De todos los personajes que pueblan ese gran best seller de la historieta que es Sandman, quizá sea Muerte el que más simpatías ha despertado entre el público. Gaiman narra una magnífica historia de relaciones, sentimientos confusos y amistad tamizada por un filtro de fantasía romántica. Bachallo y Buckingham ilustran magistralmente la historieta, combinando páginas y viñetas convencionales con propuestas más arriesgadas en los pasajes más oníricos del álbum. La enorme semejanza de las técnicas de ambos artistas hace casi imposible percatarse del cambio de dibujante. Una miniserie imprescindible para los amantes de este cómic que ha trascendido todas las fronteras.