P
ara un fotógrafo de naturaleza —y, en especial, de aves, como es mi caso—, hablar de limícolas es hablar de excelentes sesiones fotográficas, ya sea en solitario o en compañía de buenos amigos. Son jornadas que difícilmente podrás olvidar, tanto por el momento vivido a escasos centímetros de una de esas especies, como por el montón de anécdotas que te deparará la jornada y que luego se convertirán en el tema de conversación mientras tomas una buena caña con tus compañeros de «limicoleo». Para fotografiar limícolas en la costa, nos olvidaremos de estar metidos en incómodos hides
durante horas, ya que en esta disciplina será necesario echarnos cuerpo a tierra, por dos motivos: para poder acercarnos al ave sin que recele de nuestra presencia y por cuestiones estéticas. Una fotografía a ras de suelo gana mucho frente a una toma picada (ya que lo que haremos será desenfocar el fondo y el suelo para dar unos efectos visuales más impactantes, frente a una fotografía con apenas valor estético que sería, por ejemplo, un contrapicado). Las zonas por las que me suelo mover son pequeñas playas de las Rías Baixas que no suelen estar muy transitadas por
personas (bañistas, pescadores, runners…), perros, tractores de limpieza, etc. Esto es importante, ya que la presencia de esos elementos puede dar al traste con nuestros planes y hacer que el madrugón no haya servido de nada. También suelo frecuentar algunas playas de Asturias, donde mis dos buenos amigos Mario Suárez y Julio César González hacen que todo sea más llevadero y que una jornada de limícolas pase de ser buena a excelente.
CONSEJOS ANTES DE FOTOGRAFIAR Al contrario de lo que puede ocurrir en el mar Mediterráneo o en
Correlimos gordo (Calidris canutus). F/4, 1/2500 s, ISO 200
lagunas y charcas del interior peninsular, aquí debemos tener siempre en cuenta las mareas. Una marea demasiado baja hará que las aves se dispersen demasiado y sea prácticamente imposible dar con ellas; y una marea alta puede hacer que se marchen a sus dormideros habituales, normalmente zonas de rocas inaccesibles mar adentro. El día anterior a nuestra jornada fotográfica, deberemos estudiar con una buena tabla de mareas cuál será la más adecuada para llevar a cabo nuestra tarea. Existen varias aplicaciones para móvil donde podremos consultar todos los datos acerca de la pleamar, la bajamar, las mareas vivas y muertas, la salida y puesta de sol, etc. Además de las ya comentadas mareas, no nos podemos olvidar, por supuesto, del tiempo atmosférico. Si sois de los
que adoráis fotografiar con sol, os recomiendo un buen madrugón para llegar con la mejor luz y evitar la temida invasión de la playa por parte de los bañistas. En cambio, si preferís los días nublados, como es mi caso, el factor «bañista» se reduce drásticamente (aunque no quiere decir que nos libremos de ellos). Siempre aparecerá el paseante con el perro, el pescador de turno al que le gusta madrugar tanto como a ti o, como os comentaba antes, el runner playero, que no dudará en pasar justo por donde tú estés (la ley de Murphy está a la orden del día en esta modalidad fotográfica).
ÉPOCAS DEL AÑO Las mejores épocas del año para fotografiar limícolas en la costa gallega y asturiana suelen ser las que coinciden con los pasos pre
y posnupciales: en los meses de abril, mayo y junio; y a mediados de agosto, septiembre y octubre, respectivamente. Durante el paso prenupcial, nos podemos encontrar con maravillosos plumajes nupciales en correlimos comunes, tridáctilos, chorlitos grises, carambolos, vuelvepiedras, agujas colinegras y colipintas. Con un poco de suerte, podremos ver algún correlimos gordo, y su espectacular plumaje anaranjado, o algún chorlito dorado con su pecho negro y plumas de «oro». En el paso posnupcial, las playas se llenan de jóvenes limícolas que vienen de latitudes más al norte (como Groenlandia, Islandia, norte de Rusia, etc.) y hacen escala de camino a sus cuarteles de invierno para reponer fuerzas y descansar durante sus largos viajes.
Correlimos común (Calidris alpina). F/4, 1/400 s, ISO 640
ARTÍCULOS | IRIS 2017
ARTÍCULOS | IRIS 2017 26
FOTOGRAFIAR LIMÍCOLAS EN LA COSTA
27