VISITA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
¿QUÉ ES LA VISITA AL SANTÍSIMO? Es la visita que realizas a Jesús Sacramentado, cuando es expuesta la Santa Hostia Consagrada a la adoración en el Sagrario o Custodio.
AL INICIO DE LA VISITA Piensa que el Señor Dios está aquí presente, y te oye y te contempla.
ORACIÓN INICIAL Señor mío y Dios mío: Yo creo firmísimamente que estas aquí presente; te adoro y amo con todo mi corazón; te doy gracias por todos tus beneficios, y te pido humildemente perdón de todos mis pecados. Concédeme tu luz y tu gracias para hacer con fruto estos minutos de meditación. Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío. Dulce Corazón de María, Ángel de mi guarda y Santos de mi devoción, interceded por mi para que haga bien esta meditación. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
OH JESÚS Te amo, por lo que no te aman. Te bendigo, por los que no te bendicen. Creo, por los que no creen. Te recuerdo, por los que no se acuerdan de Ti. Te adoro, por los que no te adoran. Te proclamo, por los que no se interesan en Ti. Te visito, por los que no te visitan. Te agradezco, por los que no te agradecen. Y quiero Recibirte con amor, por los que no se preocupan por recibirte. Aquí estás en el altar: Manso y humilde, como cuando estabas en Belén, Nazaret y Galilea. Enseñando, como en el Sermón de la Montaña. Transfigurado y Hermoso, como en Monte Tabor. Orando por nosotros, como en Getsemaní. Obrando maravillas, como cuando hacías tus portentosos milagros. Sacrificándote, como en el Calvario. Inmortal, como en la resurrección. Glorioso como el día de tu ascensión y de tu entrada al cielo. Y diciendo “Venid a Mi todos los que penáis y sufrís, y Yo os aliviaré”. Bendito, seas por siempre Señor. Amén (Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Bendito, Alabado y Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, Sea para siempre Bendito y Alabado.
Ojos de Jesús: Miranos con compasión. Labios de Jesús: No te canses de hablarme. Oídos de Jesús: Escúchanos siempre. Manos de Jesús: Llévanos cada día. Corazón de Jesús: No dejes jamás de amarnos. Oh Jesús dentro de tus llagas escóndeme. A la hora de la muerte llámanos. Y llévanos junto a Ti para siempre. Oh Jesús: Que comprendamos y correspondamos al amor que tú nos tienes desde el sagrario. Amor del Corazón de Jesús: Llena nuestro corazón de amor hacia Ti. Amor del Corazón de Jesús: Llena nuestro corazón de amor hacia Ti. Fortaleza del Corazón de Jesús: Perdona siempre las faltas de nuestro corazón. Ciencia del Corazón de Jesús: Ilumina a nuestro corazón como se debe comportar. Jesús Manso y Humilde de Corazón: Haz nuestro corazón semejante al tuyo. Amén (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Bendito, Alabado y Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, Sea para siempre Bendito y Alabado.
OH JESÚS: Tu presencia en el sagrario es efecto de tu gran amor hacia nosotros. Te marchabas al cielo y quisiste dejarnos no sólo tu recuerdo sino tu presencia. No nos dejaste como recuerdo tu retrato, ni el cáliz con que celebraste la última cena. te quedaste Tú mismo como recuerdo. Te quedaste no sólo en Roma y Jerusalén a donde no podrían ir los pobres ni los enfermos. Te quedaste en cada pueblo, en cada barrio. Bendito seas. Te quedaste no sólo en un día, ni unas horas, ni un año o un siglo, sino todas las horas, todos los días, todos los años, todos los siglos. Bendito seas por siempre Señor. Te quedaste no como Gran Mandatario lleno de majestad que pudiera asustarnos, sino como hostia humilde, pequeñita y sencilla. Gracias Jesús. Te quedaste no como un alimento finísimo, caro, escaso y difícil de conseguir, sino como el más sencillo, agradable y fácil de los alimentos: EL PAN. Gracias te damos por ello. Gracias mil. Por eso venimos a Ti: Como las abejas a la colmena. Como los enfermos al hospital. Como los perseguidos al refugio. Como los ignorantes a la escuela. Como los desamparados al Todopoderoso. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Bendito, Alabado y Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, Sea para siempre Bendito y Alabado.
OH JESÚS: Tú estás en el Sagrario repitiéndonos: “No los dejaré solos. Yo estaré con ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 28,20). En nuestras tentaciones NO estamos solos: Tú nos defiendes y nos has dicho: “Satanás ha pedido permiso para atacarlos pero yo he rogado por ustedes para que la fe no les vaya a fallar” (Lc. 22,31-32). En nuestros momentos difíciles NO estamos solos: Tú has dicho “Si Dios no abandona siquiera a las avencillas, ¿Cómo los va a abandonar a ustedes?” En nuestras humillaciones NO estamos solos: Tú has dicho: “Quien se humilla será engrandecido”. En nuestras tristezas NO estamos solos: Tú palabra ha prometido: “Dichosos los que lloran porque ellos serán consolados”
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Bendito, Alabado y Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, Sea para siempre Bendito y Alabado.
OH JESÚS: Te quiero recordar tus siente palabras porque Tú estás en el Sagrario como en la Cruz. Perdónanos: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”. Prometiendo el cielo a los que te imploran: “Estarás conmigo en el Paraíso”. Regalándonos a tu Madre Santísima como madre nuestra: “He ahí a tu Madre”. Deseando vehementemente salvar nuestra alma: “Tengo Sed”. Con sed espantosa moriste en la Cruz. Con sed inmensa de salvar almas estás en el Sagrario. Haciendo todo cuando puedes por nosotros: “Todo está consumando”. Hiciste todo lo que Dios mandó que hicieras por salvarnos. Quiero decirte con todo mi corazón en nombre mío y de todos tus amigos del mundo entero: “En tus manos Señor encomiendo mi espíritu”.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Bendito, Alabado y Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, Sea para siempre Bendito y Alabado.
OH JESÚS Cuando te llamamos, óyenos. Cuando te ofendemos, perdónanos. Cuando te olvidemos, llámanos otra vez. Cuando te pedimos, socórrenos. Cuando trabajemos por Ti, anímanos, Cuando nos desanimemos, dános valor. Cuando nos viene el mal genio, dános paz, tranquilidad y paciencia. Cuando nos lleguen las tentaciones, dános fuerza y valor para resistir y no consentir. Cuando la situación económica es difícil, dános ideas para superarla y fuerza para soportarla. Cuando llegue la enfermedad, dános salud del cuerpo si conviene para el alma o si no, dános fortaleza para saber sufrir por Ti, por nuestros pecados y por la salvación de los pecadores. Amén
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Bendito, Alabado y Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, Sea para siempre Bendito y Alabado.
OH JESÚS QUE ME ESTÁS VIENDO DESDE EL SAGRARIO: Miranos con esos ojos de aprobación que te dijo que siempre había cumplido los mandamientos. Miranos con esos ojos de misericordia con que mirabas a la multitud hambrienta y a los pecadores. Miranos con aquellos ojos de afabilidad y generosidad con que miraste a la hemorroisa que obtuvo de Ti la curación; a Zaqueo el que convertiste, y a la viuda que alabaste por se más generosa que los demás. Miranos con los ojos de perdón con que miraste a Pedro, después de las tres negaciones y que lo movieron luego a echarse a llorar. Miranos con esos ojos de amor y predilección con que miraste desde la cruz a tu Madre amantísima y a Juan, el discípulo amado. No nos mires jamás con esos ojos de disgusto como a los vendedores en el templo o a los escribas de mala voluntad, ni con aquellos ojos llenos de desilusión con que miraste a Judas al recibir su beso traidor. Haz que nunca seamos del grupo de los que NO TE AMAN. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Bendito, Alabado y Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, Sea para siempre Bendito y Alabado.
RETIRO DE MUJERES Santuario La Divina Misericordia