Civilización romana

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Civilización Romana: La ciudad de Badalona en la época Romana se llamaba Baetulo. Esta ciudad fue fundada el siglo I aC y estuvo ocupada hasta el siglo VI d.C. La ciudad tenía una extensión más o menos de unas 10 hectáreas en una zona cercana al mar con una gran calidad para cultivar productos agrícolas. Su actividad económica principal era la agricultura principalmente el trigo para hacer harina y pan, la viña para hacer el vino y el olivo para hacer aceite. También comerciaban con otros lugares de dentro y fuera del imperio exportando vino dentro de las amforas.

En Baetulo, dieron la forma cuadriculada tradicional, con las dos calles principales que se cruzaban (el Cardo Maximus y el


Decumanus Maximus), que medían unos ocho metros de anchura, y las Cardines y decumanus (no se conoce que tuvieran nombres propios) que discurrían paralelos a ambos lados y que eran la mitad de anchos que los grandes ejes. En el centro de la población se supone que estaban los grandes edificios públicos, políticos, religiosos y administrativos: el templo, la gran plaza porticada que era el foro, las termas y un teatro. Más abajo, tiendas y casas sencillas, y en la parte alta, las domus de los ciudadanos más ricos. Y rodeándolo todo, una muralla que, más que tener una función defensiva, se construyó para dar prestigio e impresionar a los forasteros. El yacimiento arqueológico de Baetulo está declarado bien cultural de interés nacional desde el año 1995. Los restos quedaron en el subsuelo de la zona del barrio del Dalt de la Vila y también se pueden ver otros restos romana en el Museo de Badalona.


Badalona Romana

Museo de Badalona Al principio del siglo I antes de Cristo, Baetulo vivía un gran momento de esplendor. El vino que se producía se distribuía por todo el Imperio, sobre todo en Galia, pero también en puntos tan alejados como Gran Bretaña y Alemania. Los negocios iban bien, y la prosperidad se notaba en todos los aspectos de la ciudad, que concentró un cierto poder político y administrativo hasta que Barcino la desbancó. La ciudad se había fundado alrededor de los años 90-70 aC, siguiendo la política romana de construir ciudades a lo largo de la costa laietana, bien comunicadas y donde se pudieran instalar los soldados veteranos como colonos. Aquella zona parecía ideal: una página con una cierta elevación, a una distancia razonable de Iluro (Mataró), con buenos terrenos para cultivar, como ya habían demostrado los indígenas íberos que vivían en la colina d'en Boscà. Y al lado del mar que, junto con la Vía Augusta, hacía fácil y rápida la entrada y salida de mercancías y de personas. Como era una ciudad de nueva planta, se planificó siguiendo los patrones, perfectamente


estandarizados, del urbanismo romano. En Baetulo, dieron la forma cuadriculada tradicional, con las dos calles principales que se cruzaban (el Cardo Maximus y el Decumanus Maximus), que medían unos ocho metros de anchura, y las Cardines y decumani (no se conoce que tuvieran nombres propios) que discurrían paralelos a ambos lados y que eran la mitad de anchos que los grandes ejes. En el centro de la población se supone que estaban los grandes edificios públicos, políticos, religiosos y administrativos: el templo, la gran plaza porticada que era el foro, las termas y un teatro. Más abajo, tiendas y casas sencillas, y en la parte alta, las domus de los ciudadanos más ricos. Y rodeándolo todo, una muralla que, más que tener una función defensiva, se construyó para dar prestigio e impresionar a los forasteros. En Baetulo había dos grandes tipos de casas: las domus de los patricios, los hombres más ricos y poderosos, que eran unifamiliares y con todos los servicios, y las de la gente más sencilla, que solían ser simples pisos de alquiler. A menudo tenían una sola estancia, un único espacio para dormir, guardar cuatro cosas y tener una mesita. No era habitual tener agua en casa, y por tanto no había cocina ni lavabo. Habitualmente se compraba comida hecha en establecimientos especializados (grano, verduras, carne o pescado servidos en cazuelitas), y se tomaba en casa. En cuanto al inodoro, la mayoría de gente utilizaba los públicos, y los ricos que tenían de privados los tenían al lado de la cocina, porque compartían el mismo sistema de desagüe. Por suerte, Baetulo disponía de un sistema de alcantarillado eficiente y de suministro de agua, también, ya que se construyó un conducto subterráneo que hacía bajar el agua de alguna mina hacia la ciudad, y con toda probabilidad había fuentes en todo para que la gente se pudiera servir.


Badalona romana: acueductos que se utilizavan para transportar agua de un sitio a otro.

Termas Romanas: Las termas romanes o baños públicos son unos de los edificios públicos más importantes del mundo romano. Los habitantes de las ciudades, aquellos que vivían en la insulae, no tenían la posibilidad de lavarse en su casa por falta de agua corriente. Este fue uno de los motivos por los que, a partir del siglo II aC, se acondicionaron baños públicos o balneae. En las termas no se iba sólo por motivos higiénicos y de salud, también se iba para hacer vida social, hacer tertulia, instruirse... Todo el mundo tenía acceso a las termas, hombres y mujeres, ricos y pobres, jóvenes y viejos, libertos y esclavos. Para que no coincidieran los hombres y las mujeres, había horarios diferentes para la utilización de los baños. Las horas de apertura y cierre se anunciaban tocando una campana. Las termas estabas organizadas en diferentes habitaciones:


El Apoyterium: vestuario. El Frigidarium: sala con piscina de agua fría. El Tepidarium: sala con piscina de agua tibia.

Imagen con todas las partes de una terma, los vestuarios, los diferentes tipos de salas…. Primero los romanos lo utilizavan como lugar de charla de encuentro con los amigos y después se hizo para el uso higiénico.


Las termas romanas son recintos públicos destinados a baños típicos de la civilización romana. En las antiguas villas romanas los baños se llamaban balnea o balneum y si eran públicos thermae o therma. Eran baños públicos con estancias reservadas para actividades gimnásticas y lúdicas. También eran consideradas lugares de reunión y a ellos acudía la gente que no podía permitirse tener uno en su casa, como los plebeyos o los esclavos. A veces los emperadores o los patricios concedían baños gratis para el resto de la población.


Termas de Cabezo de Alcalá, Azaila. Los baños, tanto públicos como privados, han estado presentes en muchas de las civilizaciones a lo largo de la historia. Son numerosas las prácticas, religiosas y sociales, que desde la antigüedad se han venido teniendo como acto principal el baño, asociado este a la limpieza, tanto del cuerpo como del alma o espíritu, a la purificación. Hoy día hay religiones que mantienen las prácticas de la purificación mediante el baño o la limpieza de una parte del cuerpo. La religión musulmana tiene una serie de ritos conocidos como abluciones, que exigen de los fieles un protocolo de limpieza concreto en ciertas circunstancias especiales. De la misma manera los creyentes hindúes tienen prácticas similares. La función social, e incluso medicinal, de los baños y termas se ha mantenido durante toda la historia hasta nuestros días. En la civilización romana la institución de los baños, las termas, era fundamental en los servicios que los ciudadanos debían tener. Las termas públicas romanas respondían a una función social y política. Fueron lugares ideales para la conversación relajada, el recreo y la relación social, con todo lo que ello significaba. Se cuidaba el ambiente con una delicada decoración en donde no se escatimaban medios, llenando las estancias de maravillosos fresco, mosaicos y estatuas.

El Imperio Romano:


La civilización romana se desarrolló alrededor del Mar Mediterráneo (llamado por los romanos Mare Nostrum). Los romanos dominaron tierras en los tres continentes que bañan el Mar Mediterráneo: Europa, África y Asia. La formación del imperio romano fue un proceso largo. Entre el 300 y el 250 aC Roma fue conquistando todos los territorios de la península Itálica. Roma pasó por varias etapas, al principio era una Monarquía, luego fue una República, y finalmente cuando se convirtió en Imperio impuso su lengua (el Latín) sus leyes y su manera de vivir. La economía romana se basaba en la agricultura (trigo, vid y olivo), la artesanía y la minería (oro, plata, hierro, cobre, estaño, plomo y mercurio) Ganadería (ovejas, cabras, cerdos, vacas, gallinas y caballos (principalmente).

Los romanos establecieron un comercio muy intenso dentro y fuera del Imperio. Este comercio tan importante fue posible porque en todo el Imperio circulaba la misma moneda y porque había una red de calzadas y puertos muy extensa.


Según la tradición romana, la ciudad de Roma fue fundada en el año 753 a.C. por los gemelos Rómulo y Remo a las orillas del Tíber, esta pequeña ciudad floreció y se desarrolló hasta llegar a ser considerada durante la época previa a la República, superior a sus vecinos, haciéndose cada vez más fuerte a medida que se apoderaba de mas territorios. Ya en la República, alrededor del año 270 a.C. Roma dominaba toda la península Itálica y seguía su expansión. Este imperio que a partir del s. I a.C. sería gobernado por emperadores, creció y absorbió ciudades y territorios que hoy en día comprenden mas de 40 países con 5.000 Km., de un extremo a otro. ¿Como un pequeño pueblo agrícola situado a las orillas del Tíber pudo crear el imperio más poderoso de Occidente? y ¿Una vez creado por que se vino abajo? Esas preguntas no podemos contestarlas sin antes observar detenidamente el carácter de esta sociedad, que contenía un gran afán por la guerra y la dominación de otros pueblos que contrastaba en gran medida con un gran amor por la vida rural. De lo que no cabe duda es que la conquista del imperio se llevó en su mayor parte a la fuerza y en ocasiones con la más extrema brutalidad. La creación de una entidad política resistente, la concesión de la ciudadanía que igualaba a todos los ciudadanos sin importar si eran griegos, hispanos o romanos, llegando a tener el cargo de emperador lo mismo un hispano que un africano, y la gran tarea de asimilación de los pueblos conquistados por Roma explican la durabilidad de este imperio, superando a lo largo de su historia revueltas y guerras que hubieran llevado al declive a otros


imperios.

Periodos de la historia de la civilización romana La Antigua Civilización Romana se extiende desde 753 a.c., hasta el año 476, abarcando, en consecuencia, más de 1200 años divididos en Tres Periodos : I. Monarquía Romana.- Se desarrollo del año 753 a.c - 509 a.c. En este periodo gobernaron los Reyes II. Republica Romana.- Se desarrollo del año 509 a.c - 29 a.c. En este periodo gobernaron los Consules III. Imperio Romano.- Se desarrollo del año 29 a.c - 476 d.c. En este periodo gobernaron los Emperadores


MonarquĂ­a romana:

RepĂşblica romana:

Imperio romano:


Antigua Roma (En latín, Roma) designa al Estado surgido de la expansión de la ciudad de Roma, que en su época de apogeo, llegó a abarcar desde Gran Bretaña al Desierto del Sahara y desde la Península Ibérica al Éufrates. En un principio, tras su fundación (según la tradición en 753 a. C.), Roma fue una monarquía etrusca. Más tarde (509 a. C.) fue una república latina, y en 27 a. C. se convirtió en un imperio. Al período de mayor esplendor se le conoce como pax romana, debido al relativo estado de armonía que prevaleció en las regiones que estaban bajo el dominio romano, un período de orden y prosperidad que conoció el Imperio bajo la Dinastía de los Antoninos (96-192) y, en menor medida, bajo la de los Severos (193-235). Constituye un elemento crucial del desarrollo de Occidente, y más tarde también de Oriente.


La Cultura romana fue el resultado de un importante intercambio entre civilizaciones diferentes: la cultura griega y las culturas desarrolladas en Oriente (Mesopotamia y Egipto, sobre todo) contribuyeron a formar la cultura y el arte de los romanos. Uno de los vehículos que más contribuyó a la universalización de la cultura romana, que pronto fue la de todo el imperio, fue el uso del latín como lengua común de todos los pueblos sometidos a Roma.

El arco de Constantino es una cultura romana

Costumbres de la Antigua Roma Las costumbres de la Antigua Roma son las rutinas diarias de los habitantes, las ciudades, los oficios, la economía, sus necesidades y sus beneficios.


El coliseo de noche donde habían guerra de gladiadores.

Las carreras de carros eran uno de los deportes más populares de la antigua Grecia y Roma. Solían ser peligrosas tanto para los aurigas como para los propios caballos, quienes con frecuencia sufrían serias lesiones, llegando incluso a fallecer. Este deporte generaba un fuerte entusiasmo en los espectadores comparable al actual interés por el automovilismo. Algunos de los aspectos de la organización de las carreras de carros se equiparaban a las actuales prácticas en deportes profesionales. En las carreras de carros, según el estilo romano, los equipos estaban formados por los diferentes grupos que la financiaban, compitiendo a veces por los servicios de los conductores más expertos. Estos equipos tenían un gran apoyo por parte de los espectadores, lo que en


ocasiones provocaba disturbios entre los seguidores de los diferentes equipos. A veces los combates eran politizados, de modo que el deporte comenzó a ser algo más que las carreras en sí mismas y empezó a afectar al total de la población. Esto ayuda a explicar por qué los romanos y más tarde los emperadores bizantinos tomaron el control de los equipos y designaron a varios funcionarios con objeto de supervisarlos. El deporte comenzó a perder importancia tras la caída del Imperio romano de Occidente, aunque sobrevivió durante un tiempo en el Imperio bizantino.


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