Antes de leer tu Biblia (muestra) by lifeway-espanol

Antes de abrir tu Biblia

CONTENIDO Prefacio a la serie �� 5

Introducción: ¿Desalentador o familiar? 1 Abre tu Biblia en oración � � � � � � � � � � � � � � � 7 2 Abre tu Biblia con humildad � � � � � � � � � � � 17 3 Abre tu Biblia con desesperación� � � � � � � � 27 4 Abre tu Biblia con diligencia � � � � � � � � � � � 37 5 Abre tu Biblia con obediencia � � � � � � � � � � 49 6 Abre tu Biblia con gozo � � � � � � � � � � � � � � � 57 7 Abre tu Biblia con expectativa � � � � � � � � � � 67 8 Abre tu Biblia con comunidad � � � � � � � � � 75 9 Abre tu Biblia de manera cristocéntrica � � 81

Conclusión: Ver a Dios con tus oídos �� 87 Recursos recomendados �� 91

ABRE TU BIBLIA EN ORACIÓN

Debo iniciar con una confesión: no tenía planeando incluir este capítulo. Casi lo omití por la misma razón por la que estás tentado a leerlo rápidamente o pasarlo por alto. Para la mayoría de nosotros, la importancia de la oración no es una novedad, es «noticia vieja». Somos conscientes de que es importante, incluso si no entendemos cómo funciona del todo. (Quizás te preguntas: Si Dios ha planeado todo, ¿por qué molestarnos en pedirle algo?). Incluso si no eres religioso en absoluto, sabes que los se13

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guidores de Jesús oran. Hablan con Él, o piensan que lo hacen. Y si eres creyente, bueno, ¿hay algún tema más básico? Si la fe cristiana tuviera un plan de estudios, la clase llamada «La oración es importante» no sería una asignatura optativa en la universidad; sería un requisito previo para el jardín de niños.

No asumas Bien, entonces la oración es fundamental. Es realmente importante. Pero ¿no podemos asumir que esto es cierto y pasar a cosas más prácticas? No tan rápido. Las cosas más ESTOY CONVENCIDO DE importantes de la vida nunca deben QUE UN ACERCAMIENTO A LA PALABRA DE DIOS SIN pasarse por alto o simplemente asuORACIÓN ES UNA RAZÓN mirse. IMPORTANTE PARA LA Estoy convenFALTA DE SATISFACCIÓN EN cido de que un NUESTRAS VIDAS. acercamiento a la Palabra de Dios sin oración es una razón importante para la falta de satisfacción en nuestras vidas. Cuando no oramos, somos despojados de la alegría y la paz. De hecho, abordar la Escritura sin oración es una de las cosas más contraproducentes que podemos hacer, debido a que el cristianismo sin oración es cristianismo sin poder.

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I-A-U-S Quizás estés familiarizado con la oración en respuesta a la Palabra de Dios, pero ¿qué significa orar en anticipación a ella? ¿Cómo nos podemos acercar a la Biblia en oración? Significa no apresurarse en la lectura de la Biblia, esperando que las páginas derritan tu frío corazón. Ahora, Dios es soberano, que es otra forma de decir que es Dios y que hace lo que desea (Sal. 115:3). Es más que capaz de tocar tu corazón incluso cuando no se lo has pedido. Pero ¿por qué no pedírselo? Hace varios años, escuché a John Piper compartir un acrónimo que utiliza para preparar su corazón para escuchar de Dios. Cada letra, I-AU-S, corresponde a una oración del Libro de los Salmos.1 I - «Inclina mi corazón hacia tus estatutos y no hacia las ganancias desmedidas» (Sal. 119:36). Esta no es una solicitud halagadora. Asume que nuestros corazones se inclinan en la dirección equivocada, lejos de lo que da vida. No es que no nos guste la Biblia; es solo que otras cosas nos parecen mejores. Nuestros deseos parecen más atractivos y nuestras tareas más urgentes. La mayoría de las mañanas, por ejemplo, mi mente se dirige inmediatamente a una de estas tres preguntas: 1 Ver capítulo 9 en When I Don’t Desire God: How to Fight for Joy [Cuando no deseo a Dios: Cómo luchar por gozo], (Crossway, 2013), págs. 137–154.

Antes de abrir tu Biblia 1. ¿Qué tengo planeado para hoy? 2. ¿Qué voy a desayunar? 3. ¿Qué está paswando en las redes sociales?

Estas no son malas preguntas, pero son reveladoras. Exponen la inclinación natural de mi corazón. Revelan que, si bien es fácil ser consciente de mí mismo, tengo que trabajar para ser consciente de Dios. Todos los días necesito ser separado de mi patética preocupación por mí mismo. Tú también lo necesitas. Afortunadamente, a Dios le encanta desmagnetizar nuestros corazones de lo que no tiene valor, y volver a magnetizarlos hacia lo que no tiene precio, todo por nuestro bien. Aquí es donde entra la oración; solo tenemos que pedirlo. A - «Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas de tu ley» (Sal. 119:18). En muchos sentidos, leer la Biblia es como leer otros libros. Deberíamos abordarla de la forma en que abordamos cualquier pieza literaria, siendo sensibles al género, al entorno, a la intenEL ESPÍRITU AMA DARLE ción del autor y a todas esas otras VIDA A LA PALABRA DE buenas. DIOS, DÍA TRAS DÍA, EN LOS cosas Pero existe una CORAZONES DE AQUELLOS gran diferencia. CEGADOS POR LA TIRANÍA La tercera perDE LAS COSAS SIN VALOR. sona de la eterna Trinidad inspiró

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17 sus palabras. Y el Espíritu ama darle vida a la Palabra de Dios, día tras día, en los corazones de aquellos cegados por la tiranía de las cosas sin valor. ¿Qué ha capturado tus pensamientos? ¿Qué enamora a los ojos de tu corazón? Cuando abras tu Biblia, no esperes ser sometido a algún hechizo místico. Habla directamente con el autor. Pídele al Espíritu que te deslumbre con la belleza de lo que tienes enfrente. Como observó Charles Spurgeon: «Los textos a menudo se negarán a revelar sus tesoros hasta que los abras con la llave de la oración». 2 U - «… Unifica ESCUANDO ABRAS TU mi corazón para BIBLIA, NO ESPERES SER que tema tu nomSOMETIDO A ALGÚN HEbre» (Sal. 86:11, CHIZO MÍSTICO. HABLA LBLA). Cuando DIRECTAMENTE CON EL era niño, mi padre AUTOR. PÍDELE AL ESPÍRITU me explicó por qué abrir la Biblia QUE TE DESLUMBRE CON LA puede ser tan difí- BELLEZA DE LO QUE TIENES cil: «Es casi como ENFRENTE. si el dedo de Satanás estuviera presionando la tapa». Recuerdo haber pensado que era algo raro. Ahora creo que es verdad. La Biblia nos enseña que el diablo es astuto. Él sabe que la manera más fácil de mantenernos alejados de la Palabra de Dios es distraernos, mostrándonos objetos brillantes y cautivadores 2 Charles Spurgeon, Lectures to My Students [Discursos a mis estudiantes], (1869; reproduced by Zondervan, 1954), pág. 43.

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y atrayéndonos para que dirijamos nuestra atención a cualquier otra cosa.3 Quizás reconozcas este escenario: De acuerdo, Romanos 2. ¡Hagamos esto! ¿Dónde me quedé la ocasión anterior? De acuerdo, esta parte me parece conocida. Hombre, amo al apóstol Pablo… Tengo mucha hambre. ¿Mi reunión de trabajo es mañana a las 11:30 o las 12:30? Déjame revisar. . . Increíble, ¿no es así? Nuestros corazones están fragmentados en mil direcciones diferentes. Como Piper ha escrito en otro lugar, en palabras que deberían atormentarnos a muchos de nosotros: «Uno de los grandes usos de Twitter y Facebook será demostrar en el día final que la falta de oración no fue por falta de tiempo».4 Debemos orar fervientemente por un corazón unificado, para que no se desvíe hacia la distracción y se aleje de las palabras del Dios viviente. S - «Sácianos de tu amor por la mañana» (Sal. 90:14). No solo estamos distraídos de las cosas de Dios, también estamos insatisfechos en Dios. Claro, sabemos que es una parte importante de la vida, pero creemos que, si queremos estar en realidad llenos, ser realmente felices, tendremos 3 En Precious Remedies against Satan’s Devices [Remedios preciosos contra los dispositivos de Satanás], (1652; Banner of Truth, 1968), el puritano Thomas Brooks observó: «Cualquiera que sea el pecado [al que tu corazón] sea más propenso, ahí el diablo insistirá […]. A Satanás le encanta navegar con el viento y adaptar las tentaciones de los hombres a sus condiciones e inclinaciones». En otras palabras, Brooks señala que Satanás diseña sus trampas a la medida para capitalizar las tendencias particulares que observa en ti. 4 John Piper en Twitter, 20 de octubre de 2009: www.twitter.com/ johnpiper/status/5027319857.

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que buscar en otro lado. A veces las personas religiosas pueden dar la impresión de que la felicidad no es espiritual. Puedes ser feliz o santo, pero seguramente no ambos. Afortunadamente, la Biblia no tolera este tipo de pensamiento. Todos los seres humanos del planeta buscan la felicidad. Ese no es el problema; el problema es que la buscamos fuera de Dios. Búsqueda correcta, lugar equivocado. En su discurso de graduación de 2005 en el Kenyon College, el fallecido novelista estadounidense David Foster Wallace capturó esta dinámica humana universal, e incluso primitiva. Wallace no era cristiano y, sin embargo, sus palabras tocan una profunda verdad espiritual: La razón convincente para elegir algún tipo de Dios o algo de tipo espiritual para adorar […] es que casi todo lo demás que puedes adorar te comerá vivo. Si adoras el dinero y las cosas, si de ahí obtienes el significado de la vida, nunca sentirás que tienes suficiente. Adora tu cuerpo, tu belleza y tu atractivo sexual y siempre te sentirás feo. Y cuando el tiempo y la edad comiencen a reflejarse, sufrirás enormemente […]. Adora el poder y terminarás sintiéndote débil y asustado, y necesitarás cada vez más poder sobre los demás para ocultar tu propio miedo. Adora tu intelecto, ser visto como inteligente, y terminarás sintiéndote estúpido, un fraude, siempre a punto de ser descubierto. Pero lo insidioso

Antes de abrir tu Biblia de estas formas de adoración es […] que son inconscientes. Son configuraciones predeterminadas.5

¿Puedes verte en el espejo de las palabras de Wallace? Yo sí. Por esta razón necesito acercarme a la Palabra de Dios en oración, pidiéndole que satisfaga este corazón inquieto con un amor constante.

5 David Foster Wallace, «This Is Water» [«Esto es agua»] discurso de inauguración en Kenyon College (2005). Disponible en http://bulletin-archive.kenyon.edu/x4280.html.

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2 ABRE TU BIBLIA CON HUMILDAD

¿Cuándo fue la última vez que la Biblia te sorprendió? No me refiero a algo en la Biblia. Me refiero a la Biblia misma. Quizás no estés completamente seguro de lo que estoy hablando. ¿La existencia de la Biblia? La damos por hecho; no consideramos su existencia como un milagro. Cuando era niño, respetaba la Biblia. Incluso planeé leerla de principio a fin algún día. Pero en comparación con mi brillante álbum de tarjetas de baloncesto, la Biblia simplemente carecía de brillo. Algún día la leeré, pensaba mientras miraba el estante. Bostezo. Durante años afirmé la veracidad de la Escri-

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tura con mis labios, mientras la descuidaba funcionalmente con mi vida. Aunque confiaba en Dios y sabía mucho sobre Su Palabra, mantuve una respetuosa ambivalencia hacia ella que duró hasta el bachillerato. No fue hasta mi primer año de universidad que las cosas cambiaron decisivamente. (Hablaré más sobre esto en el próximo capítulo). Entonces, ¿de qué me estaba perdiendo? ¿Qué no pude entender, o incluso considerar, durante tanto tiempo? Me faltaba lo que la existencia de la Palabra de Dios prueba sobre Dios mismo.

Un Dios que se comunica Si la existencia de la Biblia revela algo sobre Dios, es que Él se comunica. Pudo haberse quedado en silencio. Realmente podría haberlo hecho. Pero no lo hizo. La Biblia es evidencia tangible de que el Creador del universo es un comunicador; es alguien que inicia, que revela, que habla.6 Después de todo, solo hay dos opciones cuando se trata del conocimiento de nuestro Creador: revelación o especulación. O habla, o suponemos. Y Él ha hablado. Como alguien dijo en una ocasión, el Dios del cielo y la tierra perdió «Su privacidad» para hacerse amigo de nosotros.7 6 Por supuesto, la existencia misma del universo también es el resultado de Dios hablando. En el principio, Dios creó los cielos y la tierra con palabras. 7 La cita completa dice: «La revelación es una actividad divinamente iniciada, la comunicación libre de Dios mediante la cual convierte Su

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23 Me encanta eso. Tu Biblia es como un pase de entrada a la mente y el corazón de Dios. Hasta aquí todo bien. Pero mientras crecía asumí que, dado que Dios se comunica, de alguna manera merecía sus palabras. Si no, ¿por qué se habría molestado en decir tanto?

Doblemente inmerecido Pero no solo no merezco que Dios se comunique conmigo, sino que no soy merecedor por partida doble. Primero, porque soy un ser creado. Segundo, porque soy un pecador. Es lo suficientemente sorprendente que Dios se comunique con las criaturas del polvo. En Génesis 1 y 2, da forma a nuestros primeros padres y se hace amigo de ellos mediante las palabras. De nuevo, no tenía que hacer esto. Corremos el riesgo de estar tan familiarizados con la historia que de alguna manera no nos aturde, ni siquiera nos interesa. Por supuesto, Dios inició una amistad con Adán y Eva, pensamos. Él quería que supieran de Su amor. Por supuesto que habló con ellos. Eso es justo lo que Dios. . . hace. Nunca debemos dar por sentado que el Creador exaltado se hiciera amigo de la obra de sus manos. Pero eso es precisamente lo que hizo. A medida que la historia continúa en Génesis 3, privacidad en una revelación deliberada de Su realidad». Carl F. H. Henry, God, Revelation, and Authority, Vol. 2: God Who Speaks and Shows, Fifteen Theses, Part 1 [Dios, Revelación y Autoridad, vol. 2], (1976; Crossway, 1999), pág. 8.