Guía para papás y mamás interesados en formar hijos lectores
A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
Amílcar Saavedra Rosas
MOVIMIENTO DE COOPERACIÓN PEDAGÓGICA
Amílcar Saavedra Rosas Movimiento de Cooperación Pedagógica Valle del Popocatépetl Ayotla, México
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Hecho en México
Abril de 2013
Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER! Guía para papás y mamás interesados en formar hijos lectores1
Amílcar Saavedra Rosas
MOVIMIENTO DE COOPERACIÓN PEDAGÓGICA
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Artículo publicado en la Revista de Educación 2001 en los meses de octubre a diciembre de 2012, versión actualizada. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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Índice Presentación…………………………………………………………..
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Ponerse en los zapatos del otro………………………………………
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¿Qué es un mediador de la lectura?
¿Qué hace un mediador de la lectura con los jóvenes?……………… 7
La biblioteca de los jóvenes Recuerden la escritura Leer en casa El libro es compañía No es cualquier credencial Vamos de safari lector Obsequiar un libro
Los mediadores de la lectura en la comunidad………………………. 13
Leer con otros jóvenes En la primera reunión Otras actividades en el Club de Lectura
¡Déjelos leer!.....................................................................................
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Sugerencias de lectura: Para empezar a leer Las antologías son un buen comienzo para leer Historias de otros jóvenes Palabras con tono y ritmo Para leer y ver en el cine Historias triple A:de amistad, afecto y amor Ciencia, fantasía y ciencia ficción Para leer el mundo desde otro lugar
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Presentación Los pocos adultos que me dieron a leer se borraron siempre frente al libro y se abstuvieron de preguntarme lo que yo había entendido. A ellos, claro, yo les hablaba de mis lecturas. Daniel Pennac Como una novela
Esta guía está dirigida a ustedes, mamá y papá, que están interesados en que los jóvenes se interesen por la lectura, los libros y las diferentes manifestaciones de la palabra escrita. Aquí encontrarán algunas sugerencias para crear condiciones con el propósito de despertar el interés por la lectura de libros, revistas, periódicos y otros soportes, también. En efecto, hablamos de crear condiciones, ya que no existe un método para que una persona se reconozca como lectora, lo que sabemos es que un lector “florece” cuando vive múltiples y variadas vivencias gratificantes asociadas con la lectura y la escritura. La formación de un lector no es un acto que se desarrolle en el “desierto”, por el contrario, requiere de otros lectores, y vale la pena decir, que los primeros referentes para un niño son los padres y familiares cercanos. No nos preocupemos si nosotros aún no iniciamos nuestra experiencia como lectores, pues si lo que estamos proponiendo nos parece legítimo para ellos, estaremos dispuestos a conjugar el verbo leer: yo leo, tú lees, nosotros leemos... La presente guía es un documento de diálogo, por eso les proponemos escribir, dialogar y reflexionar sobre algunos aspectos relacionados con el tema. Asimismo, les ofrecemos una propuesta de materiales organizada por temas y “necesidades” lectoras, con el propósito de apoyar a los jóvenes, y a ustedes también, en la construcción de una cadena de experiencias lectoras gratificantes. Esperamos que ésta sea la ocasión para que la lectura se convierta en parte de la vida familiar.
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Ponerse en los zapatos del otro El iniciar cualquier actividad con los jóvenes requiere, por los menos, pensar y meditar sobre tres aspectos: ¿Qué me gustaba en la juventud? ¿Qué cosas han cambiado? y ¿Qué deseo legar a las generaciones venideras? Dicha situación demanda de los adultos, los padres, desarrollen un diálogo interno que les permita descentrarse que, como se dice comúnmente, “se pongan en los zapatos del otro”, en este caso de los jóvenes y particularmente de sus hijos. Eso de “ponerse en los zapatos del otro”, no es cosa fácil, pero tampoco imposible, pues demanda del reconocimiento de los valores, juicios, necesidades, deseos, prejuicios, saberes y otras características de sus hijos y de ustedes mismos. Esta es una oportunidad para abrir la puerta al diálogo con los demás. Piensen cuántas veces han dicho ¡NO! de manera enérgica ante una petición u opinión de un joven; y al paso del tiempo, ¿qué ha ocurrido?
Escribir, dialogar y reflexionar
Piensen y escriban cuándo ha ocurrido dicha situación: ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________
Como se pueden dar cuenta, es necesario tener presente los tres aspectos planteados inicialmente antes de decidirse a actuar como mediadores de la lectura.
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¿Qué es un mediador de la lectura? Asumirse como mediador de la lectura requiere, estar dispuesto a ofrecer la experiencia lectora personal, a escuchar las necesidades y expectativas lectoras de los jóvenes; así como, compartir aquello con lo que se está comprometido. Un mediador reconoce las condiciones y actitudes de las personas que les permitieron aprender de manera gratificante todas aquellas cosas que lo han hecho feliz en algún momento de su vida, como aprender a caminar, andar en bicicleta, patear una pelota, nadar, meter un balón en la canasta, bailar, chiflar, girar un trompo y sortear un reto personal como caminar en un sendero oscuro, brincar un charco sin mojarse, preparar un guisado riquísimo, quitar una araña de la casa sin hacerle daño... ¡¿Lo recuerdan?!
¿Qué actitudes y características se relacionan con los aprendizajes significativos y gratificantes? Recuerden y escriban: Actitudes
Características
Escribir, dialogar y reflexionar
Bueno, un mediador es aquella persona que asume dichas actitudes y tiene esas características, pero además reconoce la búsqueda de la felicidad de los otros. ¿Se animan a ser mediadores de la lectura con sus hijos?
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¿Qué hace un mediador de la lectura con los jóvenes? Dialogar con los jóvenes. Hablar-escuchar es un binomio que, en algunos casos, se debe reconstruir con los jóvenes porque con frecuencia, como padres, se dicen cosas ofreciendo a los jóvenes una narrativa cotidiana de características imperativas; es decir, a manera de órdenes.
Escribir, dialogar y reflexionar
¿En este día, durante la semana, en el último mes, cuántas veces han hablado-escuchado (dialogado) con su hijo? _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ ___________________________________________________________
Dialogar crea oportunidades para escuchar a los jóvenes expresar sus ideas; es darles tiempo para ordenar y encontrar las palabras que les permitan manifestar sus sentimientos; es dejar que participen en los temas de interés de la casa; es reconocer que los jóvenes tienen una respuesta a todo lo que ocurre en su entorno. Para restablecer el diálogo con los jóvenes es necesario escuchar el silencio, con mucha paciencia, previo a su respuesta. Es importante dar oportunidad a la equivocación y después a la argumentación a fin de escuchar sus razones. El abrir en casa un espacio al diálogo es condición para poder escuchar a otros, en este caso a los libros, porque seguramente estos otros, nos dirán cosas diferentes a las que hemos escuchado, a nuestros valores, a nuestras creencias; tal vez nos sugerirán otras experiencias de vida y eso requiere de saber escuchar.
Escribir, dialogar y reflexionar
Describan cómo imaginan esa situación que les permitirá dialogar con sus hijos: cuál es el mejor lugar, cómo inician, qué actitudes deben tener y otras condiciones que garanticen la escucha. ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ ______________________________________________________________
Para que el diálogo en la familia prospere es necesario que mamá y papá se pongan de acuerdo. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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La biblioteca de los jóvenes Para habilitar en casa una biblioteca para los jóvenes es conveniente identificar un espacio físico para colocar los libros y lecturas que son de su interés. El lugar que ocupe el librero debe ser acondicionado y decorado por ellos mismos. En este espacio se pueden colocar libros, revistas, periódicos, artículos y otros materiales impresos, sin dejar de lado las películas, discos compactos que han producido algunos escritores, los mismos audiolibros. Este espacio exclusivo para los hijos es conveniente, aun cuando en el hogar exista un librero o una habitación como estudio o biblioteca. Prepare una sorpresa, integre en una libreta o engargolado los primeros escritos de sus hijos, comenten qué significó para ellos aprender a leer. Éste puede ser uno de los primeros materiales para formar la biblioteca.
¿Qué más hace falta para disponer de un espacio para la palabra hablada y escrita? _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _________________________________________________________
Escribir, dialogar y reflexionar
Recuerden la escritura ¿Desde cuándo no le escriben a su hijo? Un corcho o un cartón con un marco de madera servirán como pizarra para dejar mensajes, junto debe estar un papel adherible o trozos de papel reciclado y una pluma. Su presencia servirá de invitación a escribir. En este espacio se pueden dejar los recados de los pendientes, pero sobre todo debe ser empleado para comunicar afecto o para felicitar a los jóvenes por algún logro personal o escolar. También puede rescatar alguna cita de un libro que recientemente haya leído o proponer una trivia relacionada con alguna lectura. Otra opción puede ser, elaborar el pronóstico del equipo favorito de sus hijos para el fin de semana. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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Escriba tres mensajes sobre algo que le hubiera gustado comunicar a sus hijos en estos últimos días y que por alguna razón no lo ha hecho: Recordatorio
Manifestación de afecto
Felicitación
Escribir, dialogar y reflexionar
Leer en casa Primero, apaguen la televisión, la radio, el iPod y todos los aparatos electrónicos durante unos minutos para compartir la lectura de un libro en familia. Al principio, propongan un tema de lectura, un poema, un cuento de terror, un libro de imágenes; así, cada sesión tendrá una lectura diferente. Transcurrido algún tiempo puede dar paso a una lectura extensa, como puede ser un cuento largo o una novela, en cuyo caso acuerde la lectura de una cantidad de páginas o capítulos por sesión, los cuales se pueden incrementar según aumente la experiencia de escucha-lectora.
El libro es compañía Un papá y mamá mediadores de lectura crearán ocasiones para compartir la lectura con su hijo, buscarán una buena oportunidad: un viaje a algún lugar cercano que puede ser la oportunidad para comentar algún párrafo, un poema o compartir una idea surgida de una lectura; un viaje más largo que puede servir para escuchar la lectura de un cuento o relato; la visita al médico o dentista es otra ocasión para resignificar el tiempo de espera; ante una enfermedad o convalecencia se puede manifestar afecto a través de una lectura bien seleccionada que puede servir de aliciente. Es así como se habla de la lectura reparadora, aquella que contiene la palabra que abre posibilidades nuevas y alternativas ante la adversidad. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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Descubran otras oportunidades para compartir la lectura con sus hijos, haga una lista de esas ocasiones: 1. _____________________________________________________ 2. _____________________________________________________ 3. _____________________________________________________ 4. _____________________________________________________ 5. ____________________________________________________ 6. _____________________________________________________ 7. ____________________________________________________ 8. _____________________________________________________ 9. _____________________________________________________ 10. ____________________________________________________
Escribir, dialogar y reflexionar
No es cualquier credencial Existe la credencial de elector, la de socio de un equipo de futbol, la credencial del servicio médico, la del trabajo, pero, ¿ustedes tienen credencial de la biblioteca? Si la respuesta es sí, ¿desde cuándo no la emplean?; si la respuesta es no, ubiquen inmediatamente la biblioteca pública más cercana a su hogar y soliciten su credencial, la cual les permitirá disponer de libros y otros servicios en forma gratuita. Otra posibilidad, si ustedes tiene hijos en educación básica (preescolar, primaria o secundaria), pregunten por el Maestro bibliotecario y el Comité de la Biblioteca, los cuales son responsables de la biblioteca escolar y de promover la lectura de los Libros del Rincón, y ustedes tiene derecho a solicitarlos para leerlos en casa junto con sus hijos. El que ustedes dispongan de su credencial de la biblioteca (pública o escolar) es el principio para invitar a sus hijos a tomar la decisión de convertirse en lectores. No se precipiten, esperen el mejor momento para invitar a que sus hijos sean socios de una biblioteca.
Vamos de safari lector Cada año se editan cientos de títulos de libros en nuestro país y miles en el mundo. Visitar de manera regular una librería o una feria del libro con los jóvenes, puede resultar toda una experiencia. Cuando esto ocurra, lleven consigo una libreta y lápiz, de ser posible pueden planear ahorrar algún dinero para adquirir un libro en dicha visita. Un safari lector debe considerar cuando menos dos horas para recorrer la feria. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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En la librería encontrará clasificados los libros, generalmente, por género o tema y éstos a su vez por autor, lo cual es una oportunidad para encontrar una buena gama de opciones sobre algún ejemplar de su interés. En el caso de la visita a una feria del libro, regularmente los stands se presentan por editorial, lo cual permitirá conocer su acervo. En ambos casos, ésta será la ocasión de conocer nuevos títulos. En la búsqueda y conocimiento de un libro deben considerar: La lectura de la cuarta de forros (la contraportada), donde regularmente encontrarán una reseña del libro y algunos datos biográficos del autor y el ilustrador (en algunos casos).
Lean el Índice, el cual ofrece un “mapa” del contenido.
Revisen la presentación e introducción, les permitirá acercarse a la narrativa que ofrece el libro.
Derecho irrenunciable en la decisión de selección es “picotear el texto”, lean en cualquier parte o de manera salteada en el texto, aprovechen el tiempo.
Recuerden sentir la textura de la cubierta, oler la tinta de las letras impresas en cada página del libro. ¿Huele igual una página que contiene únicamente texto y una donde existe una imagen a color?
De los libros que sean de su preferencia, tomen nota de tres datos, que les permitirán localizarlos posteriormente. 1. Nombre del libro. 2. Autor e Ilustrador. 3. Editorial y colección.
Escribir, dialogar y reflexionar
Realicen un ejercicio con algún libro que tengan a la mano: ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ _________________________________________________________
Al llegar a casa, complementen los datos con algunos comentarios respecto al contenido del libro, sobretodo con la relación afectiva que pudiera establecer. En todas estas actividades promuevan que los jóvenes participen de manera activa, así fomentarán una cultura lectora y escritora en casa. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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Obsequiar un libro ¿Tienen colocado en un lugar visible el calendario onomástico de todas las personas que viven en casa?
Escriban el nombre, la fecha de cumpleaños y el libro que les gustaría que les regalaran, si no saben el título del libro, puede anotar la temática. Nombre
Fecha de cumpleaños
Título o tema del libro
Escribir, dialogar y reflexionar
Una buena opción de regalo para los jóvenes es obsequiar una suscripción a una revista de su interés, ya sea de música, literatura, ciencia, política, deportes, alguna afición, por ejemplo. Es una oportunidad para apoyar el auto reconocimiento de ser lector. Incluso, se pueden obtener considerables ahorros en la suscripción respecto al precio de venta en el estanquillo.
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Los mediadores de la lectura en la comunidad Leer con otros jóvenes La preocupación sobre los intereses lectores de los hijos jóvenes no sólo es de ustedes, por el contrario, basta entablar una conversación con otros papás, vecinos o familiares sobre este tema y verán que las coincidencias se estrechan en expresiones como: “a mi hijo no le gusta leer”, “qué puedo hacer para que mi hijo lea”, “¡de la TV y los video juegos no lo puedo sacar!”, “lo pongo a leer y se duerme...”. Pueden seguir escuchando estas preocupaciones y regresar a casa sin que nada ocurra, con lo cual la situación seguirá igual, sin resolverse, caso contrario es cuestionar mediante una pregunta a sus interlocutores: “¿Qué están dispuestos a hacer para que esto cambie?” Probablemente los volteen a ver con extrañeza, las razones podrán ser múltiples, van desde aquellos que sientan que les están quitando un tema de conversación para la próxima reunión, hasta aquellos que consideren que eso de los libros y la lectura es cuestión de la escuela y nada más de la escuela, por lo que no hay nada que hacer. Pasado ese momento y con los que gusten continuar con el diálogo, pueden proponer integrar un Club de Lectores Jóvenes en su comunidad, el cual se organiza de la misma manera que otros clubes en los que participan los jóvenes. Discutamos con los padres y vecinos su viabilidad, seguramente la mayoría estarán de acuerdo en participar. Recuerden que en la primera sesión deben considerar los siguientes acuerdos: El lugar (alejado del ruido y los distractores), puede ser en una casa, el patio de la vecindad, el parque más cercano, solicitar un espacio en la Casa de la Cultura, la Comisaría Ejidal, incluso, en la biblioteca pública. El día y la hora de la primera y las siguientes reuniones. Descripción de los propósitos: Se leerán y comentarán todo tipo de libros y lecturas. Pertenecer al Club será de manera gratuita. Ser un atento escucha. Llevar a las sesiones una lectura o libro que sea de su agrado. Una vez organizados, promuevan que los jóvenes participen desde el inicio. Es muy importante reconocer que este espacio es para los jóvenes, por tal motivo, desde el
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inicio solamente actúen como facilitadores del proceso, de tal manera que las responsabilidades organizativas, en la medida de lo posible, queden a cargo de ellos. Además, cada padre de familia deberá comprometerse a promover la primera reunión con sus hijos y cada joven con sus amigos. No se preocupen si sus hijos los ven con extrañeza, lo más importante es participar con convicción, esto los convencerá de que están dispuestos a actuar.
En la primera reunión Previamente, cada papá y mamá deberán preparar una lectura en voz alta. Pueden realizar una lectura colectiva, por ejemplo, seleccionando líneas donde cada uno lee lo que expresa un personaje. Durante la reunión, consideren la posibilidad de iniciar con pocas personas, poco a poco habrá más audiencia: Den la Bienvenida. El coordinador pedirá a los participantes que se sienten en círculo, con el propósito de que todos se puedan ver dando un sentido de igualdad. Comenten sobre el propósito del Club de Lectores. Compartan la lectura que han preparado. Inviten a comentar libremente el texto que han leído. Proponga que los asistentes presenten el texto que han traído consigo. La actividad puede durar, en las primeras sesiones de 40 a 60 minutos, no fuercen la ampliación de la sesión, pasadas algunas experiencias el tiempo de cada encuentro se puede extender hasta 90 minutos. Para garantizar la continuidad del Club de Lectura, es necesario tomar algunos acuerdos; los jóvenes deben ser los principales actores para definirlos, de otra manera estará cancelada la oportunidad de que esta experiencia prospere de manera autogestiva; por ejemplo:
El día, hora y lugar en que se van a reunir. (Se sugiere que inicialmente sea una sesión por semana.) Ser puntuales. Realizar las lecturas de cada sesión. Ser atentos escuchas y activos participantes en los diálogos. Respetar la opinión y la forma de pensar de los demás. Elaborar un calendario de las lecturas y actividades del mes. (Permitirá que se conozcan las lecturas de cada sesión.) Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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Elaborar un cartel semifijo que sirva para convocar al Club de lectura, al estilo de los que emplean los equipo deportivos que juegan cada semana, donde se actualizan algunos datos: fecha y hora, en este caso se puede actualizar la lectura que se va a realizar.
Elaboren el primer diseño del cartel para proponerlo al Club de lectores.
Escribir, dialogar y reflexionar
Una vez integrado el Club de Lectores, soliciten asesoría a algunas instancias para garantizar la continuidad. Pueden acudir a la Biblioteca Pública, la Casa de la Cultura, el Centro de Desarrollo Comunitario más cercano, con el propósito de contar con algún apoyo como lectores en voz alta, cuenta cuentos, narradores, libros en préstamo. Descubran con qué actividades se pueden vincular. Asimismo, pueden solicitar capacitación para que los jóvenes asuman la coordinación del Club de lectura a los Consejos e Institutos de Cultura de cada entidad mediante el Programa Salas de Lectura; el cual ofrece apoyos diversos a los proyectos comunitarios de formación de lectores, como asesoría, capacitación e incluso, un acervo de libros al cumplir algunos requisitos.
Otras actividades en el Club de Lectura Organicen otras actividades relacionadas con la lectura y los intereses culturales de los jóvenes, de esta manera se refuerzan la identidad lectora y la participación comunitaria. Hay que recordar que un lector crítico reconoce su responsabilidad social. Es así como se pueden programar actividades, tales como:
Aquellas que se deriven directamente de la lectura de los textos como: encuentros con escritores, ver películas basadas en los libros leídos, visitar alguna librería o editorial. Vincular la lectura con la cultura y la comunidad: ver una obra de teatro, visitar un lugar que permita recrear una lectura, invitar a personas de la comunidad a ofrecer alguna charla sobre su actividad profesional o artesanal, participar en una actividad de mejora para la comunidad, visitar museos. Fomentar actividades que apoyen las relaciones interpersonales como los onomásticos y las fiestas de la comunidad; las cuales promoverán la cohesión del grupo, de esta manera los jóvenes descubrirán que la lectura puede ser parte de su vida y de su comunidad. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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¡Déjelos leer! Como se habrán dado cuenta, para lograr que sus hijos jóvenes se reconozcan como lectores no es cuestión de un método, todo lo contrario, es una manifestación de amor y solidaridad. Por tal motivo, cuando ustedes ordenen: ¡Ponte a leer! estando frente al televisor, tendrán como resultado, irremisiblemente, que sus hijos no tengan la oportunidad de descubrir que tienen el derecho de formarse como lectores autónomos, capaces de dialogar con aquellos que los han precedido en el tiempo. Déjelos leer, ya habrá tiempo para que ellos hablen de sus lecturas. Mientras tanto, esté atento para cuando tengan que dialogar.
Sugerencias de lectura Para empezar a leer
Brocca, Humberto. De la Ficción a la adicción. Editorial Santillana
Danziger, Paula. ¿Seguiremos siendo amigos? Editorial Alfaguara.
Gianni, Rodari. Cuentos escritos a Máquina. Editorial Santillana.
Lavado, Joaquín Salvador (Quino). ¡Cuánta Bondad! Tusquets Editores.
Quiroz, Gabriel. El Gallipo. Editorial SM-CONACULTA.
Martín del Campo. Rosalía. Cuentos destrampados. Editorial Resistencia.
Pacheco, José Emilio. Gotas de lluvia y otros poemas para niños y jóvenes. Editorial Era.
Las antologías son un buen comienzo para leer (Aquí están los de suspenso y de terror)
Cuentos de miedo. Sólo para jóvenes intrépidos. Editorial Juventud.
Cuentos de terror. Editorial Andrés Bello.
Valadés, Edmundo (comp.). Los cuentos del cuento. Difusión Cultural UNAM.
Los mejores relatos de terror. Editorial Exlibris.
17 narradoras latinoamericanos. Editorial CIDCLI. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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Conan, Arthur. Las memorias de Sherlock Holmes. Editorial Fontamara.
Cortazar, Julio. Cuentos completos. Tomo I y II. Editorial Alfaguara.
García, Márquez. Extraños peregrinos: Doce cuentos. Editorial Diana.
Dahl, Roald. Historias extraordinarias. Editorial Anagrama.
Pacheco, José Emilio. Tiempo distante. Editorial Era.
Historias de otros jóvenes
Atrapados en la escuela. Cuentos contemporáneos. Editorial Selector.
Berocay, Roy. Pateando Lunas. SEP, colección Libros del Rincón.
Crosthwaite, Luis Humberto. Estrella de la calle sexta. Tusquets Editores.
Nostlinger, Christine. Por favor vuelve a casa. Editorial Norma.
Polizzi, Piaza. ¿Por qué a mí? Editorial Alfaguara.
Vargas Llosa, Mario. La ciudad y los perros. Punto de lectura.
Zepeda, Monique. El cuaderno de Pancha. Editorial SM.
Palabras con tono y ritmo
24 poetas latinoamericanos, CIDCLI.
Rodolfo Fonseca, D. Huerta y G. Rod. (comps.). Circo poético. Antología de poesía mexicana del siglo XX. Editorial SM.
Huerta, Efraín. Piel de cocodrilo. Editorial SM.
Neruda, Pablo. Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Editorial Norma.
Sabines, Jaime. Recuento de poemas 1950/1993. Editorial Planeta.
Tablada, José Juan. Color de hierba. Editorial SM. Amílcar Saavedra Rosas |A los jóvenes les gusta leer… ¡DÉJELOS LEER!
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Para leer y ver en el cine
Allende, Isabel. La casa de los espíritus. Editorial Plaza y Janés.
Antología. Los mejores relatos de terror llevados al cine. Editorial Alfaguara.
De Queiroz, Eca. El crimen del padre amaro. Editorial Alianza.
Esquivel, Laura. Como agua para chocolate. Editorial Planeta.
Ibargüengoitia, Jorge. La ley de Herodes. Editorial Joaquin Mortiz.
Rivas,
Manuel.
¿Qué
me
quieres:
amor?
Punto
de
lectura
(Película: La lengua de las mariposas)
Skármeta, Antonio. El cartero. Editorial Plaza y Janés.
Vallejo, Fernando. La virgen de los sicarios. Editorial Alfaguara.
Historias triple A:de amistad, afecto y amor
Fuentes, Carlos. Aura. Editorial Era.
García, Márquez Gabrie . El amor en los tiempos del cólera. Editorial Diana.
Isabel, Allende. Afrodita. Cuentos, recetas y otros afrodisíacos. Editorial Plaza y Janés.
Keanny, Brian. Los muchachos no escriben historias de amor. Editorial Fondo de Cultura Económica.
Pacheco, José Emilio. El Principio del placer. Editorial Era.
Pacheco, José Emilio. Las batallas en el desierto. Editorial Era.
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Ciencia, fantasía y ciencia ficción.
Asimov, Isaac. El hombre bicentario y otros cuentos. Ediciones B.S.A.
Bradbury, Ray. Crónicas marcianas. Editorial Minotaurio.
Huxley, Aldous. Un mundo feliz. Editorial Porrúa.
Poniatowska, Elena. La piel del cielo. Editorial Alfaguara.
Sandoval, Jaime Alonso. El Club de la salamandra. Editorial SM.
Shelley, Mary. Frankestein. Editorial Editores Mexicanos Unidos.
Stoke, Bran. Drácula. Editorial Editores Mexicanos Unidos.
Verne, Julio. Vuelta al mundo en 80 días. Editorial Porrúa.
Para leer el mundo desde otro lugar
Arreola, José. La feria. Editorial Joaquín Mortiz.
Fuentes, Carlos. La frontera de cristal. Editorial Alfaguara.
Galeano, Eduardo. El libro de los abrazos. Editorial Siglo XXI.
Ibargüengoitia, Jorge. Viajes de la América ignota. Editorial Joaquín Mortiz.
Pacheco, Cristina. La última noche del tigre. Editorial Océano.
Régules, Sergio de. El sol muerto de risa: crónicas de la ciencia. Editorial Pangea.
Saramago, José. Ensayo sobre la ceguera. Editorial Alfaguara.
Traven, Bruno. Canasta de cuentos mexicanos. Editorial Selector.
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