NESSUN DORMA 4

Page 1

2.4

Noviembre 22, 2020 Suplemento Electoral presentado por

Año 2 / Número 4 lja.mx/nessum-dorma

C A M PA Ñ A S E L E C T O R A E N R E D E S S O C I A L E SL E S Pe r s p e c ti v a p a ra e l p ro c eso e le c to ra l e n c o n te x to d e p a n d e m ia Po r Ci nd y Cr is ti na M ac ía s Ave la r

La “nueva normalidad” que nos ha traído la pandemia del COVID-19, ha implicado grandes cambios en las actividades públicas y privadas en todo el mundo. Los procesos electorales no quedan excluidos de esta inercia. Autoridades electorales, partidos políticos, candidatas y candidatos, así como la propia ciudadanía, se encontrarán ante el reto de reconfigurar la forma en que éstos se desarrollarán, principalmente para cuidar la salud de todas y todos, pero también para evitar el abstencionismo, llegar al mayor número de votantes, velar porque se respete la ley y que los comicios se efectúen en el mejor contexto posible. La forma en que se desarrollan las campañas electorales es uno de los temas de mayor interés, pues tradicionalmente los actos de campaña y propaganda electoral, son una manera de allegarse de adeptos que en su momento emitirán su voto en favor de los contendientes en el proceso. Su desarrollo implica un contacto persona a persona con las y los candidatos, donde la ciudadanía se acerca a realizarles sus peticiones y exponerles la situación que viven. También es común que, para el registro de candidatas y candidatos, lo partidos realicen actos masivos. Con la nueva realidad, ésto ya no va a ser posible sin que existan grandes riesgos, por tanto, necesariamente los partidos políticos tendrán que replantear sus estrategias. Las redes sociales jugarán un papel trascendental, pues será la vía de difusión más usada para los actores políticos. Es i m p o r t a n te p re c i s a r q u e l a s c a m p a ñ a s electorales a través de redes sociales no surgen a raíz de esta nueva normalidad, sino que ya hay ba stante exper iencia en el tema tanto a nivel internac io n al como nacional. Ya en su momento, Barak Obama demostró su efectividad, al ser uno de los primeros candidatos en ganar una elección presidencial gracias a una plataforma

"Sólo el 76% de la zona urbana del país utiliza estas nuevas tecnologías, mientras que un 47% en la zona rural lo hace" digital muy robusta, donde pudo comunicar el contenido de su campaña e incluso recaudar fondos. El escenario no se presenta sencillo, por lo que hoy en día el tema necesita el replanteamiento de algunas estrategias y reglas, así como trabajar para que las campañas en redes sociales garanticen la veracidad de la información, se evite la violencia política en razón de género y se salvaguarden los principios rectores de la materia; en especial, la equidad en la contienda y la transparencia en el uso de los recursos. Los partidos políticos, candidatas y candidatos tendrán como aliados los famosos “memes”, un sticker o un GIF para difundir de una manera clara y sencilla sus propuestas a la ciudadanía, para que lo asimilen de forma rápida y lo puedan replicar. También deberá prevalecer el respeto a la libertad de expresión. Los debates seguirán siendo esenciales para dar a conocer a la ciudadanía cuál es la oferta política de cada candidata y candidato. Las conductas que las autoridades electorales tendrán que vigilar no varían mucho respecto de un proceso tradicional, los límites de las actuaciones de las y los candidatos serán: no hacer uso de recursos públicos, no realizar calumnias a las oposiciones, cuidar la violencia política en razón de género y la exposición de menores, el periodo de silencio previo de la jornada electoral, entre otros. En este proceso electoral, las autoridades se enfrentarán principalmente ante la problemática de las fake news, la segmentación de mensajes, la cláusula del buen samaritano, que no responsabiliza a las redes

sociales del contenido que se publica y que fue instaurada en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica que recientemente entró en vigor, la publicidad que en algunas plataformas no es posible localizar su origen, la imposibilidad de detectar bots que pueden distorsionar una discusión y que suelen ocultar dinero gastado, entre muchas otras cuestiones que el amplio espectro de la red ofrece. También habrá que cuidar el uso de datos personales, ya que las bases de datos van a ser muy codiciadas. De igual forma, se deberá estar muy atentos en la aplicación de medidas cautelares, como “bajar” propaganda ilegal en cuanto sea denunciada, sobre todo tratándose de calumnias y violencia política contra las mujeres y sería conveniente establecer códigos de conducta. La desigualdad seguirá siendo un problema, porque sólo el 76% de la zona urbana del país utiliza estas nuevas tecnologías, mientras que un 47% en la zona rural lo hace. Los usos y costumbres de algunas zonas del país, también van a constituir otro reto. Este panorama para el que nadie estaba preparado y que no se visualizaba hace algunos meses, sin duda pondrá a prueba la capacidad y creatividad de todas las autoridades electorales, actores políticos y ciudadanía, implicará ajustes y cambios en las estrategias y en las reglas del juego; sin embargo, considero que haremos frente a esta contingencia y saldremos adelante, como lo hemos demostrado en muchas otras ocasiones donde se ha puesto en jaque al sistema electoral mexicano.


PANDEMIA Y DEMOCRACIA

¿FÓRMULA PELIGROSA O MILAGROSA? Por Karla Martínez Collazo

¿Y CUÁLES PALABRAS EMPLEARÁN PARA SUS CAMPAÑAS? Por Álex Solís Aclaración pertinente: respeto, y mucho, el trabajo de las personas que sí saben hacer mercadotecnia política, y lo hacen de manera ética y profesional. Este no es un texto sobre Filología o Lingüística, se trata de un breve repaso sobre las palabras que en los últimos 30 años los políticos han empleado en sus campañas; ya sea como el lema o como la frase pegajosa que marca la diferencia. Conscientemente escribí los políticos y no las políticas, ya que, a finales del siglo pasado, y al inicio de éste, los asuntos públicos, la política y las elecciones todavía eran “cosas de hombres”. Ya sabemos que por la pandemia covid-19, los actos masivos no se realizarán como siempre, es decir, los “baños de pueblo” quedan fuera de los planes de campaña; lo que obliga, desde ya, a las y los estrategas de campaña a ser personas más creativas para estos menesteres de salir a ganar simpatías y contrarrestar las antipatías y convertirlos en votos.

El año 2020 nos sorprendió como nunca: el mundo entero se vio de la noche al mañana azotado por un virus de orígenes poco claros, pero de fatales consecuencias. Acto seguido, algo impensable para la era global y de desenfrenado movimiento social de dicha época ocurrió. Primero surgió la alerta y con ella la incredulidad. Después vino el confinamiento social. La reclusión obligatoria nos hizo replantearnos cada pequeño rincón de nuestra rutina: de pronto los lugares públicos dejaron de ser seguros, así como dejó de ser seguro saludarse de beso o de mano, e incluso actos de supervivencia básicos como salir a hacer la compra perdieron también su aparente inocuidad. Un coronavirus vino a instalarse y con él, se instaló también un nuevo concepto sociológico: la nueva normalidad. En el medio de la guerra contra este nano organismo que no está ni vivo ni muerto pero que ha destruido la vida de más de 1.3 millones de personas en todo el mundo, los mexicanos nos preparamos para vivir un capítulo más del ejercicio de la democracia. 2021 es año electoral en nuestro país. El 6 de junio las y los mexicanos elegiremos a lo largo de nuestro territorio 500 diputaciones federales, 15 gobernadores, mil 063 diputaciones en 30 congresos locales y mil 926 ayuntamientos en 30 estados. La homologación de los calendarios electorales, resultado de la reforma política de 2014, obliga a la instalación de aproximadamente 164 mil 500 casillas, ocho mil más que en 2018. El simple hecho de pensar que, en medio de una pandemia donde no debe haber eventos que congreguen multitudes, deberán trabajar un millón 480 mil funcionarios de casillas para la correcta celebración de la jornada electoral, hace que a más de alguno se nos ponga la piel de gallina. Además, las elecciones no solo deben efectuarse, sino que deben efectuarse bajo los principios de calidad técnica, certeza, legalidad y equidad (añadiría además extremas condiciones de bioseguridad). Y si a todo esto le sumamos un recorte presupuestario de 870 millones de pesos, parecería que esta hazaña simplemente no tiene cabida. Sin embargo, permita usted que le hable desde el optimismo propio del inexperto. La pandemia no sólo nos ha traído desgracia y caos, también nos ha traído la invaluable

esperanza del aprendizaje y la disrupción. Hemos tenido que modificar rutinas, hemos tenido que innovar la forma en la que convivimos con los demás. De la noche a la mañana el mundo entero dio un salto a la era digital aún sin ser nativos de ésta. Reubicamos nuestros lugares comunes: la casa dejó de ser casa para convertirse en escuela y oficina. De pronto nos vimos en la necesidad de sonreír debajo de un pedazo de tela, de chocar codos para expresar afecto o de expresarlo todo delante de una pantalla. Pero aquí estamos, aun sonriendo, aun viviendo. De ahí que entonces traiga a la mesa del debate una noción secular de lo que es un milagro: la ruptura de la secuencia lógica y predestinada de algo. Que un fenómeno que debería ocurrir simplemente no ocurra. Quizá el 6 de junio de 2021 seamos testigos de un milagro, cuando vemos que, lo que muchos catalogan como una jornada destinada a fracasar, se convierta en un ejercicio pleno de ciudadanía y civilidad. Es más, con suerte, la pandemia obligue a que ocurran milagros en las precampañas y campañas, con actuaciones de las y los candidatos verdaderamente dignas de aplaudir, con propuestas inteligentes y bien diseñadas y, sobre todo, con juego limpio (como si les hubieran aplicado una capa generosa de gel anti bacterial o mejor aún, de agua y jabón). Para que el milagro ocurra no debemos esperar la aparición de una vacuna, ni tampoco debemos ofrecer un sacrificio a los dioses. Simplemente debemos enfocar nuestros esfuerzos (sociedad, instituciones y gobiernos) a ejercer nuestro papel de verdaderos ciudadanos: acudir a votar acatando todas las disposiciones oficiales de salud que en ese momento imperen y, sobre todo, habiendo reflexionado nuestro voto en función del ahora (¿quién hizo qué en esta pandemia? Debería ser una de las principales preguntas detonadoras para dicha reflexión) y del mañana (¿cómo enfrentaremos una situación similar en un futuro resolviendo los errores que hayamos cometido durante esta situación actual?) Si me lo pregunta, yo espero de la unión pandemia y democracia una fórmula milagrosa, no una peligrosa y ¿usted? Foto: Cristian De Lira

Léxico no es lo mismo que vocabulario. Como vivimos en la república de los expertos en campañas y elecciones (total, en la internet hay muchos artículos, estudios e investigaciones disponibles), éstos inventaron el hilo negro y trazaron la ruta: ¡Vámonos a las redes sociales a hacer las campañas! Según estos expertos: cada individuo con un dispositivo conectado a la web es una persona electora en potencia. Seguro ya analizaron y estudiaron las restricciones que Facebook y Twitter se “autoimpusieron” sobre la venta de publicidad para las actividades políticas. Entonces, en los war rooms y en los think tanks (deben escribirse en inglés para darle realce al trabajo de las consultorías, de otra manera no podrían cobrar en dólares por sus servicios) junto con el diseño de la imagen deben construir el discurso, para así emparejar lo que se ve con lo que se dice; es decir, proyectar a una persona cercana al electorado, pero con imagen de triunfadora en todos los aspectos de su vida. Y es aquí en donde inicia la narrativa de la (pre) campaña. Así, en 1988 Carlos Salinas se propuso hacer la “política moderna”; en 1994 Ernesto Zedillo nos prometió “bienestar para tu familia”; en el 2000 Fox empleó la frase “el cambio que a ti te conviene”, (paréntesis obligado: el “hoy, hoy, hoy” fue fortuito y lo catapultó en las semanas finales de la campaña); en 2006 Calderón inició con la frase “manos limpias” y cerró con “presidente del empleo”; en 2012, el telegénico Peña Nieto nos dijo “Tú me conoces, sabes que sé comprometerme, pero lo más importante, sé cumplir”; López Obrador en su tercera campaña presidencial sentenció “por el bien de todos, primero los pobres”. De niño escuché: “para que existan los desilusionados, primero deben existir los ilusos”; y ése es el propósito de los mercaderes de las campañas: vender ilusiones. Nada como una historia bien contada para convencer a las personas de que su candidato/a es la persona que resolverá todos los males del país y corregirá los daños de las pésimas administraciones del pasado inmediato. Y en ese acontecer, los políticos de centro, derecha e izquierda se han apropiado, para sus lemas de campaña, de las palabras con alta carga emotiva: bienestar, cambio, educación, empleo, justicia, oportunidades, progreso, salud y seguridad. Sí, sabemos que se trata de promesas más que de propuestas, y por eso apelan a las emociones del electorado, de ahí lo crucial que resulta empatar la imagen con el discurso. Ahí radica la importancia de conocer la fuerza de las palabras. Es decir, saber cuál palabra acomoda más para determinada emoción en la colectividad, determinar qué palabra produce tal efecto en la mente de un grupo. Por eso, ante las próximas actuaciones de trapecistas y de “chapulines” de muchos políticos, perdón, ante la próxima campaña, es menester saber qué nos quieren ofrecer en su siguiente intentona electoral. No basta con el cambio de siglas y adaptación del mensaje para su nueva causa política-partidista. Así, los políticos y sus mercaderes de la opinión aplican la intención de las palabras, y dejan muy de lado nuestra intensión de las mismas. La “idea-fuerza” de su mensaje versus nuestra percepción.


OUTSOURCING: ¿JUSTOS POR PECADORES? Por Alberto Aldape Barrios La estrategia de subcontratación de actividades no prioritarias de las empresas, mejor conocida como outsourcing, no solo sirvió para que las empresas mejoraran su productividad y rentabilidad enfocándose a las actividades que generaban valor para las firmas, sino que también fue utilizada, desafortunadamente para establecer estrategias fiscales agresivas. Es por lo anterior que en días pasados el presidente envió a la cámara de diputados una iniciativa de reforma a la subcontratación; ésto para poner “orden” y frenar la defraudación fiscal y la afectación a los trabajadores. Pagan justos por pecadores. El sector obrero “tradicional” poco ha participado en la discusión y en la iniciativa de ley quizás por la negociación frente al próximo proceso electoral del próximo año, en donde la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) brazo obrero de la 4T, busque con su partido Fuerza Social por México desbancar a la otrora poderosa CTM y al Partido Revolucionario Institucional. El marco legal bajo el cual se regían las operaciones de outsourcing, de acuerdo con la opinión del ejecutivo, le negaba prestaciones laborales a los trabajadores, los despedían a fin de año masivamente; no se les reconocían sus derechos laborales fundamentales, ni aguinaldo, ni reparto de utilidades ya que, si bien el mecanismo de subcontratación de terceros se creó para facilitar el trámite de contratación de servicios complementarios para la operación de la empresa, éste se echó a perder, de acuerdo a la opinión del propio ejecutivo. La titular de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, al presentar los motivos de la reforma comentó que la propuesta contempla modificaciones y armonización de: * * * * *

Ley Federal del Trabajo Ley del Seguro Social El Código Fiscal La Ley del ISR La ley del IVA

La propuesta del ejecutivo consiste en regular tres figuras: la subcontratación de personal, los servicios y obras especializados y las agencias de colocación. En lo que respecta a la subcontratación de personal, ésta quedará prohibida, lo cual se traduce en la imposibilidad legal de que una persona física o moral proporcione o ponga a disposición trabajadores propios en beneficio de otra. Las nuevas disposiciones permitirán la prestación de servicios especializados o la ejecución de obras especializadas, que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica de la beneficiaria de los mismos; en tales casos se va a requerir autorización por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y estar registrado en el padrón público.

En cuanto a las agencias de colocación, éstas podrán intervenir en el proceso de contratación: reclutamiento, selección, entrenamiento, capacitación, entre otros. En ningún caso el intermediario se considerará patrón.En cuanto al tema de las sanciones, se prevén más severas para las empresas que incumplan por el delito de defraudación fiscal, ya que no se permitirá la deducción de impuestos y se impondrán multas a todas las empresas que incumplan con este punto. Para especialistas en el ambiente laboral, la re-

forma más importante que se plantea en la iniciativa del ejecutivo es prohibir que las intermediarias funjan como patrón. Para éstos, ésa sería la reforma más importante de esta iniciativa presidencial, ya que es justo ahí donde se encuentra el acto de simulación de trabajo y es el mecanismo de evasión fiscal y de la seguridad social. En los hechos, van a resultar inútiles las empresas que se han convertido en intermediarios, puesto que, al limitar su participación al sólo reclutamiento del personal, pierden sentido como modelo de negocios.

COLABORADORES Karla Martínez Collazo Lic. en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y Consejera Electoral por el Distrito 02 del INE (2020-2021). Asperger convencida de que sólo en la inclusión es posible la evolución.

Álex Solís Álex Solís es persona autista y ciudadano 24/7 @AlexSolHer

NESSUM DORMA! Nessum Dorma es un conjunto de plumas que opinan libremente sobre participación ciudadana, capacitación electoral y promoción del voto en el Proceso Electoral Local 2020-2021; que organizan conjuntamente el INE y el IEEA. Las opiniones vertidas son entera responsabilidad de quienes las emiten.

Alberto Aldape Barrios Ing Químico y actualmente Director del Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial de Aguascalientes (CIDE-AGS) aaldape@creceags.org.mx

Cindy Macías Avelar Secretaria de Estudio y Cuenta en el Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes

José Gil Gordillo Mendoza Socio & Director de Logistikapp Presidente del Colegio de Economistas de Aguascalientes Consejero en Coparmex Aguascalientes

Director: Miguel Ángel Pérez Cadena Editor: Alejandro Solís Hernández Diseño: ESTUDIO BOCADILLO


JOE BIDEN Y LA POSIBILIDAD DE UN CAPITALISMO PROGRESISTA Por José Gil Gordillo Mendoza

La llegada de Biden a la presidencia de Estados Unidos podría representar un giro en algunos aspectos de su modelo económico, lo que sin duda tendrá impacto en la geopolítica global. Existen ciertos riesgos en cuanto a que se presente una mayor regulación gubernamental, incremento en la carga impositiva a las empresas y algunas medidas restrictivas. Estas políticas económicas las estamos viviendo en México, en donde se privilegia la recaudación fiscal para poder ejercer un mayor gasto público (por cierto, mal dirigido hasta ahora). Algo difícil de comprender es que teóricamente habría una mayor coincidencia entre los demócratas en Estados Unidos y el gobierno de López Obrador; sin embargo, en la postura inicial se percibe mayor apoyo a que Trump mantuviese la presidencia, a pesar de que otros mandatarios ya han felicitado a Biden por su triunfo, nuestro gobierno aún no lo ha realizado . El margen de maniobra macroeconómico para nuestro vecino del norte no es muy amplio, la tasa de interés de la reserva federal que se encuentra entre 0 y 0.25%, lo que a pesar de pretender incentivar el consumo afecta la atracción de invertir para ese país y beneficia indirectamente a los socios comerciales como México. Algo positivo es que durante los días posteriores a las elecciones el tipo de cambio ha mostrado un panorama alentador, no solo manteniéndose estable sino apreciándose. El nuevo Presidente de Estados Unidos tendrá que echar mano de nuevas políticas en el difícil entorno de la pandemia, surgiendo la inquietud de cómo ésto va a afectar a nuestro país. La diferencia más clara hasta ahora se encuentra en la política energética y los términos del TMEC. Mi percepción es que la llegada de Biden puede representar una esperanza de una mejor relación comercial global y que será útil para concientizarnos de que algunas políticas que se aplican actualmente en México son erróneas. Capitalismo Progresista es la publicación más reciente de Joseph Stiglitz, economista ganador del Premio Nobel en 2001. Este libro fue mi regalo del día del padre de este año, se los recomiendo. Stiglitz, colaboró durante el gobierno de Bill Clinton y se desempeñó en organizaciones internacionales como el Banco Mundial, ha sido crítico de las consecuencias que ha tenido el impacto de la globalización en los países más pobres, señalando las políticas económicas que favorecen

"Nuestro gobierno actual está más cerca del tan criticado conservadurismo, que del liberalismo" la concentración de la riqueza en pocas manos y promueven una mayor desigualdad. Esta publicación se centra en señalar aspectos de la administración de Donald Trump ubicándolo como un conservador a ultranza, beneficiando a ciertos sectores de la economía y desfavoreciendo con recursos a rubros importantes como el de salud y educación. El término populista para el autor, no es algo peyorativo, sino una persona popular que busca el bienestar de la población. Uno de los temas que pone sobre la mesa, es la forma en que se reparte el diferencial o utilidad de las empresas entre sus colaboradores cuando éstas generan altos márgenes de ganancia. También la regulación que se debería tener en sectores como el tecnológico en donde predominan las grandes empresas. Lo que tal vez no tome en cuenta es que entre mayor sea la carga impositiva, más se reduce el margen de utilidad a repartir y que las restricciones a los gigantes de la tecnología pueden impactar negativamente en el costo al consumidor final y a las empresas en general. A continuación, comparto algunas frases en las que coincido y que considero colaboran en diferenciar el liberalismo económico del socialismo (éste último siendo un sistema que el autor en ningún momento toma como una alternativa viable o deseable): * El gobierno desempeña un papel fundamental en una economía de mercado. * La ciencia y los argumentos razonados han sido sustituidos por la ideología. * La verdadera riqueza de una nación se mide por su capacidad de brindar, de una forma sostenida, altos niveles de vida a todos sus ciudadanos. *Las naciones se enriquecen haciéndose más productivas con conocimiento y tecnología. Y como consecuencia de una organización de la sociedad, que permita comerciar e invertir con seguridad. * Los conservadores, no gustan de ideas de la evolución. Sus

intereses económicos entran en conflicto con los hallazgos de la ciencia; por ejemplo, los propietarios de empresas de carbón, se enfrentaban a la evidencia abrumadora que supone un aporte fundamental al calentamiento global y al cambio climático. * Aquellos que tienen dinero y poder lo han empleado en la política para escribir las reglas del juego de forma que refuercen su ventaja. Así como comparto diferentes conceptos del autor, hay algunos términos plasmados en el libro en los que no coincido ya que son meramente teóricos, ideológicos o sujetos a refutarse, señalo algunos: * Una nación requiere un elevado gasto público en infraestructura, educación, tecnología y seguridad social, el gobierno requiere ingresos para financiarlo. (Un elevado gasto público no garantiza que estos recursos estén bien dirigidos además de que la sinergia con el sector privado multiplica los beneficios). * homas Piketty: “la reducción de los impuestos no ha propiciado un mayor crecimiento” (tampoco hay evidencia que un aumento en la recaudación propicia mayor desarrollo). * El poder de mercado permite a las corporaciones explotar directamente a los trabajadores con salarios inferiores a los que deberían pagar y aprovecharse de ellos de muchas otras formas. (Las empresas con predominancia en el mercado, sobre todo las tecnológicas, tienen condiciones laborales atractivas, no podemos ya hablar de explotación aunque sí se pueden considerar algunas condiciones de trabajo precarias por el mercado laboral). Si analizamos las afirmaciones anteriores, nuestro gobierno actual está más cerca del tan criticado conservadurismo, que del liberalismo. REFERENCIA Joseph E. Stiglitz, 2020, Capitalismo Progresista, Penguin Random House Grupo Editorial.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.