PALABRAS DE ABEJA
El tiempo quiere dormirse por aquí. Yo te pongo la luna entre palmeras de parque; llevas entre tus labios lo que estoy cantando. De otros sitios vienen los nocturnos peregrinos.
Déjame perseguir la somnolencia del sueño, cual la tarde evaporada, se adormece con la desparramada noche que tiembla locamente en el constelado.
Tímidamente el aliento de la brisa huye de la mano del cielo estrellado.
El rumor enamorado de la abeja con sus palabras de golosina, dicen.
Con flores hasta de papel y con rocío, a orillas de un jardín soñado, al dolor, a la desesperanza, endúlzalos.