Serie Casta de Asesinos Saboreando lo Prohibido 1
Lynn Hagen 1
Sinopsis En el planeta Talus, cinco niños fueron entrenados para ser lo último en máquinas de matar para el Imperio Constantino. Crecieron aprendiendo a ejecutar a un hombre de cien maneras diferentes. Ellos son el arma secreta del Imperio contra los Merodeadores. Kayden Caellen y su unidad han sido asignados para cazar a lo peor de lo peor. La galaxia Zarino está por celebrar del mayor tratado de paz que el universo ha visto y no quieren que nadie altere el delicado equilibrio. Jade Krovac es humano, considerada la especie más baja de toda la galaxia. Sorprende a la mayoría que él tiene una posición como técnico. Cuando el almirante asigna a Jade a la unidad de Kayden, Kayden sabe que está en problemas. Desde la primera vez que puso los ojos sobre Jade, Kayden ha estado dominado por la lujuria. Lástima que será asesinado si alguien se entera, porque para Kayden, ser gay es un delito, penado con la muerte.
2
Capítulo 1 Kayden Caellen trató de impedir que su labio inferior temblara mientras era escoltado fuera de la enorme nave y llevado a un edificio blanco que le recordaba a un monstruo gruñendo. No conocía este lugar y quería ir a casa. Pero sabía que no podía. Su enfermera le había dicho que era especial desde el día en que nació. Pero en este momento, Kayden no se sentía tan especial. Su corazón latía salvajemente en su pecho y él estaba un poco mareado, pero nada especial. El guardia lo condujo a una habitación con camas de acero que contenían colchones delgados. Mientras miraba alrededor, vio a un niño de cerca de su tamaño de pie junto a cada una de las camas, excepto una. Kayden fue dirigido a la litera solitaria en el final y le dijeron que se quedara allí hasta recibir más órdenes. La voz del guardia era áspera y hostil, haciendo que Kayden obedeciera al instante por miedo a lo que el hombre podría hacer. Eso no le impidió seguir mirando por el largo pasillo que iba desde un extremo de la habitación al otro. Tampoco le impidió contemplar a los otros niños pequeños que parecían tan asustados como él. Kayden quería volver a la guardería donde había estado viviendo desde que fue traído a Talus. No era muy agradable, pero al menos conocía a la enfermera que cuidaba de él. No conocía a los hombres imponentes que custodiaban las puertas. No le gustaba la forma en que estaban vestidos de negro como si ningún otro color en el universo existiera. Hizo que los guardias parecieran hombres del saco cobrando vida.
3
— ¡Atención! Kayden parpadeó. Él sabía que esa orden significaba algo, cuando los soldados se pusieron tan rectos que parecía que le dolía. Lo que significaba, sin embargo, Kayden no tenía ni idea. Un hombre alto y moreno entró en la habitación y Kayden sintió como si no pudiera respirar. El hombre estaba tan al mando que él sólo podía mirar con asombro. —Mi nombre es Draven Wootnon—, dijo el hombre mientras estrechaba las manos detrás de su espalda y empezó a pasear lentamente por el pasillo. —Recuérdenlo. Kayden tragó con fuerza, sintiendo las lágrimas amenazando con derramarse cuando los ojos de color marrón oscuro se posaron en él. Rápidamente se dio la vuelta y miró al frente, rezando para que la poderosa fuerza del hombre no lo seleccionara. Draven era alto, musculoso, y si Kayden no se equivocaba, olía extrañamente como el gato que había tenido antes de ser enviado aquí. Banji había sido un gato atigrado, suave y adorable. Kayden sabía que este hombre no lo era. Su lobo gimió y Kayden quería cambiar, correr, huir de ese lugar aterrador. Pero él tenía cinco años y ya era hora de comenzar su entrenamiento. Eso era lo que su niñera le había dicho. Ella le dijo que se iba a Talus para aprender cómo ser un gran y respetado hombre. Sin importar lo que pasara, Kayden estaba decidido a hacer que su enfermera estuviera orgullosa de él. —De hoy en adelante, cualquier conexión que tenían con su anterior vida ha terminado. Estos hombres son sus hermanos. Este cuartel es su casa. Yo soy su instructor, su entrenador. El incumplimiento de una orden o no sobresalir en su entrenamiento será motivo de castigo inmediato. Continúa el fracaso y se les enviará a casa. Van a llevar la vergüenza arruinándolos por el resto de su vida.
4
El hombre hizo una breve pausa para mirar a cada uno de los niños pequeños. Sus ojos estaban evaluando, como si estuviera midiendo el valor de cada niño de pie allí. Kayden quería hundirse en el suelo cuando el hombre lo miró. Parecía como si Draven lo miraba con esos ojos penetrantes sólo un poco más de lo que él se quedó mirando a los otros niños. —De aquí en adelante—, Draven dijo cuando se iba, —aprenderán cómo convertirse en los hombres más temidos en el universo. Comerán, dormirán y respiraran su entrenamiento hasta que se conviertan en mortíferas máquinas de matar. No espero nada menos. Exijo nada menos. En el momento en que sean liberados de mi cuidado, serán un Casta de Asesinos. Kayden sabía que tenía que mantener la boca cerrada. Incluso sus enfermeras le habían dicho que su curiosidad sería su final. Él simplemente no podía evitarlo. Quería saber las respuestas sobre a las cosas que pensaba. Entonces, él levantó la mano. — ¿Señor? — ¿Tienes una pregunta, Kayden?—, Dios, el hombre ni siquiera se dio la vuelta. ¿Cómo había sabido que Kayden estaba hablando? Se tragó su nerviosismo, aunque entrelazó sus dedos juntos, rezando para que el hombre no lo castigara por su curiosidad. — ¿Qu-que es un Casta de Asesinos? La fría sonrisa en el rostro de Draven, cuando el hombre se volvió, fue suficiente para que Kayden deseara haber permanecido en silencio. Rápidamente tiró de su mano hacia abajo y bruscamente giró la cabeza para mirar al frente, su pecho agitado por el miedo. Los ojos oscuros de Draven brillaron con algo que Kayden nunca había visto antes y nunca quería volver a ver. —Las cosas de las que están hechas las pesadillas.
5
Kayden gruñó mientras su oponente consiguió otro golpe de suerte en las costillas y una descarga eléctrica le atravesó el cuerpo. Los bastones eléctricos dolían como una perra. Los extremos de los bastones estaban amortiguados pero eso era sólo para que no rompiera la piel. El amortiguador no hizo nada para mitigar el dolor. La descarga eléctrica fue casi suficiente para derribar a Kayden fuera de sus pies. — ¡Mantén tu arma levantada, Kayden!—, una voz fuerte le gritó. — No bajes la guardia así. Kayden gruñó ante la reprimenda. Había momentos en que odiaba a su instructor. Él sabía que Draven estaba allí para enseñarle, y Kayden respetaba eso, pero el hombre no le estaba diciendo nada que no supiera ya. Él fue golpeado porque no había seguido los conceptos básicos de combate. Kayden había calculado mal cuando su oponente fingió ir a la izquierda en vez de siempre esperar lo inesperado. Su nivel actual de dolor era toda culpa suya. Cuando su oponente fue para otro golpe de costilla, Kayden contrarrestó el movimiento, bloqueo el bastón con el suyo, luego balanceando el extremo hacia abajo para conectar con el estómago de Logan. Kayden se estremeció cuando Logan gruñó y cojeó hacia atrás unos pasos. Empezó a disculparse, pero se contuvo. Draven tendría su cuello si Kayden hiciera algo que podría ser percibido como débil. Un timbre fuerte sonó, indicando el final de la sesión de entrenamiento. Kayden retiró su arma y se inclinó ante su oponente. Si esto hubiera sido un verdadero campo de batalla, no habría dejado de luchar hasta que su enemigo estuviera muerto. Como se trataba simplemente de entrenamiento, él amablemente agradeció a Logan por una buena pelea.
6
Además, él no quería a Logan herido. Tenían un juego de dados previsto para más adelante. Draven pasó por delante de los hombres. —Agarren sus almuerzos y reúnanse conmigo de nuevo aquí. Kayden tenía un brinco adicional en su paso mientras seguía las órdenes de Draven y se dirigió a tomar su almuerzo. Amaba la hora de comer sobre el campo de entrenamiento. Era la única vez que Draven se sentaba y, de hecho hablaba con ellos, respondiendo a sus preguntas sobre el mundo que los rodeaba. Después de haber servido en muchas de las guerras, Draven estaba bien versado en lo que tenían que esperar una vez que Kayden y los demás fueran soltados en la sociedad. Con los años, Draven les había enseñado cosas que no estaban en sus planes de formación, cosas que el entrenador sentía que necesitarían para mantenerse con vida. Nada de esto era sancionado por el Imperio Constantino, y de hecho, Draven podría verse seriamente castigado si sus superiores alguna vez aprendían los fragmentos de sabiduría que había pasado a sus hombres. Kayden y los otros reclutas nunca habían estado fuera de Talus desde que fueron traídos aquí a la edad de cinco años. No tenían idea de lo que había más allá del planeta. El Imperio esperaba que ellos se desempeñaran como drones Asesinos, sin hacer preguntas, sin pensar consciente para nada excepto sus misiones. Pero Draven parecía que quería que los hombres mantuvieran una parte de su humanidad. Él les enseñó cosas como las costumbres extranjeras y la filosofía. Él hablaba con ellos sobre los asuntos del corazón y lo que se sentía al tener una mujer en los brazos. Kayden no le había dicho a nadie que se encontraba interesado en hombres en lugar de mujeres. No es que no encontrara a las mujeres atractivas, pero su corazón golpeaba cada vez que él puso sus ojos en un hombre hermoso.
7
Desde que su nacimiento se registró en Synia, a Kayden se le prohibió bajo la ley de Synian participar en una conducta homosexual. Esto había sido decretado por el rey Arador, gobernante de planeta de nacimiento de Kayden. A pesar de que se había criado en Talus, se le exigió a todos los reclutas que acataran las leyes de su planeta registrado. Así que guardaba sus sentimientos y deseos para sí encerrados del universo. Eso hizo que llevara una existencia muy solitaria. Pero ¿qué esperaba?, él estaba siendo entrenado como un Asesino. No habría espacio para el amor o cualquier tipo de relación, legal o de otro tipo. Kayden agarró su bolsa junto con el resto de los chicos en su manada de entrenamiento. Todos ellos habían tenido cinco años de edad, la edad de reclutamiento, cuando habían empezado esto. Ese no fue el día en que fueron sacados de sus planetas de origen. Eso había sucedido el día en que nacieron. Su quinto cumpleaños fue justo el día que su entrenamiento militar había comenzado. Ahora, a la edad de dieciséis años, Kayden aún no había descubierto la manera de que cualquier madre podría dejar a su hijo después del parto. Había dejado de hacer hincapié sobre esa pregunta hace mucho tiempo, aunque el pensamiento siempre se aferraba a la parte posterior de su mente. Mientras corría, Kayden chocó hombros con Thoran. Se apresuró a regresar al roble donde Draven estaba sentado comiendo su almuerzo, tomando asiento con los restantes miembros de su manada, Logan, Thoran, Nyk, y Dax. Los cuatro chicos no sólo eran miembros de la unidad de Kayden, sino sus mejores amigos. Comían, se duchaban, dormían, y entrenaban juntos. Había crecido para amar a cada hombre como un hermano. Eran como una familia para él. —Muy bien, muchachos—, Draven dijo mientras apretaba su espalda contra el árbol y alzó la mirada hacia los brillantes soles gemelos, — ¿De
8
qué estábamos hablando de la última vez? Kayden levantó la mano derecha junto con los demás, cada uno de ellos con ganas de ser llamado por su instructor. —Kayden. —Usted estaba hablando sobre las guerras y cómo teníamos que mirar hacia el pasado para entender mejor el futuro. —Muy bien—. Draven asintió mientras mordía un pedazo de fruta. —Mucho de lo que se ha aprendido a través de la destrucción de mundos es olvidado rápidamente cuando surgen nuevos conflictos. La gente se olvida de la muerte y la destrucción y los seres queridos que dieron sus vidas para proteger a aquellos que les importaban. Incluso los guerreros que valientemente lucharon y murieron son olvidados cuando una facción decide atacar a otra. — ¿Vamos a ser olvidados, Draven?—, Preguntó Logan. —Con el tiempo, sí, al igual que yo seré olvidado. —Nosotros no lo olvidaremos— Kayden insistió. Draven podría ser muy exigente, no aceptar la pereza o aflojar en su formación. Pero Kayden vio al hombre como un mentor, una figura paterna. Él simplemente no compartió ese último sentimiento con nadie. —Oh, lo harás, muchacho—. Algo brilló en los ojos de Draven. —El tiempo pasará y te convertirás en el Casta de Asesinos que estabas destinado a ser. Irás a tantas asignaciones que no vas a tener tiempo para recordarme. Kayden casi se cruzó de brazos cuando un pequeño enfurecido incendio se encendió dentro de él. Se negó a creer que él olvidaría Draven. —Está bien, Kayden—, Draven dijo como si supiera exactamente lo que estaba pensando Kayden. Él hizo eso mucho. Kayden y los otros tenían una apuesta permanente que Draven podía leer la mente. —Es menos
9
importante que te acuerdas de mí y más importante que recuerdes las cosas que te he enseñado. — ¿Esa es la única razón por la que se supone que debemos recordar el pasado, Draven?—, preguntó Logan. — ¿Para qué no olvidemos a los que han luchado y muerto? —Sí y no—. Sonrió Draven cuando todo el mundo se sentó allí y se quedó mirando al hombre. —Si recordamos las cosas del pasado, lo bueno y lo malo, entonces podemos construir un futuro mejor. Y sólo comprendiendo los acontecimientos del pasado podemos asegurarnos de que la historia no se repite. — ¿Cosas malas, Draven?—, Preguntó Thoran. — ¿Qué cosas malas? —Hay muchas cosas que se hicieron en nombre de la libertad, en nombre de la victoria, tanto dentro como fuera del campo de batalla, cosas que eran horribles y nunca deberían permitirse que vuelvan a suceder. Los antiguos Terrains mataron a personas por millones durante una de sus guerras planetarias. Ellos experimentaron en sus ciudadanos como si fueran menos que animales y todo se hizo en nombre de la ciencia y ganar su guerra. Sus guerreros proclamaban a todos que simplemente estaban siguiendo órdenes. Draven señaló a cada uno de ellos, mirándolos directamente a los ojos de uno en uno. —Y eso es lo que ustedes necesitan recordar, muchachos. Si ustedes no conservan su humanidad, no serán nada más que una máquina de matar. Las palabras de Draven contradecían el propósito para el que los estaban entrenando. Kayden recogido en eso. No estaba seguro de si Draven estaba tratando de decirles algo, advertirles. Logan golpeó su hombro y sonrió. Kayden rápidamente se olvidó de lo que estaba pensando y disfrutó el resto de su almuerzo.
10
Kayden niveló a su respiración, metiendo aire a sus pulmones y luego dejándolo ir. Cada vez que inhalaba, él desaceleró su pulso hasta que su corazón era casi indetectable. Recuerda tu entrenamiento. Rápido, conciso, sin problemas, sin desorden. A pesar de que Kayden había pasado trece años preparándose para esto, no pudo evitar que sus palmas sudaran. Los nudos en su estómago no ayudaban tampoco. Tenía dieciocho años ahora, estaba listo para su primera misión. Al menos eso era lo que pensaba Draven. Todavía estaba por verse. Empujó la ansiedad a un lado, cerrando una tapa hermética en ella mientras se deslizaba entre las sombras, cada paso afilado con precisión. Sus movimientos eran silenciosos, una mera agitación en el aire. Kayden escaneó cada centímetro de su entorno, a sabiendas de que el peligro estaba siempre presente, siempre pendiente. Así era él. Su objetivo estaba sentado en una cabina en la parte posterior de una taberna de mala muerte, rodeado de otros hombres. Llegar a él no sería fácil. Dejarlo con vida sería aún más difícil. No pienses demasiado esto. Esta misión podría hacerlo o romperlo. Regresar a casa con su misión completada aseguraría que él tomaría su lugar entre los otros en su manada como un verdadero Casta de Asesinos para el Imperio Constantino. De regresar a Talus con su objetivo todavía vivo significaría que Kayden sería avergonzado delante de la gente que lo era todo para él, sus
11
compañeros Asesinos, sus hermanos. Él no fallaría. Él no podía fallar. Kayden había aprendido todos los medios para eliminar a un objetivo. No tenía ninguna duda de que él sería capaz de eliminar al hombre con la menor cantidad de alboroto y escabullirse en la oscuridad. Kayden se sentó cerca de su objetivo, recostándose en las sombras. Las luces de la húmeda taberna eran lo suficientemente bajas que si alguien miraba en su dirección, no serían capaces de distinguir su rostro. E incluso si lo hicieran, gracias a su disfraz recordarían a un anciano con una gran nariz bulbosa y una cicatriz sobre un ojo. Sus oscuras ropas estaban sucias y deslucidas, con olor a hollín y metal quemado de la fábrica local. No era más que un hombre oprimido relajándose de un día triste trabajando en la fábrica con los demás habitantes de este planeta apartado en el borde de la humanidad. Cuidadosamente para mezclarse en su entorno, Kayden bebió de la cerveza en la jarra. Era la primera vez que había bebido alcohol y encontró el sabor intrigante. Si él no hubiera estado en una misión, habría pedido otra. Pero él no estaba aquí por placer. Había llegado el momento. Kayden se levantó y agarró la jarra de cerveza de la mesa. Él deslizó el cuchillo escondido en su muñeca en su otra mano. Su ritmo cardiaco se aceleró ligeramente sabiendo que éste era el momento de la verdad. Se tambaleó por el suelo, fingiendo estar borracho mientras se dirigía hacia la puerta. En el momento adecuado, Kayden deliberadamente tropezó en la mesa frente a su objetivo. Su cerveza salpicó a uno de los hombres que
12
estaban sentados allí. El hombre enojado sobre el que había derramado la cerveza se puso de pie, le gritó, y lo empujó hacia su objetivo. Kayden se aseguró de que se tambaleaba en la mesa de su objetivo, riendo y derramando su cerveza de nuevo mientras deslizaba el cuchillo en el muslo del hombre que debía matar allí, cortando la arteria femoral –otro golpe rápido entre las costillas perforó un pulmón. Los ojos del objetivo se abrieron como si acabara de darse cuenta que iba a morir y no podía hacer nada para impedirlo. Kayden se tambaleó hacia atrás, balanceando su taza hacia atrás, cerveza volando por el aire. Deslizó su cuchillo en su escondite y se dio la vuelta, tambaleándose entre la multitud y por la puerta antes de que alguien se diera cuenta de que acababa de matar a un hombre y completó su primera misión.
13
Capítulo 2 Diez años después...
Kayden estaba apoyado contra la pared, esperando a ver al almirante, cuando le llegó el perfume a presa. No la presa ordinaria, tampoco, sino un pequeño ser humano que caminaba por el pasillo como si él no supiera que estaba provocando un depredador con su delicioso aroma. Sólo que Kayden no quería comer al hombre. Él quería follarlo. Esta no era la primera vez que tales pensamientos habían entrado en su mente acerca de este hombre en particular. No por nada. Jade era una tentación diferente de cualquier cosa que Kayden alguna vez había experimentado antes. El chico era delgado, dulce, y su risa tenía la capacidad de poner la polla de Kayden dura como roca en menos de un segundo. Los dientes de Kayden amenazaron con alargarse y le tomó una gran cantidad de control impedir que crecieran. Las caderas de Jade se balanceaban de un lado a otro mientras pasaba por delante con la cabeza hacia abajo, leyendo algo en su Vid-pad. Si Kayden no se recomponía, la evidencia de su excitación se vería claramente a través de su traje de combate ceñido al cuerpo. Pero ¿cómo podía ponerse bajo control cuando Jade todavía estaba a la vista, mordiéndose el regordete labio inferior? Sin mucho esfuerzo consciente, imágenes sensuales de lo que Jade podría hacer con esos labios lo bombardearon. Kayden suspiró. Sus deseos nunca sucederían. No con Jade al menos. Sería como firmar su propia sentencia de muerte por perseguir al hombre.
14
No conocía a Jade demasiado bien y no había forma de saber si el humano entregaría a Kayden por hacer un pase en él. Tenía que jugar en frio. La clase de frio del hielo Galáctico. Kayden se estremeció cuando Jade se topó con la pared. El hombre no había estado prestando atención hacia donde iba. Eso tuvo que doler. Jade hizo un pequeño ruido como un chillido antes de que se frotara el punto en el que su cabeza se había golpeado. Miró a su alrededor hasta que sus ojos grises se posaron en Kayden y luego un rubor interesante se extendió en sus pálidas mejillas. Una sonrisa torció un lado de la boca de Kayden. —Las paredes fijas a veces vienen de la nada y atacan. —Supongo que lo hacen—, dijo Jade mientras bajaba su mano. — ¿Qué estás haciendo aquí? Kayden deslizó su lengua por los dientes inferiores mientras sus párpados se deslizaron ligeramente. Su imaginación tomó vuelo mientras evaluaba al hombre desde su magnífica cabeza a sus relucientes botas. — Negocios. Jade chupó ese regordete labio inferior de nuevo y Kayden tuvo que morderse el interior de las mejillas para impedir que un gemido se le escapara. Jade asintió, giró, y luego se alejó rápidamente, eludiendo la pared esta vez. Kayden observó el trasero agradablemente redondeado del hombre hasta que no pudo verlo más. —Holgazán—, Thoran dijo mientras caminaba tranquilamente por el pasillo. Sus ojos verdes brillaban mientras se acercaba. Kayden notó que Thoran se había dejado crecer el pelo. Las hebras de color marrón claro ahora colgaban de sus hombros. Se veía bien en él. Thoran ya había sido guapo, pero parecía que cuanto más viejo se ponía, más impresionante se
15
volvía. —Ellos tienen normas contra bandidos corruptos rondando los pasillos—, él terminó de decir. Una risa profunda retumbó en el pecho de Kayden. Habían estado en sus propias asignaciones últimamente y no había visto a su amigo en seis meses. Le tendió la mano y Thoran estrechó. —Es bueno verte, hijo de puta maloliente. —Lo mismo digo—. Thoran soltó la mano de Kayden. — ¿El almirante te llamó también?— Un pequeño ceño fruncido comenzó a florecer sobre los ojos de Thoran. El ceño fruncido sólo se profundizó cuando Logan llegó. Kayden notó lo mucho más robusto que Logan se había vuelto desde la última vez que había visto al chico. Logan siempre había sido el último en el gimnasio por la noche y el primero en la mañana. El hombre había estado obsesionado con mantenerse en forma y parecía que no había cambiado. —Esto debe ser realmente importante—. Logan miró entre Kayden y Thoran con sus ojos gris acero. —Está llamando a lo mejor. No era un alarde, sino la verdad. Kayden miró a los hombres con los que él había entrenado. Los Casta de Asesinos se habían convertido en los depredadores más mortales que poseía el Imperio Constantino. Kayden y los otros hombres entrenados ahora se consideraban letales. Armas. Thoran frotó el rastrojo en su rostro, una cara más conocida como bonita. Pero asumir que la apariencia hermosa de Thoran era una indicación de inofensividad sería un grave error. La puerta se abrió y la ayudante del almirante les hizo señas. La oficina exterior era limpia, eficiente y tan malditamente aburrida que Kayden tenía ganas de desordenar algo sólo para darle al espacio un poco
16
de personalidad. —El almirante los recibirá ahora—, dijo la asistente. Cruzaron la oficina exterior antes de que ella presionara su pulgar sobre la almohadilla electrónica justo a la derecha de las puertas dobles. Las puertas se liberaron y Kayden podía ver al Almirante Shuziano detrás de su escritorio, hablando por teléfono. Hizo un gesto con la mano hacia arriba y abajo, diciéndole a los tres que tomaran asiento. Se miraron entre sí antes de que Kayden se encogiera de hombros y se dejó caer en una cómoda silla. Eran armas, no drones. Su actitud era tan irreverente como siempre, lo mismo que los otros Asesinos. Simplemente porque mataban para ganarse la vida no significaba que no tenían sentido del humor. Por el contrario, a Kayden lo encantaba reír, aunque no ocurría a menudo en estos días. El almirante colgó el teléfono. —Estaba hablando con el presidente Islec Protempt de la región de Amargosa. Él me dice que los Merodeadores están secuestrando a su pueblo. Con la Conferencia de la Lealtad a sólo unas semanas, esto podría ser visto como un intento de persuadir al presidente Protempt en su voto. No podemos tener ese tipo de cosas empañando lo que podría ser la conferencia más grande que el Imperio Constantino ha visto desde que llegó al poder. — ¿Y usted quiere que nosotros rastreemos a los Merodeadores y los detengamos?—, Preguntó Thoran. —Quiero esto barrido debajo de la alfombra lo más pronto posible— . El Almirante Shuziano afirmó con un gesto firme. —Háganlos desaparecer y regresen a los cautivos a sus hogares—. Él miró directamente a Kayden antes de mirar a los demás hombres. —Ustedes saben que si se meten en problemas legales, no puedo ayudarlos. Esta operación técnicamente no existe desde que el presidente Protempt no quiere que nadie sepa lo que está pasando y el Imperio ha mantenido su existencia
17
tranquila. Kayden conocía la partitura. La asignación parecía simple. Eso fue hasta que el almirante volvió a hablar, y entonces él sabía que estaba siendo enviado a los abismos del infierno para ser torturado por muchas largas semanas. —Estoy enviando a Jade Krovac con ustedes. Es el mejor técnico que tengo, y él puede entrar y salir de cualquier situación que pueda surgir. Jódeme con el sombrero de Tía Sally. Kayden casi gimió, pero atrapó el ruido antes de que escapara. El único hombre que deseaba, pero que no podía tener ahora estaría a bordo de su nave. — ¿Qué pasa con Chopper?—, Preguntó, aunque sabía que debería haber mantenido la boca cerrada. —Él está igual de cualificado. — ¿Tiene algún problema con Jade?—, preguntó el almirante. Si Kayden decía que sí, entonces él tendría que explicar el por qué. La única opción que tenía era a sacudir la cabeza. —De ningún modo. Pero podríamos entrar en algunas situaciones que son peligrosas, por decir lo menos, y Jade es del tipo…— Kayden no estaba seguro de qué descripción usar. ¿Flaco? ¿Peso ligero? ¿Demasiado delicado para el trabajo? Ninguna parecía correcta. No cuando ellas serían mentiras. No cuando la verdad tenía que permanecer encerrada dentro de él. —No dejes que su tamaño te engañe, Kayden—. El almirante se movió en su silla, colocando los codos en su escritorio y entrelazando los dedos. —Él pasó la formación y puede defenderse solo. Él es muy bueno en mantenerse fuera del camino. Él es también muy bueno en cruzar mis cables cada vez que lo veo. Pero Kayden mantuvo ese pensamiento para sí mismo. Era menos complicado de esa manera. Los otros hombres de su unidad no tenían que preocuparse por ocultar sus preferencias sexuales. La mayoría de la Casta de Asesinos era de planetas diferentes, lo que significaba diferentes
18
gobernantes. Era mala suerte que Kayden naciera bajo el dominio del rey Arador. Folladas clandestinas y discretas conexiones estaban empezando a agotarse. Quería algo más, pero sabía que no podía tener eso. Tener un compañero a su lado no estaba en sus tarjetas. Incluso si el ser gay no estuviera prohibido, ¿cuándo iba a tener tiempo? Kayden estaba siempre en las misiones. Así que él se había convertido en la temida la palabra C. Célibe. No por elección, sino por la estúpida ley que había entrado en vigor antes de que él naciera. Kayden estaba enfermo de las conexiones de una sola noche. Así que para mantener su cordura, había decidido lanzarse a su trabajo en su lugar. — ¿Hay otras preguntas antes de que ustedes tres sean informados contra que se enfrentan?—, preguntó el almirante. Ellos negaron con la cabeza. Los tres se pusieron en pie y salieron de la oficina del almirante. En la oficina exterior, la ayudante del almirante le entregó a cada uno de ellos un Vid-pad. Ella le sonrió a Thoran de una manera que dijo que estaba muy interesada. Thoran le devolvió la sonrisa, pero no era nada más que el hombre siendo cortés. Tan pronto como estuvieron en los cuartos de Kayden, los tres vieron cómo el almirante apareció en sus Vid-pads individuales. Era una grabación. Kayden todavía no entendía por qué el tipo hacia esto. El almirante podía simplemente haberles dicho, mientras que habían estado en su oficina. Kayden se sentó allí y escuchó los nombres que el almirante recitó. Eran algunos de los peores corredores y hombres fuera de la ley más notorios de este lado de la galaxia. Ben Hur estaba en la cima de la lista de
19
los Merodeadores. Kayden había tenido un encuentro con él una o dos veces. Nunca salió bien para Ben Hur, pero no había sido fácil para Kayden tampoco. Ben Hur luchaba sucio y siempre tenía más de un hombre con él en todo momento. No es que Kayden luchara limpio. Pero tenías que vigilar tu espalda cuando se trata de la escoria. Lanzando el pad a un lado, Kayden empezó a meter algo de ropa en una bolsa de lona. También cogió tres trajes de batalla limpios antes de dirigirse al cuarto de baño para recoger los artículos que necesitaría. Un timbre sonó, indicando que alguien estaba en la puerta. —Lo tengo—, Logan llamó desde la otra habitación. Antes de que Kayden pudiera intervenir desde el baño, el olor de Jade llenó el aire, dando vueltas alrededor de su cabeza como una droga de seducción. Él cerró los ojos por un momento, dejando que el aroma llenara sus pulmones. Kayden cedió, aunque sólo fuera por un segundo, a los deseos endureciendo su cuerpo. Un escalofrío violento lo atormentó mientras su lobo aulló un gruñido de satisfacción. Déjate de eso. Está fuera de los límites. Kayden soltó una respiración profunda mientras él detuvo su lujuria y se recompuso antes de salir del cuarto de baño. El técnico estaba allí con una bolsa en la mano, sus ojos grises brillantes y llenos de emoción. Tan ingenuo. ¿Kayden alguna vez había sido tan inocente? Él no lo creía. —Me dijeron que me están asignado a su unidad. Los ojos de Jade estaban mirando directamente a Kayden. El ritmo cardíaco de Kayden se aceleró y él tuvo que recordarse a sí mismo que Jade estaba hablando de negocios, no de placer. Aunque su mente estaba teniendo dificultades para diferenciar entre los dos.
20
—Tengo que ir a empacar—, Thoran dijo mientras palmeó a Kayden en la espalda. —Nos vemos en veinte en Bay Four. —Lo mismo digo—. Logan salió detrás de Thoran. Kayden se quedó con Jade. No era una mala cosa si ellos dos estaban en el mismo nivel. Salvo que el estómago de Kayden, no tenía nada que pudiera hacer al respecto. No cuando el Imperio Constantino lo consideró licito. —Pero eso no está en nuestro horario—, Jade argumentó. — Tenemos que atenernos a nuestro horario si esperamos atrapar a los Merodeadores. —Vamos a atraparlos—, Logan le aseguró a Jade. —Nuestra excursión es sólo un bache en nuestro plan. — ¿Bache?— Jade preguntó mientras sus ojos se abrieron. —No debería haber ningún bache. Esto iba a ser divertido. Kayden tenía la sensación de que el pequeño twink iba a ser muy interesante en este viaje. Haciendo caso omiso de la protesta del técnico, Kayden marcó las coordenadas de Coloso. —Relájate, Jade. Los horarios se hicieron para romperse. Jade golpeó su dedo en el Vid-pad. —No mis horarios. Incluso el Almirante es fiel a ellos. — ¿Me veo como un almirante para ti?— Kayden preguntó con un ligero gruñido en su voz. —Simplemente relajarte y estaremos de nuevo en marcha en poco tiempo. Jade parecía que estaba a punto de hiperventilar mientras sus dedos empezaron tocar frenéticamente. Kayden volvió de nuevo a lo que había estado haciendo mientras se dirigían a comprar mejores armas y perseguir a algunos de los peores criminales que la galaxia tenía que ofrecer.
21
Capítulo 3 Por la forma en Jade estaba mirando alrededor del mercado, Kayden tenía el presentimiento de que el humano nunca había estado fuera de Talus, la sede del poder del Imperio Constantino y mundo de origen de Jade. Sus ojos grises estaban muy abiertos, a medida que rebotaban de una cosa a otra. Había seres aquí que rara vez se veían fuera de sus mundos de origen, y tenía que ser un infierno de shock para el técnico. En cuanto a Kayden, él continuamente escaneó la zona, manteniendo una estrecha vigilancia sobre Jade. Había demasiados peligros aquí y lo último que quería era que el humano saliera herido. No era propio de Kayden ser tan protector, especialmente hacia un ser humano. La especie de Jade era vista como la más baja en el tótem, prescindible y no muy apreciados. Con toda honestidad, sorprendió a Kayden que Jade no sólo había pasado por el entrenamiento, sino que poseía un trabajo de alto rango. —Allá arriba—. Thoran hizo un gesto con la barbilla hacia adelante y Kayden pudo ver la taberna justo delante. Él seguro como el infierno que esperaba que el almirante estuviera diciendo la verdad sobre Jade siendo capaz de manejarse, ya que estaban a punto de entrar en un lugar donde mirar a un hombre de la manera equivocada conseguiría tu garganta rebanada. La taberna era ruidosa y música a todo volumen se derramaba hacia la calle. Jade vaciló ante la puerta abierta, por lo que Kayden colocó su mano sobre la espalda del humano para convencerlo de entrar. A medida que se abrieron paso entre la multitud, Kayden mantuvo al técnico entre él y Thoran mientras Logan les encontraba una mesa en la parte trasera. La
22
manteca de cerdo que los Colosussians utilizaban para freír sus alimentos era espesa en el aire, haciendo que la taberna oliera a pescado de dos días. Kayden hizo todo lo posible para no respirar muy profundamente. Tenía la sensación de que iba a ser duro como el infierno quitar el hedor de su pelo y la ropa. —Otra noche de sábado en villa escoria—, Thoran dijo mientras sacaba la silla de madera y la giró a su alrededor antes de sentarse a horcajadas. —Voy a conseguirnos algunas bebidas mientras esperamos—. Logan despegó hacia la barra, forzando su camino a través de la densa multitud. — ¿De verdad tenemos que estar aquí?— Jade preguntó mientras miraba a su alrededor. El chico parecía un pequeño conejito asustado en una cueva de lobos. Sin pensarlo, Kayden enganchó el pie alrededor de una de las patas de la silla de Jade y tiró del chico más cerca, el sonido chirriante apenas se oyó sobre las voces fuertes en el lugar. Logan regresó con una ronda de bebidas en sus manos y en el hueco de sus brazos. La jarra hizo un ruido fuerte cuando él colocó una delante de Jade. El brebaje era rosa y espeso y tenía un aroma afrutado. Logan sabía que no debía traerle a Kayden nada por el estilo. Desde su primera experiencia con el alcohol, Kayden había sido adicto a las cosas fuertes. Logan dejó caer un dragón de fuego delante de Kayden. La bebida de color rojo oscuro todavía humeaba cuando Kayden tomó un trago. Quemó todo el camino hacia abajo. —Yo no bebo—. Jade empujó la bebida con sabor a fruta lejos antes de levantar una ceja y darle a Logan una mirada vidriosa. —Va a ponerte un poco de pelo en el pecho—. Thoran se desplomó en su silla, golpeando sus botas sobre la mesa. —O por lo menos te ayudará a crecer un poco de pelo en tus bolas. —Entonces tal vez necesitas un trago doble—, Jade replicó.
23
Kayden se rió de la respuesta ingeniosa de Jade. El humano era divertido. Thoran no era el hombre más fácil con el que llevarse bien pero parecía que Jade no iba a permitir que ninguno de ellos lo atropellara. Eso era bueno saberlo. —Ya lo hizo—, dijo Thoran mientras agarraba su entrepierna y le sonrió a Jade. — ¿Quieres ver la prueba? Jade arrugó la nariz. —No en esta vida. —Atención, señoras—. Logan asintió hacia la puerta principal. Kayden se giró para ver a su contacto de pie allí, mirando directamente hacia ellos. Ella inclinó la cabeza y luego salió a la calle. —Esa es nuestra señal—. Kayden se levantó. Agarró a Jade bajo el brazo y lo arrastró a sus pies. —Vamos a ver lo que tiene la señora. — ¿Nuestro contacto es una mujer?—, preguntó Jade, con un toque de sorpresa atando su voz. —No dejes que se te oiga hablar así—, advirtió Logan. —Tendrá tus bolas sin pelo. — ¡No son lampiñas!— Jade se volvió de siete tonos de rojo mientras corría delante de ellos y salió por la puerta. Las cejas de Kayden se arquearon mientras miraba a sus dos amigos. —Tiene un temperamento en él—, dijo Thoran y Kayden podía oír la aprobación en el tono del hombre. —Tal vez no nos maten después de todo. Tal vez no, pero cuando Kayden salió sabía que las cosas se dirigían cuesta abajo rápidamente. Jade no estaba a la vista. Contania estaba apoyada en su lanzadera esperándolos. — ¿Dónde iría el humano?—, Preguntó Kayden, sintiendo el miedo sacudirse en su estómago. Kayden le había advertido a Jade que no se alejara de ellos. Él había enumerado los peligros de este lugar al humano. Los pelos de su nuca estaban tratando de arrastrarse por su espalda
24
mientras giraba y no vio a Jade en ninguna parte. Contania se apartó de la lanzadera y colocó sus manos en las caderas. —Algunos hombres lo agarraron y empujaron al chico en su transporte. Él gruñó a su indiferencia. Kayden sabía que los humanos no eran valorados, pero maldita sea. Los matones por aquí no habían perdido el tiempo. Él quería estar enojado con Contania, pero no pudo. Su actitud hacia los seres humanos era demasiado típica y ella no se preocuparía por su ira de todos modos. —Yo me encargo de las armas—, dijo Logan mientras se acercaba a la lanzadera. —Tú y Thoran vayan a recuperar a nuestro técnico. La morena ceja de Contania se levantó. — ¿El ser humano tiene rango? Ignorándola, Thoran y Kayden saltaron a una lanzadera taxi. Afortunadamente Jade estaba usando un dispositivo de seguimiento. La secretaria del almirante le había dado a Kayden la frecuencia de Jade antes de que hubieran salido. Ella le había dicho que Jade nunca había estado en una misión y que quería asegurarse de que el humano estaba a salvo conociendo de su paradero en todo momento. Kayden marcó la frecuencia en su GPS portátil y observó como un pequeño punto rojo apareció. — ¿Lo encontraste?, Preguntó Thoran. —Él está a dos cuadras—. Kayden le dijo al conductor en qué dirección ir antes de que él dejara escapar un suspiro irritado. — Estuvimos en este planeta durante treinta minutos y ya conseguimos nuestros culos profundamente enterrados en alguna mierda. —Necesitamos ponerle una correa a ese humano—, dijo Thoran y luego se encogió de hombros. —Por lo menos con una correa, sabremos cuando alguien está tratando de llevárselo antes de que sea secuestrado.
25
Una correa no era una mala idea, pero ya que Jade no tenía una ahora, ellos tendrían que darle caza a la vieja usanza, buscando en el área donde su chip estaba dando una señal a pie. Kayden pagó al conductor y se deslizó fuera del taxi, Thoran justo detrás de él. Este planeta no era exactamente amable, así que Kayden sacó su arma y siguió el sonido de su sistema de seguimiento. —La próxima vez voy a dejarlo en la maldita nave—, Kayden se quejó mientras giraba una esquina para ver a dos Klackians de bajo rango maltratar a Jade. ¿Por qué en Synia tenían que ser Klackians? Eran las criaturas de olor más repugnantes en el universo. La especie no era conocida por sus habilidades de higiene y no parecía importarles que olieran como el culo. Su hedor había llegado a Kayden incluso antes de haber puesto un pie en la zona, detrás de un almacén abandonado. Joder, ellos apestaban. Y bajo su hedor estaba el olor inconfundible de la sed de sangre. Planeaban jugar con Jade antes de comérselo. —Yo digo que reduzcamos nuestras pérdidas y nos larguemos de aquí—. Thoran sostuvo su mano sobre su nariz y boca. — ¿Jade vale la pena ir en cualquier lugar cerca de aquellos dos? Kayden vaciló, pero sabía que no podía dejar a Jade atrás. Si el almirante consideraba que el hombre era importante, entonces no podían arriesgarse a perderlo. Además, el lobo de Kayden estaba teniendo un maldito ataque, exigiendo que Kayden rescatara a la pequeña mierda. — Aguántate. Thoran gruñó, mostrando la punta de los afilados caninos. —Maldita sea, Kayden. Si esta es la forma en que va a ser con Jade, entonces nosotros deberíamos encerrarlo en sus habitaciones en cualquier momento que aterricemos en algún lugar. Kayden disparó una ráfaga de advertencia de su blaster, ganando la atención de los Klackians. —Déjenlo ir, chicos. Los hombros de Jade se desplomaron mientras una pequeña sonrisa
26
se dibujó en sus labios. Pero Kayden lo ignoró. Él mantuvo su enfoque en las dos altísimas criaturas. Le recordaban a trolls. Su altura era de más de dos metros y su circunferencia era la de tres hombres. —Lo encontramos primero—, dijo el de la derecha. Kayden chasqueó la lengua. —El problema es que nos pertenece. — ¿Él es tu mascota?—, el de la izquierda le preguntó. Estar de acuerdo en eso era menos complicado que contarle a estos dos imbéciles que Jade trabajaba para el Imperio. Ellos nunca lo creerían. Los humanos eran una raza débil y la idea de uno de ellos teniendo una posición importante en el Imperio era ridícula para la mayoría, incluso para estas criaturas repugnantes. —Sí, lo es. — ¿Qué?—, Jade entrecerró los ojos mientras luchaba por liberarse. — ¡Yo no soy tu maldita mascota!—. Él atravesó a Kayden con una mirada malévola. —Ya has oído al humano—. El Klackian a la derecha le dio a Kayden una sonrisa triunfante. —Él no es tuyo. Jade miró a sus captores y luego volvió a mirar a Kayden, entendimiento amaneciendo en sus ojos. —Sí—, él chilló. —Yo soy la mascota de Kayden Caellen. Kayden podía decir que irritaba a Jade decir eso, pero al menos el humano había comprado una pista. Lo último que Kayden quería hacer era estar allí y tratar de convencer a Jade que decir que era una mascota era la cosa más inteligente que el chico podía hacer. El Klackian a la izquierda frunció el ceño. — ¿Kayden Caellen? ¿Igual que en el Casta de Asesinos Kayden Caellen? —No te atrevas a dejar que se te suba a la cabeza, Kayden—, Thoran le advirtió. Sus palabras eran duras, pero su tono era ligero. —El hecho de que él ha oído hablar de ti no significa que tu culo peludo es famoso.
27
Kayden sonrió. —El único—, respondió a los dos hombres. —Ahora dejen ir a mi mascota, antes de les muestre por qué soy uno de los Asesinos más temidos. Kayden sabía que era bueno, uno de los mejores, pero su ego no era tal que creía que podía derrotar a todas las especies en este o en cualquier otro planeta. Tan rudo como era, siempre había alguien por ahí que era más duro. Aunque Kayden sabía que no era uno de esos dos hijos de puta malolientes. —Yo no le tengo miedo—, el de la derecha dijo, su mal aliento alcanzando a Kayden y casi haciéndolo caer en seco. —Que venga y tome a este humano. Kayden suspiró. ¿Por qué el imbécil tenía que ir y desafiarlo? Hubiera sido mucho más fácil simplemente entregar a Jade y seguir su camino. Antes de que alguno de los Klackian hiciera un movimiento, Kayden le disparó a los dos hombres entre sus podridos ojos. Cayeron al suelo, haciendo que el gran cubo de basura detrás del almacén saltara y cerrara de golpe la tapa. Jade se quedó con la boca abierta. —A menos que estés esperando que más problemas lleguen, te sugiero que consigas poner tu culo en marcha—, Thoran le dijo a Jade mientras examinaba la zona. Jade corrió hacia ellos, mirando hacia atrás, a las dos criaturas muertas. — ¡Joder, apestan! Ellos estaban en total acuerdo cuando Kayden agarró a Jade por su antebrazo y tiró del hombre hacia la calle principal, donde Thoran paró un taxi. Llevaron a Jade de vuelta a la taberna donde Logan estaba esperando. —Veo que lo encontraron—, dijo Logan mientras lanzó una gran bolsa de lona sobre su hombro. —Si ustedes, señoras terminaron de jugar,
28
tenemos que empezar a movernos. Contania me ha dicho que hay federales en esta área. —Entonces sugiero que no nos demoremos—, Kayden dijo mientras guiaba a Jade de vuelta a su nave.
Jade casi frotó su piel a carne viva tratando de conseguir quitarse el hedor. No tenía idea de quiénes eran esos vándalos, pero nunca había olido algo tan podrido y que indujera al vómito en su vida. Ese asqueroso olor aún permanecía en la parte posterior de su garganta. Peor aún, si Kayden no hubiera aparecido, Jade tenía la sensación de que esas cosas se lo habrían comido. Él se estremeció ante el pensamiento mientras comenzó a fregar más duro. Dios, ¿qué si estaba permanentemente apestoso? No es como si tuvieras una vida amorosa de todos modos. Eso podría ser cierto, pero ahora sus posibilidades de alguna vez echar un polvo simplemente habían caído a cero. Además, la persona que él quería era intocable. Si Kayden sabía que se sentía atraído por el hombre, el Asesino podría eliminar las bolas de Jade. Con un cuchillo oxidado. Incluso en la parte posterior de ese pensamiento, la mente de Jade no podía dejar de imaginar cómo sería retorcerse bajo ese fuerte Asesino. Su agujero dolía mientras la escena se desarrollaba en su mente. Todos esos deliciosos músculos y ese aire peligroso en Kayden hicieron que los dedos de los pies de Jade se curvaran. Sabía que tenía que estar loco para querer al chico. Primero, todas las
29
malditas especies en la galaxia Zarino pensaban que los humanos eran escoria. Jade resentía eso, pero no tenía voz en el asunto. Segundo, cuando se formó la nueva galaxia, las cosas más extrañas comenzaron a suceder. Una de ellas era que todos los humanos ahora podían quedar embarazados, una de las razones por la que la especie de Jade se consideró débil. Otras especies se enorgullecían de su virilidad, su fuerza. En comparación con ellos, los humanos no tenían nada. Jade había sido testigo de primera mano de varones humanos que estuvieron embarazados. Era una cosa común ahora. Común o no, la vista aún lo volvía loco. Por suerte, se requiere algo más que dormir con un humano para dejarlos embarazados. Lagunas. Tenias que amarlas. Pero las fantasías eran seguras y la que corría a través de la mente de Jade lo tenía duro y dolorido. Kayden era letal y tan malditamente caliente que Jade sintió que sus pelotas se apretaban contra su cuerpo. Lo que no daría por caer de rodillas y chupar la polla de Kayden en su boca. Jade se lamió los labios mientras envolvía su mano alrededor de su pene. Casi podía saborear al Asesino mientras tiró de su polla duro y rápido. Una sacudida eléctrica se disparó de su columna vertebral mientras se apoyaba en la pared de la ducha, con los ojos girando a la parte posterior de su cabeza. —Kayden—, susurró. Simplemente decir el nombre del hombre se sentía travieso y ayudó a llevar a Jade más cerca de su orgasmo. Daría cualquier cosa por una noche en su cama. Jade estaba bastante seguro de que Kayden sacudiría su mundo. Sus dedos se apretaron mientras tiró su mano hacia arriba y hacia abajo, sus labios separándose mientras su aliento escapó en pequeños jadeos. Los ojos de Kayden. Jade nunca había visto iris tan hermosos y exóticos antes. El hombre era una fantasía caminando y ni siquiera lo sabía.
30
Demonios, Kayden había protagonizado muchos de los sueños de Jade. Últimamente, Jade se encontró despertando, retorcido en sus sábanas, con su polla gastada. Esto lo estaba volviendo loco, sin embargo, no había nada que pudiera hacer al respecto. Kayden estaba fuera de los límites. Jade deslizó un dedo solitario en su culo. Eso fue suficiente. Gritó el nombre de Kayden cuando su semen saltó a la pared de la ducha. La ilusión se había ido y Jade se quedó con una polla floja y un anhelo más profundo. Maldita sea. En todo caso, Jade estaba incluso más frustrado que antes. Aunque el rey de Kayden no había decretado la homosexualidad fuera de la ley como la especie de lobos de Kayden, Jade sabía que no tendría una oportunidad en el infierno con el Asesino. Todo el mundo sabía que los seres humanos eran clasificados más bajo que el estiércol de vaca. ¿Por qué alguien como Kayden arriesgaría no sólo su vida para estar con Jade sino su tiempo, cuando había tantas opciones mejores ahí fuera en la galaxia? Cansado, Jade terminó su ducha y se vistió. Al diablo con ello. Él sólo tendría que conformarse con languidecer por un hombre que nunca podría tener. En el lado positivo, al menos Jade tenía una carrera que amaba. Eso era algo. Pero ese pensamiento sólo hizo que su humor se aligerara durante medio segundo antes de que él entrara en su habitación y se vistiera. Jade sólo iba a tener que aguantar y ponerse sus pantalones de chico grande. Sin embargo, se miró en el espejo para asegurarse de que se veía delicioso. Tenía su orgullo, después de todo. Los hombres de esta nave podrían no tomar en serio a Jade, pero Jade no iba a dejar que lo
31
empujaran. Enderezado sus hombros, Jade salió de sus habitaciones y casi corrió directo a una pared de carne dura. Se quedó sin aliento, instintivamente levantando sus manos. —Realmente necesitas ver por dónde caminas—, dijo Kayden, sus manos revoloteando cerca como si fuera a atrapar a Jade si se caía. Jade casi lo hizo, sólo para sentir los brazos del hombre rodeándolo. —Y necesitas mirar también—. Su respuesta fue tan corta como podía ser. Jade lo sabía. Pero eso es todo lo que podía elaborar en tan poco tiempo. Además, el olor masculino de Kayden estaba recableando el cerebro de Jade. Él tuvo que parpadear varias veces y apartar los ojos del grueso pecho de Kayden. Su boca se hizo agua. Justo como lo había hecho en la ducha cuando Jade pensó en chupar a Kayden. Oh muchacho. Tal vez debería dejar de pensar así antes de que su pantalón hiciera una carpa. Kayden pasó junto a él y todo lo que Jade podía hacer era girar para ver al hombre irse. Mordió su labio inferior mientras sus ojos miraban el culo bien tonificado del Asesino. Buen Dios. Los dedos de Jade picaban por extender la mano y apretar un puñado. Cuando el almirante le dijo a Jade que él iba en esta misión con los Casta de Asesinos, Jade no tenía idea de lo difícil que iba a ser estar cerca de Kayden. Ahora lo sabía. Jade iba a estar duro como una roca y esta misión iba a ser una tortura.
32
Capitulo 4 Durante los siguientes siete días, la misión no se hizo más fácil. Jade había pensado que estarían volando a través del espacio, volando cosas, y ayudando a los presos a volver a casa. Nop. Eso era muy lejos de lo que estaban haciendo actualmente. Estaban volando por el espacio, pero Jade estaba actualmente viendo un pastel creciendo en el horno y se preguntaba cuan bajo su vida debió haberse hundido a hacer algo como esto. Él no horneaba. Jade definitivamente no cocinaba. Pero estaba tan aburrido que estaba dispuesto a intentar cualquier cosa para cambiar el ritmo mundano por aquí. — ¿Vas a estar allí y verlo hasta que este hecho?— Thoran le preguntó mientras entraba en la cocina. —Eso es como ver secarse la pintura. — ¿Tienes una idea mejor?—, Preguntó Jade. — ¿Quién sabía que vivir en una nave podría ser tan aburrido. Thoran dio una profunda risita ronca. — ¿Qué esperabas? Antes de que Jade pudiera responder a la pregunta, la nave se balanceó a un lado. Jade tuvo que agarrarse de Thoran con el fin de no caer sobre su culo. Ambos se miraron entre sí antes de despegar, dirigiéndose directamente hacia el puente. Kayden y Logan ya estaban allí y Jade podía ver una tormenta de asteroides alrededor de ellos. Jade sintió que la sangre de su rostro se
33
drenaba mientras se preguntaba si iban a sobrevivir. — ¡Abróchate el cinturón!—, le gritó Kayden a él. Jade se apresuró a sentarse, sus dedos sintiéndose demasiado gruesos para funcionar. Él luchó con el cinturón antes de finalmente hacer clic en su lugar. —Este pedazo de basura—, Logan rompió. — ¿Por qué el Imperio no suministrar una mierda mejor? — ¿Qué significa eso?— Jade le preguntó a nadie en particular. —Significa que esta nave no fue construida para soportar estas rocas—, respondió Kayden. La nave se tambaleó hacia la derecha en un ángulo que Jade no creía posible. Agradecido que no había comido aún, Jade se agarró a los brazos de su asiento mientras enviaba una silenciosa plegaria. Ellos fueron a la deriva durante medio segundo antes de que Kayden disparara los motores traseros, enviándolos más allá un asteroide monstruoso. —Todavía lo tienes—. Logan rió entre dientes, pero Jade no lo encontró nada divertido. Su músculo del esfínter estaba apretado tan fuerte que estaba bastante seguro de que estaría cagando un diamante pronto. —Juego de niños—, dijo Kayden. —Estoy concentrando poder extra para nuestros escudos—, Thoran dijo, —pero ya estamos en un veinte por ciento. —Eso es malo—, Jade declaró lo obvio. —He estado en situaciones peores—, Kayden dijo mientras apuntaba hacia Jade. —Pero yo tomaría una respiración profunda si fuera tú. Antes de que Jade pudiera preguntar por qué, la nave cayó directamente hacia abajo a través del espacio con tanta rapidez que Jade casi vomitó. Su estómago se sacudió cuando el campo gravitatorio de la nave se apagó, dejándolos a todos sin gravedad. —Creo…— Thoran negó con la cabeza, su piel cada vez más verde,
34
—que voy a vomitar. Jade se alegró de que no fuera el único. Y luego la nave se movió con una rapidez líquida que Jade no había esperado. Se empujó hacia adelante y luego se ladeó de vuelta. Todo lo que Jade podía hacer era cerrar los ojos y respirar profundamente. —Casi a través del campo—, Kayden anunció, pero eso no ayudó a establecerse el estómago de Jade. Finalmente estuvieron estables y Jade no perdió el tiempo en desabrocharse y arrastrar culo al baño más cercano. Cuando terminó de vomitar sus entrañas, Jade se aferró al mostrador y comenzó a lavarse la cara. Pero se dio cuenta de que se estaba haciéndose un poco más difícil respirar. Tuvo que luchar para tirar de un aliento. Jade se tambaleó hacia el pasillo, sus pulmones doliendo mientras hacia su camino hacia el puente. Esto no tiene ningún sentido. ¿Por qué el aire era tan escaso? Jade se mareó y sabía que tenía que encontrar ayuda antes de desmayarse. Cuando llegó al puente, Jade pudo ver que todo el mundo parecía estar luchando también. Las alarmas sonaron mientras luces de advertencia rojas brillaban. — ¿Qué está pasando?—, Preguntó Jade. —Hay un agujero en alguna parte del casco—, Kayden dijo mientras frotaba su mano por la frente. —Estamos perdiendo oxígeno más rápido de lo que el soporte vital de la nave puede reemplazarlo. Estamos ya a sesenta y cuatro por ciento y cayendo rápidamente. Jade podía sentir el pánico tratando de afianzarse, pero se negó a perder la cabeza. Él haría eso más tarde. Ahora tenía que mantener la cabeza fría. — ¿Qué puedo hacer? —Escanear el casco—, Kayden ordenó mientras se dirigía al
35
pequeño compartimiento al lado de la puerta del puente. Jade vio como el Asesino sacó un traje espacial. El corazón de Jade se estrelló en su pecho cuando se dio cuenta que Kayden estaba preparándose para salir al exterior. Eso era más peligroso que navegar una nave a través de una tormenta de asteroides. — ¡Jade! — ¿Qué?—, Jade parpadeó mientras miraba alrededor, haciendo su mejor esfuerzo para enfocarse. No era fácil con el aire tan escaso. Su cabeza le daba vueltas como loca. —Encuentra ese maldito agujero—, Kayden exigió. —Correcto—. Jade corrió hacia una de las consolas y comenzó una comprobación de todo el sistema mientras Kayden se preparó. Echó un vistazo a cada cubierta una a la vez, en busca de signos de la fuga. Sorprendentemente, fue fácil de encontrar. El daño fue en uno de los cuartos vacíos en el segundo nivel. —El agujero está en el nivel dos a unos cincuenta metros a las afueras de la Esclusa Uno. Estoy tratando de sellar la habitación, pero el sistema no responde—. Jade amplió sobre el daño. —Parece ser aproximadamente del tamaño de mi puño. —Copiado. Jade miró por encima del hombro para ver a Kayden parado justo detrás de él. Trató de respirar profundamente, ya que de repente sintió como si no hubiera más aire en sus pulmones, y luego se dio cuenta de que no podía respirar profundamente porque había muy poco aire en la habitación. —Date Prisa. —Estoy en ello—. Kayden se ajustó el casco sobre su cabeza y luego le dio un pulgar hacia arriba antes de girar y deambular hacia la puerta y
36
fuera del puente. Jade intentó tomar respiraciones más pequeñas mientras observaba a Kayden irse, pero su pecho estaba empezando a sentirse como si estuviera siendo aplastado lentamente. —Voy a ver si puedo sellar manualmente esa habitación—, dijo Thoran antes de abandonar el puente. —Tengo que comprobar el resto de la nave—, dijo Logan. —Tienes el puente. Jade sabía lo que eso significaba y la enorme responsabilidad que era. Tal vez los Asesinos no lo odiaban después de todo. Nadie dejaba a alguien en quien no podían confiar a cargo, no importa cuán temporalmente sea. Jade comenzó a cerrar todas las cosas que no eran esenciales, tratando de mantener la mayor cantidad de oxígeno en la nave que pudiera. Era imposible saber cuánto tiempo le tomaría a Kayden reparar los daños y a Jade no le apetecía morir por asfixia. —Estoy en la Esclusa Uno—. La voz profunda y ronca de Kayden sonó por el intercomunicador. —Entendido—, respondió Jade. —Saliendo del Foreplay para hacer reparaciones—, dijo Kayden y luego no hubo más que silencio. Jade hizo lo mejor para no preocuparse, pero tantas cosas podrían ir mal con una reparación externa. Jade se sentó y se mantuvo ocupado monitoreando los signos vitales de Kayden y escuchando el murmullo de la nave. Frunció el ceño cuando se dio cuenta de un botón que parpadea en la consola frente a él. Jade tocó la pantalla para ver que era una frecuencia de llamada. Tragó saliva alrededor del creciente nudo en la garganta cuando la gran pantalla de visualización de repente volvió a la vida y otra nave apareció justo en frente de ellos, nariz con nariz.
37
Jade miró la pantalla de llamada, una vez más y se preguntó qué debía hacer. Kayden estaba fuera de la nave, Logan y Thoran en algún lugar debajo. Jade abrió el canal que conectaba al pasillo donde Thoran estaba trabajando. —Creo que podríamos tener otro problema. —Uno a la vez, Jade—. Thoran sonaba sin aliento. —Hay una gran nave llamándonos. — ¿Vamos de nuevo? Jade miró hacia arriba pero el barco todavía estaba allí. —Está justo en frente de nosotros y llama para abrir un canal. —En camino—, dijo Thoran. —No abras ni una maldita cosa hasta que yo llegue. —No es un problema—. Jade no iba a hacer nada. No sabía quién estaba en la otra nave. Esta era la primera vez que había estado lejos de su planeta de origen y Jade estaba un poco intimidado. La puerta del puente se abrió y Thoran entró. Jade se movió fuera del camino. —El puente es todo tuyo. Thoran asintió antes de deslizar el dedo sobre la consola. La pantalla se iluminó y Jade tuvo que contener su grito de asombro. El hombre en el otro lado estaba vestido todo de negro. Incluso el pañuelo envuelto alrededor de su cabeza era oscuro. Su físico era poco más que una pared de músculos y le recordó a Jade a alguien mortífero, letal. Sus ojos color ámbar dorados traspasaron a Jade antes de girar para mirar a Thoran. —Ben Hur—, dijo Thoran, pero el Asesino no sonaba como si estuviera saludando a un viejo amigo. — ¿Qué están haciendo los Asesinos por estos lares?— La voz ronca de Ben exigió por el canal de comunicación. —Este es un espacio abierto, propiedad de nadie, y puedo explotar tu nave en mil pedazos sin
38
consecuencias. No habría ninguna repercusión independientemente de ese hecho. El Imperio Constantino negaría su afiliación con los Asesinos. Jade sabía que estaban verdaderamente jodidos. No habría ninguna ayuda viniendo. Jade casi gritó cuando la nave de Ben disparó una ráfaga de advertencia en la proa. Kayden todavía estaba allí. ¿Y si esa explosión lo había golpeado? Un seco tono arrogante llegó a través del canal de comunicación por radio. —Entrega a la tripulación y la carga, y yo no te voy a matar. —Muérdeme, perra—, Thoran respondió. Jade cruzó sus dedos, rezando para que no los volaran en pedazos. La nave en frente de ellos era mucho más grande que el Foreplay. Y esta nave estaba dañada. No había manera de que ganaran en una pelea. —Como quieras—, declaró Ben antes de que se dispararon dos explosiones más. —No vamos a sobrevivir—, Jade le susurró a Thoran. —Tal vez podamos rendirnos y luego encontrar una forma de escapar. —Un Casta de Asesinos no se rinde—. No había duda de la crudeza salvaje en el tono de Thoran. —Y a un humano le gusta vivir para ver el mañana—, dijo Jade. — ¿Preferirías morir aquí en el espacio? —Sí—, respondió Thoran. Ugh, el hombre era imposible. Pero antes de que Jade pudiera protestar más, las puertas del puente se abrieron y tres hombres con pistolas láser dirigidas a Jade y Thoran caminaron a bordo. —Creo que vas a ser el que me muerda—, dijo Ben con suficiencia antes de que la pantalla se oscureciera. Lo único que Jade y Thoran podían
39
hacer era lanzar las manos arriba y rendirse. Aunque Thoran parecía que preferiría masticar vidrio. La puerta del puente se abrió una vez más y Logan entró, un Merodeador armado detrás de él. Jade se preocupó por Kayden estando fuera del casco, pero estaba demasiado asustado de decir algo. ¿Qué pasaría si disparaban a Kayden fuera de la nave? Jade no podía arriesgarse a hablar y revelar la ubicación de Kayden. Ellos tres fueron transportados a la otra nave y colocados inmediatamente en una celda. El pecho de Jade se apretó mientras sus músculos se tensaron. Trató de detener los temblores de cuerpo completo que lo sacudían, pero era impotente frente a las emociones fuertes que corrían a través de él. Su temor no era sólo por él, sino por Kayden también. No había nadie en el Foreplay para regresar al Asesino. —Él sabe cómo sobrevivir—, Thoran trató de tranquilizar a Jade. — Cuando fuimos a través de nuestra formación, nos pusieron en todas las circunstancias imaginables. Él va a salir de ésta. Jade seguro que lo esperaba. Debido a que Kayden era su única esperanza de escapar.
Kayden se mantuvo oculto detrás del estabilizador vertical mientras contemplaba la nave invasora. No había ángulos en cualquier lugar y sus líneas elegantes y de color verde brillante destacaban majestuosamente. Él habría pensado que la nave pertenecía a alguna familia real si no hubiera sido por el ave de presa de oro en el costado. El Falcon.
40
Esa era la insignia de Ben Hur. Kayden no estaba seguro de cómo, pero Ben se había enterado de que lo estaban siguiendo. Y ahora el bastardo venía tras Kayden y su tripulación. Manteniendo la cabeza hacia abajo, Kayden se movió sobre Foreplay hasta que estuvo colocado por la Esclusa Uno. Lo más probable es que no hubiera nadie a bordo para ayudarlo a volver dentro. Ben no habría perdido el tiempo en agarrar a toda la tripulación. Así que era Kayden solo para salvarse a sí mismo y luego los demás. Trabajó abriendo el pequeño panel en el lado de la esclusa. Había un control manual dentro. Desafortunadamente, cuando llegó a abrir el panel, vio cómo de corroídos estaban los cables. Le disgustó sin fin que el Imperio poseyera naves que deberían desmantelarse. Por qué seguía la cosa en uso era una incógnita. La pantalla digital ni siquiera se iluminaba. Kayden agarró el pequeño juego de herramientas que había traído con él y usó el destornillador para quitar la interfaz. Gracias por la jodida pieza de su entrenamiento, lo habían obligado a aprender cómo romper dentro y fuera de las cosas. Draven había sido exhaustivo, y en este momento Kayden estaba agradecido. Su traje sólo tenía el suficiente oxígeno y sabía que su tiempo se estaba acabando. Kayden utilizó un tiempo precioso que él no tenía para pelar algunos de los cables y cruzarlos. Sus guantes se sentían incómodos mientras trabajaba con las delicadas piezas. Se estaba haciendo más difícil respirar. El medidor de oxígeno de Kayden estaba en catorce por ciento. El permanecer escondido del Falcon durante casi una hora había agotado la mayor parte de su suministro. Dejó escapar un sonido de frustración suprema cuando el pequeño destornillador resbaló de su mano y empezó a flotar lejos de él. Si Kayden iba tras el, no sólo iba a ser visto, sino que tendría que utilizar más tiempo
41
que él no tenía. Justo cuando su medidor de oxígeno llegó a un crítico cinco por ciento, la escotilla se abrió, permitiendo que Kayden trepara al interior. Cayó al suelo, eliminando su casco mientras chupaba en el poco oxígeno que podía. La nave no fue de mucha ayuda teniendo en cuenta que todavía había un agujero en el costado del casco. Pero le dio lo que necesitaba por el momento. Kayden se dirigió al puente, cerró cada compartimiento individual y redirigió el suministro de oxígeno al puente. Eso le compraría algo de tiempo. Sólo había una cosa que él podría hacer. Kayden iba a tener que esperar hasta que el Falcon se desacoplara fuera de él, en dirección hacia el espacio, antes de agarrar una lanzadera y seguirlo. A partir de ahí, tendría que atracar en el Falcon de alguna manera. Él no iba dejar a sus amigos en las manos maliciosas de Ben Hur. El Merodeador era implacable y no dudaría en matar a Thoran, Logan, y Jade. Ni siquiera podía llamar para pedir ayuda porque esto era una misión negra y los Casta de Asesinos no estaban técnicamente involucrados en derrocar a los Merodeadores. Kayden pasó los treinta minutos siguientes cargando la lanzadera con las armas antes de que él se subiera a bordo, abrió la puerta de la bahía, y luego voló hacia el espacio abierto. Alcanzó al Falcon, manteniéndose bajo de sus escudos mientras estudiaba la nave por una forma de entrar. Para asegurarse de que él permanecía fuera de su radar, Kayden apagó todo excepto el soporte vital. Vio una apertura en el vientre de la bestia y sabía que era su única oportunidad. Una vez más, Kayden estaba con el traje. Usando muy poca energía, maniobró la lanzadera tan cerca de la apertura como pudo. Ajustando la lanzadera en piloto automático, abrió la parte trasera y
42
se dirigió al Falcon, agradecido de que no estaba a toda velocidad. Kayden repitió lo que había hecho atrás en el Foreplay y pronto se encontró en el interior de un área de almacenamiento. Dejó la bolsa de armas abajo antes de quitarse el abultado traje. Después de armarse hasta los dientes, Kayden comenzó la búsqueda de su tripulación.
43
Capítulo 5 Jade gritó cuando golpeó el suelo. Sostuvo su mejilla, furia al rojo vivo llenándolo a rebosar. El guardia se quedó allí y se rió, sus mofletes rebotando mientras colocaba sus manos carnosas en su cintura. —La próxima vez que te diga que te calles, mejor escuchas. —Si lo vuelves a tocar—, gruñó Thoran desde la jaula al otro lado de Jade —Voy a alimentar con tu grasoso cadáver a un toro Synian. El guardia entrecerró los ojos a Thoran antes de girarse a Jade. Desde la oscura expresión en el rostro del hombre, Jade sabía que estaba en problemas. El guardia golpeó su bota en el costado de Jade, provocando un grito. Sus entrañas estaban en llamas y Jade apenas podían respirar más allá del dolor. Joder, estaba a punto de perder el conocimiento. — ¡Aléjate de él!— Logan gritó desde el otro lado del camino. — ¿Qué vas a hacer?—, el guardia le preguntó al Asesino antes de que tomara a Jade por el pelo y lo golpeara tan fuerte con su puño que Jade en realidad voló de sus pies a la pared. — ¡Dejen de ayudarme!—, Jade le gritó a Thoran y Logan. —Yo podría no sobrevivir si continúan amenazando a este imbécil. Jade podría ser el más débil cuando se trataba de diferentes especies, pero él no iba a estar allí y soportarlo. Podría no ser capaz de defenderse, pero el hombre no iba a romper su espíritu. Sus huesos eran otra historia. — ¿Qué me llamaste?— el ceño del guardia se hizo más profundo. Sus oídos comenzaron a sonar y Jade sólo sabía que él estaba a punto de morir. El guardia era Vyklion. La fuerza del hombre era diez veces mayor
44
que la de un humano. Su musculatura era la de cinco bueyes. Justo cuando Jade pensó que el hombre iba a darle el golpe mortal, los ojos del chico se abrieron y luego cayó al suelo. Jade apenas podía ver porque sus ojos estaban muy hinchados. El sonido se calmó, pero había un zumbido estático corriendo a través de sus oídos. Él se encogió cuando sintió alguien rozar algo sobre su cara. Jade estaba aterrorizado de que otro guardia iba a empezar a golpearlo, o algo peor. Había habido una gran cantidad de amenazas sexualmente descaradas sobre lo que los guardias querían hacer con él, mientras lo habían llevado a su celda. Jade prefería una paliza continua... tal vez. —Relájate. Jade casi lloró cuando escuchó la brusca voz profunda de Kayden. — Voy a sacarte de aquí. Pero antes de que Kayden pudiera hacer cumplir su promesa, gritos estallaron en algún lugar cerca. Kayden volvió a ponerse en pie y Jade gritó: — ¡No me dejes! —No lo haré—, Kayden dijo antes de que se trasladara desde la celda de Jade. Aunque su visión se redujo a rendijas estrechas, Jade podía apenas distinguir a Kayden liberando a Thoran y Logan. Guardias pululaban alrededor de los hombres, la lucha casi ensordecedora. Jade trató de levantarse, pero aulló mientras se derrumbó en el suelo. Todo su cuerpo estaba cubierto de sudor, su piel caliente, y la garganta seca. Jade se sentían como una mierda total, y, probablemente, no se veía nada mejor. El ruido cesó. Por un segundo, Jade pensó que había perdido la audición. Su entorno quedó en silencio y luego Kayden estaba de vuelta a su lado, empujando sus brazos cuidadosamente bajo Jade.
45
—Trata de no moverte. Esa era una petición que Jade no tenía ningún problema en seguir. Se tragó el gemido que amenaza con escapar cuando Kayden lo acunó contra su fuerte pecho antes de salir de la celda. —Kayden Caellen. —Ben Hur—, Kayden devolvió cuando llegó a una parada. —Mucho tiempo sin verte. Jade apenas distinguió una sonrisa en el rostro de su captor. —No el suficiente tiempo. —Lo que yo quiero saber—, Kayden dijo, —es por eso que secuestraste a mi equipo. Ben dio una sonrisa maliciosa que envió un escalofrío por el cuerpo dolorido de Jade. —Tienes que leer la letra pequeña antes de aceptar asumir una misión. Jade no tenía idea de lo que el loco estaba hablando y a él realmente no le importaba. Él sólo quería salir de allí y encontrar algún lugar para revolcarse en el dolor. Ben se echó a reír de nuevo. —Veo que no tienes ni idea de lo que estoy hablando—. El hombre sacó algo del bolsillo interior de su chaqueta y apuntó a Kayden. Se veía como una especie de papel doblado. —Te hicieron creer que estoy secuestrando la gente del presidente Protempt—. El hombre se encogió de hombros. —Ellos no podrían importarme menos. Ellos no son a quienes estoy buscando. —Entonces, ¿Qué estás buscando?—, Preguntó Logan. —Uh-uh—, Ben chasqueó la lengua. —No voy a divulgar el contenido del contrato que adquirí, pero digamos que ustedes están trabajando para el lado equivocado. Yo no estaría tan confiado del Imperio Constantino.
46
—Como si te creyéramos—, escupió Thoran. —Eres un corrupto convicto al que no podría importarle menos a quien le hace daño con el fin de conseguir lo que quiere. — ¿Y cómo eres diferente, Asesino?—, Preguntó Ben, su tono burlón. —La única diferencia entre tú y yo es que trabajas para el Imperio mientras que yo soy independiente. Jade cerró los dedos en la camisa de Kayden, listo para salir de allí. Podía sentir la sangre goteando de su nariz y lo único que quería hacer era dormir. Pero él no iba a cerrar los ojos hasta que supiera que estaban con seguridad lejos de esta nave. Kayden bajó la mirada hacia él y había algo en los ojos de color azul verdoso del hombre, casi una dulzura, como si Kayden se preocupara por él. Pero Jade sabía que era una locura. Apenas se conocían y Kayden no era el tipo de meterse en la cama con un hombre. El hombre era demasiado duro, demasiado mortal. Ahora más que nunca Jade deseaba que ellos dos fueran cercanos. Él necesitaba consuelo y alguien que lo hiciera sentirse seguro. —Vete—, dijo Ben. —La única razón por la que capturé a tu equipo fue para mostrarte que no soy un tonto y sé que estás detrás de mí y de mis hombres. Pero puedes estar seguro, si nos volvemos a encontrar, no voy a ser tan simpático. Kayden, Thoran, y Logan no dijeron una palabra mientras caminaban fuera de las celdas de la prisión. Jade sintió que su corazón latía más rápido, ahora que les habían dado un pase libre, pero no iba a respirar con alivio hasta que el Falcon estuviera muy lejos detrás de ellos.
47
Kayden sostuvo a Jade suavemente entre sus brazos mientras abordaban la lanzadera. Hizo una línea recta hacia una silla grande, sentándose y abrochándose junto a Jade. Él no iba a dejar ir al hombre hasta que fuera absolutamente necesario. —Sácanos de aquí, Logan. No me fío de que Ben Hur de no cambiará de opinión. — ¿De regreso a la nave?— preguntó Logan mientras se sentaba en el asiento del piloto y comenzó los preparativos de despegue. En cuestión de segundos la lanzadera estaba despegando y volando lejos de los Merodeadores. —No, no fui capaz de reparar el daño antes de que tuviera que venir detrás de ustedes. Vamos a tener que abandonarla por ahora y dirigirnos al puerto más cercano. En cualquier parte del infierno que estuvieran. Kayden no había tenido tiempo para mirar el mapa de las estrellas antes de que fueran atacados, ni después. No tenía ni idea de dónde estaban o lo que estaba cerca de ellos. Un gemido de Jade resaltó la importancia de conseguir atención médica lo más rápido posible. —Sólo tienes que encontrar el planeta más cercano y llevarnos a tierra. — ¡Hay un planeta habitado, no demasiado lejos de nosotros!—, Logan gritó desde la parte delantera de la lanzadera. —El mapa de las estrellas dice que es un planeta llamado Sator. —Llévanos allí rápido—, Kayden ordenó. —Hay una ciudad en el hemisferio norte. Tengo un conocido allí que podría ser capaz de hospedarnos por unos días hasta que podamos resolver las cosas y tal vez arreglar la Foreplay. —Aquí. Kayden miró hacia arriba para encontrar a Thoran sosteniendo un
48
botiquín de primeros auxilios y una toalla húmeda hacia él. —Gracias—. Él tomó el trapo y comenzó despacio, suavemente, a limpiar la sangre de Jade. —Lo siento—, susurró cuando el hombre gimió, su rostro arrugado. —Sé que duele, pero tengo que limpiarte así puedo ver que tan graves son tus heridas. —Malas—. Jade hizo una mueca. —Toma mi palabra en eso. Kayden no tenía ninguna duda de que Jade estaba en lo cierto. No parecía haber una pulgada de él que no estuviera ensangrentada, amoratada o hinchada. Él era una gran herida. Las ganas de volver y golpear la mierda de los guardias de Ben Hur era tan fuerte que Kayden casi le ordenó a Logan que girara la lanzadera. —Duele—, susurró Jade y Kayden podría decir que el hombre estaba tratando de no llorar. —Lo sé—. Kayden apretó la mandíbula cuando Jade gimió, luego se aflojó. Por un momento, su corazón pareció congelarse en su pecho hasta que se dio cuenta de que Jade sólo se había desmayado. —Esto nunca debió haber ocurrido. —Ben Hur sabía dónde estábamos, Kayden—. Los ojos verdes de Thoran se llenaron de ira. —Yo no creo ni por un momento que él sólo estaba en la zona. Alguien tuvo que haberle dicho dónde estábamos. —No, yo no lo creo—, respondió Kayden. —Yo no le dije a nadie a dónde íbamos, así que a menos que uno de ustedes hablara, Ben Hur debe habernos encontrado de alguna otra manera—. A pesar de que dijo las palabras, sospechaba que él sabía la verdad, y eso creaba tantos problemas que no quería ni pensar en ellos. — ¿Hay un bisturí en ese botiquín de primeros auxilios? —Sí—. la frente de Thoran se arrugó en un gesto de profunda reflexión. — ¿Por qué?
49
—Jade tiene un dispositivo de seguimiento, ¿recuerdas? Los ojos de Thoran se redondearon mientras caían en Jade. — ¿Y piensas que así es como Ben Hur nos encontró? —Es la única explicación a menos que quieras ir con la teoría de que el hombre es simplemente afortunado. —Nadie es tan afortunado—, Logan llamó desde la parte delantera de la lanzadera. Kayden extendió su mano. —Entonces dame el maldito bisturí—. Él estaba agradecido de que Jade ya estuviera inconsciente mientras encontraba el dispositivo de rastreo GPS implantado en el brazo de Jade y lo sacó. En el segundo en que la pequeña cápsula tubular salió del corte en la carne de Jade, Kayden arrojó el bisturí lejos y recogió el chip de seguimiento con los dedos, sosteniéndolo hacia Thoran. —Deshazte de esto antes de que lleguemos a la superficie. Thoran lo dejó caer en el suelo y lo aplastó con el tacón de su bota. Había una sonrisa maliciosa en su rostro cuando alzó la vista. —Ojalá pudiera haber dejado eso en la nave de Ben Hur. Entonces quien esta tras nosotros podría perseguirlo alrededor por un tiempo. —Esa idea es tan perversamente tentadora, pero también nos lleva a otro asunto. Alguien está definitivamente tras nosotros y después de lo que dijo Ben Hur, me pregunto exactamente quién es—. Kayden tomó la manta que Thoran le tendía y cubrió a Jade, metiendo los bordes alrededor del cuello de Jade. —Él dijo que estamos trabajando para el lado equivocado. Para una misión encubierta, Ben Hur parecía saber mucho sobre ella. —Necesitamos un poco de información privilegiada. Kayden sonrió. —Sí, lo hacemos, y conozco a la persona indicada para conseguirla. Consigue a Dax en la línea. Si alguien puede excavar en
50
los negocios del Imperio, es él. Dax y Nyk eran los otros dos Casta de Asesinos en la unidad de Kayden. Si había alguien en que Kayden podía confiar, eran sus hermanos. Sabía a ciencia cierta que los cinco hombres sacrificarían sus vidas por los demás. Si Kayden le decía a Dax que alguien estaba tras ellos, el shifter lobo estaría por todas partes. — ¿Qué es específicamente lo que quieres que lo tenga investigando?—, Preguntó Thoran. Logan se giró en su silla, mirando a Thoran. —Escuchaste las palabras de Ben Hur igual que todos lo hicimos. Creo que tenemos que empezar por ahí. Si estamos siendo enviados en una búsqueda inútil, debemos saber por qué y quién lo ordenó. Thoran asintió. —En ello. Una vez que Thoran se alejó, Kayden miró hacia abajo a Jade. Por un momento, mientras estaba sentado solo en la parte trasera de la lanzadera, Kayden permitió que sus emociones por Jade llegaran a la superficie. Sus dedos temblaban mientras ellos se deslizaron a través de los hombros, el pelo rubio dorado de Jade. Incluso salpicado de sangre y sudor, sucio y rebelde, todavía enmarcaba el rostro de Jade como una aureola. —Si las cosas fueran diferentes, pequeño—. El corazón de Kayden se hinchó por un momento, la necesidad de tener a Jade como suyo, por reclamar al hombre, montándolo duro. Su lobo, por lo general encadenado y contenido, aullaba por el pequeño hombre, mordiendo el control de Kayden. La sensación de la lanzadera aterrizando trajo la atención de Kayden de vuelta a su entorno. Él tiró de las riendas de su necesidad por el hermoso hombre en sus brazos y deslizó una fría máscara de indiferencia hacia abajo sobre sus emociones. Jade lo necesitaba para que fuera la máquina de matar letal que era para que pudiera mantenerlo seguro, no un lobo enamorado
51
queriendo algo que no podía tener. —Dax está investigando las cosas—, Thoran dijo mientras caminaba hacia la parte trasera de la lanzadera. —También me dijo que él y Nyk se dirigen hacia nosotros. Kayden debería haberlo sabido. Ninguno de ellos podía permanecer lejos cuando surgían problemas. Hubo momentos en que todos ellos actuaban tan parecidos que era espeluznante. Pero golpeó a Kayden lo extraño que era el hecho de que cada uno de ellos por lo general salía en misiones solo, todos excepto Dax y Nyk. Los dos estaban siempre juntos. A menudo se preguntaba si algo estaba pasando entre los dos hombres, pero no era asunto suyo. Kayden tenía sus propios problemas que resolver. Antes de salir de la lanzadera, Kayden envió un mensaje a su colaborador. Sólo le tomó segundos para conseguir una contestación. —Estamos bien—, dijo a Logan y Thoran. —Chardin dijo que podíamos usar su apartamento. — ¿Cómo conociste a este Chardin?— Logan preguntó mientras abría la puerta de la lanzadera. — ¿Podemos confiar en él? —Nadie puede ser totalmente fiable—, Kayden le recordó a su amigo. —Pero en este momento él es nuestra mejor opción para escondernos por un par de días. Lo conocí en Colossus hace unos años. Yo lo salvé de conseguir su culo golpeado por algunos traficantes de armas. Kayden mantuvo a Jade acunado contra él mientras Logan registró la lanzadera con el Capitán de la Bahía y Thoran les aseguró un transporte. Él sabía que Logan le daría al chico identificaciones falsas. Deslizarle al Capitán de la Bahía unos créditos adicionales no estaría mal tampoco. En el momento en que llegaron a Chardin, Kayden se sintió diez años mayor. Él puso a Jade en la única habitación libre que quedó después de que Logan y Thoran tomaran la otra. Después instalar a Jade, Kayden fue a buscar un médico que supiera
52
hacer su trabajo, mientras mantuviera la boca cerrada.
53
Capítulo 6 Jade gritó, tratando de escapar del guardia. Pero sin importar lo rápido que corría, no conseguía nada. Las paredes se cerraban y la risa maliciosa hizo eco a su alrededor. Jade arañaba las paredes, golpeó su cuerpo en las barras, pero no pudo liberarse. — ¿A dónde crees que vas?—, Preguntó el guardia cuando apareció justo detrás de Jade. —Yo no termine contigo todavía—. El Vyklion se quitó el cinturón y chasqueó, el sonido del cuero horripilante. —Voy a golpearte hasta que aprendas a no correr. Jade gritó. —Hey, despierta. Jade se disparó en la cama, temblando tanto que le castañeteaban los dientes. Cuando una mano se posó en él, Jade balanceó su puño hacia fuera, luchando contra su atacante. Brazos fuertes estuvieron alrededor de él. —Jade, soy yo, Kayden. Al principio Jade no entendía. Su mente estaba todavía en las garras de su pesadilla hasta que sintió una calmante mano subir y bajar por su espalda. Jade nunca había estado en esa violenta situación antes, y ahora él estaba casi seguro, que los detalles horribles estaban regresando para atormentarlo. —Está bien, pequeño—. Kayden empezó a mecer suavemente a Jade. — ¿C-cuánto tiempo he estado fuera?— Jade se aferró a Kayden, necesitando un ancla mientras su mente trataba de asentarse.
54
—Tres días. Jade asintió, aunque no estaba seguro para lo que estaba asintiendo. A medida que su respiración comenzó a calmarse, su corazón comenzó a latir más rápido. De repente se dio cuenta de que no llevaba nada de ropa y que él estaba envuelto en los brazos de Kayden. Chupando su labio inferior, Jade trató de no respirar. No quería que este momento se rompiera y que Kayden se alejara. Tomando un enorme riesgo, Jade movió un poco la cabeza, presionando sus labios en el pecho desnudo del hombre. —Jade—. Kayden dijo su nombre en advertencia, pero su tono era áspero y ronco. Jade podía sentir los músculos debajo de él apretarse. Estaba aterrorizado de no sólo ser rechazado, sino de que Kayden se indignara de que Jade se atreviera a tocar al hombre de tal manera. Kayden nunca había dado ninguna señal de que estaba interesado en Jade. El Asesino era una máquina de matar, tranquilo y reservado. Él no provocó al gaydar de Jade pero estaba tan cansado de luchar contra lo que sentía por el hombre. —Lo siento—. Jade giró su cabeza, con ganas de huir. —No quise…— Jade no pudo terminar la frase porque él tenía la intención de besar el pecho del hombre. Nunca había sido tan descarado en su vida cuando se trataba de dar el primer paso y no podía entender por qué lo estaba haciendo ahora. Especialmente con un Casta de Asesinos. ¿Estaba loco? Kayden podría matarlo de cientos de formas diferentes y hacer que pareciera un accidente. Jade estaba jugando con fuego. No, él estaba jugando con un depredador salvaje. —Soy Synian—, dijo Kayden. —Lo sé—. Jade casualmente besó a Kayden y él se sorprendió
55
cuando no vio ninguna repulsión en los hermosos ojos azul-verde del hombre. De hecho, había un calor líquido allí que tomó por sorpresa a Jade. —Yo podría morir, incluso por pensar en lo que quiero hacer con tu cuerpecito sexy. —Lo sé, pero…— Jade parpadeó. — ¿Qué dijiste? Su aliento se enganchó cuando la mano de Kayden se deslizó por la espalda de Jade y luego tomó una mejilla. Kayden agarró el culo de Jade, acercándolo más. —Sexy — El pulgar de Kayden trazó sobre la mandíbula de Jade. —Te he querido desde el momento en que puse los ojos en ti. Él tenía que seguir dormido. No había manera de que el hombre estuviera diciendo lo que Jade había estado muriendo por escuchar. — ¿Eres gay? Kayden soltó una risa ronca. —No, sólo me gusta despertar al lado de sexys hombres desnudos y decirles que quiero follarlos hasta la próxima semana. Jade contuvo el aliento cuando los labios de Kayden rozaron los suyos. Pero tan mal como Jade quería esto, él no quería Kayden lo llevara más lejos sólo para retroceder y decir que nunca podría pasar entre ellos. Su pene ya estaba duro y su cerebro se estaba derritiendo lentamente. Si iba a retroceder, Jade tenía que hacerlo ahora. —Espera—. Apretó sus manos en el pecho de Kayden y soltó un gemido. Maldita sea, los pectorales del hombre eran tan impresionante. —Tienes razón—. Kayden inclinó su cabeza lejos de Jade. —No deberíamos hacer esto. Los dedos de Jade se cerraron antes de que los deslizara a través de la dura pared de músculo. —No, no debemos. —Es demasiado arriesgado—, dijo Kayden.
56
—Demasiado loco—, Jade respondió. Jade gritó cuando Kayden lo presionó contra el colchón y se cernió sobre él, sus labios chupando tan duro en el cuello de Jade que sintió que el comienzo de un orgasmo se apoderaba de él. —Kayden. — ¿Quieres que me detenga, pequeño?—, los colmillos de Kayden ya estaban alargándose. Jade nunca había visto un shifter así antes. Él sabía que existía su especie. Trabajaba alrededor de ellos todo el tiempo. Pero nunca había puesto los ojos en algo como… —Dios no. El calor se encendió en los ojos de Kayden antes de que se moviera hacia abajo de la cama y se tragó entero a Jade. Jade se apoderó de la sábana mientras su espalda se arqueó. Sus dedos se curvaron y había una muy buena posibilidad de que se iba a desmayar. Kayden era un amante experto. La boca del hombre estaba haciendo cosas que Jade no había creído posible. A través de la niebla de lujuria, Jade podía oír algún ruido extraño en el fondo y luego se dio cuenta de que era él balbuceando incoherencias. Pero Kayden no le dio tregua. Su lengua estaba trabajando tan hermosa magia que Jade se sintió como si hubiera despertado en un mundo paralelo. Levantó las piernas y plantó los talones de sus pies en la espalda de Kayden, meciendo sus caderas hacia delante. Cuando Kayden deslizó un dedo grueso en el culo de Jade, gritó mientras su polla explotó, su semen disparado directamente en la garganta de Kayden. Kayden lo tomó todo. El hombre incluso lamió a Jade limpiándolo antes de que volviera a la cama. Jade casi se tragó su propia lengua cuando obtuvo su primer vistazo a la polla de Kayden. ¿Cuando el hombre se había quitado los pantalones?
57
La polla del hombre no iba a encajar en cualquier agujero que Jade poseía. La circunferencia solo lo partiría en dos. Jade intentó girarse hacia un lado y salir de la cama, pero Kayden lo agarró por la cintura. Con un gruñido profundo, el Asesino tomó A Jade y lo arrojó hacia abajo. — ¿A dónde crees que vas? Los ojos de Jade, una vez más se movieron entre las piernas de Kayden. —No vas a venir a cualquier lugar cerca de mí con esa arma. Kayden sonrió de oreja a oreja, con los ojos brillantes de alegría. — ¿Me estás diciendo que no puedes manejar esto?— él palmeó su polla y Jade podía ver el orgullo divertido deslizándose en el rostro de Kayden. Idiota. Cruzó los brazos sobre su pecho, mirando a Kayden. —Ahora estás siendo malo. —Aw—. Kayden se inclinó y pasó la lengua por el labio inferior de Jade. Jade inhaló el oscuro, olor almizclado y sintió su polla intentando endurecerse. Diablos, no estaba tratando. Ya estaba a mitad de camino. — No te enfades conmigo. Prometo ser gentil contigo. Jade volvió la nariz hacia arriba y usó una mano para empujar el pecho de Kayden, pero era como tratar de mover una pared sólida. —Nop. —Mmm, creo que puedo convencerte. No había manera de que Jade pudiera detener a su cuerpo traidor de reaccionar cuando Kayden deslizó dos dedos lubricados en su culo. Su cabeza se disparó hacia un lado y vio el tubo de lubricante sentado junto a la almohada. — ¿Tú planeaste esto? Kayden le guiñó un ojo mientras hacía tijera con los dedos, haciendo que los ojos de Jade rodaran hacia atrás. —No. Pero no hay nada de malo en estar preparado por si acaso las cosas se ponían juguetonas—. Kayden añadió un tercer dedo y Jade estaba
58
listo para darse la vuelta sobre sus manos y rodillas y rogarle al hombre para que lo jodiera. Su cuerpo estaba en llamas, su polla totalmente dura otra vez. Jade extendió sus piernas, retorciéndose bajo Kayden. —Eso es todo—, Kayden canturreó mientras sus dedos se deslizaron dentro y fuera del culo de Jade. —Ábrete para mí. — ¿Qué?— Jade se humedeció los labios, tratando de pensar más allá de lo que Kayden le estaba haciendo. — ¿Y tu ley? — ¿Vas a decirles, Jade?—, Kayden preguntó, su mano sin perder nunca su ritmo. — ¿Vas a entregarme? —Nunca—. Jade gimió, sus rodillas cayendo hacia los lados. —Yo nunca te haría eso o a cualquier otra persona. Es una ley estúpida. Kayden gruñó bajo antes de que sus labios se encontraran. Pero esta vez el beso se prolongó y fue la cosa más dulce, más decadente que Jade había probado nunca. Él iba a ahogarse en este hombre. Él lo sabía. Las puntas de colmillos de Kayden se rozaron sobre el labio de Jade, haciendo que todo su cuerpo temblara. Kayden era tan abrumador. Su presencia era exigente y Jade no podía hacer otra cosa que cumplir. Él quería cumplir. Jade siempre había soñado con pertenecer a alguien como Kayden Caellen. El universo era un lugar frío y duro para cualquier persona, pero especialmente para un ser humano. Jade había probado su parte justa de la insensibilidad y crueldad de los que sentían que debía estar fregando suelos en vez de tener rango. Su vida en Talus no había sido estelar, pero no había sido tan mala tampoco. Simplemente había sido muy solitaria. Nadie quería ser amigo de un humilde humano. Él no podía entender por qué Kayden lo deseaba. Eso no tenía absolutamente ningún sentido para él. Pero Jade no iba a apartar al hombre. No cuando él quería la intimidad entre ellos tan mal.
59
Él simplemente no esperaba con interés lo que sucedería después de que tuvieron sexo. ¿Kayden le daría la espalda, pretendería que nunca sucedió? Jade no estaba seguro, pero ahora mismo, en este momento, no podía importarle menos. Lo único que le importaba era el beso suculento que Kayden le estaba dando. La lengua del hombre se adentró en la boca de Jade, forzando que un largo gemido desesperado vibrara en su garganta. Jade giró su cabeza, su aliento tembloroso cuando Kayden mordisqueó su cuello. — ¿Estás sometiéndote a mí, pequeño? Al no tener ni idea de lo Kayden estaba hablando, Jade se limitó a asentir. Un profundo gruñido salvaje rasgó la garganta de Kayden mientras sacaba sus dedos y lubricó su polla. Jade sintió un ligero temblor patinar sobre su cuerpo. La sensación era como nada que alguna vez hubiera experimentado antes. Jade no era virgen. Había encontrado un par de hombres que no les importaba follar a humano en secreto. Pero ninguno de esos hombres había hecho alguna vez sentir a Jade como si volara. Cuando Kayden instó a Jade sobre sus manos y rodillas, él no dudó en darse la vuelta. La posición era muy impersonal, pero Jade no discutió. —Va a ser más fácil para ti de esta manera—. Kayden besó a Jade a lo largo de su columna vertebral. —Yo no quiero lastimarte, Jade. Jade asintió. No estaba seguro de si era la verdadera razón, pero por ahora, él permitió que su mente le creyera a Kayden. También le permitiría a su mente creer que el Casta de Asesinos realmente se preocupaba por él. Jade se ocuparía de la realidad cuando llegara la mañana. —Tan dulce—, Kayden susurró mientras la cabeza de su polla se presionó en la entrada de Jade. Él mordisqueó su camino a través del hombro de Jade, enviando pequeños dedos de deseo a correr a través de él. Jade quería rendirse totalmente a Kayden, darle al hombre lo que él quisiera, si sólo Kayden le permaneciera para siempre.
60
Jade apretó la mandíbula, su cabeza le daba vueltas mientras Kayden entró en él lentamente. Él abrió la boca y dejó escapar un largo suspiro mientras era extendido ampliamente. El dolor casi se hizo insoportable y Jade estaba a segundos de suspender esto. —Respira para mí—. Los colmillos de Kayden rasparon a lo largo del cuello de Jade. —No te tenses. Sacudiendo la cabeza en un guiño, Jade extendió más sus piernas, empujando cuando Kayden avanzó poco a poco. Su cuerpo casi se inclinó cuando las sensaciones tumultuosas se dispararon a través de él. —Kayden. —Puede tomarlo—. Kayden envolvió una mano en el pelo de Jade, tirando. —Tengo el presentimiento que puede tomar cualquier cosa que te lance, Jade. Jade no estaba muy seguro de eso, pero la quemadura empezó a transformarse en un placer que lo tenía empujando hacia atrás, queriendo a Kayden todo el camino dentro de él. —Sabía que podías—. La aprobación en el tono de Kayden tenía a Jade derritiéndose por dentro. La mano de Kayden se deslizó bajo Jade, abarcando más de su pecho y bajando hasta que el hombre cerró los dedos alrededor de la polla de Jade. Jade empujó hacia adelante en la mano de Kayden y luego de vuelta, empalándose en el eje de su amante. Kayden gimió y luego retrocedió, tomando el calor de la espalda de Jade mientras agarraba las caderas de Jade y comenzó a moverse más rápido. Él inclinó sus caderas y el nuevo ángulo aseguró que la polla de Kayden se clavaría la glándula de Jade con cada empuje hacia adentro. La mano de Kayden acariciaba a Jade y la cabeza de Jade giraba de los impulsos erótico meciéndose a través de él. Quería correrse, encontrar su liberación, sin embargo, él no quería que esto terminara nunca. Jade se estremeció con el aumento de la excitación y gritó cuando
61
Kayden salió de él. No entendía lo que estaba pasando hasta que Kayden volteó a Jade sobre su espalda, empujó sus piernas todo el camino hasta su pecho, y luego deslizó su polla de nuevo en el culo de Jade. —Mucho mejor—, dijo Kayden antes de bajarse hasta que sus brazos estaban descansando a cada lado de la cabeza de Jade. —Me gusta esta posición mucho mas. También lo hacía a Jade. Eso le permitió mirar a los ojos penetrantes de Kayden. Él envolvió sus piernas alrededor de la cintura gruesa del hombre, tirando a Kayden más profundamente. Kayden sonrió y empujó su polla hasta la raíz. — ¿Así? La única respuesta que Jade podía dar era un gemido mientras que sus ojos giraban a la parte posterior de su cabeza. Kayden lamió el hombro de Jade, sus poderosas caderas encrespadas hacia adelante mientras su polla continuaba rozando el punto dulce de Jade. Jade se arqueó fuera de la cama mientras un gemido sin aliento se le escapó, las duras cordilleras del abdomen de Kayden presionando en Jade y recordándole el impresionante cuerpo que su amante realmente tenia. — Necesito... — ¿Más Rápido? — ¡Sí! El hombre se movió más rápido mientras Jade gritó. Un torbellino de emociones caía en cascada a través de él. Jade estaba en el borde, al borde de la cordura, cuando Kayden lo penetró profundamente. ¿Por qué no puedo tener a este hombre? ¿Por qué no puede ser esto para siempre? Jade se sentía seguro con Kayden, se sentía querido. Él había sido cautivado por el hombre desde el primer avistamiento de Kayden en Talus. Poco sabía Kayden, pero Jade había visto al Casta de Asesinos crecer de un niño asustado hasta convertirse en un hombre feroz. Draven había mantenido a Jade lejos de las instalaciones de
62
entrenamiento, pero Jade siempre había encontrado la forma de entrar a hurtadillas y ver a los asesinos. Cuando Jade había descubierto por primera vez el entrenamiento de los hombres, Kayden había sido un adolescente. Incluso entonces Kayden había tomado sus lecciones en serio. Jade sólo tenía doce años, pero él había sentido que algo se movía dentro de él ante la visión de Kayden ejercitando. En ese momento, no había sido sexual, sino más bien como fascinación por el shifter lobo. Pero, mientras ambos crecieron, Jade se encontró enamorado del hombre. Él nunca pensó que ellos dos alguna vez estarían en la cama juntos. Esto era como un sueño hecho realidad. Todo el cuerpo de Jade se puso tenso cuando Kayden agarró la polla de Jade y lo acarició hasta que se corrió. Tanto su cuerpo como su mente explotaron cuando Jade gritó el nombre de Kayden. Y entonces el hombre hundió sus colmillos en el hombro de Jade. El grito de Jade se intensificó cuando se sacudió en una meseta de intenso placer donde él temía la caída libre a la tierra. Algo dentro de Jade se rompió. No sabía lo que era, pero de repente él estaba ultra-consciente de la presencia de Kayden, como si el hombre estuviera ahora dentro de él en un nivel más profundo, más espiritual, uno con él. Kayden soltó un profundo gruñido. Cuando por fin levantó su cabeza, sus ojos brillaban de color ámbar. Jade debería haber estado aterrorizado. Cualquier hombre sensato lo habría estado. Kayden ahora parecía una bestia salvaje, un depredador salvaje. Sus colmillos eran largos, los ojos desorbitados. Jade quería decir algo, cualquier cosa, pero tenía demasiado miedo de romper este momento. Y luego Kayden echó la cabeza hacia atrás y aulló. Era un sonido ensordecedor que hizo eco en las paredes mientras el hombre se corrió dentro de Jade. Al principio pensó que Jade estaba imaginando cosas, pero
63
luego supo que era verdad cuando Kayden se hinchó dentro de él. Anudado. Había oído hablar de eso que sucedía a los shifters lobo, pero experimentarlo era alucinante. Jade volvió a gritar mientras cuerdas de semilla surgieron de su propia polla. Todo fue demasiado mientras el cuerpo de Jade parecía retorcerse de adentro hacia afuera. Él jadeó, luchando para no ser arrastrado, pero perdió esa batalla cuando la oscuridad le dio un tirón a la nada.
64
Capitulo 7 Jade gimió cuando la conciencia del mundo exterior estalló a través de la niebla de satisfacción en la que estaba flotando. Él no quería despertar. Su sueño había sido demasiado erótico para traerlo a la luz del día. Además, él no estaba tan seguro de que el sueño había sido real. No había manera de Kayden Caellen, Casta de Asesinos y el hombre más sexy que respiró alguna vez, lo hubiera follado en el colchón la noche anterior. Su suerte no iba en esa dirección. El delicioso dolor en su culo, le dijo lo contrario, pero la cama vacía le dijo que se estaba engañando. Jade no sabía qué pensar. El dolor que sentía podría explicarse por la paliza que había recibido de los guardias de Ben Hur. Su memoria de lo que sucedió con Kayden, tanto como él quería que fuera cierto, también podría ser atribuida a sus heridas. Le habían dado una patada en la cabeza un par de veces. Las alucinaciones sucedían cuando uno sufría una lesión en la cabeza. Jade se estremeció cuando él se deslizó hasta el borde de la cama. Si bien la mayor parte de él se había curado, todavía había algunos moretones desvaneciéndose a lo largo de sus brazos. Estaba bastante seguro de que tenía más moretones en lugares que no podía ver. Jade se levantó y entró en el cuarto de baño contiguo. Él se hizo cargo de sus negocios y luego tomó una larga ducha caliente, gimiendo mientras el agua caía en cascada sobre él. El calor se sentía bien contra sus músculos doloridos. Jade se lavó el pelo y luego se lo aclaró antes de agarrar la toallita para limpiar su cuerpo. Cuando miró hacia abajo para enjabonar su
65
estómago, Jade soltó un fuerte grito. ¡No! Había una línea muy fina que comenzaba en el ombligo y se abria paso hasta la ingle. A ambos lados de la línea débil estaban pequeñas manchas que se parecían al patrón de un guepardo. Jade se sintió mareado, encontrando difícil respirar mientras dejaba caer la toalla y se tambaleó de la caseta. La puerta se abrió y apareció Kayden, sus ojos lanzándose en todas partes. — ¿Qué pasa? Afirmándose contra el fregadero, Jade se agarró al borde con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos. La bilis subió a la parte posterior de su garganta cuando las implicaciones lo golpearon como un mazazo a su intestino. — ¿Jade? Jade giró, metió las manos en el pecho de Kayden. Sintió las lágrimas calientes subir y luego desbordarse. No estaba preparado para esto. Las cosas estaban sucediendo tan rápido y ahora él ni siquiera tenía un hogar seguro. Si Ben Hur estaba en lo cierto, entonces el Imperio Constantino estaba tras los Casta de Asesinos, que a su vez significaba que estaban tras Jade porque estaba con este grupo. — ¡Fuera! Kayden agarró los antebrazos de Jade, sujetándolo firmemente en su lugar. —No hasta que me digas lo que está mal. Jade no podía formar las palabras. Temía que si él las decía, entonces serían ciertas. No podían ser verdad. No. Lo que él y Kayden compartieron fue una aventura de una noche. Nada más. Oh dios. Jade tiró del agarre de Kayden y cayó de rodillas, vomitando en el inodoro. Un paño frío se extendió por toda su frente. Jade no quería que Kayden fuera atento. Lo que Jade necesitaba era recuperar la
66
noche anterior. —Háblame, pequeño. — ¡No me llames así!—, las lágrimas volvieron y Jade se sentía como si su vida acabara de ponerse patas arriba. — ¿Puedes dejar de actuar como un lunático y decirme qué diablos te pasa?— Kayden gritó. — ¡Estoy jodidamente embarazado!— Jade se deslizó al suelo, sosteniendo su cabeza entre las manos. ¿Qué iba a hacer? Levantó la vista cuando no oyó Kayden. ¿El hombre había salido de la habitación? No. Kayden estaba allí. Pero él tenía una expresión en su cara que decía que estaba demasiado aturdido para hablar. Siguió mirando a Jade como si Jade se hubiera vuelto púrpura y ahora tenía tres cabezas. Jade hizo un gesto con la mano hacia su estómago, mostrándole a Kayden la marca. Pero Kayden no se movió, no dijo una palabra. —Bien—. Jade se puso de pie y caminó pasando a Kayden. Su ira montado de forma rápida y él estaba listo para golpear algo. —Vete a la mierda. Jade gritó cuando fue girado y levantado de sus pies. Por un segundo, pensó que Kayden iba a hacerle daño. El rostro de Kayden era una mezcla de desconcierto y algo parecido a la rabia. O al menos eso pensó Jade. — ¿Cómo?—, Preguntó Kayden. —No lo entiendo, Jade. Hazme entender lo que está pasando aquí. Jade no lo entendía tampoco. Le habían dicho que la única manera en que un varón podía quedar embarazado era si se realizaba un ritual de apareamiento. Su cabeza se levantó al recordar la mordida de la noche anterior. Sus ojos se abrieron como platos cuando su mano cayó en su cuello. —Te
67
uniste a mí. Kayden asintió rápidamente. —Perdí el control—. Sus manos se movieron lentamente hacia arriba y hacia abajo en los brazos de Jade. — Siempre pensé que mi compañero sería Synian. La ira y el dolor se encendieron en Jade. —Lamento que estés atrapado con un humano—. Trató de empujar más allá de Kayden, pero el hombre no se movía. Jade soltó un suspiro de exasperación. No necesitaba esto ahora mismo. Jade estaba siete tipos de confundido y quería estar solo. —Mira, voy a desaparecer y no tendrás que preocuparte por la vergüenza. Yo… Kayden sacudió a Jade hasta el punto de que pensaba que su cerebro podría traquetear liberándose. — ¿Crees que estoy avergonzado de ti? —Soy humano—, Jade señaló. —Lo peor de lo peor. Kayden se burló. —Y los que piensan eso son idiotas. Jade no estaba seguro de sí debería sentirse insultado o no. Kayden se pasó una mano por el pelo oscuro mientras se giraba. — Te lo dije anoche me he sentido atraído por ti desde la primera vez que puse los ojos en ti. —Pero la simple atracción no hace una relación—, Jade señaló. —La única razón por la que traté de mantenerme alejado fue a causa del Rey Arador—, dijo Kayden. —Yo no doy un culo de rata que seas humano, Jade. Me importa poco qué especie eres. Lo único que me importa es que eres mi compañero—. Sus ojos se posaron en el vientre plano de Jade. —Y ahora llevas a mi hijo. —El Rey Arador te hará ejecutar por esto—. Jade sintió un agujero abrirse dentro de él. No estaba seguro de cómo Kayden podía aceptar esta situación, pero Jade se sintió aliviado de que el hombre no estaba corriendo tan lejos y tan rápido como podía. Jade tenía miedo de su mente y sabía que
68
no podía hacerlo solo. —Vístete—, dijo Kayden antes de salir del cuarto de baño. Jade se vistió tan pronto como pudo antes de unirse a Kayden en el dormitorio. El hombre estaba paseando cuando Jade entró. El Casta de Asesinos se sentó en la cama y luego tiró a Jade hacia abajo sobre su regazo. —Voy a ser honesto, Jade. He estado en el entrenamiento toda mi vida. No tengo idea de lo que significa estar apareado, sólo que pasó entre nosotros anoche. Jade se preparó para el rechazo. Y aquí él pensando que ellos dos podrían resolver esto. Él mantuvo su espalda rígida, negándose a rogarle a Kayden por cualquier cosa. Eran virtuales extraños, pero Jade había pensado que Kayden era más honorable que una despedida. La mano de Kayden se extendió sobre el abdomen de Jade. —Estoy atónito en este momento. Pero no tomes esto como un rechazo. Te quiero a ti, esto. Jade no estaba seguro de qué pensar ahora mismo. Él estaba recibiendo demasiadas señales mixtas. —Entonces, ¿quieres al bebé? —Dios, sí—. Kayden besó a Jade en la mejilla. —Y te quiero. Siempre me he sentido…—, Kayden negó con la cabeza. —Lo siento, Jade. Yo no soy muy bueno expresándome. He anhelado una familia toda mi vida. Jade echó los brazos alrededor del cuello de Kayden. No tenía ni idea de qué pensar. Estaba tan aturdido, y sus pensamientos eran caóticos en el mejor de los casos. Cuando él había deseado mantener a Kayden, él no tenía ni idea de lo que estaba deseando. Tener una familia ni siquiera había entrado en su mente. Kayden colocó a Jade en sus pies y caminó hacia la puerta. — ¡Logan, Thoran, traigan sus culos aquí! Jade se quedó allí, preguntándose lo que el hombre estaba haciendo.
69
Cuando los otros dos Asesinos entraron en la sala, Kayden se giró hacia Jade. —Mi compañero está llevando a mi hijo. Tanto Logan y Thoran aparecieron tan aturdidos como Jade se sentía. —Lo quiero custodiado todo el día—, dijo Kayden, su tono cada vez más mortalmente serio. —Si el rey Arador se entera de esto, él pondrá una recompensa por no sólo por mi cabeza, sino la Jade también. Oh, eso no sonaba bien. Para nada.
Kayden se aseguró de que la línea era segura en su ordenador portátil antes de que él llamara a la única persona que sabía que le podía dar respuestas. No debería haber ninguna manera posible para que él embarazara a Jade, y sin embargo, él lo hizo. Su mente aún estaba conmocionada por la noticia mientras hizo la conexión y esperó a que su mentor contestara. Dax y Nyk habían llegado hace una hora. Los cuatro de sus hermanos estaban tomando turnos para cuidar a Jade mientras el hombre dormía. Kayden no tenía ni idea de a dónde Chardin había ido, pero rápidamente descartó al hombre de su mente. —Kayden Caellen. Kayden sonrió a la voz familiar y acogedora. —Draven Wootnon. —Ha sido un largo tiempo, mi amigo. Después de la formación de la Casta de Asesinos, Draven había tomado una posición en el consejo Constantino. Aunque ambos hombres vivían en Talus, sus caminos habían ido por caminos separados, pero
70
Kayden seguía pensado en el hombre como una figura paterna. —Tengo un problema, Draven. El hombre chasqueó la lengua, algo que hacía cuando alguien decía lo obvio. —No estarías llamándome si no lo hicieras. No había calor o resentimiento en el tono del hombre. Ambos sabían la partitura. El programa de formación había sido de seguridad de alto nivel. No estaba en los registros, y por lo que la mayoría de la gente sabía, nunca había existido. Técnicamente, los dos ni siquiera deberían conocen entre sí. —De alguna manera conseguí embarazar a un hombre. La línea se quedó en silencio durante tanto tiempo que Kayden pensó que la conexión de alguna manera había sido cortada. Cuando el hombre finalmente habló, su voz no era más que un susurro. —Eso es imposible. La Casta de Asesinos fueron esterilizados. —Lo sé. Por eso te he llamado—. Eso era todavía un punto delicado con Kayden. Aunque Draven no había ordenado la esterilización, el hombre no había argumentado en nombre de los Casta de Asesinos. A Kayden le habían dicho que, debido a que eran asesinos, no se les permitía tener cualquier conexión familiar. No podía haber división de sus lealtades. Así que si Kayden no podía tener hijos, ¿cómo demonios había embarazado a Jade? —Voy a tener que hacer una investigación—, dijo Draven. —Te llamaré de nuevo. La línea se desconectó. Kayden se recostó en la silla, frotándose la mano por la barbilla mientras trataba de darle sentido a las cosas. No más de diez minutos habían pasado cuando el equipo sonó, diciéndole que había una comunicación entrante. Era Draven. Eso fue rápido.
71
— ¿Qué aprendiste?—, Preguntó Kayden tan pronto como se conectaron. —Que alguien lo sabe—. Draven sonaba casi frenético. —El contrato acaba de salir alimentando a los cazadores de recompensas. El Rey Arador ha dicho que un humano llamado Jade Krovac está embarazado y tú eres el padre. Hizo volar una junta con el Imperio, lo que obligó a tomar medidas contra ti y Jade. ¡Sal de ahí, Kayden!. Oí una conversación hace unos momentos, y los federales se dirigen a tu camino. Kayden cerró de golpe la laptop y corrió desde la oficina. Encontró a Logan caminando hacia él desde la cocina. —Tenemos problemas golpeando nuestra puerta. —Voy a encontrarnos una lanzadera y pararla en la parte posterior del edificio—. Logan se había ido en segundos mientras Kayden corrió al dormitorio, donde Jade aún dormía. Ni siquiera se molestó en despertar al hombre. Kayden envolvió la manta sobre Jade y luego lo sacó de la cama. Thoran, Dax, y Nyk lo flanqueaban, mientras tomaban la escalera de incendios en la parte trasera para escapar hacia el suelo, donde Logan estaba esperando. Estaban fuera del apartamento en menos de dos minutos. Al doblar la esquina, Kayden podía ver a los federales pululando el edificio. Logan dobló a la derecha y el edificio pronto desapareció detrás de ellos. Condujeron hasta que Logan estacionó detrás de unas cabañas de alquiler desgastadas a las afueras de la ciudad. Jade se había despertado, y estaba sentado tranquilamente junto a Kayden, con los ojos pegados a la ventana, mirando a todo el mundo como un alma perdida. Kayden quería decir algo para consolar al hombre, pero él no podía pensar en algo. Toda esta situación era jodida. El Imperio Constantino había puesto los Casta de Asesinos como alimento para los cazadores de recompensas. Cada asesino en la galaxia Zarino estaría tras ellos ahora. Kayden mantuvo los ojos abiertos, explorando su entorno mientras
72
Dax los registraba en una de las cabañas. Una vez que tenían el código de acceso, Logan y Nyk instalaron a Jade mientras Kayden, Dax y Thoran establecieron sensores y alarmas perimetrales. Si alguien se acercaba a su cabaña ellos lo sabrían. Después de asegurar el perímetro, Kayden comprobó a su compañero. Jade había estado un poco demasiado tranquilo desde que se despertó en la lanzadera. Sabía que todo estaba sucediendo demasiado rápido para el humano. Demonios, las cosas estaban disparadas a hiper velocidad para Kayden. Había sido un poco más de una semana desde que habían salido de Talus, y ahora estaba acoplado, iba a ser padre, y en la lista de los más buscados. Thoran se movió a través la pequeña cocina en la descuidada cabaña. Sostenía una taza de café en sus manos, con los ojos fijos en Kayden. Kayden sabía que el Casta de Asesinos estaba tratando de averiguar cómo había engendrado un hijo. Todos ellos lo estaban, incluido él mismo Kayden.
Draven se movió a través de los pasillos del edificio Constantino, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie lo observaba antes de que él se metiera en la sala de archivos. Cuando habían acercado a él sobre el programa de formación, hace veinte años, Draven había saltado a la oportunidad. No había pensado nada de los niños de cinco años que había sido entregado a él. La verdad, él había tenido un pensamiento fugaz de por qué cualquier padre permitiría que su hijo entrenara a una edad tan joven, pero
73
él había estado bajo el supuesto de que todo estaba autorizado. Draven ya no estaba tan seguro. Le habían dado los chicos en un momento en que la galaxia Zarino había estado en guerra. El Imperio Constantino había estado tratando de hacer las paces con Synia y Sator – dos de los quince planetas en la galaxia Zarino. ¿Qué pasaría si Kayden y los otros no habían sido dados a Draven con el consentimiento de sus padres? ¿Y si los niños habían sido botín de guerra? Había un nudo cada vez mayor en la boca del estómago de Draven cuando esas preguntas y muchas más empezaron a plagarlo. Deslizó la tarjeta-llave que había robado de uno de los guardianes de los registros sólo una hora antes a través del teclado. Draven sabía que su tiempo era precioso. Si el encargado del registro descubría que su tarjetallave no estaba, el edificio sería bloqueado. Draven redujo su búsqueda atrás veinte años, cuando recibió a los chicos. Él gruñó con frustración cuando no pudo encontrar nada. Sabía que el proyecto había sido máximo secreto, pero debería haber algún tipo de registro. El Imperio Constantino no era nada si no minucioso. Draven había mantenido registros meticulosos sobre la progresión de los chicos a lo largo de toda su formación. No había manera de esos registros fueran destruidos. Draven frunció el ceño cuando vio a un archivo marcado "Formación Sator" en el equipo. Nunca había oído hablar de tal programa. Draven abrió el archivo. Echó un vistazo a través de los registros, sintiendo que su corazón se hundía cuanto más leía. ¿Cómo diablos podía un gobierno que luchaba por la paz hacer algo tan horrible? Según el expediente, Kayden no era de Synia. Eso era lo más alejado de la verdad. El estómago de Draven se ató en nudos cuando vio que Kayden era el heredero perdido de Sator. No sólo eso, sino que tres de los
74
cuatro hombres junto a los que Kayden entrenó eran sus primos, y Daxar Althos había sido el hijo de una de las amas de llaves en el palacio real. Draven pasó una mano sobre su frente sudorosa. Tener este tipo de conocimiento conseguiría que lo mataran. Empezó a hacer clic fuera del archivo cuando notó un pequeño archivo adjunto en la parte inferior. Draven miró por encima del hombro, asegurándose que él todavía estaba solo antes de abrirlo. Lo que estaba viendo era una factura de venta. Fue entre el rey Arador y Theodore Constantino por los cuatro chicos de la Casa Real de Sator. También había una factura de venta por Dax, pero el precio era significativamente menor. Santa mierda. Draven sacó una memoria USB del bolsillo de sus pantalones e hizo una copia del archivo. Justo cuando él sacó la memoria USB, la puerta de la sala de archivos se abrió.
75
Capítulo 8 Jade se sentó en la sala de estar de la cabaña de mierda en la que habían estado escondidos en las últimas dos semanas. Todavía no se había acostumbrado a estar con todos estos hombres. Los había visto entrenando juntos años antes, pero Jade nunca había interactuado con ellos de esta manera. Mientras estaba sentado allí, Jade vio a Kayden. El Asesino había estado trabajando meticulosamente en la computadora portátil que Dax y Nyk habían traído con ellos. Lástima que el Foreplay seguía estando muerto en el en el espacio o ellos podrían salir de este planeta. Pero Kayden le había dicho que era mejor mantener un perfil bajo hasta que pudieran entender las cosas. Jade estaba cansado de esconderse. No ayudaba que él estaba sintiendo algunos malestares y lo había estado desde que habían llegado a esta cabaña. Nada parecía quedarse en su estómago durante más de unos pocos minutos. Jade ya podía sentir la cintura de sus pantalones volverse más flojos. La preocupación se lo estaba comiendo, Jade frotó su estómago todavía plano. Tan conmocionado como estaba de que esto estaba sucediéndole, él no quería que nada le pasara al hijo que llevaba. Tenía miedo de que si no encontraba alguna manera de mantener algo de comida, la falta de nutrientes podría dañar al bebé. Kayden le había explicado que ahora estaban siendo cazados, por lo que Jade había mantenido sus preocupaciones para sí mismo. Pero, por mucho que odiaba decir algo, Jade sabía que tenía que hablar con Kayden. Además, como el padre, ¿el hombre no tenía el derecho de saber si
76
había un problema? Jade se puso de pie y se acercó a Kayden. A pesar de que estaban apareados ahora y Jade estaba esperando, Kayden aún lo intimidaba algo. El aura del hombre era poderosa, incluso cuando se sentaba en silencio. El asesino podría parecer relajado, pero Jade sabía que Kayden podría saltar a la acción en cuestión de segundos. — ¿Puedo hablar con contigo un momento? Kayden levantó su dedo. —Dame un minuto, Jade. Jade cogió la silla más cercana mientras tomaba asiento, presionando una mano a su estómago revuelto. Estaba tratando de no vomitar, de nuevo. —Está bien—. Kayden cerró el portátil y centró su atención en Jade. — ¿Qué pasa? Jade bajó la mirada hacia su regazo, retorciendo sus dedos juntos. — Aunque soy nuevo en todo esto, no creo que se supone que debo estar ganando millas de viajero frecuente al baño—. Jade respiró fortaleciéndose y miró hacia arriba. —No puedo retener nada y estoy preocupado. Los ojos de Kayden inmediatamente cayeron al estómago de Jade como si pudiera ver lo que estaba mal con una sola mirada. Jade sabía que estaban en el mismo barco, ambos desorientados. Sólo esperaba que Kayden pudiera pensar en algo. — ¿Tienes alguna idea de lo que puedo comer que no intentará escapar? — ¿Tal vez té?—, Kayden parecía estar adivinando. —Eso podría ayudar pero yo estaba esperando algo de comida real— . Como un bistec. Jade tenía tanta hambre que su estómago estaba tratando de comer su salida. Kayden rozó la yema de su dedo pulgar sobre la mejilla de Jade. — ¿Es necesario consultar a un médico?
77
Jade podía oír la preocupación en la voz de Kayden pero estaba mezclada con una buena dosis de aprehensión. Él sabía que ir a un médico en este momento podría significar el fin de todos ellos. Si un contrato había sido sacado alimentando a los cazador de recompensas entonces era una apuesta segura que alguien observaba los consultorios médicos, sobre todo porque el embarazo de Jade era la razón para el contrato. —No creo que hemos llegado a eso todavía. La luz salvaje que de repente cobró vida en los ojos de color azulverde de Kayden encendió algo dentro de Jade. El Casta de Asesinos verdaderamente quería a su hijo. Jade no estaría haciendo esto solo. Antes de que pudiera decir algo más, Jade se levantó y corrió al baño, alcanzando el inodoro justo a tiempo para caer de rodillas y vomitar. En el momento en que terminó y él podía volver a caer contra la pared, el cuerpo de Jade estaba caliente y sudoroso, con el pelo enmarañado en la frente. Tragó saliva, tratando de conseguir un poco de humedad en la garganta que no supiera como a mierda hervida. —Aquí, pequeño. Kayden le entregó una toalla y un vaso de agua. Mientras que Jade se limpió la cara y se enjuagó la boca, Kayden tiró de la cadena y abrió una ventana para que entrara un poco de aire fresco en el interior. —Lo siento por esto—, Kayden dijo mientras se puso en cuclillas junto a Jade. Él apartó el pelo húmedo de la cara de Jade. —Si pudiera tomar esto por ti, lo haría. —No, no lo harías—. Ningún hombre en su sano juicio. Era horrible. —Pero gracias de todos modos. — ¿Qué tal si te limpias y vamos a buscar algo que no revuelva tu estómago? — ¿En serio?
78
Kayden sonrió. —Sí. —Dame cinco minutos—. Teniendo en cuenta que acababa de vomitar las tripas, Jade no tenía idea de cómo se las arregló para limpiarse y cambiar su ropa, pero lo hizo todo en menos de cinco minutos. Estaba de pie junto a la puerta de la cabaña, rebotando sobre sus talones con diez segundos de margen. —Estoy listo. Kayden se rió entre dientes y el corazón de Jade se derritió ante el sonido. —Puedo ver eso. Logan y Thoran salieron de la cabaña primero, blásters afuera. Dax y Nyk estaban detrás de ellos. La visión de lo que los hombres estaban haciendo le trajo la realidad de cuánto peligro corrían realmente. Y eso eliminó algo de la emoción de Jade fuera de él, haciéndole preguntarse si esto era una idea brillante después de todo. —Kayden, tal vez deberíamos quedarnos aquí y solo pedir servicio a la habitación. Kayden le agarró la mano. —Jade, este lugar no tiene servicio a la habitación. —Sí, pero...—, Jade se mordió el labio inferior mientras observaba a Dax comprobar su arma antes de deslizar la pistola en la funda atada a su muslo. El hombre era intimidante en apariencia. Tenía el pelo negro azabache y le llegaba hasta la cintura en pequeñas trenzas que estaban aseguradas por una banda de goma. Los ojos amatista de Dax no tenían ninguna emoción. Parecía un Casta de Asesinos. Oscuro. Amenazante. Letal. Jade estaba agradecido de que el chico estaba de su lado y no cazándolo. —No quiero poner a nadie en peligro—, dijo Jade cuando volvió a mirar a Kayden. —Nos estamos quedando sin comida y yo no te voy a dejar detrás mientras que nos abastecemos. Eso no alivió la ansiedad de Jade en lo más mínimo. —Así que,
79
¿básicamente, estamos jodidos, no importa lo que hagamos? Dax levantó la mirada y se rió entre dientes, sus rasgos ásperos ablandándose. —Sí, eso lo resume todo. —Cállate, Dax—, Kayden gruñó cuando se acercó a Jade y ahuecó su mejilla. —Sí, estamos siendo perseguidos, pero también somos Casta de Asesinos. Nosotros, más que nadie en el universo, tenemos la oportunidad de escapar del Imperio Constantino. Había un error en esa convicción. —Yo no soy un Casta de Asesinos. Los ojos de Kayden cayeron hasta el estómago de Jade igual que lo hizo su mano, sus dedos extendiéndose. Tan temprano en su embarazo, estaba bastante seguro de que la mano de Kayden cubría a todo el bebé que estaba creciendo dentro de él. —Estás llevando al hijo de un Casta de Asesinos. Eso te convierte en uno de nosotros. De una manera indirecta. Jade sólo deseaba tener su formación para que no fuera un pasivo en un momento como este. Comprendía la preocupación de Kayden en dejar a Jade solo, pero él se sentía expuesto aquí. Si ellos fueran atacados, Jade tenía una formación limitada en armas. Le habían enseñado cómo luchar en todo tipo de tácticas de batalla, pero en contra de un blaster, eso no sería de ayuda. Además, él altamente dudaba que Kayden lo dejara participar en la batalla, mientras estaba en esta condición. Jade estaba enojado de que estuvieran siendo cazados sólo porque estaba embarazado. Eso no parecía justo para él. ¿Por qué deberían estar en la lista de los más buscados por estar acoplados y creando una nueva vida? ¿Por qué importaba que fueran los dos hombres? A nadie más en el universo le importaba alguien siendo gay. Con todas las diferentes especies, este tipo de acoplamiento era bastante normal. Por el hecho de que un rey anal lo consideraba repugnante, los
80
inscritos a Synia pagaban el precio. ¡Qué idiota!. Jade le encantaría conocer al Rey Arador. Empujaría su pie en el culo homofóbico del hombre. Todo el mundo se subió a la lanzadera. Jade se estableció en la parte posterior, abrochándose mientras Logan comenzó la secuencia de vuelo. Mientras despegaban, Jade esperaba como el infierno que esta pequeña excursión no les costara a todos ellos su libertad.
Kayden salía de una farmacia cuando vio a dos agentes federales dirigiéndose en su dirección. Giró sobre sus talones, alejándose de la lanzadera donde Jade estaba esperándolo. Al doblar la esquina, Kayden miró a la parte superior del edificio de enfrente y apenas distinguió la sombra de Dax en su escondite. El hombre estaba allí con su rifle, dispuesto a participar si los federales trataban de arrestar a Kayden. ¿A quién estaba engañando? Los federales no lo arrestarían. Matarían a Kayden. Siempre y cuando ellos pudieran mostrar un cuerpo, les pagarían. Pero si Kayden mataba a uno de los federales, el precio a su cabeza sería aún más asombroso de lo que probablemente ya estaba. No sólo el Imperio lo quería, sino también lo hacia el rey Arador. La vida era jodidamente irónica. Kayden era perseguido por la misma organización que lo había entrenado para ser una máquina de matar. Si eso no era jodido, no sabía lo que era. El aire parecía hacerse más grueso a su alrededor cuando Kayden escondido medicamento para las náuseas de Jade en su chaqueta y sacó su arma. —Quieto, Kayden Caellen.
81
Kayden se detuvo. —Deja tu arma—, uno de los federales exigió. ¿El chico estaba loco? Ambos sabían cómo esto estaba a punto caer y Kayden estaba decidido a ser el que se alejara. Tenía algo por qué luchar, dos algos, y él destruiría a cualquiera que tratara de quitarle una de esas personas. Kayden giró, pero antes de que pudiera disparar su arma, el Federal cayó. Miró hacia arriba para ver a Dax girar, apuntando y derribando al otro Federal que había entrado en el callejón. Dax inclinó la cabeza hacia Kayden antes de desaparecer en las sombras. Kayden no perdió tiempo en limpiar del callejón. Él no iba a ir directamente a la lanzadera. Por ahora Logan se habría ido. Jade era su prioridad número uno. No sólo era el compañero de Kayden, sino que llevaba un futuro Casta de Asesinos. —Eso fue bastante impresionante. Kayden se sacudió a un lado para ver a un señor mayor de pie en la puerta de una tienda cercana. Vestía ropas elegante de oro-y-marino-azul y tenía un aire a su alrededor que le recordó a Kayden a un aristócrata. —No sé de lo que está hablando—. Kayden comenzó a caminar, pero una mano firme se posó en su brazo. —Necesitas ayuda. Kayden encogió la mano del hombre fuera de su brazo. —Tengo que llegar a casa—. Aunque técnicamente Kayden ya no podía volver a casa. Si él pusiera el pie en Talus, seria arrestado. Y esconderse en su planeta de nacimiento estaba definitivamente fuera de la cuestión. El Rey Arador tomaría demasiada alegría en encadenar a Kayden por sus bolas. Kayden permitió que el hombre lo tirara a la tienda cuando agentes federales invadieron la calle. Si alguna vez se topaba con Chardin de
82
nuevo, Kayden iba a destripar al traidor, lentamente. Esa podría ser la única explicación para que el rey Arador se enterara del embarazo de Jade. El hombre había desaparecido demasiado rápido la mañana después de que Kayden había reclamado a Jade. No creía en las casualidades. —Aquí dentro—. El hombre condujo a Kayden en la tienda, las campanas sobre el marco de la puerta tintinearon cuando entraron. El desconocido llevó a Kayden a un vestidor en la parte posterior. Había una mujer de pie, mirando a Kayden de modo tan extraño que lo puso incómodo. Él sabía que era un hombre buscado, pero la mirada que le dio fue más que eso. El caballero abrió la chirriante puerta del vestidor, entró, y luego trabajó la pared posterior hasta que se abrió para revelar un espacio tan pequeño que Kayden dudaba que encajaría dentro. Ni siquiera estaba seguro de que Jade podía caber dentro. —Date prisa—, dijo el caballero. —Los federales vienen hacia aquí. — ¿Cómo supiste de este escondite?—, Preguntó Kayden. Le pareció extraño que el rey y su familia estuvieran simplemente haciendo compras aquí y sabía de un agujero escondrijo. —Conozco a un montón de escondites en las tiendas de los alrededores del palacio—, dijo el hombre. —Ahora date prisa y entra. Kayden no tuvo más remedio que acuñarse entró. La pared fue reemplazada y Kayden se encontró en la oscuridad total. Pero la pared no era espesa y podía oír lo que decían. —Se parece a él—, dijo la mujer desde algún lugar la tienda. — ¿Crees que es… —Silencio, Matista—, el caballero reprendió a la mujer suavemente. —No hay que hablar de esas cosas. —Pero él es viva imagen de Katino.
83
—Vamos a discutir esto cuando los federales se hayan ido. La tienda se quedó en silencio por dos segundos antes de Kayden escuchara las campanas por encima de la puerta tintinear. Alguien preguntó si la pareja había visto a Kayden. Él escuchó a medias lo que estaba pasando mientras se preguntaba quién era Katino y por qué pensaban que Kayden parecía al chico. Tan apretado en como estaba, Kayden logró colocar su mano sobre su blaster. Él sólo oró para que los civiles no se interpusieran en el camino de la explosión. Kayden soltó una respiración lenta, relajando su cuerpo de la manera que le habían enseñado. Su latido desacelerando. Su pecho apenas se movía. Kayden se centró. Cuando se movió a la pared, su blaster estaba libre y en la cara del hombre más rápido de lo que nadie podía parpadear. El dedo de Kayden se crispó, hasta que vio que era el señor mayor. —Ellos se han ido. Bajando su arma, Kayden miró alrededor de la tienda para ver que el hombre estaba diciendo la verdad. —Me tengo que ir—. Necesitaba llegar a Jade. Kayden no estaba seguro de cuántos federales habían venido aquí. Por lo que sabía, Jade y los otros podrían haber estado en peligro. Era altamente improbable, pero Kayden no tomaría ese riesgo con su compañero. —Pero no puedes irte—, insistió el hombre. —Mírame—. Kayden dirigió hacia la puerta y luego se volvió. — Mira, yo realmente aprecio lo que hiciste por mí. Te debo una y nunca me olvido de una deuda. Pero tengo que salir de aquí. Kayden abrió la puerta y casi atropelló a alguien. Se hizo a un lado, dando una rápida mirada.
84
Lo que vio lo heló hasta los huesos. Kayden no estaba seguro de qué pensar. Él estaba allí de pie mirando una copia exacta de sí mismo. Él inclinó la cabeza hacia un lado, tratando de averiguar qué tipo de truco era ese. El tipo definitivamente era su reflejo, pero él era más bajo y mucho más delgado. También llevaba ropas reales. Girando, Kayden miró hacia atrás al caballero que lo había ayudado. Ahora que él no estaba tratando de ocultarse, Kayden evaluó más de cerca al extraño. Había una extraña semejanza entre él y el caballero, que hizo que los pelos de su nuca se erizaran. — ¿Qué demonios está pasando?—, Preguntó, en tono bajo, letal. Sus ojos se estrecharon mientras miraba a los otros en la habitación. — ¿Qué clase de truco es esto? La mujer se tapó la boca, las lágrimas brotando de sus ojos azulverde. Kayden retrocedió cuando intentó acercarse a él. Él estaba... asustado. Nada de esto tenía ningún sentido y Kayden tenía la imperiosa necesidad de huir. Él no había estado tan temeroso cuando Jade había anunciado que estaba embarazado. Toda su vida, Kayden había deseado una familia propia. Él quería lo que le había sido negado. La idea de tener un hijo lo asustaba de muchas maneras, pero la perspectiva también se sentía como si una parte del peso de su solitaria existencia hubiera sido levantado. Pero esto... era pura y simplemente una locura. —Nosotros somos tu familia—. El caballero dio un paso adelante. —La mierda que lo son—. Los ojos de Kayden se dispararon entre los tres antes de que él retrocediera hacia la puerta. Se negó a mirar a la persona más cercana a él. Era una especie de broma. Él lo sabía. Kayden no tenía un hermano gemelo. Él había sido criado con los Casta de Asesinos. Ellos eran su familia.
85
Jade era su familia. Estos extraños no lo eran. —Fuiste secuestrado cuando eras un bebé—, dijo la mujer, ambas manos sobre sus pechos, las lágrimas fluyendo libremente. La mano de Kayden se enroscó alrededor de la manija de la puerta mientras trataba de respirar. Esto no podía ser verdad. —Junto con sus tres primos y el hijo de una sirvienta—, añadió el caballero. Las rodillas de Kayden casi se doblaron. — ¿Cuáles eran sus nombres? La mujer miró al hombre de pie junto a ella. — ¡Sus nombres!— Kayden gritó. —Thoran, Logan, y Nyk son tus primos. El corazón de Kayden se hundió con cada nombre que ella decía. No había manera de que pudiera saber quiénes eran los Casta de Asesinos. Draven le había dicho que toda la operación de entrenamiento había estado bajo el radar, extraoficialmente, y nadie sabía quiénes eran los cinco hombres excepto su mentor. La mujer dio un paso más en la dirección de Kayden. —Y tú eres mi precioso Kayden. — ¿Precioso?— Kayden casi escupió la palabra. —Si yo fuera tan valioso para usted, no hubiera sido…— Kayden giró, abriendo la puerta de golpe mientras huía.
86
Capitulo 9 Jade se paseaba en un estrecho círculo mientras rezaba por el regreso de Kayden. Era eso o tirarse sobre la cama y hacer un berrinche. Tan emocional como se había estado sintiendo, eso era una posibilidad fuerte. Por supuesto, asaltar la ciudad disparando sus armas sonaba bastante bien ahora mismo. Habían pasado dos horas desde que habían aparecido problemas en la forma de federales y Logan había huido de la ciudad sin Kayden. Jade se estaba desmoronando minuto a minuto. Si su compañero no se presentaba pronto, Jade sería un rompecabezas emocional. Jade llegó al final del camino estrecho en el que se paseaba y se asomó por la ventana. No había ninguna señal de Kayden. Su compañero debería haber regresado por ahora. ¿Qué pasaría si algo había salido mal? ¿Qué pasaría si los federales habían capturado a Kayden? ¿Y si lo habían matado? Había un número infinito de posibilidades y a Jade no le gustaba ninguna de ellas. ¿Por qué demonios había enviado a Kayden a la farmacia por la medicina para las náuseas? Si sólo hubieran tomado su comida e irse, nada de esto habría sucedido. Retorció sus dedos hasta que se volvieron blancos y luego comenzó a caminar de nuevo. —Jade, necesitas sentarte antes de que te caigas. Jade giró la cabeza, sus ojos disparar unas pequeñas flechas enojadas a la cabeza de Dax. —Necesitas no hablar conmigo. —Lo siento—. Dax levantó las manos y retrocedió. Los hombros de Jade se desplomaron. —No, lo siento. No debería
87
haberte ladrado. Estoy tan... no sé lo que haré si Kayden no vuelve. —En primer lugar—, dijo Dax, —Kayden estará de vuelta. Ese hijo de puta malhumorado puede cuidarse solo. Y en segundo lugar, no hay nadie en este universo que pueda retener a un Casta de Asesinos si él no quiere que ser retenido. — ¿Eso crees?— Dioses, Jade lo esperaba. No sabía lo que haría si algo le sucediera a Kayden. Sólo habían estado juntos durante un corto periodo de tiempo, pero Jade ya sentía un vínculo con el shifter lobo. —Lo hago—. Dax asintió. —Además, no estás solo. Sé que no somos Kayden pero nos aseguraremos de que nunca te pase nada. Nosotros protegemos lo nuestro. Él nos confió tu cuidado. No vamos a defraudarlo". Pero Jade no quería criar a este niño sin Kayden. Él sabía que tenían un largo camino por recorrer en lo que se refería a su relación. Había muchas cosas que no sabía sobre el Casta de Asesinos. Jade quería saber todo sobre Kayden. El Casta de Asesinos parecía duro e inaccesible en el exterior, pero él había visto cuan cuidadoso podría ser el hombre. Jade se tragó las lágrimas que obstruyeron su garganta. —Está bien. —Confía en Kayden, Jade. De una forma u otra, él volverá por ti. Jade se frotó las manos sobre el estómago cuando se volvió para mirar por la ventana de nuevo. Tenía fe en que Kayden volvería por él. Tenía que o él se volvería loco. — ¿Por qué no intentas comer?— Nyk preguntó mientras caminaba detrás de Jade. —Podrías utilizar los nutrientes. Lo último que Jade quería era comida. Si no se hubiera quejado de estar hambriento en el primer lugar... No, todos ellos habían conocido el riesgo. Aún así, eso no ayudó a la culpabilidad que estaba carcomiéndolo. —Tal vez más tarde. Nyk presionó una mano sobre hombro de Jade. —Si no eres
88
atendido adecuadamente, Kayden tendrá nuestras cabezas. Jade aceptó el puñado de galletas que Nyk le tendía. Lo máximo que podía hacer era mordisquearlas. Ausentemente masticó mientras miraba por la ventana, deseando que Kayden apareciera afuera. Podía sentir a los cuatro hombres mirándolo, pero Jade no iba a poner una cara feliz para su beneficio. Estaba bastante seguro de que no querían que él fingiera tampoco. Cuando un pitido digital comenzó a llenar la sala, Jade miró sobre su hombro, preguntándose qué era el ruido. —La alarma perimetral se ha disparado—, afirmó Thoran mientras cruzaba la habitación y tiró a Jade lejos de la ventana. Las galletas cayeron al suelo, olvidadas mientras Jade fue llevado al dormitorio. No sabía lo que estaba pasando, pero ahora más que nunca Jade quería a Kayden. — ¿Has visto quién era?—, Él le preguntó Thoran. El Asesino negó con la cabeza. —Podría no ser más que un ciervo, pero no estamos tomando ningún riesgo. Jade cayó al suelo, cubriéndose la cabeza cuando ráfagas láser se dispararon por la ventana, rompiendo el cristal. Había gritos, desde dentro y afuera, cuando Thoran cubrió el cuerpo de Jade con el suyo. —Quiero a Kayden—, Jade gritó. Nunca había estado tan aterrorizado en su vida, ni siquiera cuando él había descubierto que estaba embarazado. Había diminutos fragmentos de cristal a su alrededor, y Jade tenía miedo de moverse por miedo a incrustar esas astillas en su piel. Pero sabía que no podía permanecer en esta habitación. — ¡Federales!— Nyk gritó justo desde la puerta del dormitorio. — No estoy seguro de cómo nos encontraron, pero Dax y yo vamos afuera. — ¡No!— Jade dijo mientras trataba de deslizarse de debajo Thoran. —Los mataran.
89
Nyk apareció en la puerta. —Gracias por la preocupación, Jade, pero estoy construido más duro que eso. Incluso el más duro no podría sobrevivir a un disparo en la cabeza. —Simplemente no lo entiendo—, dijo Jade, con voz tensa. — ¿Cómo pueden darnos una misión y luego poner una recompensa por nuestras cabezas. No tiene ningún maldito sentido. —No importa en este momento—. Thoran se sentó, con la cabeza baja. —Tenemos que sacarte de aquí. Ten cuidado con el cristal. Jade permitió que el hombre que lo tirara a una posición en cuclillas antes de moverse rápidamente de la habitación. Logan estaba escondido por la ventana delantera, devolviendo el fuego. —Por aquí—. Thoran lo llevó hacia la cocina. —Podemos escabullirte por la puerta trasera. — ¿Pero los federales no rodearon el lugar? Thoran sacó su blaster y comprobó que las celdas estuvieran cargadas antes de golpear el cartucho nuevo en su lugar. —Es por eso que voy a salir primero. Esto era una auténtica locura. No deberían ser hombres buscados. Ellos no deberían estar en un tiroteo. Pero, sobre todo, Kayden no debería faltar.
Kayden no había huido lejos. Estaba apoyado contra la pared al lado de la tienda, tratando de ordenar las cosas en su cabeza. No podía negar que Katino era exactamente igual a él.
90
Toda su vida, a Kayden le habían dicho que era un huérfano, que sus padres no lo habían querido. Draven le había dicho a todos los Asesinos que eran huérfanos. ¿Qué otras mentiras le habían dicho? Ya no sabía qué era verdad y qué era una carga de mierda. Kayden despreciaba la confusión que sentía. Un Casta de Asesinos siempre tenía que estar en control y Kayden sentía como si su mundo diera vueltas. —No es prudente permanecer aquí. — ¿Quién eres?— Kayden preguntó sin mirar al caballero. —Yo soy el Rey Cornelio Matino, tu padre. Yo estaba de compras con tu madre cuando te vi en la calle. Su madre. Kayden no podía envolver su cabeza alrededor de esa palabra. ¿Cuántas noches había permanecido despierto preguntándose por qué no era lo suficientemente bueno para que su madre lo amara? ¿Cuántas noches él había deseado desesperadamente tener un hogar lleno de amor en lugar de crecer en un centro de formación? Tener los otros Asesinos ayudó a amortiguar la desesperación que a veces sentía, pero Kayden siempre había deseado mucho más. Fue por eso que había abrazado el embarazo de Jade. Demonios, él ya había empezado a desear que llegara el nacimiento de su hijo. Kayden anhelaba una familia toda suya. Y ahora estaba recibiéndolo y a raudales. Sus instintos le decían que huyera de estas personas, sin embargo, no podían irse. No cuando había tantas preguntas sin respuesta. No cuando el niñito en su interior oraba con desesperación que estos extraños estuvieran diciendo la verdad, que él tenía padres que realmente lo querían. —No sé cómo ha sido tu vida—, dijo el Rey Matino. —Pero si me permites, me encantaría llegar a conocerte mejor. Todos lo haríamos. —Tengo un compañero embarazado—. Kayden no estaba seguro de
91
por qué le dijo al hombre esto. —Por supuesto—, dijo el hombre, como si no se sorprendiera en lo más mínimo. —Eres el heredero al trono de Sator. —No—. Kayden negó con la cabeza. El hombre no entendía. Demonios, Kayden no entendía. —Yo fui esterilizado como un niño pequeño. No debería ser capaz de engendrar un hijo. La mirada afligida en el rostro del hombre lo decía todo. —Pero también eres un Matino. Únicamente eliminar tus genitales te impediría continuar la línea familiar. La esterilización no es efectiva con nuestro linaje. Eso era obvio, pero al menos Kayden estaba empezando a obtener respuestas. No sabía cómo mantener a Jade seguro al tratar de limpiar sus nombres y el de los otros Asesinos. Pero era difícil para él confiar en este desconocido, aun sabiendo quien era el hombre o, al menos, quien decía que era. Kayden estaba todavía un poco demasiado aturdido para confiar totalmente en lo que le estaban diciendo, o lo que estaba viendo. Necesitaba un poco de tiempo para asimilarlo todo, excepto que no tenía tiempo. Su compañero lo necesitaba. —Estás siendo perseguido—, dijo el hombre mientras miraba hacia arriba y abajo de la calle muy transitada. —Eso es obvio. Por favor, déjeme ayudarte a ti y a tu compañero. Él esta, después de todo, llevando a tu hijo. —Su seguridad… —No te preocupes. Él será el hombre más protegido en este planeta, Kayden—. El rey puso su mano en el brazo de Kayden y sorprendentemente, se sentía firme y fuerte. Pero, de nuevo, el hombre no parecía ser tan viejo ahora que Kayden consiguió un vistazo más de cerca. Su cabello era el mismo que el de Kayden, grueso, negro como la noche, y corto. También tenían el mismo mentón y la nariz. Pero Kayden había visto sus ojos en la mujer de la tienda. Tenía los
92
ojos de su madre. — ¿Tengo un gemelo? El rey sonrió. —De hecho, lo tienes. —Entonces él es el heredero—. Kayden no quería ese título. Él no quería nada más que la seguridad de Jade. Y él haría todo lo que él tenía que hacer para asegurarse de que sucedía. —No—. Cornelius negó con la cabeza. —Katino nunca ha querido el trono. Como cuestión de hecho, francamente teme el día en que se hará cargo del manto Sator. — ¿Por qué?— Kayden preguntó mientras escaneaba el área a su alrededor. Todo estaba tranquilo ahora, pero sabía que el rey estaba en lo cierto. No podía estar aquí mucho más tiempo. —Él es un lobo omega. Aunque lo amo con todo mi corazón, él no es material de líder. Las cosas seguían haciéndose más y más extrañas. Parecía que cuando llovía, se desbordaba. No, la mierda se estaba inundando por aquí. Kayden nunca había sido del tipo confiado. Había aprendido hace mucho tiempo que una persona te jodia más rápido de lo que podías estornudar. Sabía a ciencia cierta que si no hubiera tenido a sus hermanos a su lado al crecer, él sería un bastardo sin corazón en este momento la máquina de matar sin mente en la que el Imperio había tratado de convertirlo. Pero había sido Nyk, Dax, Logan, y Thoran quienes le habían enseñado lo que era la verdadera amistad, lo que significaba ser parte de una familia, parte de una unidad que se cuidaba uno al otro. En este mismo momento los cuatro hombres estaban custodiando la persona más preciada en el universo para Kayden. —Necesito un lugar seguro para que Jade se aloje. Kayden tenía un mundo de dudas acerca de todo lo que sucedía, pero
93
la seguridad de Jade era su primera prioridad, y Kayden haría un trato con el diablo si eso significaba mantenía a Jade a salvo de cualquier daño. No conocía a este hombre de Adán, pero no tenía más remedio que confiar en él. Los ojos del hombre traspasaron a Kayden con un brillo de determinación. —Dime dónde está y voy a enviar una flota de mis guardias para traerlo a nuestro palacio. Palacio. Una migraña se formó en la parte posterior del cráneo de Kayden. Él respiró constantemente y rogó que no estuviera cometiendo el mayor error de su vida. Si el rey resultaba ser un traidor, Kayden destriparía al hombre. —Jade y los otros están en el Pine Crest Cabins. — ¿Otros? Kayden vaciló, sintiendo una sensación abrumadora en su pecho. — Mis primos—. Él incluía a Dax, en su reclamación. A pesar de que no estaba relacionado con el hombre por la sangre, Dax era su familia sin importar lo que dijeran. Las cejas del hombre se alzaron. — ¿Ellos están contigo? —Sí. El rey tomó el brazo de Kayden, tirando de él hacia la tienda. — Tenemos que darnos prisa. Los federales volverán—. Cuando entró en la tienda de telas, Kayden vio a un hombre adicional de pie en la parte de atrás. Su uniforme tenia los mismos colores que el traje, oro y azul marino del rey. El hombre tenía que ser uno de los guardias. Los ojos de Kayden aterrizaron en la mujer. ¿El rey no la había llamado Matista? —Quiero una flota de hombres para ir a buscar a mi yerno, Jade. Tengan mucho cuidado con él. Él está llevando a mi nieto nonato—, el rey
94
le ordenó al guardia, con una fuerza y firmeza en su voz que no había estado allí antes. —Mis tres sobrinos están con él también. Elimina a cualquier federal que se interponga en tu camino. Matista miró a Kayden con atención, como si ella no pudiera creer que era real. Kayden sólo podía darle un ligero gesto de reconocimiento. No estaba preparado para algo más. Todo esto venía a él demasiado rápido y él necesitaba tiempo para asimilarlo todo. —Ellos se están quedando en la cabaña C—, dijo Kayden. —Y Dax está con ellos también. El rey asintió y luego chasqueó sus dedos al guardia. —Ve, ahora. Girando, Kayden finalmente miró a Katino. El hombre lo miraba con ojos cautelosos ojos del mismo color que los de Kayden. Kayden seguía luchando contra el impulso de huir, una sensación que nunca había experimentado antes de este día. Ni siquiera la escoria del universo lo había puesto tan incómodo. Se movió de un pie al otro. Ni siquiera sé qué decirle a estas personas. ¿Y si todo esto es una ilusión? ¿Y si no son quienes dicen que son? La incertidumbre y la duda se aferraron a él como el moho negro y Kayden no podía evitar la sensación de que esto era demasiado bueno para ser verdad, que era una especie de truco. —Esto es tan raro—, dijo Katino con una cantarina voz aguda. —Es como verme a mí mismo, pero... no. Kayden fue arrojado por el tono de sonido femenino procedente de su gemelo. El hombre podría parecerse a él, pero tenía la sensación de que era donde terminaban las similitudes. Katino se acercó antes de que él empujara su dedo en los brazos de Kayden. —Sí, eres real. Fue desconcertante cuando ambos se frotaron las barbillas de la
95
misma manera, al mismo tiempo. Kayden bajó rápidamente su mano. —Creo que me voy a desmayar, Madre—, Katino dijo mientras agitaba una mano por su cara. —He soñado con este día toda mi vida. ¿Quién hubiera imaginado que mi hermano sería tan condenadamente guapo? Kayden arqueó una ceja. —Somos gemelos. —Yo sé, verdad Esta mierda era demasiada malditamente extraña para las palabras. Kayden retrocedió cuando Katino lo pinchó de nuevo. Gemelo o no, el hombre iba a perder ese dedo si llegaba cerca de él de nuevo. A Kayden nunca le había gustado ser tocado. Excepto por Jade, eso era. Él nunca había sido el tipo de persona emocional y sensiblero. A Kayden le gustaba su espacio. Pero Katino se metió en él como si tuviera ese derecho. —Katino—, Matista amonestó al hombre. —Por favor, para. La mirada de Kayden se giró hacia ella. — ¡Oh!—, Katino exclamó emocionado. —Es probable que no lo sepas, pero tenemos una hermana! Kayden sintió que sus rodillas trataban de doblarse. Divisó un taburete junto al mostrador y se dirigió a él, tomando asiento. Sin importar lo duro que trató de regular su respiración, simplemente no estaba funcionando. Su formación le estaba fallando mientras su corazón latía con fuerza en su pecho. Su habilidad para centrarse había desaparecido. Matista se acercó más, sus pasos vacilantes. — ¿Puedo hablar contigo? —Por favor—, Katino dijo mientras se movía hacia Kayden. — Tenemos tantas preguntas—. Matista le disparó a Katino una mirada fulminante. El gemelo de Kayden acurrucó sus labios, pero la emoción nunca abandonó sus ojos.
96
— ¿Te trataron bien... hijo?— La ansiedad en su voz sonó profunda. Quería decirle la verdad. Kayden quería gritar que él había estado en la formación desde que tenía cinco años y que ningún niño debería crecer de esa manera. Pero él vaciló. Si él le decía a ella la mitad de las cosas que habían tenido lugar en su vida, el dolor llenaría sus bonitos ojos. —Sí. El alivio fue evidente en su rostro mientras ella le dio una sonrisa vacilante. Por un segundo, pensó que iba a abrazarlo. En su lugar, acurrucó sus delicados dedos alrededor de su mano izquierda. Cuando tocó su piel, Kayden sintió que algo dentro de él encajaba. Una especie de compuerta mental y emocional se abrió de golpe. Si no hubiera sido por su formación, Kayden simplemente podría haberse roto. Mantuvo sus sentimientos bajo control, sin mostrar nada. Katino lo pinchó de nuevo. Kayden mostró sus colmillos al hombre. Eso sólo hizo que Katino riera. —Luchador. Él es definitivamente mi homólogo alfa. Si el hombre sólo supiera lo luchador que Kayden podría ser. —Dime—, dijo Matista. — ¿Por qué estaban esos agentes federales tras de ti? Kayden no quería decirle. Tendría que explicarle que era un Casta de Asesinos. ¿Y si ella se enteraba y lo rechazaba? La boca de su estómago se anudó. —Oh, ¿eres un forajido?— Katino preguntó con entusiasmo. —Por favor, dime que perteneces a los Merodeadores! Kayden frunció el ceño. — ¿Tú quieres que yo sea un forajido? Katino dio un suspiro sobre dramático. —Animaría las cosas en casa.
97
Además de que sería lo más genial de siempre si mi gemelo fuera mi lado malvado. Una sonrisa iluminó el rostro de Matista. —Katino es... especial. No me digas. —Entonces—, dijo Matista. — ¿Eres un forajido? Kayden no estaba seguro de qué hacer con los dos. Ella sonaba tan intrigada como Katino había estado. Al parecer, los dos tenían alguna extraña afinidad por los chicos malos. —Padre solía llevar cargas para algunos hombres sombríos—, Katino ofreció. —No siempre fue un ciudadano honrado. Pero no escuchaste eso de mí. —Era joven e impresionable cuando lo hizo—, dijo Matista mientras una sonrisa deslumbrante, francamente enamorada apareció, haciendo que sus ojos se iluminaran. —Él también estaba tratando de conquistarme. Mirando entre los dos, Kayden se preguntaba en qué extraño universo se había tropezado. ¿Desde cuándo una madre quiere que su hijo sea un forajido? Éste tenía que ser el momento más extraño de su vida, y eso decía mucho teniendo en cuenta su línea de trabajo. —Se le busca por violar la ley Synian—, una mujer joven dijo mientras se acercaba desde la parte trasera de la tienda. Sus caderas se balanceaban de un lado a otro, su cuerpo delgado, proporcionado como una bailarina exótica de Colossus. —Esa es Katana—, dijo Katino en voz baja. —Tu hermana. —He oído eso, mocoso—, le dijo a Katino antes de darle a Kayden toda su atención. Sus ojos no eran acogedores como lo habían sido los otros. Eran fríos y calculadores, evaluando a Kayden de pies a cabeza. — ¿Por qué el Rey Arador tiene una recompensa considerable sobre tu cabeza?
98
—Porque rompí la ley y embaracé a mi compañero—. Simplemente no había forma de evitar esa verdad. —Es contra la ley Synian. — ¡Pero tú no eres Synian!— Matista protestó. —Las leyes arcaicas de ese fanfarrón pomposo no se aplican en ti. —Hay más—, Katana dijo mientras colocaba su mano sobre su cadera curvilínea. —El Imperio lo quiere también. —Por lo tanto, eres un forajido—. Katino chocó con el hombro de Kayden. —Eso es tan genial. Tal vez pedirle ayuda a esta familia había sido un error. Podía ver la desconfianza en los ojos azul-verdes de Katana. Kayden no la culpaba. A pesar de que era evidente que estaban relacionados, ninguno de ellos se conocía entre sí. Se puso de pie, dirigiéndose a la puerta. —Creo que esto fue un error. —Kayden, espera—, dijo Matista. —No te vayas. Justo cuando Kayden llegó a la puerta, esta se abrió y entró Ben Hur. Kayden tenía su arma en la mano y apuntó a la cabeza de Ben antes de que el hombre pudiera reaccionar. No podía entender cómo el Merodeador le había seguido la pista, pero el hijo de puta no estaría sacando provecho de Kayden. Recordó las palabras de despedida de Ben y mataría al hombre antes de que el bandido pusiera una mano sobre él. — ¿Qué en el cielo...?—, Preguntó Matista mientras se apresuraba a través de la tienda y puso su mano en el brazo de Kayden. —Kayden, por favor, no apuntes eso a la cabeza de tu tío.
99
Capitulo 10 Jade se quedó allí, con los ojos escaneando sobre los hombres que los habían rodeado. No había manera de que estuvieran saliendo de esto. Thoran lo protegía, manteniendo a los federales fuera, pero había demasiados para los cuatro Casta de Asesinos los manejaran. A Jade no le importaba lo rudo que eran estos hombres nadie podía derrotar a dos docenas de hombres armados. —Fue un placer conocerte—, Jade dijo mientras giraba en un círculo, incapaz de ver una manera de salir de esto. —Aw, estoy herido—, dijo Thoran. —Tan poca fe en mí. —Si nos puede traer un milagro, nombraré a este bebé por ti—. Mató a Jade saber que esto era. Nunca había deseado nada más en la vida que tener un futuro y una familia con Kayden. Jade no solo había sentido cariño por el hombre desde hace mucho tiempo, sino que él estaba enamorando del asesino. Kayden se merecía algo mucho mejor. Jade era muy consciente de ello. Los humanos no eran considerados altamente. Pero habría sido agradable pertenecer al hombre, compartir algo tan hermoso como una familia con él. —Tomaré ese desafío—, Thoran dijo mientras agarraba a Jade y arrastró su culo, disparando a los federales mientras huían. Jade no tenía idea de a dónde iban, pero hubo disparos láser disparos sobre sus cabezas a una gran velocidad. Jade estaba dispuesto a gritar que no quería participar en esto por más tiempo. Si sólo fuera así de fácil. Antes de que él supiera lo que estaba pasando, los otros tres Asesinos estaban a su lado, uniéndose al combate de fuego. Jade casi tropezó cuando vio a Dax en realidad corriendo lateralmente, disparando como si hubiera
100
estado haciendo esto toda su vida. Bueno, lo que tenía. Jade había sido testigo de eso. Todavía era impresionante como el infierno de ver. Ellos fueron cortados de la última vía de escape posible cuando cuatro transportadores aterrizaron frente a ellos, el emblema de la cabeza de un gran lobo en el lado de cada uno. Detrás de la cabeza del lobo estaban vibrantes colores de oro y azul marino. Jade gritó cuando los transportadores descargaron y unos buenos cuarenta hombres llegaron a su camino. No tenía ni idea de quienes eran estos hombres, pero él sabía que él y los Asesinos estaban a punto de morir. Demasiados hombres estaban ahora detrás de ellos. A Jade le encantaría ver a Thoran intentar conseguirlos fuera de esto. Sólo que los hombres no vinieron a ellos. Pasaron a Jade y los asesinos, disparando a los federales. Uno de los hombres detuvo a Jade y Thoran. El guardia inclinó la cabeza hacia un lado. — ¿Eres tú el llamado Jade?—, Preguntó. — ¿Estás embarazado? Jade inmediatamente se puso a la defensiva, su mano yendo a su vientre plano mientras daba un paso detrás de Thoran. —Eso depende de quién quiere saber. La sonrisa del guardia se extendió más amplia. —El rey nos ha enviado, a petición de Kayden. Jade y Thoran se miraron el uno al otro antes de Jade dijo: —Yo no lo entiendo. Dax, Logan, y Nyk se unieron a ellos, los cuatro hombres creando un muro alrededor de Jade. La lucha todavía continuaba a su alrededor, pero los Casta de Asesinos habían llegado a la defensa de Jade.
101
— ¿Es un buen rey o un mal rey?—, Preguntó Jade. —Porque he tenido mi parte justa de tratar con imbéciles por un día. El guardia se rió entre dientes mientras señalaba al transportador de la derecha. —Él es un rey muy bueno y justo. Quizás Jade podría finalmente conseguir una ducha caliente y una cama caliente para dormir. Pero antes de que eso sucediera... — ¿Cómo consiguió Kayden la ayuda del rey?—, Preguntó Jade. —Kayden es el heredero perdido de Sator—, explicó el guardia. —Y ustedes hombres— el guardia señaló los Asesinos —son sus primos. La mandíbula de Jade cayó justo antes de que él gritara de dolor, cayendo a su lado en el suelo. Podía oír gritos, más explosiones, y luego Thoran lo levantó, corriendo al transportador. Le habían disparado. Maldita sea, eso dolió. Jade no podía sentir su brazo izquierdo. No podía levantarlo. Lo único que sentía era el dolor agonizante que estaba disparándose a través de su cuerpo. Su visión comenzó a nadar y se preguntó si él estaba a punto de desmayarse. Tal vez eso sería lo mejor para que él no tuviera que sentir el dolor por más tiempo. —Sólo aguanta—, dijo Thoran. —Estamos llevándote a conseguir ayuda. A pesar de la situación, Jade se encontró dándole a Thoran una sonrisa temblorosa. —Cariño, ninguna cantidad de ayuda me puede arreglar. Thoran rodó sus ojos. —Es bueno ver que tienes sentido del humor en esto. No va a ser tan divertido cuando Kayden intente matarnos por permitir que salieras lastimado. Los párpados de Jade se cerraron y luego se abrieron de golpe. Él no
102
quería perder el conocimiento. Quería ver a Kayden. Pero tan fuerte como trató de luchar contra ella, la oscuridad se lo llevó.
Kayden todavía no se acostumbraba al palacio y las personas que lo rodeaban. Habían pasado cuatro semanas desde que había sido metido en esa tienda. Cuatro semanas desde que Jade había recibido un disparo. Su compañero no solo se había recuperado completamente, sino que su estómago estaba ahora ligeramente sobresaliente. La panza estaba bien definida y Kayden no podía dejar de cepillar su mano sobre su hijo por nacer. Según el médico de familia, el período de gestación de un macho era de tres meses. Cuando Jade salió del cuarto de baño, una toalla metida alrededor de su cintura, Kayden se acercó por detrás de su compañero, hundiendo la nariz en el cuello del hombre. — ¿Sabes lo sexy que te ves? Jade hizo un ruido extraño en la parte posterior de su garganta mientras colocaba sus manos sobre las de Kayden. —Dime eso cuando este tan grandes que tendrás que rodarme para salir de la cama. Kayden besó a Jade lo largo de su hombro desnudo y luego sonrió en su piel suave. —Te diré eso mañana, el próximo año, en veinte años, y cuando seamos viejos y grises. —Encantador—. Jade giró en los brazos de Kayden, colocando las palmas de sus manos en el pecho de Kayden. —Pero está funcionando. — ¿Ahora lo está?— Kayden podía sentir la evidencia empujándolo. Desde que salió de Talus, la vida de Kayden había cambiado tan drásticamente. Nunca había esperado tener un compañero, y mucho menos una familia. El destino del camino que lo condujo no siempre fue el camino
103
que pensó que tomaría. Esto era todavía tan extraño, tan nuevo para él. Pero Kayden estaba aprendiendo a no sólo aceptar lo que tenía, sino a aprecian los nuevos lazos que estaba formando. Jade había llegado a significar el universo entero a él y Kayden no podía imaginar pasar un día sin el hombre. Pasó las manos arriba y abajo de la espalda de Jade, la mirada fija en esos hermosos ojos grises. Finalmente se sintió completo. —Te amo, Jade. Los ojos de jade se abrieron un poco antes de que una hermosa sonrisa se extendiera por su rostro. — ¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando oír eso? — ¿Desde qué te vi en ese pasillo? Jade sacudió la cabeza. —Desde que vi a este chico entrenando con sus primos. Él era feroz incluso entonces, pero vi la vulnerabilidad en sus ojos azul-verde. Supe justo allí que poseía mi corazón. —Y me llamas encantador—. Kayden metió su dedo bajo la barbilla de Jade, inclinando la cabeza del hombre hacia atrás antes de degustar esos bonitos labios carnosos. —Kayden—, Jade susurró en su boca. —Aquí, pequeño—. Kayden recogió a su compañero y lo colocó suavemente en la cama antes de retirar la toalla alrededor de su cintura para descubrir el maravilloso tesoro debajo. Kayden se inclinó y depositó un beso sobre el vientre de Jade. —Esperaba que me besaras algo más abajo—, Jade bromeó mientras palmeaba su dura polla, pasando su pulgar sobre la cabeza. —Mucho más abajo. Kayden agarró la mano de Jade y chupó el pulgar del hombre en su
104
boca, saboreando la ambrosía. — ¿Lo haces ahora? Jade chupó su labio inferior y asintió. Antes de que él soltara la mano de Jade, Kayden mordisqueó la yema del pulgar del hombre. —Creo que alguien se está volviendo un poco consentido. Jade se rió entre dientes. —Nunca. Kayden retrocedió y luego se colocó entre las piernas de Jade. — Entonces yo no estoy haciendo mi trabajo—. Él chupó la polla de Jade en su boca, sonriendo cuando escuchó a su compañero gritar su nombre. Mientras trabajaba la polla de Jade, Kayden estiró al hombre. Para el momento en que comenzó a empujar poco a poco su camino en el culo de Jade, el ser humano se retorcía debajo de él, con los ojos vidriosos, sus mejillas encendidas. Kayden se inclinó y inhaló el aroma maravilloso de su compañero, sintiendo un gruñido subir a su pecho. Los labios de Jade se separaron mientras inclinaba su cuello hacia un lado, sus párpados revoloteando como si quisiera cerrarlos. Kayden se empujó hasta el fondo, su polla pulsando con la necesidad de la liberación. Jade quedó sin aliento cuando Kayden ahuecó la cara del hombre, tirándola hacia la suya. Los ojos de Kayden se clavaron en los labios deliciosos y tentadores de Jade. Estaban perfectamente hechos para besar, estaban hechos para él. Kayden inclinó su boca sobre Jade, haciendo todo lo posible para devorar al hombre. Envolvió su cuerpo sobre Jade, mordiendo el hombro del hombre mientras seguía empujando su polla a dentro. — ¿Sabes cuan malditamente bien que te sientes en este momento? Los dedos de Jade se clavaron en los hombros de Kayden cuando su compañero se humedeció los labios. —Oh, puedo imaginarlo—. Incluso a través de la bruma de calor en los ojos de Jade, el hombre le dio una sonrisa
105
burlona. No podía creer lo mucho que amaba a Jade. —Estás justo donde perteneces, pequeño. En mis brazos—. Dijo Kayden, sintiendo como si se estuviera ahogando en el hombre, hundiéndose y arropado en una fina seda de seguridad. Jade tenía su corazón, su alma, y cualquier otra cosa que Kayden poseía. Ya no sentía que algo le faltaba a su vida. Todo lo que él alguna vez había soñado estaba aquí. Apretó los dientes mientras se hundía más profundamente, sintiendo el cosquilleo dispararse por su columna vertebral. Kayden agarró la polla de Jade y acarició al hombre hasta que Jade estaba gritando su liberación, su semen haciendo erupción en su pecho. Kayden no podía aguantar. Hundió sus colmillos profundamente en el hombro de Jade antes de que explotara, anudando al hombre, sintiendo como si su vida por fin iba en la dirección correcta. A excepción de la recompensa por su cabeza, era perfecta. Jade era perfecto. Kayden finalmente fue capaz de sacar su polla libre. Se acurrucó detrás de su compañero, tirando de él más cerca mientras pasó la mano por el estómago de Jade. Besó a Jade en el cuello, suspirando contento y luego sus ojos se abrieron. — ¿Sentiste eso?—, Preguntó Jade, pareciendo igual de sorprendido. Kayden sonrió ampliamente mientras dejó inmóvil su mano sobre el estómago de su compañero. —El bebé está pateando. —Fuerte—, dijo Jade mientras colocaba una mano sobre su estómago también. —Va a ser como tú. —Siempre y cuando él o ella tenga tu apariencia—, Kayden dijo mientras dio un beso sobre los labios de Jade. —Porque eres la más hermosa criatura en el universo.
106
Kayden amó el rubor que se extendió por el rostro de Jade. — Encantador. Kayden no pudo evitar reírse. — ¿Ahora no te alegras de que hubiera un bache en nuestro plan? El amor que Kayden podía ver brillando en los ojos de Jade le quitó el aliento. —Este es un horario que planeo mantener.
Kayden caminó con Dax dentro del jardín del palacio. Sus padres habían organizado una fiesta por el regreso seguro de Kayden y de los otros, pero Kayden no estaba de humor para la gala. No estaba de humor para nada de esto. Todo era demasiado extraño y a Kayden no le iba bien con el cambio. No en este nivel por lo menos. —Así que, Thoran, Nyk, y Logan son tus primos—, comentó Dax cuando Kayden se detuvo para mirar hacia abajo en el estanque vívidamente decorado. Había viajado hasta aquí ayer y encontró el sonido de la cascada calmante. —Ustedes son mi familia—, respondió Kayden. —Jamás pienses lo contrario, Dax. Crecimos juntos, luchamos juntos, y compartimos un montón de tiempos locos. No me importan los vínculos de sangre. Lo que me importa es el vínculo que nosotros hemos formado como hermanos. —Todavía es extraño, sin embargo—, dijo Dax. —Todo esto—. Se volvió hacia Kayden, su expresión intensa. —No me quedaré aquí. Esto no es para mí, quien soy. No pertenezco atascado en un rico palacio. Mi lugar está ahí fuera— Dax miró hacia las estrellas —donde me siento como en casa.
107
Kayden sabía lo que quería decir Dax. Ya se estaba sintiendo confinado y solamente había estado aquí un poco más de un mes. Pero él tenía a Jade y su hijo no nacido para considerar. No había manera de que pudiera llevarlos lejos de la seguridad de Sator. —Nyk quiere venir conmigo—, dijo Dax. — ¿Qué van a hacer ustedes dos?— Kayden apoyó su pie sobre una gran roca, poniendo su brazo en su rodilla mientras miraba el agua ondulante. —Descubrir por qué el Imperio se volvió contra nosotros, para empezar—, dijo Dax. —Pero Nyk y yo estábamos hablando acerca de iniciar nuestra propia compañía de transporte. Eso era un negocio lucrativo. No había demasiadas empresas de transporte por ahí. La mayoría de la gente no quería correr el riesgo con las naves del mercado negro y que los Merodeadores robaran su carga. Kayden sabía que Dax y Nyk podían manejar cualquier cosa que se les presentara. Tenían la formación y habilidades para tomar a cualquiera que intentara meterse con ellos. —Si alguna vez necesitas ayuda, ya sabes que lo único que tienes que hacer es preguntar—, Kayden declaró. —Tan conmovedor. Kayden tenía su arma en la mano y apuntando a la cabeza de Ben Hur en un abrir y cerrar de ojos. El Merodeador podría ser su tío, pero Kayden no sentía ningún vínculo familiar con el hombre. — ¿Qué demonios quieres? —Apunta eso a mi cabeza una vez más, muchacho, y te la meteré directo en tu culo—. Ben hizo a un lado antes de que él mirara a Dax. — Danos un momento. —Joder no—, dijo Dax mientras su mano se posó en su propia arma
108
enfundada todavía. Kayden lentamente bajó su arma. —Una vez más, ¿qué quieres? Ben levantó un pequeño disco. —Recibí esto través de un enlace seguro. Es una información que Draven Wooton me envió. Antes de que Ben pudiera apartarse, Kayden le arrebató el disco, dándole vueltas en la mano. —Sé que leíste lo que estaba de aquí. La sonrisa de Ben era francamente malvada. —Lo hice. Es un archivo sobre el entrenamiento Sator y la factura de compra para ti y tus primos—. Ben miró a Dax. —Y él también. Dax le enseñó los colmillos, pero Ben parecía imperturbable. En cambio, Ben sacó un papel del interior de su chaqueta. —Este es el mismo contrato que tenía cuando llevé a tus hombres a bordo de mi barco. Es un contrato para llevarle a los cinco de ustedes. Está firmado por el Imperio. Kayden agarró su arma más fuerte, una vez más, preguntándose si Ben iba a tratar de sacar provecho de él. Familia o no, él mataría al cabrón. Le pediría disculpas a Matista después. Ben golpeó el papel sobre la palma de su mano. —Establece que todos ustedes son buscados por traición. Kayden miró a Dax. Eso no tenía absolutamente ningún sentido para él. Ellos no eran traidores. Ninguno de ellos había hecho nada para merecer tener cazadores de recompensas siguiéndolos. Kayden estuvo tentado un centenar de veces para llamar al Almirante Shuziano para averiguar lo que estaba pasando, pero su instinto le dijo que se mantuviera alejado del hombre. —Mira—, dijo Ben mientras metía el papel en su chaqueta. —Los dos sabemos muy bien que no hay amor perdido entre nosotros. Estar relacionados no cambia eso. Pero ahora tenemos un enemigo común.
109
— ¿Qué sugieres?—, Preguntó Dax, la sospecha en su tono. —Yo estaba hablando con mi sobrino, chico sirviente—, dijo Ben con un gruñido. Kayden agarró a Dax antes de que el hombre pudiera poner sus manos sobre Ben. Tiró a su amigo hacia atrás mientras miraba a Ben. — Insúltalo de nuevo y voy a apretar el gatillo. —Una alianza—, Ben continuó como si no acabara de abofetear verbalmente a Dax. —Empieza tu empresa de transporte y los Merodeadores se alejaran de tu carga. — ¿Y a cambio?—, Preguntó Kayden. —A cambio, el chico sirviente aquí y Nyk me ayudaran a derribar el Imperio. Kayden tuvo que darle un tirón a Dax, una vez más. —Estás empujándolo, hijo de puta—, dijo Kayden en advertencia. —Yo soy quien soy. No me disculpo por eso—. Ben miró a Kayden. — ¿Trato? — No a menos que estemos invitados—, dijo Logan mientras él y Thoran aparecían a la vista. —Y si insultas a Dax de nuevo, sacaré tu corazón negro con mis propias manos. Ben se rió entre dientes. —Inténtalo. Kayden no confiaba en Ben. Pero confiaba en el Imperio aún menos. Todos podían esconderse en Sator, pero ese no era el estilo Casta de Asesinos. Él odiaba el hecho de que iba a perderse toda la diversión. Pero Kayden tenía una familia que cuidar ahora. —Tocas un carguero y te haremos volar del espacio—, Thoran advirtió. Se giró hacia Dax. —Hablamos con Nyk y él accedió a que Logan y yo convirtamos en socios también en esta empresa de transporte.
110
Dax asintió, pero mantuvo la mirada clavada en Ben. Sus ojos brillaban de color ámbar, lo que significaba que su lobo estaba cerca de la superficie, mordiéndose las uñas para matar a Ben. Kayden esperaba que derribaran al Imperio antes de que cualquier hombre matara al otro. —Te doy mi palabra—, dijo Ben. Dax se burló. —Tu palabra no significa una mierda. Ben se encogió de hombros. —Es lo mejor que puedo ofrecer. Eso sí, no traten de matar a alguno de mis hombres y todos nos llevaremos muy bien. Kayden difícilmente creyó eso. —Trato—, dijo Thoran. —Pero nosotros no recibimos órdenes de ti o tus hombres. Dax, NYK, Logan, y yo vamos a ir junto con tus planes, pero somos nuestros propios jefes. —No lo haría de ninguna otra manera—, dijo Ben mientras se giraba y se alejó. —Nos vemos en el cielo. —Bastardo—, Dax se quejó. —Debería haberle desgarrado la garganta. —Él podría ser un mediocre hijo de puta—, dijo Kayden, —pero vamos a necesitar ayuda para derribar al Imperio. — ¿Qué pasa con los otros Casta de Asesinos que entrenaron?— Preguntó Logan. —Se han dispersado a los cuatro vientos—, dijo Thoran. —Uno de mis contactos me informó que el programa de formación se ha cerrado y ahora todos los Casta de Asesinos están siendo perseguidos. —Y mientras están por ahí, encuentren a Draven—, dijo Kayden. Los hombres asintieron. Kayden sabía que esto no iba a ser fácil,
111
sobre todo con él pegado en Sator. Pero él podría utilizar a Sator como un comando base para sus hermanos, enviar ayuda cuando fuera necesario, y mantenerlos al tanto de cualquier cosa que encontrara. —Entonces, tenemos que irnos—, dijo Dax. Kayden sintió una punzada de culpabilidad por quedarse atrás, pero con Jade embarazado, Kayden sabía que su lugar estaba al lado de su compañero. Esperó a que los otros hombres se fueran antes de que Kayden se girara hacia Ben. —Tengo un hermano gemelo. Ben asintió. —Así que cuando nos conocimos, ¿sabías quién era yo?— La idea tenía a Kayden listo para desnudar sus colmillos. Si Ben había sabido todos estos años que Kayden y Katino eran hermanos, el bastardo le había quitado años a Kayden que podría haber pasado con su familia. Años en que los Casta de Asesinos pensaban que eran repudiados. Ben se quedó mirando las estrellas por encima de ellos, como si eligiera cuidadosamente sus palabras. Mejor que fueran malditamente buenas o Kayden iba a destripar al hombre donde se encontraba. —Sabía que el Imperio no estaba en nada bueno. ¿Habrías puesto a tu familia en riesgo sólo para encontrarlos? ¿Habrías permitido que el Imperio supiera que descubriste la verdad? Kayden empujó a Ben con fuerza en su pecho, por lo que el hombre retrocedió un paso. Ben gruñó. — ¡Esa no era tu decisión que tomar! —Lo era y lo hice—, Ben rompió. —Ahora Sator está en peligro de ser atacado por el Imperio. Kayden podía ver un ligero destello de remordimiento en los ojos del hombre, pero Ben lo enmascaró rápidamente. —Mataré para proteger a mi
112
familia. Una lenta sonrisa malévola apareció en la cara de Kayden. —Es curioso, yo estaba pensando lo mismo.
Fin
113
Sobre el Autor
Lynn Hagen ama escribir acerca de algo imperfecto, pero adorable. También ama los héroes que pueden pasar por todo para al fin encontrar el diamante de un hermoso corazón. Puedes encontrarla cualquier día frente a su laptop con una taza de caliente te de Java, trabajando en lo que dirán los personajes de su siguiente historia. lynnhagen@yahoo.com
114
CREDITOS Nuestro agradecimiento al Staf
115