Texto de Sue Lloyd-Roberts en The Sunday Times (español)

Page 1

The Sunday Times (London) June 21, 2015 Sunday Edition 1; Northern Ireland Por Sue Lloyd-Roberts

PREFIERO FRANCOTIRADOS SERBIOS Y NO ESTO: El diagnostico de leucemia a los 62 años se suavizó con el descubrimiento de un donante de células madres compatible. Pero la operación resultó imposible y ahora la corresponsal de guerra Sue Lloyd-Roberts enfrenta una carrera contra el tiempo para rastrear células que salven su vida. Sue ha experimentado menos terror en el frente que ahora. Enfrenté muchos desafíos a lo largo de mi carrera como corresponsal extranjera. Una vez en Bosnia, mientras viajaba en un convoy que cayo bajo el fuego de las tropas Serbias, casi me matan. Cuando me presente en la República Oriental de Timor estuvieron a puto de violarme. Y me arrestaron tantas veces en lo que fue la antigua Unión Soviética y en Europa del este que una vez, en chiste, dije que escribiría una Guía para una buena estadía en las cárceles de Europa Occidental. Pero no hay duda que el cáncer es lo más difícil que me ha tocado enfrentar. En todas esas otras ocasiones yo grababa los desafíos y traumas de los otros. Esta es la 1º vez que el trauma es mío. Generalmente tengo mi cámara para consolarme. Han habido momentos tan terribles en mi carrera que pensé que solo me quedaba sentarme, gritar y decir mis oraciones o tomar mi cámara y hacer algunas tomas. Siempre hice lo último y resultó de gran ayuda. Ahora no puedo usar mi cámara por que esta vez la historia soy yo. Tengo leucemia agresiva. Para mañana, mi empleado, la BBC, ha organizado una convocatoria de donantes de células madres en su Cuartel General de Londres. Buscan voluntarios que permitan que se les tome una muestra de saliva para ver si son compatibles conmigo. Algo muy hermoso por parte de la BBC y me siento agobiada por la respuesta de mis colegas y en Twitter he recibido mensajes hermosos. La verdad es que todo esto seria innecesario. Tan solo hace tres semanas tenia un donante. Era 9/10 compatible, además de ser médicamente compatibles y tener el mismo grupo sanguíneo. Todos nos sentíamos muy optimistas. Tenía que engordar como 3 kilos para la operación así que me di un festín de almuerzos deliciosos, llenándome de canapés, paté de foie gras, lomitos e interminables tortas deliciosas. Fue la única vez en mi vida que comí tortas bajo prescripción médica. El día anterior a ser admitida en el hospital llegó la noticia de que mi donante había fallado en uno de los últimos controles. Fue un golpe devastador. Casi nunca los donantes no pasan los últimos controles. Es tan raro que esto ocurra que mis doctores no sabían como decírmelo. Estaban seguros que todo funcionaría. Mi consultor me contó que le había pasado lo mismo hacía un año.


Sentí una desilusión horrible, devastadora. Estaba física y psíquicamente lista para la operación. Había pasado por la quimio, encontrado un donante y estaba llegando al final. Ahora la oportunidad desapareció y no está muy claro cuando volverá. Pero felizmente, estoy en etapa de remisión y la búsqueda de un nuevo donante continúa. Podría llevar semanas encontrarlo y durante ese tiempo yo podría dejar de estar en remisión. Actualmente, atravieso un extraño interludio: no puedo volver a trabajar por que una re admisión es siempre inminente, mas me siento fuerte y saludable. Solo me queda esperar, pero la paciencia nunca fue mi fuerte. ENFERMÉ en enero mientras cargaba el lavavajillas del hotel que tenemos con mi esposo, Nick, en Mallorca. Es un lugar pequeño en la villa de Fornalutx, en Sierra de Tramontana. Lo compramos hace 12 años como plan de retiro, a pesar que ninguno de los dos nos hemos jubilado aún. Repentinamente me desplome con mareos y nauseas. Soy hija de un médico así que desde niña me inculcaron que no hay que molestar al doctor. Así que tarde cuatro o cinco días en hacerme atender. Los exámenes diagnosticaron mielodisplasia. Hablo español y amo el país, pero cuando se está realmente enfermo uno necesita estar entre los suyos, así que volví a Londres para el tratamiento. Para empezar una se pregunta que es todo el escándalo de la quimioterapia – solo un goteo endovenoso en el brazo. Pero después se acumula y una empieza a sentirse horrible con vómitos y cansancio extremo. A mi me resultó muy duro estar encerrada en mi cuarto de hospital. Mi vida siempre fue muy activa, yendo de un lado a otro. Así que el cuarto con sus ventanas herméticas pronto se convirtió en la celda de una prisión. Por supuesto que tanto familiares como amigos me visitaban. Nick y mis dos hijos, George y Sarah, y mi hermano George, todos fueron maravillosamente solidarios, pero inevitablemente uno está muchas veces solo. Curiosamente, mi trabajo, en cierta forma, me había preparado para eso. Frecuentemente trabajaba sola en el extranjero, atravesando a pie terreno montañoso o durmiendo escondida en ciudades desconocidas. Siempre me sentí bien sola, en mi propia compañía. Verdad es que el estar enferma, me ha vuelto bastante solitaria. La gente quiere visitarme, quieren hacer algo. Pero cuando se está en una cama de hospital, mirando con espanto ese horrible entorno, lo último que uno desea es poner su mejor cara. Afortunadamente, en la actualidad hay muchas formas de entretenerse. A veces me he sentido débil pero nunca tan floja como para no poder poner mi sonata favorita para piano de Schubert. El problema, obviamente, es que cuando se termina uno tiene que juntar fuerzas para encontrar otro CD. Con mi hijo George hemos estado mirando Band of Brothers (Hermanos de Sangre) que me encantó, y una amiga, Yasmin Alibhai-Brown, me trajo algo completamente frívolo -una remake de la saga de Los Forsyte, que fue una estupenda distracción. Ahora estoy con Breaking Bad, un poco siniestra para mirar sola. Pero aunque ya me atrapó, a propósito no la miro así tendré algo para ver cuando vuelva al hospital.


Mi verdadera historia de vida, exceptuando a mi familia, es un libro que escribo día a día. La semana anterior al diagnóstico, me asignaron la escritura del libro “Las mujeres y la guerra”. Esto suena un poco desalentador. No es una arenga feminista pero reúne todo el trabajo que hice sobre como se trata a las mujeres en el mundo, la mutilación genital femenina, las lavanderías en Irlanda, la discriminación de género en Arabia Saudita. Casi siempre que estoy internada lo paso trabajando en el libro con mi laptop. El libro también me ayuda pues no quiero estar en modo desconectado. No quiero ver lo peor. Creo que rompí en llanto tres veces en los últimos seis meses, lo cual, considerando por lo que paso, no está tan mal. Estoy decidida a mantenerme positiva, pues obviamente, hay otros cerca mío a quienes cuidar: mi esposo y mis hijos. A veces temo estar negando lo que ocurre. Pero mi determinación es tanta que no permitiré que esto me desanime. No lo permitiré. Aunque debo admitir que, dadas las circunstancias, a veces las lecturas para mi libro me resultan arduas. Durante mi última visita al hospital estaba leyendo un libro llamado Violaciones masivas en Bosnia que no ayudó a mi estado de ánimo. Pero después, cuando me senté en mi cómoda cama, me ayudó a ver las cosas con mejor perspectiva. Todo podría ser peor. Yo no soy particularmente introspectiva. Prefiero soluciones prácticas. Esto me ayudó en mi carrera, al reportar traumas insoportables, y me ayuda ahora. Y debo continuar así. Aún después de perder mi donante. No me dejaré vencer. UNO siente que cambia en esta situación. Generalmente son pequeñas cosas: ser más amable pues te das cuenta que enfrentas una enfermedad. Me doy cuenta que compro mas Big Issues (1) y pongo mas dinero en las tazas de plástico de los mendigos, por las dudas haya un “quid pro quo”(2). El sentido del tiempo cambia y eres conciente de que tal vez hay menos tiempo pero me encuentro tratando de ser más amable y no siempre cínica y apurada como generalmente somos los periodistas. Hay álbumes de fotos que prometí enviarles a mis hijos el día de sus bodas y que estoy terminando ahora. Uno hace lo práctico, como el testamento. Pero ¿mas que eso? No, no me voy a dejar vencer por esto. Es importante que me mantenga optimista. Hace unas semanas, me permitieron volver a Mallorca por tres o cuatro días y me di cuenta que había dado por sentado la belleza del lugar de montaña donde vivimos. Regresé con mirada renovada y me di el gusto de encerrar el paisaje en una parte de mi cerebro de la cual deberé sacarla cuando las cosas se pongan difíciles. Salí a dar un paseo en bote que me resulto más que delicioso pues hacía mucho que no lo hacía y no podré volver a hacerlo pronto. Cuando se enfrenta algo como el cáncer, repentinamente algunos de los viejos clichés cobran sentido. “Acepta cada nueva mañana como un regalo,” ha sido uno muy útil para mi. Pero también te aferras a cosas nuevas. Estoy leyendo un libro llamado Capital de John Lanchester. Uno de los personajes termina en el centro de detención Yarl´s Wood(1) –pobrecita. Entrevisté a muchas que en busca de asilo han pasado por Yarl´s Wood y no es chiste. Estaba leyendo esto mientras me preparaba para el transplante de células madre cuando el personaje dice: “Esto es lo peor que me ha pasado en la vida pero no puede durar para siempre”. Estas palabras se convirtieron en mi mantra. Actualmente casi todos vivimos con cáncer: algo así como uno de cada dos. Pero admito que no esperaba enfermarme. Todavía trabajo; aún estoy activa.


Mi modelo ideal en la vida ha sido una tía maravillosa que vivía en el norte de Gales. Ella fue mas una madre que mi verdadera madre. De ella heredé mi amor por las caminatas y las montañas. Vivió hasta los 89 años y, en el fondo de mi mente, esa fue siempre mi meta. Que viviría hasta esa edad, que vería a mis nietos Me sentí muy irritada cuando recibí el diagnóstico, primeramente por que soy una fanática de la salud y la buena forma física. Me encanta hacer senderismo y caminatas en los Himalayas casi todos los años. Sentí que no merecía tener cáncer después de haberme ejercitado durante tantos años para mantenerme en forma. Pero soy resistente y lo superé. Se me podría haber evitado el segundo golpe: perder el donante. Ese fue un doble revés del cual aún me estoy recuperando. No soy religiosa así que no recé por mi mejoría. Pero mis amigos católicos, mis amigos budistas – incluso mi hermana que estaba en Japón y dejó una oración en un templo Shinto – todos están haciendo su parte y yo los aliento. Acá se aceptan con gratitud todo tipo de oraciones. Actualmente la prioridad es encontrar un nuevo donante, y la carrera ya comenzó. Pero yo aun pienso en el futuro y aun planeo lo que vendrá. Lo primero será tomar unas vacaciones con mi marido y posiblemente mis hijos para agradecerles toda su ayuda, todo su apoyo para atravesar esto. También quiero realmente volver a trabajar. Probablemente, por un tiempo, quede vulnerable a las infecciones así que, talvez, mis planes de salir corriendo hacia Burma, que aun tiene grandes problemas, deberán postergarse. Veremos que pasa, mientra seguiré haciendo planes. La BBC invitó a la organización Anthony Nolan para que arme un puesto desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde fuera del edificio de la Emisora en Londres. Cualquiera menor de 30 años que quiera convertirse en un donante de médula ósea puede registrarse en www.anthonynolan.org. Tambien pueden donar respondiendo al llamado de www.justgiving.com/BBCPATIENTAPPEAL. No soy una persona religiosa, pero se agradecen todo tipo de oraciones en este cuartel. 21 de junio de 2015 Texto traducido del inglés por María Elisa Cordiviola. NT. (1) Big Issue: revista semanal de entretenimiento y actualidad que es ofrecida al público por una red de vendedores ambulantes formada por personas “sin hogar”. (2) quid pro quo: intercambio de una cosa por otra. (3) Yarl´s Wood: famoso centro de detención para refugiados en el Reino unido. Muy criticado por el acoso, abusos y violaciones que sufren las detenidas por parte de los guardias. Leer mas en Solidaridad con lucha de las sin papeles en Reino Unido


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.