La gente entra en tu vida. Algunos se quedan, y muchos se van. Algunos nos hacen crecer, mientras que la mayoría nos destrozan. Se convierten en nuestros amigos, nuestros enemigos, nuestros amantes, nuestros torturadores.
Christian Davison llegó a mi vida, y supe que nunca sería la misma.
Para Elizabeth Ayers, New York había sido siempre un sueño. Ha luchado toda su joven vida por llegar aquí.
Prepararse para el día en el que releve a su padre en la firma de bogados, asistiendo a la Universidad de Columbia era la única opción de Christian Davison.
Nunca quiso nada más, hasta que ellos se sentaron en una cafetería después de ser emparejados como compañeros de estudios.
Christian la desea, pero Elizabeth sabe lo que supondría rendirse a su intensa atracción mutua. Aunque hay poco que pueda hacer para alejarse de él.