La propuesta de Louis Marin
Marín plantea dos hipótesis que parecen de perogrullo pero no lo son: la irreductibilidad de la imagen a la palabra y la misma irreductibilidad de la palabra con respecto a la imagen. Hay una diferencia entre los lenguajes que se ponen en funcionamiento en el momento de la producción.
Marín plantea las formas de registro diferenciados entre los lenguajes visuales y los verbales. Las lógicas de producción de sentido son diferentes, las reglas de composición también son diversas. Se plantea la necesidad de conocer las condiciones de posibilidad y de legitimación en la instancia de las imágenes y su eficacia.
Las imágenes se articulan en el doble eje de la producción de un efecto que produce y las formas en que se representan lo ‘real’. Representación como vuelta de lo ausente y como construcción de una mirada y del sentido. La imagen como forma de hacer visible el poder.
Se trata de dar cuenta de las formas en las que las imágenes apelan a la memoria y a las formas de conocimiento.
Primera
forma
en
que
actúa
representación: evocación de lo ausente.
la
Esta primera forma es la que persiste en la consideración fotografías.
–por
ejemplo-
de
las
La segunda consideración: la imagen como una forma de resaltar aspectos considerados relevantes de los objetos. Esta esla función que se puede asociar a las formas más epistémicas de las imágenes y las estrategias de las artes visuales y plásticas. Hay un dar cuenta de aspectos que se consideran relevantes pero que son epocales. No se mantienen fijos para siempre.
Esta tercera variante da cuenta de los sistemas de representación en el campo político: estar en lugar de… para tomar decisiones en su nombre. Este sentido está asociado a una forma de concebir la distribución del poder.
Hay un sentido de estar en lugar de… y en el sentido de exhibir.
Hay una de las acepciones de la noción de representación que tiene que ver con la visibilidad y la mostración.
La imagen se transforma en un objeto que tiende a la exhibición y es una sola cosa con el cuerpo que representa.
Este exhibicionismo de la imagen hace que la imagen se transforme en espectáculo.
La imagen como representación tiene un anclaje en la producción de las imágenes en la iglesia católica.
Tal como lo señalan Marin y Debray, la historia de la mirada y de la percepción en occidente está íntimamente relacionada con las producciones de las iconografías religiosas.
Las representaciones dan cuenta de las modalidades de los social y se transforman en mediadoras de las formas de concebir y de adquirir prácticas sociales. Esta reflexión se entronca con fuerza en las consideraciones sobre las mentalidades y los modos en que se construye.
Recorte y clasificación
Se producen configuraciones múltiples mediante las cuales se percibe, construye y representa el mundo.
Las prácticas y los signos que apuntan a hacer conocer una identidad social. Es un proceso de simbolización de las identidades y de las formas en que se muestran
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Las formas en que la imagen da cuenta de
los mecanismos de la
institucionalizaciĂłn de las personas y de los grupos sociales. ď ˝
Son
formas
de
presentificar
las
autoridades y las formas de poder institucionalizadas.
Hay procesos de mostración que van de la explicitación de los elementos a través de los cuales se detenta el poder a las formas más sutiles de hacer conocer y sentir el poder.
Hay un paso en la secuenciación de las formas de percepción y de mostración de las imágenes.
Las imágenes como símbolos articuladores de las identidades, las diferencias y las formas sociales
de que
adscripción no
de
forman
los parte
grupos de
la
hegemonía.
Es
una
forma
de
hacer
visibles
resistencias en las vinculaciones sociales.
las
Las imágenes refuerzan los mecanismos discursivos de las formas de creer.
Las imágenes se articulan con los modos verbales de dar cuenta de las representaciones verbales. Siguiendo a De Certeau es la forma en que los grupos y los sujetos adhieren a determinados aspectos.
El estudio que propone Marín es tratar de rastrear el modo en que las imágenes van condicionando y van articulando las prácticas, los saberes y las percepciones valoradas socialmente.
También se propone ver las interrelaciones semióticas entre las formas verbales y las formas icónicas.
Las relaciones que mantienen las imágenes con los modos de conocimiento, con las formas de ejercicio del poder, con las mediaciones simbólicas y las interacciones con otros lenguajes son siempre heterogéneas. Esta heterogeneidad está dado por el mismo estudio de la problemática.
Desde los antiguos filósofos griegos, el problema de la representación es central.
En el último siglo, las artes visuales, la semiótica, la piscología y el psicoanálisis, la sociología de distinto cuño, la historia, la
antropología, la teoría de la comunicación,
entre otras disciplinas, se han ocupado largamente del problema representacional.
Se vinculó con las reflexiones de Foucault, con las de Bourdieu, con las de Moskovici, con las de Hall, las de Aumont, más otras reflexiones productivas hacen pensar en la complejidad del problema.
Esto marca las posibilidades del trabajo sobre la problemática del funcionamiento de las imágenes como modos de representar el mundo.
Una forma de estudiar las representaciones es siempre en articulación con otras esferas de la comunicación, de las prácticas, de las ideologías, de los lenguajes.
Es
clave
un
pensamiento
en
redes,
complejos, transversales, intersticiales que ponga en diálogo las diferentes esferas de la vida humana.
A partir de los postulados planteados por Loius Marín, identificar el tipo de representación está manifiesta en cada imagen.
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