AMAR A ALGUIEN MÁS QUE A NOSOTROS MISMOS
Cada una de estas palabras salen de mi corazón, aunque quizás no las diga con frecuencia, espero siempre sientas este gran amor que siento por ti. Sentir amor es uno de los regalos más maravillosos que nos da la vida. Una mezcla entre instinto, alma, mente, corazón… y este amor incondicional llego hoy hace 15 años. Una personita maravillosa sin esperarla y sin planearla llegaba a mi vida. Momentos difíciles pensando en darte lo mejor, en cuidarme, postergar el regreso a mis estudios y esperar con ansia el instante de tenerte en mis brazos. Así llego el día donde el médico dijo es una “niña” con asombro mis ojos se humedecieron siempre pensando durante nueve meses que sería un niño, pero feliz de tener una princesa más en mi vida. Desde ese instante sabía que tenía que luchar doblemente, cumplir metas y salir adelante, siempre buscando lo mejor y día con día esforzándome en ser una buena madre, ya que el verte plena y feliz es mi mayor recompensa. Hoy, dejas de ser niña y comienzas otro camino… aquella pequeña que siempre estaba en mis brazos agarrando mi oreja queda atrás y llega la jovencita alegre, ocurrente y risueña. Esa joven que con sus ocurrencias y berrinches pone mi mundo de cabeza. Tu espontaneidad y carisma siempre serán únicos, ese temperamento que nos caracteriza y que muchas veces causa fricciones, malestar y hasta enojo, sin embargo cada momento lo llevo en mi corazón, porque aun así no puedo imaginar mi vida sin ti y no dudes jamás que TE AMO más que a mi vida y que siempre, siempre estará esa mamá y esa amiga para apoyarte pase lo que pase. Sigue siendo esa gran estudiante, dedicada y ñoña (jajaja) avanza y persigue tus sueños, tus metas… esas metas que con los años volverás en realidad y llegaras tan alto como lo quieras, siempre con humildad y agradeciendo a la vida por cada bendición que tenemos, desde una hermosa familia, casa y comida. No me resta más que decir, TE AMO Naydelin, te amo de una manera inexplicable de una forma inexistente, eres parte de ese motor de mi día con día. Gracias por seguirme enseñando a ser madre, que quizás no la mejor, pero sin duda quien podría dar la vida misma por ti. Felices 15 años mi corazón hermoso, mi princesa y mi niña por siempre… Ahora y siempre te amará... mamá Lyz.