CEFALEA (BESTIARIO 1951) CUIDAMOS LAS MANCUSPIAS hasta bastante tarde, ahora con el calor del verano se llenan de caprichos y versatilidades, las más atrasadas reclaman alimentación especial y les llevamos avena malteada en grandes fuentes de loza; las mayores están mudando el pelaje del lomo, de manera que es preciso ponerlas aparte, atarles una manta de abrigo y cuidar que no se junten de noche con las mancuspias que duermen en jaulas y reciben alimento cada ocho horas. No nos sentimos bien. Esto viene desde la mañana, tal vez por el viento caliente que soplaba al amanecer, antes de que naciera este sol alquitranado que dio en la casa todo el día. Nos cuesta atender a los animales enfermos -esto se hace a las once- y revisar las crías después de la siesta. Nos parece cada vez más penoso andar, seguir la rutina; sospechamos que una sola noche de desatención sería funesta para las mancuspias, la ruina irreparable de nuestra vida. Andamos entonces sin reflexionar, cumpliendo uno tras otro los actos que el hábito escalona, deteniéndonos apenas para comer (hay trozos de pan en la mesa y sobre la repisa del living) o mirarnos en el espejo que duplica el dormitorio. De noche caemos repentinamente en la cama, y la tendencia a cepillarnos los dientes antes de dormir cede a la fatiga, alcanza apenas a sustituirse por un gesto hacia la lámpara o los remedios. Afuera se oye andar y andar en círculo a las mancuspias adultas. No nos sentimos bien. Uno de nosotros es Aconitum es decir que debe medicamentarse con aconitum en diluciones altas si, por ejemplo, el miedo le ocasiona vértigo. Aconitum es una violenta tormenta, que pasa pronto. De qué otro modo describir el contraataque a una ansiedad que nace de cualquier insignificancia, de la nada. Una mujer se enfrenta repentinamente con un perro y comienza a sentirse violentamente mareada. Entonces aconitum, y al poco rato sólo queda un mareo dulce, con tendencia a marchar hacia atrás (esto nos ocurrió, pero era un caso Bryonia lo mismo que sentir que nos hundíamos con, o a través de la cama). El otro, en cambio, es marcadamente Nux vomica. Después de llevar la avena malteada a las mancuspias, tal vez por agacharse demasiado al llenar la escudilla, siente de golpe como si le girara el cerebro, no que todo gire en torno –el vértigo en sí– sino que la visión es la que gira, dentro de él la conciencia gira como un giróscopo en su aro, y afuera todo está tremendamente inmóvil, sólo que huyendo e inasible. Hemos pensado si no será más bien un cuadro de Phosphorus, porque además lo aterra el perfume de las flores (o el de las mancuspias pequeñas, que huelen débilmente a lila) y coincide físicamente con el cuadro fosfórico: es alto, delgado, anhela bebidas frías, helados y sal. De noche no es tanto, nos ayudan la fatiga y el silencio –porque el rondar de las mancuspias escande dulcemente este silencio de la pampa– y a veces dormimos hasta el amanecer y nos despierta un esperanzado sentimiento de mejoría. Si uno de nosotros salta de la cama antes que el otro, puede ocurrir con todo que asistamos consternados a la repetición de un fenómeno Camphora monobromata, pues cree que marcha en una dirección cuando en realidad lo está haciendo en la opuesta. Es terrible, vamos con toda seguridad hacia el baño, y de improviso sentimos en la cara la piel desnuda del espejo alto. Casi siempre lo tomamos a broma, porque hay que pensar en el trabajo que espera y de nada serviría desanimarnos tan pronto. Se buscan los glóbulos, se cumplen sin comentarios ni desalientos las
instrucciones del doctor Harbín. (Tal vez en secreto seamos un poco Natrum muriaticum. Típicamente, un natrum llora, pero nadie debe observarlo. Es triste, es reservado; le gusta la sal.) ¿Quién puede pensar en tantas vanidades si la tarea espera en los corrales, en el invernadero y en el tambo [vaquería]? Ya andan Leonor y el Chango alborotando fuera, y cuando salimos con los termómetros y las bateas para el baño, los dos se precipitan al trabajo como queriendo cansarse pronto, organizando su haraganeo de la tarde. Lo sabemos muy bien, por eso nos alegra tener salud para cumplir nosotros mismos con cada cosa. Mientras no pase de esto y no aparezcan las cefaleas, podemos seguir. Ahora es febrero, en mayo estarán vendidas las mancuspias y nosotros a salvo por todo el invierno. Se puede continuar todavía. INVESTIGACIÓN HISTÓRICO-SENSIBLE Cefalea es uno de los cuentos que se encuentra en el primer libro de cuentos del escritor argentino, Julio Cortázar; ‘Bestiario’ escrito en 1951.
Trata de unos granjeros que cuidan “mancuspias”, en el cuento a estos seres se les describe como animales que requieren de mucho cuidado y por tanto los granjeros dedican todo su día a la alimentación, baño y cuidado de estos pero al pasar el tiempo los cuidadores van presentando un cuadro de síntomas que conllevan a la cefalea así que siguen atentamente las instrucciones del doctor Harbín y así mismo los medicamentos homeopáticos recomendados por él para lograr continuar con su día a día. Se podría deducir que este tipo de enfermedades son causadas por las mancuspias. Las mancuspias son animales imaginarios inventados por Cortázar. Por como las describe, se alimentan de avena malteada y de leche con vino blanco, las bañan con sales Krüschen y afrecho en agua tibia, son pequeñas y requieren de mucho cuidado. Las mancuspias más jóvenes huelen a lila. Estos animales transmiten enfermedades cerebrales a sus cuidadores como mareos, vértigo y cefalea. Así es como algunas personas se han atrevido a ilustrar a las mancuspias…
Se puede interpretar a estos seres imaginarios como las obsesiones, angustias, depresiones que le causan enfermedades cerebrales a los humanos y para esto existen medicinas homeopáticas que se reflejan en el cuento; Aconitum: para todas las afecciones que surgen de forma repentina, normalmente después de un estrés físico o psíquico; un susto, por ejemplo. Nux vómica: puede sufrir una depresión reaccional por sobrecarga y preocupaciones profesionales. Bryonia: suelen ser personas con gran temor a la pobreza y al fracaso, lo que las lleva a la irritabilidad y a querer encerrase en casa a ver a nadie. Phosphorus: tiene miedo a las enfermedades y a morir, a estar solo y a las tormentas. Natrum muriaticum: se seca por dentro después de esperar mucho la recompensa a lo que piensa que merece. Sus expectativas nunca se cumplen. Se siente abandonado. Se vuelve tan seco que incluso se promete a sí mismo no llorar nunca más. Camphora bromata: las direcciones parecen invertidas; el Norte parece Sur, el Este parece Oeste. Postración mental con gran disminución de la atención. Histeria; se ríe y llora alternativamente. El lugar en el que transcurren los hechos es un lugar árido, seco, con poca esperanza, una metáfora del estado en el que mantienen la cabeza los seres humanos que están atrapados, sumergidos en un mundo monótono y lleno se insatisfacciones. Es febrero, verano del año 1951 en la Pampa, Argentina. La Pampa es una provincia argentina situada en la región patagónica, en los años 50 el campo podría lucir casi tan igual como hoy. Ubicación:
Si bien en los años 50 las decoraciones eran muy coloridas, la casa en el campo no cuenta con esta posibilidad; es en cambio de madera desgastada y la máxima expresión de color es una mesa con sillas ocre.
REFERENTE PICTÓRICO
Jean Michel Basquiat -El niño rebelde-
An贸nimo -Laberinto personal-
Virginia Mori -El verano de CoheteLos monstruos que vagan en las calles son realmente monstruos que vagan en nuestra mente. Todo lo que vemos afuera es el reflejo mismo de lo que hemos capturado dentro de nosotros, de la manera en la que hemos llegado a percibir el entorno que nos rodea. Tanto en la obra de expresionismo abstracto de Basquiat como en la titulada “laberinto personal” se percibe la misma idea de la creación de miedos, obsesiones, emociones y universos existentes en el cerebro humano. En la de Virginia Mori en cambio, logro asociar el final del desespero de los dolores excesivos de los granjeros en el cuento, en el que mi conclusión sería que podrían terminar independizándose de sus cabezas en el agotador verano que también tiene una casualidad en el título de esta ilustración.
PALETA DE COLOR
El tono blanco sucio en esta paleta de color representa los fuertes dolores en la cabeza de los cuidadores, los tonos amarillo y naranja hacen referencia a el ambiente agotador que se vive por esos dĂas de verano, el cafĂŠ entra a hacer parte del cansancio de la noche y del constante pensamiento de que deben seguir trabajando. CLIMA
Una casita humilde en mitad de un campo que en el verano aunque con colores cĂĄlidos, no logra hacerlos sentir a gusto. Un ambiente agotador, pesado, lidioso y saturado sea dentro o fuera de casa. Formas planas y repetitivas.
TEXTURAS
Hierba seca y madera vieja que representan la monotonĂa y desgaste de los personajes en su vida cotidiana.
TIPOS DE CONTRASTE / LUZ
Contrastes c谩lidos con una iluminaci贸n dura para destacar las texturas y los colores vivos del campo. [1ra imagen] Clave baja en los personajes solo cuando se encuentran enfermos dentro de la casa para lograr el efecto de desolaci贸n, tristeza, alejamiento, depresi贸n, fracaso. [2da imagen] REFERENTES IMAGINARIOS
BOCETO
Colores y temperas sobre papel
Trabajo realizado por: Anllily Mairena G贸mez Lagos Para la asignatura: Direcci贸n de Arte Grupo: 222