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Magda Bello. Generación del medio siglo mexicano
POR MAGDA BELLO PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA RUBÉN DARÍO 2018
Agonía fuera del muro
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“Miro las herramientas, el mundo que los hombres hacen, donde se afanan, sudan, paren, cohabitan.
El cuerpo de los hombres prensado por los días, su noche de ronquido y de zarpazo y las encrucijadas en que se reconocen.
Hay ceguera y el hambre los alumbra y la necesidad, más dura que metales”
Rosario Castellanos
Enero 2020 L a generación de escritores del medio siglo mexicano se desarrolló en medio de una escalada de acontecimientos históricos en el mundo, desde la Revolución mexicana 1910, el primer Televisor de imágenes Móviles, transmitidas a distancia (Londres, 1926), el hallazgo del noveno planeta, Plutón desde el observatorio Lowell en Arizona (EE. UU, 1930). La participación de México en la Segunda Guerra Mundial cuando submarinos alemanes hundieron, en el Océano Atlántico y Golfo de México, navíos de la marina mexicana. (1942). La primera demostración en cadena del Uranio hecha por el científico Italiano Enrico Fermi, (1942), tres años después es lanzada la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki. (1945)
Narradores y poetas se inspiraron en esa época convulsionada, destacamos a Juan Rulfo, Inés Arredondo, Julieta Campos, Emmanuel Carballo, Amparo Dávila, Salvador Elizondo, Carlos Fuentes, Sergio Galindo, Juan García Ponce, Jorge Ibargüengoitia, Sergio Magaña, Sergio Pitol, Ulalume González de León, Jaime García Terrés, Eduardo Lizalde, Marco Antonio Montes de Oca, Rubén Bonifaz Nuño, Rosario Castellanos, Álvaro Mutis, Jaime Sabines, Tomás Segovia, Gabriel Zaid, Antonio Alatorre, Margit Frenk, Héctor Azar, Emilio Carballido, Juan José Gurrola, Luisa Josefina Hernández y Vicente Leñero. Incluyendo a las escritoras y poetas que publicaron a inicios de los 60 con la
influencia de sus amigos escritores del llamado medio siglo mexicano, la ensayista y novelista, Dolores Castro Varela, quien durante décadas fue maestra de muchas generaciones de poetas y Elena Poniatowska por su estrecho vínculo literario con escritores de esta corriente, entre ellos el escritor Juan José Arreola, editor de su obra literaria. Algunos de ellos adoptaron la nacionalidad mexicana como lo es Margit Frenk (Alemania), José Pascual Buxó (España), Julieta Campos (cubana) entre otros.
La herencia literaria de esta generación arrasa con un estilo singular, realista, indigenista y las reflexiones en torno al ser y la cultura nacional regional y futurista, influjos de escritores rusos, franceses e ingleses. La cuentista Inés Arredondo sobresale con temas como el dolor, el amor, el pecado de exceso, la perversión, el voyeurismo, la separación, la unión imposible, la frustración, la incomunicación y la maldad, y se caracterizan por desarrollar los sentimientos contradictorios del ser humano. Su obra sobresaliente “Los espejos” con la trama de la paternidad, la homosexualidad, el incesto, la bisexualidad, los triángulos amorosos, el retraso mental, la deformidad, el abandono y la metamorfosis.
Como también la obra precursora del llamado boom de la nueva novela hispanoamericana la del escritor Carlos Fuentes (hijo de padres mexicanos pero nacido en Panamá.) con la novela “La región más transparente” (fragmento).
“Aquí vivimos, en las calles se cruzan nuestros olores, de sudor y páchuli, de ladrillo nuevo y gas subterráneo, nuestras carnes ociosas y tensas, jamás nuestras miradas. Jamás nos hemos hincado juntos, tú y yo, a recibir la misma bestia; desgarrados juntos, creados juntos, sólo morimos para nosotros, aislados. Aquí caímos. Qué le vamos a hacer. Aguantarnos, mano”.
Otro en la lista de poetas que marcaron un hito en la historia es Gabriel Zaid, nacido en Monterrey, Nuevo León. México.
Eduardo Lizalde escritor, poeta y académico por excelencia, autor de obras notables como: La zorra enferma (1974), Caza mayor (1979), Tabernarios y eróticos (1989), Otros tigres (1995) y El tigre en la casa (1970). Con un romanticismo moderno:
La generación del medio siglo mexicano de naturaleza nacional ha perdurado con sus raíces autóctonas por encima de la revolución del cine cosmopolita, la música psicodélica, drogas y revolución sexual. Los hippies “Paz y amor” bajo el efecto alucinógeno del LSD eslogan evidente de un movimiento contracultural estadounidense expandido por el mundo. Amenazando la naturaleza nacionalista de nuestros pueblos mesoamericanos.