Tesis la guerra sucia en sinaloa el rescate de la historia

Page 1

U IVERSIDAD AUTÓ OMA DE SI ALOA FACULTAD DE HISTORIA MAESTRÍA E HISTORIA

LA “GUERRA SUCIA” E SI ALOA EL RESCATE DE LA HISTORIA NO OFICIAL, (1972-1982)

TESIS QUE PRESE TA

LIC. MARTHA ALICIA CAMACHO LOAIZA PARA OBTE ER EL GRADO DE MAESTRA E HISTORIA DIRECTORES DE TESIS DR. ALO SO MARTÍ EZ BARREDA DR. RIGOBERTO RODRÍGUEZ BE ÍTEZ

CULIACÁ ROSALES, E ERO DEL 2010


LA “GUERRA SUCIA” EN SINALOA. EL RESCATE DE LA HISTORIA NO OFICIAL, (1972-1982) AGRADECIMIENTOS ………………………………………………………………….. 5 INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………….. 7 ANTECEDENTES ……………………………………………………………………... 14 CAPÍTULO I.- LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES Y SOCIALES, LAS RESPUESTAS REPRESIVAS DEL ESTADO, SIGLOS XIX Y XX ……………… 19 1.1.

Una mirada a los movimientos de los obreros, campesinos, colonos, estudiantes, etc., ……………………………………………………………….. 19

1.2.

Precedentes de las luchas estudiantiles …..………………………………. 21

1.2.1. Las luchas estudiantiles del siglo XIX ……..………………………………… 21 1.2.2. Estudiantes mexicanos del Siglo XIX………………………………………… 25 1.2.3. Algunas formas de lucha estudiantil en la segunda mitad del siglo………. 26 1.3. El movimiento estudiantil en México. (1968) ……...………..…………........... 30 1.3.1. El entorno económico, político y social……………………………………….. 30 1.3.2. La lucha estudiantil y la represión del estado ………………………….……. 34 1.3.3. La impunidad ante la matanza ………………………………………………... 37 CAPITULO II.- LA IDENTIDAD DE LA LUCHA ESTUDIANTIL EN SINALOA .. 40 2..1. Las diferentes posturas ideológicas en el interior de la Universidad Autónoma de Sinaloa ……………………………………………………………………………… 40 2.2. La radicalización del movimiento estudiantil ……...…………………………… 43 2.2.1. Unidad y lucha de contrarios ………………………………………………...... 47

2


CAPÍTULO III.- INICIO DEL MOVIMIENTO ARMADO ………..………………….. 52 3.1. La etapa de transición del movimiento estudiantil al movimiento armado …. 52 3.2. El paso a la clandestinidad ………………………………………………………. 59 3.2.1. Los conceptos de clandestinidad ……………………………………………... 59 3.3. Represión, enfrentamientos y ejecuciones al interior de la universidad …… 62 3.4. Persecución y represión contra algunos estudiantes .………………………... 67 3.5. Desvinculación del movimiento armado ……………………………………….. 69 CAPÍTULO IV.- LA REPRESIÓN DEL ESTADO, DESAPARICIONES POLÍTICAS Y CONSECUENCIAS …..……………………………………………………………... 72 4.1. Privación ilegal de la libertad, desapariciones, torturas y asesinatos ………. 72 4.2. Grupo paramilitar contra la guerrilla .………………………………………….... 79 4.2.1. Brigada Blanca .…………………………………………………………………. 79 4.2.2. Desmanes y excesos de poder de la Brigada Blanca …………………….... 85 4.3. La organización de las Madres con Hijos Desaparecidos ……………….…... 86 4.3.1. Las madres se organizan iniciando así una serie de movilizaciones dentro y fuera de Sinaloa ……………………………………………………………………….. 86 4.3.2. Testimonios de personas liberadas del Campo Militar Número uno ……… 91 4.3.3. Allanamientos a las aulas universitarias para detenciones y desapariciones. ……………………………………………………………………………………………. 91 4.3.4. Apoyo a la lucha por la presentación de los Desaparecidos por otras instituciones a nivel naciona l……….………………………………………………… 93 4.3.5. Huelga de hambre de las madres como parte de su lucha ……………...… 95

CONCLUSIÓN ……………………………………………………………………… 96

3


FUENTES ………………………………………………………………..…………… 98 ARCHIVOS Y FONDOS CONSULTADOS …………………………….…………… 98 HEMEROGRAFÍA ………………………………………………………….………….. 98 REVISTAS …………………………………………………………………….….……. 98 ENTREVISTAS ………………………………………………………………..….…… 98 BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………….……. 99 ANEXOS …………………….……………………………………………….……….. 104

4


AGRADECIMIENTOS Quiero agradecer a todas las personas que apoyaron para la elaboración de este trabajo

de

investigación;

a

mi

familia,

compañeros,

maestros,

amigos,

organizaciones, instituciones, sería imposible mencionar a todos y cada uno de ellos, quienes contribuyeron con sus motivaciones, comentarios, etc. En primer lugar, mis hijos, eje fundamental en mi vida, Miguel Alfonso, Martha Alicia, Massiel Ariana, Marysol Atara y a mi hijo putativo -Ernesto Guadalupe Urquiza López-, a todos gracias por su amor y respeto, por entender mis prolongadas ausencias, unas obligadas y otras no tanto, así como el darme la fuerza necesaria para sacar adelante este propósito tan importante en mi vida. Para mi esposo, Ernesto Alfonso Pérez Lerma, por su amor, así como soportar y entender mis frecuentes ausencias –algunas trasnochadas-, por todo quiero decirte mil gracias, este trabajo es parte de nuestro esfuerzo en conjunto como familia, amigos y especialmente como esposos, te quiero. A mis hermosos nietos, nueva motivación en mi vida, quienes en muchas veces con sus travesuras, reclamos y gritos, invadieron los espacios universitarios junto a la abuela (Rodia, Hannah Sophia, Dante, a los gemelos Demian y Dianne). Al maestro consentido, Dr. Samuel Octavio Ojeda Gastélum, por sus grandes aportaciones académicas, sus “regaños”, la compañía dentro y fuera del aula; también hay que decirlo, el habernos soportado “locuras” de algunos de nosotros –compañeros del aula-, por compartir mis bromas, por su amistad, por su comprensión y apoyo, por ello es a quien guardo un gran respeto y especial admiración. En ese sentido a mis tutores, Dr. Alonso Martínez Barreda y Dr. Rigoberto Rodríguez Benítez, así como a mis lectores de tesis: Dr. Arturo Sánchez Parra, Dr. Florencio Posadas Segura, y al Maestro Matías Lazcano por sus recomendaciones y aportaciones académicas; en fin, quiero agradecerles su paciencia y comentarios para el desarrollo y culminación de mi investigación.

5


Sin duda a las diferentes instituciones que nos dieron el apoyo financiero como: CONACYT,

Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado, la

Universidad Autónoma de Sinaloa y al banco SANTANDER, que sin su apoyo hubiese sido imposible la conclusión de mi tesis. También a Lidia Padilla, Sergio Valdez Rosas y Arturo Guerrero Sosa por su paciencia y cooperación. Por último a mis compañeros y amigos con quienes compartí inolvidables momentos dentro y fuera de las aulas, por su apoyo y en especial mis compañeros de “equipo”, Fernando Rodelo, Rafael Borbolla, Juan Carlos Díaz, Luis Martín Padilla, Nathaly Gaxiola, Chavelita Moreno, Isabel García, Carlos Quevedo y Enrique Quevedo,

6


INTRODUCCIÓN El tema representa de gran interés social como personal; el trabajo tendrá una visión completamente histórica, pero no dejando a un lado su impacto políticosocial, todo esto basándose en metodologías apropiadas, ya que su estudio es útil, indispensable y necesario, hoy en día aún existen esos vacios de aquellas heridas que fueron hechas en este periodo tan controversial en la historia mexicana, por ello, se busca respuesta a las acciones de justicia y humanas. Para esto, la recuperación de la memoria es una de las principales razones para poder llevar a cabo mi investigación, esto por ser un tema de debate y de vital importancia en la actualidad. Para ello se tomarán diferentes metodologías como la oralidad para recuperar aquellas voces que no han sido rescatadas en el espacio histórico. El estudiar el tema con un conocimiento historiográfico basado a través de una buena metodología, es el respaldo a llegar a concretar la cientificidad de la investigación. Existe la preocupación de todas las instancias del gobierno que no se ha abordado el problema de la “Guerra Sucia” por motivos políticos, además algunos actores han tocado el objeto de estudio con enfoque subjetivo; también uutilizaré el método cuantitativo en algunos datos que de manera estadística daremos como resultado el número de personas que fueron afectadas en esta lucha. Ahora, el enfoque del trabajo se toma desde una perspectiva de la historia social, acompañado de modelos como la subalternidad, la historia oral –historias o relatos de personajes- y algunos aportes de la teoría de la clásica historia política. Analizar el estado antropológico para establecer técnicas más apropiadas. Está investigación la sustentaré en autores como: E. P. Thompson1, James Scott2, Saurabh Dube3 y Barrington Moore4; estos especialistas han abordado su 1

E. P. Thompson, La formación de la clase obrera en Inglaterra, 1780-1832. La presencia de la clase obrera, México, Edit. Laia, 1977, pp. 570. 2 James Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, México, Edit. ERA, 1992, pp. 251. 3 Saurabh Dube, Sujetos subalternos: capítulos de una historia antropológica, México, El Colegio de México, 2001, pp. 279. La autora nos menciona que la categoría de estudios ha sido

7


ideal en los diferentes movimientos de lucha de la historia social y política, por lo que, estos referentes me incitan a realizar el estudio del movimiento de la “Guerra Sucia” en el Estado de Sinaloa en el último cuarto del siglo XX. Regresando a los trabajos realizados en mi tema a seguir, para el caso regional, aparecen autores como Carlos Montemayor5, que ha llevado a cabo estudios sobre el tema de la llamada guerra sucia, trabajando en el informes del Archivo General de la Nación (AGN), por ello, gracias a ello se han realizado nuevos esquemas a la historiografía local. En ese sentido Rubén Burgos6, aborda el tema de movimientos estudiantiles sinaloenses; también aparece Gustavo Hirales7, que escribió sobre algunas de las acciones del grupo guerrillero, en mención a la Liga Comunista 23 de septiembre y sus diferentes resistencias en sus luchas. Ahora, el concepto de resistencia, va más allá de las implicaciones teóricas señaladas, ya que esta refleja los procesos en curso al interior de la izquierda social latinoamericana, procesos de transformación que corresponden a una época de transición en el marco de la cual son evidentes las tensiones entre viejos y nuevos paradigmas. En la construcción histórica de la izquierda social latinoamericana, la categoría de resistencia juega un papel fundamental, no sólo por su constante presencia en el discurso, sino por ser un ángulo de lectura de las contradicciones y las tendencias que la caracterizan. Los movimientos sociales latinoamericanos pueden y deben visualizarse en el marco de la tensión entre subalternidad y antagonismo, tensión que se manifiesta en el tópico de la resistencia y a lo largo de las dimensiones que ésta implica. A través de este prisma podemos y debemos empezar a leer el proceso histórico y las tendencias en curso en aras de avanzar en el conocimiento de las reemplazada por la de los sujetos, ésta sustitución es explícitamente utilizada como desplazamiento conceptual. 4 Barrington Moore, La injusticia. Bases Sociales de la obediencia y la rebelión, México, UNAM, 1996, pp. 481. 5 Carlos Montemayor, Los informes secretos, México, Planeta, 1999, pp. 205. 6 Ruben Burgos, Movimientos sociales en el Noroeste de México, México, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, UAS, 1985, pp. 147. 7 Gustavo Hirales, Memoria de la guerra de los justos, México, Cal y Arena, 1996, pp. 197.

8


formas de la acción colectiva y la movilización social, de los itinerarios y las formas de la construcción de la izquierda social latinoamericana. Investigadores como Dube, invita a reflexionar acerca del reemplazo de las “estructuras” por los “sujetos”, y de las “condiciones” por la “agencia” no implica necesariamente la entrada exitosa en el dominio de la resistencia incesante, de la emergencia del dominado, del encuentro reconciliado del ámbito ideológico de los sujetos, obscurecido antes por la sombra proyectada por el bloque hegemónico. La centralidad en el sujeto debe estar puesta justamente para dislocar la posibilidad de la “transparencia” en el análisis histórico. En este sentido, las ideas de los especialistas forman una metodológica adecuada para mi objeto de estudio, pues considero que el tema de subalternidad cabe perfectamente en el mismo, además una historia desde abajo en donde los sujetos en este caso serían los involucrados. James Scott, menciona las formas en que los subordinados luchan por sobrevivir en el mundo de la dominación, su resistencia a ser dominados y y su permanencia en conservar sus raíces culturales e ideológicas. Esta perspectiva de las relaciones de poder, tomamos en consideración como punto de partida que, los actores de la vida social y política no reducen sus intervenciones al escenario público, hace la propuesta de discernir las prácticas cotidianas que se llevan a cabo detrás de la tribuna pública. Presta atención a los procedimientos de encubrimiento lingüístico, los códigos ocultos, el descifrar lo que llama el arte de la resistencia. Es precisamente en ésta aportación de Scott donde se puede sustentar el trabajo de investigación de las detenciones desapariciones políticas en Sinaloa, durante la época de los setentas, pues en estas acciones el Estado maneja un lenguaje oculto del escenario público en las desapariciones como una forma de dominación en donde el mensaje era no solo hacia las víctimas sino también hacia los familiares y hacia cualquier persona que osara manifestarse en contra de lo que al sistema de gobierno pudiera afectar.

9


Cuando los militares latinoamericanos empezaron a utilizar la práctica de la desaparición forzada de personas como un método represivo, creyeron que habían descubierto el crimen perfecto: dentro de su inhumana lógica, no hay víctimas, por ende, no hay victimarios ni delito. La práctica de la desaparición forzada surgió en América Latina en la década de los sesentas. Desde el primer momento, las desapariciones forzadas mostraron los signos de lo que a través de los años llegó a constituir el método principal de control político y social en ese país: impunidad y absoluta transgresión de las leyes más elementales de convivencia humana. Amnistía Internacional, FEDEFAM y otros organismos de derechos humanos sostienen que, en poco más de veinte años (1966-1986), noventa mil personas fueron víctimas de esta aberrante práctica en diferentes países de América Latina. Producto de una política continental de dominación, las desapariciones no son un rasgo exclusivo de las dictaduras militares. En el Estado de Sinaloa, a partir del 16 de enero de 1974, un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa, a los que se les llamaba “enfermos”, decide incorporase a la lucha armada junto con otras agrupaciones que tenían coincidencias de los movimientos, para esto, se une un grupo guerrillero llamado Liga Comunista 23 de Septiembre, es así como inician acciones de ataque frontal En Sinaloa, el 16 de enero de 1974, día del "ensayo de insurrección general", cientos de activistas armados se movilizan en el Valle de Culiacán, miles de estudiantes salen a las calles y se les unen más de 10 mil jornaleros agrícolas. La Liga considera un éxito la operación Asalto al cielo, pero el gobierno responde con fiereza. La DFS, el Ejército y policías locales realizan detenciones masivas de estudiantes, asesinan y desaparecen a activistas y a guerrilleros. La Liga efectúa su tercera reunión nacional el 4 de abril de 1974. Ahí decide construir un ejército guerrillero dirigido por una coordinadora nacional, integrada por los dirigentes de las agrupaciones unificadas. El buró político es encabezado por Ignacio Salas Obregón, José Ángel García Hernández, Rodolfo García Gómez y Manuel Gómez García. Se crea un Comité Militar que dirige los operativos. Los

10


militantes se organizan en brigadas, coordinadas por comités estatales y locales. Sin embargo, el 29 de abril es detenido el principal dirigente de la Liga, Ignacio Salas Obregón, tras un enfrentamiento con policías de Tlalnepantla, estado de México. Se disuelve la coordinadora nacional y la dirección es retomada por el comité de redacción del periódico Madera, el órgano central de la organización. Entre 1974 y 1976, la Liga entra en un "periodo gris" y enfrenta un debate interno entre las tendencias militaristas y las que privilegian el trabajo político de masas. Aumentan sus acciones armadas en medio del acoso gubernamental, incluidos los asesinatos de policías. El 11 de agosto de 1976, David Jiménez Sarmiento, Chano, encabeza un comando que intenta secuestrar a Margarita López Portillo, hermana del presidente electo. El operativo fracasa y muere abatido Jiménez, considerado el último dirigente histórico de la Liga, tras su muerte, Luis Miguel Corral García, “el Piojo Blanco”, retoma la dirección y se convierte en "el hombre más buscado por la policía". En ese año, el gobierno crea la Brigada Blanca, un grupo antiguerrilla integrado por policías y militares. Formalmente era dirigido por dos coroneles del Ejército mexicano, pero en los hechos estaba bajo el control de Miguel Nazar Haro, subdirector y después director de la DFS. La Brigada Blanca trasladaba a los guerrilleros detenidos al Campo Militar Número Uno y a otras cárceles clandestinas. Mediante la tortura física y psicológica obtenía información que le sirvió para acabar con la Liga, al arreciar la represión, la Liga cambia de estrategia, señalan varios sobrevivientes. Entre 1975 y 1976 ocurren muchas "detenciones y desapariciones" y al mismo tiempo el periódico Madera alcanza un tiraje de 40 mil ejemplares mensuales, revela Heladio Torres. Y agrega: "Entonces, la principal actividad de la Liga era política, de propaganda revolucionaria en zonas obreras y populares, aunque se le identifica más por los secuestros y por las expropiaciones". A partir de 1974 empezó a manifestarse, por primera vez en Sinaloa, uno de los métodos más represivos e inhumanos que pueda tener cualquier tipo de gobierno de cualquier tiempo: la desaparición forzada de jóvenes sólo porque sus

11


ideas no coincidían políticamente con el sistema de gobierno, estas se realizaron de manera clandestina, y quienes las realizaron no se identificaron para permanecer en el anonimato, pues sabían que no existía justificación alguna para realizar dichas detenciones; no se identificaron como miembros de alguna corporación policiaca o paramilitar, las autoridades negaron la participación de sus elementos en dichas detenciones y que por ello no tuvieron datos en ninguna de las cárceles. Es obvio que jamás se encontrarán a los desaparecidos en las cárceles oficiales, pues el lugar de detención de estas personas fueron las cárceles clandestinas en las que participaron diversas corporaciones policiales. No obstante, hay testimonios de la existencia de las cárceles clandestinas en Sinaloa, de personas que estuvieron secuestradas en esas cárceles clandestinas donde fueron torturadas física y psicológicamente con métodos inhumanos. A todas las personas que secuestraron, desde el momento mismo de su detención, les fueron vendados sus ojos y, en la mayoría de los casos, atados de manos y pies. Estas acciones se dan desde luego por el exceso de autoridad e impunidad y además, con el apoyo encubierto de funcionarios e instancias de gobierno. Como una consecuencia lógica, ante este tipo de represión un grupo de madres en la búsqueda de sus hijos deciden unirse y formar un organismo donde las madres con hijos desaparecidos realizaron acciones para llevar a cabo un movimiento por la obtención de la libertad política y el respeto por los derechos humanos en Sinaloa. En la actualidad la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos de Sinaloa, sustenta la petición de la presentación de sus hijos en la siguiente relación conformada por tres maestros, 23 estudiantes, 5 empleados, 2 trabajadores de las ladrilleras, 7 policías. Cabe señalar que se hace un intento por construir aspectos de la Guerra Sucia en su historia, así como aquellas personas que estuvieron involucradas como los detenidos o desaparecidos relacionados en sus luchas y organización. Para esto se necesitará contribuir con el debate sobre el movimiento de los

12


derechos humanos y su incidencia política. Así como analizar a los desaparecidos como un sujeto político de resistencia y organicidad; indagar sobre sus experiencias colectivas y/o personales; así como analizar los significados y representaciones contraídas. Existe la preocupación de todas las instancias del gobierno que no se ha abordado el problema de las desapariciones por motivos políticos, además algunos de los actores lo han abordado con un enfoque muy subjetivo, y éste trabajo se busca ser objetivo dentro de las posibilidades. Para ello, la construcción del movimiento social de las Madres con hijos desaparecidos de Sinaloa, constituyó una forma de resistencia en la búsqueda de sus hijos. La “Guerra Sucia” en conjunto con las desapariciones, emergió un conjunto de significaciones constitutivas de un evento indecidible. El acontecimiento de la lucha no instaló una paradoja, porque la relación entre institución y el control de la vida y la muerte pueden ya ser entendidos como constituyentes de paradojas en condiciones “normales”. El problema de la memoria en México y específicamente en el estado de Sinaloa del presente involucra a la actualidad, no sólo en el sentido de la vigencia del pasado reciente, sino por su carácter generador de premisas y relatos colectivos para dar una aportación historiográfica y una mejor transparencia .

13


ANTECEDENTES Poner en claro lo ocurrido durante los años en los que se desarrollaron enfrentamientos entre organizaciones de civiles y fuerzas de seguridad pública, correspondiente a la década de los setentas y principios de los ochentas del siglo XX, es una tarea fundamental para la afirmación del estado de derecho, de acuerdo con la realidad que actualmente vive nuestro país. Quienes dirigen el Estado han cometido abusos de poder, violentado los derechos humanos más elementales como las persecuciones, aprehensiones, desapariciones forzadas de personas, asesinatos, sin tener una razón que justifique tal acción; la mayoría de estas acciones las llevaron a cabo al margen de la ley, con una impunidad realmente preocupante; la lucha contra la impunidad ha sido una de las preocupaciones centrales del movimiento internacional de derechos humanos ha sido una de las preocupaciones centrales del movimiento internacional de derechos humanos. Parte de la experiencia acumulada en este caminar fue recabada recientemente, en el ámbito de la ex Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, en un conjunto de principios para la protección y la promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad8. La impunidad es definida como: “La existencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por parte de los autores de violaciones, así como de responsabilidad civil, administrativa o disciplinaria, porque escapan a toda investigación con miras a su inculpación, detención, procesamiento y, en caso de ser reconocidos culpables, condena a penas apropiadas, incluso a la indemnización del daño causado a víctimas”9. Pese a que los movimientos estudiantiles y sociales pueden ser considerados comunes en el mundo, las características de los países en los que 8

Informe rendido por Diane Orentlicher a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, experta independiente encargada de actualizar el conjunto de principios para la lucha contra la impunidad. 9 Ibíd.

14


éstos se desarrollaron marcan un punto de diferenciación entre ellos, no sólo por sus demandas particulares, sino también en sus tipos de lucha y en la manera en que tales procesos sociales son contrarrestados y resueltos (supuestamente) por los gobiernos de cada nación. Es precisamente la sincronía de los movimientos estudiantiles que se instala por encima de las diferencias de desarrollo económico a pesar de las diferencias que existían con respecto a las tradiciones políticas y sociales, los identifica entre sí, lo que marca su identidad y da sentido a una década, troquelando de este modo en la historia con los signos que la identifican y constituyen su significado. Éste es el tiempo en la historia del siglo XX, en el cual se construye a la juventud como categoría social de identidad y diferenciación. En nuestro país la aparición del movimiento estudiantil cobra fuerza a partir de los acontecimientos ocurridos el 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas, en la unidad habitacional Tlatelolco, de la Ciudad de México, DF. La sucesión de los movimientos estudiantiles, campesinos, obreros, colonos organizados, entre otros, que se gestaron luego de la represión y matanza del 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971 en San Cosme, indican que no se trató de hechos aislados, sino concatenados. La acumulación de demandas no resueltas, como el derecho a la autonomía universitaria, el autoritarismo presidencial, el desenvolvimiento de otra idea de juventud el reparto agrario, las demandas de obreros y campesinos por mejores condiciones de trabajo, las luchas por obtener una vivienda digna, el surgimiento de nuevas formas de organización de las clases trabajadoras, pero sobre todo la lucha por la defensa de los derechos humanos en México, fueron el caldo de cultivo generador de la respuesta de los grupos estudiantiles, trabajadores, colonos, etc., sobre todo en la década de los setentas, quienes buscaron la manera de hacerse escuchar y cumplir sus demandas. A esta parte de nuestra historia, debido al periodismo10 y

10

Al respecto han escrito y ubicado tal periodo como ‘Guerra Sucia’ periodistas de la talla de Sergio Aguayo Quezada, La Charola, México, Grijalbo, 2001; Julio Shérer y Carlos Monsiváis, Los Patriotas, de Tlatelolco a la guerra sucia, México, Edit. Aguilar, 2006; Jacinto Rodríguez Murguía, La otra guerra secreta, México, Debate, 2007.

15


documentos testimoniales11, la han denominado como la “Guerra sucia de los años setentas”. En la sucesión presidencial de Gustavo Díaz Ordaz por Luis Echeverría Álvarez en 1970, aún cuando a la vista se desarrolló una lucha política electoral sin sorpresas ni sobresaltos, decenas de estudiantes activistas se situaron en la lucha clandestina con el objetivo de iniciar una guerrilla urbana. Entre los diversos grupos guerrilleros12 la Liga Comunista 23 de Septiembre, el fue integrado por varios grupos guerrilleros del país. A partir de las diferentes acciones de este grupo, el Estado formó una corporación policiaca para desarticular la guerrilla, al margen de toda legalidad y sin fundamentación jurídica, con libertad de actuar al margen de la ley y sin dar explicaciones de sus actos a nadie, además de tener un gran presupuesto del cual tampoco justificarían gastos, este organismo represor recibió el nombre de Brigada Blanca en sincronía con el ejército mexicano, tuvieron como objetivo principal era el exterminio total de cualquier tipo de organización que pudiera atentar contra el Estado; “uno de los más notorios grupos paramilitares en la historia de México, fue responsable material de ejecuciones, homicidios, desapariciones forzosas –tan sólo en Guerrero, la CNDH registra 500, en Sinaloa se tienen registrados 42 casos documentados, (ver anexo) sin considerar los que no fueron denunciados a la luz pública, torturas, exceso de poder, amenazas, y simulación de enfrentamiento y de fusilamiento, por órdenes superiores”13. Como nace la llamada Brigada Blanca: La reunión fue en la Dirección Federal de Seguridad. Allí estaban todos los jefes de la policía de los estados y del Distrito Federal. También estaban los representantes militares. Miguel Názar les 11

En la actualidad se han editado diversos volúmenes sobre testimonios y memorias de encuentros, entre lo que podemos mencionar: Laura Castellanos, México armado, México, Era, 2007; José Gallegos Nájera, La guerrilla en Guerrero, México, Edit. Testimonio, 2007; Verónica Oikión y Marta Eugenia García (Comp.), Movimientos armados en México, siglo XX, México, El Colegio de Michoacán y CIESAS, 2006; Ma. de la Luz Aguilar, (Comp.), Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Ex Guerrilleras, México, s/e, 2007; Héctor Ibarra Chávez (Comp.), La Guerrilla de los 70 y la transición a la democracia, México, Ce-Acatl, 2006. 12 Entre los grupos guerrilleros se encuentran Los Lacandones, El Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), Los Guajiros, Unión del Pueblo, Frente Popular Independiente (FPI), Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) –fundada por Genaro Vázquez Rojas–, Frente Jaramillista, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Partido de los Pobres. 13 Javier Ramírez “La Brigada Blanca, expediente completo de sus integrantes”, en Revista Bajo Palabra, periodismo de investigación, México, Edición de Aniversario, Núm. 20, 16 de junio, 2001.

16


dio algunos datos sobre los golpes de la guerrilla en los últimos meses y les dijo que era necesario cooperar. Su propuesta era crear un cuerpo policial capaz de aglutinar agentes de todo el país, bajo las órdenes de la Dirección Federal de Seguridad. Así nació la Brigada Especial, conocida tiempo después como la Brigada Blanca debido al enfrentamiento que tuvo con la Brigada Roja de la Liga Comunista 23 de Septiembre. “Les dije a los jefes policiacos que había que formar un grupo con militancia unificada, con policías del distrito y de los estados, por lo que deberían incorporar a sus mejores elementos; estos grupos trabajaron específicamente para los asuntos de la Brigada Especial”, recordaría Názar tiempo después. La propuesta era mucho más pragmática que la que había hecho a finales de noviembre de 1973 el secretario de la Defensa, Hermenegildo Cuenca Díaz, para la creación de una secretaría de seguridad que unificara los cuerpos policiales para combatir la guerrilla y el crimen. La Brigada Blanca se integró con 250 elementos de la DFS, la DIPD, la policía Militar, la Policía Judicial Federal y agentes de la policía judicial de los estados. Názar fue el encargado directo de organizar su estructura administrativa y operativa desde el día de su formación. El vínculo con los militares era tan estrecho, que el entrenamiento especial de los brigadistas se realizaba en el Campo Militar Número Uno. Ahí se entrenaban en acciones contrainsurgentes y manejo de armas. Ahí también adquirieron y perfeccionaron los conocimientos para aniquilar a los guerrilleros. Años después, un integrante de la Brigada Especial recordaría: “En la Brigada Blanca teníamos estas tareas: localizar las casas de seguridad de los guerrilleros, los subversivos como les decíamos, vigilar a parientes y amigos de los presos llamados políticos y de los que teníamos detenidos en averiguación; ejercer un estricto control de domicilios, lugares de trabajo y actividades políticas; identificar a los activistas en mítines, manifestaciones y otros actos obreros, campesinos o estudiantes (carne de guerrilla, le llamábamos); vigilar a quienes

17


teníamos detenidos en los separos de la DFS o en la prisión del Campo Militar. En la brigada disponíamos del “botín de guerra”, es decir, [hacíamos] el reparto de lo que sacábamos en los cateos de subversivos o de sus amigos y parientes”14. En México, la impunidad sigue vigente, pues a pesar de que son delitos ocurridos hace más de cuarenta años; las leyes, los gobiernos políticos, jueces, etc., no han permitido procesar a los responsables de la llamada guerra sucia. El tema relativo con las desapariciones forzadas establece un reclamo de los propios familiares de las víctimas, de un amplio sector de la sociedad y de diversas Organizaciones No Gubernamentales, entre las cuales despunta la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos y su participación durante la década en cuestión (1972-1982)15. En el año 2002, se permitió a la ciudadanía el acceso a los archivos de la policía política. En los documentos encontrados en el Archivo General de la Nación, existen vacíos de información, expedientes con información falsa, también existen archivos incompletos, al parecer fueron mutilados desde antes de que fueran abiertos para su consulta, porque representaban un peligro para algunos de los involucrados. Sin embargo, algunos de ellos han servido de referencia para las investigaciones y llevar a cabo análisis comparativos con los testimonios de los sobrevivientes que participaron en las acciones subalternas.

14

Jorge Torres, Nazar, la historia secreta. El hombre detrás de la guerra sucia, México, Debate, 2008, pp. 87-88. 15 En Sinaloa, se fundó la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos, el 7 de abril de 1978, La Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, A.C.

18


CAPÍTULO I.- LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES Y SOCIALES. LAS RESPUESTAS REPRESIVAS DEL ESTADO, SIGLOS XIX Y XX. 1.1.

Una mirada a los movimientos de los obreros, campesinos, colonos, estudiantes, etc.

A lo largo de los últimos años las formas tradicionales de movilización han experimentado cambios al grado de que algunos analistas se preguntan si estaremos asistiendo al nacimiento de un nuevo modelo de acción colectiva. Pedro Ibarra y Benjamín Tejarían sostienen que los historiadores de los movimientos sociales señalan que existe una cierta continuidad a lo largo del tiempo, pero cada época impregna sus manifestaciones de un carácter peculiar. Esto hace hincapié en que distintos momentos dejan improntas diversas sobre la forma de exteriorizar y conducir las protestas. En el pasado se ha registrado como las causas inmediatas de movilización social a las revoluciones burguesas y a los procesos de democratización del Estado-nación y, recientemente, el desarrollo del Estado de bienestar y la etapa de prosperidad económica posterior a la Segunda Guerra Mundial. En los últimos años se apunta al proceso de globalización como contexto histórico que conforma la intensidad y la dirección que está tomando la acción colectiva16. Los movimientos sociales son productos de la modernidad; es decir, dejan de ser comunitarios para convertirse en sociales; el paso de comunidad a la sociedad no acaba por ser total; en las nuevas tendencias emergentes, las luchas sociales, se pueden ejemplificar en las actividades por la solidaridad. Se distancian de los cambios sociales tradicionales y se aproximan a otras instituciones más convencionales. “Durante las dos últimas décadas [se refiere desde finales de la década del

setenta a finales de la del noventa] han ido

apareciendo publicaciones que tienen como objeto el análisis de la acción colectiva y de los movimientos sociales. Esta expansión científica se ha visto impulsada por la aparición de nuevos enfoques teóricos”17. 16

Pedro Ibarra y Benjamín Tejerían, Los movimientos sociales, transformaciones políticas y cambio cultural, Valladolid, Trotta, 1998, p. 9. 17 Ídem, p. 111.

19


Dentro de los movimientos sociales, la rebelión de las juventudes no es algo extraño ni desconcertante de la década de los años setentas del siglo pasado; por el contrario, es un elemento vital y que ha sido menospreciado en la historia de los últimos treinta años; pero está siendo un elemento que destacará en nuestros días. Además es un fenómeno que se repite en espacios y temporalidades diversos, es decir, data de tiempos lejanos; la generación social es un grupo de coetáneos, personas que tienen en común una fecha de nacimiento, quienes al caminar por la vida están condicionados psicológica y sociológicamente por instituciones comunes y circunstancias sociales. Es una generación que cree en el mismo breve período histórico. La principal función histórica de la gran generación más joven motivada ideológicamente ha sido muy simple: fomentar el cambio social por medio de la rebelión generacional, lo que crea una insurrección juvenil, que alguna vez puede estar estimulada durante algún tiempo por personas mayores más liberales. Sin embargo, a la larga, la insurrección generacional de los jóvenes puede tener consecuencias cruciales para la sociedad que la ha destruido.

20


1.2. Precedentes de las luchas estudiantiles 1.2.1. Las luchas estudiantiles del siglo XIX Cuando comienzan a surgir las nuevas formas de acción, que se manifiestan ya, como ejemplo: la huelga, la manifestación, peticiones, marchas, actos públicos e insurrecciones. Se trata de: métodos de acciones flexibles, capaces de ser utilizados en situaciones muy diversas. Los actos públicos por ejemplo, sirven tanto a los fines del movimiento obrero como a una campaña electoral. En medio siglo que va de 1780 a 1848 (o sea desde poco antes de la revolución francesa a la primera revolución proletaria) la gente pasó de estar familiarizada con la confiscación

de los cargamentos de grano, la quema de los registros de

impuestos y la venganza contra los abusadores, a realizar manifestaciones, huelgas e insurrecciones. Dejó de utilizar los “viejos” métodos y abrazó otros que pocas décadas atrás ni siquiera existían o eran marginales. Estas formas de acción se independizan de los conflictos que las originan: son generales en vez de específicas, indirectas en vez de directas y flexibles en vez de rígidas18. La primera revuelta estudiantil se suscitó en Alemania, en 1815, bajo el nombre de Movimiento Burschenschaft (Unión de Estudiantes), que abarcó los años de 1815 a 1819. Uno de sus lemas era ‘Nada radicaliza a la juventud tan rápidamente como la represión’. Una nueva era estaba a punto de comenzar. Aquel verano de 1815, tres meses después de la batalla de Waterloo, el rector de la Universidad de Gotinga notó algo sorprendentemente distinto en los estudiantes que se presentaban a clases. “Los acontecimientos recientes han causado una profunda impresión en los estudiantes”, informó solemnemente. “Su participación activa en las luchas de liberación, su susceptibilidad a las ideas despertadas por los grandes sucesos mundiales, han alimentado en ellos un espíritu totalmente nuevo”, un espíritu –opinó–, que trae preguntas saludables, pero que también puede llegar fácilmente a ser fuente de excesos turbulentos. Este era exactamente 18

Sidney Tarrow, El poder en movimiento, Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política, Madrid, Alianza, 1997, p. 80.

21


el tipo de evaluación que se podrá esperar de un administrador académico; sensata, pero mediocre, sin embargo, el rector había puesto el dedo en una gran verdad evidente19. Posteriormente, la primera contracultura, así como la primera bohemia, tomó forma en Francia en el año de 1830. Los ciudadanos franceses adultos habían vivido más hechos históricos que los que cualquiera de nosotros verá jamás y más de lo que ellos mismos hubieran deseado ver. Los jóvenes de la segunda década del siglo XIX, fueron la juventud fundadora del romanticismo francés, el nuevo movimiento era una revolución de las artes nada más. Los bohemios románticos empezaron a reunir para ver la obra de Hermani, (la cual era fuente de inspiración para algunos) la que fue un escaparate para todas las herejías románticas; convirtiendo dicha obra en una batalla, lo que da origen a un nuevo pensamiento libre y joven. Los bohemios franceses de 1830 y los estudiantes alemanes belicosos de 1815, constituyeron una verdadera rebelión generacional; el año de 1830, el año de Hernani, fue el año de la revolución de Julio, el año que arrojó para siempre en el basurero de la historia de la dinastía de los borbones. En la tercera década del siglo XIX, en las calles de París, hubo manifestaciones y disturbios, luchas callejeras y represión policial; lo que hace que los jóvenes bohemios se retiraran. Los jóvenes bohemios de 1830, crearon una anticultura plenamente desarrollada, unida por lazos de compromiso ideológico, por valores y puntos de vista del mundo totalmente antiestéticos para aquellos existentes en la sociedad. Los primeros bohemios fueron derrotados por el sistema, pero el modo de vida bohemia se renovó, sin embargo, esta carecía de la fuerza y el entusiasmo de los bousingos de los treinta: era, de hecho, casi una parodia infantil de aquel antiguo rechazo severo de los valores de la clase media.

19

Anthony Esler, Bombas, Barbas y Barricadas, 150 Años de rebelión estudiantil, México, Extemporáneos, 1973, p. 52.

22


En 1848, la generación de estudiantes austriacos tal vez estuvo más de cerca de lo que uno podría esperar de las realidades económicas de la vida en los ‘años de hambre de los cuarenta’, la gran plaga del hambre en toda Europa que hizo acudir a las barricadas a los berlineses y obligó a los irlandeses a emigrar a América. A fines de los cuarenta, el movimiento Burschenschaft llegó a Viena, organizando entre los estudiantes sociedades secretas, durante tres o cuatro años antes de 1848, estas uniones estudiantiles tuvieron su aspecto hedonístico, pero también les preocupaban algunos problemas serios, algunos de ellos tomaban en serio la literatura subversiva, estudiaban los principios sociales y los discutían. Mantenían correspondencia secreta con grupos de Jena y Tübingen y de otras partes de estados germanos. En Viena, a un puñado de líderes estudiantiles, se le ocurrió la idea de hacerle una petición universitaria al emperador. El domingo 12 de marzo de 1848, dos profesores llevaron la petición de los estudiantes universitarios, les recibieron el documento y les informaron a los catedráticos que el emperador sometería el asunto a consideración; a la mañana siguiente en un mitin, fue el golpe de gracia para los estudiantes ya que hubo muertos en las calles, por esta razón pocos estudiantes rechazaron las armas que sus profesores les entregaban, dichas armas convirtieron a la comunidad académica en la Legión Académica de Viena, la cual ayudaría a mantener la paz y garantizar los derechos del pueblo recién ganados. Sin embargo para octubre, los estudiantes empezaron a debilitarse por la falta de madurez para proporcionar un mando responsable, lo que prueba que los estudiantes rebeldes de 1848, probaron ser sus propios y peores enemigos. Este fue un experimento del poder estudiantil, un experimento que fracasó. Pero a pesar de todo, los estudiantes de Viena, de 1848 lograron algo: pusieron a su país en el camino del gobierno constitucional. En 1870, en Rusia, la juventud que alcanzó su mayor identidad fue la de los nihilistas, la generación que se atrevió a decir ‘no’. Ellos eran la anticultura

23


bohemia típica. Los nihilistas de San Petersburgo, a menudo vivían en comunas y se rumoraba que practicaban el “amor libre”. Eran libres en un grado jamás visto en la Rusia zarista; eran ateos y materialistas filosóficos, adoradores de la ciencia moderna y de Darwin. Entraron en acción en dos ámbitos: la liberación de la mujer y la reforma de las universidades. El nihilismo ruso20 comenzó como una anticultura, un alejamiento de la sociedad en busca del autodesarrollo intelectual y una asociación íntima con otros ‘pensadores positivistas’, otro de los sobrenombres favoritos de sus partidarios. Sin embargo, ante la cada vez más creciente y vigorosa represión, la juventud pronto se encontró navegando a la deriva hacia una actitud belicosa política. Lo que se considera como la segunda generación nihilista produjo al que llegaría a ser famoso revolucionario: Nechayev. Quien fuera el símbolo sobresaliente de la contribución principal de los hombres de la década de los setentas a la tradición revolucionaria rusa: el rompimiento definitivo con el pasado, el reto total al modo de vida de la Vieja Rusia, un desafío, un modelo, una inspiración para sus sucesores.

20

El fenómeno cultural conocido como nihilismo ruso se desarrolló durante el reinado de Alejandro II (1855 a 1881), zar de carácter liberal y reformista. La década de los sesenta es considerada como la década del nihilismo. La pérdida de la guerra de Crimea (1854-1856), la apertura del régimen al exterior (apertura no sólo económica, también cultural e ideológica) y las relativas libertades concedidas por el zar –por ejemplo en prensa– sirvieron de caldo de cultivo para esta nueva subcultura. De carácter fundamentalmente intelectual, el nihilismo representó una reacción contra las antiguas concepciones religiosas, metafísicas e idealistas. Los jóvenes nihilistas, retratados como rudos y cínicos, combatieron y ridiculizaron las ideas de sus padres. Su sinceridad rayaba la ofensa y el mal gusto, y esta actitud fue lo que más pareció definir a este movimiento. La actitud despectiva y negativa quedó perfectamente retratada en el personaje Bazarov de la novela Padres e Hijos de Turgenev. Véase en la enciclopedia libre, http://es.wikipedia.org.

24


1.2.2. Estudiantes mexicanos del Siglo XIX En los tiempos de la Reforma la educación tomó un cariz liberal, aunque ya más definida en otros campos: la reacción se enquistó en la Universidad, hasta entonces “real y pontificia”, desde donde fraguaba o alimentaba la contrarreforma; Gómez Farías, en los albores de la lucha destellante de Juárez, se vio obligado a ordenar el cierre de la Universidad. El Porfiriato implantó la educación positivista, basada en la paz y el orden – la “paz” de los sepulcros- que sirvió de pretexto para reprimir con tamaña violencia los movimientos que la alteraban. Investigando los brotes de rebeldía en el campo educativo de la historia de México, es aquí, sin embargo, donde encontramos, en 1873, la primera huelga estudiantil; los secundarianos de la ciudad de México21. La Revolución Mexicana de tipo democrático-burguesa recoge desde sus orígenes la inquietud juvenil y estudiantil desde luego. Rafael Buelna Tenorio deja el Colegio Rosales (hoy Universidad Autónoma de Sinaloa) y va a constituir el cuerpo de generales más jóvenes y de las filas revolucionarias; este no es el caso único. Las luchas internas posrevolucionarias trastocan muchas situaciones, y la Universidad constituye de una manera clarísima por algún tiempo, el nido de la burguesía y pequeña burguesía que parte y empieza a disfrutar el pastel que dá la Revolución; la otorgación de la autonomía en 1929 a la Universidad Nacional es una conquista estudiantil frente al régimen de Portes Gil. Con Cárdenas se forma de una manera bastante definida un contingente estudiantil de extracción popular, y puede decirse que es el seno del Instituto Politécnico y de las Escuelas Normales Rurales donde empieza a nacer una conciencia estudiantil popular de rasgos mucho más definidos22.

21 22

Liberato Terán Olguín, Nueva Universidad, México, Edit. UAS, 1984, p. 34. Ídem, p. 34.

25


1.2.3 Algunas formas de lucha estudiantil en la segunda mitad del siglo XX Si en México surge un movimiento estudiantil que culmina en una huelga, quizá es el movimiento considerado el más importante de nuestro país y uno de los más significativos de América, hemos de clasificar los antecedentes y motivos de la huelga en profundos y aparentes, ateniéndose al examen de la situación que privaba con anterioridad a 1929, en la Universidad Nacional de México y en la Secretaría de Educación Pública. El profesor normalista Moisés Sáenz, que ocupaba la Subsecretaría de Educación desde 1923, se singularizaba por su franca simpatía con los métodos educacionales yanquis. En contraparte, José Vasconcelos, hacía notar cómo las más firmes bases de nuestra nacionalidad son el sentimiento hispánico, con estas diferencias se inicia una lucha por la autonomía universitaria. En 1929 fue el año de la insurgencia juvenil en el ámbito de la política nacional y año también del logro de la autonomía universitaria, naturalmente que la Secretaría de Educación se veía con descontento el creciente poder de las agrupaciones estudiantiles. En Francia, el primer joven universitario que lanzó propuestas por cambios fue un joven conocido como ‘Danny el Rojo’. Cuando éste protestó en su universidad por la falta de diálogo sobre los problemas sexuales de los jóvenes parisinos en los años sesentas del siglo pasado, no imaginó que atraería la atención, primero, de miles de estudiantes universitarios y, poco después, de más de diez millones de obreros que paralizaron París en mayo de 1968. Nacido en Alemania, Cohn-Bendit llegó a Francia en 1964 para estudiar sociología en la Universidad de Nanterre, donde se convertiría en el líder de los jóvenes que, como afirmaría Sastre durante su entrevista con el mismo Danny el Rojo “lo interesante de la acción que ustedes desarrollan es que lleva la imaginación al poder”. Durante abril del 1967 había expuesto en el auditorio ‘Che Guevara’ de su universidad las bases de su ideología, en la que mezclaba el marxismo y el anarquismo con ideas de rebelión contra la sociedad y el consumismo. Estas mismas ideas propiciaron que un año después, las autoridades universitarias 26


amenazaran con expulsarlo y lo citaron en mayo a comparecer ante un tribunal universitario. Él y otros acusados, se presentaron al tribunal con el puño en alto y cantando La Internacional; mientras más de diez mil estudiantes tomaban el Barrio Latino. No pasaría más de una semana para que la ciudad y toda Francia se paralizaran por las huelgas. Expulsado de Francia, viajó a Alemania donde escribió y grabó mensajes que enviaba a sus compañeros que seguían luchando en las calles parisinas. De esa época es el lema ‘El Izquierdismo, remedio contra la enfermedad senil del comunismo’, donde criticaba a los ‘crápulas estalinistas’. En junio fue detenido y enviado a prisión ocho meses para salir e iniciar una vida itinerante cuidando niños en una guardería y luego convirtiéndose en librero, editor y periodista mientras vivía en una comuna. Después de esto, Cohn-Bendit cambió radicalmente, con la idea de que las masas ya no quieren la revolución, se declaró pacifista y crítico de la guerrilla urbana, convencido de que la violencia y la revolución eran dos arcaísmos ligados al siglo XIX. En mayo de 1970, en la universidad de Kent, Estados Unidos, después de que el presidente Richard Milhouse Nixon anunció la invasión a Camboya, surge un gran descontento por parte de los estudiantes. Existía además el antecedente de la oposición de los mismos por la guerra de Vietnam, la reacción de los estudiantes no se hizo esperar: los jóvenes estudiantes se interesaban en la manera en que se bombardeó el mundo, irrumpieron de manera violenta en las calles, con ataques lapidarios e incendios; ante esto, la policía local respondió con gases lacrimógenos. Es el 4 de mayo de 1970 cuando empezaron a disparar contra estudiantes blancos de la clase media, y las pasiones en las universidades se desbordaron. Este día, se llevó a cabo una concentración no autorizada en una verde colina dentro de la universidad de Kent, soldados con máscaras contra el gas retiraron de la colina a los estudiantes utilizando gases lacrimógenos. Los manifestantes resentidos por la presencia de la Guardia Nacional en el recinto de la universidad, y convencidos de que tenían derecho a reunirse allí, lanzaron insultos y piedras a

27


los soldados. Éstos cansados por las largas horas de haber estado en servicio, y aparentemente sintiéndose cercados por los estudiantes hostiles, pusieron rodilla en tierra y dispararon. La breve descarga de los rifles hirió a diez estudiantes y mató a cuatro. Para Anthony Ester, esta represión constituyó la consecuencia de esto fue la rebelión estudiantil con mayor número de participantes de esa década y casi el mayor levantamiento de la historia de los Estados Unidos23. La ola libertaria que recorría al mundo a finales de la década de los sesentas, tocó a América Latina de una forma muy peculiar, para comprenderlo es menester, conocer las circunstancias particulares del continente. En aquellos años se extendió por casi todos los países latinoamericanos un profundo radicalismo de izquierda, debido, principalmente, al triunfo de la Revolución Cubana y a la muerte de Ernesto Che Guevara en Bolivia en 196724. 1978, cualquiera sabe que ésa era una época negra para los revolucionarios del Cono Sur. De otro estilo, peor que ahora. Solo que en nuestros oídos todavía resonaban los ecos del coro multitudinario de la jotapé, y en nuestros corazones ardía con todo el fuego sagrado de la militancia. Todo era grande. Es cierto, también era grande la paliza que nos estaban dando. Pero en muchas partes florecían revoluciones, y con ellas nuestras ilusiones. En la orden del día de todas las mañanas estaba la solidaridad. No hace falta recordar que la chorreadura del continente al extremo Sur de nuestra América, en esos tiempos, era un verdadero infierno: Pleno proceso militar en Argentina, Pinochet en Chile, imperio de las llamadas Medidas prontas de seguridad en Uruguay, el general Geisel continuaba la obra de los golpistas del 64 en Brasil, el boliviano general Hugo Banzer recorría el séptimo año de dictadura y en Paraguay reinaba el eterno Stroessner. Para considerar esa situación, ese año

23

Anthony Esler, op. cit., p. 14. Alma Silvia Díaz Escoto, La rebelión estudiantil en el 68 latinoamericano, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, Seminario de Movimientos Estudiantiles Mexicanos, 2001, p. 123. 24

28


se organizó en la Habana, Cuba, una reunión cumbre de todas las juventudes revolucionarias de América Latina25. Las protestas estudiantiles en 1968, ocurrieron en la mayor parte de los países de América Latina, algunas voces tuvieron más impacto, como es en los casos de: Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay. Pero también hubo en Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Santo Domingo tenían dictaduras, civiles o militares; en contraste, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Uruguay y Venezuela tenían gobiernos democráticos; en otro caso, Perú tuvo un golpe de estado en octubre; las circunstancias de Cuba y Puerto Rico, sin ser una colonia, funcionaba como estado asociado de Estados Unidos y Cuba era el único país con un sistema comunista y tenía una relación muy estrecha con países del Pacto de Varsovia, principalmente con Rusia. De cualquier manera, todos, sus gobiernos, excepto con algunos matices, tenían tintes autoritarios, y todos, excepto Cuba, funcionaban con una marcada dependencia política y militar hacia los Estados Unidos26.

25

Ernesto Jauretche, Violencia y política en los 70, No dejes que te la cuenten, Argentina, ediciones del pensamiento nacional, 1997, p. 32. 26 Ídem, p. 124.

29


1.3.

El movimiento estudiantil en México, 1968.

1.3.1. El entorno económico, político y social En México, como en el mundo entero, los estudiantes empezaron a politizarse ante la realidad socioeconómica y su tránsito por las aulas universitarias surgen las condiciones que activan la actividad política, en su búsqueda por la transformación social. Es muy posible que las causas que condujeron a los estudiantes a la conciencia política hayan sido la desigualdad social, la dependencia económica y la insustancial ideología política de esa época. Es así como el joven universitario originó una conciencia política dentro de las aulas universitarias y crece en ellos la inquietud por una participación política en busca de dicha transformación social. El planteamiento de Juan Carlos Portantiero en su ensayo Estudiantes y política en América Latina, comenta que “La lucha no es ya por la ampliación del acceso a estudiantes a la universidad, sino contra la sociedad capitalista en crisis”. Crisis en que se suma la universidad y esta institución no ofrece ya el ascenso social: “La desvalorización del título es lo que está detrás de la insurrección estudiantil contemporánea: es la función de la universidad la que está ahora en cuestión y más allá, es la característica actual de la división social del trabajo lo que está en cuestión […] Lo que se reclama no es una democratización de lo existente, sino, aunque no siempre se plantee así, una transformación total de las relaciones sociales en donde está insertada la universidad”27. Las políticas del Estado no sólo ayudaron a despojar a la gente de sus tierras, a extender una fuerza de trabajo de bajos salarios y controlar el trabajo organizado, sino que también contribuyeron a la creación de un sector de clases intermedias –en pequeños negocios y en las profesiones, así como entre las filas de una burocracia gubernamental excesiva. México produciendo o importando incontables bienes de consumo de lujo en vez de aumentar la producción de necesidades básicas asequibles, satisfacía los anhelos de movilidad ascendente de las clases intermedias en expansión. Esto formaba parte de lo que algunos observadores llamaron la ‘americanización’ de México en el período posterior a la Segunda Guerra 27

Juan Carlos Portentiero, Estudiantes y política en América Latina, México, Siglo XXI Editores, 1978, p. 347.

30


Mundial. Los estudiantes de la clase trabajadora empleada regularmente y de las clases intermedias se encontraron con que sus expectativas iban en aumento, mientras que las buenas oportunidades de empleo disminuían. […] A medida que el milagro económico se revelaba a fines de los años sesenta y principios de los setenta como una catástrofe económica para la mayoría de los mexicanos, jóvenes frustrados se encaminaron a la agitación política, incluso a las acciones guerrilleras, y los disgustados obreros introdujeron una nueva militancia laboral en la política nacional.28

La chispa de este estallido social de amplitud nacional fue prendida no sólo por las masas empobrecidas urbanas y rurales que empezaron a organizarse independientemente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de los obreros o de los campesinos, más bien con los estudiantes, que durante largo tiempo fueron un elemento importante en la sociedad mexicana. México, como en el resto de América Latina, comenzando en los sesentas, las esperanzas de un cambio revolucionario despertadas por la revolución cubana estimularon entre la juventud mexicana una nueva política de agitación por los ideales humanistas y socialistas de Ernesto “Che” Guevara. Simultáneamente, la “teología de la liberación” surgió entre la juventud católica mexicana, inspirada en parte por el cura guerrillero colombiano Camilo Torres. Algunos de los jóvenes mexicanos se veían a sí mismos como parte de una comunidad internacional de jóvenes que marcó los movimientos de protesta de fines de los años setenta. Los principios que defendían eran la honradez, la libertad y el compartir, lo contrario a la hipocresía, el autoritarismo y el egoísmo que observaban en el estado del PRI. Inspirados en la mitología nacionalista de [José María] Morelos, [Benito] Juárez, los hermanos [Jesús, Enrique y Ricardo] Flores Magón, [Emiliano] Zapata y Lázaro Cárdenas, los jóvenes veían que sus líderes seguían políticas diametralmente opuestas a los ideales que decían profesar. Los jóvenes querían rescatar esos ideales “de su ‘seguro’ entierro como estatuas, nombres de plazas y avenidas y lemas con luz neón en las fachadas”29. Las ideologías políticas de la rebelión estudiantil de 1968 en México variaban desde el reformismo bastante tradicional de una rica mezcla de 28 29

James Cockcrof, La esperanza de México, México, Siglo XXI Editores, 2001, pp. 300-301. Ídem, p. 301.

31


radicalismos flores

magonistas, zapatistas, guevaristas, marxistas y un

radicalismo católico que llamaba a una alianza obrero-campesina-estudiantil. Esto significaba enfrentar directamente a la clase dirigente y al estado. Campesinos, habitantes de los suburbios y obreros, todos ellos incubando viejos agravios, empezaron también a unir sus fuerzas con los militantes estudiantiles, pidiendo la democratización de los sectores campesino y obrero del PRI. Temerosos del contagio de las demandas democráticas de los estudiantes, la diligencia de la CTM [Confederación de Trabajadores de México] firmó un pacto con el gobierno mediante el que obtenían un alza de los salarios para los miembros de la CTM a cambio de no interferir con la represión de la huelga estudiantil. El gobierno del presidente Díaz Ordaz deseaba realizar una acción decisiva antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, este mismo deseo era compartido por la Agencia Central de Inteligencia [CIA, por sus siglas en inglés] de Estados unidos, que había despachado a Philip Agee y otros agentes a la ciudad de México para ver lo que podían hacer30. Si la acción estudiantil aparecía bastante clara cuando era orientada por los grandes problemas de su tiempo pero en los que lo estudiantil y el conocimiento ocupaban un lugar ‘periférico’, por decirlo así, en la nueva situación la acción estudiantil comienza a veces permeada, y a veces rebasada por otras expresiones de la movilización social. Su identidad como movimiento estudiantil se ve confundida y penetrada por otras formas de revuelta cultural que son planteadas por sectores fuera de lo estudiantil (crítica del aparato judicial y del sistema carcelario, del sistema de salud, de la condición de la vejez, etc.), por problemas propios de la juventud que también desbordan esa identidad ( puesta en cuestión de la familia, del matrimonio, de la educación sexual tradicional, etc.), por luchas sociales urbanas (contaminación, renovación urbana, vivienda, invasión del automóvil, transportes, etc.), o por otros muchos tipos de luchas sociales modernas como lo son, por ejemplo, los movimientos de liberación de la mujer31.

30 31

Ídem, p. 300. Sergio Zermeño, El movimiento estudiantil del 68, México, Siglo XXI Editores, 1991, p. 21.

32


Desde el principio de la Guerra Fría32, principalmente a partir de la revolución cubana (1959), la CIA había infiltrado elementos dentro del ministerio más importante de México: la Secretaría de Gobernación. El presidente Díaz Ordaz, que había sido secretario de Gobernación el sexenio anterior, en agosto de 1968 organizó una reunión secreta con su titular, Luis Echeverría (que había recibido instrucciones previas de la CIA y que, hacia 1970, ascendería a la Presidencia). Juntos, los dos funcionarios civiles más importantes de México decidieron llamar al Ejército Mexicano y, violando la tradición latinoamericana de autonomía universitaria, los soldados invadieron la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y tomaron varios miles de prisioneros (incluyendo maestros, personal administrativo y padres de estudiantes). El CNH (Consejo Nacional de Huelga) desapareció en la clandestinidad. Para fines de septiembre, la Ciudad de México resplandecía con jeeps en llamas, autobuses volcados y barricadas.

32

Por Guerra fría denominaremos el estado de tensión entre las potencias mundiales: Estados Unidos y la entonces Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) en el que cada una de las partes adoptaban una política que tiende al reforzamiento a costa del adversario, sin llegar a las acciones de una guerra caliente. Este conflicto abarcó un periodo aproximado de 1947 a 1991.

33


1.3.2. La lucha estudiantil y la represión del Estado El 2 de octubre, manifestantes estudiantiles desarmados marcharon rumbo a la zona habitacional de Tlatelolco. Cuando empezaban a llegar los ríos de manifestantes estudiantiles, campesinos y obreros, y el mitin estaba en su clímax, se encendió una bengala, y “al caer la bengala entran en acción los militares del batallón Olimpia y los agentes de la federal de Seguridad y de la Judicial Federal”33 abrieron fuego con armas automáticas. La gente corrió a refugiarse a la iglesia de Santiago Tlatelolco para protegerse de las balas, pero se les cerraron las puertas. Para cuando el humo se hubo disipado, aparecieron cerca de quinientos muertos, dos mil quinientos heridos y mil quinientos detenidos en camino hacia las cárceles. En los días siguientes los estudiantes hicieron circular fotografías de ancianas atravesadas por bayonetas y de niños con las cabezas voladas por los disparos. “El agente de la CIA Agee quedó muy afectado y más adelante abandonó la Agencia, declarando que lo sucedido en la Plaza Tlatelolco le está pasando a todo el mundo, a personas que tratan de cambiar el sistema”34. Desde la época de Porfirio Díaz no se había producido en México una masacre tan espantosa. México tuvo una segunda generación de presos políticos a finales de la década cincuenta35. La proclamada estabilidad del país había llegado a un sangriento y trágico final de la movilización. Había comenzado una nueva crisis para el PRI. Hasta poco antes de la matanza, el movimiento era conocido sólo nacionalmente, pero los ojos del mundo pusieron su atención en el desarrollo del movimiento después de los hechos sangrientos del 2 de octubre de 1968. Teniendo como antecedente el movimiento de Francia, el de Tlatelolco, en México, y otros movimientos que tuvieron impacto internacional, se gestaron movimientos estudiantiles en otros estados de la República. “En 1968 reinaba un silencio semejante en el país. De pronto estalló un movimiento dinámico, autónomo y, por 33

Sergio Aguayo Quezada, 1968, Los archivos de la violencia, México. Edit. Grijalbo, 1968, p. 36. Philip Agee, Inside the Company: CIA diary, London, Penguin Books, 1975, p. 554. 35 En 1958 confluyeron dos movimientos sindicales que tuvieron gran repercusión social; por una parte, el movimiento ferrocarrilero y, por la otra, el movimiento magisterial. 34

34


qué no decirlo, enloquecedor por inesperado, un movimiento para hombres puros e intocados como [José] Revueltas, [Heberto] Castillo, Jorge y Manuel Aguilar Mora, Roberto Escudero, Florencio López Osuna, Ignacio Osorio, Pablo Gámez, Joel Arriaga, Eduardo de la Vega y miles de jóvenes unidos por un lazo indisoluble: el coraje. La movilización en la calle no era de campesinos ni de obreros. Se trataba de una marcha de leídos y de escribidos que se rebelaban. ¿Contra qué? Si los pretextos aparentes podían ser cualesquiera, en el fondo marchaban contra la miseria del país, contra la impostura, contra la corrupción”36. En la actualidad “decir ahora que el movimiento estudiantil del 68 representa el parte aguas de la historia reciente de México es una perogrullada, y sin embargo así es, fundamentalmente por los sucesos del 2 de octubre, en que se dio fin a las demandas de justicia de los estudiantes. A partir de ese día, México fue otro país. Otro, porque se cerraron los conductos de libertad; otro; porque se perpetuó un sistema político que todavía nos asfixia; otro, porque la sociedad quedó herida, lacerada, con el asesinato de su juventud; otro, porque nunca pudimos saber la verdad, el origen de las decisiones del gobierno, y tuvimos que conformarnos con declaraciones vanas que, mientras llorábamos a los muertos, hablaban de salvaguardar a las instituciones”37. El 2 de octubre, al principio, parece un acto más. Ocho o diez mil asistentes, con el ánimo suficiente que oculta el desanimo del desgaste. A las 6:10 de la tarde, desde un helicóptero se lanzan tres luces verdes de bengala. Casi de inmediato, sin otro aviso que el ruiderio de botas, sin prevenir o intentar un dialogo, entran a la plaza miles de soldados. Hay estupor, indecisión de segundos, llantos, miedo, prisa por alejarse, maldiciones y acusaciones a gritos, búsqueda de amigos y familiares. Intervienen las ametralladoras y las armas de alto poder. El estudiante a cargo del micrófono exclama “¡no corran, no se asusten, quieren aterrorizarnos!”. A un fotógrafo un soldado le traspasa la mano con una bayoneta. Los participantes del mitin están desarmados, salvo ocho o seis aventureros con 36 37

Elena Poniatowska, Fuerte es el silencio, México, Edit. Era, 1991, p. 35. Julio Sherer García y Carlos Monsiváis, Parte de Guerra, México, Edit. Nuevo Siglo, 1999, p. 13.

35


pistolas que en Tlatelolco nada significan. Jamás se sabrá el número de muertos, tal vez 250, quizás 350. Los policías y soldados destruyen puertas y muebles de los departamentos, y a los detenidos del tercer piso se les desnuda, ata y golpea; se traslada a dos mil personas de la Plaza de las Tres Culturas a las cárceles. Luego de treinta minutos, al fin cesa el fuego. Los soldados registran a los detenidos en un costado de la iglesia, los cadáveres colman algunos anfiteatros y se desata la angustia de padres y madres de familia. El general Marcelino García Barragán hace un llamado a los indignados padres de familia para hacer control de sus hijos “no se continuara este tipo de problemas porque el ejército los evitara”. Había también mujeres indígenas heridas con sus niños en brazos, levantando los dedos en una V, en signo de victoria de los estudiantes. Una enfermera, después una doctora ruegan a los periodistas escriban la verdad, todo lo que han visto.

36


1.3.3. La impunidad ante la matanza El día siguiente al 2 de octubre, el gobierno aclara su principio infalible de autoridad: la garantía de la conducta impune, la censura avasalla los medios informativos; hay intimidaciones, sobornos y amenazas, los agentes judiciales revisan los textos en las imprentas y decomisan fotos en los periódicos y films en los noticieros. En los círculos oficiales el alivio es palpable. Se ganó la partida a los “guerrilleros”. El gobierno se declara invencible. Ha matado, torturado, inventado expedientes, hasta cierto punto ha ocultado hechos a la opinión pública doblegada por la persuasión de los ataques y los silencios de la mortandad, y no se ve disminuido. El 4 de octubre se establece, por si hiciera falta, la Suprema Dignidad del Poder Legislativo “las medidas tomadas por el Ejecutivo Federal se justifican plenamente, puesto que ante la subversión no procede la tolerancia, si no la más firme energía”. La noche del mismo día, Juan García Ponce, Nancy Cárdenas y Héctor Valdés llevan a Excélsior el manifiesto de protesta de la Asamblea de Intelectuales, Artistas y Escritores. Al salir se les detiene y envía a los separos, en donde los judiciales los hostigan verbalmente y los maltratan, Nancy y Héctor se portan maravillosamente, exhibiendo el desprecio a sus raptores. “Me lo imagino verdaderamente ¿no? Estos tipos ni siquiera saben hacer preguntas. Están jodidos… Si quieren saber lo que pienso, lean mis libros…” El bloqueo de pasantes en Paro de los Hospitales, pregunta: ¿Hasta dónde llegara la represión?, aclarando que en este Paro nunca se deja de presentar atención medica; “nos sumamos a la indignación popular por este injustificable atentado en contra del pueblo…” Del 4 al 5 de Octubre Octavio Paz renuncia a la embajada de México, enviando su negativa el 7 de octubre de participar en el Encuentro Mundial de Poetas; “…Si una nación entera se avergüenza, es león que se a galopa para saltar…”

37


El 5 de octubre, el líder de la CTM Fidel Velásquez: “atentaron a la mexicanidad, lesivo la nación, perjudicial a la patria”. Mientras tanto la filosofía del poder: “que griten un rato al fin que nadie los oye y nadie los lee”. El CNH reitera: “…si al referirse a una tregua se refiere al cese de violencia por nuestra parte, nunca hemos recurrido a ella…” Cuando Echeverría toma el mando, se quiere reducir el 68 a la categoría de “incidente lamentable” para ello se prosigue el linchamiento moral de las víctimas, se oculta el número de muertos, se detiene a miles de jóvenes por el “delito” de manifestar, se aplaude el cinismo del Poder Judicial. Y a la sociedad no responde, se carecen de medios de difusión pues radio y televisión están vendidas, además del miedo implantado y el hostigamiento. El método para liberar el 68 es típico de la hipocresía de Echeverría “salen porque son inocentes, pero a la cárcel fueron por su culpabilidad”. El 12 de octubre de inauguran los Juegos Olímpicos, jóvenes gritando ¡México, México!, luego se sabrá que el mismo comité Olímpico mantuvo el espionaje sobre los líderes de la CNH. Lo importante no es ganar sino investigar. Barros Sierra, llama indignado al regreso a clases, por la represión a estudiantes, invita a los miembros de su comunidad continúen con su lucha cívica independiente de la institución, sin lesionarla. Y por supuesto la lucha continua “no abandonaremos a maestros ni estudiantes que han perdido su libertad”. La clandestinidad de los miembros de la CNH es una figura de fantasía, demasiados conocen su paradero, algunos salen del país, los que se quedan se concentran en defensa de los presos políticos, o se pierden en asambleas sin rumbo pero con exceso de jueces. El acoso de los intelectuales, académicos y periodistas es inmisericorde entre ellos; Eduardo del Río, Rius, critico frontal de Gustavo Díaz Ordaz; José Revueltas a quien se le atribuye la “autoría intelectual” del movimiento. En 1968 y los años siguientes no se estudian los expedientes “no vale la pena”, se dice al señalar la impotencia ciudadana; esto es un error desproporcionado. Todavía en 1998 continua la batalla por definir los contenidos 38


del 68, por un lado el PRI, negando la autocrítica, se oculta al PRI del 68 con sus gobernadores, senadores y diputados. Todavía en pleno año en transcurso se impone la sentencia anti climática: “los únicos culpables son las víctimas”. Los priistas lanzan sus prestigios como escudos resplandecientes que sostienen la versión diazordacista de los hechos por la sencilla razón de que si conceden algo, podrían conceder todo lo demás. Hasta el 2001 las fotografías del 68 salen a la luz, el seminario Proceso publica un excelente artículo, 24 de las 35 fotos se proporcionan de forma anónima, se ve fotos de estudiantes cuyo delito fue pertenecer al CNH, muchos de los estudiantes en las fotos son identificados, con la impotencia que me atribuyo, con huellas de tortura y jirones de ropa, concentrando su mirada en el dolor, ¡que lastima! De haberse publicado esas fotos el 3 de octubre, habrían ridiculizado el discurso de perpetua blancura del PRI. En ocasiones, la vida y la libertad del presente vigorizan o deben vigorizar las pálidas sombras de la memoria. En ese sentido, hace falta la acción primordial; el registro justo del Movimiento Estudiantil en los libros de texto, no como alusiones vagas o desdibujadas de hoy, sino como fenómeno decisivo que fue y sigue siendo. No tiene sentido excluir lo que, según consenso, es el fenómeno más significativo del país de la segunda mitad del siglo XX38.

38

Carlos Monsiváis, op cit., pp. 18-59.

39


CAPÍTULO II.- LA IDENTIDAD DE LA LUCHA ESTUDIANTIL EN SINALOA. 2.1.

Las diferentes posturas ideológicas en el interior de la Universidad

Autónoma de Sinaloa En Sinaloa, las protestas estudiantiles se caracterizaron por la lucha hacia una transformación social, influyendo en éstas la pobreza extrema de su población, la aparición de guerrillas en América Latina, la influencia del marxismo y del triunfo de la revolución cubana. Con el desarrollo del capitalismo, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) entró en crisis, impulsando así las protestas estudiantiles, cuestionando la función formadora de trabajadores en favor de la reproducción de la sociedad capitalista39. El aumento matricular trajo como consecuencia que las profesiones se desvalorizaran disminuyendo así el ingreso en las diferentes fuentes de trabajo de los egresados, por lo tanto su ascenso social se volvía más difícil. En la UAS había una representación de parte de los estudiantes: la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa (FEUS), cuya misión “ha sido muy importante, pues todos los compañeros reconocen en la organización el cuerpo dirigente y con capacidad para coordinar una lucha y conducirla a la victoria. La FEUS es una organización arraigada gracias a la claridad de las fuerzas democráticas de la Universidad que han puesto mucho empeño en fortalecer la organización de los estudiantes”40. Sin embargo, la FEUS no siempre ha sido lo que hoy conocemos. Hasta 1966 no había sido otra cosa más que una comisión encargada de las actividades lúdicas escolares. “En 1967 se cambia el comité de la FEUS compitiendo Jesús Michel Jacobo y el compañero Fausto Bargueño. La mayoría se decide algunas 39

Al respecto surge la tesis de la “Universidad-Fábrica”, documento elaborado a fines de julio de 1972, como resultado de las discusiones acaloradas entre diversos grupos armados (la redacción final estuvo a cargo de Ignacio Olivares Torres, del grupo ‘Los Procesos’ y de Pedro Orozco Guzmán, de la ‘FER’ [Federación de Estudiantes Revolucionarios]), en el que delegaba un carácter proletario a los estudiantes anteponiendo su participación al servicio de la revolución, y no al servicio de los intereses burgueses. 40 Liberato Terán Olguín, Sinaloa: estudiantes en lucha, México, Edit. UAS, 1982, p. 31

40


discrepancias entre los alumnos, mencionando por Michel, ejemplo: “Los Espartacos” [grupo marxista-leninista formado en sus inicios por estudiantes de la UNAM y del Politécnico Nacional que partían de la premisa ‘la libertad por el conocimiento científico’], “Los Pescados” [grupo conformados por simpatizantes o miembros activos del Partido Comunista Mexicano], “Los Iskras” [grupo que comulgaba con los principios de los mencheviques rusos], entre otros”41. A partir de entonces la FEUS se eleva su nivel de participación. 1967 es un año muy importante pues en él se ensayan y se preparan muchas de las acciones y los cuadros que en 1968 serian determinantes. En septiembre de ese año se realiza en Culiacán el I Consejo Nacional de la CNED donde se toman acuerdos tan importantes como el de la realización de la Marcha de Estudiantes por la Ruta de la Libertad, el hecho que se reunieran en Culiacán un sinnúmero de delegaciones estudiantiles de todo el país, despierta un gran interés y provoca la participación masiva y entusiasta de los estudiantes, incluso participó el rector Monjaraz Buelna. Es un impulso a la lucha local, pues los compañeros estudiantes se sienten parte del movimiento nacional y esto estimula sobremanera su participación. Después se fue ligando a los sectores populares; por ejemplo, en 1967 ayudó a cientos de solicitantes a fundar colonias populares. En 1969 fundó el Frente de Defensa Popular. También “Por obra de la FEUS en 1968 se creó la Casa del Estudiante Universitario ‘Rafael Buelna’; era presidente de la organización [Jesús] Michel [Jacobo] y fue nombrado director Rodolfo Rodríguez Meléndrez. Desde 1966 a iniciativa de Terrazas, presidente de la FEUS, se empezaron a vender bonos para la fundación de la casa y esa fue nuestra institución popular, lo que llamaríamos nuestra primera zona liberada”42. Después de todos los problemas del 68 y parte de 69, en septiembre, nos planteamos una discusión a nivel de todo el movimiento estudiantil a fin de 41 42

Ídem. p. 32 Liberato Terán Olguín, op. cit. p. 33.

41


examinar el papel que había jugado la FEUS desde 1966 y para buscar la mejor estructura que ésta debe tener. La corriente que más impulsa este proceso es la de la Juventud Comunista y la encabeza el compañero Arturo Guevara Niebla. Un grupo más toma parte de los debates. El llamado Frente Estudiantil Revolucionario (FER) que nada tiene que ver con el que luego surgiría en Guadalajara. Estos compañeros eran un grupo maoísta del más enfermizo verbalismo. Para ellos todo lo que pasaba en la UAS no era más que la manifestación del oportunismo, que la lucha universitaria no tenía caso para nada, que era pleito entre la burguesía; y ellos mismos se margina del movimiento. El FER terminaría como un grupo de claudicantes que incluso entregaron a Armienta el acuerdo a través del cual un de las preparatorias populares fue desincorporada 43 de la UAS: la Popular Nocturna .

En 1970, la FEUS promovió la huelga que estalló de febrero a noviembre en contra de la imposición del rector Armienta Calderón y en demanda de mayor presupuesto. La rectoría acusó que dicha revuelta estaba dirigida por “agitadores profesionales” y por activistas del Partido Comunista Mexicano (PCM). En la lucha al interior de la Universidad, el Estado asumió una actitud de apoyo

hacia el rector impuesto por el mismo, iniciando así una avanzada

represiva en contra de los estudiantes que buscaban una forma de elegir rectores a través de un proceso democrático, ante esto las agresiones no se hicieron esperar y ante cualquier movilización de las masas estudiantiles el estado enviaba a sus policías represores.

43

Ídem, p. 39.

42


2.2. La radicalización del movimiento estudiantil Como mencionamos al final del Capítulo anterior, en Sinaloa el movimiento estudiantil se movilizó, apoyando el movimiento de 1968 pero con características propias de la localidad. Este movimiento germinó al interior de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Durante esta época en la UAS –al igual que el resto de las instituciones de la educación superior del país–, existía una crisis académica, factor que hizo posible la aparición de grupos estudiantiles y, el gobernador Alfredo Valdés Montoya, en respuesta, impuso una Ley Orgánica y un rector: Gonzalo Armienta Calderón. Ante esto, los estudiantes manifestaron su total rechazo. Basta mencionar que el día que Armienta tomaría su cargo la Universidad, ésta estaba tomada por miembros del FEUS, por lo que la toma de su cargo se tuvo que hacer en otro lugar. En esta fecha tiene lugar un primer enfrentamiento entre judiciales y estudiantes. Un grupo de estudiantes, apoyando al nuevo rector, hostigaron a los estudiantes que manifestaban su oposición, culminando con un enfrentamiento en el cual participó la Policía Judicial del Estado, hecho que desencadenó que los estudiantes empezaran a manifestarse en contra de las actitudes policiacas. Para junio de 1970 las organizaciones estudiantiles prácticamente se diferenciaban en parecieron dos principales: una avalada por el Consejo Estudiantil (contra el rector impuesto) y la otra encabezada por estudiantes apoyando a Armienta. Nació así un movimiento unificador encabezado por la FEUS en contra del rector, realizándose una serie de manifestaciones públicas; en tal sentido, se produjeron enfrentamientos con grupos de porros44 armientistas; el rector respondió ante esto con la expulsión de estudiantes acusándolos de desprestigiar a la Universidad, entorpecer sus labores docentes y administrativas, además de atentar contra los principios de autoridad. 44

En México, entendemos por grupo de ‘Porros’ a los miembros de una organización de corte fascista que persigue distintos intereses particulares, ya sean éstos políticos o económicos, basados en la violencia organizada, en el asilarse en instituciones estudiantiles y en el fungir como grupo de choque mercenario. Tales organizaciones se caracterizan por obstaculizar la vida estudiantil mediante actos de vandalismo, asaltos, coerción económica y golpizas sistemáticas a cambio de beneficios económicos, prestándose como grupos de choque que desprestigian las instituciones de educación media superior.

43


Ante la torpeza política para enfrentar los problemas estudiantiles, Armienta Calderón perdió el control de la Universidad, mientras el movimiento estudiantil aglutinaba a la mayoría de los universitarios; en ese conflicto que era meramente universitario, el estado actuó reprimiendo de una manera abierta, de la misma forma en que fueron reprimidos los estudiantes de la ciudad de México en 1968, los grupos paramilitares actuaron en diferentes actos represivos. Por otra parte, los estudiantes mostraron su solidaridad con las luchas campesinas en los años de 1971 y 1972, participando en invasiones de tierra, jugando de esta manera un gran papel en el desarrollo por la transformación social, dando como resultado que la base estudiantil fuera una de los principales afluentes del izquierdismo, teniendo éste fuertes raíces en la UAS. En enero de 1972, se celebró en Culiacán el Encuentro Nacional de Estudiantes, donde se acordó realizar una jornada de solidaridad con Sinaloa. A partir de entonces, la mayoría de las movilizaciones agrícolas fueron apoyadas por los estudiantes universitarios. Los trabajadores asalariados del campo en el Noroeste de México, en el periodo 1970-1995, forman parte de la clase obrera rural y ésta ocupa un lugar preponderante con relación a la burguesía rural y el campesino, en el conjunto de la estructura social agraria. Los trabajadores agrícolas asalariados del Noroeste de México, en el período de 1970-1995, se dividen en diversas fracciones de la clase obrera rural y campesina e inclusive forman parte de los diferentes segmentos de carácter no clasista, específicamente indígena45. El Estado, al ver la fuerza del movimiento universitario, decidió intervenir enfrentándose a los estudiantes haciendo uso de gases lacrimógenos y armas, la participación de los represores del estado, actuaban de una manera abierta a plena luz del día sin importarles la opinión de la ciudadanía, prácticamente utilizan las mismas estrategias represivas que se utilizaron en la matanza de Tlatelolco, tal fue su cerrazón ante este problema, que se ciegan de poder y de impunidad, 45

Florencio Posadas Segura, Movimientos Sociales de los Trabajadores Agrícolas Asalariados en el Noroeste de México, México, Edit. UAS, 2005, p. 17.

44


cometiendo un acto equivocado al ser culpable directo de la muerte de dos estudiantes: María Isabel Landeros y Juan de Dios Quiñones Domínguez, el 7 de abril de 1972; pues la represión de los diferentes cuerpos policiales; judiciales, municipales y granaderos acataron órdenes del gobernador de terminar el conflicto universitario a costa de lo que fuera; persecuciones, aprehensiones, y asesinatos de estudiantes. Ante este acontecimiento, el rector se vio obligado a renunciar por presiones gubernamentales. Finalmente se aprobó la Ley Orgánica de la UAS. Fueron dos años perdidos para la causa de una nueva universidad, consumidos en el enfrentamiento del enorme conjunto de la universidad contra un partido, el PRI, y los gobiernos estatal y federal46.

En el interior de la FEUS surgió una ruptura, entre las corrientes políticas estudiantiles que la integraban: una encabezada por la administración del futuro rector: Marco César García Salcido, denominados “Los Chemones” (grupo ‘José María Morelos y Pavón’, tropa de choque que sirvieron como instrumento de represión y amedrentación para el grupo de los jóvenes politizados del grupo contrario); el otro grupo estaba marcado por un radicalismo ideológico y político que posteriormente fueron denominados “Los Enfermos”, debido a su Manifiesto lanzado el 7 de abril en el que describían su organización y los motivos por los cuales optaron por dicha radicalización. El manifiesto concluía con un lema que a partir de entonces los identificó: “Estamos enfermos del virus rojo de la revolución”47. Los “Enfermos” nacieron en la casa del Estudiante “Rafael Buelna Tenorio”, conocida por los estudiantes como Casa del Estudiante ‘Che Guevara’, en Culiacán. Este lugar contaba con una larga trayectoria de movilización popular. Desde diciembre de 1969, sus 190 habitantes48 realizaron huelgas de hambre y distribuyeron propaganda por la liberación de presos políticos de la cárcel 46

Liberato Terán Olguín, “El movimiento universitario de la UAS: una utopía interrumpida”, México, Suplemento Universitario Campus Milenio, Núm. 231, julio de 2007, Véase en: http:campusmilenio.com.mx 47 El Diario de Culiacán, 9 de abril de 1972, Véase en Sergio Arturo Sánchez Parra, La guerrilla y la lucha social en Sinaloa: 1972-1974, Culiacán, Tesis de Maestría en Historia, Facultad de Historia, UAS, 2000, p. 95. 48 Archivo General de la Nación (AGN), Exp. 100-23-1-70, L-11, H-311.

45


preventiva de la Ciudad de México49, además de recabar50 y luchar por obtener mayores subsidios para alimentación y educación51.

49

AGN, DFS 100-23-1-69/ L11/ F-194; Véase también los expedientes: DFS 100-23-1-70/ L11/ F259; DFS 100-23-1-70/ L11/ F-266. 50 AGN, DFS, 100-23-1-70/ L12/ F-184. 51 AGN, DFS, 100-23-1-70/ L12/ F-49; Exp.. 100-23-1-70, L-12, H-11; Exp. 100-23-1-70, L-12, H49.

46


2.2.1. Unidad y lucha de contrarios Aunque existían diversos grupos estudiantiles con sus intereses y características particulares en el seno de la Universidad52, los grupos antagónicos que protagonizaron los principales enfrentamientos fueron “Los Chemones” versus “Los Enfermos”. Frente a las prácticas y postulados políticos de “Los Enfermos”, el nuevo rector, apoyado también por el PCM y sus grupos estudiantiles, en julio de 1972 expulsa masivamente a los maestros “enfermos” o simpatizantes de esa corriente política, generando con esto un clima de enfrentamientos permanentes. Las actividades de “Los Enfermos” se enmarcaron en una lucha abierta en contra del Estado; vinculados con la lucha popular, cuestionaban la actividad y función de la universidad en la sociedad capitalista. Surge así la tesis UniversidadFábrica. La sociedad sinaloense estaba en crisis, cuya mayor manifestación se dio tanto en el campo y la ciudad; existía una marcada explotación de los jornaleros agrícolas, pues la tierra estaba acumulada en unas cuantas manos; por otro lado, la crisis urbana hacía acto de presencia ante un panorama de hambre y miseria, se aunaba también el problema de la vivienda, la falta de servicios públicos y grandes problemas de salud dadas las condiciones infrahumanas en que vivía una gran parte de la población. Esta problemática trajo por consecuencia una gran preocupación por parte de los jefes de familia al ver que su gasto familiar no alcanzaba ni para lo más indispensable que consistía en garantizar la alimentación, arrojando como efecto casos de grave desnutrición y nulas posibilidades de tener acceso a la educación. Lógicamente esto conllevó a crear climas de posibles conflictos sociales, ante la desigualdad que prevalecía. Esto aunado a la miseria que existía en el ámbito rural hizo posible la incursión de los movimientos sociales estudiantiles en el campo.

52

Ya hicimos referencia a grupos como “Los Espartacos”, “Los Pescados” (convertidos ahora en las Juventudes Comunistas).

47


Sinaloa es un estado básicamente agrícola; la tierra y el agua son sus recursos naturales predominantes y el grueso de la población productiva sustenta su acción en la apropiación y transformación de tales recursos. Esto explica la relevancia agrícola sinaloense, tanto en o que se refiere a la magnitud del producto y de la base indispensable del desarrollo alcanzado por otras actividades económicas que, en la unión de ella, conforman el aparato productivo estatal. Pero la distribución de los recursos agrícolas no es equitativa, ni genera, por tanto, un reparto tal de los ingresos que tienda a mejorar las condiciones materiales de sus productores directos. La mayor parte del territorio sinaloense ha sido repartido al sector ejidal; pero el grueso de tales tierras son de mala calidad o inservibles para uso agrícola. Es innegable que de las tierras de riego del sistema ejidal dispone de un poco más de la mitad; pero su distribución se hace sobre criterios diferentes con respecto a la propiedad privada, saliendo con ello beneficiada esta última53. El grupo de “Los Enfermos” pretendieron en muchos de los casos ser quienes encabezaran movimientos en contra del sistema. Ante tal situación, la intervención del Estado se hizo más evidente, puesto que llegó a la introducción de las corporaciones policiales en las aulas universitarias; fue de esta forma como el grupo de estudiantes llamados “enfermos” decidió radicalizarse para luego inclinarse con su participación clandestina, conformando luego el movimiento guerrillero con más auge en el Noroeste mexicano: la Liga Comunista 23 de Septiembre. Así pues, levantamos el campamento la madrugada del 23 de septiembre, enfilando hacia la ciudad. Tratamos de cortar las comunicaciones destruyendo cables telegráficos, telefónicos, etc. Esto no nos fue posible debido a que no llevábamos el equipo necesario, además el tiempo se venía encima. Continuamos la marcha y ya en las cercanías del cuartel nos dividimos en tres grupos conforme al plan de ataque, yéndose un compañero con el camión hacia el centro de la ciudad. El profesor Valdivia y yo, teníamos la consigna de someter al velador de la 53

Rubén Burgos, Movimientos sociales en el Noroeste de México, México, IIES-UAS, 1985, p. 45.

48


casa redonda (taller de ferrocarril), sin embargo, éste no se encontraba, lo cual nos pareció sospechoso. Nosotros seguíamos disparando <cuando> en esos momentos se oyó la voz de retirada que consistía en la palabra “águila” y sólo podía darla el mando de la guerrilla. Yo al oír la voz, se lo hice saber a los demás compañeros que se encontraban cerca de mí y que eran el profesor Valdivia, Lupito, Scowel y Óscar Sandoval. Sin embargo, dada la intensidad del fuego, los compañeros no lo oyeron diciéndome que tal vez se trataba de un grito de agonía de algún soldado. Yo había oído muy claramente la voz de retirada, no obstante mi obligación era quedarme mientras los demás compañeros no se retiraran. Mientras tanto el combate continuaba. En un momento en que nos cubrimos para cargar nuestras armas, el enemigo, en una acción suicida, se lanzó al asalto de nuestra posición de tiro, que repito, consistía en el atrincheramiento detrás de una barda. Ante esto decidimos retirarnos de nuestra posición, retrocediendo hasta la otra barda. Esto lo logramos el profesor Valdivia, Lupito y yo; el compañero Óscar Sandoval ya había muerto. No supe si fue en el asalto a nuestra posición o a la entrada por nuestro flanco de los refuerzos militares que llegaron en un camión. Al llegar al otro extremo de la barda, hacia nuestras espaldas, vimos unas siluetas que no alcanzamos a distinguir, no obstante que ya empezaba a clarear; en eso estábamos, cuando el profesor Valdivia se dispuso a encender una granada. Las siluetas, que eran de soldados enemigos, abrieron fuego sobre la pequeña luz del cigarro con que el profesor Valdivia pretendía encender la mecha. Las balas enemigas dieron en el blanco matando al profesor e hiriéndome a mí. El profesor ya en agonía me habló por mi verdadero nombre y estas fueron sus últimas palabras; “ya me dieron compañero”54.

54

David Cilia Olmos, El asalto al cuartel Madera, testimonio de un sobreviviente, México, Yaxkin, 2002, pp. 78-80.

49


(23 de septiembre de 1965. Madera, sierra de Chihuahua). –Con el primer disparo –le ordenó Arturo Gámiz–, haz blanco en el foco. Será la señal para que ataquemos. Ramón Mendoza miró la primera barraca del cuartel. Del marco de la puerta pendía un foco encendido. –Y que nadie salga vivo de aquella trinchera. Arturo comprobó la hora: cinco cuarenta de la mañana. La oscuridad era muy densa aún. Ramón Mendoza se situó en su puesto. Salomón Gaytán y Arturo Gámiz avanzaron por el terraplén hacia una especie de muro que se elevaba ligeramente junto a la vía del ferrocarril. Ramón apuntó hacia el foco; mientras cubría la mira con el grano del revólver sintió que estaba a muy corta distancia. Se volvió a mirar hacia atrás; por un momento vio el quieto brillo de las aguas en la laguna. Revisó la puerta de salida y la trinchera que debía mantener bajo control. Volvió a apuntar y disparó. El foco estalló y como un eco del tiro comenzó a escuchar detonaciones provenientes de los sitios donde sus compañeros se habían apostado para atacar las barracas del cuartel. Cuatro en la Casa Redonda: Florencio Lugo y Lupito Escóbel, Martínez Valdivia y Óscar Sandoval; cuatro entre la iglesia y la escuela: Pablo Gómez, Arturo Escóbel, Miguel Quiñones y Emilio Gámiz. Paco Órnelas solo, por la casa de Pacheco. Y tres ahí en el terraplén de la vía del ferrocarril. Escuchó los primeros estallidos de granadas y bombillos de dinamita que arrojaron Arturo Gámiz y Salomón Gaytán. Le sorprendió sentir un súbito silencio en las dos barracas del cuartel, como si se hubiera detenido el tiempo y los tiros tardaran en ser reconocidos. Enfundó el revólver y preparó el fusil. Vio aparecer una sombra en la zanja: el primer soldado.55 […] El comandante Tiburcio Garza Zamora entró en las oficinas de la zona militar. –Diga –ordenó el coronel García Abauza. –Es poco lo que tenemos. –Diga, quiero escucharlo. –A las 5:45 horas dos docenas de soldados desarmados salieron del cuartel general; en las manos llevaban los utensilios para recibir el “rancho”. –Dos pelotones, a las 5:45. –Así es, mi general. A las 5:50 horas oyeron las primeras detonaciones. Los soldados que permanecían en la barraca principal, en los dormitorios, empezaron a contestar el fuego que provenía detrás puntos diferentes. La gavilla se parapetó en una escuela, en una iglesia y tras los terraplenes de la ferrovía, en semicírculo. A esa hora la oscuridad era absoluta y los soldados sólo disparaban sobre los lugares donde veían los fogonazos. Cuando pudieron organizarse, avanzaron primero sobre los atacantes que estaban apostados en la escuela y en la iglesia; después de abatirlos, procedieron a defenderse de los demás. A las siete y media de la mañana dejaron de disparar los gavilleros. El coronel extendió varios papeles, tenso. –Primero nos indicaron que habían atacado al Batallón con rifles de alto poder, granadas, bombas molotov y bombillos de dinamita. Ahora nos 55

Carlos Montemayor, Las armas del alba, México, Joaquín Mortiz, 2003, pp. 9-10.

50


informan que quizá fueron catorce asaltantes. Ocho de ellos están muertos y seis lograron huir a la sierra, aunque dos gravemente heridos. –Deme los nombres. –Aún no los identifican, general. –¿Estaba Arturo Gámiz con ellos? –Suponemos que sí. Hay un fotógrafo que trata de reconocer algunos cadáveres. –¿Un fotógrafo? –Lo envió el gobernador. –¿Están idiotas? ¿El gobernador? –Va a transportar en su avioneta a dos sargentos gravemente heridos. –¿Tiene algo más? –Sí, general. A las 7:30 horas acabaron con los asaltantes. Los prófugos huyeron rumbo a Cebadilla de Dolores, le repito. Tras ellos fueron varios pelotones del mismo primer batallón de infantería. Informan que la gavilla utilizó dos rifles de 7 milímetros, tres 30.06, dos máuseres, una escopeta y dos rifles calibre 22; granadas, que hace meses habían quitado a un pelotón que asaltaron en la sierra; cartuchos de dinamita en tubos de fierro de dos pulgadas y bombas molotov. Se encontraron cerca de la escuela, escondidos entre los matorrales, varios tanques de gasolina. Creen que los asaltantes planeaban incendiar las barracas del cuartel, porque son de una madera vieja, que hubiera ardido fácilmente. –¿Una escopeta, dijo? ¿De postas? –No estoy seguro, mi general. –Debe recargarse después de cada disparo, ¿verdad? –Pienso que sí, mi general. Pero ignoro si es de postas o de un solo proyectil. –¿Con estas armas querían tomar una guarnición con ciento veinte soldados? –Así parece, general. –¿Estaban locos? ¿Les urgía morir?56

56

Carlos Montemayor, op. cit., pp. 9-26

51


CAPITULO III.- INICIOS DEL MOVIMIENTO ARMADO 3.1. La etapa de transición del movimiento estudiantil al movimiento armado Algunos estudiosos de los movimientos sociales, como Charles Tilly, denominan a los métodos y formas de lucha como repertorios. El vocablo tiene sus ventajas, ya que da a entender que se trata de habilidades o recursos que los movimientos sociales pero también los individuos y los colectivos, tienen a mano a la hora de enfrentar un desafío57. Estas capacidades incluyen tanto aspectos sociales como culturales, pero la gama de recursos que tiene un movimiento social son siempre menos y más limitadas de lo que suponemos. Y, sobre todo, cambian a un ritmo glacial, el mismo ritmo lento que tienen los cambios culturales. Cuando un cambio social está bloqueado por la represión o la falta de libertades, suelen aparecer formas de acción colectivas que aprovechan los espacios simbólicos o aquellos que el sistema no considera peligrosos, cuando la represión es prolongada, sucederá que el discurso oculto y los espacios en los que se practica crezcan de forma considerable. Debido a las concesiones retóricas inherentes al autorretrato, ese discurso ofrece un terreno sorprendentemente amplio para los conflictos políticos que recurren a esas concesiones y que aprovechan el espacio que toda ideología deja a la interpretación. Una segunda forma de lenguaje político, completamente diferente al anterior, es el discurso oculto. En éste, fuera del escenario, donde los subordinados se reúnen lejos de la mirada intimidante del poder, es posible el surgimiento de una cultura política claramente disidente.

57

Charles Tilly, The contentious French, Four Centuries of Popular Struggle, Cambrigdge, Harvard University Press, 1986, pp. 380-404.

52


Se trata de una política del disfraz y del anonimato que se ejerce públicamente, pero que está hecha para contener un doble significado o para proteger la identidad de los actores58. En octubre de 1972, apareció un manifiesto al estudiantado universitario, lo que fue una especie de carta de presentación y declaración de los principios de los “enfermos”, firmado por la coordinadora de la FEUS;

las diferentes

corporaciones policiacas agudizaron las persecuciones y agresiones hacia los estudiantes lo que provocó una serie de detenciones y en algunas ocasiones surgían enfrentamientos, en los que algunos estudiantes arrojaban bombas molotov a los policías59. El número de estudiantes detenidos aumentaba vertiginosamente, lo que provocaba una

mayor inconformidad hacia los representantes del estado, se

tomaron medidas para evitar que esta inconformidad aumentara y con ello la rabia de los jóvenes, ante esto, el procurador del estado de Sinaloa Ignacio Cota Rivera, dio instrucciones para que cesaran las aprehensiones a los estudiantes60. A partir de entonces se involucraron en movimientos diversos como: el conflicto camionero, invasiones a predios para la urbanización, (había una gran emigración de trabajadores del campo a la ciudad), conflictos de jornaleros agrícolas, etc., al sentirse apoyados por diferentes agrupaciones, exigían una serie de peticiones de carácter social. Una de las formas de manifestar sus inconformidades era respondiendo las diferentes formas de intervención del estado, ante las pretensiones de descabezar los movimientos estudiantiles inicia una expedición punitiva, de hostigamiento, hasta alcanzar una guerra de exterminio, ante tal situación, la Universidad Autónoma de Sinaloa fue prácticamente tomada por los estudiantes, que respondieron ante la incursión de cuerpos policiacos en el recinto universitario, se dio una confrontación entre elementos del estado y estudiantes, arrojando piedras, 58

James C. Scott, Los dominados y el arte de la resistencia, México, Ediciones ERA, 2004, pp. 2627. 59 AGN, DFS 72/07/22 IPS. Caja 2536. Folio 0010689-0010691. Estado de Sinaloa. 60 AGN, DFS 72/07/23 IPS. Caja 2536. Folio 0007934-0007935. Estado de Sinaloa.

53


objetos como botellas, palos, etc., también se arrojaron algunas bombas caseras que les llamaban bombas molotov, ocasionando este tipo de acciones que se giraran órdenes de aprehensión a algunos estudiantes por su participación en diferentes manifestaciones61. Ante la represión gubernamental contra los conflictos, el llamado grupo de los “enfermos” no vieron otra salida que la de la clandestinidad, razón por la cual algunos dirigentes formales, se separaron de las masas y se integraron a la lucha armada, ofensiva, clandestina, de resistencia; es por eso que este grupo de estudiantes dejaron de participar de manera abierta; y con ello se hizo responsable a éstos de todos delitos que los estudiantes de diferentes agrupaciones hicieron, desviando la atención hacia éstos. Existían labores dentro del movimiento con gran tendencia hacia los trabajadores del medio rural, los cuales en su mayoría eran inmigrantes a este estado, el cual es eminentemente agrícola. Posadas Segura, en su investigación sobre movimientos sociales agrícolas nos señala: Sintetizando, el noroeste mexicano como el territorio con el más alto nivel de desarrollo agrícola capitalista, no solamente ha concentrado los más elevados porcentajes de obreros rurales con respecto a su población económicamente activa en el campo durante el periodo de 1970-1990, sino que también constituyó, desde un principio, el polo de atracción más importante de asalariados agrícolas migratorios, en números absolutos, procedentes de los propios estados del noroeste y otras entidades de la República Mexicana. En medio de un largo proceso histórico de transición que parecería no tener término, los asalariados agrícolas, auténticos productores directos de la agricultura moderna se encuentran subordinados a la racionalidad del sistema capitalista dominante, pero influyendo activamente sobre las estructuras económicas políticas y sociales y el propio proceso de su formación y consolidación como grupo social.

61

AGN, DFS 72/10/19 IPS- Caja 2560. Folio 0010697-0010700- Estado de Sinaloa,

54


Los sujetos y actores sociales que se oponen a través de su organización y movimientos sociales recurrentes a aceptar pasivamente la prolongación de la jornada de trabajo, la reducción del salario, las restricciones al derecho de asociación, o los derechos y cultura indígenas, los que se resisten con sus rebeliones persistentes a perder su parcela y desaparecer como grupo social, obligando a su reproducción así sea en escala cada vez menor, ciertamente, constituyen sus propias historias62. Debido al desarrollo del movimiento, el llamado grupo de los enfermos, decidió unirse al movimiento guerrillero llamado “Liga Comunista 23 de Septiembre”, manifestándose a partir de este acontecimiento una intolerancia hacia otras agrupaciones estudiantiles. La llamada Liga Comunista 23 de Septiembre, nace el 15 de marzo de 1973, se fusionaron algunas agrupaciones con similitudes políticas y militares, donde se constituyó una Coordinadora Nacional Guerrillera, en el domicilio de calle 36, número 689, en la ciudad de Guadalajara, se buscaba una estrategia común de una lucha armada, uno de los objetivos principales era el de actuar como una sola agrupación guerrillera, además de actuar en la clandestinidad absoluta, en dicha reunión asistieron representantes de diferentes grupos organizados. A la casa llegaron representantes de los Comandos Armados Lacandones, de Chihuahua y de Durango, que encabezaba David Jiménez Sarmiento; Los Guajiros, que tenían entre sus filas a Leopoldo Angulo Luquen, El General, y surgieron en 1971 en el Distrito Federal, con ramificaciones en otras entidades, y el sector radical de la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa (FEUS), cuyos miembros fueron conocidos como Los Enfermos. Otros grupos fueron el MAR-23, una alianza entre quienes participaron el 23 de septiembre de 1965 en el asalto al cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua, y lo que restaba del Movimiento Acción Revolucionaria (MAR), liderados por Manuel Gámez Rascón; Los Macías, que provenían de Tamaulipas y Monterrey, entre 62

Florencio Posadas Segura, op cit., pp.151-152.

55


ellos Elías Orozco Salazar y Los Procesos, también de Monterrey, que se convirtieron en teóricos de la Liga Comunista, entre los que destacaba Ignacio Salas Obregón, Ramón. El anfitrión era el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), agrupación juvenil que intentó “democratizar” la Universidad de Guadalajara (U de G) y terminó por enfrentarse, primero a golpes y luego a balazos, con la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG), que controlaba la institución educativa. Tras la persecución policiaca y militar a que fue sometido, el FER decidió incorporarse a la lucha armada contra el régimen del PRI. Por parte del FER asistieron a la reunión tres representantes: José Ignacio Olivares Torres, quién provenía de Nuevo León, del grupo de Los procesos, pero que fue enviado a Guadalajara para coordinarse con el FER; Pedro Orozco Guzmán, Camilo, estudiante de la Escuela de Agronomía de la U. de G, y Alberto Ramírez Flores, Emilio, quien pertenecía a la Liga Comunista Espartaco y estudiaba en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Guadalajara63. Se hicieron discusiones de algunos documentos escritos como el de “Las cuestiones fundamentales del movimiento revolucionario”, de Ignacio Salas Obregón, “El proceso revolucionario”, de Raúl Ramos Zavala. Raúl Ramos Zavala, originario de Torreón, Coahuila, fue miembro de las Juventudes Comunistas desde su época de preparatoriano, luego se trasladó a México a estudiar en la Facultad de Economía de la UNAM, donde posteriormente fue catedrático, mantuvo una postura crítica ante los planteamientos de los llamados teóricos del viejo Partido Comunista Mexicano, él junto a otros jóvenes deseosos de un cambio revolucionario, resolvieron mantener los vínculos orgánicos, dando como resultado la constitución de varios organismos revolucionarios que desde 1969, entablaban discusiones para constituir un verdadero partido revolucionario. Fue jefe de del grupo de los Procesos, planteaba la necesidad de la construcción de una organización revolucionaria superior, sentaría las bases de la definición de una teoría de vanguardia y daría los pasos concretos para incorporar 63

Sergio René De Dios Corona, La historia que no pudieron borrar, México, Edit. La Casa del Mago, 2004, p.72.

56


a diversas organizaciones revolucionarias a un proceso que posteriormente daría lugar a la formación de la Liga Comunista 23 de Septiembre, murió en un enfrentamiento con la policía en la ciudad de México el 6 de febrero de 1972.64 Existía un control casi absoluto por parte del gobierno federal y estatal el cual es evidente en los documentos encontrados en el Archivo General de la Nación, en donde hemos comprobado la incursión de la policía hasta en las reuniones en las que aparentemente eran muy secretas, como ejemplo de la reunión en donde se formó la Liga como agrupación, en el informe de la Dirección Federal de Seguridad siguiente: 65 El 15 de marzo de 1973, en Guadalajara, Jal., en casa alquilada por Salinas Mora Fernando (a) El Richard, se reunieron extremistas durante aproximadamente 15 días, estando financiados por “Los Lacandones”, siendo el enlace el llamado Damián que entrego la cantidad de $ 30,000.00 para gastos, dinero que supo fue obtenido del asalto a la panificadora Bimbo. A la reunión asistieron: Nacho, El Sammy, Salas Obregón Ignacio, Remo, Matus, Andrés por Sonora; Rivera Carbajal Francisco, García José Ángel (a) Mario por Monterrey: Olivares Torres Ignacio (a) El Sebas, Emilio, representante del FER de Guadalajara, Salinas Mora Fernando y Hirales Morán Gustavo. Se tomaron los siguientes acuerdos: Todos coincidieron que se le Denominaría a la organización Liga Comunista 23 de Septiembre, de igual manera se discutió para formar un

Buró Político

integrado por García José Ángel (a) Gabriel, Salas Obregón Ignacio (a) Vicente, Olivares Torres José Ignacio (a) El Sebas, Remo, Nacho y Matus; también integraron un Comité Militar quedando como responsable Matus, Damián, Gerardo o El Papa. Se designó una Coordinadora Nacional integrada por Hirales Morán, Rivera Carbajal José Francisco, Mario, Andrés, El Sammy, Emilio Roberto (que operaba en Chihuahua) y Damián (que operaba en el D.F.).

64

Raúl Ramos Zavala, Arturo Gámiz García, El tiempo que nos tocó vivir, México, Edit. Huasipungo, 2003, pp. 5-7. 65 AGN, DFS, 73/09/04, Exp. 11-235-73, H7-10, L1, Liga Comunista 23 de Septiembre.

57


Se acordó difundir la nueva línea política de la organización, consistente en desarrollar la conciencia socialista entre los obreros, estudiantes y campesinos, efectuando actos de agitación y de propaganda, relacionándolos con los problemas de la época, tareas en diversos lugares, nombrando representantes por estados; en el estado de Sonora: Andrés, Raquel y Tito; en Chihuahua: Roberto Luis y Pancho, Monterrey: Mario, Arturo, Escamilla Lira Héctor y otros. En el estado de Sinaloa: Gustavo Hirales Morán, Rivera Carvajal José Francisco, como dirigente del Grupo; Ernesto en Guasave, Rodolfo en Mazatlán, Macario, Emilio y José Luis en Culiacán, en Jalisco: Olivares Torres José Ignacio, Emilio del FER y Clemente, también del FER, en Oaxaca: El Sammy, Ceballos Loya Carlos (a) Julián, Morrito, Simón y como cuadros intermedios Bonfilio, Roque, Ofelia, Benito y Mena; en el Distrito Federal: Damián y el Papa como responsables y como cuadros intermedios Bonfilio Tavera, (a) El Mateo, Rojas Díaz Alfonso (a) El Quiquitos. Quienes supervisan los trabajos de los grupos serían los del buró de La Liga Comunista 23 de Septiembre.- Aclárese que a Gustavo Hirales Morán se le entregó la cantidad de $ 50.000.00 de manos de Ignacio Salas, para financiamiento de su grupo y que supo que el dinero correspondió al asalto a la IEM.- Con dicho dinero adquirió un coche, que le fue recogido el día de su aprehensión, el resto del dinero lo empleo en alquilar casas en Culiacán, Guasave y Mazatlán, Sin.- Una parte del subsidio que era entregado a la Casa del Estudiante, era entregado a su vez a la Liga Comunista, ($ 10,000.00) en forma mensual, para los gastos de la misma.

58


3.2.

El paso de la clandestinidad

3.2.1. Los conceptos de clandestinidad Ante la embestida que el estado y la Universidad tenían; el llamado grupo de los enfermos deciden actuar de manera menos abierta, buscando formas para no ser identificados, señalados,

perseguidos o aprehendidos, incluso se buscaba la

forma de utilizar credenciales con identificaciones falsas, y en aras de conservar el anonimato se planteaba como una obligación el alejarse físicamente de la familia, por cuestiones de seguridad tanto para los integrantes de la organización como para sus familias, ya que era bien conocido que los familiares de los participantes eran vigilados por el estado; perdiendo con esto la identidad social familiar. Se formaron células para la preparación del movimiento armado, donde además de la práctica política en la que eran muy estrictos, se creaban círculos de estudios para entender las diferentes ideologías, por otra parte se buscaba que las relaciones entre los miembros de las células fueran impersonales, evitando en la medida de lo posible, las relaciones entre parejas, sin embargo se reinsertaban por otros medios a la vida pública y privada, siempre tratando de ocultarse socialmente. Sin embargo el hostigamiento era cruento y evidente, el objetivo primordial de los cuerpos policiales era descabezar, ante las persecuciones y detenciones a través de las cuales se lograba desarticular a algunas células, y mediante métodos de tortura se obligaba a los detenidos declarar y denunciar a otros compañeros así como las actividades que se desarrollaban al interior de la organización; el estado actuaba como si encabezaran una guerra de exterminio total de los llamados grupos subversivos, como ejemplo la ficha de la DFS, del expediente 11-235-73, hoja 21, legajo 1, con fecha 06 de septiembre de 1973, donde se lee el siguiente texto: Se ha detenido a Rivera Carbajal José Francisco. En sus declaraciones habla: que para el sostenimiento de la célula Gutiérrez Rodríguez Elmer (a) Ernesto le entregaba a Luna [Luján] Jorge hasta $ 10,000.00 mensuales que

59


procedían del subsidio que la Universidad de Sinaloa daba para las casas de Estudiantes en Sinaloa.- Que Juangorena Tamayo Guillermo era el encargado de proveer el armamento, habiendo comprado en forma unitaria a traficantes de drogas diversas armas y municiones las cuales tiene depositadas en su propio domicilio. Otra parte del armamento, municione y efectos comprados están en casa de José Luis, en este domicilio también imprimen la propaganda que distribuyen en diferentes factorías de la localidad por un contacto de nombre Daniel (a) Emilio. El 26 de agosto cuando se le detuvo venía procedente de Mazatlán y de rendir informe pormenorizado de la actividad al frente de la célula de Sinaloa, relacionada con la promoción de huelgas en algunas fábricas y entre los trabajadores agrícolas de los valles de Culiacán y el Fuerte. Una de las formas que tuvieron los “enfermos” era la clandestinidad, las rebeliones no podían ni pueden realizarse a través de las estructuras tradicionales, ya que son parte del mismo mundo contra el que se rebelan. Existían actividades dentro del movimiento con gran tendencia hacia los trabajadores del medio rural, los cuales en su mayoría eran inmigrantes al estado de Sinaloa, que es eminentemente agrícola. Debido al desarrollo del movimiento, el llamado grupo de los enfermos, decidió unirse al movimiento guerrillero llamado “Liga Comunista 23 de Septiembre”, manifestándose a partir de este acontecimiento una intolerancia hacia otras agrupaciones estudiantiles; incluso los informes que la Dirección Federal de Seguridad, no tuvieron grandes fundamentaciones para emitir juicios sin tener el conocimiento sobre algunos hechos que ocurrieron en la universidad, como por ejemplo la muerte de dos estudiantes. En el periodo comprendido de Abril a Junio del presente año, han continuado las actividades políticas y militares de la Liga en mención, efectuándose seminarios de discusión política en todos los lugares en donde están ubicados.- Que el Comité Militar efectuó las expropiaciones a la IEM, Banco de Monterrey durante el mes de Abril del año en curso, con lo que se adquirieron medios económicos para su sostenimiento.- Hace dos meses realizaron otra

60


reunión a nivel nacional, en donde participaron todos los ya citados, discutiéndose los problemas los problemas estudiantiles de Culiacán, Sin., así como el campesino de la República Mexicana. Como parte principal se tocaron los conflictos de Guerrero, con gente de la Liga, que está encuadrada en l Brigada Campesina de Ajusticiamiento que comanda Lucio Cabañas, dado que se quebrantaron las relaciones existentes, originando que el grupo integrado por Carlos Ceballos Loya, Roque, Ofelia, Mena, Benito y el Sammy, retornarán de la Sierra de esa Entidad y se establecieran en las zona de Jamiltepec. Oaxaca, en donde llevan a cabo labor de orientación con los campesinos en contra de los caciques apellidados Iglesias Meza. – El citado rompimiento fue aproximadamente hace dos meses debido a que los miembros de la Liga sostuvieron que la política de Lucio Cabañas, era del tipo militarista y demócrata, olvidándose del obrerismo urbano y del proletariado en general, por tal motivo fueron expulsados en forma drástica y violenta, conminándolos a no volver a tener relaciones con ellos.- Se ha detenido a Gustavo Hirales Morán de este grupo.

61


3.3.

Represión, enfrentamientos y ejecuciones al interior de la Universidad

El 17 de mayo de 1973, un grupo de los denominados enfermos llegaron a la escuela de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, suscitándose una riña entre éstos y los del grupo universitario denominados chemones, Carlos Humberto Guevara Reynaga de 28 años, utilizando un arma de fuego, disparó contra el estudiante preparatoriano Paulo Ruiz García de 20 años, Guevara Reynaga recibió un disparo; producto de estos acontecimientos mueren Guevara Reynaga y Pablo Andrés Ruiz García, y responsabilizaron de ello a los integrantes del grupo de los Enfermos, motivo por el cual se suspendieron actividades laborales en la Universidad. Las formas de represión no únicamente se presentaban con persecuciones y detenciones, a través de los medios de comunicación fueron aliados fundamentales, aliándose los medios y el poder bajo la complicidad y las canonjías, se establecían formas para desvirtuar al movimiento guerrillero. La propaganda política debe contar al radio entre sus principales armas: De todos los vehículos modernos de difusión –incluyendo la televisión que no puede, por razones técnicas, llegar a todos los hogares_ es el que tiene mayor poder coactivo. Las palabras del locutor –invisible- pueden ser engoladas, dramáticas, enérgicas o tiernas. Sin que corra el peligro de que su imagen mueva la risa como es el caso de los locutores de televisión que tienen que esforzarse por aparentar una gravedad extrema. El sonido divorciado de las imágenes tiene mayor penetración emocional porque al no existir una imagen física se crea una imagen psíquica. El radio supera en influencia colectiva a la televisión. No solamente en lo psicológico sino en lo numérico. El radio es, pues, una de las armas más eficaces de la propaganda política66. La Radio Universidad Autónoma de Sinaloa, trasmitió algunos spots, donde manifestaba que debían ser castigados y expulsados del seno de la universidad 66

Jacinto Rodríguez Munguía, La otra guerra secreta, Los archivos prohibidos de la prensa y el poder, México, Debate, 2007, p. 299.

62


los integrantes del llamado grupo de los “enfermos”, lo que nos deja muy claro el papel que jugaron los medios de comunicación en general incluyendo la radio universidad. Los conflictos al interior de la Universidad, manifiestas en escaramuzas internas, donde prevalecía un clima de violencia tuvieron trascendencia a nivel nacional, obviamente influenciados por los medios de comunicación y desde luego tomaron posturas partidistas, institucionales; los antagonismos ideológicos se manifestaban en los ámbitos estudiantiles y políticos. Desde luego, algunos estudiantes de otras universidades así lo manifestaron en los diferentes medios de comunicación. ¿Quién se atrevería a decir que Televisa alguna vez se haya atrevido a contradecir o enfrentar al gobierno en algún asunto social como para poner en riesgo la naturaleza de sus relaciones? Difícil, verdaderamente difícil. Sin embargo, si un momento llegó a tensar tanto la relación entre los dos poderes, uno el político y el otro mediático, fue el asesinato, por parte de los integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre, del empresario Eugenio Garza Sada, cabeza del poderoso Grupo Monterrey. Ante el crimen, Televisa tomó partido y se puso del lado de los empresarios67. Los antagonismos de los diferentes grupos al interior de la Universidad se manifestaron aprovechando que la mayoría de los integrantes del Consejo Universitario eran del llamado grupo de los Chemones, los cuales eran incondicionales de las autoridades universitarias y estatales, por esta razón se culpaba a los integrantes del grupo los enfermos, y de manera irracional se pronunciaron por la expulsión de algunos estudiantes a pesar de que no todos pertenecían a dicho grupo. El 18 de mayo de 1973, en el periódico “Excélsior”, se publicó un desplegado, señalando al grupo de los “enfermos” como los culpables de los acontecimientos al interior de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en el cual

67

Jacinto Rodríguez Munguía, op cit., p. 275.

63


murieron dos personas y fueron heridas otras dos, pedían además la consignación a los supuestos culpables. El día 20 actual, el Consejo Universitario de la U.A.S., dio a conocer a través de un boletín de prensa, los nombres de los maestros y alumnos que se consideran responsables de los hechos ocurridos el 17 actual, en que perdieron la vida los dos estudiantes, Guevara Reynaga Carlos Humberto y Ruiz García Pablo Andrés. Beltrán Félix Emilio y López Castro Medardo, de Economía y Monjardín Sámano María, considerado como responsables directos, los cuales eran consignados a las Autoridades Judiciales. Las siguientes personas responsables: Licenciados Guerra Aguilúz Juan Eulogio y Barran Armando, Escalante Armando, Orduño Nicolás, Vega Francisco, Osuna Zatarain Y Asunción Flores Duran, David Moreno Lizárraga, Gustavo Sotelo Manuel, Leyva Juan Pablo, García Páez Benjamín, Uriarte Elmer Luciano Gutiérrez, Elías García Páez, Flavio Gastélum, Arturo Soto Zamorano, Cesar Arrízales Graciano, Castro Javier, Ávila Sandoval Jesús, Armenta Osuna, Jorge Delgado Robles, Rafael Loaiza Meza, Jorge Torres Bernal, Alma Noguel Víctor, Arce Valentín, De La O José, Ocaña Armando y Gazca Capetillo Jorge. Estos elementos son miembros del

grupo “Los

Enfermos”68. La solidaridad de una parte de la base estudiantil, se promulga por apoyar a sus compañeros universitarios, apoyando a los expulsados, incluso: haciendo evidente su resistencia ante estas acciones represivas. La cólera, la humillación y las fantasías son, siempre, experiencias que se realizan dentro de un marco cultural creado en parte por la comunicación marginal entre los subordinados. En este sentido, probablemente no exista nada como una cólera, humillación o fantasía completamente cruda. Incluso cuando no se comunican con nadie, todas ellas están determinadas de antemano por la historia cultural de las experiencias individuales. La idea fundamental es que una

68

AGN, DFS 73/05/21 Exp. 100-23-1-73. L23 H-262, Estado de Sinaloa, Liga Comunista 23 de Septiembre.

64


subcultura de la resistencia o una contra-costumbre es forzosamente un producto de la solidaridad entre subordinados69. El 22 actual se llevó a cabo una asamblea convocada por el Comité de la Federación de Sociedades de Profesores e Investigadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, mismos que abordaron el problema que confronta la Universidad con los hechos sangrientos del 17 actual, acordando: 1.

Apoyar la determinación del Consejo Universitarios de expulsar a los

alumnos pertenecientes al grupo llamado “Los Enfermos”, siempre y cuando sean responsables de los cargos que se les imputan para lo cual se formará un Comité de Profesores que investigue a fondo los hechos y deslinde responsabilidades. 2.

No se acepta la expulsión de los Profesores porque carece de

fundamentos las acusaciones y menos aún debe expulsarse a Rodríguez Meléndez Rodolfo (a) “EL Chichí”, Director de la Preparatoria Nocturna y el Prof. Vázquez Cortés Jorge Armando, miembro destacado de la Universidad. 3.

Se reorganizará la Federación de Profesores.

4.

Se publicará lo anterior. Algunas escuelas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, acataron el

acuerdo de expulsión de este grupo, manifestando que procederán siempre y cuando se les comprobara su culpabilidad y participación en los hechos sangrientos antes mencionados, sin embargo había resistencia ante las decisiones del Consejo Universitario con respecto a las expulsiones de los maestros, pues se decía que no existía una evidencia clara para inculparlos; creando enfrentamientos entre los miembros del grupo llamado los enfermos y el llamado Chemones, siendo el grupo de los enfermos quienes se manifestaron el 22 de mayo de 1973, por medio de un documento escrito, en el que se hacía mención a la situación que prevalece en la U.A.S., con relación a los policías que existen en dicha casa de estudios y se manifiesta que “una fuerza poderosa ha aparecido y se extiende a niveles cada vez más amplios en la universidad y fuera de ella, dicha fuerza, es una fuerza social al servicio de la clase dominante,” conquistar la Democracia 69

James C. Scott, Los dominados y el arte… op cit., p. 96.

65


Universitaria” significa para estos democráticos la conquista del instrumento mediante el cual secarían su ambición de apropiarse del control, vigilancia y administración del proceso de producción Universitario”. “De hecho el Consejo Universitario Paritario se ha constituido como la fuerza orgánica más importante de los esbirros de la burguesía en la Universidad, divulgando y propagando su política oportunista, colaborando con la burguesía encaminada a liquidar a las fuerzas revolucionarias; colaboración que va desde la represión económica a los elementos vanguardistas de la casa del estudiantes hasta la vil denuncia policíacas de los nombres y domicilios de Los Enfermos, haciéndolo en nombre “De la Comunidad Universitaria”, no nos extraña, también el gobierno burgués cometió la masacre del 2 de octubre de 1968 en nombre del Pueblo Mexicano”. “Sigan con su labor represiva señores de mierda, que la burguesía contempla muy complicidad el servicio tan eficaz que les están ofreciendo, pero no estén tranquilos que las masas estudiantiles, “Los Enfermos”, el proletariado en general, haremos que ustedes se traguen uno a uno sus acuerdos, denuncias y palabras. Con nuestra fuerza, la fuerza revolucionaria del proletariado, habremos de destruir el poder de los burgueses, mucho más fácil nos va a resultar acabar uno a uno con todos sus “gastos” como ustedes”. “Intensificamos y extendemos a niveles mayores la lucha contra los “porros” demócratas, contra los demócratas no porros, contra la administración cesariana”. “El Consejo Universitario es un instrumento burgués, desconozcamos su acuerdo, denunciemos su función policíaca e impongamos nuestros acuerdos en base a la fuerza y poder de la asamblea de escuelas”. “Ante la negatividad del subsidio a la casa del estudiante, preparemos y organicemos una nueva ofensiva expropiatoria en la fábrica universitaria”. “Declaremos el paro político, organicemos brigadas de agitación hacía el pueblo”. “Por la Revolución Socialista”, “Comisión Coordinadora Clandestina del Consejo Estudiantil de F.E.U.S.”.

66


3.4.

Persecución y represión contra algunos estudiantes

En agosto de 1973, se llevó a cabo una reunión de la L. C., en la ciudad de Mazatlán Sinaloa, siendo esta de carácter nacional, en donde se precisaron las tácticas a seguir, lo que más tarde desembocaría en una insurrección en el valle de Culiacán. Una de las primeras acciones que se realizaron fueron durante las manifestaciones públicas llevadas a cabo los días 26 y 27 de septiembre, en la que se lanzaron bombas “molotov” a algunos negocios comerciales. Luego tuvieron contacto público con jornaleros agrícolas del valle, siendo ésta acción interrumpida por las diferentes corporaciones policiacas, siendo detenidos algunos estudiantes, incluso se intervinieron militarmente algunos hospitales; como el Centro de Salud, donde se encontraban estudiantes solicitando su certificado médico. El intento de insurrección en el valle de Culiacán, sin embargo ésta no tuvo avances porque intervino el estado, a través de las policías municipales y judiciales, siendo detenidas varias personas. A partir de los disturbios supuestamente cometidos por estudiantes y algunos miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre, se llevaron a cabo detenciones, por medio de las cuales se obligaba mediante tortura a delatar acciones, personas, por medio de las cuales se obtenía la información que el estado necesitaba, además por medio de la DFS (Dirección Federal de Seguridad), se enviaba información detallada hacia la ciudad de México, donde estaban centralizadas las oficinas de dicha dirección, de donde se obtenían nombres y actividades, información que utilizaban para su beneficio, pero además era una forma de atacar la moral, a la ideología a partir de la fuerza física, por lo que eran doblemente vencidos, en sus principios morales pues fueron considerados como traidores y por el encarcelamiento a que fueron sometidos; por ejemplo el informe siguiente:70

70

AGN, DFS Exp.-100-23-1-74. L-25 H-95, “A”. Estado de Sinaloa Liga Comunista 23 de Septiembre.

67


Los dirigentes en activo son: Escalante Armando, Orduño Amezcua Nicolás, Vega Barraza Francisco, Osuna Zataráin Manuel, Valle Martínez Juvencio, Rodríguez Benítez Rigoberto y Zama Escalante Arturo, además De La O. Amarillas Manuel. La actividad de estos gira en torno de la tendencia de la “Liga Comunista 23 de septiembre” y ha estado reclutando estudiantes de la Preparatoria y de la Escuela de Agricultura para convencerlos de la necesidad de llevar a cabo una lucha revolucionaria que lleve a implantar el sistema socialista en todo el país, asimismo se les adoctrina a los estudiantes para que actúen en función de ayudar a los trabajadores del campo a quienes deberán enseñar que deben luchar en contra de los latifundistas para recuperar lo que les pertenece. El grupo de “Los Enfermos” se caracteriza por sostenerse en la llamada “Línea Dura” del Partido Comunista y continuamente hablan sus miembros de expropiaciones a los grandes capitalistas de Sinaloa en todo sus niveles, destrucción de los bienes de la burguesía, además de que aprovechan sus condiciones de líderes para establecer contacto con sectores del narcotráfico en donde se proveen en gran parte de armas y para que esos individuos tengan en gran cantidad. Por otra parte el referido grupo de “Los Enfermos” ha retirado el apoyo hacía el Lic. Campos Román Arturo, actual Rector de la U.A.S., a quien lo han acusado de traidor. Dentro de las acciones por parte de los estudiantes hubo algunas que no se justificaron sus acciones, como la acción cometida el 21 de enero de 1974, en perjuicio del Policía Judicial Jesús Zavala Rocha, de 40 años, el cual fue introducido a las instalaciones de la Escuela Preparatoria Central Diurna, en donde fue torturado bárbaramente, para luego ser asesinado por un grupo de personas que se decía eran estudiantes.

68


3.5. Desvinculación del movimiento La liga invitó a las masas a que se incorporaran al movimiento; sin embardo, al interior de la misma se infiltraron elementos de la policía, lo que ocasionó la detención de algunos integrantes de la organización, se obtuvo el llamado efecto dominó, pues las detenciones se produjeron en cascada, en los interrogatorios estaba presente la tortura, las declaraciones en algunos de los casos involucraban a otros individuos, y así sucesivamente se empieza a debilitar el intento de insurrección y otras acciones que se tenían proyectadas para el estado de Sinaloa. Muestra del debilitamiento e infiltración de información que a la postre serviría para desmembrar al movimiento se refleja en las siguientes fichas de la DFS.71 Las detenciones al margen de la ley se sucedieron como en una cascada, y producto de las torturas físicas y psicológicas, algunos miembros no vieron otra opción que la de denunciar a participantes, simpatizantes y líderes, con una detención se lograba la denuncia de muchos otros y de esa manera las detenciones se dieron con el efecto dominó. Como lo mencionan en algunas de las fichas informativas de la DFS. Se logro la detención de Martínez Huerta Ramón el cual proporciono los datos para detener a Víctor Armenta Osuna Joel, Armenta Atondo Vicente y Castro Meléndrez Feliciano todos estudiantes de la Preparatoria Central y quienes integran el Comité de Lucha de la Preparatoria. Documento firmado por el Director Federal de Seguridad.72 Se están llevando a cabo las declaraciones de los detenidos Armenta Osuna Víctor Joel, Armenta Atondo Vicente, Castro Meléndrez Rigo Feliciano y Martínez Huerta Ramón por los daños ocasionados en los campos agrícolas que

71

AGN, DFS IPS Caja 2675 Folio 0007941-0007942, 26 de enero de 1974, Estado de Sinaloa Liga Comunista 23 de Septiembre. 72 AGN, DFS, 100-23-1-74 L-25 328 Folio 0014872, Estado de Sinaloa.

69


rodean la ciudad y declaran que lo hicieron como Guerra de Guerrillas. Firma el Documento Jorge L. Bustos Ch.73 Conforme a las declaraciones que está dando Nevares Peña Enrique o Peña Contreras Marcelo informo que ha participado en la quema de autobuses y el principal fue en el homicidio del Policía Judicial Jesús Zavala Rocha proporcionado los nombres de su demás cómplices y la forma en que los hicieron. Documento firmado por el Director Federal de Seguridad. 74 En Mazatlán, Sin., fueron detenidos Corral García Salvador y Olivares Torres José Ignacio, ambos del Buró Político de la Dirección de esta Liga.- Han sido enviados a la DFS para su interrogatorio, Corral en esencia narra su participación en robos, asaltos a bancos, la politización que hizo de gentes para la organización, en Monterrey, Chihuahua y Durango; su participación directa en los motines de Sinaloa. Por su parte Olivares Torres José Ignacio, declaró como planearon los secuestros de Duncan Williams y de Gernando Aranguren. Para tal fin organizaron dos comandos formados por: Orozco Guzmán Pedro, Lizárraga Tirado Tomás, Márquez Guzmán Francisco, Cifuentes Berúmen Elizabeth, Pérez Mora Emilio, Enrique, Ramírez Meza José De Jesús, Reyes Crespo Rodolfo, Andalón Valle José Luis, Villela Vargas José Natividad, Meléndres Raúl.- Que al no aceptarse las condiciones efectuaron reunión para cambiar de táctica, y acordaron liberar al Cónsul, que se leyeran los comunicados revolucionarios y pedir el dinero para liberar a Aranguren.- Sin embargo después de la reunión Orozco Guzmán Pedro y Lizárraga Tomás por su propia cuenta decidieron ejecutar a Aranguren.- Como resultado de lo anterior lo removieron de la dirección y nombraron en su lugar a Pérez Mora Enrique como responsable de la Liga en Guadalajara y a él lo

73

AGN, DFS 100-23-1-74 L-26 14 Folio 0014882, Estado de Sinaloa. AGN, DFS 11-235-74 H 35 L 6, 31 de enero de 1974, Liga Comunista 23 de Septiembre Estado de Sinaloa. 74

70


enviaron a Culiacán, Sin., donde proyectaron la agitación que en ese estado se ha presentado75. Fueron detenidos Rotario Ochoa Navarrete y Humberto Rocha Camargo por elementos de la Policía Municipal cuando esto repartían propaganda de la Liga Comunista 23 de Septiembre en los campos agrícolas del Valle del Fuerte, ambos portaban armas calibre 22 cuando estaban siendo interrogados dieron su domicilio donde pudieron detener a Cástulo Anselmo Alejo Armenta. Documento firmado por el Director Federal de Seguridad. En aras de debilitar aún más al movimiento armado, el gobernador del estado de Sinaloa, ofreció otorgar la libertad bajo fianza a algunos de los presos políticos, además en aras de hacer parecer que todo era legal, otorga una amnistía local con la condición bajo amenazas de deponer las armas y entrar en un proceso al cual se le llamó proceso de rectificación, debilitando aún más a la organización. En mayo de 1975 fueron liberados

los estudiantes

Herminio Olea

Moroyoqui, Roberto Encinas Quintana, Óscar César Gaxiola Murillo y Alejandro Morales Ontiveros, y otros quince jóvenes por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado, luego de pagar una fianza de dos mil pesos. El 25 de diciembre de 1975, con motivo de la festividad navideña y año nuevo, el Gobernador del estado pidió al General de Justicia que liberara a varios ex-estudiantes que participaron en diferentes movimientos realizados por la Liga Comunista 23 de Septiembre, liberando a 18 presos y 33 que habían salido anteriormente, dan un total de 51, que estos se reunieron posteriormente con el Ejecutivo para agradecer su libertad.

75

AGN, DFS IPS 2711 Folio 0010613, 8 de julio de 1974, Estado de Sinaloa, Liga Comunista 23 de Septiembre.

71


CAPITULO IV.- LA REPRESIÓN DEL ESTADO, DESAPARICIONES POLÍTICAS Y CONSECUENCIAS 4.1. Privación ilegal de la libertad, desapariciones, torturas y asesinatos La Convención de Ginebra establece con respecto al crimen de tener rehenes de guerra que al mismo tiempo configura el delito de secuestro: Se prohíbe la toma de rehenes. Queda prohibidas las medidas de represalias respecto las personas protegidas o a sus bienes. No será castigada ninguna persona protegida por infracciones que no haya cometido ella misma. Los traslados en masa o individuales, de carácter forzoso, así como las deportaciones de personas protegidas fuera del territorio ocupado en el ámbito de la Potencia ocupante o al de cualquier otro Estado, se halle ocupado o no, quedan prohibidos, fuere cual fuere el motivo. Están y quedan, en cualquier tiempo o lugar, prohibidas: a) Los atentados a la vida y a la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, torturas y suplicios; b) La toma de rehenes; c) Los atentados a la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes; d) Las condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas sin previo juicio, emitido por un tribunal regularmente constituido, provisto de garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados. [Ginebra I, Art. 1, 2, 3, 49-50; Ginebra IV, Art. 33, 49; Ginebra Protocolo I, Art. 48] El Estado desplegó una campaña para desprestigiar las acciones de la Liga Comunista 23 de Septiembre, una parte de la estrategia del gobierno era los mensajes que enviaba a la sociedad, exhibiendo a los estudiantes como verdaderos delincuentes, además sugería a los padres de familia a “fortalecer la conciencia”. Algunas de las sugerencias que figuran en este documento sugieren fortalecer la conciencia que existe en la familia mexicana de respeto a la ley, a las instituciones y a los emblemas nacionales, así como acrecentar la conciencia y la identidad de jóvenes de provincia y de la metrópoli con las instituciones del país. Luego, con la misma intencionalidad, la política de comunicación del gobierno de entonces proponía exhibir ante la opinión pública nacional a los

72


estudiantes que participaron en los diferentes movimientos, así como en algunas reuniones clandestinas que en ella participaban. Las detenciones desapariciones en los setentas, fueron una práctica como un método represivo, son una forma de control político y social, además no solo fueron un rasgo exclusivo de las dictaduras militares, también se utilizan en gobiernos electos, las desapariciones son una práctica centralizada y clandestina¸ en México, ésta práctica inicia en los años sesentas, en la actualidad hay aproximadamente 1600 desaparecidos en todo el país. En Sinaloa las desapariciones empiezan en 1974, precisamente a partir del ataque frontal que tienen contra el estado un grupo de estudiantes, jornaleros, encabezados por los estudiantes radicalizados llamados “enfermos”, los cuales se van a la clandestinidad conformando junto a otras agrupaciones del país, conformando la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre, iniciando acciones frontales en el Valle Culiacán el 16 de enero de 1974. La reacción del gobierno fue inmediata, y hubo represión por la policía local, la Dirección Federal de Seguridad y el ejército, dando como resultado una serie de detenciones, desapariciones y asesinatos. Entre los años de 1974 y 1976, es un período crítico para la llamada “Liga Comunista 23 de Septiembre”, el 11 de agosto de 1976, se realizó un intento de secuestro de Margarita López Portillo, en el cual es abatido a balazos el dirigente nacional de la Liga, David Jiménez Sarmiento. A raíz de este evento el presidente López Portillo promueve la creación de la llamada “Brigada Blanca”, que era un grupo anti-guerrilla conformado por las distintas corporaciones policiales y el ejército, atacando directamente a los grupos guerrilleros del país. Las detenciones desapariciones en Sinaloa, fue una práctica como un método represivo, son una forma de control político y social, además no son un rasgo exclusivo de las dictaduras militares, también se utilizan en gobiernos electos, las desapariciones son una práctica centralizada y clandestina.

73


En México, ésta práctica inicia en los años sesentas, en la actualidad hay aproximadamente 1600 desaparecidos en todo el país. En Sinaloa las desapariciones empiezan en 1974, precisamente a partir del ataque frontal que tienen contra el estado un grupo de estudiantes, jornaleros, encabezados por los estudiantes radicalizados llamados “enfermos”, los cuales se van a la clandestinidad conformando junto a otras agrupaciones del país, conformando la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre, iniciando acciones frontales en el Valle Culiacán el 16 de enero de 1974. La reacción del gobierno fue inmediata, y hubo represión por la policía local, la Dirección Federal de Seguridad y el ejército, dando como resultado una serie de Según los informes sobre los casos concretos de las desapariciones, (las cuales nunca fueron reconocidas por los gobiernos estatal y federal) los expedientes resguardados en el AGN muestra informes a medias o mutilados como los que a continuación haré referencia: La ficha de detención de Miguel Ángel Valenzuela Rojo, quien hasta la fecha se encuentra desaparecido, las autoridades siempre negaron su aprehensión, sin embargo la ficha de la DFS, da informe sobre el caso, pero no menciona que lo que se informa como un enfrentamiento, en realidad fue una estrategia de emboscada.76 Otra de las fichas encontradas sobre la desaparición del matrimonio formado por Ignacio Tranquilino Herrera Sánchez y su esposa Cristina Rocha Manzanares, y de Juan de Dios, hermano menor de Tranquilino, no mencionan que hasta la fecha ellos se encuentran desaparecidos, además su detención no se llevó a cabo en el retén militar como dice la ficha, sino que se llevó a cabo en el domicilio

en el que

habitaban, el cual fue arbitrariamente allanado por las

autoridades (Brigada Blanca), tampoco mencionan que Cristina al momento de su detención tenía un embarazo de aproximadamente cuatro meses de gestación, en la vivienda se encontraban también su pequeño hijo de dos años de edad, y que el niño, no pudo ser arrancado de los brazos de su abuela. 76

AGN, Exp. Comisión Nacional de los Derechos Humanos/PDS/91/SIN/N00039.000, p. 2698.

74


La ficha encontrada de Jesús Benítez Estrada, hace mención del interrogatorio a que éste fue sometido, de lo que no mencionan en ella, es que Benítez Estrada, fue literalmente secuestrado de su casa en la colonia Industrial Bravo junto con un hermano de éste y el padre de ambos (un adulto mayor), que todos fueron víctimas de simulacros de fusilamiento, y que luego del interrogatorio fueron llevados a las instalaciones de la novena zona militar en la ciudad de Culiacán, donde horas después fueron liberados, en la entrada de dicha zona militar, los detenidos aún llevaban puesta su ropa de cama con la que fueron detenidos, (ropa interior)77. Ellos fueron detenidos para interrogatorio, por su relación de compadrazgo con José Barrón Caldera, el cual fue detenido y luego desaparecido hasta la fecha en Magdalena Jalisco el 10 de junio de 1976, quién fue trasladado a la ciudad de Culiacán para que denunciara a otros militantes. De esto existe una ficha de la detención de José Barrón Caldera, firmada por Luis de la Barreda. Las desapariciones forzadas fueron muy arbitrarias, Henry López Gaytán, detenido el 15 de junio de 1976, es una muestra de ello, a pesar de que hubo testigos de su detención , el gobierno siempre negó tal hecho, sin embargo existen testimonios escritos y orales que permiten sustentar que hasta la fecha sigue en calidad de desaparecido; Su señora madre, Rita Gaytán, ha declarado que a ella se la trajeron desde San Blas, El Fuerte Sinaloa, en compañía de su hija menor de edad Adela López Gaytán, también declara que quién dirigía al grupo paramilitar llamado Brigada Blanca, era Guillermo Casillas Romero, jefe de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, luego de agredirlas física y verbalmente, las trasladaron a la ciudad de Culiacán para obligarlas a llevarlos a la casa que habitaban Henry y Rafael, pues eran estudiantes de la Escuela de Economía y de Agronomía, respectivamente, ellos fueron sorprendidos en su domicilio, una vez identificados procedieron a detener a Henry, quien se abrazaba a su madre de quien fue arrebatado, a pesar de los testigos siempre se negó la detención y desaparición de Henry.

77

Entrevista a Jesús Benítez Estrada, realizada por Martha Camacho, en Culiacán, Sin.

75


La lista de detenciones arbitrarias es muy larga, sin embargo, algunos detenidos-desaparecidos, fueron liberados, luego de su interrogatorio y de días detenidos, sobresaliendo la liberación de Armando Armenta Zaragoza, quien fue liberado por órdenes de José de Jesús Calderón Ojeda alias el calderoncito, quien se desempeñaba en ese entonces como Director de Gobierno del Estado, a Armenta Zaragoza se le liberó por ser sobrino de Zaragoza Bueno, Director del Instituto Tecnológico Regional de Culiacán, de donde era estudiante, al igual que Ángel Manuel Herrera Álvarez, Carlos Alemán Velázquez, Luis Francisco García Castro, quienes fueron detenidos junto a Armenta Zaragoza, sin embargo siguen desaparecidos. A pesar de la infraestructura y de los recursos humanos y materiales, los miembros de la Brigada Blanca, cometían errores en sus fichas informativas, en la ficha fechada el 6 de agosto de 1977, se menciona a Felipe Ángel Ramírez García, y en la fechada el 17 de agosto del mismo año, se menciona a Ángel Millán García, en ninguno de los dos informes es correcto el nombre, las fechas si están correctas de acuerdo a los testigos presenciales,

además el nombre

correcto es Felipe Ángel Milán García. De la misma forma irregular de sus fichas informativas no se menciona que a algunos de los detenidos se les otorgó la libertad, Valencia Arámburo Marco Antonio y Manuel Cárdenas Valdez, de la ciudad de Mazatlán, Sinaloa; ambos relacionados con Felipe Ángel Milán García. Otros de los archivos con fichas mutiladas o con informaciones falsas es el de la detención de José Manuel Alapízco Lizárraga, quién fue detenido, luego torturado frente a su esposa Martha de Alapízco, fue castrado y asesinado de un balazo en la nuca, que fue lo que ocasionó su muerte, existen archivos con fotografías de ésta persona herida y otras fotos después de muerto, éstas fotografías fueron enviadas a España donde fueron analizadas por peritos especializados, y su dictamen es que lo que le ocasionó la muerte fue la herida de bala que tuvo entrada en la nuca y salida en la garganta.

76


Es importante señalar que junto a Alapízco y su esposa, fue detenido el menor de edad Juan Germán Flores Carrasco y en su ficha menciona que fue muerto en un enfrentamiento con las autoridades, lo cual es falso según testimonios de Martha Camacho y Juan Antonio Flores Tirado, quienes estuvieron detenidos-desaparecidos junto a Juan Germán, además en documento del AGN, existe el informe del estado de Sinaloa, firmado por el Director Federal de Seguridad Javier García Paniagua informando la detención por Agentes de esa Dirección y de la Brigada Especial en Culiacán donde se informa que tenían detenidos a Felipe Ángel Milán García, José Guadalupe Salas García, Ángel Manuel Herrera Álvarez, Armando Armenta Zaragoza, Francisco Javier Manríquez Pérez, Martha Alicia Camacho Loaiza, Juan Germán Flores Carrasco, Juan Carbajal Pérez, Marco Antonio Valencia Arámburo y Manuel Cárdenas Valdez.78 Luego de las detenciones y desapariciones de los estudiantes, se realizaron otras aprehensiones basadas en la información que fue obtenida bajo amenazas y torturas de quienes fueron detenidos con anterioridad. La Brigada Blanca en Culiacán tenía recursos económicos y libertad de acción fuera de la ley, tenían habilitadas como casas de seguridad algunas viviendas que para tal fin adquirían en renta en donde llevaban a cabo sus “trabajos”, torturas, desapariciones y homicidios con todos los agravantes de la ley. Cuando un grupo de madres con hijos desaparecidos, denunció ante el gobernador del Estado, Alfonso Genaro Calderón Velarde, la existencia de la casa de seguridad ubicada en la calle rio Sena de la colonia Lomas del Boulevard, en Culiacán, fue desocupada de inmediato, dejando algunas evidencias, aún y con todas las pruebas se siguió negando la participación del estado en las desapariciones forzadas por motivos políticos. Otra prueba de ello es la ficha que tiene fecha 15 de diciembre de 1977, donde mencionan que en el domicilio antes mencionado, se fugaron seis miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre, sus nombres son: Luis Francisco García Castro, Carlos Alemán Velázquez, Miguel 78

AGN, DFS 77/08/25, 11-235-77, legajo 46, fs. 202-206.

77


ร ngel Hernรกndez Valerio, Joel Orlando Miguel Anaya, Edmundo Hernรกndez Borrego y Gilberto Arroyo Lรณpez, todos ellos desaparecidos hasta la fecha.

78


4.2.

Grupo paramilitar contra la guerrilla

4.2.1. Brigada Blanca La comisión de Seguridad de la Brigada Blanca era un programa secreto con presupuesto propio e instalaciones adecuadas para los interrogatorios y entrenamiento paramilitar. La “misión” del grupo reiteraba su obsesión por la Liga. “Investigar y localizar a los componentes de los comandos de la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre que operaban en el Valle de México, a efecto de interferir sus acciones y detenerlos”. Realizarían un “ratreo permanente en las zonas críticas del Valle de México” para cazar las células de la guerrilla. Contarían con helicópteros, vehículos de tierra y armamento. Todos los integrantes del grupo tendrían una compensación

extra a su salario mensual de tres mil pesos, y en “gastos

generales” el monto estaba abierto a la cantidad que resultara de los requerimientos. En el Campo Militar Número Uno tenían instalaciones para ochenta personas. Un grupo descansaría 24 horas, otro entrenaría en las instalaciones del ejército y uno más se desplegaría en el Valle de México en busca de guerrilleros79. La Brigada Blanca, uno de los más notorios grupos paramilitares en la historia de México, fue responsable material de ejecuciones, homicidios, desapariciones forzosas (en Guerrero la CNDH registra más de 500), torturas exceso de poder, amenazas y simulación de enfrentamientos “por órdenes superiores”, realizaron la guerra sucia librada contra la guerrilla en los años setenta. Considerada “necesaria” por el entonces gobierno federal priista para aniquilar a los rebeldes, la Brigada Blanca tuvo como jefes, desde luego tras bambalinas, a destacados jefes militares y policiacos, que desde las respectivas corporaciones en que prestaban sus servicios brindaban apoyo al escuadrón paramilitar, 79

entre

ellos:

Javier

García

Jorge Torres, op cit., p.104.

79

Paniagua

(creador

del

grupo


contrainsurgente), Francisco Quiroz Hermosillo, Jorge Obregón Lima, Miguel Nazar Haro, Jesús Miyazawa Álvarez y Arturo El Negro Durazo Moreno. Los miembros de la Brigada Blanca, presos tal vez de su mala conciencia, e inclusive algunos han sido víctimas del sistema, hoy día se encuentran jubilados, desempleados o encarcelados. Otros han desaparecido o fallecido, mientras algunos más son empresarios de la seguridad privada. A los principales gobernantes de la época se les responsabiliza de ser los autores intelectuales del trabajo sucio de la Brigada Blanca, temida como ninguna otra organización contrainsurgente en su momento. Entre ellos sobresalen los sucesivos presidentes de la República, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, como asimismo diversos secretarios de Estado, señaladamente los titulares de la Defensa Nacional y el procurador general de la República en el gobierno de Echeverría, Pedro Ojeda Paullada. Desde luego, el gobierno siempre negó la existencia del grupo paramilitar. Atrás de las actividades de la Brigada Blanca se encontraban, mediante las corporaciones policiacas o militares que dirigían, destacados jefes militares y policiacos de aquel entonces, entre ellos: el mencionado jefe de jefes, Javier García Paniagua, Luis de la Barreda, torturador profesional y padre del ex ombudsman capitalino del mismo nombre; Florentino Ventura, Federico Castel del Oro, Rafael Chao López y Rafael Aguilar Guajardo. Existe un documento original sobre los integrantes de la Brigada Blanca se advierte que ésta contaba con 184 efectivos, entre mandos y tropa – algunos con el paso del tiempo se convirtieron en delincuentes, pues realizaron secuestros y asaltos bancarios al amparo de sus jefes-. Asimismo, el expediente establece que el grupo paramilitar surgió en 1976, que sus primeros miembros ingresaron el 7 de junio de ese año, y los últimos, casi cuatro años después: el 19 de mayo de 1980. Respecto a cada uno de los integrantes de la Brigada Blanca, el documento (del cual tengo copia) registra nombre, domicilio particular, teléfono, corporación a la que pertenecía, fecha de ingreso y cargo desempeñado en el cuerpo paramilitar. 80


De acuerdo con el organigrama de la Brigada Blanca, ésta contaba con un jefe de control y otro de operaciones, además de subjefes de control, comandantes de investigaciones y diversos grupos: de explosivos, de servicios especiales y patrullas. Sus miembros se distribuían en tres guardias. Nacida en el seno de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Brigada Blanca contó con 48 elementos de esa dependencia militar, entre mayores y capitanes del Segundo Batallón de Policía Militar, del cuartel general de la brigada de la Policía Militar, del Primero, Segundo y Tercer Batallón de la Policía Militar y de la Policía Judicial Federal Militar. Tres de sus integrantes eran mujeres. Por su parte, la Dirección Federal de Seguridad (DFS) aportó a la Brigada Blanca 21 elementos, seguida por la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), -desaparecida en el sexenio de Miguel de la Madrid-, con 26, entre ellos una mujer. La Policía Preventiva y el batallón de granaderos contribuyeron con 15 de sus integrantes, mientras que las policías judiciales del Distrito Federal y el Estado de México, con 14 cada una. La Policía Judicial Federal también puso su grano de arena, al aportar a once de sus elementos. Extrañamente, aparecen “sin corporación” 35 elementos más, según el referido documento. Como jefe de Operaciones aparece el comandante de la Dirección Federal de Seguridad, Esteban Guzmán Salgado, El Borrego, quién ocuparía la Subdirección de la Policía Judicial del Distrito Federal, y Humberto Molina Sosa, jefe de control y mayor de infantería del Ejército Mexicano. Otros jefes de control eral el mayor de infantería Francisco Javier Barquín Alonso, y el mayor de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, Roberto Reta Ochoa, maestro en Yuriria, Guanajuato, en donde se enfrentó a grupos subversivos. Estuvo a las órdenes del desaparecido Arturo El Negro Durazo. En el documento se menciona como subjefes de control de la corporación paramilitar, al capitán segundo del Ejército mexicano, Daniel Romero Díaz, y al comandante de investigaciones de la misma Brigada Blanca, Rodolfo Reséndiz 81


Rodríguez. Este fue jefe de grupo de los Jaguares con Arturo Durazo y se le responsabilizó del asesinato cometido en contra de los colombianos aparecidos en el rio Tula, Hidalgo. En este famoso caso se involucra también a Fernando Derretí Castillo, El Flaco, y a Héctor Fuentes, El Patas Verdes, quienes respectivamente trabajaron con el Grupo de Investigaciones y en el archivo de la Brigada Blanca, los dos procedentes de la desaparecida DIPD. Los efectivos de las patrullas 4022 y 4023 de la Brigada Blanca, José Aguayo Arellano y Roberto Carvente Carreto, también se encuentran involucrados en el caso del Rio Tula. A su vez, aparecen como comandantes de la Brigada Blanca Raúl Pérez Carmona y Juventino Prado Hurtado, ambos de la DFS, encarcelados por su participación en el asesinato en contra del periodista y autor de la columna “Red Privada” de Excélsior, Manuel Buendía Téllez Girón. Como encargado de la tercera guardia de la Brigada Blanca aparece el comandante Elías Isse Núñez, procedente de la Policía Judicial Federal Militar, entre el personal encomendado a “diferentes comisiones” figuran el mayor de la Policía Judicial Militar, José Salomón Tanús, quien más tarde participó en el equipo del Jefe de la policía capitalina durante el sexenio de José López Portillo, Arturo Durazo. Asignado a “diferentes comisiones” figura el comandante de la guardia segunda de la Brigada Blanca, Francisco Candiani Zamora, quien procedía de la DIPD y era considerado como un “hijo de la chingada” por algunos de los viejos policías que lo conocieron. El comandante Manuel Islas Rueda también se encontraba asignado al grupo de “diferentes comisiones”. Concluyó su carrera policiaca hace un año en la policía Judicial del DF, después de prestar más de 30 años de servicio.

82


Al grupo de investigaciones estaban adscritos Raymundo Bárcenas Elizalde, de la DIPD, quien fuera director de Aprehensiones de la Policía Judicial del Distrito Federal y de la Policía Judicial en Morelos. A ese mismo grupo perteneció César Marcos Get Cárdenas, de la Policía Judicial capitalina, quien falleciera en 1990 cuando prestaba servicio en la Policía Judicial Federal. Como encargado del personal de diferentes comisiones figuraba el agente de la Policía Judicial Federal, Juan Palomeque

Silvase, quién fue

declarado como “desaparecido”, de acuerdo con testimonios de viejos policías consultados por Bajo Palabra. Al servicio de la patrulla 4017 de la segunda guardia se encontraba Edgardo Zavala López, en aquel entonces miembro de la DFS, y quien años más tarde fue jefe de grupo de la Policía Judicial de Morelos. Proveniente del segundo batallón de granaderos de la policía capitalina y comisionado en la patrulla

4017 de la Brigada Blanca, Roberto Labastida

Rodríguez fue asesinado por la mafia. También fue agente de la Judicial Federal. Víctor Avitia Olivera comandante de la patrulla 4025 del escuadrón paramilitar, quién procedía de la Policía judicial del Estado de Morelos. José Luis Matus Ramírez, policía judicial del Estado de México, pertenecía al grupo comandado por el mayor José Salomón Tanús en la Brigada Blanca. Años más tarde, Matus Ramírez se convirtió en empresario de seguridad privada en Morelos. El ejército participaba en las detenciones y desapariciones según los informes que ellos mismos enviaban80. En documentos encontrados en el Archivo General de la Nación, se hace referencia a un informe de la SEDENA sobre la aprehensión de Galavíz Ramón, Hernández Juan Manuel, Cerecer Gómez Ismael, Cota Rodríguez Cirilo, Medina Gastélum Ma. Alicia, Sánchez Carrillo Reynaldo y Rodríguez Salazar Alfredo. 80

AGN, DFS, 78/02/09, 11-235-78 L49. Estado de Sinaloa.

83


Firmado por El Gral. Brigadier CMTE. 9ª Z.M. Alberto Quintanar López, además en el mismo documento se menciona del interrogatorio de Sánchez Carrillo. Se encuentra en resguardo, lo cual nos demuestra según documentos oficiales de la intervención de los miembros del ejército en las detenciones y desapariciones arbitrarias81. De igual manera en los documentos anteriormente se localizó una ficha de otro estado del País, lo que nos demuestra de el actuar de los grupos paramilitares, es muy evidente la comunicación que tenían entre un estado y otro, me refiero a el caso de Óscar César Gaxiola Murillo, estudiante de la Universidad de Michoacán, originario de Culiacán, Sinaloa, ex-miembro del grupo denominado los Enfermos de Sinaloa perteneciente a la Liga Comunista 23 de Septiembre y el cual declara las actividades que realizó dentro de dicho grupo y el nombre de algunas personas que conoce. Existen documentos oficiales en donde se manifiesta que muchos de los detenidos desaparecidos eran llevados a la ciudad de México, al campo militar número uno, caso específico el de Ismael Cerecer y Martha Medina Gastélum, ellos fueron liberados y declararon haber visto a algunas de las personas desaparecidas como el caso de Henry López Gaytán.

81

AGN, DFS 11-235-78 L49 F123. 10 de febrero de 1978, Estado de Sinaloa

84


4.2.2. Desmanes y excesos de poder de la brigada blanca en su ocaso Eran muy evidentes los excesos de poder que se cometieron, prueba de ello son los informes que a través del organismo de policía secreta del estado llevaban a cabo a través de Investigaciones Políticas y Sociales82. Ejemplo de ello es lo mencionado en un informe sobre Integrantes del Comité de Regeneración Familiar A.C. del cual el Presidente es José Ríos Lizárraga mandaron un escrito dirigido a la Presidencia de la República y a la Secretaría de Gobernación en la cual informan que están indignados porque elementos de la Brigada Blanca bajo el argumento de buscar a los secuestradores de Ernesto Urquijo Monterde catearon los domicilios de Ramón Camarena, Cruz Arrellano y Arnoldo Millán Arrellano quienes fueron ultrajados, robo de dinero y una camioneta marca Dodge por lo que piden una aclaración de los hechos. Documento firmado con las iníciales R.M.M. De las últimas detenciones y desapariciones por motivos políticos de que se tiene información se llevó a cabo en mayo de 197983, fue la de los jóvenes detenidos en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, donde el informe mencionaba: Presuntos miembros de la Liga Comunista 23 de Septiembre de nombre Jesús Manuel Galavíz Navarro, Humberto Vega Heredia, Evelio Humberto López Rojas y Arturo Contreras Martínez los cuales habían sido detenidos el 12 de abril pasado en el interior de la Escuela Superior de Agricultura quienes fueron puestos en libertad por desistimiento de la acción penal por parte del Gobernador del Estado Alfonso G. Calderón y del Procurador General de Justicia en el Estado Lic. Amado Estrada Rodríguez acogiéndose al beneficio de la Ley de Amnistía decretada por el C. Presidente de la República. Documento firmado con las iníciales J.F.C84.

82

AGN, 79/05/24 IPS Caja 2269 Folio 0008079-0008080. Estado de Sinaloa. AGN, 79/05/30 IPS Caja 2269 Folio 0008081-0008082. Estado de Sinaloa Liga Comunista 23 de Septiembre. 84 AGN, 79/06/28 IPS Caja 2269 Folio 0008075-0008076. Estado de Sinaloa Liga Comunista 23 de Septiembre 83

85


4.3. La organización de las Madres con Hijos Desaparecidos 4.3.1. Las madres se organizan iniciando así una serie de movilizaciones dentro y fuera del estado de Sinaloa La mayoría de los familiares - incluidas muchas de las madres – no sobrepasó la búsqueda individual del desaparecido; fue realmente una minoría la que se decidió a dar a esa búsqueda una dimensión social y política. Aceptación del “castigo” impuesto por el estado, imposibilidad de trasponer el límite del sistema y del rol asignados a los individuos en ese sistema, negación, depresión, enfermedad, muerte y suicidio fueron en realidad las respuestas predominantes. Sin dudas, la maternidad cumplió un papel esencial en el surgimiento de las Madres. Afirmar que la reacción de estas mujeres no fue producto de una ley de la naturaleza sino un fenómeno históricamente determinado no es contradictorio con valer adecuadamente la cuestión de la maternidad. Es el impacto que la desaparición produce en la relación materno-filial lo que dispara un proceso que, las Madres. Y en esto radica su singularidad85. En Sinaloa, las madres buscaban a sus hijos de inicio de manera individual, luego se identificaron unas con otras t se unificaron para integrarse como una asociación civil. El 7 de abril de 1978, en el auditorio Ernesto Che Guevara, de la Escuela Preparatoria Central Diurna, se constituyeron como Unión de Padres con Hijos Desaparecidos, apoyados por algunos maestros y estudiantes, Las madres de otros municipios se acercaron a las madres de Culiacán para integrarse como familiares de desaparecidos y decidieron constituirse como Unión de Madres con Hijos Desaparecidos de Sinaloa, encabezado por la señora María de Jesús Caldera de Barrón, madre de José Barrón Caldera, desaparecido en Magdalena Jalisco.

85

Ulises Gorimi, La rebelión de las Madre., Historia de las Madres de la Plaza de Mayo, Argentina, Norma, 2006, pp. 25-26.

86


Las señoras ya organizadas del estado de Sinaloa, decidieron integrarse al comité EUREKA, organización nacional representada por la señora Rosario Ibarra de Piedra, integrándose a las actividades de desaparecidos a nivel nacional e internacional. La lucha de las madres tuvo el apoyo a la lucha por la presentación de sus hijos desaparecidos a nivel nacional, de manera conjunta hacían movilizaciones y acciones para que sus voces fueran escuchadas y sus demandas tomadas en cuenta, los ojos del mundo voltearon a ver este movimiento, que estaba germinando igual que en otros países latinoamericanos que fueron reprimidos de manera similar que en México. Los trabajadores de Teléfonos de México, apoyaron a las madres y suspendieron el servicio telefónico durante dos horas, quedando fuera de servicio más de 30,000 aparatos, ante la petición de la señora Ibarra de Piedra por el aumento de desapariciones a nivel nacional, manifestando que seguirían luchando en relación a las demandas que se habían interpuesto. En Sinaloa, se llevaron a cabo actividades como volanteo, informando que el gobierno había dado falsas esperanzas de encontrar a sus hijos desaparecidos, invitando a la ciudadanía a una marcha solicitando la amnistía general y la presentación de los desaparecidos, se llevaron a cabo huelgas de hambre y el Foro Abierto Contra la Represión, la Tortura y Contra la Violación de los Derechos Humanos. Los testimonios de personas liberadas del Campo Militar Número Uno, pusieron en tela de duda las respuestas negativas del gobierno ante las desapariciones en Sinaloa, siete personas desaparecidas, Ramón Galaviz, Juan Manuel Hernández, Ismael Cerecer Gómez, Cirilo Cota Rodríguez, Martha Alicia Sánchez Carrillo y Alfredo Rodríguez Salazar, regresaron de su cautiverio e hicieron públicas sus denuncias. A pesar de todo las detenciones al margen de la ley y las desapariciones continuaron, siendo desaparecidos el 12 de abril de 1979, Jesús Manuel Galaviz, Evelio Humberto López Rosas y Humberto Vega Heredia, alumnos de la escuela

87


de agricultura en Culiacán, siendo liberados en el mes de mayo por desistimiento de la acción penal por parte del Gobernador y por el Procurador de Justicia del Estado, acogiéndose a ala ley de Amnistía decretada por el Presidente de la República. De acuerdo a las nuevas formas de acción colectiva como auto-afirmativas, aunque podrían denominarse expresivas o afirmativas. Están estrechamente ligadas a la aparición de nuevos actores y movimientos sociales y difícilmente pueden separarse de ellos, por lo menos en una primera etapa. Se trata de luchas auto-afirmativas porque parten de sectores que hasta el momento tenían una baja consideración social, vivían oprimidos o marginados. Las formas de lucha afirman y expresan también un tipo de organización concreta. En las líneas generales, pude decirse que un sector social que se haya dotado de organizaciones asociativas tenderá a usar métodos instrumentales, en tanto los colectivos de carácter comunitario buscarán formas de acción autoafirmativas. En el caso de las madres con hijos desaparecidos, sufren el menosprecio o son invisibles para la sociedad oficial, esta invisibilidad las lleva a utilizar formas de acción que pongan en primer lugar la afirmación de su existencia, negada desde el poder. Las madres niegan el silencio y el olvido, el sistema quiere que no estén, y están, la negación es el primer paso para poder ser, con orgullo muestran a la luz del mundo su condición: madres de desaparecidos, madres que extrañan a sus hijos, que piden, lloran y luchan por ellos. La identidad suele jugar un papel importante en la formación de movimientos sociales, la organización de las madres se plantearon llevar a cabo una serie de movilizaciones dentro y fuera de Sinaloa. En marzo de 1978, salieron a la ciudad de México varias madres de hijos desaparecidos para unirse a la manifestación que se llevó a cabo frente a la Secretaría de Gobernación, tratando de entrevistarse con el Lic. Jesús Reyes Heroles, titular de la dependencia con el fin de solicitar su intervención para poder

88


ver a sus hijos detenidos, y posteriormente se reunirían con el Presidente de la República, quien las había convocado con anterioridad.86 La solidaridad fue una de las características que hizo que se fortaleciera la lucha de las Madres, grupos de estudiantes les manifestaron su apoyo, realizando tareas que les ayudaran a encontrar a sus hijos, llevando a cabo denuncias que se hicieron de manera oficial y realizando manifestaciones públicas, se hizo un llamado a través de la prensa local para integrarse a dicha manifestación, logrando una asistencia de cientos de personas en la búsqueda de la unión para buscar solución a las demandas y a las problemáticas del estado por la corrupción de funcionarios del gobierno del estado. En apoyo a las madres algunos grupos de estudiantes trabajaban en la madrugada para pegar posters en los centros comerciales y en puntos clave, las fotografías de algunos de los estudiantes desaparecidos. El 27 de marzo de 1978, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, se llevó a cabo una manifestación organizada por la Unión de Padres de Familia de Hijos desaparecidos y con la participación de 150 estudiantes de diferentes escuelas de la UAS los en donde se reprocho que se le había dado una cita con el Presidente de la República la cual no les dieron y piden por tanto de les respete a sus hijos los cuales son llevados a cárceles clandestinas principalmente al campo Militar No. 1 el cual esta disfrazado como un campo deportivo y piden por tanto el cese a la represión y a la violación de los derecho humanos. La Unión de Padres de hijos desaparecidos continuaba pidiendo apoyo en los meses siguientes para que se le diera una solución para que sus hijos fueran llevados con las autoridades competentes pues se tenía conocimiento de que algunos estaban en el Campo Militar número uno y en otras cárceles clandestinas, acudieron al Colegio de Abogados que presidía el Lic. Francisco Javier García Félix. El estado, mantenía estricta vigilancia sobre el grupo de padres de familia que buscaban a sus hijos y de todo se enviaba informe de la Dirección Federal de 86

AGN, 78/03/14 IPS Vol. 2320 Folio 0010617-0010618.

89


Seguridad, incluso mencionaban en dichos informes el estado de รกnimo de algunos de los integrantes de esta organizaciรณn, por otra parte los estudiantes se organizaban para junto a las madres manifestar otro tipo de inquietudes como el apoyo a Vietnam.

90


4.3.2. Testimonios de personas liberadas del campo militar número uno La prensa del 23 de julio de 1978, informa sobre la liberación de siete personas desaparecidas: Ramón Galavíz, Juan Manuel Hernández, Ismael Gómez Cerecer, Cirilo Cota Rodríguez, María Alicia Gastélum, Reynaldo Sánchez Carrillo y Alfredo Rodríguez Salazar, éstas personas dieron su testimonio escrito a la señora María de Jesús Caldera de Barrón, presidenta de la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos de Sinaloa, éstas personas manifestaron haber estado en el Campo Militar Número Uno, y de haber visto a algunos de los jóvenes desaparecidos87. 4.3.3. Allanamiento a las aulas universitarias, para detención y desaparición Con poca asistencia de alumnos y maestros se iniciaron las actividades dentro de la Universidad Autónoma de Sinaloa en la cual al parecer se normalizaran en el transcurso de la próxima semana. Mientras tanto las actividades en la Escuela Superior de Agricultura se denunció que elementos policíacos habían invadido las instalaciones de dicho plantel con el fin de detener a varios estudiantes acusándolos de pertenecer a la brigada de la llamad Liga Comunista 23 de Septiembre, no se menciono el numero de detenido ni los nombres solo se dijo que se destruyo parte de los laboratorios así como la unidad habitacional de los estudiantes de bajos recursos88. Con relación a la denuncia que levantaron estudiantes de la Escuela Superior de Agricultura de la UAS en el sentido de que elementos policíacos habían violado la autonomía de la universidad al penetrar a la institución para sacar a dos estudiantes en el cual uno de ellos de nombre Jesús Manuel Galavíz Navarro se confesó integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre y pertenecer a la Brigada Froylán Rendón Estrada la cual coordinaba Gerardo Camarena Ayala quien tenía una cita con el detenido y que la policía fue a ese

87 88

AGN, 78/07/23 DFS 11-235-78 L52 F 125-133. AGN, 79/04/16 IPS Caja 2269 Folio 0008064-0008065.

91


encuentro sin poder detener junto con su familia por lo que todavía se encontraba prófugo89. De acuerdo a los acontecimientos ocurridos dentro de la Escuela Superior de Agricultura los estudiantes de la misma junto con integrantes de otras escuelas hicieron brigadas con el fin de localizar a los estudiantes que fueron detenidos por elementos de la DFS y de la DGE entre los que se encontraba Jesús Manuel Galaviz y posteriormente publicaran en los rotativos locales un desplegado de los hechos ocurridos por elementos policíacos y a quienes acusaron de haber asesinado al Ing. Miguel Ángel García Zúñiga. El Ing. Eduardo Franco Casillas Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa rechazó lo declarado por el Procurador General de Justicia en el Estado Lic. Amado Estrada Rodríguez el cual dijo que elementos de la DFS encontraron dentro de la ESA un arsenal de armas de diferentes calibres así como explosivos y propaganda de la Liga Comunista 23 de Septiembre a lo que el rector señalo que el Procurado debe demostrar con hecho que se encontraron dichas armas por lo que el Ingeniero, dará conocimientos de los hechos violatorios a la SEP90. Elementos de la Dirección Federal de Seguridad con el objeto de identificar y detener a presuntos miembros de la llamada Liga Comunista 23 de Septiembre que habían venido repartiendo el periódico Madera en el interior de la Escuela Superior de Agricultura detuvieron a Evelio Humberto López Rosas y a Humberto Vega Heredia presuntos miembros de esa agrupación.

89 90

AGN, 79/04/19 IPS Caja 2269 Folio 0008062-0008068. AGN, 79/04/20 IPS Caja 2269 Folio 0008061.

92


4.3.4. Apoyo a la lucha por la presentación de los hijos desaparecidos de otras instituciones a nivel nacional Se hace la descripción de dos notas periodísticas la primera en relación a la huelga de los trabajadores de Teléfonos de México la cual duro aproximadamente 2 horas quedando fuera de servicio 30,000 aparatos telefónicos; la segunda relata la petición que hace la señora Rosario Ibarra Piedra en cuanto que aumento a 460 el número de desaparecidos y que seguirán luchando en relación a las demandas que se han interpuesto91. Otro de los muchos casos que fueron afectados fue el de la señora María de Jesús Caldera de Barrón, que en una entrevista que le hicieron por parte de la prensa local comenta: …Estuvo al pendiente de la puerta, en su casa de la Colonia Popular. De que en algún momento tocara y se asomara José. Y le gritara “Mamá, aquí estoy, he vuelto”… De saber algo nuevo, algo de José, su hijo, desaparecido político por el Gobierno federal, en el episodio conocido como “Guerra sucia”…92

En esa entrevista a Doña chuyita, imploraba desde su mensaje en el título del periódico ¡Queremos a nuestros hijos!, esa fuerza que siempre caracterizó, hizo que fuera el ícono del movimiento de aquellas personas que estuvieron involucradas de una u otra manera. A pesar que aconsejaba a su hijo en no meterse en problemas, nunca fue escuchada; la charla en su entrevista menciona: …“Tú no andes contra el Gobierno, porque es peligroso”, le aconsejaba María de Jesús Caldera a su hijo José. “No, mamá, usted no se preocupe”, le respondía él…93

A pesar que se sabía a voces que los movimientos estaban en pie y que José era visto como un prototipo a la lucha de esta guerra que tanto anhelaron mucho de los universitarios, todo quedó en la desaparición, ahora, a aventura de estas familias recaía en la fe, ya que en cualquier momento el olvido y la 91

AGN, 79/04/26 IPS Caja 2269 Folio 0008877. Periódico El Noroeste, Sinaloa, sábado 17 de junio de 2006. 93 Íbid. 92

93


recuperación de sus memorias estarían en proceso de recuperación, al ver entrar a ese ser que tanto anhelan rescatar; es claro que la ilusión enmarca un proceso cruel a la comunidad sinaloense, un shock de tristeza y de impotencia al no poder enfrentarse ante aquellas autoridades políticas, así mismo lo hacía saber la señora chuyita en su entrevista: Aquella frase “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, que enmarcó el objetivo del movimiento, terminaría marcando en Sinaloa y el país a toda una generación de hombres y mujeres, en la lucha por el respeto a los derechos humanos. Presidentes y gobernadores, insensibles a su lucha, vieron desfilar por tres décadas a un grupo de mujeres, que jamás abandonarían su ideal, a pesar del paso de los años, de los surcos que fueron agigantándose en sus rostros y de las negras cabelleras que cambiaron de color. Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, nada hicieron por ayudarlas. Oídos sordos también, los de los gobernadores Antonio Toledo Corro, Francisco Labastida Ochoa, Renato Vega Alvarado, Juan Sigfrido Millán94.

Ese grito de lucha, coraje, fuerza e impotencia, hacían ver a las familias que sus diferentes estrategias para ser tomadas en cuentas por sus reclamos estaban quedando en vano. Ahora la solución serían más radicales, padres de familia en conjunto con algunas personas involucradas en los movimientos, darían como resultado el realizar “Huelgas de Hambre”, para saber si aquellas personas podían tener un poco de sentido humano.

94

Íbid.

94


4.3.5. Huelga de hambre de las madres como parte de su lucha Se estuvieron repartiendo 2 volantes en las calles de la Ciudad de Mazatlán el primero hace referencia a la lucha de la Unión de Padres de Hijos Desparecidos informando que el gobierno hasta el momento ha dado falsas esperanzas de que van a encontrar a sus hijos e invitan a la gente a una marcha por la amnistía general y la presentación de los desparecidos una realidad. El otro volante hace referencia de que se cumplió un año de la huelga de hambre que realizaron las madres de hijos desaparecidos y que en aquel entonces el Gobierno prometió dar una respuesta sobre los terribles problemas de la violación de los derechos humanos por lo que hacen un llamado a todo el pueblo para que participen en el Foro Abierto Contra la Represión, la Tortura y Contra la Violación a los Derechos Humanos95. La memoria es un campo de lucha, de reproducción o resistencia a la hegemonía. Recuperar las experiencias de vida de las ex combatientes permite valorarlas y conocer una parte del pasado que ha sido relegada de la historia oficial, además rompe estereotipos formados alrededor de ellas, por ser mujeres, indígenas y haber sido guerrilleras96.

95

AGN, 79/08/26 IPS Caja 1901-B Folio 0007988-0007990. Rosalinda Hernández Alarcón… [et al.], Memorias Rebeldes contra el olvido, Guatemala, Magna Terra Editores S.A., 2008, p.24.

96

95


CONCLUSIÓN El interés que conservo, respecto de estudiar el tema con un conocimiento historiográfico, es precisamente para evadir la subjetividad y el desdén con que se ha abordado este sector (en la mayoría de los casos apenas hacen una vaga referencia), pero que tuvo y ha tenido una participación directa en la llamada “Guerra Sucia”. Replantear esta parte histórica que no es, como se tiende a pensar debido al discurso oficial, un hecho aislado que no tuvo participación ni repercusiones, sino que constituye una fase medular encima de las afirmaciones y discusiones que el tema ha generado. No se puede analizar históricamente este fenómeno, sin incluir todos los elementos que lo componen. Lo que me importa mostrar es, por un lado, que no podemos dejar fuera la oralidad como un elemento discursivo inerte y, por otro, que existe un discurso que manipula cambia u omite a actantes que tienen su lugar en este hecho (su intervención y sus posibilidades de desplazamiento), su función (y su evolución funcional). La inserción de la vida y testimonios orales de la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos en Sinaloa no disocia subjetivamente la investigación histórica; sino que constituye un espacio de posición en este fenómeno. La exploración y seguimiento de la madres con hijos desaparecidos durante la “Guerra Sucia” es un análisis fidedigno, pero que se relegado en el discurso oficial. Mi objetivo tampoco fue mostrar lo que se había dicho de ellas y a pesar de ellas; o lo no dicho que cubren, el burbujeo de pensamientos, de imágenes o de fantasmas que las habitan, sino exponer de qué modo existen, su intervención y pertenencia. La Liga Comunista 23 de Septiembre tiene su génesis –al menos en el caso de Sinaloa– en las aulas universitarias y tecnológicas, por esta razón dediqué el primer capítulo al recuento histórico de los movimientos estudiantiles mundiales y nacionales. En el segundo me enfoqué en las circunstancias contextuales e ideológicas que moldeó la identidad de la lucha estudiantil en Sinaloa. El tercer capítulo

96


trabajé de lo general a lo particular para abordar el tema de los movimientos armados para contextualizar el movimiento que nos ocupa. En el cuarto capítulo planteo la problemática de la Unión de Madres con Hijos Desaparecidos de Sinaloa como parte de las consecuencias de las represiones y desapariciones políticas cometidas por el Estado, y necesidad de rescatar su participación histórica en el movimiento, ya que de otra manera el análisis historiográfico de este acontecimiento y sus efectos, carece de consistencia. Mi objetivo fue abrir la posibilidad de replantear, con elementos sistemáticos y verídicos, el fenómeno del movimiento armado de la Liga Comunista 23 de Septiembre, algunos de sus matices y de las direcciones que tomó. Este trabajo focaliza la participación de las madres de los desaparecidos, su origen, desarrollo y participación. Considero que esta investigación subalterna justifica la necesidad de estudiar el tema de la “Guerra Sucia” con un postulado a priori que, por un lado, rescata del olvido esta fase del movimiento con los elementos y recursos necesarios para ampliar su análisis y, por otro, proporcionar el lugar histórico que las madres tuvieron en su lucha. Esto último no lo menciono como recurso que se escuda en lo subjetivo, sino a las acciones que ellas ejercieron como parte de una continuidad de la lucha armada y sus efectos. La integración de estos testimonios de vida de las madres de los desaparecidos políticos en el recorrido minucioso de la investigación, ayudará al registro fidedigno de las múltiples posiciones que el discurso histórico requiere para asentar su producción de verdad.

97


FUENTES ARCHIVOS Y FONDOS DOCUMENTADOS Archivo General de la Nación (AGN), ubicado en la ciudad de México. Biblioteca Facultad de Historia de la UAS Biblioteca Central de la UAS HEMEROGRAFÍA Periódico El Noroeste Periódico Rio Doce Periódico El Debate REVISTAS Revista Proceso Revista Bajo Palabra ENTREVISTAS Sr. Jesús Benítez Estrada Sra. María de Jesús Caldera de Barrón Sra. Catalina Castro de García Sr. Juan Antonio Flores Sra. Rita Gaytán de López

98


BIBLIOGRAFÍA Agee, Philip, Inside the Company: CIA diary, London, Penguin Books, 1975. Aguayo Quezada, Sergio, 1968, Los archivos de la violencia, México, Grijalbo, 1988. _____________________, La Charola, México, Grijalbo, 2001. Aguilar, Ma. De la Luz (comp.) Memoria del Primer Encuentro Nacional de Mujeres Ex Guerrilleras, México, s/e, 2007. Burgos, Rubén, Movimientos sociales en el Noroeste de México, México, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, UAS, 1985. Beraud Lozano, José Luis, Los movimientos sociales en la conformación territorial, México, UAS, 1995. Castellanos, Laura, México armado, México, Era, 2007. Cilia Olmos, David, El asalto al cuartel Madera, testimonio de un sobreviviente, México, Yaxkin, 2002. _______________, La redada del 4 de abril, México, Claves Latinoamericanas, 1992. Cockcrof, James, La esperanza de México, México, Siglo XXI, 2001. De Dios Corona, Sergio René, La historia que no pudieron borrar, La guerra sucia en Jalisco, 1970-1985, México, Editorial La Casa del Mago, 2004. Dube, Saurabh, Sujetos subalternos: capítulos de una historia antropológica, México, El Colegio de México, 2001. Esler, Anthony, Bombas, Barbas y Barricadas, 150 Años de rebelión estudiantil, México, Extemporáneos, 1973.

99


Gallegos, Nájera, José, La guerrilla en Guerrero, México, Testimonio, 2007. Godoy Urrutia, César, Vida de un agitador, México, UAS, 1982. Gorimi, Ulises, La rebelión de las Madres, Historia de las Madres de la Plaza de Mayo, Argentina, Norma, 2006. Glockner, Fritz, Memoria roja, México, Ediciones B, 2008. ____________, Cementerio de papel, Barcelona, Ediciones B, 2004. Hernández Alarcón, Rosalinda… [et al.], Memorias Rebeldes contra el olvido, Guatemala, Magna Terra Editores S.A., 2008. Hirales, Gustavo, Memoria de la guerra de los justos, México, Cal y Arena, 1996. Hodges Donald y Guillén Abraham, Revaloración de la guerrilla urbana, México, Ediciones El Caballito, 1977. Ibarra, Pedro y Benjamín Tejerían, Los movimientos sociales, transformaciones políticas y cambio cultural, Valladolid, Trotta, 1998. Ibarra, Chávez, Héctor Ángel (Comp.), La Guerrilla de los 70s y la transición a la democracia, México, Ce-Acatl, 2006. ______________________________, Historias de barro y otros cuentos de la guerra en El Salvador, México, Publicaciones Expediente Abierto, 2003. Jauretche, Ernesto, Violencia y política en los 70, No dejes que te la cuenten, Argentina, Ediciones del Pensamiento Nacional, 1997. Libro de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, Crónica por la Libertad, México, CDDHS, 2000. López Zavala, Rodrigo, Utopía y Universidad, México. UAS, 1995. Loza Ochoa, Óscar, Tiempo de espera, México, UAS, 1986.

100


Lugo Hernández, Raúl Florencio, Del cuartel a Lecumberri, México, Edición particular, 2005. Medina Viedas, Jorge, La universidad amenazada, México, UAS, 1982. Michel Jacobo, Jesús, Mi testimonio, México, Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, 1993. Monsiváis, Carlos, EL 68. La tradición de la resistencia, México, Era, 2008. Montemayor, Carlos, Las armas del alba, México, Joaquín Mortiz, 2003. ________________, Los informes secretos, México, Planeta, 1999. ________________, Guerra en el paraíso, Barcelona, Seix Barral, 1997. Moore, Barrington, La injusticia. Bases Sociales de la obediencia y la rebelión, México, UNAM, 1996. Oikión Verónica y Marta Eugenia García, (Comp.), Movimientos armados en México, México, Siglo XX, El Colegio de Michoacán y CIESAS, 2006. Ortíz García, José M., Angola: un abril como Girón, México, UAS, 1980. Poniatowska, Elena, Fuerte es el silencio, México, Era, 1991. Portentiero, Juan Carlos, Estudiantes y política en América Latina, México, Siglo XXI, 1978. Posadas Segura, Florencio, Movimientos Sociales de los Trabajadores Agrícolas Asalariados en el noroeste de México, 1970-1995, México, UAS, 2005. Ramírez Saiz, Juan Manuel, Los caminos de la acción colectiva, México, El Colegio de Jalisco/INAH, 1994.

101


Ramos Zavala, Raúl y Gámiz García, Arturo, El tiempo que nos tocó vivir, México, Edit. Huasipungo, 2003. Ramos Zavala, Raúl y Arturo Gámiz García, El tiempo que nos tocó vivir y otros documentos de la guerrilla en México, México, Editorial Huasipungo, 2003. Rodríguez Munguía, Jacinto, La otra guerra secreta. Los archivos prohibidos de la prensa y el poder, México, Debate, 2007. Scott, James C. Los dominados y el arte de la resistencia, México, Era, 2004. Salas Obregón, Ignacio, Cuestiones fundamentales del movimiento revolucionario, México, Editorial Huasipungo, 2003. Sherer García Julio y Carlos Monsiváis, Los Patriotas, de Tlatelolco a la guerra sucia, México, Aguilar, 2004. ________________________________, Parte de Guerra, México, Aguilar, 1999. Smith, Tomás, La pobreza del poder, México, Centro de Derechos Humanos, Yaxkin, 2002. Terán Olguín, Liberato, Nueva universidad, México, UAS, 1984. Thompson, E. P., La formación de la clase obrera en Inglaterra, 1780-1832. La presencia de la clase obrera, México, Edit. Laia, 1977. Tirado López, Víctor, La Revolución Popular, México, UAS, 1987. Torres, Jorge, Nazar, la historia secreta. El hombre detrás de la guerra sucia, México, Debate, 2008. Zermeño, Sergio, El movimiento estudiantil del 68, México, Siglo XXI, 1991.

102


TESIS Sánchez Parra, Sergio Arturo, La guerrilla y la lucha social en Sinaloa: 1972-1974, Culiacán, Tesis de Maestría en Historial, Facultad de Historia de la UAS, 2000. _______________________, El movimiento estudiantil universitario 1966-1974, Culiacán, Tesis de Licenciatura en Historia, Facultad de Historia de la UAS, 1994.

INTERNET Véase, http:campusmilenio.com.mx., TERAN Olguín, Liberato, “El movimiento universitario de la UAS: una utopía interrumpida”, México, en Suplemento Universitario Campus Milenio, Núm. 231, julio del 2007,

103


ANEXOS Relación de personas desaparecidas en Sinaloa en los años setentas: Nombre

Edad

Profesión

Desaparición

1- Lourdes Martínez Huerta

20

Prof. Escuela de enfermería.

2- José Guadalupe Sicairos Angulo

29

Administrador de restaurante. 13/03/1976

3- Héctor David Sandoval

23

Estudiante de Agronomía UAS 18/05/1976

4- José Barrón Caldera

23

Prof. Prepa. Central UAS

5- Miguel Ángel Valenzuela Rojo

20

Estudiante de Agronomía UAS 17/06/1976

6- Ignacio Herrera Sánchez

23

Estudiante de Agronomía UAS 01/07/1976

7- Juan de Dios Herrera Sánchez

18

Estudiante Prepa. Central UAS 01/07/1976

8- Cristina Rocha Manzanares

23

Ama de casa

9- Henry López Gaytán

18

Estudiante de Economía UAS 15/07/1976

10- Manuel Rojas Gaxiola

18

Estudiante de Economía UAS 15/07/1976

11- Leonardo Salazar Aguiluz

52

Campesino

30/12/1976

12- Héctor Arnoldo León Díaz.

16

Estudiante de secundaria

25/04/1977

13- Jorge Guillermo Elenes Valenzuela

17

Estudiante de secundaria

26/04/1977

14- Felipe Estrada Martínez

38

¿’/06/ 1974

10/06/1976

01/07/1976

Policía Judicial del Estado

29/04/1977 15- Víctor Manuel Arvallo Martínez

34

Empleado JAPAC

29/04/1977

16- Jesús Adrian Mercado

45

Policía Judicial del Estado

20/04/1977

17- Ramón García Rivera

28

Policía Judicial del Estado

01/05/1977

18- Jesús C. Martínez Meza

32

Seguridad del Gobernador

01/05/1977

19- Isidro Villalba Guerrero

28

Seguridad del Gobernador

01/05/1977

20- Esteban López Espinoza

22

Empleado

01/05/1977

21- Felipe Ángel Milán García

20

Estudiante de Idiomas UAS

23/07/1977

22- Ángel Manuel Herrera Álvarez

19

Estudiante del ITRC

29/07/1977

104


23- José Guadalupe Salas García

21

Estudiante

30/07/1977

24- Francisco Javier Manríquez Pérez

18

Empleado

19/08/1977

25- José Manuel Alapízco Lizárraga

21

Prof. Prepa Flores M. UAS

19/08/1977

26- Juan Germán Flores Carrasco

17

Estudiante Prepa Central UAS 19/08/1977

27- Juan de Dios Carbajal Pérez

23

Empleado

20/08/1977

28- Carlos Alemán Velázquez

18

Estudiante ITRC

29/08/1977

29- Luis García Castro

17

Estudiante ITRC

29/08/1977

30- Gilberto Arroyo López

17

Estudiante

21/09/1977

31- Joel Orlando Miguel Anaya

20

Estudiante

21/09/1977

32- Edmundo Hernández Borrego

20

Estudiante

21/09/1977

33- Cosme López Barrón

34

Empleado

05/11/1977

34- Alejo Samaniego Sámano

42

Policía Judicial del Estado

17/11/1977

35- Saúl Salas García

19

Estudiante

19/12/1977

36- Rigoberto Rodríguez Rivera

17

Fabricante de ladrillos

05/01/1978

37- José C. Aispuro Amézquita

33

Fabricante de ladrillos

05/01/1978

38- Óscar César Gaxiola Murillo

25

Estudiante Univ. De Michoacán 15/02/1978

39- Héctor Manuel Ávila Angulo

--

----------

09/03/1978

40- Vidal Cota Váldez

23

Soldado

24/02/1979

41- Alejandro Díaz Acosta

20

Soldado

24/02/1979

42- Yañez Ruelas Rafael

--

-----------

---------------

105


FOTOS

Fuente: Movimiento realizado en la ciudad de México. Revista Proceso.

Fuente: Manifestación en la Ciudad de México encabezada por Rosario Ibarra, en Revista Proceso.

106


Fuente: Rosario Ibarra en la marcha del comité pro defensa de presos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos, en Revista Proceso, 26 de julio de 1978.

Fuente: Rosario Ibarra en la marcha del comité pro defensa de presos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos, en Revista Proceso, 26 de julio de 1978.

107


Manifestación por los 10 años de la masacre de Tlatelolco. Rosario Ibarra de Piedra, Valentín Campa Eduardo Valle. 2 de octubre de 1978

Fuente: Rosario Ibarra de Piedra, manifestación por los presos políticos desaparecidos, en Revista Proceso, 12 de noviembre de 1977.

108


Doña Martha

Doña Consuelo

109


Doña Chuyita+ y Doña Cata

110


Doña Margarita y Doña María

Evento de madres con hijos desaparecidos en el año 2000, en la Casa de la Cultura de la UAS, Culiacán, Sin.

111


Sr. Manuel Alapizco+

112


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.