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Cómo el cristianismo primitivo cambió el desierto del Néguev

Recientemente, una excavación arqueológica de urgencia saltó a los titulares internacionales, al descubrirse una gran propiedad agrícola de principios del periodo islámico en la ciudad de Rahat, en el Néguev, continuamente dominada por los beduinos. Durante años los arqueólogos israelíes han estudiado esta región semiárida, en la que suele haber muy pocos hallazgos arqueológicos. Estudios publicados recientemente sugieren ahora que fueron los primeros gobernantes cristianos de la región y no los nabateos, como se solía suponer quienes dejaron una huella tan masiva y duradera en esta vasta franja de tierra que algunos de sus métodos siguen teniendo impacto hasta nuestros días.

Fueron los primeros cristianos y la ciudad de Bizancio quienes, desde el siglo II d.C. hasta el VI, dieron forma a esta región, reconstruyeron los antiguos yacimientos nabateos y practicaron una agricultura avanzada que se beneficiaba de sofisticados sistemas de riego y permitía el cultivo de uvas, higos, cereales y mucho más Fueron responsables de la creación de depósitos centralizados y del desarrollo de líneas defensivas, incluidas impresionantes torres de vigilancia. Algunos investigadores creen que el nivel de desarrollo de la cultura bizantina contribuyó en gran medida a ello, mientras que otros opinan que las favorables condiciones climáticas de la época fueron el factor principal del florecimiento del Néguev. La investigación sobre este periodo único en la historia de Tierra Santa sin duda sacará a la luz más noticias interesantes.

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