Revista
Remembranzas del Maestro Matovellano Departamento de Pastoral
MI EXPERIENCIA COMO DOCENTE
"El desafío de un docente de este siglo está en generar experiencias de aprendizaje para motivar la capacidad de asombro de los estudiantes". Adriana Araque Bermúdez Ser docente no es solo enseñar sin esto conlleva a sacar lo mejor de cada alumno sin olvidar a sus particularidades que se encuentran en su contexto sociocultural y entorno familiar, de su personalidad, de su estilo y estrategias de aprendizaje.
En febrero de 2016 llegue a formar parte de esta maravillosa unidad educativa y en el momento en el que me asignaron los cursos en los cuales iba a impartir las clases de inglés, me sentía nerviosa y ansiosa ya que no sabía cómo eran mis estudiantes. La hna. Rectora me explico cómo eran las estudiantes cuales eran sus fortalezas y debilidades. Cuando conocí a mis estudiantes pude darme cuenta de que todas las estudiantes no se llevaban muy bien entre ellas, existían grupos. Conforme fueron avanzando los días y en los últimos minutos de mis clases conversaba con mis estudiantes y de esta manera fueron cambiando sus actitudes entre ellas. Estos minutos les permitirles que se expresen e intercambien opiniones y tomando las palabras sabias del mejor libro que podamos encontrar, la biblia, les ayudaba a crecer como personas. Esto me ayudo a desarrollarme no solo como docente sino como persona y al ver que mis estudiantes o como yo las llamaba “mis cuquillos” cambiaron con un poco de amor. Esto me ayudo que el siguiente año ya nombrada tutora de Técnico y aplicando todo lo que había aprendido y con esta experiencia, a ser una buena tutora.
Como reflexión personal creo que es necesario generar experiencias de aprendizaje significativas y con sentido, pero para esto hay que considerar que las condiciones sean
adecuadas para que se puedan generar dichos ambientes, y no dejar de lado las circunstancias emocionales, fe, físicas, humanas, sociales y culturales. Lcda. Angélica Carabajo
ABRAZANDO EL LLAMADO “Id también vosotros a la viña. Os pagaré lo que sea justo” Mt 20, 4 Con este evangelio, el Señor me llamó y también me ubicó en el lugar correcto al integrarme a la viña Oblata para conducirme a redescubrir su plan y después de casi nueve años me sigue remunerando a través de la Eucaristía con la palabra justa para cada acontecimiento. Como miembro de esta familia tengo la oportunidad de compartir con personas extraordinarias, grandes en conocimiento y generosidad a las cuales les agradezco porque con sus cualidades han enriquecido mi formación personal y profesional; como maestra me representa un gran reto, disponerme todos los días para evangelizar en la fe y procurar que los pequeños a los que me confían cada año crezcan en conocimiento y sabiduría. En el abrazo de un segundo encuentro pude empaparme del carisma de la congregación donde al compartir la alegría de la oración reparadora y la escucha en el silencio me llevaron a comprometerme en ser un testigo Laico Oblato Matovellano, bajo el amparo de los Corazones Santísimos de Jesús y María. Lcda. María Augusta Pinos
MEMORIAS DE UN DOCENTE
Ser maestra es la oportunidad de volver a vivir experiencias maravillosas, con ojos de adulta rodeada de esa inocencia de niños. De escuchar a mis estudiantes y sentirme emocionada, con sus nuevos aprendizajes, creer en sus procesos y capacidades, saber que son diferentes, únicos y especiales. Ser Docente es convertirte en cuentacuentos, potenciar sus investigaciones, ser ejemplo, saber que el error es parte del aprendizaje suyo y mío, que juntos aprendemos mejor y que hay mil maneras de aprender. Es recibir y dar abrazos y sonrisas, hablar, reflexionar y vivir las emociones diariamente.
Para mí es la mejor profesión del mundo, la que me ha regalado una mirada de maestra que ya forma parte de mí, las 24 horas del día, la que, aunque el día haya sido malo, también los hay excelentes, y me obligan a seguir aprendiendo y creciendo, porque ellos, nuestros peques, siempre lo merecen.
Mi labor como docente me permite estar en contacto con seres humanos de mentes ligeras y sanas conciencias, me permite acompañarlos en un momento concreto de su vida. Para mí es un reto continuo, ya que para enseñar mejor hay que estar evolucionado en el aprendizaje.
No es una labor exenta de dificultades, en el día a día aparecen
desencuentros, conflictos, disgustos…, pero también hay ilusión, alegría, perdón, comprensión… Ser docente me lleva a sumar la motivación y a restar las dificultades y poder generar un ambiente relajado, dinámico y distendido en una etapa generalmente encorsetada. En definitiva, ser docente es un aprendizaje constante que no deja de maravillarme y enamorarme cada día.
Ser maestra es reír con ellos, jugar, volver cada día a la infancia y recuperar un poquito de ese niño que todos llevamos dentro. Ser maestra es tanto, que por mucho que lo intente, no podré jamás explicarlo del todo. Adoro ser maestra. Lcda. Forángel Quezada
MI MEJOR VIVENCIA DE SER MAESTRA Identificar cuál fue mi mejor vivencia de ser docente, me permitió recorrer una vez más las vías de mi formación profesional, recordar es volver a vivir y llenar el alma de emociones. Tal vez es, cuando miré por primera vez sonreír a un niño porque un profe jugó con él rompiendo la imagen tradicional del profesional autoritario y serio o cuando me topé con una maestra llena de amor por sus estudiantes. Tal vez es, cuando mis chicos se reunieron en círculo y con lágrimas en los ojos agradecieron nuestra presencia. Sin duda es, cuando todos los días hubo cartitas llenas de colores y juegos de palabras o cuando mis adolescentes expresaron sus miedos. Posiblemente es, cuando fui testigo del entusiasmo de los jóvenes por comerse el mundo y solo basta la confianza para dar el primer paso. O cuando conocí las cualidades de un docente que no quiero ser jamás. Pensándolo bien, mi mejor experiencia son todas aquellas vivencias donde he aprendido a ser un buen maestro, a “nadar contra la corriente” y usar el amor como el mejor camino a la educación. No transfiero conocimiento, no dicto clases, no lo sé todo, no enseño todo, no busco autoridad y mucho menos copias exactas de lo que hago, no me asusta un 0 y mucho menos me sorprende un 10. Soy una constante aprendiz, apasionada de sonrisas humildes y sencillas, apostadora de la espontaneidad y la creatividad, exploradora de emociones, artesana de sueños, guerrera de la libertad y servidora de Dios. Ser “profe Gaby”, como me conocen mis alumnos ha significado la manera más bonita de Dios para demostrarme cuanto me ama porque aparte de que hago lo que me llena puedo seguir expandiendo mis valores religiosos. Es por ello, que la mejor experiencia que tengo de ser maestra Matovellana es la oportunidad de estar frente a 31 niños pequeños curiosos por aprender. Lcda. Gabriela Castillo
SOY DOCENTE OBLATA DE CORAZÓN
Docente, una palabra que encierra miles de virtudes, pues dentro de mi experiencia puedo recordar los mejores años de mi existencia. Desde niña me vi realizando con amor y esmero mis actividades, recorrí un camino largo, lleno de dificultades, pero al mismo tiempo colmado de conocimientos y sabiduría porque aprendí mucho de la vida, a ponerle a todo lo que hago el lema del Ob Amorem Dei: Todo por amor de Dios sin esperar nada a cambio, solamente con la convicción de saber que en mis manos están aquellos niños y niñas que de una u otra manera forjarán quizá el destino de un pueblo. Mi diario vivir significa para mí: fe, valentía, amor, entrega, integridad, honestidad, sacrificio, evangelización, servicio, respeto, responsabilidad, justicia, calidad e innovación; para hacer de éste, un lugar en donde me siento orgullosa de pertenecer y llevar la camiseta bien puesta del “Corazón de María”. Hoy puedo decir que tengo mil ganas de seguir con esta labor, que me ha dejado las más grandes satisfacciones. De mis estudiantes aprendo todos los días, cada cosa, cada situación, cada locura o cada desatino, todos esos aspectos permiten que crezca, que cambie, que mejore, así también debo enfatizar los grandes retos que hemos pasado como maestros en momentos difíciles de cada estudiante, pues nos convertimos en mamá, papá ya que cumplimos un rol único y de mucho valor, trazando nuevos rumbos, forjando nuevos horizontes y siempre teniendo en mente que debemos formar seres humanos para una sociedad más justa y solidaria. Por eso siempre mi labor será educar mentes y corazones, adentrarme en cada mundo, en cada hogar, y ser una de las protagonistas de esta gran obra bajo al amparo de los Corazones Santísimos de Jesús y María; porque a partir de mis inicios, como maestra, pude
constatar que me enamoré de esta vocación y entender las palabras de mi mami, “ama lo que haces, y no tendrás que trabajar ningún día de tu vida” Lcda. Jessica Vásquez
TESTIMONIO OBLATO El testimonio es una declaración que hace una persona con el fin de demostrar la veracidad de un hecho o acontecimiento vivido. Por lo tanto, la docencia es una vivencia anecdótica personalizada, donde damos fe de aquellos logros personales. Mi nombre es Martha, docente oblata ya varios años, tiempo que ha sido una entrega completa a mi labor. Aún recuerdo el primer día que por primera vez conocí a un gran equipo de personas que trabajan como docentes; aquella mañana donde iniciaba el receso de los estudiantes pude ir conociendo quienes serían mis compañeras de la escuela, sin olvidar que me acogieron con cariño y empatía. Me sentía como el primer día de escuela cuando niña, donde la emoción, los nervios se apoderaban de cada gesto; ya que sería el inicio de una nueva etapa de vida y trabajo con una institución netamente religiosa. Es verdad que rápidamente el tiempo ha transcurrido, sin embargo, las experiencias obtenidas son la mayor riqueza que un docente puede lograr. Es importante la calidez y calidad de compañeros que te rodean, compañeros que te apoyan, compañeros que te impulsan a ser mejor docente-guía para tus estudiantes. Por lo tanto, me siento feliz y bendecida ya que cada mañana cuando observo los rostros de mis estudiantes, es un motivo más para continuar siendo maestra porque aquello es un verdadero testimonio. Lcda. Martha España
EXPERIENCIA DOCENTE
Cada día de docente es una verdadera experiencia pera la mejor es la que se impregna como un sello en nuestro corazón qué quiero decir es que cada estudiante que he tratado por años es una gran oportunidad de evidenciar la laboriosidad, ternura que Dios ha labrado en ese ser humano haciéndolo único como ÉL es único.
He vivido durante 17 años de docente y administrativo místicas aventuras que se contrastar la relación humana, espiritual, pedagógica y familiar éstas conjugan el momento de aprender el momento de orar y el momento de vivir de un niño o un joven. Esos espacios de su vida que no vuelven nunca , una de las inolvidables experiencias que he vivido como docente Oblata es la conversión de un joven que no fue bautizado por sus padres a temprana edad, él migró a la capital ecuatoriana y llegó al colegio Julio Matovelle a primero de bachillerato y luego de experimentar y vivir día a día la orientación espiritual en las aulas y por medio de la Eucaristía pidió voluntariamente bautizarse en la religión católica cuando cursaba el tercero de bachillerato todo lo hacía convencido, con alegría me di cuenta que entendió lo que hizo y nació en el joven la semilla que necesitaba el agua de Dios para crecer y que la encontró en el conjunto de la oración de más de mil ochocientos niños y jóvenes que allí se formaban. En ese espacio de tiempo fui testigo que la oración a Dios de todo un grupo cae en muchos, pero de manera extraordinaria en uno.
La experiencia de docente me ha inspirado por cinco años como seglar, pero no hay más sorprendente al enseñar la ciencia, la tecnología o el arte acompañada de Dios y de su evangelio esa tarea se vuelve lúcida y esplendente y te ilumina esa luz que es Jesús. Mi más grata experiencia ha sido pasar por el tiempo de mi vida con niños y jóvenes y que en medio de nosotros está Jesús y María que nos evidencian la bondad de Dios. Ser docente
en este tiempo virtual es más increíble todavía porque hemos afianzado nuestra relación con Dios que lo hemos invocado más buscando auxilio.
Cierro las letras al escribir mi experiencia docente diciendo que un carisma se impregna y se esparce como un oloroso y cautivante perfume que corre por el aire trémulo de una institución educativa Oblata y se hace más perfumado con el aroma del evangelio esparciéndolo en la mente y el corazón de nuestros estudiantes por ello un docente Oblato es un gran artífice de delicadas almas de los niños y jóvenes que van caminando juntos a conocer a Dios.
Hna. Mgtr. Mariza Castro
EXPERIENCIA COMO DOCENTE OBLATO Hace casi trece años que ingresé a formar de la comunidad oblata sin imaginar que iba a ser una de las experiencias y aprendizajes más significativas de mi vida y trabajo profesional, ingresando como maestra de primero de básica volví a experimentar una educación evangelizadora como lo hice en mis años de escuela en una unidad educativa religiosa, al siguiente año lectivo me propusieron encargarme del nivel de inicial 2 un nivel que muchas maestras tenían recelo de trabajar por ser los más pequeñitos de la Institución y demanda mucha paciencia, tolerancia y responsabilidad sin dudarlo acepté encantada la Hermana Rectora se sorprendió al ver que acepté al instante ya que había propuesto a dos maestras antes que mí y no habían aceptado, fueron cuatro años maravillosos en donde más que enseñar aprendí de mis niños, en un nivel en donde encaminamos a nuestros estudiantes en su aprendizaje y desarrollo, en esos años me inicié como catequista de la Institución colaborando por 10 años con los niños más grandes, formé parte del Honorable Consejo Ejecutivo involucrándome más con las actividades de la escuela y del colegio, siendo también docente de los jóvenes en participación estudiantil, aprendiendo y enseñando sobre una pedagogía matovellana la cual es transformadora, revolucionaria y muy dinámica en donde la persona es el eje principal siempre a imagen de Dios. Actualmente colaboro en el departamento de Vicerrectorado, el espacio ha cambiado ya no son niños sino adultos a quienes acompañamos, ayudamos y guiamos con la misma paciencia, respeto, tolerancia y responsabilidad que demanda una aula de clases ya que nunca dejaremos de ser docentes para aprender y enseñar a los demás desde el espacio en el que nos encontremos siempre con la guía de Dios y nuestra madre del cielo, como docente oblata he crecido como profesional, madre, amiga, compañera he aprendido el valor y respeto a la vida y a los demás. Lcda. Maydee Tamayo Ramirez
OBLATIVIDAD SIGNO DE AMOR OBLATO Dentro de la realidad docente es muy significativa la experiencia de cercanía y afecto que se puede generar con los estudiantes y esa es la riqueza del que hacer docente en la Unidad Educativa Particular Corazón de María. Transcurría el primer día del mes de noviembre de 2015 y lamentablemente mi pequeñito falleció, esta experiencia tan dolorosa fue la puerta de entrada para vivir la oblatividad como esencia y mística institucional, como olvidar el apoyo de las Hnas. María Tito y Hna. Digna, que con sus muestras de afecto supieron brindar a mi esposa y a mí persona la oportunidad de ir asumiendo este dolor, fue gracias a las convivencias que estaban a mi cargo en la Casa de Retiros de Racar, donde la temática a tratar era: “No nos olvidemos de que somos hijos” y “Recordemos el amor de nuestros padres”. Así fue como esta experiencia se convirtió en un espacio donde el sentir de unos padres que perdieron a un hijo, pero no perdieron la alegría de haber hecho todo lo posible para que se mejore, se pudo llegar al corazón de los chicos, en medio de las exposiciones, ponencias, oraciones, videos, lágrimas y abrazos se evidenció el cariño, el respeto y la acogida a un docente que era nuevo en la institución, fue muy difícil hablar de esperanza cuando el corazón estaba tan herido, pero al ver la respuesta de las y los estudiantes hizo que la fe se fortaleciera y se vea a cada estudiante como al hijo perdido. Hasta esa fecha todos me conocían con el nombre de Rolando porque me llamo José Rolando, pero a los jóvenes creo que les agradó más el nombre de José y me bautizaron con el nominativo de “Pepito” que es como me conocen todos en la Institución. El acompañar a los estudiantes al inicio y fin de cada jornada en la puerta de ingreso, estar con ellos en las aulas de clase, en el patio, en la capilla, hoy en día con las aulas virtuales van generando sentimientos muy profundos con ellos y hacen que se los mire como mi
segunda familia, a más de estar con ellos en clases he podido estar con ellos en la pastoral y en el grupo de teatro donde el poder escenificar el Viacrucis en la semana santa del año 2016 dio inicio a una tradición que se mantiene hasta la fecha y que posibilita unir a estudiantes y docentes para evangelizar, reflexionar, madurar espiritualmente y poder expresar la fe en todo espacio y momento porque se trata de motivar a los demás por medio del testimonio de vida que genera el compromiso de trabajar con la mejor institución del mundo. Can cariño para todos mis compañeros docentes, administrativos, grupo de apoyo, Padres de Familia y sobre todo a ustedes queridos estudiantes. Mgtr. José Arcos
MI EXPERIENCIA COMO DOCENTE TUTOR Lo que es el maestro, es más importante que lo que enseña. (Karl A. Menninger) En mis seis años como docente oblato he realizado disímiles actividades vinculadas al proceso formativo, pero ninguna requiere mayor esfuerzo y dedicación que ser docente tutor. Inicialmente me parecía más cómodo trabajar con los estudiantes de bachillerato, debido a que son más independientes y generalmente tienen iniciativa propia; pero una vez que he tenido la bendición de ser tutor de básica superior por cuatro años, he cambiado mi concepción al respecto. Los chicos de la Básica todavía demandan que les “llevemos de la mano”, se requiere una mayor comunicación con los padres, debemos tener en cuenta que están en la difícil etapa de la adolescencia y, en gran medida, ven al profe como un padre sustituto con el cual pueden conversar algunos asuntos que tal vez en la casa no tienen la apertura de entablar. Todos los estudiantes del 1ro BGU actual han estado bajo mi tutoría. He compartido con los chicos del 8vo “A” (2018-2019), 9no “B” (2019-2020) y del 10mo “C” (2020-2021) momentos inolvidables: salida al cine, almuerzo en el KFC del Millenium Plaza, película en la casa de la Daniela Machado, visita al centro gerontológico de Tarqui, picnic en el parque del zorrito, baile de carnaval de los 10mos… estas lindas experiencias nos permitieron crecer como personas, como cristianos y como grupo. También me ha tocado hacer visitas domiciliarias a Paccha, Tarqui, Ricaurte, San Joaquín, con el objetivo de entrevistarme personalmente con los papitos por algunas dificultades de
aprendizaje y comportamiento de sus guaguas; y tanto chicos como padres se han mostrado muy agradecidos. En los años sucesivos suelen preguntarme: “¿se acuerda profe cuando fue a mi casa?” y terminamos riéndonos de las travesuras que provocaron tal visita. Tengo la convicción de que educar no es simplemente transmitir conocimientos. El maestro a veces es amigo, compañero, familia, misionero, depósito de secretos; en ocasiones felicita, te regaña; es modelo y ejemplo a seguir. Es por ello que esta profesión es tan bonita como complicada, pero siempre edificante. Mgtr. Adrián Quevedo
EL WISKISITO Ser docente de los más pequeñitos es la experiencia más bonita y gratificante, es convertirse en su segunda mamá, recuerdo un día cuando todos los niños estaban realizando una actividad y una pequeña me dice “mami me puedes ayudar” yo feliz de que me diga mami, también es convertirse en su amiga, recuerdo cuando una pequeñita muy triste me contaba los problemas que tenía en su casa, lo único que hice ese día era abrazarla muy fuerte y decirle que todo pasará. Requiere también de mucha pero mucha paciencia, recuerdo un día cuando un pequeño mientras yo daba la clase él siempre interrumpía ya sea cantando “Wiskisito quiero yo” o cuando me daba la vuelta a escribir en la pizarra el bailaba o simplemente hacía gestos a sus compañeros, y los niños empezaban diciendo “profe me está molestando”, en ese momento me daba ganas no sé si de reír o de llorar, y cuando me acercaba a preguntarle porque me interrumpe al momento de dar la clase él tan sereno me veía a la cara, tocaba mi cabello y me decía “profe Ud. porque están bonita” y yo QEEE por donde se me iría el enojo ja ja y sobre todo los pequeños necesitan de motivación, cada vez que ellos realizan ciertas actividades ya sea que tengan errores siempre les digo palabras de motivación que les alegra: tú eres inteligente, hoy estás muy piloso, tu puedes hacerlo bien y ellos con sus caritas sonrientes dicen “gracias profe eres la mejor del mundo” Esta es una experiencia tanto para mí como para ellos, esto marcará una gran etapa es sus vidas, cada oportunidad de compartir y aprender juntos es algo que me satisface, enorgullece y enriquece mi labor profesional docente, bendecida de ser docente.
Lcda. Mayra Calle
A DREAM A COME TRUE When I was a little girl, I played a role using dolls and teddy bears, I Stood in front of them and started teaching numbers and songs, nowadays I can remember these beautiful reminds and I can say it is a dream came true. Personally, I can say teaching is a grateful experience because you can touch a lot of lives with your inspiration. Every day I realize that the futures of the world is in my classroom, the best thing about being a teacher is not that matters how hard the work is because you can figure it out with your body and soul, tired is just a mental state; at the final of the day it is going to be pleased for the work instead you are proud of yourself. Actually, I chose the best profession ever because my students are a special part of my life so I feel students do not need a perfect teacher they need a happy teacher who is going to make them excited to come to school and grow a love for learning. Teacher Fernanda Guerrero
UNA HERMOSA VIVENCIA QUE FUE PARTE DE MI HISTORIA En mis 10 años como docente de esta prestigiosa Institución, que en algún momento fue mi segundo hogar durante mi trayecto como alumna, ahora me encuentro cumpliendo el rol de educar a niños/as, jóvenes y señoritas, los he acompañado en su formación, he aprendido muchas cosas y sobre todo cada uno me ha dejado una historia; sin embargo la vivencia que toco mi corazón fue cuando recién ejerciendo mi profesión de docente, fui la tutora de un curso, el mismo que tenía muchos calificativos colocados por sus demás compañeros, entre ellos el más indisciplinado, el más vago, el menos colaborativo, entre otros, por lo cual lo considere un reto estar al frente de ese grupo. Primero los fui conociendo a cada uno de ellos para poder manejar la situación desde cada uno de sus contextos, poco a poco fui cambiando su forma de pensar, de percibir las cosas, su forma de reaccionar frente a las circunstancias que cada uno de ellos tenía en su entorno, pero sobre todo a valorarse como seres íntegros dotados de toda capacidad, fue muy elogiante ver el cambio en cada uno de ellos, sin embargo para el segundo quimestre tuve que afrontar una triste realidad que una de mis estudiantes estaba pasando; Karen Bermeo con apenas 15 años se había obsesionado con bajar de peso, el tener amigas con distinto aspecto físico al de ella, la insistente dieta en casa y todos los medios de comunicación con el bombardeo de información con formas de perder peso, reducir medidas, hizo que ella sufra un terrible desequilibrio emocional, psicológico y alimenticio que la llevo al extremo de una anorexia y bulimia, el tener que sus padres internarle en un centro para que pueda recuperarse fue muy duro, fue algo que me toco manejar con mucha cautela con el resto de estudiantes, el darles a conocer lo que su compañera estaba pasando y el apoyo que ella tenía que recibir; sin embargo fue muy gratificante el apoyo que tuve de cada uno de ellos, organizamos muchas cosas para hacerla sentir bien durante todo el tiempo que le toco estar fuera de casa y del colegio, fue así que establecimos grupos
de visita, videos, cartas y mensajes que cada uno de sus compañeros le enviaba haciéndola sentir muy importante para cada uno de ellos; fui la portavoz de sus tareas y deberes, además de convertirme en una pequeña consejera y amiga en quien podía confiar, nuestra querida Hna. Rectora de aquel período Hna. Elvia Lucia Torres, fue quien la lleno del amor de Dios, empezado con el mejor regalo que pudo recibir para conocer a nuestro padre y acercarnos a él, nuestras sagradas escrituras y un rosario que lo llevo durante toda su recuperación. Es muy bonito recordar haber sido parte de esta historia de salvación pues Karen logró incorporarse a la institución, aunque con algunas recaídas pudo salir adelante, fue muy gratificante estar en su investidura y verla convertida en toda una neobachiller de la república del Ecuador; a pesar de los años hemos mantenido contacto por todo este tiempo y puedo decir que ahora es una jovencita llena de vida, con muchas ilusiones y metas por cumplir, ella tiene 21 años y está cursando el octavo siglo de Derecho en la Universidad Católica de Cuenca. Q.F. Alexandra Palacios