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Maruchi Morillo
from Revista Iris N.º 27
by AEFONA
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Dual. Canon EOS-1D X Mark II, f/11, 2.5 s, ISO 100
Luces. Canon EOS 5D Mark III, f/2, 1/125 s, ISO 160
Espejo helado. Canon EOS 5D Mark III, f/8, 3.2 s, ISO 100
Nací en Badajoz, pero pasé mi infancia en un pequeño pueblo de la campiña sur de Extremadura. A los 18 años nos trasladamos a Sevilla, que es donde hoy resido.
Siempre me gustó la fotografía, pero, por diversas circunstancias, no pude dedicarle la atención que merecía. Durante bastante tiempo solo fotografiaba momentos familiares con una pequeña cámara…, hasta el año 2012, cuando comenzó mi aventura como aficionada a la fotografía de naturaleza.
Un día de ese año, buscando información en las redes, por casualidad encontramos un curso de un gran fotógrafo de naturaleza, y esa ha sido nuestra principal escuela. A esta formación le hemos sumado algún libro, alguna charla de composición, salidas fotográficas cada vez que hemos podido, y mucho tiempo para mejorar cada día. (Hablo en plural, pues, como saben los que me conocen, comparto esta afición con mi otra mitad.)
Para poder disfrutar más de estas dos aficiones, en 2015 construimos un bebedero de reflejos (en un pequeño olivar en la provincia de Badajoz), con el que disfrutamos muchísimo observando las pequeñas aves que lo visitan y, en ocasiones, tenemos la suerte de ver especies de mayor tamaño.
Qué sensación tan grata, cuando el esfuerzo, el trabajo y la paciencia dan sus frutos, y cuando sientes que ayudas a los más pequeños a pasar esas frías noches de invierno de Extremadura.
Personalmente la fotografía me ha ayudado a disfrutar de la naturaleza; es una buena excusa para viajar y conocer lugares que te dejan con la boca abierta, y para mostrarlos al mundo con otro punto de vista.
@maruchiyvicente_chixvic
Baile peligroso. Canon EOS-1D X Mark II, f/5.6, 1/800 s, ISO 1600
Dulzura. Canon EOS 5D MARK III, f/5.6, 1/400 s, ISO 1600