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SUPLEMENTO LI 131 - abril/mayo 14 IX Conferencia de Lucha Internacionalista. Noviembre 2013

Completamos con este suplemento la publicación de los documentos políticos de nuestra conferencia -Revolución y contrarrevolución en el Nortes de África y Oriente Próximo (LI 128), Europa (LI 129) y situación estatal (LI 131)-, que tienen como conclusión la Resolución de T ar eas votada para este año y que publicamos al final de este suplemento. Tar areas 1

Por la rreconstr econstr ucción de la IV Inter nacional econstrucción Internacional


I. CRISIS ECONÓMICA 1. Otra vez los “brotes verdes”. El Gobierno del PP anuncia este verano que estamos ante la salida del túnel con los datos relativos a las exportaciones, el turismo, la creación de empresas y el paro, pero la crisis está lejos de resolverse. Creció el número de empresas creadas en un 8’4% (aunque con un 20% menos de capital invertido), pero también creció el número de empresas que cerraron en un 28% (con un crecimiento del 41% de trabajadores/as afectados), con lo que el resultado neto es que cerraron más empresas que las que abrieron en estos meses. Lo mismo ocurre con el paro, pues lo determinante no es cuanta gente se apunta al INEM, sino cuantos empleos se crean, y en el último año se destruyeron más de medio millón. Además el empleo creado se hizo más precario, con una caída continuada del número de contratos indefinidos, alcanzando la cifra de contratación temporal en el 94% de los contratos. Y a ello hay que añadir una nueva caída de los salarios y un número enorme de desahucios. Con estos datos el consumo familiar seguirá cayendo, como lo ha hecho la inversión empresarial, a pesar del crecimiento de los beneficios, lo mismo que ha hecho el consumo público, atrapado en la espiral del pago de la deuda. Así pues el Gobierno espera el milagro del exterior, que siga creciendo la exportación y sigan buenos años de turismo, porque su política pasa por hundir la capacidad de reactivación interna.

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2. El fantasma de la deflación. El mercado bancario deflación después de haber estado 4 años inundando con miles de millones de dinero barato (0’5% de interés con una inflación alemana al 1’5%) y a la espera que ese dinero reactivara la actividad económica, la realidad es que ese dinero ha ido a engrosar los beneficios de los grandes capitales, impulsando nuevas burbujas especulativas. En lugar de la esperada subida de tipos para controlar que ese dinero se traduzca en inflación en una supuesta recuperación, lo que vemos es lo contrario y el fantasma, que amenaza

dar un salto cualitativo a la crisis, se llama deflación. Grecia alcanza la deflación record en 60 años del 2% y en el Estado español dicha de décimas. Mario Draghi, presidente del BCE, decidiendo reducir los tipos de interés al 0’25%, muestra lo lejos que estamos de la pregonada recuperación. Para la clase obrera deflación sería una simple bajada de precios, pero para la burguesía -que hace de la defensa de precios y de la tasa de beneficio su máxima- la deflación sería sinónimo de abandono, de derrumbe y de fuga masiva de capitales.

cantidades de dinero de los trabajadores y de dinero público a las arcas de la patronal, especialmente la bancaria. La gran burguesía no ha dejado de acumular dinero en este proceso de crisis, mientras que a la población trabajadora se le imponía el paro, la precariedad, la pérdida de poder adquisitivo de salarios y pensiones, la amenaza sobre la vivienda...

3. La crisis continúa... pero el

4. Una deuda creciente cada vez más impagable. La deuda pública ya supera el 92% del PIB, más del doble de la cifra de hace 4 años. Su último empujón al alza ha sido consecuencia del reciente rescate

drama social solo es para algunos/as. El Gobierno Rajoy (con reforma Laboral incluida) ha permitido la recuperación de los beneficios empresariales a costa de hundir los salarios de los trabajadores/as y las finanzas públicas. Según la Contabilidad Nacional que elabora el Instituto Nacional de Estadística, las rentas del trabajo sumaron 537.600 millones de euros en 2008 y fueron bajando hasta los 482.600 millones del 2012 (consecuencia de las políticas de “austeridad”), mientras las rentas del capital han mantenido una subida especialmente significativa en 2011 y 2012, que ganaron 5’1 y 2’3 puntos respectivamente para superar a las rentas del trabajo en dos puntos del PIB (46’1% frente al 44’2%). Este hecho histórico y que no tiene precedentes en la mayoría de las economías europeas demuestra que la gestión de la crisis en el Estado español se ha utilizado para traspasar ingentes

bancario. Los Presupuestos del 2013 prevén 35.000 millones para el pago de los intereses (lo que significa destinar el 33,8 por ciento más que en 2012) y 151.481 millones para el pago de las amortizaciones, lo que supone que la deuda se lleva anualmente casi el 19% del PIB. El problema no reside en el equilibrio presupuestario sino que la deuda está devorando literalmente el capítulo de los gastos. Para cubrir ese déficit el Estado tiene previsto emitir deuda por valor de 207.173 millones de euros, con lo que la deuda sigue creciendo a pesar de los drásticos recortes. La consabida deuda se empezó a conformar con las políticas neoliberales de recortes de impuestos, especialmente a los más ricos y a las empresas. Desde el año 2008 al 2012, la deuda dio un gran salto, y la mayor parte del dinero que el Estado toma prestado va el sector financiero, que ha recibido


230.415.000 de euros en ayudas públicas, un récord histórico, equivalente al 23% del PIB, través de los planes de rescate bancario. Nunca tanto dinero público fue a manos privadas. Esto es, la deuda privada de la banca se hizo pública. Pero no se acabó aquí, puesto que es la misma banca la que hace negocio con la deuda, tomando dinero al 1% o menos en el Banco Central Europeo y prestando a los estados a intereses muy superiores, especulando con las primas de riesgos. De esta forma es de nuevo la banca (la española con el 38,74% y la extranjera con el 37,29%) la que controla la mayor parte de la deuda pública. Sólo en 2012 la banca nacional ha pasado de tener en su poder un 17% de toda la deuda a un 32 %. En valor absoluto ha pasado de tener 100.229 millones de euros de deuda a 220.160. Con ello la banca no sólo se lleva el dinero público sino que además dicta la política (desde los mercados) para imponer a las arcas públicas severas restricciones y recortes en gastos sociales. 5. Exigir el no pago de la Deuda pública. Frente a esa realidad de una deuda cada vez más impagable y que exige recortes cada vez mayores en servicios públicos esenciales, se levantan diversas políticas. Una de ellas, la de quienes pretenden cargarse de razones a través de una auditoría para identificar qué partes de la deuda deben ser rechazadas por ilegítimas. Pero esa forma de proceder choca

con las necesidades de los trabajadores/as. En primer lugar, porque aunque toda la deuda se considerara legítima, antes deben ponerse las necesidades urgentes de la población a la satisfacción de los pagos a la banca. En segundo lugar, porque no hay una deuda legítima. La formación de la deuda es la consecuencia de las políticas neoliberales que favorecen los intereses de la burguesía, no de la población trabajadora. Por ello, nosotros no rechazamos que se hagan estudios para conocer más acerca de la deuda, pero no supeditamos a ello la necesidad de movilizarnos contra los presupuestos por el no pago de la deuda, que debe ser el común denominador de los movimientos en defensa de la escuela y la sanidad pública, la defensa del poder adquisitivo de salarios y pensiones, y la lucha para impedir que se destruyan puestos de trabajo. 6. Nuevos ataques del Gobier Gobier-no. Porque el problema está lejos

de resolverse, el Gobierno prepara nuevas ofensivas contra los trabajadores/as. La UE junto a la patronal siguen insistiendo en que hay que profundizar las reformas, que hay que desregularizar más –hacer flexible, dicen- el mercado laboral. El primer objetivo es un nuevo recorte en las pensiones, que analistas fijan en una media del 30%. Es escandaloso que ese recorte, justificado por la necesidad de asegurar la financiación de la caja de la Seguridad Social, se presente ahora que el Gobierno se gastó en la compra de deuda un 97% del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, esto son 58.535 millones en valor nominal. Este fondo se creó para asegurar el sistema de pensiones en caso de crisis. Pero lo ofensiva del Gobierno no para ahí, prepara nuevos recortes y privatizaciones en sanidad y educación, y se empieza a hablar del llamado “contrato sin horas” muy extendido en Gran Bretaña -que no asegura una jornada laboral mínima sino que obliga al trabajador/a a estar a disposición permanente de la empresa que lo utiliza las horas que precisa, pagando sólo por ellas-, o el modelo de los minijobs alemanes. 7. Propuestas para enfrentar la crisis. Pero frente a esas nuevas amenazas las direcciones sindicales de CCOO y UGT no presentan una batalla para no retroceder más, ni menos aún para levantar ninguna alternativa. Esta actitud es la que permite al Gobierno seguir aplicando sus planes y a las empresas aumentar sin cesar la explotación obrera. Sólo por el camino de la movilización es posible detener esa ofensiva. Porque hay que defender cada uno de los puestos de trabajo y los salarios, el conjunto de las condiciones laborales, la sanidad y educación pública, hay que decir no al pago de la deuda, nacionalizar de la banca poniéndola bajo control de los trabajadores/as y poner todos los rrecursos ecursos para un plan de ur ur-gencia, con la creación de puestos de trabajo públicos y dignos, rompiendo con la Unión Europea, que es instrumento de la política del gran capital. Hay que unir las luchas, y convocar la huelga general para hacer caer el Gobierno Rajoy Rajoy..

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II. EL PROBLEMA NACIONAL CUESTIONA EL RÉGIMEN

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8. Cuestión nacional y estabilidad del régimen monárquico. A lo largo del segundo gobierno Aznar, este avanzó un proceso de recentralización política y económica del Estado. Un sector de la burguesía vasca tras Arzallus e Ibarretxe -el llamado sector soberanista- intentó blindar el poder económico y político de la oligarquía vasca con el Plan Ibarretxe. Pero entre la presentación del Plan (octubre de 2003) y su tramitación en el Parlamento vasco y central, se producen dos hechos importantes: en enero 2004, el sector “moderado” proclive al acuerdo con el PSOE que encabeza Josu Jon Imaz, desplaza al soberanista de Arzallus/Joseba Egibar; y en marzo de 2004 Zapatero llegaba a La Moncloa con el encargo de la Corona de reestablecer el acuerdo entre las burguesías periféricas y el Estado central. En diciembre 2004 el Plan Ibarretxe supera la votación en el Parlamento vasco con el voto partido (3 sí, 3 no) de la Izquierda Abertzale. En febrero 2005, las Cortes rechazan de pleno con más del 90% de los votos (PP, PSOE, IU, CC, CHA) el texto. El Plan Ibarretxe queda en vía muerta. El Gobierno del PSOE inició el nuevo encaje autonómico con la Reforma del Estatut de Catalunya, al que seguirán otros estatutos de autonomía y que finalmente debía permitir entrar en la negociación del marco autonómico vasco mientras se daba tiempo a acabar con las acciones de ETA. Pero la reforma del Estatut de Catalunya es un fracaso. Tras sucesivos recortes y a pesar de ser aprobada por referéndum, el Tribunal Constitucional tras casi 4 años de presentado el recurso, cuestiona buena parte de su texto. La reacción no se hace esperar con la manifestación del 10 de julio del 2010 de un millón de personas en Barcelona, al grito de somos una nación, nosotros decidimos. Fracasada la reforma autonómica, las tensiones entre una parte significativa del pueblo catalán con el Estado se disparan. En noviembre de ese año CiU ganaba las elecciones y recuperaba la

Generalitat. El desarrollo de la crisis y la caída de las condiciones de vida alimentaron las reivindicaciones catalanas. 9. Rajoy retoma el plan de recentralización de Aznar Aznar. Lejos de calmar la situación, la llegada del PP al Gobierno del Estado en noviembre de 2011, la tensa más. Rajoy retoma el plan de recentralización del Estado, es decir, la contrareforma autonómica de Aznar, esta vez aprovechando la crisis económica. La burguesía catalana busca -como hiciera antes la vasca- su plan para blindarse, esta vez le llama Pacto Fiscal, que aprueba en julio de 2012, pero antes de que Rajoy le conteste que no, una nueva movilización desborda el propósito de CiU. En septiembre de 2012 otro millón largo de manifestantes exigen -ya no el Pacto fiscal que pide Mas- sino Catalunya un nuevo Estado de Europa. Mas quedaba atrapado entre la negativa de Madrid a ni siquiera hablar de concierto o Pacto Fiscal y el movimiento de masas y decide cabalgar sobre este último y aprovecharlo electoralmente. Convocó elecciones anticipadas (noviembre 2012) pidiendo un Gobierno fuerte y una mayoría suficiente (se entiende que absoluta) que le permitiera tener manos libres para renegociar la situación con Madrid. Pero CiU calculó mal, y el movimiento que le desbordó en la calle se manifestó en las urnas, con un crecimiento de ERC, puesto que los recortes le seguían pasando factura y ambos factores la llevaron a un retroceso electoral. También lo hace el PSC y en menor grado el PP, mientras por la izquierda crecía IC-EuiA y apare-

cía la CUP, al mismo tiempo que por la derecha aumenta el populismo de Ciutadans. 10. La movilización desborda a CiU. 2014: previsible crisis de Gobier no. Tras el golpe electoral, Gobierno. Mas forma un nuevo gobierno debilitado y con menos márgenes de maniobra, mientras el Gobierno central va ahogando la capacidad financiera catalana. Depende parlamentariamente de ERC, que exige el compromiso de 2014 como fecha para la consulta. Se produce una creciente polarización social: la gran patronal de Fomento quiere que Mas eche para atrás el compromiso de consulta para 2014. Expresión de ese sector son las posiciones de Duran i Lleida de Unió Democrática de Catalunya. Se introduce una crisis en la coalición CiU. Pero el movimiento no afloja y en septiembre de 2013 un número mayor al millón construía la cadena humana por la independencia, la Vía catalana. El Gobierno Rajoy, que hasta ahora creía tener suficiente con el control de la caja y la asfixia económica de la Generalitat, da señales de vida y empieza a pasar a la ofensiva. Por otra parte, la crisis también golpea el PSC y la relación entre este y el PSOE, con un sector de los socialistas catalanes que apoyan el derecho a decidir que rechaza el PSOE. Todas las encuestas expresan esa polarización social con la previsión de que ERC pueda pasar a CiU, mientras sigue la caída del PSC y retrocede el PP, ganando IC, la CUP y Ciutadans. En este otoño al Govern de la Generalitat se le acumula otro gran obstáculo difícil de superar: los presupuestos. A lo largo del 2013 evitó


un debate presupuestario, llegando a acuerdos puntuales con ERC para ir aplicando los recortes por decreto, mientras prorrogaba los presupuestos del año anterior. Pero parece improbable que puede maniobrar de la misma forma para el 2014. La reducción del margen de déficit público al 1% y una partida de gasto con la deuda que crece velozmente obligarían al “Gobierno Mas” a una nueva apretada de tuercas con más recortes en sanidad y educación. Pero si hay respuesta con movilizaciones, entonces es probable que ERC no apoye los presupuestos y se vaya a unas elecciones anticipadas. 11. La CUP-AE en Catalunya. Importante ha sido la irrupción de la CUP-AE en el Parlament tras las últimas elecciones con tres diputados. La CUP tenía una realidad territorial y municipalista. El punto débil de ese proceso está en el cinturón industrial de Barcelona. Sólo con el apoyo de otras fuerzas –como algunas Candidaturas Alternativas del Vallés- permitieron a CUP-AE sacar buenos resultados. Este hecho expresa la resistencia de amplios sectores de la clase obrera que emigró de otros territorios al independentismo de la CUP, pero no va a haber avances ni en lo social ni en lo nacional sin contar con la clase obrera catalana. Este es el espacio de AE (Alternativa de Izquierdas) a desarrollar abriendo la CUP a acuerdos estables con las Candidaturas Alternativas del Vallés (CAV) y a la izquierda revolucionaria. Pero este no es el camino que votó la asamblea nacional de la CUP tras las elecciones, que prefiere conformarse en reafirmar su espacio sin desarrollar una política de frente. 12. Euskal Herria. T ras dos años Tras A del cese ETA de la decisión de ET definitivo de la lucha armada. La situación en Euskal Herria ha quedado aletargada, como en segundo plano. La burguesía vasca, de la mano del Gobierno del PNV, de espaldas a lo que ocurre en Catalunya, busca el acuerdo con el PSE, aparcando exigencias soberanistas. La decisión de ETA de dejar las armas ha permitido un salto electoral importante a la izquierda aberzale, pero al precio de formar una coalición tras EA, rebajando substancialmente su programa económico y social anticapitalista y

también su perfil independentista. La decisión de ETA fue positiva, sus acciones armadas se giraban contra el pueblo vasco y justificaban la intensificación de la represión del Gobierno de turno contra el pueblo vasco, con un arsenal de leyes antiterroristas contra los derechos democráticos. Esta nueva situación permite empezar a reconstruir el debate político y la lucha de masas, buscando restablecer puentes de diálogo con los trabajadores/as estatales, combatiendo el apoyo de amplios sectores de masas a la política antivasca del Estado, empujados esos sentimientos por los grandes partidos y sindicatos (PSOE, IU, y las direcciones de CCOO y UGT que se hicieron monárquicas y centralistas). El voto masivo a Amaiur, como antes a Bildu, son la expresión de la voluntad de autodeterminación del pueblo vasco, pero también de que una mayoría política vasca apoya el fin de la lucha armada. 13. El Gobierno Rajoy sin mover la política antiterrorista. Dos años después de la decisión de ETA de abandonar definitivamente la lucha armada, el Gobierno prácticamente no ha movido ni un dedo en su política hacia los presos y las libertades. Al contrario, toda su política de recentralización del Estado es un golpe a las reivindicaciones del pueblo vasco. Y, recientemente la detención de 18 miembros de la dirección de Herrira se suma al inicio del macro juicio contra la herriko tabernas. La política del PP, en Euskadi como en Catalunya, es la del “bombero pirómano” que apaga los fuegos echando gasolina, a sabiendas de que el choque tiene

altos rendimientos electorales, por ahora, en la España central y del sur, y que las burguesías periféricas ayudarán a parar un proceso de crisis del Estado. Pero dicho incendio, que el propio gobierno central alimenta, puede escapar de su control y abrir una crisis irremediable del régimen. La sentencia del Tribunal Internacional contra la doctrina Parrot ha permitido la excarcelación de decenas de presos vascos. El Gobierno del PP ha sido abucheado por aplicar esta sentencia en la concentración de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Así el caldo de cultivo alentado por el gobierno hoy se le vuelve en contra. El carácter retroactivo de la medida a todas luces escandaloso, no cambia el carácter antidemocrático de las sentencias de este tribunal que ha aprobado toda la legislación antiterrorista, incluida la Ley de Partidos. 14. Amaiur y EH-Bildu no es sólo la izquierda abertzale. Nuestra crítica a la izquierda abertzale no era sólo el componente de la lucha armada con acciones indiscriminadas sobre objetivos civiles, sino que esta era el complemento a una política que buscaba una salida negociada con el Estado. Una política que subordinaba la acción del movimiento de masas y cortaba toda relación con los y las trabajadoras del resto del Estado. Pero que además, por imposible, le arrastraba a un callejón sin salida. No había reforma posible de la Monarquía –y menos negociadaque dejara espacio al derecho de autodeterminación de los pueblos. Y porque eso era y es así, la lucha de los pueblos y los trabajadores debe buscar una amplia unidad

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contra el Estado monárquico. Con Iniciativa Internacionalista en las elecciones europeas del 2009 parecía que era posible abrir este camino, pero sólo fue un movimiento electoral. Pero la izquierda aberzale ha decidido priorizar el bloque vasco interclasista, que se concreta con la alianza con EA entre otros, una política de frente popular vasco o bloque con sectores de la burguesía vasca, lo que lleva a dejar en segundo plano la lucha por recomponer un frente de los trabajadores y los pueblos contra la monarquía.

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15. Lucha de los pueblos y la Monarquía Monarquía. La unidad que precisan los trabajadores/as no se puede basar en imposiciones. Ya Marx decía, refiriéndose a Gran Bretaña, que “ningún pueblo que oprime a otro pueblo -refiriéndose a Irlandapuede ser libre” y explicaba cómo la consolidación de la opresión sobre otro pueblo, llevaba emparejado el endurecimiento del régimen dentro del país opresor. Para Lenin la defensa del derecho de autodeterminación fue siempre un punto incuestionable del programa revolucionario. Defendemos ese derecho desde nuestro internacionalismo de clase, con el objetivo de un mundo de pueblos libres sin fronteras, por la necesaria unidad de la clase obrera. Por la libertad de los pueblos: fuera las leyes antiterroristas, la ley de partidos, basta de represión. Libertad para Otegui, Rafa Díaz y demás luchadores/as vascos/as. No somos independentistas, no hacemos de la constitución de un Estado en Catalunya o Euskal Herria un objetivo en sí mismo, pero sí del derecho a decidir su futuro. Ese derecho no cabe en la Monarquía y nuestra formulación es de República en Euskal Herria, República catalana, y desde ese derecho impulsaremos una Federación de Repúblicas, que queremos que sea socialista. Esa batalla por el derecho de los pueblos a disponer de su futuro y para que la clase obrera haga suya esa reivindicación, exige un trabajo paciente de debate no sólo entre la clase obrera catalana o vasca, sino en todo el Estado español. La lucha por el derecho de autodeterminación forma par par-te y entronca directamente con la lucha por la abolición de la Monarquía.

III. CRISIS POLITICA E INSTITUCIONAL 16. La corrupción impregna las instituciones. Todas las instituciones del Estado, incluidos los partidos políticos del poder se hunden en casos de corrupción. La Monarquía con Urdangarín y la infanta, el escándalo de los gastos del presidente del Tribunal Constitucional, el caso Gurtel/Bárcenas que implica la contabilidad del PP con el cobro de comisiones ilegales de empresarios y el de sobresueldos de sus dirigentes; el caso de los EREs en Andalucía en el PSOE, que salpica también a dirigentes de la UGT; las acusaciones sobre financiación ilegal de CiU con el caso Palau y el de Oriol Pujol en la asignación de las ITV… Se pasan cuentas unos a otros, se sacan los trapos sucios, pero los asuntos de corrupción se están resolviendo por arriba. Los trabajadores/as ven el espectáculo como si se tratara de un vodevil, pero sin condicionar la crisis del régimen desde la movilización generalizada, desde abajo. 17. Corrupción = Capitalismo + transición. La tendencia general es atribuir la crisis a que todos nos roban. Y es cierto que capitalismo y corrupción política van de la mano. No es posible un capitalismo con políticos honrados, como no es posible un capitalismo sin especulación. También es habitual que los escándalos de corrupción salpiquen en los períodos de crisis. Pero ciertamente el grado de corrupción en el Estado español es especialmente llamativo porque al capitalismo hay que añadirle el efecto de la “Transición Española”. La Transición es sinónimo de impunidad: impunidad de los represores del régimen del franquismo, de los jueces, Un ejemplo de esa impunidad es el caso de Hellín el asesino de nuestra camarada Yolanda González. No sólo el régimen participó protegiendo al asesino confeso, militante de la extrema derecha, sino que esa protección llega hasta hoy, cuando se descubre que el asesino sigue trabajando para la Guardia Civil y la policía española, vasca y catalana. Esa impunidad se traslada a todos los campos, al empresarial y al político. Si los empresarios pueden hacer y deshacer, ¿por qué no los políticos? A la “puerta giratoria” ha-

bitual del capitalismo que permite pasar de la empresa a la política y al revés, se le suma el agravante de que eso se mantiene aún embarrado de corrupción y aún reforzado por robos y estafas. Se paga lo que fue la reforma del régimen. 18. Se debilitan los pilares políticos del régimen. La crisis institucional avanza con la tendencia al retroceso electoral de todos los grandes partidos que fueron gobierno: PP, PSOE, CiU. La polarización social empuja una crisis política de los partidos que fueron pilares políticos del régimen por 40 años. Este mismo hecho hace que todas las peticiones de dimisión de Rajoy que hace el PSOE no las haga con petición de elecciones anticipadas sino pidiendo otro presidente del PP. El fenómeno tiene una relación directa con la profundidad de la crisis económica. Esta arrastra una crisis política y en los estados de la periferia europea del sur, una crisis institucional. Se agota el modelo de intercambio de poder entre los dos grandes partidos. 19. Se refuerza el bonapartismo. Ya decíamos en la bonapartismo anterior conferencia que: “La tendencia al bonapartismo es una ley general de las situaciones de crisis. El capital no tiene ni margen ni tiempo para andar con las contemplaciones que exige la dinámica parlamentaria, asimismo la lucha de clases se cuela de alguna manera a través de ella y puede frenar o suavizar algunas medidas que el capital exige.” Las limitaciones a esa democracia formal han ido en aumento, y la última reforma constitucional fue un salto en la supeditación al capital financiero bajo las directrices de Berlín. Se preparan más recortes con la reforma de la ley electoral. La represión gana te-


rreno para acallar la resistencia de las clases populares y en este sentido elabora el Gobierno la Reforma del Código Penal. Mientras el Estado se vuelve más y más policial – las detenciones y juicios a raíz de las huelgas generales fueron buen ejemplo-. Y la Iglesia retoma un papel determinante, como demuestra Gallardón con una ley de aborto inspirada por la Conferencia Episcopal. Las crisis dejan poco margen a la democracia formal. El mejor ejemplo de lo que decimos, es la permanencia en el gobierno de Rajoy y el PP aún con su implicación en el caso Gürtel y ahora en el de Bárcenas, sin que se impongan dimisiones ni nuevas elecciones. O la aprobación de la reforma de la ley del aborto o la Ley Wert contra viento y marea, o a nivel autonómico, la reciente aprobación del Decreto de Trilingüismo por el Gobierno balear, mientras la comunidad educativa estaba en la calle y el profesorado entraba en la segunda semana de huelga indefinida. La ausencia de alternativa, y el aval de Berlín –que en su día impuso gobiernos tecnocráticos en Grecia e Italia de dudosos resultados, le impulsan a preservar al gobierno de un PP más que cuestionado, pero que sigue aplicando sus recetas-, crean un sustrato que facilita aún más la impunidad y fortalece los rasgos bonapartistas del PP. 20. La inmigración y las leyes racistas. Para debilitar la respuesta racistas obrera el gobierno y la gran patronal impulsa una política de división y enfrentamiento en el interior de la clase obrera. El sector más explotado de esta, los y las inmigrantes, es el que más duramente han sido castigados por la crisis, pero son los Gobiernos de distintos colores los que buscan con la leyes de extranjería y medidas restrictivas culpabilizarlos de la falta de trabajo, de servicios sociales y de la inseguridad, buscando un enfrentamiento entre trabajadores/as. Asimismo el endurecimiento de la Ley de extranjería, la reducción de ayudas sociales (PIRMI...), tienen otro objetivo, el de entregar al empresariado mano de obra semiesclava para los sectores no deslocalizables de la economía. Nuevas agresiones al trabajador/a inmigrante se suman: como la negación al derecho a la salud a los sin papeles, las dificultades a la regularización familiar. La

reinstalación de cuchillas en las alambradas del muro de Ceuta y Melilla son el símbolo de una política que lejos de resolver las causas de fondo que empujan la emigración, no la pararán sino que generará más muertos, más heridos y más beneficio para las mafias. La lucha contra el racismo nace de la lucha contra las leyes y medidas que los gobiernos imponen. Es el Gobierno quien impulsa el discurso racista y xenófobo de la extrema derecha preparando el caldo de cultivo de la división. El eje de unidad e independencia de clase, extranjera o nativa una misma clase obrera, se debe traducir en la unidad dentro de las organiza-

ciones políticas y sindicales. Hay que exigir la igualdad de derechos civiles y democráticos, el cierre de los CIEs y la derogación de las leyes de extranjería. 21. La extr ema der echa y el PP extrema derecha PP.. Grecia vuelve a ser el espejo: con el crecimiento del fascismo a nivel electoral y la base social que se iba construyendo Alba Dorada, luego dieron un salto atacando parlamentarios de izquierda, y recientemente han llegado al asesinato. Esa dinámica en que se profundiza la polarización con el crecimiento de Syriza a un lado y el del fascismo del otro, es una tendencia en todos los países europeos. Calificamos a esas organizaciones de fascistas en la medida en que atacan en forma violenta a las organizaciones de clase o a sectores de esta. Así, la mayoría de esas organizaciones fascistas del continente se centran en el acerbo nacional, poniendo en primer lugar sus ataques a la inmigración y la reivindicación de un nacionalismo de derechas que cuestiona la UE. Este panorama tiene una particular expresión en el Estado espa-

ñol que hemos analizado en diversas ocasiones. La formación del PP como continuador de sectores del franquismo, contuvo y hasta cierto punto frenó el desarrollo de otras organizaciones fascistas e incluso llevó a su declive a formaciones como Alianza Nacional o Falange Española. El propio PP absorbía su base social y se expresaba cuando quería con masivas movilizaciones en la calle, junto a la Iglesia. No es de extrañar que el PP en algunas localidades tomara directamente consignas de esos sectores fascistas, como en el caso de Badalona, con elementos del programa racista y xenófobo de Plataforma por Catalunya, y el visto bueno de la dirección del PP. 22. La cuestión nacional y el nuevo lerrouxismo. Sin embargo, en el Estado, la tradición de la extrema derecha ha tenido un elemento más en el tema nacional. Y la agresión del 11 de septiembre en Madrid a la celebración de la Diada por parte de Democracia Nacional y Falange, es expresión de ese giro. Como en la cuestión del racismo, en el anticatalanismo, el caldo de cultivo para la acción de esos grupos, se crea desde las instituciones del Estado, desde el Gobierno del PP y con la complicidad del PSOE. Expresiones políticas del nacionalismo español centralista contra todo otro nacionalismo, son UPyD, que crece en todas las encuestas, impulsadas por la exdirigente del PSOE Rosa Díez, y en Catalunya Ciutadan’s que deberíamos seguir caracterizando como lerrouxistas: combinado el populismo con el centralismo. 23. Luchar contra el crecimiento de la extrema derecha y el fascismo. Ese crecimiento del fascismo irá a más, producto de la misma polarización –incluso agravada con la ausencia de un polo de izquierdas mínimamente claroy habrá que estar atentos a darle respuesta desde las organizaciones de clase. Precisamente, como el giro que está tomando el fascismo es a incorporar –como en otros tiempos- la bandera de la unidad de España, es tanto más importante construir y explicar el tema nacional en los bastiones de la clase obrera. Porque como con el aspecto de la inmigración, no los pararemos con frentes de “demócratas”

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–por más que puntualmente se pueda coincidir con un sector- sino con tener una política para la clase y enfrentarlo desde las organizaciones de esta. 24. Las divisiones interburguesas y el régimen de la Monarquía. El Gobierno Rajoy aguanta por la falta de una alternativa política y por la sumisión de las direcciones sindicales y su negativa a la lucha. Pero el gobierno y el PP están profundamente divididos. Mientras cae en las encuestas, un sector de la derecha del partido, con Esperanza Aguirre o Aznar a la cabeza exige una política más dura con la clase obrera y con las ansias soberanistas de los pueblos. El enfrentamiento interno del PP es público y notorio. Pero no acaban ahí las tensiones interburguesas. La Monarquía se estabilizó por la entrega que hicieron los dirigentes del PCE y del PSOE de la lucha de los trabajadores y los pueblos contra el franquismo, pero también por el pacto del régimen con las dos burguesías periféricas, la catalana y la vasca. Hoy el enfrentamiento entre PP y CiU es evidente, como en la época Aznar lo fue entre PP y PNV. La patronal catalana y Unió piden reconducir esa situación, pero ni el PP está dispuesto a desaprovechar la ocasión para imponer su recentralización, ni afloja el movimiento de masas en su exigencia del derecho a la autodeterminación. La Monarquía está más cuestionada que nunca. Un sector de la derecha burguesa que pide una república centralista, otro sector pide la abdicación de Juan Carlos para intentar recomponer el régimen en una nueva transición, entre trabajadores/as y jóvenes cae la popularidad de los monarcas y se recupera la lucha por la ruptura republicana. Hay que exigir la abolición de la Monarquía.

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IV IV.. RESISTENCIAS A LA CRISIS 25. La Reforma Laboral: más precariedad…. Un año paro y más precariedad… después de aprobada, el paro ha aumentado un 10% (800.000 trabajadores que han hecho llegar la cifra de paro a los 6,2 millones a fines del 1er trimestre 13 según la EPA), los contratos indefinidos siguen cayendo mientras se devalúan los salarios. Para tomar algún dato objetivo comparativo: por cada décima de caída del PIB tras la última Reforma, se perdieron 70.786 ocupados a tiempo completo –el doble de lo que se perdía en 2009-; pero además si antes eso afectaba a asalariados, autónomos y empresarios más o menos proporcionalmente, ahora, mientras estos dos últimos suben, los primeros se llevan toda la destrucción multiplicando por 3 los que lo perdieron en 2009. No es distinto respecto la precariedad pues el abaratamiento del despido ha facilitado la sustitución significativa de estables con salarios dignos por precarios con bajos salarios. Así la destrucción de empleo indefinido ha hecho que de tenerlo un 55% de los ocupados en 2009, ahora sólo lo tenga un 49%. Los salarios del sector privado, que ya venían perdiendo poder adquisitivo en años anteriores, gracias a la Reforma bajan un 0,9 sólo en el último año. Por último el sector más golpeado, en este último año, ha sido el sector público en el que han venido a sumarse los recortes de las políticas sociales con el incremento de razones objetivas para despidos colectivos de trabajadores públicos de la Reforma Laboral. Sólo en el último año, la destrucción ha sido de 260.000 empleos en la Administración, sobre todo en las CCAA. 26. … más explotación por mesalario. M. V. Gómez, apuntanos salario ba: “La segunda recesión de esta ya larga crisis, que comenzó a mitad de 2011 –la anterior fue en 2009-, deja hasta ahora un balance distinto al de la primera. El perfil del empleo que se está destruyendo es muy distinto del que se evaporó a comienzos de la crisis. En 2008 y 2009, básicamente perdieron su trabajo jóvenes menores de 35 años poco formados que tenían contratos temporales y trabajaban en la construcción o en la industria

afín. Ahora, sin que haya cesado la sangría por esta vía, la destrucción de puestos de trabajo ya no hace discriminación alguna por edades, también se ceba en quienes tienen contratos fijos y erosiona sectores hasta ahora inmunes, como los empleados públicos y los cualificados.” (El País, 25/4/13). Se da un incremento de la sobreexplotación, con un aumento de ritmos –España es el país donde más ha crecido la productividad durante la crisis, alcanzando a fines del 2012, el 9,8% de incremento- y reducciones salariales – únicamente en ese año, los costes laborales se han reducido un 3,2%- y la sustitución de los despedidos –los despidos se han abaratado en el último año un 20,3%- por contratos más precarios y baratos. 27. El papel de las direcciones UGT. Las direcciones de CCOO, UGT de CCOO y UGT han jugado un papel nefasto: han desmovilizado sistemáticamente, aceptado como inevitable que la crisis la pagáramos los trabajadores/as, han firmado reformas laborales, el pensionazo de los 67 años, cientos de miles de despidos sin luchar... empujando a pensar que no hay nada que hacer ante los planes patronales y que solamente se pueden conseguir migajas, pero no parar los despidos. Estos están acabando con EREs pactados en su inmensa mayoría. Cuando no han firmado tampoco han hecho nada por impedir que las medidas se aplicaran. Se niegan a luchar por echar al Gobierno. La clase obrera desconfía de CCOO y UGT, las critica, pero esos sindicatos con sus 2’5 millones de afiliados/as y sus decenas de miles de delegados/as en las empresas siguen siendo la referencia de los trabajadores. Las grandes fábricas del metal, bastiones tradicionales y símbolo de la clase obrera, hoy no están a la vanguardia de la resistencia por el control que mantienen en ellas las direcciones sindicales mayoritarias. Primero fue con los discursos de la aceptación de las “bajas no traumáticas” que avalaron los sindicatos por ejemplo en SEAT y que se tradujo en no contratación de temporales, bajas voluntarias… Se completó con referéndums como el de Nissan, donde se aceptaban rebajas salariales, etc… Luchas como la minería estuvieron controladas por CCOO y UGT que


las llevaron a la muerte. Ese discurso de claudicación de los sindicatos mayoritarios empuja hacia el sindicalismo corporativo, con USO mayoritario en Nissan y que le ganaba 13 delegados a CCOO en SEAT. Sin esos referentes de lucha, las movilizaciones que se dan en empresas pequeñas y medianas quedan aisladas. Todo el centro de la situación es romper con el miedo que atenaza a la clase obrera y le impide que tome el centro de la escena política.

Saludos internacionales a la Conferencia

Organización de los Comunistas Internacionalistas. Grecia

28. En la clase obrera aumenta la indignación. Hay indignación y cada vez cuela menos el discurso de que todos debemos ajustarnos el cinturón y de que la salida de la crisis está a la vuelta de la esquina. Se ve que todas las medidas recaen sobre la clase trabajadora. Crece la tensión, pero esta no garantiza por sí sola una salida. Hace falta la convicción de que es posible movilizarse, detener sus planes y ganar, sobre todo en el marco de los centros de trabajo, y esto nacerá de la lucha, de la organización. Necesitamos alguna victoria significativa que traduzca la indignación en decisión. Por eso hay que estar allí donde se da la resistencia, la lucha. Probablemente en el centro de la lucha se sitúen ahora los sectores públicos contra despidos y privatizaciones masivas que tiene previsto el gobierno central y los gobiernos autonómicos. El no a las privatizaciones, la defensa de todos los puestos de trabajo y del sector público, entronca con el no pago de la deuda 29. Huelgas indefinidas, ¿un cambio de dinámica? En setiembre saltaba la huelga indefinida de los docentes de las Baleares, que aguantó tres semanas. Una huelga votada en asamblea y saltando por encima de STEI y CCOO, los dos sindicatos mayoritarios. Una huelga que contó con un inmenso apoyo popular, que convocó la mayor manifestación en décadas, que levantó una caja de resistencia de más de 700.000 euros, que puso en jaque el Gobierno del PP de Bauzá. En Baleares hay un antes y un después de la huelga docente. En Madrid saltaba la huelga de limpieza viaria y jardinería, también indefinida. En Barcelona los trabajadores/as de Panrico declaraban la huelga indefinida contra un ERE que

Y la presencia y participación del como de Fr ente Obr er o de T ur quía. pañero Frente Obrer ero Tur urquía. pañer

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provoca cientos de despidos y nuevas rebajas salariales. Y es posible que la movilización con ocupación. contra el cierre de Canal 9 vaya más allá. Estas huelgas pueden ser el síntoma de un cambio de dinámica. Estar en ellas, codo con codo con los trabajadores/as es la prioridad número uno de la actividad de cualquier organización revolucionaria. Sin la entrada en lucha de la clase obrera, los planes del Gobierno se hacen imparables. Nuestras propuestas pasan por la recuperación de la democracia obrera, con asambleas, comités de huelga elegidos y revocables, que busquen sin sectarismos la máxima unidad de clase para la lucha. Que integren los sindicatos aceptando la soberanía de la asamblea de trabajadores. Impulsamos la unificación de las luchas en vistas a salir del aislamiento al que la someten los sindicatos mayoritarios. Convirtiendo la lucha obrera –sin perder ese carácter, su forma de lucha y organización- en lucha social, por la implicación de sectores amplios de apoyo.

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30. Huelga general para echar al gobierno gobierno. El llamado a la lucha, a la huelga general es del todo necesario para poner en marcha la clase obrera y unirla frente al Gobierno y la patronal. Los dos sindicatos que podrían convocarla con fecha fija, CCOO y UGT se niegan a hacerlo o, las veces que lo han hecho, hacen convocatorias burocráticamente limitadas a un paro testimonial, lo que las debilita y concentra en polígonos industriales y grandes empresas, y apenas hay respuesta en PYMES y entre

trabajadores seriamente precarizados (fue el caso de las dos del 2012: 29M y 14N). Para las direcciones de CCOO y UGT el objetivo es ante todo mantener el control de sus aparatos sobre la clase obrera, no las necesidades que esta tiene y detener los planes del gobierno. Ese mismo carácter burocrático, que limita las posibilidades de construcción de auténticos comités de huelga que pudieran garantizarla primero y desbordarla después, ha venido sustentando los argumentos de los “alternativos”, de “convocar sin ellos” –como CGT en alguna ocasión-. Ese razonamiento, hoy por hoy, está condenado al fracaso, pues menosprecia el peso social de CCOO y UGT en la clase obrera. Así, cualquier política hacia la huelga general, pasa inevitablemente por dirigir la exigencia de su convocatoria a todos los sindicatos, y muy especialmente a CCOO y UGT. Si siempre es rechazable el sectarismo, aún lo es más en si-

tuaciones defensivas como la actual. Pero no se trata de esperar a que ello ocurra, sino contribuir activamente, crear un movimiento de base, en los centros de trabajo, también dirigidos a los afiliados/as de CCOO y UGT UGT,, exigiendo la convocatoria de una huelga general unitaria a todos los sindicatos, con pequeñas resoluciones escritas, que sean la base para generar ese movimiento y abrir el debate en la clase obrera. Sólo si ese movimiento progresa es posible: 1) que los sindicatos mayoritarios acaben por llamar a la lucha, o 2) se profundizará una ruptura consciente con esas direcciones o incluso 3) se pudieran reunir las fuerzas con capacidad de convocarla sin esperar a que lo hagan CCOO y UGT. 32. Crear corrientes sindicales izquierda. Esta orientación de de izquierda trabajo insiste permanentemente en la importancia de la afiliación y el trabajo en los sindicatos. Pero en los grandes sindicatos, particularmente en CCOO, ese trabajo sistemático por recuperarlos como instrumentos de lucha del sindicalismo de clase, exige un trabajo organizado y debe permitir el desarrollo de corrientes sindicales de izquierda. Hay que construirlas recuperando la idea de que es posible y necesario luchar contra los ERE’s. Que los ERE’s temporales no son sino el preludio de la aceptación de los despidos. Que la patronal y el gobierno puede ceder cuando el conflicto sale de la empresa y temen perder más. No hay espacio para el reformismo ni para los razonamientos sobre el futuro y los planes de viabilidad. Se trata de una cuestión de supervivencia y esta es un problema político, no de contabilidad. La propuesta revolucionaria de defensa a ultranza de los puestos de trabajo y las condiciones de vida de los trabajadores/as es la única salida, lo otro es utopía y no dejar de retroceder. Pero las corrientes de izquierda –como el Corrent d’Opinió de Girona de CCOO- no se pueden forjar más que al lado de las luchas. Por eso debemos construirlas alre-


dedor de: 1. Impulsar y unir las luchas sobre ejes como: Ningún despido. No más retrocesos salariales y laborales. Parar las privatizaciones. No al pago de la deuda. Nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores/as. 2.- Por la defensa de la democracia obrera. Recuperar el control del sindicato por la base. Que nada se firme a espaldas de los trabajadores/as. En los centros de trabajo: asambleas y comités elegibles y revocables. 33. Sindicalismo alternativo, la CGT.. La posibilidad histórica de CGT ocupar el espacio que van dejando unas CCOO y UGT cada vez más cuestionadas es evidente, aunque aún esté limitado a sectores de vanguardia, pues no hay grandes luchas que puedan vehicular esa ruptura. En esa situación la CGT ocupa un lugar privilegiado. Pero ese proceso se da con muchas dificultades por responsabilidad de la dirección de la CGT, y da lugar a que muchos militantes que dejan el sindicalismo mayoritario, terminen en casa o con la formación de pequeños sindicatos a menudo de empresa, lo que aumenta aún más la disgregación y a menudo el corporativismo. No basta con ser más combativos que los militantes de CCOO y UGT, no basta con no pactar. El problema de ganar la referencia de la clase obrera tampoco es un problema que se resuelva con voluntarismo. Hace falta el trabajo sistemático basado en un plan concreto que nazca de las luchas de resistencia, de la organización en la base, para coordinar empresas en crisis y convertir en social la lucha contra los ERE’s y despidos – tampoco es sustituirla por movilizaciones tipo 15M-, sin sectarismo hacia CCOO y UGT, aunque esa exigencia para combatir unidos y bajo el control de los trabajadores/as no está exenta de denunciar pactos firmados a espaldas de los trabajadores, desmovilización o vacilaciones que cometen y cometerán las direcciones burocráticas. 34. El movimiento 15 M y la juventud. La irrupción del movimiento 15M tuvo una repercusión importante en la escena política no sólo interna, sino de extensión a otros

países. El movimiento cuestionó desde el inicio la lógica capitalista, apuntado correctamente la banca, el capitalismo y los gobiernos que lo gestionan, como principales responsables de los males. Asimismo apuntaron contra el sistema de representación política, cuestionando la democracia formal y su subordinación a los intereses de los poderosos. Quizás en ese sentido el “no nos representan” ha sido una de sus consignas más coreadas. El movimiento ha empujado al debate político a decenas de miles de jóvenes especialmente, aunque con más dificultad ha entrado en la juventud obrera. Sin embargo, ese enorme capital político se ha ido gastando en las dificultades de construir un movimiento de lucha concreto, con continuidad, con consignas y planes de lucha, ligándose a las luchas concretas, atrapado entre propuestas entre la reforma y la ruptura con el capitalismo y el Estado. La misma negación de las organizaciones políticas y sindicales que ha sido frecuente apunta ese individualismo que se esconde como la otra cara de la moneda del “nadie me representa”. 35. La intervención en los movimientos. Debemos responder y participar de los movimientos populares en defensa de la enseñanza pública o la sanidad, de los servicios públicos, pero sin perder de referencia que lo decisivo va a ser la movilización de los trabajadores/ as con sus métodos de lucha, con sus asambleas, con sus sindicatos y con la huelga. También entre los movimientos hay una enorme amal-

gama que va de la disolución en agrupaciones vecinales de apoyo a la lucha de la sanidad en Madrid, o participaciones significativas de las movilizaciones de la PAH, a acciones más o menos “radicales” alrededor de movimientos incluso obreros, como en el caso de las dos últimas huelgas generales. Pero también ha tenido la capacidad de convocar enormes movilizaciones, como las del pasado 23F, utilizando lazos difusos y apoyándose en la bronca que sí existe y en sectores de la clase que no están dispuestos a callar a pesar de que lo hagan en los puestos de trabajo, atemorizados por la desmovilización que siembran los sindicatos. Fue el caso en Catalunya del “Juntes podem” o de la PUDUP que agruparon también sectores laborales en lucha, o que sin tenerla querían expresar su bronca. Tampoco podemos descartar que eso facilite el impulso a un movimiento más estructurado de carácter estudiantil. Cosa que aún no ha pasado, pero debemos estar atentos, porque habitualmente, los movimientos de juventud son el preludio de la entrada en liza de la clase obrera.

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V. CONSTRUIR UN PAR TIDO ARTIDO REVOLUCIONARIO EN UN MARCO AMPLIO 36. El PSOE sigue cayendo. El PSOE no es cualquier partido, con el PCE fue el partido que pudo utilizar las ilusiones de la clase trabajadora para traicionarlas en la Transición, más tarde –con Felipe González- jugó un papel esencial en la estabilización del régimen de la Monarquía. Con el retroceso electoral continuado que pronostican las encuestas, con el PSOE se resquebraja un pilar fundamental de la Transición. La crisis está agudizada en federaciones como la andaluza con la implicación en el escándalo de los EREs o en el PSC de Catalunya, con la crisis entorno al derecho a decidir y la posibilidad de una escisión. Pero aquí la influencia en la clase obrera no se limita al aparato del partido y su presencia en municipios y Comunidades Autónomas, su peso en la dirección de UGT es claro y respecto de CCOO, varios de sus viejos dirigentes están hoy en las filas socialistas. Como lo es su amplia presencia en asociaciones de vecinos y otras entidades como FAMPAs en barrios obreros. No hay construcción de un partido revolucionario sin dar respuesta y atraer a amplios sectores de esa clase obrera en ruptura con el PSOE.

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A menudo se pronostica el fin de los partidos socialdemócratas – irreformables para la clase obrera, vendidos en cuerpo y alma al capitalismo y los intereses de los estados burgueses-, con las caídas electorales. Se ha visto en Francia sin ir más lejos, cómo después de un descalabro electoral histórico se volvía a recomponer como una opción electoral, utilizada de nuevo por una mayoría “para cerrar el paso de la derecha”. Los balances con organizaciones históricas no se hacen definitivos hasta que la ruptura se consolida en la construcción de una alternativa, es decir, hasta que hay un proceso de recomposición. En Grecia, la recomposición de la izquierda no se hace ni a partir del PASOC –como aquí el PSOE; parte de los gobiernos que hundió Grecia en los rescates-, ni a partir del

viejo Partido Comunista, el KKE, sino por una nueva organizaciónfrente Syryza, que se organiza alrededor de la que fue la debilitada ala eurocomunista del PC. En el Estado español parece que seguimos el patrón de la crisis institucional y el fin del bipartidismo, no del intercambio de papeles entre los dos grandes partidos. Esta situación abre el debate en toda la izquierda sobre cómo abordar esa reorganización. 37. IU, la reforma de la reforma reforma. Las encuestas pronostican un ascenso electoral de IU, recogiendo una parte de los votos que va perdiendo el PSOE. IU construyó su programa con las consignas que el PSOE va abandonando en su gestión del capitalismo en crisis. Responde a una política a la medida de las direcciones de CCOO y UGT. Pero cuando se integra en un Go-

bierno, sea municipal o autonómico apenas se diferencian sus propuestas de las del PSOE. Su participación en el Gobierno autonómico andaluz junto al PSOE se hace aplicando recortes y acatando los dictados del PP y Bruselas. No es casual que uno de sus principales referentes, Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, pasara directamente de IU a ministra de Medio Ambiente del Gobierno PSOE. IU radicaliza su discurso para recoger votantes, aunque no cambia un ápice su servicio al régimen y al sistema. La X asamblea de IU, en diciembre 2012, consideraba traicionado el pacto de la Transición, y proponía iniciar una nueva transición, una reforma de la reforma supuestamente para llegar a una III República. En el terreno económico, no definen más que la auditoria de la deuda, en coherencia con su propuesta de “refundar la UE” sobre la base del “pacto fundacional de la UE de redistribución de la ri-

queza”. Ni un ápice de crítica a las privatizaciones y recortes que aplica IU en el seno del Gobierno de la Junta de Andalucía. La discusión en IU es si IU ya es la Syriza griega, como intentó aplicar EB con fracaso en las elecciones vascas, o si es necesario una política “de frente”, como hizo EU galega con Anova de Beiga (ruptura del BNG) y que le dio buenos resultados. Anguita, centreando, ha constituido el Frente Cívico, que pretende hacer realidad lo de “Somos mayoría”, pero sin tomar la forma de un frente político que pudiera hacer sombra electoral a IU. Sus planteamientos –como la ruptura con el euro- le da un perfil más radical, pero dentro de IU. 38. Se acelera el proceso de reorganización política. Desde nuestros inicios como LI, hemos venido trabajando con dos ejes de construcción del partido: una política de intervención en las luchas e impulso de corrientes sindicales, y un trabajo paralelo de reagrupamiento de las atomizadas fuerzas de la izquierda que fuera una alternativa el régimen y al sistema. Pero de los dos, en tanto que elemento de reorganización de la clase, siempre defendimos que probablemente se daría primero al calor de las luchas, en el terreno sindical y que después seguiría la reorganización política. Durante años, las dificultades para concretar el reagrupamiento, parecían confirmar nuestras previsiones. Pero las luchas por las que apostábamos para que arrancara la reorganización sindical, no se han dado, y en cambio el grado de descomposición del régimen y de sus partidos, ha generado una situación inversa, donde ha pasado a primer término la reorganización política. 39. La insistencia por un frente. La coherencia y tenacidad de estos años atrás en una política de frente, atendiendo a la realidad política de la izquierda, incluso cuando no creíamos fuera el primer escalón de la reorganización, nos dejan en un buen lugar en la situación actual en que sí lo es. Los acuerdos en las europeas, con el PCPE e independientes, por el No a la Constitución europea en 2004 e Iniciativa Internacionalista en 2009; Des de Baix en las autonómicas catalanas del 2010, y en Girona y


Cornellà en las municipales 2011, mientras en BCN íbamos con la CUP; Anticapitalistas en las generales del mismo año, y la participación en la CUP-AE en las autonómicas catalanas 2012, han sido nuestros intentos de avanzar en ese reagrupamiento. La mayoría quedaron como simples acuerdos electorales, sin ningún tipo de continuidad por más que hemos hecho esfuerzos por evitarlo. Des de Baix fue nuestra mayor apuesta tras las expectativas generadas en los actos de campaña e incluso en el balance de cierre. Ya vimos en la anterior conferencia, la política de Revolta Global frenando todo intento de dar entidad propia a DDB en las luchas cotidianas, y pasando a impulsar un proyecto partidista propio, Anticapitalistas, en el que sólo en Catalunya, logramos tomara forma un acuerdo explícito entre RG, En Lucha y Lucha Internacionalista, que a pesar de sus

buenos resultados, tampoco tuvo continuidad. Tras la Conferencia anterior, lo concretamos en la participación en la CUP-AE en las autonómicas del 2012 en Catalunya, que obtuvieron 3 diputados. Corriente Roja no quiso participar, Revolta puso distancia, y quedamos En LLuita y nosotros, junto a organizaciones independentistas y la CUP. Ese proceso, del que somos parte, a pesar de no ser como nosotros proponíamos, es la base de la que partimos. 40. Se multiplican las ofertas. Esa política frentista que empezó a recoger simpatías en una vanguardia en 2009-210 (Iniciativa Internacionalista y DdB), tiene dos dificultades. La primera, objetiva, que al no enlazar con rupturas que sean producto de las luchas de la clase, y sí con un multitudinario pero difu-

so panorama de movimientos sociales, tiene serias dificultades para construirse sobre un perfil de clase, y de ruptura. La segunda, subjetiva y esencial, por la que las direcciones que toman en sus manos el impulso de estos procesos, han entrado en forma más o menos comprometida con el modelo del Socialismo del s. XXI y, su concreción práctica en los estados post-neoliberales del castrochavismo. Eso hace que no vayamos a encontrar opciones claras de ruptura con el sistema, ya que su política no lo es, sino que aunque hablen de “anticapitalismo” en realidad no lo sean, sino que propugnen un “capitalismo con rostro humano”, alegando que eso es posibilista. Uno de estos reagrupamientos, a nivel estatal, es “Alternativas desde abajo” cuyas primeras jornadas en Madrid fueron en junio pasado. El nombre, promovido por sus impulsores, Izquierda Anticapitalista, quiere retomar las expectativas del DDB en Catalunya. Pero ahí queda. Convocado por IZAN, junto a dirigentes de IU y extensivo a los movimientos sociales, define sus mínimos programáticos, no en base a las necesidades y a partir de ahí encarar la pedagogía –por ejemplo como explicar que para tener el derecho a autodeterminación es imprescindible romper con la monarquía; o cómo para resolver problemas de paro y servicios sociales es imprescindible no pagar la deuda y romper con la UE-, sino a partir de los que imagina son los niveles de conciencia y que, según dictamina, son reformistas. Porque en tanto que ni siquiera la izquierda radical, ni los movimientos sociales más combativos, proponen la ruptura, vienen a reforzar la idea del stablishment de que esta no es posible. Y puestos a hacer, en tanto que hablamos de reformas y

mecanismos institucionales, con o sin las siglas de IU, el marco es aquel en que este partido ya domina. Obviamente, además, con la presencia de dirigentes y diputados, a uno u otro nivel de IU, el resultado es un caldo de cultivo no para construir la ruptura sino para abonar la reforma y repetir con matices, los argumentos de IU. Eso no es óbice para que, como hemos hecho al abrir conversaciones con otros partidos o movimientos, por más que veamos problemas, demos la batalla por perdida, pero tanto el marco como la composición, hace difícil ese trabajo. 41. El Procés Constituent. A nivel catalán, el mismo modelo se agrupa en torno a ForcadesOliveras, impulsado por Revolta Global. Su objetivo declarado es agrupar desde IC a la CUP, con dejación de responsabilidades en el proceso nacional a manos de la ANC, y su declarado reformismo que contradice su hipotético anticapitalismo, (cuando Forcades insiste una y otra vez que está por un modelo donde exista el empresariado, y pone de ejemplo el mantenimiento de la iniciativa privada de su convento benedictino: todo un poema que debiera llevar a clarificar que no es anticapitalismo sino reformismo del capitalismo… eso sí, dice, “ético” -con el ejemplo ético inmejorable de la Iglesia Católica con la que no ha roto quien así se expresa-). Y sin embargo, si su proceso sigue aunando voluntades, por más que sea sobre la base de repetir lo que el otro quiere oír -que con reformar alcanza-, y aún a pesar de que ello no vaya a ahorrar los choques, sí limita la perspectiva de resolver los problemas

de fondo. Por eso es preocupante que sus impulsores, sean Revolta Global y sumen a En Lluita, Xarxa Roja, … o cuenten con incluso las simpatías expresas de Corriente Roja que se negó en redondo a hablar con la CUP sobre el supuesto de que no llamaría a la ruptura con

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la UE –cosa que sí hizo-, cuando Forcades-Oliveras tampoco lo hacen. De momento unos y otros procesos están en consolidación. Si terminaran haciéndolo obviamente deberemos precisar la política hacia ellos –en el caso catalán sería si el Proceso consigue absorber las CAV y las CUP- pero mientras eso no sea así, nuestra tarea sigue siendo tratar de hacer avanzar un frente de ruptura y no de reforma. 42. Un Frente de trabajadores y la izquierda en ruptura con la Monarquía y el capitalismo. A nuestro entender, como hemos venido repitiendo, y expresábamos en la anterior conferencia, “El debate sobre la necesidad de la unidad de la izquierda o de una Syriza es la de para qué, ¿para una reforma o para la ruptura? Esa fue la discusión que los grandes partidos de la izquierda, del PCE y del PSOE nos escamotearon en la ruptura con el franquismo y la Transición. Esta es la gran discusión que no se nos puede negar otra vez. IU propone una reforma de la reforma, un proceso constituyente, reformar la Unión Europea, la ONU, todo hay que reformar... Y ese discurso se complementa con la acción de Gobierno allí donde está, en ayuntamientos, también en gobiernos autónomos, y la realidad de esas políticas son las privatizaciones, los recortes... el gestionar “lo que se puede”. Y por ese camino vamos a un nuevo fracaso. Esta vez toca ruptura. No queremos borbones, queremos derechos y libertades con los pueblos, derecho de autodeterminación, no queremos pagar la deuda, queremos que el dinero público vaya a los trabajadores/as, a crear empleo público y digno, a defender salarios y pensiones. Esto no es negociable. A partir de ahí, con quienes estemos de acuerdo con estas grandes líneas toda la unidad es necesaria. La otra, la del posibilismo parlamentario, la unidad que sólo cuenta con el objetivo de tener más escaños... esa unidad resta todo el potencial a las fuerzas que nos planteamos que es precisa avanzar hacia la revolución.”

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43. ¿Con qué organizaciones organizaciones? El otro elemento de nuestro análisis, es el no despreciar aquellas organizaciones que reflejan sectores de la clase y de los pueblos del Estado, que han ido más allá en su

lucha frente al Estado o frente al capitalismo dominante. Creemos que esas organizaciones que reflejan ya hoy en un grado u otro elementos de ruptura, debieran ser la base de un reagrupamiento estatal. Una y otra vez hemos puesto de ejemplo Iniciativa Internacionalista en las últimas europeas, y lo hemos vuelto a plantear hoy en la CUP-AE para las que vienen. David Fernández así lo defendió en alguna entrevista este verano. Creemos sería un buen paso. Pero aun cuando se desperdiciara esa oportunidad, igualmente hay determinados elementos que serían imprescindibles para una reagrupación estatal: · Sortu o la izquierda aberzale, a pesar de que como hemos dicho, Sortu está en el proyecto Amaiur con sectores –como EA- que provienen de la burguesía vasca y ha dejado buena parte de su perfil anticapitalista. · CUT-BAI, que dirige el SAT con Sánchez Gordillo y Cañamero han ocupado un espacio radical de combate contra las medidas del capitalismo. Un sindicalismo combativo que les ha enfrentado a IU en el gobierno y ha agudizado la contradicción con su propia posición dentro de IU-CA. Resolverla es imprescindible para que pueda ser un referente claro para la conformación del frente que se precisaría a nivel

de Andalucía y de todo el Estado. A este nivel preocupa, la tranquilidad de la Asamblea en la que la dirección del PCA obtuvo una amplia mayoría y un relevo plácido de Valderas por Maíllo, y donde la lista de la CUT-BAI sólo obtuvo el 11%. Y no solamente por el resultado, sino también por la falta de reacción de la CUT tras ella. · La CUP, con todas sus variantes internas, refleja un movimiento que ha ido tomando cuerpo en las localidades primero, y que en las últimas elecciones dio el paso de postularse a nivel catalán. Su política autoproclamativa, vino mediada en las elecciones con la tímida e insuficiente apertura a un AE que, de haberse consolidado, hubiera permitido convertirla en pivote del reagrupamiento de la izquierda. Eso no fue así, y a día de hoy se ha dificultado ese papel con el aire que se ha dado al frente de ForcadesOliveras. Sus titubeos políticos tampoco ayudan, pero de todas ellas, es la única que por lo menos sobre el papel, sí defiende la ruptura tanto con la monarquía como con la UE. Pero hasta aquí no se limitan las organizaciones de izquierda alternativas. A ese primer núcleo, habría que llamar a unirse a IZAN-RG, a Corriente Roja, En Lucha, Endavant,… a procesos por la base como las CAV en Catalunya, y tener la flexibilidad para incorporar tan-


to movimientos como luchadores individuales. Pero la responsabilidad política para llamar a ese necesario reagrupamiento de ruptura está en las manos de las tres primeras organizaciones, y el armazón de la estructura política en manos de ese conjunto de organizaciones, y no de consejos de sabios, ni sumas aritméticas de personas o movimientos. El debate urgente es la voluntad política de cada organización para articular ese espacio común y cómo hacerlo: una combinación de marcos comunes territoriales y de sector, una combinación de presencia de las organizaciones políticas y de la gente sin organizar, espacios de debate y de propuestas para intervenir… porque la dinámica de unidad no la imponen las elecciones y la posibilidad de sumar más votos sino la necesidad de la lucha cotidiana, en la lucha por dar respuesta a los despidos y al paro, los recortes y la ofensiva patronal. La situación es histórica, pues al descalabro de los partidos constitucionalistas, que ha liberado a ingentes cantidades de trabajadores/as de la izquierda tradicional –y especialmente del PSOE-, se le suma la del balance de amplios sectores de juventud que procedentes de la abstención y del 15M han empezado a buscar alternativa política. La pugna política es por unos y otros, priorizando aquellos que son el futuro de una salida coherente, de clase, a la actual situación, por levantar un frente consecuente y de clase que dé respuesta a las necesidades de los trabajadores y los pueblos. 44. Construir Lucha Internacionalista Internacionalista. Pero todas esas tareas no se realizarán de manera espontánea. Requieren de un trabajo cotidiano de construcción de una organización política, de un partido revolucionario, para ir dando respuestas concretas, producto de una elaboración sistemática, impulsando campañas…. que las hagan posibles. Impulsar una política unitaria de frente de organizaciones, porque hay que levantar una referencia de izquierdas a los y las trabajadoras y jóvenes; impulsar en las luchas una política de máxima unidad de los trabajadores/as y sus organizaciones, políticas y sindicales, porque sin ese instrumento las victorias son más difíciles, no sólo no es contradictorio sino que hace del todo imprescindible seguir avanzando en la construcción de Lucha Internacionalista. Una organización revolucionaria, porque sin poner como norte la construcción del socialismo no hay salida; una organización internacionalista porque no hay solución nacional posible, o salimos todos y todas para adelante o nos hundimos. Este es nuestro llamado a la organización a trabajadores y trabajadoras, a los y las jóvenes.

Saludos estatales a la IX Conferencia

Conexión telefónica con los trabajadores de Panrico, en manifestación en el mismo momento

Javier y Lola. Jornaleros andaluces

Y la presencia y saludo de la CUP CUP.. 15


Resolución de Tareas 1.- Internacional Internacional. Respuesta a los principales procesos vivos de la lucha de clases. 1.1. Las revoluciones del Norte de África y Oriente Medio. Hoy los puntos centrales se sitúan por este orden en Siria desde el punto de vista objetivo y en Túnez desde el subjetivo. Continuar con la campaña de apoyo a la revolución en Siria y, en particular a las fuerzas de izquierdas de la revolución; participar/impulsar la propuesta de conferencia internacional prevista para Estambul a fin de año. En este sentido profundizar las relaciones con los compañeros de la izquierda en esta región con vistas a llegar a un acuerdo de trabajo más amplio de coordinación. Resolución anexa. 1. 2.- Impulsar la solidaridad con las luchas contra los planes del capitalismo en Europa y de los gobiernos y la UE. Prestar especial atención al desarrollo de esos procesos en Grecia que sigue siendo el principal referente de la lucha de clases. Avanzar y participar en propuestas de coordinación de la lucha y de corrientes sindicales. Por una huelga general europea. Por un frente de los y las trabajadoras y la izquierda en ruptura con la Unión Europea. 1. 3.- Avanzar en la batalla por construir la Internacional revolucionaria. Profundizar los pasos avanzados desde el CEI y con la UIT en vistas a la formación de una organización común que prosiga la batalla por la reconstrucción de la IV Internacional. Explorar la apertura de la discusión y la intervención común con organizaciones de la izquierda revolucionaria. Reivindicamos el método desarrollado hasta ahora de poner en el centro la respuesta a los principales acontecimientos de la lucha de clases internacional, debatiendo unas bases de trabajo comunes y principistas. Este debate por una Internacional revolucionaria nos lleva a una disputa central con el castrochavismo/Socialismo del s. XXI. 2.- Apoyar los procesos de movilización contra la patronal y la política del Gobierno, por pequeños que sean: contra EREs y despidos, contra rebajas en las condiciones salariales. 2.1. Probablemente en el centro de la lucha se sitúen ahora los sectores públicos contra despidos y privatizaciones masivas que emprende el gobierno central y los gobiernos autonómicos. Luchas como la huelga indefinida de docentes de las Baleares, la de barrenderos y parques de Madrid o la posible de Canal 9 en el País Valencià, podrían marcar un auge de la resistencia de los trabajadores/as públicos a las agresiones. No a las privatizaciones, defensa de todos los puestos de trabajo, defensa del sector público. 2.2.- Nuestras propuestas pasan por la recuperación de la democracia obrera, con asambleas, comités de huelga elegidos y revocables, que busquen sin sectarismos la máxima unidad de clase para la lucha. Que integren los sindicatos aceptando la soberanía de la asamblea de trabajadores. Impulsamos la unificación de las luchas en vistas a salir del aislamiento al que las someten los sindicatos mayoritarios. Convirtiendo la movilización obrera –sin perder ese carácter, ni su forma de lucha ni de organización- en lucha social, por la implicación de sectores amplios de apoyo. Esta forma de hacer, ha de ir ligada a insistir en el trabajo sistemático en los sindicatos y permitir el desarrollo de corrientes sindicales de izquierda. 3.- Apoyar la respuesta obrera y popular a los planes del gobierno Rajoy Rajoy: pensiones, reformas laborales, presupuestos y recortes, ley del aborto, reforma código penal… 3.1.- La exigencia de la retirada de los planes de agresión contra la clase obrera entronca con la lucha por la huelga general por echar abajo el Gobierno. La lucha por el no pago de la deuda, por la exigencia de nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores/as que permita poner todos los recursos en un plan obrero de urgencia para la creación de puestos de trabajo públicos, por la ruptura con la Unión Europea, propagandizando la necesidad de un gobierno de trabajadores/as. 3.2.- Responder y participar de los movimientos populares en defensa de la enseñanza pública o la sanidad, de los servicios públicos, pero sin perder de referencia que lo decisivo va a ser la lucha de los trabajadores/as con sus métodos de lucha, con sus asambleas, con sus sindicatos y con la huelga particularmente. 4.- Defensa del derecho de autodeterminación. Ruptura con el estado de la Monarquía Monarquía. Desde el internacionalismo hacemos nuestra la lucha por los derechos democráticos nacionales. No hay salida a las aspiraciones de los pueblos oprimidos sino entroncan con la solución a las reivindicaciones de los trabajadores/as y sectores populares. Política de independencia de clase respecto a la burguesía nacionalista. Por una República en Catalunya, Euskadi, Galicia… por una Federación de repúblicas que queremos sean socialistas. 7.- Impulsar un proceso de confluencia de fuerzas políticas, por un Frente de Izquierda en ruptura con la quía y el capitalismo. Nos dirigimos a la izquierda abertzale, a CUT-BAI, a la CUP, a las organizaciones de la Monarquía Monar izquierda revolucionaria (Izquierda Anticapitalista, Corriente Roja, En Lucha…), a las candidaturas alternativas municipalistas, a movimientos… para formar un frente amplio abierto a la participación de compañeros/as sindicalistas y jóvenes.

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IX Conferencia de Lucha Internacionalista. Noviembre 2013


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