El Maestro Enseña COMO RESOLVER SITUACIONES DE HOY A TRAVÉS DE UNA SABIDURÍA DEL AYER
MAESTRO ROLLAND
Kabash 3
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Almas Gemelas Hoy hablaremos sobre una situación que lamentablemente sucede muy a menudo. En este caso, mi consultante era una señora ya algo madura, pero de aspecto muy juvenil. Enseguida que se sentó frente a mí, comenzó a exponer muy directamente su problemática. Hace poco me separé de mi esposo. Estoy tramitando el divorcio y quiero que usted me oriente o mejor dicho que me confirme si estoy acertada en lo que pienso hacer. Me estoy proyectando para encontrar un amante, porque marido no quiero más. Tengo dos hijas adolescentes y por muchas razones no quisiera un hombre viviendo en mi casa ni un padrastro para ellas. Mis hijas son muy bonitas, especialmente la mayor. Se viste de una forma muy llamativa que a veces hasta me ruboriza. Bueno, es el padre que le compra esa ropa Además yo misma no me siento para atender otro hombre en casa. Y aunque usted me pueda tildar de interesada, una poderosa razón para mí, es que si me caso de nuevo, mi ex marido me corta los víveres y me dará únicamente lo que la ley marque para mis hijas. Justamente hoy fui a tramitar la visa de la mayor, para que viaje a Estados Unidos de vacaciones con un grupo de compañeras. Esos lujos yo no se los podría dar. Solamente si me caso con un millonario, que tuviera a mis hijas como princesas, pero eso no existe y no quiero ilusionarme con fantasías. Lo que realmente necesito es un hombre que sea mi amante y él en su casa, yo en la mía. ¿Me entiende, Maestro?... 15
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Si usted me confirma que tengo razón, ya empiezo a buscar ese hombre. Frecuento un club de mucho nivel. Allí hay solteros, casados, divorciados... No me importa, lo único que me interesa es que sea un buen amante, nada más. Que me haga feliz como nunca lo fui con mi marido. Tampoco me gustaría tener hoy un amante y mañana otro. ¡No! Quisiera uno fijo y que nuestra relación dure mucho tiempo. No pienso ocultar mi vida a mis hijas, somos muy compañeras y creo que cumplo bien mi función de madre Ella seguía hablando sin interrupciones, con una gran ansiedad, exponiendo un plan de vida que había pensado con detalles. Sólo buscaba una aprobación. Que alguien en quien ella creía que podía confiar, le dijera que iba por buen camino. A mí me hablaron de que usted ayuda con meditaciones que son maravillosas y estoy segura de que también podrá ayudarme con ellas. Señora Martha, primero quiero explicarle que esas meditaciones son ayudadas por mi Ka. ¿Su Ka? El Ka es como si fuera un ángel de la guarda, un espíritu que nos ayuda. Ka es un concepto que viene del Antiguo Egipto. Yo creo en la reencarnación de las almas y estoy seguro que en una vida anterior, estuve en Egipto, durante la Dinastía XVIII, en la época de un faraón llamado Akenatón. Entonces yo era un soldado y conocí una sacerdotisa llamada Astenkeph, que servía en los templos del dios Atón. Ella ayudaba a mucha gente, con las mismas meditaciones que yo ayudo hoy. Martha me miraba sorprendida por mi inesperado argumento, pero a la vez, algo dentro de ella hizo que se interesara en mi relato. 16
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Aquella sacerdotisa, Astenkeph, hoy es mi Ka, mi espíritu guía, mi ángel de la guarda como quiera usted llamarlo. Ella apoya con su maravillosa energía, las meditaciones que mis consultantes practican. Pero también tengo que explicarle que Astenkeph tiene principios morales diferentes a los que existen en la sociedad actual. Para mí son muy superiores. Por eso, estimada Martha, yo no puedo ayudarla en ese proyecto que usted me plantea. ¿Me entiende? Hizo un gesto de aprobación con su cabeza pero no del todo convencida. Vi en sus ojos la desilusión ante mi negativa. Sin embargo, puedo ayudarla mucho más de lo que usted imagina, con una proyección de vida que no sea temporal, sino para siempre. Para que usted logre encontrar su felicidad. No con un amante ¿Y cómo sería esa ayuda de la que me habla, Maestro? me interrumpió. Tomando un camino para rehacer su vida afectiva, con el hombre que sea su Destino. ¿Mi Destino? El Destino es la pareja que se formó con el primer amor de su alma. El día en que esa pareja se reencuentra, les parece que siempre estuvieron juntos, aunque recién se conozcan. Antiguamente el sacerdote orientaba sobre los Destinos. Hoy, como Maestro y ayudado por mi Ka, también puedo llegar a sentirlos. Es muy interesante y no deja de tentarme su propuesta. Eso sí, espero que no me diga que mi ex marido es mi Destino. No veo esa señal en su mano. Puedo afirmarle que hubo una buena razón para que tomaran distintos caminos. Nunca existió amor de verdad entre ustedes, sólo una pasión que no se desarrolló tampoco en su intimidad. Creo que en cierto momento de sus vidas, los dos tuvieron necesidad de cambios 17
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por distintas carencias afectivas y cometieron el gran error de formalizar un matrimonio. Hoy su error tiene el saldo de dos hijas que van a sufrir las consecuencias de tener padres separados Pero usted todavía está a tiempo de encontrar su verdadero amor. ¡Y yo que pensaba en no volver a tener marido! En ser libre, disfrutar de hacer lo que uno quiere. Salir y entrar sin tener que dar cuentas a nadie ¿No le parece que mi proyecto tiene sus ventajas? Sobre todo después de haber vivido un gran fracaso. ¿Le parece que yo esté preparada para un nuevo hombre, aunque lleve el rótulo de ser mi Destino ? ¿Y usted me asegura que voy a ser feliz con él? Y otra cosa, Maestro, ¿tengo reservas para enfrentar otro fracaso, en caso de que cometa otro error? ¿Cómo voy a saber si el hombre que conozca mañana, es mi Destino? ¡Tengo tantas preguntas! ¿Usted podrá responderlas? Sí, Martha. Se las puedo responder. Si usted está preparada para una nueva relación, le aseguro que sí. Si encuentra ese hombre con el rótulo como dice, habrá amor y eso le dará comprensión, tolerancia, seguridad Sé que usted tiene un Destino de ser feliz y también de ayudar a otros a ser felices. Es una mujer que podrá guiar a otros para que descubran el camino hacia la verdadera luz del amor. Sí, Martha. Encontrará muchos que, como usted hoy, viven en la oscuridad, buscando una pareja para un momento, desechable A través de su propia experiencia sabrá cómo guiarlos... Así, Martha empezó a meditar y a buscar una verdadera solución para su vida. Aunque no lo necesitaba económicamente, en su plano emocional le hacía falta una ocupación, por eso le aconsejé buscar un trabajo. 18
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Se postuló como secretaria en una agencia de publicidad y obtuvo el empleo. Como una gran coincidencia , el jefe de la empresa hacía algún tiempo se había separado de su esposa. Un día invitó a Martha a cenar y empezaron a salir juntos tratando de romper la soledad que cada uno vivía. Se enamoraron y deseaban estar juntos, pero inconscientemente, ambos temían un nuevo fracaso. Martha me presentó a Alberto y él también quiso meditar conmigo. Les aseguré que ambos eran Destino y que no dudaran en comenzar una vida juntos y así lo hicieron. Martha se sentía totalmente realizada. Maestro, estoy tocando el cielo con mis manos. ¡Soy tan feliz! Alberto es muy bueno con mis hijas, hace más por ellas que su propio padre. ¡Lo adoran! Mi hija mayor me dijo que ella también quiere encontrar su Destino, como yo. Me pidió que le enseñara la meditación que hice. ¡Y se la di! No me canso de agradecerle su ayuda Maestro Cuando conocí a Alberto, me dijo que después de su fracaso matrimonial, pensó que jamás volvería a casarse. Yo también pensaba así, usted lo sabe mejor que nadie. Pero con la ayuda de las meditaciones encontré un camino para amar cuando creía que ya no tenía capacidad de hacerlo. Me costaba tanto comunicarme, decir te amo , te extraño , te necesito Pensar que hoy repito a diario esas palabras. ¿Será que aprendí a amar?... Queridos discípulos, las meditaciones y el Destino, son guías para el amor. Pasaron muchos años de aquella consulta, pero estoy seguro que Martha y Alberto siguen siendo felices. Me atrevo a afirmar que lo serán hasta el fin de sus vidas 19
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Si nos preguntamos el porqué del fracaso del primer matrimonio de Martha, podemos por un lado mirarlo desde el punto de vista de Lacan(*), observando que la intimidad de la pareja es la base de su éxito o de su fracaso. Pero si lo vemos a través de la mística, encontramos que hay un motivo más poderoso que radica en que esa pareja no era un Destino. Sus almas no se sentían unidas y además, cada una de ellas tenía la necesidad de encontrar su alma gemela. Como suele suceder en casos de Destinos desencontrados, una vez que se apaga la pasión inicial, a medida que decrece el entusiasmo dentro de la pareja, comienzan a sentir el vacío, la insatisfacción, la falta de algo que no pueden definir. Con el tiempo, esto afecta muchísimo la relación y comienzan las diferencias, las quejas, los engaños... las grandes frustraciones que esas situaciones generan. Ustedes saben que la mística siempre nos ayuda a derrotar los traumas, a superar los fracasos que nacen de los errores del Destino. La Dabraká que ayudó a Martha a no perder la esperanza, a tener fe en un futuro de amor, fue GOR REM METHÍ. Para superar un pasado de frustración y encontrar el verdadero Destino. Ella meditó todas las noches, antes de acostarse, con su velita encendida. Y esa energía le dio más fuerza a su aura, mayor brillo. Aumentó su magnetismo para atraer su alma gemela. Pero nunca debemos olvidar que para alcanzar el éxito con las meditaciones, no deben existir dudas. Las dudas son destructivas, necesitamos tener fe en la Dabraká. No es una fe religiosa, como siempre lo digo. La meditación es como un remedio para nuestra alma. Sin embargo, podemos ayudar a 20
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ese remedio invocando al Dios en el que nosotros creemos. Puede ser JehovĂĄ, Cristo, Mahoma o Buda... Lo que cada uno siente como sagrado dentro de su ser, genera una energĂa de fe y de entrega que es sumamente importante para el efecto de la meditaciĂłn.
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Dos Soles Apreciados discípulos, el caso que les voy a contar hoy es muy clásico. Son esas situaciones que ustedes verán frecuentemente en su consultorio. Por eso es interesante que observen bien los detalles, tanto en el orden psicológico como en el plano místico. Es una típica historia de conflicto en la pareja, cuando aparece una tercera persona. Sofía era una mujer muy bonita. Tendría unos cuarenta años y los llevaba sus años con mucho cuidado de no aparentarlos. Su forma de vestir era bastante sensual, no exagerada, pero llamativa. Vengo a verlo después de dos meses que estoy en tratamiento con un psiquiatra. Me siento perdida y desesperada. Soy casada y tengo dos hijos que son divinos, lo más importante de mi vida. Mi esposo es psiquiatra. Él nunca me entendió y menos ahora. Me diagnosticó que soy histérica y puede ser que tenga algo de razón. No entiendo mucho de psicología, tengo un negocio de modas y estoy muy lejos de saber analizarme. Pienso que todas las mujeres que me rodean deben ser histéricas también, porque son parecidas a mí en la forma de vivir, de vestir... No sé. Será que vivo en un mundo histérico. Así debe opinar mi marido. Todo lo mío lo critica, hasta mi color de pelo, mis vestidos porque son escotados o poco discretos. Yo soy diseñadora y si no visto así, me van a tomar por anticuada. Pero él nunca miró el otro lado de las cosas. Creo 65
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que sólo ve en mí, un cuerpo y una vestimenta... Pero déjeme contarle por qué he venido a buscar su orientación. Hace un mes mi padre sufrió un grave problema cardíaco y fue internado en terapia intensiva. Creo que tuvo un gran disgusto por un problema económico. No sé muy bien porque tengo poco contacto con él. No porque viva lejos de acá, sino porque nuestra relación siempre fue difícil. Por la forma en que siempre me trató, llegué a dudar si es que soy su hija. Tengo dos hermanos a los que les da todo. No hace mucho vendió una chacra y repartió el dinero para ellos y a mí me ignoró. Cuesta entender a un padre que se desentiende de un hijo. En mi cumpleaños nunca me mandó ni siquiera en una tarjeta, mucho menos un regalo. ¡Cuántas veces lloré por sentirme rechazada! Y lo más doloroso es no saber el motivo... Sin embargo, cuando lo miraba ahí en la cama, conectado a todos esos aparatos, tuve un inmenso sentimiento de hija hacia él. Pero aquí nace mi dolor, el gran conflicto que estoy viviendo. Se trata del médico que estuvo atendiendo a mi padre. Alejandro es el nombre de mi drama. Tiene más o menos la misma edad de mi marido. Es casado y me dijo que quiere mucho a su esposa y que nunca pensó en traicionarla y menos en amar a otra mujer. Me siento avergonzada por esa relación que surgió en mi vida y también por mis pensamientos. Es como si no quisiera que mi padre mejore, para tener la excusa de seguir viendo a Alejandro. Estoy viviendo un momento muy especial, un romance y una pasión de adolescente. Señora Sofía, existía un concepto en el Antiguo Egipto que hablaba de los dos soles. Explicaba que cuando el sol que está junto a nosotros se encuentre con el otro sol, se 66
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estrellarán y en ese choque todo se terminará... se acabará el mundo... Ese concepto puede ser una realidad en su vida. Para los sacerdotes de Atón, sólo existía un Dios y si surgiera otro, sería una tragedia. Usted, ama a su marido, ya tiene su sol, no debería de existir otro. En una oportunidad, leí en un libro suyo que cuando el Destino aparece, no podemos escapar de él. ¿ Mi Destino, no será Alejandro? Ustedes saben, mis queridos discípulos, que existen verdades que pueden ser muy destructivas en un momento. En especial en este caso donde se podía afectar a dos familias. Ella quería que yo le diera un consejo, una definición sobre cuál camino debía tomar. Varias veces me preguntó si Alejandro era el sol al que ella debería adorar, pero también comprendió que si se enteraran sus respectivas parejas podía ser una tragedia. Le enseñé a Sofía una meditación para que ella misma pudiera encontrar la luz hacia su verdadero amor y su felicidad. Una fuerza que la ayudara a superar la imposibilidad de amar que existe dentro de la patología de histeria. Ella constantemente quería llamar la atención porque nunca se sintió querida por su padre. Y su problemática aumentó al no tener la comprensión de su marido que tanto hubiera necesitado. El marido pudo ser el Destino de Sofía pero al no amarlo no se transformó en un sol para ella. Cuando una mujer ama de verdad y cuando está dentro de su Destino, jamás podrá encontrar otro sol. Nunca lo verá porque no existe... ARISH MEJOT, una fuerza que nos lleva hacia la luz de nuestro verdadero destino.
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Culpa y Crimen de Otra Vida Queridos discípulos, hoy voy a hablarles sobre un caso de cleptomanía que se me presentó hace muchos años. Era una señora que muy abiertamente me manifestó que no podía controlar su compulsión de robar. En mi análisis percibí que había en ella algo más grave que su cleptomanía. Venía de una familia de renombre, su padre fue un famoso abogado penalista, su madre fue jueza y su hermano que seguía el camino de sus padres, continuaba manteniendo la fama de su Estudio. Zuleima, mi consultante, siendo muy joven, había sufrido un accidente que la dejó inmovilizada por un año. Cuando llegó el momento de retomar sus estudios, abandonó la carrera de abogacía y se dedicó a la psicología. Llegó a recibirse de psicóloga, pero nunca ejerció. Maestro, ¿por qué robo? ¿Usted podrá encontrar la explicación? Mi terapeuta insiste en preguntarme si cuando entro en un supermercado siento la necesidad de robar algo. Yo siempre le digo que no. Como tampoco siento el impulso de robar nada de lo que usted tiene aquí en su consultorio. Tampoco de robar en la casa de mi padre o de mis amigos. Pero cuando visito una joyería o una casa de antigüedades, ahí me vuelvo ladrona. Yo misma traté de analizarme y observé que el robo tiene que ser importante y a desconocidos. Estuve presa varias veces y mi hermano siempre me sacó. Lo peor es que yo me siento bien en la cárcel de mujeres. Lo único que rechazo es la degeneración que existe. Pero siempre 68
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sentí la necesidad de ayudar a las presas. Aunque a veces mi ayuda fue malinterpretada y pensaban que yo era homosexual., Igual insistía en pedirle a mi hermano ayuda con sus expedientes, en especial cuando había visita de jueces de cárceles. Una vez vi una jueza que era amiga de mi madre y me sentí muy avergonzada. Mi investigación no me llevaba hasta el origen de su necesidad de robar. En aquel momento comprendí que estaba lejos de hallar la raíz del problema de Zuleima. Así es que le propuse una práctica de regresión, para buscar una respuesta en un más acá olvidado de su vida actual, o en el Más Allá, de sus vidas pasadas. Ella se recostó en mi diván y acariciaba el terciopelo rojo con una misteriosa satisfacción. Entonces le enseñé una meditación que la ayudaría a entrar en su pasado. La gran fuerza de MIJADÍN le haría recordar a su alma situaciones que había vivido. Yo quería saber si ella fue ladrona en otra vida. Muchas veces repetimos errores o defectos que tuvimos en una existencia anterior. Zuleima se disponía a meditar, pero antes quiso saber... ¿Para qué tengo que repetir esa palabra? Porque tiene una energía especial para que su alma pueda hablar. En este momento, usted está hablando a través de un plano racional, de sus mecanismos de defensa y de todo lo que representa su personalidad. Usted es psicóloga y sabe que a veces los análisis fallan, los diagnósticos resultan equivocados. ¿Por qué? porque no encontramos un motivo, una razón, un episodio traumático que justifique la patología que el paciente presenta. Nosotros necesitamos una respuesta pura de su alma, que nos diga el motivo de su problemática. Tal vez haya vivido lo 69
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mismo en otra vida. Pero si lo sabemos, podremos encontrar un camino para que el alma trate de purificarse y mejorar en su vida actual. ¡Ah! Qué bien dijo esas palabras como un suspiro y ahí sí, se dispuso a entrar en total concentración. En ese instante sentí la necesidad de preguntarle por su esposo. No tengo esposo. Soy viuda me respondió. Traté de llevarla de nuevo a repetir la meditación y poco a poco fue entrando de lleno en MIJADÍN... MIJADÍN... MIJADÍN... Hasta que quedó en completo silencio. Luego noté que su respiración era diferente, profunda, de trance. Le preguntaba si podía escucharme y no me respondía. Zuleima, dígame dónde está insistía . ¿Sabe dónde está? Estoy buscándome a mí misma... Necesito mi verdad... Tengo que encontrarla... Busque, siga buscando. Estoy seguro que hallará la solución a los conflictos que vive. Hay una luz, una gran luz. Me empuja, es como si fuera un viento... ¿Siente que es llevada? Sí, no puedo parar. Quedó en silencio un momento. ¿Qué está viendo ahora? Hay un campo verde, hermoso... ¡Qué cielo tan azul! Creo que nunca lo vi así... Ahora lo estoy viendo a usted, Maestro. ¿A mí? Sí, es un sacerdote... Ah!... 70
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Me sentí mal porque hasta entonces pensaba que nunca había sido un sacerdote...¿Por qué ella creaba una situación que no era real cuando estábamos luchando por llegar a una verdad? Sí continuó afirmando . Usted es un sacerdote cristiano, lleva una cruz... Siento que usted no aprueba lo que estoy viendo. En ese momento sentí la voz de mi propia alma: ¡Lo fuiste! ¡Fuiste cristiano!... Adorabas a Cristo y hasta escribiste libros sobre cristianismo... ¿¡Yo, cristiano!? ¡Qué conflicto viví en aquel momento! ¿Será por eso que nunca sentí rechazo por los cristianos, aún siendo judío? Traté de huir de mis propios pensamientos. Siga hablándome, Zuleima. Dígame lo que está viendo. Yo estoy con usted, Maestro. Y usted es un sacerdote... Veo como une sus manos con tanta fe. Trata de ayudarme... ¿En qué la ayudo? Yo tengo mis manos llenas de sangre. Maté a mi marido... ¡¿Cómo?! ¡Ay, sacerdote, Padre mío! ¡Soy una asesina! ¡Ayúdeme, por favor! ¡Castígueme! ¡Castígueme mucho! Así no podré volver a hacerlo. ¡Castígueme, Padre! Quiero que me castiguen... soy una asesina... ¿Mató su marido? Sí, lo maté. Vuelva, Zuleima. Regrese conmigo. Sí, Maestro, donde usted me quiera llevar, yo voy. Fue una regresión tan rara... Yo hablaba con Zuleima y a la vez con su alma, en otra vida, con otro nombre y ambas parecían estar juntas, al mismo tiempo. Y para ella era tan natural que hasta a mí me costaba creerle. 71
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Zuleima, usted me dijo que era viuda, su marido, ¿cómo murió? Yo lo maté. ¿Y no fue a la cárcel por eso? No. Porque fue el crimen más perfecto que existe: en la relación sexual. Lo obligué a seguir y seguir... hasta que su corazón paró. No sé de dónde saqué fuerza para vestirlo y sentarlo en un sillón. No quería que el médico lo viera en la cama y pudiera pensar que el paro pudo ser provocado por una relación. Soy una asesina, Maestro. Una verdadera asesina. Le pregunté varias veces a mi hermano, si existía el castigo para ese tipo de crimen. Le hablé de una situación en la que un hombre muere en un prostíbulo. ¿La prostituta sería acusada? Me dijo que si se constata que fue paro cardíaco y no existió veneno ni nada... no habría castigo para ella. Él creyó que le preguntaba por una de las presas que conocí en la cárcel de mujeres. En realidad quería saber si existía el castigo para el delito que yo había cometido. La ley no me puede acusar pero propia conciencia me pide un castigo. Eso lo sentí en la experiencia que hicimos. Quiero ir a la cárcel. Lo merezco. He matado al hombre que más quise. Pero también hubo una razón para matarlo... Descubrí que mantenía una relación con su socio. ¡Con un hombre! Nunca se lo dije. Hasta que supe de su traición, yo tenía una autoestima muy buena. Me sentía bien conmigo, feliz con mi cuerpo. ¡¿Por qué me cambiaba por un hombre?! Quería luchar por mi pareja y por mi hijo. Quería que su padre fuera un hombre del que no se pudiera hacer ningún comentario. Quería que fuera más hombre conmigo, que le gustaran las mujeres y no los hombres. 72
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En el entierro lo vi al socio llorando. ¡Cómo lloraba! Nadie pensó en nada raro. Todos sabían que eran como hermanos, se querían muchísimo. Pensar que una empleada doméstica me lo contó. Se persignó y me lo juró por Dios. No se imagina cuántas veces le pedí que me lo contara de nuevo. Le preguntaba cosas distintas para ver si ella inventaba, pero siempre me decía lo mismo. Sabía hasta el color de los calzoncillos de mi marido. Y ella nunca se encargó de lavar la ropa. ¡No podía saber!... Ella no dijo que los vio manteniendo una relación sexual, los vio abrazados en la cama, mirando televisión, en la casa del socio. Dejó escapar un largo suspiro y continuó su historia. Quiere decir, Maestro, que estaba marcado en mi Destino. Lo maté porque ya lo había matado. Eso es un karma en mi vida. Para mí se llama Destino. Y ahora que descubrió esa verdad, tiene que dejar de castigarse. El castigo terminó. Le enseñé a aquella mujer una meditación para sentirse bien con ella misma. Al tiempo volvió a verme y me abrazó con mucha fuerza. Maestro, ¿sabe que no robo más? Voy a las joyerías y miro todo porque quiero probarme a mí misma. También a las casas de antigüedades y observo las piezas pequeñas, las más fáciles de robar. ¡No toco nada! ¡Estoy curada! ¡Me siento tan bien! MIJADÍN me llevó a mi verdad. Nunca voy a olvidarme de esa regresión. Estoy segura que únicamente la verdad nos puede curar. Pensar que yo creía que era incurable, que moriría en alguna cárcel. Mi hermano siempre me amenazaba con no sacarme más. No había amenaza que pudiera hacerme cambiar. 73
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¡Qué claro veo todo ahora! No robaba en un supermercado donde no me iban a llevar presa. Tampoco en casa de amigos. Yo buscaba el castigo. Ahora ya no, por eso dejé de robar. Y todo se lo debo a usted, Maestro. ¡Ah! Y a sus meditaciones. ¡Son mágicas! No. No son mágicas. Son parte de una sabiduría muy antigua. Yo creo que en este caso, el análisis es muy claro y surge de la propia práctica de regresión. Sabemos que la mística, cuando es conducida a través de la sabiduría, puede resolver en un instante lo que por otros caminos sería muy difícil o prácticamente imposible. La reflexión que quisiera hacerles es respecto a algo que seguramente muchos de ustedes lo han pensado y se habrán cuestionado. Es el hecho de que una persona que está viviendo un problema, que puede ser grave, toma contacto con algo que le ayuda a solucionar su vida, a encontrar felicidad, paz... y no se interesa por saber qué es eso que tanto lo ayudó. Es una palabra, es meditación... pero ¿de dónde viene? No surge en ellos la necesidad de saber si pueden aprender, para otros aspectos de su vida, para otras personas, hasta para sus seres queridos. Vienen, meditan, solucionan sus problemas y se van sin más inquietud. No podemos culparlos, nuestro mundo es así. El ser humano no ha desarrollado una verdadera preocupación por un crecimiento personal sino en lo meramente profesional o en el aspecto material. Si hablamos de una sabiduría y en su momento sirve a sus necesidades, luego no busca conocerla ni profundizar. Eso no forma parte de sus aspiraciones ni de sus metas. Actúa igual que frente a un medicamento que le curó alguna dolencia. 74
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Puede hasta llegar a recomendarlo. Yo tomé esto y me hizo muy bien. Medité y tuve un cambio fantástico. Hoy estamos habituados a relacionarnos con la ciencia y con la técnica, pero muy poco con la sabiduría.
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Mensaje del Más Allá Les contaré un caso que luego analizaremos, sobre una problemática clásica, existente entre padres e hijos. Se trata del favoritismo que hace alguno de los padres con un hijo y las consecuencias que eso puede acarrear. Mi consultante era un joven de veinte y pocos años. Buscaba ayuda por sus estados depresivos y las grandes angustias que vivía. Lo trajo una tía a la que yo había atendido mucho tiempo atrás. El joven estaba viviendo con ella en aquel momento. La primera impresión que tuve al verlo, fue de que podía ser homosexual, pero me equivoqué. Tenía ciertos rasgos y ademanes afeminados, pero era bien hombre. Maestro, tengo veintisiete años comenzó diciendo. Parece que tuviera menos edad. Sí, siempre me dan menos... Soy jugador de fútbol y creo que soy bueno. Mi padre fue jugador y también mi hermano menor. Pero mi padre nunca quiso que yo jugara. Quería que yo fuera arquitecto, igual que mamá. Una arquitecta frustrada que jamás trabajó como tal. Al principio le hice caso y empecé la carrera, pero abandoné, entonces mi padre dejó de hablarme. Mi vida en casa se hizo muy difícil así que me fui a vivir con mi tía Clara. Ella es un ángel. Es hermana de mi papá, pero muy distinta a él. Ella supo comprenderme. Y también fue una alegría que me mudara a su casa, porque perdió a su hijo que tenía mi edad, en un accidente de moto.... 88
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Para mi padre, mi hermano Martín era su estrella. Le usaba su ropa, le dio un auto... Decía que Martín no tiene que estudiar ni trabajar, sólo tiene que practicar. Sin embargo le puedo asegurar que él sí serviría para ser arquitecto o constructor, porque como jugador nunca creció. Mi padre lo colocó en un cuadro chico y ahí quedó estancado. No era chicha ni limonada. Igual lo apoyaba, le decía que él también empezó de abajo. Y la verdad es que como jugador tampoco llegó lejos. Sí lo hizo en un plano comercial porque se dedicó a la venta de jugadores. Imagínese, Maestro, que mi hermano vivía en la casa de la novia y mi padre costeaba todos los gastos... Martín siempre a su lado, recibiendo todas las atenciones. Pero yo también necesitaba atención y quería ser importante para mi padre. Así que a escondidas también practicaba, porque el fútbol lo llevo en el alma. Pero no estoy seguro de que ser jugador sea mi futuro, tengo grandes dudas. Me hubiera gustado poder hacer algo relacionado a la naturaleza. Protegerla y proteger a los animales. Usted pensará que soy loco... Pero déjeme que le cuente la parte trágica del fútbol en mi vida. Mi padre me vio en la TV, en el momento en que yo hice el segundo gol y mi cuadro ganó. Cuando todo el estadio gritaba mi nombre, él tuvo un infarto fulminante. Fue hace un año que murió. Pensar que yo estaba feliz, victorioso y mi hermano me llamó y me dijo: Con tu estupidez, mataste a papá . Seguro que ahí empezaron mis depresiones... Creo que mi padre siempre me rechazó, aunque hace poco mi madre me contó algo que no sé bien cómo interpretar. Ella está internada y yo la visito todos los días. Tuvo cáncer y está en tratamiento. Me dijo que una planta que yo le regalé 89
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a papá hace seis años, todos los días él la miraba y la regaba. Había muchas plantas en su jardín, pero la única que él cuidaba era aquella. Eso me impresionó y desde que lo supe mis depresiones empeoraron... Mañana tengo un partido muy importante en el que se define mi carrera como jugador. Si pierdo, me voy a África a filmar documentales de animales, de naturaleza... Si gano, quedo como titular. Quisiera que me confirme si hago bien o estoy equivocado. Además lo invito a usted y quienes quieran acompañarlo, a ver este partido donde se decide mi futuro. Le traje algunas entradas. Mire, Mario, yo voy a ir a verlo. Quiero que gane y que siga jugando. Unos minutos antes de entrar a la cancha, tendrá que hacer la misma meditación que haremos ahora. No debería jugar su destino en el resultado de un partido, pero es su vida y tiene derecho a caminar por ella como usted elija. Mario se sentó, dispuesto a meditar y yo me paré detrás de él. Sentí en ese momento que alguien me hablaba... Ayúdelo. Ayúdelo. Cuánto quisiera que él me perdone. Lo amo, nunca supe cuánto lo amaba Después de meditar, Mario estaba feliz y sorprendido. Maestro, ¿¡qué me hizo!? ¡Qué sensación increíble! En un momento vi a mi padre. ¿O usted era mi padre? No sé, fue algo muy confuso, pero maravilloso. ¿Cuánto tiempo estuvieron distanciados? Desde su cumpleaños cuando le regalé la planta de pajarito para su jardín. Y durante ese tiempo, ¿cómo fue la relación con su madre? Ella siempre fue muy sumisa, en especial con mi padre. Pero me confesó que él la anuló, no quería que brillara. 90
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Que en una época ella tenía muchos clientes y también pintaba cuadros y los vendía. Y cuando era soltera integraba un gran grupo de amigos, pero después que se casó, todo se terminó. En mi casa no se hablaba de otro tema que no fuera fútbol. Ella no lo soportaba y se encerraba en su atelier. Creo que la relación con mi padre, también la enfermó. Él siempre fue muy dominante y cuando le hablaba, sin importar de qué, lo hacía gritando. No sabía hablar sin gritar. Siempre estaba en la cancha, con la hinchada. En casa teníamos un perro dobermann y cuando ladraba, me parecía ver a mi padre gritando. Perdóneme la comparación, Maestro. Nunca me llevé bien con ese perro y una vez me mordió. Sin embargo yo quiero mucho a los animales. Ahora en la casa de mi tía, el gato duerme en mi cama y cuando me despierto está sobre mi cabeza, pero no me molesta. Justo con ese gato tuve un sueño. ¿Se lo puedo contar? Si, lo escucho, Mario... El gato hablaba y tenía el rostro de un profesor al que yo quise mucho. Los dos estábamos en una calesita gigante y el gato me decía: Tienes que dejar de ser un futbolista y encontrar tu misión en la vida. Tienes que ir a Kenia. Dedicarte a filmar los animales en su hábitat y tratar de mostrarlo al mundo, para que todos puedan aprender a respetar la Creación de Dios. Con ese sueño empezó mi conflicto. Necesito que usted me ayude a tomar una determinación. Con la meditación que hemos hecho, comenzó mi ayuda y también mi orientación. Su energía lo llevará a caminar con más seguridad, a sentirse satisfecho con usted mismo y eso le 91
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cambiará su estado anímico. Podrá superar los estados depresivos que hoy lo aquejan. Aquella misma noche yo también tuve un sueño que fue un mensaje para Mario. En el sueño apareció mi Ka, Astenkeph y me dijo: Ese joven tiene que cumplir con la misión de ir hacia la naturaleza que lo está llamando. Después de esto, quien quedó en conflicto fui yo. Pensaba que ya no vería a Mario antes del partido y hubiera querido decirle que dejara el fútbol, que lo que debía hacer era viajar. Fui al estadio con dos de mis discípulos. El cuadro de Mario dominó todo el partido hasta que él mismo hizo el gol de la victoria. Mis discípulos gritaban de alegría porque creían que yo también quería su triunfo. En un momento, en plena cancha, Mario gritaba: ¡Gracias, papá! ¡Gracias!´ ¡Estaba tan emocionado! Me transmitió esa emoción y hasta sus lágrimas las sentí en mis ojos. Cuando nos acercamos después para saludarlo, no paraba de agradecerme. ¡Gracias, Maestro! Gracias por todo. Ya lo decidí, voy a Kenia, ya voy a reservar mi pasaje. Pero... usted ganó le dije sin entender su cambio. Sí, gané. Pero anoche soñé otra vez con el gato. ¿Se acuerda? Sólo que esta vez tenía otro rostro y me convenció. Me voy, pero feliz, porque no me voy como un fracasado. ¿Cómo era el rostro del gato? Se parecía al de mi padre. Por eso siento que debo agradecerle a él. ¿Ya piensa viajar? No, voy a esperar que mi madre mejore. Mientras tanto empezaré a buscar el equipo para mi futuro trabajo... Ahora vamos a analizar este caso en distintos aspectos. 92
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Por un lado estoy seguro de que el padre de Mario, lo quería, aunque con su personalidad dominante y una cultura relativa, anuló a todos en su casa. Al hijo menor lo bloqueó porque no lo dejó estudiar y lo metió en el fútbol, aunque no tuviera ningún talento para eso. Únicamente por su capricho de haberlo sentido muy parecido a él, haciendo una identificación regresiva, como usar las ropas del hijo. Y a Mario, que era más parecido a la madre, lo rechazó y quiso que fuera un frustrado arquitecto, igual que su esposa. Del amor al odio hay un paso y viceversa. Los tíos le dieron a Mario el afecto que necesitaba ya que en gran parte reemplazó al hijo perdido. Y el fenómeno de idolatrar a un ser querido muerto es clásico. Mario empezó a ir en busca del ídolo caído de Nietzsche() y trató de hacerlo resurgir por su gran necesidad, como lo dice Spinoza() en sus esencias, de crear nuestros dioses. Mario se siente culpable frente a su Dios, que siempre lo castigó, pero él no dejó de seguirlo. Sentir el mensaje nos demuestra su hipersensibilidad. Y ese gato, se transforma en el subconsciente, en un guía para su vida. Hoy, cuando veo un documental sobre animales, busco a Mario. Siempre espero encontrarlo. Sé que es feliz y estoy seguro de que se siente realizado y que seguirá soñando con su gato. Los antiguos egipcios daban mucha importancia al gato. A través de él trataban de interpretar cómo sería el desborde del río Nilo. Si durante los días que antecedían a la crecida, el gato manifestaba inquietud y nerviosismo, anunciaba una crecida abundante. 93
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Lo consideraban un animal de una sensibilidad extrema y existían varias creencias populares relacionadas a su comportamiento. Observaban que cuando había mucha negatividad en una casa, el gato saltaba y saltaba, como queriendo atrapar algo que no existía. Decían que quería cazar´ la negatividad. También creían que cuando la suegra pensaba mal de su nuera y esta última tenía un gato macho, él captaba el pensamiento de la suegra y emitía un ronquido, que según interpretaban protegía a la nuera de esos malos pensamientos. Cuando el gato se presentaba en un sueño y hablaba, se le daba el simbolismo de transmitir el mensaje de los dioses. Hoy lo podemos interpretar como un mensaje sagrado, proveniente del Más Allá. Lo que me sorprendió de Mario, fue que sintiera tan profundamente ese mensaje que recibía en el sueño, que creyera en él como lo hubiera hecho un sacerdote hace miles de años atrás... Si miramos este caso a través de lo que podría ser el análisis junguiano, ya que Jung se dedicó mucho a la interpretación de sueños, no encontraríamos el mismo respeto por ese gato, aunque tuviera el rostro del padre. Creo que Freud sí aceptaría la idea paterna en el símbolo del animal. En ciertos aspectos podemos considerar que Jung ´voló´ más que Freud, pero aquí, seguramente Freud saltaría el muro de la psicología ortodoxa que da mayor importancia a la voluntad del padre. Jung deja de ´volar´ frente a los dogmas y para él, la palabra paterna es ley. La orientación jungiana hubiera sido que Mario retomase su carrera de arquitectura, como su padre lo quiso. Y al no estar él, ya no podría anularlo como había anulado a su madre. 94
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Ustedes, queridos discípulos, pueden observar que la interpretación de un sueño está sujeta a las diferentes culturas y épocas. Pero lo más hermoso es descubrir que existe una esencia, que por más que no se haya transmitido culturalmente a través del tiempo, sí permanece grabada dentro del alma y puede ser captada por un espíritu sensible.
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