Una conversación con el maestro Adolfo Córdova Realizada por Luis Arana el 29 de Setiembre del 2016 “…hay que seguir hasta el final, es una carrera hermosa te da muchas satisfacciones, vivir el espacio, enseñar a vivir el espacio, trabajar con las buenas vistas, con la protección, la arquitectura es la tercera piel.” Adolfo Córdova El ciclo pasado nos comprometimos con el apoyo a nuestra escuela de invitar a arquitectos muy importantes para nuestro bagaje cultural, uno de ellos fue el arquitecto Adolfo Córdova, uno de los más reconocidos en el Perú. Esta invitación fue de manera personal, me conseguí el número y el correo del arquitecto y pactamos un encuentro en el lugar donde él lo llama: “Mi oficina”, un café en la residencial San Felipe, esta conversación fue muy espontánea, pensaba en que podría preguntarle yo, un alumno de cuarto ciclo en ese entonces y así nació esta conversación que pudo alimentar estas ganas de seguir adelante en el proceso de la carrera proyectada por una persona que a pesar de su avanzada edad, seguía y transmitía ese vigor por el amor a la arquitectura. “..Mi punto de vista es que el conocimiento es un patrimonio, la acumulación de este conocimiento de su experiencia es para nosotros, yo la recibí y la recibirán ustedes y espero que eso siga..” (palabras del Arq. Gorki Mesones en la presentación de Adolfo Córdova en Visión 2016)
Foto: Adolfo Córdova y Elio Martuccelli – conversatorio Visión USMP - 2016
Luis Arana: Arquitecto…sobre la metodología de enseñanza centrada en un arquitecto diseñador. ¿En qué se debe centrar el rol del estudiante de arquitectura en estas épocas? Adolfo Córdova: Arquitectura es diseño y construcción¡, el que no sabe construir no puede diseñar, como vas a diseñar sin saber construir? jajaja., sin saber cómo son los materiales, conocerlos, agarrarlos, acariciarlos, es imposible es una aberración que el arquitecto sea solo diseñador, un error fundamental ¿Y se podría decir que el que no sabe construir no es arquitecto? Claro, no puede ser un buen arquitecto, quien no sabe construir, el arquitecto tiene que experimentar, estar en la obra, ensuciarse los zapatos, saber cómo se hace cada cosa, intervenir, corregir. Parte de la enseñanza es visitar obras, tiene que haber un curso de construcción y un patio donde se hagan ensayos, nosotros teníamos ahí un patio cuando hicimos la reforma, un patio declaramos para los experimentos por ejemplo: el profesor de construcción hizo una bóveda de ladrillos pasteleros, cuatro muros en el suelo y ahí como se hacía una bóveda con ladrillos pasteleros pegados con yeso y todos mirando cómo se hacía, termino de hacerse y a subir encima, perfecto resistió y para mayor peso subimos un Volkswagen y resistió, fue un experimento para ver como se hace una bóveda muy delgadita pero resistía por su forma, ese tipo de experiencias tiene que hacerse en la escuela. ¿Como hacia usted para que los alumnos sientan este vigor por hacer arquitectura con un significado grande? El primer taller es fundamental para eso, el taller 1, el básico es el primero que recibe el alumno, el que le enseña a manejar los materiales. ¿Y que se enseñaba en ese taller inicial? A manejar el espacio, los materiales, con problemas muy concretos que exigían pensar, por ejemplo: con una hoja de papel hacer la torre más alta posible, otra es con una cartulina de tal tamaño hacer un puente de cierta distancia sin pegamento, ahí pues a doblar a aprender el funcionamiento del material, a sacarle el jugo y a conocer el material, lo mismo pues con alambres con palitos, fideos con cualquier cosa inventar problemas, nosotros inventábamos problemas era maravilloso, yo me especialice en el taller inicial desde que salí serán unos 20 a 15 años ¿En la UNI que se enseñaba antes de la reforma, que realizó usted en los primeros ciclos? En el primer ciclo, matemáticas, era la escuela de ingenieros, todo matemáticas con geometría descriptiva, geometría analítica, cálculo infinitesimal, física, química, dibujo al estilo ingeniero tenían que hacerse las letras y instrucción militar, eso fue en primer año, intenso! dificilísimo, el segundo año fue: mecánica, cálculo integral, topografía, hidráulica y ahí comenzaba el taller que consistía en el primer semestre dibujar todos los órdenes clásicos: toscano, dórico, jónico, corintio y compuesto, los cinco ordenes clásicos, es decir cinco láminas se tenían que hacer durante todo el primer semestre y en el segundo semestre había que ponerle sombras con acuarela y así acabo el primer año, el segundo año recién comenzábamos a hacer problemitas, el primer problema fue un hall monumental con alguno de los estilos, uno era libre de escoger, pero un hall monumental me acuerdo que nos llevaron al congreso, el hall de los pasos perdidos, ahí donde salen las entrevistas y nos dijeron: este es un hall monumental, ahora ustedes hagan otro.
¿Quiénes eran los profesores? Un solo profesor, el arquitecto Rafael Marquina a todos, un taller vertical, en mi año éramos 12, 13 en el segundo año maso menos lo mismo, en el siguiente un poquito menos eran 4 o 5 y cuarto y quinto igual eran 4 o 5. ¿Aún sigue proyectando?, le siento con las mismas ganas de siempre. ¡Claro!, me amanezco también jaja. La semana antepasada he trabajado el sábado desde las 4 de la tarde hasta las 3 de la mañana un anteproyecto en mi tablero ya está listo. Estoy asociado a un arquitecto Joven, Alejandro Arce que tiene una oficina, que fue mi ayudante en la maestría y ahora el enseña el curso que yo enseñaba, él es de la Ricardo Palma, yo estoy haciendo proyectos con él ahora, estamos haciendo una parroquia, una casita y un centro médico Sobre la vivienda, ¿Cómo definiría la vivienda?, Como concebirla? Pregunta difícil, La vivienda es muy importante, ahí se aprende a vivir, a sentir el espacio, la protección, ahora con la tecnología se puede vivir más en la casa, yo ahora trabajo en mi casa, la tecnología ha recuperado el valor de la casa, por ejemplo: yo no sé dibujar a computadora, yo hago mis borradores en tecnigrafo, tengo el tecnigrafo de Mario Bianco, trabajo ahí o a mano y lo mando a dibujar por un joven que maneja la computadora. ¿Escuchaba en una de sus entrevistas que usted tenía muchos bocetos de escaleras, que era como su hobby, cuantas tiene? Uf no sé, pero tengo varios tipos de escalera!, tanto en concreto como en madera sobre todo, yo soy muy aficionado al trabajo en madera, en las casas por ejemplo yo considera que las escaleras deben ser principalmente en madera, como un mueble, porque tú puedes hacer un diseño transparente, no es pesado comparado al concreto que es excesivo, para hacer una escalera de concreto primero tienes que hacer el molde, luego el concreto y de ahí la revistes, en cambio con madera es directa una sola, no necesitas contrapasos, es mucho más transparente, siempre que puedo las hago de madera, además también convierto, mira a un sobrino que se compró un departamento tenía una escalera de concreto, la botamos y pusimos una de madera y ganó el espacio, el lugar quedó muy lindo y ahora quiero botar la escalera del departamento de mi hijo jajaja.
No, prácticamente yo solo con apoyo de dos o tres, yo fui presidente, y formamos una junta mixta de dos profesores, un alumno y un egresado: Juan Benites. Espacio porque es la herramienta de la arquitectura, la agrupación estaba precedida por Miro Quezada Una última consulta sobre esta pasión que se le ve a usted hasta estos tiempos. ¿Como es que usted la ha llegado a desarrollar? Cómo he llegado… trabajando pue, no hay que dejar de trabajar hay que seguir hasta el final, es una carrera hermosa te da muchas satisfacciones, vivir el espacio, enseñar a vivir el espacio, trabajar con las buenas vistas, con la protección, la arquitectura es la tercera piel. Arquitectura que el hombre inventa para ser mejor, eso lo escuche de Enrique Ciriani que fue su alumno. ¿Cuál es el máximo valor que usted la estima a Ciriani? Bonita frase, Enrique, claro mi alumno y además mi ayudante, me ayudo en el taller básico durante dos años. Bueno, el talento natural que tiene para hacer arquitectura, para dibujar que lo ha desarrollado con el trabajo, la dedicación, si no desarrollas el talento inicial no sirve de nada, se frustra se queda estancado, tiene que alimentarlo con el trabajo mismo, él es un estupendo arquitecto en ese sentido y también un gran engreído ha, se cree la divina pomada jajaja, yo lo estimo mucho, lo quiero mucho, ahora esta acá enseñando en la UPC un taller de diseño avanzado, pero conmigo enseñábamos el taller inicial.
¿Usted tiene parientes arquitectos? Una hija mía siguió arquitectura, la mayor, pero no ejerce porque se dedicó al diseño de joyas y hace lindas joyas de plata, la arquitectura abre mucho el mundo, ¿Sobre el libro “¿Hacia una arquitectura”, como llego a ustedes, quién se los regalo? Ese fue un arquitecto que llego de Chile, pero fue antes de la reforma, primero hicimos el centro de estudiantes y convocamos a este arquitecto que había llegado, Arequipeño, Mario Gilardi que se venía de Chile, él nos regaló “Hacia una arquitectura”, y nos contó quien era Le Corbusier. ¡No sabíamos! Ese libro fundamental y el libro de Miro Quesada casi al mismo tiempo, el libro “Espacio en el tiempo”, esos dos los leímos en tercer año, entonces eso nos abrió los ojos y en el cuarto hicimos la reforma. ¿Esta reforma con cuantos alumnos fue y porque le pusieron “Agrupación Espacio”?
Foto: Día del café y obsequio de Adolfo Córdova: “Arquitectura es diseño y construcción”