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El éxodo de judíos que se van del Oriente Medio moderno
En un tiempo, era precisamente el Oriente Medio el que tenía una numerosa comunidad judía, que a través de los siglos estuvo, a veces más, a veces menos, integrada, pero nunca desaparecía del todo de la vida de los estados árabes. Hoy surge una imagen diferente. De Antje Naujoks
Anterior a la Conmemoración del Shoá israelí, algunos medios de comunicación israelíes trajeron al recuerdo nada menos que a la comunidad judía de Túnez, en África del Norte. Muchos están informados sobre la Campaña África del Norte del régimen nazi alemán; después de todo, eso es parte de la historia militar más conocida. No obstante, la ocupación nazi de África del Norte también cambió la realidad para los judíos allí residentes. En Túnez, por ejemplo, jóvenes judíos fueron internados en campamentos y obligados al servicio laboral. También estuvieron afectados por la expansión nazi más allá de los límites de Europa, los países de Marruecos, Argelia y Libia, y con eso también los ciudadanos judíos que vivían en esos países quienes a menudo después de cientos de años de integración, con el comienzo del siglo XX, eran marginados en sus patrias. El destino de no pocos ciudadanos judíos de Libia debe ser destacado de manera especial, porque primero, ellos fueron llevados a Europa por los fascistas italianos, para luego ser deportados a los campos de concentración en suelo alemán por los matones del nacionalsocialismo.
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En los países anteriormente mencionados, comenzó una persecución masiva de judíos a partir de 1948 en conexión con la fundación del Estado de Israel. En parte, es problemático tener números de fuentes diferentes,pero para Libia se puede fijar,que en 1948 se registraron 38,000 judíos; pero para 1972 ya solamente quedaban 50, y en la actualidad, no queda ni uno solo. En Túnez, la comunidad que en un tiempo fue floreciente, con más de 100,000 miembros, se redujo a unas 900 personas. Los judíos de Marruecos se destacan por estar muy bien integrados, ya que este reino siempre fue considerado como bastante tolerante.En 1948 dicho reino aún contaba con 250,000 judíos, pero en 1972 ya solamente eran 30,000, en un país con el cual Israel recientemente firmó un acuerdo de paz. Para 2006 existen estadísticas fiables,que muestran que en Marruecos viven apenas 3,000 judíos, cuyo número, por cierto, se redujo fuertemente a causa de la pandemia del coronavirus.
Además de esto, en las últimas semanas generaron titulares también otros estados árabes y sus comunidades judías mayormente muy pequeñas.En el tiempo de la fiesta del Pésaj del año 2021 se difundió la noticia, que en Iraq se reunieron nada más que cinco judíos para una celebración.Esto sucede en un país que ya jugaba un papel preponderante en tiempos bíblicos, no solamente con el exilio, sino también con una larga tradición de una comunidad judía viva, a orillas del Éufrates y del Tigris.
En Afganistán las cosas están aún más oscuras, porque se sabe de tan solo un judío, quien de verdad se está atrincherando en la última sinagoga existente en Kabul, ya que la retirada de las tropas estadounidenses le trajeron muchos problemas. Este hombre tiene planes de emigrar a Israel, de modo que en base a la delicadeza de este asunto, uno no debería publicar datos adicionales.
Hubo titulares también por parte de Yemen. En los últimos años, una y otra vez Israel había sacado judíos de este país en operaciones de rescate secretas, porque allí no solamente se enfrentaban al antisemitismo–también están expuestos a las revueltas de la guerra civil, y con eso, al largo brazo de los iraníes.Tan solo en la primavera de este año, hizo los titulares internacionales el secuestro de 13 judíos yemenitas por los rebeldes Hutíes. En el caso de ellos, está involucrada la Agencia de Refugiados de la ONU.Con esto se debe informar, que esta comunidad judía de larga tradición, que en su tiempo contaba con alrededor de 50,000 miembros, hoy consiste de tan solamente seis personas. Ellos ya no pueden tener seguridad por su vida en este país, en el cual Irán toma cada vez más el control.