Imposible cierre 2

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Primera Ediciรณn, Junio, 2016. La Plata, Buenos Aires, Argenitna.



















































El consejo cauteloso reza: “Hay que tener cuidado con lo que pretendemos, porque nos convertimos en lo que pretendemos”. En la Esfinge advertimos aquella criatura que esconde las garras bajo sus pechos, y nos recuerda que no hay nada en nuestros ideales que haga de ellos algo de por sí liberador, el peligro de que siempre puedan degenerar, al convertirse en una idea que, una vez realizada, deja de ser algo por alcanzar. Su triunfo es a la vez el comienzo de su decadencia. Nos dicen entonces que el poder corrompe, pero eso quizá no sea más que una tontería. Lo que sí es cierto es que la idea del poder corrompe, que corrompe más rápidamente a quienes creen en él y que son ellos los que más lo apetecen. Era imposible que Goebbels controlara la opinión pública de Alemania, porque para hacerlo necesitaba disponer de espías o encuestas que le dijeran qué pensaban los alemanes, y luego tenía que modular lo que decía a partir de esa información. Se trataba de una interacción, y no de un poder unilateral. Pero el mito del poder es, por supuesto, un mito muy poderoso; se trata de una idea que, en la medida en que todos creen en ella (y probablemente la mayoría lo hace), se convierte por ello mismo en un objetivo posible y deseado. Sin embargo, nuestras experiencias desbordan a la lógica, y apostar por una u otra clase de ideales implicará, tarde o temprano, que afrontemos esa condición: la de si somos capaces o no de vivir de acuerdo con esas ideas, porque antes o después sufriremos en carne propia las consecuencias de nuestras certezas. Pero aceptar este hecho parece ser una de las cosas más difíciles de lograr: nos gusta seguir atrapados en nuestra particular visión del mundo, que nos lleva a sentir y actuar como si lo supiéramos todo acerca de él. Un maestro, desde el primer acto que ejecuta, procura detener esa visión. Los brujos lo llaman “parar el diálogo interno”, y están persuadidos de que es la técnica más importante que podemos aprender. Y es que el orden que imagina nuestra mente es como una red, o una escalera, que se construye para llegar hasta algo. Pero después se descubre que, aunque haya servido, carecía de sentido, y que entonces hay que


arrojar la escalera. Las únicas verdades que sirven son instrumentos que luego hay que tirar. Pero no pretendamos vender gato por liebre: en la luna de miel se acaba la miel antes de lo previsto. “Es mejor viajar lleno de esperanzas, a llegar”, afirma un sabio adagio japonés; y quiere decir que la felicidad está en la salida y no en la meta. Otro famoso aforismo nos recuerda que en la vida hay dos tragedias: una es el no cumplimiento de un deseo íntimo, la otra es su cumplimiento. Entonces ¿qué idea nos hemos formado de nosotros mismos y del mundo en que nos encontramos? Ningún acto nuestro podrá sustraerse a la influencia de estas enigmáticas cuestiones, y en todo importante negocio de la vida hemos de arriesgar algún salto en la oscuridad. Si nos decidimos por no dar respuesta alguna a estas interrogaciones, ya hacemos nuestra elección, otro tanto que si vacilamos en hacerla; de todos modos el albur es nuestro... En la arriesgadísima travesía de la vida, quien caminando por entre nevadas montañas, cegado por continuos ventisqueros, sólo en contados instantes pudiese vislumbrar algunos vestigios de sendas, ¿Qué hacer...? ¿Condenarse a morir petrificado por el frío o marchar resuelto en pos de las únicas huellas que den alguna orientación, aunque con esfuerzo temerario? Se dice que uno de los que empujaron este lento carro a través de la niebla, arengaba a algunos que flaqueaban diciéndoles: “¡Sed fuertes y valerosos, aspirad al bien y aceptad lo que venga!... que si la muerte acaba con todo, no podemos aguardarla de mejor manera”. No dejaremos nunca de explorar, y el fin de toda nuestra exploración será volver al lugar donde empezamos y conocer ese lugar por primera vez. Pero considerando todo eso con los ojos cambiados, vemos ahora que nunca viajamos muy lejos ni nos alejamos mucho del lugar en que habíamos comenzado. Que las preguntas que nos hacíamos al comienzo son todavía nuestras preguntas actuales. Hubo algunos progresos, pero los misterios perduran. El mundo parece ahora más elegante que antes...






















































Agradezco a todas las formas de inspiración motivación e influencias desde la pasión y el compromiso real.

Produccion general GUIDOBONOPH. Selección gentileza colección H.DORING. Fotografía digital GUADALONZO. Dedicado a NAYMIBRUZONI.

A los hacedores de este libro y a la caballería del mar muerto.

A mi flia y a los Lunes. Sin ellos nada. diagramado, maquetado y maquillado por Lamberto






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