hay vida en martes
Hay vida en martes Horacio Aromando Laura Peschiutta Meli Gutiérrez Carlos Barrera Victoria Gatica Florencia Forchino Guillermo Mena Gabriela Acha Lucía Moras Mallku Elorrieta Cielo Ogando
Hay vida en martes es una publicación realizada en el marco de Taller Horizontal 2015. Taller Horizontal propone una práctica vinculada a aquellas clínicas de análisis y producción de obra donde la horizontalidad deviene aprendizaje y conocimiento. Coordinado por Lucas Di Pascuale, el taller se viene desarrollado, con características diversas, entre 2013 y 2015 en el espacio DocumentA/Escénicas de la ciudad de Córdoba.
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También en las ciudades Hay vida en martes. Este año comenzamos el taller haciendo lecturas de lo que cada uno venía indagando en su producción artística. Algo se repetía. Interrumpimos esas lecturas con el seminario Lindes para el viento, una propuesta que armamos con Soledad Sánchez Goldar. Luego continuamos aquellas lecturas. La gravedad
resulta una fuerza tremendamente débil. En julio nos tomamos unas vacaciones y algunos se fueron lejos, o a la ciudad donde vive su familia, o a las sierras. El verde se transforma en azabache con la sombra. Recomenzamos pensando la práctica editorial. Gracias por no mirar. Hubo quienes no retornaron al finalizar las vacaciones y hubo también miradas nuevas. Hicimos un experimento, editar, diseñar y publicar desde un colectivo bastante numeroso para el caso. El sin fin de las cosas de todos los mundos. Analizamos lo que cada uno quería publicar y trabajamos también con un programa de diseño. Solo. Debatimos a
cerca de la manera en que cada uno lograba habitar el espacio editorial a la hora de pensarlo como un espacio expositivo. Las homogeneizaciones tipográficas nos tuvieron sin cuidado.
Lo más rápido posible para estar a salvo. Finalmente nos preguntamos sobre las decisiones que cada uno debía abordar, para convertir sus páginas de Hay vida en martes, en una publicación individual. Te prometo
no hacerme más problemas por tonteras. Estamos pensando las pizas para después del último martes del año en Documenta. La vida emerge en la imagen. A propósito, uno de los nombres que barajamos para esta publicación fue Hay birra en
martes, lo descartamos luego del balotaje, ¿o fue antes?. Quiero mentirte. Quiero
mi foto. También planificamos una ida al campo o algo parecido.
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También hay vida en las ciudades donde Horacio robó gráficas para desgajarlas y pegarlas y yuxtaponerlas y expandirlas, mientras algo se repetía ininterrumpidamente en las manos de Laura. En sus dedos y en su piel que es clara. Meli flota entre textos, letras, dibujos, corazones y fósforos, descubre que la gravedad resulta una fuerza tremendamente débil. No es sólo el verde el hábitat de Carlos, el verde se transforma en azabache con la sombra. Las fichas de Victoria le dicen gracias por no mirar, a una fotografías que ella misma ha tomado casi sin querer hacerlo, esas fichas pueden ser mías. Una escalera, unos amigos, una terraza y una ciudad son el sin fin de las cosas de todos los mundos, y la casa de Florencia. Aunque aparenta ser uno solo, tampoco tiene fin el dibujo de Guillermo cuando insiste en caminar el filo del papel. Gabriela ha cavado una tumba en la casa familiar y ha tomado fotografías y ha escrito lo más rápido posible para estar a salvo. Esa mujer, esa abuela de Lucía, le había dicho a su esposo: te prometo no hacerme más problemas por tonteras. Malku está sumergido en sistemas autogenerados que lo han convencido de que la vida emerge en la imagen. Y Cielo me dice lo que realmente sucede, quiero mentirte. Quiero mi foto. Lucas Di Pascuale
Horacio Aromando
Laura Peschiutta
Segundos tard贸. Se desconect贸, Se aisl贸 de su control. Algo se repet铆a, Una y otra vez...
48 minutos 466 piezas en una sola pรกgina.
Meli Gutierrez
Carlos Barrera
Cuando la policía cuidaba tu casa de manera “especial” te pintaban un Ovejero Alemán en la tapa del medidor de la luz. Previo a eso había que pagarles.
Victoria Gatica
Florencia Forchino
inconcreto excento de cualidad y en eterno movimiento toda la multiplicidad el sin fin de las cosas de todos los mundos calor y frĂo hĂşmedo y seco la lucha entre ellos la materia infinita
Guillermo Mena
escribí esto: está está está está está está está está está está está está
mal mal mal mal mal mal mal mal mal mal mal mal
tener cicatrices en la cara, llorar en la parada del colectivo, andar amando y desamando según corra viento norte o sur, querer ser dios y comer damascos verdes, y es bastante sucio acostarse en el agua de la calle bajo la lluvia, querer a uno, después a otro y a otro, y al hermano, y al amigo, morirse de tristeza o de esfuerzo, no saludar a los vecinos, sonreírle a los extraños, pensar que la señora de enfrente tiene cara de película porno amar poquito, tener hambre, miedo, coraje,
Gabriela Acha
y así nos va.
Soy como el extra de una película de 1972 que pasa corriendo detrás de dos que se besan y al que solo le filman los pies. Él es como Rocky como Gladiador, como el de Corazón Valiente; pasa gritando rompiéndose contra las cosas. Yo paso con cuidado entre la gente, rápido, sin tocar a nadie, sin que nadie me vea, lo más rápido posible para estar a salvo. Él resiste en un lugar, es una horda de guerrilleros anarquistas, con ruido de caballos y banderitas doradas.
Voy cavando y voy recordando cosas de mi infancia, mi abuelo trabajando en el patio, construyendo algo. La tierra del fondo de casa lleva registro de lo acaecido en el ĂĄrbol familiar, por capas. Encuentro restos de cosas, mosaicos, raĂces de aralia como dientes, ladrillos. Vino A a decirme que no se puede cavar en la tierra familiar. Cavar conectarse con el pasado, con la tierra y descubrir estratos de existencia.
LucĂa Moras
Ayer te escribí otra carta quisiera que no llegara nunca a tus manos, te aseguro que cuando la escribí estaba desesperado. Te quiero demasiado para estar tantos días sin recibir carta tuya, por eso pensé que te había pasado algo, te pido que me perdones y te prometo no hacerme más problemas por tonteras
Venías caminando en medio de la tormenta, seria y chuequita como siempre, yo tenía unos nervios que volaba, todavía tengo las chapitas de cerveza de tu casa ¿te acordás? Curucucha, te adoro muchisimo no dejes de quererme nunca, mi vida sin vos no soy ni sirvo para nada, te quiero.
Bueno te diré, novio mio, que quiero que haga grabarlas así, en la suya, Betty y Pela y la fecha por supuesto 28 de Abril. Ahora, en la que usted me coloca a mi, tiene que pensar usted, que es lo que quiere ponerle.
P.D: Te quiero, te quiero, te quiero. Faltan 25 días para que volvamos a vernos
Mallku Elorrieta
Cielo Ogando
mi foto