El pescador y el genio
H
ace muchísimos años, en un lugar
perdido en Oriente, vivía un pescador humilde. Cierto día, salió en su barca al mar y arrojó las redes varias veces. Únicamente recogió una vasija que parecía muy antigua y la abrió.
El pobre hombre vio, aterrorizado, cómo surgía un humo negro de la boca de la vasija. Era un monstruoso genio que rugió de felicidad al encontrarse libre. Pero al ver al pescador, lo tomó del cuello. - Despídete de la vida, porque como premio a tu buena acción, voy a matarte. - ¿Por qué serás tan desagradecido? - Cuando un malvado mago me encerró aquí, juré conceder todos sus
deseos a quien me liberara. Pero pasaron mil años, y nadie lo hizo. Entonces prometí que daría un gran tesoro a quien le dejara libre.
Nuevamente
nada
ocurrió.
Al
cumplirse los diez mil años, mi enojo había crecido tanto que juré matar al que me sacara de mi encierro. Cualquier súplica será inútil. - Comprendo… - dijo el pescador-.
Sin embargo, quiero quitarme una duda antes de morir. - Seguro, puedo concederte eso. - Gracias. No me imagino cómo un ser tan grande puede caber en un envase tan pequeño. ¿Podrías volver al ánfora para verificar si has salido de allí? De inmediato, el genio se convirtió en humo y se metió dentro de la vasija.
R谩pidamente, el pescador puso la tapa y lo arroj贸 al mar. En Las mil y una noches. Madrid: Alianza, 2000.