Otello - Spanish

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Para mi Amanda, dulce y tenaz.


«Ahora hay nubes, suaves, blancas . Todo al rededor es azúl, despejado y se mueve velozmente. Es el aire. El aire es fresco y tibio no! espera , ahora es de nuevo fresco». «¡Qué extraño! Es como si las patas estuvieran aún flotando en el aire. ¿¡Dónde quedó aquel azúl!? Además siento aún en mi pecho aquella sensación maravillosa de mirar las cosas desde arriba». «No me bastaría un cuaderno para escribir sobre todo aquello que sucedió y no tengo tiempo que perder en palabras. Se requiere mucho esfuerzo para volar». «Sí esfuerzo y conoscimento. Pero supongo, ¿Quién ha volado antes? Desde luego solo un sueño no es suficiente. Necesito de unos cuantos buenos consejos, alguien del sector, un emplumado, quizás Alina, sí, ella sabrá seguramente cómo ayudarme».






«Alina, sé que te podrá parecerte absurdo pero he decidido finalmente de emprender el vuelo» «¿Es que te vas de viaje? ». «No tontita, solamente he entendido qué es lo que significa volar» «¿Tú? ¿Y cómo?» «En sueños me encontraba ahí, mientras me movía empujado por el viento, justo algunos metros por encima de los árboles. Fué increíble y se ha hecho necesario que tu me instruyas un poco, saber solo caminar, ya me va justito». «¿Alina instructora de vuelo? » «Sí! No veo la hora que tu me digas qué es lo que tengo que hacer o aquello que va absolutamente evitado. ¿Qué te parece? ¿Qué dices: las patas están en posición correcta?» «Pero majo, hace mucho, demasiado tiempo que no vuelo, todo aquel viento me hace costipar y me estropea las plumas. Además el comité “les jeunes poles” de la cual soy orgullosamente miembro, ha definido el vuelo para nosotras, las señoras, cosa superada, inútilmente desgastante y sumamente poco señoril, es decir démodé».



«¡Alina! ¿Pero qué dices Alina?!, después de todo eres un volátil, tienes plumas, un par de alas fuertes y un pico, has de saberme explicar algo para comenzar». «Bueno, tanto para empezar no veo alas. Creo sea indispensabile que te contruyas un par, sin ellas lo veo complicado». «¡Correcto!» «No puedes sembrarlas y esperar a que te crezcan, tendrás que hacértelas tú mismo» «No había pensado a esto, creo que será un trabajo terrible, pero en dos, como se sabe, es todo más fácil». «¿En dos? talvéz estés delirando, el polvo es terrible, tóxico y me provoca una picazón insoportable. Pienso que ese es un trabajo para vostros varoncitos: no es adapto para las señoras. ¿Porqué no se lo preguntas a José?».


«¿Quién, aquel tonto? De eso ni hablar» «A lo mejor sea un poco lento como dices tu, pero es muy hábil con las herramientas, tiene un taller y plumas como yo. En mi opinión es de lo mejor que puedes encontrar». «Si no tengo otra opción…» «No seas así de dramático, además bien lo has dicho tú que dices que todo es más sencillo…» «No estoy convencido del todo, pero a lo mejor tienes razón, vale la pena internarlo» «Tengo que marchar, mis amigas me esperan para el bridge. Suerte y mándale recuerdos a José de mi parte».







«Saluda a José de mi parte… uff!? liquidado en un plis plas! Tan sencillo que lo pone … claro ella no es quien tiene que confiar sus propios sueños a un semi desconocido, famoso chapucero y además tonto. Me veo obligado a tentar la suerte, José prepárate: Otello va llegando». «¿ D-do-d-Doroteo? P- pásame el alicate para a-abrazaderas por favor. Y ma-mantén quieto aquella tuerca. Eso así, b-bien hecho! Ahora dedeténte por un momento, coje el martillo de la c- caja de herramientas y espérame» BUM-BAM-BIM «Discúlpeme, busco a José». «Tendrá que esperar mi amigo, se encuentra allá atras que busca un martillo!? Nunca lo encuentra a la primera, desorden por todas partes. Aún me pregunto como pueda vivir en medio de tanta confusión… piense que no lo he visto nunca calzar dos zapatos iguales. ¡Qué cosa de locos! Ya va llegando, pero como siempre no tiene nada en las manos… lo sabía, hoy también martillaremos con aquella llave inglesa».


«D-Doroteo hoy también vamos a martillar con aquella llave inglesa». «Qué le había dicho… matemático». «Oh, t-tenemos huéspedes, buenos días... señor?» «Otello, me llamo Otello. Me manda Alina». «A-Alina ha dicho?» «S.Si ups, perdon! Sí, quería decir si». «A-Alina qué bu-buena amiga, ella s-sabe que cuando se trata de despachar f-faena José es el número uno. Mire q-que ultimamente mi c-clientela se ha quituplicado, p-pero no siempre s-sé c-cómo puedo ser útil, esa g-gallina tiene una opinión muy alta de mí. Sigue r-recomendando mis r-recomendaciones a quien lo ne-necesite, perdone el j-juego de palabras, pero es que lo d-dice a t-todo el mundo. Héctor q-quería una de-dentadura postiza, Iris un r-ramo de flores y T-Tomás buscaba sus ruedas».



«¡Ay! Bien! De todas maneras, no he perdido del todo mis cabales y no quiero un ramo de rosas. Mi labor es delicada. Se requieren inteligencia, valentía e inventiva; además de un buen conoscimento de ingeniería y aerodinamica. ¿Posee usted esos requisitos?» «Da-dame del tú, no t-tengas miedo. De todas maneras sí, de t-todo aquello que ha nombrado c-creo q-que el único que no tengo es la s-sandía». «Valentía no sandía». «Jajajaja…d-d de todas maneras, no se p-preocuope, pero e-explíqueme ¿q-qué es lo que necesita? Y r-r-recuerde José es el número uno». «Alas, necesito de un par de alas que me hagan volar». «Amigo mio, e-estás en el lugar adecuado, j-justo ayer hemos terminado de d-d-desmontar una bicicleta, t-tengo los p-pedales que b-buscas». «Alas, nada de pedales! Quiero volar, no convertirme en un ciclista. Necesito construirme un par justo como quella que usted tiene». «Amigo mio, no hay p-problema, ya lo t-tengo todo pe-pensado, tendrán que ser ligeras, r-resistentes, con un perfíl alar eficaz. Doroteo, t-tómale las medidas a nu-nuestro c-compañero y prepara la butaca, y después corre a p-por la tela de aquel parasol; yo me ocuparé del chasis y de las c-cuerdas para sujetarlo. Otello, tu-tu rientra tanto, q-quédate bien quietecito aquí y deja que D-Doroteo se ocupe de tí».


«¿José, esto significa que sabes cómo construirme un par? es decir ¿que tendré un par de alas todas para mí? ¿Es así José?». «Claro, nuevo compañero, nosotras las avestruces tenemos una larguísima tradición de vuelo. Teníamos la supremacía de los cielos antes del desastre. » «¿Qué desastre? » «Esa que desde hace años nos obliga a conmemorar cotidianamente». «No sabía nada de eso». «Eramos hábiles voladores, hasta que la comodidad y la pereza nos hicieron olvidar cómo y porqué volávamos. Desde entonces, en alguien nació el deseo el deseo de redescubrir nuestras orígenes: fue así como él emprendió el vuelo, pero incapaz ya de volar, cayó de cabeza en la arena. No se supo más nada de él, pero aún así no ha sido olvidado: la conmemoración cotidiana, la liturgia de las cabezas en la arena, nos recuerda quienes somos. Pero esta es otra historia, manos a la obra!. Regreso en un santiamén». «Ok». «Otello, no le prestes atención a la manera un poco descabellada de ser de José: es patoso, desordenado, y hasta un poco sordo, es verdad, pero si buscas a alguien que sepa contruir algo, no te quepa la menor duda que, él es el número uno».


«Doroteo, no quepo en la piel, no veo la hora de que mis alas estén terminadas, puedo desde ya sertir el viento que mueve mi melena». «No tengas prisa, espera que todo esté terminado y además trata de ser precavido. Volar es algo maravilloso, pero requiere práctica y conoscimento de los propios límites. Ahora espera, tomo esta última medida y he terminado! Voy de prisa a por la tela». «O-Otello, b-bien, c-c-reo de haber encontrado t-todo, la estructura está hecha a medida: es de un m-material muy liviano y r-re-resistente. Su peso no es ci-cierto de los ma-más livianos, pero co-con estes alas volarás c-como una pluma. S-Solo un p-par de retoques más y hehemos terminado. P-Perfecto, ahora me-mete tus patas en a-aquellos dos orificios, yo me subo al lomo para fijarlos » «Y estas dos cuerdas? » «Esas te serviran p-para producir el movimento adecuado, ¿ves?, ahora que las he enlazado c-cerca a las p-pezuñas y están bien tiradas puedes entender mejor de lo que se trata. Moviendo arriba y abajo las p-patas harás b-bater las alas, justo c-como las de un pa-pájaro. Oh, mira Doroteo ya está aquí, no nos queda ma-más que poner la tela». « ¿Qué les parece? ¿Cómo me quedan?». «Diría que te quedan de ma-maravilla. Ahora necesitas solo una altura».


«¿Qué entiendes con eso, discúlpame? ¿Qué hago yo con una altura?» «Mi querido amigo, estas alas te permitirán seguramente de volar, pero para emprender el vuelo parado, ne recesitaría otra cosa. Los muchos impedimentos fisicos te harían fracasar. Ahora mismo, no hay nada mejor que subir aquel cantilado, lanzarse y dejar que el viento y tus alas hagan el resto». «Si estás convencido de ello, voy enseguida. Dadme tiempo y después mirad hacia lo alto, os saludaré volando». «Mucha suerte con eso Otello, nos vemos dentro de poco». «No imaginaba que fuera así de difícil escalar el acantilado y sobretodo no pensaba que fuera así de alto, me viene un poco de vértigo. Ok Otello, ahora controla que todo esté en su lugar y después tírate como un pájaro».



«¿No te parecen un poco más pequeñas?». «¿Quién eres? ¿Qué quieres?» «Yo soy el águila Letizia, la reina de los cielos…» «ahhh…» «ya lo sabía, ¿no te parecen un poco pequeñas esas alas?» «José el manitas y su colaborador las han hecho a mi medida, estoy convencido que son lo sufficientemente grandes». «Ah sí, lo olvidava, las avestruces: lo saben todo sobre las práctas de vuelo, lástima que no vuelen. De todas modos, yo las veo pequeñas, mira las mías, enormes con plumas especiales y además con una aerodinámica de hacer morir de envidia hasta a un avión. Son apropiadas a quien ha nacido para volar». «¿Qué estás insinuando?» «Nada, pero…» «¿Pero qué?» «Si estuviera en tu lugar lo pensaría dos veces, un cavallo que vuela me parece insólito». «Un burro no un cavallo, gracias». «¿Un burro que vuela? Nunca lo había visto antes». «Entonces tendrás que esperar tan solo un momento». «¿Para verte volar o para verte caer?»




« Sígueme y lo descubrirás, estúpida ». «Qué cosa más rara, Corrado el perro panchón con infulas de halcón dijo lo mismo». «¿Y qué pasó?» «Ay, pues no lo sé, no lo he vuelto a ver… de todas maneras, ¡tú mismo!, yo me despido, tengo cosas más importantes que hacer, que tengas un buen vuelo, es decir, un buen atterizaje». «Lo que me faltaba, ¿y si tuviera razón? ¿Si en realidad fueran demasiado pequeñas? Me estoy arriesgando a una caída de magnitud colosal desde esta altura, y si no fuesen lo sufficientemente grandes, ¿quién me asegura que no se romperán a la primera? No lo sé, la verdad es que no lo sé, quizás sea mejor si lo dejamos así por hoy. ¡quedaría en ridículo delante mis nuevos amigos, no soportaría desilucionarlos después de todo el esfuerzo! Tomaré el atajo del bosque, ya se lo explicaré mañana». «Qué desastre. Necesito tranquilizarme un poco, quizás al sol. En el calorcito, sobre la arena y con el mar como compañía. Creo que aún me queda tiempo para pasar por la playa. Refrescarme después de esta hazaña no podrá que sentarme bien».





«Con tranquilidad, no tengas prisa de finiquitar un día entero. Hay siempre cosas que aprender, hasta de esas». «Ay, lo que nos faltaba. Estoy allucinando, creo sea crisis nerviosa, estoy seguro de ello. Cerraré los ojos por un segundo, a lo mejor se me pasa. Nada aún está ahí». «Claro que aquí estoy, ¿para dónde quisieras que me marchara? Estoy aquí por tí. Permíteme presentarme: Marcelo, guía spiritual, alquimista de fama mundial y erudito de psicología animal, aqui están los títulos». «Eso, se trata de una crisis, no me cabe la menor duda. Es peor de lo que pensaba, un espíritu guía, desdeluego se necesita imaginación, No hay más que decir, las cosas están así, escuchémoslo pues, peor que así no puede ser. De acuerdo Marcello, ya que has venido en mi ayuda dime, adelante dime, te escucho…» «Estás desilusionado, eso esta claro, puede pasar si se cultivan expectativas, pero esto no es algo necesariamente negativo. Significa que tienes visión, sabes mirar más allá y te lo juegas todo, pero tienes que tener paciencia, porque los sueños y los deseos a veces se cumplen de la manera más extraña. Mantén los ojos y el corazón abiertos, el éxito no tiene importancia, la felicidad, esa sí que cuenta. ¿Quieres volar? Pues entonces vuela». «Pero estas alas podían no funzionar….» «¿Alas? ¿Quién ha hablado de alas?» «¿No has acaso escuchado de alguien que ha conseguido volar sin alas?» «…»


«¿Y ahora, en dónde estás? ¿Has desaparecido cuando empezaba lo mejor? ¿Qué querías decir con eso? No te he entendido muy bien, ¿sabes?... ¿en serio has desaparecido?». «¿Quieres volar? Y entonces vuela». «Ya decía yo: No has acaso escuchado de alguien que logro volar sin alas? ¿No respondes? lo que me faltaba, ¡el espíritu guía intermitente! Bien, me marcho a la playa, allí me encontrarás si quieres hablar conmigo…» «Un lugar al sol y que sea cálido, ah, allí me parece perfecto. Quieres volar y entonces vuela Un genio: desde luego un espíritu guía. Qué querría decir, además… claro que quiero volar, pero si fuera suficiente solo quererlo, entonces no estaría aquí tan triste y desconsolado». «¿Me echarías una mano? Hey, lo digo a tí: ¿me echarías una mano?» «¿me lo preguntas a mí? ¡Pues claro!, solo es un poco complicado. Mantén el hilo quieto con una pata». «Pues lo cierto es que yo….» «Vámos, no seas flojo, estás parado ahí desde hace rato, te ví ¿sabes? Y no me parecías muy ocupado. Eso así, ten quieto el hilo con una pata, yo me alejo y apenas comience a soplar más fuerte el viento y en la justa dirección, lo dejo. Tú no haraz lo mismo, manténlo entre las patas facilitando los movimientos». «Sí pero, ¿qué es? un hilo y palitos que mantienen en el aire un poquito de tela». «No seas terco, es una cometa, es como la que tienes en la espalda». «Pero estas son alas, no una cometa». «Pues a mí me parece una cometa, soy un experto, sabes. Tengo los años




que puedes contar en los dedos de mis manos, y ya desde hace un par que hago volar una decena de cometas al día. Allí, sobre tu espalda, veo hilo, tela y una excelente estructura, sí, es una cometa. Ahora quieto ahí y espera a que la mía emprenda el vuelo. ¿Listos? ¡Fuera!». «Wow, estupendo, está volando, digo yo, es él ella que vuela o yo a dirigirlo. El viento es fuerte pero resiste bien. No hay ningún señal de quiebre. Se contonea, plana y permanece en lo alto. Parece como si…» «Volaras tú, ¿no es cierto?» «Exactamente, pareciera casi como si… ¡pudiera volar!» LORENZO, LORENZO… «Cielos, me están llamando, creo que sea hora de regresar, pero meñana estaré aquí y podríamos lanzar al vuelo la tuya, si lo deseas…» «¿Me estás diciendo que sería posible?» «Sería perfecto». «¡Increíble! Lorenzo, ¿correcto verdad? Yo soy Otello». «Hasta mañana Otello». «Ciao Lorenzo, hasta mañana».


FIN


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