SALUD
LA SIESTA, UNA DOSIS DE SALUD DE 30 MINUTOS
¿Quién duerme la siesta en España? La siesta está dejando de ser una costumbre típica en España, según la presidente de la Fundación de Educación para la Salud (FUNDAPEPS), María Sainz, que realizó el "Estudio sobre la Salud y el Descanso" que arrojan datos sorprendentes:
Aumenta el rendimiento laboral, despeja la mente y libera estrés, siempre que su duración no se prolongue más de media hora. [TEXTO E INFOGRAFÍA: ROCIO SÁNCHEZ]
Sobremesa, sofá y sopor. La combinación de estos tres elementos convierte la siesta en una consecuencia más que inevitable, irresistible. Bautizada por Camilo José Cela como yoga ibérico o elevada a la condición de tesoro nacional, la cabezadita vespertina levanta pasiones en nuestro país. Un estudio elaborado por la Universidad de Regensburg en 2004 mostraba, para sorpresa de sus promotores, que la proporción de alemanes (25%) que recurrían a la siesta era muy superior a la de los españoles (9%). Lo cierto es que el ritmo de vida imperante no colabora precisamente en su promoción. Y es una lástima, porque la comunidad científica ha certificado que, lejos de reducir la productividad, aumenta el rendimiento laboral y beneficia el bienestar de quien la disfruta. Placer y salud El origen de la siesta es antiguo, se remonta a la civilización romana que se refería como "hora sexta" al periodo de tiempo comprendido entre las 12.00 horas y las 15.00 horas. Con los años, la expresión derivó en la actual
Reposo tras la comida: siempre que sea posible, antes de comenzar con la siesta es aconsejable esperar un mínimo de una hora después de comer. Recostarse inmediatamente después del último bocado es un hábito poco recomendable, ya que puede provocar alteraciones digestivas. Nada de acostarse: cuando se duerme, todo funciona más lentamente en nuestro cuerpo, incluida la digestión. En posición totalmente horizontal, se facilita el paso de ácidos de estómago a esófago y se origina el molesto reflujo.
DATOS CURIOSOS: [ FOTOGRAFÍA: http://www.sxc.hu/]
palabra siesta y en el verbo sestear. Su procedencia puede resultar desconocida para algunos, pero no sucede lo mismo con los beneficios más evidentes que se experimentan tras disfrutar de un pequeño sueño vespertino. La siesta es reparadora porque proporciona una sensación de bienestar y despeja la mente. Además, no solo ayuda por dentro, sino que también lo hace por fuera.
¿Cuánto tiempo debemos descansar?
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"ERRORES QUE QUITAN EL SUEÑO"
Imprescindible para los niños Menospreciar los beneficios de echarse la siesta durante la infancia es un error. Es una rutina fundamental e imprescindible, sobre todo en los cinco primeros años de vida del niño. En este periodo, los más pequeños adquieren nuevos conocimientos de forma continua y esta pausa ayuda al cerebro a retener la información de manera correcta.
Tan solo un 27,8% de los españoles mantiene la tradicional siesta en la cama, influye la epoca del año, la ocupación laboral y el sexo. El 58% asegura dormirse nada más meterse en la cama, mientras que un 24% tarda una media de unos 30 minutos.
¿Cama o sofá?: aunque la cama sea una opción muy tentadora, lo recomendable es conciliar el sueño vespertino en el sofá o en una butaca cómoda. De esta manera se asegura una duración más cercana a la ideal aconsejada por los expertos. Lo bueno si breve...: para beneficiarse de los efectos saludables de una buena siesta, su duración debe rondar la media hora. No obstante, la necesidad de sueño varía en función de la edad y se modifica a lo largo de la vida. Prohibida para los insomnes: el reposo a media tarde es especialmente beneficioso para los niños, pero es un hábito que se desaconseja para las personas que padecen insomnio grave o que trabajan durante la noche o a relevos ya que es frecuente que sufran problemas con los ciclos de sueño.
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