NESSUN DORMA 3

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Noviembre 16, 2020 Suplemento Electoral presentado por

Año 2 / Número 3 lja.mx/nessum-dorma

POR EL FUTURO DE MÉXICO Por Juan Carlos Soledad Pérez

Estamos ante uno de los momentos más complejos de la historia, un pequeño virus detuvo al mundo entero recordándonos nuestra fragilidad y detonando una crisis sanitaria, económica, política y social sin precedente. Sin embargo, en México, la crisis que vivimos no es producto sólo de un virus, es resultado de las omisiones y de las políticas públicas que nuestros gobiernos siguieron en los últimos años. El virus sólo ha agravado la situación en la que ya nos encontrábamos; donde se ha marginado a la sociedad civil y restado poder a quienes debieran ser contrapeso y parte fundamental de la gobernabilidad, poniendo en peligro nuestra democracia. En el momento en el que la unidad debería ser nuestra fortaleza, se ha aprovechado la crisis para dividirnos en bandos artificiales y concentrar el poder. Lo s ó rga nos a utónomos y e l Poder J u d i ci a l s e en cu entra n b a jo pre sió n y existe una fue rza polític a sobrer rep res enta d a en el Po d er Le gi s lat ivo. Más que preocuparnos, debemos conocer nuestra realidad y lo que con ella podemos hacer para corregir el rumbo. Existen muchos aspectos que no dependen de nosotros, hay que concentrarnos en lo que sí está en nuestras manos y con ello generar certidumbre. Don Lorenzo Servitje decía que hacen falta líderes en la empresa y en la sociedad y hoy la crisis nos da la oportunidad de dar un paso adelante y contribuir en la defensa de nuestra democracia y de nuestras libertades y derechos. No sólo necesitamos personas preocupadas, sino líderes con valores que den buen ejemplo y construyan ciudadanía participativa. En estos momentos es fundamental distinguir lo esencial de lo secundario. Dice el profesor del IPADE Carlos Ruíz González que las crisis se parecen a una liga usada que no habíamos notado como se ha ido gastando. No nos habíamos dado cuenta de su deterioro hasta que la estiramos y vemos a contra luz las grietas y defectos que se han ido acumulando a lo largo del tiempo, poniendo de manifiesto también aquellos puntos que la mantienen unida y ello es lo que verdaderamente es importante. Identifiquemos y defendamos esos valores y causas que nos definen como sociedad y mantienen unidos en lo esencial. Es necesario que nos pongamos de acuerdo en una gran agenda nacional que evite la polarización y nos de esperanza en la construcción de un

"Las crisis se parecen a una liga usada que no habíamos notado como se ha ido gastando. No nos habíamos dado cuenta de su deterioro hasta que la estiramos y vemos a contra luz las grietas y defectos que se han ido acumulando" México que sí es posible donde trabajemos en unidad por el bien común y una sociedad próspera y justa. El 2021 puede ser la última oportunidad para luchar por el México que queremos, con democracia participativa, pluralismo en el congreso, equilibrio de poderes, crecimiento económico y movilidad social. Es momento de unidad, con solidaridad y subsidiariedad, cada quien desde nuestra trinchera y en la medida de nuestras posibilidades debemos trabajar para el bien de nuestro país. Necesitamos una participación amplia, informada y proactiva y existen muchas formas de hacerlo; desde la socieda civil se han impulsado grandes iniciativas como Alternativas por México y Sí por México que nos invitan a sumarnos y trabajar juntos de manera coordinada en una alianza ciudadana para lograr el cambio que nuestro país ha buscado durante décadas, defendiendo el voto libre y abatiendo el abstencionismo, planteando claramente que sí existe un modelo alternativo de desarrollo. Es momento de soñar una mejor nación, parece que todo es pesimismo y miedo, pero no debemos dejarnos ganar; necesitamos recuperar la confianza, aprovechar la oportunidad para replantear nuestro futuro y recuperar nuestro país. Construir el futuro exige actuar sobre el presente. Es momento de unidad, de fortalecernos y crecer como ciudadanos, participando activamente en la construcción de un mejor futuro para México y por ende para nuestros hijos.


LA JUSTICIA ELECTORAL, MOMENTO DE DECISIONES ALIADA DE LA DEMOCRACIA Por Alberto Aldape Barrios

Por Cindy Cristina Macías Avelar

Cuando hablamos de procesos electorales, los primeros conceptos que se vienen a la mente de las personas, son los partidos políticos, las candidaturas, las campañas electorales, la importancia del voto, la jornada electoral, la compra del voto y el famoso “voto por voto, casilla por casilla”. Y también se tiene una idea de todo lo que implica la organización de las elecciones. Son conscientes de que cuentan con el derecho a votar y de ser votados para acceder a un cargo de elección popular, que el sufragio es libre y secreto, pero, a menudo, suelen confundir al Instituto Estatal Electoral con el INE, desconocen las funciones de las diversas autoridades administrativas electorales como los Consejos Electorales Distritales y Municipales y, más lejana aún, suele estar su percepción sobre la justicia electoral.

"Hoy en día, más que nunca, la justicia electoral es accesible a toda la ciudadanía y es sensible a las necesidades de la sociedad" No obstante, todas las autoridades que participan en la realización de los comicios, tienen una función vital, sin la cual, difícilmente las elecciones podrían llegar a buen puerto. En esta ocasión, quiero realizar un acercamiento a la impartición de justicia en materia electoral, ya que las decisiones de los tribunales electorales tienen un impacto fundamental en la vida política de la entidad y a través de ellas se abren importantes canales de participación ciudadana en la vida democrática. Por ejemplo, la justicia electoral ha sido pieza esencial para que las mujeres tengan un mayor acceso a los cargos públicos, a formar parte de las autoridades electorales y a que se sancione severamente a quienes ejerzan violencia política en contra de ellas, se han abierto espacios para que grupos en situación de vulnerabilidad como indígenas, personas con alguna discapacidad y de la diversidad sexual, puedan ocupar puestos en el gobierno y que la percepción que de ellos tenga la sociedad, sea de mayor inclusión y menor discriminación. En este sentido, la labor de las y los juzgadores ha dado pauta para generar reformas constitucionales y legales, políticas públicas, planes, programas, proyectos y acciones institucionales, para lograr el ejercicio efectivo de los derechos políticos y una mayor participación política de la ciudadanía. La jurisdicción electoral ha generado estas ventanas de oportunidad, porque su función precisamente consiste en proteger y maximizar los derechos político-electorales (que también son derechos humanos), desmantelar anomalías en el sistema, velar por que se respeten las reglas de los procesos electorales y legitimar la llegada al cargo de los poderes del Estado. Si bien, en esencia, las y los juzgadores buscan una justa solución a un caso que se les plantea, actualmente han superado la concepción tradicional de su función y van más allá, aplicando e interpretando la ley tomando en cuenta el contexto y la realidad que se suscita en el momento, contribuyendo socialmente con sus sentencias. Es decir, las y los jueces electorales son conscientes de la realidad social y las relaciones asimétricas que existen en la sociedad mexicana, donde distintos grupos, históricamente han padecido de injusticia, discriminación y desigualdad, por lo que sus resoluciones han reconocido y protegido los derechos político-electorales de tales grupos, logrando así que tengan una mayor participación política y un desarrollo integral, intercultural y sostenible. Los argumentos de las decisiones de las y los jueces, llevan además del matiz jurídico, uno práctico; esto es, que la resolución, además de resolver la problemática específica puesta a su consideración, en los hechos logra generar un empoderamiento ciudadano, un impulso a los derechos humanos y dotan a las personas del conocimiento necesario para que comprendan con mayor claridad cómo operan o son funcionales las reglas y principios que rigen los procesos electorales. Así, un juez y una juzgadora tienen valor en principio por sus sentencias, pero también lo tienen por su aportación al mejoramiento del entorno en que se desenvuelve, como factor de contrapeso en la sociedad, para que esté más preparada para afrontar los conflictos que dentro de ella se generan y con mejores resultados. Además de lo anterior, actualmente también realizan la tarea para capacitar y concientizar a la ciudadanía de la importancia de su participación y de hacer valer sus derechos político-electorales; ya que, aunque las instituciones son pilares fundamentales de la democracia, para lograr su consolidación resulta fundamental la participación activa de la ciudadanía, labor en la que contribuyen los tribunales electorales, como aliados en ampliar el espectro para el empoderamiento ciudadano, además de dar certidumbre y claridad a la contienda electoral. Como conclusión, puedo afirmar que hoy en día, más que nunca, la justicia electoral es accesible a toda la ciudadanía y es sensible a las necesidades de la sociedad; con el dictado de sentencias claras y entendibles, pone a su alcance el conocimiento necesario para el ejercicio de sus derechos, impulsa la participación en la vida democrática y vela por el acceso efectivo de todas y todos a los cargos públicos de elección popular.

Concluido el proceso de votación -mas no el proceso electoral- en el vecino país de Estados Unidos de Norteamérica, nos cuestionamos qué tan eficiente es el proceso democrático en ese país. Al llevar al extremo la Federalización de la Unión, el proceso electoral es tan variado como el número de Estados y Condados que conforman aquel país, manteniendo un Colegio Electoral que data de finales del siglo XVIII. Al no contar con instituciones como el Instituto Nacional Electoral (INE) o el Programa de Resultados Preliminares (PREP), se permite la especulación de resultados dejándole a las encuestadoras (la mayoría de éstas contratadas por las cadenas de televisión) la determinación de las tendencias que definan al candidato ganador. Suponiendo que las tendencias sean irreversibles y que la Suprema Corte de Justicia no acepte las impugnaciones y ratifique el triunfo de Joe Biden, la pregunta ahora es cómo serán las relaciones bilaterales entre nuestro país y los Estados Unidos. Lo primero que ganaría México con el triunfo de Biden sería certidumbre e institucionalidad en la relación; ya que, durante la administración Trump fue difícil y complicado el prever la reacción del presidente norteamericano en temas como el comercio o la migración; en donde, en varias ocasiones el señor Trump reaccionó en forma abrupta. Nuestro país se acostumbró en los cuatro años pasados a una relación basada en exabruptos, berrinches y maltrato. Ahora esperaríamos una reacción por cauces institucionales y discrecionales; olvidándonos de la incertidumbre que provocaba el que el presidente Trump se levantara de mal humor y arremetiera contra nuestro país. Un tema especial y de mucha relevancia para México es la política migratoria de Estados Unidos, si bien nos esperan cambios drásticos, por lo menos se podrá garantizar el programa para los llamados dreamers, y el fin de las redadas en escuelas, iglesias, hospitales y centros de trabajo. De esta política, lo más importante será el que se detendrá la separación de familias. Sin embargo, tenemos que tomar en cuenta que los demócratas también saben deportar migrantes; de hecho, el gobierno de Barack Obama lo hizo más que el de Trump. El promedio en las dos administraciones de Obama, en donde participó Biden como vicepresidente, fue de más de 380 mil migrantes por año. En el tema económico, Biden ha presentado un plan de recuperación cuyo principio es una política contracíclica; es decir, su política está basada en una estrategia económica expansiva del gasto, presenta un estímulo a la economía por 2 billones de dólares. Esta última cifra se enfocará sobre todo a un programa industrial de nueva generación. Biden se refiere a industria de nueva generación a impulsar sectores ya conocidos como el automotriz o telecomunicaciones, utilizando primordialmente energías limpias. Se espera que en la relación con China se mantengan las restricciones económicas, pero ya no se escale el conflicto. Una de las razones será el que varios de los productos fabricados en el gigante asiático son altamente contaminantes, como por ejemplo el acero, lo cual nos da la oportunidad de ganar parte del mercado norteamericano con nuestros productos, siempre y cuando se cumpla con los compromisos medioambientales suscritos en el T-MEC. Si se ratifica el triunfo de Biden, los demócratas pondrán mucha más atención a uno de los temas más controvertidos del T-MEC: el capítulo 23 en materia laboral. Los legisladores demócratas fueron quienes más restricciones impusieron en el capítulo laboral del T-MEC, lo cual es un indicativo de que estarán mucho más atentos a que nuestro país no viole el contenido del capitulo 23. Los demócratas podrían llegar incluso a articular el cumplimiento del capítulo laboral de T-MEC con una de las propuestas fiscales del equipo de Biden: se establecería una multa fiscal a los corporativos que subcontraten en otras partes del mundo la fabricación de partes de un producto que luego van a volver a vender en Estados Unidos. Con esto los demócratas ratifican su tendencia proteccionista, ya que históricamente han sido los más renuentes a los tratados de libre comercio y evidencian que son el partido que mantienen una mayor relación con los sindicatos laborales realmente influyentes de los Estados Unidos. Durante la administración Trump, Estados Unidos asumió una postura reacia a los foros mundiales, asumiendo una actitud unilateral en donde el país se desvinculó de organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Acuerdo de París. Estados Unidos sumido en una política aislacionista. Con Biden en la Casa Blanca seguramente se retomaría la política multilateral a nivel mundial. El futuro aún está por escribirse en el Colegio Electoral Norteamericano, el sector empresarial, laboral y los tres niveles de gobierno deberán de hacer sus propias estrategias para garantizar que nuestro país mantenga sus niveles de competitividad, mejore el marco de derecho que garantice las inversiones y mejore la seguridad en las personas para atraer y retener la inversión productiva en los próximos años.


¿QUÉ TANTO VOTAN LAS JUVENTUDES EN AGUASCALIENTES? Por Álex Solís

La mar de información, gota a gota, en: https://www.ine.mx/cultura-civica/ Por convención internacional, la juventud es la etapa de la vida de una persona que va de los 18 a los 29 años. Anterior a esa edad se es persona adolescente. Nos han dicho que México es un país de jóvenes, y que este grupo de la población junto con el grupo de la niñez es lo que nos concede el bono demográfico. Esta es una situación que no supimos aprovechar, y comprometimos los recursos para las generaciones futuras e inmediatas. Es cierto que se asocia a la juventud con la rebeldía y viceversa, pero también es válido decir que es en esta etapa de la vida en donde tomamos las decisiones que nos marcarán en lo personal, profesional, afectivo y laboral. “Proyecto de vida” que le llamamos. Lo correcto es referirnos a las juventudes, así en plural, ya que no es lo mismo vivir en zona rural que en zona urbana; el contexto sí influye. Inclusive en las zonas urbanas se identifican a las juventudes por “tribus” o grupos. Igualmente pasa en las zonas rurales, ya que cosas distintas son vivir en la cabecera municipal que en las delegaciones o en las agencias. Se ha comentado hasta el infinito que, en materia de participación ciudadana, las juventudes suelen ser apáticas y hasta abstencionistas. Pero también sabemos que cuando votan, suelen decidir la candidatura ganadora en una elección. Sobre este tema, me refiero a la apatía o desidia juveniles, usted tiene una idea, entonces, permítame ofrecerle información para que establezca comparaciones, realice análisis y haga inferencias. Consultemos la información que el Instituto Nacional Electoral (INE) nos ofrece en los “Conteos Censales de Participación Ciudadana 2009-2018”, y revisemos los datos para el estado de Aguascalientes de los grupos etarios que van de los 18 a 29 años de edad, justo los años de la juventud, el divino tesoro (Amado Nervo dixit). Veamos el primer cuadro que nos muestra los datos en cuanto a la participación y su distribución por sexo se refiere. Desglosemos el 100% de las respectivas participaciones; cuánto contribuyó cada sexo con sus respectivos porcentajes. Si la conformación de la lista nominal señala que las mujeres son el 52% ¿Por qué votaron 16.2 puntos más en 2009, 11.4 más en 2012, 14 puntos más en 2015 y 9.4 más en 2018? Se confirma que las elecciones intermedias generan menos interés. Preguntémonos: ¿Por qué se vota más en una elección presidencial? ¿Cuáles son los resortes que impulsan una mayor participación en la presidencial? Resulta más interesante analizar la información conforme a participación por sexo, en el segundo cuadro. Las mujeres porcentualmente votan más que los hombres: 9.1 en 2009; 10.2 para 2012; 7 en 2015 y 9.3 para 2018; lo que confirma la vocación democrática de las mujeres jóvenes en Aguascalientes. Ahora, veamos lo que acontece por el área en donde viven las juventudes, en el tercer cuadro. Debemos considerar la forma de vida en las zonas mixtas, la urbanización acecha la tranquila vida en el campo y las convierte en “zonas dormitorio”. Los comportamientos de

participación dejaron de semejarse a partir de 2012: los niveles empezaron a oscilar, a grado tal que en las elecciones presidenciales (2012 y 2018) en la zona urbana los porcentajes fueron del 50%; la elección intermedia de 2015 es la de menor participación en la historia electoral del estado, lo que se reflejó en un porcentaje del 25.5 en la zona urbana y de 24.7 en la zona mixta, la zona rural alcanzó el 31.6. Colegimos, entonces, que se rompe el mito machista de que, en el medio rural a la mujer su pareja le prohíbe votar. Brinca el dato de que en 2018 la zona urbana votó más que la zona rural. Si usted tiene la pretensión de una candidatura para

la elección concurrente de 2021, le ruego que atienda estos comportamientos de las juventudes en Aguascalientes. Les regalo unos datos: las y los primeros votantes (18 y 19 años) participan 58.4%; el rango de los 20 a 24 años participa un 49.1%, y el rango de los 25 a 29 años lo hace en un 47.7%. Fuente de los cuadros: https://www.ine.mx/transparencia/datos-abiertos/visualizacion-datos/conteos-censales-participacion-2009-2018/ Foto: Cristian De Lira

NESSUM DORMA!

COLABORADORES Alberto Aldape Barrios

Karina Barba

Es Licenciada en Derecho con Maestría en Administración Pública y Políticas Públicas, actualmente funge como Consejera Electoral en el Instituto Estatal Electoral en Aguascalientes. Twitter @CardenasDiana

Ing Químico y actualmente Director del Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial de Aguascalientes (CIDE-AGS) aaldape@creceags.org.mx

Activista Social, Politóloga y Presidenta de la Red Nacional Pro Paz.

Álex Solís

Cindy Macías Avelar

Mtra. Diana Cárdenas Ornelas

Álex Solís es persona autista y ciudadano 24/7 @AlexSolHer

Secretaria de Estudio y Cuenta en el Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes

Juan Carlos Soledad Pérez Presidente de la Comisión de Desarrollo Democrático de Coparmex Aguascalientes.

Nessum Dorma es un conjunto de plumas que opinan libremente sobre participación ciudadana, capacitación electoral y promoción del voto en el Proceso Electoral Local 2020-2021; que organizan conjuntamente el INE y el IEEA. Las opiniones vertidas son entera responsabilidad de quienes las emiten. Director: Miguel Ángel Pérez Cadena Editor: Alejandro Solís Hernández Diseño: ESTUDIO BOCADILLO


2020, AÑO EN QUE LA JUSTICIA ELECTORAL NO DESCANSA Por Diana Càrdenas

El 2020 es un año que ha estado lleno de retos en todos los frentes de la vida de los mexicanos. La pandemia nos llevó a permanecer dentro de nuestras casas en un aislamiento social, llevando nuestra vida cotidiana a parecer más un capítulo de la caricatura de Los Supersónicos donde las visitas a los abuelos, un salón de clases y las juntas de trabajo se convirtieron en pantallas llenos de cuadros con imágenes en movimiento. De forma inédita, se cerraban juzgados y se suspendían plazos legales; a la par, los derechos de miles de mexicanos se mantuvieron en un impasse hasta que ministros, magistrados y jueces encontraron en la conexión remota, una vía para continuar con su labor de impartir justicia. En el reto del aislamiento, el Sistema Judicial mexicano hizo de la tecnología su aliada, logrando así, la convergencia de los Derechos de Justicia y de Salud Pública.

"En el reto del aislamiento, el Sistema Judicial mexicano hizo de la tecnología su aliada" Durante este periodo de pandemia, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación realizó algunos avances al validar a los Tribunales Locales, entre ellos Coahuila, Oaxaca y Puebla, la utilización de la tecnología como la realización de sesiones a distancia, la implementación de juicio en línea, la solicitud de medidas cautelares vía correo electrónico, la implementación de sistemas de notificaciones electrónicas, por mencionar algunos. Incluso, se ordenó al INE que la Comisión de Quejas y Denuncias sesionara vía remota para que resolviera sobre medidas cautelares y Procedimientos Especiales Sancionadores. La misma Sala Superior realizó sus sesiones vía teleconferencia, todo esto durante la pandemia. El pasado 23 de octubre de 2020 el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) firmaron un convenio de colaboración que establece las bases generales y compromisos relacionados con la implementación del Juicio en Línea. Este convenio permitirá que los Medios de Impugnación que se promuevan y en los que el INE sea autoridad responsable o vinculada, se lleven a cabo mediante el sistema de juicio en línea y utilizando la firma electrónica. Ésto permitirá que las comunicaciones en el proceso entre el INE y el Tribunal sean en tiempo real.

La firma de este convenio representa los primeros pasos para la implementación de estas tecnologías al servicio de la justicia electoral. De llegar a concretarse la implementación de esta tecnología en su totalidad, la justicia en línea favorecerá la inclusión de grupos de atención prioritaria, como son las personas débiles visuales y personas con algún tipo de discapacidad, que tienen en los instrumentos tecnológicos, una herramienta que les ayuda en su comunicación. Así mismo, con apoyo de video conferencias y algunos programas de traducción simultánea, se podría asegurar la protección de los derechos de las personas que hablan una lengua indígena cuando el acceso a un traductor está limitado. En cuanto a la justicia electoral, el uso de la tecnología tiene grandes beneficios en lo que a la protección de derechos de la ciudadanía se refiere. La interposición de medios de defensa, solicitud de medidas cautelares y hasta consulta de los expedientes de forma remota, no solo facilita a la ciudadanía el acceso a la justicia electoral, sino que la vuelve accesible para los y las usuarias. La inmediatez en el envío y recepción de la información hace real que la justicia es pronta y expedita, permitiendo una adecuada protección de los derechos político-electorales. Los tribunales electorales tienen un desafío al frente, y éste consiste en la inversión en tecnología del siglo XXI para la impartición de justicia electoral. Tecnología de seguridad como el blockchain, firmas digitales y la ciberseguridad son requeridos para dar un entorno de protección y secrecía al actuar judicial. De no realizar inversión en este tema, seguiremos con una virtualización artesanal, con esquemas híbridos, donde al final, seguimos dependiendo de expedientes en físico para brindar confianza. Se tiene considerado que la implementación de la tecnología será gradual. Iniciando con acuerdos entre autoridades y continuando con la dotación de un marco legal que lo regule, la asignación de recursos, el desarrollo de sistemas, la concientización a los usuarios. Es un plan a largo plazo que inició con una crisis sanitaria. La alianza entre derecho y tecnología, Tecnología Legal, llegó para quedarse en nuestro país. Con motivo del COVID-19, podemos asegurar que inicia una nueva era en la impartición de justicia electoral, en la cual se inició la transición de los procedimientos por las vías tradicionales a otro donde se privilegia la utilización de la tecnología al servicio de los derechos político-electorales de los ciudadanos, con una nueva visión del derecho, donde la inmediatez, gratuidad, publicidad y cercanía tienen nuevas definiciones y donde se mejora la eficiencia y eficacia en la impartición de justicia.

¡TODOS LOS POLÍTICOS Y POLÍTICAS SON IGUALES! Por Karina Barba

¡Todos los políticos y políticas son iguales! Esta es una expresión que escuchamos desde hace décadas, descalificando el trabajo que realizan miules de mujeres y hombres en la política, siendo una de las principales justificaciones del por qué la sociedad está desinteresada en participar de manera activa en la política de nuestras comunidades y peor aún, del acto de no ejercer nuestro voto en las jornadas electorales, asegurando que gane quién gane las cosas seguirán iguales, pero ¿realmente es así? Considero que es momento que la ciudadanía nos empecemos a cuestionar la realidad de nuestro país, y si es responsable de nuestra parte el dejar en manos de unas cuantas personas el destino de toda una nación. El desempeño de la clase política en nuestro país por supuesto que es cuestionable, criticable y algunas veces ha sido hasta vergonzoso, sin embargo, no debemos olvidar que estas personas son un extracto de la sociedad, y que nos guste o no, son una representación de lo que somos como pueblo, de nuestra ética, de nuestra cultura cívica. Es momento de hacernos responsables de la parte que nos toca a cada uno como ciudadanos y ciudadanas de este país, tener consciencia de que este México es lo que es, por lo que yo hago o dejo de hacer todos los días, y -opino- no todo es responsabilidad de la clase política, ¿en dónde quedamos las demás personas?, ¿en dónde queda el ejercicio de nuestra ciudadanía? Y es que ser ciudadano o ciudadana implica derechos y obligaciones, a los que se está sujeto por ser miembro de una comunidad organizada, por lo tanto, para poder ejercer nuestra ciudadanía, tiene que existir

"¿Qué pasaría si en lugar de críticar desde la apatía, nos involucramos?" la plena conciencia de que necesitamos capacitarnos para poder entender nuestra relación con el Estado y la democracia. Es cierto que existe un descontento con los resultados de la democracia, más no con la democracia en sí misma y es que hemos logrado tener un gran avance en el valor del sufragio, sin embargo, no se ha visto reflejado en la solución de los grandes problemas estructurales de la pobreza, desigualdad e injusticia que padecemos históricamente. El desencanto con la democracia, es el resultado de las expectativas puestas en las instituciones, actores políticos y autoridades surgidas de las urnas que derivan en decepción ante la capacidad de respuesta y la debilidad del Estado de Derecho, desencadenado en una baja estima de los partidos políticos, los congresos y la disminución de la confianza en las instituciones públicas y entre las personas, así como el debilitamiento del tejido social; ante esta realidad se vuelve indispensable un cambio en nuestra cultura política que esté basado en fortalecer el ejercicio de nuestra ciudadanía. ¿Qué pasaría si en lugar de criticar desde la apatía nos involucráramos? La debilidad de la cultura democrática de las mexicanas y mexicanos se expresa por medio de la distancia que separa a las y los ciudadanos de los procesos de toma de decisiones con respecto de la

vida pública, de la desconfianza por el cumplimiento de las normas y del desencanto con los resultados entregados, por lo tanto el cambio de la cultura política requiere una sociedad que se involucre en las decisiones públicas de sus comunidades, en el aumento de la exigencia a: partidos, instituciones y gobernantes, y en que la rendición de cuentas se convierta en un parámetro del ejercicio responsable y regulado del poder. Si queremos que México crezca, y tener una sociedad equitativa que nos ofrezca opciones y oportunidades a todas las personas garantizando nuestro bienestar social y desarrollo humano, es necesario que asumamos la responsabilidad de fortalecer nuestra cultura cívica, en donde nos nos apropiemos de manera responsable nuestros derechos, contribuyamos e incidamos en la discusión pública y sobre todo creemos contextos de exigencia: a los poderes públicos y la eficacia del Estado de Derecho. Te invito a que la próxima vez que digas o escuches decir “Todas las políticas y políticos son iguales”, te cuestiones: ¿Qué estoy haciendo yo para que México sea mejor? ¿Qué estoy haciendo yo para fortalecer la ciudadanía y participación democrática de mi país?, porque al final la correcta afirmación sería “Los mexicanos y mexicanas estamos representados en nuestra clase política”.


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