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EDITORIAL en Español LA POBREZA

Apesar de las protestas de los detractores, el Gobierno de Belice, dirigido por el primer ministro John Briceño, ha logrado mucho en los dos años transcurridos desde que asumió la dirección del país. A esos mismos detractores les gustaría creer que no ha cambiado mucho desde que mantuvieron cautivos al cincuenta y dos por ciento de toda la población y al sesenta por ciento de los niños menores de catorce años en las garras desesperadas y mortales de la pobreza abyecta. Bajo su tutela, miles de beliceños vivieron a duras penas mientras el UDP y sus compinches se forraban de billetes. El crecimiento económico y el desarrollo se vieron truncados por la falta de visión, experiencia y empatía del Gabinete del UDP. Eso significó que los beliceños sufrieron, pero los de las comunidades más vulnerables, como las zonas rurales, los niños y los beliceños que no completaron la educación básica quedaron abandonados y solos para intentar ganarse la vida como pudieran. El hambre y la desnutrición derivados de la inseguridad alimentaria, la falta de acceso a la vivienda y a los servicios sanitarios y las necesidades básicas dejaron atrás a más de la mitad de nuestra población. La encuesta y el estudio más recientes sobre la pobreza multidimensional en Belice ofrecen una imagen más completa del estado real de los acontecimientos y aportan datos concretos que proporcionan pruebas empíricas de que este Gobierno del PUP de Belice trabaja para los beliceños. Salud, Educación, Nivel de Vida y Empleo son las categorías de privaciones que experimentan las personas de forma concurrente y este estudio utiliza el método Alkire-Foster para cuantificarlas, examinarlas y utilizarlas para determinar el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM). A continuación, el IPM se utiliza para determinar dónde se encuentran las poblaciones más vulnerables y sirve para orientar tanto las políticas como los recursos para paliar estas circunstancias. Permite el seguimiento y la evaluación de las intervenciones a lo largo del tiempo para poder dar respuestas adecuadas.

Mientras que en 2018 había 201.616 personas que vivían por debajo del umbral de la pobreza este nuevo y más completo estudio muestra que ya esas cifras se han reducido a 133.516 y que este Gobierno se ha asegurado a través de sus numerosas iniciativas, políticas y legislación y de su duro trabajo de que 68.100 personas más en Belice ya no vivan en la pobreza. Las pruebas demuestran que el nuevo salario mínimo tuvo un impacto positivo en 43.000 personas que viven y trabajan en Belice, y esto reducirá aun más la pobreza. Hay algunos datos curiosos, por ejemplo, que debemos mencionar en el Mes de la Mujer: la incidencia de la pobreza en un hogar dirigido por una mujer es del 24,7%, frente al 31,1% en los hogares dirigidos por un hombre. Los datos también muestran que el grupo demográfico más afectado por la pobreza es el de los menores de catorce años. Muestra claramente que hay una mayor incidencia de la pobreza en los hogares donde la familia y el número de hijos son mayores y el nivel de educación alcanzado por los adultos es más bajo. Los datos revelan que la geografía también es un factor: 7 de cada 10 personas que viven en la pobreza proceden de zonas rurales. La verdad suele ser incómoda y las verdades duras arden como chiles habaneros en las lenguas de los pobres de conciencia, espíritu y corazón. Los espectáculos cómicos baratos y la retórica vacía no engañarán a los beliceños. El Partido Unido del Pueblo no dejará a nadie atrás, y la política, la motivación y el grito de guerra son siempre los mismos... ¡Servir al pueblo!

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