¿Qué es una cámara analógica o clásica? A día de hoy todos sabemos lo que es una cámara, una foto y el significado que estas pueden llegar a cobrar. Es difícil imaginar un mundo en el que no tenemos la capacidad de capturar, ya sea con nuestros móviles o cámaras, un pedacito de la realidad. Incluso los hay que no podrían vivir sin sus selfies…
Las cámaras analógicas, clásicas, retro, vintage o “antiguas” son dispositivos que nos permiten capturar imágenes, fotografías, momentos y emociones. Con ellas, y mediante un sistema de lentes y mecanismos que ahora analizaremos, logramos capturar la luz en unapelícula fotográfica.
¿Cómo funcionan las cámaras analógicas? Seguro que en algún momento has cogido una cámara y has hecho una foto. Pero, ¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que sucede en el interior de tu cámara? Debemos hacer una distinción entre el funcionamiento de las cámaras digitales y el de las cámaras analógicas ya que, aunque el principio sea el mismo, los mecanismos y la manera de obtener la imagen ha variado a lo largo del tiempo. Gracias a la digitalización, las cámaras digitales han podido sustituir la película y los carretes por un sensor y tarjetas de memoria.
En el caso de las cámaras analógicas, que es el que vamos a tratar, el proceso y funcionamiento es toda una obra de ingenio.
Proceso fotográfico Mientras nosotros apuntamos y hacemos un simple click, en el interior de nuestra cámara desencadenamos el proceso que más tarde nos permitirá obtener la deseada fotografía. Primero, se abre el obturador permitiendo a la luz pasar siempre condicionada por la apertura que controla el diafragma. La luz normalmente y por sólo por una fracción de segundo, pasa a través del obturador antes que este se cierre. Y, tras recorrer toda la cámara, se imprime sobre la película. Esta película es muy sensible a la luz y sólo es necesaria una pequeña parte de la energía fotoeléctrica de esta para lograr una fotografía. Ya que, demasiada podría arruinar nuestro carrete produciéndose el conocido efecto de velado. Para lograr una fotografía equilibrada a nivel lumínico es necesario dejar pasar la justa cantidad de luz. Se dice entonces que se ha logrado una foto con una exposición correcta.
Factores determinantes a la hora de hacer una foto La exposición depende de dos factores. Por un lado, de la ya mencionada abertura del diafragma y por otro de la cantidad de tiempo que dejamos pasar la luz, llamada velocidad de obturación. La apertura se mide en pasos. Por ejemplo: f/8 y f/16. Un mayor número f significa una menor apertura del diafragma y viceversa.
La velocidad de obturación se mide en segundos y fracciones de segundo. Por ejemplo: 1/1000s, 1/250s o 1s. Siendo las velocidades más rápidas las que tienen el mayor número en el denominador. A estos dos factores hay que añadir la sensibilidad de nuestro carrete. Este parámetro lo mide el ISO o su precursor el ASA (American Standard Asociation). Un mayor ISO permite tomar fotografías en situaciones de poca luz aunque tengamos que pagar el precio en forma de ruido o grano.
No te preocupes si tanta información y tecnicismos te asustan. La mayoría de las cámaras incorporan un fotómetro que ayuda a equilibrar estas dos variables. Además, con la práctica podrás intuir y conocer la cantidad de luz necesarias para que tu fotografía tenga una exposición correcta.
Revelado de fotos Hasta ahora hemos hablado del proceso que experimenta la luz, la cámara y la película para lograr una foto. Pero, ¿Qué es el revelado? y ¿Cómo se revelan las fotos que hemos hecho? Lo primero que hay que saber es que la película fotográfica está compuesta por haluro de plata. Un material muy sensible a la luz que cuando entra en contacto con esta se convierte en plata metálica. Seguidamente, y mediante una serie de procesos químicos, diferentes fases de revelado y el control de tiempo, temperatura y agitado de estas, obtenemos las fotografías que hemos tomado con nuestra cámara de carrete. Debemos diferenciar entre el revelado fotográfico en color o el revelado en blanco y negro. Ya que los procesos pueden ser diferentes. Hoy en día el más común y extendido es el conocido como proceso C41, aunque puede haber excepciones. Mas abajo encontrarás una guía para revelar en casa tus carretes C41
Partes de una cámara analógica y sus funciones
1.
Visor Reflex: Es el espacio por el que observamos el exterior. Nos ayuda a enfocar y apuntar a nuestro sujeto, acotando el espacio que queremos en nuestra fotografía final.
2.
Zapata de flash: Es una laminilla que permite colocar un flash externo o diferentes accesorios en la montura de la cámara. En el centro se encuentra un contacto que permite la sincronización con el flash.
3.
Dial de Velocidades y Sensibilidad: Con esta rueda podemos ajustar la velocidad de obturación que vamos a emplear, eligiendo el tiempo por el cuál dejaremos pasar la luz a la película. Además, con este dial podemos ajustar la sensibilidad de la película (ISO o ASA).
4.
Palanca de arrastre: Es una palanca que permite desplazar la película hacia la derecha después de cada exposición. Las cámaras analógicas más modernas pueden incorporar un motor que realice automáticamente esta tarea.
5.
Contador de disparos: Este dial se encarga de informarnos sobre la cantidad de disparos que hemos realizado y los que nos quedan.
6.
Disparador: Todos sabemos o hemos pulsado uno alguna vez. El disparador es el botón por el cuál realizamos nuestra fotografía.
7.
Autodisparo: Como si de un temporizador se tratase, permite realizar un disparo retardado.
8.
Objetivo: Sistema de lentes el cual tiene que atravesar los rayos de luz antes de penetrar en el interior de nuestra cámara.
9.
Anillo de enfoque: Con él ajustamos la distancia que separa a nuestro objetivo de la cámara, enfocándolo y consiguiendo su nitidez.
10.
Anillo de diafragmas: Nos permite ajustar la cantidad de apertura que tendrá el diafragma y por lo tanto la cantidad de luz que penetrará en la cámara.
11.
Desbloqueo objetivo: Pulsando este botón liberaremos el objetivo y podremos desenroscarlo del cuerpo de la cámara, permitiéndonos así poder cambiarlo por otro o limpiarlo.
12.
Botón de rebobinado: Una vez hemos realizado todas las exposiciones que permite nuestro carrete, girando esta pequeña manivela recogemos toda la película en su chasis. Antes de accionarlo es necesario pulsar el botón de liberación del mecanismo que se encuentra en la base de la cámara.
Guía definitiva para comprar una cámara analógica Miles y miles de modelos de cámaras digitales van y vienen a lo largo de los años. Resoluciones increíbles, la invención de las cámaras mirrorless, o incluso el salto abismal en cuanto a calidad de nuevos smartphones nos ofrecen una cantidad casi infinita de opciones y posibilidades. Pero… ¿Por qué debería comprar una cámara analógica? O ¿Qué razones tengo para hacerme con una? Para muchos son ese trasto que ronda la casa de sus padres y no hace más que molestar. Para otros (mi caso y el de otros tantos fanáticos de la fotografía)
son auténticas obras de arte que no sólo han resistido el paso del tiempo, sino que lo han superado y a día de hoy resultan una opción increíble para adentrarse en el mundo de la fotografía o volver a enamorarse de él. Sea como sea, si estás interesado en comprar una cámara analógica o todavía necesitas algo más de información y ese “empujoncito” con esta guía espero resolver tus dudas.
Ventajas y desventajas de las cámaras analógicas Lo primero que se te puede venir a la cabeza es ese “vs” clásico que hacemos con todo: “cámaras digitales vs analógicas”, “cámaras de carrete vs smartphones”… Y es que es normal, hoy en día y gracias a la proliferación de comparadores tanto de coches como de viajes, de cepillos de dientes o de lo que se te pueda ocurrir, no podemos parar de compararlo todo. Pero déjame decirte que a veces la belleza de las cosas no está en sus especificaciones, en su resolución o en lo novedosa y necesaria para tu vida que es “x” función.
Sí, con una cámara analógica sólo podrás hacer 24 o 36 fotografías que además serán bastante más caras (aunque no tanto como la gente cree) que si las hicieses con tu cámara reflex favorita.
Tienes razón… con una cámara analógica no podrás ver la pantallita o LCD para ver cómo será la foto y no habrá nada que te ayude ni te aporte la certeza de cómo quedará tu foto.
De acuerdo, en la mayoría de los casos tu cámara será completamente manual y deberás aprender cómo interaccionan entre sí conceptos como la velocidad, el diafragma o el ISO.
Y sí, tendrás que llevarlas a revelar o peor aún (nótese la ironía) revelarlas por ti mismo, para después escanearlas y decidir si merece la pena imprimirlas.
Factores determinantes Dejando a un lado el hablar desde la pasión. Por supuesto que las cámaras digitales tienen ventajas sobre las analógicas y viceversa. Para la mayoría del público las que aportan las digitales están mucho más justificadas que las que ofrecen las analógicas. La popularidad de las digitales es fruto precisamente de la accesibilidad que han aportado al mundo de la fotografía. Por un lado, está el precio como hemos hablado. Aunque hacerse con una cámara analógica y con sus correspondientes carretes sea mucho más barato que comprar una cámara digital de prestaciones similares. La necesidad de comprar y revelar los carretes incrementa este precio. Ya que por la “senda” digital, sólo necesitamos una SD que nos permite hacer miles y miles de fotos.
La incertidumbre que produce la incapacidad de ver la foto final en la pantalla es otra desventaja (depende del punto de vista desde el que se mire) de las cámaras analógicas frente a las digitales. Tampoco tenemos ayuda visual como pueden ser los avisos que lanzan las digitales o una galería en la que poder hacer zoom al rostro de nuestros modelos. Aprender y dominar los conceptos básicos de la fotografía requiere tiempo y constancia. Aunque no sean tan difíciles, como he mencionado antes, para la mayoría de los usuarios que sólo buscan captar algunos momentos sin quebraderos de cabeza, este aprendizaje esta injustificado. Al principio puede resultar frustrante no saber muy bien diferenciar entre el número f, el ISO o la
velocidad de obturación y obtener una foto completamente blanca, o trepidada pensando que lo habías hecho bien. Por último, está el tema de los carretes y su revelado. Diferenciar y escoger entre los carretes que tenemos a nuestra disposición requiere investigación y comprobación del “look” que aporta cada uno. Además, el revelado es otro tema a tener en cuenta. Aunque quedan algunos laboratorios, es algo caro y requiere paciencia. Yo personalmente recomiendo realizarlo en casa. Aunque tendremos que aprender sobre químicos, sobre los tiempos de la película que estamos usando y necesitaremos material para llevarlo a cabo. No olvidemos además que no todos los carretes pueden ser igual de sencillos de revelar. Conclusión Todos estos factores pueden ser tanto ventajas como desventajas. Lo importante es reflexionar sobre el tipo de fotografía que realizamos, sobre nuestras ganas de aprender y sobre las diferentes opciones que tenemos dentro del mundo de la fotografía. Porque realmente no tiene por qué ser un: “Yo sólo uso cámaras digitales” o “Yo sólo uso cámaras analógicas”, no son excluyentes. Podemos disfrutar de lo mejor de cada mundo sin tener que entrar en fanatismos.
Puntos a tener en cuenta a la hora de comprar una cámara analógica Si has estado ojeando en portales de compraventa, en mercadillos o en páginas de segunda mano puede que te sientas un poco abrumado con la infinidad de opciones que tienes disponibles. Al principio es normal sentirse perdido cuando vas a comprar tu primera cámara analógica o nunca has tenido una entre manos. Es por eso por lo que he recopilado estos factores y consejos a tener en cuenta cuando vayas a
realizar tu compra. Estoy seguro que si los sigues te harás con una buena cámara sin pagar más de lo necesario. Lo primero de todo, ¿Qué quieres fotografiar y cuál es tu estilo?: ¿Eres un fotógrafo al que le encantan los retratos?, ¿o quizá, te apasiona la fotografía callejera? Incluso puede que lo único que quieras sea hacer 4 fotos de las fiestas con tus amigos y no necesites complicarte más de lo necesario. Esta pregunta, aunque simple en apariencia es quizá la que más va a ayudarte a la hora de elegir una cámara. Ten en cuenta que no todos los fotógrafos ni sus estilos de fotografía emplean el mismo tipo de cámara. Si hablamos de retratos, el medio y gran formato son tus mejores aliados. Si eres una persona que quiere capturar la calle y necesita velocidad, quizá lo mejor para ti es una compacta o una de 35mm. Y si eres el fiestero del grupo seguro que disfrutas un montón usando una cámara instantánea como las Polaroids. Para empezar, yo recomendaría una cámara de 35mm. Si te gusta y disfrutas con ella, seguiría explorando los diferentes caminos que ofrece la fotografía analógica. Porque también es cierto que la pregunta de: ¿Qué quieres fotografiar y cuál es tu estilo?, tiene algo de trampa. Es difícil (casi imposible) saber cuál es el estilo que más te gusta si nunca has cogido una cámara o has probado diferentes cosas. Así que si quieres descubrirlo te tocará vivir una temporada con la cámara pegada a tus manos
Vayamos al grano, aquí tienes los factores y consejos a tener en cuenta a la hora de comprar y escoger una cámara:
1.Aspecto Físico: Ya sabes eso que dicen de las primeras impresiones… Lo mismo ocurre con las cámaras. Lo primero de lo que deberías asegurarte es de que tenga un buen estado exterior. Es verdad que a veces puedes comprar una
cámara con mal aspecto y con un par de reparaciones hacer que funcione perfectamente, pero dado que al principio quizá no sabes identificar estas “oportunidades” y ese conocimiento lo aporta la experiencia, te recomiendo que tengas muy en cuenta su aspecto físico. 2.Comprueba el objetivo y la lente: Puede que sólo compres el cuerpo de una cámara, pero si tiene objetivo, este debería estar intacto. Es la parte más importante de la cámara. Si tiene polvo o arena normalmente no hay problema en limpiarlo, pero arañazos y hongos son enemigos más complicados. 3.Observa el Diafragma y las Velocidades de Obturación: Al moverse debería hacerlo con suavidad. Pero sobretodo debería abrirse y cerrarse correspondiendo con el número f. Ejemplo: Algo no va bien si en el anillo tenemos un f16 y el diafragma está completamente abierto. Con las velocidades de obturación tendremos que hacerlo un poco a ojo. Empieza por la más baja y ve avanzado, por ejemplo 1 segundo y cuéntalo en tu cabeza, ½ segundo etc… No te preocupes, normalmente los problemas con la velocidad son muy notables. 4.Mira por el Visor y Analiza el Disparador: Llevarse la cámara al ojo es el instinto básico, mira que no esté arañado/manchado o incluso roto. Esto dificultaría mucho el proceso de encuadre. Analiza que el disparador funciona en todas las velocidades. Da igual que la cámara no tenga carrete, desliza la palanca de arrastre y pulsa el disparador para ver que tal funciona.
5.Abre y mira el interior: Asegúrate de que la compuerta se abre y no está repleta de polvo/arena/hongos, ten en cuenta que muchas cámaras han “dormido” muchos años en trasteros o almacenes que quizá no reunían las
condiciones óptimas para su conservación. Los espejos tampoco deberían tener arañazos y la palanca de arrastre debería desplazar sin problema el eje de arrastre.
Aunque no sea una cámara analógica, es un claro ejemplo de un espejo completamente roto. 6.Comprueba las pilas o baterías: Las pilas o baterías dan energía al fotómetro. Instrumento que como ya iréis sabiendo nos ayuda a equilibrar el tandem numero fvelocidad. Es importante que no se hayan sulfatado y lo hayan esparcido por el habitáculo. Además, asegúrate que son pilas o baterías comunes. No quieres comprar una cámara para la que no se fabrican pilas… 7.Por último, compara precios: Que no te engañen, una Werlisa Color no vale 80€. Antes los precios de mercado eran algo que sólo se aprendían con la experiencia . Ahora, y gracias a Ebay, Wallapop o Segundamano, en unos segundos puedes ver el precio casi exacto de la cámara que tienes entre manos. ¿Exhaustivo eh?, te prometí que se seguías los pasos harías una buena compra. Con esta guía estarás (si no lo estás ya) un paso más cerca de comprar tu cámara ideal.
Dónde comprar cámaras analógicas
A la hora de comprar una cámara tenemos varias opciones. Las primeras que se me vienen a la mente son los portales de compraventa online, los mercadillos y las tiendas locales de tu ciudad. Aquí tienes un listado con páginas, aplicaciones y tiendas en las que puedes comprar cámaras analógicas:
Amazon
eBay
Vibbo (Segundamano)
Milanuncios
Todocolección
Wallapop
Etsy
Cashconverters
Cex
Casanovafoto
Fotocasión
Foros como Canonistas, Nikonistas, Fujistas, Ojodigital y sus respectivas comunidades en Facebook tienen un apartado de compraventa muy potente. Además, seguro que en tu ciudad hay tiendas de antigüedades y mercadillos en los que puedas echar un ojo. Y por qué no, mira en el trastero o en la buhardilla de tus padres o abuelos. Quién sabe si al lado de los 30 tomos de la enciclopedia Planeta se encuentra una Leica M3… Sin sacar de su caja…
Cámaras analógicas para principiantes Mi recomendación es que si estás buscando una cámara para empezar no te comas mucho la cabeza o te volverás loco comparando modelos. Aquí tienes una lista de modelos que con el tiempo han demostrado su valía.
Si lo que quieres son cámaras analógicas baratas pero que pueden dar mucha guerra estos 7 modelos te encantarán, (lo bueno es que los precios normalmente incluyen también el objetivo): Polaroid OneStep
¿Quién no conoce las Polaroid? Aunque los de Fujifilm se hayan puesto las pilas con las instax mini y hayan apostado por un montón de modelos nuevos, las “retro” como la Polaroid OneStep sigue siendo todo un icono de la fotografía instantánea. Ninguna polaroid salvo raras excepciones debería costarte mucho dinero. Además, su popularidad facilita su disponibilidad. Recuerda que el negocio de Polaroid no se basaba en el precio de la cámara, sino en el precio de los cartuchos. Hoy te puedes hacer con ellos gracias a la iniciativa de The Impossible Project. Para que te hagas una idea, un cartucho de 8 fotos cuesta 20€… Precio: 15€40€ Yashica MinisterD
A veces puede ser flipante el precio por el que puedes encontrar algunas cámaras. La Yashica MinisterD, una cámara preciosa y con un diseño elegante, cae en esa zona denominada “cámara vintage”. Este apelativo que otorgan los que no tienen muchos conocimientos sobre las cámaras y creen que lo analógico es inservible, a los que sabemos un poquito más nos viene de maravilla para que se convierta en una auténtica ganga. Es completamente manual pero fácil de manejar. Si tuviese que poner una pega es que la pila que necesita hace tiempo que no se fabrica. Y eso afecta al fotómetro. Pero no pasa nada, buscando un poco puedes encontrar modelos que solucionen este problema. Sólo necesitas encontrar una pila de un tamaño parecido y que le dé entre 1.35 y 1.5 voltios. Precio: 15€60€ Praktica B100
Al igual que la Yashica, las Prakticas suelen caer en la familia de las cámaras retro. Y si a eso le sumas que el diseño de las series B no era muy agraciado, se forma el caldo de cultivo perfecto para que sean cámaras muy infravaloradas. Aun así, la serie B de Praktica eran auténticos tanques. Estaban construidas para soportar carros y carretas. Es una cámara ideal si no eres muy especialito con el diseño y quieres aprender sin importarte mucho lo que piensen de ti los gurús de la fotografía…
Precio: 20€80€
Olympus PEN
Esta cámara es un amor. Al ser una compacta de medio formato, dispara fotos de 18x24mm en un carrete de 35mm. La mitad del formato que las cámaras “fullframe” emplean (24x36mm). Lo que en otras palabras significa que duplica las exposiciones de cualquier carrete. Por ejemplo, uno de 24 disparos se convierte en uno de 48 y uno de 36 en otro de 72. ¿No está mal verdad :)? Aparte de ser muy económica por este detalle, es muy divertida. Puedes encontrarla a precios muy bajos en el mercado de segundamano. Eso sí, hay una infinidad de modelos y lo malo es que algunos pueden alcanzar precios bastante altos. Aunque dada la popularidad de esta cámara en su día es muy fácil encontrarla en mercadillos y por buenos precios. Precio: 40€150€ Minolta SRT101
Esta es una cámara del 1966 a la que parecen no afectarle los años. A través del visor nos podemos fijar que cuenta con un fotómetro muy intuitivo que facilita las exposiciones. El 35mm 1:1.7 es una delicia y no es muy complicado encontrarlo a un precio razonable. En general, es una muy buena cámara para empezar. Precio: 40€160€ Canon AE1
Este modelo se mantuvo en producción por unos 10 años. Cifra curiosa y casi absurda si la comparamos con las de hoy en día. (Ya hablamos de ella extensivamente en la historia de Canon). Fue la primera cámara de Canon que incluyó, de manera asequible, el sistema TTL (Through The Lens metering) que se encarga de medir la luz ambiente y ajustar la apertura, la velocidad de obturación o las dos. Algo dado por sentado en las cámaras actuales pero muy innovador en su momento. Por su bajo coste en el momento y todas las funciones que incluía se convirtió en uno de los modelos más populares de Canon. Cosa que facilita encontrarla por muy buenos precios en el mercado de cámaras analógicas. Precio: 70€140€ Pentax K1000
Que quede claro, esta cámara no se pensó para un público profesional o súper selecto. Estaba destinada desde el principio (1976) a todos los fotógrafos amateurs que buscaban una cámara barata, que les permitiese aprender fotografía y durase lo que no está escrito. Si antes con las Canon AE1 hablábamos de 10 años de producción, con la K1000 superamos la barrera de los 20. ¡20 años en producción! Encontrarla es muy sencillo y no debería resultar una compra muy pesada para los bolsillos. Precio: 70€150€ Hasta aquí la recopilación de cámaras analógicas baratas para principiantes. ¿Ya te has decidido?
Guía de revelado C41 casero Productos y materiales 1.
Revelador
2.
Fijador
3.
Blix
4.
Agua
5.
Tanque de revelado
6.
Carrete o espiral de revelado
7.
Vaso medidor o Jarra de plástico
8.
Termómetro
9.
Embudo
10.
Pinzas de la ropa
11.
Cronómetro
12.
Una habitación completamente a oscuras o una bolsa oscura
13.
Contenedores para los químicos
14.
Alicates/abrelatas (para abrir el carrete)
15.
Tijeras: para recortar las esquinas del carrete
Pasos y procedimiento del revelado PARTE 1: Mezcla y preparación de los químicos. Tras haber comprado nuestro kit de revelado C41, haber recopilado todos los materiales y tener unas ganas locas de revelar nuestro carrete, estamos preparados para empezar. La primera parte es mezclar y preparar los químicos. Cada kit tendrá proporciones y cantidades diferentes de cada componente, pero el procedimiento es más o menos el mismo así que no te preocupes. ETIQUETADO DE LOS CONTENEDORES.
Para evitar descuidos y posibles errores en el proceso, lo primero que vamos a hacer es etiquetar cada contenedor con su líquido correspondiente. Quedándonos así tres contenedores etiquetados con: “Revelador”, “Blix” y “Estabilizador” además de la certeza de que no nos cargaremos los líquidos si los mezclamos por error. DILUIDO DEL REVELADOR.
*Ya que vamos a tratar con químicos y aunque pueda parecerte algo pesado, durante todo el proceso es recomendable usar guantes y gafas de protección.* Cogeremos nuestra jarra de plástico y la llenaremos con unos 800ml de agua. Es importante tanto en la preparación del Revelador como en la del Blix que el agua esté entre los 20ºC y45ºC. Para asegurarnos de que tenemos la temperatura justa, usaremos el termómetro. Cuando tenemos el agua lista, abrimos la bolsa o botecito del Revelador y lo vertemos en la jarra. Mezclamos y agitamos bien y añadimos un poco más de agua hasta alcanzar los1000ml de disolución. Cuando se ha disuelto completamente lo trasvasamos a nuestro contenedor correspondiente. MEZCLA DEL BLIX
A continuación, y también entre los 20ºC y los 45ºC mezclaremos el Blix (BlanqueadorFijador). Llenamos la jarra con 800ml de agua, abrimos el Blix y vertemos el contenido en la jarra. Removemos bien y añadimos otros 200ml de agua hasta quedarnos con una disolución de 1000ml. Comprobamos que se ha mezclado completamente y lo trasvasamos al segundo contenedor. OJO: El Blix tiene un olor muy fuerte que en algunos casos puede producir mareo si se inhala directamente. Asegúrate de que en tu espacio de trabajo hay una buena ventilación. MEZCLA DEL ESTABILIZADOR
Por último, diluimos el estabilizador con agua a temperatura ambiente. Esta vez echaremos un poquito más: 900ml al principio. Removemos bien hasta que se haya disuelto por completo y añadimos un poquito más de agua para llegar a los 1000ml. Como antes, lo pasamos al último contenedor y ya tenemos nuestros químicos listos. Continuemos con nuestro proceso de revelado C41 casero
PARTE 2: Cargando el negativo en la espiral Para introducir nuestro negativo en la espiral necesitaremos: Tanque de Revelado, Carrete, Espiral, Habitación sin luz o bolsa opaca, Alicates o abrelatas y unas Tijeras. El Tanque de Revelado es una herramienta muy útil que nos facilita el proceso, evitando que tengamos que hacerlo completamente a oscuras y permitiéndonos introducir la espira además de los diferentes líquidos. Hay dos tipos de tanques de revelado: de plástico, los cuales son muy baratos y quizá más fáciles de cargar al principio y los de acero inoxidable, que con la práctica resultan aún más rápidos. También hay que tener en cuenta que hay varios tamaños de tanque. Siendo el más común y recomendable el que permite la introducción de dos espirales de 35mm o una de 120/220. Pero la elección de este variará según nuestras necesidades.
Lo mismo ocurre con la bolsa opaca o bolsa de cuarto oscuro. Puedes hacerte con una en cualquier tienda de fotografía o en Amazon. Esta nos permite cargar el negativo en su interior (el cual está completamente sellado y a oscuras) mientras nosotros vemos.
Abriremos la bolsa y meteremos el carrete, el alicate o abrelatas, las tijeras y el tanque de revelado con su correspondiente espiral. Cerramos y metemos las manos por las “mangas” de la bolsa. Esto nos permite acceder a los materiales sin dejar pasar ningún tipo de luz. Si no tienes una bolsa de este estilo, deberás realizar los pasos en una habitación completamente a oscuras. Es recomendable meter todo lo necesario en la habitación, apagar la luz y esperar unos 10 minutos hasta que tu vista se acostumbre. Así podrás ver si entra luz y taparlo con una toalla o almohada para evitar que se vele el carrete. APERTURA Y CORTE DEL NEGATIVO
Una vez estamos en la habitación o con las manos en el interior de nuestra bolsa opaca, procederemos con el primer paso. Debemos usar el abrelatas o alicate para abrir el carrete y sacar el rollo de negativo. Con cuidado y sin tocar en exceso la superficie con los dedos cogeremos el rollo y con las tijeras cortaremos el extremo de la película. Con hacer un corte recto y dejar unos 23 dedos es más que suficiente. CARGA DEL NEGATIVO EN LA ESPIRAL
Aquí viene la parte que hará sudar a más de uno ;)… Aunque la explicación sea fácil y no parezca gran cosa, es muy recomendable que veáis este vídeo para que os hagáis una idea de lo que es realmente: Además, si tenéis algún carrete antiguo o que no os valga, podéis usarlo para practicar y coger más destreza con la espiral. Después de haber extraído la película en completa oscuridad y de cortar el extremo, cogeremos nuestra espiral y buscaremos al tacto las dos prominencias que esta tiene, es aquí donde hay que introducir la película empujando hasta encontrar resistencia. Cuidado con tocar mucho, no queremos dejar huellas en nuestro negativo. Una vez tenemos la película introducida, sujetaremos una cara de la espiral e iremos enrollando de adelante a atrás hasta llegar al final. Cogeremos otra vez las tijeras y cortaremos la unión de la película con el chasis del carrete. INTRODUCCIÓN DE LA ESPIRAL EN EL TANQUE DE REVELADO
Ya tenemos enrollada nuestra película en la espiral y lo único que nos queda es introducirla en el tanque de revelado. La metemos y apretamos bien la tapa. Cuando el tanque esté cerrado por completo podemos sacarlo con total seguridad de nuestra bolsa oscura o encender las luces de la habitación. PARTE 3: Revelando nuestro carrete En esta parte volveremos a usar el termómetro ya que la temperatura de los químicos y del tanque de revelado debe ser 38ºC. Es muy importante que seamos exactos porque el revelado a color es muy sensible a la temperatura. Emplearemos la archiconocida técnica del baño maría sumergiendo nuestros contenedores en otro recipiente o en el fregadero con el agua a unos 40ºC y dejando al calor traspasarse entre ellos. OJO: ¡Cuidado al comprobar la temperatura del Revelador y del Blix! Podemos contaminar el revelador si metemos el termómetro y tiene restos de blix. Asegúrate de enjuagar y aclarar el termómetro antes de medir. REMOJADO DEL REVELADOR Y DEL BLIX EN EL AGUA
Primero sumergiremos nuestros contenedores de revelador y blix en el agua. Recuerda que la temperatura de los contenedores debe ser 38º±0,5ºC, lo que significa que puedes echar agua a unos 5055ºC para que los contenedores alcancen antes la temperatura. Eso sí, cuidado con no pasarte de tiempo y temperatura. Comprueba de vez en cuando la temperatura y sácalos cuando lleguen a los 38ºC. REMOJADO DEL TANQUE DE REVELADO
Al igual que con el revelador y el blix, realizaremos un remojado al tanque de revelado. En nuestro fregadero o recipiente preparamos agua a 40ºC y sumergimos hasta la mitad el tanque. Hacemos esto para que la película no este fría y cause un choque térmico cuando vertamos el revelador. Debemos asegurarnos de que no queda ningún resto de agua en el tanque vertiéndola al fregadero. VERTIDO DEL REVELADOR EN EL TANQUE DE REVELADO
Comprobamos una vez más la temperatura del revelador y nos aseguramos que esté a 38ºC. Ponemos el cronómetro en marcha y vertemos el revelador en el tanque de revelado hasta que esté nivelado con la abertura de la tapa. Ahora tienes que seguir las instrucciones de agitación y de tiempo de tu revelador. Tranquilo, no suele haber grandes variaciones, pero tienes que tener en cuenta que los tiempos no son estándares. Por ejemplo y de manera común, el procedimiento suele ser: Primero agita el tanque con el agitador cada 15 segundos. Después, daremos la vuelta al tanque con cuidado cuatro veces cada treinta segundos. Es recomendable darle unos golpecitos con la mesa para eliminar las burbujas que se hayan formado en el interior. Repetiremos estos pasos cada 30 segundos durante 3 minutos. Cuando el cronómetro marque los 3:25 minutos, volveremos a verter el revelador a su contenedor con un embudo. Quedándonos así un tiempo exacto de revelado de 3 minutos y 30 segundos. VERTIDO DEL BLIX EN EL TANQUE DE REVELADO
Nos aseguramos de que el blix está a la temperatura adecuada, ponemos el cronómetro y lo vertemos hasta que esté nivelado con la abertura de la tapa. Agitamos con el agitador 15 segundos y después tapamos. Damos la vuelta al tanque cuatro veces, pero esta vez no le damos golpecitos. Cuidado con esto. Seguimos dándole la vuelta 4 veces cada 30 segundos durante 6 minutos. Cuando el cronómetro marque 6:25, devolvemos el blix con un embudo a su contenedor. Antes de continuar con el último paso tendrás que lavar la película con agua del grifo entre 30 y 40ºC. Agita otra vez y déjalo reposar durante 3 minutos. VERTIDO DEL ESTABILIZADOR EN EL TANQUE DE REVELADO
Ya casi hemos terminado. Llenamos el tanque con el estabilizador como hemos hecho con el revelador y el blix, ponemos el cronómetro y agitamos 15 segunditos. Lo dejamos un minuto y vertemos con la ayuda del embudo el estabilizador en su contenedor.
Si quieres puedes hacer un último aclarado con agua entre 30º y 40ºC, así nos aseguraremos de que no queda ningún resto de químicos en nuestro tanque. Agita un poco y vierte el agua por el fregadero. PARTE 4: Secado de la película Sólo queda sacar la película de la espiral. Abre el tanque sin miedo y seca con una esponja el exceso de agua que tenga la película. Si tienes algún descuido y se te pega a alguna parte o algo se deposita sobre ella simplemente echa un poco de agua por encima. Es normal que esté algo empañada. Cuelga la película en la barra del baño o en una cuerda. Puedes usar pinzas de la ropa. Coloca una arriba y otra abajo de la película para que se mantenga recta. Déjala secar un mínimo de dos horas y ya tendrás tu película revelada. Sólo queda cortarla y almacenarla. Puedes usar un escáner de negativos para ver tus fotos en el ordenador o puedes llevar los negativos a cualquier tienda de fotografía y pedirles que te hagan copias en papel.