Aprender y enseñar democracia: ¿qué? ¿por qué? ¿para qué?
objetivos Los objetivos de esta parte del curso son los siguientes:
◊ Que los docentes comprendan que los valores, principios y procedimientos democráticos no se limitan al ámbito de la actividad política, sino que deben permear todas las actividades y todos los ámbitos de acción, particularmente el aula y la escuela ◊ Que los docentes se comprometan en un esfuerzo para la generación de actitudes y conductas expresados en procesos democráticos en el aula ◊ Que los docentes se comprometan con el desafío de construir ciudadanía ◊ Que los docentes conozcan las instituciones básicas que sustentan la democracia, como forma de organización social y de gobierno ◊ Que los docentes conozcan los lineamientos generales de la organización y funcionamiento de la Organización de Estados Americanos (OEA), así como las herramientas desarrolladas para la defensa y promoción de la democracia y los derechos humanos ◊ Que los docentes conozcan y se familiaricen con la Carta Democrática Interamericana (CDI), como instrumento de síntesis de los principios y valores democráticos y la relacionen con otros tratados y convenios internacionales – especialmente la Declaración de los Derechos del Niño- y con las Constituciones de sus respectivos países.
contenidos Cultura política, valores y fortalecimiento de la democracia a) La democracia requiere demócratas b) La democracia como forma de gobierno c) La democracia como forma de vida. Los valores democráticos d) La construcción de ciudadanía y la educación
La Carta Democrática Interamericana a) La OEA y el sistema interamericano de protección de derechos humanos. b) La Carta Democrática Interamericna. Mecanismos de actuación c) Los valores democráticos en la Carta Democrática Interamericana
Elementos esenciales de la democracia en la Carta Democrática Interamericana (CDI) I. Breve introducción sobre la democracia II. Elementos esenciales de la democracia a) Igualdad b) Participación efectiva c) Ciudadanía inclusiva d) Elecciones libres, periódicas y justas e) Libertad de expresión y de información f ) Autonomía de las asociaciones
Los derechos y deberes a) Derechos vinculados a la participación política democrática b) Derechos vinculados al desarrollo personal y social c) Los llamados derechos de nueva generación d) Las obligaciones democráticas
Los desafíos actuales de la democracia y la Carta Democrática Interamericana (CDI) a) Pobreza y analfabetismo b) Discriminación. Integración c) Desarrollo y medio ambiente d) Nuevas brechas sociales y culturales e) La crisis de la representación
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CULTURA POLÍTICA, VALORES Y FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA
a. La democracia requiere demócratas La construcción de una auténtica democracia requiere de la participación y el compromiso de todos los miembros de una comunidad. Para que la democracia sea algo más que celebrar elecciones de tiempo en tiempo; para que la democracia sea algo más que un conjunto de normas y leyes; para que la democracia sea algo más que las instituciones políticas; para que la democracia se transforme en un estilo de vida de la sociedad es indispensable un proceso colectivo de consenso sobre valores comunes que deben servir de fundamento y orientación a la vida de la sociedad. La democracia es cuestión de todos los miembros de la sociedad, en todos los momentos y ámbitos. El estilo de vida democrático debe estar presente en todas las actividades de la sociedad. La democracia no es asunto exclusivo de políticos y funcionarios.
La democracia se consolida y fortalece sólo si se nutre de la participación amplia de los ciudadanos. Sin una población consciente de la importancia de la democracia para la vida y el destino de cada persona, la democracia se debilita y está expuesta a crisis, rupturas y experimentos autoritarios. La democracia requiere de personas que no sólo se digan democráticas, sino que se comporten respetando los valores del modelo democrático (justicia, paz, libertad, respeto, solidaridad, tolerancia, entre otros). Cuando se comparte un conjunto de principios, y se los considera valiosos, la conducta debe ajustarse a esos principios y valores en todos los ámbitos de actuación de la persona y para con todos sus semejantes. Valores democráticos esenciales como la tolerancia, el respecto por el otro y sus derechos, la defensa de la libertad propia y ajena, el respeto por las reglas de juego, la no discriminación, la solución pacífica de los conflictos y el ejercicio no arbitrario de la propia autoridad deben estar presentes en la familia, en la escuela, en todas las instituciones y reparticiones públicas –tanto las instituciones políticas, como en el resto de los organismos del Estado-. Sólo en el ámbito de una sociedad con un fuerte compromiso real con estos valores en su vida cotidiana, podrán consolidarse las instituciones políticas de la democracia. En este aspecto hay que reflexionar sobre una cuestión que habitualmente se pierde de vista. Las sociedades reclaman políticos y funcionarios honestos, transparentes, respetuosos de los derechos y libertades y cumplidores de sus deberes. Ahora bien, los políticos y funcionarios no son habitantes de otro planeta que aparecen de repente en la Tierra. Los dirigentes de hoy fueron nuestros alumnos, nuestros compañeros, nuestros vecinos; los políticos, funcionarios y dirigentes sociales en general son producto de la sociedad en que viven; ni mejores ni peores. La democracia no se improvisa de un momento a otro, se construye a través de un aprendizaje colectivo basado en el compromiso y el ejemplo, desde la infancia. Si nuestros hijos comprenden que sus compañeros de escuela son iguales y tienen el mismo valor y derecho como personas, si ven a sus maestros y mayores dar ejemplo de una conducta coincidente con esos valores, es razonable esperar que se comporten con tolerancia y respeto y que no discriminen al que tiene la piel de otro color, o es pobre, o tiene alguna discapacidad o habla otro idioma. Si construimos en conjunto estos valores desde la infancia, tendremos en el futuro dirigentes que actúen de acuerdo a estos principios. Así como no se puede formar una buena orquesta sin buenos músicos, ni un buen equipo de fútbol sin buenos futbolistas, tampoco se puede construir una democracia sin demócratas. Ahora bien, ser verdaderos demócratas exige compromiso y participación. Nuestros países se han organizado como Repúblicas. Esto quiere decir que el soberano, el titular primero del poder, no es un rey, sino el conjunto del pueblo y que es éste el que tiene que decidir el destino común y preocuparse y participar de lo público. La palabra democracia quiere decir etimológicamente gobierno del pueblo (del griego, kratos = poder/gobierno y demos = pueblo). Parece sencillo, entonces, decir que la democracia es una forma de organización política en que el pueblo es el que gobierna y lo hace en búsqueda del bienestar general. Ser pueblo implica para los miembros de
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una sociedad, ser personas activas, responsables, partícipes y comprometidas con las decisiones colectivas. La democracia no se edifica y ni se sostiene con desinterés, ignorancia, falta de compromiso y desapego. Tampoco es un regalo que nos dan otros. Como reconoce la Carta Democrática Interamericana, la democracia es un derecho que tenemos “los pueblos de América”, pero que debemos cuidar y proteger ya que la pérdida de la democracia afecta todos y cada uno de los aspectos de nuestras vidas y de nuestro futuro. En el marco de la dictadura, el autoritarismo, la violencia, la arbitrariedad, la anarquía y el caos no hay ni derechos, ni libertades, ni garantías. Los pueblos de América son los protagonistas y actores principales del proceso democrático a quienes la Carta Democrática Interamericana reconoce como titulares del derecho a vivir en democracia. Al mismo tiempo, los pueblos tienen la obligación de promover y defender la democracia, porque la democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de las sociedades.
b. La democracia como forma de gobierno La democracia es una forma de gobierno, es decir un determinado modo de organizar el ejercicio del poder político. Como forma de organización del gobierno, la democracia presenta, entre otras, las siguientes características: 1) División de poderes, que consiste en distribuir el poder político en varios órganos (tradicionalmente el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial) para evitar la concentración del poder. En este esquema, cada órgano puede tomar algunas decisiones independientemente y, en otros casos, comparte la decisión con otros organismos. La separación e independencia de los poderes públicos permite el balance de la autoridad y el control recíproco. La división de poderes es una garantía para la libertad de los ciudadanos. 2) Estado de Derecho, que significa que existe un orden de legalidad basado en la Constitución; que las demás leyes y normas deben respetar la Constitución; que el gobierno y todas las personas deben ajustar su conducta a las leyes, y que los ciudadanos gozan de herramientas para hacer efectivos sus derechos. 3) Transparencia y probidad en el ejercicio del gobierno, que exige la publicidad de los actos de gobierno y el reconocimiento del derecho al acceso a la información por parte de los ciudadanos, es decir la posibilidad de los ciudadanos de solicitar información al Estado y obtener una respuesta. Los medios de comunicación tienen una responsabilidad muy importante como canales para facilitar a la sociedad el conocimiento de los actos de gobierno. La transparencia es una herramienta muy importante en la lucha contra la corrupción y el fraude; un gobierno transparente es un gobierno íntegro, es decir honesto, ético y responsable. 4) Responsabilidad de los gobernantes, que implica que los funcionarios deben rendir cuentas de sus acciones y si no se comportan de acuerdo a sus obligaciones constitucionales y legales pueden ser removidos de su cargo, conforme lo establezcan las leyes.
La Carta Democrática Interamericana reconoce la importancia de estos principios como básicos para la organización de los gobiernos en las democracias representativas. En función de la larga historia de rupturas democráticas a través de golpes militares, sobre todo en países de América Latina, la Carta Democrática Interamericana resalta además el principio de “subordinación de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida”.
c. La democracia como forma de vida. Los valores democráticos La democracia además de ser una forma de gobierno es una forma de vida, una manera de relacionarse en sociedad y en este sentido debe reflejarse en el trato con todas las personas y en todos los ámbitos y situaciones. Los principios en los que se basa ese modo de vida democrático son el producto de la evolución y la historia de la humanidad. Las particulares circunstancias de cada país, en cada momento pueden hacer que se dé más importancia a uno que otro, pero siempre deben respetarse para vivir en democracia. Esos principios recogidos en numerosos tratados y convenciones internacionales, incluyen entre otros: ◊ Respeto a los derechos y libertades ◊ Responsabilidad en el ejercicio de los propios derechos ◊ Igualdad ◊ Tolerancia ◊ Solidaridad ◊ Honradez ◊ Respeto a la palabra empeñada ◊ Respeto a la ley y a las reglas de juego ◊ Solución pacífica de las diferencias Como es evidente estos principios se pueden aplicar en los distintos ámbitos de acción: en la familia, el vecindario, el club, la escuela, los consejos vecinales y locales, el hospital, la empresa, el negocio, la oficina, los medios de comunicación, etc.; y en el trato con todas las personas: entre los jóvenes y los adultos, entre hombres y mujeres, entre los representantes y los representados, entre ricos y pobres, entre maestros y alumnos, entre autoridades y empleados, entre socios, entre compañeros, entre vecinos, etc. Habitualmente cuando se habla de democracia se pone el acento en las libertades, las facultades, las prerrogativas y los derechos. Sin embargo, la democracia también implica compromisos y deberes, que se sintetizan en el respeto a las libertades y derechos de los demás y el respeto a las reglas de juego, e incluyen -como afirma la Carta Democrática Interamericana- el deber de promover y defender la propia democracia .
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Significado de la democracia Fuente: Latinobarómetro 2002 www.latinobarometro.com ESTADO DE DERECHO PAZ Y UNIDAD GOBIERNO DEL PUEBLO DERECHO A VOTO IGUALDAD Y JUSTICIA LIBERTAD
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PARA APRENDER HACIENDO Actividad para el Docente 1. Reflexiona sobre las siguientes cuestiones: a. ¿Qué es para ti la democracia? b. ¿Hubieras contestado lo mismo hace 10 años? Si estimas que no, ¿qué hubieras contestado entonces? ¿A qué se debe el cambio de idea? 2. Haz una encuesta entre tus compañeros de labor, o la gente con la que tengas contacto en otros ámbitos, preguntándoles qué es para ellos la democracia y dándoles como opción las que figuran en el gráfico. 3. Analiza las respuestas (puede hacerse en forma individual o en el grupo en el que se ha hecho la consulta).
A juzgar por lo que revelan algunas encuestas, los latinoamericanos privilegiamos los contenidos de la democracia que tienen que ver con los derechos y no le asignamos mucha relevancia a las obligaciones y responsabilidades. El siguiente cuadro muestra el resultado de la encuesta Latinobarómetro 2002, sobre cuál era el significado que la población atribuye a la democracia. Particularmente llamativo es que sólo el 5% responde que el respeto a las minorías es consustancial a la democracia, cuando precisamente ese respeto es la manifestación de valores básicos de la democracia como la igualdad, la tolerancia y el respeto a la diversidad. La Carta Democrática Interamericana reconoce la importancia del fortalecimiento de la cultura democrática y prevé mecanismos para promover los principios y prácticas democráticas y fortalecer el estilo de vida democrático, fundado en el respeto a la libertad y el desarrollo económico, social y cultural de los pueblos.
d) La construcción de ciudadanía y la educación Desarrollar las capacidades y habilidades para comportarse en la vida de acuerdo a los parámetros señalados en el punto anterior es una tarea de construcción de la
personalidad que empieza en la infancia y se debe renovar día a día. No se satisface con un curso en alguna etapa de la educación formal, sino que debe abarcar todas las etapas de formación y reflejarse en el ámbito escolar como comunidad.
La educación para la democracia es la única forma de crear las condiciones para que mejoremos la calidad de nuestras instituciones, aumentemos la confianza de la ciudadanía en esas instituciones y en la dirigencia, construyamos una sociedad más democrática y reconstruyamos el tejido valorativo que le da sustento. Así lo reconoce la Carta Democrática Interamericana al afirmar que la educación de la niñez y la juventud son una forma de asegurar la permanencia de los valores democráticos, la libertad y la justicia social. El problema es cómo “enseñar” los valores democráticos que dan forma a un estilo de vida. Evidentemente no se trata de la mera transmisión de informaciones y teorías. La complejidad de la tarea requiere, además, la generación de actitudes, habilidades y conductas y la creación de una conciencia sobre la trascendencia de estos temas y sus consecuencias concretas en la vida diaria. El ejemplo es fundamental en este proceso de formación. La educación para la democracia debe tender no sólo a brindar conocimientos sobre la organización institucional, los derechos y obligaciones de los ciudadanos y sobre los temas y problemas de cada sociedad; la educación debe también promover disposiciones o hábitos democráticos y las habilidades que permitan al ciudadano activo participar efectivamente en el proceso político. Entre esas capacidades nos referimos a:
◊ la capacidad para buscar información y discernir la relevancia de la misma
◊ la capacidad de reflexión crítica sobre la información recibida
◊ la capacidad de argumentar y desarrollar el propio punto de visa
◊ la capacidad para expresarse inteligiblemente, en forma oral y escrita
Entre los hábitos democráticos nos parecen fundamentales:
◊ el hábito de dialogar y escuchar con respeto los puntos de vista ajenos
◊ el hábito de la reflexión
◊ el hábito de la tolerancia
◊ el hábito del análisis crítico
◊ el hábito de la participación activa y responsable
◊ el hábito del respeto a las reglas
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LA CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA
◊ el hábito de aceptar los resultados legítimos, a pesar de que no nos gusten o no nos favorezcan
◊ el hábito del cumplir los deberes y obligaciones
◊ el hábito de aceptar las consecuencias de nuestros actos
◊ el hábito de solucionar pacíficamente las diferencias
PARA SABER MÁS Siguiendo este link puedes encontrar información sobre los países que integran la OEA y cuándo se incorporaron http://w w w.oas.org/main/main.asp?sLang=S&sLink=../../documents/spa/ memberstates.asp
◊ el hábito de ser solidario
La Carta Democrática Interamericana es uno de los instrumentos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos que constituye la columna vertebral de la normativa de la Organización de Estados Americanos (OEA) en materia de derechos humanos y valores democráticos.
a. La OEA y el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos La Organización de Estados Americanos (OEA) fue creada en 1948, a través del la Carta firmada en Bogotá. Desde entonces la Carta fue modificada en 4 ocasiones (1967,1985, 1992 y 1993). Los Estados miembros establecen políticas y objetivos por medio de la Asamblea General, que convoca a los ministros de relaciones exteriores de las Américas a un período ordinario de sesiones que se celebra todos los años. El Consejo Permanente, conformado por embajadores nombrados por los Estados miembros, se reúne periódicamente en
la sede de la OEA en Washington para ofrecer lineamientos sobre políticas y acciones vigentes. La presidencia del Consejo Permanente rota cada tres meses, siguiendo el orden alfabético de los países. Cada Estado miembro tiene un voto, y en la mayoría de casos, las decisiones se toman por consenso. La Secretaría General de la OEA pone en práctica los programas y políticas establecidas por los organismos políticos. A la cabeza de la Secretaría se encuentran el Secretario General y el Secretario General Adjunto, que son elegidos por los Estados miembros y cumplen un mandato de cinco años. http://www.oas.org Particularmente importante en la OEA es el denominado Sistema Interamericano de Derechos Humanos que incluye:
a) El conjunto de normas y tratados sobre protección de los derechos humanos, y b) El conjunto de órganos encargados de la aplicación de esas reglas y la defensa de los derechos y garantías por ellas consagrados.
El conjunto de normas que integra el Sistema Interamericano constituye un completo cuadro de reconocimiento y protección de los derechos humanos, entendidos como aquellas facultades y prerrogativas que corresponden a todas las personas sin discriminación alguna motivada por razones raciales, religiosas, políticas o de género. La expresión “derechos humanos” refiere a los derechos fundamentales de la persona humana y comprende, como veremos en detalle más adelante, diversas clases de derechos reconocidos a las personas y los grupos en función de sus diferentes roles en la sociedad. Los derechos humanos incluyen: a) Los derechos civiles, reconocidos a todas las personas (derecho a la intimidad, al nombre, libertad de culto y de expresión). b) Los derechos políticos, reconocidos a las personas con relación a su participación en los procesos políticos (derecho a votar y ser elegido). c) Los derechos sociales, reconocidos a las personas en función de los diferentes roles sociales que ocupan. Esta categoría incluye los derechos de los trabajadores, los derechos culturales y económicos, los derechos de la maternidad, etc. (derecho a igual remuneración por igual tarea, a condiciones dignas de labor, a acceso a la cultura, a jubilación) d) Los llamados derechos de nueva generación, vinculados con la protección de intereses colectivos; por ejemplo el derecho a un medio ambiente sano o al desarrollo integral, etc. Las principales normas que integran el Sistema Interamericano de Derechos Humanos son:
◊ Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre ◊ Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica)
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◊ Protocolo de San Salvador sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales
◊ Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura
◊ Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas
◊ Convención para Erradicar la Violencia contra la Mujer ◊ Convención para la Eliminación de la Discriminación sobre las Personas con Discapacidad ◊ Carta de la OEA ◊ Carta Democrática Interamericana
En muchos de estos documentos se repite el reconocimiento de algunos derechos humanos básicos (por ejemplo, el derecho a la vida, a la integridad, al nombre, la libertad de expresión, la libertad de culto). Esta reiteración se vincula con circunstancias históricas y políticas que han determinado, en algunos momentos, bien la necesidad de reforzar el compromiso con la defensa de los derechos humanos, bien la necesidad de incorporar algunos derechos llamados de nueva generación ya que surgen como consecuencias del desarrollo de la sociedad. El Sistema Interamericano se integra con un conjunto de órganos destinados a poner en marcha y garantizar la efectiva vigencia de los derechos reconocidos por estos Tratados y Convenciones. Esos organismos son: a) La Corte Interamericana de Derechos Humanos que está compuesta por 7 jueces elegidos a título personal, es decir que no representan Estados, cuya función es la de analizar casos de presunta violación a los derechos consagrados. También puede emitir opiniones consultivas (no sobre un caso concreto) sobre la forma en que deben interpretarse las cláusulas de los tratados. http://www.corteidh.or.cr/
PARA SABER MÁS En http://www.corteidh.or.cr/paises/index.html puedes encontrar los fallos dictados por la Corte Interamerciana de Derechos Humanos, ordenados por país. Haz click en el mapa en el país que te interese y accederás a todas las decisiones de la Corte.
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PARA SABER MÁS La siguiente información de prensa se refiere a un caso tratado por los organismos que integran el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Un caso sobre acceso a la información ante los organismos del Sistema Interamericano de Derechos DEMANDAN AL ESTADO CHILENO ANTE LA CORTE INTERAMERICANA En un caso en que la ADC, junto a otras organizaciones de la sociedad civil de la región participó como co-peticionante, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se manifestó sobre el derecho de los ciudadanos a conocer los documentos y antecedentes en poder del Estado y demandó a Chile por negar acceso a información pública. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) demandó al Estado Chileno ante la Corte Interamericana de San José de Costa Rica por violar el derecho de acceso a la información pública. En este contexto y por primera vez, la Corte Interamericana de Derechos Humanos deberá manifestarse sobre el derecho de los ciudadanos a acceder a información pública. La demanda fue originada por la Fundación Pro Acceso a la Información Pública de Chile ante la Comisión Interamericana, frente a la negativa del Comité de Inversiones Extranjeras (CEI) de brindar información solicitada por una ONG y un diputado, con el fin de conocer los antecedentes que justificaban la aprobación de un proyecto de deforestación conocido como “Río Cóndor” a ser emprendido por la Empresa “Trillium Ltda. El objeto del mencionado pedido fue evaluar los factores comerciales y los efectos ambientales de esa actividad. La acción citada se originó, frente a la negativa del Estado Nacional de proveer la información solicitada, y ante la decisión de la Corte de Apelaciones de declarar inadmisible el recurso presentado por los actores cuestionando tal decisión. El pedido ante la CIDH se fundó en el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que reconoce a toda persona el derecho a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole y que en consecuencia impone a los Estados la obligación de garantizar este derecho. La iniciativa judicial chilena fue apoyada por distintas organizaciones internacionales abocadas a promover el derecho de acceso a la información pública, como la Open Society Justice Initiative (Iniciativa Pro-Justicia del Instituto de la Sociedad Abierta). La decisión de la CIDH de admitir el recurso resulta de gran trascendencia como antecedente para los países de la región que, como la Argentina, aún no cuentan con normativa efectiva de protección de este derecho. En este sentido, la demanda de la CIDH viene a confirmar la necesidad de adecuar la normativa vigente en materia de acceso a la información pública y transparencia a los estándares internacionales. Fuente: Asociación por los Derechos Civiles - Julio 05 - www.adc.org.ar
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b) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuya función es la de promover la observancia y defensa de los derechos humanos en los Estados miembros. Esta Comisión recibe y analiza denuncias individuales de violación de derechos humanos; observa la vigencia de los derechos en los Estados miembros y puede emitir informes sobre la situación de los derechos humanos en un país determinado y hacer recomendaciones sobre la puesta en marcha y garantía de los derechos humanos. http://www.cidh.org/Default.htm
b. La Carta Democrática Interamericana La Carta Democrática Interamericana, aprobada en 2001, es una pieza clave del Sistema Interamericano de Derechos y es la culminación de un largo proceso jalonado por la firma de sucesivos y variados compromisos internacionales y regionales, inspirado por la necesidad de reforzar, en el continente, el compromiso y consenso democrático, basado en la convicción de que sólo en un régimen de gobierno respetuoso de las libertades y derechos de las personas pueden los pueblos alcanzar su desarrollo económico y social. Durante la década del 80 América Latina vivió una ola de retorno a la democracia. Se fue consolidando asimismo la idea de que la democracia era la única vía para el desarrollo compatible con el respeto pleno a la dignidad humana. La historia de crisis políticas, inestabilidad y gobiernos autoritarios que se habían sucedido en la región generó la conciencia de la necesidad de crear herramientas y mecanismos de acción colectiva e internacional para la protección de la democracia.
Los países miembros de la OEA alcanzaron un consenso democrático, es decir una definición compartida sobre los valores y principios que debían orientar a los gobiernos de la región y asumieron un verdadero compromiso en la defensa común de la democracia. Un hito fundamental en este proceso fue la incorporación a la Carta de la OEA de la facultad de la Asamblea General de suspender a un Estado miembro cuyo gobierno democráticamente elegido hubiera sido derrocado por la fuerza. La suspensión podrá aplicarse luego de agotar las vías diplomáticas para el restablecimiento de la democracia. Esta modificación de la Carta de la OEA entró en vigencia en 1997. En 2001 durante la Tercera Cumbre de las Américas en Québec, se aprobó la que se conoce como “cláusula democrática” que establece que cualquier alteración o ruptura institucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del gobierno de ese país en el proceso de Cumbres de las Américas. Este proceso de fortalecimiento y consolidación de la democracia tuvo su culminación con la aprobación de la Carta Democrática Interamericana que estableció que la democracia es un derecho, es decir que las personas en el Continente Americano tenemos una legítima aspiración a vivir en democracia y que los gobiernos tienen el deber de respetar las reglas democráticas. ¿Cuáles son los mecanismos de actuación de la Carta Democrática Interamericana? La Carta Democrática significó un paso adelante en el proceso de organización de una serie de mecanismos de protección efectiva de la democracia. En efecto, si la democracia se ve en riesgo en alguno de los países miembros, el gobierno puede solicitar asistencia a la OEA para fortalecer y preservar las instituciones democráticas. Las acciones que puede poner en marcha la OEA, con acuerdo del gobierno que solicite asistencia, son las siguientes:
a) organizar visitas o misiones para analizar la situación en el país
b) considerar un informe de situación elaborado por el Secretario General c) adoptar, a través del Consejo Permanente, decisiones tendientes a preservar la democracia.
Un mecanismo apto para incentivar a los países y gobiernos del continente a respetar las instituciones democráticas es la aplicación de la norma que dispone que la vigencia de la democracia en un país es requisito para la participación en la OEA, incorporada a la Carta Democrática Interamericana. De acuerdo a esa norma, la ruptura del orden democrático o una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático en un Estado miembro es un obstáculo insuperable para la participación de su gobierno en los órganos de la OEA. Cuando se produce la ruptura del orden constitucional en un país, los otros Estados miembros pueden solicitar la reunión del Consejo Permanente para:
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2. decidir las acciones a adoptar para restablecer la normalidad institucional, a través de la vía diplomática También el Secretario General tiene la autoridad de llevar a consideración del Consejo Permanente situaciones de preocupación en el campo democrático. Si las gestiones fracasan, la Asamblea General podrá suspender el derecho de dicho Estado a participar en la OEA.
c. Los valores democráticos en la Carta Democrática Interamericana La Carta Democrática Interamericana es un ejemplo del proceso de construcción de consensos éticos básicos en las sociedades a fin de edificar las instituciones sobre bases sólidas de acuerdos y compromisos elaborados en conjunto y no impuestos. La idea de democracia que recoge la Carta Democrática Interamericana no se agota en los procedimientos formales, en la identificación entre “democracia” y “elecciones”. La idea de democracia en la Carta Democrática Interamericana es mucho más abarcadora: Se reconoce que la democracia es la única forma de organización política que puede garantizar el equilibrio entre el desarrollo social y el crecimiento económico, en un marco de respeto a la justicia, la libertad, la igualdad y los derechos humanos. ◊ Se reconoce a la democracia como un derecho de las personas. Esto significa que surge inmediatamente una obligación de los gobiernos de organizarse y actuar democráticamente. Surge asimismo la posibilidad de las personas y de los grupos de solicitar a los organismos de la OEA la defensa de la democracia en riesgo y la acción colectiva para restaurar la democracia, en caso de ruptura. ◊ Se reconoce que la consolidación y fortalecimiento de la democracia requiere ciertas condiciones sociales y culturales, lo que implica un compromiso de acción de los Estados con:
•la eliminación de la pobreza, en especial la pobreza crítica •la eliminación del analfabetismo -la protección del medio ambiente y los recursos naturales
◊ Se reconoce que es indispensable construir sociedades democráticas como base de las instituciones políticas. En esta tarea, sin perjuicio del necesario compromiso de todos los actores sociales, la educación cumple un papel central. La educación debe fomentar y estar orientada a la formación de ciudadanos democráticos, respetuosos de los derechos humanos, tolerantes, solidarios, comprometidos y preparados para participar de los procesos de toma de decisión. ◊ Se reconoce que la democracia es algo más que elecciones libres periódicas y justas. La democracia es una forma de organización de la sociedad que se basa en valores, como el respeto a los derechos humanos y la dignidad de la persona, la igualdad, la libertad, la justicia y el Estado de Derecho.
◊ Se reconoce que la consolidación de los procesos democráticos no es una tarea ocasional frente a algún peligro, sino que constituye un compromiso de acción y construcción colectiva permanente y sostenido.
PARA APRENDER HACIENDO Actividad para el Docente/También se puede realizar con alumnos del Secundaria Realiza una lista con los elementos que caracterizan la idea de democracia en la Carta Democrática Interamericana Lee la Carta Democrática y anota en qué artículo o en qué párrafo de los considerandos iniciales hay referencias a cada una de las ideas que señalaste en tu lista ¿Qué otros elementos te parece que se podrían agregar, segùn lo que tu entiendes por democracia? Inclúyelos en tu lista. Revisa la Carta Democrática y fijate si están contemplados. Completa la lista, tal como hiciste en el punto 2.
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ELEMENTOS ESENCIALES DE LA DEMOCRACIA EN LA CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA
I. Breve introducción sobre la democracia El rótulo de democracia ha sido asignado, a lo largo de la historia, a muy diferentes modelos de organización y gobierno. Atenas es considerada la cuna de la democracia; aunque la participación estaba limitada, al igual que en la República Romana, a algunos sectores de la sociedad, con exclusión de las mujeres; la existencia y admisión de la esclavitud es otro aspecto reñido con el moderno concepto de democracia. La democracia directa de los atenienses, en la que los que eran ciudadanos tomaban parte personalmente en el proceso de decisión, sería impracticable hoy. Imaginemos las complicaciones que surgirían en un gobierno en el que todos los ciudadanos de un país tuviéramos que reunirnos en un lugar y momento dado para tomar cada una de las múltiples decisiones que la complejidad del mundo moderno exige. A medida que se constituían los Estados modernos y los territorios de las unidades políticas se ampliaban, y aumentaba el número de personas con derecho a participar, se hizo necesario recurrir a la herramienta de la representación. Surgió así la democracia representativa en la que los ciudadanos elegimos, de tiempo en tiempo, a unos representantes que deciden por nosotros, desde los distintos órganos de gobierno, actuando como nuestros mandatarios. En la democracia representativa el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes. La Carta Democrática Interamericana considera que la democracia representativa es la base del Estado de Derecho y de los regímenes constitucionales de los Estados miembros de la OEA. En la actualidad toma forma un nuevo tipo de organización llamada democracia participativa en la cual los mecanismos de democracia representativa son complementados con formas de democracia semidirecta: consulta popular, plebiscito, referendum, revocatoria de mandato, iniciativa popular y legislación directa. Mediante la utilización de estos mecanismos, el pueblo participa del proceso de decisión junto a los representantes y, en algunos casos, puede actuar con independencia de ellos. La Carta Democrática Interamericana reconoce que la participación permanente y responsable de los ciudadanos refuerza, enriquece y legitima a la democracia representativa, por ello es necesario promover y fomentar diversas formas de participación.
II. Elementos esenciales de la democracia Existen muchos formatos de organización que comparten el rótulo de democracia. Así algunos países tienen Presidentes elegidos por la gente; en otros los ciudadanos sólo eligen a los parlamentarios y éstos eligen a un Primer Ministro; otros países tienen además Monarcas que son jefes de Estado, pero no participan del proceso político de gobierno que está a cargo del Primer Ministro y el Gabinete de Ministros. ¿Qué características comparten estos países para que en todos los casos afirmemos que son democracias? En todos ellos se respetan algunos elementos que se consideran esenciales para la democracia. Veamos cuáles son.
a. Igualdad La idea fundamental en una democracia moderna es que todas las personas deben ser tratadas como iguales ante la ley, es decir que deben tener las mismas oportunidades y los mismos derechos. Todas tienen derecho a participar en la toma de decisiones que afectan el destino colectivo. La democracia es un sistema en el que las personas tienen el mismo derecho a participar y a que sus intereses y necesidades sean escuchados y atendidos. Pero igualdad no significa uniformidad forzada, sino reconocimiento de que las diferencias entre las personas no autorizan un trato discriminatorio. La idea de igualdad en la democracia se refiere a la equipación de oportunidades y derechos. Cuando una determinada sociedad entiende que todas las personas tienen los mismos derechos sin importar cuál es su raza, qué religión profesan, si son varones o mujeres, cuál es su origen étnico, si son ricos o son pobres; si viven en el campo o en la ciudad; cuando esto sucede surge lo que podríamos llamar “lógica de la igualdad”, es decir una forma de pensar y actuar que parte de la idea compartida de la igualdad. La igualdad así entendida implica el respeto a la diversidad que sin duda enriquece a la sociedad. Esta forma de pensar genera el clima propicio para el surgimiento de la democracia. En efecto, si entendemos que todos somos iguales en tanto ciudadanos, no hay motivo para que sólo algunos tengan derecho al poder y otros estén excluidos de la posibilidad de decidir. Sin embargo, aun cuando las leyes consagren la libertad e igualdad de todas las personas, la existencia de desigualdades reales o fácticas entre las personas -en cuanto a su capacidad, educación, influencia, patrimonio, poder, posibilidad de ejercer sus derechosatenta contra la existencia de una democracia real y efectiva originándose una situación de exclusión. El fortalecimiento de la democracia requiere un compromiso con la eliminación de la pobreza y del analfabetismo, así como una actitud alerta para evitar que se generen nuevas brechas sociales.
b. Participación efectiva En democracia, todos los ciudadanos adultos, varones y mujeres, tienen derecho a participar en el gobierno y en la toma de decisiones políticas. Todas las personas deben
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tener oportunidades iguales y efectivas de hacer oír su pensamiento y contribuir a la formación de las decisiones colectivas. La participación efectiva y permanente de los ciudadanos contribuye a enriquecer el proceso de toma de decisiones propio de la democracia representativa. La Carta Democrática Interamericana destaca que la participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad, ya que la democracia se construye con el esfuerzo de todos los ciudadanos que deben comprometerse en la defensa y promoción de la democracia. La participación se pone en marcha a través de una variedad de procedimientos como las elecciones, el derecho de reunión y petición ante las autoridades, la solicitud de acceso a la información pública, la asistencia a las deliberaciones de los órganos parlamentarios, la organización de asociaciones como los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones no gubernamentales, la libertad de publicar las ideas por la prensa sin censura previa, el libre intercambio y debate de ideas, la propuesta de proyectos de ley, etc.
c. Ciudadanía inclusiva En consonancia con la lógica de la igualdad, la democracia debe generar medios para garantizar la inclusión de toda la población adulta en el proceso de toma de decisiones políticas. El sufragio universal es una de las herramientas utilizadas para canalizar y hacer efectiva la participación de la mayoría de la población. El sufragio universal significa que todos los ciudadanos tienen derecho a votar, una vez que han alcanzado la edad que la ley de cada país establece. El sufragio universal no admite límites o restricciones por razones de riqueza o patrimonio, educación, origen familiar, género o religión. Tal como reconoce la Carta Democrática Interamericana, el sufragio universal es una de las bases de la democracia representativa. El sufragio universal es hoy una realidad en los países democráticos. Sin embargo, la universalización del sufragio es el resultado de un largo proceso histórico que partió en la mayoría de los países del reconocimiento del sufragio universal masculino y sólo después incorporó el sufragio universal femenino.
Sufragio Universal Femenino Fuente: Informe sobre Desarrollo Humano –PNUD
Derecho a elegir
Derecho a ser elegidas
SUECIA
1861
1907
NUEVA ZELANDA
1893
1919
1931/49
1931/49
URUGUAY
1932
1932
BRASIL
1934
1934
FRANCIA
1944
1944
ARGENTINA
1947
1947
COLOMBIA
1954
1954
PERÚ
1955
1955
PARAGUAY
1961
1961
SUIZA
1971
1971
CHILE
d. Elecciones libres, periódicas y justas La democracia representativa por esencia necesita de un mecanismo para la elección de los representantes. Para que los representantes sean legítimos es necesario que surjan de elecciones de elecciones libres, periódicas y justas, tal como exige la Carta Democrática Interamericana. ◊ Elecciones libres significa que debe garantizarse al ciudadano que pueda expresar su voluntad sin presiones y sin riesgo de represalias. El voto secreto es un mecanismo creado con este propósito. Cuando había que expresar el voto de viva voz delante de la mesa de votación, votar requería coraje ya que el votante se exponía a reprimendas según cuál fuera el candidato al que apoyaba. En la actualidad los organismos que controlan las elecciones velan porque no se pueda identificar el contenido del voto de cada ciudadano, sea que se emita el voto poniendo una boleta o cartilla en un sobre, sea que se exprese a través de máquinas de votación (voto electrónico). ◊ Elecciones periódicas significa que los mandatos de los representantes tienen un tiempo limitado de duración, sin perjuicio de que puedan ser reelectos. La periodicidad de las elecciones permite a los representados (el pueblo soberano) mantener el control sobre los representantes, valorando su desempeño a través del voto. ◊ Elecciones justas significa que debe eliminarse cualquier posibilidad de fraude o trampa que afecte el proceso electoral y su resultado. El proceso electoral debe ser transparente para garantizar que:
o el valor del voto de los ciudadanos sea igual o nadie vote en lugar de otra persona, ni más de una vez por elección o no se altere el resultado que surja de las urnas.
La Carta Democrática Interamericana establece la obligación de los Estados miembros de organizar sus elecciones respetando estos principios. Asimismo la Carta Democrática ha previsto mecanismos para que la OEA colabore y asesore a los países en la organización de las elecciones y envíe Misiones de Observación de los procesos electorales que evaluarán los procesos y podrán formular recomendaciones.
PARA APRENDER HACIENDO ¿Cómo son las elecciones en tu país? ¿Se respetan las condiciones de libertad, justicia y periodicidad? Reflexiona y conversa con otros ciudadanos sobre la siguiente cuestión: “Los electores que reciben subsidios o planes sociales no son verdaderamente libres para elegir” El artículo que se encuentra en el siguiente link puede servir de disparador de la actividad http://www.analitica.com/va/internacionales/document/5306843.asp
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e. Libertad de expresión y de información Estas dos libertades son esenciales para garantizar la participación efectiva y responsable. La participación responsable que promueve la Carta Democrática Interamericana exige la comprensión ilustrada de los temas, es decir el conocimiento sobre la base de la información adecuada. La libertad de expresión y la libertad de información se complementan ya que la existencia de la primera permite que las personas se informen sobre lo que piensan sus conciudadanos. La población tiene derecho de acceder a información sobre las diversas cuestiones relacionadas con la vida pública y las decisiones colectivas. El derecho a la información supone, entre otras cosas: ◊ La libertad de expresión y de prensa para que todas las personas puedan hacer oír su pensamiento y conocer el de los demás. ◊ La transparencia en el accionar del gobierno y la obligación del mismo de proporcionar información a los ciudadanos. La publicidad de los actos de gobierno es consecuencia directa del carácter representativo de la democracia ya que los representantes tienen que rendir cuenta y mantener informado al soberano, al titular del poder: el pueblo. ◊ La existencia de fuentes alternativas de información que permitan a las personas recibir información de distinto origen y orientación, por lo cual debe evitarse el monopolio de la comunicación. La participación responsable, además de acceso a la información, exige la educación de las personas y el desarrollo de su capacidad crítica para que puedan analizar, ordenar y comprender la información que reciben o pueden recabar.
f. Autonomía de las asociaciones La democracia representativa necesita de canales de participación que faciliten y organicen la participación de gran cantidad de personas en la deliberación y decisión de los asuntos públicos. Los principales canales de participación son los partidos y movimientos políticos, a los que la Carta Democrática Interamericana reconoce carácter prioritario para la democracia. Un sistema plural de partidos facilita la participación y la expresión y representación de las distintas corrientes políticas que existen en la sociedad. Para que pueda existir ese pluralismo que la Carta Democrática Interamericana considera fundamental es necesario garantizar la libertad de asociación y la autonomía de las organizaciones. La autonomía de los partidos, así como de otras asociaciones de personas significa que su creación, organización y funcionamiento es libre, dentro de las reglas que establezca la ley y siempre que respeten los principios democráticos. A pesar de la crisis que sufren los partidos políticos en América Latina, la Carta Democrática Interamericana reconoce que es indispensable fortalecerlos para el buen funcionamiento y la estabilidad de nuestras democracias.
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PARA SABER MÁS El funcionamiento de los partidos y movimientos políticos plantea en la actualidad dos problemas que la Carta Democrática Interamericana destaca: 1. El elevado costo de las campañas electorales, que puede alterar el principio de igualdad en la competencia entre los distintos candidatos, afectando la participación efectiva. 2. El financiamiento de los partidos y en particular de las campañas electorales. La transparencia del origen y destino de los fondos que manejan los partidos y los candidatos es clave para la democracia. La transparencia sobre la relación dinero/ política permite acceder a la ciudadanía a información útil al momento de decidir su voto y también al evaluar la acción de los gobernantes. La transparencia es un eficaz antídoto contra la corrupción. La transparencia sobre quién está detrás de cada candidato financiándolo nos permite controlar si estos candidatos/funcionarios son verdaderos representantes de los ciudadanos o si, por el contrario, son representantes de quienes solventan sus gastos de campaña. En la siguiente dirección se puede acceder al texto completo del libro sobre Financiamiento de la Política editado por OEA-IDEA, en 2004 http://www.oas.org/main/main.asp?sLang=S&sLink=../../documents/spa/oasissues.asp
La participación de las personas en la sociedad democrática no se limita al canal de los partidos políticos. En efecto, uno de los derechos civiles reconocidos por los países democráticos es el de asociarse libremente con fines útiles. La natural tendencia del hombre a agruparse para potenciar sus capacidades y posibilidades da lugar al surgimiento de clubes, asociaciones, cooperativas, organizaciones no gubernamentales (ONGs) que tienen diversos fines: desarrollar el deporte, ayudar a cubrir las necesidad insatisfechas (salud, alimentación, educación, albergue, asesoramiento), dar créditos accesibles, difundir la cultura, organizar la ayuda mutua entre los miembros, por sólo mencionar unos pocos ejemplos. Los miembros de estas asociaciones, dentro del respeto a la ley, tienen el derecho de organizarse como mejor les parezca y desarrollar su tarea sin interferencias injustificadas de las autoridades.
PARA APRENDER HACIENDO Haz una lista con los elementos esenciales de la democracia. En una segunda columna, anota en qué artículos o en qué párrafos de los considerandos de la Carta Democrática Interamericana están reconocidos o mencionados Ahora haz una tercera columna y fíjate cuáles de esos elementos están reconocidos en la Constitución de tu país y anota en qué artículo o en qué parte se encuentran mencionados ¿Están todos los elementos de la Carta Democrática Interamericana recogidos en la Constitución de tu país? ¿Cuáles faltan? Observa la forma en que la Carta y la Constitución tratan cada uno de esos elementos. Señala las similitudes y diferencias de los enfoques, si es que los hay.
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LOS DERECHOS Y DEBERES
La Carta Democrática Interamericana reconoce que la democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales, a los que reconoce el carácter de universales, es decir que corresponden a todas las personas, sin discriminación alguna. La democracia es el sistema de organización política y social que garantiza a las personas la protección efectiva de esos derechos esenciales y les da los medios apropiados para defenderlos frente a actos contrarios a ellos, o a aquellas conductas –del Estado o de los particulares- que los pongan en peligro. Ello es así porque en la democracia rige el Estado de Derecho y por lo tanto la vigencia de los derechos y las libertades no dependen de la voluntad del gobierno de turno. Estos derechos y libertades fundamentales han sido reconocidos por el Sistema Interamericano de Derechos, que la Carta Democrática Interamericana integra, así como por muchos otros tratados y convenios internacionales y están incorporados a las Constituciones de cada país. Los Tratados contienen enumeraciones exhaustivas de los derechos así como de las garantías para su efectiva aplicación, es decir las herramientas preventivas con que cuentan las personas para proteger sus derechos y libertades frente a la amenaza de una violación y las herramientas de sanción y restauración, para el caso en que se haya producido efectivamente la violación, negación o desconocimiento del derecho. En este sentido, la Carta Democrática Interamericana establece que cada persona o grupo que considere que sus derechos humanos han sido violados puede interponer denuncias o peticiones ante el Sistema Interamericano.
PARA APRENDER HACIENDO A medida que leas las siguientes secciones, haz una tabla con los derechos. Fíjate en qué artículo de la Carta Democrática están recogidos y registra el dato en tu Lista. Luego busca en la Constitución de tu país esos derechos y fíjate si están reconocidos; registra el dato en tu Lista. Haz una cuarta columna y califica del 1 al 10 el grado en que ese derecho es respetado en tu país (siendo 1=muy poco respetado y 10=siempre respetado). Haz lo mismo con las obligaciones y deberes
a. Derechos vinculados a la participación política democrática Los derechos políticos, son aquellos que corresponden a las personas en su carácter de ciudadanos. En las democracias modernas son ciudadanos todas las personas nacionales de un país que han cumplido la edad que fija la ley (en algunos países 18 años, en otros 16, en otros 21 o 22). Algunos países conceden derechos político también a los extranjeros que residen en forma permanente en el país; por ejemplo, en Argentina los extranjeros pueden votar en las elecciones municipales. Los derechos políticos incluyen: 1) Sufragio activo, es del derecho a elegir, es decir a votar. Para garantizar los principios democráticos, la Carta Democrática Interamericana establece que el sufragio debe ser libre, universal y secreto. Como vimos, el sufragio es universal cuando la calidad de elector o votante corresponde a todos los ciudadanos, sin distinción de riqueza, educación, género o patrimonio. El sufragio es libre cuando el elector puede expresar su voluntad sin presiones y sin riesgo de represalias. El voto secreto es una forma de garantizar la libertad del elector. Otra característica del sufragio activo en las democracias, es la igualdad. El voto de todos los ciudadanos debe tener el mismo valor, sin importar la educación, edad, género, patrimonio. El principio de igualdad se manifiesta en materia de sufragio activo en el principio: “una persona, un voto”. 2) Sufragio pasivo, es el derecho a ser elegido para ejercer un cargo público. Este derecho corresponde a los ciudadanos en la medida en que reúnan los requisitos que la constitución y las leyes del país establecen para cada cargo, en materia de edad, residencia, profesión. La Car ta Democrática Interamericana reconoce que todas las personas tienen derecho a acceder al poder por los mecanismos legales previstos. La Carta Democrática Interamericana pone especial atención en la necesidad de promover el acceso no discriminatorio a los cargos públicos. En vista de la situación de la mujer especialmente en América Latina, la Carta Democrática Interamericana dispone que los Estados miembros deberán promover la plena e igualitaria participación de la mujer en las estructuras políticas de sus respectivos países, como elemento esencial de la cultura democrática. El mecanismo utilizado por los países para garantizar este acceso ha sido el establecimiento de cuotas o cupos obligatorios reservados a las mujeres en las listas de candidatos a cargos electivos, o directamente en los cargos de organismos colegiados.
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Cupo Femenino –Cargos Legislativos Fuente: www.idea.int30
Fecha introducción
Cupo
ARGENTINA
1991
30% candidaturas
BOLIVIA
1997
30% candidaturas / Diputados 25% candidaturas / Senado Incremento a razón de 5% por elección hasta 50%
---
No prevé
COLOMBIA
1999 Eliminado 2001
30% candidaturas
ECUADOR
1997
20% candidaturas Incrementable a razón de 5% por elección hasta 50%
PERÚ
1997 2001
25% candidaturas 30% candidaturas
VENEZUELA
1998
30% candidaturas
CHILE
PARA SABER MÁS En las siguientes páginas encontrarás información sobre la participación de las mujeres en política http://www.copa.qc.ca/Espagnol/ http://www.feminamericas.org/ES/index.html http://www.oas.org/main/main.asp?sLang=S&sLink=../../documents/spa/oasissues.asp http://www.idea.int/gender/index.cfm (en inglés) http://www.idea.int/americas/peru/lima_workshop.cfm (en inglés)
3) Derecho de peticionar a las autoridades, es la facultad de las personas de solicitar a las autoridades la adopción de medidas. Los ciudadanos pueden utilizar este derecho para solicitar acciones o medidas en beneficio colectivo o individual. En el primer caso, por ejemplo, en el ámbito municipal o vecinal, la instalación de una barrera en un paso a nivel ferroviario, o la colocación de un semáforo o el arreglo de una calle. En el caso de las medidas de carácter individual, una persona puede pedir el otorgamiento de un subsidio, o de un permiso para realizar una actividad o puede solicitar simplemente un audiencia con un funcionario, etc. 4) Derecho de acceso a la información, es la facultad de las personas de solicitar al Estado información sobre decisiones, expedientes, programas, políticas, etc. Este derecho es una derivación del derecho de peticionar, pero adquiere particular importancia en la
actualidad porque se lo considera una herramienta fundamental en la búsqueda de la transparencia de la acción gubernamental y como requisito previo para el ejercicio del control ciudadano de la administración estatal. 5) Derecho de asociarse en partidos políticos, es un derivado del derecho general a asociarse con fines útiles. En este caso se trata de la libertad de formar partidos o movimientos políticos para canalizar la participación del pueblo y competir por los cargos electivos. 6) Derecho a la participación a través de los mecanismos de democracia semidirecta, es la facultad de tomar parte en el proceso de decisión política expresando su opinión a través de las herramientas de consulta (plebiscito, referéndum, consultas populares), o bien de presentar proyectos de ley (iniciativa popular) o promover la remoción de algún funcionario electo (revocatoria). La utilización de estos mecanismos depende de su incorporación a la constitución de cada país.
b. Derechos vinculados al desarrollo personal y social La Carta Democrática Interamericana reconoce que la democracia se basa en el respeto de los derechos civiles, sociales, económicos y culturales, cuya promoción y observancia son consustanciales con el desarrollo integral y el crecimiento económico con equidad. La Carta Democrática Interamericana no formula un catálogo de estos derechos, sino que remite a los tratados que integran el Sistema Interamericano y a otras normas internacionales. Estos derechos incluyen: 1) Derechos civiles son aquellas libertades, facultades y prerrogativas que se reconocen a la persona por el sólo hecho de serlo. En esta categoría se incluyen, entre otros: ◊ el derecho a la vida ◊ el derecho a la igualdad ◊ la libertad personal ◊ el derecho a la integridad personal ◊ el derecho al respeto de la privacidad ◊ la libertad de conciencia y de religión ◊ la libertad de pensamiento y expresión ◊ el derecho de enseñar y de aprender ◊ la garantía del debido proceso ◊ la libertad de reunión ◊ la libertad de asociación ◊ el derecho de propiedad ◊ la libertad de circulación
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2) Derechos sociales y económicos son aquellos que se reconocen a las personas con relación a las diferentes posiciones o roles que desempeñan en la sociedad. Se incluyen en esta categoría, por ejemplo, los derechos del trabajador, es decir los que corresponden a las personas como partes de una relación laboral. La Carta Democrática Interamericana sostiene que la promoción y fortalecimiento de la democracia requieren el respeto de los derechos sociales y el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores, el mejoramiento de las condiciones laborales y de la calidad de vida de los trabajadores. En esta categoría se incluyen los derechos a: ◊ trabajo digno ◊ condiciones justas, equitativas y satisfactorias de trabajo ◊ salario que garantice condiciones de subsistencia dignas ◊ igual salario por igual trabajo ◊ promoción y ascenso de acuerdo a las calificaciones ◊ estabilidad de acuerdo a las características de las industrias ◊ indemnización por despido injustificado ◊ seguridad e higiene del trabajo ◊ jornada limitada y vacaciones pagas ◊ organizar sindicatos y afiliarse libremente a ellos ◊ realizar huelgas ◊ seguridad social (jubilación, pensión)
En la categoría de los derechos sociales se incluyen aquellos vinculados con la protección de la familia y sus miembros: ◊ el derecho a formar una familia ◊ la protección del grupo familiar ◊ el derecho de la madre a gozar de atención antes y después del parto ◊ el derecho de los niños y adolescentes a alcanzar su plena madurez y el desarrollo de sus capacidades ◊ el derecho a un ambiente familiar que promueva los valores de la comprensión, la solidaridad, el respeto y la responsabilidad ◊ la protección de los ancianos y las personas con capacidades diferentes.
Particular importancia revisten los derechos del niño. La necesidad de garantizar el derecho de los niños a una plena madurez y desarrollo de sus capacidades, llevó a la Organización de Naciones Unidas (UN) a aprobar, en 1989, un instrumento específicamente dedicado al tema: La Convención sobre los Derechos del Niño. Esta Convención establece como principio esencial que cualquier medida o decisión que se adopte respecto a un menor deberá considerar en primer lugar el interés superior del niño. La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce que el pleno y armonioso desarrollo de la personalidad exige que los niños crezcan en un ambiente familiar de comprensión, felicidad y amor y que, para su plena integración a la sociedad es necesario educar a los niños en los valores de la paz, la dignidad, la tolerancia, la libertad, la igualdad y la solidaridad. Entre los derechos de la niñez (que a los efectos de esta Convención incluye a todas las personas menores de 18 años) figuran: ◊ derecho desde que nace a recibir un nombre, tener una nacionalidad y, en la medida de lo posible, conocer a sus padres y ser cuidado por ellos ◊ derecho a preservar su identidad y las relaciones familiares ◊ derecho a la igualdad y la no discriminación en razón de las actividades, opiniones o creencias de sus padres ◊ derecho a la educación y la capacitación
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◊ derecho a ser escuchado y expresar libremente su opinión en todos los asuntos que le afecten, en la medida en que esté en condiciones de formar un juicio propio y derecho a que sus opiniones sean tenidas en cuenta ◊ derecho a la protección del Estado frente a toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, cualquiera sea la persona que produzca el ataque o la simple amenaza, aún tratándose de miembros de la familia del menor ◊ derecho de los niños mental o físicamente impedidos de disfrutar una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, le permitan llegar a bastarse a sí mismos y faciliten su participación en la comunidad. Esto incluye el derecho de acceso a la educación, la capacitación, los servicios sanitarios, la rehabilitación, la preparación para el empleo y las posibilidades de esparcimiento ◊ derecho a la salud integral, lo que incluye la reducción de la mortalidad infantil, el combate contra la desnutrición, la asistencia pre y postnatal para la madre y el bebé ◊ derecho a ser protegido contra la explotación económica y contra el trabajo infantil 3) Derechos culturales son aquellos que garantizan que las personas puedan acceder y participar en la vida cultural y artística de la comunidad; así como gozar de los beneficios del progreso científico y tecnológico. Se incluye en esta categoría el derecho a la educación y la libertad para el desarrollo de la investigación científica y la creación artística.
c. Los llamados derechos de nueva generación Son los derechos vinculados a bienes colectivos, cuyo disfrute corresponde a todos los miembros de la comunidad y a las generaciones futuras. Se los llama derechos de “nueva generación” porque no aparecían específicamente detallados en los catálogos clásicos de derechos. Esta circunstancia se debía al hecho de que parecían tan elementales que no necesitaban una protección o reconocimiento expreso. El desarrollo económico, así como los procesos de industrialización y la explotación irracional de los recursos naturales provocaron la degradación del medio ambiente. En este contexto, el derecho a respirar aire puro o a beber agua no contaminada, por ejemplo, dejó de ser una verdad elemental frente a la polución que producían algunas industrias. Surgió así la necesidad de consagrar el reconocimiento internacional de estos derechos, como una forma de preservar los recursos naturales y las condiciones saludables de vida, hoy y para el futuro. En esta categoría se incluyen: ◊ el derecho la preservación de un medio ambiente sano ◊ el derecho a la explotación racional y sustentable de los recursos naturales ◊ derecho a la preservación y mejoramiento del medio ambiente
d. Las obligaciones democráticas Ya hemos dicho que la democracia no sólo implica derechos y libertades, sino también deberes, obligaciones, responsabilidades. En efecto, derecho y deber son dos caras de la misma moneda. Las personas tenemos el deber de convivir de modo que todas y cada una puedan formar y desenvolver integralmente su personalidad. El Sistema Interamericano de Derechos reconoce que todas las personas tienen deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad. El principal deber es el de respetar los derechos de los demás, en un pié de igualdad con los propios. En democracia, los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común. Se incluyen entre estas obligaciones: ◊ el respeto a la constitución y la ley ◊ el respeto a la integridad de los demás ◊ el respeto a la propiedad privada ◊ la tolerancia ◊ la solidaridad ◊ la no discriminación ◊ el uso racional de los recursos.
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LOS DESAFÍOS ACTUALES DE LA DEMOCRACIA Y LA CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA
Las democracias modernas enfrentan una serie de desafíos; algunos de ellos están vinculados con las condiciones estructurales que son indispensables para la plena vigencia de la democracia; otros se relacionan con la repercusión de las nuevas tecnologías en el campo de la organización política; otros son el resultado de la insatisfacción de la población con los resultados de la democracia en comparación con las expectativas, éste es el problema de las llamadas promesas incumplidas de la democracia; en algunos casos, el desafío tiene que ver con las particularidades culturales y sociales de un país en especial. El tratamiento de estos problemas y la búsqueda de soluciones se vincula con la idea de gobernabilidad y buen gobierno y requiere la consideración de las particulares condiciones de cada país. Nos ocuparemos a continuación de algunos de estos desafíos que son particularmente importantes en Latinoamérica.
a. Pobreza y Analfabetismo La democracia requiere ciertas condiciones estructurales básicas para arraigar y consolidarse en una sociedad. Esas condiciones sociales se vinculan esencialmente con el principio de igualdad. Cuando se habla de las instituciones democráticas invariablemente surge la cuestión de las condiciones sociales y económicas que favorecen o entorpecen la posibilidad misma de la democracia. ¿Cómo podemos hablar de democracia y de derechos cuando una porción significativa de la población vive en la pobreza, privada de las más elementales condiciones de vida? El proceso democrático exige, en nuestras sociedades latinoamericanas en especial, un compromiso simultáneo y prioritario con la mejora de las condiciones sociales. Hay que tener presente que el desarrollo económico y social y la democracia son interdependientes, se refuerzan y retroalimentan recíprocamente. Por ello la Carta Democrática Interamericana identifica la lucha contra la pobreza como objetivo prioritario. En ese camino la Carta Democrática Interamericana toma posición a favor de los programas de creación de empleo productivo y del mantenimiento del equilibrio macroeconómico, es decir el equilibrio de los distintos aspectos de la economía nacional (racionalidad del gasto público, disciplina fiscal, administración ordenada de los
recursos públicos, equilibrio de la balanza entre exportaciones e importaciones, lucha contra el déficit y control de la inflación). La lucha contra la pobreza implica actuar en los dos frentes simultáneamente: el de las realidades individuales y el de la economía general. La erradicación de la pobreza –y, en especial, de la pobreza extrema- es un factor esencial en el logro del desarrollo humano. La eliminación de la pobreza repercute en el mejoramiento de la educación y de la salud de la población, contribuyendo así a crear condiciones propicias para la consolidación de los sistemas democráticos. Una de las razones de la desconfianza de la gente respecto a las instituciones políticas democráticas en América Latina tiene que ver precisamente con la incapacidad de los gobiernos para producir resultados duraderos en la generación de condiciones dignas de vida para todas las personas, sin distinción ni discriminación alguna. La erradicación del analfabetismo es otra de las condiciones indispensables para el fortalecimiento de los procesos democráticos. La consolidación de la democracia requiere la activa participación de la ciudadanía, pero no una participación en carácter de masa ignorante y desinformada que sigue los designios del líder de turno, sino la participación basada en la comprensión de las cuestiones en debate. La comprensión, a su vez, exige el acceso a la información pertinente y la posibilidad de analizar críticamente las opciones y alternativas y sus consecuencias. Con poblaciones analfabetas o con escasa educación, la democracia corre el riesgo de la concentración de poder en líderes o elites ilustradas que no reconocen en la población capacidad alguna de intervención en la decisión de su destino común.
PARA SABER MÁS En el siguiente artículo encontrarás información actualizada sobre la pobreza en América Latina http://.clarin.com/diario/2005/07/01/elmundo/i-03401.htm
b. Discriminación. Integración La democracia moderna se basa en el principio de igualdad, por lo tanto es incompatible con cualquier forma de discriminación fundada en razones de género, raza, religión, tradiciones, étnicas, culturas, etc. El respeto del principio de igualdad representa un reto mayor en sociedades multirraciales, multirreligiosas, multiculturales; pero aun en sociedades homogéneas pueden detectarse casos de discriminación; un ejemplo clásico es el de la discriminación de género, particularmente la que sufren las mujeres, en algunos países.
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La tolerancia y respeto a la diversidad es un pilar de la cultura democrática que se ve afectado cuando las sociedades excluyen a algunos de sus integrantes del ejercicio pleno de sus derechos, o los relegan a un nivel de subordinación generando una diferencia entre ciudadanos “de primera” y ciudadanos “de segunda”, es decir produciendo situaciones de exclusión. Por ello, la Carta Democrática Interamericana, en consonancia con otras normas del Sistema Interamericano de Derechos, ha establecido que la democracia requiere la eliminación de toda forma de discriminación basada en razones étnicas, raciales y de género. La lucha contra la discriminación se desarrolla en dos frentes: a) el de la cultura democrática de la sociedad; b) el de la legislación. La creación de una cultura de tolerancia y respeto al otro es una tarea de construcción colectiva que involucra, en primer lugar, a la familia y a la escuela y que debe ser acompañada, en la sociedad contemporánea, por los medios masivos de comunicación que son importantes transmisores de modelos sociales. La sociedad debe trabajar colectivamente, y sin necesidad del dictado de leyes, en aras de la eliminación de formas de acción y discurso discriminatorio; la valoración de los ejemplos; la utilización de modelos de conducta valiosos; la incorporación de todos en las actividades colectivas, el señalamiento de las conductas discriminatorias como disvaliosas, etc. En el campo de la legislación, la forma típica de lucha contra la discriminación es la utilización de medidas de “discriminación positiva” que consiste en oponer a situaciones fácticas de discriminación, situaciones jurídicas de discriminación o desigualdad de sentido inverso. Así funcionan los sistemas de “cupos” o “cuotas” que fuerzan la presencia de grupos o sectores excluidos en escuelas, universidades, empleos públicos, el Congreso o el Poder Judicial. Los sistemas de cuota exigen la presencia de estos grupos en un porcentaje que varía para cada caso y en cada país. Por ejemplo, se dice que todos los establecimientos educativos deberán, por lo menos, tener un porcentaje X de sus alumnos provenientes de un grupo racial o cultural que esté discriminado en esa sociedad en particular. Se dispone, por ejemplo, que cada repartición pública deberá reservar algunos cargos o empleos para personas con capacidades diferentes. Sin embargo, los sistemas de cupos o cuotas no solucionan el problema de fondo de la intolerancia y la exclusión. Se trata de medidas excepcionales que deberían funcionar hasta que se produzca en la sociedad el cambio cultural que integre a todos los grupos y sectores naturalmente y no por obligación. La no discriminación no se satisface sólo con la adopción de medidas de participación forzada y artificial. La tolerancia y el principio de igualdad exigen que las sociedades, en especial aquellas multiculturales o multiétnicas, generen mecanismos de integración en la diversidad. La integración se basa en la aceptación de las diferencias y en la conciencia de que el respeto a las particularidades de cada grupo social enriquecen a la sociedad como todo. Por ejemplo, si una parte de la población habla un idioma distinto al de la mayoría, se puede elaborar material de estudio en el idioma de la minoría, en el aula se
puede familiarizar al resto de los alumnos con el idioma minoritario enriqueciendo así su visión de las culturas. Lo mismo se puede hacer con las tradiciones de cada colectividad, permitiendo que los alumnos expliquen a sus compañeros las particularidades de esas tradiciones y costumbres.
PARA APRENDER HACIENDO Observa tu clase: ¿Se percibe alguna situación de discriminación entre tus alumnos? ¿Hay algunos de ellos que no se integran al resto? Investiga las posibles causas de la situación ¿En qué forma puedes actuar para evitar que la situación continúe?
La Carta Democrática Interamericana pone especial acento en la integración de las comunidades indígenas, que son la mayoría de la población en algunos de los países de la región. La Carta Democrática Interamericana reconoce que el fortalecimiento de la democracia requiere la eliminación de las formas de intolerancia y de exclusión de los pueblos indígenas. La integración real de estos grupos implica el respeto de su lengua, tradiciones, costumbres y creencias. Respetar la diversidad es más que simplemente no discriminar, no maltratar, no menospreciar. La integración de la diversidad exige un compromiso de las autoridades y de la comunidad toda para generar mecanismos sociales que permitan a estos grupos participar de los procesos sociales a través del empleo de su lengua, del cumplimiento de sus tradiciones, del uso de sus vestimentas. Para poner un ejemplo, integrar no es sólo permitir que los grupos indígenas voten y elijan a candidatos de su mismo origen, sino también permitir que cuando resulten electos puedan asistir a las sesiones del congreso vestidos según su usanza y que puedan expresarse en su lengua –aunque ello implique la necesidad de establecer un sistema de traducción simultánea. Asimismo deberían implementarse políticas públicas que atiendan preferencialmente a estos grupos de la población que generalmente sufren importantes carencias. La participación amplia de todas las personas en los procesos democráticos sólo será una realidad cuando se eliminen las barreras y obstáculos que surgen de la discriminación y la intolerancia, y se construya una auténtica cultura democrática que incorpore a todas las personas, respetando la diversidad étnica, religiosa y cultural. La educación es clave para obtener estos objetivos, por eso la Carta Democrática Interamericana destaca que debe garantizarse el acceso igualitario de toda la población
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(incluyendo niñas, mujeres, población rural, minorías o grupos étnicos o culturales) a una educación de calidad. Integrar nos es uniformar ni imponer. Para construir una sociedad integrada en la diversidad, las personas deben desarrollar la capacidad de comprender situaciones diferentes, conciliar intereses, negociar y alcanzar compromisos.
c. Desarrollo y medio ambiente Los llamados derechos “de nueva generación” ponen el acento en el equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación un medio ambiente adecuado para la vida, hoy y la de las futuras generaciones. Son derechos que apuntan a la protección de bienes colectivos como el agua, el aire y los recursos naturales. La solidaridad, principio básico de la organización democrática no se refiere sólo al respeto de los derechos de nuestros contemporáneos, sino también a la preservación de los recursos indispensables para la vida para las futuras generaciones. Esto implica que el desarrollo actual no puede lograrse sobre la base de hipotecar el futuro. La defensa del medio ambiente compete tanto a los gobiernos como a las personas. Existen muchos acuerdos internacionales que consagran el derecho a un medio ambiente sano y promueven la adopción de estrategias de desarrollo sostenible.
El desarrollo sostenible implica entre otras acciones:
◊ la explotación racional de los recursos naturales no renovables (por ejemplo los hidrocarburos) ◊ la utilización de fuentes de energía alternativas, en especial las renovables (energía eólica, energía solar, biocombustibles) ◊ la reducción de la polución ambiental ◊ el saneamiento y conservación de los recursos hídricos ◊ la conservación de los bosques y selvas ◊ el manejo racional de los residuos, etc.
La educación ha desempeñado un papel fundamental en la formación de las nuevas generaciones con conciencia ambiental. Con el auspicio de organismos internacionales y de la sociedad civil se han desarrollado programas de defensa del medio ambiente que han impactado en los niños y jóvenes, quienes se sienten comprometidos y partícipes de esta causa común. El logro de estos niveles de concientización en la juventud sobre un tema como la protección ambiental es un ejemplo a tener en cuenta en la formulación de programas sobre construcción de ciudadanía democrática.
d. Nuevas brechas sociales y culturales Los cambios tecnológicos plantean nuevos desafíos a las sociedades o le dan contenidos y alcances nuevos a problemas tradicionales. Un claro ejemplo de ello es lo que sucede con la aplicación y desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación electrónica. La internet ofrece magníficas oportunidades para el desarrollo y la consolidación de la democracia, porque brinda los medios, entre otras cosas, para:
◊ acercar a los ciudadanos a los procesos de decisión ◊ facilitar la participación ◊ hacer más accesible la información ◊ simplificar la realización de trámites y la prestación de algunos servicios ◊ conocer la opinión de la población en forma rápida ◊ ampliar las posibilidades de acceso a la educación ◊ multiplicar las oportunidades y alcances de la expresión del pensamiento
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◊ facilitar los intercambios y la formación de consensos ◊ canalizar la colaboración de los ciudadanos con los órganos de gobierno, por ejemplo, a través de la elaboración participativa de proyectos ◊ superar las restricciones geográficas para la realización de tareas colaborativas entre ciudadanos, grupos y organizaciones Junto a todos estos aspectos positivos, estas tecnologías plantean nuevos desafíos vinculados con el principio de igualdad. En efecto, en nuestras sociedades se abre hoy una nueva brecha que separa a sectores importantes de la población. Esa nueva línea de división social recibe el nombre de “brecha digital” y se refiere a la división entre el grupo de personas que tienen acceso y pueden manejar las nuevas tecnologías y el grupo de personas que -por razones culturales, económicas, etarias o de localización- no tienen acceso a esos medios o no los saben manejar. En última instancia, la brecha digital es una versión renovada del problema del analfabetismo. En efecto, hoy alfabetizar es mucho más que enseñar a leer y escribir. Ser alfabeto hoy –y más aún en el futuro- es saber también manejar las herramientas tecnológicas de la comunicación. Es indispensable, en consecuencia, que las sociedades adviertan el problema y mantengan su compromiso con el respeto al principio de igualdad, que hoy requiere atender también al acceso y manejo de las herramientas digitales.
e. Crisis de representación Uno de los desafíos más serios que enfrentan las democracias latinoamericanas es la reconstrucción de la confianza de los pueblos en las instituciones. Como dijimos al principio, la consolidación de la democracia requiere de la activa participación y compromiso de la sociedad.
Confianza en las instituciones Promedio Latinoamérica Fuente: Latinobarómetro 2004
IGLESIA
71
BANCOS
41 40
FFA A
38 36
TELEVISIÓN PRESIDENTE
32
PODER JUDICIAL
30
GOBIERNO
24
PARLAMENTO
18
PARTIDOS
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Resultan preocupantes los crecientes niveles de insatisfacción de la gente con relación a los resultados de la democracia Esta insatisfacción se vincula con las promesas incumplidas en muchos de los países de la región. La vuelta a la democracia en las
dos últimas décadas del siglo XX generó grandes expectativas sobre la posibilidad de solucionar los problemas de subdesarrollo, pobreza, desocupación, entre otros, que afectaban a importantes sectores de la población. Las sucesivas crisis económicas, así como –en algunos países- la creciente corrupción en el sector público fueron produciendo un desgaste de las instituciones y de los dirigentes.
Satistacción con la democracia / 2004 Muy satisfecho / Más bien satisfecho Fuente: Latinobarómetro
URUGUAY CHILE ARGENTINA BRASIL PARAGUAY PERÚ
0
5
10
15
20
25 30 35 40 45 50
Los ciudadanos no se sienten representados por los dirigentes y perciben a las instituciones públicas como ineficientes y “caras”. El resultado es el quiebre de la relación de representación que está en la base misma de la organización política democrática de la región. La sociedad se aleja de sus representantes y busca nuevos canales de participación, privilegiando por ejemplo la función de la prensa como mecanismo para canalizar reclamos y plantear necesidades. Lo que resulta digno de destacar es que a pesar de la insatisfacción con los resultados de la democracia, la mayoría de la población sigue considerando a la democracia como el modelo de organización deseable y rechaza el camino de los gobiernos dictatoriales; por ello se sostiene que la mayoría de la sociedad está compuesta por “demócratas insatisfechos”.
Apoyo a la democracia 1996 / 2004 Fuente: Latinobarómetro
URUGUAY CHILE ARGENTINA BRASIL PARAGUAY
2004 1996
PERÚ
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
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La respuesta a este desafío compromete especialmente a la dirigencia política y a las autoridades en la aplicación de polítíticas públicas que apunten al desarrollo, la generación de empleo, la eliminación de la pobreza extrema, el analfabetismo, entre otros. Al mismo tiempo deberían corregirse las falencias del funcionamiento institucional, a través de la eliminación de la corrupción en el manejo de los fondos públicos, la garantía de transparencia de los procesos electorales, la eliminación de las prácticas clientelistas, el respeto a las reglas de juego y los derechos de los ciudadanos.
PARA APRENDER HACIENDO Comenta con tus colegas los datos reflejados en los gráficos del Latinobarómetro ¿Reflejan la situación de tu país, tal como la perciben tú y tus colegas? ¿En qué medida una población educada e informada sobre los valores de la democracia puede revertir la crisis de representación?
PARA SABER MÁS En el siguiente Link podrás leer el Discurso del Secretario General de la OEA, Don José Miguel Insulza, al tomar posesión de su cargo. En esa ocasión, el Secretario General abordó la cuestión de los desafíos que enfrenta la democracia. http://www.oas.org/speeches/speech.asp?sCodigo=05-0086