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El pueblo arropa a la Morenica

La primera procesión de esta Semana Santa salió de la iglesia del Mercado ante miles de leoneses expectantes

David Iglesias

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León tenía ganas de Semana

Santa y así lo demostró. Remolinos de gente se agolpaban en las esquinas y calles cercanas a la parroquia del Mercado en los momentos previos a la salida de la Virgen del Mercado. Tensión, nervios, muchas velas, olor a incienso, expectación y alguna lágrima que caía. Quizá por la devoción que existe a la Virgen del Mercado – coronada será canónicamente el próximo 7 de septiembre – quizá porque era la primera de las cuarenta que saldrán en los próximos días.

Mientras tanto en el interior de la sacristía de la iglesia, los braceros de la parroquia, los mozos del Mercado, rezaban con el Obispo una oración previa a la salida de la procesión. Por fin, salían a la calle y la espera de todo un año llegaba a su fin.

Sonaba ya el canto de la salve por el coro de la iglesia y el repique de campanas de rigor y la Morenica salía ante el pueblo de León pasadas las 20:10 horas anunciando el acto público de fe del Viernes de Dolores. Subía uno de los mozos del mercado la Cruz al trono en el exterior como es habitual por el tamaño reducido de la puerta de la iglesia y sonaba el Himno Nacional. La procesión de la Dolorosa arrancaba su camino por la calle Herreros en dirección a la plaza del Grano - abarrotada - y lo hacía acompañada por la Agrupación Musical de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad. Precedía la marcha la Banda de Música del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. El paso se detuvo, como manda la tradición, al llegar a la capilla del mo- nasterio de las RR.MM. Benedictinas. Allí, los braceros giraron e introdujeron el paso en el interior, donde las monjas le cantaron la Salve.

Hubo más salves en el recorrido, en la Catedral, en la glorieta de Santo Domingo. Cantos de devoción y de Pasión, de una Semana Santa deseada por las cofradías - representadas todas en esta procesión inaugural - y por todos los papones de acera y amantes d e estos diez días de fervor religioso, artístico y popular. Porque la Morenica ayer se dio un auténtico baño de multitudes.

¿SABIAS QUE UNA DE LAS MEJORES CERVEZAS DEL MUNDO SE HACE EN LEÓN?

DAVID IGLESIAS

Como abad de San Isidoro y Vicario General de la Diócesis de León, Luis García Gutiérrez (Villaquilambre, 1975) conoce bien los entresijos de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades.

Predicó esta semana el triduo a La Soledad, de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, y reconoce que ha sido invitado por la Cofradía del Dulce Nombre para pujar «una tirada» en el paso del Nazareno en la mañana del Viernes Santo.

Inmerso ya en las celebraciones de Semana Santa y con la carga de trabajo que acarrean sus dos cargos actuales como abad y como ‘segundo’ del Obispo, cuenta que ya ha dejado las parroquias que tenía, entre ellas, la de Villaturiel. Con motivo de la celebración de la Semana Santa, que llega con la presidenta de la Junta Mayor cuestionada por parte de su propia cofradía, María del Dulce Nombre, concede esta entrevista en su despacho de la sede del Obispado en León.

– ¿Cuál es la relación actual entre el Obispado y la Junta Mayor?

– Es cierto que con motivo de la elección de la nueva presidenta de la Junta Mayor – Diana Belén García –do cierto malestar en algunos ámbitos de las cofradías, pero por parte nuestra se han cumplido todos los procedimientos que exigen los estatutos de la Junta Mayor para el nombramiento. Esto ha creado algo de tensión en los últimos días, pero es una cuestión interna de la Cofradía María del Dulce Nombre. Realmente la llegada del nuevo Obispo Luis Ángel De Las Heras ha sido un revulsivo muy grande para las cofradías. La sensación que tengo es que las cofradías se sienten queridas, cuidadas y apoyadas por el Obispo. Y viceversa también. Don Luis Ángel tiene una estima muy gran- de a la piedad popular. Hay una buena conexión y una buena sintonía entre el Obispado y las cofradías.

– ¿Es claro el apoyo del Obispado a las procesiones y actos públicos de fe?

– Decididamente. Las cofradías siempre intentan incrementar sus actividades y eso es loable, pero en la etapa anterior con Don Julián no se permitían t raslados fuera de Semana Santa, por ejemplo y ahora sí se permiten. A veces aprovechan actos para hacer procesiones un poco fuera de contexto y en algunos casos se les ha dicho que lo hacemos en Cuaresma. La piedad popular abarca más que las procesiones penitenciales y hay otras procesiones, como en las festividad de San Isidoro o el Corpus, con normalidad.

– ¿Qué valoración hace del Encuentro Nacional de Cofradías?

– Fue un impulso decisivo porque se manifestó la unidad de las cofradías en torno a un acto concentrado en tres días, con una implicación muy grande de los hermanos. Significó después del verano retomar el pulso dentro de las cofradías, no exento de dificultades, donde algunas no querían en un principio realizar una procesión extrordinaria y el debate quehubo sobre si se hacía con túnica o no. Algunas, como el Sacramentado, pidieron dispensas para saltarse los estatutos, que se concedió.

– ¿Cómo recomienda a los cofrades vivir la Semana Santa?

– En León decimos que es ciudad de Semana Santa entendido como ciudad de procesiones. Desde la perspectiva de un cristiano, eso es un aspecto – la piedad popular – pero hay que complementarlo con lo que significa la vivencia de la fe en las celebraciones litúrgicas. En las indicaciones de la Iglesia, está que la piedad popular nace de la Liturgia y conduce a ella. Es decir, quien participa en una procesión pública lo hace desde una celebración dentro del templo, en celebraciones hermosas, como la Pasión o la Vigilia Pascual. Una vida espiritual no solo hacia fuera, sino también hacia dentro, entendiendo que lo que celebramos por las calles nos afecta a nosotros y a nuestra vida.

– ¿Cuál será la presencia del Obispado en las procesiones de Semana Santa?

– El Obispo nos ha sorpendido con las imágenes del año pasado pujando él mismo en la procesión de la Dolorosa y del Santo Entierro. Y este año estará también, y yo, como abad de San Isidoro, en la oficial, la del Santo Entierro. Las cofradías tienen el gusto de invitar y nuestra presencia es muy fuerte. También predicaré el Encuentro del Viernes Santo.

Sobre el museo: «Las imágenes al culto no se van a retirar, pero será igualmente interesante» en las iglesias no se van a retirar, o no se deben retirar, aunque el plan museológico será igualmente interesante. Está ya cerrado con las cofradías las imágenes que aportarán al museo y solo queda diseñar cómo será la musealización, con un discurso y una señalética adecuados. – ¿Coronación de la Virgen del Mercado? – Es algo que ha creado mucha expectación entre las cofradías. La Virgen del Mercado tiene mucha repercusión para todo leonés, especialmente los vinculados a aquel barrio y va a ser un acontecimiento. Debe ser en casos de auténtica referencia para el pueblo cristiano y en este caso se cumple sobradamente.

La Cofradía María del Dulce Nombre vive momentos de tensión, en los que un sector de hermanas reclama que la elección de la presidenta de la Junta Mayor, Diana Belén García, no cuenta con el apoyo interno de la cofradía, provocando esta situación un conflicto que se hizo evidente en la reunión asamblearia de ‘las Marías’ previa a la Semana Santa. El consiliario de la penitencial, Manuel Fláker, disolvió la reunión porque la tensión y el enfrentamiento entre grupos de hermanas fue «desbordante». La polémica llegó cuando se conoció en el ámbito cofrade las palabras que utilizó el sacerdote consiliario, ya que afirman desde la cofradía que las calificó como «malas cristianas».

El vicario general, Luis García, reconoce «que se ha abierto una imagen negra sobre él» por su apoyo decidido a Diana. «Las hermanas de esta cofradía que no apoyan la elección de la presidenta de la Junta Mayor se han posicionado contra él. Él actuó como haría cualquier consiliario». Asegura haber hablado con Fláker para conoce lo que pasó realmente y explica que «cuando comenzó la tensión trató de poner paz llamando a la cordura, pero en la asamblea se llegó a faltar al respeto con insultos, voces e incluso acciones cercanas a las agresiones» y antes de que llegase a algo más grave, el cura decidió en ese momento suspender la asamblea.

«Otra cosa son las palabras utilizadas, pero hay que entender que en un momento de caliente, uno puede decir algo que luego no te apetece decir». A pesar de ser algo interno a la cofradía, porque «el Obispado cumplió los estatutos de la Junta Mayor» puede que les afecte si les acaba llegando un recurso judicial.

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