sintió estrecha-' do con las antiguas ligaduras, No defendamos la unión, 1'01'-que intentar volve'r á èUa sería en Chile luchar contra la corriente que viene 31'I'astrando al gobierno civil desde hace-cuarenta aÌlOs y cuya tendt:mcia es directamente haciá la se-o .'
cularización. He admirado en una de las úHiIuas sesiones alseñol' Diputado por San Felipe cuando con válor digno de u'na almo levantada desplegaba aquí un estandarte que no es el de Dios, sino el ideal quimérico del tiempo en que el Estado y cl sacerdocio podían darse la mano para llevar á eabo las obras 1
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que se proponían. La cuestión entre los señores Diputados disidentes y los que nos sentamos en estos bancos, es mera cuestión de procedimienlo y nu difiere más que en un solo punto: quieren ellos'principiar soltan'do á la Iglesia, y nosotros queremos concluir por ahil principiando por indépendizar al Estado. Ahora, les justo exagerar y alarmar la opinión? lHa sidò
justa la palabra recuJada, lanzada contra los hombre.s queeu 1883 arrancaron con fuerte mauo el'ni'anejo del Registro Civil? lEs justa esa palab,'" para un partido que ha cónseguido traer á la Cámara una demanda unánime de reforma del aI'lículo 5.u, por la cual han suspirado en vallo geôerocio-. ,
liberales?'
,,"s de Es fácil erigirse en gran p1'cboste delliberaJismo, pero 8C corre el "peligro de convertirse en un simple receptor de la
curia eclesiástica, Yo encuentru en este punto del debat., una explicación para la ligura que el seÌlOr Diputado por Coquimbo pidióá.sus espirituales maestròs de táctica. Nos habló Su Señoría de ese engañoso cambio eit que se da un buey gor(lo al Estado y un huevo vacío á la Iglesia, Yo creo, señór, que el proyecto del honorable señor Mackenna es eu realidad el buey gordo que se da á la 19lesia y el huevo va-
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OBRAS DE. ISJDORO ERRÁZURIZ
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.r;Ío !l"e se da á al Estado, huevo "pn ?.abandijas, cpmo se dice en nuestros campos.
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/1\-(e encuentro perplejo, señor1 para :entr?r en el te?r??no histórico y de los ejemplos; porque, COmO es propio de los parl?niento8 de nn país joyel!, han de ser pocos?os punt.os .de comparacióJI. (:t Oesde luego yo no encuentro analogía entre la situaci.ón A .' de l!>s países 'europeos y la del nilCstro. La Única s?tuación "
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podría considerarse aqáloga, Hería la de los Estados Unidos; pero en aquel país no han estado los legisl?do]'e8 q.ue
sometidos á la tremenda y dura tarea dp, divorciar el Estado y la Iglesia. La separación nació de ,la.,consLitllciÚn .
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liberal. En cuanto á ìos estados europeos, sobre todo á Francia y Alem,ania, no encuentro que esté allí en debate la idea de la ?eparació:l. Los gobl?rnos conse"van á la Iglesia en la Bit?la.
ción queje t:reó Constantino, con la diferem:ja del esr.lnsivismo religioso, que fué ubra de los. SigLOSpost?rioI'es. Se COIlsidera a!lí á la Iglesia como institución del Estado; pero al mismo tiempo se toman Loda eSIHwie de precauciones para vigilar la enseñanza religiosa que da la Iglesia. Y por otro la.do se impide también toda invasiÓn de la Iglesia contra el .derecho de las demás corporaciones religiosas y del Estado.
En ßélgilia y en Suiza es únicamente en donde se ha man[.enido la separación en la forma de liquidación, principalj'-' monto por la enseñanza, luchJ}.ndo cada vez que se ha pro,
puesto alguna reforma, pero ?amás con fórmulas ahstracta!;. Sea de esto 10 que fuere, señor, debo hacer aquí una de?la-
ración: creo que yo cnBélgica, en Estados Unidos 6 en Europa, no sería separatista, porque moeo que la aplicación de las dodrinas, que no son más que el eco de las necesidades públicås, debe ser sometida ante todo al interés general de la civilizal1Ìón y de I.os partidos. Creo que tal cual es la situa<
.ción en aquellos países, un régimen que conceda á la Iglesia facultad ilimitada para adquirir y que no impida el desano.
.!lo jerárquico, cs peligros?.
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hac"esus.-conquisw y Il? La Iglesia;Beñof, riò é'cha smd:'a{cés muy Las ni en las esferas muy bajas de la sociedad, ni en las levantadàs; ni'en ]à. grandesciudades, ni en los desiertos,
'Ella vive á"favor de cierta medida cuHura" y al calor de ]a pequeña "civilización q"'uese forma en rededor de esos éelltros que se llaman aldeas ó villorrios. excepcioIi?lesl ,?. EHanotriunfa sino en circ{instan?ia8muy ori Paris y en Bruse]as; pero en las aldeas que han v:vido en "
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cui'" ha sido el maeStI'O, el torno de la Iglesia, en donde el bajo director, el eonfidénte y el médico, ahí todos marchan la bandcta del cura.';La situación en Chile es muy 'distinta. Aquí bay una polJlación nómade, la do los inquilinos, qUE" casi no tiene donLÏcilio; y más allå está flotando, como en un mar de miseria,. la masa de los desheredados, de aquellos ú quienes la encomienda arrancó de las poblaciones, éontrariando ]asórdede sus hones de los monarcaS de España, y los lanzó fuera .
gares' naturales.
y aqui se paga uno de los más tremendos pecados de la aristocracia colonia1. N o quiso ella d concurso de indicarpropieLario, sino que,anebató á los hombres al primO!' paso Pues bien, esos hombres no responden de la
civilización. ahora á los llamamientos de la civilización; y por eso en Chile yo no Lemo á esa influencia, y creo qÚ:enos encontramos. en circtÏnstaucia en que no sé hana ninguna do las monarquía.:i europeas, para nevar adelante esta gran refurma con el auxilio de las grandes ciudades y de las demás poblacio,
nes.
ha? Creo, señor, que el Estado civil, y el particular, que se respon? !la invesLido de'la autoridad y 80bre el cual pesa la Mbilidad de la reforma de'las'instiLuciones, afianzarán su
si desadominio si se mant:enen con cauteJa yêon método, y á rro!l3.n firmemenLe instituciones capacesde hacer frente c?alquiera reorganizaCióny reacción favorablt's á lOS'Pl'Ogresosde la jerarquía..I,,'l t de ley la la implantación La enseñanza en primer lugar, y
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'". DE' 'J' lSIDORO ,.ERRÁZURIZ "".., OBRAS
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-
159
de RegistÍ'oCivil en toda la República, hé a'Tuidos bases forc midables que tiene;,1 partido liberal en su lucha con lalgléC siii. Y eu vez de gasta!' estas fuerzas en ociosas batallas, ll'0rqué no uos unimos para arrojar á la Iglesia de la enseñanza y eliminarla de los colegio, y tie las escuelas? lPorqué no "nos unimos p.ara dar vigor â nuestra enseñanza oficiäl y ha. cerle abrir nuevos horizontes? lPor qué no convertimos las escuelas actuales, sobre todo las de lllujeresrque son verdadcras sucursaJesde' ioJtemplos, por qué no las oonvertimos .. en talleres dé trabajo, de inteligencia y de emaneipación del éspíritu? lPor qUé exponemos esta joven pla'nta del Registro Civil ?
á morir ahogada, no dándole tiempo"para desar'rollarse en todo el pais; de manera que al frente de una pósible jerar-
quia religiosa levantemos nosotros la potente jerarqula eivil, que siempre tendrá para con el pueblo la ventaja y la , influencia de los servicios gratuitos? Eso se llamaría, señor, hacer reformas capaces ùe resistirá la aCL\ión del tiempo; reformas para mejorar,y plantear base del nuevo orden de eosaS que procuramos aßanzar. de manera que nos sirvan para dar con empuje los otros pasos que habremos de dar mañana,
Con fruto
.
la
Permítarne la Cámara separarme de los señoros Diputados quc apoyan el proyecto del señor Mackenna. Ellos tienden á ahondar en este recinto las diferencias que dividen el partido ]iberal. ?Nos cnconh'amos en presencia unos de otros separatjstas sinceros y renegados? 'Yo digo, señor, que no son las ideas! sino únicamente el procedimiento el que nos divide. Nos encontramos en presencjade líquidadores que quíe:"
ren favorecer á la Iglesia y otros que qüerèmosfavorecer al Estado, Nos encontramos en presencia de liquidado!'es que partimos del principio de que la separación está decretada
y"de que
es 'prec,'so seguir por el camino' en que con
tan
fir-
me planta estuvieron los gobiernos de 1874 y 1883; peroestamos en contradicción con los separatistás que están bus-
..
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
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separatista? á que para buscar la salida por pueda abierta, van saltar la pared y caen en el foso lleno de agua bendita de la separa.'ción y del patronato. Sin embargo, señor, cuánto ruido se hacp. y cómo ?e tracando todavía
la puerta
de la separación, Son
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baja rOl' aC,entuar las diferenciasl y sobre todo, qué sing,:lar posición lade numerosoS grupos'del partido liberal que redisplicenciben la reforma del artículo 5.0 con una cara tan te como si s? les pasara LIn capítulo del Syllabllsl ; á de eternas empeñado nombre esta batalla 'Señor, se-ha doetrinas y de la aplicaüÌón severa de no sé que sistema que ?Ún no está descubierto, y se ha hecho una cuestión de prin? cipios. Pero es preciso entonderse sobre el signifwado de las código y palabras. porque ésto es el primer' cuidado de todo
de toda deliberació'" paruno de los cuidados más esenciales ": lamentaria. y o dQseonfío de estas fórmulas inflexibles de las matem:áticas aplicadas á la política. Segun }lerder hay principios el eternos de justicias que enseñan lo bastante para conocer rl?ber de los hombres consigo mismo y con sus seniejantes. Pero cua ndo se llega á la aplicación de los altos pdncipios .á organizaciones fl'ágiles y cambiantes, encontramo? que hay mucha presunción y mucha locura en pretender levautar castillos de piedra, especie de Bastillas para impedir ,
la reforma, lógicaSeñor, nada en apariencia parece más inflexible y '. caminan plente trazado á cordel quc el edificio, tras del cual,'-1'., ?n la política los pa!'tidos, y sin embargo, que distancia de los idoales, (mando solamenle veint? años han t.rascurrido! Que distancia entre elideal del año 74 y el fosfo!'escente ideal loS li,de 18831 Y en seguida con qué entusiasmo mimban berales del año 49 su ideal! Durante años vivió el país empeñado en la consquista del artículo 5.0, y Ja influencia de "
,
esta,ßspiración la echamos de menos todavía en nuestras fórmulas. .Cuánta diferencia no hay ent!'e la reforma lisa y lIanadel.?rtlculo 5.0 yla liquida"ión? .
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OBRAS' DE ISIDORQ. ERRÁZURIZ
Hace treinta años, señor, la supresión del fuero eclesjástiel ideaf consiste en echar cuantocan.eo era un ideal, y hoy ,. "?? j' :! :',' tes al olvido los papeles inservibles.:,? '1. Las fuerzas de las ductrinas deben medirse con el objeto de aplicación, con los principios de justicia y de interés llUman? que eUas aceptan. Pero .'hay..?nteresesmás permancntes y sólidos que todas las doctrinás: el intcrás de la independencia, del decoro de un pais, y el interés de la conservación de su conquista en el camino de la civilización. Yo no sería .el que me levantaría si eyese el grito de: pe-
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ezcanlas colonias y sálvense los principios. Vacilarí:í'mucho antes de dejar perecer una sola pulgada del terreno Con"luistado en nombre de doctrinas frágiles y cámbiantes:"Y
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es extraño que se preLenda alegar en nombre de doctrinas. Hace mucho tiempo que en Chile se haee justieiaal cónven-
cimiento de que la politica no es una simple aplicación de J las reglas matemáticas. partidos sean .infle::dbles y q?e la :. Se comprende que los predicación de doctrinas sea BU priuler cuidado en épo?asen que en las alturas las doctrinas son condenadas. Cuando elÍ el templo y en el pretorio se blaslema eontra los principios, "
?
.
cuando los grandes precursores de los acontecimientoB futuros, se pasean á grandes pasos por el desiertoi y,?l ruido de sus alas se siente después al través de los siglos. Y es en-
.es
tonces cuando los hombres de corazón abandonan las ciudades y las vías positivas y se consagran á la predicación 108 e8l'íritus. Y es entonces cuando-el deber .para conmover de todos es la gran protcsta en la forma de doctrina. Pero ni los partidos ni los hombres pueden vagar toda la .vida a orillas del Jordán ni del Jenezareth;'porque llega un día en que, abierta la brecha; el arca santa de los principios penetra en la cindad, y entonces los prcdicadores del "
.
desierto se hallan en el deber de avecindarse al rededor del .templo y de convertirse en doctores de..la ley y servidores .dal arca milagrosa.. "i" "" ."
:,
".
Ent",nces, señor,'a.esa.vida poética.y.ociosa,de.Ja.prediERRÁZUBIZ.
-T. u.
11
BIBLlOTRCA DE ESCRITORES DE CHILE
162
cación, debe suceder la vida práctica con sus austeros debeá veces devoran á res, para resolver estos problemas que los que intentan descifrarlos.
Nosotros hemos tenido ya la épockde la prédica en el río Jordán; pero puede señalarse el día, y aún la hora, eu que los predicadores se redujeron á poblado y se constituyeron á en totu(, del arca. y'parece negado el caso de traer lame-
.
'rf\Oria 'de los señores Diputados cual fué la hora y el día en 'Iue los Bautistas de Chile se redujeroh á poblado y en que .r; '?
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'con\prarbn sitioe,n la ciudad política;. "El señor Mattâ; jefe de un iuteresanLe grupo casi heroico del partido liberal, decía en las sesiones ext'raordiuarias del año 74, ias siguientes palah]'as que tuve el gusto de escuchar y que Sonaron en mis oídos como la exposición de un gran r cambio en el parLido: (Leyó).
En época posterior otro campeón más joven de la reforma;' el actual señor Diputado por Coelemu, deela también las 8igui?'ntcspalabras: (Leyó).
Podria multiplicar hasta el infinito las citas de esta natu? raleza, algunas de lag cuales marcan el momento en que un partido cOJLsagl'ado durante largos años á la oposición, 8e. convirLió en partido do gobieruo y de administración, y que manifiestan que esa necesaria.y hábil evolución patriótica fllé respetada por todos lo. que dieron origon á ella.' ??.Señor, si se reCorren jos anales parlamentarios y pol1ticos. del partido durante los último, años; si se examina l? situahoy, se encontrará que no hacemos más que conformarnos ú la regla trazada en 1874, á la mi,ma regla que ha explicado el señor Diputado por Coelemu en 1883. No se trdb de ronegar de las doctrinas ni de perder cami.. no en lå mârcha ùel partido liberal; poro aplicamos la regla.
,j.'ciõn de
hoy y mañana en esto sentido: que hemos de pesar en ba-? lanza justa nuestras fuerzas y las fuerzas de los contrario8ty que hemos de sabor hacer una apreciación equitativa de :J:,i
,,}?.-
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163
QBRAS.:DE IS-IDOß,O ERRÁZURIZ
las tendencias del partido liberal, y.que el éxito hade consis., ? ." tu' en hacer que estos dIferentes grupos, por medIO de transaccÍQnéS1 vengan sie1]-pre á hacer dar un paso adelante å la .
.
.
reforma y no á desfallecer en el camino:' ohtener siempr? ha:' una conquista en favor dolliberali);mo y es lo que hoy cemos, señor.
':.
Los señores Diputados que en años anteriores han lucha-,. do r.on el ángel de Dios que no conoeen las fuerzas de la opi-. nión resisteD:Les y. que no ignoran 103 diferentes matices del partido liberal y sus timidece" esos señores Diputados de.. bieran ha,cernos justicia y reconocer que ha sido una victol'ia y UIla conquista dél partido ]iberal al presentarse .?,UJánime en esta Cámara á sostener la reforma del artieulo 5.9 Señor, yo espe...ba que hubiéram os seguido hoy las reglas. de conducta observadas en 1874 Y 1883, Y que no serían
abandonadas 8ino ell caso de un conflicto muy tremendo, y, sólo para salvagual'dm los IIlá? caros intereses ùe Chile: Cl'cla que Una ùivisión d.e nuestros elementos no tendría? lugar ,ino por el convencimiento de que la mayoda del partido marchaba hacia atráH, Pefo Hunca me imaginé que tu-o viese lugar la divisiÓn de los liberales sobre este nuevo punto, esto es, sobro si soltaremol:i Ó nó á la Iglesia antes de dar independencia al Estado. Comprendo que pudiet'a llegar un. tlia en que rompiésemos 'los vínculos de nuestra unión en' servicio de nuestra propia bandera, pero'jamás en servicio ,lo los privilegios de la Iglesia. Señor, cllando los partidos se redncon á la vida del tI'abajo. y de la civiJización, cambian 8U? instrumentos y dejan á un lado la eseuadra y el compás, y ponen en alto la balan?a de la equidad, y su primer cuidado en eHe terreno es examinar si se marcha Ô nó por un camino l{ue lleva'- al sacrificio., A este respecto creo que entre vosotros está sucediendo algo muy análogo á lo qne boy pasa en Europa eon la cuestión de la dinamita. Allí hay sabios que han descubiertö, mediante S.liS Gunbino.ciones1 esta sustancia para el servicio", ?e la industria. Hay en seguida diversas categorias de ven-
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ßtBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
dedores, Hay inocentes expendedores; hay 'olros que á sahiendas colocan la dinamita en manos peligrosas con perverso propósito; y hay, por Último, agenles revolucionarios 'fue la aplican bajo el terreno de los soberanos,
muy bien que el señor Dipulado por Cauquenes y sus amigos no son expendedores de dinamita ni son Rabias dados á esas invenciones; pero yo me pregunto: lso?án los los señores Diputados expendedores talinocentes, ó expen-
Yo
sé
den la sustancia á -.ahiendas de que eJla es capaz de producir un incendiu ? Señor, en esta discusión como en muchas otras de la Cámara, permítascmc decirlo, hay una, dinamita clerical. Recordarán, mis honorables colegas que la Iglesia, hacien-
do un uso muy amplio de la facultad de la alianza y contando con la 'aristocracia, jamás hizo' alianza con los partidos que I'ep,'csentan la cultura del mundo moderno, con el
parlido liheral que, en nombre del orden, combatió al comunismo y, en nombre de la libel't.ad, cumbatió'á la aristocracia. Desde entonces la Iglesia tiende á minaT' al partido liberal, y sobre todo, á los gobiernos que son los agentes y servidores de este partido. Se dice que vamos á consagrar la lucha del liberalismo au" toritario é im perante, y se trabaja por todos los medios 1'0sihl?s para quitar la energía á este' elemento de progI'e?o, de la acción gubernativa y de lainieiativadc! Ejecutivo, queha sido en Chile el principio de los adelanlos y es el guardián de la civilización. Pero nadieha ponsadoendesarmará'laIglesia, y su jerarquia se encuèntra inlacta. No hay penas para .
la intervención eclesiástica. Ysin cmbargo1 señor, mientras se marcha á la demolición del Estado y de todos los elementos que acarrean alguna consistencia en la lucha con la Iglcsia, se incurre en.1a más singular contradicción: sOlllos de. moledores los que hacen cargos al Gobierno porqúe no ha hecho la reforma1 y Son los primeros en levantar voz porque el Ejecuti";o no sigue haciendo todos los negocios. De m?nera que por una p arte se quiere que vivamos bajo una eterná
OBRAS DE ISIDORQ ERRÁZUR1Z
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á por otra parte se quiere reducir al Ejecutivo los ([!timos términos de la impotencia yde la Señor, no temo yo por el éxito de esle debate, Dentro del CongresG y fuera de él ya está resuelta la cuestión. Estoy. convencido también de que el pals ha de reconocer, que á pesar de que, á mi juicio, la,liquidacióu en la parte constitucional tlebió ser la última, hemos avanzado y conçedi do á la libertad y al progreso algo más de]o que les conce, den las olertas de palos blancos en esta lamosa puja parla,-
tutela
y
miseria..,
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.
mentaria. -,
Sé, señor, que la cuestión está resueIta dentro y fuera de la Cámara; pero se apodera del ánimo congoja profunda cuando se ve que, sea cual fuera el éxito del debale, siempre tendrá lugar una división do]urosa en el seno del partido liberal. La sang"!'e que corre en e] campo de batalla en esta triste pelea es sangre libera], y los señores Diputados disidente. no tenían derecho de disponer ,le ella. Y el terreno
que los señores DipuLados han de perder no tenían derecho para pcrder]o, porque es terreno de] partido liberal de ., Chile. Señor, locos y ciegos serían10s si quisiéramos disimular los tristes y lamentables resultados que el debate .ha de Lener.lAqué negarla división?Ya e] ,eÏior Diputado porTalaH411ea, con picaresca oportunidad, nos denunció la nueva za conservadora; con l? diferencia de que buscando bien
habría ?ncontI'ado Su Señoría que esa liga no era nuevaj habría encontrado algun rincón de la administraci6n pública de Chile en donde conservadores y barateros-para UBar de ]os términos del señur Diputado-ban e"tado en dulce consorcio lonsurando á las ovejas de la grey. Pero no eH la alianza antigua cOllserv?dol'a1 sino que es el horiotra nueva combinación la que hoy se presenta en zonte como una constelación funesta y amenazadora. Es la!:! corriBntcs de las una de esas combinaciones á llls cuales batallas arrastran,.involuntariamentu á,lj hombres y- å partidos. Es unu constelación como la ti ue sc ve sobre la Bél-
v
166
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE:
gica, en la que, por una alianza insensata, las 'doctrinas radicales, y lag conservadQras s,c dieron la mánu para im.. poner la ley:' de los hombres empeñados en este debate ehueEs deber dit todas sus consecuencias. Pero cómpreIido que ]08 señoId quiera'n háCer.' Los supongo res Diputados disiderites:no tan encantados con ]a vista de la m'archa que llevan ')TI el ;ecompietameÌlle rreno de la Beparaciún; me los imagino tail embebidos, que no han visto los accidentes posibles:. Señor, no atribuyo á los señorl:!s Diputados el deseo'"de ejecutar aquello que condenaba Linculn; creo que no son capaces de desear en los momentos actl1ale? que se cambiarán ,
.
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los cahallos del coche.
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Nilos.',creo tampoco empeTlat!osen producir lln sacud'miento que import.aría una ingratitud, respecto de una administración que ha sido la que ha acaudillado al partido liberal. No creo que lo hayan pensado, porque en su, eaT'ácter de hombres de Estadopesarian 1.88 consecu?mcias de todo -cambio y sabrían perfectamente adonde íbamos y en que manos quedaría el poder. Era deber de los señores Diputatados asegurarse de si, 'rodando el carro, iba ó no å caer en sus manõs.
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El señor H'lnceus (Presidente).-Pareee 'lile el señor Diputado por Valparaísova á concluir su disc1ll'so, y si á la Cámara le parece, prolongaremos la sesión por algunos mi"
nutos más para oir Su conclusión. Varios .\'eñdres Diputados.2-Está muy bien, señor. E] señor Errdzuáz (don lsidoro).-Yoruego á los señor e,' Diputados que pongan ?amano en su 'corazóny me digan si no temen exponerse á. que las riendas del carruaje aduiinis. trativo caigan en manos débiles é inseguras. 1\10 atrevería á
preguntar al señor Diputado por Cauqnenes si esaS mano? podrían llevar adelante la nave eon la seguridad y acierto con que ha marchado en los dos Últimos períodos. lSu Señoría, en la edad madura, sería un reformista"más eficaz
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OBRAS DE ISmORO ERRÁZURIZ
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'ue el Gobierno l/Su Señoría nos daría hoy en lo que se !lama la declinación de la vida, lo que no ha dado antes 1 El señor Diputado y sus amigos que en 1877, cuando sètrat6 de la ley de cementerios, nos volvieron las espaldas lserían conductores más valientes de la rerorma que nuestros aetuales jefes l/No sería de temer que el señor Diputa. do por Cauquenes, mientras San Alfonso de Ligorio y Sant9 Tomás de Aquino no le diesen textos, vacilaría 1 Señor, e8timar?:?loen tuda su gra?edadla situi?ióny divisando tan grandes los peligros arno nto.Ilatlus contra el pobrc partido liber'al y ]as piedras que' sus amigos han colocado en su cl:tmino, pue"do, sin embargo, afirmar que todavía hay aquí fuerzas suficientes no sólo,para esto sino también para'Uevarlo adelante sinodesfanecimiento y con' tr?nquilidad y atendiendo siempre á la combinación de las fuerzas de todos los matices para hacerlo servir al bien del pais. Pienso que la conciencia de esta fuerza nos ha de dar tranquilidad para ir adelantando. Pero si desgraciadamente, señor, á luz del día y contra nuestra esperanza, se establecieran en el campo político, corrientes tan perversas COrilO las que súe..
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len observarse en las costas" de Noruega, que llevan á los barcos á estrella.rse sobreJas,rocas, entonces nos queda la
tranquilidad de la eouciencia
haber querido eviLar ese fracaso, no l'útI'occdiondo sino señalando con el dedo hacia el eamino por donde eu 1874 y 1883 se negó á los Itdelantos y conquistas que hoy justifican al partido liberal ante la historia. y el orgullo de
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presupuestos.-Cuestión politica y cuestión económica SESIÓ? DE 5 DE ENERO DE ?
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El señor Errázuriz (don lsidoro ).-Conmotivo de la discusión general de los presupuestos, se Iîan hecho por los señores Diputados por Valparaiso y. por Talca,ohservaciones
tendientes á consignar la parte politica y financiera de la cuestión.
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Es; pues, necesario deslindar la aCtividad del partido \i-
.
heral, respecto dé'-amhas cuestiones. Respecto del debate financiero, llamo la atención de la Cámara á la circunstancia de que los señores Diputados no han venido completamente pl'eparados para tratarla. En efeoto;inioiadoel debate?con mucha'el"vaciónyserenidad,'se ha asegurado por el señor Diputado por ValparaF .
so que se trataha de uni enfermedad monetaria riel país, y qlic el remedio consistía en el retiro paulatino del papel inoneda, dejando á la' emisión bancaria el satisfacer las necesidades del comercio.
-
El señor Diputado por Talca ha llegado
á una conclusión opuesta; ha dicho que, á su juicio, el remedio consiste en la conservación riel papel del Estado y el retiro de la emisión ' de los bancos, Comprendo que la divergencia de opiniones entre 0\ señor Diputado por Valpara!so y el señor Diputado por Talca'debe ser;profunda. De acuerdo en cuanto á la diagnósis de la
enfermedad, están en profundo desacuerdo reopeeto de los medios de curarIa.
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OBRAS DE IS]D"ORO-'iERRÁZUR]Z
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y esto no es insignificante: Hay en ello una cuestión muy seÚa. Conocido el estado de la enfermedad, es necesario pro-o
poner los medios que den un buen resultado y no indicar , "" aquellos que pueden agravar el mal. El señor Diputado por Valparaiso ha reconocido que no sólo existe una enfermedad monetaria, sino que -también están comprometidas nuestras fuentes de producción.Yo, por mi parte. no acepto que el malestar económico .. provenga del medio eireulante.
-
Se ha considerado que la blija del cambio era un síntoma de la desconfianza que existe de que ese medio circula.nte se
manlenga en sus límites naturales. Mirando las cosa.s más 'atentamente, ,
se
llega á una con-
clusión muy diversa.+, Hace veinte años, dj?z por lo menos, que el cambio se encuentra"en descenso, lY há sido este acaso, un sÍutoma de que el país y el comercio durante todo ese tiempo hayan estado desconfiando del buen Gobierno y administración de
Chile? Si la baja del cambio fum-;e un sínloma de desconfianza, lse manifestaría I10Y que comienza elretirodel papel mone,
.
da.que nuestra deuda eslá am_ortizándos-e"?regulai'mente y. cuando hay seguridad de que no 88 recul'ril'á á nuevas emisiones? ?ó se habría manifestado ayer, cuando estábamos on medio de la guerra, cuando la emisiÓn estaba en toda su fuerza, y cuando no se podía saber hastn donde llegaría, cuanta8 decenat3 ùe millones hahrían de emitirse? Sin embargo, hoy el cambio está á 27 penique., y enlonees se enconlraha á 36.lEs posihle suponer que había entonces más confianza respeclo de la solvenoia del Eslado chileno, que hoy que se ha comenzado el retíro y amorlízación del papel rooueda? .' Nó; en todo esto hay un error de diagnosis, error que pueùe condncir á un lamentable error en los remedios que se proponen para salvar la crisis. -; Los remedios que se han propul::!tilo sou ùos: las econo? "
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HUJLJOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
mías en, el presupuesto yel retiro del papel moneda, con el Qhjeto 'de volver al régimen metálico:1 ,r.: Pregunto al.señor Diputa'do:por ,Valparaíso que ha pre-, fientado la vuelta al regimen metálico como un desideratum lcómo puede im-aginarsó--qne el retíró. del papel moneda .
puede conducir al régimenmetalico ?,Cree el señor Diputado que la emisión del papel moneda es 1" qlle ha,. hecho, 1'etirarse,?del comercio la circulaciólLmetáiica? t. Seguramente que nó. Es sabido que elnietalic6de?apareció antes de la emisión,del,papel moneda' y qi.le fué necesa.
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rio recmplazarlo por 105 billctes de banco, declarados incon-"o c" :1 ;?. vertibles. ,',' ,- i, f,..' ... Ha reconocido el señor Diputado por Valparáiso', con una
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.
lealtad que lo honra, que el pap'el-n;onedano se ha emiti. do en una canLidad superior á las nécmddades del comercio. Pues bien, supongamos que el Gobierno,. aoeptando las ideas de su Señoría, decretase la conversiÓn clcLpapel,nlO. neda y que desapareciesen de la circulacióil ocho ó diez millones de pesos en papel, lanzando.a la plaza otros tantos "en metálico, ?podría decir Su Señoría cuantas' selnauas, cuantos días duraría la circulación de. esos valores metAlicos? La corriente arrastraria esa plata, comprada hoy por el Gobierno á un precio excesivo, en poquísimos días, y Chile quedaria sin otro medio circulante que el papel cielos bancos, que Be haría Lan gravoso á 105 que nece?itaran de él, que -;? seria su ruÎna. Lo único que secollBeguiría Hería lran8formar el papel moneda por los hilletes de los bancos. ,Y podda la Cámara estimar en más el papel de los bancos '[ue el del Estado? Si el papel moneda esta depreciado, ;,no se 'depreciaría "' mucho más el papel de los bancos? Hé aquí, como {JorsiguÎendo el retiro de] papel nioneda, ?n el caso á que lu! aludido, no !:le negaría á la circulación
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metálica, sino que se pasaría cid régimen del papel de Estado á la disIIlim.lcÎón del medio circulante?-' ó á tr_ansferir los .
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
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privilegio, del curso forzoso del" papel del Estado al papel de los bancos. Con el retiro del papel del Estado no se llega, pues, á la circulación métalica. Es menester que la Cámara y el país se den cuenta de la verlladem cau.a de esta enfermedad que nos aqueja, y que se preocupen de la existencia de un hecho que cada día va .
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tomando un aspecto má. amenazante. Este 'hecþo es la fal, consiw ta. de producción, circunstancia que ha inlluído muy derablementc"oon que este país no haya progresado tanto .1 como d?Qiera. período años, de podríamos que llamar Durante un largo piedra, industrias de Chile que la del la .edad no tuvo más trigo y los metales. Nos consideráhamo. satisfechos con lo que poseíamos. Como el trigo y los metales tenían fácil venta en el extranjero, no ambicionábamos más y vivíamos en una
" perfecta tranquilidad., Sólo de,p lié.. de algunos años principiamos á elaborar nue,stras materias primas para entregarlas en esta forma á la exportaciÓn. Los agricultores comenzaron á producir la harina y los mineros se hicieron fundidores. Esta lentitud en el adelanto de nuestras industrias es la causa de las grandes crísis 1'01' que ha pasado la República. En 1877 bajó el precio del trigo.y del cobre por la competencia que nos hacían los Estados Unidos y la Australia en los mercados europeos, y c'urno no contábamos más que es.os dos artículos de exportación para hacer frente á la importación, la crisis tuvo que producirse, como era natural. Esta sito ación motivó en 1878 la extracción del metálioo que teniamos, y para sal val' las dificultades que se presentabàn por falta de metálico, fué menester dictar la ley de .
inconvertibilidad de los billetes de los bancos. Desde cntonce8 acá la importación ha ielo aumentándose considerablemente, como lo manifiesta la Est'adíRtica. .? estadísticos los son datos no Yaquí debo hace" notar que perfectamente exactos respecto de la importación, porque
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE ':CHILE
la estadistica toma para sus cálculos el precio de. r<ietUl,j<,ó avalúo de los articulas internados. De manera que el valor de la importación es todavia mucho mayor de lo que on la Estadística aparece, puesto que estas mercaderías tienen en realidad un precio más alto. Pero se preguntará: <por qué la crisis que se pronunció en los años 77 y 78 se ha prolongado en los años signienles, siendo que desde 1880 la importación ha venido á ser el doble de lo que era seis años atrás? La razón es muy sencilla, porque la iudustria ha tomado uu mayor desarrollo en estos últimos tiempos; Chile trabaja más y produce más. A esto bay que agregarque la exporlación ha tomado un incremento muy eonsiderable. con motivo del sa litre de Tara.
pacá. Es un hecho reconocido por todos, que la imporlación se, incrementó en proporciones enormes en la época de la guerra. Todos saben que en Val paraíso el número de casas im?
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þortadoras se ha aumentado durante estos cuatro últimos añOs. Cuando de un golpe cesó la ocupación del Perú )' el consumo' se disminuyó, necesariamente debía producirse una liquidación parcia] en el comercio de' la importación. Dada la situación actuol.crä-natural'suponer que las casas importadoras huhiesen limitado sus pedidos; pero no ha sucedido así, pues según las revÜ;tas comerciales de Valþaraíso, durante la última qujnc?na, la importación no ha dismilluído. De manera que tenemos en expectativa un desequilibrioen la balanza comercial. Este exceso de imporlacióu há tenido, sin "erilbal'go, una ventaja para la? clases pobres, al revés de lo que otros creen que bajo el régimen del papel moneda el exceso en la internación sólo beneficia á los ricos. Las clases trabajadoras han mejorado de condición porque los salarios han subido notablemente,: el gañán, que antes sólo ganaba 50 centavos al dia, hoy recibe 80, y los gastos do alimentación y de vestuario no han aumentado. Repito, señor, Presidente: lo que ha aumentado sòn los ,
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OBRAS DE IStDORO ERRÁZURIZ
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salarios, 'Iue permiten al carpintero, al herrero, al albañil, hacer sus gastos de alimentaciÚn sin disminuÌI' su diario, y ilejándole un sobrante en la liquidación de la seman?: lDónde está entonces esa tremenda situación por que se asegura íl qne atraviesan las GIasBa trabajadoras 'j;? Juzgo, soñor, que. no es el momento actual para forjarnos .
esas situacio TlflS desc?Ilsuladoraj?; que p.o hay. rnotivo ni fundamento alguno para ello. Por el contrario, á mi me asiste
la confianza de que se acrecentarán nuestras riquezas por el desarrollo, por el vuelo que habrá de tomar la industria manufacLurerai' ,{', siluaciún mas desconsolarlora .r,Como para, pintarn08 una producción dice ha perdido todavía, se. nos que, nuestra mercados muyimpurtantes después dc la gucrra contra el
Perú y Bolivia. Cierto, señorjpern se olvidan los que esos aseguran de que 'en la aotualidad tenemos abierto un luercado seguro, constante, el mercado de Ariea á Taena, quo no consumir(l menos de ocho millones de nuestros productos. Se olvidaIi,tamhién que ese nlercado debe hacerso extensivo á las salitreras de Tarapacá. Yo, señor PI'8sidcntc1 consideraría como un síntoroa deplorable si el Gobierno, slarmado por las deolamaciones delos pesimistas, por los cargos de derroche que se le hacen, hubiera de volver atrás, minorando el impulso que necesita ,
dar á la construcción de las grandes obras públicas de reconocida utilidad. He visto con dolur 'lile la importante línea férrea que ha de Ilnir á S?ntiago y Valparaíso por la via de MelipiUa haya sido la pl'imera victima sacrificada en la atm6sfera de los temores quimél'icos. han dicho que no temen po?, el pnr.venir; no llegaremos hasta encontrarnos en presencia de un déficit corno el que se anuncia el1 nuestras entradas, ni menos que pudiera producirse una desastrosa ori?is eoonómiLo!'t sflñores Ministrof)
Es la verdad, á mi juicio, y, ,en caso de oualquiera -emergencia que se ?presenteJ tiene en flUS manos el Gobierno oo..
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
los meùios de conjurar el peligro haciendo notables redue" T:", .? -l: ciones en el Í}fCSUpuesto. .ò y á este respecto, participo do la opinión manifestada por el honorable Diputado por V alparalso, cuando se discutió el .
"
proyecto que fijo los' fuerzas perìnonentes de la RepÚblica; yo creo que el ejército puede reducirse considerablemente sin inconvenienerite algunoj que pued.e desarmarse, sin pe? ligro y sin daño del servicio, 'cuatJ'O
ÍJ
cinco buques de nues-
tra armada. Abrigo la opinión de que nuestra fuerza no está en el mantenimiento de un fuerte ejé?cito de línea, sino que está en atender convenientemente nuestra reserva1 organizada eDIl uh buen cuadro :de oficiales y de clases/de ?uerte que en un momento dado nos deje en la situación de movilizar 15 á 20 mil hombres en pocos dios, Llegado el caso, fácil sería hacer .
otras l'cducciones. Pe'ï'o hacerlas 8u"!:Ipendiendo la construcción de grandes obras púbJicafi, qlle son el prjncipoI agente para el desarrollo de lo riqueza nacional, me pa-
estas ú
rece que sería Înel1rrÎr eIl UI1 gl'8vhilmo error económico.. Mirando esta cuestión' por su aspecto poHtico, el partido liberal está obligado á propender por todos 10B medius al desarrollo dela industria; á dar impulso å todas las grandes obras; á manifestar 'que '110 sólo podem?usvivir del 'cobre y del trigo; å ilustrar å las maBas, para hacer del campesino y ,
del gañán no sólo fuerzas productoras en nuestro país, sino para p onel'lo en situación de conocer y de ejercitar sus dere. .
cho? Los conservadores y los partidos reaccionarios buscan su fuerza en la ignorancia del puehlo y han tratado sietÍlpre de no mejorar su triste condición; y los Jiberales, por deber y por eo nveniencia, e8tamu? obligadus á hace!' todo lo con',I?
<.-'
trario. Pasando ahora á ocupanne del disCUJ'sO delhol1orable Diputado por Talca, Su Señoría ha rlicho 'lue 110 hace ni ha queriùo hace,' al partido liberal solidario de los abusosii1ectorales que se han cometidu en las ú1t.imaH ccditìcaciones.
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OBRAS
?.DE
ISIDORO ERRÂZURIZ
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175
Esos abusos los atribuye å actos del GobierilO, soñ consecuencias de lo que Su Señoría llama política personal Según el señor Diputado, no es el partido liberal el que se ha batido como bueno hasta obtener un triunfo espléndido en las juntas de mayores contribuyentes, No es el partido liberal el que ha alentado å sus amigos en las ines..' califICa' doras; es el Gobierno; son los inLenúentes y gobernadores'; son los políciales; sorclos presidarios 101:1 que so han batido ,
por 6l,los que han consolidadu la prepunderancia del partido liberal. Ya que Su SefiorÍa ha avanzado semejantes afirmaciones, es fuerza reivindiear una vez más el pedecto derecho que .
tiene,'e1 partido liberdl para cOIlsjderarse usufructuario de
la victoria. Recordarán mis ho nurables colegas '1 tle lué el partido liberal el que elaboró la actual ley de elecciones 'Iu, abría ancha puerta á las aspiraciones de sus adversados; que fué él quien, según algunos, cnmetió la bisoñada 6 el candor de entregar la conslitución del poder eh?ctoral e:1 manos de ciertas clases }H,j\'ilegiadasJ fpIe han sido y Bon en todas partes esencialmente cOIH;ervadol'as. Por un. acto de magnanimidad, de aquellos que á veces son mirado>> por los adver'sarios y por lot:J IIiironc? como ac? tos de imbecilidad, pusimos el poder electoral á lus pies de .
nuostros enemigo!;, y al rnÜmw tiempo los miembros de esta. Cámara, de o:rigen espurio según Su Señoría, les dijimos: ion qué mano:;"queréis que coloquemos la espaua del castigo y dcl escarmiento? Y corno dijesen (,en las del po(ler judicial>>, entregamos å éste la constitución del poder electoral, y encargamos å los jueces que, en términos perentorios y funcio? nando como teJ'ribles máquinas de guerra, dejasen caer la
cuchilla de la ley sobre los infractor es, Esto, sea dicho, se hizo cOIMa la voluntad dol Gobiernu, Sin embargo, Su Señoria, el honorahle Diputado por Talca, considera á. la Cámara que así pro.cedió como de .orjgen espurio y no se atreve á pedir un voLo rle censura porque lo ne-
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES ..-DE CHILE
garia. De modo que, según Su Señoría11os miembros de esta Cámara, cuando Jes conviene, son capaces,hasta..de;entregar á manos. enemigas la libertad elecloral, y, cuando les cOIlviene, son serviles! , IComo, señorl lEs ó no cierto que podemos poner. á raya al Ministro de lo [nterior y al Gohierno.1l Y si, como dioe el .
honorable Diputado, eso pudimos en la formación d!;,la ley, ,que es lo másj.no lo podremos cuando se trate de ahusos que los hagan culpahles en los términos relatados por Su Señoría1 que es por cierto harto menor? engañe el honorable Diputado por Talca, ni nadie .' No se se engañe. Protestando conlra los abusos parciales de que, dicha sea la verdad, todos los. parlidos se han hecho reos,
reivindicamos el derecho de haber estado en todas partes; de haberno? batido como buenos en la constitución de las juntas de mayores contribuyentes; de haber vencido en donde en virtud de la historia, de lu..lógica y de la experiencia de los siglos debimos ser derrotados por las fuerzas conservadoras. Reivindicamos el derecho de haber conducido las calificaciones, de haber hecho circular nuestros emisarios por todas partes, y de haher empleado á los mejoreg de nuestros soldados. Pero, se nos dice; ha habidu faltas, dolitot;;, críJJumes, que van á quedar impunes!. JY hien, señorllNo se nos pidió que conliásemos á la magistratura el dereoho de oastigar á los .
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malhechores polítioos? No se proclamó entonoes en todos los tonos imaginables que no era posible mejor.salvaguar-
dia eontra los abusos eleotorales? Sin emhargo,el honorable Diputado por Talea dioe ahora:-Jqué oandor pedir que se apele á la justioial Su Señoria, que protesta del Congreso, protesta también de la magjstratura: á aquél, no se puede apelar porque es espurio; á éste tampoco, porque los juece8 están cohechados de antemano oon el alioiente de algún ascenso ó recompensa! Yo digo á Su Señoria:
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lá qué tribunal quiere que confle. 'mos en Chile la salvaguardia oontra'!os abusos eleel<>rales, -
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OBRAS DE -ISIDORO, ERRÁZURIZ,
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ya que los jueees son impotentes? Propóngase á los reivindicadores,y él y el partido liberal cometerán todavía labisoñada de aceptar á ciegas las indicaÓones de sus propios ene-? mIgos. á Yo debo llamar la atención la manera de discutir del honorablo Diputado por Talea: Su Señoría se erige en juez, Iechaza á todas la' autoridades, condena á,. todoßI mundo; y sin embargo no se apercibe de que la serenidad del al-
ma,de que no da muestras, es la primera ymás esencial cualidad del juez; lCómo es posible fallar sobre los bombres y los sucesos, por la palabra de fé de caballeros que. en esta Cámara ó fuera de ella, han lIevadó la violencia de la pasión hasta olvidar las reglas más elementales de la corte,ía? lCómo vamos á dar ascenso á las afirmaciones de tales personas, cuando encahezan sus relatos tildando á las autoridades de asesinos y viles traidores 1 La simple aseveración del hono.rable Diputado por Talca, en qne arroja el lodo sobre personas dignas y respetables, ,bastará para revestir un hecho de la notoriedad suficiente para determinar á la Cámara á
que procedaligora.mente? No? señor1 tanto menos cuanto que de común acuerdo los partidos, han encomendado á la justicia ordinaria la represiÓn d e los delitos electorales. ,Es posible suponer que en los departamentos de Lina.
res y de Talco la fe de los ciudadanos en la justicia haya desaparecido hasta el punto de deseonfiar que no se consiga el
castigo de una sole falta electoral? lEs posible suponer que 198 magistrados sean Lan débiles que no se atrevan á c3.8ti-
gar uno solo de los mil abusos que se aseveran como cumeLidos por los agentes de la auLoridad 1 Yo afirmo! señor, que las tra.sgresiones de los .derechos) electorales no pueden ser traídas á la Cámara-sino acompa,:l' ñadas de datos fehacientes, plenos, bastante,para formar ilustrada conciencia sobre su efectividad y alcance, y para determinar sí, á'más do la represión judicial, Ó en defecto de ella, necesitan la repJ'esión parlamentaria, manifesLada IJOr.el voto de la Cámara censurando á los miembros del GoERBÁZURIZ.-T. n,
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tierno. Pero cuando la represión legal ha sido siquiera intenel señor Diputado. tada, .es prematuro, por lo menos, que de precipipor Talca vuelva la espalda á los jueces y,trate. tar å esta Cámara, de origen espurio! según Su Señoria, en el ejercicio de atribuciones que debe ejecutar en las circunstancias más caracterizadas. Me ha extrañado sobremanera la actitud del honorabh, Diputado por Talca, cuando en sus discursosl1amabala aten-' ción de la Cámara hacia un punto completamente extraño hacieudo degencrar el debatc en una cuestión de caráctëI' á personal.. Su Señoria nos ha hablado de candidaturas la .! presidencia de la República. A este respecto debo decir qUees práctica antigua del partido liberal designar sus candidatos en convenciones pop,ùares. Son estas únicamente las que cnsalzan y pre-' mian á los buenos partidarios, Y admitiré además al bonopor' Talca, que muohas veces el encami...ble Diputado zamientD contra ciertos hombres por parLc dc sus adverá sarios, ha sido. CauSa suficiente para elevados inmensail '"US amIgos, y acordarl"s recom-. altura en el concepto de pem:as y honores que compensen ?sos encarnizamientos..
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injustificables. Resumiendo, señor Presidente, lo que he tenido el honor de manifestar, concluyo alirmando que el presente debate sobre la cuestión electoral lo considero intempestivo, y que. se ha traldo á esta Cám?ra un elemento no .maduro para enta.bla.r una. discusión parlamentaria. y en cuanto á la discusión económica sobre la enfermedad nlOnetaria porque eu apariencjas atraviesa el país, creo que denunciando esta.s alarmas es como muchas veces se engendra el malestar social, causando, pl'ofundas perturbaciones en el alto comercio, creyendo, los que asi proceden, que hacen un gran servicio al país. Mientras tanto, yo puedo asegurar que durante estas discusiones, habidas tantu en esta,Cá-'
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mara corno en el Senado, ha sucedido el hecho de que varios.. comm;ciantes de grandes casas.importadoras llevando en las T
1,.
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manos los discursos de ]os pesimistas, se han presentado pidiendo esperas para sus pagos. Han estado aguardando los discursos que han pronunciado en el Congreso para hacer su negocio, y en los cuales no se ha podido e"conlrar todavia el remedio que con tanto afán se preocupan do buscar los que se consideran designauos para emitir J)U opinión sobre
tan grave materia. ,
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Debate politico SESION DEL 26 DE NOVIEMBRE DE 1884
El señor Erråzllriz (don Isidoro),-Pido perdón á la Cámarapara terciar en este dehale, que adolece de tanta irregularidad. Es un debate cuyo rumbo está perdido y que se ha alejado completamente de su punto de partida. Es un debaLe que. no puede ni pretende por ahora llegar á un resultado práctieo y parlamentario en este recinto. Más que un debate es una conversación parlamentaria. Alentado con la idea de Leneral frente, en el honorahle Diputado por Copiap61 un interlocutor sagaz} cortés y correcto, aun en sus injusticias, y considerando que hay, en ,
efecto, y en hora presenle!abundantí?imo tema para la conversaoión políLicB, entro en materia.
lLograremos entendernos? Asi lo espero, discutiendo, como lo hago, con hombres de vasta experiencia parlamentaria y poJítica. Para eso es menester que comience por disipar algunos groseros errores de óptica y algunos errores de hechos,yque pida no se cierren los ojos ante sûeesos que son de púbJíco dominio en la historia de nuestra vida púbJica contemporánea. Error de óptica se comete al creer que en esta última épo. ea ha habido en el mundo politico y parlamentario inmen?as perturbaciones y un profundo trastorno.,
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
<Porqué la dposición ha presentado en Hnea 35 votos, el mundo poHtico se ha trastornado? Error. ;'En la última sesión ordinaria"de agosto pasado se midierÖn las'Cuerzas de los partido); de oposición y del ptirtido liberal en esta sala;.'aquella presentÓlos ntismos a5 voLos que
".
hoy ha presentado, co? la direr?ncja de qoe en aquella vez la combinación de los elementos hostiles no lué tan completa. Los partidos de oposición liberal prestaron á los conservadores un voto, con la cláusula del da y quita, mientras que ahora los conservadores han prestado á firme diez votos á 10] radicales y liberalcs de oposición en la elección do "
PresidenLe y se los negaron para
la eleccjúJl
dI:!
los
vice-Pl'e.
sidcntes.
Por nuestra partc, tu vimos en aquella ocasiÓn en linea 57 votos, encuntrándose aU!:lente el honorable señor Ul'rutia, Diputado por !tata, lo que nos da una mayoría de 58 votos.
Ahora hemos tenido /17 votos depositados en la urna en favor de nuestro actual Presidente1 dos votos en" blanco emitidos por Diputados liberales y uno de los dos votos dados también por mfDiputado liberal á nuestro colega el señor LasLarria. A esos cincuenta DiputadoM debemus agregar 1m; huri'urahles Diputados siguicntes: cl honorahle Diputado suplente .le San Felipe, el honorable Diputado por el Parral, el honorable señor Barazarte, el honorable Diputado por Loncomj[]a, el honorable señor Erlwards, don Alberto, el señor Vicente Dávila Larroin, que perdió su puesto en la Cá'
mara, con lo cual
sc
obtiene un resultado" análogo al dc
agosto Último.
La situación parlamentaria actual, por co'nsiguiente, no es
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nueva.
"
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y cuando se HOS hecha en cara que hemos celebrado algu.
,{",
na nueva alianza, se comete un segundo error por parte ,
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B[ßLlOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
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honorables señores que se haBau en situación'l de, saber ',,' exactamente lo contrario. ..? J)' del Chile parlido libela alianza Desdc cl año ì6 existe en
ral civil,alianz? quc posteriormente ha sido ratilìcada en diel manteniversas ocasiones. Esta"lalianza tenía,.por.,basø miento y desarrollo prugresivo de las instituciones civiles contra todas las tendencias usurpadol'as y con!rgiaS al principio de la soherania del Estado. Esta alianza m'atices
se
compuso, y aÚn suhsiste, con todos los
delliberalísmo.,
á en ena una ala derecha que se mantiene fiel los de,izquierda rechos antiguos del Eslado; hay en eBa uua ala llegado hasta pretender la emanque en eiartos momentos ha cipación de la Iglesia, conservándole todos sus privilegios; y hay uo ceotro que aspira, tambiéo á la separación de la Iglesia y el Estado, comenzando por suprimir sistcmada y gra-
Hay
dualmente los privilegios de la
primera."" .í
Debo reconocer que, perteneciendo yo Í\ la organÌ7:aqión del eentro de esta línea de bataBa, me he inclinado siempre á ll)J1rchar con los miembros del ala izqui?l'da; y al través del humo y el polvo de ocasionales combates, he tendido siempre hacia ellos mano ami?a y el ramo de olivo de la '< confraternidad y de la reconciliación. gohiernos, la balau. Ha oscilado, según los liempos yJos liga libeza de la iníloeucia entre los diversos gropos de la fuéprecisamente la época-de maral,siellrlo de advertir que periodo administrativo dd yor auge del partido nacionlli el EXCIDÇJ. Scñol' Pinto" qne se uos ha pintado hoy como la edad de 01'0 .lel radicalismo y del régimen parlamentario .
en Cbile.
Durante la administración actual han predominado las doctrinas del ala i'quierda; y por esu, cuando la he visto desbandarse y alejarse, á impuJsos de pequeños y rencorosos ?óvlles, no puedo menos que creer que los honorables señores de ç?e grupo se han hecho culpables de negra y suicida.
ingratitud,
..
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ '-"i?
'I83
'Håsta ayer no' mas los tres grupos 'del partido han estada concurricndo juntos á la elección deM?sa de estaCámàra; y ?i esa uniÓn ha Rido suspendida, ha. sido obedeciendo
flueneias individuales y
áill"
que no tienen la importancia. de
: una resoluciÓn políLíca. Ha.y toda.via los dos grupos que constituyen la.s a.la.s del gran partido civil y que comparten con el grupo liherallas responsahilidades y la.s tareas de la administración púhlica. Se ha.lla.mado al grupo nacional á compartÎ1' la.s ta.rea.s de la admills_tración euel ramo de la justicia, y al grupo radical ó los de la administra.eiúu politica.,de la diplomacia y de diversas otras secciones del servicio del Estado. En cua.nto á la. presenta.ción en el Congreso, predomina el ala derecha sohre el rádica.lismo en el Honorable Senado, al paHo que, 4:!n est.a Honorable Cámara, es 'cons.iderable el exeeso de la. representa.ción de la izquierda. sobre la. del ala. .'1 derecha. Asi, pues, el pacto de alianzr.a que (ué celebrado en 1876, ba.jo los' a.uspicios del Presidentê Errázuriz, y que ha sirlo ratificado en divel'sas Gcasiones, y Últimamente con motivo de la elección del actual Presidente de la República, subsis. te hoy, y uno de los adeptos de ese pacto, uno de lò que ha <.:ontribuido á la alianza, ha sido, el honorable Diputado por Copiapó; yen tanto que sea respetada entre los hombres la .
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seriedad de los eomprllmisos polítieos, el honOl'able Diputa. do por Copiapó dcbe considerarse como el aliado de nuestro
honorable Presidente. Demostraciones bulliciosas en las galerias. El señor Montt (I'residente).?Advierto á los señores de las galerias que no deben hacer manife"tación alguna si de.
sean eontinuar oyendo los debates de la .Cáma.ra. Puede eontinuar usando de la palabra el señor Diputado
por Valparaíso. "'. El señor ErrlÍzu.riz (don fsidoro).-Dnrante la époea de recè?o del Congreso se ha reunido un eonveneión radiea!. Si Se hubiera. querido poner término al paelo de alianza, uno "
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
de los primeros actos de esa 'convención habria sido la declaración de que ella quedaba rota. Y no sólo no hasucedido tal cosa, sino què el presidente de la convención radical ha veni-
Copiapì'" {lue do, como consta de un acta de la asamblea de tengo á la mano, con poderes de delegado otorgados por electores radicales y liberales unidos, Hay toda vi a una circunstancia que contradice de plano t(llto lo que pudiera dccirse-..respecto de la ruptura de la .
alianza. Para quepudjéramos considerar este acontecimiento como consumado en la politica de Chile, seria menester que los radicales hubieran retirado de antemano su hombro de la tarea administrativa y sustraido su nombre de las res,,' ponsabilidades fiel pqder público, El señor Garularillas (don Francisco).-DeclareSu Señoría que el Presidente de la República tiene candidato, y es\} sucederá. El señor Erråzuriz (don Tsidoro).-Cada vez que en la veniencia de un hombre ó un partido suena. la campana del deber que ordena el alejamiento del poder material ó moral por el cual, hasta esa hora, se ha profesado con vene-
ración y á cuya gombra se ha vivido, es menester comenzal" á imitación de Martín Lutero y de' David Straus, ,por coli. gar los hábitos. Y esto no es solamente convencimiento del que habla; un distinguido caballero dc ,la oposición liberal, 01 honorable
señor Matte, ha sostenido no hace muchos dlas! en una carta que los diarios',han publicado, quo 01 Gobierno no tiene del'echo de podir que compartan cun él las tareas de la administración pÚblica 105 que oombatim su politica como funes-
ta 'v o
calamitosa,"
y si el Gobierno no tiene ese derecho, no pueden en concepto fiel honorable autor á que mO rofiero, tonel' tampoco
derecho los e'Ì1emigosá fondo de la administraciÓn para presresponsabilidad, ya sea tafse á comparUr con esta tarea y ó en desthlO dé 'desempeño gratuito bien en destino con re-,
muneración fisca1.
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ÖBRAS DE Is100RO ERRÁZURIZ
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Un hecho que afirma en la práctica lo que el, honorable señor Matte ha sostenido en principio, ha tenido lugar en .
estos di as.
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El honorahle Senádor Aldunate, representante de Chile el hecho en los Tribunales Arbitrales, ha demostrado con responsabilidades con una que no era su ánimo compartir administración que combatía. Desando obtener libertad de acción, renunció su puesto. Este procedimiento coloca al hunorable señur Aldunate á y le ha conquistado el derecho de decir que mucha
altura, encuentra no ya ligado pur la alianza con el Gobierno y los partidos que le sostienen. No está, pues, rota la alianz? y no lo estará. mientras el partido radical, reunido en convención, no declare que renuncia á ella y á los deberes y á la responsabilidad que ella se
impone,'con la misma solemnidad con que contrajo el compromiso en 1876 y lo ratificó en ocasiones posteriores, /Y por qué habia de romperse esta alianza que ha sido he. néfica y dc gran provecho para el progreso (le las institu. ciones del país? lPor qué haurá de romperse una alianza en el seno de la cual ha podido haher disensiones y anarquía, pero que ha afirmado la soberanía del Est.ado y ensanchado el campo de la reforma? iVacilaría la alianza sobre su antigua base por que se ha realizado una convención de liberales y nacionales que, según se dice, revela el propósito de una descarada interven-
ción electoral? La alianza ha resjstido, en más de ulla ocasi6n al sacudimiento y al desprestigio de una base intel'vencionista. En 1876 fué fuIidada en apoyo dc una int.ervención; y el
intel'vencionista evocado tl'ayiesamente. tseria hoy.hastante poderoso para separar á los que eBtu. vieron tan estrictalnente unidos en aquel año memorable? La verdad es que no se ha presentado jamás una propaganda anti-intervûncionista que tenga caracteres más déhinuevo- espectro
biles, más sospechosos que la actual.
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HIBLIOTÉCA DE ESCRITORES DR CHILE
de no Es, desde luego, curioso que hayan alzado bandera intervención todos los caudillos políticos á quienes ha tocado presidir las elecciones más tachadas de intervención que se han verificado en el país desde 1870. " Los hombres 'públicos tienen derecho para arrepentirse, conveniente dejar ancho campo para; el y es .natural y arrepentimiento. Pero es arrepentimiento de dudosa ley, el que, en vez de presentarse moùesto,.ofendc con la altivez y la injuria arrogant.e"; y la coSa inspira recelo cuando el arrepentimiento favorece demasiado los intereses de los arre? pentidos.
.,.
Llamo la atención de mis honorables colegas hacia la singularida,l de que, á pesar de tenel' á su alcance hechos recientes en que es pesible estudiar los p,'opósitos electorales del Gobierno, se desdeña ese elemento de estudió.y convic-ción y se anda á caza de supuestas intenciones respecto de
un porvenil' que se dibuja apenas en el horizonte. EsLucHemos sin pasión ese pasado cercano. Haco ocho meses [I'lfl se eligió el COQgresq, y esa elecciÓn trajo á estos bancos una mayoría liberal considerable cuyos miembros, todosj con excepción de dos suplentes, han conta.. do con el apoyo ó el benaplácito del partido liberal que sos-
.
tiene la administración. Ahora bien: lcreen los honorables Diputados de la oposición liheral que se hallan en este recinto por obra dc la intervención? lHubo intervención en las. elecciones pasadas? (La hubo en Copiapó, en Valparaiso, en los diverso. deparoposición talllen?o. representados hoy por caballeros dc la .,r liberal? Si así 10 creyesen, debe1'Ían manifestar su arrepentìmiento?..tiI'anduá la.callo, sus títulos espurios, pOJ'qUA no es verdadera la e'ontrición mientr'as Re goza del fruto del pecado, lO creen 105 11Onorables señores que:1ho huho ÎnteJ'!lCnción? Entonces ese hecho les manifestara que tampoco la hahrá en el porvenir. El mismo homhre se encuentra â la' cabc'zå del Estado; el mismo partido le I'odea.
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Es en ese pasado cercano donde deben estudiarse las inten ciones del poryenÌr, en los hechos y no en las falsa.s imágenes de la mente, irritada por]a fiebre de]a locho. Hay hechos, se dice, sin embargo; la org,uíización de ]a ,convención por los cor:nités parlamentarios dellibera1ismo gubernativo. He aqûí el hecho revBlarlol' y,acusadol'; cuando avanzamos más allá, preguntanflo por signos más posit.ivos éinmediatos de intervención, encontramos, so.'sostiene que]a mejor prueha de ello es eluo haher aceptado el partido Hberal el voto acuUlnlativo y la regla de los dos 'tercios para la elección de delegados á la convención. Pero) lquiénes tienen derecho para hacer cargos á 105 partidos liberal y nacional porque no aceptaron ni el votu <lcumulativo ni la regla de lus dos tercios 1 No tienen evidentcnuwte ese derenho los caballeros de la oposición liberal, porquo el honol'ahle !:Ieñor Al'Lamirano, {lue los representaba en el seno de los comités, no sostuvo
ninguno de esos do? principio?. Los sostuvieron sÍ, lo? honorables delegados radicales. Pero para. poder hacer valer este rechazo del voto acumulativo y de la regla de los dos tercios como un gran crimen de los liberales, debieron los honorablos señores primeramente probarnos que el:)8 principio se halla inscrito en el programa político liheral en tales caracteres que forma parte constitutiva de su vida y acción de partido, y es reconocido, aquí Ú en alguna parto, CUIno grandiosa conquista del et,píritu liberal de la época, A esa altura no es po?;jblB, sin cmbargo, levantar una rcgla que perruite á la tercera parte de una asamblea coartar y dominar á la mayorÍH1 y que equivale 011 sus efectos, allí:.. beTllm veto de la dieta polaca, en virtud del cual hastaba t?l caprioho de un solo m?gnate para paralizar la acción de tuda la corporación. Por]o demás, esta regla de los dos tercios está completamente desautorizada por ?us resulLadus en el pais de 1as .
convenciones eleclorales.
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CIIILE
Sólo un 'partido en Estados Unidos Ila adoptado la regla de los dos tercios: el partido democrático. La aplicó en 1832 y otra vez, con grandes dificultades, el arlO de 1835. Merced á un eambullón destinado á servir ]os intere,e, de los esclavðeratas, volvió á ser adoptada en 1844, en la con"
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vención del Baltimore, y el resultado 'que dió en este caso fué la elección de Polk, erautor de la inicua guerra de Méjico, de Polk,.á quien en pleno Congre'o se le apellidaba el embustero Polk. En 1860; en la convención de ,Charleston, se puso nue? vamente en práctica la regla de los dos tercios, con elÒbjeto, ,de impedir la elección 'de Douglas y de favorecer una candidatura más simpática al sur.
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La convención se fraccionó y el resultado fIJé un a derrota tan tremenda comu digna de memoria. En 1870 se puso en práctica en Chile la regla de los tres,
cuartos:è Y qué resultó? Que una minuria, entusiasmada con ?u poder de obstrucción, consiguió impedir el nombramiento del candidato que disponía de la mayoría de la convención, y que esa minoria radical adoptó é hizo triunfal' la can-
didatura nacional del señor don'José Tomás Ul'meneta., El cargo que los opositores radicale, hacen á losliberale8 nacionales BR tanto lIlas injusto cuanto que ellos mismos no han aceptàdo en sus recientes a,ambleas la regla de los d08 tercios, y hace días se publicó que, hahiéndose levantad" en la reunión radical de Valparaíso, que eligió delegados, una voz condenando la aplicación del voto acu Illulativo, la concurrencia aplaudió con fervor.
En la convención celebrada en Santiago por los radicales" los d?stercios 110 han merecido siquiera e] honor de una mell.. ción; y sin embargo, se tiène valor para declarar que el partido radícal vacila dentro de la alianza liberal solamente .. porque esta no aceptó aquel sistema de elección. Cuando más tarde, en días tranquilos se abran las páginas del proceso de esta 'época y de. sus hombres, va á caUSar
profunda admiración que
se
haya alegado semejante causa.
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OBRAS DE1;ISIDORO ERRÁZURIZ ,
p,ara la ruptura de una alianza de partido establecida, para .el resguar?u de las instituciones civiles y mateda!es, Con'
éxito, durante diez
añoso
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Se ha acusado tudavía al liberalismo de abandonu de lus principios de] partido en la redacción de su programa. Pero .
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lcómo es posible hablar huy dél programa, que sólo puede 'ser furmu]ado por la convención <[ue debe reunirse en Val-' paI'aiso el 17 del próximo enero? -.ì ",">Es de advertir que los señ.ores de la oposicióll nos echan .
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falta de programa, y hall declarado en su convencióno:t que ellos no necesitan-programa, que su prograrna es cono-
-en Cara
cido, como si estas declaraciones de propósitos politicos. fueran especie de cal'LilJas matemática.s capaces de resistir á la aedón del tieIhpo y de las transforInaciones del mundo 'IH;lílico; como si no fuera necesario que los partidos tendie.
sen constantemente la vi?ta en torno suyo pal'a incorporar á su prugrama nuevas ideas, flxpl'eHión de nueVaS necef>ida? des; como si IL?l fuera monester celebrar, en vísperas de.Loda designación electoral, pacto entre los electores y los elegidos
vista de los problemas coucI'elos que reclaman solución, practica en la época siguiente. Todavía hay otro punto <[ue es menester dilucidar; la prueba de propósitos de. inLervención electoral <[ue se pretende descnbrir en el hecho de que los mÌembros de] partido liberal tienen ya sus afeccioncs pum?ta8 en una, candidatura. Es menester que e] ahuso de la frase y de la autoridad y las vestiduras del saccrdocio polilieo estén muy arraigada?p -e??,cjertos círculos de este país para que pueda eurostrarse á. un partido, en nombre de doctrinas ßugustas é inmutables, eI).
corrio abuso.y como crimen, como anuncio de inter'vención inícua; Oql;esus mit??bros a.cudan á la convenoiÓn, sabiendo s?bI'e]a cabeza d? qué hombre han de reunir la mayoría de -sus .
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adhesiones.":o
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lSe.querria que los de]?gados ã]a convención llegaran'á ?Ila sin id.?arespecto de candidato y esperando que el Espí.
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rit.u.Santo 108 iluminara? Estamos' reunidos por ahora con el Espiritu Santo, y es seguro que no se dignará ilurninarIlos. Mientras haya poHtica en Chile, mientras los hombres no' sean unos hipócritas autómatas, han de saber, meses y aÌlOs ante? de cada elección, cuál es el candidato dc'sus simpátias han de haber fijado sus ojos cn cl hombre que, á su juicio, es capaz de realizar con mayor acierlo sus aspiracionc'ä' y miras políticas.
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El señor Gandarillas (don Francisco).-"-iNos podria'decir, Su Señoría, cuál es HU candidato? El señor Errázuriz (don Isidoro ).-Si, seflOr; don J ose Manuel Balmaceda. l Y su Señoria no podría decirnos cual cs el
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suyo? Manifestaciones diversas en las galerías. El seMr PresidenÜ" te manda despeja,r lma parte de ellas. El señor Errázuriz (don Isidoro).-Desde'que conozco"en ..
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Chile politica y politicos,' todo el mundo ha tenido y ha proclamado candidato. La candidatura del señorSan.ta Maria, designado por la convención liberal hace cuatro años, era aclamada mucho tiempo antes de que se reuniera lå cónveflción que lo eligió. En 1876, sucedió igual cosa con la candi-
datura de don AníbalPinto. La candidatura dc don Federico Erráznriz fué tambien act,ptada mueho antes que fuera elegido por una convención. " El juego de ese mecanismo es lo 'lile constituye la acción .
franca de los partidos poHticos. No se muevo cIlla arena 1'0lltica un partido digno de este nombre sin quo procure, con
anticipación, encontrar hombres que puedan ser'oporLuna* namente enc'arnaciunes de Sil voluntad. lQue .ucede, entre tanto,á los oaballero. que so han lo-
vantado en armas contra la alianza liberal? A ollos no' le. raltan, tampoco, candidatos; hay entre ellos candidatos para todo. los gustos, oandidatos fabricados al gu.to del pú'ebloy al paladar del Gobiorno; cada uno de lo. partidurios 'de más peso tiene ùos candidatnrasj la propia, y otra caJìdidatü)'u con que hace Su juego.
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Séame permitido declarar, por otro lado, que la lucha dentro de los comités parlamentarios no ha sido, en realidad, por los dos tercios 'ni por el voto acumulativo: fué en-
tre
el principio de que la convención dehía ser
formada por.
delegados que arrancasen su IlOmbramiento de todos los electores hábiles del partido, y el propósito de preparar con. venciones con el especial objeto de educar,detcrminados
problemas presidenciales. En cuanto á la intervención,
preciso que mis honorahles colegas tengan presentes ciertos hechos. N o se ha hahlado de intervención sino en los ultimos tiempos. Antes la preocupación no era si el Gobiel'no iba ó no á intervenir, si? no sobre quien fijara su atención el Presidente de la Repú-. es
hlíca para dejarlo por succsor, y es notorio que la capital de Chile se constituyó en esos días en fábrica de cartas en. que se insinuaba que el Niño Dios estaba pronto á nacer Y' que era tiempo que en todas partes se proporcionasen acémilas y acudiesen á Santiago con el oro, el incienso y la mirra. El alumbramiento no tuvo lugar y entonces principiaron las murmuraciones contra el jefe del Estado y á surgir combinaciones de los candidatos que tienen por obj eto poner al Presidente de la República en conflicto entre su deber y sus. ""' afecciones. Después se esparcen nuevos ruirlos, se acusa al Presidentc de la Repúhliea de la más negra injusticia, de no tener consideracioncs por los vinculos'de la familia. Y por último, se desencadenó contra él una tempestad de injurias y de diatribas, como el pais jamás la habia presenciado. De manera que la contienda no signHica enojo contra el Presidente de la República porque interviene, sino porque no pone las fuerzas de 10 adrninstración en favor de determinadas personas ó candidaturas. ,No se oye hoy mismo que el desideratum de esa oposipión es que caiga el Gabinete pa-
ra que venga otro de los dos tercios? Se cree que la salvación
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del país amenazado por la intervención, consiste en un Gabinete que venga á intervenir en favor de otras personas. Creo haber manifestado que ]a alianza de los tres partidos que comparten entre si las tareas de ]a admimstración actual;es real y efectiva y que no hay motivo serio para la ruptura dSìt-esa alianza. , Daré ahora á]a Cámara la explicación de los fenómenos y sucesos que hoy se presentan como cargos tremendos cone
tra la admi nstración y su partido. En todos los tonos se acentúa como un cargo el que los notables, el que todas las lumbreras 8e bayan alejado de la' administración para ir á iluminar con sus resplandores el .
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Qßmpo opuesto.
Pero, yo preguntar!a <estuvieron las lumbreras al lado del Pre8idonte ErrázuriÚl\fientrns' el Presidente ErrázurÍz luchó, arranoando å .los conservadores las más importante8 reformas, no se hailaron á su lado. Están habituados hacer la vida de los frailes regalones que nunca asisten á misa ni á maitines, pero que jamás faltan á la hora de ]a cena y de los capitulas. Mal hace entonces el honorable Diputado por Copiapó en querer reivindicar para su fracción política el honor de oompartir las responsabilidades politicas de las últimas ad-
ministraciones, sobre.e.;todo la del señor Pinto, porquo por una rara ooincidencia, por una fatal coincidencia, esta administración no hizo reforma alguna, ni dió un solo paso en .el camino de la reforma. El señor ,}Iac-Iver (don Eíirique).- Pero hizo nna gueira gloriosa y engrandeeió á ]a patria. Demostraciones diversas en las galedas y en algunos bancos de los
Diputados. E] señor Errå.zl!riz (don lsidoro).-Luego veremos si lué el Go bierno e] que hizo ]a guerra ó si fué el' Congreso y el i? pais quienes ]0 obligaron á empujones á Uevarla á eabol. ." El señor Mac-Iver (don Enrique).-Eso está probando .
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que fué un Gobierno parlamentario, que gobernó con el país y con el Congreso. Se repiten las manifestaciones en la barra. El señor Montt (Presidente).-Se van á despejar las galerías superiores del frente y de la derecha, porque han falta-
do al orden. Se despejan las galerlas. El señor lIlontt (Presidente).-No necesito advertir á mis honorables colegas que todos tenemos Ínterès en mantener ,
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el debate á la altura que corresponde á la Cáma.'a, por eso
pediría que no se interrumpiera al orador. Puede continuar usando de la palabra el'honorable Diputado por Valp",'aíso. El señorErråzuriz (don Isidoro).-Sostenía, señor Presidente, y lo sostenía con sentimiento, que no había motivo. para reivindicar como una' gloria. la participación política ?n la administración del honorable señor Pinto, que no tuvo en sus manoS la tarea de la reforma. ,', los dos años medio y esa administraciÓn Durante que solo dió libre los no brazo'd, no un paso en la reforma, tuvo .
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sino que no se cumplió en lo meno?' el programa con que se inaguró. La aprobación de la Ley de cementerios que tuvo
lugar en esta Cámara, encontró el más profundo desdén ?e parte de dicha administración, hasta el punto de provocar -
una crisis minis.teria1. Pero para el honorable Diputado por Copiapó esa administración dió al pais muchas glorias, señalando Su Señoría .
como una prueba el hecho de que fué la que dió al pais Ministerios parlamentarios, lo que so oomprueba por la oircUllstancia de que los Ministerios se sucedían unos å otros (Jon suma rapidez.De manera que, según esta doctrina, cuando lord Beaconsfield y Gladstone se mantienen largos meses y años en el Gabinete de Inglaterra, debe presumir?e qUÐ ese no es
un l\ljniste?io.parlamentari!J. En la administración Pinto so qVÍso aJìa'.!?ar al Qabinete del que era jefe el honorable señor Lastarria por una mayo, ERRÁZtTRlZ.-T. tt.
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6?votos, y
al día siguiente el Ministerio parlamentario tuvo que retirarse. y si se consulta la lista de los nombres que sucesivamente compu.sieron sus diversos Ministerios, se verá que hay allí los de muchos hombres conspicuo? de nuestro país, muchas notables inteligencias; pero se verá t.ambién que en generaL muy pocos de ellos vivían en intima relación eon el programa de'reformas del partirlo liberal. Y 'si no, transladémol1os por un momento, aunque sea con la imaginación, al año de 1881, cuando brillaba el partido liberal concentrándose en torno del señor Santa Màría, rap.resentante de aquél por sus principios l'eformistas. Había también entonces lumbrer?s Üe ese mismo partido liberal que quisieron concentrar sus luces hacia la candidatura del ilusLre general Baq uedano. /Qué sucedió? PrecisamenLe lo que tenía que suceder: la o.pinión se pronuIlció abier,ta-
ría de
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mente en favor delpÌ'imero, y las luminarías fahricadasad hoc se evaporaron. Se eligió Presidente de la nepúhlica al señor Sarita María por una mayoría abrumadora'. j En 1882 este'partido liberal, despues de haber desplegado su inmensa linea de batalla aJrededor de las umas, presentaba en el Congreso de nuevo ese cuerpo de lumbrera s, y el señor don J osé Francisco Vergal'a, 1\-linÎstro de lo Interior ent.onces, Luvo que .8ost.ener en este mismo recinto una de las más tremendas jornadas. Fueron precisamente los liberales que hahían acompañado al señor Pinto durante algunos períodos de su administración lU$ que recibieron COn bala en boca al bonorable señor ',lergara. Pero, '?eñor, lIégamos á 1885;'cuando se .toca á cena, y euando el partido liheral se presenta á la lucha con una mar
yoría abrumadora, y que nos encontramos otra vez en presencia de àquellas Carnosas lnmbreI'as, que vienen á pedir un lisiento en la mesa dol festín y que se e.nfadan porque no se les sirve el plato de ,su 'predilección. "Todos somos culpables de estas faltas, fallas que han venido repitiéndose 'desde que el partido liberal se encuentra
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en el podel', y á las que sería ya tiempo de apliearles el corespondiente correctjvo. No parece sjno que el partido liberal se encontrase enfl?rmo, que estuviese atacado de una ,verdadera terciana política. lFor que, pregunto yo, no hahremos de encontrar unh?mbre que llame á todos los liberales á la disciplina, á la óbediencia? No es 'de ninguna manera aceptable que haya' en la .
colmena del partido elementos de acción, y de trabajo y zánganos que llegan á la hora undécima en busca de la miel que otros más afanoso8 que ellos han logI'ado producir. en la primera vèz que el partido libcral pudo contar COn su pl'edominio en el poder durante la administración del
Ya
distiguido señor Errázuriz1 Re sintieron los síntomas de desagregaeiún del partido y fueron los ,elementos disulventes los que principiaron por poner obstáculos á la marcha de esa administración. Muchos de esos elementos se dispér!5arun á los cuatro vientos; peru sí tuvieron buen cuidado de acercarse á la mcsa cuando llegó la hora de la cena. Puede decirse que desde entonces fué cuando principió á ?UIldir la lepra politica que corroe las cntrañas de este partido liberal.
Muchos de los caballeros que forman en las mas de este partiùo se dispersan cada vez que les viene en antojo, se separan á la hora qne creen más conveniente! y en vísperas de una elección presidencial enarholan bandera de rebelión, eso si, que se cuidan bien de no prcH.entat' un candidato. Pero, Ulla vez e]abor?da dentro del partido una medida) cuando esa medida merece los i:l.plausos del país, los distingllhlos caballeros y generales se apresuran á g01.ar del aire fresco de la vjctorja y del aire de la defensal No condeno las ambjcioues políticas: lo que condeno y den
ploro es que las decenas dc eandjdatos que ha producido el partido lib?ral no vengan á conquistar sus espuelas dcntro del partido en que vieron formarse su popularidad, sino qu" lo esperen todo, ó bjen del conllieto, ó bíèn del juego de las rracciones. aná.rquicas, ó bien de la voluntad exclusiva ù?] 1'residente de la República.
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Lamento qlle seamos nosotros los pobres y los humil des, ;saben alcanzar fuerzas pero á veces también los modestos l. .': ,nno de los así como otra vez dieron con el señor Errázurîz, más dignos magistrados de Chile y uno de los priI;'eros campeones de la reforma. Esta falange do mediocridades no es inrerior ni en número, ni en constancia á la que consiguió pa'.. ra Chile el triunfo de, la c?ndidatura del señor Errázuriz. Voy ahora, señor PresidenLe, á to?ar un punto, que puede decirse es el que ha servido de caballo de batalla en este debate del honorable Diputado por Copiapá. Su Señoria con un dogmatismo que asombra, nos ha esLado sosteniendo con tenacidad inaudita una teoría de parlamentari::;mo cuya aplicación haBta hoy nos era:descónocida.'El Ministerio act?al, á juicio del honorable Diputado, no es parlamenLario, aun cuando reconoce que tiene mayoría en ambas Cá,
ma'l"as.
Todos conocemoS la situación política que alcanzaulOs; todos sabemos que la mayoria de hoy se,'á la de mañana, y, sirt embargo, sê sostiene que el Ministel'Îo de hoy no puedr. puede ser el de mañana, solo porque se dice que el Gabinete no es parlamentario. EsLe Ministerio cuenta con la base de la mayoria en el Congreso y sabía que podía contar con su apoyo al organizarse; pues, des,le que la mayoría apoya?a al Gabinete ante-
rior, no había razón para que abandonara á los continuadores de su p'ôlítica. .
Pero, á juicio del honorable Diputado por Copiapó no basta esto para que un Mhiisterio 8e repute parlamentario. Su Señoría exigiría aquí un mecanismo y un funcionamiento delos partid08 tan adelantados como el que se ha logrado
alcanzar en Inglaterra y en Bélgica, pero tal pretensión es temeraria, atendidas ?ues?ras prácticils y nuestra organiza-' .ción rudimentaria. La cuestión de nombrar Ministerio es en Chile muy 8encilla, pues corresponde á solo el Pre?idente de la Repúbli?a según su? facultades constitucionales, que no sé conio. alguien
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se atreva á impugnar en plena Cámara. Déjese,. señor, á los poderes públicos que obrene.sgún su buenenténder, que .
de este modo únicamente es como puede
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marchar sin tropiezos la rueda del Estado. La facultad del Presidente de la República tiene la limitación del derecho del COligresopara .
negar los recursos, de llI?gar su cooperación y hacer estériles los proyectos del Ejecutivo. La existencia de una minoría también e5 necesaria, pero es preciso que nos entendamos bien: nO todos son deberes, de parte de las mayorías. Las minorías deben ser corteses y disciplinadas y dar garantías de que, en caso de llegar á convertirse en mayorías, podrán dar al jefe del Estado la fuerza necesaria para gobernar apoyado en ellas y tomar ,
un Minister"io de su seno. Los jefes de minorías eo Ihglaterra jamás descienden de la seriedad y de la altura propias de hombres que pueden al día siguiente hallarse en el poder; jamás convierten la oposición en demagogia, so pella de Lon,er que cantar tristes pa. linodias, easo de ser llamados á formar el Gabinete. De un modo análogo proceden allí también las mayorías, de donde resulta un orden admirable que hace que la patria no sufra y que nunca decaiga el decoro administrativo ni el le gis-
lativo. En Inglaterra la oposición
ha perfeccionado de tal maó nera, que, cuando llega á contar con la mayoría del pais, sea el parlamento, el rey despide á su Gabinete y llama para reorgahizarlo al jefe de la oposición. El derecho del Presidente de la RepÚblica para nombrar' sus Ministros es absuluto; pero, por acatamiento al Congre? so, siempre busca hombres que cuenten con el apoyo de la. mayoría de ambas Cárnaras. Pues hien1 el cambio operado en parte en el personal del Gabinete no ha sido producido se
por la acción de las Cámaras sino por Circunstancias ajenas de carácter politico, y por lo mismo las cir(:unstancjas que ródean al actual son las mismas en que 5? encontraba.
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el Gabinete de agosto, que nadie ba
negado que fuera
parlamentario. Voy más lejos todavia. La opinión, para pretender derro' cal' al Gabinete, necesitaria más disciplina y fuerzas mág num?ros'ks que las lÍe qu'édispone. Necesitaría ser máH compacta y en lugar de 35 votus, entre los cuales figuran diez de conservadores, que no tienen derecho para toma,"parte en el gobierno? necesitaría cincuenta de ideas enteramente liberales. ..
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SESIÓN DE
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DE NOVIEMBRE DE 1885
El señor Errázuriz (don lsidoro).-No fueron las palabras .
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qne acaba de referir el bonorable Diputado por Valparaíso las mismas que profiriÓ al final del período ordinario dc sesiones; hizo entonces declal'aciones perfectamente eontrarias á las que acaba de haccr.
Por
eso tan,lbien
mi actitud
, entonces fué dÍstinta de la que debo asumir ahora. Si el bonorable Diputado hubiera hecho en agosto aquclIas declaraciones, yo le habria contest.ado que esto de la ho.
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norabilidad y probidad políticas es relativo, y le habría negado el derccho de formular cargos contra mi, simple industrial, cuando podia yo "pl'egllutarle qué clase de relaciones mantenía el banquero Mattc con el Ministro Matte, con el estadista, y qué clase de negociaciones pudo bacer el Minis'tro con el banquero para enriquecerse él mismo y enrique1cer á los suyos. Señor: Est.as palabras de probidad y homadez política en boca de 105 bombrcs públicos, como la virtud en las mujereti, son alhajas de gran precio que deben guardarse cuidadosamente, porque haeerlas relucir con mucha frecuencia .
!
hace sospechar que solo sean falsa pedrería. Por eso es, señor, que ayer, y aún hoy, ?1O hay quien formule cargos conci'et9s de peculado contra el Diputado que habla; hay murmuraciones, ataques insidiosos éintrigas úni.
camente. Pero yo tengo el derecho de decir, que ,í soy sindicado de peculado, 4ebo sedo de frente y con franqueza,
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porqueå un sindicado de peculado no se le llama honorable Diputado, nÍ se le concede prèrrogativa Di confianza alguna;
å un reo q e peculado DO se discute ni se cambiaD frases; los inmorales, 1\ los reos de peeulado, se les acusa, se les prueba su delito y se les El señor Puelma Tupper.-Eso es lo que vamos å hacer. El señor Erráznriz (don lsidoro ).-,Quién serå, entre tanproceso? to, el que se atreve å inieiiÌ, este El señor .Mal/c.-Es lo que estamos haciendo y lo que !le-
COD
cODdena."
Varemos ad elante.
El señor Errázuriz (don lsidro).-Cuando la horda polítide' las zancadillas viles. ca se ve acosada recurre al arbitrio Ya veremos èl proceso contra mi y contra algunos otros. Salierido' de la emboscada, honorable 8e?or Prcsidente, vOlviend?ÍI la que ëobárdemente se me ha preparado, y tranquilidad del debate, sigo contestando al.honorable Dilo que se' putado de Copiapó, para dejar establecido qué es debe entender por Gobierno parlamentario.. Decla q'Jé la facultad de lIombrar á los Ministros de Estado es facultad exclusi?a del Presidente de la República, cODsagràdapor el ,
parlamentarismo del Gá-'
artíeulo 82, inciso 6.0, y que el binete nacia'de la voluntad manifestada por las Cámaras
cn'muchos de sus actos politicos. Y expliéando este parlamentarismo, yo creo que el Minis-' terio áchml.obcdece å estos' requisitos, y reconociendo en el Gabinete á hombres. resueltos á marchar en la polltica lQo con firmeza, sin HsorÌja y sin incienso, declaramos que apoyaremos en todos sus actos. El Diputado por Copiapó no nos ha dicho que los Minis,
tros de Estado necesitan ser grandcs hombres; yo creo tam-' bién que no hay necesidad de ello, y que les basta' para ser ?,. lIalnados grandes hombres qu;? levanten palma" y claven en su cima un bandera cuyo cuyo lema sea candidato. . Si el Diputada ci'ee que no están las grandes lum2
-,'-'-
,
señor
breras å la cabeza de la 'administración, yo tampoco lo creo neccsario; me basta que haya en ellos decisión, caråcter, /ir-
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meza, honradez de convicciones, y andando e] tiempo llega:," rán taÌrlbién á ser luminares. Mucho se hab]á de que en la oposición están las inteligencias, las culminantes inteligencias; y es'preciso qlÎe record e.
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mos que nosotros no estamos aquí por derecho propio y que todos son iguales. Nunca seha exigido que vayan á los hancos ministeriales ,los grandes personajes y las grandes inte]igel)cias. Sólo en e] partido liheral de 1862 á 1867, 11lécuando hubo en e] poder hombres libera]es de mayor importancia. En el año 1870 lué cuando se presentó una minoría de treinta y cinco Diputados, tambien de los más prestigiosos; entonceB formaban parte de ella, los Lastarria y Varas,
Santa María y Ochagavía, Ambrosio Montty Arleaga; Cruchaga y Balmaceda, Pedro Leon Gallo y Domingo Arteaga, Vergara Albano y Matta, y también los más honorables n1iûmbro's del partido conservador; podrfâ enumerar muchos más, y saltaría á la vista que" si la minôría de hoy cuenta con una pléyade de talentos, ]a de entonces no los (?ontaba menores. Pero con ]a diferencia muy notab]e de que ]a minoria de hoy euenta con diez votos conservadores, dejando á los li-
berales solo veinticinco. Los nombres dc los micmbros de aque]]a minoría eran los de los vencedores de Talca y de Cauquénes, los vencedores de las urIlas en Cauquenes, en donde se colgaba á los hombr'cs de los átbo]cs para aplicar!"" humazus, y en donde se
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allanarolllllás de doscientas casas. Formaban esta minoría treinta y cinco ùe los primeros hombres,. treinta y, cinco Iiber3Jes; treintâ. y cinco vencedores de las urnas, entonces el Minislerio no temhló ni palideció antè' estos brillant'es lllminares1 y el señor Amunátegui, que 100'fnaba p8J"le de este Ministerio, no se dejó deslumbrar, por el brillo do tan crecido número de astros. Sólo cayó Cllan-
do las elecciones de Petorca dieron el dol'"" en el Congreso.
triunfoå
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Entonces esta brillante y numero?a minoría no se presentó al Presidente de la República cobrando la muede de Abel, dicióndole:,lque habéis hecho del partido liberal? Poco después sucumbió esta minoría de combate, y ella sucumhió con el peso de su Bajo la administraciÓn Errázuriz, el MinistctÍo AltamÍrano tampoco contó con 105 grandes personajes que hoy nos falLan, y duraut.e largo tiempo no sólo combatieron losliberales, sino también las eminencias conservadoras; y sin embargo, nadie se aLrevió á decirle al.ßcñor Altamirano: lqué habéis hecho del partido liberal? Ni nadie le presentó las vestiduras ensangrentadas de Abel, ni mucho menos se le exigió que se retirase del Ministerio por no tener á su lado á
grandeza.,
ios notables. Llegó el gohierno del señor don Aníbal Pinto. Al inaugusu Ministerio, se rodeó de todas la. glorias ,lel partido Ii-
.'
rar
heral, de todas las notabilidades, y á pesar de eso el Ministerio Lnstarria sucumùió bajo el peso (le esas eminenciaB, pOI' que esta es la suerteqnecol'renlos gobiernos cuando se agrupan á su lado'personalidades pretensiosas y llenas de ambi-
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ción. Se ha dieho que los radicale? apoyaron al señor Pinto con sus notabilidades; pero eso no es exaCLO Los radicales murmuraban precisamente porque no se llevaba all\1inisLerio á sus representantes genlliu<,J5, á sus hombl'es rnås prestigiosos y en cigrta ocasión tuvo lugar una curiosa eSCena en esta Cámara, en la cual apareció un Ministro repudiando al partido radical, y los radicales reclamando como suyo al Mi-
nistro. Vino;<lespués el Ministro Hecaharren, que tuvo que luchar contm una poderosa y escogida oposición. Si las teorlas del
honorahle Diputado por Copiapó fuesen exactas, es indudahle que entonceshahrían tenido una perfecta aplicación; pero no sucedió así, pues el señor Recabarren tuvo necm?idad de hacer venir del Norte á t.oda Iprisa á un señor Senador 1:.1,
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para que diera su voto al Ministerio y lo salvase del conflic., to en que se encop,traba. 1J.?j n Esta larga historia 'lile he relatado, manifiesta que durante í?s últimos quince años sólo ha habido un Mini8t?rio que ha contado con el apoyo de Aasnot?bilidades,y que ese Ministerjo sueumbió bajo el peso abrumador de las grandezas. Ello.flO es extraño, porque los generales sin soldados no forman ejército; al revès, la hißtoria nos enseña que los cla>1"
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que aquellos dejalì cuando se retiran, se llenan fácilmenq?e'dejóabierta te. Así sucediú:en Francia: por la brecha en la Constituyente la deserción de los generales, de los nobles emigrados, entró la Asamblea, y no sé que los soldadados de LafaycLte y de DUTJluul'ies tuvieran IIlucho tiempo para huscar generales; lo que sí sé eS que el1us }Jasearon
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sus banùeras triunfantes por toda EUl'opa, mientras quo las grandezas iban á amargar los Últimos días de su vida
en las cárceles de los aliados y en el ostracismo. Ninguno de los Ministerios que ha tenido que luchar en Chile contra la oligarquía de los talentos sublevados ha tenido la debilidad de retirarse de la administl'ación cediendo e! ,paso á sus adversarios, deslumbrados por el .esplendor de las grandezaf1. Por consiguiente," si es ése el\inico tí? tulo con que los notahles que hoy Iorman l? oposiciÓn pre-
tenden h,accr qnc' el Ministro abandone su puesto, yo afirmo, en nomhre de eincuenta Diputadosquc no conseguirán 811 objcto. El Gabincte no se i'5eparará de la administración, porque eon él est.án la mayoría do la Cámara y la opinión de! país.
vArificaria sólo hajo una condición? si la de?eI'G.ión de nuestras filas continuara y algÚn àccidente de batana diese la victoria á l:a minoría. Pero sí ?so sucediera, la oposición sería impotfmtü para tomar las ri?nda5 del Es-
Tal resultado
se
tado: impotencia por el número, por los compromisos y por los antecedentes de partido. Para probarlo me bastará hacer la liquidación de las fucrzas con quc hoy cuenta la oposición. Da los 35. Diputa-
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20,'
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dó.s
que componen la minoria, habría que ded,;'tir 10 conservadores, pues es'de esperar que estos e?baJleros no estarán ?i aún dispuestos á llevar su calaverada hasta el fin, hasta llegar á la Moneda en. ancas de sus aliados; eelos, por BU partl> no creo que tendrían voluntad de cömparÚflaB tareas administrativAs con los señores conservadores. lQuiénes ven-
.,
drían â ocupar los puestos vacantes si so realizara una crisis ministerial? Hay liberales' puros que Bon aclamados en Valparaiso, y olros purísimos, que se aclaman en Santiago; lo;; dI> aqui declaran apestados á los de allá. lSobre qué base ,,} formaria el nuevo Ministerio? /eonlos pmOB de Valparaíso' Ó con los purisimos de Santiago?
"',
Pero el honorable Diputado por Copiap" tiene una reeet., para salvar la dificultad, la cual eonsisle en que el Presidente de la República y mis honorables colegas de la mayoría se pusilir.ìn á las Órdenes de los señores que formasen el nuevo Ministerio y de los eaballéros que'hoy militan en la opoHÍci6n. Muchas puertas tiene la política, á muchas veleida? des están expuestos los hombres; pero yo dudo mucho de' que el Presidente de la República llamara á los señores de la oposición para formar un Ministerio é Ünpusiera este Ga-
hinete á la mayoría de la Cámara, pretendiendo ohligarla á someterse á la voluntad"de aqueJlos 'lile tanto la han ofendido é inj uriado. Es cosa muy singular: mientras la minoría, eOIl la diatriba á veces y con especies injuriosas en otras, se ha creldo
autorizada para intervênir en la (ormacÎÚn de Ministerios, esa, misma minoría niegà á la mayoría e8e derecho, no la considera autorizada para formar Ministerios,Y todavía eSa misn_?a miuoria ha venido aquí á decirnos que la mayoría tampoco eslá aulorizada para constituir la mesa de la Cámara en la forma er; que lo ha hecho. De manera que, hajo este régimen parlal?Lel?ta.riuespe'bjalí?imo, la mayoria nÒ tiene el dereeho, Ó más bien está imposibilitada para asumir]a ?
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#
O?1 representación que le corrèspomle. Como estamos acustumvrados á oir constantemente las :;.?
;-?
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ.
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citas que se hacen de las práoticas inglesas en orden al gobierno parlamentario, he registrado con u!l poco de atenc?{)ll los estudios que á esterespeoto haocn much()?libros escritos pur los notables publiÓstas de Inglaterra, y de sus doctrinas <jeduzco que los honorables Diputados quc los invocan incurren en los mismos defectos, en el ?igmo error q?eestos califican con el nombre de ,oposición dinástica"Los ataques se dirig?n.á los partidos en lucha, sino que van dirigidos ,
no
direotamente al jefe del Estado. De aquí viene que los honorables caballeros de la opusiÓón al Ministeriu, por medio <le esa t.áctica política, cual nuevos Corteses, han qu&madu sus naves pal'a TlO retroceder en la contienda hasta arribar al puerto'dela conlianza <id jefe del Estad'o. '
y aquí, señor, debo declarar á la. Cámara que no obstante de haber I'(ulpeado á IIn corazon muchos señores Diputados ,
con la diatriba, con la injuria personal y sangrienta, n.o per.deré en ningún mOIll?Ilto aquel dominio de mi espíJ'.itu con q?P he guardado el decoro de esta corporación durante quin.cc años de vida pública. Aeostumbro mirar de fl'ente á los valientes y no perderé la serenidad acostumbrada en Pl'escncia de los que esperan
que se abran las puertas por donde deha paBar el futuro Pre"3identef para lanzarse en son de guerra sobre el paít:. PeImítame ahora el señor Yresjdente, dar un momento de t?egua á la cortesía q'ue he gastado. ., El señor ,1fontt (Presidente).-Pucde Su Señor]a continuar usandu dc su derecho: la Mesa está segura de que no .
,
habrá de ahandonal' ni por un lllomcnt() las cO:flveniencias parlamentarias. El señor Errázuriz (don Isidoro, continuando).-Al menos 'se nle permitirá conte<õ)tar con supremo desdén á esas gran.dezas quP entran en Sf.in de guerra cuando la.administra,ción llega á su ocasol y todavía entl'an, cuidando de diBcul".'; parsc, de enviar cartas y excusas al qu? ven que subirá. _.señor Presidente, lus que encabezan la oposición hanquc1!Ìado sua naves, han eortad.;"su" vínculoscon et'iefedel EsA" .
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tado, que es ]0 que constituye e] par]aIIlen?;arismo. De maßf:}fa que la opogicióIl se encuentra dañada en su base y S(? ha ?ondenado por sí sola. mientras no eche abajo los árboles :,? del bosque y construya nuevas nayes.
.
men extraña es la teoría de los honorables cahalleros que encabezan la oposición, por medio de la cual se pretende con! den al' àl jefe del Estado á la triste condición de un autóma-
t!l, á la do un escribano constitueÍollal encargadø de marcar y apuntar dia á dia en los libros fiscales las cntrâdas y gas. tos de la nación, ni mâs ni menos como Jo hacen los adrninisi,"aùores de Ins adu anas de la RepÚblina. En apoyo de esta doctrina se ha invonado por' e] honorable '
Diputado por Copiap", eon mucho énfasis, el más estupendo y absurdo aforismo lanzado por un estadista que dice: ?cl
rey .reina, pero no gobicrnaJ?. Olvida Su Señoría que el Único .oberano, Luis quiso ponerlo en práctica, tUYO que espiar ese
XVI,
que grave orror ID después politico en guillritina, que]a revolución había derrocado su gobierno. y digo que es un error politino, JlUI'que son precisamente las ideas dominantes en el Ct.mgreso las que forman el más puro parlamentarismo, pero cuando éste resguarda los fueros y prerrggativas de] jefe del E.tado, e] que á su vez resguarda los luoros y prerrogativas del Congreso.
Antes de la separación de los caudillos de ]a oposición,
es
sahido por todos 'lile algunos de enos se acercaron al Presitiente de"la República, en los mismos momentos en que los comités parlamentarios discut1::m Ías b?'ses de una conven? eión para proponerle las que ellos consideraban como ]a. más aceptables. Se h&blaba ell ellas de]a iùea de restableeel' ia antigua reunión de los notables, es decir, la de fósiles parlamentarios, idea que otra vez hahía sido puesta en práe-
tica so]amonte por vía de ensayo, peroque más tarde fuá abandonada poi'que está en pugna con los verdaderos prineipios democráticos. Más a1)n, alguno de estof' caballeros llegó hasta proponer á S. E. e] Presidente de la. Rep" blica que
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O?RAS ,DE IS1DORO'ERRÁZURIZ
la'cucstión candidatura luera resuelta por una junta compuesta de 16 notables, presidida por el mismo Presidente. Pues bien; colocadas las cosa? en esta situuôión; si seme-
jante transacciÓn hubiese sido aceptada, <no es verdad que hien habriayodido producirse la misma carcajada homériea de 1869, carcajada producida po,' uno de los grandes des-
lices de la uposiciÓn en aquella época? El señor Orrego Lueo.-Como parece que el señol; Diputado se haBa fatigado1 rogaría al señor Presiden ?e s1lspen-
diera por algunus ndnutoR la sesión.
El
señor M01'tt-
(Pr.sidente).-par mi parte,
no hay in-
conveniente. Se suspende la spsión por cinco minutos. Se suspendió.
SEGUNDA HORA El señor 1110nll (Presidenle).-ContillÚa la sesión. Puede seguir usando de la palabra el honol'able Diputado de .
.
.
Valparaiso. El señoJ' ErrlÍzuriz (don Isiduro).-Creo haber manjfestad01 señor Presidente, que se haría bien en abandonar deHde luego toda esperanza de derribar al Ministerio. He manifestado al mismo tiempo que, si una catãstrofe politica obligase al Gabinete á aballdonar el puesto ([ue ocuel Parlamento? pa, li.l oposición', por sus t!scasaS fuerzas en po,-los anteceflentes que la ligan " la demagogia y por la lal-
ta absoluta de confianza del jefe del Estado, se halla cnndenada á ver completamente esterilizados sus trabajos politiprodÜciéndo cut) y sin e]?.:menorfruto la agitación que e8tá en el pais. Una tentat.iva para formar un Ministerio con los elementus con' que cuenta la opùsiciÚn, quedaria sin .
resultado.'
Lo que le queda, señor PreBidelite, es el camino de lå 01'0sición turblllenta y obstrucionista en el ParlarÜ'ento, que se 1."-
.
,
cerrará dentro-de dos meses.
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BIBLIOTECA DE ESCR[T?RES DE CHILE
camino, e.? al quelos políticos han oC,urrido, el camino que las oposiciones turbulentas y las oposicioncs quc no son parlamentarias sigu?m h?scando: la? futlrzas de qu? carecen en las turbas, ,que ni siquiera son de ?IIas, si no se las A. ese
prestan en las calles públicas. negació n del impuesto es un medio corrccto y valien" La te á que recurren las oposiciones. ,.
"',,?
Ante eSJ!.medio, empleado con el valor y con la energía y constancia do las oposiciones, podría ceder un Gabinete; ])ero ante la simple demora en el voto del impuesto y de los subsidios, no conozco ,Gabinete, no conozco hombro de 110nor y de cara blanca que jamás haya vuelto las espaldas, Ante el número puede sucumbir unpai"tido, pero ante la. demoray la fatiga de dos meses no recularemos nosotros. y el Gabinete, que se mantiene en su puesto á pe.ar del empeño que se hace por ofuscarlo con la luz radiante de la, oposiciún, no lo cederá ante la opresión de las turbas que la oca.ión forma en las calles púbEcas, como las polvaredas que el viento levanta y deshace en los "ampos; contra la obstrueÎón dentro de las Cámaras y "ontra las agitaciones dc' magógicas en las calles públicas, los hombres que saben lo que les corresponde encontrarán fáciI remedio en la ley y en su deber. ?erá eso una prueba más para la paciencia de 109 hombres que durante meses han estado aqul sirviendo de blanco á las provocaciones, á las injurias y á los denuesios de cada hora, de cada mome(lto; ellos sabrán resistir á los dos meses de prueba CJlIe se les espera. .Y después, queda por ver todavla si,la responsabilidad de la demora del voto del impuesto y del p'resupuesto cae subre el Gobier 110 ?' los suyos, Ó sobre los autores de las pert Ul'. bacioi/as producidas en la administración? Yo pregunto si la suspensión
d? ocho días eu
el cobro del derecho de
aduana
y de las demás rentas públicas, por obray gracia de la intrÌ?, ga de una, oposición imprudente, caerá sobre jel Gobierno y sus partidarios, ó sila opinión pública, á impulsos de un -
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.N -Te" sentimiento patriótib-o, no se dejará caer con un pe?o abru., .
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mador sobre las cabezas más altas y sobre las más bajas oque asi han jugado con las conquistas alcanzadas durante:setenf ',. 'ta arIOS de vida laboriosa. y después, señor Presidcnte, las Cámaras so han de OIau'-y l? digrU:3urar y, venced?ras en este recinto la paciencia dad, iremos á contarnos en los comicio s públicos y resona('á de norte á sur de la República un voz que pida la decapitación moral para todos aquellos que han abandonado á su partido en la hora del trabajo y de la pl'ueba, Ahi'nos veremos las c.ara8? allí veremoS si ellos sienten en el país. en las provincias, sonar el eCo que ha eontestado y que seguirá contesLanùu. á nuestras invocaciones. y entre tanto, señor Prcsidente, quede constancia de que cada uno de ]05 cargos qne se han formulado en este recinto oontra o] partido liberal adicto á la administración, contra
la mayoria de la Cámara y contra el Gabinete,
se
hallan
?ompletamenie desautorizados }.I01' los conpromisos, por las dcclaraciones y por los act.os contemporáneos de los mismos que formulan dichos cargos. Nos han acusado de que vamos á la lucha sin programa; á y, entre tanto, la verdad es que la Convención y al Candidato que por ella resulte elegido corresponde redactar ese programa en la forma de un pacto celebrado entre el elector y elegido.' y 0110 s lqué han hecho? Ellos han convocado á sus par,ciales de toda la República y los han despedido on seguida á sus casas con el alentado!' consuelo, de que el 'programa de hoyes el mismo programa de ahora 30 años. .
Nos han hecho, seilOr Presidente, un cargo por la elección deV. E., y este cargo se funda en que entre los prhlcipios <lel liberalismo avaÌ1zado y los principios de V. E., existe una enorme diferencia de ideas, un e'norIIle antagorusmo de ,,(1 tendencias y una completa falta, de vín'ë"ulopolítico. :Yo he sostenido' que entre e] honorab]e'pres1dent.ey el ?
,
.o-que habla, que pueden ser'considerados.,com.o
los '-dos extremos dentro de las fila.línerales, hày un'?ínóîilo deàlíán:r.BBÁZURIZ.-T. II.
14
Mi
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
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'za, que todo hombre politico, que todo hombre de honor debe aceptar en tanto que por una Bolemne declaración no Be haya roto dicha alianza. Y, á mi turno, he invocado y vuel. vo á invocar esta misma alia.nza contra mis contra.dictoI'es. 'para l!,anifestarleB que ellos e.tán obligados como n,o.otroo ..
á dar BU voto al bonorable PreBidente. Pero, todo es inconsecuencia, todo incoherenoia}
tod?
[alsía.
.
.1
Durante varios año? nuestros contradictores.han estado, votando en la otra Cámara por un seÌwf Senador de opinión tan acentua,la Corno la del PresidenLe de esta Cámara, y han estado haciéndolo en virtud del pacto que aÚn existe en, tre nosotros. No se han asustado de dar durante largo. aiíos su'voto al señor Varas, y se han asustado, sin embargo, de que hayamos nosotros dado nuestro voto al honorable se. ñor Montt, cuando alllevarle á ese puesto no bemoB tenidQ d propósito de que desde ese elevado aBiento venga á fallar acerCa de laB relaciones entre la Iglesia y el EBtado,ni para que venga á poner en la balanza un peso considerable á favONlel ala derecha liberal, del ala patronatista, sino para que manLe.nga el orden en nuestros debates y haga respetar .la voluJ)tad,de la mayoria de eBta Cámara. Y. mientras se nos impugnaba pUl' este procedimiento} Nué acto ejecutabân nuestro. impugnado res? Un acto q'!e .(:estoy.lejos de reprocharles, porque yo tal vez habria hecho lo mismo en su lugar: daban su votopara la presidencia de la Cámara áun respetable caballero, colocado muy a!Lo entre rl11estros honorables colegas y que ha merecido en QtraB ,
.
oeasiQnes. el honQf de ser designado por la Cámara
.
,
para su presidencia. Y yo no hago cargo algullQ á mis cQntradiQtores, porque habiendo tanta diferencia de opiniones entr"
.,,los radicales y el señor lIuneeus C0l110 la que hay entre 01 honorable señQr-Molltt y el que habla, los radicales dieron
.
",vßtQ al'.hQllQrable señor Huneeus. LoqÜe,reprocho,es que sé.haga.para.nosotrosun.,delitQ, lo mismo, qué' se, consi-
..;_dÐrajustifi.eado,pa?a 1?"QPosición., ?
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OBRAS DE JSlDORQ ERRÁZURIZ
'2II
Se nos acusa también, señor Presidente, de haber, organizado una Cnllvenciön negándonos á aceptar para cons.tituirla la regla de los dos tercios y el voto acumulativo. A mi
turno he manifestado que los que nos hacen esû eargo no tienen derecho para forrnllla;rlo, porque de entre ellos mismos, muchos no fueron partidarios de los dos tercios ni dd voto acumulativo en el seno de los comités parlamentarios. He manife8tado, además, que ese 110 es ni puede ser un cargo, porque ni la más acentuada nimiedad polítíca puede erigir el voto aeumulativo y los dos tercios en gran doetrina de partido. A nuestra vez les homos manifestado que han heeho risa dcl voto acumulativo y desentendidose completamente ûn su convención de la regla de }Of; dos tercios. Y, Jevantando más el velo que oculta esos asuntos, hû declarado que la lu-
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cha trabada en elseno de los comités parlamentarios no fué entre los dos tercios y la mayoria absoluta de votos para la designación del candidato, rii entre el voto aculIllI)ativo y el voto de simple mayoría para la dección de delegados, sino entre convenciones ad hoc destinaùas
á.
satisfaoel\ en
diversa forma, diversas amhiciones, y una Convención basada en el sufragio popular, que es la forma política consagrada por la Constitución; les hemos manifestado que reaccio:; naban cohardemente contra el sufragio popular. .
Repito que lo que queda estahlecido y lo que resultará al fm de este debate, es que existe hoy la alianza de los mismos partidos que ha existido durante veinte año?, quo ha sido ratificada por los radicales, y que esa alianza pesa sobr.e nuestros honorables contradietores como una cadena que solamente pueden romper levantándose como hombres, declarándola disuelta y retirando el hombro á la responsahilidad de su situacióp política oficial. ". y lcuándo nos e.chan en cara, señor Presidente, que celebram.os esta alianza? Cuando ellos mismos están anuncian-o .do qti"ese hallan próximos á celebrar otra con. un partido .
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
cOlltra el cual era buena ayer toda coalición, toda intervención, todo garrote. Permitanme mis honorables colegas Ilevarlos 'en espíritu á la escena politica que se desarrollaba en Chilc hace diez años. Una dc las más hrillantes personalidades del partido
liberal, admirablcmente dotada por la naturaleza, que con un estudio y consLancia sin ejemplo ba perfeccionado sus facultades hasta formar de ellas un conjunto que es la gloria de su pais y el encanto del extranj ero, incurrió entonces en la grave falta de abandonar las mas liberales y de dar el mal ejemplo de levantar candidaturas personales.
Yo
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y algunos de los oabaUeros que se
encuentran en este ,'ecinto cometimos la misma falta siguiendo la simpática ban-
.
dera del candidato que las masas populares aclamaban. Andando el tiempo ycomolas fuerzas flaquearan y como el Mi-nisterio presidido por el bonorable señor Altamirano-hoy Mudillo de la oposición anti-intervencionista-apretase los frenos de la máquina administrativa, el candidaLo de los pueblos flaqueó y llegó á acepLar el concurso del partido con-
.
servadorl JQue santo escándalo no se produjo entonces! JCómo se reeogla el lodo de las eaUes para arrojarlo contra ese hom-
brellCómo
,
los sacerdotes rasgaban sus
vestiduras y venían á este recinto á jactarse de la interverción á nombre del partido liberal contra el partido conservadorlJComo con motivo de la elección de QuilloLa se hizo una gloria para el radicalismo, y un timbre de orgullo de la intervcnción contra el partido conservador! y para que la manifestación tuviese la solemnidad feroz de los sacrificios de Cartago y de Fenicia, se colocó sobre la pira del sacrificio el corazón más puro, más varonil y mås honrado que ha latido jamás bajo la bandera radical. Pasada la lucha, señor Prcsidcnte, yo y mis amigos nos arrepentimos, no Con ese arrepentimiento arrogante de"los que hoy vienen á derribar Ministerios, sino con el arrepenti. \
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OBRAS DE lSlDORO ERRÁZURIZ
miento humilde del soldado que vúelve con el fusil al hombro á ocupar las antiguas filas. Yo había esperado que los que con brutales embestidas atacan hoy la alianza á que hasta hace poco han pertenecido, nO imitaran nuestro ejemplo celebrando la alianza que
I
nosotros celebramos. .. Por mi parte, estoy convencido de que esa alianza no se consumará, y lo espero por el respeto que dehe y por las con, sideraciones que tiene á sus tradiciones y á su bandera el partido con que hoy se pretende celebrar esta alianza. Hasta hoy la alianza no se forma, no existe todavía. HasLa hoy sólo existen solicitaciones deshonestas. Hasta hoy no hay más que requiebro y sonrisa de parte de los liberales do la oposición. Y se ha visto inclinar la ban-. dera radical á fin de que la procesión de esta hibrida alianza pueda pasar sobre ella. Todo lo más que esa alianza podría producir öerían,/votos
I
como los que se dieron. para la .Mesade la Cámara, en que el partido conservador favoreciÓ con sus sufragios á un ea":, hallero con quien mantiene estrechas relaciones personales, y ni un solo voLo para el resto de
la lista.
Los conservadores han aprendido la lección de la experiencia y saben mny bion que su alianza con los liberales les produce frntos amargos que les hacen desconfiar de ella. Prestarán bulla en la prensa, aplausos en las calles públi-
para 108 meetings, recibirán á los honol'ahleg caballeros que invoquen á Santo Tomas y San Alfonso, y al fin, si hubiera de llegarse á la proclamación de un candidato común, los caballeros liberaJes se encontrarian en la alternativa de la derrota y la disolución ó de proclamar un candidato por lo menos de tres coartos de sangre conserva-
cas, gentes
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dora. Recogerán aplausos de las turbas, vientos que hagan flotar la bandera y les refresque la frente, pero nada para su causa, nada que los acerque al triunfo. y esto, señor Presidente, tiene su razón.
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Hubo una époQa en que las alianzas entre liberales yconservadores fueron posibles y dieron su. frutos benéficus para el país. Esa época ya pasó. Ellas se biciéron imposibles el día' en que el t"artido'liberål, colocado en presencia de ár.
duos problemas de legislación, inició la oNa de reforma, lle, gando sucesivamente á la abolición del fuero eolesiástico, â la proclamación de la igualdad de los cultos' ante la ley y
dictando las leyes que establecen el estado civil en Chile. Sé abrió desde entonces éntrc liberales y cunservadores un ancho é insalvable foso; se creó para los unos una situación de defensa y para los otros.u.na de ataque permanente, situación que durará mientras en torno del Estado y en torno de la Iglesia de Chile, haya humbrcs capaces de convicción y hombres capaces de combate. señores, ?acaBo nosotros no pudimos habel' pensado,
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pornuesLra parte, en alianzas, en transa?cioIles con los conservadol'es? t!Acaso los com;ervadoI'es hahrían vacilado entre un bando 'lúe huele desde lejos á disolución y un partido que mar?ha con paso firme á mantenerse en el gobierno del país?
En obsequio de nuestro partido, como título de honra para nuestra bandera, declaro aquí que eso no ha pasado ni por la mente de ninguno de nuestI'os hombres; que hoy, como ayer y como mañana,.:no tSlldl'cmos para el partido conservador sino justicia seca v cortesia estrkta. Pasará la campaña el?ctoral,pasarán estas tentativas de alianza imposible, y los quo se han dejade prender Be reti-
rarán avergonzados, confundidos eomo se rotiraron los que en \881 se agruparon en torno de la candidatura del ilustre general Ba'luedano, que, sin embargo, les cubría con las glorias de Tacna y de Chorrillos, y quedará establecido una vez más que, fuera el partido, no hay fuerza "para lo!; hombres, ni triunfo, ni prosperidad ni prestigio para 106 doctrinas. Entonces nosotros, hoy como en otro tiempo11f!? diremos? llenen las mas, estrechen sus almidonada.s caluisas, sus ro, pos de encajes, con las casacas de bomboros de los que du,o, -
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ÒBRAs?riEISIDORO *EÌuikzu'RIi. .:?!;?
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raiÜe años han estado apágàndo' incendios qM'didriameht.è' ' .e renuevan en el Congreso; Est.rechen ;'susuníforffios de" .? guardia nacional c.on nuestras cotoIÍas 'de marincros'rqu(j"èrí la hora de la, ad versidad y en la hora del prestigio; corriente arl'iha y 'corriente abajo, liemos 'navegado la barcà tle 'los partidos y de la .;" ,
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política!'
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Entonces, dueño de nuevo el p'artido 'de todas susfuerzas, podremos abordar euest.iones que fueron en otro 'tiempo te1M de pre(cupaeión y estudio para los liberales y'que hoy' las ambiciones y la pasiÓn hRn desnaturalizado hasta' e] punto de convertir/as en elementos de intriga' y :en 'arnias de '1 combato contra los correligionarlo?. Hestah]ezcamos la unidad, porque fuera de ella no hay salvación posible, no hay sino est.egnaciÓn y retroceso, Ahí está la cuestión de intervención. ?Quê es hoy, sino el pretexto de una mascarada de carna \'al y de un odioso fariseismo, de falsos pudores y falsos arrepentimientos? Se comienza pur engañår el país respecto de la naturaleza y asiento de la enfermedad, Se afirma que los contagiados son los hombres á quienes toca por el momento cubrir la guardia del Estado en los bancos ministeriales, cuando el deber '
,
r
que es u'na gangrena de extensión, t.remenda, que tiene su foco en}a conciencia misma. del país y de sus parti dos, Huho un tiempo feliz de unión para los liberales, y pue. de que esos tiempas vuelvan, en que se estudiaba la Clles. tión de lihertad del sufragio con lealtad y ciin verdad; en
primordial era
conl'efô1.ar
,
que el primcr cuidàdo, antes de hllscar el remedio, era señalar el asiento del mal; en que no se acusaba de intervención á los que mandan, y so proclamaba que la gangrena' estaba en el fondo mismo de la conciencia pública. E] liberalismo unido tuvo fuerza suficiente para hacer eSa confesión y para arrancar å torlös la venda; para arrancar á todos los Ministros ]a confesión de que si ellos han pecado, era porque la 'tierra misma que pisamos está mina-
da por este cáncer, Porque los partidos y los hombres tien-
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BIBLIOTECA. DE ESCRlTORES:DE CHILE:
den â convertirse en criminales comunes; porque las concien-,?,cias más honradas .desfallecen ante cualquier hecho que traiga ventajas al partido, y hasta la mano de la justicia tiemhla ouando se trata de oastigar un delito electoral! Pero el liberalismo posee la fuerza y los medios de crear
carne nueva y extirpar ese mal. Aqui solo vemos, señor Presidente, á los que hoy proclaman la fusión, que van al oarnaval en que aparecen..con máscara como no intervencionistas los que han intervenido cuando tenian el podcr. ICuánta es la diferencial En el.primer caso teníamos al país convencido de su enfermedad y dispuestos á prestar los medios para corregÜ' el mal: y en el segundo caso no se hacc más que engañar á los incautos, y halagarles con la esperanza de que las tendencias intervencÎonistas son males pasajeros y enfermeùad que Sólo tiene su asiento en las regiones. oficiales1 y sólo se curarian camhiando los hombres por los hombresl Oigo temores y alarmas sobre la omnipotencia pre.siden-. cial. "No es el modo de favoreeerla dividir el partido? An.
que la opinión pública, antes que el Congreso, hay Ulla barrera ante la cual se han estrellado las más poderosas voluntades, yeso barrera es la organización sólida del par-
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tido. Vuelvan los honorables señores á la bandera; los llaman á ella la reforma y la salvación de la causa. La dignidad del partido y su prestigio peligran con la división. Por mi parte, creyendo haber debido hacer uso dc todo mi derccho, en la forma que el Reglamcnto y la cultura prescriben, sentiría que el fuego y las dificultades del dehate me hubieran sacado de esos límites; porqu&, si por una parte deseo que se comprenda que la actitud de la oposición li beral, no nos ofusca ni amedrenta1 lamentaría, por otro lado, que]a amargura personal.siguicse extendiéndose Como nf:gl'o, y ronco torrente entre lo.s que deben encontrarse en el porvenir en la. misma fila y danùo. la cara á los mismos adversasarios.
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Aprobación de la Ley de Contribuciones
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SESIÓN DE 9 DE ENERO DE 1886 ,
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El señor Errázuriz (don lsidoro).-Antes de entrar al [on,. rlo de la cuestión, señor Presidente, "o y á rlar una ,mirada retrospectiya, con el objeto ùe poner en evidencia la situación en que nos encontramos. En la última semana, los partidos poJíticos qne tienen representación en esta Cámara libraron una reñida y violenta batalla con el objeto de producir los unos UD acontec mien'
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to, y los otros con el de impedir que ese acontedmiento se produjera. Por mi parte, tuve el hOIlur de inicial' este dehate en l'P,I;resenlació!"de la mayoda liberal de esta Cámara. El combate se trabÓ, y continuÓ mi medio de la?recriminaciones y cargos violentos dirigidos pOI' la II1ÏnuI'Í? de la Cámara en contra del partido-liberal adicto al Ministerio. Y si 5 de enero no. huhieran sonadu las doce de la noche del Hin que e8e tremendo acontecimiento sin prec?dentcs se hubiera rca]izado, prGbableme11te hahria Ilegad? e] caso de contestar en el TJJj?mo tOllO á los s?fíoreH que t'.orq.baten al Ministerio. Pero no podemos seguir hoy ese camino. No son ya los eeos de la batalla, no son las palabras de los oradores las que llega'n á nuestros oidos; siento, 'lue no S011 palabras, sino más bien gemidos los que vie?en á mi garganta Ý los
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que debe arrancar deJ pecho de los representantes del pueblo, la triste situación en que se encuentra la legaJidad y constituc!on?lidadde nuestro paí?.
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RIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
Por mucha que sea nuestra arrogancia ó la de nuestros adversarios, se enóuenll'a hoy apagada por la doble voz del pais, por la boca de sus industria1es trabajadores ó empleados de todas laseategorías, y" de los extranjero" que deben mirar con elitupor y desconfianza la situaci?n en que nos en? conlratn08.
Bn visLa dee"t,," consideraciones he de limitarme à exponer aquí el punto de vista desde el cual mira este debate el partido en nomb,'e del cual hablo en estos monumentos. Durante setenta años, dos generaciones, la ùe nuestros padres Ýla de nuestros abuelos trabajaron sin deseansoþor
levantar y ma:"htener en Chile el edificio de nneRtra nacionalidad sobre bases de m'den y constitucionalidad, completando la generación actual eSa obracon las galas do la libertad. Durante lse lapso de tiempo todos los poderes públicos han contribuído al giro armónico del rodaje de esa máquina administrativa y socialt manteniendo el orden coÙBtitucÏonal en todas las esferas de la administración pública. Los representantes del pueblo han procurarlo siempre la arlllonia con los dcmás podercs pÚblicos de Chile, obleniéndola siempre. El Congreso dictando las leyes y procurando los rondos necesarios para cl'rcgular manLenirnieuLu de log servicios pú-
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blicos, ell'reside?te de la RepÚblica dando movimiento y vida á la máquina administrativa, y los Tribnnales de J ustieia, velando por el 'cumplimiento ,le las leyes y por los de! rechos de los ciudadanos. Pero, de reponte, en un momento de tristísima ceguedad, uno de estos tres poùeres; ú más bien una corta porción dn el, retirando su hombro de esta tarea constitucional y patriótica, ha provocado el tremendo desquiciamiento que nos
amenaza, retirada que arrancada
la.
más justa y terrible' condenación á nuestros padres, fundadores de la ConstitucÏón de la República, si su sombra se levantase hoy á pedir-
de su obra de libertad. La Cámara no ignora lo que pasa. Las contribuciones no
nos cuenta .
son cobradas, y e8to no puede menOs que alarmar ('rofun-
QRRAS DE ISIOORQ .f;RRÁZURIZ
219
damente á nacionales y exfranjeros. Perturbaciones serias ?omienzan á producirse en tu da la costa, por parte de los trabajadores que se encuentran sin trabajo principalmente t? en nuest,ros puntus que exportan salitre. La verdad eS señor, que, hoy que los servicios públicos. están anarquizados, que ?uest]'o crédito en el extranjero so quebranta, se ha hecho indispensable la dictadura desde el Presidente de la República hasta la úlLima municipalidad, á fin de eseap ar á .los males hurrendus de la situaeió n. Sólo la dictadura puede hacer que tengamos soldados y funcionarios públicos, faltáudolws los recursos para mantenerlos. De esta suerte, el remedio que la oposición ha querido 0.0
nponer al mal resulLadn peor que éste, porque ha establecido la dictadura de todos los poderes, lo que importa un verdadero crimen político y hace vacilar áChile sobre su pedestal de honra y de prestigiu anLe los demás paises. Señor, ningún partido ha procuradò crear una situación se mejante en ningún país del mundo. Es cierto que en otros paises las mayorías han exigido condiciones á los gobiernos á trueque de subsidios; pero jamás se ha visto que las minorías, abusando de un reglamento malo, se hayan propuesto derribar ellas solas el edifìcio constitucional. Ruscando comprobacinnes históricas,.puedo decir termi. nantemente que jamás las mayorias han negado las contribucioneK, y m?nos las mi norias han ejercido, lo que aquihan dado en llamar su derecho. Siempre estas luchas parlamentarias han tenido un fórIIlula concreta y se han l'esuûlto en una volaclón. En enero de 1850 se presentÓ batalla en esLa Cámara Con motivo del proyecto de conLribuciones, y el padre del actual Pl'esidente dc la Cámara habló calurosamenLe en el sentido de sel' ;ndispensable el despacho de ese proyeeLo; en un solo
dia se llegó á la votaciÓn y resultó el empate. Ala sesión siguicnLe, después de un discul'so del Diputado LasLania con. tl'a el despacho del proyecto, la votación fué favorable al Gobierno y el pl'oyeeLo pasó.
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220 ,
En 1851
hizo de nueva cam.paña al rededor de 10B BubBidioB, y reBultó la misma que en 1850: con la coincidencia singular de que en ambos casos, el asunto se resolvió e,TI un Bolo dia y faltando aún seis meses para que cxpirara èl plazo vigente de la EllO de agosto de 1859 se presentó en el Senado un conflicto semejante con motivo del proyecto de presupuestos, y también fué resuelto favorablemente en un solo dia; á pe?
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autorización.;.
Bar de faltar cuatro meses
para expirar el término de
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presupuestos entonces vigentes.
De manera, pues, que jamás en Chile las mayorías han queriùo llegar á la hora aciaga de derribar la columna constitucional. El honm'ab1e Diputado por Copiapó ha aludido á la obstrucción hecha en eIÌero y febrero de 1881 por los naciona,,,.. listas irlandeses; pera se equivocó al atribuir la obstrucción al despacho de los subsidios, porque fué en el despacho de UJl proyecto de coerción contra Irlanda. Y ya sabemos como terminó aquel movimiento, por la expul?iÚn.vlolcnta de los obstruccionistas; la vara de ]08 ujier'és cayÓ sobre el hombro de aquellos representantes y fueron derribados por los rayos de la ley inglesa.
Pero se habla de derecho$ abstractos, de derechos reglamentarios; y desde luego, el señal' Diputado por Copiapá ha declarado en este recinto, en nombre ùe su conciencia ,de patriota, que cree tener el derecho de aplicar algo como un cauterio al pais, para. curarlo ùe la Haga de la inLervención1 el abuso del derecho que el Reglamento confiere á la minoria de esta Cámara. Ha de examinar conmigo la Cámara que uJ.at:ieùe arma es la que ha empuñaùo ensus manosla minoria de esta Cámara. En 1846, fué dictado el HeglurnenLo, en una época ?n que el uso de la palabra era difícil, ell que, á Causa de la escasez de hombres ilustrados, era necesario estimular el estudio y hasta la elocuencia de los ciudadanos que obtenían man-
dato popu!!,r. ':";
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OBRAS DE [SIDORO ERRÁZURIZ
22r
Como se recordará, al ponerse enzdiscusión este RegIamento, solo un señor Diputado propuso una modificación, que fué contestada por el scñor Puelma, Secretario cn aque-lIa época' de la Cámara de Diputados. Hubo entonces un ho-
..norable Dipulado que vive todavía, el señor Varas, quien dijo que el Reglamento serviría siempre que la Cámara es .
Mmpusiera de honibre. prudentes y tranquilos, pero que <ßel'ia una verdadera tela de araña cuando vinieran á la Cámara hombres violen lo. y audaces. Parece que aquel distinguido e.tadista hubiera sido pro,feto y se hubiera referido á la época actual. ,
lPuede prelenderse que los redactores del Reglamento 'de 181,6 sospechara u que había de hacerse del él un uso co mo el que la Cámara presencia en la actualidad? No fué seguramente talla mente de los legisladores, y esa mente es lo único que puede tener va;or legal.
Durante cuarenta años no fué interpretado el Reglamento en el senlido que hoy le atribuye la minoría. Durante ese
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tiempo no hubo cuestión que preocupara las atención del Congreso por más de dos ó tres scsiones, sin que fuer? des? pachada. Sólo en 1877, con motivo de la discusión de la Ley de Cernenterio8. fué cuando principió á asomar su cabeza la obs-
truoción parlamentaria; y nuevamente en 1881, fue cuando 'se tl'aló de asaltar la Ley deCont,'ibuciones tras de las kin1Jheras del Heglamento. El remedio fué escogidoy puesto en pl'áctica por pl'imera vez por los honorables Diputados con. 'Servadores, hace cinco año!{. Entonces tuvo lugal', paso por paso, lo que la Cámara ha presenciado desde hace mes y medio. Entonces,'como ahora 'se declaró que el Gobierno era el más calamitoso de los habidos y poI' haber, y que era necesario obligarlo á cambiar ?. :' '<lèrumbo, porque era una vergüenza para 'el país;', ."f' '-' La campaña obstruccionista de 1881 terminó en la noche -<lel cinco de julio, cuando el partido conservador, detenido por un resto de conciencia patriótica, desistió;'aunque al de.
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poner las armas comparaban á don Anlbal PinLo con Tibepe? .rio, con la ?ola diferencia de que este era grande y aquel
queño.
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sido costumbre en este pais que todas las oÍJosiciones declaren que el Gobierno que combaten es el más inicuo, el ..más abominable y el más imposible. de los gobiernos.
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N ate, sin embargo, lá Cámara que el partido conservador de aquella época no se habia encontrado ligado en ningún tiempo å aquella administración, y que, por",consiguienle, no les cabia responsahilidad alguna por los actos,del gobiercomo Se encuentran hoy las Craeiones del partido liberal
no, que combaten á.la administración. El partido conservador!'ß detuvo en 16. última hnra, concedió las contribuciones. el mismo día cinco, sin que Luviera lemor de que se le l1amase partido cobarde porque sacrificó su amor propio en aras del bien de la nación. .Las alegaciones de los cabal1eros que hoy pretenden curar al pais de la enCermedad de intervención electoral, no tienen razón de ser. Existe en uno y otro casO diferencias ra-
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dicales.
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El partido conservador se encuentra con razón en el
puesto que ocúpa, puesto que tacha de intervencionisLas á gobiernos de los cuales ha estado separado desde 1873. No es ésta la situación de los liberales de la oposición, que hasla Últin1a hora han estado enfermos de intervención,
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que hasta ayer Cueron amigos del Gobierno, y que, por consiguiente, han debido ser cómplices de los crimenes que le-
atribuyen.
Diputada pcr Copiapó, aI'temangando can mu,cho coraje las mangas de su traje de cirujana, se ha I"'eparada á aplicar un sinapisma á las espaldas de la madre patria, pera el señor Diputallo se olvidó de que los ,remedios violentos no sanan y que las prácticas á lo Sangredo no son las que dan la vida á las naciones: destruyen y na mejoran; á la. madre"no comprendió que sus remedios. precipitarían patria en un abismo del que le seria imposible. sacarIa después. Las perturbaciones del arden público no dan jarnás I,Il
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salud á los países. Las revoluciones, nos lo dice la experÌencía histórica de nuestro país, no nos 'mejoraron en 1851.',y 1859; fué aquel un error profundo, porque trajo males tremendos para nnestro país; y aún suponiendo vencedores å aquellos hombres, nos habrían traído mayores males que los que causaron siendo vencidos; porque los pueblos no conva? leeen de sus enfermedades polítícas sino á la sombra de la paz, de la legalidad y del orden pÚblíeo. Dcbemo8 esforzarnos en ilustra.r la opinión de nuestras masas, bajar á los,comicios populares para luchar leal y honradarnento, y tratar de formar de nuestros conciudadanos una genr,ración nueva que más vent.ajosamente que nosotros pueda con derecho reclamar las libertades que hoy no tienen. La obra del cirujano á la cabecera de la patria enferma, para ser acertada, debe consistir en formar generaciones que comprendan y practiquen su derecho. El señor Diputado por CopÌapó ha dicho que la intervención es un cáncer que mina y corroe el país, y cree que el medio de curarle e? aplicarle la tea de la ana.rquia. Nó, señor, !os pueblos no sanan con medios externos. La primera condÌción de sanidad es que tenga voluntad firme de regenerarse y llegue así á hacerse potente é Ìrresistible. Esta es la única manera de marchar en la senùa del progreso con paso firme y seguro. Perp mirando desapasionadamenteJas cusas, nunca h?ha menos señales, más escasísimas señales de interveJwion que hoy. Los abusos que se denuncian son muy pocos y aeaso puedan atribuirse á otra cosa que servir intereses int?rvencio!1istas.
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y aquí debo
reetifieará los honorables Diputados por Copiapó y;Linares, q11e me atribuyeron haber proclamado un candidato de la mayoría y del Ministerio. Los que nossentamos en ,estos bancos.nosdebernos respetos que no deben olvid.'\l'se, ?n ningún easo,.y yo jamás me permitiré atribuir .' qonorablM colegas eoneepto,s que no son suyos." ,ánn?
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
Como recordará la Cámara, lo que pasó en aquella cir?un5tancia fué que, interrogado yo por el honorable Diputado por Iquique sobre qué candidato tenía cuando estaba sosteniendo que tlO puede babor un solo hombre que tenga ojos abiertos que no esté obligado á apreciar y resolverse en algún,sentido sobre los grandes acontecimientos públicos, que no aprecie los hombres y las cosas;declaré cuál era mi candidato personal, sin que me atribuyera representación de nadie para declarar lo que era un sentimiento exclusivo. Hace dos meses estuvo incierta la división qU<J ahora se observa en el partido liberal, como que ella dependió del
rechazo de ciertas bases aristocráticas de Coavención y del curioso y perjudicial sistema de los dos tercios. Sin estos dos rechazos, los que hoy tanto nos atacan estarían con nosotros, y estas acusaciones de intervención no habrian existi<io y nadie se habria atrevido á decir que el cáncer de la intervención corroe al país.
La verdad
es, señor, que
el partido liberal
no solo tiene natUl'al enemigo sino 'con el
que luchar en esta hora con su que 'dentro de si mismo su propia vitalidad le ba ereado. To. do lo que vive lleva en su seno un germen de muerte, hombres y partidos. Así como el suelo alentado por el sol yel agua produce plantas bermosas y malezas ínútiles, en les partidos se crean elementos sanos y elementos en ,disolución.
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El germen de muerte del censervantisme es la tiranía y el del .liberalismo la desagregación y la demagogia, la desagrega"ión y la demagogia que forman la anarquía, cubriendo eón la infabilidad de las doctrinas los más menguados intereses pedonales. En presencia, pues, de los principios fundamentales de nuestra sociabilidad vacilante y en cumplimiento de nuestro deber ineludible, hemos creído que ha llegado para la mayoría de esta Cámara la hora de escribir en su bandera, además de la palabra ,Libertad., las de ,Orden. y ,Constitu.dóo.. Tan profundamente convencida está de lo imperioso <ie ese deber,
que declara por mi órgano que no se halla dis .
OBRAS DE ISIDORO ERRÁzURIZ
225
puesta á'permanecer por más tiempo casi indiferente, y que está resuelta á no hacer amenazas inútiles y á no ceder Co-
bardemente. ? A pesar dc las disposicionesdel Reglamento, que en nues-
tra conciencia consideramos derogado, hago llegar
á manos
del señor Presidente una manifestación suscrita por Cuarenta y siete Diputados, que pedimos que se inserte en el actB de CstB sesión y quc cxprcsa nuestro propósito de aprobar el proyecto de ley que Butoriza el cobro de las contribuciones. <ii
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Comuna Autónoma y la Ley de Elecclon?s
,DISCURSO PRONUNCIADO EN LA SESIÓN ])EL SENADO DE
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DE NOVU,MBRE DE 1889
El scñor Erráznriz (Minis\J'o de Justicia é Instrucción PÚ-
blica).- Rogaria al señor Secretario tuviera á bien dar lectura á las indicaciones formuladas, El señor Secretario,-La indicación del señor Senador por Talca es ('para que se invhe á la Cámara de Diputados á fi n de que, si lo tiene á bien, designe á su Comisión especial qu e actualmente ostudia cl proyecto de Ley de Municipalidad es
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para que en unión de la de Constitución, Legislación y Justicia del Senado, consulten, de común acuerdo, on los proyectos deLey de Elecciones y deMunicipalidades,las disposiciones tendientes á organizar, el potler local, que deberá te-, ne)' por base la autonomía de la subdelegación y ser á la ve" la autoridad llamada á formar el poder elecloral>>, El señor Errázuriz (lHnistro de Justicia é Instrucción PÚblica}'-l Y la proposición del señor Ministro del Interior? El señor Secretario,-EI señor Ministro .acepta la idèa dol señor Sonador de Talca para que el proyecto vuelva á oomisión, á fin de que ésta, estudiando este proyecto y el do Municipalidades, proponga á la ,Cámara lo que estime oonve-
niente.. El señor Erráznriz (Ministro de Justicia é Instruoción PÚblica},-Como el honorable Senado ha podido ohqo"v"? "
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I OBRAS DE ISIDORO 'ERRÁZURI:t-' ...: ;u
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existen sobre su mesa dos indicaciones que persiguen ambas un objeto idéntico: invitar á la Cámara de Diputado? á cooperar á la formación de una comisión mixta que sc ocupe de'
estudiar la ley electoral. El honorable Senador por Talca agrega que debe llevar esta proposición la condición de que, tomando en cuenta la ley que ha de dictarse sobre elecciones y la Ley de Municipalidades, pendiente en la otra Cámara, esa comisión arbitre los'inedios para constituir el poder 10-' cal indepimdicntc y autonómico, y hacede servir de base á .
la ley electoral. El Honorable Senador ha de dispeÍlsarme si no he rete.nido exactamente hìs palabras de su illdica.ción, ó si se me "ha' deslizado involuntariamente algún error. El señor 1 rarrázaeal,- En el fondo. no hay divergencia grave'; después, en el curso' del "debate, podremos ver si mi iudicación dice más de lo que expresan las palabras del señor Ministro. El seÏtor ErrázurÌ2 (Ministro de Justicia é Instrucción PÚblica).?La iudicación del seÏtor Ministro del Interior tiende únicamente á que se invite á la Cámara de Diputados á la' constitución de úna comisión mixta que se ocupe de 'formu-" lar un proyecto de ley electoral. Hay, por consiguiente, entre ambas indicaciones una diferencia sustancial: la del seÏtor Senador por Talca tiende á' dar uua base fija á los trabajos futuros de la comisión mixta, tiende á. 'que el Senado de anten'lano pronuncie casi un voto favorable á la idea patrocinada por al Honorable Senador, dè que se constituya en Chile el poder local autonómico; y que se le haga servir como garantla de la libertåd electoral. El Honorable Ministro dellniérior no èstablece limíta'êiones sin'o que deja ancbo campoá toda's las opiniones pa):a que,' siiíprevención do ninguna especie, campeer(ellas ?n el seno.' '
de la comisión.
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Hay todavía una cirdilDstancia que el Senado me permitirá haé?r valer. El Honorable Senador por Talea acompaña su próposiëión de '01servåciones 'y de juicios que ÜÍlportan'
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BIBLIOTECA. DE ESCRITORES
CHILE
Dto:
para una co nsiderable parte del pais, para los partidos mili-, tallte?, para los gobiernos ylos hombres que han sßrvido la causa de Chile, censuras amargas,condenaciones absolnta?. De manera que al preseritarme al S?,nado á sostener, por) mi parte, la indicación del señor,Ministro del Interior,J" hago eon el propósito de, de?vanecer, en cuanto de mi dependa, esa atmósfera de amargas cen'suras y condenaciones q'!e el Honorable Senador ha hcc"o caer'so!.>re partidos y gobier-. nos con los cuales me encuimtro en hitima solidaridad. Me .' .;, propongo también, dentro del I)lOdesto limi?e de mi acción parlamentaria, probar que la base que el, H?norable Sena-
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dor presenta no es tan segura que pudiera el Senado recomendarla desde l.uego,como imprescindible para l? constit ución del poder electoral" Habria deseado manifestar mis respetos á este bonorable quien' cuerpo y mi deferencia hacia el Hono?abl?Sen?dor-á ,
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la suerte roe hace mirar en este momento como adversario -presentándome al debate Con todo el acopio de dato, y el largo estudio que parece!eclama é impone esta interesante cuestión; pero circunstancias que el Honorable Senado ha de saber apreciar me han impedido cumplir este deber y me '
ponen en situación de solicitar su indulgencia. Encuentro que el d?bate iniciado por el Honorable SenadOf de Talca es de considerable importancia, es casi un debate solemne, porque no sólo ha promovido Su Señoría una ,de las !Ilás grandes innovaciones en los poderes pÚblicosde Chile, sino que ha abierto en esta sala una de aquellas discusio'..-",,' nes periódicas en que los partidos, los hombres y los gobierno'; se enfrentan y pueden cont?r.e los un?. por los otro.. .1 o.' El Honorable Senador ha abierto bajo las bóvedas del Senaí: '" ...",-.' "'" do el gran jurado arite el ctiallasinstituciones y los hombre. .. '.'- á justificar?e se pr.esentan periódicamente ante 'el pats libre-, ,
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mente organizado. .. !:tebo reconocer taml.>,ién,honora\>le,Preside!)t?,que?l de.
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bate tiene una circulìstancia importánte y que podríalla-, -. te. .-.\ 'Par meramente person?l. La atmósfer,á de?e.petoy de sim.,
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OBRAS DE rlS1DORO
ERRÅiùRIZ .?
229
patias que envuelve al Ho'norable Senador y que proviene de] eonocimiento que el pais tiene de su energiade conviccio' nes, de su vida de estudio y de sus prendas de elevado carácter, dan á su palabra considerable autoridad; y, ,por otro lado, el becho de haber figurado Su Señoda en las contien'das politicas de los últimos años c'omo jefe de un partido que
s"proclama el heredero de las tradiciones conservadoras de Chile, impone å los que nos seotamos en estos bancos el deber de tomar atentamente nota de sus palabras, que repercuten ciertamente a] través de las vicisitÌldes de nuestra bistoria de los últimos años. El Honorab]e Senado no ha olvidado las palabras que han sido prOJlll Jlciadas y los. juicio.s que han sido emitidos en su recinto durante los úllimos quince días. El distinguido caba,
.
nero que mantiene en su mano la antigua bandera del pal,tido conservador ha pronunciado condenaciones contra los bombres, contra los partidos y contra los gobiernos, no ya
contra los que se titulan liberales-como dice Su'Señoriasino aun eontra los que contribuyeron á la obra de la organizaeión politica de Chile bajo titulo eonservador. Su Señoría ha comparado nuestro país! en su sistema de gobierno, á una China sud-americana, y le ha negado, dentro de la organización politica y dentro de]a claboraeión gu' bernativa' de] último medio siglo, todo movimiento hacia el idea] de líbertad y progreso; no ha visto sino gobiernos autocráticosempeñados en el mantenimiento del privilegio y del secuestro contra e] derecho electoral. Y, para acentuar todaviaSlI actitud, el honorable jefe del partido conservador, aprovechando ÌIna alusión del señor Ministro de] Interior, ha pronunciado condenación contra un país,' hermano nues.. '
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tro por raza, por tradiciones, por idea.s y recuerdos; herma.. no todavia por los sufrimientos, por las pruP.bas y los trabajos de regeneración, olvidando tal vez que la misma espada
que traspasó el corazón de España heria el naciente corazón de las repúh]icas sud-americanas; que ]a misma implacah]e p'arcà de alas negras que' cortÓ el hilo de] genio español en
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239
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
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los nlomentos en que se lanzaba hacia lo infinito, en sus grandes concepcion?s literarias y científicas, cortaba también el hilo de las nadentes repúhlicas sud-americanas.
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Encuentro en estas evoluciones, que se producen con frecuencia en la historia, y que son tanto mås franc?s cuanto .más ardoroso es el corazón y levantado elespiritu de los homhres,algo de muy grave, hacia lo cual debo llamar la .atención del Senado ? tlel pais que nos escucha. ,Es evidente. después de las declaraciones del Honorable ,Senador, que no existen en Chile, en el sentido civil, partidos privilegiados que equilibren la adminis\,aeión politica: que este pais está perdido; que no hayaqui partidos sino grupos que se impulsan unos contra otros. Comprende el .Honorable Senado cuánto tiene de grave esta situación, y cuánta es la responsabilidad que impone á los partidos de gobierno.
Las leyes no deben elaborarse, no se elaboran generalmente, por puja de entusiasmo ó por fuerza; se elaboran modian.? te vic?oria5, m?diante transacciones, y esas son las leyes que llevan signo de verdadero carácter permanente; al paso que las leyes de puja, otorgadas ã un pais. que no tieno fucf7:a öufieiente para retardarlas ó imponerlas, son leyes pasajeras que el primer viento se lleva y borra de los códigos. Lamentábase, en la sesión última, el Honorable Senador por Talca de esa palinodia que oia cantar cun rrecuencia, de esos perjUl'ios de los hombres. Espero que esta no será ocasión para que el señor Senador. pueda, con-jusLÏcia, lamentar esos desfallecimientos en los bancos ministeriale?; no esUjus.to aCusar de abandono de principios, tratándose de una
cuestión que por primera vez viene al debate y acerca de la cual ninguno de los que nos sentamos en estos bancos se ha pronunciado de un morlo definitivo. Espero que en el curso de nuestra corta ó larga vida ministerial no hemos de dar á Su Señoría
miento. .
ningúwmotivo para ,aeusarnos de desfalleci-
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,Pero el hecho es exacto. Es un fenómeno frecuente de
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OBRAS DE -[SmORO' ERRÁZURIZ "':?,
23I
nuestra historia politica el desfallecimiento de los hombres de gobierno y las contradicciones entrl>los acto?'y.las promesas ministeriales. Débese esto, en gran parte;'no sólo Ida .flaqueza natural de los hombres, sino á 'que dejamos correr con demasiada violencia las alas de la oposición, á que permithnos'que las pasiones y los intereses de los partidos; de
que nacen las mismas nobles convicciones, nos 'arrastren demasiado lejos. Hacemos de ordinario oposición perdiendo de vista la pro'babilidad;' natural en politica, de que el día de mañana se nos vea eOnel poder. Hacemos oposición ?\'Uma?ente dèstruc.. .
,
.
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tora y que nos condena á ser Ministros imposibles ó Ministros de palinodia. Y, en presencia de oposición tan radical, de condenación tan inapelable y tan completa como' la lanzada por el Honorable Senador por Talc,,; me preguntaba .
yo: si el curso natural y la lógica de los 'ncesos del país obligaran al Presidente de la República, obligaran á la nación misma á solicitar los servicio!:;, el patriotismo y la ilustración
del Honorable Senador por Talca, I.nó se habría preparado Su Señor!a nna situación dificilisima con las dcclaraciones i que el Senado le ha escuchado? .
El señor Irarrázul-'al.-Nó, señor. El señor Errázllriz (Ministro de Justicia
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é Instrucción PÚ-
Honorable Senador se habriapreparado sinduda imposihilidad de gobèrnar y la posibilidad de una retrac'Ia
blica).-EI
.
H,' ,tàción. Desde luego, el Honorable Senador, por el hecho solo de sentarse en estos bancos ministêriåles, habría sentido algo "
que tal vez desconoció cn sll interesante y largo discurso, la intima solidaridad que liga á los gobiel'nos de hoy con todos 'Ios gobiertios' que han servido á la patria chilena; solidaridad que los que estamas en estos bancos rèclamamos; sali.
'daridad de la que haceroas un timbre de orgullo, no s610 res.pecto de las partidos y de las 'administracianes que gobernaro'u bajo bandera liberal, sino respecta de los' que goberua'ron bajo bandera conservadora. ,":
",
232
BIBLiOTECA DE
BSCRnORJ1;S?DE CHILE
Desde estas alturas,' donde la; tranquilidad dé áuimo se impone y donde la rebabiUtación bistórica.es ley,del corazón y de la inteligencia, no.. sólo se halla gt(lndes á los que sirvieron y fomentaron el derecho,:.ensanchando las libertades, sino á los que trabajnron por el orden del país y por desarrollar en esta tierra la noción del deber, coroJario natural de la ,
,., noción del derecho. '. ""'l' derecho;.la de de libertad y liNo viven las naciones sólo á bertad entregada si misma yel derecho sin limitación sne-
?,(Ò
len hacerse el más insolente de los tiranos; la libertad que no está dentro del orden, el derecho que no eS corregido por el deber y qne no reconocé lo: valla del derecho ajeno, es la más tremenda y la más intolerable de las opresiones.
Por eso, al través de la historia, envio yo mi saludo de re.conocimiento y de respeto á los gobiernos que durante treinta años trabajaron en Chile por desarrollar la .noeión salva.dora del deber y por mantener el orden, única base de la 1(; bertad ? del derecho. '. y acercándonos, señor President?, á cada uno de esos go-. ., biernos en los cuales el Honorable Senador por Talca no ha
','",
visto sino mandal'ineschinos 8ud-amel'ican08,encuentro que todos ellos acudieron con lógica y patriotismo á la formación del gran edificio' en que la patria chilena se complace en , verse hoy día. ..' El gobierno del general O:Higgins, organizando el país .
,
después de la victoria, y los gobiernos que lo siguierpn, ii1i,ciando y adelantando la obra de la libertad y de la reforma; el gobierno del general Prieto, compaginando los elemeñtos civiles del país y adivinando casi las graves cuestiones in ter.uacionales ,del futuro, y asentando la patria sobre sólidas ,bases, organizando la administración y produciendo hom? .bres que todavía son asombro y,títnlo de gloria para Chíle, ,todos ellos merecen eì'respeto, el reconocimiento y el aplausl) .ante la.historia y ante el juicio de todos los políticos del día. En s?gui?a,señor, lcõmo aplicar-lafidea 'de Iln? China sud-americana al gobierno .del general Bulnes, que abrió el
.
OBRAS;DE I!:iIDORO:ERRÁZUIUZ .e;
233
'?.;;.
país, recién constituido, á todos los vientos de la civilización que dió el primer,paso en materia de instrucción pública, y á
favor del cual .tuvo lugar el primero y brillante ensayo par-
lamentårio chileno? ',. <Cómo no recon'ocer el movimiento poderoso y patriótico del gobierno .del señor Montt, que echa las bases sólidas de la legislación de Chile, que ensancha la instrucción públicå,
.'
á'
costa de d'òlorosos y tremendos sacrificíos, y arrostrando las calumnias de una parte de 'la posteridad;.tuvo energia suficiente para mantener el orden y hacer-un;princj? y que
pio el de que la revolución en Chile es un crimen no sólo imperdonable, sino crimen sin éxito? "":,).,,.? Viene después el gobiernu del seflor Pérez, que..fundasobre sólidas bases la libertad de reunión;la libertad de la palabra esorita, abre á 108 partidos ancbo campo 'parasus ideas de l'égimen y aspiraciones é inicia una. nueva era de Íabor -I"?
y.
'parlamentario. '" 'f. .,., .?" ;"?I':'i,;'? Los gobiernos posteriores no 8ólo ejecutan reformas que .benefician intrínsecamente al partido gobernante, sino que IIf,{ son beneficio y favor parà'la nación entera. i' \' :., Pero el J!onórable Senador.pur Talca me pregunta desde .el fondo de su conciencia: <Yla libertad eleetoral?-;--El Ho,norahle Senador ,reconoció en una de las últimas ,sesiones 'qne muchos de esos gobiernos pasados de Chile habian he,cho algo p(\r la prosperidad material del país. Supongo que ,el Honorable Senador estaria todavia dispuesto 'á conceder que han hecho también algo en favor dela prosperidad inte,Iectual y moral.. ,. '. Pero Su Señoria pregunta siempre: lqué es dela libertad ,electOl'aJ, de esa libertad secuestl'ada eternamente por los gobie1'llus, y .más violentamente secuestrada á modida que .se avanza en eJ'camino histórico 1 El Honorahle Senador se ,ha esforzado por manifestar que la intervención electoral'"
.
'!]ue condena cOn especial energía y que todos condenamos ;--;-ha hecho carrera vertiginosa desdelos tiempos deldiotador O'Higgins hast,a.nuestl'os días; y, para probado;, ha. ido
,
Z34
BIBLIOTECA DE1tRSCRITORES DE CHILE.
â tomar docuuientoB en ai'chivo8 do!ìde sien tu haber ,rhslo puesta su mano eaballerosa. Las piezas de prueba que la VI-
llania ó la Üttriga'aeumulan, no son dignas del Honorable, Senador por Talea. Para saber que en Chilé\hay 'hitervendón y que t,al vez ha venidô en mâreha ascendente; el Honorable Sonador rio neeesitaba CIJllsultar á sus propio" colegas á ese ,partido liberal, que la ba confesado dura'rite treinta años en,varias,elecciones; al Ministerio actual que se j}resenta como testigo y al cual Su Señoría hará más honor que á los documentos quo ha citado.-, .
El Ministerio actual, al ocupar
.,
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1.1:,
m
.!'!
estos puestos, declarÓ
qúe
venia movido por el deseo de corregir la intervenßÌón electot'?'nto ral, que c.rece en el día, y que es cánc8l' de intensidad más alarmante cuanto más dificil es extirparlo por razones (Iue no se o"uHarán al Honorable Senador' y al Senado despUéí; ùe esouchal'.rno pOI'
?r;'
btovûs-mornoIltos.'lt
\:-
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Ha manifestado el Honorable Senadol' que las eleeeiones 'Se haelan eon más regularidad o,,, los primeros tien?posdespués de la independeneia, y desd? 1811 hasta 1830,' que desde 1870 hasta la feeha. La razón es obvia: <quiénes haeían las ele cciones en 1811 y en los años subsiguientes? Los nota ? bles de las eiudarles de Chile, treseientos ó euatroeientos ea-
baile ros invitados por las autoridades, hombres de posioión y de instrucoión suficiente para saher de qué se traLaba,,,:/, de energía bastante para defendér el derecho, eran:poeos, p?ro eran ilustrados, y eran fUertes por la conci&neia que tenían de su deber y del eargo que ejereían. Eso explioa al Honorable Senador oómo es que tuvo lugar
aquel aeto grandioso y levantado de la eiudad de Sant,iago contra el dietador O'IIiggins. Aquél aoto no lo ejecutó el
pueblo,'no fué numerosa pobÎadala qúe acudió al consulado, -fueron algunos centenares de ciudadanos suficienLemente iluBtrado;'paraconocer I? que la naoión su fria bajo el peso de la diotadura, provistos"del sentido moral de su deber y 'animados de abMgadopatriotismo para exponer hasta' sus 'Vjtlas, si fuese nccesarÁo, en la lucha contra la opre?ión.
'-
þ,
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OBRAS DE (SIDORO" ERRÁZUR(Z
235
?lá8 tarde, el país, con uJla?va]entía que lc!honra,.cnsanchó la ,esfera del ejer.cicio del derecho,dectoral, Ilamá odo á ejercitarlo á una categoría numerosa de ciudadanos que por el momento no se encontraba todavía á la altura de esa concesión de la ley. Desde 187,4, el parLído liberal, siguiendo 01 impulso 4e un movimiento magnánimo, ac?ptó la idea, per" ? ?"' teneciente á filas eonscrvadoras, de declarar (Iue todos los chilenos qu? s?bían leer y escribir se entendería que poseían la renta Imficienta para Iuncionar como eleotores". ,De esa '.manerß dimos y.p. salto en?rme, y traj}.moB â ejercer el derc:cho electoral á gentes qUe, junto con ejcrcitarlo, nenian .
.
.
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aprenderlo. Pero este poderoso empuje, dado á la libertad d,ehufragio trajo por resuILado que las nuevas eatcgorlas,no .pudieran, de un golpe adquirir Ia.noción práctica del derecho
.qu9,seles'otorgaba. ..
o\iI
,'"
No seguiré remonLando la lJorriente histúri?aj hay aguas contra las cuales no se poede luchar, y.no es digno lucbar. Lanzóse Chile en el vasto,mal> del sufragio universal, y es menester que sepa lo q'<!,?ha hecho y que ha ejecutado una peligrosa evolución que impone los deberes más sagra(los á "', :, ? los gobiernos y á los partidos.." Junto con el desarrollo de la libertad electoral es praeiso educar al pueblo que la practica. Hé aquí explíeada perfec-. tamente la intervención. Estos nueVos electores abdican su derecho y llevan sus boletas á las autoridades, y se neeesit\l en éiJtas fuerza singular de ánirno pata rechazar,el obsequi?' .
.'-'\".
.que se las hace.
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lQuién más IH'ofundamente convencido de éste ?schoque el partido lib?ral? i,No lo bemos visto pidiendo 1\.la ley los medios de combatir el.mal? Cuanto sistema han invontaùo .los poli tic os, no. digo en España ó en los paises latinos,sino .aun cuanto sistema ha ideado el radiealísmo'sajón, lo hemos
,to';;ado con mano febril y traído á este país ereyendoque fuera el remedio que buscábamos; y no lo hem,os enconLrå. do, porque él debe buscarse en el tiempo, en el estudio,?nIa ;consagraciÓn y abuegación de 108 partidos. t(
"
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"":.
236
BrBLIÓTECA DE ESCRITOR'ES DE CHILE
Quejábase el país del régimen que dej,,-ba el derecho electoral bajo 'el im perío de las municipalidades; entonces nació en un partido la idea de confiar la base del poder electoral á los mayorescontrib'úyentes,'Pese' el Honorable Senado todo el inmenso sacrificio q'ue esto impondría al partido libera?,
'"
(lue por su naturaleza no es siempre dueño dela voluntad de ,los mayores contribuyentes; pese el Senado cuánta abnegación se necesitaba para tomar esta medida que beneficiab';'
directamente al adversario. Sin embargo, la tomamos creyendo encontrar en ella el remedio contra la enfermedad de que adolecemos. Si en re alidad la ley sólo fuera remedio' con tea las enfermedades que aquejan á los pueblos, si ellas pudieran curarse con"esta panacea, lcómo no habría cesado este mal habiendo eutrega do la elección á los maýores Contribuyentes? Porque si hay en Chile mayores contribuyentes, y si éstos son bastante honrados y enérgicos, yo desario á los gobiernos á que les arrebaten la hbertad electoral: Después' supimos un día que el radicalismo sajón hàbía propuesto, para los colegios que elegían tres ó cuatro miem.
.
bros de la Cámara de los Comunes, el sistema-del voto acumulativo, que permite al elector la concentración dø los votos en un solo candidato; y 1 en nuestra ansia loca. por curarnos' de la intervención, llegó'á proponerse -entre riósõtros el
voto acumulativo, no ya para los"colegios que nombran tres Ó dos representantes, sino-admírese el Senado-para. los colegios que eligen un. solo Diputado. Fué aceptada la reforma para los colegios de dos Ó más Diputados y quédóentonces resuelto que el treinta y cuatro por ciento de los electores tenia igual fuerza electoral que el sesenta y seis por ciene
to restante en los departamentos que eligen dos Diputados; en una palabra, el partido liberal hizo de nuevo;'en obsequio de su déseo de reforma y de curación de esta"llaga' de la intervención, el sacrificio ùe dar â las minorías, 'eoßsidera.blê's es cierto;'igual representación que á las mayorías: Fué lÎna verdad"ra prima electoral concedida á las minorías. .,. El Honorable Senado sabe si este remedio nos haccurado; ,
-
,_,OBj\AS
DE ISIDORO. ERRÁZURIZ
237'
y_.sabe también si hemos sido más felices en la terüera tentativa, yendo á buscar en el poder judicial el amparo del dere-
,
cho, j Hemos ido á perturbar á,la justicia, á inquietarla en su r,egio y tranquilo solio; y" <qué resultado se ha obtenido?' &Es tan,absoluto el poder del Gohierno, tan tremenda su influencia, que ni la misma justicia ha podido amparar la li-
hertad? ,., Ès, Honorable Presidente, que los enemigos de la liberta<h no so? los gobiernos; el enemigo de la ,libertad peor, es la [alta de cumplimiento del deber en lospartidosyen el pueblo. I,Nó siente el l;lonorable Senado que la debilidad sería más bien eondición orgániea de los gobiernos que noS han r?gido en los Últimos años? INo siente el Honorable Senado 'juesi en el país.y en los partidos huhiera la suficiente resistencia, la energía necesaria para defender y ejercer sus derechos,los gobiernos serían impotentes? Pero los hechos hablan más claro que toda argumentación. El Honorable Senado ha visto en las últimas eleccionos --c-sin ir. más lejos-triunfos gloriosos de la oposición en departamen tos en que, precisamente, la acción del Gobierno se creía tal vez más enérgica. Un triunfo de esos, nos ha per. I\litido tener el hono,' de escuchar en este recinto al Honorable Senador por Talca. Yes esa provincia de 'Talca la que, en toda su línea, dió espléndido triunfo á las huestes oposi.
,
,
-
tor as. :Y preciso es dejar constancia, señor Presidente, de que, en todo tiempo, las oposiciones han vencido siempre que han tenido las fuerzas y voluntad necesarias. Han triunfado e)1 ellejano Curepto, ?n el desolado departamento de MaÎpo, Vichuquén y San Fernando, les han dado Dìputados por medio del.voto aeumulativo.
'."
,.)<:n presencia deß"tos heehos, y apelando al fondo de la conciencia de l?s señores Senadores, pregunto yo: si la
oposiciqn ha pOdidÖ,;vencer en Talca y San Fernando, en Curepto y en Maipo, en Vichuquén y en Putaendo, <cómo no triun-
,
II!I
238
BIBLIOTECA" DE ESCRITORES DE CHILE
faria también, teniendo los mismos elementos y hombres esforzados, cómo no triunfaría', digo, en Santiago y Valparaíso, en Concepción y la Este hecho reciente, palpable, manifiesta en dónde está
Serena?,
el mal que se deseo curar y cuál es su remedio; este hecho manifiesta que él cstá en'el país y en los partidos, y que sólo
la regeneración de éstos puede sanarlo. Grandes y gloriosos esfuerzos son los que se l'-'J? hacen para ..encontrar el remedio; pero en vano movemus en las pai,I'illas al San Lorenzo electoral; el paciente gimey expira, y en 1" vano se cambian las parrillas de la ley. Señor Presidente, si las leyes tuvieran la virtud de curar las llagas que afligen al país, si tuvieran lå infJ.ucncia quc lcs atribuye el Honorable Senador por Talco, habria sido máS rápida la maroha do la naoión haoia el ideal que todos anhe" o
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larnos.
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Desgmciadamente, esa influenoia de låley es tardía; ravo? rece el descnvolvimiento, el dcsarrollo del gérmen; nada in..' '?enta, ni sana el mal cuya estil'pación se desea. 'Entra?'n la materia legal una circunstancia, un procedimÌtmto de aplicación á que ha estado'ajeno, en mi concepto, '" q:' el señor Senador por Talco. p" '" ..si la ciencia política consistiera en aplicar á'un p?íslas instituciones de otro, es evidente que no haoria paises atra?sados en el caciin? del perfeccionamiento.Por desgracia,la ciencia de gobierno es algo más complicada que esta sinl];le introduebión de ropa hecha legislativa. Es indispensable, '1
'o",
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f:
l)?ra el hombre de Estado, tomar eu consideración hi situa-' cÎón politica y el modo de ser social del pais á que se qui,eí-e aplicar esas leyes; es indispensable consultar sus eostumbr?s': .
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y SUS'InstItuCIones.
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"
.
"
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Pues bien, contra estos principios ha pecado el partido Ii"' heral cuando ha tratado de curar el mal de intervenCión con eso?'remediosdc exportaci6n'.W en el 'mismo pccado inöu.r.r'è" el señor Senador por Talco cuanr!o se'lanza por el 'c?IlliIïó'ëno'
quotantas veces fracasarân.los liber,ales. Porque Su Señoril!' I!II
"
OBRAS DE .ISIÐORO ERRÁZURJZ ':
'3?
"
es e] continuador, en los propósitos Y' resul.tados,que persigue, de los generosos esfuerzos del partido liberal. Después del fracaso del voto acumulatiyo en pos, de] fra-,
caso de los mayores contribuyentes, y después <le buscar el amparo de] derecho en e] Poder'J udicial y hallando ineficaz el auxilio del Poder Legislativo, el señor Senador propone
ahora nueya ,tenlativa, busca ese auxilio-después de rechazado de las municipaJidad,es-,-en el poder municipal constituido autonómicamente, lo busca" en lo que se ha llamado
I
comuna,. En este punto de] debate se hace neeesario fijar e] significado, el alcance de la proposición de Su Señoria. Es ésta una
.
im prescindible necesid'ad para el que habla; no sólo por el respeto que debe al Senado yla deferenoia que profesa al, Honorable Senador de Talca, sino porqueconsidero'también deber ineludible rendir plena justiciaá las sinoeras con-o viocioncs y levantadas ideas de Su Señoria. tEn qué. sentido se debe tomar la palabra comltna, que el señor Senador ha empleado frecuentemente en este deba le h ,Es la organización de d?recho público,]a agrupación de individuos y familias basada en necesidades é inlereses comu"
nes y,distintos dè,otras agrupaciones? '1 , ,Se entiende por comuna el municipio, 01 departamento, ,
actual? .. 'o". Si fuera esto úlÚmo, seria menos dificilliegar á un,acuerdo con el Honorable Sonador por Talca, porque nos encono, traríamos. con que habíamos avanzado la mitad del ca-mino, ; desde que todos deseamos la autonomiadel municipio. Hero recordando e] discurso del Honorab]e Senador, se ve, que Su Señoría va más lejos: busca el amparo del derecho;; electoral,no "en el munioipio actual, sino en la subdelega-
'.'
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ci6n.
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El Hon?rable. Senador, que ha, tenido,]a forluna de, ver se enouen-.' funcionar la comuna en Estados Unidos-dOlide ." ,
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esa instituoiún...,.-al mismo tieJ11po que,. ínvooabå ese ejemplo, citaba el de otros paises para declarar
tra más desarrolla<la
240
BIBLIOTECA DE :eSCR[TORES DE CHILE
'esctiela en quEi'se que la base dé la libertad es la comuna, practica el derecho y se aprende á ejercerlo, y que siempre desarrollad,o'allí que ha florecido aiüonómicamenté se han'
todas laslihertades en todo su esplendor.' Desde luego, debo llamar la atención de la 'Honorahle Cápaíses. la- comunal, mom hacm la circunstancia de que en esos tenía una organización anterior á la ley, que ésta contem, plaba su existencia, que no la ha inventado, Nació la'comuna'i?n Alemania y en Bélgica, slicesorade la antigua Flandes, de la necesidad que tenia u sus hahitantes de delenderse y protegerse contra las violenciae y los peligr?sde los scñores leudales queles atacaban y atormenta-' ban, Compusiéronla agrupaciones de hombres libres, de pequeños propietarios de la tierra que compraron cartas yprivilegios y lundaron ciudade? que IJé'ron desarrolláq'dose,ieviviendo enenas' el sistema municipal romano, Est"'s sonÏas comunas urbanas. Pero alIado de éstas debemos contemplar otras: las co"'? munaS rurales. Componlanlas' los vasallos, los desvalidos que se agrupa' ban en torno del castillo feudal, con intereses y legislación práctica impuestos por la eomunidad del bosque, del prado, de la escuela, de la iglesia. En aquella época en que esas agrupaciones se veían abandonadas del Gobierno, necesitaban leyes sobre la comunidad del bosque y del prado, sobre el servicio de la escuela y de la iglesia. Esta es la aldea,la co-
',.
muna rural moderna. La comuna rural existía, estaba organizada, pa.lpítante, á principios del siglo; y la ley veniaen Alemania á reconocerla, á completarla. Pero á nadie se le ha, ocurrido
trearla comuna donde no'
existe,
.
y å este ,.respecto me permitirá la Honorahle Cámara dar lectura å algunas líneas de un distinguido publícista, autor
de la obra titulada <.Del derecho administrativo bclga.. \ , "'.' " ',En el título 1 dice: U&
.?.,OBRAS
.,,
DE' ISIDORQ ERRÁZU,?IZ
241
.La comuna no debe su origen å las teorias de los publicis-
tas; tampoco lo debe â las constituciones Ó å las leyes escritas lavida que le es propia. !'i ?La. comuna tiene Bu razón de ser en la re?ni6n, aun for. tuita,de un número más 6 menos grande do personas en un punto 'del tcrritodo que se llama ora ciudad, ya burgo ó ya aldea, y-como dice M. Faider-proviene de la necesidad que cada cual siente dc ser protegido y defe(!dido por un poder cercano á Sll}lerSOna y å sus intereses;}. El! Estados Unidos se formó la comuna junto Con la ocu", pación del suelo. Y es una de las grandes lorLunas de aquel
?!
gran país la de 'Iue la agrupación fué la primera ley de la posesión del territorio, y que la agrupación se hizo énlorno de la cscuela y del templo. El Honorable Sénador ha dicho que la base de todas las libertadcs cs la autonomía comunal; que sólola comuna autónoma es la hase del derecho y del poder electoral; que es el único remedio, la sola valla contra la intervención de los gobiernos. Debo, por mi parte,reducir å sus verdad'eros limi.
tes esa proposición. Si en algún país existe la conltll1a conla autonomía que le atribuye Su Señoría, es en Estados Ullidos, donde los mandatarios responden de sns actos ante la justicia. Y, sin em; bargo, tal vez podría citar mås de un caso de intervención del Gobierno en la comuna. En cuanto å las comunas de Inglaterra, se hallan supeditadas por la influencia. de los jueces de los condados, de los jueces de paz y de los ducños de la tierra.
En Alemania-hablo siempre de la comuna ru'ral-goza ésta de considerable autonomia, pero no deja, con frecuencia, de pesar sobre ella la influencia de la autoridad. Por lo que respecta â la Bélgica, el mismo publicista' de quien me he permitido citàr algunas frases, dice: imponga UJIa tutela â las oomunasasi como å las provincias y â los establecimientos públícospara velar por la conservación de su patrimonio, por el buen
.Es necesario que
ERR1..ZURIZ.-T. Ir. .
se
16
':.'j;
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
242
empleo de sus rentas ,por la buena direeción (le los lrabajos 'ue emprenden, por el eontrol de sus gastos; es necesario que esta tulela abarqne lambién los, principales actos de su, vida c;vil y proteja á los administrados conlTa la inexperiencia, la incuria, la ignorancia ó]a ambición de BU_,Saùroi11'1
nistradores>),
.?
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De manera, ,Honorable Presidente, que es menester tomar como punto de parlida el de 'ue las comnnas no hàn sido ereadas en ninguna parle per la ley, que existían antes que ella con su propiedad comunal, con su legislación, Con sus prácticas y sus inlereses propios.
1,;
Ahora pregunto: lencontraremos en nuestro país algo se. mejantc á la comuna rural de Europa y de los Estados Uni, dos? lSe ha desenvuelto elMe nosotros la población confor, me á leyes,análogas á las que han dado por resultado la creaeión de las'comunas europeas ó norte-americanas? El Honorable Senado me permitirá recordar algunos antecedentes históricos, La propiedad agricola se organizó en Chile hajo el régi. men de las eneomiendas. Desde el primer dla de la eonquista, los eapitanes españoles se dividieron las tierras junto con sus hombres, y quedó oxeluida, desde ese primer momento, la aldea, la.agrupación de individuos libres, ,de pequeños propietarios independientes, la comuna rural. En vano los monarcaS de España trabajaron contra esto régimen de las encomiendas;"en vaHO los capitanes genera-
,
,
"
les llegaron á Chile con instrucciones para fomentar la creación de la aldea de indios y de españoles. Luego eaían en la
celada y se hacían también encomenderos. Las raras excepciones 'uo esta regla sufrió dieron origen á las aldeas que forman hoy en nuestro país las ciudades más importantes. Pero la regla general fué la constitución de la propiedad agrícola en grandfs porciones de 'territorio, quo se daban en encomienda á los capilanes. Este régimen subsistió en los herederos de aquéllos, é imperó la regla de que los indios no vivieran dentro de las poblaeiones sino dentf(), ,
.
.
OBRAS DE ISIDORO ERR1?zURIZ
243
de las encomiendas, de las haciendas, y en residencias apartadas unas de otras por considerable, distaueias. De,de el primer momento faltó. pue" la aldea, la agrupaci6n de pequeños propietarios, el elemento de la cumuna
rural.
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La pohlaci?n rural se elwuenLra-subdividida en Chile, con la excepción que mó, adelante tendré oportunidad de apunta!", en tres catego?la8! ó más p1'opiamente hablando; en dos
Ùnjcame?te: el duêilO de la tierra y los que, sin jactancia, pueden llamarse sus vasallos, que viven dentro de lapropiedad, y que, bajo ciertas estipulaciones, pl'eBtan ciertos servicios, pero sin derecho de niuguna especie ó la tierra. Aliado de ?osvasallos y los ,señores figura la categoría de los sirvient.es á
sueldo. Es verda!l que próximas á algunos grandes e,tableeimientO$ agrícolas se han fundado aldeas, donde residen, por regla general, en tiempo de las cosechas, hombres dependientes del dUe,ÎlO del fundo inmediato, arrendatarios asalariados de diverso género, con .los cuales aquel. pnede contar incond.icionalmeot.e. Es cierto también que en algunos punt';s <le Chile se han ... formado cantones especiales de una clase de pequeños propietarios que viven en relativo aislamiento. Ahora bion? en vista. dA estOJ y con tales. elementos, ?8erla
posible intentar en Chile la constitución de la comuna rUl'lIl? Y?note el Honorable Senado que; tomando la subdelegación como baso de lacomuna,muchos fundos agl'icolas COTlStituil'ian comunas, y para nombrar RUS funcionario8 habría que tomarlos de entre reducido número de individuos de.., pendientes por completo del dueño de la propiedad. Serian hombres escogidos .selete dmen>> entre los empleados supe,
riores del fundo, capataces ó mayordomos, el maestro de escuela-cuando ésta exista-y el que tiene á su cargo el bo,
degón de la hacienda. 'Y;lquiénes serán los ciudadanos de esas comunas? Los iri.. ,; quilinos del mismo fundo. .,
244
B(BLlOTECA DE ESCRITORES DE CHlLE
Por esto el señor Ministro del Interior hizo una discreta alusión que no ha sido recogida por el Honorahle Senador de Talco por no haberle dado quizás todo su alcance. Dijo el Honorable Ministro del Interior que para consti-
tuir la comuna en Chile, comu lo ùesea el señor Senador, sería,nec'esaría una transformación social. Y al .expresar esta idea! mi honorable colega recordaba lo ocurrido eo Hwria., donde al mismo tie?po que se daba lihertad á 1... última claÌos siervos, se les daba tierr?s, y constituían comunas de pequeños propietarios con derechos aná10gos á los demás habitantes. y por eso el Honorahle Ministro del Interior agregó que cambio tan radical comu el indicado por el Honorahle Senador de Talea vendría indudablemente acompañado de de' sórdenes y seguido quizá de la anarquia. Pero debo llamar la atención del Honorable Senado ha?ia otro género de consideraciones quà se relaci?na con la proposición en deba.te. se de pohladores,
á.
o
?",
En los primeros años de la independencia los campos de Chile se dividieron en grandes fundos, siguiendo el'régimen que nos legó la colonia; y e"istia la jerarquía de los patrones, de los empleados y de los iuquilinos. Aquí y allá buba débiles asomos de la aldea, de la agrupación de pequeños pro-
pietarios.'
El mayor valor de 10B productos agrícolas de Chile produ-
cido por los descubrimientos de California y Australia hizo meditar á los dueños de fundo s y llegaron á la conclusión de
que 01 inquilinaje no les convenía: prefirieron ent?pc??I\.? oontinuar oon los inquilinos y buscar el au"ilio de hombres á sueldo, los peones forasteros, como se les llama, que son la plaga de los fundas rurales, que llevaban los vicios, los' desórdenes, la inmoralidad á las chozas de los mayordomos y donde quieran que alojaban. Suoedió luego qoe bajo el imperio de eBa nueva disposicióu de ánimo de los hacendados, los inquilinos necesitaron habilitar á sus hijos; pero al 'presentarse con su 'solicitud ,1,'
i'í
,?.
OBRAS DE ISIDORO ERR.AZURIZ
245
.
ante los dueños de Cundos se le oontestó por estos: -que trabajen oomo peones;, Es natural suponer que:esto8 peon?s, nacidos de los inquilinos, permaneoieron algún tiempo en el Cunda donde habían pasado sns primeros años. Pero luego comenzaron por emigrar á las haciendas vecinas, de ahí â la ciudad, á las.faenas d. los ferroeaàiles, á'ValparaÍso, al Perú, á Mendo,,':; se di-
seminaron, en fin, por todas partes. Vino entonces una de las plagas más terribles, el nomadismo, e 1 nom?di!'ìmo, que es la negación del hogar y de la fami.
'lía, que consagró el imperio del puñal C?ffiO Único medio de ajustar las querellas entre los hombres. y estos misIIlOs nómades, que han rodado como piedra de ríu! estos...mismos nómadcs, gallardos y graciosos! valientes y sufridos! son los que nos dieron la victoria en 'la guerra eonlra .1 PerÚ y Bolivia, .
Recuerde el Senado que en 1838 la Repúblioa de Chile no pudo enviar al PerÚ sino cinco mil hombres ch la pl'hncra expedición y diez mil en seguiua. Y estos soldados que atravesaban lôs pueblos atados eomo pI'isioneros, fueron los (<héroes voluIltario5? de aquella gloriosa guerl?a. Pero erà que aquellos hombres tenÎaH' hogar, c8posa é hijos, que' iban â
dejar abandonados. Pero, cuando tocå'mús .nuevamente, hace diez años, la trOlT!peta de guerra, atravesaron nuestros soldados los campo. y las ciudades, oontento. y gozo.os, y yo los he visto marchar con laH irradaciones del triunfo en los semblantes. Terror un día de nuestro? enemigos en tierra extraña, pueden !;er mañana nuestro propi? terror. 11..
y este elementoJ cuya. impm'hUi_cia numérica avalúo en el treinta por oiento ue \a población rural, hay que eontem-
plarlo cuando 8. trata de oon?iderarla prôposioión del Honorable Senador por Talea, oí;ando se trata de dar vidas â oorporaoiones de dereoho públioo èuya eondioión esencial es el earáoter sedentario de las poblaeione?, ,Qué papel se asignaría en la comuna rural á esta bandada de forasteros, do nómades, que dejan sus hue?os en los desiertos, en las
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE'
cordilleras, antes de haber dejad() su nombre en el lugar p()r d()nde pasan?
El señor Reyes (Presidente).-Si el señor Ministro
se sien-
te fatigado, podríamos suspender por un m()mento'la sesión. El se.ñor Errázuriz (Ministro de Justicià).-Estoy á las órdenes del señor Presidente.
El señ.orReyes (Presidente).-Se suspende la sesión.
SEGUNDA HORA El;señor Reyes (Presidente).-C()ntinúa la sesión. Puede seguir usando de la palabra el Honorable Ministro de J usti.
Cla.
El señer Errázuriz (Ministro de J usticia).- Tenía el honor señor Pre5identc, al terminar la primera hora, do paten tizar ante el Senado las condiciones en que la comuna se encontraba en los estados de Europa ouando la lcgislación tomó nota de ella y la incorporó en sus códigos. Encontró un organismo viviente y palpitantc, con dereohos nacidos al través de largas fatigas y vinculados â los intereses de la comuna, de manera que la ley no ejecutó entonces sino su papel ex-
terno en la vida de los Estados, sanoionando una evolución social y politioa operada de antemano. Al mismo tiempo, oreo haber manifcstado que si se tratara de introduoir en el pab el elemento de la oomuna autónomica, sería mene?ter improvisarla, seria necesariô pI'iIrcipiar
por crear lo que BU existe ni en germen, por ejecutar lo que mi honorable eolega, el señor Ministro del Interior insinuó oon enérgicas palabras'enla sesión pasada,-por producir un inmenso transtOl'no social. Que no hallaríamos cómo pruceder para dar vida á esta interesante institución, es, á mi juicio, un hecho fuera de toda duda. Serían singulares las oonseoueneias que se desarrollarían en el país el día en que pretendiéramos formar la co,,:,una rural tomando por base
1,_',;
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
la
su hdelegaCión, como lo
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ha indicado el H onorahle Senador'
por Talca. En efecto, señor, se encuentra dividido el país en 78.'J Eiubdelegaciones, de manera que habria necesidad de un personal de diez individuos por cada subdelegación, individuos, aptos, capaces no sólo de representar los intereses electorales, sino también de representar los derechos comunales, .
defenderlos y hacedos respeLar, Naturalmente, dentro de la lealtad del debate, debo hacer á estas cifras algunas reducciones. Desde luego, elseñor Senador ha contemplado la comuna en departamentós de más de dos mil y de menos de doce mil individuoB; habría, pues, que efectuar en el número de las ,
.
,
subdelegaciones una reducción considerable, Podria fijarse la cifra, de setecientas subdelegaciones, Supongo que el Honorable Senador 110 ha tenido el pensamiento de sustraer del régirnf'!ll comunal al régimen municipal actual, de manera que los municipios que funcionan hoy
dia en la ciudad quedasen sepáradosðe la organización de la comuna rural. De manera también que, alIado de las comunaS rurales, continuarían funcionando los""municipios que existen en las cabeceras de departamenLo, Siendo esto así, podl'iamos hacer una nueva reducción, considerando que el número de comunas l'urales sel'Í;a sólo de cuatrocientas cincuenta å quinientas, COn un personal de
o
cuatro á cinco mil individuos que habria que reelutar en una huena part,e entre los servidores y arrendatarios de los dueños de hacienda, y entre una que otra persona independiente que reside en los c,ampos. o Llegando á la aplicación de este sistema, nos encontraríamos con singularisimos resultados, Nos encontraríamos con que, en el departamento de Castro, por 'ejemplo, que tiene
.
'quince suhdelegaciones, habria que organizar otras tantas ?comunaS rurales, teniendo que buscar cie-Ílto cincuenta indi,viduos capaces de ser no solo huenos defensores de sus derechos, sino también buenos cnstodios del derecho ajeno.
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,.,
En Carelmapu hay 12 subdelegaciones, y se neeesitarlan 120 personas idóneas para mandatarios; igual número en Osorno; 15 subdelegaciones en Valdivia; en la Laja 25; e,} Araueo 11, así como en Rere, e,n Coe]emu, en Vichuquén, en Rancagua y Elqui; 12 en Sah Carlos, Yungay, Maipo, CauI!uénes; 18 en Linares;17 en Talca, 19 en Curioó, 20 en San Fernando, 51 en Santiago, '18 en Victo1'Ìa, 21 en'Ovalle, 20 en C'opiapó, 13 en Tarapacá. Y para cada una ?e estas sub-
-.
.
delegaciones habrla que elegir diez personas conocedoras do sus derechos y que' supieran amparar el derecho (le sus conciudadanos en su respectiva- comUIla?..
.
Como he tenido el honor de manifestar al Senado, obtcndl'lamos resultados verdaderamente asombrosos al Ilegal' á la realización de esta idea; nos encontraríìimos obligados á ,
buscar en los centros más lej anos al en que irradia la cultura y la civilización de Chile centenares de individos capaces de las altas funciones que para ellos tiene destinadas el 1)1'0yecto dél Honorable SerÍador por Talca. Esto, señor Presidente, considerada solamente la cuestión bajo .el punto de la creación de la" comÚna autonómica. Distinta y más grave cuestión todavía sería la que encierra la segunda parte de la proposición delscñor Senador. lHasta qué punto esta comuna autonómica improvisada, nacida como planta de c01lservatorio al calor de la vida pública, ?.ería buon custodio del derecho electoral ?'lHa?ta qué puntl} progresaría donde han fracaBado los mayores' o.ontribuycntes y donde la justicia de Chile, soberana é indepcndienLe, ha fracasado también de una manera lastÍmosa? Contemple el Senado por un instan!e lo que sucecleria sí, (.,1
;1"
.
.
por una aberración propia de un país"joven y ardoroBO, 8e llegase á la hase de comuna autonómíca como la que se pro-
le confiase el ampnro del derecho electoral. lQuiénes compondrían la comuna auLonómica? Es indu?able que dado el número de subdelegaciones, serían los servidores de
pone y
Be
un solo bombre, dueño de la hacienda, sus dependientes, asalariados y arrendaclores, vaBaIlos_todos del señor feudal. ,',
y
.:
OBRAS DE ISIDORO .EnRÁZURI?
249
Contemple digo, el Sellado, qué monstruosidad habría producido el Congrcso dc Chilc si arrehalado por el ?rdor de las innovaciones, llegara has la dOllde el señor Senador por Talca quiere conducirnos. ?En favor de quiénes obrarían ësas comunas, á quiénes calificarían esosvasallos y depelldientes del soñor dueño del loudo? En aquellas subdelegaciones en que hubieJ'a una sola hacienda, ca]jfiuarían segÚn las órdenes del amo, y en aqucnas;'?en que hubiera más de una, habría una coalición de >:;." amos que expediría sus Órdenes. De manera que, arrebatada esta honorablo asambloa por un sen9miento de mal entendidoc,patriotismo, habría pueslo el sello de las sociedades C,'
modernas, el sello de la libertad, sobro una de las más at,.oces creaciones del feudalismo. La comuna autonómica, por nn retroceso qt?.? por furtuna no es frecuente en la historia. de los sucesos h u rUéUlO 8, iría á arrebatar en Chile, tÍ hacer fracnsal' el del'p.cho ?Jpie de.la ]'oca BUlJue se levanta el c?s-
lillo de] nuevo señor do]a Edad Media. Ré aquí, señor Presidente, á donde conduce la generosa Hebre de la reforma, el gen.eraso 81'1'01' de imaginarse que son las leyes las que curan á los enfermos que no tieri'?n suJiciente valor para curarse á sí mismos, Me atrevo Ú opone!' á la afirmaei6n del Hono!'ab]e Senador por Talca, que ha pretendido anonadarnos presentândonus corno .la China sud?americana,]a práctica de lo. hombres que enChile han tonido å su cal'g,o la tarea de conducir al país á su desenvolvimiento! y suceSIVO fll'ogreso.
?.
El
,
señol' Sena(!or pretende implantar on Chile ]a oomunll autonóma. Este descubrimiento 10 arrastra á cunsecuencia!) pomo las que la Cámal'a ha oído hace un momonto. Mientras t.anto, los hombros,que han desa?follado en el país lacoJl.li-
tucionalidad, que han trabajado por su adelanto, por su lelicidad, hall partido do distinta base y han llegado á distín-
t?s consecuencias,
á que instituciones de esta clase no se improvisan, que antes debe ser.;1 estado social adecuado a] objeto, que antes debe exislir el sujeto que el atributo, La al.
i?
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BIBLIOTECA DE ESCRrTORES DE CHILE
de. situada aliado de la hacienda, dependiente del dueño de ésta! y convertida de repente on comuna autonóma, es algo que no ha sido contemplado por el señor Senador. El legislador y el cstadista chilenos quieren otra cosa distinta para ini?lantar esta institución: quieren la aldea inde-
pendiente en que residan hornhres con inteligencia suficÍente para manejar 10$ intereses comunales, y capaces igualy');l ajeno, mente de mantener y defender su propio derecho base de la organización que se pretende implantar en nuestro pais. Hoy por hoy, eS en el departamento donde principia la vida comunal de Chile; y tampoco chinesco ha sido el procedimiento de las administraciones chilenas á este respecto, que ha huscado y ha encontrado los modios de onsancha l' constitucionalmento las fronteras del derecho. En efecto, ha esporado 01 momento en que la villa, en que la aldea, situada aliado del departamento, se ha emancipado y dejado de sor tributaria del señor feudal para ,'econocedo sus derechos. En muchos casos ha olovado aldeas á la catogoría de'municipios. Sahe el Senado que Viña dol Mar, Curepto, Limache y muohos otros centros do población han gozado del derecho de municipios sin sor cabeceras de depar.
'
tamento. Búsquenos, dentro de este terreno práctico y diario do los hombres de Estado do este país el Honorable Sonador por Talca, y so habrá encontrado, no con el ansia del poder absoluto, no con los privilegios, no con la inmovilidad de
una China sud-americana. En este terreno se enc.ontrará con ciudadanos anhelosos de llegar á la vidá' del municipio autonómo, Esto munioipio es el favorito dol partido liberal chileno y su creación. Es el partido liberal quien en los últimos años ha conducido á los TTlUnicipios á su situación "aCtual de osperanzas, de bienestar, de perspoctiva do futuro desarrollo. Es mcncster no olvidar que el partido liberal ha dictado ,
25I
OBRAS DE rS[DORO ERRÁZURIZ
?n los ÚlLimos tiempos leyes que tienden poderosamente á la autonomía de las municipalidades. Si hubiéramos de e'tar á lo que el señor Senador por Tal.
ea expresó en uno de sus últimos discursos; para que hubiera poder m?nicipalautonómico en Chilo no faltaria sino que el Presidente de la RepÚblica designase para intendentes y gobernadores á los primeros alcaldes. Yo creo que en vista de la carrera que el partido liberal lleva hecha, ésta no es una idea que encuentre resistencia. La autonomia del municipio está reconocida y sancionada. por la conciencia del país liheral. Pel'o, deho decirlo al mismo tiempo, distinta es la forma en que la cl}e5tión se presenta cuando sc llega al segundo término de la proposición dcl señor Senador, euando llega uno á preguntarse: lvolveremas á conferir á los municipios el po del' electoral, á enco-
mendarles los dereclJUs de los ciudadanos? No hay duda, señal' Presidé'nte, que fué uno de los periodos más tristcs por que ha atravesado el derecho electoral aquel en que el municipio fué llamado á presidir las elecClOnes.
J:?"
Pero se dirá que si los municipios subordinados al Ejecutivo hicieron mal, habrán de hacer bien los municipios autonómos. Pero, faltada saber entonces si una institución que. -recién nace á la vida independiente seria capaz de defender no sólo los derechos propios sino los ajenos. Y luego, si para la libertad electoral uo bay peligro en la tutela de las muui,:, cipalidades, lno habría para las municipalidades peligro de ser invadidas por la pasión electoral y politica dentro de su
propio recinto? Las municipalidades constituídas como poder cncargado de los negocios locales del departamento wodrían consagrarse con perfecta Lranquilidad al cumplimientO.,de BU misión 5?hubiera de HamáI'geles á intervenir de nue. vò en las contiendas de los partidos? Hé aqul algo digno dc meditación y que deja en el ánimo profundo motivo de desconfianza. "
1
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Sería todavía el caso. de preguntar sí no valdría la pena de investigar si convendría encargar al poder electoral que se constituyera en poder propio, que se generase porsí mismo ó por el Congreso: De Lodas maneras, señor Presidente, espero que en el ánimo del Senado quede.el germen de la duda, por lo menos,
respecto de las gravísimas cuestiones que ha traído al dehate el honorable Senador porTalca; dudas de la posibilidad, de la conveniencia y de la discreción que habría de improvisar en Chile, por la vía legislativa, la comuna rural; duda respecto de la conveniencia de confiar á este poder, cuyo al-'1,
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cance y vitalidad no podrían medirse';en este momento, el
amparo del dereoho más delicado yal propio tiempo más combatido y azotado por la tempestad de la påsiónpolítica: el derecho elector. Y todavía motivo de duda respe?to de la eficacia de los municipios pal'a sel' oneargados de la defensa de los derechos electorales."
Estas dudas, hono!'able señor Presidente, estas incertidumbreR, no ias lla?.o.convicción, porque no me atI'ÐVO á avanzar ninguna en cuestión tan ardua y delicada; deben ir al seno de la Comisión llevadalScon fl'a.nqueza,siu ambages, sin ánimo p1:evenido. Los miembros de esta Comisión mixta han escuchado el 'pre,"nte debaLe, y pertenecen á todos los grupos políticos que fOl'man el Pode!' Legislativo. El señor Senador por Talca encontrará indudablemenLe facilidad para ser escuchado en el Seno de esa Comisión, con
tanta más razón cuanto que, según me observa. el seÌlOr )'linigtro del Interior, Su Señoría es miembro de ella. En ]a situación tan eUJ'iusQ y extraÌla en que nos encontramos, en donde la desconfianza es la ley, la injusticia la norma, y donde el escepticismo se ha apoderado de la opinión pública, conviene dejar libre campo á todas las opiniones, conviene no anticiparse å fallar en favor ni en contra de ninguna de ellas. Sobre todo, honorable'Presidente, yo desearía que en el ,eno de la Comisión mixt,a no encontrasen
,;.
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eco las censuras, las condenaciones que eOIl tanta crueld.a.d como injusticia ha.!ormulado el señor Senador por Talca
conLra los partidos y los gobiernos que han llevado el timón dè'la nave del Estado dUl'ante los últimos períodos.
El Honorahle Senador ha perdido.dé vista que reformas no ban faltado; ha perdido'de vista quo estos partidos yesos gobiernos, como atormentados después de cà'da elección por la propia concicn?ia, se han aprésurado á ocurrir al Congreso en busca de
remedio para el propio mal y para el que
aqueja al país. El honorable Senador no ha reconocido este heeho, y ha lanzado al partido liberal un cargo que envûel"e la más tremenda de las injusticias. Ha dioho que el partido 'Jiberal ha procedid,} con mano forzada en materia de reformas. Forzado el partido liberal. y'wor quién? Acabo de manifestar que ha peca1lo por creer flue encontraría la panacea de los males que anhela remediar en la reforma de la, leyes, panacea que siempre le ha rcsrntado ineficaz. IForzadol Cuando nuestra gloria es dejarnos vencer por un pueblo pujante y celoso de sus derechos. El señor Senador porTaleane ha tomado tampoco en consiùeración la diferencia que existe entre ser reformista desde .
i1stos bancos, sobre los cuales
únicamente pesa la tremenda de la carga responsabilidad. SwSeñoríapuede errar, y aun cuando estoy seguro que dentro de su noble carácter ese error sería el remordimiento eterno de su vida, ningunares? ponsabilidad caería sobre Su Señoría; en cambio, nosoLros seriamoslos castigados por el error de nuestros adversarios. El dia en que una medida aconsejada por la oposición y consentida por el Gobierno fracasase, la oposición se lavada las manos tranquilamente y el Gobierno cargaria con la' responsabilidad de ese error ajeno y con la de la debilidad propia. De éonsigu'iente,tiene que rec'onocel'se en justicia que.,no puede acusarse al partido liberal, ni con sombra de fundamento, de haber resistido jamás á la reformaque él, en ou
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afán de buscar la salud, ha provocado y aceptado en la última época, y [[i';e,si alguna de esas reformas han sirlo impulsadas y exigidas por la oposición, tanta más gloria ha cabid[} al partido liberal, que no solamente ha cargado con la responsabilidad de sus propios actos sinu que tuvo coraje suficiente para echarse encima la d.. actos ajenosi No. hablaba en una de las últimas sesiones e] ho norable león"? Senador por Talco del posible y terrible desp'ertar del .
"?.;:
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á que en popu]ar, de los estragos que causa, de los rugidos su furor se entrega cuando quiere recobrar su libertad. IAh, señorl cuánto hemos hecho pOl'que el león despierte! ,Cómo ]0 hemos excitado por m?,diodo trapos de colores ]egislaÍivos jCómo]o hemos picado, ëómo lo hemos provocado para que despierte! Y si creyendo desp ortal' á la Hera de poderosa musculatUI'-a, caIHtZ de IOB grandes esfuerzos de un pueblo lihistori').,' fuese hre, al león capaz de los grandes saltos de]a un niño á quien hemos p,'etendido cortar vestidos de gigan-
.
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te?
inocente ó fiera, los que
aqui
nos senLamos no tememos-i'
la emp!'csa. Si fuese niño, comenzaremos por invitarle á' correr antes de sali!' de la cUila; si fuese león y despie!'ta, tanto le acaI'Ì"1' ciaremos In noble melena que å na.die devorará. SeñoT' Presidente, cuando uuestiones de esta clase agitan ,. á los partidos, cuando, CQmo dije al comenzar, el gran jura-' do de la-conciencia públiua principia sus sesiones, no es hura de recriminaciones ni de hostilidades; es hora de levantarse de uniry de decir: jS"rs"m carda! Arriba corazones, es hora saludáble lala voluntad y los esfuerzos para hacer común y bor; es hora de reconocer?que en la corta historia de Chile '"
?
los diversos partidos y guhiernos han tenido hombres de hoá BU nor, hombres de patriotismo, que;.amando loalmente país, buscaron siempre, aunque de distinto modo; su en-
grandeeimiento y felicidad. Es hora, honorable Presidente, de ir á la comisiÓn mixta, no corno enemigos ni como adversarios, sino como hombres d,,>,aentimientos aineeros, de patriotismo puriHcado por la .
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experiencia, que unen sus luces y BUS esfuerzos; es hora de llevar á ella, no fracción contra fracción ni crueldad contra crueldad, sino el propósito comÚn de llegar al acierto; es hora de ir á la comisión mixta con el oonvencimiento de que nadie niega la e';fermedad dc la intervención elcctoral que nos aqueja, con el convencimiento de que esta enfermedad tiene su orjgen mucho más que en la voluntad de los gobiernos en nuestra pro}lia voluntad y en nuestros propios actos. QuisÎInos Hegar de un solo pa.so al ensancharniento rnás lato' dcl poder electoral, lo entregamos al pueblo enLero, y nos descuidamos de preparat' á ese mismo pueblo y de educarlo" para comprender y saber defender sus derechos. La indicación del Honorable Senador por Talca tiene, en mi concepto, este defecto que la condcna: es una indicación que Liene algo de censura y de recriminación. La indicación del señor Ministro del Interior es de paz, es de armonía, es más conforme con la situación, y, por consiguientc';' puede llevamos 'al fin deseado. lIIanifestaciones en los bancos de los señores Senadores y en las galerías.
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Comuna Autónoma y la Ley de Elecciones
LA SESIÓN DEL SENADO DE k'ECHA 16 DE DICIEMBRE DE 1889
ntSCURSO PRONUNCIADO EN
.J El señor ErrázIlriz (Ministro de usticia é Instrucción PÚhlica).-Espero que el Honorable Senado me habrá 'hecho justicia creyendo que .'!Ólo accidentes superiofes á mi voluntad son los que me han impedido oeupar mi puesto durante las últimas sesiones. Especialmente del hongrable Senador por Talca espero que no habrá atribuído á fi,lta de eortesia !9i ausencia involuntaria durante la Última-parte de su dis.
curso.
La marcha general del diseurso del honorable Senador. por Talca, permite al Ministro que habla mantener el debate en la atmÓsfera tranquila y reposada en que él se iniciÓ. Me hago por ese nn deber en apartar lo más I)fOnto pesible aquellos puntos que pudieran dar distinto rumbe á la discu,.. ..
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alón.
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Me esforcé, en mÌ primer discurso, en hacerme Órgano de la deferencia que el honorable Senador por Talca >.merece de parte de los miembros del Gobierno y de sus conciudadanos en general. Contestando Su Señoria mis palabras de deferencia personal y la manera cómo yo tomé en conside. ración su discurso, encontró que de mi parte habia falta de sinceridad. Señor, al proceder del modo que lo hiee, obedeei á un antiguo hábito parlamentario y al mismo impulso que hace en un duelo que las espadas, que un momento después
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van á buscar el corazón del enemigo, se inclinen con respec J,: to y cortesia ante éste. La cortes!a y la lealtad hacia' la persona no está reñida con el leal ataque á que la lógica obliga .
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contra las ideas del adversario. El honorable Senador, por su parte, no lo ha dicho, sin dnda, perode su exposición se colige: habria preferido menos benevolencia para su persona y más para su'; ideas; y esta expresión que en apariencia es puramente de cortesia,
revela al Senado cuál es la situación diferente en que nos encontramos en este recinto el honorable Senador per Talca y el q1Je habla. El honorable Senador por Taloa representa la tendencia idealista, es el hombre de gabinete, de estudio, qUe se eneierra en sU fórmula, se apasiona por ella, la quiere corno á hija de su cerebro, y, estimándola como tal, prefiere el menoscabo para su persona antes que el menoscabo para .esa hija predilecta. En cambio, el que habla se halla en el terreno de la aplica.
ción práctica, y? en este terreno; la fórmula no ti?ne la misma importancia que para el idealista. Estimando la fórmula política, en cuanto las circunstancias pueden hacer de ella un bien ó un mal, creemos. que una institución en tal país es <tdmirable, traduec prácticamente la más p?ra arquitectura política y administrativa, al paso que la misma institución, <tplicada á otro pais, no merece igual estimación. Dò modo que el absoluto amor á la fórmula, como cosa que tiehe vida y subsistencia propia, se halla muy lejos de' la mente del hombre de aplicación práctiea. Estoymuylejos de desconocer la importancia de los hombres pensadores, de los hombres de estudio, de gabinete, de los idealistas, en un'a palabra;"en la marcha politiea de la sociedad; ellos tienen dentro de su alma los principios, tienen la fé, el espirHu levantado y la fuerza de'wonciencia. Por nuestra,parte,.cn nuestro puesto de hombres de gobierno, .necesitamos apartarnos de la senda n'n'poco abs!lluta del .-idealismo; necesitamos;'como decía la primera vez que hide uso de la palabra, la diagnosi,? permanente,la auseult,,-ción ?lLRÁZURIZ.-T. H.
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BIBLIOTECA -:p? ESCRITORES
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PEro CHILE
per.p.etua de las entrañas del país y de sus tendencias; para ,<,t según eso apJica? ó no el ideal que Sé ilesea.
,,,NQ,ha habido, pues, de parte del que habla falta de sine e, ridad. Lo que ba chocado a\.Honorable Senador .por Talca es. la contradicción ?e nuestrassituaciones respectivas, es el choque natural entre el idealista y el hombre de .aplicación. Digo, !lOnórable Presidente, que la cortesía hacia lapersona y la lealtad hacia las ideas y las opinioncs estodo lo que humanamente puede desearse y exigirse; pero ha habido un momento, lo confieso, cn que llegué á temer que, por partl; del honQrable Senador dI; Talca, no había perfecta corrección en lamanera de I;xponer las ideas del qne habla. El honorable Senador tomó por base de cierta argumentación,un poco teñida de dialéctica, la relación que los diarios habían hecho de mi .discurso.Pudo .convencerse tempran() Su Señoría de que esa relación no fué revisada por mí, y, aunque aseguró que la había tomado del diario La Patria, al cual me han ligado estrechas relaciones, que no son hôy las mismas en'virtud de la posición que hoy ocupo,'Uegó á creer Su Señoria que la reseña del diario La Patria tenía mi .
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carácter de autenticidad que no podía atribuirse á la de los demás diarios. En realidad, cntiendo que el diario La Patria tomó texLualmente ese discurso de la versión de El Fe,rrocarril, versión que he oído apreciar como muy exacta, pero. muy exacta hasta donde es posible lejos de la influencia de las ideas y del dictado del que lo pronul)ció. Ahora bien, el Honorable Senador por Talca, recogiendi:>
aqui y allá frases de esta versión no autorizada por mí, llege'> ,á constituirme en encubridor del delito de la intervención, y á hacerme aparecer negando ese pecado del Ejecutivo en ,las elecciones..Esto se hallaba completamente desautoriza,do por el texto, por la extructura y por todo el espíritu de mi al)terior discurso. En vez de presenLarme aquí como el)cubridor,del delito dI; il)tervención del Ejecutivo, comel)cé ,por manifestar de la manera más el)fática imagil)Øbl? qu'o f los Ministros que nos sentábamos en estos bal)cos éramos .
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::;
OB?AS'.DR ,ISIDORO,. ERRÁZURIZ
"
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lo? primeros tèStigos'de ]ai/ll.ervención del Poder Ejeoutivo :?. ï 1 .",,' '1 \ en las eleccioncs.:o-: ?t?. ..." ?.,i' " Agregué, en,seguida, que esta enlermedad,dela in.terven: .
.
cÌón del Gobierno en los actos electorales no admitía oura" oión por medio de leyes, y que el tiempo, la instruoeión y la abnegación de Io's' ciudadanos la corregirían; que el' deber
nos)mponla å los hombres de partido no desalentarnos, y què'conseguiríamoscurar la enfermedad con la ilustración, el cumplimiento del debe,'
Yya que toco
yla moralidad eñ el pueblo,
este punto, quiero agregar todavla algunas
palabrag que Jile permitan dejar 1Jjen estahlecidu mi 1110do de pensar en,la mento.de los honorables Senadores que me escuchan, La intervención del Ejecutivo en lm? aclos electorales no es más que unc?íntoma, 'es'una de las aparienoias de ]a enlermedad y yo aconsejari<i á los facultativos que no se eJlca?nizaI'an en estos chupones del cuerpo 'político, donde ha ve"nido á tomar fOI'ma ]0 eorrOm pido de ]a sangre, sino en puriOcar ésta" ,
,.,."
El Ejecutivo, como toda reunión de'bombres, tiende al ahus? Es imposible que se pueda citar gebierno en el mundo que no se incline al abuso? y no giga siempre en ese eami.. no basta que fuerzas mayores le obliguen á entrar en el cum? ".1. plimiento de su deber. .t enfermedad está Por eso he dicho que el remedio de esta "
.
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en el desarrollo del vigor de la 'opinión pública; está en forta. ]ecer 1'01' todos los medios posibles, y por la acción social y polltiea, la conciencia del deber en los ciudadanos y su fiel cumplimi?uto, Será s?!e eutonces cuando el Ejecutivo no abuse; pero la Cámara me permitirá abrigar el t?mor de que, aún suprimida la intervención del Ejecutivo en las elecciones -como es la vuluntad seria y. decidida de los qU" IIOS sentamos en estos bancos-otros abusoshau de venir, contra .,
otros poderes hahrá lJue poner barreras; los partidos abusarán,las juntas encargadas de recoger los votos habrán de co. meter Iraudes idénticos á los que han producido hasta ahora. .
.Debo dedarar con franqueza, honorable.Presidente, qué
(\..
BtBLlOTECÁ.. DE ESCRITORES DE CHILE
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me siento tranquilo en cuanto å la apreciáción quelïará el Honorable Senador por Talca de mis ideas á- este réspecto; porque, tanto en la mayor parte del discurso del honorable Senador como en actos pos teriores de Su Señoría, se revela que, cuando lIégó á proferir contra el Ministerio la injusta palabra de falta de honradez polltica, obraba contra sus me-
-
-
Jores: convICCIOnes.
.,:
y digo que aetos posteriores de Su Señoria me permiten '. apelar de su primera palabra á su posterior actitud, porque ?
la Cámara no ignora que ha habido votos del honorable Senador que, con su asentimiento tácito;han sido expresados como manifestación de su confianza en la honradez política' de los hombres que nos sentamos en estos bancos. Me es, p'or cònsiguiente, fácil dejar este terrenò y apartar del debate uno de los puntos másembarazosos que él presentaba.' Será menester todavía descartar una apreciación accidental de parte del Honorable Senador por Talca, y que no es conveniente dejar si? rebatir dentro de un criterio de com-pleta jusHcia respeclo del adversario> Combatiendo el Honorable Senador la existencia del Con"
"
sejo de
Estado-orden de razonamiento en el cual ha sido
seguido por algunos de los miembros del-Senado que han terciado en el debate y en el que yo no entraré ahora..Laseguró Su Señoria que después del robo de los registros electo'. rales de Santiago se descubrió al autor del robo, y que ese jndi'IÌidllo fué indultado por el Consejo. -
.
El señor Irah-ázaval.-Esa eB urta equivo.9Rción.Yo no he podido referirme al autor del robo, porque'sé muy bicn que n? se descubrió; existia la copia de los regisLros, y sin esa còpia no Ìtpdía haber elección. Por consiguiente, me referia ?
al que guardaba los registros, impidiendo á todo el departamento ejercitar el derecho de sufragio. Ese es el cargo por el cual se le condenó y de la pena que sele impuso fué de la que lo indultó el Consejo de Estadu..: El señor Errázuriz (Mini.tro de Justicia é Instrucción PÚhlica).-Agradezco la explicación del Honorable Senador, -
.
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
.
26I
p?ro notará $u Seño'rla ,que'la forma general en que 's.; expresó daba 1ugar á la apreciación <[ue yô me habia perrui.. Lido insinuar. " En seguidaencuentro que es men?st?r al?jar d?l debate un incidente histórico, la apreciación qu? ?l horl'brable Sena?
'
'!!
.
I
dor bace de la causa que produjo la caída de O'lliggins. 'Cree Su Señoría que la catást?fe queise efectuó en Santiago en enero de 1823 fué debida á tentativas de intervención, cle,ftoral de part? del dictador. No es que yo crea que aquella'.intervención no?xistjeI'a; pero me parece que la historia: está distante de acoger la apreciación formn lada por el H 0-' norable Senador. Eutiendo qoe]a caída d? O'Higgins se de-, hió á causas diversas, á oaus.as complejas y anteriores al o', aeto ?l?ctoral. I/"" Desde la independencia, la dirección politica del pals ?staba ?n mónos de cierto ciiéulo de patriotlls, estreehos si se '
"
quiere, en sÚ modo de pensar, yâ que.erån los primeros con-'; ductores'que poseía el país, pero hombres podorosos é influyentes, principalmente en Sa.1tiago.'Paroce que el dictador tuvo la desgracia dc cncontrarso en choquo Con este círculo, y tan pronto como sus miembro? supiefon que Concepción se hahía levantado en contra del Gobie,'no, sc' aprovecharon' de'la oportunidad, convocaron al pueblo cn la oficina riel " consulado y derribaron aqÍJel Gobierno, No niege que ent,'e las ráltas cometi das por el dictado!' O'Higgins se encontrara la intervenciÚn enlJas eleecione8; me parece, sin embargo, que ésta no p'uede haber sidu sino, una causa secundaria de su fracaso. La causa principal ruó sn política,",' ruptUl'a cou el círculo de notables de la capi.,' tal, y creo que la historia se verá obligada á consignarlo asi. "
"
Debo al mismo tiempo hacer cierta reserva respecto del modo de pensa,' qne se ha atribuído al que habla 1'0'- algu-" nos de los Honorables Senarlores que han tomado parto. en este debate. Se cree que el Ministro de Justicia se ha opuesto. al establecinìiento de las comunas rurales autonómicas por" que encuentra que estç país ,io está preparado pa!'? 0110.' .
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,
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
262
exactament& ese el terreno en qU& yo me he' colocaSi yo creyera que porque un p"ís do, honorable President&, ó no está preparado para tal ó cu"l institución re!f\.uii. es motivo para que una ley. no se aplique ó se dicte, me parece ".
No
es
que .tendríamos leyes. .
que hacer reserva respeéto do muchas
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.
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Creo, en'conciencia,' que' tal vez para njnguna"de las medidas polltícas dictadås en los'últimos periodos el país estaba,. preparado para ellao; pero esto no ha sido motivo para que'
hayan adoptado. YO reconozco el 'poder civilizador 'Y creador de la ley, y' por eso no me he colocado en este terreno. Cuando un paí. no se encnentra preparado para recibir nna ley, la ley hace las veces de vesLÎmento un poco largo que dificulta.n andar pero al que se acostumbra con el tièmpo:'A?í corno el vestimento modifica el andar, la ley moraliza é iÌlstruye y suple
esas medÜlas no se
'
prep"ración.,,:
la falta de Pero una ley puede ser crítica, trágica, preñada de malo. resultados cuando va dirigida contra costumbres arraigadas. Por ejemplo', un>; ley que estahleciera cl servieio de las armas oh1igatoria, excelente en otras naciones, 81:trÍa perjudi? en Chile; no porque el país no esté preparado para ello, sino porque está preparado para actos enteramente contra-'
del
rios; nuestros hábitos de iIl(lependencia nos harian rebeldes .
áesa ley. Pero, cnando sólo hay falta de preparación y no existe choqne \'iolento entre la ley y las costumbres, la ley mejora y hace adelantos. Así, pues, e1 que habla jamás se ha colocado en ese terreno ni ha podido decir que el luotivo por el cual no conviene el establecimiento de una comuna rural autonómica es la falta de preparación del pueblo para ello. La razón que yo he dado para no aplicar esta medida e5 q\lC no existe en Chile la comuna rural, es la misma razón que daria para que nO se tratara de llenar de bosques de algodón la provincia de Valdivia. La comuna no es una creación de la ley, sino que debe exis,. ,
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...
tir antes
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263 ?
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OBRAS' DE lS"U)QRO ERRÁZURIZ'"
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que la ley. La comuna 'rural mi nna agregación na-',
tural de pequeños propietatio?á quienesintereses'comufies
agrupan en oiertos centros,'rurale's: Pero;desdé qiiè estos centros faltan en Chile, encontraba yo que'no podia fundar-' 'nó puede [undarse. nO rural, porque ésta puede crearse por ley; sólo, donde lEi agruphoión existe admi'o' ,. te la intervenoión de la ley. ,;'" .- Por consiglliento,'no'he podido ooloearme tampòoo en el terreno d?'ho8tilidad al uiunioipio autonómioo. Mi'resorva se ha limitado á la ?onvenienuia de estableoer la oomuna ?utonómioa oomo un'poder'looal donde la oOmuna no existe, es deoir, en los'oampos despoblados dé Chile. :'. ',.,' Pero, oouio lo manifestaré más adelantc, tas modifio?cio' nes que ha establecido en sus ideas el honorable Senador por Talca le aoeroan mucho al teI'rOllO en que nos enoon.tramos Mloeados los miembros'del'GobierI'lO y del partido'liberal. Habiendo Su 'Señoría salido de la peligrosa subdelegación de dos mil habitantes y habiendo aoeptado oomo base:dela organización de sus comunas agrupaciones de diez ó doce mil habitantes, ya la transaoción es posible y se divisa 'la perspeotiva evjdente de que la disousión en el seno de la Comisión ha de traer pdr fruto una prÓximà conquista. para las ideas que Su Señeria sostjcne. ., En su últifuo mscurso el hOl'orable' Senador por Talea se
S" aqui la comuna
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.
.
.
.
ha referido á oierta exposioión histórioa que hioe en apoyo de la doctrjna que tuve el honor de sostener ante el Senado (" respecto de la convenienoia de la comuna autonómica. Su Señoría encuentra que esa exposioión es defioiente y á que no ha tenido razón de,ser la investigación relativa los aooidentes' que han tenioo lugar en los últimos oincuenta ",ños en la organizacjón d e la propiedad rural. En Chile, si??'embargo,..tanto .la 'primera investigaoión '
como la investigaoión posterior de los percanoes su [ridos en el desarrollo normal'de la población rural del pals,tenían imposibipor objeto exponer al Senado dos Causas que han litado la formaoión de la OOIIluna rural por pequeños propie-
?"
264
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
tarios independientes. La propiedad no se constituyó ni la tierra lué radicada en cabeza de pequeños propietarios.
En virtud de las concesiones de tierras y hombres otorga-. das por los gobernadores de Chile, la propiedad quedó en muy pocas manos, y así ha continuado hasta el día, con cortas dilerencias. La población, considerable ó reducida, no se fijó en aldeas, sino que viviþ esparcida en los campos, den; tro de los límites de la hacienda. De manera que desde un principio quedó excluida de la organización territorial de Chile la agrupación comunal, la aldea. .En seguida, y en virtud de una evolución que ya he tenido el bonor de explicar al Senado, sin que haya sido bastante leliz para ser comprendido por el honorable Senador por Talca, perdió nuestra poblaciónrural su carácter dc seden',i? taria. I-t: tenido Ya he. ooasión.de deeir que cse régimen, heredad" Chile colonia, de la por experimentó hace cuarenta años pel" turbaciones considerables. Los hacendados prefirieron entonces el trabajo del peónllamado lorastero ó ambulante; y comenzÚla rotación constante de los peones, desarrollándose la plaga <lel nomadismo. De modo, pues, que lo que hace apta åÏa p?blaci6I1rural para organizarsoen agl'upaciones comunales, en aldeas, es decir,. el sedentarlslIlu, se perdió p"r completo en este país á causa de esa plaga de la vida nómade. Estas eran y Son las causas que han impedid" y quc impedirán por largo tiempo la lormación en Chile de las aldeas .
,
rurales. ? Y á este respecto debo una explicación al honorable Senador por Talca. Cuando he usado la palabra .feudalismo.,
que es h"y más pintoresca que exacta, la he empleado en el sentido que se le da enJospaises modernos. ? "Todavía se habla dé leudalisffi" en Alemania y otros estac .dos europeos, siendo que han desaparecidQ los castillos de los barones de la Edad Media, y junto con la caída de los torreones feud?les ha venido la abolición de los derechos que '
.
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265
;-OBRA5.DE ISIDORO ERRÁZURlZ:';
los señores tenia n sobre la Hos.
vida-y propiedad de
sus vasa-
cf'
Pero debo llamar la atención de la Honorable Cámara hacia la circunstancia de que en todo el mundo civilizado,Chile
único país d3hde el hombre que trabaja la,tie?ra con sus propias manos no tienc dcrccho dc propiedad sobre ella, ni siquiera derecho de arrendamiento. De manera que, si no
os el
por el hecho mismo de la constitución feudal do la Edad Media, por la circunstancia apuntada, si bay algún pais en donde sea licito hablar de feudalismo, ecse pais es Chile. Los últimos Estados que han aceptado la idea, el principio de que los hombres que trabajan la tierra tienen derecho sobre ella, han sido Rusia é 11'!anda. Eri Rusia, la ley que declarólibres á los siervos, les repartía al mismo tiempo, como tuve I}portunidad de manifestarlo en mÎ auteriol' discul'so, la mitad de las tierras en donde vivian. Por la ley inglesa, de 1868, referente á los arrendatarios irlandeses, se declaró que el propietario que arrojara á sus arrendatarios debia pagarles eincuenta veces tanto del valor del arrendamiento. Se ve, pues, que en todas partp.s, en los Etitados 'de Europa eOmo en los de Norte-América, el hombre que tmbaja la tierra es dueño ó arrendatario del suelo, con garantías e1ìca? ces para sus derechos. ^, Ahora bien, se comprende que en países en donde los ha? bitantes de los campos son dueños de la tierra que euItivan Ó "
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"
.
están ligados á eHa por vínculos estreehos y consagrados sirs derechos por ]a ley, puedan formarsc agrupacioMs de homb!'cs capaces de defender]a libertad y sus derechos, agrupaciones que sirvan de base.á!la exi:itencÍa de la comuna" :} "Todo eslo se refiere á los acciùentes del debate. Entrando al fondo de la cuestión que nos ocupa, me permito hàcer no,
?
tar al Senado que ella comprende ùos términos capitales. ,Es el primcr? de estos términos: hasta qué punlo Euede ir'se en Chile en el camino de ]a descentralización estableciendo
la comuna autonúmÎc.a.
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266
BIBLIOTECA DE ESCRITORES Dlt CHILE
A es'" respecto, pirlo á la Cámara têñ"a á bien fijarse en que cuando hc combatido]a auLonemia de la comuna,.ha, sido de]a comuna que no existe de hecho en Chi]e;noadmi-
autonomía comunal por ßuanto no existe la comuna. Respecto de la autonomla del municipio, yo no he Loma.. do en manera alguna una actitud adversa. Al cuotrario, creo que'e] partido lihera] se halla en situación favorable para t.o esa
continuar desarrollando un sistema descentralizador y crea? dar de gohierno. En los últimos años se han dictado deCretos, para los cuales estaba facultado el Poder Ejechtivo, 1'01' los cuales se establecieron municipalidades en varias poblaciones que no eran cabecera de departamento. Y, segÚn me apuntaba un honorable SenadO!' hace pocos momentos, existen como diez municipalidades en es?scon? didoßP.5. Y no tengo embarazo en declarar qilO marchare?. mos firmes en ese mismo camino. Hay mU(?has poblaciones que, como la de Quilpué, señalada por el honorable Senador de TaJea, que están reclam8mlu justamente la creación de UOa municipalidad.
.;
De manera, pnes, que las opiniones del honol'able Sena? dar se están tocando en parte eon las opiniones del partido liberal en este terreno, como se tocRn también p,n el pròpósito común de ensanchar ]as atribuciones de las municipalidades, de alejar, de qui tar toda ingerenoia del Ejecutivo en ]as funciones del 'ßunicipin.
.
y, creo que no seria dirícil en-
contrar un medio COIIlO el que indicaba el señor Senador, 11 otros análogos, que amparasen al municipio en su vida au" tonómica contra 10B avances del Poder Ejecutivo. Me cabe el honor de decir que en este punto se ha allanado mucho el camino en virtud del discurso de Su Señoría. Cree el honorable Senado]' q?e agrupaciones de diez ó doce mil haBitantes podían COfiKtituir la basepa.ra mnnÎcipios'au? tónotÍ10s. Pienso yo como Su Señoría.' Pe?o queda como parte del debate el segundo término de la proposición de Su Señoría, en que las opiniones se. chocan sin poder llegar á acuerdo. Ese segundo término es 1'''.Le:
OBRAS' DE ISIDORO ERRÁZURtZ
;!
267
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<hasta qué' punto es conveniente hacer deI:municipio autónomo la base del poder electoral en Chile? ." el de T",lo,Ùe"hadejado .,Aquies donde honorable Senador de estudio, por el,hombre deGab i?' arrastrar por el hombro .
,
nete;por el idealista. Su Señoria'ha visto enotros pai,ès.fun'. cional' con cierta regularida'd alguhas ,instituëione., y ha creír!o, llevado por su patriotismo, por los impulsos. de todo corazón de chileno que se halla,fuera de su patria"ha creído que si todo aquello sc transplantara â Chile produciría la misma y rica vegetación política 'lÚe Su Señoria ha admirado allá, El honorable Senador, con la mente asediada p'or el recuerdo del cáncer que devora la libertad electoral en nuestro paí., ha creidu, al recorrer aquellos Estados,'que ellos se encontraban aquejados de la mi.ma enfermedad que Chile y '. ,[ue el corre'ctivo aplicado funcionaba bien. Por mi parte, creo que la cuestión electoral no ha sido planteada en Europa como en Chile. En aquellos Estados no existe el temo'r de que alguien pueda impedir á.un elect",r que emita su voto ó que alguien arranque ó sustraiga los votos de la urna. Estos son delitos comunes que repugnan;-y ø
.
"
que, si llegaran á producil'sc por parte de los gobiernos, levantarían en masa al, már. avasallado dé. aquellos pue' '1, blos. La preocupaciÚn de los estados europcos son las franquicias electorales que se oturgan á tudos aquellos á quienes se concedo el derecho de sufragio y el número más ó menos con:<;,:siderable de ciudadano. con.esle derecho. No entra en la mente de los eUI'upeos quo haya podor,humano que puoda '
'
esos derechos á los ciudadanos. De
ahi la pureza
arrebatar ?? en las elec.cionos. 'H'No habiendo, Pllcs,existido como enfermedad en osos pai. ses, la llaga pestilencial de la intervención y del fraude en las oleceienes, no han tenido para qué preocupars.' de ella; y .
-1
si la comuna autónoma hubiera sido llamada para poner una barrera á csa iutervención, á esos fraudes que aJli no existen,
la bayoneta de los gobíerno.la habria'derribado. La còmu-
?:.
268
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE,'.
na ha sido llamada y considerada como mero auxiliar admi-', ;,i,1 nÎstrativo. Hea,orriendo á este respecto algunas leyes electorales europeas, encuentro la de 31 de ,mayo ,de 1869, que regía la
.:!
.
Confederación del Norte y ahora el Imperio Alemán, En su '" párrafo 6.0 dispone esa ley lo siguiente respecto de las elec?' ,., ciones de representantes de la Dieta: .Cada representante será "Iei!ido cn un circulo electorah "
,
:.;j, por separado. Cada círculo electoral será dividido, para el objeto de la emisión del sufragio, en peqò'eñosdistritos qu? se proourará. haoer oonoordar, en ouanto sea posihle, oon las publioaoiones comunales (Orbsgemeínden), á no ser en los casos en que una poblaoión oomunal demasiado numorosa obligue á prao"
J+'I;Jj,' "
ticar en ella sub-divisiones>}. 'f. Es deoir, que la pohlaoión oomunal es aoeptada como simple auxiliar y no como baso del poder eleotoral y am paro del derecho, y mal amparo sería el que la comu;,? rural pudiera presentar contra las bayonetas de un gobierno inter'\. ,.:: ventor, si alJá exh;tiera. .
párrafo 3 dioe que sobre ]a invalide", del boletin de voto decide, con reserva del solo dereoho de oalifioaoión de]a Dieta, solamente el directorio del distrito eleotoral á mayoría de sufragios de sus miembro... ," De manera' que no es la autoridad 'comunalla que calific'a decide de la validez del voto sino la autoridåd electoral. y Esta partioipación de la administración oomunal on las olocciones la desarrolló el reglamento dictado el 29 de mayo de 1870, en virtud del párràfo 15 de la ley del 69, 'que prosoribe que <-la Dieta årregle el procedimiento eleotoral, en ouant!} no lo presoribe esta ley;'por medio do un reglamento'que regirá en todo el Imperio". Dioho reglamento, de?arrol1ando, la ley" confió á las comunas la direoción del acto electoral. I Aquí debo hacer presente algo que está on pugna oon his
La misma ley en
su
ideas expresadas por el honorable Senador por Talca ,'especto del papel que en general atribuye á la. comunas. Induda"
,OBRAS DE [SI DORO HRRÁZURIZ,)i
2Þ9
blemente que estas instituciones ofreeen grandes ventajas, porque confían al mismo interesado la vigilancia de SUB propios intereses; pero no considero que á la organización de la comuna deba entregarse por. completo la snerte de una ??dón, y menos todavia 'lile se la pueda establecer por ley donde ella no existe. , Bélgiea, tuve el honor de exRespecto de lo pasa en que .. poner en mi anterior discurso que, lejos de poseer la autonomía que el honorable Senadode atribuía, la eomuna vive hajo el tutelaje del Gobierno. Es cierto que en Bélgica se lla"
,
.
ma á la comuna á servir en los actos electorales; y esto se comprende, porque de las diversas autoridades es la que ? más se aeerca al hombre. La ley de :1.0 de abril de 1843 dice quo 01 burgo?maestre y regidores (Ecbevins) 'participan en la formación del euerpo .electoraJ legislativo.. De esto á sostener que en Bélgica las c?muna.s son la base del poder electoral, me parece que hay mucha. distancia; ellas no son sino auxiliares administrativos del poder olecto.:. ral, que reside en el cum'po legislativo. En Inglaterra, pa,is donde la propiedad ha seguido una <Jvoluciúnsemejante ála que ba tenido lugar en Chile, es de"ir, donde la tierra ba quedado eI\ poder de pocas manos;la .formación [le las eomunas de. los campos ha sufrido retardos .consi.d,erables, no ha seguido un dcsarrollo normal y regular. En t?rno de las grandes haciendas se establecieron pe..que- G ñas pohlaciones ó burgos (borough.s). De éstos.unos ti,men' .franquicias elecLol'ales, siendo estos últimos los_?enos; son más eOnSiderables los que tienen franquicias munioipales. El mecanismo'l' electoral de Inglaterra os muy complicado .y seria muy dificil probar que la comuna sea alli la base dol .poder, electoral. Los diputados in.gleses so. ban dividido .
.
".".
:?
,en.cuatro ó cinco grupos, los que son olejidos por conda<<io.: Algunos'de estos cpndados sólo tienen 20 ó 3Ò milhabi-
mucho más, numerosas, ;tantes;, hay Qtros con"'}JOblaoiones '<Jomo por ojemplo., 01 do York, que tiene 1.700,000 babitan?
?
270
1S1BLI0TBCA DE ESCRlTO:RESDB CHILE
teso Existen'52 condadus 'IIte eligen 159 reprcscntantcs;72 -oiudades de más"de 20,00 habitantes que eligen 132 repre-
sentantes;127 pequeños burgos que eligen 200 representan.tes; y, pôr último,"vienen las'universidages, que también :? eligen algunos. '. y ,cómo se efectÚan las elecciones por condados? De la '?n manera siguiente: en cada uno, el slteriff, pues es funcio. .
.nario nombrado por el Gobierno y salido de entre las filas de la aristocracia, convoca á los electores para un día determi-
nado y preside el acto' electoral. 'En ese día el sherííI es I() que el señor senador de Talca afirma que es en muchas par.,?, la comuna. !. -?: j .. ,,! En las ciudades, indudablemente, se halla el poder electo, ral en ellas mismas. , En cuanto á los burgos, la Cámara lo baescuchado; los hay con derechos municipales y con derechos electorales. Sólo con respecto á estos Úllinws se puede alirmar que la co.
muna es ls base del p()der electoral; pero no se puede decir otro tanto tratándose de los burgos; que sólo tienen franquicias municipales, y de
, las ciudades y condados. Conviene también tenm:'presenteque todas las rcòlama-
ciones sobre las listas y todo lo relativo á las funciones eJecá la justicia ordinaria. De manera torales en Inglaterra
va
que, desde luego, no es la comuna la que tiene la Última palabra en las elecciones, y en esta parte'1aley inglesa está en
contact() con la ley chilena vigente. Est()yperlectainente dispuesto á reconocer que las doctrinas sustentadas por el, honorable Senador de Talco tienen
aplicación en Estados Unidos, en la Nueva Inglaterra, donde la vida comunal ha adquirido desarrollo tspléndido. Pero á la Vez he leido en el discursi> de Su Señor!a que los fundadores de las colonias de Nuevà Inglaterra era" hombres inferiores á la generalidad de los' habitantes de Chile. El honorable Senador ha ponderado la viveza de ingenio dI> lIuestros compatriotas, 106 considera más hábiles y apto!> que los pobladores de los Est?dosUnidos para la implanta-
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??.
?'.OBRAS DE'ISIDORO ERRÁZURIZ
00,0
27I
ción en Chile delsistema comunal àutonórnico.Pero Su Señuría olvhla 'ue la vida comunal no se establece sólo con la viveza de ingenio, 'ue desde Lautaro y,Caupolicán proclase necesita algo "más, ma:?n los habitantes de nuestro.,paÍs; pc muêho más.. ,- ,? d? fundadores podían la comun; en Nueva Inglaterra Los c,:
"
ser hombres rudos y de cabeza redonda, pero eran corazones
templados en la conciencia del deber, que tenían la aHivez <le sus derechos. Podían ser hombres rudos, pero poseían un espíritu recto y,l.wantado, que no temían exponer su vida ,en PoI pilorien defensa de 8US de]'echu?; esos hombres eran la .flor de la conciencia en el "sigloXVI, el siglo que más con,ciencia ha tenido. Con tales hombres se fundó lacomuna en Nueva Inglate.rra; y puedo afirmar que jamás ha habido ni habrá reunión j
"
.
ùe hombl'es mejor preparados para todas las manifestacioneS de la libertad que los fundadores de las colouias de Nor,te-América. Todos ellos, católicos de Maryland, puritanos de Nueva Inglatena, anglicanos de Virginia, eran la flur del mojar de los países en el mejor de los siglos. Faltábales, si so ..quiere, el brillo, agudeza de ingenio; pero poseían todas la" .cua]id?deB de espíritu sólidas y gl'fives. Se comete la más cruel dc las ipjusLicias compararldoeon la generalidad de los .
habitantes de Chile aquellas bandas de hembres escogidos, que vivían al calor del deber y do la libertad, respotando y haciendo respetar â aquél,' amando y haciendo alnar á ésLa. y ya que hoy se presenta la oportunidad, agregaré algu- .('-: .lÍas palabras respecto de Estados Unidos. El honorable Se.nador pOJ'.,Talca, e1l su entusiasta admiración por la gran Hepública, sólo ha visto un lado de esa brillante medalla. ,Su Señoría. ha visto á los 1?dI1oJles.condenados}o.pero_no ha,visto á los que han quedado impunes de sus delitos. Su. Señoría ha visto á senadores y munioipales presos y castigados, pero no ba visto la argolla de aguardenteros. y ferrocarrileros que .estrechaban y asediaban á las municipalidades. .
.
.
..
272
BIBUOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
Su Señoria ha visto á grandes homhres que el voto de! pueblo ha levantado vencedores en el escudo 00 la nación; pero no ha visto á otros que, eomo Henry Clay, moría. en solitario retiro, consumido por el cáncer do la ingratitud de sùs conciudadanos, ú olvidado como Calhoun, después de
consagrar su vida á su patria; no ha visto al Senador Charles Summer garroteado en su mismo asiento de Senador. Su Señoría no ha visto, en earÙhio, levantará nulidades, á demagogos, ni á un Presidente uombr'ado por la falsificación de una eleeciôn. El honoreble Senador ha visto la parte hermosa del Clla1ro, e] correcto ejercieio del dereeho y de la libertad; pero Su Señoria no ha visto los abusos y falsificaciones; el rodar do los ferrocarriles conduciendo esos cargamentos de bres de uno á otro extremo del pais; no ha visto á esos
hom",epe-
tidores>, llamados asi porque se ja.ctan de votar cincuenta de Nada veces. eso ha visto, ni oido los lamentos de Isaías)
Jeremías, que se levantahan en todo el ámhi to de aquel vasto territorio. El hecho es que en eso país, 'Ine el honorahle Senador ha visto por uno do sus lados brillante, son muehos los hombres de conciencia y de respetabilidad quo se alejan de los negocios públicos y que sólo acuden á ellos cuando la ola do la politica amenaza ahogar los interesos y las libertades púhli.
caso .
y el Senado ha visto cómo el fraude y
la violencia electorales no son ajenos tampoco á la vida política de la Unión Amerieana. En Estados Unidos se ha visto un Presidente ? ?legido en virtud de una falsifioación de actas, crimen fami]iar también en nuestra tierra. Hoy mismo, según se afirma, en todos los Estados del sur el dereeho eleetoral de los negros es supeditado por las mismas violencias con que se ha. supeditado el de nuestros oonciudadanos en Chile.
El negro no sabe defenderse; el negro so encuentra en el mismo nivel inteleetual y moral que la mayoria de los habi-
.
<
OBRAS DE '[SIDORO ERRÁZURIZ
273
,
tantes de nuestro pals:Posee el derecho, mas no su eonciencia, ni la fuerza moral y material para llev,!-rlo á efecto"j Ahora bien, en los Estados Unidos de Nueva'Iriglaterra se consiguió fundar, en la primera época de la ocupación, pequeñas poblaciones ó campamentos fortificados contra?' o
los ataques de' los indios. De ahi nació la comuna rural de los Estados Unidos. Pero esta comuna no existe en todas
partes, nj la cuestión electoral se ba presentado alli con los caracter;,s que tiene en Chile. Principióse en los Estados Unidos, en la época en que se dictaha la Constitución, por este mismo tema, es decir, en dónde residiria 01 poder electoral. En el Congreso Federal, en el C"Tlgl'eso de los Estados, uno de los homhres más distinguidos, el federalista Hamilten, sostuvo que debía radi-
.
earse el pòder electoral en el Congl'eso Federal. Sus adversarios decidieron, sin embargo, que el derecho electoral residiese en cada uno de los Estados. Sobre esta elección pOI' eOUllados, qu e no resguardaría contra el abuso de que hicieran andar á un elector 30 y 50 millas, dice Elliot:
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,
.El Federalista, núm. 61.-No
"omprenderá toda la fuerza de esta vR]'Ìación si no se toma. en cuenta el hecho de que, aun cuando en Nueva Inglaterra los 'electores íIepositan generalmente sus votos en los tQwnship donde residen, en los Estados del sur y del oeste hay pocas ciudades, y tieneJ;llugar las elecciones en los condadosien donde la poblad611es escaSa y diseminada en VRl'itos distritos de plantaciose
nes)).
En Story encuentro lo siguiente: .Los Estados determinan ahora el tiempo, eI" lugar y el modo de las elecciones, en un sentido práctico, exclusivamente>>.
Es decir, que resida el poder electeral en los Estados, que determinan el tiempo, lugar y modo de la elección, .El modo es muy diverso, y quizás, en algunos casos, se ha ejercido el poder bajo la inUuencia de sentimientos locaEUÁZURlZ.-T. n.
18
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274
BIBLIOTECA DE KSCRITOR}!:S DE CHILE
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les ó de partido hasta un punto que es insostenible como" principio ó como política. No hay uniformidad en el sistema-
En algunos Estados los representantes son elegidos según una lista general para todo el Estado; en otros son elegidos singularmente por distritos; en otros son 'êlegidospo,"distritos compuestos do una población suficiente para elegir dos ó tres representantes; y el> otros los distritos están á veces solos y á veces unid"", con otros para la elección>>.
y modo de la elección.
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De manera que, aún en IoscasoB en que se usa de l:i'comuna par,\ la recepción del voto, es siempre la intervención del
Estado la que dice la última palabra, la que arregla, distri-' buye, y, para decirlo todo de una vez, la que ejerce el pleno" poder electoral. La lucha entre centralistas y fed8l'alistas ha tenido sus ecos hasta 9U una época reciente. 1<> qne me En Story, página 82; leo lo siguiente, sobre per?,1. mito llamar la atención del Senado: .Se deo!a que la Constituoión podía haberpresorito que se practicaran las eleooiones por eondad<>s. Esto es c{?rto;pero' por regla general, habría sido un remedio poco efioaz contra ,
abusos posibles, porque los cond'ados difieren conside,rablemonte en cuanto å extensión, caminoB y c,011lodida.dcs para la elección, y el a"gumento derivado de la posibilidad de los abusos quedaría en pie aun cuando se hubiera adoptado aquella preseripoión. Si se obligara á IIn elector á re(;orrer' distancias de 30 á 50 millas para se sentiría tan desa-
votar,
lentado para dar su voto como si tuviera que ,'eCorrer 1001>' 500 milla... Así es que, en gran número de los Estados de la Unión, se vota por condados, y en algunos de éstos las distancias son oonside!'ables.
Congreso no podría recurrir á medi-' das de esta naturaleza con propósito. de oprosión ó de triunfo de partido sino en el caso do que dicha corporación hubie-. ra cesado de representa!' la v<>luntad de los Estados ó del
.La verdad
pueblo.')
es que el
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El Hustre comentador de la Constitución americana no -,o
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concibe que el Congreso de un pueblo poderoso dicte medidas tendientes á frustrar el derecho de los electores obligán-.
dolos á recorrer. grandes distancias. Esto no puede tener lugar, agrega aquel comentador, sino cuando el Congreso deja de representar la voluntad del pueblo; y agrega estas palabras, que rogaria al Senado se sirv;era meditar: .y si, con tales antecedentes, los congresales pudieran continuar manteniénùose en sus puestos, esto provendría. da que la nación entera se hahía dejado contaminar por una corrupción general é irremediable. y semejante eSlado de para cosas no hay ConstÜu,ción republicana que p1ldiera. pretender
proporcionar remediu>). Por consiguiente, el comentad.or
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americano roconocealgo ![ue. el que habla ha tenidu el honor de exponer más de una vez en es?e recinto, esto es, que contra la indiferencia y Con? tra la corrupción ?delpueblo no hay remedio I""ible en la Comtituci6n ni en la ley. E! señor Reyes (Presidente).-Si al señol' Ministl'O le pareco, podríamos suspenqer la sesión. El señor Rrrázuriz (Ministro de J ustiüia).-Estoy á las órdenes .lel señur Presidente. El señor Reyes (PresidenLe),?Se snspende la sesión.
SEGUNDA IIOnA
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El señor Reyes (Presidente).-Cuntinúa la sesión. Puede seguir..usando de la palabra el señor Ministro de Justieia. El señor Emiznriz (Ministro de Justicia).-Me ha oido
el Senado sostener que en algunos Estados de Nueva Inglaterra es donde florece la. instituciÓn de la conmna autónoma sin ninguna de las. trabas á que se encuentra sujeta en Bélgica, Alemallia y algunos otros Estados de Europa. Pero el S?f1adose preguntará: ?a?aso esta institución no Se extiende á los"divel'sos Estados de la Unión Americana?
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rige un sistema Nó, señor, no se extiènde. En Nueva YOI'k dcmás mixto de condados y de pequeñas comunas. En los ,Estados rige sólo el régimen de condados, es .decir, de circunscripciones que comprenden una gran extensiÓn de te? rritorio deIltro de la cual un sheriff, nacido reciente nI elite del sufragio popular, ejerce funciones análogas al sheriff de Inglaterra. Y, lPor qué estos Estados nO han adoptado la institución de la comuna? La Cámara va á oirlo de la nota Estados Unidos: de un libro de Claudio Jeanett, de ,No hay comuna ru!'al, dice, sino sólo condados en cl'i\larylánd, Virginia, las dos Cm'olinas, Georgia, Kentucky, Tennessee, Mississipi, Alabama, .La población se. halla muy poco' densa para que fue.ra Útil constituir una circunscripción administrativa inferior. A menudo, una plantación había ocupado y con mucho todo
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?l territûrio de una comuna rural>>. r
Es decir, scñor, que la mayor parte de los Estados de la Unión Americana se. ha abstenido de constituir la comuna rural y atribuide influencia cnlos actos electorales por uIIa ra2ón análoga á la que el señor Ministro del Interior ha he.cho valer contra el establecimiento en la ley de la comuna rural en Chile. Se ha temido que una ú más comunas cupiese.n de.ntro del te.rritorio de una plantación ó de nna hacienda; y antes de ó de cae!' en este peligl'O y de crear una comuna más dentrn la' una hacienda, han preferido el sistema electoral de población densa.
En resumen, resulta de esta rápida cxposicíón que me. he permitido hacer del régimen electoral vigente cnlos Estados 'i!uropcos y norte-ame?icanos, un punto de importancia: no se han encont!'ado los Estados de. Europa, ni los Estados Unidos de América, e.n esta época, en presencia de un mal análogo al que e.n Chile. hemos prctendido curar, ypor consiguiente no ha sido necesario buscar e.l reme.dio que se. ne.<:esita en Chile. En Inglate.rra, en Bélgica, e.n Alemania, etc., se ha lucha-
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do únicamentc pot cxtcnder á un númer'o mayo1' de individuos las franquicias electorales. Así, pues, no habiendo en
aquellos países la misma llaga que curar que en Chile, no ha habido tampoco para qué buscar el mismo remedio. que aquí. Cuando se ha confiado á la C(}muna el manejo de la elecciÓn, se la ha buscado sólo como auxiliar ad?inistra-
tivo. Respecto dc Chilc, ensanchando los límites del debate, lsurtiría la base del municipio y comuna rural los re-, sultadcs quc cspera el honorable Senador por Talca de esta
institución?
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Me parece que, dentro de su manera de raciocinar, dentro de su ardoroso entusiasmo por la idea que le parece salvadode vista las condira, el Beñor Senador por Talca ha perdido cioues prácticas de nuestro pa!s. No creo que, en ningún caso, oncontrándose en campaña contra la libertad electoral influencias como las de 108 Últimos años, segÚn los conceptos de Su Señoría, no creo, digo, quo la municipalidad autonó'mica pudiera pl'esentar. una defensa análoga siquiera á las / que on Chilo so han levantado contra ellas. El señor Senador por Talca nos, decía, además, que tendría la comuna, como base del poder electoral, la ventaja de ?er una institución permanente. No sé has La qué puntCi habría ventAja en nna institución pCfrnancnLo ùo esta clase trató.dose de resistir á las. Ínfluenei?s activas y poderosas dcl Poder Ejecutivo. Mc parcce que vale más e::itahlecer organizaciones (lue se ,presentan en el
momento del sufragio, que huyen en. s?guida el cuerpu, y. que, por esto misffio,.están fuera de la acción dol Ejecutivo. Suponga el Heñol' Senador organizada la comuna y suponga á los municipios encargados de velar por la libertad electoral: ?C61110 rer>ÌstirÍan estas:? corporaciones, en la mayor. parte del país, no digo á las cargas de caballería ni á,,]os aü" tos de violencia á que el señor Senador so ha rcferido, sino á. laR influerwias corruptul'HJi del poder? .(.Cuánto tiempo permanecerían en pio los municipios resistiendo á las tentaciu-, ?;;;>
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nes de destinos para sus miembros, para lòs hijos de éstO's ó para sus allegados? .
El hecho de la permanencia los estaría señalando
á los
ojos del Ejecutivo y los perdería., y, junto con ellos, á la lihertad electoral.
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E] señor Senador me parece ha sido injusto con la base electoral que rige actualmente en el país, base que, depurada y fortalecida, sé,ía la mejor garantia de los partidos, >' especialmente de] partido á que Su Señoría pertenece. y á esto respect() debo al señor Senador una explicación. de las sesiones anteriores n?e permiti manifestar En una los servicios prestados por e] partido liberal á la causa de la "
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reforma electoral, y afirmé que, al decidirse por la basé de los mayores contribuyentes, el partido liberaJ'había hecho un verdadero sacrificio. El señor Senador, abusando un poco tIe la dialéetica, tomó esta,declaración mia como una confesión de que e] partido co!Ìservador se encontraba en mayoría en el país. No me parece que esta confesión estaba dentro de mi ex. '1' posición. Lo qúepuede dèducirie de mis palabras es que, de todas las instituciones llamadas en Chile á generar ]a liber. tad electoral, aquella de que el partido conservador obtenía ,
más ventajas era la de los maYOI'es contribuyentes, Si en ,. circunstancia mis aquella explicaciones hubieran ido más lejos, habría dicho qne los mayores contribuyentes eran ,de
todas ]as categorías que podrià haberse elegido la institu. ción quP. por sus condiciones ca?aüteristicas estaba menos expuesta á caer en los lazos del servilismo y de la adhesión ineondiciona] al poder. y esto es, me parece, lo que ha sucedido. Pero con sorpresa mía y con sorpresa de IUucho6, se ha encontra.do quê el partido conservador no está en mayoría entre los mayores contribuyentès, ni posee]a fuerza que se]e asignaba, Era ]ógico, sin embargo, atribuir]e esta importancia y esta fuerza relativa, desde que se estima en todos ]os países que los principales propietarios agrícolas pertenecen en su mayor
parte
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al partido conservador, que esta catcgoría es más favorableal partido conservador que los hombrcs de letras, las iudustrias, cte..J .
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Pero, dentro de estas' condiciones de las ctiales decia Story que ninguna Constitución del mundo podía tener la pretcnsión de corregir, iha fu;fdionado la base de los mayores contribuyentes tan mal que mcreciera un repudio tan completo como el que ha experimentado de parte del señor Senador por Talca? No lo creo, y me parcce que muchas de las vict'U'ias electorales de la oposición se han debido, no á las insinuaciones ni á las indulgencias de!'poùer, comO el señor Senador por Talco lo ha afirmado, sino al triunfo de la oposición en la constitución de las juntas de
mayores contribuyentes. No salgamos del departamento de Santiago. No hace mucho que el partido oonservador, aliado don una pequeña fracción del partido liberal, obtuvo la supremacia en la junta de mayorcs contribuyentes. Y, <qué sucedió? Que nada pudo arrancar el partido conscrvador ni á su pequeño aliado ,
el triunfo en este departamento. Es neoesario, pués, confesar que".detoda la máquina formada en Chile para los actos electorales, ninguna ha sido más eficaz que la junta de mayores contribuyentes. Se ha hablado de la facilidad quc tienen los partidos de gobierno para falsoar estas listas ùe mayores contrihuyentes; pcro el Senado sabe también que asl como so falsean las listas de mayores contribuyentes hay tribunales que corrigen là falsificación. No sé en donde pudiéramos encontrar un .
mecanismo que dé mayores garantlas. Los mayores contribuyontes como base del podor electoral, y el Poder Judicial amparando la base de los mayores
contribuyentes. EI?eñor Senador no ha sido, eIHni, èoncepto, completamente justo al estimar otras de las reform",s hechas en aquella misma época. Respccto del voto ácumulativo, Su Señoría dice que es una mariera de votar y no un sistema electo-,
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Pero el señor Senador debe reconocer que es una manera de votaJ' que da eficaces garantías á los partidos de oposición y que les asegnra, en los departamentos que eligen tres ó ouatro DipuLados, la elección de uno ó dos Diputados, y en Chile, que da el 34 por ciento de los electores el derecho de nombrar un Diputado en los departamentos que eligen dos, mas, lo que constituye una prima en favor de las oposiciones: la mayor de todas las que pueden otorgarse en un pa!s iluso
1'0.1.
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trado oomo el nuestro. En seguida, la intorvención de la justioia, que, 'oomo el Senado lo ha visto, no es completamente una novedad, pues" to que en Inglaterra dice siempre la última palabra. La intervención de la justicia constîtuye en Chile una preoiosa garant!a en favor del derecho elecLoral. El Senado ha visto el año pasado que el poder Judicial ha intervenido corrigiendo y amparando los exoesos del gobierno y los exceses de los partidos.
El Honorable Senador por Taloa, aguijoneado 1'01' el de' seo de probar su tesis, ha oometido en el curso del debate all',' gunas iuj usticias que me cumple recoger. Su Señor!a ha afirmado que si él se encuentra en este re. ointo, si el Senado ha tenido el placer de oír su voz, ha sido meramente por un acto de eondesCendencia del Poder Eje-
eutivo. Me parece que, reeordando los detalles de aquella luoha electoral doTalca, en que la candidatura para Senador de Su Señor!a fué sustentadå 1'01' el brazo de dos ó tres gl'tlpos de opinión de a([uella provincia, que si Su Señor!a recuerda esas luc.has"y eSa historia, con mejor acuerdo ha da hacer á los campeones de efl8: jornada más lavor recoilOciendo que el triunfo lo dehió 'á sus esfuerzos y no á la complacencia del GObierno, y me pareoêque la misma justicia hará á los partidos de oposicióu que con generoso y patriótico al'. dor luchal'on y vencieron M Maipo, San Fernando, y Cur:i'pto, en Lautaro y tantos otros departamentos. " POI' mi parte, debo reoordar á la Cámara que desde el año 67 á 1879 he presenciado yo mucþos triunfos de la oposición -
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en guerra abierta contra la intervención franca y tenaz del Gobierno. En 1870 obtuvo la oposición un triunfo tan notable qUß le dió casi la m itad de los miembros de la Cámara de Dipu-
tados, mucho mås de la tercera parle. En 1876 hubo también muchos departamentos que dieron un bril1ante triunfo á la oposición.
En 1879 tuve yo mismo ción en el departamenlo
el honor de ser elegido de oposide Valparaiso. y asi sucesivamen-
te, cada vez que ha habido mediana facilidad siquiera para levantar la opinión pública en UI1 departamento ó en una provincia, el triunfo ha sidu casi inlaliblemente de la oposición. Y tome muy en cuenta el Senado qtÍe los triunlos de que hago memoria fueron obtenidos cuando no regia todavia la base amparadora de los mayores contribuyentes, que fueron obtenidos en pleno ,'égimen del poder electorallor-
mado por las municipalidades. He tenido, por consiguiente, razón en la vez anterior para su?tener que siempre y dnnde quiera qUA los A.rran'lues genero?os de la convicción han hecho animarse Ú un puehlo para ir resuello á hacfH' respetar en las urnas electorales su '
derecho., en eSB deparlamenLo, en esa provincia, los esfuerzos de lospartidos han sido siempre coronados por el triunfo.
El honorable Senador por Talca me preguntaba
en días,
anteriores: Contra los abusos de la violencia; cont]'a la invasión y atropellos á luerza armada de las mesas, ?qué remedio cabe? ?Cuål es esa fuerza á que hacía alusióu el Ministro de Justicia capaz de contrarrestar semejante intervención del Gobierno? lEs la fuerza de las armas; os la revolución? He tenido ocasión, señor, Presidente, de condenar desde )os hancos que ahora ocupo, como he condenado desde los bancos de la oposición, el e!llpleo de la fuerza de las armas
como el crimen más inicuo y contraproducente. La fuerza á que yu aludía es esa misma que ha dado el triunfó á la oposieión en los diversos departamentos y provincias que acabo de recordal', la que dió .el triu]\fo en las ,
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-elecciones pasadas á Su Señoría, el señor Senador por Talco. la fuerza moral de la convicción y del deber, que determina todos los actos de la vida politica de los 'hombres y de los
partidos que saben h"cer uso de su derecho y llegar á las mesas y resistir en ellas í?s atropellos y persislir pacHìcamente con tenaeidad en su empeño hasta depósitar su voto en la urna. Es cierto, señor, que en épocas dadas ha sido imposihle en i}iertos departamentos y en ciertos casos hacer prevalecer el derecho, hacer que el elector consiga depositar su voto porque ha sido rechazado por la fuerza bruta; pero es preciso reconocer también que desde que los máyores contribuyentes son los depositarios del poder y de las garantias electorales, desde que ellos llmnbran las mesas, son los presidentes
para rodearías de fuerza arrna'da .ó mantenerlas' alejadas, y no ha ocurrido sino en casOS muy .', 'contados que hayan sido alropelladàs por el puehlo;' de éstas los árbitros ún.Îcos
Yo no digo que el ejercicio del dorccho de sufragio sea fácil. El derecho electoral es uno de los que se encuentra más ,dificultado, más re.istido, más asediado por mil elementos y mil medios desde tiempo inmomorial. Lo que sostengo es que si existe en]os pal'tidos de oposición, dentro de un departamento en que realmente sstén en mayoría, ]a voluntad de triunfar y allegar los elementos; es raro el caso en que el triunfo no sea suyo. No es dificil en el terreno de los abusos ganarse ]0 junta de los mayore,? contribuyentes oponiendo travesura contra travesura; si ]a oposix
la mayoría de la junta de mayores contribuyentes, impone,]a ley al adversario, Creo que el señor Senador por Talca no dará á mis pa]a-
iJión se adueña de
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bras más alcanee que e] que ellas tienen dentro del encadenamiento de las pl'oposiciones que he sostenido, y así me permito afirmar que el piélago de abusos en que na'lrfragamos en parte es también nuestra-propia obra. Nos hemos lanzado, en nl1".tro anhelo de llegar á]a altu1'a de ]us más grandes progresos l'olíticos realizados en na-
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"iones que envidiamos, á transplantar las más avan2adas instituciones, y así llegamos de un golpe á establecer entre ?IÌ
nosotros el sufragio universal con que esas mismas naciones
batallan. No quiero decir por esto que debemos volver atrás; lejos <:le mi tal idca. Debemos afrontar eon eoraje las consecuen'cÌas do nuestra atrevida aveIÜura y debeIIl(f?í marchar con ? ",1 sufragio universal empeñados y confiados en que su mis. ma práctica y nuestra decisión de corregir los abusos han <:le bastar para elevar su ejercicio á la altura de la ley. Resumiendo siempre, señór, para mayor claridad, me pet.mito afirmar que de todas las base. arbitradas en Chile para amparar el derecho electoral, ninguna ha sido y es, por aho.
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ra al menos, más eficaz que la que se encuentra ucLualrnente .en ejê?cicio,la baso de mayores c6ntribuyentes,y el poder judicial amparando á los mayores oontribuyentes. Es imposible, por muy alta idea que se tonga del ostado .de adelanto y progreso de nuestros departamentos, es impo"ible creer que las muninipalidade. de Chile puedan tener la fuerza suficiente para re.istir los embate. de la .educción <:le! Gobierno mejor que las juntas d" mayores contribu-
yente.. Creo, .eñor, que un gobierno in. pira do por propósitos aviesos no haría mal en aceptar el poder municipal como base del poder electoral, como el mejor medio de alcanzar 'sus fines. Me parece que todo el camino andado en la correc,ción de losabuso., que todo el terreno gana,do para afianzar las garantía. eloctorales, todo cse camino que 10. partidos han recorrido con la mano puesta sobre la mano del adver'sario en lo. últimos años, todo se perdería y volveríamos vertiginosamente á lo. momento. más doloro.os de nlleaLra -
,
','
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hi.toria electoral. Por eso no debe extrañar el honorable Senad,or por Talca que la segunda parLe desu proposición, que consiste en ha.eer de las municipalidades la base del poder electoral, en"uentre reehazo aoatenido de parte del Gobierno y de parte
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del partido liberaJ, de nosotros mismos que en otras ocasiones hemos estado tan prontos para aceptar ardorosos las más radicaJes solucioues propuestas por nuestros adver-
sarios.
Nosotros no retrocedimos un instante ante las juntas de mayores contriboyentes cuando uo era fácil divisar las ventajas que darian al contendor, qne aceptamos sin vacilar el voto acumulativo aún para los departamentos que oligen
ánosotros, que aceptamos al poder judicial por amparador del derecho oloctoral, nos asusta la dos Diputados;
idea de constituir el poder electoral sobre esa base, y nos
detenemos. Nos asusta la tremenda resp,onsabilidad que tal paso echaria sobre nuestros hombro6;Hos asusta y la rechazaniòs á pesar de que nos seria muoho más fácil y más cómodo ceder á la tentación de complacer y seguir á la opinión, librándonos asi de la impopularidad. Comprendo, señor, que, ofuseado el espiritu del honorable- Senador por Talca, le ha dominado la generosa aspiración de implantar en su patria los progresos ,alcanzados eu la práctica de los derechos y libertades politicas por lo.?países que ha recorrido. Comprendo que las poblaciones torlas de un país de imaginación ardiente, de un país latino como Chi1ß, se dejen fascinar y arrebatar p'or la genorosa idea, ó quieran suprimir él tiempo, suprirnh' la práctica dura y larga, suprimir los quebrantos del niño, las vacilaciones del joven y adoptar las instituciones y los arbitrios de virilidad y do la ciencia exper'imentada. Pero las leyes del progreso moral y politico de la humanidad, como las leyes del desarrollo IIsico, son inquebrantables, y mal que nòs pesc tenemos que reeorrer paso á paso la
larga senda que muchas veces hay que regar. eon sangre y .. con pedazos de nuestras entrañas. olvide que para saber praeticar el dereeho es necesario tener antes la conciencia del deber y saber Gumplirlo, ciencia ruda y larga que en los pueblQs no se improvisa.
No
se
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Comprendo que quien se atreva á resistir á csta corriente generosa que quisiera produoir instantáneamente los prodigios de ,París en América>> y convertir dc ropente á Chile en, una especie dc gIgante del derecho, arrostra la impopul"!idad; pero comprendo también que hay para los hombre. de Estado el deber de oir inspiraciones que tienen .u raiz en el '!rcano más profundo y sagrado dela conoieneia, y creo que la verdadera ?loria de los hombres de Estado se cncucntra IIl?chas veces en resistil' la corriente del entusiasmo po?,
pular. Hay horas de impopularidad que
los hombres de Gobier-
no deben saber arrostrar; y cuando esa impopularidad se encuentra en el oumplimiento del deber, inspirado por la ?onvioción de que la clamada reforma llevará al país á la deDadencia y al retroceso! cuando se encuentra sirviendo la ?aasa de la civilización, del orden y dc la libertad, bien ve-
nida sea csa impopularidaù. Dia á día prcsentan las ciudades del mundo civilizado es?enas y contraste. que ilustran la situación en quc nos cn?ontramos. Allá en el reointo dorado del hipódromo se en?uentran reunidos la juventud, la belleza, el lujo, todo el brillo de la sociedad, asistiendo sonriente y placentera al espectáculo de los prodigios de agilidad y fuerza ejecutados diestros caballos en medio de la animación de la mÚsica y bajo una nube de flores. Toda eSa parte escogida de la so?iedad, toda esa juventud, toùa esa brillante reunión aclama la gracia y animaoión de la vertiginosa carrera y tributa
<1on
sus entusiastas aplausos.
Entre tanto, en una calJe solitaria y desierta otros caballos de esa misma raza arrastran desbocados un caI'l'uaje que lleva á una madre y su hija: E, el momento más eminente de la catástrofe; un hombre del pueblo, OBcuro y sin nomb,'e se pl'ecipita sobre los caballos y salva á aquella familia con peligro de su propia vida. Para él no hay aplausos, no hay coronas; todo pasa desapercibido y en silencio.
..,
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n:E:
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Pero vendrá la gran vengado!'a, la g1'an consoladora, la historia imparcial y severa,' y con el paño de la Verónica enjugará el rostro de ese hombre y quedará estampada su figura cubierta de gloria y de sangre como tributo del reconocimiento de l? posteridad. "
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SESIÓN DE 7 DE JUNIO DE 1890 ?
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El señor Erráz,"riz (don IsidOl'o).-En la
sesión anterior',
no más, soñor Ptcsiùentc, so enconLraban sentados en aqueUos bancos seis'Ministros rebosando de altivez y orguUo;.
pero hoy las cosas han cambiado: esos Heis Ministros He han ausentado, han desaparecido heridos por el rayo parlamentario que IOf; ha aniquilado y no perLenecen ya al reino de los vivos. '??? y verdaderamen?e siento la auseneia do! Ministerio
por-
que ella nos impide dirigido muchas preguntas cuyas I'e?. puestas contribuirían no poco á iJustrarI}os sobre ciertas expresÌunes lanr.adas en este r?cint.o por los señores l\linisLros
dcllnterior y Hdaciones Exteriores. Habría preguntado al señor Ministro del Interior, por ejemplo,' qué entendía .1'01' la palabra acción cuando nos <Iijo que había pasado la hora de las palabras y que la hora de la' acción había Nonada. lSignificaba con eUa que había Uegado la hora de la acción en la labor administrativa? Creo que nú,porqur, lo. naCión que paga un s,!eldo :í lo. Ministros, se los paga para qU& ,
desde el momento en que ocupan sus puestos se pongan en
acción. sospechar que esta palabEatiene otro significado en labios del señol' Ministro. Hecuerdo que en los tiempos en que éramos muchachos
Llego
se
:í
usaba esta palabra en un sentido agresivo. lEs ese el se n-
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tido que ha querido darle el señor Ministro? lPero ignora acaso Su Señoría que aquello ha pasado de moda, que ha. blal' hoy de acción en ese sentido es un anacronismo? Yo hahría preguntado también al señor Ministro del Interior, qué significaba esa puja violenta de promesas que nos hizo á última hora. Nos habló Su Señoría del próximo restablecimieoto del régimen metálico, de la ejecución y conclusión do las obras públicas, etc.; y todo estc' en presencia del señor Ministro de Hacienda. El señor Ministro de Hacienda ha repetido aquí que no será posible el restablecimiento de la circulación metálica mientras el cambio no llegue á la par, y desde el mes de enero hasta hoy tal cosa no ha si!'eedido. Por el eontrario, la vuelta á la circulación metálica se ha alejado, eomo lo declaró el Presidente de la República en el mensaje de apertura, agregando que no estaba en su mano modilìcar la situación de las cosas en esta materia. Pero el señor Ministro del Interior,. que todavía no puede abandona,' las maueras del candidato, viene á ofrecer 10 que .. no se ha atrevido á ofreeer niÍlgún Ministro, ni siquiera el actual Presidente de la'Rep ública. Yo habr!a provocado un careo entre el Ministro del Interior y el de Hacienda, á propósito de estas ofertas indecoro.
.],
Sas y hurdas.
lQué babría?dicho el señor Ministro de Ha-
cienda? Si el Ministerio sc hubiera presentado hoy, habría podido preguntarse también al señor Ministro del Interior, qué significaba en los labios de Su Señoría la oferta de aceptar las leyes de Municipalidades y de Eleccioncs. Tal declaración tenía sin embargo una forma especial en hoca del señor Ministro del Interior, forma que fué revelada en el Senado.
Dijo
el señor
Ministro en esta sala que una de las cosas á que estaba dispuesto el Gobierno era á la aeeptaeión de las leyes que reforman las de Elecciones y de Municipalidades.
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Pero,.en seguida Su Señoría enmendó en el Senado esta declaración, apremiado por el señor Senador Irarrázaval, y se pronunció en el sentido que todos conocen.
El1\Iinistel'io, usando un procedimiento nuevo, en lugar "' do vonir á osta Cámarà á protestar contra la conducta de nueslro Presidente, ha mandado una nota reclamando con-
traella.,
:"
Si los seÏlOres Ministros estimaban incorrecta la uonducta del señor Presidente en la sesión anterior, debieron por lo les merecía. menos indicar cuál era el aeto que tal opinión En lal caso se habria suscitado en esta sala un debate correcto, por medio del eual so habría podido investiga!, hasta '
,
qué punto las vejaciones de que se dicen víctimas los señores Ministros han sido el producto de SIJS provocaciones, hasta qué punto esas injurias y vejaciones sOllel resultado lógieo de los alonlados y provocaciones (le los mismos Mi,-
nistros, durante los Ú1timos qias. En efecto, es inicuo que un Minislen, que tiene 01 deber de" velar por el orden público, provoque á los ciudadanos en las ealles por medio de patrullas armadas que los atropellan, convirtiendo en corchetes á la pollcia de seguridad y al ejér-
áto. Aquellos polvoshàn traído estos Iodos. Los que hacen descender la fuerza pública al papel de"tropelladora de los ciudadanos pacíficos, los que hacen sonar los sables á las puertas del Congreso, deben aguardar las congecuenÚiasjdebep 6Sperar que la concie:ncia pública
una manera ú otra. En cuanto á la cortesia que echan de menos por parle del ,? '.? Diputadu por Santiago y por parte del honorable Presidenlà Cuns?itución y laa lete, los que so han leyantado contra yes, los <[U e han preté'ndidomirar con desprecio la. voluntad del Congreso, deben esperar, como lo dijo .muy bien el honorable Diputado por Santiago, no cortesía sino justicia seca, y como yo digu ahora, no pneden esperar sino guerral ße manifieste en su conLra ùe ,
No tenemos ya al frente all\linisterio. El voto del Senado EH,H.Á..ZURIZ.-T.
u
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lo expulsó de este recinto, Es pues lógica la modificación introducida por el señor Diputado por Santiago en su
pro.
'
yecto de acuerdo. No se trata ya de un voto dc censura contra ciertos hombres, sino de afirmar las prerrogativas del Congreso. En una proposición tendiente á ello se haconvel'tido la del honora,
ble Diputado 1'01' Santiago. Se trata hoy deafirmal' algo que han prctendido poncr en doda los hombres del Gobierno; eí poder 'del Cöngréso
para
señalar al Gobiel'Uo el rumbo que debe seguÍ!'. b Este pogcr del Congreso ha sido puesto en duda y es nece. ,..' sario aeentuarlo. Para combatir este poder se han empleado diversos siste'
mas. .-: '" Por una parte se niega que los Ministros deban hacer mjs(}, de las cenSUl'aS parlamentar'ias, y se entra á este propósito' en una serie nllrnel'mm de pueri!.e?divisiones é ineptas definiciones, producto sólo dc una insoportablc charlataneria. -
Por otra parte, se pregunta en qué artículo de la Constitución se enouentra ûs!ablecida esta facultad del Congreso, para censurar? para interpelar.
En ningÚn artículo de la Constitueión, señor Presidente, Ñ se indican estas facultades delCougreso, porque ellas uu son sino la derivación de un derccllO más transcendentq.l qüÚ"lo acuerda la Constitución, del alto derecho de fiscalizår al Go;.; f bjo?'n?yde a?usar'y juzgar al I\linisterio. Reside en el Congreso la lacultad de investigar la ð'onduûta funcional'ia del Ministerio, de juzgado y suspendedu, de, negade los impuéstos, la fuerza armada y lus presupuestos. Aliado de estos poderes, el de eensura y llé'interpelación ?
"
.'1:
no
son otra cusa que un medio de ejercitar aquéllos, una ción lógica y natural de aquellas altas
deriva-
facultades.
La interpelaciónesla amoneståción;la censura el castigo.. Por eso charido el Sellado ha aprobado la censura ha impuesto u?;castigo que envuelve la amenä'za de servirse de:' todos los recursos que la Constitución pone en sus manes,
,.,
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZU:RIZ
29I . ?
para ?acerseobedecer; el voto de censura de] Sen?ado ?lgnifiOA. que se dispone ä usar, por su parte, de todos,los recursos. d? apremio, de derribación y de castigo de que?jJuededisponer dentro de SbSatribuciones constitucioriáles. Por eso es precisanlenteque el Ministerio que por falta de patriotism(} 6 por una adhcsi6n inconcebible al Presidente de ]a RepÚblica no acepte la significaciÓn de la censura del Congreso y deje caer sobre el país las pcrturbaciones consiguicntes á la Iiegación de 103 impuestos, del ejército y de los presupuestos ,
un Ministerio que se coloca fuera de la ley y de la Constitución, es un Ministerio que se hace culpaþ]e de ]a más tremenda. rebeldía; es U?l ?\1iJÛslerio contra eÍ cual es indi8pen-?' sable y es patl'iótieo poner en ejercicio todos los tremendos' l'ecurs-os dî:;'qllk la CòristitÚción ha arm?do al Congrèsû para es
corn bat.ir y vencer las in y'asioncs dol EJccutivo. Es cierto quc, felizmente, estos derechos de] Congreso no" han Hido ejeI'citadoB Bi.no rarísimas veces; digo más, en' el5en-
la palàbra, el primer voto de censura que f1e ha dado en Chile á lUl Minister'io e!; el que ha dado el Senado en su última sesión. El molde de este podel' del Parlamento no se ha puesLo ei, 1lS0 y lí;, pe1:manecido mucho tiempo vaelo por falla de voluntad en fos hom-. Lido téenico y parlamentario de
...,
?
,
hl'es y en los partidos.
En cambio hemos
tenido en ]a rcalidad de las cosas en nuestra vida pÚb]iea 'lijA ha predop1Ïna-1 l' ;;, do sin contrapeso e] poder del Presidente de la RepÚblica,' el cual ha ejercitado en toda ocasión la suma de atribuciones 'l"e la Constitución le otorga. Por e50 ês que jamás se ha ;':..:.
:
H
,;.'
.visto que e] Congresohaya censurado a] Gahinete enlos términos y p,u]å forinaen que lo acaba de haceJ' el Sellado. ,,, Pero Jìay otro hecho que es correlativo al anterior en nuestra vida parlamentaria. La influencia y el prP,l]ominio ejerci1]Í'iSpo!,.e] Poder Eje?utivo toda ocasión no han impedido' en siempre e] Congreso se haya pronunciadb, directa ó que que indirectame'rite, so.þre algún asunto qué in Leres e viL?lt?en.te a] pais ó á ]a l'olitiea del Gobierno, éste se haya ine]inado ',', ante les deeisiones '(]e aquéL
292
BIBLIOTECA DE ESCRITQRRS DE CHILE
Cumldo en los últimos dlas se ha hecho recuerdo del uso por el Congreso de esta facultad de censurar all\IinisLerio, se ha olvidado de que en todas las ocasiones antel'iores se"ha
tratado de censuras sólo en el sentido gramatical de la palabra, y que censuras como apremio, como notillcación del ej"rcicio ulterior de las facullades del Congreso, corno casLigo, sólo hoy se ,han aprobado, ,j' En cambio, la larga práctica, la práetica constante de nuestro parlsmentarismo, ha sido la del sometimiento del Gobierno á los yotos del Parlamento; y esto ha llegado hasta el punto de que el Presidente de la nepública en el ejercicio de su misión regulad ora de la marcha y de las tendencias de los partidos, por votos, á veces obten.idos cOn mayoria
nu-
mérica insignificante y á pr9pósito de cuestiones que afectaban directamente á cualquier género de pequeños intereses, ha modificado la 8itm?ción política., en muchas ocasÌoJlt.H:I con consecuencias transcendentales pal'a la marcha futura de .la nepública. e! '" 1857 el En Congreso usó del derccho de demoral' la ap1'ohación de los prcsup"estos, y aquel Gobierno, calificado por algunos de tiránico y fuerte, acató la voluntad del Congreso "
'-1?-
y enmendó el rumbo político, En 1870 el rcchazo de los poderes presentados por los Di" putados del departamento de Petórca dcrribó el Ministcrio que, presidia el prestigioso señor Amunátegui, aun cuando no habla manifestado interés alguno ni ep la ?Iección ni en el voto de la Cámara. "
.
En 1879, durante la Administración patriótica y sabia del señor Pinto, dominaba en el Gobierno de aquol prudente estadista la idea do que no debia avanzar nuestro ejército más allá del valle de Arica; pero en el Cougreso era otra la corriente de opinión que se man.i!estaba en el sentido de que nuestro ejército emprendiora la campaña de Li;na. El Presidente do la RepÚhlica se inclinó entonces pat1'ióticamonto ante el yoto del Congreso, saorificando sus prtjliasconvicciones y nuestras armas llegaron hasta jaêapilal del Perú.
.
,
,
ORRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
293
Pero el respeto del Gobierno por los fueros del Congreso ha ido todavía mucho más lejos. Ha hastado solamente el ejercicio de la fIscalización parlamentaria para contener Jos abusos del Ejecutivo y cam.,biar ;'ina situación en orden aJ'?umho politico y á los proce-
dimientos puestos en práctica. La}nsisteneia de un Diputado aisJado en interpelar á un Ministro sobre algún negoeiG d?terminado, ó ha corregido eJ abuso ô ha ?bligado alMinistro á presentar su rennncia. Por eso es que, aun cuando no tan amplio, este poder de fI?.cálizaciôn pêrsonalha sido practicado constantemente. De manera que, aun cuaÚdo el Congreso no ha tenido voluntad de ej ereitar en toda su fuerza las facultades qué la Constitución le concede, ha podido obligar á los Gohiernos á enmendar el rumbo..y ba creado de hecho y dedereeho Ja
doctrina de la preponderanciadel Poder Legislativo. Esta facultad, esta acción del Congreso qoe es de la mayor importancia para la vida misma del paisJ es la que ahora se encuentra en peligro, y es tamhiénla <iuela Cámara debe afIanzar aprobando la indicación formulada por el honorable Diputado por Santiago. señor.PI'e?iùeJlLe! al m?mo tiempo que Pero, cosa cu?L?sa, se ha pretendido negal' el derecho de censura que lÓgicamente corresponde al Congreso y (lue los Ministros han declarado que no sr. inclina'rán ante uno de e?os votos lIados por e1 Parlamento, el Presidente de la Rcpúbliea reconoce su existeß:'cia al presentar, con mano teruel'lil>ia y ligera, un proyecto de reforma constitucional}ll que so mina por su base el sistema representativo, quitando al Congreso sus facultadcs fiscalizadoras. Por 1ll)? parte seJenicga al Congl'eso esta facu1ta?, y por la otra Re le quiere arrebatar. Apenas Iluestl'q régimen parla.mentario comÎen7.a á adquirir Lodo Al (fesarrono que la Constitución permit?1 cuando se trata de ùerribal'..'. lo por peligroso. En una palahra, se pretende que la omnipot?ncia pr?sirhmcial se levante HÎn contrapego, quitando al . "
>1
-
,
294
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE calLE
Congl'eSQ sus facultades, matando lo que elMinislerio
llama
un prelendido parlamentarismo, Pero el poder parlamentario que hoy Se ha leyantado, que þoy .comienza á hacerse sentir de una nlanera enérgica. ha introducido tal pánico en los hombres de gobierno que se }la venido á dar a(jlÚ el espectáculo más triste y desdo:i.': fOSO. ,-, 'Chile sería el_llnicoejemplo de una unción rp,gida por el '-'?. '. sistema represen,tatiyo, que después de largos años de un ré.
=
,
.
-
ginleIl con?litucjo_nal anor mal y tranquilo, viniera la federaciÓn. "
,
"
El Gobierno
å acepta,' t
('.?
encargado de yeJar por eJ orden público y por 'la observancia ele la Const.itución y las 1?YN;1viep,e á proponer al Congreso una transformación social ypolitiea tan enor?e 'como rm'a vez ha podido proponerse en ;\:lcioues ,\ at.aI5Hdas del vértÎgo?,revol??ional'io. "
.
.
'"
el Presidente de la Repúhlica de Chile se atreve á ? ? ,? Congre!:Jo, es lo que los i'ovulucionaT'ios HUJ.:;; proponel' huy al u
Lo que
?.
.""
.
.
avanzados"sólo han propuesto en momentos de convulsiones sociales, de deshorde de p?siones, de aquellas grandes crisis
que coneluycn con un régifuen político y social. El federalismo ha si,j" eurnbat.ido por todos lo" grandes .
hombres de Estado, y han trahajado por ext.inguirlo, cuando lo han encontrado en la? ÎU8tituciones 4e Sil patl'ia. Ferliando el Católico. RicheJieü, Cavour, pusieron un ?reno á oste lIlal. ,r; vI. el Sin embargo, es Preside!.'fe de Chile el qùe p!:Þ,lemle inocular e5t?{reforrna en nuestro pa_Ís.'. Con tal obj?ro! nosJHes8nta un proyecto de refornlH, .tjUø no e? otra cosa que una mezcla informe sle fragmentos de la COlll;tÎ\'ueiön de Estados Unidos de Norte-Amériee y de otros' países, en que se establecen provincias con facultades propias,. Con ganados y sin ganaùos, con salitre y sin b08.
., -
-'-,".
llL:
'1Iles, ele-; pero todas ellas gobernados IJor inlendentes y 1(0be1'1lador"s nombrados por"?1 Presidenle de la HepÚbliea: Un Congreso que no puede negar las contribuciones ni fi-
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
295
.
jar los gastos públicos, ni la fuerza de mar y tie,'ra y sin facultad para fiscalizar los actos dcl Ejecutivo, yalladu de este Congreso un Presidente de la RepÚblica omnipotente y rcelegiblel
Teng6paFa ffi!" señor Presidente, que cuando se ha lanza?. ,.
,h. do al Congreso eSla,espeeie, só!?,se bà tenido la intención de eXtravia,'la opinión pÚblica, desviándola del estudio de sus propios intercsü?ó tal vez 8ho propósito de mayores 0011S1
?,
'
.
,
veniûncias personales.
Este 'proyect!'. es un pagaré á largo plazo, y ya sabemos que el Presidente1ela Repúb?caes entendido en la
cvitar su plazo. manera de .j.: ;1:. -e Aproba'da la reforma M, constitucional propuesta pUl' ,'le
-
sirlente de
Pre."":. este CUTlgr,eso,porlría fácilmenla IIepública l..'.
el
.-
por te ser ratificada en junio del año próximu pu? el Congreso ,'eelee'eión del Prevenirlero, Como el proyecto elimina la no sidente de la Ilepública, podría muy hien suceder'luc, á falta de candidalo oficial amigo de S. E., éste trabajara por
propia reelección. Todas estas aberraciones están demostrando á la Cáma"a cuán necesario es poner uIl?-lique á la in-yasión del perRona.á lm? li1:ilHO en el gobierno, qUG es fatal al E8laùo y has la
811 .
?
.....
-
mismos que tratan de usu[l'uctu?l'lo. ú'na vel'dadCl'a''fortuna para Me atre,vo á considerar ,co.mo hi. políticOB se].i? (?e han pais acontecimientos que nos CUIl-
?i
duddn á]a sitùación actual, en que el Congreso no tiene ,. otra allernativa (loe la d. usar de sus facultades para enfre-
.'
nar el personalismo. Ha sido preciso que el personalismo entronizado por el Presidente de la Rep}!blic. haya pretendido atropellar á los hombres y á los partidos, á los individuos y á los re]JI'esentant?s de ]a nación, para que e] Congreso afirme su poder y -<:".
,
?
robustezca su influencia, El P!'esiclente de la lIepública ó má? bien la politlea Qllf' domina en la Moned&desdehitoc cuat!'o arIOS, ha perseguido ."':It, ,esle ideal: romper la unidad del partido libel'al; neutralizar ø
2<)6
BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
una parte de él por medio de la otra, enfrenar la una por me-
dio de la otra, halagando una con desmedro de la otra. Durante dosaños este moviMiento disolvente se contuvo, porque una fraceión poderosa del partidò liberal supo defenderse de todas las intrigas; pero desde 1888, la unidad del partido se rompió. En agosto de ese año, se descubrió en la Mo neda que ésa frä'coión, 'Ìuo hahía hecho toda clase de Sacrificios personales'ypecuniarios p'ara la elevación al poder del actual Presidente de la Repúhlica, se componlade ambiciosos y bellacos y se la declaró expulsada de los consejos de Go lJierno y del seno del partido liberal. ,", Los amigos de la ad'rhinistración en la prensa y?n el Congres", recibieron entonces la orden de hacer fuego sin compa sión contra aquel grupo. ,D.esde agosto hastaj>ctubrevolvió å imperar la politica de disolución. De repente; se declaró por algunos en la Moneda"que la vuelta de aquella fracción al poder era de,um. necesidad 1'0Y aquel litica iml'ostergahle. invitagrupo tan eombatido, l? '. en'èl do ii. tomar parte poder, dcclaró, según consta de un do? cumento.público, que no formada parte de un Ministeri" sin o con la condición de que todas las fracciones liberales se encontrasen representadas en dicho Ministerio:Entonces se puso el ren\edio que la situación reclamaba. A la anarqula sabiamente introducida ent,re los grup os del partido Hberal, se opuso la unión de estos grupos. Se ha dicho que la unificación del partido liberal no Ilega1'10 å producirse y que la culpa de ello la tendria un" do los gl'UpOS que loromponcn. Se agrega, aún, que estu es una verdadcra desgracia para el pilís, Lo cierto es que la unificaci611 ba ido.produciéndose lenta pero seguramente desde abril de 1889, y, å pesar de los esfuerzos dirigidos á destruÍl'la, hoy está por completo realizada. -,' Toda adhesión, todo èntusiasmo por la unilicació'!l del 1=1
partido liberal,
.
?
ha c,onsiderado siempre en la Moneda corno una falta de respeto, por cuanto el1aimponía ciertas se
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ .
297
condiciones.' que algunos estimaban contrarias á su conveamigos niencia, y hasta inicuas. De ahí que se ordenara á los de] grupo presidencia], qne eontinllasçn ]a campaña contra los amhicioso?'"" cuyas pretensibnes iban demasiado lejos? habían ]artiadu enlonces el grito de guerra hicieron Los
que fuego contra el partido nacional hasta el mes de octubre del ,,", .
?
año pasado. En esta fec.ha, por uno"de esos cambios fa]aces y grotesco? tan comîióncsen la presente administraciÓn, se declaró
que habla llegado la hora para el Gobiernódé abrir los hrazos p!'ra los"ambiciosos expulsados. qÚ" POI' segunda vez se ordeuaba á las mas þrè.ideneiales '" O:j de apagasen los fuegos y depusiesen armas, y,cambiando 'Iti::: extrategia, se echaseu ?n brazos de los q1Ìe poco antes eran .
-
.
,j'
ohjeto de sus ataques. El Ministerio de octubre pareció entonces l. verdadera fórmula de la situación y]a so]ueión definitiva de] con nieto, Compuesto do liberales, nacionales y radicales, ya no hubo, sñd de en ese gabinete, perversos ni a.mbiciosos, guerra ni venganza. Parecla que la Ilnific!,eión de] partid u liberal se ,
habla conseguido y junto con ella, el advenimiento de] verdàdero""régimen parlam?ntario, pOJ?que aquel Millisterio: en el cual tenían repl'csentación lus diversos grupos del liberavigul'osa en el Parlamento. Jismo, contaha con una mayg;.la e;? -; poco an'daT', Re nrlv"Irtió que eBe Ministerio qq?:
Pel'o,á
sus relaciones con el Presidente de la RepÚblica 00 habla tropezado "on obstáculos de ningÚn género, y que en el Con-
greso contaba con tal! fuerte apoyo, llevaba en su seno el germen de una enfermedad que debía eone]uir en Ilreye con e
'
,.. su eXIstenCia. El! réalida,l, desde los primeros días de aHril se habría trotado de formar dos fracciones de] partido liberal: el de los que eligieron al actual Presillen le de la RepÚhlica y el ",
de los que se opusieron á su elección. Cuando se vÎó que no se podía obtener esto, se tomaron .
otras medidas. "
n
.
2g8
BIBLIOTECA DE ESCR[TORES DE CHILE
Hay revelaciones posteriores que dan razón de la caída de
.
aquelllIinisterio. Se recordará que de acuerdo con el Presidente de la nepúbÙca, se inició eI,1 el Senado una campaña en co'?tra de la adopciÚn de las bases propuestas por el honora],le sei-'or Irarrázaval para los proyectos de ley de eleecione" y de munieipalidades. Llama hoy mueho la atención que uI} Honorable Senador haya revßlado que, Cn los momentos misUlOS e? que el Presidente de la nepúbliea y su Ministerio eomhatian las .
'1'.,
ideas del señor Iral'I'ázaval COUlO bases de las leyes relo,'i-, ?,? das, un caballero, alta personalid>;,deu 01 Gobierno, se acercaba al señor Irarrázaval y le daba la seguridad de que ?so' .
.
'
1IlOInentoR eran]os llHtS prppicios pal'a.lleyaI';,: adclante.".-y convertir en hechos sus teoríaR. Do manera que mieut1'as el Presiden te de la,.nepública y el Ministerio, pUl' su encargo combatian el provecto del se,.... ',' ,- T? ?or I};aI'l'ázaval, éste era aleutado por los hom bres de GobierllO para sostenerlo. ,," E1'a este uU,< verdo,çero juegu. el el e,!' , cual personalismo desempeñaba el priuoipal papeL,Sus resultados no podian
lh.
]1accrse'?esperaI',y ell\1inisterio cayÓ. Yo comprendo, señor, que en épocas dHíciles, en ?Huaciones excepcionales, persiguiendo uu ideal generoso y èlevado,
un Presidente pase por SOhl'B toda consideraci6n y haga irn. peral' su voluntadj comprendo y justi1ìcarí? al Presidento Pinto que para !levar adelante la guerra hubiera destrozad"
lo?partidos, .
La posteridad sabe perdonar tÍ los que asi obran inspirándose en Iús sant"s deberes del patriotismo. "
Pero
lo rpw no se comprende, señul', 1.0 que
?adie perdona
y]o quo la posteridad siempre nastiga., eRla acción invasora, es la 8upedÜación de .la representación nacional, sin lle\?ar á propósitos sa.nos y patrióninguna bandera, sin olk,eLlefJuI' ticos. EJ ilustre Florentino que ùijo: dividir para reinar, uo pudo pensar que más tarde 8(t dividiría para caer del Gobierno.
:]!1
:ït
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OBRAS DE ISIDORO ERRÁZUR[Z
el Este es precisamente el resultado 'Iue ha obtenido personalismo reinante. de Yo he examinado atcntamenLe los {ùtimoB cuatro años que he hU5cadono he enCon?sta administl"ación, y l?o;;Vnás propio de trado una sola idea, un solo propósito levantado y objetiv"h, prcguntaI'ÍQ yo, ha te nigrandes 5ituácion?s. lQué '" pensado do la división del partido liberal? Y por más que he sJccso éimponer á no he encontrado 01,1'0 que el afianzar un ,
j
al país una candidatura ulieia!. Empeñada la administración en llevar á cabu grandes '?íIlgÚi;{ 'e1LcontrA.d? ideal, ni UJl solo {}hraB materiales', no he propósito lev?u!ado y firme, pero sí he hallado mueho malo. República se presentaba al Ha,eA u? año, el Presidente de la l' mcnsaj 67 c.omo el Apolo de la grandeza roa. Congl'eso,
-
.
en su
terial delpals y noS anunciaba la eonstrùcción de extensas :?) "?, ..? la formación de nuevaS ciudades y lacreacióll liileas fél'l'ea?, j:t r i;l, ?:' ", ganadería! ,aquella" de la de allá más de nuevas provincias, épico de la grandeEII aquel elltonces, S. E. entonó el cantó. el za naciuMl y hoy por hoy ha gllardadu áeste respecto de los más profundo silencio; ni siquiera nus ha hablado ];ara que sirpuertus que el Gübier?òse pruponía COJlstruir ha:? habi?lo vieran de asil..,." ",'nuestra escuadra; hov por 1'" ha .?."' solo' q\i?da,ti enpie un eompleto aps,gamiento de las luces que 7. el ideal de la eandidatura oficial. Y así como todas aquellas ,? grandes ob1'aR y proyectos 811 fueron pul' el río,. así también la candidatUt'a oficial ha sido arrastrada por la COl'riente. .....
'
.
-...
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.
'J.?
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.
Esta candidatura-ha sido negada pOl' el Presidente ,le la p,'lrtido República, por el Ministerio y por los miemb!;os df:,l liheral quo apoyan á la H.rlministraci6Il; t.odos'á lino. han so?teuiùo que es n?a' calumnia su exi?lencia. )l "">i Ha sucedido con esta candidatura lo que con ciertus bi.
.
anidan en las Îgle8ia?, cuya existencia apenas 80' ?? ßo?pechapor los I'ùIl10res _que, producen de día., por sus yoli? ?:do's siniestros en las noches, y que sólo se conocen cuando hacer la anaLumíal muertos se leH ]Jlfede ..?.J Sólo una persòna se ha atrevido á confesarJa pÚhlicamen-
'Ûho?
que
Re
'
HlBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
300
te yeso en el mismo momento en qne se le extendió la fe de muerto. Esta eandid??tura incubada por el President?de la República no ha sido proclamada por ninguno de nuestros partidos politicos, ni siquiera por un grupo de adherentes. Si algunos se han d?clarado partidarios de ella han sido única'Inidos al P!'esídente de mente aquellos quese encuentran ,,-. .la República por intereses de otro o!'dcn. lCómo terminó esta candldatma oficial? .Renunció el candidato ante su partido, ante el pais? Nó; la renuncia se hizo ante los intendentes y gobernadol'es. La manera-como surgió esta candidafÍJm es verdaderamente extraña é inusitada.'-Biúmprc los Presidente!; de la República habían elegido como candidato para sueederles en ese alto puesto á algún compañero de armas ó algún pree
"
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claro ciudadano. ,Pero esta candidatura, vergonzante en su principio, triste en su fallecimiento, no se ha ajustado á nin?',
'
guna de esas condiciones. Es un hecho que está en la conciencia de todos que el Pre'.." sidento de la 'RepÚblica ha estado durante cuatro años anarquizando el pa!'tido liberal, y hoy, con el propósito de p!'oporeionarse'un elemento pa!'a llevar adelante el desquiciamiento de nuestras ';'institucioncs [undamcntalcs",!yione á \ 1 provocar la desorganización del ejército, pI'eparándolo,? no para el desempeño de sus altos fines, como guardián y sostenedo!' de la segu!'ídad nacional, sino par{lanzarlo al araque en las luchas de la politica, íncitándolo al abandono de sus deberes y del respelo á la ley. Aye!' no más S. E. pidió ante el Consejo de Est.ado se pusiese en vigencia una ordenanza dictada con motivo de los atentados cometidos en 1888 contra el ferroca!'riJ' urbano, Esta ordenanza, que tenia por objeto evitar los asaltos á la propiedad particular por tu!'has desenl!'enadas, se viene ahora á haeeda servir para amedrentar á la juventud, que no ha cometido otro pecado que manifestar franca y patrióticamenle sus opiniones. ,
.
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A
,
OBRAS
30I
DE ISlDORO ERRÁZURIZ
Pero todu será vano!
El país ha desperla,lo, todos los gru-
patriótico aliento ha vepos se han unido, y hoy con noble y nido un partido ent6ro â deponer sus banderas con el nuestro ante el altar de \a Patria para su defensa común. á Corno cor"lario de lo quo he tenido el honor de eXIJoner la Cámara, oomo corolario de la situa.ción creada, quede ..constlUlßia de que comenzó esta campaña por un esfuerzo leal y sincero de los grupos liberales en pro de su unifioación; quede oonstancia de que merced á estos esfuerzos la unifieación se ha veriflOado en el seno del Congreso para obtener
fueros; quede constancia de que hemos unido nuestras fuerzas oon el alto Un de oontener el personaFsrno en el Gobierno; quode constancia de que nuestra resistencia á los avances del poder se ha convertido en resistencia nacional defender sus instituciones contra la diotadura, y quede
SU5
para
constancia de que esta rcsistencia ha l,enido su origen en un prupósito levantado de los partidos por oongtituir su personalidad y por consagl'ar todas sus fuerzas, todo su anhelo al servicio de la Patria -y sostenimiento de sus instituciones.
.
C'5'2/"-SD
,j
,,!'
....-;
Discurso sobre las huelgas de Tarapacá.- En "éontra del Gabinete censurado SESION DE
8 DE JULIO DE 1890
El se'nor Errázuriz (don IRido]'o).?Por lIlomentos,
señor Presidente, aumenta la gravedad de las noticias que nos lletelégrafo de Tarap?cå, y} fin do q"Ùela Cámara so gan por imponga de eUas y tome las,medi,las del caso,hago indica? ,? cióll para que se sÚspenda la"discusión pendiente y pase la Cámaraá ocuparse do los negocios de Tarapacá. El señ'or Bar;os Luco ningún .
(Presidente).-Si
señor'Di-
putada se opone, daré por aprobada la indicación. Aprobada. El señal' Emizuriz (daD lsiduro),-Durante lus dias últimos han llegado do Tarapacánoticias alarmantes sobre huelga de tl'abajadores, perturbación del orden público y.ataqucs á propiedades. Sé'supoluego que la ciudad estaba ente-
ramente amenazada y los banqueros y comercio de Iquique dirigieron, con tal motjvo, un telegrama al Presidente de la
República, pidiendo garantías para sus intereses radicados ahí al amparo de la ley chilena, El Présidente de la RepúbliCa en mala hûra? en una hora desgraciada, contestó que respecto de los desórdenes pediría informes allntendAll!e, y ace]'ea de las dQsavenencias ocurridas; 'pidiÓ qne los firman.
.
tes del telegrama le expusiesen qué pasos habían dado para Ilrgar á una inteligencia equitativa los huelguistas.
con Es decir que en presencia de} motín que amenaza ha vida y propiedades, el Presidente de la República reconoeía <lereoho
/
'-'
OBRAS DE ISIDORO ERR..\zURlZ
303
de le"antar bandera de hostili,lad contra los hal>itantes de Iquique á los perturbadores dcl orden social. E. decir que el
Presidente de la República repetía en Iquique]u que hizo en Santiago, cuando se quemaron carro? urbanos, a.cto que fué consecuencia de la actitud anterior del Presidente de la He-
pública.
La respup,sta del Prp,sidente de la República ha merp,cido con justicia del comercio de Iquique uno contestación que es
un sangriento latigazo. La hudga enti',!tanto tomó vuelo, y el comercio fué agre-
dido de hecho. Se creyó poco dcspué' q?e el conflioto se apacigual';a y a"í parfjúió que era. Pero los que lanzan estas teas incendiarias no pueden calcular su!> efectos ni medir sus consecuen-
La huelgo de
los jOl'na]cros y lancheros
ha pasado hoy á ]aß oficinas salitrel'as y el telégrafo nos transmite en esto l11omento que la oficina de San Donato ha sido incendiado y arrasada, que la5 oficinas Ramh'ßz, Tres ?\larias y Rogaría h;fi siùo saqueada3 y que hay varios muertos y horidos, con la circunstancia de q'ue las vÍcLim81; no han f'idq los asa1tantes sino de los que defendían su vida en -las uficinas
cias.
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asaltadas. En Pisagua la ala?ma .es en"Grmo. Los trabajadores están en plena revuelta y lus habitantes han ido á buscar un refugio enl?s naves [ondeadas en la babía. Hechos desgraciados señor Presidente, qilO êbntra 10 afirmado en esta sala por el Honorable Diputado por Araueo, manifiestan que la fuerza
pública es insuficiente para amparar en esos lugare,la vida y la pl'Opiedad de los ciuaadanos. Entre tanto, el 3.0 de línea que estaba de guarnieióu en Iquique fué traído á Valparaí." por fines exclusivamente políticos y poco después á Santiago pa!'a satisfacer
las vanidades
ó acallar los temores d.el
Pre.idcnte de la [\epública. La Cámara y el país se'encuøntran en los momontos uCtuales bajo la amenaza del descrédito en el exterior, de una quiebra del honor nacional y por eso creo que la C.mara está en
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(,:"
mBLlOTECA DE E;SCRITOltES DE CHILE
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el deber de abordar la cuestión con la entereza y la serenidad 'lue deben 5er la norma de sus aet05 en estas excepcionales ciruuJlst.ancias.
Hay en la Moneda un Ministerio de h?cho que
man Liene on ese puesto á pesar de 105 votO" del Congreso, yeso Min;,terio que C? el responsablp" (lebe venir á esta sala, e? preciso que venga á decimos qué medidas ha tomado para proteger la vida, para ampara!' á todos los que viven á la somhrade se
nuestra noble handera! Pido, en consÐCliimcia, fjeño?, Presidente, que se oficie al Ministcrio para qllo so presente á osta sala á dar cuenta do SlLS actos, con motivo de 108 ?ucesos que han tenidu lugar en
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Tarapacá. El señor Perez AIuf,lt.-No podemos negal' quc 108 suceverificrr;.doen Tarapacá af:lumen unagl'ave im"SOfi que se han ÙO?fr-llH? provienen? porloncÌa. lPero De csto, señol' Prosidcnte, se ha hecho caso .omiso por señor DipuLado por Valparaiso. Nadie ignora que enlquique Lodo el comorcio eBi" en manos de extranjeros )l qut! 1m; trabajadores son ??cionales. Hay no menos de cincuenla oficinas salitreras, todas de propiedad de extranjeros que ocupan d? quince á veinte mil trabajadol'e?, LodoB ohiJonos. EstoB reèiben muy .rara vez en monedas la reLribuoión de su trabajo. Esas oficinaB trabajaá doras tienen dospachoBy Be o bIiga á los tr?baja,?o!es proyeo!'se en ellos de BU alimenLo y vestido. patronos y traDe aqul ha nacido esa desconfianza entre ., bajadore". El mal exi"le, pues, desde antißuo y no ha hecho Bino tos'6blc5USrnar mayor desarrollo con el acuerdo de, la Cámara pen5iún del cobro de las oontrihucion?s:' Esta BUBpen5Ìón ha dojado e,n libertad á los jornaleros para cohrar sus salarios .
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el,
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?n la (orma que lo estimen oonveniente. Lo han exigido en plata; otro tanLo han oxigido los demás trahajadores do Iquique, llûgando?Hhora á producirse esta exigencia en las {)ficinas saliLreras. -
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OBRAS DE ISIDORO EKRÁZURIZ
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En l'luique pudo arriþ?r8e á un arreglo entre jurnaleros aquí han y patrones; pel'o no en las oficinas salitreras, y ,le naoido los desórdenes que han tenido lugar. La causa principal, pues, de la situación que se ha pI'odur.i,lo en Tar?pacá, está en el acuol'do de la Cámara sobre las oontribuciones. Este acuerdo, he de I'spotirlo, hizo surgir Iln mal que estaba latente. ,Qué incllmbe ?hOl'a hacer á la Cámara y ?I país entero? Debemos l'ovestirnos de todo nuestro patl'iutismo par? que el mal no ,continúe. neclleJ'(lo qne eulH79 y on 1881, en que hubo lucha ?I'diente entre el Congreso y el Ejecutivo, todos dieron la mano á sus divergencias políticas para salv?? al de p"b. Eso es lo 'lile debemos h?cer ?hora porque se trat? conjurar conflictos interiores y conflictoa con el e8.tranjero,',; que serían dO]OI'OSOS. El señor Errázllriz (don lsidoro).-U"y "lgo de trágico, de verdaderamentotrágico orda situación en que nos encon-,!-, tramos. Después de veinLO años de luchas parlamontariaa". do la palabra en un día en es Ja primera vez y voy á IIsar pisamos tiem-. que el eielo do Chi}o se nllbl? y la tier,'a 'lile lila bajo nuestr?s plantas. ;, de os ellas aquella On 'lile Hay Hituaeiones trágicas, y una H? desarrollan teOI'Ías como las qno hemos -vistos gU,?,tentar .
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Cámara; cuo_ndo parLede los mismos que la forrnan, BO declaran servidores de un poder extraño. y la situación tiene tanto más de trágica cllando un grupo liberal viene aquíá clavar el pendón rojo en que se oseribe el titulo de presidenciales; euando se viene aqni á decir al Prcsidenh1 quo se puede entregar, ycnder la conciencia ,le la República. Trágico eB el destino de los viejos parlamentarios de Chile en estas horas, cuando parece que un negro teJÚn se ha ( poder y I corrido sobre esta escena de tantas glorias, de t.anto prestigio, cuando se encuentran solitarios al[lIollos bancos:, grandes'" do esta Cámara que ha sido la escuela de todos los CI! c8La
politieos dcl país, en donde J:RR.1ZURIZ.-1'.
n.
se
fundó toda lluestI'a doctrina. 20
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BIBLIOTECA DE ESCRITORES DE CHILE
política y parlamentaria, en donde se ban establecido los derechos de las minorías, en donde la oposición y el Gobierno trabajan juntos lomentando e] desarrollo de JIU es tras instiLuciones
públicas.'
,Cuando hay una cortina negra, un crespón en los asientos que ocuparon los Lastarr'Îa, ]os Tocornal, ]os Gareía Heyos, cuando el monólogo ha sucedido al gran diálogo 011 ", que se debatían e] honor y las finanzas de Chile! ,Quó ha sido del Co?ìgre'o?,qué ha sido de la luonte do lo, dereehos públicos de Chile que nacla de e"te cambio de palabras y de ideas y de razones:entre el Congreso y el Presidente de la Repúb]ica y su Ministerio? y hoy, como he dicho,un crespón fúnebre cdbre e] lugar del1\JinisLerio, hoy está ùesie(La la arena ùeaquel gran cum-
bate en que Cbile 'e 10vantaba á ser nación eivilizada. Este es el régimen qur.los presidencialesl nos presentan como un
nueve régimen parlamentario; un rógimon quo á lue:",,- de absurdo llega á ser cÓmico. Cada lIIlO de ]os miembros de] grupo presidoneial oS' aqui. .
Un Mini?tro sin cartera.
Antes ocupahan aqüellos puestos hombre" que se llama. han Gana, Saavedra, Barros, Borgoño, y aquellos hombre, sablan mantener el orden; cuando aquellos 1\!inistros de la Guerra decían que so hahlan enviado Inerzas para mantotener el orden, el orden era resguardado. PCI'O desde qUß un 1\linißtro sin Cttrtera ha a"hunciado las medidas que se han tomado para mantonol' e] orden, el de. ,orden ha I'oinado. No es posible sacmlir las base? sobre que descansa UIl paía sin que todo vacilc.y se comprometa.
Preguntaba e] seÎior Diputado por Aranco: ,<fllé es lo que nos divide del Ministcl'io ? ,Aca,o somos nosoll'O', nOs de. cía, conservadores, y los que ostán ra]es?
micl
podel' no son JiI,ee,
Nó, señor; no 'son las ideas las que nos dividen en cstos momentos; nos divide algo mås; el respeto á la ley y la de. oI)i
OBRAS DE ISIDORO ERRÁZURIZ
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cencia pública, y la falta absoluta á una y otra. Nos divido el hechu de que! dUfante la administración parlament.aria de Chile, se hi,o un uso discroto de la"faculLad de de?tituir empleados; nos clividoc 01 hooho do quo, dosdo quo tonemos el
nuevo régimen, se goca van las instituciones y so llremian vergom',osos crírnmlcs políticos; y el hecho de implantar en la aùn\iJlisLraclón dA ChiJA como rAsado de gobierno aquel oLro m\iosocrimen: eldo echar mano de la pluma de estadistas para arruj ?U' IIn borrÓn 5Ghrü la frento de un buen em-
ploado, y meteg mano culpable de que el parlamentarismo ha estado siempre muy lejos en la conciencia dol ejército. imaginan que hemos. salido Los Diputados presiden?ciales ùo la ComiLitllcÍ6n, con que? lcuándo:formulamos el voto .. de censura? ? Ja Yo quisiera que nos dijeran en qué hemoa violado. Pero sÍ, á BU juicio, la hemos violado porque ha pasado ya el régimen parlamentario y estamos en pleno régimon prosidcencial. -?
cc
Hoy no hasta ya la escoha parlamentaria para barrer los
c
baIiCeS do! Ministerio,
Antes1 cna,nno un Ministro vonía á estç recinto y luchaba colitra u'osotros, aún cuando tenía mayo"ria, el Ministro espiaha hasta 01 semblanto de la Cámara, y si no "e mostraba bastante complaciente, dr,jaba BU puesto.
Antes que supuesto.
á las lo;\,es y á la
mayoriá atendia al decoro de c
?IIAmos saJido aoaso del réginlell uonstituciuJlal porque.'" bem os suspendido la loy quo autoriza 01 cobro de las contribuciones?
c
He tenid? el honor dc contestar al señor Diputado por Arauco quo ha sido más papista 'lue el Papa. mítS presidencial que el Presidento. Su Señoría nu roCOnoCe el derecho de Ja Cámara lJara suspendo,'la ley de contribuoiones y el Presidente de la Ropública lo ha'recoIlocido. De manera que hay que temer que esta enformedad del presideneialismo se agt'ave máa y que pueda haber :oLroMi, .
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nistro siu cartera que vaya más lejos que el Presidentc y el actual Ministerio. No ha sidu posible en Chile una buena administraeión y un GobicJ'uO serio, sino m<"dianto la vigencia del gohierno padamcntario. Por eso desde que ella no existé, los desórdenes ounden en el país y I))'esønciamoB una situ3,<;ÎÓn que hace temhlar Ihs carnes dc miedo por el porvenir dcl pais. IUn Presideutc de la HepÚblica cunstituido en ampararlor de los agitadores de las turbas, on amparador de los que saquean las casas é incendiaJl las poblaciones!-(Aplausos en los bancos de los Dipatados y en las galerí"s. El señor Presidente llama al orden.) Porque en vano buscamos otras razones de los desórdenes de'Iquique; ellos han sido promovidos por los ageJltes
de la autoridad. Se sabe quiénes fueron ]oBA)fimel'os presos como agitadores de las turbas! como promotores de los desÓrdenes! cm. pleados y favoritos de altos funeionarios; se sahe cuál ha sido la voz que se ha dejado olr llevando el aliento á los perturbadores de] orden: eSa voz es por desgracia la má::l autorizada del Estado.
El
Diputado por Arauco que tan celoRo t\e manifiesta contra el ejercicio del dereeho constituciunal dcl Congreso de suspendor las contribuciones, nos ha invitado ropeLidas vecesr á cada momonto, á que usemos del derecho de acusar á los MiIlistro?. A su tiempo, scñor Diputado, ello vendrá. La acusación no viene, en gran parte! porque el día en que la acusación venga no tendremos ya crisis ministerial sino otra clase de crisis. No viene la acnsa?ión porque queremos esta Última válvula de scguridad abierta para el Gobierno y para el pals. Pero al paso que las cosas van, ella tendrá que acelerar su matchJ,.,È.s, nècesario "]Jónel"término á una situación que tiene tantu de ridícula COIIIO de pel'turbadora. Un Gobierno que vive porque ha echado mano de los soseñOl'
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OBRAS
DE ISIDORO ERR.\ZmUZ
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brantes públicos y que nu viviría ya si no huhiûra tenido Chile esos sobrantes; un Gobierno <tIJ r. vive como las ratas metidas en el baúl dondc estaban los flobrontès, que ha do vivir solo mientras duren eS08 sODr'3ntes, mientras duren las provisiones que allí se contienen. t!CuántQ durará? tres, cuatro me?ef>; UD poco más si 5e co-. mete la ilegalidad de traor los fondos rlol empréstito alemán, destinados á otro objeto. Pero en onero ?qué hará sin .
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dinero, sin ejército, sin contribuciones, sin Tl'iùunalcs de JusLÏcia? (qué ?erá de ese Gobierno?
El poder del çpngj'e.o
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bandera inmortal. En cambio, el Gobierno sólo vivirá 1;11 tiempo que le pormita devorar los sobrantes y la riquezã de] país; vivirá con la cuchilla levantada sobre su cabeza. El Congreso permanecerá en su puesto. Tiene por base 40 años de historia gloriosa que ha ulevado á inmensa altura el nom bre de Chile. .
es otej'no, su
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En frente de él un poder condenado á morir y que no ha tenido la dignidad ni e] coraje de morir Íl tiempo. No tenga]a menor duda e] señur Diputado por Arauco de que llegaremos á la acusación; venlLl'á, así como f;ll COIlgreso use de todas las facultades que la Constitución ha puesto en sus man08 para hacer que la. hoja de la historia de esto Gohierno se doble, para salvar, si aun os posiblo, una parte do la fortuna pública comprometida, para salvar el ordon y
]alega]idad.-(Aplausos en las gale,.las.)
C'f2/'''Sú
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INDICE "
TOMO
II
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DIMCUR50M PÅRI,.o\.MJo:STARlOS'?':
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Págs.
La ßolnciÚn de la Guerra riel Pacífico. Sesión de 9 de agosto de lB81,. ., ,. .. ,. '" El Pr(!sidente de la ltepúblicCL y el régimen parJamentario..
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Cue.gtione8 constitucionales. Sesión de
lBBl
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,la.
,. ,. ,. conducta del ,
,
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".,..".
,
2l?!\-de novjombrò de
.:. ,. ,. do la Prcflidente", ,
,
Discurso sobre de ]7 de noviembre de '1881.,
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,. .. .. CuestioneR electo1'alcs,-EI iníonnc de la ComÜ>Íún Calificadora ...: : de Poderes. Sesión de, 22 de junio de 1882. .. La Cllestjón de qementcrjos.----'-:Se piùe el nom br.\miento de una. .
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-
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comisión que apoye agosto de 1882.
ley ante el Senaùo,
10..
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8B,?iÔn
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de
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]883..
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Cuestión de Csmentorios,"":"'II. SeÛón de 14 de julio de 188!}. .. Las relaciones cnLre In Iglel:!Îa y el Estado. Discur:=JQS pronun. ciados en 11\6 sesiOlleB ùe 29 y 30 de julio de lS84 en la 06,. . d? Diputa.dos... Wa.I'a ?.. ? ,.'. ..?.. .. 1.03 pl'esupuestos.-Cuestión política. y cuestión económi?a, Se. sión de ú tle enero de 1884., .
,
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40 .,;,
49
59 ,.,?
66 BO
94
-
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....... .
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....... ....,
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Dcbate político. Sesión de 26 de noviembre de Debate político. Sesión de 28 de noviembre de
,
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1884.....".... 1885,."..,....
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-.:-.;!;,. .
rí di'l
.., ,.. Las relaciones de la Iglesia y el ßituJo.--'--L", cUlHtión d9 oemen?' t.erioa. Sesión de R de agosto de 1882. Cues?i6n de Cemcnterios.-I. Sesión de ':8 de junio de .
30
,. '..,Sesión Cámara. ,
114 108
]80 199
312
BlBUOTECA DE ESCRnORES DE CHILE Págs.
Aprouadón do la ley tlo contribuciones. Sesión de U de enero 1.11.
dI:'
217
........ 1886......................,................. pro? ÿ la. Jt"y de eleocionc13.-I. Discurso
"
Comuna autónoma nunciado en la sc?iÓn del Senado de 27 de novicmhrc de
226
1889................................"""'''''''' .. L!1o Comuna auLónoma y la ley de eleccionc3,-II. DÌ3curBO pronunciado en la
del Senado de 16 de, diciembre de
s(}.'ión
"
256
1880.............,........ .................... .'..... la situación mini"t?I'il1l.-Censur(1 nI Gabinete.
DiF:!cur?o Hnhm
Se?iôn de 7 de febrero ùe I ROO..
Digcur30 sobro hLS huelgn.a de
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287
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eón ira del Gabi.
Tarapacá.-E?
nete r.en"\urttdo. Sesión do 8 de julio de lSOO..
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