¿QuÉ PUEDO HACER CON MI HIJO? Guía Familiar
TDAH
Psi. Cli. Lolita Rivera
Indice ¿Qué es el TDAH?
3
Síntomas
4
Tratamiento conductual
5
Comorbilidades
6
Entonces ¿Qué puedo hacer? Estrategias de apoyo
7
Muchas dudas surgen cuando en una oficina o consultorio se informa a un padre de familia que su pequeño tiene TDAH. Hay variadas reacciones para ello, muchos encontraran en ello la respuesta al por qué a pesar de tanto esfuerzo, no podían controlar al niño, otros quizá entren en una etapa de negación, cada persona toma la noticia de una forma diferente, cuando finalmente asalta la duda ¿Y ahora qué hago? El presente documento se ha realizado como guía práctica y de fácil acceso para entender un poco las implicaciones de dicho diagnóstico. Es importante recordar que para poder ayudar el niño se necesita de un equipo multidisciplinario, esto incluye a padres y maestros, pediatra, psicólogos y demás, sino cualquier esfuerzo que se haga tambaleará al encontrarse un área sin atender. Psi. Cli. Lolita S. Rivera
¿SABES QUÉ ES EL
TDHA?
El trastorno de décit de atención e hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual. Se trata de un trastorno del comportamiento caracterizado por distracción moderada a grave, periodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas
Diagnóstico Adecuado Una persona diagnosticada con TDAH debe mostrar 6 o más síntoma de inatención o hiperactividad e impulsividad.
LOS SÍNTOMAS COMIENZAN EN LA INFANCIA El comportamiento debe causar problemas signicativos y constantes con las tareas cotidianas
Los Síntomas Incluyen Inatención
Impulsividad
Hiperactividad
Falta de
Interrupciones
Inquietud
concentración
frecuentes
motora
Olvido
Actúa sin considerar
Habla
Dicultad
las consecuencias
contantemente
para seguir
Impaciencia
directrices
Tratamiento Conductual También es evidente la efectividad de la terapia conductual para reducir los síntomas del TDAH. Además es sabido que el hecho de no intervenir de forma precoz para la mejora de algunas conductas hace que éstas no sólo no desaparezcan sino que probablemente aumenten. Además de sus ventajas, es útil cuando la familia no quiere usar estimulantes o ayudar a disminuir la dosis. Ayuda también a los padres a tener una percepción más positiva de su hijo, pero se aconseja usar las dos alternativas para el tratamiento inicial. El tratamiento conductual tiene como objetivos: • Reducir algunas conductas propias del TDAH, ayudando al niño a controlar su movimiento. • Mejorar la conducta relacionada con la atención (conseguir mayor obediencia o mayor atención ante las
tareas escolares). • Aumentar el autocontrol consiguiendo un pensamiento más reexivo (reducir la conducta agresiva y las conductas de riesgo). Es muy importante ir evaluando el tratamiento para determinar su impacto y sus consecuencias adversas a través de la información que den los padres, profesores y el personal de la escuela. Si el plan de tratamiento no diese los resultados que se habían marcado como objetivo, el pediatra, los padres y el personal de la escuela deberían evaluar el diagnóstico inicial, la adherencia a éste y la presencia de condiciones previamente existentes. Extracto de “El pediatra y la familia de un niño con TDAH”, Badía. 2006.
COMORBILIDADES DEL TDAH
Entonces ¿Qué puedo hacer? Como padres, como maestros queremos ayudar pero quizá no sabemos qué estrategia usar o si ésta es apropiada para el pequeño. Rubió Badía et al. propone en su publicación El pediatra y la familia de un niño con TDAH (2006), una serie de estrategias que las personas al rededor del niño pueden poner en práctica para aportar al tratamiento y mejorar la calidad de vida del infante.
Estrategias de apoyo en la escuela - Situar al alumno cerca del maestro para una mejor supervisión de su conducta, tareas y atención. - Premiarle mucho para mejorar su motivación. - Supervisión cercana de la agenda escolar; ayudarlos en la organización de sus tareas, establecer rutinas muy concretas, pocas, y premiar su cumplimiento. - Fomentar la participación en clase para mejorar el nivel de atención y las relaciones con los compañeros. - Fraccionarle las tareas con el n de que las realice todas; fomentar la calidad de las tareas frente a la cantidad. - Dar las instrucciones de forma clara, de una en una, asegurándose de que las ha escuchado y entendido, supervisando y elogiando su cumplimiento. - Uso del refuerzo positivo para valorar su trabajo y esfuerzo (aunque éste sea mínimo). - Señales o códigos de aviso para
ayudar al niño a recuperar la atención. - Ignorar los comentarios que hace el niño fuera de contexto, más allá de lo que sería aceptable por su edad, premiando o elogiando aquello que haga o diga correctamente
Estrategias de apoyo en el área social. - Evitar algunas situaciones conictivas (como grandes reuniones de niños para celebrar algún aniversario). - Invitar a niños a casa que sabemos tienen un buen trato. - Ayudarle a analizar algunas situaciones donde ha presentado algún problema (como cuando se comporta mal con un hermano). - Premiar por el buen trato hacia los otros. - Asistir a tratamiento en sesiones de entrenamiento en habilidades sociales.
Estrategias de apoyo en casa - Asegurarse de que las órdenes son concretas, se dan de una en una, en positivo, sin gritar, supervisarlas y elogiar su cumplimiento. - Mantener el contacto visual en el momento de dar una orden para que preste atención, asegurarse de que está atento en el momento de recibir la orden. - Elogiar o premiar la obediencia (aun cuando lo haga “a regañadientes”).
- Entrenamiento en obediencia (a diario bajo pequeñas órdenes). - Utilizar al máximo el lenguaje positivo (decirle qué esperamos de él), fortaleciendo la buena relación y modelando la conducta adecuada. - Evitar el no (“no corras, no grites...”) y orientar sobre la conducta en positivo (“camina despacio”, “habla bajo”)
Tips de manejo de crisis - No enfrentarse: no plantear el episodio como una batalla, sino demostrarle que “todos estamos en el mismo equipo”, no entrar en luchas de poder o de desafío. - En sus inicios proponer alternativas de solución. - Utilizar un lenguaje asertivo. - Elogiar la conducta inversa (cuando habla de forma amable, pide bien las cosas...). - Ignorar las amenazas o respuestas de desafío por parte del niño. - Extinguir (ignorar) siempre y cuando no suponga un riesgo para el niño o los de su entorno. - Aplicar límites (y sus consecuencias) ante las situaciones que suelen generar estas conductas
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Barkley, R.A. y Benton, C. (2000). Hijos desaantes y rebeldes. Consejos para recuperar el afecto y lograr una mejor relación con su hijo. Barcelona: Editorial Paidós. Badía, Rubió. (2006). El pediatra y la familia de un niño con TDAH. Rev Pediatr Aten Primaria. 2006; 8 Supl 4:S199-216. Canadian Pharmacy Meds. Recuperado de: http://www.canadianpharmacymeds.com/ blog/how-to-treat-adhd/ Canalejo, Rocío; Sebastian, Eladio. (2012). Análisis de los cambios en organización, metodológicos y curriculares del aula para atender a los alumnos con necesidades de apoyo educativo. Estudio de caso. Revista Ibero-Americana de Estudos Em Educaçao. 7(2). Carbone, E. (2001). Arranging the classroom with an eye (and ear) to students with ADHD. Teaching Exceptional Children, 78 – 82. Michanie, Claudio. (2004). Diferencias del trastorno por décit de atención en el niño y el adulto: consideraciones diagnósticas y terapéuticas. En Moizeszowicz, Julio (ed.): Psicofarmacología Psicodinámica IV. Buenos Aires: El autor. 59 – 82. Parellada, Mara. (2009). TDAH Trastorno por Décit de Atención e Hiperactividad. De la Infancia a la edad adulta. Alianza Editorial.