El germen de este ciclo de pintura sobre el volcán Citlaltépetl se encuentra en dos momentos que orientaron mi interés hacia el Pico de Orizaba: por una parte, las visiones inesperadas y estremecedoras que tuve del volcán en el verano del 2009 y el invierno del 2010. En esas ocasiones, viajé a la ciudad capital de Veracruz para organizar la exposición, Una luz inasible, en el Museo de Antropología de Xalapa; por la otra, la recuperación de un lejano recuerdo de mi infancia. Las dos vistas se produjeron, una en Julio, cuando en momentos sucesivos el cielo cargado de nubes se cerraba para después abrirse y dejar al descubierto el perfil de la montaña que nítidamente cortaba el cielo despejado por un instante. En ese instante el Citlaltépetl resplandecía en medio de los intensos verdes, azules y blancos que se apreciaban a lo largo del camino que lleva a la ciudad de Xalapa. Luego, la tarde se cubrió de gris, nubes y neblinas ocultaron la montaña, pero a la mañana siguiente, las imágenes del Pico de Orizaba de nuevo se repetían. Así quedó marcada mi visita a esta ciudad con visiones memorables. Ocho meses después, en Enero del 2010, en el centro de Xalapa, frente a un rojo atardecer, varias personas esperábamos en la explanada –que es un amplio mirador– que se disipara la neblina que cubría al volcán.
En el límite de la luz, esa frontera que separa el día de la noche, sucedió: la visión fue impactante, la gran montaña, nevada y oscura, casi negra, se presentaba masiva, arropada por un cielo todavía rojo a punto de desaparecer. Lo que me conmovía no era el perfil, sino el gran volumen, el peso, la masa enorme del volcán. Quizá por los efectos de la luz, el Citlaltépetl se sentía cercano, aplastante. De pronto cayó la noche, pero la impresión de inmensidad agitó las raíces de mi memoria. Evoqué el encuentro de mi niñez con la gran montaña. Las reminiscencias me tomaron por sorpresa: las sensaciones eran las mismas. La primera visión del Citlaltépetl había sido abrumadora. La recuerdo como si fuera hoy. Muchos años atrás, mis ojos de niña, al descubrir el volcán, se elevaban más y más en un intento de llegar hasta la cima. Inmenso, blanco, hermoso y fascinante el volcán dejó su huella, una señal de asombro y perplejidad. Fue una experiencia inolvidable sobre la grandeza del planeta, sobre sus enigmas, pero también una revelación: el pulso del sutil y a la vez poderoso vínculo entre el ser humano y su entorno. A temprana edad experimenté la vivencia de pertenecer al mundo, de mi estrecha relación con la naturaleza. Del asombro surgía el misterio. . . aquélla vivencia me acompaña siempre.
Lucille Wong México, febrero del 2011
El Citlaltépetl o Pico de Orizaba, ubicado en los límites de los estados de Puebla y Veracruz, es el volcan más alto de México: 5.610 metros sobre el nivel del mar. Forma parte de dos sistemas orográficos: el de la Cordillera Neovolcánica, que alberga otras elevaciones de México, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, principalmente, y el de la Sierra Madre Oriental, que recorre al país de norte a sur, desde el Río Bravo hasta el centro del estado de Veracruz. Su cima está cubierta de nieve todo el año. El primer nombre que tuvo, en la época prehispánica, fue Poyautécatl, que significa el lugar en donde se adelgaza la niebla, aunque también era conocido como Citlaltépetl, del náhuatl, citlalli, estrella, y tépetl, montaña. El nombre procede, tal vez, del hecho de que la cima nevada brilla durante todo el año y es visible desde cientos de kilómetros. En días despejados puede verse desde el Puerto de Veracruz, la “Montaña de la estrella“. Según los pobladores de Coscomatepec, el nombre le fue dado por un fenómeno celestial que se produce en ese lugar. En efecto, en el Otoño y el Invierno, puede verse el planeta Venus como una gran estrella que se pone sobre el cráter. Durante la Colonia fue conocido como Cerro de San Andrés, por la cercana población de San Andrés Chalchicomula, hoy Ciudad Serdán.
Además de ser la mayor elevación de la República Mexicana, el Citlaltépetl es el tercero entre las montañas más altas de América del Norte, sólo superado por el Monte McKinley en Alaska y el Monte Logan, en el territorio del Yukón, en Canadá. Su cráter es elíptico: su eje mayor mide poco mas o menos 478 metros y el menor alcanza cerca de 410. La superficie del cráter es de 154.830 metros cuadrados; su profundidad, 300 metros. Historia El Pico de Orizaba se originó por una violenta erupción estromboliana. No hay datos exactos de cuándo nació. Los cálculos geológicos indican que la primera erupción tuvo lugar hace varios millones de años, en un elevado pliegue de la Sierra Madre Oriental, lo que explica su altura. Aunque es seguro que hubo erupciones antes de la ocupación española y que fueron registradas en los códices prehispánicos, los documentos fueron destruidos por los conquistadores. Posteriormente, el Pico de Orizaba presentó actividad volcánica en 1537, 1545, 1559, 1566, 1569, 1613, 1630 y 1687. A partir de entonces ha permanecido tranquilo. La última erupción de 1687 fue muy poderosa, la destrucción alcanzó hasta Ciudad Serdán, Atzitzintla (antigua población completamente arrasada), Loma Grande, Paso Carretas y Orizaba. Ya en el México independiente fue explorado, aunque no conquistado, por Enrique Galeotti en 1839. En 1848 lo escaló, por primera vez, el
alpinista francés Alejandro Doigon. Numerosos científicos y estudiosos lo han explorado, entre ellos destaca el botánico alemán Hugo Fink, quien suministró numerosos datos sobre la flora del volcán. En 1873 Mar tin Tritschler llegó a la cumbre y enarboló la bandera de México en su cima. A fin de proteger la belleza natural de la región, el presidente Lázaro Cárdenas dispuso, el 16 de diciembre de 1936, la creación de un parque nacional que abarca el cono volcánico y su área circundante y que incluye parte de los municipios de Tlachichuca, Ciudad Serdán, La Perla, Mariano Escobedo y Calcahualco. El decreto entró en vigor el 4 de enero de 1937.
Tormenta Acuarela, tinta y oro. Papel algod贸n sobre madera 9.5 x 9.7 cm.
Planos Acuarela, tinta y oro. Papel algod贸n sobre madera 10 x 10 cm.
La ra铆z y la estrella Acuarela, tinta y oro. Papel algod贸n sobre madera 10 x 10 cm.
Prolongaci贸n de oto帽o Tinta, gouash y oro. Papel algod贸n sobre madera. 9.5 x 9.5 cm.
Nocturno. Divertimento No. 1 Tinta, acuarela, gouash y metal. Papel algod贸n sobre madera 19.5 x 19.5 cm.
Nocturno. Divertimento No. 2 Tinta, acr铆lico y gouash. Papel algod贸n sobre madera 19.5 x 39 cm.
Nocturno. Divertimento No. 3 Tinta, acr铆lico y metal. Papel algod贸n sobre madera 9.5 x 9.5 cm.
Nocturno. Divertimento No. 4 Tinta, acr铆lico y metal. Papel algod贸n sobre madera 9.5 x 9.5 cm.
Madre tierra Tinta, acuarela y gouash. Papel algod贸n sobre madera 10 x 20 cm.
Sturm Tinta, acuarela, gouash y metal. Papel algod贸n sobre madera 9.5 x 19.5 cm.
Evocando al Fuji. Homenaje a Hokusai Tinta, acuarela y gouash. Papel algod贸n sobre madera 10 x 19.5 cm.
Ayer, Poyautécatl Tinta acrílico y oleo. Papel algodón sobre madera 7 x 23 cm.
Abril. Homenaje a T. S. Elliot Tinta, acr铆lico, metal y oleo. Papel algod贸n sobre madera 12.5 x 21 cm.
El azul es un verde que se aleja. Homenaje a Elias Nandino Tinta acr铆lico y oleo. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 24. 5 cm.
Viento solar Tinta y acuarela. Papel algod贸n sobre madera 24.5 x 16.5 cm.
Los espejos de la noche Tinta, acuarela y metal. Papel algod贸n sobre madera 19.5 x 19.5 cm.
Neblina tenue Tinta, acuarela, gouash y oro. Papel algod贸n sobre metal 19.5 x 19.5 cm.
CitlaltĂŠpetl. Monte de San AndrĂŠs Tinta, gouash y oro sobre tela 19.5 x 24.5 cm.
Citlalt茅petl : el enigma Tinta, acuarela y gouash. Papel algod贸n sobre madera 19.5 x 20.5 cm.
Resplandor de invierno Tinta acr铆lico, oleo y oro. Papel algod贸n sobre madera 9.5 x 14.5 cm.
Citlaltépetl Tinta, acrílico, metal y oleo. Papel algodón sobre madera 11 x 20.5 cm.
Luz crepuscular. Citlaltépetl Tinta acrílico y oleo. Papel algodón sobre madera 19.5 x 19.5 cm.
Visi贸n del Citlalt茅petl No. 1 Tinta. Fabriano sobre madera 21 x 27.5 cm.
Visi贸n del Citlalt茅petl No. 2 Tinta. Fabriano sobre madera 21 x 27.5 cm.
Visi贸n del Citlalt茅petl No. 3 Tinta y oro. Fabriano sobre madera 21 x 27.5 cm.
Visi贸n del Citlalt茅petl No. 4 Tinta, papel fabriano sobre madera 21 x 27.5 cm.
Viento blanco Acuarela, gouash y metal. Papel algod贸n sobre madera 25 x 25 cm.
Amanecer dichoso Tinta, acuarela, gouash y oro. Papel algod贸n sobre madera 14.5 x 25.5 cm.
Un horizonte de ra铆z profunda Tinta, acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera. 14.5 x 24.5 cm.
La luz : Citlalt茅petl Tinta, acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
Peak. 5610 Tinta, gouash y oro. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
De transparencias y depredaci贸n Tinta, acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
Chicomec贸atl - Xilonen, cr谩ter Tinta y acuarela. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
Citlalli Tinta y acuarela. Papel algod贸n sobre madera 12 x 12.5 cm.
Dios est谩 azul. Homenaje a Juan Ram贸n Jim茅nez Tinta, acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
Citlalt茅petl : registro interior Tinta y gouash. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
Homenaje a Turner No. 1 Acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera 11 x 12 cm.
Homenaje a Turner No. 2 Acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera 12 x 12.4 cm.
Homenaje a Turner No. 3 Tinta y acuarela. Papel algod贸n sobre madera 12 x 12.4 cm.
Ra铆z Tinta, acuarela y metal. Papel algod贸n sobre madera 10 x 10 cm.
Ascenci贸n. 1848 Alejandro Doigon. In memoriam Tinta, acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera. 9.5 x 9.5 cm.
Sombras Tinta, acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera 10 x 10 cm.
Le mat铆n Tinta, acuarela, gouash y oro. Papel algod贸n sobre madera 10 x 10 cm.
Memoria del tiempo Tinta, acuarela, gouash y oro. Papel algod贸n sobre madera 9.5 x 19.5 cm.
Citlalt茅petl. Chalchicomula Tinta, acuarela y gouash. Papel algod贸n sobre madera 10 x 20 cm.
La distancia, la relatividad . . . Tinta, acr铆lico y gouash. Papel algod贸n sobre madera 10 x 19.5 cm.
El blanco negro de la tierra Tinta y acr铆lico. Papel algod贸n sobre madera 24.5 x 25 cm.
Atm贸sferas Tinta, acr铆lico y oro. Papel algod贸n sobre madera 22 x 22 cm.
Cielo rebelde Tinta, acr铆lico y oleo. Papel algod贸n sobre madera 27.5 x 24.5 cm.
La pareja inevitable, el Cofre de Perote Tinta, acuarela y oro. Papel algod贸n sobre madera 27.5 x 37.5 cm.
La luz envuelve los campos Tinta, gouash, metal y oro. Fabriano sobre masonite 22.5 x 46 cm.
MontaĂąa roja I Tinta, acrĂlico y oro. Fabriano sobre masonite 29.5 x 40 cm.
Montaña roja II Tinta y acrílico. Papel algodón sobre masonite 26.5 x 29 cm.
Lavanda Tinta, gouash y grafito. Papel algod贸n sobre masonite 22 x 30 cm.
El mundo azul y blanco I Tinta, acrĂlico y metal. Fabriano sobre masonite 28 x 37 cm.
El mundo azul y blanco II Tinta, gouash, metal y oro. Fabriano sobre masonite 28 x 37.5 cm.
Citlaltépetl. Homenaje a Gerardo Murillo Tinta, acrílico y oleo. Papel algodón sobre madera 27.5 x 24.5 cm.
Borrasca de nieve Tinta, acuarela y gouash. Papel algod贸n sobre madera 19.5 x 20 cm.
Sombras sobre la nieve Tinta acrĂlico, metal y oro. Fabriano sobre masonite 21 x 27.5 cm.
Un dĂa invernal Tinta, gouash, metal y oro. Fabriano sobre masonite 23 x 34 cm.
Brillo suave Tinta, gouash, metal y oro. Fabriano sobre masonite 21 x 27.5 cm.
Luz y nieve se entretejen con el paisaje Tinta, acrĂlico y metal. Fabriano sobre masonite 21 x 27.5 cm.
La canci贸n del viento Tinta y acuarela. Papel algod贸n sobre madera 10 x 10 cm.
Anochecer de invierno Tinta, acuarela, gouash y metal. Papel algod贸n sobre madera 10 x 10 cm.
Tesoros de la luz Tinta y acuarela. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
La sombra Tinta y acuarela. Papel algod贸n sobre madera 13.5 x 11 cm.
Nieve sobra la llanura I Tinta acrĂlico y metal. Fabriano sobre masonite 11 x 28 cm.
Nieve sobra la llanura II Tinta acrĂlico, metal y oro. Fabriano sobre masonite 11 x 28 cm.
Hilos de luz Tinta acrĂlico y metal. Fabriano sobre masonite 11 x 28 cm.
Llanura No. 1 Tinta acrĂlico, metal y oro. Fabriano sobre masonite 11 x 28 cm.
Llanura No. 2 Tinta acrĂlico y metal. Fabriano sobre masonite 11 x 28 cm.
Llanura No. 3 Tinta acrĂlico, metal y oro. Fabriano sobre masonite 11 x 28 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 1 Tinta y gouash. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 2 Tinta y acuarela. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 3 Tinta, gouash y oro. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 4 Tinta gouash y oro. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 5 Tinta. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 6 Tinta acrĂlico y oro. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 7 Tinta y acrĂlico. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 8 Tinta y acrĂlico. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 9 Tinta y acrĂlico. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 10 Tinta y acrĂlico. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
CitlaltĂŠpetl. Trece apuntes. No. 11 Tinta. Fabriano sobre masonite 10 x 70 cm.
Paisaje en movimiento Tinta y metal. Fabriano sobre masonite 17 x 75 cm.
Puesta de sol Tinta, acrĂlico y metal. Fabriano sobre madera. 17 x 74 cm.
Destellos dorados Tinta, acrĂlico, metal y oro. Fabriano sobre masonite 22 x 22 cm.
Al filo de la noche Tinta y acrĂlico. Fabriano sobre masonite 25 x 25,5 cm.
Nubes y reflejos Tinta, acrĂlico, metal y oro. Fabriano sobre masonite 22 x 22 cm.
Cielo encendido No. 1 Tinta y acuarela. Papel Fabriano sobre Masonite 11 x 18 cm.
Cielo encendido No. 2 Tinta, acuarela y oro. Papel Fabriano sobre Masonite 10.5 x 18.5 cm.
Cielo encendido No. 3 Tinta, acuarela y oro. Papel Fabriano sobre Masonite 10.8 x 18.3 cm.
El misterio del atardecer Tinta, metal y oro. Papel algod贸n sobre masonite 28 x 36.5 cm.
Sol oculto Tinta, acuarela, metal y oro. Papel amate sobre Masonite 13 x 75 cm.
Tormenta
Nocturno. Divertimento No. 1
Planos Nocturno. Divertimento No. 2
La raíz y la estrella
Nocturno. Divertimento No. 3
Prolongación de otoño
Nocturno. Divertimento No. 4
CitlaltĂŠpetl Madre tierra
Sturm
Abril. Homenaje a T. S. Elliot
El azul es un verde que se aleja. Homenaje a Elias Nandino
Viento solar
Evocando al Fuji. Homenaje a Hokusai
Ayer, PoyautĂŠcatl
Los espejos de la noche
Neblina tenue
Citlaltépetl
Luz crepuscular. Citlaltépetl Ciltaltépetl. Monte de San Andrés
Citlaltépetl : el enigma
Resplandor de invierno
Visión del Citlaltépetl No. 1
Visión del Citlaltépetl No. 2
Citlaltépetl
Visión del Citlaltépetl No. 3
Un horizonte de raíz profunda
La luz. Citlaltépetl
Visión del Citlaltépetl No. 4
Viento blanco
Amanecer dichoso
Peak. 5610
De transparencias y depredación
Chicomecóatl - Xilonen, cráter
Citlalli
Homenaje a Turner No. 1
Homenaje a Turner No. 2
Homenaje a Turner No. 3 Dios está azul. Homenaje a Juan Ramón Jimenez
Citlaltépetl : registro interior
Raíz
Citlaltépetl
Ascención.1848 Alejandro Doigon in memoriam Citlaltépetl. Chalchicomula
Sombras
Le matín
Memoria del tiempo
La distancia, la relatividad
El blanco negro de la tierra
Atmósferas
Cielo rebelde
Monta単a roja II
Lavanda La pareja inevitable, el Cofre de perote
El mundo azul y blanco I La luz envuelve los campos
Monta単a roja I
El mundo azul y blanco II
CitlaltĂŠpetl. Homenaje a Gerardo Murillo
Brillo suave
Borrasca de nieve Luz y nieve se entretejen con el paisaje
Sombras sobre la nieve
La canciĂłn del viento
Un dĂa invernal
Anochecer de invierno
Tesoros de la luz Hilos de luz
La sombra Llanura No. 1
Nieve sobre la llanura I
Llanura No. 2
Nieve sobre la llanura II
Llanura No. 3
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 1
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 2
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 3
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 4
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 5
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 6
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 7
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 8
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 9
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 10
Citlaltepetl. Trece apuntes. No. 11
Paisaje en movimiento
Puesta de sol
Nubes y reflejos
Destellos dorados Cielo encendido No. 1
Al filo de la noche Cielo encendido No. 2
Cielo encendido No. 3
Sol oculto
El misterio del atardecer
Pintora y dibujante mexicana. Estudió dibujo, pintura, artes gráficas, caligrafía, sumi-e y técnicas y materiales en los talleres de Robin Bond, Guillermo Santi, Koyo Okamoto y Luis Nishizawa. En 1986, en Florencia, Italia, realizó cursos de fotografía artística, grabado en metal y desnudo, con los maestros Luciano Ricci y Roberto Ciabani. La formación de la maestra, incluye, también, la licenciatura en letras en la UNAM y la maestría en la universidad de Kent, Inglaterra (1974 – 1976). Complementariamente, tomó diversos cursos sobre cultura oriental en el Colegio de México. Esta doble formación ha ejercido influencia en el desarrollo de su obra, enriqueciendo los ciclos temáticos y la amplitud de su acercamiento al mundo. En 1974 presenta su primera exposición individual. De entonces a nuestros días (2010) ha participado en más de 150 muestras colectivas en el país y en el extranjero y acumulado 36 exhibiciones personales.
Esta actividad se ha desplegado en México, Estados Unidos, Canadá, Chile, Panamá, Francia, Italia, España, Suiza, Suecia y Japón. En 1991 realiza el mural Galope en silencio (1.75 x 4.70 metros. Tinta y metal sobre papel algodón) en la Unidad de Postgrado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional. Siete piezas suyas fueron incorporadas a la Colección Maestros Contemporáneos promovida por Opus One Publishers (New York Graphic Society, 1994). Su obra se encuentra en diversas instituciones: Museo Contemporáneo de Arte de la UNAM, Centro Cultural “Vito Alessio Robles” de Saltillo, Coahuila, Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán”, Museo de la Escuela Nacional Preparatoria (San Ildefonso), Museo de Arte de Querétaro, Museo de Arte Moderno del Estado de México, Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán, entre otras. En noviembre del 2000 la galería Las Campanas (Tlalpan, D.F.), en el marco de la exposición Rosas encendidas, presentó el disco compacto 37 formas de describir la luz editado por el Instituto Politécnico Nacional. El CD reúne los textos-poema escritos por la artista para complementar catálogos e invitaciones. Las diminutas formas revelan la otra fase de su actividad creadora, la simbiosis de la palabra con la imagen. El disco, fruto multidisciplinario, conjuga la voz de Santos Vergara, las Invenciones y preludios para piano de E. R. Blackaller, música virtual compuesta en el Digital Ensemble de Technics a partir de ciclos pictóricos de Lucille y, naturalmente, los poemas y las formas plásticas de la propia pintora. En 2003, en el Centro Cultural Vito Alessio Robles, de Saltillo, Coahuila presenta la muestra individual Perfume que queda.
En 2004 la UNAM publicó la Guía de murales que reúne parte de su tesoro artístico. En la obra se reproduce Galope en silencio y se incluye un texto crítico de Julieta Ortiz. En 2005, el Museo de Bellas Artes de Toluca presentó Tiempo abrasado, una “magna exposición”, como la calificó Leonel Sánchez, ya que constituye “una visión plástica del volcán Xinantécatl, que majestuoso y desafiante palpita en cada pintura…en todas las obras de la colección queda impresa la majestuosidad de nuestra naturaleza”. En 2006, en septiembre, el Centro Cultural Vito Alessio Robles de Saltillo, Coahuila, ofrece la exposición individual Desnudos y publica el catálogo del mismo nombre con un ensayo de Javier Villarreal Lozano, director de la institución.
lucillewong@prodigy.net.mx www.lucillewong.com.mx www.arteven.com www.artedemundo.com
En enero del 2008 José Roquero de Teresa, director de artedemundo.com da a conocer, en el museo Franz Mayer de la Ciudad de México, el catálogo Lucille Wong: la mirada y la luz, una edición que, bajo su coordinación, reúne paisajes, desnudos, flores y una amplia colección de caballos, un tema emblemático de la artista. En octubre, también en la Ciudad de México, la galería Naxica inaugura la muestra De los espejos del tiempo. Más tarde, en noviembre del 2009, presenta Flores, desnudos, paisajes, en la P. M. Gallery de San José del Cabo, Baja California Sur. Dentro de la actividad cultural del Bicentenario, en enero del 2010, el Museo de Antropología de Xalapa exhibe la colección de desnudos: Una luz inasible. Finalmente, en abril, inauguró la muestra retrospectiva Lucille Wong: cuatro décadas, en el museo El Cuartel del Arte, de Pachuca, Hidalgo. E. R. B.