Camino a la Iniciaci贸n del Tercer Milenio
MAESTRO ROLLAND
Kabash
Estamos frente a un momento muy particular. Comenzamos un nuevo milenio y es tiempo de detenernos y meditar. ¿Hacia dónde se dirige la humanidad? ¿Cuál es el futuro predecible? Y en ese futuro, ubicarnos a nosotros mismos, a nuestros hijos, a nuestros nietos... Seguramente mirando la realidad actual del mundo y del Hombre, lo primero en que pensamos es en la urgente necesidad de cambios. Pero ¿cómo y por dónde empezar? Sin duda, por nosotros mismos. Si quieres cambiar el mundo, empieza por ti y haz tu propia revolución interior. Siglos y siglos que el Hombre pide soluciones al Dios en el que cada uno cree. En este Tercer Milenio debemos tomar conciencia de que no podemos seguir sólo pidiendo. Tenemos que contribuir para formar una nueva sociedad. Las distintas religiones y los grandes humanistas han sentado las bases. Ahora, es momento de empezar a construir sobre esas bases. Es tiempo de ayudar a Dios y no sólo pedir su ayuda. Pero para ese gran objetivo es necesario preparar nuestro espíritu. Que no sólo se oriente a buscar y esperar soluciones. Que se dirija hacia la gran misión de contribuir con el futuro de la humanidad.
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Respeta la vida en todas sus formas y manifestaciones. Respeta lo desconocido como muestra de sabiduría. Respeta a tu semejante, su pensamiento, su sentimiento, su creencia y lo que le corresponde en la vida. El sentimiento de respeto nace del amor y de la conciencia de integración. Si te ubicas como parte de un gran todo al que estás unido por los “hilos” de la Creación, con el que compartes las grandes leyes del Cosmos, sentirás que nada está aislado. Que la humanidad es una gran familia que habita una gigantesca casa llamada Tierra. Esa integración, naturalmente hará nacer en ti el respeto hacia todo lo que es vida y en especial hacia tu hermano, aquél que comparte contigo una existencia y un pequeño lugar del gran Universo.
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Prácticas para crear y proteger la energía.
El ser humano para mantener su salud tanto física como psíquica, debe buscar el equilibrio como base de su vida. Respondemos al igual que el Universo a un gran principio de Polaridad. En toda Creación tiene que haber oposición, polos contrarios que se atraen y generan entre ellos una “corriente de vida”. También en nosotros encontramos que la energía se ordena en positiva y negativa. Tenemos dentro de nuestra aura, polos generales de energía y a su vez, cada órgano y hasta cada célula, tiene su polaridad particular. Esas fuerzas opuestas deben estar equilibradas y eso es lo que genera la armonía, desde lo más pequeño hasta lo más grande. Equilibrio es vida y salud. Para lograrlo, el Iniciado realiza diariamente una unión energética con las fuerzas cósmicas, a través de los cuatro elementos de la Naturaleza fundamentales para su vida: agua, aire, fuego, tierra. Ellos, al igual que están fuera, están dentro del cuerpo, formando parte de sus energías y alimentando los distintos órganos y sistemas.
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MU RET Energía del agua. Debes saber que el agua depura tu cuerpo y tu mente, te limpia de influencias negativas, te purifica en todo sentido. Además, a través de su energía conseguirás mantener la humedad de tus células, su frescura y vitalidad. Mejorarás el funcionamiento renal, hepático y hormonal. ¿Cómo conseguirlo? Realiza esta práctica una vez al día, en cualquier horario. Debajo de la ducha, coloca tus manos unidas como en oración encima de tu cabeza (no es necesario que la cabeza se moje, puede estar cubierta). Permanece algunos minutos concentrando tu mente en las palabras MU RET dejando caer el agua sobre tu cuerpo. (fig. 4) También con esta Dabraká podrás conseguir que tu organismo pueda asimilar lo que realmente necesita, a través de la alimentación. Para ello debes colocar, antes de tus comidas, las manos unidas bajo la canilla, concentrándote en MU RET, mientras dejas correr el agua sobre ellas por unos minutos. Los antiguos egipcios hablaban de la “esencia” de los alimentos, otros pueblos de su “raíz” o “semilla”. Todos se referían a lo que hoy conocemos como vitaminas, MU RET favorece la asimilación de las esencias o vitaminas que el cuerpo necesita y que las no necesarias, sean eliminadas. Es una de las energías más importantes para la salud total del organismo. Sin agua no existe órgano o célula que pueda sobrevivir. Sin agua no hay vida ni energía.
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El Iniciado no sólo busca elevación a través de la mística. También trata de cuidar y conservar ese “estuche” que Dios le ha dado.
4) Posición de MU RET
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