Los objetivos nacionales, base de la política nacional de los estados

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• Pensamiento Estratégico

• Relaciones Internacionales y Geopolítica

• Estudios de la Guerra Contemporánea

• Geopolítica

Otros Títulos de la Colección:

• Escenario y Estrategia

Crl. Rodolfo A. Ortega Prado

• Geopolítica Oceánica y Austral. General Ramón Cañas Montalva

Los Objetivos nacionales son para el autor la quintesencia del desarrollo de una política para definir los objetivos externos e internos congruentes con la fisonomía histórica, espiritual, y las oportunidades que la geografía y sus recursos dan a Chile desde una perspectiva global. El autor estudia en este libro a través de un análisis comparado los casos de otros países con estrategias definidas en torno a los Objetivos nacionales, entre ellos Perú y Corea del Sur, tratando de acercarse a una metodología que pueda ser aprovechada por los conductores políticos y militares en el Estado. Su amplia versación y la diversidad geográfica y cultural de sus unidades de análisis permiten comprender que los Objetivos nacionales son propios de los Estados y no una adición artificial a su evolución, como tampoco una abstracción ideologizada. Esta obra, fruto póstumo del destacado geopolítico Coronel Julio von Chrismar Escuti, es la culminación de su vasta obra, dedicada a reflexionar desde Chile las categorías de esta disciplina. Una obra que cierra un ciclo de reflexión, tanto temática como cronológicamente, en torno a los comportamientos y al análisis racional del Estado. Y que también abre un debate sobre lo permanente y lo cambiante en los Objetivos nacionales. La Academia de Guerra presenta este texto como homenaje al autor y también para consolidar el pensamiento geopolítico nacional en este nuevo escenario mundial.

nacional de los estados

JULIO VON CHRISMAR ESCUTI

Los objetivos nacionales, base de la política

La Academia de Guerra del Ejército desarrolla la serie editorial Colección Academia de Guerra del Ejército con el fin de difundir y exponer los contenidos de su quehacer académico en el campo de las ciencias militares. La misma tiene como objetivo contribuir a la formación del capital humano y aumentar el acervo de conocimientos tanto al interior de la Institución como en su relación con académicos y estudiosos de asuntos militares en Chile y el extranjero, civiles y militares, que se dediquen preferentemente a las siguientes líneas de investigación:

Coronel de Ejército, Oficial de Estado Mayor. Magíster en Ciencias Militares, mención Planificación y Gestión Estratégica y en Política de Defensa por la Academia de Guerra del Ejército. Profesor de Academia en las asignaturas de Geografía Militar y Geopolítica y de Organización y Personal.

Los objetivos nacionales,

base de la política nacional de los estados Julio Von Chrismar Escuti

Editado por el Departamento de Investigación y Desarrollo.

3 COLECCIÓN ACADEMIA DE GUERRA DEL EJÉRCITO DE CHILE

Entre otras funciones, se desempeñó como Profesor de Geografía Militar y Geopolítica en la Academia de Guerra del Ejército y como Profesor de Relaciones Internacionales en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos y como investigador externo del Departamento de Investigación y Desarrollo de la Academia de Guerra del Ejército.


Los objetivos nacionales,

base de la polĂ­tica nacional de los estados Julio Von Chrismar Escuti


Comité Científico Presidente Crl. John Griffiths Spielman Director Academia de Guerra del Ejército Secretario Crl. Javier Iturriaga Del Campo Jefatura de Investigación y Extensión. Academia de Guerra del Ejército Integrantes Dr. Mariano César Bartolomé Académico en la Escuela Superior de Guerra y la Escuela de Defensa Nacional de Argentina Dr. Rafael Calduch Cervera Catedrático de Relaciones Internacionales. Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid Dr. Jaime García Covarrubias Center for Hemispheric Defense Studies, National Defense University Dr. Margaret Hayes Security Studies Program, Georgetown University Dr. Klaus Schmider Senior Lecturer. War Studies Department, Royal Military Academy Sandhurst Comité Editorial Presidente Crl. Javier Iturriaga Del Campo Jefatura de Investigación y Extensión. Academia de Guerra del Ejército Director de la Colección Academia de Guerra del Ejército de Chile Dr. Arturo Contreras Polgati Departamento de Investigación y Desarrollo. Academia de Guerra del Ejército Secretario Mag. Cristián Faundes Departamento de Investigación y Desarrollo. Academia de Guerra del Ejército Integrantes Dr. Geoffrey Demarest Foreign Studies Military Office. United States Army Dr. Cristián Garay Vera Instituto de Estudios Avanzados. Universidad de Santiago de Chile Tcl. Esteban Guarda Jefe Departamento de Estudios Estratégicos. Academia de Guerra del Ejército Lic. Andrea Lodeiro Editora revista AA Inteligencia Dr. Rodolfo Ortega Prado Departamento de Estudios Estratégicos. Academia de Guerra del Ejército Crl. Jorge Peña Jefe de Estudios. Academia de Guerra del Ejército Mag. Jorge Ariel Vigo Escuela Superior de Guerra. Argentina Dr. Waldo Zauritz Presidente Academia de Historia Militar Dr. Ricardo Hargreaves Presidente Instituto Histórico de Chile DISEÑO E IMPRESIÓN Instituto Geográfico Militar Sección Investigación y Publicaciones Jefatura de Investigación y Extensión Academia de Guerra del Ejército de Chile Valenzuela Llanos 623, La Reina

Registro de Propiedad Intelectual Nº 194.059 I.S.B.N. Nº 978-956-7527-62-5 Santiago de Chile, agosto de 2010


PRESENTACIÓN Son estas palabras introductorias un sentido homenaje a quien, en vida, fue un intelectual dentro de la comunidad de defensa nacional y, hasta 2009, distinguido profesor e investigador de nuestra Academia. En efecto, en el desarrollo de una señera línea de pensamiento vinculada a los estudios de Seguridad y Defensa –acotada dentro de otra más vasta desarrollada por décadas en la Academia de Guerra, en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, y en el Instituto Geopolítico de Chile destacó siempre por su sencillez, virtudes militares, rigor lógico, vocación militar y un espíritu de trabajo que configura un modelo de vida que, sin duda, seguirá siendo fundamental para los desafíos que el siglo XXI plantea a la vocación y a la carrera militar. No siempre el sentido del deber se compagina de modo tan equilibrado con una categoría de actitudes y conducta de vida como en este caso. Nuestro autor, fue siempre idéntico y recio hasta en el ocaso de su vida. El coronel Von Chrismar mantuvo con la Academia la entrega de sus cuartillas, haciéndose cargo de las observaciones formuladas a esta investigación, respondiéndolas todas con la amabilidad, el rigor y la convicción intelectual de siempre. Cada escrito que salía de sus manos era manuscrito, porque no dominaba las tecnologías actuales, no obstante, su lógica analítica y argumental solía reducir a sus críticos al silencio, dejándonos un gran legado de conocimientos profesionales, que estimamos fundamentales para el futuro. No ahorraba palabras en su argumentación y eso le consumía buena parte de su atención al escribir. Y para quien hizo de la reflexión geopolítica un apostolado, Chile siempre estuvo en el punto focal de sus reflexiones. En virtud de ello, solía reiterar sus ideas para convencer al lector modernista –siempre escéptico de lo antiguo–, procedimiento que adoptó del general Ramón Cañas Montalva, de quien aprendió que lo teórico y la academia solo tenían sentido en función de la práctica. Para él era indispensable, en consecuencia, crear y sumar conciencias, avanzar sobre los temas, y no perder nunca de vista que el norte de la acción intelectual en el ámbito militar de la defensa era siempre servir al interés nacional de Chile. En dicho contexto, este tercer libro de la Colección Academia de Guerra que ponemos a disposición de los lectores, completa un ciclo de investigaciones iniciado por el autor en los años sesenta, cuando publicó sus Leyes de la Geopolítica. El general Cañas Montalva, a quien consideraba su mentor intelectual, le abrió las puertas al mundo del conoci-

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Presentación

miento geopolítico, al que llegó a concebir como un método de análisis con un sentido práctico que permite comprender realidades y proponer soluciones realistas a problemas internacionales concretos. Así como el general Cañas afirmaba que Chile era un país con una vocación oceánica y austral ancestral, el coronel Von Chrismar sostenía que había poca conciencia nacional sobre dicho destino. Cerrando el ciclo de su quehacer académico de más de 50 años, en este último trabajo propuesto a la Academia, el autor rescata el olvidado tema de los objetivos nacionales y de los intereses que los concretan, como criterios orientadores para la elaboración de políticas de Estado, abordando la forma de concebirlos, identificarlos y actualizarlos, lógica que ya ha despertado un vivo interés en intelectuales extranjeros que hacen esfuerzos para ayudar a diagnosticar la falta de orientación que se observa en los asuntos internacionales contemporáneos. Ello, en importante medida, porque pese a tratarse de un estudio comparado en el que hace referencia a otros países, lo hace con un propósito ilustrativo a la vez que analítico y crítico, de manera que advierte falencias, critica, sugiere y aplaude: tal como era el proceder cotidiano que le conocimos. De un modo impensado este texto se transformó en su obra póstuma. Constituye, en consecuencia, el legado de un militar, de un patriota, de un genuino “maestro de otrora”. Permítaseme citar un ejemplo ilustrativo al respecto. Enemigo de todo reconocimiento no merecido, y siendo ya mayor y un autor y profesor reconocido, decidió cursar en sala el programa de magíster en ciencias militares de nuestra Academia. No eludió ningún compromiso ni exigencia, de manera que luego de dos años y medio de estudio y tesis, su ética y amabilidad le valió el reconocimiento unánime, así como el respeto de sus compañeros. Nuestro autor fue así un profesor-alumno de la mayor jerarquía que constituye un modelo de carácter, de un modo militar de vida generalmente incomprendido, pero que prevalece estoicamente pese a ello. En esta Academia, que tuvo el honor de contar entre los suyos al coronel Von Chrismar en su avanzada madurez, se reeditaron así los votos y entusiasmos de un joven oficial de Estado Mayor. Por ello presentamos y sentimos este libro como el testimonio de una vida, de una obra, y de una inteligencia preclara al servicio de Chile. Santiago, septiembre de 2010. El Director

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PRÓLOGO Para mí es un placer prologar el libro Los Objetivos Nacionales, Base de la Política Nacional de los Estados. El coronel Julio Von Chrismar ha escrito un excelente y minucioso examen de las bases tradicionales de aquellas teorías que se relacionan con los objetivos nacionales y los intereses nacionales que los concretan. Describe los fundamentos de la literatura de relaciones internacionales según los postulados de Aristóteles, Karl Deutsch, Hans Morgenthau, e incluso de mis colegas de otrora, Fred Pearson y Martin Rochester. También analiza cómo estos conceptos han sido interpretados en Chile, Argentina, Perú, Brasil y Francia, entre otros países. Es curioso que omita en su estudio a Estados Unidos y Gran Bretaña, países que, en varios sentidos, han sido pioneros en la aplicación de las teorías clásicas en la planificación nacional, especialmente en lo referido a la defensa nacional. El autor proporciona una definición elegante y esencial de objetivos nacionales (p. 4), según la cual: 1. Ellos deben promover, preservar, perfeccionar y propender al Bien Común. 2. Deben ser una “fiel representación de las legítimas aspiraciones y de la voluntad de la ciudadanía (...) para que representen auténticamente lo que la Nación anhela”. 3. Los medios, recursos y procedimientos que se empleen en la consecución de los objetivos nacionales deben ser legítimos y efectivos. Su planteamiento conlleva un alto estándar para concebir e implementar los objetivos nacionales, y pone de relieve que el ejercicio de establecer dichos objetivos constituye un acto esencialmente político. En consecuencia, postula la necesidad de articular una discusión amplia para establecer dicha definición, resaltando que para ello se requiere de una democracia efectiva que sea capaz de definir objetivos nacionales que tienen el imperativo de ser legítimos. Este planteamiento me ha intrigado a lo largo de mi lectura de este excelente ensayo. VII


Prólogo

En efecto, en el proceso de discusión, de evaluación y de formulación de los objetivos nacionales y de los intereses que le están asociados, ¿qué tan importante es la representación efectiva de las voluntades ciudadanas que forman parte de la nación y del Estado? En otras palabras, este libro invita al lector no solamente a examinar la calidad de los procesos para la definición e implementación de los objetivos nacionales y de sus consecuentes intereses en diferentes países, sino que también nos invita a formularnos preguntas que trascienden dicho formalismo. En su desarrollo argumental, el autor pone en evidencia la tensión que existe entre los conceptos de pueblo/ciudadanía, nación, Estado y gobierno, así como el rol que estos deben desempeñar en la definición de los objetivos y los intereses nacionales. ¿Cuán efectivamente un gobierno refleja los intereses y aspiraciones de la ciudadanía? ¿Cuán integrada se encuentra esa ciudadanía en la nación y qué tan bien se encuentra representada ella por el Estado y el gobierno? Se trata de preguntas que demandan respuestas para el siglo 21, ya que fácilmente se constata la creciente influencia y actividad que llevan a cabo diversas minorías (étnicas y de otro tipo) en la representación y la defensa de sus intereses, cuestión que, a su vez, no es ajena al influjo que ejercen movimientos de alcance global, que inciden cada vez más sobre un número mayor de países. Von Chrismar sugiere que los objetivos e intereses nacionales podrían ser definidos por una élite, que debe conocer y reflejar los deseos de los pueblos de una nación. El gobierno es responsable de formular los objetivos nacionales, pero en aquel proceso debería hacerse asesorar por varias instituciones, “institutos de estudios de alto nivel, especializados en asuntos políticos, diplomáticos, económicos, sociales, estratégicos y de todo tipo...” (pp. 14-15). Se supone que estas instituciones tienen un conocimiento profundo y están inspiradas por un espíritu de excelencia académica que debería asegurar que las definiciones políticas resultantes reflejaran un consenso y una comprensión de la diversidad. La situación planteada, aunque constituye el ideal, lamentablemente, no ha sido un norte orientador en cada caso. El mismo Von Chrismar concluye, finalmente, que el gobierno debería contar con la colaboración de “algún orgaVIII


Prólogo

nismo asesor permanente, altamente capacitado para esa tarea, la que no excluye la amplia participación ciudadana” (p. 20). ¿Cómo se puede consensuar qué o cuál institución debería ser la entidad asesora? La propia experiencia de Chile en la redacción de sus sucesivos Libros de Defensa Nacional ha sido uno de los ejercicios más exitosos en cuanto a alcanzar una posición de consenso respecto de los intereses y objetivos nacionales. Esta circunstancia sugiere que el proceso para construir consensos que describe Von Chrismar, es especialmente relevante para aquellos países que se encuentran en proceso de consolidar la democracia o se encuentran llevando a cabo otras transiciones de mayor envergadura. Von Chrismar también se refiere a cómo han evolucionado, a lo largo del tiempo, las definiciones de objetivos y la identificación de intereses, tanto en Chile como en Francia. ¿Cómo utilizar este libro? La exploración detallada que Julio Von Chrismar realiza a la literatura relativa a la formulación de los objetivos nacionales y de sus consiguientes intereses, invita a los lectores a involucrarse con la lógica de análisis que aplica tanto a los procesos de formulación como al producto de dichos esfuerzos. Esto constituye una clara demostración que el análisis de Von Chrismar refleja una actividad intelectual sobresaliente. En consecuencia, uno espera que a partir de su propuesta se de inicio a una intensa discusión académica sobre la literatura asociada a estos temas, la que suele ser citada, con demasiada frecuencia tal vez, con cierto descuido intelectual. En dicho contexto, a lo largo de la lectura surge una serie de interrogantes, las que presento a continuación con la esperanza que sean abordadas con espíritu reflexivo por los lectores de este ensayo: 1. ¿Qué ajustes se deberían hacer a la clasificación de los objetivos nacionales que se han definido? De hecho, estas categorizaciones reflejan una forma de pensamiento actual y pretérita sobre el contenido de los objetivos nacionales y la definición de intereses que los representan. De tal manera, ¿qué ajustes o cambios habría que introducir, si fuera el caso, para afinar nuestros objetivos para el siglo 21? IX


Prólogo

2. ¿Qué tan exitosos o eficaces suelen ser los países al formular una definición democrática de intereses? Por ejemplo, si la élite es responsable, ¿qué tan competente es ella para captar, incorporar y reflejar el interés de las minorías? Esto es especialmente importante en países que tienen dentro de sus fronteras enclaves étnicos considerables o influyentes minorías.

A veces se le critica a Hans Morgenthau por enfocarse mucho en un único elemento del poder nacional: el poder estatal. Los poderes político y militar suelen ser enfatizados en esta literatura, mientras que hoy en día el poder económico, la integración y la competitividad adquieren preponderancia, llegando a constituir criterios más importantes para la adquisición de una mayor influencia en los asuntos internacionales. Ciertamente, China, Brasil e incluso Chile, podrían ser ejemplos de ello.

En la altamente integrada globalización de las actuales actividades del Estado, ¿acaso los factores del poder militar y el control de las fronteras tienen el mismo alcance y significado que antes? Si no es así, ¿qué elementos del poder estatal son los más adecuados en la actualidad para cautelar la soberanía de una nación? ¿Cómo adaptamos entonces los conceptos de seguridad para abordar los desafíos transnacionales e internacionales contemporáneos, como el crimen organizado, el tráfico ilícito y el terrorismo, entre otros?

3. El argumento del poder se ha reducido a sí mismo al enfoque del poder militar como la manifestación principal de efectividad del Estado en la consecución de los objetivos y de los intereses nacionales. Esta tendencia, también contribuye (o ha contribuido en el pasado) a delegar la definición de los objetivos e intereses en la comunidad intelectual militar.

Pocas naciones latinoamericanas han generado instancias de cooperación y llevado a cabo un amplio diálogo entre civiles y militares para la elaboración de sus respectivos libros blancos de la defensa, como ha sucedido en Chile, por ejemplo. En este sentido, genera cierta inquietud constatar que los autores de la mayoría de los trabajos citados provienen del ámbito militar, de instituciones como la Escuela Superior de Guerra

X


Prólogo

de Brasil (ESG) o del Centro de Altos Estudios Nacionales de Perú (CAEN), entidades que ostentan el rol de “órgano asesor permanente” en sus respectivos gobiernos.

Esto constituye una preocupación porque nuestra región se caracteriza por el escaso interés de las élites civiles, por participar en los debates sobre la defensa nacional. Uno se pregunta, en consecuencia, ¿acaso los diplomáticos alcanzarían las mismas definiciones y especificaciones en materia de objetivos e intereses? ¿Acaso los empresarios o economistas definirían poder de la misma forma que los militares? En el complejo mundo en que vivimos, cobran creciente relevancia nuevas y diversas perspectivas. Por lo tanto, ¿cómo podemos integrar de un modo más efectivo a distintas instituciones en la discusión de los objetivos y los intereses nacionales?

Por último, ¿le brindamos una adecuada atención a los desafíos que conlleva tratar de alcanzar los objetivos nacionales una vez que estos han sido definidos? Por ejemplo, si estamos buscando el Bien Común en el siglo 21, ¿qué valor deberíamos darle a la defensa de las fronteras o la autonomía soberana, en relación al crecimiento de la economía?

Cuando el control y el poder estatal constituyen la manifestación primaria de la efectividad de la nación, es relativamente fácil identificar los instrumentos para alcanzar objetivos específicos. Sin embargo, si uno se enfoca más en el bienestar general, los objetivos y la métrica son mucho más complejos y difíciles de evaluar. En dicho contexto, ¿qué tan bien se están desempeñando nuestras instituciones en la ejecución de esta nueva y más compleja tarea?

Creo que Julio Von Chrismar se habría involucrado entusiasta en la discusión académica de todos estos temas. Washington, julio de 2010. Margaret Daly Hayes (PhD) Georgetown University

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ÍNDICE PRESENTACIÓN

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PRÓLOGO

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VII

CAPÍTULO I. Introducción

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1

CAPÍTULO II. Algunos conceptos teóricos acerca de los Objetivos Nacionales. ......................................................

7

a. ¿Qué son los objetivos nacionales? ...........................................

9

b. ¿Quién debe formular los objetivos nacionales? ..................

14

c. ¿Cuándo deben formularse los objetivos nacionales?.......

21

d. ¿Cómo deben formularse los objetivos nacionales?

Metodología formal y de fondo......................................................

23

e. ¿Cómo se clasifican los objetivos nacionales? .....................

32

• Clasificación de los OO.NN. (Una proposición) ...............

36

• Ejemplos de objetivos nacionales formulados por

algunos Estados, conforme a la clasificación propuesta

por el investigador

f. Finalidad y utilidad de los objetivos nacionales .................... g. Objetivos nacionales y políticas de Estado..............................

..............................................................

38 40 42

CAPÍTULO III. Intereses Nacionales e Interés Nacional ..............................................................

45

CAPÍTULO IV. La Defensa y los Intereses Vitales del Estado ..............................................................

63

CAPÍTULO V. Objetivos Nacionales Específicos de algunos Estados, según sus Libros de la Defensa ..............................................................

73

Cuadro A : Valores de la Población ..............................................

89

Cuadro B : Valores del Territorio .....................................................

91

XIII


Índice

Cuadro C : Valores de la Soberanía ..............................................

93

Cuadro D : Valores de las Relaciones Internacionales . .......

95

Cuadro E : Valores del Desarrollo Económico y Social .......

98

Cuadro F : Valores de otros Intereses Nacionales ................

100

capítulo VI. Los Objetivos Nacionales y las Hipótesis de Conflictos ..............................................................

101

Conclusiones

..............................................................

107

a. Deducidas de conceptos emitidos por algunos autores, escuelas y libros de la defensa de varios países acerca de los objetivos nacionales y términos relacionados...........

109

b. Deducidas del estudio teórico general de los objetivos e intereses nacionales ..............................................................

112

..............................................................

121

..............................................................

123

Conclusión Final Bibliografía

XIV


CAPÍTULO I introducción

1


Introducción

Todo grupo humano busca satisfacer sus necesidades, intereses y aspiraciones colectivas, que constituyen la esencia de su bien común, orientando su accionar hacia la consecución de condiciones ideales posibles, cuya imagen, encarnada en valores comunes, comparte toda o la mayoría de la comunidad o sociedad que aspira a preservarlos o alcanzarlos en algún período de su existencia. En el caso del Estado, se trata de la expresión unitaria de las necesidades, intereses y aspiraciones de la nación, organizada políticamente como Estado, que busca mantener y perfeccionar los valores fundamentales y los elementos constitutivos esenciales del Estado para su existencia, condición necesaria para lograr las situaciones ideales posibles que permiten preservar y alcanzar su bien común general nacional. Los objetivos nacionales constituyen, por tanto, la expresión concreta de las legítimas aspiraciones nacionales, basadas en valores compartidos, derivados de las necesidades e intereses nacionales, que se determinan y formulan oficialmente, para conocimiento de la ciudadanía y para su ulterior cumplimiento por todas las instituciones y organismos del Estado, con el apoyo y decidido esfuerzo de la propia ciudadanía. Este esfuerzo es decisivo, especialmente en los momentos de eventuales peligros y amenazas para su supervivencia y la preservación de sus valores vitales fundamentales, en que la voluntad ciudadana es puesta a prueba por otros poderes o voluntades contrarias, a las que se hace ineludible enfrentar y superar para preservar o lograr el Bien Común. Esta preocupación de cada nación por expresar y formular sus propios objetivos políticos nacionales, en el amplio sentido de estos términos, es universal y se ha registrado en la historia del mundo desde los más remotos tiempos. Así, por ejemplo, uno de los primeros objetivos nacionales del Egipto antiguo fue lograr su unificación política, tarea que cumplió exitosamente el rey Narmer –el legendario Menes– fundador de la I dinastía de ese Estado. Esto aconteció hacia el año 3100 a.C.1 Respecto al sentido moral y práctico de su formulación, desde la antigüedad hay conceptos muy claros expresados por ilustres pensadores, que señalan algunas reglas o requisitos que deben cumplirse.

1

Hawkes, Jacquetta. Los Faraones de Egipto. Colección Hombres y Países. Timun Mas. Barcelona 1967, pp. 17-22.

3


Capítulo I

Es así como, Aristóteles, por ejemplo, entre muchos otros juicios acerca de este tema, expresados en su libro La Política, dice al respecto: “El bienestar, en general, sólo se obtiene mediante dos condiciones: primera, que el fin que nos proponemos sea laudable, y segunda, que sea posible realizar los actos que a él conducen”.2 Agrega este ilustre filósofo: “En todas las artes y en todas las ciencias es preciso que el fin y los medios, que puedan conducir a él, sean igualmente buenos y poderosos”.3 Por lo tanto, la primera condición que debe tener todo objetivo nacional es propender a promover, preservar, perfeccionar o lograr el Bien Común. La segunda, que el objetivo sea fiel representación de las legítimas aspiraciones ciudadanas y de la voluntad de la ciudadanía, dispuesta a esforzarse y perseverar en su consecución. Vale decir, que represente auténticamente lo que la nación anhela. Por último, cabría considerar como tercera condición, igualmente importante, que los medios, recursos y procedimientos que se emplee en la consecución del objetivo nacional sean legítimos y eficaces para lograr esos fines. Esos procedimientos, estrategias o acciones políticas normalmente demandarán un esfuerzo de toda la ciudadanía para lograr los objetivos propuestos, especialmente cuando se presenten dificultades y obstáculos o amenazas para avanzar hacia una situación de mayor desarrollo y crecimiento, lo que necesariamente requerirá esfuerzos extraordinarios, o cuando haya que cautelar lo que ya se posee, ante eventuales amenazas, especialmente los valores o bienes contenidos en los elementos constitutivos del Estado: población, territorio y soberanía, lo que requerirá no solo mayor esfuerzo, sino, en algunas ocasiones, duros sacrificios de la población. La legitimidad de los intereses y aspiraciones nacionales deberá estar sustentada fundamentalmente en su racionalidad, juricidad interna e internacional, su respeto por los valores nacionales que han marcado la identidad histórico cultural de la nación y por la evidencia de contar efectivamente con los recursos 2 3

Aristóteles. La Política. Libro Cuarto. Teoría General de la Ciudad Perfecta. Colección Austral. Editorial Espasa-Calpe S.A. Madrid. 1989, p. 130. Ibídem.

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Introducción

humanos y materiales que puedan realmente satisfacer esos intereses y aspiraciones, vale decir una capacidad ciudadana y un poder nacional suficientes para lograr el objetivo planteado, dentro de un período determinado. En síntesis, conforme a lo exigido por Aristóteles, el objetivo nacional debe ser “laudable” y “realizable”, vale decir, debe propender al Bien Común y debe poder lograrse con los recursos humanos y materiales que el Estado puede efectiva y legítimamente emplear. Las fuentes bibliográficas básicas de este trabajo están constituidas, principalmente, por dos grupos de obras: 1.- Un conjunto de libros y artículos, de diversos autores particulares e institutos académicos, que explican los conceptos teóricos de este tema; 2.- Un conjunto heterogéneo de libros blancos de la defensa nacional, de nueve países, muy diferentes en potencialidades, situaciones geográficas y otras características, cuyo estudio comparativo se estima de gran utilidad para extraer conclusiones orientadas también a servir de aporte al estudio teórico de esta materia, y poder apreciar sus diferencias y similitudes en los conceptos fundamentales sobre los objetivos nacionales de los Estados. Es importante agregar que todos los objetivos e intereses nacionales enumerados en este trabajo corresponden a formulaciones oficiales de sus respectivos países que dan un sustento práctico a la teoría. En este trabajo, expresamente, no se ha querido emitir juicios de valor acerca de los objetivos e intereses nacionales declarados de algunos Estados, sino solo se ha buscado elementos de juicio que aporten ideas sobre los conceptos teóricos del tema. Los objetivos e intereses específicos enumerados se han resumido en varios cuadros de resumen, que buscan presentar una visión panorámica que permita al lector compararlos y formarse su propia opinión acerca de su calidad y bondades.

5


CAPÍTULO II Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

Para comprender en mejor forma el alcance e importancia de los objetivos nacionales y, en algunos casos, de los intereses nacionales –que algunos libros de la defensa de varios países, consideran en el mismo papel o función y en el mismo nivel que los objetivos nacionales– se estima conveniente revisar previamente algunos conceptos y definiciones teóricas acerca de este tema, explicados por varios ilustres autores contemporáneos; chilenos y extranjeros, como también algunos conceptos teóricos aplicados en algunos libros de la defensa.

a. ¿Qué son los objetivos nacionales? Según Spikman, un objetivo nacional constituye “una relación entre el grupo social y algo que se afirma indispensable en el tiempo y en el espacio, para su determinación en condiciones adecuadas. Constituye uno de los imperativos de mayor relevancia en la vida de cualquier Estado, porque traduce el verdadero estímulo e impulso de la nación para su futuro”.4 En todos los Estados, la función de la defensa nacional y, por lo tanto, la política de defensa nacional, tienen estrecha relación con los objetivos nacionales, ya que estos comprenden todas las actividades políticas del Estado; por lo tanto, incluyen, en forma preferente, las inherentes a la seguridad nacional y, dentro de ella a la defensa nacional. El Libro de la Defensa Nacional de Chile 2002 (L.D.N.), al referirse a los fundamentos y características del Estado de Chile, expresa que: “Los principios del orden institucional republicano y democrático de Chile y los objetivos nacionales desempeñan un papel crucial dentro de los elementos en que se basa la Defensa Nacional. Sobre ellos se sostiene la arquitectura de la defensa y se orienta la acción del Estado en pos de la seguridad exterior del país. A partir de ellos es posible apreciar la importancia de los desafíos de la seguridad que el país enfrenta en el entorno internacional”.5 Respecto a los objetivos nacionales, el L.D.N. ya citado, los conceptúa como sigue:

4 5

Spikman, Nicolás – Citado por Rivas González, Reinaldo en: “Objetivos nacionales y poder nacional”. Revista de Marina N° 763, 6/1984. Armada de Chile, p. 671. Libro de la Defensa Nacional de Chile 2002. Ministerio de Defensa Nacional de Chile. Santiago. 2003, p. 20.

9


Capítulo II

“Objetivos nacionales El Estado de Chile persigue fines generales que se encuentran expresados en la normativa constitucional, la que, a su vez, es el resultado de la experiencia histórica y del acervo políticocultural del pueblo chileno. De tales fines se desprenden metas que, por lo mismo, se pueden considerar fundadamente como aspiraciones de las grandes mayorías nacionales. Estas metas orientan y dan coherencia a la actividad global del Estado, incluida la defensa. En este ámbito específico, donde se las conoce como objetivos nacionales permanentes, estas metas conforman la base a partir de la cual es posible el ejercicio de la función de planificación”. “... Los objetivos nacionales permanentes se inscriben dentro de la tradición constitucional chilena y corresponde a cada gobierno, a partir de sus propios postulados, impulsar una agenda pública que los materialice. En otras palabras, los objetivos nacionales permanentes se actualizan y adquieren concreción en decisiones, instrumentos y acciones que expresan la voluntad política de las instituciones democráticas chilenas. Los gobiernos elaboran estos objetivos actuales (o políticos) del país para una extensión variable de tiempo, pero en general lo hacen apuntando a un horizonte temporal que no necesariamente se agota en sus propios períodos”. “Como es natural, será más fácil lograr el compromiso ciudadano con la defensa y la seguridad del país mientras mayor conciencia y consenso exista respecto de las metas finales por alcanzar”.6 Queda por agregar que en el contexto de las características del Estado y defensa:

6 7

“En general, el propósito de la función de defensa es proteger a la población, preservar el territorio nacional y resguardar la capacidad del Estado para el ejercicio de su soberanía frente a amenazas externas contra estos elementos fundamentales del país, así como apoyar el logro de los objetivos nacionales en el ámbito internacional”.7

Ibídem, pp. 22-23. Ibídem, p. 23.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

La Escuela Superior de Guerra de Brasil define los objetivos nacionales como sigue:

“Objetivos nacionales (ON) son la cristalización de necesidades, intereses y aspiraciones vitales u opcionales que, en determinada fase de su evolución histórico-cultural, una nación busca satisfacer”.8

En forma más o menos similar define los objetivos nacionales el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), de Perú, según informa el Mayor EP (R) Guido Locatelli, cuando declara que son:

“La expresión de los intereses y aspiraciones vitales que la nación busca satisfacer en determinado período de su existencia”.9

A su vez, el actual Centro de Altos Estudios Nacionales (CAEN), de Perú, sucesor del CAEM, mantiene la misma definición hecha por el CAEM y agrega: “Los OO.NN. son el resultado de la forma de interpretar el concepto abstracto del “Bien Común”, en correspondencia con las peculiaridades propias del país”.

“Los OO.NN. marcan el inicio del proceso de la política nacional. Los OO.NN. orientan la acción de sucesivos gobiernos, los que de esta manera disponen de las grandes metas que traducen los intereses y aspiraciones vitales de la colectividad nacional, a las que deben concluir todos los esfuerzos. Consecuentemente, no es posible establecer plazos para su consecución, aun cuando pueden ser actualizados o replanteados en atención a circunstancias justificatorias”.10

ESCOLA SUPERIOR DE GUERRA. Fundamentos Doutrinários da Escola Superior de Guerra. Associação dos Diplomados da Escola Superior de Guerra. LuzesComunicação, Arte & Cultura. Río de Janeiro. 2000, p. 41. 9 Locatelli Trelles, Guido. Mayor EP. (R) “Los objetivos nacionales como planteamiento académico”. En Revista Defensa Nacional. Año XII, N° 13, Oct. Centro de Altos Estudios Militares. Perú. 1993, pp. 13-14. 10 CENTRO DE ALTOS ESTUDIOS NACIONALES. Desarrollo y Defensa Nacional. Tomo I. Planteamientos Doctrinarios y Metodológicos. El Estado, la Política Nacional y su Proceso. Imprenta CAEN. Lima. (sin fecha) (pp. 191-192). 8

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Capítulo II

El Primer Proyecto del Libro Blanco de la Defensa Nacional de Perú, reafirma lo anterior al establecer que los objetivos nacionales “Son la expresión de los intereses y aspiraciones vitales que la nación busca satisfacer en determinado período de su existencia. Los OO.NN. son el resultado de la forma de interpretar el concepto del Bien Común”.11 El coronel ecuatoriano Alfonso Littuma A., se refiere a este aspecto como sigue:

“Los objetivos nacionales son, pues, en síntesis, la cristalización, en determinado estadio de evolución de la comunidad nacional, de los intereses y aspiraciones nacionales, cuya conquista y preservación procura realizar toda la nación a través de todos los medios que se encuentran a su alcance”.12

El profesor de derecho y de ciencia política, Gustavo Cuevas Farren, conceptúa los objetivos nacionales e indica su importancia política, al expresar que la política nacional es una expresión para identificar la gran política, “por medio de la cual la nación se adueña de su destino y orienta su evolución”.13 Aclara que en este contexto, la política es:

“La ciencia y el arte de formular los objetivos nacionales a través de la interpretación de los intereses vitales o de las aspiraciones básicas de la comunidad nacional, y de asegurar la conquista y conservación de tales objetivos”.14

El profesor Cuevas complementa sus conceptos señalando que los objetivos nacionales:

“Precisan y delimitan, con validez para un determinado período histórico, aquellas legítimas aspiraciones nacionales básicas o fundamentales que se pretende satisfacer por medio del es-

* Subrayados del investigador 11 REPÚBLICA DEL PERÚ. Primer Proyecto del Libro Blanco de la Defensa Nacional. Ministerio de Defensa del Perú. Lima. 2002. Disponible el 30 de agosto de 2002 en página web institucional, p. 175. 12 Littuma A, Alfonso. La nación y su Seguridad. 4ª Edición. Editorial Publitécnica, Quito. 1980, p. 138. 13 Cuevas Farren, Gustavo. “Objetivos nacionales. Una reflexión analítica”. Revista Política. Nº 3, agosto. Instituto de Ciencia Política, Universidad de Chile. Santiago. 1983, p. 12. 14 Ibídem.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

fuerzo conjunto de los integrantes de la comunidad y siguiendo las orientaciones de la política nacional”.15 En el artículo titulado: “Coherencia de la Estrategia de los Tres Vectores con los objetivos nacionales”, el capitán de fragata Rodrigo Álvarez Aguirre, expresa respecto de los objetivos nacionales, lo siguiente:

“Los objetivos nacionales se definen en términos de situación por alcanzar y representan la concreción explícita y detallada de los intereses nacionales”.16

El capitán de navío (R) de la Armada de Chile, Claudio Collados Núñez, afirma que17 los objetivos nacionales fundamentales están constituidos por los valores más preciados de la nacionalidad. Por su parte, el general Horacio Toro Iturra expresa: “Los objetivos nacionales Dejamos establecido que había una relación entre supervivencia, como meta permanente del Estado, los medios genéricos que la posibilitan: desarrollo y seguridad y la expresión concreta que ambos alcanzan en los factores del poder nacional. Todo este cuadro cobra vida y se concretiza de diversas maneras; uno de los procedimientos eficaces es a través de los objetivos nacionales. Ellos pueden ser permanentes y actuales; estos últimos constituyen las metas explícitas que se formulan los gobernantes para regular la evolución prevista del Estado y la nación y lograr el perfeccionamiento general en aras del Bien Común”.18 El brigadier de Ejército (R) Herbert Orellana Herrera, en su artículo: “Los objetivos de los Estados”, expresa:

15 Ibídem, p. 15. 16 Álvarez Aguirre, Rodrigo. “Coherencia de la Estrategia de los Tres Vectores con los objetivos nacionales”. Revista de Marina N° 870, 5/2002. Armada de Chile, p. 446. 17 Collados Núñez, Claudio. “Fortaleza Nacional”. Revista de Marina Nº 817, 6/1993. Armada de Chile. Valparaíso. 1993, p. 636. 18 Toro Iturra, Horacio. “Seguridad Nacional y Política Exterior en los objetivos nacionales”. Revista seguridad nacional, Nº 6. ANEPE. Santiago. 1977, pp. 28-29.

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Capítulo II

“Objetivos comunes de los estados En los días que vivimos, cada Estado se ve obligado a perseguir una cantidad de objetivos, dentro de un marco que le permita mantenerse en un estado existencial en el mundo, que le proporcione las satisfacciones que cree que merece y que estén de acuerdo a su categoría. Podríamos dividir estos objetivos en siete categorías, teniendo en mente de que cada Estado define sus propósitos dentro de estas, de acuerdo a sus anhelos y necesidades”.19 De los textos citados acerca de la naturaleza de los objetivos nacionales, pueden extraerse algunas ideas centrales de sus autores, que podríamos sintetizar como sigue: Objetivos nacionales Son la expresión formal, concreta y oficial de los intereses y aspiraciones nacionales, constituidos por situaciones existenciales y condiciones reales, actuales, que se busca preservar como condiciones favorables o benéficas; o por situaciones y condiciones futuras ideales posibles, que la ciudadanía busca alcanzar; o por valores o principios permanentes altamente apreciados por la mayoría de la ciudadanía, que también se busca preservar y cautelar. Estos objetivos deben orientar las actividades políticas del Estado y los esfuerzos ciudadanos tras sus logros, como una forma concreta de promover y lograr el Bien Común de la nación.

b. ¿Quién debe formular los objetivos nacionales? En todo Estado organizado, cuya cabeza es el gobierno, es este el que tiene la responsabilidad de formular los objetivos nacionales. Para ello debe hacer una apreciación política nacional de Estado, que recoja, interprete y resuma las necesidades, intereses y aspiraciones de la nación y debe conjugar esos intereses con los recursos del poder nacional, para así darles forma de objetivos por mantener o alcanzar, ya que los recursos o medios que el Estado pueda disponer, son los que permitirán lograr los objetivos. Para realizar esta tarea, el gobierno debe asesorarse por un sinnúmero de institutos de estudios de alto nivel, especializados en asuntos 19 Orellana Herrera, Herbert. “Los objetivos de los Estados”. Revista Política y Geoestrategia, Nº 41. ANEPE. Santiago. 1987, p. 74.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

políticos, diplomáticos, económicos, sociales, estratégicos y de todo tipo, que le permitan contar con todos los antecedentes necesarios, en diversas ciencias y disciplinas, que aseguren un trabajo de apreciación: serio, científico, objetivo, académico y que no tenga, en lo posible, componentes o tendencias político ideológicas; y en el cual no intervengan asesores que representen a grupos de interés de cualquier tipo, que pudieran influir a favor de sus propios intereses de grupo, en desmedro del más puro interés nacional y del Bien Común. Esta es una condición difícil de cumplir en cualquiera sociedad, en la que frecuentemente suelen mezclarse los intereses de grupos –que pueden ser muy legítimos, pero no constituyen intereses nacionales–, con el interés de las mayorías nacionales. Lo anterior no significa excluir y no considerar otras informaciones y estudios realizados por institutos, universidades u otros organismos no gubernamentales, de diversa índole, aunque tengan contenidos ideológicos, ya que sus datos objetivos de la realidad, siempre podrán ser de gran utilidad para este tipo de investigaciones académicas. En todo caso, lo más importante es que los antecedentes con que se haga la apreciación y los diversos estudios anexos, sean verdaderos, reales y objetivos, lo que permitirá, con la ayuda de adecuadas metodologías, obtener resultados que tengan esas mismas características. Para realizar estos estudios debe contarse con personas altamente capacitadas e idóneas en sus respectivas áreas. Entre las disciplinas necesarias para estos estudios deben considerarse preferentemente: la ciencia política, las relaciones internacionales, el derecho internacional, la geopolítica, la economía, la sociología, la estadística, la prospectiva, la evaluación de proyectos, la historia, la inteligencia nacional y la inteligencia estratégica militar, entre otras. Lo ideal es que los institutos o centros de altos estudios que participan en estas actividades asesoras, tengan la excelencia académica y la permanencia necesarias para realizar estos trabajos, en distintos períodos, que les permita apreciar la evolución de los antecedentes y situaciones y extraer las experiencias que permitan hacer seguimientos de las acciones y tendencias, controlar el cumplimiento de los objetivos y proponer las correcciones que sean necesarias a los objetivos y acciones políticas tomadas. La formulación de los objetivos nacionales, por el gobierno del estado, constituye una responsabilidad inherente a su función política y se encuentra dentro de la denominada política nacional, que en todo Estado existe, como una gran y amplia función del Estado, que debe cumplir su misión esencial de promover el logro del Bien Común. 15


Capítulo II

En el Perú, la doctrina del CAEM, establece al respecto, lo siguiente:

“La acción política o política nacional es el quehacer dirigido al establecimiento de los OO.NN., de los objetivos de proyecto nacional y de los objetivos de gobierno; así como de las normas que orientan su consecución”.20

Según la doctrina del CAEM, la responsabilidad de formular los OO.NN. y el proyecto nacional debe ser de un “organismo oficial, reconocido en la Constitución del Estado, creado, con indicación de su composición y funciones básicas; autónomo, en el cual todos sus miembros deben tener atributos de opinión; renovable, con capacidad y atribuciones para supervisar la consecución de los OO.NN. del proyecto nacional”.21 A su vez, “los OO.NN. formulados, deben ser difundidos para su conocimiento por la población y sometidos a referéndum nacional u otro mecanismo que garantice el respaldo mayoritario de la ciudadanía, de concurso democrático”.22 Respecto a este tema, acerca de quién debe formular los objetivos nacionales, el profesor de derecho y de ciencia política, Gustavo Cuevas Farren, aporta interesantes juicios:

“La política nacional es el instrumento que se debe emplear para alcanzar y conservar los objetivos que a ella misma corresponde formular o definir”. “Ellos son muy estables en el sentido de que cualquiera modificación en la naturaleza de los objetivos nacionales debería reflejar, únicamente, aquellos cambios sustanciales y determinantes que hayan incidido en la evolución del país, derivados de causas internas o externas”.23

El profesor Cuevas denomina: objetivos nacionales fundamentales (ONF) u objetivos políticos fundamentales (OPF), a los objetivos nacionales que han sido considerados e incorporados formalmente en la política nacional. 20 21 22 23

Locatelli, op. cit., p. 12. Ibídem, p. 19-20. Ibídem, p. 20. Cuevas Farren, op. cit., pp. 15-16.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

Agrega que, los objetivos nacionales Fundamentales, por su naturaleza, trascienden a uno o más gobiernos y, en general, comprometen el esfuerzo de varias generaciones, lo que no impide que ellos se modifiquen siguiendo la propia evolución de la nación.24 En el proceso completo de formulación de los objetivos nacionales interviene no solo el gobierno y sus asesores, organizados o no en alguna entidad encargada de su formulación, sino también gran parte de la sociedad y, dentro de ella, la elite gobernante o que tiene mayor influencia dentro de la nación, en diversos sectores de sus actividades ciudadanas. Al respecto, el profesor Cuevas expresa:

“... es igualmente importante analizar brevemente el papel que corresponde a la ‘élite gobernante’ en la tarea de dar forma a una conciencia colectiva permanentemente comprometida con los intereses y aspiraciones básicas de la nación. (Por ‘élite gobernante’ entendemos las autoridades del Estado y también los actores sociales que realmente influyen sobre el poder político)”.25 “Ciertamente esta élite puede llevar a cabo una campaña persuasiva o de promoción destinada a que estos intereses sean percibidos en este carácter por los integrantes de la comunidad, y por lo tanto, aceptados y valorados en cuanto auténticas aspiraciones nacionales. Sin embargo, para ello debe tenerse presente que dicha élite no puede actuar discrecionalmente pretendiendo imponer aspiraciones que estén manifiestamente desvinculadas de una realidad objetiva”.26 “En cualquier caso, las ‘Elites’ cumplen una misión muy importante destacando y difundiendo los intereses permanentes de la nación, especialmente en los momentos en que la población ha dejado de prestarles atención”.27

En su artículo, el profesor Cuevas trata extensamente el tema de la formulación de los objetivos nacionales, planteamiento que reproducimos parcialmente:

24 25 26 27

Ibídem, p. 18. Ibídem, p. 20. Ibídem, pp. 20-21. Ibídem.

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Capítulo II

“… es esencial la rigurosidad con que se efectúe esta formulación y el cuidado que se ponga en su implementación posterior (ejecución de la política nacional), indicando con esto que las políticas específicas que se diseñen al efecto deben ser idóneas si se espera conducir a la comunidad nacional hacia la materialización efectiva de las metas establecidas, lo cual constituirá en último término la forma de confirmar la viabilidad de los objetivos”.28 “Ahora bien, para lograr esta adecuada formulación e implementación, la concepción del régimen de gobierno y de sus correspondientes normas constitucionales debe ser tal, que estimule o favorezca la estabilidad y permanencia de dichos objetivos cualesquiera sean los cambios que inevitablemente se operen en las personas que asumen los roles de mando del Estado o en la orientación ideológica de las fuerzas políticas que se incorporan al gobierno”.29 “... corresponde en primer término al poder constituyente, al momento de establecer el trazado fundamental del Estado, tomar en consideración las aspiraciones de la nación contemplándolas expresa o implícitamente en la carta política. Es decir, que es en esta etapa en donde conviene dar forma a un marco general de naturaleza jurídica cuyos principios sean concordantes y compatibles con esas aspiraciones nacionales fundamentales vinculadas a la conservación, consolidación y desarrollo de la organización estatal, o que procuran proteger y estimular una sana evolución del cuerpo social. Por esta razón, y antes que otros, son formuladores indirectos de objetivos nacionales las autoridades a quienes corresponda integrar el ya mencionado “Poder Constituyente” que es el llamado a ejercer la función del mismo nombre en virtud de la cual se dicta la Ley Fundamental del Estado”.30 “…Al Presidente y al Congreso les corresponde definir lo esencial de la política del Estado (para nosotros, la política nacional), al promulgar las leyes, al disponer su ejecución o al implementar diversas políticas sectoriales de orden económico, social,

28 Ibídem, p. 22. 29 Ibídem. 30 Ibídem, pp. 22-23.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

etc., utilizando para ello las atribuciones que son específicas de cada uno de estos poderes del Estado”.31 “Por lo tanto, aun cuando es al gobierno del Estado a quien compete efectuar la formulación mencionada, la tarea de poner en armonía la ley fundamental con la realidad nacional de la que se desprenden las aspiraciones básicas de la comunidad, es un cometido propio del poder constituyente”.32

El teniente coronel Juan Emilio Cheyre Espinosa, expresa al respecto:

“De allí surge la necesidad que el más alto nivel de planificación, radicado en el Poder Ejecutivo, genere, a través de la definición de los objetivos nacionales y de los planes de gobierno, claras orientaciones que conformen tareas en las cuales se incorpora la interrelación de un accionar orientado a buscar una condición de seguridad por medio del fomento de políticas, que dadas sus características, obtengan tal propósito”.33

Por su parte, el coronel Carrasco, acerca de la formulación de los objetivos nacionales, expresa:

“Los Objetivos Nacionales Políticos también denominados Actuales, son más alcanzables, de acuerdo a las capacidades reales o potenciales que posee el Estado y son formulados a través de una adecuada interpretación de los intereses básicos de la sociedad, en el orden de la seguridad nacional y desarrollo nacional, incluido el aspecto valórico-moral; son formulados en los denominados programas o planes de gobierno y son susceptibles de ir readecuándose de acuerdo a la realidad nacional e internacional que se viva, en donde cada vez existe mayor interpelación y cambio”.34

31 Ibídem, p. 23. 32 Ibídem. 33 Cheyre Espinosa, Juan Emilio. “La planificación de seguridad nacional”. Revista Política y Geoestrategia, Nº 39. ANEPE. Santiago. 1986, p. 62. 34 Carrasco Leiva, Daniel. “Intereses Nacionales y objetivos nacionales”. Escenarios Actuales, Nº 5. CESIM. Santiago. 1997, p. 12.

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Capítulo II

El capitán de fragata, Rodrigo Álvarez Aguirre, expresa respecto a quienes deben formular los objetivos nacionales:

“La historia demuestra que los países aluden sus intereses nacionales y los correspondientes objetivos, como la motivación primordial y fundamental, sobre la cual se basan todas las estrategias posteriores, que permitan obtener, de la mejor manera posible, los mencionados objetivos nacionales en los distintos niveles de la conducción”.35 “Para cumplir lo anterior, el proyecto país o nacional, basa su éxito en la aplicación de una estrategia nacional que contempla acciones en el nivel político y político-estratégico, que considera los ámbitos económico, político y social, diplomático y de seguridad”.36

A su vez, el capitán de navío (R) de la Armada de Chile, Claudio Collados Núñez, señala la conveniencia de considerar el pensamiento militar en las apreciaciones políticas nacionales que se deben realizar para la formulación de los objetivos nacionales:

“Este particular enfoque de la relación civil-militar conlleva la procedencia de incorporar efectivamente el pensamiento castrense a las apreciaciones globales que conducen a la formulación de las políticas nacionales básicas, sin que ello implique, necesariamente, concurrir a las resoluciones correspondientes”.37

En síntesis, quien debe formular los objetivos nacionales es el gobierno de cada Estado, con la colaboración de algún organismo asesor permanente, altamente capacitado para esa tarea, la que no excluye la amplia participación ciudadana, representada idealmente por todos los sectores de la nación y dentro de ellos, principalmente, por la elite gobernante o elite influyente, especialmente de carácter académico. Dentro de esta entidad asesora, la participación del mundo castrense se estima muy conveniente, tal vez indispensable, no solo por el tratamiento de los asuntos especializados de ese sector, que tanta implicancia tiene en los aspectos de seguridad y defensa, sino por la

35 Álvarez Aguirre, op. cit., p. 444. 36 Ibídem. 37 Collados Núñez, op. cit., p. 636.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

condición apolítica y de reconocido sentimiento patriótico y nacional, que caracterizan a los hombres de armas.

c. ¿Cuándo deben formularse los Objetivos Nacionales? La mayoría de los autores que tratan este asunto afirman que los objetivos nacionales fundamentales o de carácter permanente son formulados por el Estado cuando este se organiza, vale decir, cuando se constituye como tal, como una sociedad políticamente organizada o cuando se refunda el Estado sobre bases constitucionales diferentes a las que tenía o habían sido destruidas en su orden institucional anterior, o sencillamente, en los casos en que no se contaba con objetivos nacionales explícitos, vigentes. A su vez, la mayoría de los autores afirma que los objetivos nacionales, especialmente los denominados objetivos nacionales actuales, o no permanentes, deben ser formulados en distintas ocasiones, cada vez que sea necesario, ya sea debido a cambios importantes de la realidad interna o externa, o bien cuando, al alcanzarse ciertas metas, deben fijarse nuevas metas en el camino del progreso y evolución del Estado. Asimismo, también deben fijarse nuevos objetivos, cuando los que se formularon requieran cambios en sus orientaciones o mayores énfasis en determinados aspectos o esfuerzos por realizar, para que realmente representen los legítimos intereses y aspiraciones nacionales y se cumplan los propósitos que se buscaban originalmente, o bien cuando se presenten otras causas o razones que hagan necesario replantear los objetivos anteriores. Veamos algunos textos acerca de este tema. El mayor general Alejandro Medina Lois, expresa al respecto:

“Todo Estado que desee proyectarse en el tiempo, y dentro de la comunidad internacional, debe determinar o replantear ciertas metas y conceptos doctrinarios básicos que deben orientar su acción política futura, lo que puede producirse en la etapa inicial de su conformación como ente independiente o bien durante el transcurso de su evolución como tal”.38

38 Medina Lois, Alejandro. MGL. “El objetivo nacional en su proyección al siglo XXI”. Revista Política y Geoestrategia, Nº 48. ANEPE. Santiago. 1988, p. 15.

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Capítulo II

La doctrina del Centro de Altos Estudios Nacionales, de Perú, expresa al respecto que los objetivos nacionales pueden ser objeto de:

“Establecimiento.- Cuando hipotéticamente el Estado no dispone de dichos objetivos, y por lo tanto hace frente a la necesidad de establecerlos. Replanteamiento.- Cuando, existiendo objetivos nacionales, se hace necesario reemplazarlos o reformularlos, en lo que corresponde a los propósitos o resultados que conllevan. Ocurre o puede concurrir esta medida, en los casos en que se advierte que los intereses y/o aspiraciones que los sustentan cuando fueron establecidos, han caducado, perdido vigencia en la realidad nacional o han cambiado esencialmente su contenido. Actualización.- Cuando se trata de precisar, dar énfasis o suprimir, aspectos propios de la fórmula o de la caracterización de objetivos nacionales vigentes, sin alterar sus aspectos esenciales y con solo el propósito de ponerlos a tono con posibles cambios operados en la realidad nacional desde que fueron establecidos”.39

Su duración es variable, ya que “tiene vigencia mientras exista el interés o la aspiración nacional que las originó, lo que no impide que puedan ser actualizados y replanteados en situaciones especiales”. Respecto de la formulación de los objetivos nacionales, el profesor Gustavo Cuevas Farren, sostiene que la historia independiente la desarrolla cada nación no por azar ni por accidente, sino que corresponde a la comunidad nacional construirla deliberada y conscientemente definiendo metas hacia las cuales avanzar, con la finalidad de conquistar objetivos que toda nación debe poseer”.40 En síntesis, podemos observar que los objetivos nacionales pueden ser formulados en distintas circunstancias de la evolución del Estado, no solamente cuando inicia su vida independiente. A su vez, el planteamiento y formulación de estos objetivos debe realizarse cada vez que se haga necesario, debido a los cambios importantes que experimenta la realidad nacional e internacional; a los cambios en los legítimos intereses y aspiraciones nacionales o ante la necesidad o con39 CENTRO DE ALTOS ESTUDIOS NACIONALES, op. cit., pp. 193-194. 40 Cuevas Farren, op. cit., p. 12.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

veniencia de readecuar el rumbo o los énfasis del Estado para hacer frente y superar los nuevos desafíos que se le presenten en su marcha hacia el futuro, teniendo siempre en cuenta la mejor manera de lograr el Bien Común de su población.

d. ¿Cómo deben formularse los Objetivos Nacionales? Metodología formal y de fondo Algunos autores e institutos de estudios políticos de alto nivel han explicado cómo deben –idealmente– formularse los objetivos nacionales. Hay aspectos de forma y otros de fondo, algunos de ellos mezclados entre sí, cuya transcripción textual la haremos comenzando con citas que se refieren principalmente a los aspectos metodológicos formales, para después incluir los de fondo y aquellos en los que sería difícil separar ambos aspectos.

Metodología de los aspectos formales El mayor general Alejandro Medina Lois, en su artículo ya citado acerca de este tema, expresa:41

“A través de un proceso creativo en una apreciación nacional al más alto nivel, se pretende interpretar los intereses o aspiraciones de carácter nacional, para llegar a formular el objetivo nacional permanente42 que representa lo que se desea obtener o mantener como algo esencial e interpretativo de la voluntad nacional. Asimismo, se deberán considerar y compulsar otros factores que incidirán directamente en el resultado del proceso, y que en general serían los siguientes: – Condicionantes de orden geográfico o geopolítico, tanto nacionales como internacionales. – Realidad histórico-cultural del país y su previsión futura. – Realidad histórica internacional y su previsión futura.

Con ello es posible continuar el análisis para determinar qué aspectos, metas u objetivos, dentro de este gran objetivo na-

41 Medina Lois, op. cit., pp. 15-16. 42 Destacado del texto original.

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Capítulo II

cional, son factibles de lograr en una determinada coyuntura, considerando el real poder nacional. Es decir, mediante un análisis de viabilidad, para avanzar hacia su logro se llega a formular los objetivos nacionales actuales o políticos, relacionados con la seguridad y el desarrollo del Estado, inspirándose en el objetivo nacional permanente. Estos objetivos serán específicamente de: política interna, económico-social, política externa o diplomática y militar o de defensa nacional. De ellos derivarán las estrategias y políticas generales y sectoriales que orientarán la acción que deberá efectuarse”.

El brigadier general Horacio Toro Iturra, se refiere a la metodología de formulación de los objetivos nacionales, como sigue:

“Los procedimientos para definir tales objetivos nacionales se han ido perfeccionando en la medida en que se ha desarrollado la capacidad del hombre para prospectar el futuro, para obtener información actualizada, para registrarla y utilizarla ágilmente en el momento oportuno y en la medida también en que se han desarrollado las técnicas de planificación de la acción militar, política, económica y social”.43

El Centro de Altos Estudios Militares, de Perú, actualmente Centro de Altos Estudios Nacionales, sostiene como pensamiento doctrinario, acerca de este proceso de formulación, reglas muy completas, que han sido explicadas en el artículo ya citado por el mayor EP. (R) Guido Locatelli Trellas.

“Todo estado, cuenta con grandes propósitos por alcanzar, para realizarse como tal, para proporcionar a su pueblo, basándose en su propia realidad, con sus recursos, con su trabajo, con su existencia, el bienestar y desarrollo que merece. La política nacional apunta y dirige sus acciones a esos fines dentro de un proceso, cuya secuencia general en síntesis es la siguiente:

a. Determinación, establecimiento, formulación, reformulación o actualización de los objetivos nacionales, en un primer momento. 43 Toro Iturra. op. cit., p. 29.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

b. El segundo gran momento del proceso lo constituye la formulación del proyecto nacional, conformado por objetivos propios consecuentes con los anteriores. c. Como siguiente momento se considera la formulación del proyecto de gobierno, que cuenta con objetivos propios que deben ser consecuentes con los objetivos de proyecto nacional”.44 A su vez, conforme a esa misma doctrina del CAEM, los OO.NN. que se formulan deben cumplir ciertos requisitos, que a juicio de Locatelli son45: la Dimensión nacional; duración variable; deben ser difundidos y aceptados por la población; concreción; y deben tener un rol orientador. Locatelli considera un proceso metodológico global y completo de tres fases para concebir, decidir, formular y alcanzar los objetivos nacionales:46 Primera fase : Estudio de la Realidad Nacional. Segunda fase : Establecimiento, replanteamiento o actualización de los OO.NN. Tercera fase : Formulación del Proyecto Nacional. Una explicación simplificada, aunque un poco más completa de ese proceso, comprende otros aspectos metodológicos que deben cumplirse47: Primera Fase: Estudio de la realidad nacional: Las finalidades de esta fase son: sustentar el establecimiento de los OO.NN. y sustentar la formulación del proyecto nacional. A su vez, la realidad nacional, es un concepto que es definido como: La totalidad de situaciones o conclusiones multirrelacionadas, dinámicas y cambiantes, cualitativa y cuantitativa, actuales y potenciales, que presenta la nación, como producto de su desenvolvimiento histórico.

44 45 46 47

Locatelli Trelles, op. cit., pp. 12-13. (Subrayado del investigador). Ibídem, p. 14. Ibídem, p. 15. Ibídem, pp. 15-18.

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Capítulo II

Campos de investigación:

Determinación de los aspectos históricos culturales de la nación. Determinación de los aspectos estructurales de la sociedad peruana. Estimación del potencial nacional (conocer con qué contamos o qué poseemos), qué es necesario desarrollar, para aplicarlo en el proceso de la política nacional.

Segunda Fase: Establecimiento, replanteamiento o actualización de los objetivos nacionales 1ª Subfase: Conclusiones del Estudio de la realidad nacional. 2ª Subfase: Identificación de las necesidades colectivas; (1er evento); Intereses nacionales (2do evento) y de las aspiraciones nacionales (3er evento). 3ª Subfase: Formulación y caracterización de los OO.NN. En esta fórmula, cada O.N. tiene en su conceptuación una estructura dada por dos partes:

Enunciado. (Síntesis del contenido-significado). Caracterización. (Explicación detallada de la situación que se desea alcanzar, para evitar libre interpretación y dudas, precisar la intencionalidad del contenido, de manera clara y concisa).

Tercera Fase: Formulación del Proyecto Nacional

Metodología de los aspectos de fondo El profesor Gustavo Cuevas Farren, expresa lo siguiente:

“... si una política de esta especie [se refiere a la política nacional o “Gran Política”] se limitara a la mera formulación de los objetivos nacionales descuidando la tarea de asegurar su conquista y posterior mantención, constituiría, como lo advierten muchos especialistas, una acción irresponsable y una política destinada al fracaso, puesto que en lo referente a la nación y su comportamiento se aplican generalmente las mismas reglas y principios por los que se rige la conducta de los seres humanos; y en la misma forma como ocurre con aquellas personas que se imponen objetivos claros, pero que no se esfuerzan su26


Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

ficientemente por alcanzarlos o descuidan su conservación una vez obtenidos, fracasando en sus propósitos, así también las comunidades nacionales pueden alejar el éxito si incurren en similares negligencias”.48 Otro aspecto importante, que el profesor Cuevas analiza en su artículo y que tiene relación con la formulación de los objetivos nacionales, es la posibilidad de colisión de objetivos nacionales de distintos Estados, especialmente de vecinos limítrofes, grave problema que debe considerarse al momento de realizar la apreciación o estudio en que se formularán los objetivos nacionales y que constituye un tema de fondo que debe preverse cuidadosamente:

“... esta verdadera “colisión” de objetivos ha sido muy frecuente en la historia y continúa siéndolo en el mundo contemporáneo, en especial cuando los países involucrados son limítrofes. Dicho problema se relaciona también con el de la “legitimidad” de las aspiraciones nacionales y la forma de apreciar o determinar esta legitimidad. (…) Nos limitaremos a señalar, que en el derecho internacional y en los correspondientes mecanismos de solución de controversias (arbitrajes, Corte Internacional de Justicia, etc.) se encuentran los elementos para decidir, en términos racionales y pacíficos, sobre la “legitimidad” de aspiraciones y objetivos que estén en pugna”.49

El profesor Cuevas clasifica los objetivos nacionales en dos categorías: objetivos de desarrollo y objetivos de seguridad y explica sus respectivas finalidades, como sigue: “... la finalidad específica de estos objetivos de desarrollo es impulsar el progreso económico y social de la nación a través de la correspondiente política de desarrollo, en tanto que la función de los segundos [objetivos de seguridad] consiste en superar los antagonismos, amenazas o peligros que por su naturaleza puedan llegar a impedir la consecución de los objetivos nacionales fundamentales, utilizándose para ello una política de seguridad. Es decir, que para poder alcanzar un objetivo de desarrollo o para obtener uno de seguridad es imprescindible 48 Cuevas Farren, op. cit., p. 13. 49 Ibídem, nota al pie N° 8 en pp. 23-24.

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Capítulo II

definir previamente una política adecuada a esos fines, pero sin olvidar que ellas se integran en la ya mencionada política nacional, por lo que la diferenciación indicada sirve principalmente para un examen analítico”.50 “... una política nacional operativa y eficiente debe cuidar la armonización de estos dos aspectos [desarrollo y seguridad], otorgando a cada uno de tales objetivos la importancia que la situación nacional aconseje. Entonces, es necesario insistir en que una política de desarrollo debe acrecentar el bienestar de la comunidad nacional pero considerando los recursos y posibilidades reales del país y en que una política de seguridad nacional buscará garantizar que los objetivos anteriores puedan ser efectivamente alcanzados, contribuyendo con este objeto a superar las amenazas o interferencias que obstaculicen el desarrollo nacional”.51 “Lo señalado exige que en las respectivas políticas interna, internacional, económica, social o de defensa nacional, se contemplen objetivos de seguridad específicos para cada uno de estos campos de acción pero que se integrarán igualmente con la política nacional. Adviértase, en consecuencia, que es erróneo (y eventualmente peligroso) enfocar los problemas relativos a la seguridad nacional con un criterio que los confina o relega al solo campo de la defensa nacional, considerándolos como una materia que incumbe únicamente a las Fuerzas Armadas”.52

Por su parte, el capitán de navío, Reinaldo Rivas González, al abordar el tema relativo a la formulación de los objetivos nacionales, expresa conceptos de fondo que conviene tener presente:

50 51 52 53

“Definirlos [los OO.NN.] no es una tarea fácil, pues el Bien Común no es entendido por todos en la misma forma, debido a las interferencias que produce el desajuste de los intereses de los grupos sociales que forman la nación”.53 “... siendo tales objetivos nacionales una vital manifestación del pueblo, por la noción de democracia que está implícita,

Ibídem, p. 24. Ibídem, pp. 24-25 Ibídem, p. 25. Rivas González, op. cit., p. 671.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

son perdurables en su estructura legal para los gobernantes, quienes deben ser los auténticos representantes del pueblo; en consecuencia, tales objetivos son los cimientos sobre los cuales se sostiene integrado el Estado, centrado en su carácter nacional por los condicionantes físicos que le impone su geografía y sus riquezas, como también en los condicionantes culturales y los externos que le afectan como un todo, por la influencia recíproca que éstos tienen”.54 “Todo ello [diversos factores] hace difícil compatibilizar las aspiraciones en que se fundamentan los objetivos nacionales permanentes y las metas posibles de una realidad tangible de los objetivos nacionales actuales que son posibles de alcanzar, con los medios de que se dispone y con el tiempo adecuado para cristalizarlos”.55

“Objetivos nacionales “Aquí, el Estado, que como sabemos es la nación políticamente organizada, tiene la gran responsabilidad de definir estos objetivos nacionales, de un modo tan real que capten con exactitud los auténticos intereses de esta agrupación que ahora es colectividad, cuyas bases están en los factores antes mencionados [geográficos, raciales, demográficos, idiomáticos, políticos, religiosos, etc.] y enraizadas con los orígenes históricos y los respectivos grados de cultura de los pueblos”.56 “El primer peldaño de esta tarea [definición específica de los objetivos nacionales] lo constituye la determinación de los objetivos nacionales permanentes, que todas las naciones democráticas del mundo, pese a las dificultades mencionadas, siempre logran expresarlos en su Carta Fundamental, la Constitución Política del Estado, que es la esencia de las aspiraciones y futuro que el país desea para sí como Estado y para sus componentes en forma individual. Aquí, normalmente, se destaca una vocación por la paz, las libertades y derechos individuales de los ciudadanos, la conservación de la integridad territorial, el tipo de gobierno (generalmente república democrática), expresiones –en general– comunes que han ido formando un carácter de valores universales, además de otros aspectos 54 Ibídem, pp. 671-672. 55 Ibídem, p. 672. 56 Ibídem, p. 671.

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Capítulo II

de funcionamiento gubernamental y administrativo típicos de cada país, y que cada cual estima como fundamental para la cristalización del Bien Común”.57 “Por derivación, vienen a continuación los objetivos nacionales actuales, que son las políticas generales para cada sector de actividad gubernamental; lo que se espera de ellos en estas áreas específicas, como –por ejemplo– las metas que deben alcanzarse en el desarrollo económico social, la conducta a seguir en las relaciones externas con otros países, la organización política y administrativa para el ejercicio del poder por parte del gobierno, que es esencial para el desarrollo y la paz social, las normas sobre educación, etc., que son algunos de los aspectos del documento que lo condensa y al que daremos el nombre de política nacional, esto es, las proposiciones que el Estado espera poder cumplir, aun tomadas en cuenta las dificultades naturales y las interferencias que hemos mencionado, las cuales son la fuente de las diarias y permanentes actividades del quehacer político contingente de los gobernantes, tema, en este caso, alejado de nuestras preocupaciones. Aquí solo nos interesa dar el máximo relieve que se merecen los objetivos nacionales, sobre los cuales debe apuntar la acertada dirección del Estado; esto nos lo señala la cratología, ciencia que estudia el poder desde su génesis y que, además, define los fundamentos de la acción política del Estado”.58

Un compendio de valiosas reglas metodológicas, de forma y de fondo, de aplicación universal, hizo en su oportunidad, el fundador del CAEM, de Perú, general de división José del Carmen Marín Ariste, los que están citados textualmente en el trabajo del Mayor EP. (R) Locatelli, y que por su interés permanente y utilidad, reproducimos a continuación59: (1) No se debe entender por OO.NN. la expresión de aspiraciones abstractas o de simples anhelos, porque son radicalmente nulos para originar y orientar la acción (la acción política). (2) Los OO.NN. deben señalar las metas por alcanzar, los hechos por realizar y las situaciones por crear. 57 Ibídem, p. 672. 58 Ibídem. 59 Locatelli Trelles, op. cit., pp. 20-21.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

(3) Los OO.NN. deben ser factibles, relativamente estables, creíbles, explícitos, predecibles y estar apoyados por el gobierno y los ciudadanos. (4) Los OO.NN. formulados, crean un estímulo para la acción colectiva y universo semántico común a gobierno y gobernados. (5) El Estado no debe tener objetivos e intereses diferentes a aquellos que son propios de la nación, que dicho organismo rige y representa. El descompás entre los OO.NN. auténticos y los OO.NN. fijados por el Estado, puede comprometer la legitimidad del gobierno. (6) Algunas naciones expresan explícitas o implícitamente los OO.NN. en los textos constitucionales. (7) Los OO.NN. están por encima de los intereses de otras naciones. (8) Los OO.NN. están sujetos a presiones de otros países, cuando estos afectan sus intereses. (9) Los OO.NN. son alcanzados en el tiempo a través de un proyecto nacional (o dos) y de los proyectos de gobierno. (10) Los OO.NN. son evaluables y determinables y en todo caso deben responder a las preguntas: ¿Qué vamos a lograr? ¿Cuándo lo vamos a lograr? ¿Cómo los vamos a lograr? (11) Los OO.NN. se alcanzan en períodos de una generación o más, o compartido por varias generaciones. No son perpetuos, son finitos. (12) Un objetivo nacional se alcanza aplicando el poder nacional que es obtenido a su vez del desarrollo y explotación del potencial nacional. (13) La política general del Estado señalará siempre el qué hacer para alcanzar los OO.NN. La estrategia nacional señala el cómo para alcanzarlos. (14) Los OO.NN., forman parte de un proyecto nacional, fijan rumbos en la historia de un país hacia su destino y son de responsabilidad generacional de los integrantes de una nación. (15) El Bien Común: es el objetivo-síntesis, valor máximo por alcanzar de la convivencia humana, cuyos amplios contornos deben ser precisados por la filosofía y no por la política. La doctrina política requiere objetivos referenciales más próximos a la realidad; pudiendo enfocarse su estudio bajo dos criterios:

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Capítulo II

Mantenimiento de los valores tradicionales generando objetivos de conservación, equilibrio y orden (seguridad). Actualizar, renovar e innovar valores, lo que se traduce en objetivos de engrandecimiento y perfeccionamiento de la nación (bienestar y desarrollo).

e. ¿Cómo se clasifican los Objetivos Nacionales? Sabemos que toda clasificación adolece de cierto esquematismo derivado de separar conceptos por sus aspectos diferenciados. También es el caso de los objetivos nacionales. Así, las diversas clasificaciones que se han hecho de estos conceptos obedecen a la necesidad de diferenciar las distintas categorías de objetivos nacionales, para su correcta utilización en los asuntos de la política nacional. La mayoría de los autores y entidades académicas concuerdan en clasificar a los objetivos nacionales, en dos grandes categorías: – objetivos nacionales permanentes, y – objetivos nacionales actuales. Al tratar el tema de qué son los objetivos nacionales, hemos visto que el L.D.N. de Chile (2003), adopta esta misma clasificación, aunque a los objetivos nacionales actuales, los denomina también “objetivos políticos”. Según la doctrina de la Escuela Superior de Guerra de Brasil, “los objetivos nacionales permanentes (ONP) son objetivos nacionales que por representar necesidades, intereses y aspiraciones vitales, subsisten por largo tiempo”.60 En cambio, según esa misma escuela, “los objetivos nacionales actuales (ONA) son etapas intermedias de los objetivos nacionales permanentes (ONP) para atender a situaciones coyunturales de más de un período de gobierno, considerada la capacidad del poder nacional”.61 El coronel Littuma afirma al respecto: “Se denominan objetivos nacionales fundamentales o permanentes a aquellos objetivos que tienen un sentido fundamental de sobrevivencia de la comunidad nacional, comprendiendo en dicha sobrevivencia las aspiraciones básicas

60 ESCOLA SUPERIOR DE GUERRA. Fundamentos, op. cit. 2000, p. 42. 61 Ibídem.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

de independencia, soberanía, integridad territorial, progreso material y cultural y preservación de los valores morales y espirituales”.62 Una clasificación importante, que hace el profesor Cuevas de los objetivos nacionales, está referida a las siguientes categorías: Objetivos de desarrollo y objetivos de seguridad. Los objetivos de desarrollo deben impulsar el progreso económico y social de la nación; en tanto, los objetivos de seguridad, deben superar los antagonismos, amenazas y peligros que por su naturaleza puedan llegar a impedir la consecución de los objetivos nacionales fundamentales.63 El coronel Carrasco, cita a Joseph Frankel, quien, a su vez, clasifica los intereses nacionales en dos categorías: Intereses aspiracionales e intereses opcionales, que, al constituir elementos sustanciales de objetivos nacionales, que de ellos puedan derivarse y ser oficialmente aprobados, adquieran una importancia casi similar a la de estos últimos. En el fondo, el concepto de “intereses nacionales” que explica Frankel corresponde también, en la práctica, al de objetivos nacionales, expresados por otros autores y escuelas, razón por la cual, se le ha considerado aquí en la clasificación de los objetivos y no en la parte correspondiente a los intereses nacionales, que se tratará en el próximo capítulo. Sus definiciones son las siguientes64: 1. Intereses Aspiracionales. “En este caso, el interés nacional se refiere a la visión de un estado de cosas ideales, a un conjunto de metas que el Estado quisiera alcanzar si le fuera posible. Ello no significa que este tipo de interés sea irrelevante, porque de todos modos involucra una aspiración”. 2. Intereses Operacionales. Acá los intereses se refieren a todo el conjunto de políticas en actual realización y se caracterizan por ser a corto plazo y susceptibles de ser alcanzados en un futuro cercano. Son utilizados de una manera más descriptiva que normativa y se

62 Littuma, op. cit., pp. 138-139. 63 Ibídem, p. 24. 64 Frankel, Joseph. National Interest. Pall Mall. Londres 1970, p. 31 y ss., citado por Carrasco Leiva, op. cit., p. 11.

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Capítulo II

traducen en políticas fundadas sobre una evaluación de sus perspectivas de éxito. El capitán de fragata Rodrigo Álvarez Aguirre, también clasifica a los objetivos nacionales en objetivos nacionales permanentes y objetivos nacionales actuales. “Objetivos nacionales permanentes. “Los objetivos descritos anteriormente son permanentes en el tiempo, ya que indican una línea conductora y le dan congruencia a las actividades generales del Estado, garantizando con ello su completa independencia e identidad con el resto de los países del mundo. En resumen, representan ‘aquello que queremos’ ”.65 “Estos objetivos se actualizan de acuerdo a cómo se va desarrollando el país y al énfasis que le dé cada gobernante, dado que se materializan mediante acciones o decisiones concretas, que indican su voluntad política. Por lo anterior, es que debe distinguirse entre los objetivos permanentes y los objetivos actuales (o políticos) del país. Estos últimos corresponden a la forma en que los gobiernos traducen las medidas, con criterios de Estado y, por tanto, con un horizonte temporal que no necesariamente se agota en sus propios períodos”.66 Más adelante especifica que un objetivo nacional actual es una “Meta específica que un Estado estima posible alcanzar en un determinado período, según la coyuntura histórica que se viva. Se expresan en términos más concretos que los objetivos nacionales permanentes, de los cuales se derivan. Orientan la acción estatal hacia propósitos definidos y realizables. En ellos se traducen las acciones programáticas gubernamentales”.67 En resumen, representan “lo que podemos”.68

“La formulación de los objetivos nacionales actuales, se concreta en cada programa de gobierno, documento donde se de-

65 Álvarez Aguirre, op. cit., p. 446. 66 Ibídem, pp. 446-447. Destacado del texto original. 67 Ibídem, Defensa Nacional de Chile. Ministerio de Defensa Nacional de Chile. Santiago. 1997, p. 217. 68 Ibídem, p. 447 y ACADEMIA DE GUERRA NAVAL. Antecedentes para la planificación de objetivos nacionales. 1996, p. 8, citado por ÁLVAREZ Aguirre.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

talla la mayoría de las metas que cada administración intenta alcanzar”.69 Conforme al pensamiento del brigadier general Horacio Toro Iturra los objetivos nacionales se clasifican en permanentes y actuales. Éstos últimos constituyen metas explícitas que sirven a los gobernantes para regular la evolución prevista del Estado y la Nación. Al respecto la profesora Marisol Peña Torres y el coronel (E) Ricardo Figueroa Salamanca, clasifican los objetivos nacionales como sigue: 70

“En primer lugar, están objetivos de carácter valórico, como por ejemplo, los que están insertos en la Constitución Política del Estado de Chile, en las bases de la institucionalidad. A su vez, de esos objetivos nacionales se deducen y derivan otros objetivos que deben servir y cumplir los deberes y tareas impuestas por esos objetivos valóricos”.71

Por otra parte, estos autores al igual que la mayoría de los demás autores e institutos, clasifican a los objetivos nacionales en: permanentes y actuales. Expresan al respecto:

“La forma en que los objetivos permanentes puede concretarse, está dada por las expresiones de la voluntad de las instituciones chilenas, que de alguna manera influyen en la actualización de dichos objetivos, conforme el país se va desarrollando. Lo expresado permite entonces distinguir entre lo que conocemos como ‘objetivos permanentes’ y los ‘objetivos actuales’, siendo estos últimos, la forma en que los sucesivos gobiernos van concretando los objetivos permanentes en decisiones, instrumentos y medidas, con criterio de Estado y, por tanto, con un horizonte temporal, que no necesariamente se agota en sus respectivos períodos”.72

69 Ibídem, p. 447. 70 Toro Iturra, op. cit., pp. 28-29. 71 30. PEÑA Torres, Marisol y FIGUEROA Salamanca, Ricardo, Coronel (E) Régimen Político de Chile. Apuntes de la Asignatura. ANEPE. Santiago, 1999. 72 Ibídem, p. 22.

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Capítulo II

En síntesis, aunque no todos los autores e institutos citados son coincidentes en la clasificación de los objetivos nacionales y los objetivos políticos, puede decirse que hay bastante consenso en la categorización en permanentes y actuales. Asimismo, dentro de estas clasificaciones, se consideran otras variadas categorías. Incluso, un autor, denomina objetivos nacionales fundamentales a aquellos que son considerados formalmente como tales por los gobiernos, lo que indudablemente puede inducir a confusiones. Se estima que ese tipo de objetivos, podrían denominarse oficiales, formales o gubernamentales, dejando el término fundamentales en su acepción de: vitales, elementales, básicos o de supervivencia. Por nuestra parte, además de la ya tan aceptada clasificación en objetivos permanentes y actuales, proponemos y estimamos conveniente considerar las siguientes categorías de objetivos nacionales, atendiendo a su distinto papel en la política nacional:

CLASIFICACIÓN DE LOS OO.NN. (Una Proposición) 1) Según su duración o vigencia: a. Objetivos nacionales permanentes (ONP). b. Objetivos nacionales actuales (ONA). • objetivos nacionales actuales de gobierno. • objetivos nacionales actuales de Estado (más de un gobierno). 2) Según su importancia: a. Objetivos nacionales vitales o de supervivencia (implican la existencia del Estado). b. Objetivos nacionales opcionales (que son importantes, pero, de no cumplirse, el Estado no sufre daños o deterioros vitales). 3) Según su propósito: a. Objetivos nacionales de desarrollo (progreso y prosperidad del Estado). b. Objetivos nacionales de seguridad (salvaguarda al Estado de amenazas o peligros que dentro de un determinado plazo puedan destruirlo o dañarlo significativamente). 4) Según la posibilidad de obtenerlos con medios actuales: a. Objetivos nacionales aspiracionales (con medios futuros). 36


Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

b. Objetivos nacionales operacionales (con medios actuales). 5) Según su amplitud dentro del Estado: a. Objetivos nacionales de conjunto (comprende el total de actividades políticas del Estado). b. Objetivos nacionales sectoriales (se refiere a un sector o función aunque comprende la totalidad del Estado). c. Objetivos nacionales específicos (los que se refieren a un aspecto del Estado, generalmente a un área geográfica determinada). 6) Según su etapa de cumplimiento: a. Objetivos nacionales finales (meta). b. Objetivos nacionales parciales (etapas). 7) Según su grado de legalidad constitucional: a. Objetivos nacionales oficiales (formulados por el gobierno). b. Objetivos nacionales no oficiales (formulados por institutos, académicos, partidos políticos, candidatos, etc., como programas, proyectos o proposiciones). 8) Según su naturaleza: a. Objetivos nacionales valóricos o inmateriales (principios valóricos). b. Objetivos nacionales geográficos o materiales (áreas geográficas valiosas). 9) Según su carácter universal o particular: a. Objetivos nacionales de carácter universal (aplicables a cualquier Estado). b. Objetivos nacionales de carácter particular (aplicables sólo al Estado que los formula). 10) Según su grado de difusión: a. Objetivos nacionales públicos o declarados. b. Objetivos nacionales secretos u ocultos. 11) Según su especificidad: a. Objetivos nacionales conceptuales. b. Objetivos nacionales de condiciones geográficas. c. Objetivos nacionales de accidentes geográficos. 37


Capítulo II

Normalmente un mismo objetivo nacional tiene cualidades que lo clasifican en más de una categoría. Ejemplo: Mantener la integridad territorial. Es: permanente, vital, de seguridad, operacional, específico, final, oficial, geográfico, universal. EJEMPLOS DE OBJETIVOS NACIONALES FORMULADOS POR ALGUNOS ESTADOS, CONFORME A LA CLASIFICACIÓN PROPUESTA POR EL INVESTIGADOR

1.- a.-

Objetivos nacionales Mantener la integridad territorial. permanentes.

1.- b.-

Objetivos nacionales Ayudar al desminado humanitario. actuales.

2.- a.-

Objetivos nacionales Mantener la independencia vitales. nacional.

2.- b.-

Objetivos nacionales Preservación del posicionamiento opcionales. en el Sistema Antártico.

3.- a.-

Objetivos nacionales Lograr un desarrollo integral de desarrollo. sustentable.

3.- b.-

Objetivos nacionales Protección contra narcotráfico y de seguridad. terrorismo internacional.

4.- a.-

Objetivos nacionales Paz permanente en Europa y el aspiracionales. mundo.

4.- b.-

Objetivos nacionales Observación de la ley y operacionales. solidaridad.

5.- a.-

Objetivos nacionales Cautelar las instituciones de la de conjunto. república.

5.- b.-

Objetivos nacionales Crecimiento económico-social. sectoriales.

5.- c.-

Objetivos nacionales Desarrollo de la identidad específicos. nacional.

6.- a.-

Objetivos nacionales Desarrollo económico alto, finales. sostenible y sustentable.

6.- b.-

Objetivos nacionales Eliminar la extrema pobreza. parciales. 38


Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

7.- a.-

Objetivos nacionales Capacidad de autodeterminación. oficiales.

7.- b.-

Incremento del potencial nacional Objetivos nacionales por sobre los vecinos. Lograr la no oficiales. hegemonía en la región.*

8.- a.-

Objetivos nacionales Democracia avanzada. inmateriales o valóricos.

8.- b.-

Objetivos nacionales Pasajes interoceánicos. materiales o geográficos.

9.- a.-

Objetivos nacionales Integración nacional. de carácter universal.

9.- b.-

Paz permanente en Europa Objetivos nacionales y el mundo; preservación del de carácter posicionamiento en el Sistema particular. Antártico.

10.- a.-

Velar por los intereses Objetivos nacionales estratégicos, para prevenir públicos o amenazas a nuestros intereses declarados. vitales.

10.- b.-

Recuperar los territorios que Objetivos nacionales pertenecieron al Estado y que secretos u ocultos. ahora se encuentran bajo otras soberanías.*

11.- a.- Objetivos nacionales Mantener fronteras seguras y conceptuales. estables.* 11.- b.- Objetivos nacionales Salir a mares calientes. Salir a de condiciones costas con buenos puertos.* geográficas. 11.- c.- Objetivos nacionales Mantener las Alturas del Golán.* de accidentes geográficos. *

Objetivos no oficiales.

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Capítulo II

f. Finalidad y utilidad de los Objetivos Nacionales Como hemos visto a través de los textos citados, la finalidad de los objetivos nacionales es expresar los legítimos intereses y aspiraciones de la nación, que, al mantenerse o lograrse, impliquen las condiciones ideales que posibilitan la promoción del Bien Común. Este constituye la función esencial del Estado, el fin para el cual existe. Por lo tanto, al ser los objetivos nacionales la síntesis de esos intereses y aspiraciones que representan esos valores o condiciones, cuya consecución plasme al Bien Común, su formulación y obtención, deben constituir la base fundamental de toda la política nacional, en su más amplio sentido. Puede decirse que no se concibe ningún Estado que carezca de objetivo nacional, aunque este no esté formulado como tal, en forma explícita, ya que la existencia misma del Estado, le asigna implícitamente el papel de promotor del Bien Común y este, para cristalizarse requiere de condiciones ideales, pero objetivas, que aseguren su logro. Por lo tanto, los objetivos nacionales, por lo menos en calidad de intereses nacionales vitales, siempre existen en potencia, aunque, hipotéticamente, nadie los haya formulado. Lo normal es que los Estados formulen sus objetivos nacionales, desde el momento mismo de su conformación como tales; incluso, en muchos casos, desde antes de la culminación de su proceso de independencia. En esos casos, esos objetivos nacionales “embrionarios”, representan aspiraciones nacionales de la nación que busca su independencia y pueden constituir verdaderas consignas que impulsan y orientan el proceso de independencia. Los objetivos nacionales constituyen la base de toda la planificación política, de carácter nacional o de Estado, vale decir de la política nacional y de las políticas de Estado sectoriales y específicas. La doctrina del Centro de Altos Estudios Militares de Perú, expresa al respecto:

“Todo Estado, cuenta con grandes propósitos por alcanzar, para realizarse como tal, para proporcionar a su pueblo, basándose en su propia realidad, con sus recursos, con su trabajo, con su existencia, el bienestar y desarrollo que merece”.73

73 Locatelli Trelles, op. cit., pp. 12-13.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

Por su parte, la profesora Marisol Peña Torres y el coronel (E) Ricardo Figueroa Salamanca, en su artículo ya citado, expresan, respecto a la finalidad de los objetivos nacionales y del fin último del Estado:

“... el Estado, para lograr su finalidad, requiere de la realización y concreción de varias actividades que implican tareas disímiles, que no son otra cosa que los objetivos permanentes, que abordados en forma coordinada, permitirán el gran logro denominado ‘Bien Común’”.74

En síntesis, puede decirse que la finalidad de los objetivos nacionales es orientar la acción de la política nacional, que engloba a todas las políticas de Estado de una nación, hacia una meta de conjunto, cuya consecución cumpla las legítimas expectativas de la ciudadanía, porque su logro implica haber alcanzado condiciones objetivas que significan el libre gozo del Bien Común, cuya promoción constituye la función esencial, para la cual existe el Estado. El o los objetivos nacionales, razonablemente formulados conforme a las reales necesidades y capacidades del Estado y de acuerdo a los legítimos intereses y aspiraciones de la ciudadanía, constituyen el elemento orientador fundamental de las acciones políticas y, por lo tanto, del empleo cotidiano del poder nacional, en su más amplio sentido, como conjunto de recursos humanos y materiales, que permite el logro presente y futuro del Bien Común nacional. La utilidad práctica de los objetivos nacionales, formulados oficialmente, es servir de base a toda la planificación nacional, tanto en sus aspectos de desarrollo integral, como de seguridad nacional, y en los diversos campos de acción y sectores del Estado. Su debida definición y su conocimiento público, contribuyen a la unidad e integración nacional, orientan a todos los funcionarios públicos y a las entidades privadas, acerca de las líneas gruesas de cómo se busca lograr esos objetivos y por lo tanto, cómo se pretende cautelar y promover el Bien Común nacional; y facilitan la coordinación de los distintos esfuerzos institucionales y ciudadanos que, con patriotismo, esfuerzo y espíritu cívico, anhelan lo mejor para el país. Por último, pueden servir para contribuir a una mejor comprensión entre distintas naciones, en el ámbito de las relaciones internacionales, especialmente entre países vecinos, al poner sobre la mesa cuáles son los intereses y aspiracio74 Profesora Marisol PEÑA Torres y profesor, coronel (E) Ricardo FIGUEROA Salamanca, op. cit.

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Capítulo II

nes de la nación y cómo pueden servir para buscar puntos de mutuo interés y de colaboración internacional. Por otra parte, el conocimiento público de los objetivos nacionales, especialmente de las aspiraciones nacionales de otros Estados, debiera servir para contribuir a la mutua comprensión y colaboración entre nuestro Estado y ellos; y, en casos en que esos objetivos nacionales foráneos sean contrarios a nuestros intereses y objetivos nacionales, debiera servir de alerta temprana ante la posible configuración de un eventual conflicto internacional y las acciones conducentes a solucionarlo jurídica y pacíficamente, en forma oportuna.

g. Objetivos Nacionales y Políticas de Estado El objetivo nacional (de conjunto) o la suma de objetivos nacionales específicos precisan las legítimas aspiraciones nacionales, conjugadas con la posibilidad de lograrlos con los recursos del poder nacional. Ellos constituyen la base de la política nacional o “gran política”. De ella se derivan los objetivos parciales y sectoriales y las políticas de gobierno, destinadas a lograr esos objetivos nacionales en los diversos sectores políticos del Estado. La POLÍTICA DE ESTADO: Son las “Normas generales avaladas por el más alto nivel de conducción política del Estado y respaldadas por un amplio consenso social o político, para que un determinado sector o actividad pueda alcanzar sus objetivos con un horizonte de cierta estabilidad y permanencia en el tiempo. Se fundamenta en los intereses superiores de la nación y no en la coyuntura, ni en metas de corto plazo”.75 Por su parte, la “POLÍTICA DE GOBIERNO”, es el: “Conjunto de normas, de corto y mediano plazo, expresadas en términos de procedimientos y medidas operacionales, que enmarcan e impulsan la acción del gobierno en pos de ciertos propósitos u objetivos previamente fijados para un sector específico de su quehacer”.76 Entre las políticas de Estado más importantes, están: 75 Libro de la Defensa, op. cit., 1997, p. 217. 76 Ibídem, pp. 217-218.

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Algunos conceptos teóricos acerca de los objetivos nacionales

Normales como políticas de Estado: • Política de seguridad. • Política de defensa. • Política exterior y de relaciones internacionales. • Política de fronteras. • Política de integración física internacional. • Opcionales como políticas de Estado. • Política de población, poblamiento e inmigración y emigración. • Política de protección del ambiente y recursos naturales. • Política de desarrollo científico y tecnológico. Política de conservación del patrimonio cultural y valores tradicionales. • Política de integración étnica cultural. • Política de regionalización y de ordenamiento territorial. • Política de desarrollo de áreas extremas. • Política de comunicaciones y transporte. • Política de infraestructura y obras públicas. • Políticas específicas de carácter geográfico. • Política antártica, ártica, amazónica, etc. • Política oceánica. En cambio, en la mayoría de los Estados, las políticas económicas y sociales suelen ser de gobierno, no de Estado, para hacerlas más flexibles y a la vez para que cada gobierno pueda imprimir su sello en esta situación. Lo anterior no significa que no puedan ser establecidas también como políticas de Estado. Allí están las políticas de gobierno: • Política económica. • Política agropecuaria. • Política minera. • Política industrial. • Política de educación. • Política de salud. • Política de vivienda y urbanismo. • Política laboral. • Política de previsión social. • Política de seguridad ciudadana, etc. Debe considerarse, desde un enfoque realista, que en todo Estado, de hecho, siempre existe una Política de Estado, de tendencia más o menos permanente, en cada sector y en el conjunto del Estado, dada 43


Capítulo II

por la suma de las leyes y normas existentes, aunque no siempre estén organizadas sistemáticamente. Así, por ejemplo, un Estado que no tenga una política de inmigración explícita, de hecho tiene esa política de no tener política de inmigración; y así sucesivamente en todos los sectores. Lo importante, en consecuencia, es que las políticas de hecho que existan y cumplan las funciones en pro del objetivo nacional permanente y del Bien Común. Los objetivos nacionales parciales pueden ser de carácter temporal (metas y fases) o sectoriales (ministerios o sectores de funciones del gobierno). Ambos tipos de objetivos nacionales parciales deben estar coordinados en tiempo y funciones y constituyen el esquema general básico de la planificación nacional del Estado o del gobierno.

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CAPÍTULO III intereses nacionales e interés nacional

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Intereses nacionales e interés nacional

Antes de continuar este análisis, conviene definir previamente qué entendemos por intereses nacionales y aspiraciones nacionales, ya que, como hemos visto, estos conceptos constituyen la parte esencial y medular de los objetivos nacionales, sin perjuicio de que, en algunos Estados, se considere a los intereses nacionales, además, como un concepto aproximadamente similar, con el mismo papel y en el mismo nivel que los objetivos nacionales. El concepto de “interés”, desde un enfoque sociológico, aplicable a este tema, ha sido definido como una “Relación entre una persona y alguna cosa que ella cree satisfará alguno de sus deseos. Deseo objetivado. El objeto de un interés puede ser una cosa material, otra persona, un acto, una experiencia o un estado físico o psíquico. Los actos intencionales y voluntarios de los seres humanos persiguen siempre intereses”.77 Diversos autores han estudiado el concepto de interés nacional, y lo han definido de distintas formas, reconociendo algunos de ellos la dificultad para hacerlo, ya que, en la aplicación real, especialmente el término “nacional”, suele invocarse a nombre del Estado o de la nación, lo que, en algunos casos, es solo el interés de grupos; que pueden ser muy legítimos, pero que no representan lo que necesita o desea la mayoría o el conjunto de la nación. Una obra bibliográfica, en la que los conceptos de “interés nacional”, formulados por ilustres autores contemporáneos ha sido recopilado y analizado profusamente, es el libro: La Política Internacional como Política de Poder, de Tomás Mestre Vives,78 quien señala:

“El concepto de interés nacional utilizado como instrumento analítico ‘suele emplearse para describir, explicar o evaluar las fuentes o la idoneidad de la política exterior de una nación’, y utilizado como instrumento de acción política sirve como medio para justificar, denunciar o proponer determinadas políticas”.79 “Pero ¿qué es en definitiva el interés nacional? Se ha definido como ‘el objetivo fundamental y determinante último que guía las decisiones de un Estado en el hacer de la política exterior’, siendo ‘típicamente una concepción altamente generalizada de aquellos elementos que constituyen las necesidades más

77 Pratt Fairchild, Henry (Editor). Diccionario de Sociología. Fondo de Cultura Económica. Ciudad de México. 1997, p. 158. 78 Mestre Vives, Tomás. La Política Internacional como Política de Poder. Editorial Labor S.A. Barcelona. 1979, pp. 143-150. 79 Ibídem, p. 143.

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Capítulo III

vitales de un Estado’, enumerándose varios de ellos y haciendo hincapié en que ningún ‘interés’ tomado aisladamente domina las funciones políticas, por lo que puede ser preferible pluralizarlos y hablar de ‘intereses nacionales’ ”.80 Interpretando a Deutsch, Mestre expresa que: “Entre una larga lista de cosas que valoran lo suficiente como para que entre en el juego político, para la mayoría de los fines prácticos probablemente ocho ‘valores sustantivos’ (poder, riqueza, respeto, rectitud, bienestar, ilustración, habilidad y afecto), junto con otros seis ‘valores modales o instrumentales’ (seguridad, libertad, integridad, dignidad, legitimidad y consonancia cognocitiva), pasan a formar el ‘núcleo de la mayoría de los intereses y de la política basada en intereses que importan en las cuestiones internacionales’”.81

“Morgenthau es igualmente consciente de que no siendo por lo normal posible satisfacer el conjunto de los intereses apetecibles y deseables, hay que ‘establecer un orden racional’ entre ellos y los recursos disponibles. ‘El requisito previo indispensable de esta distribución racional es captar con claridad la distinción entre los elementos necesarios y variables del interés nacional’ ”.82 “Este aspecto trata de resolverlo Northedge al plantearse la cuestión negativamente: de tener que recibir daños algunos intereses, por cuáles se optará. Con ello llegamos a lo que denomina ‘base motivacional de la política exterior: la jerarquía de intereses por los que un gobierno luchará con ahínco para promover o defender, o que rehusará retirar, en la conversación continua entre los Estados del mundo’. A pesar de los altibajos a través de los tiempos, puede establecerse un modelo adecuado para la mayoría de los casos. Sitúa en cabeza de los intereses la autopreservación, el mantenimiento de la integridad física del país y la unidad de su pueblo. Viene a continuación el ‘concepto de independencia’, significándose por tal ‘la relativa libertad de un país para no sufrir interferencias en lo que considera asuntos

80 Ibídem, p. 145. 81 Deutsch, Karl W., El análisis de las relaciones internacionales, Buenos Aires, 1974, 2° edición, pp. 70-74, en MESTRE, pp. 146-147. 82 Morgenthau, Hans J., Politics among nations: the Struggle for Power and Peace, Nueva York, 1967, 4° edición, p. 212, en MESTRE, p. 147.

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Intereses nacionales e interés nacional

internos, y algún grado de poder para expresar e implementar un punto de vista independiente en asuntos exteriores’. En tercer lugar, una lista de atributos agrupados bajo encabezamientos de ‘influencia, autoridad, status, o simplemente ‘tirón’ en la comunidad internacional’. El siguiente interés es ‘la totalidad de los intereses en juego en el sistema internacional prevaleciente, los montones de derechos y privilegios que ejercita más allá de sus fronteras, las ventajas y activos de que goza, los compromisos y obligaciones que soporta’. En quinto y último lugar vienen ‘las expectaciones y demandas del pueblo de un país en relación a niveles de vida más altos’”.83 Otro de los autores citados por Mestre, es A. Schlesinger, Jr. quien expresa:

“Ninguna nación que rechaza el interés nacional como el resorte de su política puede sobrevivir; ni en verdad se puede contar con ninguna nación que actúe contra su interés nacional. Sin la brújula del interés nacional no habría regularidad ni predictibilidad en los asuntos internacionales”.84

Otro autor citado es Charles Burton Marshall, que expresa:

“Las naciones tienen intereses. En algunos casos sus intereses coinciden con los intereses de otras naciones, a veces intereses de diferentes naciones se armonizan sin coincidir. A veces difieren, pero no incompatiblemente. En ocasiones se excluyen mutuamente. De estas variaciones viene la naturaleza real de la vida internacional”.85

Como puede deducirse de estos conceptos acerca del interés nacional es pertinente clarificar la existencia de dos acepciones diferentes para este término, sea en plural o singular. Una que considera a los intereses nacionales (en plural) como valores o condiciones va83 Northedge, F.S. “The Nature of Foreign Policy”, en Northedge, F.S. The Foreign Policies of the Powers. Londres, 1968, pp. 16-18, en MESTRE, p. 147. 84 Schlesinger, Jr., Arthur, “National Interest and Moral Absolutes” en Lefever, Ernest W. (Ed.) Ethics and World Politics: Four Perspectives, Baltimore, 1972, p. 29, en MESTRE, p. 149. 85 Charles Burton, Marshall, citado por Sondermann, Fred A. “The Concept of the National Interest”, Orbis, 21, 1, primavera de 1977, pp. 121-138, en MESTRE, p. 150.

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Capítulo III

liosas, favorables, ventajosas, benéficas y por lo tanto deseables para el Estado o la nación, que se busca preservar y perfeccionar, si ya se tienen, o lograr, en caso contrario; que por su importancia merecen su debida consideración como aspiraciones y objetivos de los Estados, y por lo tanto, deben constituir metas ideales por alcanzar que forman parte sustancial de los objetivos nacionales, a los cuales dan origen. En síntesis, orientan la acción política. En cambio, la otra acepción que define el interés nacional (en singular) constituye un criterio, brújula, indicador o factor determinante para adoptar una política específica o una resolución política específica, ante diferentes situaciones históricas concretas. La escala jerárquica expuesta por Northedge, constituye una guía real, que normalmente los Estados siguen y cumplen en su política internacional. En síntesis, sirve al análisis político para jerarquizar los diversos intereses nacionales específicos. Según Hans J. Morgenthau, “El interés nacional de una nación amante de la paz solo puede definirse en términos de seguridad nacional, y esta, a su vez, debe ser definida como la integridad del territorio nacional y sus instituciones”.86 Aunque no se trata propiamente de una definición, el siguiente texto nos puede aportar más elementos de juicio acerca de estos conceptos teóricos. Los autores: Frederic S. Pearson y J. Martin Rochester, en su libro “Relaciones Internacionales”, expresan al respecto:

“Se dice que todas las Naciones-Estados tienen al menos tres intereses fundamentales: 1) asegurar la supervivencia física de la patria, lo que incluye proteger la vida de sus ciudadanos y mantener la integridad territorial de sus fronteras; 2) promover el bienestar económico de sus habitantes y 3) preservar la autodeterminación nacional en lo que respecta a la naturaleza del sistema gubernamental del país y a la conducción de los asuntos internos. Tomados en conjunto estos intereses pueden ser considerados como la esencia misma de los valores nacionales o las metas básicas de la política exterior”.87

86 Morgenthau, Hans. Política entre las naciones. La lucha por el poder y la paz. Colección de Estudios Internacionales. Grupo Editor Latinoamericano. Sexta edición. Buenos Aires. 1986, p. 639. 87 Pearson, Frederic S. y Rochester, J. Martin. Relaciones Internacionales. Situación global en el siglo XXI. Mc Graw Hill. Cuarta Edición. Bogotá. 2000, p. 159.

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Intereses nacionales e interés nacional

“Pueden identificarse algunos intereses adicionales, tales como detentar cierto prestigio o construir comunidades regionales o globales que pueden estar indirectamente relacionadas con los tres principios expuestos. En realidad, el concepto de interés nacional depende del supuesto básico de que la Nación-Estado es el ente o principal unidad de política mundial; a medida que este supuesto ha sido desafiado, en años recientes, por el crecimiento de los actores multinacionales y no gubernamentales, y por la división de algunas Naciones-Estados, el concepto de interés nacional se ha hecho un poco menos claro y definido”.88

Según el L.D.N. de Chile, de 1997, los intereses nacionales son “condiciones potenciales o reales, cuya búsqueda o protección se considera ventajosa para la nación. Normalmente, guardan relación con los objetivos nacionales”.89 En los fundamentos doctrinarios de la Escuela Superior de Guerra de Brasil, el término intereses nacionales se define de la siguiente manera90:

“Los intereses nacionales encuentran su esencia en valores de naturaleza interna o externa, representando una relación entre el grupo nacional y algo que se considera indispensable, en el tiempo y en el espacio, para definir tales intereses en condiciones adecuadas. Constituyen uno de los imperativos de mayor relevancia en la vida de cualquier Estado, porque estimulan a la nación a construir su futuro”. “Al lado de los intereses nacionales, y en un nivel más profundo, como una verdadera dimensión integradora que emana de la conciencia nacional, están las aspiraciones nacionales. Estas y aquellos pueden estar revestidas de un significado tal que acaben por confundirse con el propio destino de la nacionalidad. En esta condición, se tornan vitales, ya que se vinculan a la sobrevivencia, identidad y evolución de la nación como tal. La síntesis última derivada de la atención de esas necesidades, intereses y aspiraciones vitales es lo que se puede denominar el Bien Común”.

88 Ibídem, p. 160. 89 Libro de la Defensa, op. cit., 1997, p. 216. 90 Escola Superior de Guerra. Fundamentos, op. cit. 2000, p. 41.

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Capítulo III

Estos conceptos se complementan con los expresados por la misma Escuela Superior de Guerra, de Brasil, en el documento Doutrina Básica:

“Los intereses nacionales son, así, la expresión de los deseos colectivos, despertados por las necesidades materiales y espirituales, primarias o derivadas, de toda una nación. Obviamente, no todos los intereses nacionales se sitúan en el mismo nivel. Podemos distinguir los opcionales y los vitales”. “Los intereses opcionales reposan en valores renovables y no renovables, pudiendo, sin perjuicio apreciable para la nación, postergar su atención”. “Los intereses vitales son de carácter imperativo, pues reposan en valores transcendentes y perdurables, y se relacionan con las propias condiciones existenciales de la sociedad, que, si no logra asegurarlos, podría involucionar o desintegrarse”. “Cuando los intereses nacionales se integran y se proyectan en la conciencia nacional, elévanse a aspiraciones nacionales, también vitales u opcionales”.91

En forma casi coincidente con la Escuela Superior de Guerra, de Brasil, el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), de Perú, expresa acerca de estos conceptos:

“Para establecer los objetivos nacionales, previamente deben determinarse los intereses nacionales y las aspiraciones nacionales”. Los intereses nacionales son ‘la expresión de los deseos colectivos despertados o motivados por las necesidades materiales y espirituales de la nación’”. “... las aspiraciones nacionales están constituidas por la integración y proyección de los intereses nacionales en la conciencia nacional”.92

Respecto a los intereses nacionales, el profesor Gustavo Cuevas Farren, explica su importante relación con los objetivos nacionales:

“… y si la nación, en definitiva, es una realidad única que exhibe una personalidad original y diferenciadora, resultará lógico

91 ESCOLA SUPERIOR DE GUERRA. Doutrina Básica. Río de Janeiro. 1979, p. 28. 92 Locatelli Trelles, op. cit., pp. 13-14.

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Intereses nacionales e interés nacional

sostener que ella debe poseer igualmente intereses específicos que su grupo humano percibe convirtiéndolos en aspiraciones colectivas y luego en objetivos nacionales”.93 Prosigue el profesor Cuevas:

“Ahora bien, ¿qué se considera un interés nacional? Siguiendo a Spykman, se puede afirmar que tales intereses expresan una vinculación entre la población y una determinada materia que sin lugar a dudas es indispensable para la determinación del grupo en condiciones existenciales adecuadas, y a la que el Estado debe atender prioritariamente, ya que la satisfacción de esos intereses exigirá un esfuerzo colectivo generador de un estímulo poderoso que impulsará a la nación hacia su futuro”.94

“... aquellos intereses que se encuentran arraigados en la conciencia de la comunidad, de modo que todos o la gran mayoría de sus integrantes están en condiciones de sentirlos, de identificarlos o de apreciar su importancia en la vida social, pasan a ser considerados como aspiraciones nacionales, las que pertenecen por lo tanto al mundo de los sentimientos colectivos de la nación y expresan un consenso real y extendido de su población, que percibe con nitidez la existencia y la naturaleza de estas aspiraciones fundamentales”.95

Como puede apreciarse, los conceptos expresados por el profesor Cuevas, basados en parte en el pensamiento de Spykman, en lo que se refiere a los intereses y aspiraciones nacionales, coincide plenamente, en el fondo, con los expresados por la Escuela Superior de Guerra de Brasil y también por el Centro de Altos Estudios Militares, de Perú. Asimismo, la clasificación de los intereses, que en su trabajo hace el profesor Cuevas, coincide con los de esos dos centros de estudios superiores. Así,

“los intereses vitales, tienen vinculaciones estrechísimas con las condiciones de existencia de la comunidad, la cual si no

93 Cuevas Farren, op. cit., p. 13. 94 Ibídem, pp. 13-14. 95 Ibídem, p. 14.

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Capítulo III

intenta satisfacerlas, puede sufrir un proceso de retroceso e incluso de desintegración”.96

“En cambio, los intereses opcionales son aquellos que, bajo la exigencia de circunstancias específicas, pueden dejar de ser considerados, en forma temporal, por la política nacional, sin que esa decisión afecte irremediablemente a la supervivencia o al desarrollo de la comunidad nacional”.97

El Coronel Daniel Carrasco Leiva en su artículo: “Intereses Nacionales y Objetivos Nacionales”, define el interés nacional de dos maneras:

“Interés nacional: Es la conveniencia que un Estado considera vital e indispensable conseguir, para así lograr mantener un adecuado poder nacional que le permita desenvolverse racionalmente tanto interna como externamente”. “Interés nacional: “Conceptuación de las aspiraciones, necesidades y valores de diverso orden, que el Estado procura realizar y que son producto de los esfuerzos que este despliega, para resolver los problemas que plantea su territorio y el desarrollo político-social de su pueblo, en el marco de la interacción con otros Estados”.98

Como puede apreciarse, el Coronel Carrasco, con sus dos definiciones o acepciones, establece una visión general y otra específica, equivalentes, a juicio del autor del presente estudio, a la propuesta de diferenciar el concepto de interés nacional en términos de lo singular y lo plural. En el primer caso, hace hincapié en la conveniencia, vale decir en separar las ventajas o desventajas o los pro y contras de asumir una resolución, todo ello con miras al poder nacional, dado como supuesto básico, que este poder, si es adecuado para cautelar sus intereses y cumplir sus objetivos, le permitirá al Estado continuar desenvolviéndose, existiendo y cumpliendo su función esencial de promover el Bien Común, en forma racional y con mayor libertad de acción. En cambio, su segunda acepción corresponde al concepto de Interés Nacional (en forma específica), incluye las aspiraciones, nece96 Ibídem. 97 Ibídem, p. 15. 98 Carrasco Leiva, op. cit.

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Intereses nacionales e interés nacional

sidades y valores que el Estado busca lograr, lo cual, coloca a esta definición en una concepción teórica, algo similar a la de otros autores ya citados en referencia al concepto de intereses nacionales en plural. En esta definición, el Coronel Carrasco señala que el interés nacional en términos específicos se sitúa en el marco de la interacción con otros Estados, posición que también asumen varios otros autores. Esta distinción entre el concepto de intereses nacionales, en plural y el de interés nacional, en singular, está explicada, con gran claridad, en el Diccionario de Política, de Bobbio, Matteucci y Pasquino, como sigue: El interés nacional se entiende por lo general “como la exigencia de seguridad propia de cada Estado en la condición anárquica de las relaciones internacionales, la cual hace en verdad que los conflictos entre los Estados se resuelvan en último análisis, con el uso o la amenaza de la fuerza. Para poder defender los intereses propios, económicos o de otra naturaleza, cuando entran en conflicto con los de otros Estados, y también, en definitiva, para poder decidir con autonomía en las cuestiones internas, cada Estado debe proveer ante todo a la propia seguridad, y ello procurándose una adecuada potencia militar, y aun desarrollando una actividad diplomática que tienda a equilibrar la fuerza de la potencia o de la formación de potencias con las que hay o pueden preverse divergencias y conflictos. (…) el interés nacional entendido así puede determinar por otro lado comportamientos distintos según la situación histórica concreta, la fuerza del Estado en cuestión, su estructura económica e incluso su régimen político. (…) “El concepto de interés nacional, referido al contexto de las relaciones internacionales, indica una tendencia bastante importante, pero de carácter general –la búsqueda prioritaria de la propia seguridad–, cuya externación concreta es extremadamente variable y remite, para ser claramente comprendida, a la atenta consideración de la situación histórica concreta”.99 La profesora de derecho internacional, María Teresa Infante Caffi, en un artículo titulado: “El Interés Nacional: Alcances de un Concepto”, explica el concepto de interés nacional o de intereses nacionales, de diversas formas, lo que dado su valor académico, reproducimos en extenso a continuación:

99 Bobbio, Matteucci, Pasquino “Diccionario de Política”, p. 825.

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Capítulo III

“Dentro de una diversidad teórica, el concepto de interés nacional parece ambiguo o equívoco, ya sea en cuanto símbolo, categoría analítica o concepto capital para entender la política exterior del actor más importante del sistema contemporáneo, el Estado”.100 “... El realismo político explica la política exterior de los Estados como un proceso de ajuste de intereses. Los diferentes intereses nacionales proporcionan el material básico a partir del cual se estructura ese proceso, iniciado con la selección y jerarquización de intereses. Se presume además, que mediante la acción diplomática, o se controla el conflicto o se hace frente a una amenaza de conflicto, presente siempre en situaciones de ajuste o lucha de intereses”.101 “... El sistema interno está implícitamente considerado como una colectividad organizada, con alto grado de consenso acerca de los elementos de poder dominantes y que, en último término, manifiesta hacia el exterior lo que en el ámbito interno se llama interés público. Interés nacional e interés público serían así correlativos”.102

La profesora Infante nos aclara sin embargo, que existe una posición crítica al concepto interés nacional por cuanto se constata que “en algunas oportunidades diferentes grupos dentro de un Estado han adherido a diferentes lealtades, produciendo como efecto la dualidad o pluralidad de intereses dentro de un mismo Estado”.103 Al respecto, por nuestra parte, aplicando este último concepto, mencionaremos dos ejemplos históricos bastante conocidos, entre muchísimos otros que el mundo recuerda, de diversas épocas: 1. El dilema ateniense entre el discurso de Demóstenes, contrario a Macedonia; y el de Esquines, partidario de Filipo. Recuérdense las célebres “Filípicas”, con las que Demóstenes fustigaba con su oratoria maestra y con pasión patriótica la política de Filipo de Macedonia y la posición acomodaticia de Esquines. Demóstenes consideraba que él defendía el legítimo interés 100 Infante Caffi, María Teresa. “El Interés Nacional: Alcances de un Concepto”. Revista seguridad nacional, Nº 19. ANEPE. Santiago. 1980, p. 37. (Subrayado del investigador). 101 Ibídem, p. 38. (Subrayado del investigador). 102 Ibídem. 103 Ibídem, (Subrayado del investigador).

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Intereses nacionales e interés nacional

nacional ateniense, de mantener su soberanía e independencia contra los intereses y objetivos nacionales de Macedonia, de imponer su hegemonía en el mundo helénico.104 2. La encrucijada política en Noruega, en los primeros meses del año 1940, durante las primeras campañas de la Segunda Guerra Mundial, antes de la invasión alemana a ese país, cuando el político noruego Vidkum Quisling buscaba apoderarse del gobierno de su país, con la ayuda del Tercer Reich. Por su parte, el rey de Noruega, Haakon VII, interpretando el legítimo interés nacional de su patria, buscaba oponerse a Alemania, con el apoyo de los aliados occidentales, objetivo que representaba la voluntad de repudio y resistencia del pueblo noruego contra la agresión extranjera.105 Tras estos ejemplos históricos, que estimamos demuestran nítidamente lo aseverado por la profesora Infante, proseguimos nuestro análisis teórico, siempre dentro de los conceptos explicados por esa ilustre profesora.

“... Los estudios más destacados sobre este tema se han dado en relación con la búsqueda permanente de un rol nacional para un país (...) El uso de la expresión ‘intereses vitales’ surge de este concepto”.106

Explica la profesora Infante que “… el concepto de interés nacional también se ha aplicado a algo que debe formularse en una sociedad carente de una idea que vincule a todos los grupos”.107 Ejemplifica con un caso en Estados Unidos en que “se pretendía llamar la atención hacia valores que motivaran o apelaran al bienestar de todos y no de los intereses dispersos de grupos de presión”.108 Sin embargo, la autora precisa que “... la corriente más importante que se manifiesta en el uso del término ‘interés nacional’ es aquella explicación que lo aplica a otro concepto clave: la seguridad nacional”.109 104 Grimberg, Carl. Historia Universal. Vol. 2. Grecia. Ediciones Daimon. Barcelona. 1966, pp. 286-287. 105 Ibídem, tomo 12, pp. 270-271. 106 Infante Caffi, op. cit., p. 38. 107 Ibídem. 108 Ibídem. 109 Ibídem, p. 39.

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Capítulo III

En este contexto señala que “... el interés nacional es un concepto analítico en el análisis sistémico. Este indica que en cuanto sistema nacional de acción, (entidad analítica al mismo tiempo) el actor Estado no puede dejar de poseer un interés”.110

“La consecuencia más importante que puede extraerse de este enfoque es de que a pesar de que se postule un interés objetivo, se afirma que lo que un actor nacional defina como tal puede entrar en conflicto con los intereses de otros subsistemas o de individuos. Aún más, la divergencia puede referirse no sólo a lo que un individuo o grupo pretende que el interés nacional es, sino también respecto de lo que el interés nacional debiera ser”.111 “El interés nacional como un ente concreto es postulado fundamentalmente por el realismo, en todas sus variedades. Si bien en sus supuestos el interés nacional figura como un concepto clave, guía indispensable y criterio para la adopción de la política nacional, es en la exégesis que del realismo hacen sus críticos donde se le atribuyen rasgos que solo podrían darse en un período de estabilidad política y donde cada participante juegue con sus medios y fines limitados y sin conmociones internas”.112 “... El gran axioma de la teoría de Morgenthau es de que toda política nacional busca mantener el poder, aumentar el poder o demostrar prestigio. Para realizar adecuadamente una de estas tres estrategias, todo Estado debe conocer e interpretar su interés nacional”.113

Se estima que esta última afirmación de la profesora Infante, basada en el pensamiento de Morgenthau, es bastante coincidente con lo expresado por el Coronel Carrasco, al distinguir la acepción de interés nacional como sustancia esencial y orientadora de los objetivos nacionales, respecto al interés nacional, en su acepción de criterio clave o factor de análisis para priorizar los diversos intereses nacionales específicos. La profesora Infante también relaciona directamente el in-

110 Ibídem, p. 40. 111 Ibídem. 112 Ibídem, p. 41 113 Ibídem.

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Intereses nacionales e interés nacional

terés nacional en su acepción en singular con la seguridad y el poder nacional del Estado. Prosigue la profesora Infante:

“... El punto de partida de la utilización del concepto de interés nacional es el de servir para explicar la política exterior de los actores nacionales”.114

Citando a Holsti K.H., la profesora Infante afirma que el interés nacional orienta “La búsqueda de los objetivos, constituidos esencialmente por la imagen de un futuro estado de la situación, o situaciones que los gobiernos a través de sus decisores aspiran a llevar a cabo …”.115

“Cualesquiera que sea la definición exacta de los objetivos de una política exterior, plantean al igual que los intereses nacionales, una necesidad de jerarquización y preeminencia. La combinación de criterios, entre los que demandan acciones de mediano y largo plazo, y los que se dirigen a valores esenciales, producen un efecto semejante a lo que ocurre con las categorías propuestas por los realistas, lo que en determinadas circunstancias podría implicar que bajo el rótulo de interés y objetivo se oculta la misma finalidad. Sin embargo, el concepto de objetivo se refiere esencialmente a algo que es definido por el gobernante, lo que no siempre se dice del concepto de interés nacional”.116

En la parte final de su artículo, la profesora Infante, afirma que el concepto de interés nacional aparece con los siguientes alcances básicos117: – Como un conjunto ideal de propósitos que una nación debe realizar; – como una descripción de aquellos propósitos que una nación ha perseguido o buscado a lo largo del tiempo. En este ámbito, surgen las líneas o tendencias que ciertos estudios postulan como continuidades de la nación;

114 Ibídem, p. 42. 115 Ibídem. 116 Ibídem, pp. 42-43, (Subrayado del investigador). 117 Ibídem, p. 43.

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Capítulo III

– como una sucesión de imágenes y aspiraciones que las fuerzas vivas de una sociedad buscan realizar a través de o en la política internacional. En un resumen de los principales conceptos expresados por la profesora Infante, hemos hecho el siguiente listado de sus ideas, libremente interpretadas acerca de este importante término: – El interés nacional se vincula principalmente con la política exterior del Estado, aunque puede también abarcar su política interna. – Se trata de un concepto ligado a un Estado, considerado como un todo organizado unitario o como producto de un consenso nacional, ya que si el Estado está dividido o fracturado, podría existir dualidad o pluralidad de intereses políticos importantes contrapuestos dentro del Estado, que no podrían representar el total o mayoría de la voluntad de la nación. – El interés nacional se deriva del interés público, vale decir, del interés de la propia población y ciudadanía y no del interés de otros actores internacionales. – En aquellas sociedades carentes de ideales comunes, la formulación de intereses nacionales podría contribuir a motivar a los distintos grupos de presión, para buscar el Bien Común de todos y no el bien de cada grupo. – El interés nacional suele asociarse al concepto de seguridad nacional. – La formulación del interés nacional puede ser objetiva o subjetiva. – El Estado no puede dejar de poseer un interés nacional, aunque no esté formulado oficialmente. – El interés nacional es un concepto clave, guía indispensable y criterio orientador de toda la política nacional, no solo de la política exterior. – De acuerdo a los postulados del realismo, el interés nacional se vincula estrechamente con la mantención y aumento del poder nacional y del prestigio del Estado. – El interés nacional sirve para explicar la política exterior de los actores internacionales. – El interés nacional orienta la formulación de los objetivos nacionales. – Tanto los intereses nacionales, como los objetivos nacionales que de ellos se derivan, plantean una necesidad de jerarquización y preeminencia. 60


Intereses nacionales e interés nacional

– Los intereses nacionales pueden consistir o derivarse de necesidades, criterios o valores que se busca lograr o cautelar. – Los intereses nacionales no siempre son definidos por el gobernante, como sí ocurre necesariamente en el caso de los objetivos nacionales. – Los intereses nacionales constituyen propósitos que una nación debiera realizar o que ha buscado a lo largo del tiempo; y también aparecen como una sucesión de imágenes y aspiraciones que una sociedad busca realizar a través de la política internacional. Al término de esta parte del trabajo, se estima que es conveniente señalar, una vez más, que el significado del término intereses nacionales, como valores o condiciones que se busca alcanzar o mantener, es diferente al de interés nacional, como criterio o clave para priorizar a esos intereses nacionales específicos ante un problema concreto. ¿Por qué ocurre esto? Porque los intereses nacionales son diversos valores, necesidades o condiciones valiosas, ventajosas, favorables o benéficas, que deben constituir la parte medular de los objetivos nacionales y deben orientar la acción política para su logro. Son imágenes objetivas previas y partes sustanciales que conforman y dan origen a los objetivos nacionales. Son como estructuras óseas de un cuerpo, que correspondería al objetivo nacional, o como pilares o vigas de acero de una construcción. Debe considerárseles como la parte esencial de los objetivos que de ellos se derivan. Un mismo interés nacional específico, puede estar presente en varios objetivos nacionales. A su vez, un objetivo nacional puede contener uno o más intereses nacionales. En cambio, el concepto de interés nacional, en singular, debe considerarse como un criterio de análisis y el factor determinante, entre diversos factores, valores, necesidades, intereses o aspiraciones, que, comparado con los demás factores o intereses, tiene la mayor gravitación sobre el logro del Bien Común, al que buscan servir todos los diversos intereses nacionales en juego. Así, ante una determinada situación, problema, crisis o conflicto en que debe adoptarse la mejor resolución política nacional, que el Estado y la nación esperan, especialmente respecto a la seguridad de la nación, es decir, de su supervivencia como tal y del resguardo de sus valores e intereses más vitales, el interés nacional estaría representado por aquel de los dis61


Capítulo III

tintos intereses nacionales específicos que se estima es el que mejor sirve al Bien Común, ante esa situación concreta. Representaría, lo que comúnmente se menciona como el “Bien mayor” o el “Mal menor”, o “lo mejor” para el Estado, especialmente para el Bien Común de su población. En suma, el interés nacional es el concepto clave o criterio para determinar cuál o cuáles de todos los intereses nacionales, debe o deben tener prioridad ante una situación específica que pueda afectar la seguridad nacional del Estado, en su más amplio sentido. Ese criterio clave o factor de análisis sirve para la adopción de resoluciones y también, como elemento de análisis para casos históricos o de estudio y apreciación de otros Estados, como factor para descubrir o conocer cuál es la razón o causa real, o más probable, de la resolución adoptada o de una determinada política exterior de un Estado, o de la que podría adoptar ante un futuro escenario. Esta distinción entre interés nacional e intereses nacionales ha sido señalada por varios autores, como la profesora Infante, el coronel Carrasco, y Bobbio, Matteucci y Pasquino, autores del Diccionario de Política y, especialmente, por los investigadores citados por Mestre: Deutsch, Morgenthau, Northedge, Schlesinger y por el mismo Mestre. En síntesis, el interés nacional del Estado es un criterio de análisis. Como tal, es clave para las apreciaciones políticas. El interés nacional del Estado está constituido normalmente por aquel interés nacional específico o el conjunto de intereses nacionales específicos, que tienen mayor influencia o pueden afectar en forma más grave el bien común y la vida, existencia, supervivencia y evolución del Estado. Son vitales para su seguridad y desarrollo, y por lo tanto, deben cautelarse con prioridad ante situaciones concretas críticas, que se presenten o se prevean. Esto rige tanto para valores por lograr, como por conservar. Así, el interés nacional está ligado estrechamente con la seguridad nacional y con el bien común. Siempre los intereses y objetivos nacionales deben buscar el bien común. Aquel interés nacional específico que mejor lo resguarde ante una situación difícil es el que se denomina interés nacional del Estado.

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CAPĂ?TULO IV La defensa y los intereses vitales del estado

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La defensa nacional y los intereses vitales del Estado

La importancia vital de los elementos fundamentales o constitutivos del Estado, está refrendada en los libros de la defensa de varios países, los que coinciden en señalar a esos valores fundamentales como prioritarios entre los distintos intereses y objetivos nacionales y remarcan la responsabilidad de la seguridad y defensa nacional en su preservación y protección. La defensa no excluye a los demás intereses nacionales, entre ellos el desarrollo nacional, pero concede prioridad a estos elementos constitutivos, ya que su intangibilidad permite cautelar también a los otros intereses nacionales. Dice el L.D.N. de Chile correspondiente al año 2003:

“La población del país, con los rasgos que la distinguen, el territorio nacional y las instituciones de la república son los objetivos de la Defensa Nacional”.118 “En general, el propósito de la función de defensa es proteger a la población, preservar el territorio nacional y resguardar la capacidad del Estado para el ejercicio de su soberanía frente a amenazas externas contra estos elementos fundamentales del país, así como apoyar el logro de los objetivos nacionales en el ámbito internacional”.119 “La población de un país constituye el bien más importante a proteger por la defensa”.120 “En síntesis, la defensa brinda, por una parte, protección a la población, al territorio y a los bienes y actividades que se desarrollan dentro de las fronteras nacionales y concurre, por la otra, a apoyar la gestión de la política exterior de Chile...”.121

Estos mismos conceptos están reiterados y ampliados en el mismo L.D.N.

“En términos generales, nuestra defensa brinda, por una parte, protección a la población, al territorio y a los bienes y actividades que se desarrollan dentro de las fronteras nacionales y concurre, por la otra, a apoyar la gestión de la política exterior de Chile, fundada en la búsqueda de un orden mundial jurídicamente normado”.122

118 Libro de la Defensa, op. cit., pp. 18-19. (Los subrayados son del investigador). 119 Ibídem, p. 23. (Los subrayados son del investigador). 120 Ibídem, p. 36. (Los subrayados son del investigador). 121 Ibídem, p. 75. (Los subrayados son del investigador). 122 Ibídem, p. 77. (Los subrayados son del investigador).

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Capítulo IV

“La Política de Defensa Nacional es el conjunto de principios y criterios con que el Estado orienta su función de defensa con vistas a preservar la soberanía e integridad de nuestro territorio y contribuir al logro de los demás objetivos nacionales”.123 “b) El Estado de Chile tiene la voluntad de proteger a su población, defender sus intereses nacionales, salvaguardar su independencia política, su soberanía nacional y su integridad territorial”.124 “El Estado de Chile tiene una Política de Defensa orientada a amparar a la población del país, proteger sus intereses nacionales, y salvaguardar su independencia política, su soberanía nacional y su integridad territorial”.125

Veamos las menciones a estos elementos fundamentales y vitales del Estado en otros libros de la defensa. El L.D.N. de Francia señala al respecto:

“La integridad del territorio nacional, comprendida la metrópoli y los departamentos y territorios de ultramar, sus accesos aéreos y marítimos, el libre ejercicio de nuestra soberanía y la protección de la población constituyen el valor fundamental”.126

El L.D.N. de Polonia expresa:127 Los objetivos de la política de seguridad de Polonia: – Garantizar la independencia, soberanía e integridad territorial del país y la infranqueabilidad de sus fronteras; – Garantizar la seguridad del orden constitucional democrático, en particular todos los derechos humanos y libertades, y la seguridad de los ciudadanos de la república de Polonia: – Establecer las mejores condiciones posibles para un desarrollo social y económico amplio y estable del país; la prosperidad de

123 Ibídem. (Los subrayados son del investigador). 124 Ibídem, p. 79. (Los subrayados son del investigador). 125 Ibídem, p. 84. (Los subrayados son del investigador). 126 Ministere de la Defense. Livre Blanc sur la Défense. Service d’Information et de Relations Publiques des Armées. 1994, p. 24. 127 Rzeczpospolita Polska. Obrona Narodowa 2001. The National Defence. Biuro Prasy I Informacji, Ministerstwa Obrony Narodowej. Dom Wydawniczy Bellona. Warszawa. 2000, p. 11.

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La defensa nacional y los intereses vitales del Estado

sus ciudadanos, y para la conservación del patrimonio nacional y el desarrollo de la identidad nacional: – Contribuir al desarrollo de un orden pacífico estable y justo en Europa y el mundo, basado en los principios de democracia, derechos humanos, observancia de la ley y solidaridad. En el L.D.N. de Argentina, se expresa que:

“Las FF.AA. (...) además de tener por objetivos inmediatos y específicos el proveer a la defensa común y garantizar de modo permanente, la soberanía e independencia de la nación, su integridad territorial y su capacidad de autodeterminación, también contribuyen al sustento, a través del respeto a estos valores básicos, de ese bien común al cual sirven como objetivo ulterior”.128 “Los intereses vitales “Son aquellos que afectan sensiblemente a la nación misma y a su población, adquiriendo, por lo tanto, un alto grado de inmutabilidad”.129

Asimismo, se expresa que los intereses vitales son:130 • • • •

La soberanía e independencia de la nación argentina. Su integridad territorial. Su capacidad de autodeterminación. La protección de la vida y la libertad de sus habitantes.

El L.D.N. de Ecuador establece que se persiguen los siguientes objetivos:131 • Integridad territorial. 128 Libro Blanco de la Defensa Nacional. República Argentina. Ministerio de Defensa. Impreso por Departamento Artes Gráficas del Servicio de Hidrografía Naval. Buenos Aires. 1999. p. 42. (Subrayado del investigador). Nota del E.: existe una significativa discordancia entre la versión digital y la impresa en papel, ya en el título mismo del documento Libro Blanco de la República Argentina en internet, así como en la numeración de páginas. 129 Ibídem. (Subrayado del investigador). 130 Ibídem. (Destacados por el investigador). La cita completa de estos elementos de juicio se presenta en el capítulo siguiente. 131 Política de la Defensa Nacional del Ecuador. Ministerio de Defensa Nacional Imprenta Mariscal. Quito. 2002, pp. 72-73. (Subrayado del investigador).

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Capítulo IV

• • • • • •

Soberanía nacional. Integración nacional. Democracia. Desarrollo integral sustentable. Justicia social. Seguridad.

Puede apreciarse que los elementos fundamentales de: territorio y soberanía aparecen en primer lugar y que los demás objetivos, señalan implícitamente la integridad física y la protección de la población, como supuestos previos, para lograr esos valores a que se aspira. En el L.D.N. de Perú, se hace una reiterada alusión a los elementos fundamentales o constitutivos del Estado, especialmente a la soberanía y al territorio, considerando a la población en su referencia a sus intereses, aspiraciones y objetivos. La ciudadanía del Perú, en la Política de Seguridad Nacional, establecida tras el Acuerdo Nacional del año 2002, señaló varios objetivos nacionales y 31 políticas de Estado. Una de ellas, la Política de Seguridad Nacional, establece:

“Nos comprometemos a mantener una política de seguridad nacional que garantice la independencia, soberanía, integridad territorial y la salvaguarda de los intereses nacionales”.132

A su vez, en la definición de Seguridad Nacional y dentro de los objetivos y políticas de Estado para la seguridad nacional, se establecen como objetivos fundamentales: la nación, el Estado y el territorio; y como políticas, la preservación de estos valores vitales.133 Similares objetivos se establecen explícitamente para la defensa nacional.134 En síntesis, en la mayoría de los libros de la defensa en que está explicada la respectiva política de defensa, se establecen, en forma explícita, como intereses vitales y a la vez como objetivos nacionales prioritarios, los elementos fundamentales del Estado, también denominados elementos constitutivos, lo que obedece a la necesidad de preservar y mantener con prioridad absoluta esos valores básicos e intereses vitales del Estado, que constituyen sus fundamentos y le otorgan su condición de tal, ya que, si faltara alguno de ellos, no existiría 132 Ibídem, pp. 63-64. 133 Ibídem, pp. 64-65. 134 Ibídem, pp. 65-66.

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La defensa nacional y los intereses vitales del Estado

el Estado, y si alguno de ellos fuera dañado en su integridad, el Estado no podría cumplir en forma normal su fin, que es la promoción del Bien Común, razón de ser de todo Estado. Asimismo, en consonancia con esta lógica, en todos los Estados que mencionan estos elementos en su Libro de la Defensa, la población ocupa el lugar prioritario entre los tres elementos constitutivos, ya sea, mencionada como: población, nación, ciudadanía, habitantes o intereses nacionales, etc., lo que siempre ha sido reconocido así en la historia del mundo, ya que la nación –población unificada sólidamente por vínculos espirituales permanentes–, es en sí misma el Estado, y es ella la que posee el territorio y la soberanía. Similares conceptos acerca de los elementos fundamentales y vitales del Estado han sido expresados por otros autores, expertos en estos temas. El profesor Gustavo Cuevas, expresa al respecto:

“(Los objetivos nacionales) tienen relación con los elementos o componentes esenciales de la nación, es decir, con su población, con su patrimonio territorial, con su identidad históricocultural (tradición nacional), y con los principios fundamentales en que se sustenta la organización política del Estado”.135

A su vez, el BGL. Horacio Toro Iturra, considera a estos elementos fundamentales como fuentes primarias del poder nacional. Al respecto, expresa:

“Básicamente, los tres elementos que caracterizan al Estado –población, territorio y estructura política– son fuentes directas de un determinado grado de poder”.136

Por lo tanto, puede deducirse que, así como el poder nacional se genera fundamentalmente en los elementos constitutivos del Estado, especialmente en la población o nación, dueña del territorio y de la soberanía, y único elemento activo del Estado, en el cual se refleja la calidad de su cultura y de su capacidad ciudadana, que la hacen desarrollarse y crecer; el poder nacional así generado, constituye el elemento congénere de la soberanía, que permite e impulsa la seguridad y el desarrollo, otorga una defensa eficaz y cautela la preservación 135 Cuevas Farren, op. cit., p. 16. 136 Toro Iturra, op. cit., p. 26.

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Capítulo IV

de los tres elementos constitutivos del Estado, que le dan origen y lo acrecientan. Como sabemos, el poder nacional es el conjunto de recursos de toda índole que, sinérgicamente multiplicados, permiten el logro de los objetivos nacionales, sean estos de mantención o de consecución. En suma, los elementos fundamentales vitales generan potencialidad y poder y este cautela a esos elementos que le dan origen y lo acrecientan, especialmente: la población y el territorio. Por lo tanto, existe una sinergia entre los diversos recursos del poder nacional y entre este y los elementos fundamentales del Estado o elementos constitutivos del Estado, especialmente respecto de la población, su cultura y su capacidad ciudadana. Por su parte, el ya citado Alfonso Littuma A., expresa al respecto:

“Se denominan objetivos nacionales fundamentales o permanentes a aquellos objetivos que tienen un sentido fundamental de sobrevivencia de la comunidad nacional, comprendiendo en dicha sobrevivencia, las aspiraciones básicas de independencia, soberanía, integridad territorial, progreso material y cultural y preservación de los valores morales y espirituales”.137

Como puede apreciarse, Littuma menciona los elementos constitutivos: soberanía y territorio y se refiere en otros términos a la población, que, de esos tres elementos, es la única que puede progresar culturalmente y la única que posee valores morales y espirituales. En todos los países, se considera, entre otras características importantes de la defensa nacional y de la seguridad nacional, que dicen relación con la prioridad de los intereses y objetivos nacionales, dos aspectos que es conveniente comentar brevemente: 1º la importancia vital de los elementos fundamentales, también denominados elementos constitutivos del Estado, como base de su existencia, supervivencia y posibilidad de que el Estado cumpla su función de promover el Bien Común nacional, valores muy apreciados que conforman su ser nacional y cuya preservación, conservación e integridad constituyen la parte esencial de la seguridad y de la defensa nacional. Ellos son, conceptualmente, los clásicos elementos básicos de todo Estado: nación o población, territorio y soberanía e independencia; y 2º, la función de la defensa, en general en todos los Estados, es muy similar, y consiste 137 Littuma A, op. cit., pp. 138-139. Cursivas del texto original. Subrayado del investigador.

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La defensa nacional y los intereses vitales del Estado

en dar seguridad, cautelar y proteger prioritariamente a estos elementos fundamentales del Estado, en los ámbitos interno y externo, lo que es ineludible para dar seguridad y permitir el desarrollo en condiciones normales. Respecto de la defensa nacional su función normal o de mayor ocurrencia en la mayoría de los Estados es la defensa exterior de la nación; en cambio, su defensa interna, vale decir, la preservación de su orden institucional contra alguna amenaza subversiva violenta que pretenda alterar ese orden, generalmente es considerada una función de ocurrencia excepcional, pero no por ello, menos importante, especialmente ante graves crisis que puedan afectar violentamente ese orden. El concepto común universal de la doble función de la defensa, interna y externa, está expresado con mucha claridad y exactitud en la Enciclopedia Hispánica. Dice, al referirse al término Ejército, en la acepción aplicable al tema que nos ocupa: “Se denomina Ejército al conjunto de las Fuerzas Militares de una nación”. Respecto a su misión, agrega:

“El cuerpo de doctrina legal procede de la misión constitucional o legal del Ejército (se refiere a las Fuerzas Armadas en conjunto) en sus dos aspectos: hacia el interior de la nación, como garantía del orden institucional y hacia el exterior, como brazo armado para la defensa de la patria”.138

138 Enciclopedia Hispánica. Volúmen 5. Kentucky, Estados Unidos de América. 199293, p. 318. (Subrayado del investigador).

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CAPÍTULO V objetivos nacionales específicos de algunos estados, según sus libros de la defensa

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Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

En el Libro de la Defensa Nacional de Chile, año 2003, se establecen los siguientes objetivos nacionales permanentes:139 • La preservación de la nación chilena. • La conservación y enriquecimiento de su identidad y patrimonio culturales. • La mantención de su independencia política. • La mantención de su soberanía. • La mantención de la integridad del territorio nacional. • El logro de un desarrollo económico alto, sostenido y sustentable. • El logro de un desarrollo social acorde con el desarrollo económico, sobre la base de la capacidad individual e iguales oportunidades para todos. • La mantención de una convivencia ciudadana pacífica y solidaria. • La proyección internacional. • La mantención de buenas relaciones internacionales. Como puede apreciarse, los tres elementos fundamentales del Estado están considerados en algunos de los primeros lugares, aunque no hay indicación alguna de jerarquización o priorización, más allá del que podría señalar su orden formal. Puede observarse también que algunos valores universales del Bien Común nacional, tales como: la paz interna y externa, la seguridad y la unidad e integración nacional, no aparecen expresados explícitamente, sino en forma implícita, como es el caso de la paz, que está expresada, en lo interno, como “convivencia ciudadana pacífica” y en lo externo, como “buenas relaciones internacionales”. Asimismo, la seguridad está implícita, como condición y a la vez producto de la preservación o mantención de los elementos fundamentales del Estado y de los demás objetivos, especialmente del desarrollo económico y del desarrollo social, basado, entre otros factores, en la capacidad individual de los ciudadanos, reconocimiento importante de los principios activos y de las leyes geopolíticas: 1ª y 2ª de Federico Ratzel, que preconizan el aumento de la cultura y de la capacidad ciudadana como causas principales del crecimiento y del desarrollo de todo Estado. Respecto de la unidad e integración nacional, puede considerarse que está implícitamente expresada en el objetivo de preservación de la 139 Libro de la Defensa, op. cit., p. 23.

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Capítulo V

nación chilena, ya que la nación es, por definición, una población unificada e integrada, unida sólidamente en forma permanente por diversos vínculos espirituales, tales como: el origen común, la cultura, la raza, el idioma, la religión, las tradiciones, el territorio, etc. Lo mismo se puede deducir del objetivo de “la mantención de una convivencia ciudadana pacífica y solidaria”, en lo que respecta a la solidaridad, condición que normalmente se vincula a la unidad e integración nacional. En el Libro Blanco de la Defensa, de España, se mencionan los valores nacionales, que constituyen parte sustancial del objetivo nacional, cuya garantía y protección es la misión de la defensa.

“La paz, la libertad, la prosperidad y la estabilidad que hoy disfruta España, los niveles alcanzados de desarrollo político, humano, cultural y económico, el grado de tolerancia de nuestra sociedad, el arraigo en ella de una democracia avanzada y la protección que garantiza la Constitución a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones son valores que no han surgido de manera espontánea. Se han obtenido con el esfuerzo de las generaciones que nos precedieron y tenemos la obligación de conservarlos y transmitirlos a quienes nos sucedan en el futuro. La misión de la defensa no es otra cosa que contribuir a garantizar estos valores y proteger nuestra forma de vida, nuestros derechos, nuestros bienes y nuestros intereses allí donde se encuentren”.140

Puede apreciarse que en este objetivo nacional de conjunto, están considerados numerosos valores, muy apreciados por los españoles que se han obtenido y alcanzado con el esfuerzo de muchas generaciones y de los cuales, España se siente legítimamente orgullosa y goza actualmente de ellos. Puede observarse que no se incluyen explícitamente los valores básicos y elementos fundamentales que aparecen señalados en los objetivos nacionales de otros Estados, lo que presupone que en el caso de España, se les da por suficientemente presentes, como base de estos valores alcanzados y que, por lo tanto, deben estimarse como parte de los bienes e intereses nacionales, que no es preciso mencionar explícitamente, como parte esencial de la seguridad y supervivencia de la nación, pero que están presentes como 140 Libro Blanco de la Defensa 2000. Secretaría General Técnica, Centro de Publicaciones. Madrid. 2000, p. 55. (Subrayados del investigador).

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Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

verdaderos cimientos geopolíticos de los otros valores y por lo tanto, su resguardo y preservación se dan por cumplidos y garantizados permanentemente por su sistema de seguridad y de defensa. La “misión de la defensa” expresada en este objetivo nacional de conjunto, es “contribuir a garantizar estos valores”, por una parte, y, por otra, “proteger esos mismos valores y toda la infraestructura fundamental institucional del Estado, expresada implícitamente en los términos: “forma de vida”, “derechos”, “bienes” e “intereses”. También se estima interesante destacar que la misión de la defensa es “contribuir a garantizar estos valores” citados y proteger otros que el texto señala explícitamente. Esta garantía, a la que contribuye la defensa, coincide, en general, con la misión genérica universal de las Fuerzas Armadas, explicada en la Enciclopedia Hispánica, ya citada. El Libro de la Defensa, de Francia, expresa, acerca de los valores o intereses vitales que forman la parte sustancial de sus objetivos nacionales, lo siguiente:

“La definición tradicional de nuestros intereses reviste, en la mayoría de las veces, un carácter “patrimonial”, ligado a nuestro apego a esos bienes, –territorio, riquezas económicas, medios de comunicación, presencia de nacionales– que nosotros debemos proteger en cualquier parte donde ellos se encuentren y a los cuales nosotros debemos poder acceder sin trabas”.141 “A los intereses vitales, está agregada la supervivencia de la nación. De ese hecho, el primer objetivo de nuestra política de defensa reside en poder estar en condiciones de asegurar, solo si es necesario, la defensa última de nuestros intereses vitales contra toda amenaza, cualquiera sea su origen”.142

Hasta aquí, se transcriben estos párrafos textuales, en los que están formulados los intereses vitales de Francia, que dan origen o se convierten en el primer objetivo de la política de defensa. En el mismo documento se mencionan otros intereses, que no teniendo el carácter de vitales, constituyen también objetivos de la política de defensa, ya que se consideran como objetivos específicos estratégicos. Es de notar que estos objetivos estratégicos deben ser cautelados con similar determinación que los intereses vitales.

141 MINISTERE DE LA DEFENSE, op. cit., p. 24. 142 Ibídem.

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Capítulo V

El documento expresa al respecto:

“La frontera entre los intereses vitales y los intereses estratégicos de Francia no tienen que ser precisados de antemano. Los unos y los otros deben ser defendidos con la misma determinación”.143

La enumeración de estos intereses estratégicos de Francia, es la siguiente:144 – de una parte, en la conservación de la paz sobre el continente Europeo y en las zonas que lo bordean al Este y al Sur.... – de otra parte, en los espacios esenciales para la actividad económica del país y para la libertad del comercio y las comunicaciones. La seguridad de los aprovisionamientos, particularmente a lo largo de las rutas marítimas, debe ser asegurada. Como objetivos e imperativos de conjunto de los intereses vitales y los estratégicos, el documento agrega que “Velar por estos intereses estratégicos debe permitir prevenir amenazas contra nuestros intereses vitales”.145 Asimismo, la política de defensa de Francia hace mención a intereses que afectan directamente a la seguridad del país y a otros que responden a las responsabilidades y compromisos internacionales y a la preservación de su rango de potencia en el mundo.

“Más allá de estos intereses, que responden directamente a una lógica de seguridad, Francia tiene intereses que corresponden a sus responsabilidades internacionales y a su rango en el mundo”.146 “Preservar la independencia del país, asumir sus responsabilidades internacionales, promover la democracia y el derecho son al fin finalidades ligadas a la defensa de su rango en el mundo. Este resulta, para cada país, de una combinación par-

143 Ibídem, p. 25 144 Ibídem. 145 Ibídem. 146 Ibídem.

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ticular de factores de poder, económico y también militar y diplomático, e incluso científico y cultural”.147 “El primer objetivo de la política de defensa de Francia es pues defender los intereses vitales y estratégicos del país, como asimismo aquellos correspondientes a nuestras responsabilidades internacionales y a nuestro rango en el mundo”.148

En el documento estadounidense titulado: A National Security Strategy for a New Century, editado por la Casa Blanca, en diciembre de 1999, se expresa lo siguiente, acerca de los objetivos e intereses nacionales, de carácter permanente:

“Desde la fundación de la nación, ciertos requerimientos han permanecido constantes. Nosotros debemos proteger las vidas y seguridad personal de los americanos, tanto en el interior como en el exterior. Nosotros debemos conservar la soberanía, libertad política e independencia de Estados Unidos, con sus valores, instituciones y territorio intacto. Y, nosotros, debemos promover el bienestar y prosperidad de la nación y su pueblo”.149

Puede apreciarse que en este objetivo nacional permanente de conjunto, los denominados “requerimientos” constituyen valores o intereses vitales, entre los que están considerados en forma preponderante y explícita, los elementos fundamentales o constitutivos del Estado. En el mismo documento, a continuación de ese objetivo nacional, se expresan cuáles son los intereses nacionales, a los que se les clasifica en tres categorías: intereses nacionales vitales, intereses nacionales importantes e intereses nacionales humanitarios y de otro tipo. Entre los intereses nacionales vitales se establecen los siguientes: 150

“... La seguridad física de nuestro territorio y el de nuestros aliados, la seguridad de nuestros ciudadanos, y el bienestar económico de nuestra sociedad y la protección de nuestras infraestructuras críticas...”.

147 Ibídem, pp. 25-26. 148 Ibídem, p. 26. 149 THE WHITE HOUSE. A National Security Strategy for a New Century. 1999. p. 1. 150 Ibídem, p. 1.

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Capítulo V

Respecto de los intereses nacionales importantes, se establece:

“Los intereses nacionales importantes incluyen, por ejemplo, regiones en las cuales nosotros tenemos intereses económicos en juego o compromisos con nuestros aliados, la protección del medioambiente global de daños severos, y de crisis que potencialmente podrían generar sustanciales y altamente desestibilizadoras corrientes de refugiados”.151

En cuanto a los intereses nacionales humanitarios y de otro tipo, se dan los siguientes ejemplos: “Ejemplos incluyen la respuesta a los desastres naturales y artificiales, la promoción de los derechos humanos y buscar que se ponga término a las habituales violaciones de esos derechos; el apoyo a la democratización, la adhesión al imperio de la ley y el control civil de las Fuerzas Armadas; la ayuda al desminado humanitario; y la promoción del desarrollo sustentable y la protección del medioambiente. La propagación de la democracia y el respeto del imperio de la ley contribuyen a crear una comunidad mundial que es más receptiva a los valores e intereses estadounidenses”.152 En la parte conclusiva del citado documento, se expresa: “Para estar segura y próspera, la nación americana debe continuar liderando”. “Nosotros queremos continuar ejerciendo el liderazgo mundial de una manera que refleje nuestros valores nacionales, promover prosperidad y proteger la seguridad de esta gran nación”.153 En el Libro de la Defensa de Corea del Sur, aparecen varios objetivos que, en conjunto, comprenden el objetivo nacional de ese país. Se formulan varios objetivos que reflejan los valores básicos de la ciudadanía, encaminados hacia la existencia y la perpetuidad de Corea como nación. Luego se enumeran tres objetivos específicos, relacionados principalmente con: la reunificación de toda la nación coreana, en una visión geohistórica amplia, como una forma de reconstituir y, por lo tanto, perpetuar la existencia de la nación coreana, actualmente dividida en 151 Ibídem, pp. 1-2. 152 Ibídem, p. 2. 153 Ibídem, p. 49.

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Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

dos Estados; la potenciación de los derechos de los ciudadanos; y su estatus como Estado en la comunidad internacional. Conviene destacar que el gobierno de la república de Corea considera a sus objetivos nacionales y políticos de seguridad como los principios que guían su política de defensa. Asimismo, estima que los objetivos nacionales reflejan los valores básicos de los ciudadanos coreanos, contribuyen a la sobrevivencia, existencia y prosperidad de la nación. Corea está dispuesta a perseguir esos objetivos bajo cualquier conjunto de circunstancias. Un hito en la formulación de los objetivos nacionales de ese país asiático es una reunión de gabinete el 16 de febrero de 1973 en que se definen como objetivos nacionales los siguientes:154

First, to assure permanent Independence by safeguarding the existence of the nation under the ideal of free democracy and peaceful national unification. Second, to achieve social welfare by guaranteeing the freedom and constitutional rights of the people and by fostering a balanced improvement in their living standards. Third, to promote the country’s international status and contribute to the realization of a lasting peace throughout the world.

Todos estos objetivos pueden considerarse de carácter permanente, incluso el primero de ellos, que busca la reunificación, hasta que ella se logre, ya que después se transformará en un objetivo de conservación y consolidación de esa condición ideal, que debe ser normal en todo Estado Nación. En forma aproximadamente similar a España, el objetivo nacional de Corea, presupone, como requisitos básicos, la intangibilidad de sus elementos fundamentales o elementos constitutivos del Estado y los engloba dentro del valor y objetivo básico de existencia y del objetivo de prosperidad, que obviamente presupone el de existencia. Asimismo, el objetivo de proteger a la población, está implícito en esos dos objetivos nacionales; y además, en los valores básicos de los ciudadanos coreanos y, en forma más explícita, en la protección de su libertad y derechos. En el Libro de la Defensa, de Polonia, se establecen cuatro objetivos (anteriormente señalados en el capítulo IV) que incluyen, cada uno, varios valores e intereses nacionales de gran importancia. Puede 154 THE REPUBLIC OF KOREA Defense White Paper 1991-1992. The Ministry of National Defense. 1992, p. 20.

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Capítulo V

apreciarse que en Polonia, los elementos fundamentales del Estado están considerados dentro de los dos primeros objetivos. Además, puede observarse, en el segundo objetivo nacional de Polonia, la mención explícita a que la política de seguridad de esa nación, debe garantizar la seguridad del orden constitucional democrático y otros valores básicos de la ciudadanía, principio que concuerda con lo establecido en la política de defensa de España, la que considera que “La misión de la defensa es contribuir a garantizar estos valores...”, etc. Asimismo, coincide aproximadamente con la política de defensa de Francia, que en el fondo, expresa en uno de sus objetivos, “promover la democracia y el derecho”. También coincide, en parte con lo expresado en la política de defensa de Corea, que busca “asegurar la independencia bajo las ideologías de la democracia liberal” y “proteger la libertad y los derechos de sus ciudadanos”. En el Libro de la Defensa de Argentina se enumeran diversos intereses vitales de la nación, que conforman sus objetivos nacionales, como también, los intereses estratégicos, que son los que inciden en el logro de los intereses nacionales. Cabe hacer presente que los intereses vitales y estratégicos aquí señalados, pueden considerarse como objetivos nacionales.155

“Las FF.AA. (...) además de tener por objetivos inmediatos y específicos el proveer a la defensa común y garantizar de modo permanente, la soberanía e independencia de la nación, su integridad territorial y su capacidad de autodeterminación, también contribuyen al sustento, a través del respeto a estos valores básicos, de ese bien común al cual sirven como objetivo ulterior”.156 “Estos valores fundamentales también son válidos en el campo internacional, desde la perspectiva argentina. La vigencia de sistemas democráticos y un clima de paz con justicia que posibilite el desarrollo del bienestar de las demás sociedades, constituyen aspiraciones para nuestro país, junto con el establecimiento de relaciones estrechas de amistad, cooperación

155 Se han citado en el capítulo anterior, aquellos intereses que tienen relación directa con la defensa nacional, al constituir intereses vitales, los que también se asocian con el problema concerniente al presente capítulo relativo a los objetivos nacionales. 156 Libro Blanco de la República Argentina. República Argentina Ministerio de Defensa. Impreso por Departamento Artes Gráficas del Servicio de Hidrografía Naval. Buenos Aires. 1999, p. 42. (Subrayado del investigador).

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Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

e integración, en especial con los vecinos de la región, puesto que el desarrollo de ellos redundará, sin duda, en el de nuestro propio país”.157 “Los intereses vitales “Son aquellos que afectan sensiblemente a la nación misma y a su población, adquiriendo, por lo tanto, un alto grado de inmutabilidad”.158 “Es por ello que están establecidos por los máximos representantes del pueblo de la nación, esto es, por el Congreso, a través de la Ley de Defensa Nacional. Sin embargo debe tenerse en cuenta que por las implicancias de los intereses vitales, en situaciones críticas para la seguridad de la nación, estos solo adquirirán su real carácter de vitales cuando cuenten con el sustento mayoritario de la sociedad, que aporte la convicción de preservarlos frente a una agresión”.159 “De esta referencia legal se infiere que los intereses vitales son: • • • •

La soberanía e independencia de la nación argentina. Su integridad territorial. Su capacidad de autodeterminación. La protección de la vida y la libertad de sus habitantes”.160

“Como puede verse, estos intereses, que son autoexplicativos, hacen a la existencia misma de la nación argentina, lo cual indica el grado de atención y prioridad con que el Estado debe garantizarlos, y en consecuencia, la medida en la que serán considerados en las definiciones políticas que hacen a nuestra Defensa Nacional”.161

“Intereses estratégicos Esta clase de intereses son los que de una manera u otra inciden en el logro de los intereses nacionales. Si bien tienen también carácter de fines, su menor prelación respecto a los intereses vitales –a los cuales contribuyen– los hace menos permanentes que aquellos, al tener una mayor asociación con 157 Ibídem. (Subrayado del Investigador). 158 Ibídem. 159 Ibídem. (Subrayado del Investigador). 160 Ibídem. (Subrayado del Investigador). 161 Ibídem, p. 43. (Subrayado del investigador).

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Capítulo V

• • • • • • • • • • • • •

las características variables que presente el escenario estratégico y el desarrollo de las relaciones internacionales del país”.162 “Sin que implique una priorización (lo que es materia del planeamiento estratégico), se incluyen a los siguientes, entre los principales que guardan relación con la defensa, en función de lo que impone la normativa nacional vigente: La paz y seguridad internacionales. Las restricciones de armas de destrucción masiva. La integración y seguridad regionales. El crecimiento económico-social. El crecimiento científico-tecnológico. La preservación de la nación frente a la amenaza del narcotráfico y el terrorismo internacionales. Los recursos naturales, renovables y no renovables. La preservación del medioambiente. Los espacios marítimos, insulares y fluviales de interés. El espacio aéreo argentino. Los pasajes interoceánicos. La preservación de vacíos geopolíticos. La preservación del posicionamiento argentino en el Sistema Antártico”.163

En el Libro Política de la Defensa Nacional del Ecuador, encontramos algunos párrafos atingentes al tema de los objetivos e intereses nacionales, que explicitan los objetivos específicos y aportan valiosos conceptos a la teoría sobre este tema: “Los intereses y objetivos nacionales “Los intereses nacionales encuentran su esencia en valores de naturaleza interna o externa de nuestro país y son sentimientos, anhelos, inquietudes, creencias, convicciones, decisiones, manifestaciones voluntarias, cuyas formas superiores se convierten en ideales que constituyen los valores de la convivencia social. Con los intereses se identifican las aspiraciones nacionales, como una dimensión integradora que emana de la conciencia 162 Ibídem. (Subrayado del Investigador). 163 Ibídem.

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Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

nacional; unas y otras pueden estar revestidas de un significado tal que se confunden con el propio destino de la nacionalidad, en razón de que se unen para la sobrevivencia, identidad y evolución de la nación como tal. Estos intereses deben expresarse en objetivos capaces de sustentar grandes acuerdos estratégicos entre los diversos componentes de la nación, los que en una dimensión política se vinculan con la democracia, el combate a la corrupción, el desarrollo nacional y un tratamiento de los problemas de gobernabilidad”.164 “La realización de esos valores, intereses y aspiraciones es lo que se denomina el bien común de la nación. El concepto de bien común se traduce en los objetivos nacionales que son la expresión de la voluntad de los intereses y aspiraciones del pueblo que, en una determinada fase de su evolución histórica como nación, trata de satisfacer para lograr la seguridad y bienestar de la comunidad”.165 “Los objetivos nacionales se identifican con los elementos básicos de la nacionalidad y comprenden las variables que actúan en forma efectiva a lo largo de la evolución histórica y cultural de la comunidad nacional, plasmando su propia identidad en base de los siguientes condicionantes: calidad de vida, desarrollo integral y sostenible, democracia y gobernabilidad, justicia social y redistribución de la riqueza, seguridad jurídica, manejo adecuado de los recursos naturales, fortalecimiento de la defensa nacional”.166 “Los objetivos nacionales son intereses y aspiraciones vitales de un pueblo que subsisten por largo tiempo y constituyen el ideal superior que guía la vida de la comunidad”.167 “Actualmente se persiguen los siguientes objetivos”: (se copia sólo los nombres, sin indicar los valores que cada uno implica y que están explicados extensamente en el texto original):

“• Integridad territorial. • Soberanía nacional. • Integración nacional. • Democracia. 164 Política de la Defensa Ecuador, op. cit., pp. 69-70. (Subrayado del investigador). 165 Ibídem, p. 70. (Subrayado del investigador). 166 Ibídem. 167 Ibídem, p. 72. (Subrayado del investigador).

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Capítulo V

• Desarrollo integral sustentable. • Justicia social. • Seguridad”.168 En el Libro Blanco de la Defensa Nacional del Perú se expresan interesantes conceptos acerca de los objetivos e intereses nacionales, que también aportan valiosos elementos de juicio a la teoría sobre este tema. Hemos seleccionado los siguientes párrafos textuales: “Concepción política y estratégica “El Perú tiene como política de Estado, el estricto respeto al derecho internacional, la igualdad jurídica y soberana de los Estados; el principio de la no-injerencia y la no-intervención en los asuntos internos de otros países; la libre determinación de los pueblos, el fiel cumplimiento de los tratados, la solución pacífica de conflictos y la prohibición del uso o amenaza de uso de la fuerza; el derecho soberano de cada nación de construir y mantener libremente su sistema socio-económico y sistema político que ellos mismos elijan”. “Al mismo tiempo, el Perú reafirma el ejercicio de su soberanía e independencia nacional, su existencia y la integridad de su territorio y de su patrimonio, así como la protección y consecución de sus intereses, aspiraciones y objetivos, actuando con plena autonomía y libre de toda subordinación, frente a cualquiera amenaza, riesgo o desafío”. “El Estado peruano en su proceso de desarrollo y consolidación, se mantiene alerta y preparado a fin de hacer frente a las amenazas contra la nación y el Estado, a fin de garantizar su seguridad, base indispensable para lograr el desarrollo y alcanzar sus objetivos”.169 “Seguridad y Defensa Nacional “La seguridad es la situación en la cual el Estado tiene garantizado su independencia, soberanía e integridad y, la población los derechos fundamentales establecidos en la Constitución”.170

168 Ibídem, pp. 70-71. (Subrayado del investigador). 169 Libro Blanco de la Defensa Nacional de Perú. Ministerio de Defensa del Perú. p. 61. (Subrayado del investigador). 170 Ibídem, p. 62. (Subrayado del investigador).

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Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

“Esta situación contribuye a la consolidación de la paz, al desarrollo integral y a la justicia social, basada en los valores democráticos y en el respeto a los derechos humanos”.171 “Los intereses nacionales están constituidos por las necesidades y aspiraciones, amplias y duraderas que posee la nación y se traducen en objetivos nacionales, que vienen a ser la expresión formal de los intereses y aspiraciones nacionales”.172 “La Política de Seguridad Nacional en el Acuerdo Nacional. 173 El esfuerzo por interpretar los intereses y aspiraciones de la nación han sido materializados en el Acuerdo Nacional del año 2002, que con la participación de representantes de organizaciones de la sociedad civil y del Estado, han señalado y definido como objetivos, los siguientes: (se transcriben sólo los títulos o nombres de cada objetivo, los cuales, en el texto original están explicados en forma completa)

• • • •

Democracia y estado de derecho. Equidad y justicia social. Competitividad del país. Estado eficiente, transparente y descentralizado”.

“Nos comprometemos a mantener una política de seguridad nacional que garantice la independencia, soberanía, integridad territorial y la salvaguarda de los intereses nacionales. Consideramos que esta es una tarea que involucra a la sociedad en su conjunto, a los organismos de conducción del Estado, en especial a las Fuerzas Armadas, en el marco de la Constitución y las leyes. En tal sentido, nos comprometemos a prevenir y afrontar cualquier amenaza externa o interna que ponga en peligro la paz social, la seguridad integral y el bienestar general”.174

“Objetivos y Políticas del Estado para la Seguridad Nacional.175 ”Objetivo “Permanencia y continuidad de la nación, del Estado en el que se organiza y del territorio en el que se asienta, en un marco de paz y seguridad. 171 Ibídem. (Subrayado del investigador). 172 Ibídem. (Subrayado del investigador). 173 Ibídem, p. 63. 174 Ibídem, p. 64. (Cursiva del texto original, subrayado del investigador). 175 Ibídem, pp. 64-65. (Subrayado del investigador).

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Capítulo V

Para alcanzar este único objetivo de seguridad se elaboran dos políticas:

Políticas: a. Preservar la independencia, soberanía, integridad del territorio y los intereses nacionales. b. Maximizar el poder nacional y proyectarlo, para mantener al país libre de amenazas o en condiciones de enfrentarlas exitosamente”. “Objetivos y Políticas del Estado para la Defensa Nacional.176 Objetivo 1 Mantenimiento de la independencia, soberanía, integridad territorial y defensa de los intereses nacionales. (Cada objetivo, a su vez, da origen a una serie de políticas que están señaladas en el documento en estudio, que no transcribiremos en este trabajo). Objetivo 2 Fortalecimiento del sistema político democrático. Objetivo 3 Condiciones económico-estratégicas que aseguren la paz, la integración y la prosperidad. Objetivo 4 Fortalecimiento de la conciencia e identidad nacional. Objetivo 5 Protección y promoción de los intereses nacionales en el ámbito internacional”.

Cuadros sinópticos comparativos A continuación se presentan seis cuadros que resumen los principales valores contenidos en los intereses y objetivos nacionales oficiales de los nueve países considerados en este estudio teórico. Corresponden a los intereses y objetivos nacionales señalados en los capítulos IV y V. Ellos permiten comparar estos valores en los distintos países señalados y demuestran la universalidad de gran parte de esos intereses y objetivos nacionales.

176 Ibídem, pp. 65-66. (Subrayado del investigador).

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Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

CUADRO A VALORES DE LA POBLACIÓN Nº

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

1.

POBLACIÓN

2.

Derechos constitucionales.

X

3.

Derechos humanos y libertades.

X

4.

Libertad.

X

X

5.

Promoción de derechos humanos.

X

X

6.

Seguridad de los ciudadanos.

X

X

X

X

7.

Seguridad.

X

X

X

X

8.

Seguridad integral.

X

X

X

X

9.

Prosperidad de sus ciudadanos.

X

X

X

X

10.

Prosperidad de la nación.

X

X

X

X

11. Estabilidad.

X

X

X

X

12. Bienestar.

X

X

X

X

X

Protección de la vida 13. y bienestar de sus habitantes.

X

X

X

X

X

X

X

X X

X X

X

X

Protección de 16. los nacionales en cualquier lugar.

X

Fortalecimiento 17. de la conciencia e identidad nacional.

X

89

X X

X

14. Integración nacional. Desarrollo y 15. enriquecimiento de la identidad nacional.

X

X


Capítulo V

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

Supervivencia de la nación. 18. Sobrevivencia de la nación. 19.

Preservación de la nación.

20.

Existencia del Estado o la nación.

X

X X

Permanencia y 21. continuidad de la nación y del Estado. 22.

X X

Conservación del patrimonio nacional.*

23. Patrimonio cultural.*

X

X

X X

Nota: *= Está considerado también en el territorio y en el desarrollo económico y social. CH= CHILE // AR= ARGENTINA // PE= PERÚ // EC= ECUADOR // EU= ESTADOS UNIDOS // FR= FRANCIA // ES= ESPAÑA // PO= POLONIA // CO= COREA.

90


Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

CUADRO B VALORES DEL TERRITORIO Nº

VALORES

1.

TERRITORIO

2.

Integración territorial.

3.

Accesos navales y marítimos.

4.

Bienes y actividades dentro de las fronteras.

5.

Infraestructuras críticas.

6.

Infranqueabilidad de las fronteras.

7.

Seguridad de los aprovisionamientos, especialmente a lo largo de las rutas marítimas.

8.

Protección del medioambiente global (de daños severos).

9.

Preservación del medioambiente.

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

X

X

X

X

X

X

X

X

X X

X

X X X

X

X

X

Recursos naturales 10. renovables y no renovables.

X

Espacios marítimos, 11. insulares, aéreos y fluviales de interés.

X

12.

Pasajes interoceánicos.*

X

13.

Preservación de vacíos geopolíticos.

X

X

91


Capítulo I

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

Preservar posicionamiento 14. en el Sistema Antártico*. 15.

X

Conservación del patrimonio nacional.

16. Patrimonio cultural.

X

X

X

17.

Riquezas económicas.

X

18.

Medios de comunicación.

X

Nota: *= Son valores no universales, sino regionales o locales. CH= CHILE // AR= ARGENTINA // PE= PERÚ // EC= ECUADOR // EU= ESTADOS UNIDOS // FR= FRANCIA // ES= ESPAÑA // PO= POLONIA // CO= COREA.

92


Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

CUADRO C VALORES DE LA SOBERANÍA Nº

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

1.

SOBERANÍA NACIONAL

X

2.

Instituciones de la república.

X

3.

Independencia política nacional.

X

Capacidad de

4. autodeterminación y autonomía.

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

5.

Orden constitucional democrático.

X

6.

Observación de la ley y solidaridad.

X

7.

Democracia.

X

X

X

X

X

8.

Democracia avanzada.

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Promoción de la

9. democracia y el derecho.

Igualdad de 10. oportunidades para todos.

X

X

12. Libertad política.

X

Tolerancia de la sociedad.

X

Cultura y 14. tradiciones, lenguas e instituciones.

X

15.

X

X

11. Bienestar general.

13.

X

Nuestra forma de vida.

X

93


Capítulo V

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

16. Nuestros derechos.

X

17. Nuestros bienes.

X

18. Nuestros intereses.

X

Adhesión al imperio 19. de la ley. Estado de derecho. 20.

X

Control civil de las FF.AA.

X

Fortalecimiento del 21. sistema político democrático.

X

Estado eficiente, 22. transparente y descentralizado.

X

23.

X

Combate a la corrupción.

X

24. Gobernabilidad. Convivencia 25. ciudadana pacífica y solidaria. 26. Paz social. Paz.

X

X X

X

X

X

X

Nota: Promoción de este control en otros Estados; lo que podría considerarse como asunto de relaciones internacionales. CH= CHILE // AR= ARGENTINA // PE= PERÚ // EC= ECUADOR // EU= ESTADOS UNIDOS // FR= FRANCIA // ES= ESPAÑA // PO= POLONIA // CO= COREA.

94


Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

CUADRO D VALORES DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES Nº

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

RELACIONES INTERNACIONALES

1.

Logro de los objetivos nacionales en el ámbito internacional.

2.

Paz justa en Europa y el mundo.

3.

Paz. Paz con justicia.*

4.

Proyección internacional.

X

5.

Mantención de buenas relaciones internacionales.

X

6.

Responsabilidades internacionales.

X

7.

Seguridad física de nuestros aliados.

X

8.

Compromisos con nuestros aliados.

X

9.

Protección ante crisis que puedan originar corrientes de refugiados.

X

10.

Intereses nacionales humanitarios.

X

11.

Ayuda al desminado humanitario.

X

X

X X

12. Liderazgo mundial. 13.

X

X X

X

X

Buscar la pacífica unificación.

X

95


Capítulo V

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

Estatus en la 14. comunidad internacional.

X

Relaciones de amistad, cooperación 15. e integración en especial con los vecinos.

X

Restricciones 16. de armas de destrucción masiva.

X

17. Integración regional.

X

18. Seguridad regional.

X

Protección contra narcotráfico 19. y terrorismo internacionales.

X

20.

Respeto al derecho internacional.

X

Igualdad jurídica 21. y soberana de los Estados.

X

No injerencia y no intervención en los 22. asuntos internos de otros Estados.

X

23.

Libre determinación de los pueblos.

X

24.

Fiel cumplimiento de los tratados.

X

25.

Solución pacífica de los conflictos.

X

Prohibición del uso o 26. amenaza del uso de la fuerza.

X

96


Objetivos nacionales específicos de algunos Estados, según sus libros de la defensa

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

Derecho de cada nación a construir 27. su sistema socio económico y político. 28.

X

Competitividad del país.

X

Protección y prevención de los 29. intereses nacionales en el ámbito internacional.

X

Nota: *= Están incluidos también en soberanía nacional. CH= CHILE // AR= ARGENTINA // PE= PERÚ // EC= ECUADOR // EU= ESTADOS UNIDOS // FR= FRANCIA // ES= ESPAÑA // PO= POLONIA // CO= COREA.

97


Capítulo V

CUADRO E VALORES DEL DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL Nº

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL 1.

Condiciones para el desarrollo social y económico amplio y estable del país.

Desarrollo económico alto, 2. sostenido y sustentable.

X

X

X

3.

Justicia social y equidad.

X

X

4.

Desarrollo integral sustentable.

X

X

Desarrollo social acorde con el desarrollo 5. económico, basado en capacidad e igualdad de oportunidades.

X

X

6.

Desarrollo político, humano, cultural y económico.

7.

Intereses económicos en juego.

X

8.

Promoción del desarrollo sustentable.

X

9.

Crecimiento económico-social.

X

X

98


VALORES

Crecimiento 10. científicotecnológico.

CH AR PE EC EU FR ES PO CO X

11.

Prosperidad de sus ciudadanos.*

X

X

X

X

12.

Prosperidad de la nación.*

X

X

X

x

Nota: *= Están también consignados en población. CH= CHILE // AR= ARGENTINA // PE= PERÚ // EC= ECUADOR // EU= ESTADOS UNIDOS // FR= FRANCIA // ES= ESPAÑA // PO= POLONIA // CO= COREA.

99


Capítulo V

CUADRO F VALORES DE OTROS INTERESES NACIONALES Nº

VALORES

CH AR PE EC EU FR ES PO CO

OTROS INTERESES NACIONALES 1.

Logro de los demás objetivos nacionales.

X

X

Consecución de otros intereses, 2. aspiraciones y objetivos.

X

3.

Salvaguarda de los intereses nacionales.

4.

Defensa de los intereses vitales.

X

5.

Velar por los intereses estratégicos para prevenir amenazas a nuestros intereses vitales.

X

6.

Intereses nacionales.

X

7.

Condiciones económicoestratégicas que aseguren la paz, la integración y la prosperidad.

X

X

CH= CHILE // AR= ARGENTINA // PE= PERÚ // EC= ECUADOR // EU= ESTADOS UNIDOS // FR= FRANCIA // ES= ESPAÑA // PO= POLONIA // CO= COREA.

100


CAPÍTULO VI los objetivos nacionales y las hipótesis de conflictos

101


Los objetivios nacionales y las hipótesis de conflictos

De acuerdo a nuestra doctrina académica, que por su lógica es concordante con la de numerosos otros Estados, la formulación de los objetivos nacionales se hace tras una apreciación nacional al más alto nivel, en la cual se interpretan los intereses y aspiraciones nacionales, y los valores básicos de la nación para determinar así sus objetivos ideales y a la vez reales, que pueden efectivamente lograrse en el futuro próximo o a largo plazo, con la constante aplicación del poder nacional, impulsado por la voluntad nacional. Como el poder nacional es un conjunto de recursos humanos y materiales, cuya resultante es variable y relativa, en comparación con el poder nacional de otros Estados, al estimarlo, necesariamente se hace una primera evaluación de las capacidades del propio Estado para lograr sus objetivos, tanto internos como externos, en relación con los objetivos –formulados o deducidos– de otros Estados y de sus respectivos poderes nacionales; ya que podrían deducirse, en algunos casos, objetivos o intereses nacionales correspondientes a distintos Estados, contrapuestos entre sí, lo que podría generar eventuales conflictos internacionales, aunque el Estado que hace la apreciación posea el adecuado poder nacional para lograr los propios objetivos, debido a posibles interferencias derivadas de esa contraposición de objetivos. En esa apreciación nacional de alto nivel, vale la pena reiterar los factores condicionantes señalados por el MGL. Alejandro Medina Lois:177 – Condicionantes de orden geográfico o geopolítico, tanto nacionales como internacionales. – Realidad histórico-cultural del país y su previsión futura. – Realidad histórica internacional y su previsión futura. Esa apreciación nacional es bastante semejante, en el fondo, en distintos países, como por ejemplo, la que preconiza la doctrina del CAEM de Perú, entre otros. En ese proceso se establecen los objetivos nacionales permanentes, o el objetivo nacional permanente, según se formulen varios objetivos nacionales paralelos o simultáneos o un solo conjunto, que, de todas maneras, va a considerar varios objetivos e intereses nacionales parciales como componentes específicos de la concepción de conjunto. 177 Medina Lois, op. cit., p. 15.

103


Capítulo VI

En el caso de Chile, esos objetivos están formulados y escritos en el L.D.N. 2003, que mantuvo los mismos del libro anterior, publicado en 1997. Una vez formulados los objetivos nacionales permanentes y actuales, en lo que se refiere a la defensa nacional, se realiza el proceso de planificación primaria, la que se basa, fundamentalmente, en el documento denominado “Apreciación Global Político Estratégica”, que también tiene carácter de documento y proceso permanente, de periódica y constante revisión y actualización. La A.G.P.E. se inicia con el análisis del o de los objetivos nacionales permanentes y de los objetivos nacionales actuales (también formulados previamente a esta Apreciación Global Político Estratégica). Este estudio incluye el análisis de la situación nacional e internacional y de los presentes objetivos nacionales permanentes y actuales y objetivos políticos de otros Estados, ya sea formulados explícitamente o los supuestos objetivos que pueden deducirse de sus intereses derivados de sus condiciones geopolíticas y geohistóricas y de su poder nacional; con el objeto de deducir, posibles superposiciones o contraposiciones que eventualmente pudiesen producir interferencias con el o los objetivos nacionales permanentes o actuales del propio Estado, especialmente en relación con los intereses nacionales en juego. Del estudio de esas eventuales interferencias se derivan posibles hipótesis de conflicto, cuya determinación constituye una de las finalidades primordiales de la Apreciación Global Político Estratégica, de la cual deben extraerse elementos de juicio útiles para planificar la forma de enfrentar esas hipótesis de conflicto, en el caso eventual de que pudiesen ocurrir realmente y convertirse en peligros o amenazas que pongan en riesgo la seguridad del propio Estado y el logro de sus objetivos nacionales. El L.D.N. de Chile de 1997 expresa:

“Toda defensa, en última instancia, se funda en hipótesis de conflicto, es decir, en escenarios supuestos de riesgo de colisión de intereses entre un país o una alianza y otro país o alianza de países. Difícilmente un Estado podrá formular su política de defensa y diseñar su dispositivo militar si no es en función de tales hipotéticos escenarios. No obstante, es importante considerar, a lo menos, tres rasgos generales de las hipótesis de conflicto. Primero, el fundamento de los escenarios de riesgo es diferente en las distintas áreas del planeta. Hay zonas en que ellas se fundan sobre factores religiosos, otras en que priman los 104


Los objetivios nacionales y las hipótesis de conflictos

elementos étnicos, algunas donde impactan más las causales político-ideológicas y, en fin, ciertas áreas en las que los factores preponderantes son de tipo histórico y territorial. Segundo, una hipótesis de conflicto es distinta de su probabilidad de ocurrencia. Como se ha dicho, por hipótesis de conflicto se entiende la suposición de una colisión de intereses a partir de alguno de los factores citados o de una mezcla de ellos. Algo distinto es la probabilidad de su ocurrencia; esta se establece por medio del análisis de indicadores que anuncian la posible transformación de un escenario eventual de riesgo en uno real de colisión. Anticipar, por medio de técnicas prospectivas, el modo en que pueden variar los indicadores asociados a una hipótesis de conflicto permite trabajar por la paz para, precisamente, evitar el conflicto. Tercero, en un contexto de interacción y cooperación, es decir, de paz, la probabilidad de ocurrencia de una hipótesis de conflicto disminuye y esta disminución estimula, a la vez, la voluntad por identificar nuevos ámbitos de interacción y cooperación entre los Estados, lo que, en algunas conceptualizaciones sobre la defensa, se consideran “hipótesis de colaboración”. Sin embargo, ni siquiera las “hipótesis de colaboración” excluyen del todo situaciones variables de conflictividad. Por eso, la capacidad política de los gobiernos, expresada esencialmente en la acción diplomática, es central para impedir que situaciones coyunturales socaven la paz, aunque ello no exime a los Estados de su responsabilidad de suponer escenarios en que ese propósito no sea posible y que, por tanto, puedan desembocar en una situación de crisis o, peor aún, de guerra”.178

En consecuencia, en todos estos procesos: apreciación nacional y después, en la Apreciación Global Político Estratégica, los objetivos nacionales propios o de otros Estados tienen una importancia preponderante, ya que son ellos los que sirven de guías generales de toda la política nacional y de elementos de juicio fundamentales para deducir eventuales posibilidades de conflicto internacional en que el propio Estado puede verse implicado. En el caso de los objetivos nacionales de otros Estados, pueden deducirse algunos intereses, aspiraciones y objetivos que no están formulados oficialmente, pero que, en forma evidente existen, por mo178 Libro de la Defensa, op. cit., p. 37.

105


Capítulo VI

tivos derivados de la situación histórica o geopolítica, que han sido expresados como aspiraciones de la ciudadanía o en documentos no oficiales, o que se derivan de otros intereses que sí están formulados oficialmente, y que, al cotejarse con los objetivos nacionales propios, se interfieren con ellos. En tales casos, esas posibles interferencias, deben considerarse preferentemente, con el propósito de poder hacer frente a eventuales amenazas e hipótesis de conflicto, ya que, si no fuesen estudiados y considerados oportunamente, podrían provocar sorpresas político-estratégicas. El estudio de los otros factores asociados a los objetivos nacionales, especialmente el poder nacional, propio y el de otros Estados, es fundamental en todo este tipo de apreciaciones. En síntesis, la referencia a los objetivos nacionales permanentes y actuales, oficialmente formulados por otros Estados constituye un elemento de juicio indispensable, pero no suficiente, en atención a que existen algunos intereses nacionales, a veces de carácter vital, no oficializados, útiles para el adecuado análisis realista de la situación externa del Estado, para deducir su política exterior y su política de defensa, entre otros aspectos de la política nacional o de Estado. En síntesis, se trata de apreciar los intereses de otros Estados, con total realismo y deducir razonadamente lo que son capaces de hacer, especialmente con sus Fuerzas Armadas y poder nacional, que pueda afectar los intereses y objetivos nacionales del propio Estado, en su verdadera magnitud y no limitarse a considerar solo sus declaraciones oficiales y sus objetivos nacionales formulados oficialmente. La definición dada por el L.D.N. de Chile, año 1997, es la siguiente: “Apreciación Global Político-Estratégica: Análisis sistemático e interdisciplinario de la situación interna e internacional para deducir las potencialidades y vulnerabilidades del país, así como las interferencias que podría encontrar en la consecución de sus objetivos nacionales. De ella se derivan oportunidades de cooperación e hipótesis de conflicto. Es un documento básico en la elaboración de las políticas de seguridad y defensa”.179

179 Ibídem, p. 213.

106


conclusiones

107


Conclusiones

A. Deducidas de conceptos emitidos por algunos autores, Escuelas y Libros de la Defensa de varios países acerca de los Objetivos Nacionales y términos relacionados 1. Objetivos e intereses nacionales En las definiciones o conceptos generales acerca de estos términos, expresados en algunas fuentes bibliográficas, se emplea indistintamente las expresiones: objetivos nacionales e intereses nacionales, si no como sinónimos, sí, con un mismo rango o significado, para señalar metas o valores específicos que deben alcanzarse o mantenerse y que deben orientar la acción de la política nacional. Los intereses nacionales expresan los valores nacionales –espirituales o materiales– que la nación considera más preciados para su Bien Común. Los objetivos nacionales expresan la voluntad de la nación para emplear su poder nacional para lograr o defender esos valores, cómo, cuándo, dónde y con qué propósito, de seguridad o de desarrollo y dentro de qué plazos y demás circunstancias de la acción. 2. Intereses nacionales e interés nacional Aunque algunos autores distinguen claramente como conceptos diferentes el de interés nacional, en singular, y el de intereses nacionales, en plural, otros autores emplean indistintamente ambas expresiones sin hacer diferencias entre ellas. Como observamos a lo largo del estudio, el concepto de “interés nacional”, en singular, es un criterio de análisis. En esta calidad sirve para adoptar una determinada política o resolver una situación histórica. Es pertinente aclarar que desde esta perspectiva, se observa que el interés nacional en su acepción en singular se distingue de la acepción en plural en que esta última constituye los valores sustanciales de los objetivos nacionales. El interés nacional debe primar por sobre el interés particular o de un grupo económico, que no represente a la nación, en su conjunto y a las necesidades e intereses de seguridad y de desarrollo nacional del país. 3. Necesidades, intereses y aspiraciones nacionales Algunos autores consideran que se da una secuencia de estos tres conceptos, como sigue: de las necesidades percibidas, como carencias importantes respecto a una situación o condición favorable 109


Conclusiones

o benéfica para el logro del Bien Común, se generan los intereses, que son los deseos colectivos de satisfacer esa carencia; o si el Estado tiene una situación o condición favorable, existe la necesidad y conveniencia de conservarla; a su vez, las aspiraciones son los intereses seleccionados por la propia nación o población, que los percibe como indispensables y alcanzables y por lo tanto “se han hecho carne” en su conciencia colectiva. Puede deducirse que las aspiraciones son de carácter relativo, ya que, por una parte, pueden significar satisfacer necesidades o mejorar condiciones que se estiman desfavorables; que se han perdido o deteriorado y que, por lo tanto, han significado un retroceso y es conveniente recuperar, o bien, avanzar desde una condición o nivel determinado hacia un nivel superior que se aprecia más benéfico. En ambos casos, se trataría de aspiraciones. También sería el caso de mantener o conservar una situación o condición valórica, indispensable para el bien común. (Por ejemplo, la paz, la seguridad, el desarrollo económico, etc.). Aunque ello, no siempre, se considera una aspiración propiamente tal, sino un interés valórico de condición benéfica.

4. Clasificación de los objetivos nacionales Las clasificaciones de los OO.NN. también obedecen a distintos enfoques o criterios, y fundamentalmente a las categorías aplicables. En relación a su importancia, la mayoría de los autores los definen en objetivos vitales y objetivos opcionales. Entre estos autores, están la Escuela Superior de Guerra de Brasil. Según su vigencia, otra clasificación de los OO.NN. es en objetivo nacional permanente y objetivo nacional actual. En síntesis, coexisten distintas y diferentes clasificaciones de los objetivos nacionales y de los intereses y aspiraciones nacionales, lo que significa que, formalmente, no hay una teoría común sobre este tema, sino diferentes escuelas y doctrinas. Sin embargo, en los aspectos sustanciales y de fondo, puede apreciarse que existe bastante consenso en los diversos conceptos teóricos. En realidad, con distintos términos, hay referencia a objetivos vitales, elementales, fundamentales, básicos o de supervivencia, por un lado; a objetivos valóricos, rectores, principios básicos o intereses inmateriales en otra categoría; un tercer grupo, está constituido por objetivos operacionales, de progreso, de desarrollo o de avance; y un cuarto grupo, de objetivos aspiracionales, que deben formularse como metas ideales que se desea alcanzar, pero cuya consecución 110


Conclusiones

debe esperar condiciones y recursos que aún no se tiene, pero que se busca lograr en el futuro. Las dos primeras categorías de objetivos o intereses son de carácter permanente, generalmente, y buscan la conservación o mantención, de una condición favorable. En cambio, el tercer y cuarto grupo de términos, se refiere a metas por alcanzar y podrían identificarse, en general, con los objetivos nacionales actuales, y con objetivos nacionales aspiracionales, con miras a lograrse en el futuro o largo plazo. Por nuestra parte, proponemos una clasificación de los objetivos nacionales, atendiendo a once categorías distintas. En todo caso debe tenerse presente que un mismo objetivo nacional puede ser clasificado de acuerdo a esas once categorías, ya que no son excluyentes. Por ejemplo, un mismo objetivo nacional puede ser: permanente, vital, operativo, valórico, oficial, etc.

5. Naturaleza de los OO.NN. Entre las categorías de clasificación, la naturaleza de los objetivos nacionales es de fundamental importancia. La mayoría de los autores y doctrinas estiman que existen objetivos nacionales e intereses nacionales de carácter esencialmente valórico, inmaterial o moral y otros que son de índole geográfica, estratégica o material, ya que están constituidos por condiciones geográfico-políticas o geopolíticas y geoestratégicas, que pueden dar ventajas relativas y por lo tanto tienen un especial valor para la existencia del Estado, para su desarrollo y para su seguridad. De allí se genera la condición de objetivos o intereses vitales, o fundamentales, los que, en general, se identifican con los elementos constitutivos del Estado: población, territorio y soberanía. Además, estos intereses se relacionan estrechamente con el poder nacional, como conjunto de recursos materiales y espirituales de que puede disponer el Estado para lograr sus objetivos nacionales y para su desarrollo y su seguridad y defensa. Generalmente, los objetivos e intereses valóricos inmateriales más preciados por la ciudadanía están expresados en la Constitución Política y son normativos de toda su actividad cívica y política. En cambio, los objetivos y los intereses de carácter geopolítico, están consignados solo en algunos documentos o libros, como es el caso de los L.D.N. Es así como, por ejemplo, en la Constitución Política de Chile, están expresados algunos valores inmateriales permanentes, muchos de ellos de carácter universal, que la ciudadanía aprecia intensamente, 111


Conclusiones

y que constituyen las bases de la institucionalidad y los derechos y deberes constitucionales, tales como: el derecho a la vida, la libertad, la dignidad e igualdad de las personas, la protección de la población, la democracia, el estado de derecho, la propiedad, etc. En cambio, en el L.D.N. de Chile, 1997, y en L.D.N. de Chile, 2002, además de algunos de esos valores constitucionales, se hace mención a los valores, intereses y objetivos geográficos o geopolíticos, tales como, por ejemplo, conservar la integridad territorial; o desafíos geopolíticos, como por ejemplo, el Pacífico, la Antártica y el espacio polar austral, Isla de Pascua, el espacio marítimo, el espacio aéreo, etc.

B. Deducidas del estudio teórico general de los Objetivos e Intereses Nacionales 1. Los objetivos nacionales constituyen formulaciones específicas de valores universales, que cada Estado aplica a sus condiciones y situaciones reales

Muchos de los OO.NN. formulados por algunos Estados en su esencia y en su fondo son concordantes con los de otros Estados, vale decir, son comunes o universales, aunque en la forma presentan diferencias importantes o se refieren a una aplicación específica o particular en el respectivo Estado, como por ejemplo: Mantener la identidad nacional; mantener la integridad territorial; mantener la soberanía e independencia; proteger la integridad y derechos de la población; lograr un mayor desarrollo humano; mantener buenas relaciones internacionales, aumentar el prestigio del Estado, etc.

2. Los objetivos nacionales, constituidos por valores e intereses, siempre existen en los Estados

Existen OO.NN. fundamentales, de carácter vital, que, están siempre presentes y vigentes, sean o no formulados por los Estados, ya que corresponden a la mantención, conservación y perfeccionamiento de sus elementos constitutivos, sin los cuales el Estado dejaría de existir. Ellos son: proteger a su población, conservar su territorio y conservar su soberanía e independencia. Por lo tanto, estos OO.NN. vitales y fundamentales son comunes a todos los Estados y ocupan los primeros lugares en cualquiera jerarquía que se otorgue a los OO.NN. 112


Conclusiones

3. La protección de la población y sus derechos es el primer objetivo nacional en todos los Estados

El orden natural de los tres OO.NN. correspondientes a los elementos constitutivos del Estado es normalmente el siguiente: 1º La población, razón de existir del Estado y principal factor de su supervivencia, su identidad, su desarrollo y su seguridad. 2º El territorio, que constituye el espacio geográfico jurídicamente propio del Estado que le sirve de hogar nacional, base de todas sus actividades humanas y elemento físico proveedor de recursos naturales para la economía, el desarrollo y la seguridad de la población y, eventualmente, como baluarte final para su defensa. 3º La soberanía e independencia, que es la que permite a la población elegir libremente su propio destino, sus valores nacionales, su organización institucional y, en general, la búsqueda de su propia realización colectiva, por medio del Bien Común.

Este orden es de carácter teórico, esquemático y se señala solo con fines de análisis, ya que cualquiera de estos tres elementos constitutivos del Estado son esenciales para su existencia, ya que si alguno de ellos falta, no hay Estado y por lo tanto no podría haber promoción del Bien Común en la población. Sin embargo, de la lectura de los objetivos nacionales y de los intereses nacionales específicos de algunos Estados, puede concluirse que en todos ellos, el valor o interés vital primordial es la protección de la población y de sus valores y bienes espirituales y materiales.

4. La jerarquía de los objetivos nacionales puede ser constante, pero su priorización puede variar, especialmente, ante imperativos del interés nacional

Es conveniente que cada Estado formule sus OO.NN., incluidos esos tres OO.NN. fundamentales, y los jerarquice, ubicando en los primeros lugares a los OO.NN. derivados de intereses vitales y después a los OO.NN. derivados de intereses opcionales. Esa jerarquía no debe confundirse con la prioridad en que se ordena a los OO.NN. para su consecución en alguna etapa de la exis113


Conclusiones

tencia del Estado, ya que, la priorización puede obedecer a la necesidad de dar centro de gravedad al empleo del poder nacional, en OO.NN. no vitales o fundamentales, pero que requieran de un mayor esfuerzo que otros más vitales, que están siendo logrados adecuadamente, de todas maneras. Asimismo, cualquier jerarquización o priorización permanente que se establezca de los objetivos, puede variar ante una situación crítica específica que se presente al Estado, en la que, el interés nacional, como criterio de análisis o clave para adoptar una resolución, será el factor determinante para establecer cuál o cuáles intereses nacionales deben prevalecer sobre los demás. Cuando no se puede compatibilizar lo justo con lo útil, se presenta uno de los mayores dilemas de los Estados en la historia del mundo, el de adoptar conductas que sean fieles a sus principios y valores espirituales, especialmente priorizando lo justo, o adecuarse a una realidad que busca solo lo útil en función de otros intereses nacionales, sacrificando esos principios o valores espirituales, ante la necesidad vital de la supervivencia, vale decir, de seguridad nacional.

5. Los objetivos nacionales pueden generarse de valores o intereses espirituales o inmateriales o de valores o intereses geopolíticos o materiales

Los OO.NN. tienen, en general, dos grandes raíces: una de índole cultural y política, conformada por valores y principios universales o nacionales que la población posee y cultiva, y que busca continuar perfeccionando por medio del Estado; y otra de carácter geográfico, constituida por factores geográficos, especialmente geográfico políticos o geopolíticos, que confieren al Estado sus principales características esenciales, propias de él, diferentes a las de otros Estados en sus aspectos específicos.

6. La formulación de los objetivos nacionales es una tarea multidisciplinaria

La formulación de los OO.NN. requiere en las elites gobernantes y especialmente en las autoridades que los establecen, conocimientos de diversas disciplinas y ciencias, entre las cuales se estiman indispensables: la ciencia política, el derecho nacional e internacional, la sociología, las relaciones internacionales, la geografía 114


Conclusiones

política, la geopolítica, la historia universal, regional y nacional, la geografía, la economía y la estrategia. 7. La geopolítica es fundamental en la formulación de los objetivos nacionales

Entre las diversas ciencias y disciplinas necesarias y convenientes para la correcta formulación de los objetivos nacionales, se estima que la geopolítica –“ciencia y arte del estadista”– cumple un papel fundamental. La estrecha relación de los OO.NN. con la geopolítica está dada principalmente por los factores geográficos y geopolíticos del Estado, entre los que, tienen especial relevancia los siguientes: a. Elementos constitutivos del Estado: Población, territorio, soberanía. b. Factores fundamentales del Estado: nación (como población cohesionada espiritualmente); país (como territorio unificado e integrado físicamente); poder nacional (como conjunto de recursos humanos y físicos que pueden emplearse para lograr los OO.NN.). c. Contextura orgánica del Estado: Fronteras; espacio de crecimiento; núcleos geohumanos vitales y secundarios; comunicaciones (transporte); telecomunicaciones (enlaces físicos); fuentes energéticas y capital (sede del gobierno). d. Ciclo vital o evolución geohistórica del Estado: Formación, crecimiento, culminación (que deben promoverse), decrecimiento o decadencia, y disolución (que deben evitarse).

Los factores geográficos no imponen ni determinan los objetivos nacionales, pero influyen intensamente sobre el Estado y la nación, en forma permanente y persistente, favorable o desfavorablemente, facilitando o dificultando las actividades humanas; condicionándolas, restringiéndolas y encauzándolas, con una realidad nacional e internacional que, al frenar o impulsar el incremento y el empleo del poder nacional –como medio necesario para lograr los objetivosinfluye directamente, a veces con gran intensidad y porfía, sobre la forma y la posibilidad que estos puedan cumplirse. Los intereses nacionales y por ende los objetivos nacionales que de ellos se derivan o que los incluyen en su conjunto, al referirse a los 115


Conclusiones

elementos constitutivos del Estado, comprenden, en cuanto al espacio geográfico, no solo el territorio jurisdiccional propiamente tal, sino todas las áreas geográficas de su interés político, económico, social o militar. Es así como, por ejemplo, son de interés del Estado las fuentes proveedoras de recursos vitales, especialmente energéticos, aunque estén localizadas fuera de su territorio; las líneas de comunicaciones marítimas de su comercio internacional y de cabotaje, las áreas geográficas cuya degradación ambiental pueda verse afectada y con ello deterioren también al propio territorio, especialmente a la población nacional; las corrientes migratorias masivas que puedan afectar positiva o negativamente a nuestra población nacional; los sistemas de integración física con los países vecinos, etc. En general, en la mayor parte de los Estados, los objetivos nacionales se refieren sustancialmente a los elementos constitutivos del Estado, a las relaciones internacionales, al desarrollo económico y social y a los intereses nacionales vinculados a estos valores.

8. Los principios geopolíticos universales de carácter activo u operativo y las leyes geopolíticas son básicos para la determinación de los intereses vitales y estratégicos y la formulación de los objetivos nacionales fundamentales

Los OO.NN. también se relacionan estrechamente con los principios geopolíticos universales y, dentro de estos, con los principios geopolíticos activos u operativos, que son aquellos que orientan el accionar del Estado y, por lo tanto, pueden servir de base a la formulación de los OO.NN. Por ejemplo, el principio de unidad del Estado, origina el ON de unidad, identidad e integración nacional; el principio de seguridad nacional se relaciona con la fortaleza de las fronteras, la defensa nacional y el poder nacional, etc. A su vez, las leyes geopolíticas –todas las que están conceptuadas en su esencia como principios geopolíticos universales de carácter explicativo– complementan a los principios geopolíticos universales activos, ya que, entre otras utilidades, sirven para deducir, razonadamente, los intereses y OO.NN. fundamentales lógicos de otros Estados, estén o no expresados y formulados por sus propios gobiernos; sus probabilidades de logro y especialmente cuáles de esos objetivos podrían interferir o contrariar el cumplimiento de los OO.NN. de nuestro Estado; lo que podría en algún momento 116


Conclusiones

generar un conflicto internacional, posibilidad que debe estudiarse como hipótesis de conflicto. 9. Los objetivos nacionales deben buscar el logro y promoción del Bien Común

El Bien Común es un concepto filosófico que la política debe materializar o concretar en forma real, aunque de acuerdo a ciertas condiciones objetivas que el Estado debe alcanzar o mantener, conservar y perfeccionar, si ya las posee. El fin esencial para el que el Estado existe es la promoción y protección del Bien Común. Por lo tanto, para poder cumplir esa función esencial, debe alcanzar las condiciones necesarias para la promoción y protección de ese supremo bien de la nación. En consecuencia, el objetivo nacional es la imagen ideal, aunque realista, que resume o sintetiza todas esas condiciones necesarias para el Bien Común, que el Estado debe alcanzar, en cada etapa de su existencia, para proporcionarlo a la nación. En síntesis, el objetivo nacional está inspirado por esas condiciones ideales y debe orientar todo el actuar del Estado en la búsqueda de ese bien ideal real.

10. Para formular los objetivos nacionales debe hacerse una apreciación nacional

Para apreciar cuáles son las condiciones ideales reales que el Estado debe poseer para cumplir su fin, el gobierno del Estado hace una apreciación de cuáles son sus necesidades e intereses nacionales y cuáles de esos intereses se encuentran internalizados espiritualmente en la conciencia de sus ciudadanos, constituyendo las denominadas aspiraciones nacionales. Ese conjunto de necesidades, intereses y aspiraciones comunes compartidas por la ciudadanía, forman lo que se ha denominado el “objetivo natural” de la nación. Una vez determinadas las aspiraciones nacionales, el gobierno las confronta con la situación existente o realidad nacional –que incluye la de sus entornos vecinales, regionales y mundiales– en todos los sectores y campos de acción del Estado; y con los recursos del poder nacional, para apreciar las mayores o menores posibilidades de lograr las condiciones requeridas para satisfacer esas aspiraciones, intereses y necesidades, estableciendo cuáles pueden lograrse en 117


Conclusiones

breve, mediano o largo plazo, y cuáles deben esperar su turno para ser logradas en fechas de mayor plazo, por requerir previamente un incremento del poder nacional o porque requieren pasar precisamente por etapas de preparación, de mayor desarrollo de cultura y capacidad de la propia población, para crear ese mayor poder para alcanzar esos objetivos. Hecho lo anterior, y completados los estudios y consultas necesarias a las diversas instituciones académicas y sectores de la sociedad nacional, a todos los cuales es conveniente escuchar, el Estado establece formalmente sus objetivos nacionales y los difunde a su propia población, para corroborar su legitimidad ante la voluntad nacional y obtener la adhesión, el apoyo y el respaldo necesarios de la población para protocolizar esa legitimidad (encuestas, consultas, plebiscitos y a través del Poder Legislativo). Así se llega a establecer objetivos nacionales permanentes y objetivos nacionales actuales. Todos ellos constituyen la base de un plan, proyecto o programa político nacional o de Estado, que el gobierno debe elaborar, en el que deben especificarse los objetivos, las prioridades, los recursos o medios para lograrlos y las metas por alcanzar en cada etapa. Los organismos o entidades encargados de estudiar, proponer y formular los objetivos nacionales, idealmente deben ser de carácter permanente con existencia constitucional o legal y –aunque consideren y recojan proyectos generados en diversas instituciones estatales y privadas– deben realizar un trabajo de nivel nacional, de Estado, en lo posible ajeno a ideologías políticas partidistas, aunque participen en esta actividad representantes de la mayor cantidad de sectores de la sociedad nacional. Por tal razón se estima muy conveniente que el organismo permanente encargado de esta tarea, esté integrado –parcialmente– por oficiales de las Fuerzas Armadas, y que estas instituciones estén siempre debidamente representadas como tales, con el objeto de aprovechar su carácter técnico apolítico y su tradicional vocación profesional de servicio, de lealtad y fidelidad a la nación y a la patria.

11. El plan, proyecto o programa político nacional debe especificar cuándo y cómo se busca cumplir los objetivos nacionales y con qué recursos del poder nacional

En el plan político nacional deben especificarse objetivos permanentes, objetivos actuales, políticas de Estado para alcanzar esos 118


Conclusiones

objetivos y los plazos para lograr los objetivos actuales, ya que los objetivos permanentes, por su esencia, no tienen plazo fijo sino vigencia permanente. En estas definiciones de los objetivos, también debe especificarse cuáles son los objetivos primarios o fundamentales, que se refieren al logro directo del Bien Común, como por ejemplo, la mantención e integridad de los elementos constitutivos del Estado: población, territorio y soberanía. En cambio, otros objetivos pueden clasificarse como instrumentales, aunque tengan enorme importancia, como por ejemplo, incrementar el poder nacional, ya que este objetivo sirve y apoya a los objetivos fundamentales, pero no constituye en sí mismo, un valor intrínseco del Bien Común, sino un medio para lograrlo.

12. La Defensa Nacional y las FF.AA. deben garantizar con eficacia el orden institucional del Estado

El papel de las FF.AA., en particular, y de la Defensa Nacional, en general, respecto a su misión de garantizar el orden institucional y los valores fundamentales de la nación y del Estado, –que, en el caso de Chile es compartida por otras numerosas instituciones constitucionales no armadas– además de la defensa exterior del país, tiene directa relación con el tema de los objetivos e intereses nacionales, ya que son estos valores fundamentales del Estado, especialmente, los de carácter permanente, los que deben ser preservados de cualquier amenaza militar o de fuerza contra ellos, de origen externo o interno. Ambas misiones de la Defensa Nacional son, de hecho, inherentes a la existencia y a la función esencial de las FF.AA., que para eso existen. En lo que se refiere a la misión de garantizar el orden institucional del Estado, esté o no establecida expresamente en la Constitución Política o en otra ley o documento; esta misión genérica universal está expresada también en algunos libros de la defensa y en algunos escritos de las doctrinas acerca de esta materia. En síntesis, los documentos y libros oficiales de la Defensa Nacional de varios países coinciden, en lo sustancial, con lo expresado en la Enciclopedia Hispánica acerca de la misión común, de carácter universal, de las FF.AA. y de la defensa, de garantizar el orden institucional y de defender la patria, que constituyen la esencia y razón de su existir, y su misión constitucional permanente, ya que las FF.AA., por su naturaleza y características esenciales, son las insti119


Conclusiones

tuciones más idóneas, capaces, eficientes y eficaces para, bajo la tuición del gobierno legítimamente constituido, imponer el derecho, por la fuerza si fuese necesario, a quienes, empleando la violencia, pretendan alterar el orden institucional, o amenazar la integridad de los intereses fundamentales o elementos constitutivos del Estado. El L.D.N. de Chile, 2002, al referirse a la Defensa Nacional y al orden interno de la república, expresa que: “En ciertas situaciones excepcionales, en los artículos 39 y siguientes de la Constitución se establecen las normas que regulan el empleo de medios de las Fuerzas Armadas en tareas de orden interno: guerra interna o conmoción interior, grave alteración del orden público o peligro para la seguridad nacional por causa de origen interno, y calamidad pública”.180

13. Los principales objetivos nacionales no son parcelables

Un principio general, aplicable a todos los objetivos, y entre ellos a los objetivos nacionales, es que debe existir una proporción directa entre la magnitud e importancia del objetivo y los medios que se destinen a lograrlo. A menos recursos, objetivos menos ambiciosos y viceversa. Este principio es fácil de aplicar en los objetivos nacionales opcionales, los que pueden elegirse o parcelarse, conforme a los recursos disponibles. En el caso de los objetivos nacionales vitales es diferente, porque estos deben lograrse de todas maneras, para lo que es indispensable proveer los recursos necesarios para poder lograrlos en su totalidad, con certeza absoluta. Entre los objetivos nacionales, generalmente los más importantes o vitales no son parcelables, ya que por su naturaleza deben lograrse o conservarse en forma íntegra y total. Un ejemplo es “mantener la integridad territorial”. Un Estado no puede buscar mantener solo parte de su territorio soberano, sino el total de él y poder defenderlo con eficiencia contra posibles e hipotéticas amenazas. Para ello precisa tener un poder nacional adecuado para lograr este objetivo con eficacia y dentro de ese poder nacional, una fuerza armada también eficaz respecto a la mantención de ese objetivo. Recordemos lo que dice Aristóteles, que sea “posible realizar los actos que a él conducen”.

180 Libro de la Defensa, 2003, op. cit., p. 25.

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Conclusiones

Por lo tanto, un Estado no debe asegurar su territorio parcialmente con Fuerzas Armadas y, parcialmente, solo con medios diplomáticos, por muy hábiles que sean, con alianzas, tratados y otros acuerdos, sino que debe disponer de Fuerzas Armadas necesarias y suficientes para controlar y defender el total de este vital objetivo nacional. En este caso, como en todos los demás objetivos nacionales, debe haber una relación armónica entre los objetivos por lograr o mantener y los recursos del poder nacional que así lo permitan y aseguren su cumplimiento.

14. El o los objetivos nacionales permanentes debieran establecerse en la Constitución Política del Estado

Algunos objetivos nacionales, especialmente los de carácter valórico y los vitales, suelen consignarse en la Constitución Política. Sin embargo, se estima que lo ideal es que se establezcan en ella, además, en forma explícita, todos los objetivos nacionales permanentes, especialmente los de carácter vital, para que sean más conocidos por la ciudadanía y con ello tengan mayor apoyo de la población.

CONCLUSIÓN FINAL Los objetivos nacionales constituyen las bases fundamentales sobre las que se estructura y construye el futuro del Estado y de la nación. Ellos constituyen condiciones favorables por mantener o metas por alcanzar que representan la síntesis de las necesidades, valores, principios, derechos, intereses y aspiraciones de la ciudadanía, expresadas en forma concreta, para buscar el logro del Bien Común, por medio del empleo espontáneo y dirigido del poder nacional, que es el conjunto de recursos humanos y materiales de que dispone el Estado para perfeccionar su desarrollo y seguridad y cumplir sus objetivos nacionales. Todos los Estados tienen objetivos nacionales, de carácter vital y permanente, estén estos formulados expresamente o no, ya que la existencia misma del Estado como institución fundamental al servicio del Bien Común, presupone una misión permanente y un propósito, en el tiempo histórico y en el espacio geográfico, en los que vive y evoluciona la nación. Sin embargo, la concreta, legítima y explícita formula121


Conclusiones

ción de los objetivos nacionales presenta múltiples ventajas, entre las que están: el aumento de la identidad histórico cultural, el ejercicio de la democracia constitucional, la conciencia ciudadana de la participación en la definición y promoción de sus propios intereses y aspiraciones, las mejores relaciones con los otros Estados y la concreción colectiva de los grandes desafíos nacionales, permanentes y actuales. El conocimiento de los intereses de otros Estados o actores internacionales y de los objetivos nacionales de los demás Estados –especialmente de los Estados limítrofes y vecinos– y la confrontación de esos objetivos para deducir objetivos contrapuestos con los del propio Estado, permite apreciar y prever posibles y eventuales factores de conflictividad e hipotéticas génesis de conflictos internacionales, con el objeto de prevenir y resolver oportunamente ese tipo de problemas y sus desfavorables efectos y consecuencias. Los objetivos nacionales definidos correcta y legítimamente constituyen las bases orientadoras de las cuales deben derivarse –en relación con las situaciones y realidades de cada sector del Estado- las variadas políticas de Estado y toda la planificación nacional, de desarrollo y de seguridad, principalmente los programas y planes de gobierno. Además, contribuyen a mejorar la unidad e integridad nacional, a perfeccionar la representación y el ejercicio de la participación ciudadana y a mantener buenas relaciones con los demás Estados y naciones, ya que expresan claramente cuáles son los valores, principios, intereses y aspiraciones de la ciudadanía nacional y cuáles constituyen sus metas ideales posibles que conforman su Bien Común. Por lo tanto, proclaman, interna y externamente, hacia dónde la nación anhela caminar en busca de su destino común; y cómo el Estado se propone trabajar para construir ese destino con la valiosa y voluntaria colaboración de sus ciudadanos, todo ello con el propósito de crear las condiciones reales futuras que impliquen un mayor desarrollo, una mayor seguridad y un mayor bienestar para toda la población.

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Otros Títulos de la Colección:

• Escenario y Estrategia

Crl. Rodolfo A. Ortega Prado

• Geopolítica Oceánica y Austral. General Ramón Cañas Montalva

Los Objetivos nacionales son para el autor la quintesencia del desarrollo de una política para definir los objetivos externos e internos congruentes con la fisonomía histórica, espiritual, y las oportunidades que la geografía y sus recursos dan a Chile desde una perspectiva global. El autor estudia en este libro a través de un análisis comparado los casos de otros países con estrategias definidas en torno a los Objetivos nacionales, entre ellos Perú y Corea del Sur, tratando de acercarse a una metodología que pueda ser aprovechada por los conductores políticos y militares en el Estado. Su amplia versación y la diversidad geográfica y cultural de sus unidades de análisis permiten comprender que los Objetivos nacionales son propios de los Estados y no una adición artificial a su evolución, como tampoco una abstracción ideologizada. Esta obra, fruto póstumo del destacado geopolítico Coronel Julio von Chrismar Escuti, es la culminación de su vasta obra, dedicada a reflexionar desde Chile las categorías de esta disciplina. Una obra que cierra un ciclo de reflexión, tanto temática como cronológicamente, en torno a los comportamientos y al análisis racional del Estado. Y que también abre un debate sobre lo permanente y lo cambiante en los Objetivos nacionales. La Academia de Guerra presenta este texto como homenaje al autor y también para consolidar el pensamiento geopolítico nacional en este nuevo escenario mundial.

nacional de los estados

JULIO VON CHRISMAR ESCUTI

Los objetivos nacionales, base de la política

La Academia de Guerra del Ejército desarrolla la serie editorial Colección Academia de Guerra del Ejército con el fin de difundir y exponer los contenidos de su quehacer académico en el campo de las ciencias militares. La misma tiene como objetivo contribuir a la formación del capital humano y aumentar el acervo de conocimientos tanto al interior de la Institución como en su relación con académicos y estudiosos de asuntos militares en Chile y el extranjero, civiles y militares, que se dediquen preferentemente a las siguientes líneas de investigación:

Coronel de Ejército, Oficial de Estado Mayor. Magíster en Ciencias Militares, mención Planificación y Gestión Estratégica y en Política de Defensa por la Academia de Guerra del Ejército. Profesor de Academia en las asignaturas de Geografía Militar y Geopolítica y de Organización y Personal.

Los objetivos nacionales,

base de la política nacional de los estados Julio Von Chrismar Escuti

Editado por el Departamento de Investigación y Desarrollo.

3 COLECCIÓN ACADEMIA DE GUERRA DEL EJÉRCITO DE CHILE

Entre otras funciones, se desempeñó como Profesor de Geografía Militar y Geopolítica en la Academia de Guerra del Ejército y como Profesor de Relaciones Internacionales en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos y como investigador externo del Departamento de Investigación y Desarrollo de la Academia de Guerra del Ejército.


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