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AQUELLOS JUEGOS

Florales M Ximo Cay N Di Guez

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OFICIAL DE LA CIUDAD DE LEÓN)

Aleixandre, Luis Cernuda, Pedro Salinas o Jorge Guillén, vino a iluminar los caminos de las futuras generaciones poéticas.

A los Juegos Florales siguieron las llamadas ‘Justas Literarias’ que gozaron también en su momento de una notable preponderancia entre los leoneses, mereciendo, por consiguiente, una especial atención en el programa sanjuanero. Yo mismo he sido público en aquéllas celebradas la tarde del 26 de junio de 1978, lunes, en el salón de actos de la Casa de Cultura, sita en la calle de Santa Nonia. Actuaron los poetas José Luis Cano, Félix Grande, Alfonso López Gradolí y Julio Llamazares, ganador del premio ‘Antonio

González de Lama’ de aquel año con su obra ‘La lentitud de los bueyes’. La manteneduría recayó en el catedrático José Montero Alonso, Premio Nacional de Literatura, en 1928 y 1948, de Teatro y correspondiente de la Real Academia de la Lengua. Condujo el acto Félix Chamorro, una de las voces más representativas de la radiodifusión leonesa. Oscar Rodríguez Cardet era alcalde de León; reina mayor de las fiestas, Susana Pitschel Vázquez, y reina infantil, Mariví González Crespo.

La poesía es una de las credenciales artísticas más identificativas de esta antigua urbe Regia. La nómina de los poetas contemporáneos leoneses así lo confirma. Dado que estas sucintas anotaciones sólo pretenden rescatar del olvido las manifestaciones poéticas que las corrientes al uso borraron de la memoria colectiva, valiéndonos de la divulgación traeremos ahora a capítulo aquellos Juegos Florales que alegraban en distintas épocas del año el espíritu de nuestros antepasados allá por los comienzos de la pasada centuria.

‘La Democracia’ tenía su redacción, administración y talleres en la plaza del Conde Luna nº 5. Este rotativo, dirigido por Miguel Castaño Quiñones, edil ya en 1912 y alcalde de León en 1931 y en 1936, en su edición del 24 de marzo de 1913 daba cuenta de una velada artística organizada por el Ateneo la noche anterior en el Teatro Principal en honor del Presidente y vocales del Instituto Nacional de Previsión, organismo fundado el 29 de febrero de 1908.

La presentación del acto corrió a cargo de Publio Suárez Uriarte, político republicano, abogado y poeta, a quien, en palabras de Crémer, «le estimaban todos, le admirábamos muchos y le envidiaban unos pocos»; actuó la banda de música del Regimiento de Burgos interpretando la fantasía de las ‘Escenas Pintorescas’ de Massenet, y durante la primera parte del programa «la señorita María Sánchez Miñambres leyó impecablemente varios bellos versos de León Granizo, de Mariano Andrés, de Rafael de Pina, de Francisco Roa, de Fernando Blanco, de Lisandro Alonso [Llamazares], de Carlos Marzán, de José Eguiagaray y de Publio Suárez Uriarte. Tras de esta lectura la señorita Anita López Villalibre y el señor Valderrama interpretaron la Romanza en fa de Beethoven con gran maestría, terminando con esto la primera parte del programa de la velada». La segunda parte de dicha función discurrió de suyo por derroteros musicales.

María Sánchez Miñambres fue la primera mujer que alcanzó en 1925 el rango de concejala del Ayuntamiento de León. Los poetas mencionados eran entonces considerados en nuestra ciudad importantes voces líricas.

Junto a ellos debe destacarse el nombre de Alberto López Argüello, injustamente preterido por los leoneses, acaso porque sus quehaceres profesionales le obligaron a trasladarse a Santander, donde sí fue reconocida su valía poética.

Benito Blanco obtuvo la flor natural, es decir, el primer premio, en los Juegos Florales de León en 1912, con el poema titulado «A León», que comienza con los siguientes versos: «Con mística y piadosa veneración saludo, / ínclita LEGIO SÉPTIMA, la herrumbre de tu escudo, / donde razas y siglos la pátina dejaron / de leyendas de acero, que al calor se forjaron / de energías viriles, de heroísmos y de / el amor a la Patria y el ardor de la Fe». En aquella edición formaron el jurado, reunido en Madrid, Antonio Zozaya, Pedro de Répide y Manuel Machado. Miguel de Unamuno actuó como mantenedor en el acto literario, celebrado en el patio de la Diputación Provincial y organizado también por el Ateneo, cuyo domicilio social estaba en la calle de Gumersindo de Azcárate, hoy calle de Regidores. El año anterior, 1911, en los Juegos Florales organizados igualmente por el Ateneo, resultaron premiados Francisco de Asís Jiménez Moya, Honorato García Luengo, Lucio García Moliner y Pedro Fernández Llamazares. «Fue Reina de la Fiesta, la Srta. María Alonso Llamazares, y formaron parte de la Corte de Amor las Srtas. Guadalupe de Juan, Consuelo Granizo, Emilia Rivas, Asunción Balbuena, Consuelo Mongea, Asunción Eguiagaray, Petronila Arriola, Mercedes Vara, María Casella y Lolita Llamas». Años después, en 1953, Honorato García Luengo sería nombrado Cronista Oficial de la ciudad de León.

A juicio de la crítica imperante, el más sobresaliente poéticamente hablando era el anteriormente citado Lisandro Alonso Llamazares, familiarmente distinguido como ‘Lisandrín’, autor de aquella mítica composición poética titulada ‘Iba solo…’, ganadora de los Juegos Florales celebrados en León en 1907, en el Teatro Principal, con asistencia entre otras personalidades del aludido Gumersindo de Azcárate. El poema, incluido posteriormente en su libro ‘Besos de quimera’, impreso en los talleres de ‘La Democracia’, poemario que vio la luz el cuatro de junio de 1913 con prólogo de León Martín Granizo, empieza así: «Iba solo… Iba solo por el mundo, y era fama / que decía mil bellezas, / que enseñaba las verdades ignoradas, / que ofrecía unos amores celestiales, / que curaba, / que curaba los enfer- mos de la lepra, / de la lepra de los cuerpos y las almas…».

Retornando al núcleo de estos renglones, a manera de coda, recordemos que la noche del 29 de junio de 1927, el Patio de la Diputación Provincial fue el escenario de los Juegos Florales organizados por la Asociación de la Prensa Leonesa. Resultó premiado Lope Mateo, vate pinciano. Fue mantenedor Francisco Roa de la Vega, a la sazón alcalde de la Ciudad. Pacita del Río, hija del Gobernador Civil, José del Río Jorge, fue la reina de la Fiesta.

FULGENCIO FERNÁNDEZ

LEÓN. División de opiniones es la frase que mejor define el mundillo taurino. Casi siempre la hay. Incluso en las mejores tardes nunca falta algún militante del tendido del 7 aunque no exista el tendido en la ciudad.

DOS CITAS, A CABALLO Y A PIE

No podía escaparse la feria leonesa de la división de opiniones, que ya se ha hecho patente ante los carteles que, para unos, van bajando el nivel reciente de la Feria (recuerdan a los José Tomás, Roca Rey, Hermoso de Mendoza...) para otros, tal y como está la situación, habrá que dar por bueno que, al menos, hay Feria y algunos nombres con gancho.

La realidad es que habrá una corrida de rejones (el día 24) con Lea Vicens y Diego Ventura, que han dejado muy buen sabor de boca en presencias anteriores, y Rui Fernandes, que viene cuajando buenas tardes por los cosos españoles.

La del 25 contará con tres espadas que, sin ser de lo más alto del escalafón, tienen cartel. El Fandi es un clásico de la Feria, con muchos fieles de su estilo, varias puertas grandes... también Cayetano acude a León con frecuencia pero, como es habitual en él, ha combinado tardes importantes con petardazos de consideración.

Y completa el cartel El Cordobés, más habitual en el Hola que en Mundotoro, de hecho este año se estrena en la plaza leonesa. Pero tiene sus incondicionales Díaz.

Recortadores

Y se completa la oferta taurina con otro espectáculo, el día 23, el Campeonato de España de Recortadores ‘especial Castilla y León’.

CATALINA GRANDE PIÑÓN PEQUEÑO

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