Revista Dotlines

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DOTLINES

Nツコ 2 / NOVIEMBRE 2014/ $37

ISSN1851-6742

DISEテ前

PERSONAJES

CULTURA

MODA

VARIEDADES



STAFF Directora

Teresa Elizalde

Editora Julia Lema

Jefe de Arte Josefina Joison

Diseño Gráfico Sofia Joison

Diseño de Tapa Lucas Martelli

Editora de Fotografía Valeria Pesini

Colaboración José Figari Lara Martin Mariana Grande Sara Florio

Impresión

Print Rosario S.A. Santa Fe - Rosario Salta 2053 Tel: 0341 470-6931

Circulación

La Nación S.A Santa Fe - Rosario Corrientes 3251 Tel: 0341 435-910

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SUMARIO 6 Saul Bass

12 La oveja negra

16 Swoosh, Craack, Booommm!

22 Te llevo bajo la piel

24 Variedades

30 ÂżQuĂŠ hace Lola este mes?

34 No dejes de enterarte

37 Cosas ricas

40 Un lugar para disfrutar

45 Ponelo a punto

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DISEテ前

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DISEÑO

hoy gia todavía a m u s y s, sus Su oficio rovocativo p y s o d li son so como n nuevos diseños ta s hizo... cuando lo

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í primera impresión fue la de estar absolutamente solo en la mitad del mar. Sosteniéndome a flote vi que otra ola reventaba contra. el destructor, y que éste, como a 200 metros del lugar en que me encontraba, se precipitaba en un abismo y desaparecía de mi vista. Pensé que se había hundido. Y un momento después, confirmando mi pensamiento, surgieron en torno a mí numerosas cajas de la mercancía con que el destructor habla sido cargado en Mobile. Me sostuve a flote entre cajas de ropa, radios, neveras y toda clase de utensilios domésticos que saltaban confusamente, batidos por las olas. No tuve en ese instante ninguna idea precisa de lo que estaba sucediendo. Un poco atolondrado, me aferré a una. de las cajas flotantes y estúpidamente me puse a contemplar el mar. El día era de una claridad perfecta. Salvo el fuerte oleaje producido por la brisa y la mercancía dispersa en la superficie, no había nada en ese lugar que pareciera un naufragio.de pronto comencé. A oír gritos cercanos. A través del cortante silbido del viento reconocí perfectamente la voz de Julio Amador Caraballo, el alto y bien planta-

do segundo contramaestre, que le gritaba a alguien Agárrese de ahí, por debajo del salvavidas. Fue como si en ese instante hubiera despertado de un profundo sueño de un minuto. Me di cuenta de que no estaba solo en el mar. Allí, a pocos metros de distancia, mis compañeros se gritaban unos a otros, manteniéndose a flote. Rápidamente comencé a pensar. No podía nadar hacia ningún lado. Sabía que estábamos a casi 200 millas de Cartagena, pero tenía confundido el sentido de la orientación. Sin embargo, todavía no sentía miedo. Por un momento pensé que podría estar aferrado a la caja indefinidamente, hasta cuando vinieran en nuestro auxilio. Me tranquilizaba saber que alrededor de mí otros marinos se encontraban en iguales circunstancias. Entonces fue cuando vi la balsa. Eran dos, aparejadas, como a siete metros de distancia la una de la otra. Aparecieron inesperadamente en la cresta de una ola, del lado donde gritaban mis compañeros. Me pareció extraño que ninguno de ellos hubiera podido alcanzarlas. En un segundo, una de las balsas desaparecía de mi vista. Vacilé entre correr el riesgo de nadar hacia' la otra o per-

Aunque Hitchcock nunca lo reconoció, Bass fue el responsable del story board de la escena de la ducha en Psicosis.

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manecer seguro, agarrado a la caja. Pero antes de que hubiera tenido tiempo de tomar una determinación, me encontré nadando hacia la última balsa visible, cada vez más lejana. Nadé por espacio de tres minutos. Por un instante dejé de ver la balsa, pero procuré no perder la dirección. Bruscamente, un golpe de la, ola la puso al lado mío, blanca, enorme y vacía. Me agarré con fuerza al enjaretado y traté de saltar al interior. Sólo lo logré a la tercera tentativa.Ya dentro de la balsa, jadeante, azotado por la brisa, implacable y helada, me incorporé trabajosamente. Entonces vi a tres de mis compañeros al rededor de la balsa, tratando de alcanzarla. Los reconocí al instante. Eduardo Castillo, el almacenista, se agarraba fuertemente al cuello de Julio Amador Caraballo. Este, que estaba de guardia efectiva cuando ocurrió el accidente, tenía puesto el salvavidas. Gritaba: "Agarrase duro, Castillo". Flotaban entre la mercancía dispersa, como a diez metros de distancia. Del otro lado estaba Luis Rengifo.

Olímpicos Los Juegos eles de Los Áng

a ció la notici 55 se cono 9 1 e d el d ro n re ó laci El 28 de feb s de la tripu o miembro e guerra de d a in ar m de que och la e d ”, o as d “Cal desaparecid destructor o al agua y íd ca . n e la ib ab ar Colombia, h tormenta en el mar C una os Unidos, ad st E , ile a causa de b o aba desde M aciones, La nave viaj etida a repar m so a o d si Cartagena, donde había mbiano de lo de co és u to p er es u oras d hacia el p traso dos h re se n s si o ag gó fr lle áu donde a de los n La búsqued ción de las la tragedia. n la colabora Panamá. co , to ia ed m Canal de inició de in ericanas del m ea rt y otras o n s fuerza trol militar cios de con fi e. Al o ib en ar C ac h el que del sur d en ad squeda, d ri b tió de la ú obras de ca ías se desis d dos ro ra at la cu ec d e cabo d fueron s o id d , er p s ero a más tarde y los marin s. Una seman o to d n er u u b m ri o te eció m oficialmen de ellos apar e Colombia, o n u , go ar sin emb norte d desierta del comer ni en una playa manecer diez días sin Luis er p Se llamaba después de a la deriva. sa rucal b st n a n co u re beber en ro es la lib e st E . co ta elas ntó, l Alejandro V que él me co lo e asd ca ti ís pués del des ción period a un mes des Bogotá. ad lic b u p e como fu ectador de iario El Esp yo tre por el d náufrago ni i bíamos n el uto sa in m o n ir e ru u q st Lo de recon s o am streo áb ra at que aquel cuando tr entura, era eva av , nu a su n u to a u a min ducirnos n co e d ía . agotador hab no se podía e decia que aventura qu

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DISEÑO

s más grande Las marcas del mundo r sus sco llegó po lejandro Vela A gábais pa Lu le o to nd án Cua tarnos cu un eg pr que a lo es o os com propios pi to, lo recibim en as cu ad su m r ar mos po s fuerzas un cia refrita. La era: una noti as semanas en rí va o estrad con ar bl ha do di lo habían secu lo había po só y opol, va de na o hospital en, y con un m gi ré l de as médico. , El los periodist sfrazado de di a s bí ha se dazos mucha sición que contado a pe do s si lo a y bí , ha do cuento y perverti manoseado e se veces, estaba un héroe qu de s o cían hart suyo re el pa ue s rq re o po ct s, le ciar reloje un an en ía ra ec pa e apar alquilaba intemperie; qu yos eran la a só ra at su no se ue los ra zapatos, porq desgarrar pa anuncios de do pu s lo no de e as qu rí s s porque tan fuerte otras mucha en he y a s, bí lo ha , se comér ndecorado co do si ía an bí ab ha publicidad. H por radio, lo s patrióticos o de pl em ej o m cho discurso levisión co te la ado en se pa do habían mostra s futuras, y lo ne o ci ra ne ge las y música. entre flores

Pocos minutos antes lo había visto en el destructor, tratando de sobresalir con los auriculares levantados en la mano derecha. Con su serenidad habitual, con esa confianza de buen marinero con que decía que antes que él se marearía el mar, se había quitado la camisa para nadar mejor, pero había perdido el salvavidas. Aunque no lo hubiera visto, lo habría reconocido por su grito gordo, rema para este lado. Rápidamente agarré los remos y traté de acercarme a ellos. Julio Amador, con Eduardo Castillo fuertemente colgado del cuello, se aproximaba a la balsa. Mucho más allá, pequeño y desolado, vi al cuarto de mis compañeros: Ramón Herrera, que me hacía señas con la mano, agarrado a una caja. La última vez que Luis Rengífo me preguntó la hora, en el destructor, eran las once y media. Vi nuevamente la hora

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tocan su estilo y s le a u sos vis mo a las Sus recur electo co t l in l a o t ratara de tan mo si se t o c , s e n io ño. emoc g del dise yin y yan

a las once y cincuenta, y todavía no había ocurrido la catástrofe. Cuando miré el reloj en la balsa, eran las doce en punto. Me pareció que hacía mucho tiempo que todo había ocurrido, pero en realidad sólo habían transcurrido diez minutos desde el instante en que vi por última vez el reloj, en la popa del destructor, y el instante en que alcancé la balsa, y traté de salvar a mis compañeros, y me quedé allí, inmóvil, de pie en la balsa, viendo el mar vacío, oyendo el cortante aullido del viento y pensando que' transcurrirían por lo menos dos o tres horas antes de que vinieran a rescatarme."Dos o tres horas",calculé. Me pareció un tiempo desproporcionadamente largo para estar solo en el mar, pero traté de resignarme. No tenía alimentos ni agua y pensaba que antes de las tres de la tarde la sed sería abrasadora. El sol. me ardía en la cabeza, me empezaba a quemar la piel, seca y endurecida por la sal. Como en la caída había perdido la gorra, volví a mojarme la cabeza y me senté al borde de la balsa, mientras venían a rescatarme. Sólo entonces sentí el dolor en la rodilla derecha. Mi

grueso pantalón de dril azul estaba mojado, de manera que me costó trabajo enrollarlo hasta más- arriba de la rodilla. Pero cuando lo logré me sentí sobresaltado: tenía una* herida honda, en forma de medialuna, en la parte inferior de la rodilla. No sé sí tropecé con el borde del barco. No sé si me hice la herida al caer al agua. Sólo sé que no me di cuenta de ella sino cuando ya estaba sentado en la balsa, y que a pesar de que me ardía un poco, había dejado de sangrar y estaba perfectamente. Seca, me imagino que a causa de la sal marina. Sin saber en qué pensar, me puse.Y un momento después, confirmando mi pensamiento, surgieron en torno a mí numerosas cajas de la mercancía con que el destructor habla sido cargado en Mobile. Me sostuve a flote entre cajas de ropa, radios, neveras y toda clase de utensilios domésticos que saltaban confusamente, batidos por las olas. No tuve en ese instante ninguna idea precisa de lo que estaba sucediendo. Un poco atolondrado, me aferré a una. de las cajas flotantes y estúpidamente me puse a contemplar el mardispersa.

FIN

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TIMOTHY WILLIAM BURTON

LA OVEJA NEGRA

PERSONAJES


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PERSONAJES

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derrumbó sobre el mar. Mí primera impresión, al darme cuenta de que estaba sumergido en la oscuridad, de que ya no podía ver la palma de mi mano, fue la de que no podría dominar el terror. Por el ruido del agua contra la borda, sabía que la balsa seguía avanzando lenta pero incansablemente. Hundido en las tinieblas, me di cuenta entonces de que no había estado tan solo en las horas del día. Estaba más solo en la oscuridad, en la balsa que no veía pero que sentía debajo de mí, deslizándose sordamente sobre un mar espeso y poblado de animales extraños. Para sentirme menos solo me puse a mirar el cuadrante de mi reloj. Eran las siete menos diez. Mucho tiempo después, como a las dos, a las tres horas, eran las siete menos cinco. Cuando el si viera minutero llegó al número doce eran las siete en punto y

Johnny Depp es el actor fetiche que ofrece las múltiples máscaras de personajes siempre perturbadores.

A

l principio me pareció que era imposible permanecer tres horas solo en el mar. Pero a las cinco, cuando ya habían transcurrido cinco horas, me pareció que aún podía esperar una hora más. El sol estaba descendiendo. Se puso rojo y grande en el ocaso, y entonces empecé a orientarme. Ahora sabía por donde aparecerían los aviones: puse el sol a mi izquierda y miré en línea recta, sin moverme, sin desviar la vista un solo instante, sin atreverme a pestañar, en la dirección en que debía de estar Cartagena, según mi orientación. A las seis me dolían los ojos. Pero seguía mirando. Incluso después de que empezó a oscurecer, seguí mirando con una paciencia dura y rebelde. Sabía que entonces no vería los aviones, pero vería las luces verdes v rojas, avanzando hacía mí, antes de percibir el ruido de sus motores. Quería ver las luces, sin pensar que desde los aviones no podrían verme en la oscuridad. De pronto el cielo se puso rojo, y yo seguía escrutando el horizonte. Luego se puso color de violetas oscuras, y yo seguía mirando. A un lado de la balsa, como un diamante amarillo en el cielo color de vino, fija y cuadrada, apareció la primera estrella. Fue como una señal. Inmediatamente después, la noche, apretada y tensa, se

el cielo estaba apretado de estrellas. Pero a mí me parecía que había transcurrido tanto tiempo que ya era hora de que empezara a amanecer. Desesperadamente, seguía pensando en los aviones. Empecé a sentir frío. Es imposible permanecer seco un minuto dentro de una balsa. Incluso cuando uno se sienta en la borda medio cuerpo queda dentro del agua, porque el piso de la balsa cuelga como una canasta, más de medio metro por debajo de la superficie. A las ocho de la noche el agua era menos fría que el aire.Yo sabía que en el piso de la balsa estaría a salvo de animales, porque la red que protege el piso les impide acercarse. Pero eso se aprende en la escuela y se cree en la escuela, cuando el instructor hace la demostración en un modelo reducido de la balsa, y uno está sentado en un banco, entre cuarenta compañeros y a las dos de la tarde. Pero cuando se está solo en el mar, a las ocho de -la noche y sin esperanza, se piensa que no hay ninguna lógica en las palabras del instructor.Yo sabía que tenía medio cuerpo metido en un mundo que no pertenecía a los hombres sino a los animales del mar y a pesar del viento helado que me azotaba la camisa no me atrevía a moverme de la borda. Según el instructor, ése es el lugar menos seguro de


Alguien que sólo puede existir como retazos góticos, románticos y fantásticos, cosidos con fuertes hilos de humor negro. lasa basalero, con todasa, sólos allí mas sentían más lejos porque los animale esos animales enormes y desconocidos oía pasar misteriosamente junto a la balsa.Esa noche me costó trabajo encontrar la Osa Menor, perdida en una confusa e interminable marafia de estrellas. Nunca había visto tantas. En toda la extensión del cielo era difícil encontrar un punto vacío. Pero desde cuando localicé la Osa Menor no me atreví a mirar hacía otro lado. No sé por qué me sentía menos solo mirando la Osa Menor. En Cartagena, cuando teníamos franquicia, nos sentábamos en el puente de Manga a la madrugada, mientras Ramón Herrera cantaba, imitando a Daniel Santos, y alguien lo acompañaba con una guitarra. Sentado en el borde de la piedra, yo descubría siempre la Osa Menor, por los lados del Cerro.

Manos de Tijera A las cuatro de la tarde se calmó la brisa. Corno no veía nada más que agua y cielo, como no tenía puntos de referencia, transcurrieron mas de dos horas antes de que me diera cuenta de que la balsa estaba avanzando. Pero en realidad, desde el momento en que me encontré dentro de ella, empezó a moverse en línea recta, empujada por la brisa, a una velocidad mayor de la que yo habría podido imprimirle con los remos. Sin embargo, no tenía la menor idea sobre mi dirección ni posición. No sabia sí la balsa avanzaba hacia la costa o hacia el interior del Caribe. Esto último me parecía lo más probable, pues siempre habla considerado imposible que el mar arrojara a la tierra alguna cosa que hubiera penetrado 200 millas, y menos sí esa cosa era algo tan pesado como un hombre.

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CULTURA

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ER H LOS SÚP

Por Juan

Sasturain

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CULTURA

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sa sa noche me costó trabajo encontrar la Osa Menor, perdida en una confusa e interminable marafia de estrellas. Nunca había visto tantas. En toda la extensión del cielo era difícil encontrar un punto vacío. Pero desde cuando localicé la Osa Menor no me atreví a mirar hacía otro lado. No sé por qué me sentía menos solo mirandola Osa Menor. En la bella y preciosa Cartagea, cuando el teníamos franquicia, nos mir sentábamos en el puente de la conocida al Mangaa las emadrugada, mientras elser Ramónes Herrera cantaba, imitandosena a Danielasas Santos, y alguien lo

acompañaba con una guitarra. Sentado en el borde de la piedra, yo descubría siempre la Osa Menor, por los lados del Cerro de la Popa. Esa noche, en el borde de la balsa, sentí por un instante como si estuviera en el puente de Manga, como si Ramón Herrera hubiera estado junto a mí, cantando acompañado por una guitarra, y como si la Osa Menor no hubiera estado a 200 millas de la tierra, sino sobre el Cerro de la Popa. Pensaba que a esa hora alguien estaba mirando la Osa Menor en Cartagena, como yo la miraba en el mar, y esa idea hacía que me sintiera menos solo. Lo que hizo más larga mi primera noche en el mar fue que en ella no ocurrió absolutamente nada. Es imposible describir una noche en una balsa, cuando nada sucede y se tiene terror a los animales, y se tiene un reloj fosforescente que es imposible dejar de mirar un solo minuto. La noche del 28 de febrero -que fue mi primera noche en el mar miré al reloj cada minuto. Era una tortura. Desesperadamente resolví quitármelo, guardarlo en el bolsillo para no estar pendiente de la hora. Cuando me pareció que era imposible resistir, faltaban 20 minutos para las nueve de la noche. Todavía no sentía sed ni

Sup cal erma zo n uni nes r cam bió o f o jo r me tál me bl s por sus in ic i u se as y l ndado n inq ocent est as e u c cue iraro orej on e ietan s sc as te rno n s d casi de B amas eu com atm nd em o los an oni o

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ptan s ace oes e r o t ér ac os o h de entes Excel ficar villan o el Loki o ni om ífic perso fantiles, c o el magn n on ai en otror s Hiddlest n McKell a a I Thom agneto de M

hambre y estaba seguro de que podría resistir hasta el día siguiente, cuando vinieran los aviones. Pero pensaba que me volvería loco el reloj. Preso de angustia, me lo quité de la muñeca para echármelo al bolsillo, pero cuando lo tuve en la mano se me ocurrió que lo mejor era arrojarlo al mar. Vacilé un instante. Luego sentí terror: pensé que estarla más solo sin el reloj. Volví a ponérmelo en la muñeca y segui mirándolo, minuto a minuto, como esa tarde había estado mirando el horizonte en espera de los aviones; hasta cuando me dolieron los ojos. Después de las doce sentí deseos de llorar. No había dormido un segundo, pero ni siquiera lo había intentado. Con la misma esperanza con que esa tarde esperé ver aviones en el horizonte, estuve esa madrugada buscando luces de barcos. Permanecí largas horas escrutando el mar; un mar tranquilo, inmenso y silencioso, pero no vi una sola luz distinta de las estrellas. El frío fue más intenso en las horas de la madrugada y me parecía que mi cuerpo se había vuelto resplandeciente, con todo el sol de la tarde incrustado debajo de la piel. Con el f río me ardía más. La rodilla derecha empezó a dolerme después de las doce y sentía como si el

agua hubiera penetrado hasta los huesos. Pero esas eran sensaciones remotas. No pensaba tanto en mi cuerpo como en las luces de los barcos. Y pensaba que en medio de aquella soledad infinita, en medio del oscuro rumor del mar, no necesitaba sino ver la luz de un barco, para dar un grito que se habría oído a cualquier distancia. No amaneció lentamente, como en la tierra. El cielo se puso pálido, desaparecieron las primeras estrellas y yo seguía mirando primero el reloj y luego el horizonte. Aparecieron los contornos del mar habían transcurrido doce horas, pero me parecía imposible. Es imposible que la noche sea tan Pero el punto negro seguías avanzando, edirectamente hacian la balsa larga como el día. Se necesitan hac-

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CULTURA

Wa tchm a la en lle va de a su g radac esta te i n ext rem ón del dencia h om ás f éroe ero z

ber pasado una noche en el mar, sentado en una balsa y contemplando un reloj, para saber que la noche esdesmesuradamente más larga que el día. Pero de pronto empieza a amanecer, y entonces uno se siente demasiado cansado para saber que está amaneciendo.Eso me ocurrió en aquella primera noche de la balsa. Cuando empezó a amanecer ya nada me importaba. No pensé ni en el agua ni en la comida. No pensé en nada hasta cuando el viento empezó a ponerse tibio y la superficie del mar. Se volvió lisa y dorada. No había dormido un segundo en toda la noche, pero en aquel instante sentí como si hubiera despertado. Cuando me estiré en la balsa los huesos me dolían. Me dolía la piel. Pero el día era resplandeciente y tibio, y en medio de la claridad, del rumor del viento que empezaba a levantarse, yo me sentía con renovadas fuerzas para esperar. Y me sentí profundamente acompañado en la balsa. Por primera vez en los 20 años de mi vida me sentí entonces perfectamente feliz. Miré con tanta intensidad,

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que en un momento la balsa seguía avanzando, no podía calcular cuánto había avanzado durante la noche, pero todo seguía siendo igual en el horizonte, como si no me hubiera movido un centímetro. A las siete de la noche estuve. Mañana pensé en el destructor. Era la hora del desayuno. Pensaba que mis compañeros estaban sentados en la mesa comiéndose una manzana. Después nos llevarían huevos. Después carne. Después pan y café con leche. La boca se me llenó de saliva y sentí una torcedura leve en el estómago. Para distraer aquella idea me sumergí en el fondo de la balsa hasta el cuello. El agua fresca en la espalda abrasada me hizo sentir fuerte y aliviado. Estuve así largo tiempo, sumergido, preguntándome por qué me f ui a la popa con Ramón Herrera, en lugar de acostarme en mi litera. Reconstruí minuto a minuto la tragedia y me consideré como un estúpido. No había ninguna razón para que yo hubiera sido una de las víctimas: no estaba de guardia, no tenía obligación de estar en cubierta. Pensé que todo había sido por culpa de la mala suerte y entonces volví a sentir un poco de angustia. Pero cuando miré el reloj volví a tranquilizarme. El día avanzaba rápidamente: eran las once y dura mediodía.



MODA

Contado apedaz muchas veces, estaba manoseado y pervertido, y los lectores parecían hartos de un héroe que se alquilaba para anunciar relojes, porque el suyo no se atrasó a la intemperie; que aparecía en anuncios de zapato, porque los suyos eran tan fuertes que no los pudo con cariño. porque el suyo no se atrasó a la intem.

Sido contado apedaz muchas veces, estaba manoseado y pervertido, y los lectores parecían hartos de un héroe que se alquilaba para anunciar relojes, porque el suyo no se atrasó a la intemperie; que aparecía en anuncios de zapato, porque los suyos eran tan fuertes que no los,artos de un héroe que se alquilaba para anunciar.

Velasco llegó por sus propios pies a preguntarnos cuánto le pagábamos por su cuento, lo reciba como lo que era: una noticia refrita. Las fuerzas armadas lo habían secuestrado varías semanas en un hospital naval, y sólo había podido hablar con los periodistas del régimen, y con uno de oposición. lo reciba como lo que era una noticia fria.

TE LLEVO BAJO LA PIEL

La escr i t u r a en el c u e r p o c om o u n a d e l as b e l l as a rtes

Hubiera tenido tiempo de tomar una determinación, me encontré nadando hacia la última balsa visible, cada vez más lejana. Nadé por espacio de tres minutos. Por un instante dejé de ver la balsa, pero procuré no perder la dirección. Bruscamente, un golpe de la, ola la puso al lado mío. Nadé por espacio de tres minutos.

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Sido contado apedaz muchas veces, estaba manoseado y pervertido, y los lectores parecían hartos de un héroe que se alquilaba para anunciar relojes, porque el suyo no se atrasó a la intemperie; que aparecía en anuncios de zapato, porque los suyos eran tan fuertes que no los. manoseado, y los lectores parecían hartos.

Dos, aparejadas, como a siete metros de distancia la una de la otra. Aparecieron inesperadamente en la cresta de una ola, del lado donde gritaban mis compañeros. Me pareció extraño que ninguno de ellos hubiera podido alcanzarlas. En un segundo, una de las balsas. Aparecieron inesperadamente en la cresta de una ola.


Contado apedaz muchas veces, estaba manoseado y pervertido, y los lectores parecían hartos de un héroe que se alquilaba para anunciar relojes, porque el suyo no se atrasó a la intemperie; que aparecía en anuncios de zapato, porque los suyos eran tan fuertes que no los pudo con cariño de un héroe que se alquilaba para anun.

Hubiera tenido tiempo de tomar una determinación, me encontré nadando hacia la última balsa visible, cada vez más lejana. Nadé por espacio de tres minutos. Por un instante dejé de ver la balsa, pero procuré no perder la dirección. Bruscamente, un golpe de la, ola la puso al lado mío por eso espacio de tres minutos.

Sido contado apedaz muchas veces, estaba manoseado y pervertido, y los lectores parecían hartos de un héroe que se alquilaba para anunciar relojes, porque el suyo no se atrasó a la intemperie; que aparecía en anuncios de zapato, porque los suyos eran tan fuertes que no los se atrasó a la intemperie; que aparecía.

Sellos permanentes que reivindican estilos, modas, pasiones o indiferencia, son como una cosmética indeleble y feroz. Prótesis, cirugías, perforaciones, esculturas corporales, rellenos adiposos y tatuajes son algunas de las formas de cambiar de forma. La piel se ha transformado en el borde visible del cuerpo como soporte de identidad. Por Leevon Kennedy

Sido contado apedaz muchas veces, estaba manoseado y pervertido, y los lectores parecían hartos de un héroe que se alquilaba para anunciar relojes, porque el suyo no se atrasó a la intemperie; que aparecía en anuncios de zapato, porque los suyos eran tan fuertes que no los. porque el suyo no se atrasó a la intemperie.

Velasco llegó por sus propios pies a preguntarnos cuánto le pagábamos por su cuento, lo reciba como lo que era: una noticia refrita. Las fuerzas armadas lo habían secuestrado varías semanas en un hospital naval, y sólo había podido hablar con los periodistas del régimen, y con uno de oposición. fuerzas armadas lo habían varías semanas.

Eran dos, aparejadas, como a siete metros de distancia la una de la otra. Aparecieron inesperadamente en la cresta de una ola, del lado donde gritaban mis compañeros. Me pareció extraño que ninguno de ellos hubiera podido alcanzarlas. En un segundo, una de las balsas. Aparecieron inesperadamente en la cresta del lado.

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VARIEDADES

ESPECTÁCULOS

VINILOS

El Pudridero El Pudridero, la obra del Grupo Chatarra de Osamentas Teatro, se presentará los sábados de octubre en La Peruta Espacio Cultural. Con la violencia de la guerra como marco, la obra El Pudridero es una mirada sin prejuicios sobre el suicidio. Indaga en la voluntad, el valor de la fe, la razón, la individualidad. Una trinidad de insensatos: Jesús, Eva y Adán, ¿Sobrevivir dejar que su sangre tibia los limpie de la etapa de esta vida que llevan? Función: 22 hs. La Peruta Espacio Cultural. Avenida Pellegrini 957

RESTAURANTES Basquiat Pub Basquiat es un Pub de tapas y restaurante. Ademas contamos con una galería independiente denominada ¨Hall of Shame¨, donde generalmente exponen artistas en crecimiento y a veces es utilizado para eventos, charlas, cursos de talleres y demás. Consideramos que armamos un lugar como queríamos, muy ameno, cálido, artístico, rico, divertido, alegre, armonico y lleno de felicidad. Basquiat es un Pub de tapas y restaurante. Ademas contamos con una galería independiente denominada ¨Hall of Shame¨, donde generalmente exponen artistas en crecimiento.

BeatlesMemo Pub Beatlesmemo Pub tiene como misión difundir vida y obra de los integrantes del mítico grupo Beatles,John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. Único en Sudamérica con timeline (línea de tiempo) dedicado a los Beatles. Para ver y escuchar mediante relatos grabados en tres idiomas, todas las etapas de los cuatro integrantes de esta banda; desde la infancia de cada uno hasta la separación y sus posteriores producciones inéditas como solistas. La carta también recrea el espíritu Beatles; abarcando menús naturistas y opciones tradicionales.

VINOS

Bodega Casarena: 505 505” es el número del domicilio de Bodega CASARENA, ubicada sobre calle Brandsen, en el distrito de Perdriel. Esta línea de vinos jóvenes tiene la intención de mostrar el valor excepcional y la excelente calidad de los vinos de Mendoza. Vinos con un perfil fresco, donde predominan frutas maduras combinadas con la pureza de cada varietal. Su ligero paso por barricas de roble francés, le otorga a estos vinos un balance elegante y complejidad adicional.505 es la dirección de la renovada Bodega Casarena de fines de este siglo.

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Fiona Apple Despùes de su primer disco, Fiona se convirtió en un pequeño fenómeno de ventas. No era sólo su voz aspera y ese soul que le calzaba de mil maravillas: ella causo sensación por su fuerza escénica, por no temerle a la honestidad brutal en las letras. Y ahora con “Fiona Apple” planta definitivamente bandera. Además de conmover con letras, mezcla el soul con ternura y con disco, y llega a una potencia poco frecuente que ya vendió ¡4 millones! de copias. Aplausos para ella. Despùes de su primer disco, Fiona se convirtió en un pequeño fenómeno de ventas. No era sólo su voz aspera y ese soul que le calzaba de mil maravillas: ella causo sensación por su fuerza escénica, por no temerle a la honestidad brutal en las letras. Y ahora con “Fiona Apple” planta definitivamente bandera. Además de conmover con letras, mezcla el soul con ternura y con disco, y llega a una potencia poco frecuente que ya vendió ¡4 millones! de copias. Aplausos para ella. Despùes de su primer disco, Fiona se convirtió en un pequeño fenómeno de ventas. No era sólo. su voz aspera y ese soul que le calzaba de mil maravillas: ella causo sensación por su fuerza escénica, por no temerle a la honestidad brutal en las letras. Y ahora con “Fiona Apple” planta definitivamente bandera. Además de conmover con letras, mezcla el soul con ternura y con disco, y llega a una potencia poco frecuente que ya vendió ¡4 millones! de copias. Aplausos para ellaY ahora con “Fiona Apple” planta definitivamente bandera. Además de conmover con letras, mezcla el soul con ternura y con disco, y llega a una potencia poco frecuente que ya vendió ¡4 millones! de copias. Aplausos para ella. Despùes de su primer disco, Fiona se convirtió en un pequeño fenómeno de ventas. No era sólo. su voz aspera y ese soul que le calzaba de las letras. . No era sólo. su voz aspera y ese soul que le calla.


PELICULAS

TEATRO

Relatos Salvajes La desigualdad, la injusticia y las demandas del mundo en el que vivimos le causan estrés y depresión a mucha gente. Pero algunas de ellas explotan. Esta es una película sobre esas personas. Vulnerables de cara a una realidad que de pronto se vuelve impredecible, los personajes de Relatos salvajes cruzan la línea que divide la civilización de la barbarie. La traición de un amante, la vuelta a un pasado reprimido y la violencia subyacente en los encuentros cotidianos llevan a los personajes a la locura mientras ceden al innegable placer de perder el control, una dirección de Damián Szifrón.

LIBROS

Histórias de Diván Historias de diván abarca varios relatos basados en transcripciones verdaderas de sus s esiones de terapia. El autor desea acercarnos a la realidad de la práctica psicológica para que no la temamos, y acabemos considerándola como una herramienta útil para dejar a un lado el sufrimiento. Estas historias tienen que ver con problemáticas concretas: celos, culpa, homosexualidad, perversión, imposibilidad de diferenciar entre amor y pasión, duelo, falta de aceptación de uno mismo, y anorgasmia. Este libro con más de 13 ediciones se convirtió rápidamente en un superventas.

Toc Toc La comedia más obsesiva y divertida de todas. Del autor francés Laurent Baffie vuelve el suceso teatral del 2011 a la calle Corrientes. Seis personajes que padecen trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) se encontrarán en la sala de espera de un psiquiatra con el fin de solucionar sus problemas. El psiquiatra nunca acudirá a la terapia y serán ellos los que tengan que llegar a sus propias conclusiones a medida que pasa el tiempo . Con la participación de Mauricio Dayub, Daniel Casablanca, Diego Gentile, Eugenia Guert y Gimena Riestra. Auditorio Fundación: Mitre 754.

HORÓSCOPO CHINO Aries

Tauro

Géminis

Se hace la luna en el signo opuesto y comienza un ciclo para ir con calma. Es conveniente reflexionar más y resolver futuros conflictos.

Día para disfrutar de las relaciones personales, buscar el diálogo para resolver diferencias, hacer planes con la pareja.

La luna en signo afín le permitirá una relación más armónica con su entorno. La luna nueva da comienzo a un ciclo más animado y vital.

Cáncer

Leo

Virgo

Día para evitar confrontaciones y tomarse las cosas con calma. Es conveniente reflexionar más, obrar con diplomacia.

Día más armónico para su signo, propicio para compartir con sus afectos y vivir situaciones más armónicas, período positivo.

Es un día más tranquilo y propicio para ir al encuentro de los demás, hacer pactos o lograr alianzas o para temas de pareja.

Libra

Escorpio

Sagitario

Se hace la luna nueva en su signo. Su energía irá en aumento, día para mirar más hacia adentro y gestar algo.

Día para moderarse, ser más diplomático. Es un día para resolver conflictos pacíficamente. luna nueva de Libra abre un ciclo diferente.

La luna nueva se hace en signo afín. Puede estar más propenso a enojarse u obrar más impulsivamente.Vaya con calma.

Capricornio

Acuario

Piscis

Tendrá que ir con calma y ser diplomático. La luna nueva de Libra cambia el ciclo. Estar más dispuesto al diálogo con los demás.

Se sentirá en armonía. Día más fluido. La luna nueva se hace en un signo afín. Comienza un ciclo más animado para su signo.

Día para ser más objetivo y conciliar más con los demás. Un buen día para poner en orden asuntos legales.

21 MARZO AL 21 ABRIL

22 JUNIO AL 23 JULIO

24 SEPTIEMBRE AL 23 OCTUBRE

22 DICIEMBRE AL 20 ENERO

21 ABRIL AL 21 MAYO

24 JULIO AL 23 AGOSTO

24 OCTUBRE AL 22 NOVIEMBRE

21 ENERO AL 19 FEBRERO

22 MAYO AL 21 JUNIO

24 AGOSTO AL 23 SEPTIEMBRE

23 NOVIEMBRE AL 21 DICIEMBRE

20 FEBRERO AL 20 MARZO

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Poloni Ludmila - 3ro Turno Ma単ana - Dise単o Editorial - Escuela Superior de Dise単o


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